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Expertos Audiología

las adaptaciones protésicas siendo un punto de partida fundamental en cualquier adaptación.

Esta herramienta, imprescindible en el proceso de adaptación de hipoacusias con perfil estándar, pierde una parte importante de su utilidad en estas adaptaciones al no poderse comparar la ganancia proporcionada con la objetivo prescrita por los métodos tradicionales.

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Las medidas REM nos permiten conocer la ganancia real que está proporcionando el audífono por cada frecuencia. Nos permiten comparar la ganancia que estamos aportando con la finalidad que propone el método prescriptivo que elijamos y hacer los ajustes para lograr estos objetivos. Estos, sin embargo, han demostrado no ser útiles si nos encontramos ante pérdidas de pendiente inversa.

Por ello, el audiólogo deberá modificar sus protocolos de verificación con el fin de realizar las mediciones que aporten información útil para este perfil audiométrico.

REUR y REOR (REUG y REOG si el audiólogo prefiere expresarse en términos de ganancia) serán pruebas de gran valor para confirmar el grado de oclusión con el adaptador y ventilación seleccionado siguiendo las pautas de ventilación antes indicadas.

Las curvas de REAR (REAG) se medirán con el objetivo de saber qué amplificación está proporcionando el audífono ante los diferentes niveles de entrada (suave, medio y alto), si bien no se contará con la posibilidad de corroborar estos niveles con los prescritos. El audiólogo eso sí, podrá comprobar si la ganancia proporcionada por el audífono se ciñe a lo recomendado por los especialistas unas líneas más arriba.

Por último, el audiólogo necesitará complementar esta verificación objetiva con pruebas de valoración funcional que permitan, tanto al paciente como a él mismo, confirmar la mejora que produce la adaptación en la capacidad auditiva del paciente.

Estas pruebas funcionales también ayudarán a decidir entre diferentes opciones de ajuste.

Por último, N. Bauman sugiere un protocolo de «ajustes finos» diferente al convencional para pérdidas estándar.

De acuerdo a su experiencia en la adaptación de este tipo de paciente, remarca la necesidad de dar más peso a la opinión del paciente en el ajuste de los audífonos.

Recordemos lo expuesto unas líneas más arriba por Bauman: «el audiólogo debe conseguir ajustar el sonido de la forma que sea más útil para el sistema auditivo de ese paciente en concreto». Es lógico por tanto, que la opinión del paciente sea tenida en cuenta de manera más significativa.

El primer paso del ajuste fino centraría su atención en conseguir «chequear» la ganancia en graves. ¿Cuánta ganancia en graves hace sentirse cómodo al paciente?

Comenzando con la recomendación expuesta anteriormente (no más de 15 - 20 dB de ganancia de inserción en frecuencias graves), será necesario comprobar el confort del paciente con relación a este parámetro.

Tras determinar el nivel de amplificación en graves, se realizaría el mismo proceso en frecuencias agudas, subiendo y bajando la amplificación en estas frecuencias hasta encontrar el ajuste más confortable para el paciente, tomando como punto de partida la sugerencia anterior: un mínimo de 10-15 dB desde 2000Hz hacia frecuencias agudas.

Una vez establecido el nivel confortable para el paciente, será necesaria la validación de estos ajustes por medio de pruebas de valoración funcional.

Es importante recordar que, dado que las frecuencias agudas en estos pacientes se encuentran conservadas, el ancho de banda de los audífonos escogidos en estos perfiles audiométricos debe garantizar la amplificación hasta las frecuencias más agudas. No se necesitará gran cantidad de ganancia en esas frecuencias al estar conservadas, pero en ningún caso las limitaciones electroacústicas del audífono pueden limitar o bloquear el paso de los sonidos más importantes para estos pacientes por lo que el proceso de selección de la prótesis auditiva más adecuada debe contemplar esta recomendación.

En conclusión, todos los audiólogos somos conscientes de que las adaptaciones en hipoacusias de pendiente inversa no se ciñen a las «normas» y pueden suponer un gran costo en tiempo y esfuerzo.

Si bien dada su baja incidencia, no se han estudiado con la misma exhaustividad que las hipoacusias de perfil más común, las sugerencias de adaptación recopiladas en este texto pueden servir de punto de partida para lograr que estas adaptaciones sean mucho más satisfactorias.

Referencias

Hipoacusia neurosensorial. Gil-Garcedo et al, Masson, 2003. Managing Low Frequency Sensorineural Hearing Loss (LFSNHL) Francis Kuk, Ph.D. WIDEX 2012. Making Speech More Distinct. Don Schum, PhD. Audiology

Online. March 2014. The Bizarre World of Extreme Reverse-Slope Hearing

Loss (or Low Frequency) Hearing Loss.by Neil Bauman,

Ph.D. (latest revision March, 2019). Changing With the Times: Managing Low-Frequency

Hearing Loss Strategies for Amplifying Reverse-Slope

Hearing Losses.F. Kuk,C. LudvigsenPublished 2012.

SONIA BAJO AUDIOLÓGA / AUDIOPROTESISTA

Diplomada en Logopedia. Habilitación Tinnitus & Hyperacusis Therapy MC. Experta en Acúfenos e Hiperacusia, tratamiento TRT, Audiología Infantil y Tercera Edad. Docente en el Máster de Audiología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

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