ASPECTOS MORFOSINTÁCTICOS DEL BELSETÁN. (aragonés del valle de Bielsa)

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1. Autas, actas, actes, actas d’as primers chornadas sobre a traduzión. O papel d’a traduzión en o desembolique d’as luengas: o caso de l’aragonés. Conzello de lo Grau, 1997. 2. Diccionario de las hablas de la Baja Ribagorza Occidental. María Luisa Arnal Purroy. 3. Las hablas de la Alta Ribagorza. Günther Haensch. 4. Fraseología en chistabín. Diccionario de refranes, modismos, locuciones y frases hechas en aragonés del Valle de Chistau. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 5. Elementos de fonética y morfosintaxis benasquesas. José Antonio Saura Rami. 6. El aragonés de Baixo Peñas. Localidades de Sobrarbe situadas en las faldas de Peña Montañesa. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 7. Aspectos morfosintácticos del belsetán (aragonés del valle de Bielsa). Chabier Lozano Sierra y Ángel Luis Saludas Bernad. 8. Voces de Aragón. Antología de textos orales de Aragón. 1968-2004. Brian Mott. 9. El aragonés ansotano. Estudio lingüístico de Ansó y Fago. Miguel Ánchel Barcos. 10. Dizionario de terminos cheograficos. Chesús Casaus Parrilla y Pascual Miguel Ballestín. 11. El aragonés nuclear de Nerín y Sercué (Valle de Vio). Artur Quintana i Font. 12. Dizionario aragonés chistabín. Fernando Blas Gabarda y Fernando Romanos Hernando. 13. Aspectos lingüísticos de Tella. Chabier Lozano Sierra. 14. Borrador de un diccionario de voces

ASPECTOS LINGÜÍSTICOS DE TELLA. Aragonés deSobrarbe (Huesca). Este estudio es una aportación más al conocimiento de la lengua aragonesa al centrarse en una de las variedades diatópicas que la conforman: el aragonés del valle de Tella. Este valle se encuentra enclavado en el Pirineo aragonés, en la comarca de Sobrarbe, formando un valle lateral del Alto Cinca inmediatamente al sur del valle de Bielsa. El aragonés de este valle había recibido, hasta el momento, poca atención por parte de los filólogos e investigadores. Por ello, esta laguna se intenta cubrir estudiando determinados aspectos lingüísticos generales como la fonética diacrónica, el sistema morfo-sintáctico y el vocabulario. Además, el estudio se ha realizado, probablemente, en el último momento en el que se podía haber hecho: el envejecimiento de la población, la despo-blación y la imparable castellanización auguran un negro futuro para esta modalidad, como para tantas otras si no se toman medidas inmediatamente. Por ello, este trabajo pretende contribuir a un mejor conocimiento de la lengua, sirviendo de herramienta para su recuperación y elaboración tanto a los estudiosos e interesados en el tema como a los propios hablantes de la lengua.

ASPECTOS LINGÜÍSTICOS DE TELLA. Aragonés de Sobrarbe (Huesca)

AINAS

C h a b i e r L o z a n o Si e r r a

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Chabier Lozano Sierra Ángel Luis Saludas Bernad

Chabier Lozano Sierra nació en Zaragoza en 1976. Se licenció en Filología Hispánica en la Universidad de Zaragoza. Su labor investigadora ha girado siempre alrededor de la lengua aragonesa, más concretamente en sus variedades dialectales y especialmente en las de la comarca de Sobrarbe, donde reside desde el año 2001. Entre otras aportaciones, destacan sus contribuciones sobre el aragonés belsetán en el libro Aspectos morfosintácticos del belsetán (aragonés del valle de Bielsa), realizado en colaboración con Ángel Luís Saludas o sobre el aragonés de la Comarca del Alto Gállego en Caracterización lingüística de la Comarca Alto Gállego. Entre sus artículos cabe destacar “Aproximación al aragonés de La Fueva (A Fueva) basada en un texto oral”, realizado junto a Fernando Sánchez y publicado en las Actas del II Congreso de Lenguas y Culturas Pirenaicas; “Sintagmas nominals partitibos con verbos inacusatibos e impersonals”, elaborado con Juan José Segura y presentado en la IIª Trobada d’estudios y rechiras alredor d’a luenga aragonesa; o la comunicación en el XVI Congreso de Euskaltzaindia “La antroponimia aragonesa: su reflejo en la toponimia”. Asimismo, colaboró en el libro de Fernando Romanos Al límite. La pervivencia del aragonés en las comarcas del norte de Zaragoza, en el que realizó el análisis lingüístico. Es miembro numerario del Estudio de Filología Aragonesa-Academia de l’Aragonés, donde ejerce la función de Vicepresident desde su fundación. También fue miembro fundador de la asociación Fendo Tranya, dedicada al estudio y salvaguarda del aragonés en la comarca de Sobrarbe.


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CHABIER LOZANO SIERRA ÁNGEL LUIS SALUDAS BERNAD

ASPECTOS MORFOSINTÁCTICOS DEL BELSETÁN (aragonés del valle de Bielsa)


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CHABIER LOZANO SIERRA ÁNGEL LUIS SALUDAS BERNAD

ASPECTOS MORFOSINTÁCTICOS DEL BELSETÁN (aragonés del valle de Bielsa)

GARA D’EDIZIONS * INSTITUCIÓN «FERNANDO EL CATÓLICO» (C.S.I.C) Excma. Diputación de Zaragoza * CEDESOR * AYUNTAMIENTO BIELSA Zaragoza, 2005


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Portada: sobre diseño de Fernando Lasheras.

Aspectos morfosintácticos del belsetán (aragonés del Valle de Bielsa)

Publicación número 2.546 de la Institución Fernando el Católico (Excma. Diputación de Zaragoza) Plaza de España, 2 E-50071 ZARAGOZA Tlf.: (34) 976 28 88 78/79 Fax.: (34) 976 28 88 69 ifc@dpz.es http://www.ifc.dpz.es © Para esta edición: Gara d’Edizions Abda. Nabarra, 8 E-50010 ZARAGOZA www.garadedizions.com gara@garadedizions.com © Cedesor. Centro de desarrollo de Sobrarbe y Ribagorza y Ayuntamiento de Bielsa. Este trabajo fue realizado con una beca del CEDESOR. Deposito Legal: Z-3131-2005 I.S.B.N.: 84-8094-056-5

Impresión: Ino Reproducciones Impreso en Aragón-Printed in Aragon


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Pa Luzía, a qui este troballo l’ha sacato mutas de las escasas oras que podenos compartir, per la suya pazenzia, comprensión e apoyo. Grazias per tot. Chabi Este troballo le’l·l’adedico de tot cor a qui m’ha tenito que soportar tantismas e tantismas ripas de preguntas. Que’l·la he importunata a tota ora co’l·la consulta de detalles grans u chicoz. So co que pa qui no ye abezato con temas de lingüistica se i fan siempre enrebesatos e foscos, de costumbre es ha resueltos con gran soltura. A qui a ultima la fin una buena parte d’el mío charrar le’l debo. Ixa persona no ye altra que la mía mai, Generosa. Grazias per tot, mamá. Ángel Luis


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PRÓLOGO Entre el 23 de julio y el 12 de agosto de 1947, Antoni M. Badia i Margarit estuvo realizando en el valle de Bielsa las encuestas que abocarían en una publicación que iba a ser una obra fundamental de consulta para todos los estudios posteriores de dialectología aragonesa: El habla del valle de Bielsa. Y desde la aparición de esta excelente monografía en 1950, ha habido aportaciones más modestas y más esporádicas al estudio de esta fascinante variedad aragonesa (p. ej. las recopilaciones léxicas de Fernando Romanos), a punto de quebrarse ya por el fallo de la transmisión generacional, fallo motivado por diversos factores lingüísticos y sociológicos. Pero, por fin, el belsetán ha vuelto a merecer un análisis pormenorizado, merced al esfuerzo de Chabier Lozano y Ángel Luis Saludas, equipo idóneo para esta labor debido a su vinculación permanente con la zona en que esta modalidad dialectal tiene sus raíces. Como sabe todo investigador con espíritu de afán de superación, cualquier investigación científica es susceptible de modificación y revisión. Andando el tiempo, se van encontrando nuevos datos que confirman o refutan los anteriormente recogidos, o bien los matizan para conducir a una mayor comprensión de informaciones incompletas o sólo parcialmente interpretadas. Es con este ánimo de perfeccionamiento como se ha realizado el presente estudio, que se centra en aspectos morfosintácticos del belsetán. Abordar cuestiones de morfología y sintaxis dialectal es una empresa especialmente meritoria en vista del hecho de que, tradicionalmente, son el léxico y la fonética los que más han recibido la atención de los especialistas, mientras que los niveles lingüísticos más relacionados con la gramática propiamente dicha son un campo mucho menos trillado. Por ejemplo, hasta los últimos años, poco se había dicho de la falta de concordancia entre sujeto y verbo en algunas frases aragonesas como no’n quedó so que dos ‘sólo quedaron dos’, fenómeno entre otros muchos para el cual los autores de la presente obra ofrecen ejemplificación y comentario, y que, por cierto, Chabier Lozano ha tratado en otra ocasión junto a Juan José Segura. Otros rasgos lingüísticos de interés que se incluyen en el presente estudio son los indefinidos bel, bela/bel.la, bel.laún, bel.launa ‘algún, alguna’ (pero no belagún, que registra Badia i Margarit), que pueden llevar la [l] geminada, característica del belsetán (como lo es la [n] geminada de capan.na ‘cabaña’); asimismo, los pronombres personales er, era, ers, eras ‘él, ella, ellos, ellas’, exclusivos del valle de Bielsa, además de altro ‘otro’ con [l] frente a muto ‘mucho’ sin [l], y las desinencias del pretérito indefinido del verbo -ores, -órez y -oren: durmiores, durmiórez, durmioren ‘dormiste, dormisteis, durmieron’, respectivamente (cf. dormiés, dormiez, dormión en la Comuna, valle de Gistau). Por lo que al paradigma verbal belsetán se refiere, son asimismo interesantes los verbos, originalmente incoativos, tales como estretir ‘estrechar’, escurrir ‘escurrir’ y 7


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Prólogo

emblanquir ‘blanquear’, que llevan el incremento -eix-, infijo que incluso puede aparecer en la primera y la segunda personas del plural: estreteixemos/estretimos, estreteixez/estretiz, ‘estrechamos, estrecháis’, respectivamente. Llama la atención la abundancia de estos verbos en belsetán, frente a su escasez en el chistabino: en mis propias indagaciones léxicas en Gistaín sólo di con algún caso, como el de paixer ‘parecer’ y escarnixer ‘escarnecer’, aunque, en una comunicación personal reciente, Fernando Romanos me informa de la existencia de una docena de verbos en chistabino que siguen este patrón, entre ellos funir ‘fenecer, apagarse, languidecer’, presumiblemente derivado del antiguo fenir < fin. Cabe destacar, además, la adscripción a este modelo en catalán de todos los verbos terminados en -ir. Otro hecho que también nos recuerda la proximidad del territorio lingüístico catalán al valle de Bielsa es la existencia de formas como res ‘nada’ y alló ‘aquello’, ambas recogidas en el presente trabajo. En distintos puntos de su estudio, los autores nos recuerdan que su labor es rescatar del olvido el máximo número de datos sobre una lengua que se encuentra ya en trance de desaparecer. Por ejemplo, se refieren a la naturaleza arcaica de la [-e] paragógica tras [-r] final de los verbos (puyare ‘subir’, etc.), la erosión de la concordancia del participio pasado por influjo del castellano (me las he mesas ‘me las he puesto’), y la extinción de los casos de sonorización de oclusiva tras nasal (zingo ‘cinco’), hace años más abundantes en algunas hablas de la zona, no sólo tras nasal sino tras líquida también (aldo ‘alto’). Dado el estado moribundo del belsetán, Chabier Lozano y Ángel Luis Saludas no han tenido más remedio que acudir a aquellas personas que todavía conocen el belsetán, principalmente los mayores de 55 años –los jóvenes de menos de 35 años sólo se acuerdan de palabras y frases aisladas, sin que empleen el código como medio de comunicación habitual. Sin embargo, pese a este escollo, la cantidad de datos aducidos es considerable; y la ejemplificación, extensa. El trabajo se completa con una selección de textos, adivinanzas, refranes, dichos y canciones, complemento cultural siempre bienvenido en las monografías dialectales, cuyo foco de interés es mayoritariamente lingüístico. En suma, con el presente trabajo, estamos ante una valiosa aportación a la gramática aragonesa en su variedad belsetana, elaborada por dos conocederes idóneos para la empresa que han acometido, a causa de su residencia en la zona, uno de ellos natural de Espierba y una fuente inagotable de información sobre el belsetán, que sigue hablando en casa. Si hoy no podemos disfrutar del dialecto belsetán en toda su riqueza prístina, gracias a la dedicación de los señores Lozano y Saludas, tenemos por lo menos la posibilidad de seguir saboreando indirectamente ese lenguaje que no hace tanto tiempo era medio de comunicación diario en el valle de Bielsa. Brian Mott Universidad de Barcelona Octubre de 2005

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INTRODUCCIÓN 1. OBJETIVO DEL ESTUDIO Con el presente estudio pretendemos realizar una descripción del sistema morfosintáctico de la variedad del aragonés propia del valle de Bielsa conocida como belsetán. Con este propósito queremos contribuir a un mayor conocimiento de uno de los dialectos más conservadores del aragonés, especialmente en el plano fonético, y, de paso, participar en una mayor profundización en el estudio de la realidad lingüística de Aragón, especialmente la del norte de la provincia de Huesca, donde a duras penas se mantiene el aragonés. Nuestra intención es la de describir los elementos morfológicos y su comportamiento en la actualidad, en un momento en el que el belsetán se encuentra en un serio peligro de desaparición. A pesar de ello hemos introducido elementos que, pese a ser poco empleados actualmente, han salido en las encuestas o se ha preguntado sobre su anterior empleo. El estudio se ha llevado a cabo en el valle de Bielsa, en la comarca de Sobrarbe, en el Pirineo oscense, que está conformado por las poblaciones de Bielsa, Javierre (Ixabierre), Espierba, Parzán, Chisagüés y Salinas de Bielsa1. A pesar de centrarnos en el valle de Bielsa no hemos desaprovechado la ocasión para la comparación con otras variedades del aragonés próximas como el aragonés del valle de Chistau y el aragonés de Tella (los dos valles limítrofes con el de Bielsa), así como de otras variedades del aragonés más lejanas en lo geográfico como las de la Baja Ribagorza occidental, Benasque, Ansó, Echo, Panticosa u otras2. Incluso se han tenido en cuenta variedades del catalán, especialmente la de la comarca de La Litera, y del aragonés de los scripta medieval. No entra en nuestros objetivos realizar un estudio de lingüística comparada, pero sí aprovechar aquellos datos para comprobar la presencia o la ausencia de determinados elementos lingüísticos para poder ofrecer una pequeña idea de conjunto. El belsetán presenta actualmente un enorme retroceso en lo que se refiere al número de hablantes y a su empleo social y doméstico. Respecto al número de hablantes, se ha roto la transmisión generacional, por lo que la mayoría de las personas jóvenes no lo hablan aunque sean capaces de entenderlo o de decir expresiones y alguna frase en la variedad vernácula, pero sin que lleguen a tener una competencia lingüística aceptable. Por otro lado, las personas de mediana edad y los ancianos, en su mayor parte, podrían expresarse en belsetán porque ha sido la lengua familiar hasta no hace muchos años, pero su empleo social, y en los últimos tiempos doméstico, ha retroce1 Esta última localidad no ha sido encuestada. 2 Son aquéllas que tienen algún tipo de estudio lingüístico. Todavía quedan muchas otras zonas por investigar, sobre las que se conoce muy poco y sobre las que urgiría realizar estudios.

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dido a favor del castellano. Las razones de este abandono de la lengua propia son varias y se comentarán posteriormente, pero ha provocado la pérdida de ámbitos en los que el belsetán era la lengua de comunicación con familiares y vecinos. De esto se desprende que en la actualidad queden pocos hablantes activos del belsetán, y que en su mayor parte no lo empleen si no es con otros que se dirigen a ellos en la misma lengua, pues se sigue teniendo el prejuicio de que si se expresan en belsetán con una persona que habla en castellano se le tendrá como una persona atrasada, que habla “basto” o cualquier otro calificativo que sólo contribuye a la progresiva pérdida de la lengua vernácula. Esta situación ha provocado que para la realización de la investigación nos hayamos visto obligados a desechar criterios sociolingüísticos para centrarnos en aquellas personas que todavía emplean la lengua propia del valle, que tienen suficiente competencia lingüística en la lengua autóctona, y que podrían sernos útiles para realizar la descripción de la morfosintaxis belsetana. Esto no es óbice para que se hayan obtenido datos y apreciaciones propias de un estudio sociolingüístico, pero no nos ha quedado otra opción que la de apartar esos criterios para centrarnos en la descripción de los datos morfosintácticos, a imitación de otros estudios en los que se buscaban los informantes con una mayor competencia lingüística, pues la realidad lingüística belsetana no nos ha dejado otra opción. En último lugar, debemos señalar que siguiendo la línea de los últimos y más exhaustivos estudios sobre variedades del aragonés y del catalán en Aragón3, no nos hemos ceñido a las divergencias que presenta el belsetán respecto del castellano, sino que se ha realizado un estudio morfosintáctico del belsetán con todos sus elementos, tanto los que discrepan del castellano como aquéllos con los que coincide. Queremos dejar constancia de la importancia que para nosotros tiene este enfoque, puesto que en numerosos estudios sobre variedades del aragonés los autores se han centrado en aquellos datos exclusivamente aragoneses, con lo que únicamente se consigue una visión incompleta del sistema lingüístico objeto del estudio. No pretendemos que nuestra colaboración al conocimiento del belsetán sea completa, seguramente se podría haber realizado mucho mejor, pero hemos querido abordarlo desde una perspectiva de conjunto, intentando cubrir algunas de las lagunas que había en estudios anteriores4. 2. METODOLOGÍA 2.1. CRITERIOS METODOLÓGICOS En la línea de los últimos trabajos de investigación sobre variedades lingüísticas del aragonés y del catalán de Aragón, hemos optado por realizar una descripción gramatical de tipo funcionalista desde una perspectiva sincrónica, sin que por ello alguna vez nos hayamos retrotraído en el tiempo preguntando (e incluyendo) formas que hoy han perdido, dentro de la pérdida generalizada del belsetán, vigencia y uso. En nuestra intención está la de realizar un estudio gramatical del belsetán, pero por ello no hemos desaprovechado la oportunidad de realizar comparaciones con otros 3 Nos referimos esencialmente a los trabajos de Arnal (1998) de la Baja Ribagorza occidental, Giralt (1998) de La Litera, y Saura (2003) del valle de Benasque, vid. bibliografía. 4 Especialmente el de Badía (1950), que es el que atañe a nuestra zona de estudio.

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dialectos del aragonés, más próximos o más lejanos, y con el castellano, el catalán o el occitano como lenguas vecinas de la nuestra. Si de aquí se quiere deducir que nuestro trabajo pertenece a la dialectología, bienvenida sea esta interpretación, pero no está en nuestro ánimo realizar una descripción de carácter comparativo, sino situar el belsetán en un contexto de conjunto y no como un hecho aislado que se ha mantenido en un pequeño valle pirenaico. Consideramos el belsetán como una variedad del aragonés ceñida a un espacio geográfico y lingüístico circunscrito al Pirineo aragonés, con cuyas otras variedades comparte, esencialmente, una sintaxis común, a pesar de las divergencias existentes en fonética y en morfología. Eso no quita para que el belsetán, por diversas razones, haya sido sometido a influencias lingüísticas (y no lingüísticas) en un tiempo anterior debidas sobre todo al contacto con la lengua del otro lado de la frontera –el occitano– y en los últimos tiempos de una forma devastadora supeditado a la influencia del castellano. 2.2. ZONA DE ESTUDIO El valle de Bielsa es un valle situado en el extremo septentrional de la provincia de Huesca, en la comarca de Sobrarbe, limítrofe con la frontera francesa. Forma un valle natural, y un ayuntamiento muy bien definido desde antiguo, por lo que no ha resultado nada difícil discernir las poblaciones que entran dentro de este estudio. Consideramos como poblaciones pertenecientes al valle de Bielsa las situadas en la ribera del río Cinca (Espierba, Ixabierre y Bielsa) y las localizadas en torno a los ríos Barrosa (Parzán) y Real (Chisagüés). Hemos dejado fuera de nuestra investigación la localidad de Salinas de Bielsa, en el extremo meridional del valle, en la confluencia del río Cinca con el Cinqueta, por ser una entidad poblacional de reciente creación5 y en la actualidad despoblada. La pertenencia de todas ellas al valle de Bielsa queda clara en la conciencia de la gente, refiriéndose a la cabecera municipal, Bielsa, como la Billa, siendo las demás poblaciones calificadas como las aldeas. La delimitación territorial coincide con la unidad lingüística, pues todos los hablantes del valle definen su variedad como belsetán, en oposición a otras vecinas como el chistabín. 2.3. OBTENCIÓN DE LOS DATOS Para la obtención de los datos realizamos una encuesta de carácter morfosintáctico basada en estudios anteriores sobre variedades del aragonés6 y del catalán de Aragón7, en los que se abordan las variedades estudiadas como lenguas funcionales, en los que se analizan los hechos lingüísticos en sí, independientemente de su coincidencia o no con el castellano. De esta forma se elaboró la encuesta para definir gramaticalmente el belsetán, ya que no entraba en nuestro objetivo la realización de un estudio fonético del belsetán, ni diacrónico ni sincrónico8; lo que nos habría llevado a la ejecución de una encuesta mucho más amplia. Partiendo de dicha encuesta nos lanzamos a la aventura de su realización a los hablantes de belsetán, tarea que quedó prontamente frustrada ya que comenzamos a 5 Se construyeron en terrenos pertenecientes al término municipal de Bielsa varios chalés para los ingenieros de las obras hidráulicas. 6 Especialmente Arnal (1998), pero también Saura (2003). 7 Giralt (1998). 8Es ésta una tarea que nos queda pendiente de realizar.

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aplicar a dicha encuesta los ejemplos que recogíamos en la lengua viva de forma espontánea, hablando con la gente en belsetán, lengua en la que nos comunicamos habitualmente en el valle. Queda por supuesta la dificultad y la desorganización que supone este método, pero nos pareció más productivo y más válido que el de las encuestas al reflejar hechos de lengua espontáneos, no sujetos a la rigidez del método de la encuesta. Esta recogida de datos quizás sea más compleja, pero permite recoger detalles que en las encuestas podrían no haber salido, y permite reflejar de forma más real la lengua utilizada por los informantes. En otras ocasiones nos limitamos exclusivamente a recoger informaciones de conversaciones en las que nosotros no participábamos, sin influenciar así a los informantes, quienes no estaban enterados de que estaban siendo sometidos a observación lingüística. Todo lo anterior no impide que para ciertos asuntos se hayan realizado parcialmente o totalmente las encuestas, especialmente para aquellos casos que nos ofrecían dudas o no habíamos podido recoger en las entrevistas, tanto espontáneas como “semidirigidas”, que habíamos mantenido con los hablantes. A pesar de haber realizado en alguna ocasión grabaciones de conversaciones entre hablantes, también nos hemos ayudado de grabaciones realizadas hace tiempo a personas mayores, así como de los vídeos que en este valle han realizado Fernando Blas y Fernando Romanos en su labor de dejar testimonio de las variedades del aragonés9. Gracias por su amabilidad y disposición para manejar sus materiales. El hecho de realizar grabaciones ha podido contribuir, excepto en algún caso, a una mayor castellanización del discurso al sentirse observados los informantes. Sobre la grafía empleada en la transcripción de los ejemplos hay que observar que se siguen, en líneas generales, las aprobadas en el I Congreso ta ra normalizazión de l’aragonés, adoptadas en Huesca en 1987. Se trata de una grafía que sigue criterios fonológicos y que hemos intentado adaptar a las características propias belsetanas10. 3. INFORMANTES Como ya se ha advertido anteriormente, la recogida de los datos se ha basado en las conversaciones mantenidas y escuchadas a las personas que todavía se expresan en belsetán, por lo que las encuestas han sido el recurso menos empleado. Aún así hay que hacer referencia a aquellas personas que más han colaborado, bien prestándose a mantener dichas conversaciones, bien prestándose a ser grabadas, siendo objeto de alguna encuesta o bien expresándose en belsetán: Jesús Garcés, de casa Baitico de Bielsa, nacido en el año 1926, reside durante el invierno en Zaragoza. Excelente informante, siente un gran orgullo de hablar belsetán y lo habla siempre con cualquier persona del valle. Colaboró en algunas grabaciones y en numerosas entrevistas que mantuvimos con él. También se le realizó parcialmente la encuesta. José Lorenzo Gistau Frechín, de casa La Campeta de Parzán, nacido en 1955; fue compañero nuestro de trabajo en el verano y otoño de 2004, buen hablante de belsetán aunque no posee el conocimiento de las personas mayores. Mantuvimos con él 9 Así han realizado grabaciones en Bielsa, el valle de Chistau, Ansó, Echo, Benasque, etc. 10 No es éste el sitio para discutir si se trata de la mejor grafía. Bajo nuestro punto de vista son bastante mejorables pero, hasta el momento en que se decida hacer uso de otras o no, las emplearemos. Se ha realizado algún cambio para adaptarla así a la morfología del belsetán. Además, se ha empleado la grafía catalana para reflejar las consonantes geminadas n·n y l·l.

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numerosas conversaciones de las que extraímos gran cantidad de ejemplos. Fue sometido a alguna encuesta parcial para obtener datos concretos. Domingo Gistau, de casa Agustín de Chisagüés, nacido en 1926; se prestó a la realización de alguna grabación. Castellanizaba su discurso frecuentemente, pero en cuanto se relajaba un poco empleaba el belsetán. Antonio Solans Bernad, de casa Montaner de Chisagüés, nacido en 1936; mantuvimos una conversación grabada en la que se expresa en un belsetán bastante bueno, aunque con algunos castellanismos. Carlos Solans Zueras, de casa Jilo de Ixabierre, nacido en 1979; a pesar de su edad mantiene un nivel bastante bueno de belsetán, ya que en su casa se utiliza todavía. Fue compañero nuestro de trabajo en el verano y otoño de 2004 y ofreció numerosos ejemplos que han sido incorporados al estudio. Generosa Bernad Montaner, de casa Barré de Espierba, nacida en 1931; se le realizó una encuesta bastante extensa y participa en alguna grabación. Conserva un belsetán muy bueno pero es bastante reticente a hablarlo cuando está siendo sometida a observación, aunque ofrece los datos preguntados en las encuestas. Teresa Solans Zueras, de casa Chuan Ros de Espierba, nacida en 1909; actualmente vive en Almunia de San Juan, empleamos una grabación que se le hizo hace bastantes años. Emilia Garcés, de casa Galán de Parzán, nacida en Bielsa en 1928; empleamos la grabación que de ella hicieron Fernando Blas y Fernando Romanos. Su hijo nos ha ofrecido algunos datos en conversaciones mantenidas con él en belsetán. Hemos de agradecer igualmente a aquéllos que nos han ofrecido datos incluso no siendo conscientes del fin al que iban destinados, de entre todos debemos destacar a David Solans, de casa Judías de Bielsa, a Fulgencio y José María Pañart Gistau, es Fulis de Bielsa, a José de Mur Comps, de casa Siso de Bielsa, a Alberto Escalona, de casa Colón de Bielsa, a José Gistau Gistau, de casa Cartujo de Chisagüés, a Juan de Antonio de casa Caparzán de Parzán, a Joaquín Solans de casa Ferrer de Chisagüés. A todos, citados o no, gracias por la colaboración. 4. ESTADO ACTUAL DEL BELSETÁN 4.1. ASPECTOS SOCIOLINGÜÍSTICOS En este apartado trazaremos unos pequeños apuntes sobre la situación actual del belsetán en el valle11; quede claro que lo que aquí se dice no es el fruto de un trabajo previo de carácter sociolingüístico sino que se basa en la observación de la vida cotidiana en el valle, por lo que aquí se ofrecen datos generales a grandes rasgos, pues en todos los casos existen excepciones. Haría falta en este valle, como en todo el territorio bilingüe aragonés–castellano, un estudio sociolingüístico que nos ofreciese las actitudes y creencias lingüísticas de los altoaragoneses, así como la visión que tienen sobre una hipotética cooficialidad del aragonés12. 11 Para una mayor información de tipo sociolingüístico remitimos al trabajo de Pujadas (1994: pp. 297-354), en el que se ofrecen interesantes datos, aunque actualmente desfasados, sobre la sociolingüística del valle de Bielsa. 12 Parece ser que ese estudio ya existe, realizado por encargo de la Diputación General de Aragón, pero al momento de escribir estas líneas se trata de un informe inédito.

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En primer lugar hay que decir que en la mayoría de los casos se ha roto la transmisión generacional, por lo que escasamente existen jóvenes que puedan mantener una conversación en belsetán, fuera de alguna estructura o frase aislada, aunque quedan algunas excepciones de personas jóvenes que lo hablan. En la actualidad el belsetán apenas es empleado con normalidad por la gente del valle, se reserva su empleo a las conversaciones con personas de las que se sabe que lo hablan, siendo mayoritariamente el castellano la lengua reservada para las conversaciones entre los vecinos. Las personas mayores de 55 años tienen un amplio conocimiento del belsetán, ya que en la mayoría de los casos es su lengua materna, la que escucharon en casa y la que se empleaba en el ámbito familiar y de confianza. Fueron ellos quienes empezaron a sufrir de manera fuerte la represión lingüística, tanto en la escuela como en la calle, por lo que es lógico que la consecuencia sea la de no transmitir esa lengua a sus hijos, por la vergüenza que era en aquel entonces hablar una lengua distinta a la oficial. Por su parte, las personas entre 35 y 55 años tienen un conocimiento menor del belsetán debido a que sus padres se han dirigido a ellos, en la mayoría de los casos, en castellano, pero todavía han podido escuchar el belsetán en boca de sus abuelos y de la gente mayor del valle, por lo que aunque no conserven la lengua tan bien como las generaciones anteriores todavía poseen un buen nivel de conocimiento de la estructura y del vocabulario belsetanes; a partir de ahí que lo empleen o no es una opción personal que desgraciadamente tiende hacia la no utilización de la lengua vernácula, empleándose en buena parte de los casos exclusivamente el castellano aún en la convivencia diaria con los vecinos13. Dentro de estas generaciones, quienes más lo emplean son aquellas personas que se han criado en familias dedicadas todavía a actividades tradicionales, especialmente la ganadería, aunque no es así en todas las ocasiones. Por su parte las personas de estas generaciones que se han dedicado al sector servicios son, en su mayoría, quienes más evitan el empleo del belsetán, no ya con las gentes de fuera –que es lógico– sino con los convecinos. Los más jóvenes del valle, menores de 35 años, son quienes en la mayoría de los casos no han tenido la oportunidad de elegir entre el castellano y el belsetán, ya que apenas han escuchado la lengua vernácula, al menos no tanto como para conocer la estructura y la mayor parte del léxico. Existen unas pocas excepciones de jóvenes que todavía lo conservan porque en su casa sigue siendo la lengua doméstica y, a pesar de que se sienten orgullosos de hablarlo, es una seña de identidad propia, su belsetán no es tan completo como el de sus padres o abuelos por la gran presión que han recibido por parte de los elementos castellanizadores como la escuela, los medios de comunicación o la simple convivencia con las personas de su edad que se expresan en castellano. 4.2. POLIMORFISMO Y CASTELLANIZACIÓN El belsetán presenta un alto grado de pureza, especialmente entre las personas más mayores. Se halla menos influenciado en su estructura por el castellano que otros dialectos del aragonés que gozan de una mayor vitalidad social como el chistabín, el 13 Valga exclusivamente como anécdota que un día nos encontrábamos tres personas, dos de las cuales se expresan entre ellos normalmente en belsetán y otra de ese grupo de edad que intenta evitar el empleo de la lengua propia; esta persona al participar en la conversación que manteníamos las otras dos en belsetán se le escapó la frase: se se fa de nuet, interrumpiéndose a continuación para decir: si se hace de noche; resulta bastante significativa de lo que ocurre con gran parte de las personas entre 35 y 55 años.

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bajorribagorzano, el cheso, etc. Los neologismos se toman del castellano, como es lógico, pues todavía no existe una referencia culta propia para el aragonés que no sea el castellano. Con todo existen diversos casos de polimorfismo que afectan al belsetán debidos a la castellanización, especialmente en el plano fónico, pues como los mismos hablantes del belsetán reconocen, la fonética propia es muy “extrema” respecto a los dialectos cercanos como el del valle de Tella o el del valle de Chistau, especialmente en lo que se refiere a la conservación de las oclusivas sordas en posición intervocálica14. Así para la voz propia crapa `cabra´ existe una variante que se está generalizando más próxima a la castellana como es craba; lo mismo ocurre con los indefinidos con geminación (bel·la, bel·laún(a)), que pierden la consonante geminada15, etc. De igual forma se nota la influencia de los otros dialectos del aragonés próximos, como en la pérdida de las combinaciones de pronombres le’l, le la, etc. por la forma más común en aragonés le’n / les ne, etc. Las personas más jóvenes que mantienen el belsetán muestran un mayor grado de hibridación lingüística que sus mayores, consecuencia de la mayor exposición a los factores de castellanización, especialmente la escuela. Sin embargo, las personas mayores no suelen incluir elementos de una lengua en la otra, de forma que si es difícil que en su castellano se introduzcan elementos aragoneses16, en su aragonés belsetán se introducen muy pocos elementos castellanos (excepto en el plano léxico si se habla de cuestiones para las que el belsetán no tiene un vocabulario formado, especialmente aquellos temas relacionados con las tecnologías). Cuando estas personas mayores son sometidas a observación hemos notado un mayor grado de castellanización, que se ha superado cuando el informante se ha relajado y ya no era consciente de ser objeto de estudio17. Debido a todos estos factores, y a la recogida de material oral, es frecuente encontrar en los ejemplos aportados numerosos casos de castellanización o de formas híbridas entre ambas lenguas (frastals / forestals, por poner un ejemplo), por lo que los ejemplos se ofrecen tal y como se recogieron. 4.3. CONCIENCIA LINGÜÍSTICA Los habitantes del valle de Bielsa son conscientes de la existencia de una lengua distinta al castellano y la denominan de una única forma: belsetán. El hecho de que exista una denominación específica para su dialecto del aragonés, nos muestra una cierta conciencia lingüística que no conlleva desprecio. La mayoría de la gente del valle, aún conociéndolo, no lo emplea. No ocurre como en otras zonas, al menos no de forma tan extrema, en las que se le da una condición baja a la modalidad hablada de aragonés. Los belsetanes son conscientes de la particularidad de su lengua vernácula respecto de otros dialectos aragoneses próximos (especialmente el chistabín), y su falta de empleo se debe sobre todo a que las generaciones intermedias no le ven utilidad para la vida actual (razón por la cual no vieron necesario transmitirlo a sus hijos) y una falta de valoración, en la que tuvo que ver la represión, que no existe, al menos de forma tan acusada, en las generaciones menores y mayores. 14 Nos comentaba un informante que a los de Bielsa les decían en el valle de Chistau trencatos por el empleo de los participios en –ato e –ito, lo que más llama la atención a los chistabinos del belsetán, mientras que para los belsetanes lo más significativo del chistabín es el uso del pasado perifrástico. 15 Aunque curiosamente los sustantivos que la tienen (baran·na `cercado´, nin·no `niño´, pen·na `peña´, etc.) se conservan muy bien. 16 Ni siquiera el empleo del pronombre en, que es de uso general hasta los somontanos y más hacia el sur. 17 A lo que ha contribuido favorablemente el hecho de que siempre nos expresásemos en belsetán con ellos.

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5. ESTUDIOS ANTERIORES SOBRE EL BELSETÁN La modalidad aragonesa del valle de Bielsa ha sido objeto de estudio por parte de diferentes estudiosos que han abordado diversos aspectos del belsetán, desde la morfología, pasando por el léxico o aspectos sociolingüísticos. Su enclave en el extremo septentrional y sus conocidos rasgos mantenedores de una fonética histórica que se ha dado como característica del aragonés, así como una morfosintaxis conservadora de rasgos determinativos del aragonés, han hecho del belsetán un dialecto objeto de diversos estudios, especialmente de aspectos parciales. Sea el nuestro una contribución más al mejor conocimiento del belsetán, así como mostramos la esperanza de que nuestra colaboración pudiera contribuir de alguna forma al mantenimiento y recuperación de la lengua autóctona del valle de Bielsa. La localidad de Bielsa se ha incluido dentro de diversos atlas lingüísticos como el ALEANR (Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón, Navarra y Rioja) o el ALPI (Atlas Lingüístico de la Península Ibérica). Así mismo aparecen materiales de Bielsa en el Diccionario dialectal del Pirineo aragonés de Gerhard Rohlfs, provenientes de las publicaciones de Badía Margarit, tanto de su tesis como de su Contribución al vocabulario aragonés moderno. De igual forma el Diccionario aragonés de Rafael Andolz y el Endize de bocables de l’aragonés contienen los materiales del valle de Bielsa del mismo estudioso. En el trabajo de Elcock De quelques affinités phonétiques entre l’aragonais et le béarnais también aparece Bielsa como punto de encuesta. Sobre estudios específicos del belsetán tenemos constancia de los siguientes: -1950: Antonio M. Badía Margarit, El habla del valle de Bielsa, donde ve luz la tesis doctoral de este filólogo catalán. Se trata de un trabajo característico de su tiempo, puesto que atiende a los aspectos diferenciales del belsetán respecto del castellano. De todas maneras contiene algunos errores, lagunas e inexactitudes, puesto que únicamente estuvo en el valle durante dos semanas. Aún así se trata del estudio más amplio hasta la fecha sobre el belsetán, y del que este trabajo es deudor. -1973: J. J. Pujadas, “Etnolingüística del valle de Bielsa. Aproximación a una etnolingüística general del Alto Aragón”, Étnica, 6, pp. 181-23418, en este trabajo se realiza una aproximación a la sociolingüística del valle de Bielsa bastante aleccionadora. Se realiza una división mediante valores sociolingüísticos como la edad, la profesión y el lugar de residencia para formar varios grupos que son analizados por el autor respecto al uso del belsetán y con notas sobre la valoración que tienen los belsetanes sobre su lengua. -1991: Brian Mott, “Un texto belsetán”, Archivo de Filología Aragonesa, XLVIXLVII (1991), pp. 187 - 222, donde se realiza el análisis lingüístico de los datos extraídos de una grabación. -1992–1993: Brian Mott, “Ser y estar en el aragonés de Gistaín”, Archivo de Filología Aragonesa, XLVIII-XLIX, pp. 121-138, trabajo en el que se analiza el empleo de estos verbos en el valle de Chistau con referencias a su empleo en belsetán. -1994: Brian Mott, “Los campos léxicos correspondientes al aspecto físico y humano y a los rasgos de la personalidad en chistavino y belsetán”, Archivo de Filología Aragonesa, L, pp. 133-154, en el que se abordan temas lexicográficos. 18 Publicado de nuevo en Estudios de antropología social en el Pirineo aragonés (vid. bibliografía).

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-2001–2002: Fernando Romanos, “Belsetán a ixambre (chiqueta replega de lesico d’a Bal de Bielsa)”, Luenga & fablas, 5-6, pp. 51-66. Se trata de una pequeña recogida de léxico belsetán en la que se ofrecen algunas frases y alguna aclaración. 6. AGRADECIMIENTOS La realización del presente trabajo ha sido posible gracias a una subvención del CEDESOR (Centro de Desarrollo de Sobrarbe y Ribagorza) correspondiente al año 2004, así mismo queremos agradecer el interés y la colaboración del Ayuntamiento de Bielsa. Espezialmente seremos siempre agradeixitos e deudors de Jesús Garcés, Baitico, con qui emos pasato mutas oras ya sía en·n’a recopilazión de datos, cuan nos ha acompañato en·n’a elaborazión d’encuestas e grabazions, ubrindo-nos las puertas d’el suyo conoiximiento e uso d’el belsetán, asinas como fazilitando-nos la labor de que altras personas s’espresasen en·n’a suya luenga propia debán de nusaltros. De la mesma forma quedamos agradeixitos a José Lorenzo Gistau, Campet, compañer de troballo durante zinco meses, con qui pasemos mutas oras charrando en belsetán. Emos a zitar la colaboración de Isabel Irigaray, conzellera de cultura, qui nos ha fazilitato tot el material que s’arreplegó sobre cultura belsetana, d’an que emos sacato buena cosa de tradizión oral en belsetán. Asinas mesmo emos a espresar la nuestra gratitú a aqueras personas que nos han aduyato en·n’a correzión d’es testos, espezialmente a Juan José Segura, per las suyas prezisas notas e puntualizazions, a Pascual Miguel Ballestín e Chesús Casaus per las correzions e a Chusé Aragüés per aber-se embrecato en este proyeuto. Es autors

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EL SUSTANTIVO 1. CONSIDERACIONES PREVIAS El sustantivo es, desde un punto de vista funcional, la categoría que desempeña la función de sujeto (mediante los morfemas de artículo, género y número) junto a las de implemento, complemento y suplemento; veamos algunos ejemplos de su empleo en las distintas funciones: Sujeto: aquera zeramica no ye como l’altra `aquella cerámica no es como la otra´, es rapatans iban a serbir `los rabadanes iban a servir´, etc. Implemento: es pais comproren el piso `los padres compraron el piso´, chita bin `echa vino´, etc. Complemento: le pregunté a su mai `le pregunté a su madre´, soi ito ta’l museo a enseñar-le-lo a la nieta `he ido al museo a enseñárselo a la nieta´, etc. Suplemento: charraban d’es tiempos d’antes `hablaban de los tiempos antiguos´, ¿qué en he feto d’es tapes? `¿qué he hecho con los tapes?´, etc. Dentro del sustantivo se señalan dos tipos: Propios: se trata de antropónimos y macrotopónimos que no llevan el morfema artículo, algunos ejemplos de éstos son: Chuset; Ramonet; Chuan Ros; Sabel Teresa; Rosela; Francho; Ramón Chuan; Mialico < Migalico; Mialica; Salbador; Bernat; Tolomeu19; Tolomegua20; Matías; Brunet; Beturiana; Grabiel; Marión; Guillén; Tonoi; Ibán; Polita21; como topónimos se pueden nombrar los vernáculos de las aldeas: Parzán, Chisagüés, Ixabierre, Espierba, etc. Comunes: sustantivos que admiten la presencia o no del artículo. Dentro de éstos es habitual distinguir entre contables (pueden aparecer con numerales cardinales) y no contables: Contables: altras dos casas `otras dos casas´, tres paixaricos `tres pajaricos´, un ziento chizardos `un centenar de rebecos´, etc. No contables: puyaban yerba con saumeta `subían heno con saumeta´22, fa puerto `sopla aire del norte´, me fotebe nieu `me aplicaba nieve´, ¿quiers chel? 19 Aunque parezca un antropónimo perteneciente a la lengua catalana, el paso de –o final a –u es frecuente hallarlo en aragonés medieval (Fernández Otal, 1994: Martín de Bilbau p. 27, Quolau Burzes p. 42, Bertolomeu de Albáquar p. 101, Calatorau p. 107, Pascual de Sant Bertolomeu p. 116, Andreu d’Artessa , p. 120) así como en topónimos, provenientes de hagiónimos o de antropónimos, en aragonés moderno: San Andreu (fon. /santandreu/ o /sanandreu/) es el nombre de unos campos entre Lafortunada y Salinas de Sin. 20 Este fenómeno consistente en añadir el morfo femenino –a a la semivocal u ocurre también en otro nombre de casa del valle: Carrau > Carragua, aunque en algún caso esa semivocal ha podido pasar a la consonante b como en el caso de Mateba (top.) < Mateu. 21 Los antropónimos los hemos tomado de los nombres de las casas del valle. Todavía es posible oír alguna vez antropónimos como Chuan en el habla viva. 22 Palabra que no tiene equivalente en castellano, se trata de un instrumento que se lleva a la espalda, empleado para el transporte del heno. Posiblemente se trate de un préstamo occitano proveniente de la voz saumada `carga de una caballería´; otra posibilidad es que se relacione con la forma jalma.

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`¿quieres hielo?´, chen `gente´, ordio `cebada´23, alfalz `alfalfa´, lana `lana´, fumo `humo´, boira `niebla´24, augua `agua´, etc. 2. EL GÉNERO De los tres géneros que ofrecía el latín (masculino, femenino y neutro) el aragonés belsetán ha mantenido una distinción basada en la oposición masculino / femenino. Tal oposición es especialmente productiva mediante los morfemas –o para el masculino y –a para el femenino, a pesar de que la tendencia del belsetán hacia la apócope de –o en determinados contextos fónicos25 produzca numerosos masculinos acabados en consonante. No obstante de lo señalado no es extraño hallar formas que rompen esta regla y que manifiestan su género con la ayuda del artículo determinado (la man `la mano´, la nieu `la nieve´, la canal `el canal´, etc.). Dentro de los sustantivos es necesario hacer una serie de distinciones entre los sustantivos con un único género y de dos géneros. 2.1. SUSTANTIVOS DE UN GÉNERO La mayoría de los sustantivos del belsetán tienen un único género gramatical; a pesar de ello cabe realizar una distinción entre sustantivos invariables (referidos a seres asexuados) y epicenos (nombres de animales en los que no se realiza ninguna distinción de sexo). Del primer grupo tenemos voces como pel `pelo´, zirgoller `ciruelo´, preziequer `melocotonero´, litoner `almez´, camín `camino´, bin `vino´, alatre `arado´, etc. como masculinos; e invariables femeninos glarima `lágrima´, nieu `nieve´, capan·na `cabaña´, borda `edificación de varios usos agropecuarios´, man `mano´, fuen `fuente´, etc. Sustantivos epicenos se pueden citar: chizardo / chizard `rebeco´26, limaco `babosa´, fuina `garduña´, teixón `tejón´, can `perro´, reipetit `reyezuelo´, rebesta `petirrojo´, engañapastors `aguzanieves´, charro `zorzal´, babieca `lechuza´, chinchapel `carbonero común´, chincha `chinche´, pulz `pulga´, etc. Existen discrepancias de género entre el aragonés belsetán respecto al latín y al castellano27; mientras que se manifiestan coincidencias con lenguas próximas como el catalán y el occitano. Algunas discrepancias de género que posee el belsetán con el castellano son: la canal (ixas canals baixan plenas d’augua `esos barrancos bajan llenos de agua´), chincha `chinche´, alfalz (masculino) `alfalfa´, es espinaques `espinacas´, el dote `dote´ (ambiguo en castellano), azúcar (l’azúcar ye blanca `el azúcar es blanco´; nos daban una azúcar negra `nos daban un azúcar negro´), la curdión `acordeón´28, estral `destral, hacha´ (la estral ye esmolata `el destral está afilado´) , la balle (la Balle Berde) `valle´, azeite (l’azeite ixa que tiene `el aceite ese que tiene´), el costumbre `la costumbre´, etc29. 23 No así en su significado secundario de `cerveza´, en sentido figurado, ya que en este caso sí resultaría contable: me fotié tres ordios `me bebí tres cervezas´. 24 Esta voz también es polisémica, por lo que en su acepción de `nube´ resulta contable. 25 Especialmente tras la consonante r en posición intervocálica: calder, maner, etc. y otras como –n: man, bin, pin, etc. 26 En este caso en particular el nombre genérico puede verse sustituido por crapa / craba cuando es hembra o masto para el macho; del mismo modo no se realiza distinción alguna para las crías: crapito / crabito. 27 Para más información vid. los datos que aporta Badía (1950: 100). 28 Nos encontramos aquí con un caso de cambio de género debido a la aglutinación del artículo con la vocal inicial, observado en otras variedades del aragonés como en la Baja Ribagorza (vid. Arnal, 1998: 228), resultante del siguiente proceso: el acordión > l’acurdión > la curdión. 29 Voces que en general son femeninas en todo el dominio lingüístico aragonés, vid. Endize de bocables de l’aragonés, excepto algún caso aislado o poco claro. A pesar de preguntar en ocasiones por la voz almario como femenina, los informantes siempre han respondido que es masculina, mientras que en el valle de Chistau (Chistén y Sarabillo) la hemos oído como femenina. Sólo en una ocasión la escuchamos con un adjetivo calificativo en femenino: es almarios plenas `los armarios llenos´, pero no podemos afirmar si es la solución propia o un lapsus linguae del informante.

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Otra divergencia que se produce entre el belsetán y el castellano se encuentra en la denominación de árboles y plantas que dan fruto30, a los que mayoritariamente se añade el sufijo –era: manzanera `manzano´, perera `peral´, carronera `escaramujo´, yedrera `hiedra´, almendrera `almendro´, olibera `olivo´, castañera `castaño´, zirasera `cerezo´, figuera `higuera´, claudiera `variedad de ciruelo´, bixortera `serbal´, morera `moral´, berduquera `mimbrera´, tellera `tilo´, nuquera `nogal´, trunfera `patata´, etc. A pesar de lo señalado se han recogido algunos casos en los que no se sigue esta norma: zirgoller `ciruelo´, preziequer `melocotonero´, litoner `almez´, etc., que rompen esa tendencia. Igualmente existe divergencia en algunos sustantivos acabados en –or que en castellano (y en latín) son masculinos, mientras que en belsetán son femeninos: la calor `el calor´, la bapor `el vapor´, la fredor `el frío´, ixas dolors `esos dolores´, ablor `mal olor´, pudor `hedor´, la fulgor `el fulgor´, etc., aunque existen casos de estas palabras que mantienen el género masculino, quizás debido a la castellanización. 2.2. SUSTANTIVOS DE DOS GÉNEROS Existe un grupo de sustantivos que presentan dos géneros. Para la diferenciación genérica se emplea un procedimiento basado en la aplicación de un morfema para cada uno, el acompañamiento del artículo masculino o femenino en cada caso31 o en el empleo de distintos lexemas para cada género. 2.2.1. DISTINTA BASE LÉXICA PARA CADA GÉNERO A estos sustantivos se les denomina heterónimos, y el procedimiento para distinguir entre masculino y femenino consiste en aplicar a cada género una base léxica diferente. Normalmente, estos sustantivos se refieren a seres sexuados que basan su diferencia entre varón o macho y mujer o hembra. Algunos ejemplos de los heterónimos documentados son: pai / mai `padre / madre´ (se’n ha ito ta la casa de su pai e de su mai `se ha ido a la casa de su padre y de su madre´), toro / baca `toro / vaca´, mardán / güella `carnero / oveja´, buco / crapa `macho cabrío / cabra´32, caballo / yeugua `caballo / yegua´, ombre / muller `hombre / mujer´, macho / mula `mulo / mula´, papa / mama `papá / mamá´, paye / maye `abuelo / abuela´, patrín / matrina33 `padrino / madrina´, etc. 2.2.2. VARIACIÓN MEDIANTE ARTÍCULO Este procedimiento se aplica a los sustantivos conocidos como comunes, que son aquéllos que tienen los dos géneros gramaticales con el mismo lexema, por ello su diferenciación genérica se realiza mediante el artículo34. Muestra poca productividad en belsetán, ya que en la mayoría de los casos se refieren a oficios “modernos”, por denominarlos de alguna forma, mayoritariamente préstamos del castellano y se dan pocos casos de palabras “patrimoniales”. Veamos unos pocos ejemplos: artista, curdionista `acordeonista´, biolinista, electricista, jurista, etc. 30 Aspecto éste ya señalado en la mayoría de las monografías sobre dialectos aragoneses y que comparte esta lengua con el catalán. 31 Un procedimiento relacionado con éste es el empleo de un adjetivo que concuerde con el sustantivo en el género. 32 En aragonés existe una diferencia fundamental entre buco y crabón, consistente en que el segundo es el animal castrado; este extremo no suele encontrarse en la mayoría de los estudios, que los presentan como sinónimos. 33 Existe también la posibilidad patrina para el femenino. 34 Aquellos sustantivos que comienzan por vocal a– se diferencian genéricamente si les acompaña algún adjetivo con el que concuerdan, ya que en belsetán (como se verá más adelante) el artículo masculino y femenino singular pueden coincidir en ese contexto fónico: l’artista biello (m.) / l’artista biella (f.).

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Sobre los sustantivos que hemos denominado “patrimoniales” nos encontramos con dos casos en los que el castellano ha podido ejercer su influencia; nos referimos a las formas el siñal `marca distintiva de cada casa´ / la siñal `señal indicativa´ y la canal `corredor formado por la erosión en la montaña´ / el canal `conducción artificial de agua´. Sobre todo en este último caso podría hablarse de influencia del castellano en la forma masculina debido a las obras de regulación hidráulica realizadas en el valle a comienzos del siglo XX, ya que anteriormente no existía ese tipo de canals en la zona. 2.2.3. VARIACIÓN MEDIANTE MORFOS DISTINTOS Los sustantivos que se diferencian genéricamente mediante esta forma se denominan variables. Su variación se realiza por medio de morfos diferentes para el masculino y para el femenino, de esta forma nos podemos encontrar con varias posibilidades: 1: –o / –a: es la oposición más productiva, algunos ejemplos son: nin·no / nin·na `niño / niña´, yayo / yaya `abuelo / abuela (en situaciones de confianza y parentesco), güelo / güela `abuelo / abuela´, betiecho / betiecha `ternero / ternera´, crapito / crapita `cabrito / cabrita´, güerto / güerta `huerto / huerta´, popillo / popilla `huérfano / huérfana´, tío / tía, lupo / lupa `lobo / loba´, onso / onsa `oso / osa´, rato / rata `ratón / rata´, plan / plana `llano / llanura´, etc. 2: –e / –a: mesache / mesacha `muchacho / muchacha´, estudiante / estudianta, regle / regla `reglón / regla´, pasajante / pasajanta `turista´, etc35. 3: –cons. / –a36: corder / cordera `cordero / cordera´, baquer / baquera `vaquero / vaquera´, moliner / molinera `molinero / molinera´, latón / latona `cerdo / cerda´, calder / caldera `caldero / caldera´, capan·ner / capan·nera `cabañero / cabañera´, berduquer / berduquera `trabajador / trabajadora del mimbre´, frastal / frastala `forestal / mujer del forestal´, etc. 4: –ato / –ata: otra oposición muy vital en belsetán debido al mantenimiento de la consonante oclusiva, especialmente en los sustantivos (y adjetivos sustantivados) deverbales que mantienen la terminación característica del participio: cuñato / cuñata `cuñado / cuñada´, casato / casata `casado / casada´, etc. 5: –or / –ora: retor / retora `rector / rectora´, dallador / dalladora `segador / segadora´, muyidor / muyidora `ordeñador / ordeñadora´, profesor / profesora, etc. 6: –dor / –dera37: oposición con variación en el derivado femenino documentada en otros puntos de la geografía aragonesa38, se trata de adjetivos traspuestos a sustantivos: montador / montadera `montador / montadora´, charrador / charradera `hablador / habladora, cotilla´, etc. Aun con todo es bastante frecuente que el femenino se realice con el morfema –dora, sin que se pueda afirmar que se trata de un fenómeno moderno (castellanización) u obedece a alguna otra razón de tipo semántico. 7: –u / –gua39: correu / corregua `cartero / cartera´ burricau / burricagua `burro pequeño´, betechau / betechagua `ternero pequeño, poco desarrollado´, crapitau / crapitagua `cabrito poco desarrollado´, cordarau / cordaragua `cordero poco desarrollado´, etc.. 35 Respecto a los sustantivos acabados en –nte hay que señalar que no siguen la fonética histórica aragonesa tendente a la apócope (fuen, chen, puen, etc.); pero algunos adjetivos, como se verá más adelante, sí la siguen y recuperan esa –t latente en la formación del femenino: manguán / manguanta `holgazán, perezoso´, fenián / fenianta `vago, gandul´, etc. 36 Oposición muy productiva por la tendencia belsetana a la apócope de –e y –o finales tras determinadas consonantes, especialmente de los derivados del sufijo adjetival latino –ARIU > –ero > –er. 37 Suelen tratarse de adjetivos que mediante la transposición han pasado a funcionar como sustantivos. 38 Vid. Arnal, 1998: 231; así mismo hemos constatado su existencia en otros puntos de Sobrarbe como Tella y Bal de Chistau. 39 De igual forma se ha documentado esta oposición en el nombre de las casas Carrau / Carragua, a pesar de que en la actualidad ya no exista contenido semántico.

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Aspectos morfosintácticos del belsetán

8: ø / –esa: guardia / guardiesa, alcalde / alcaldesa (únicos ejemplos documentados). En último lugar destacaremos que la oposición masculino / femenino conlleva en algunas ocasiones un valor aumentativo del masculino (bot `odre para la manteca´ / bota `bota de vino´, ixato `azadón´ / ixata `azada´, etc.), del femenino (rato `ratón´ / rata, calder `caldero´ / caldera `caldera´, etc.) u otorga al femenino un valor colectivo frente al concreto masculino (mader `madero´ / madera `madera´, güerto `huerto´ / güerta `huerta´, etc.). Incluso se pueden encontrar formas con una amplia distancia semántica a pesar de tener un mismo origen etimológico: faixo `haz´ / faixa `faja, haza´, ixato / ixata `azadón / azada´, clau `clavo´ / clau `llave´, etc. 3. EL NÚMERO 3.1. CONSIDERACIONES PREVIAS El morfema de número consiste en la oposición singular / plural, al igual que en el resto de las lenguas románicas. El singular se presenta como miembro no marcado de dicha oposición, mientras que el plural se realiza fundamentalmente por medio del morfema –s40, a pesar de que existen alomorfos condicionados por el contexto fónico del sustantivo (o adjetivo) con el que se forme el plural, pero esto se verá en el siguiente apartado. 3.2. FORMACIÓN DEL PLURAL Existen diversos procedimientos para la formación del plural, los cuales pasamos a pormenorizar: 1.- Alomorfo –s: resulta, con amplia diferencia, el más productivo en belsetán, ya que se realiza en diversos contextos fónicos, los cuales detallamos a continuación: Sustantivos acabados en vocal átona: rei / reis `reyes´, güei / güeis `bueyes´, lei / leis `leyes´, clau / claus `clavos; llaves´, gai / gais `arrendajos´, chizardo / chizardos `rebecos´41, güella / güellas `ovejas´, ixato / ixatos `azadones´, alatre / alatres `arados´, fuella / fuellas `hojas´, paye / payes `abuelos´, etc. Sustantivos terminados en vocal tónica cuyo étimo no sea –T–: café / cafés, etc. En las formas cuyo étimo acaba en –TE(M) > –t o –d >Ø nos encontramos con un claro avance del castellano en la formación del plural, puesto que por fonética histórica estas formas deberían acabar en –z (berdá / berdaz, amistá / amistaz, etc. que eran generales hasta hace unos años). Sustantivos terminados en consonante excepto si finalizan en –s, –z, –t o –x42 : tonel / tonels `toneles´, tozolón / tozolons `cabezazos´, radicón / radicons `raigones´, sep / seps `Boletus edulis´, papel / papels `papeles´, troc / trocs `portillos´, árbol / árbols `árboles´, pin / pins `pinos´, freixen / freixens `fresnos´, animal / animals `animales´, top 40 Coincidiendo en este punto el aragonés con lenguas vecinas como el catalán y el occitano. 41 Hay que advertir que existe la forma chizard / chizart cuyo plural es chizarz(es). En toponimia nos encontramos un doble plural en La pen·na es chizarzes. 42 Téngase en cuenta que en belsetán (al igual que en Tella) a diferencia de ansotano (Benítez, 2001: 112), chistabín (información de los autores), bajorribagorzano (Arnal, 1998: 235) o benasqués (Saura, 2003:131), la –r final no es muda en posición final; sí que se produce la pérdida en la formación del plural mullers /mullés/, pastors /pastós/, bien por asimilación o por relajación. A la hora de escribir los plurales mantendremos esa –r– por coherencia con el singular.

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/ tops `topos´, dien / diens `dientes´, patrín / patrins `padrinos´, crabón / crabons `machos cabríos castrados´, zagal / zagals `zagales´, bin / bins `vinos´, pastor / pastors `pastores´, muller / mullers `mujeres´, ordenador / ordenadors `ordenadores´, lugar / lugars `pueblos´, etc. 2- Alomorfo –es: toman este alomorfo los sustantivos acabados en las consonantes –z, –s y –x; algunos ejemplos: falz / falzes `hoces´, calz / calzes `coces´, nariz / narizes `narices´, perdiz / perdizes `perdices´, liz / lizes `aludes´43, mes / meses `meses´, franzés / franzeses `franceses´, peix / peixes `peces´, reloix / reloixes `relojes´, etc. 3- Alomorfo –os: alomorfo poco productivo en belsetán, ya que compite con el alomorfo –es. Los ejemplos que hemos podido documentar son: nas / nasos `narices´, troz / trozos `trozos´, teix / teixos `tejos´, etc. 4- Alomorfo –z: alomorfo característico del aragonés44 proveniente de la aglutinación –t’s45; algunos ejemplos: nuet / nuez `noches´, paret / parez `paredes´, alazet / alazez `cimientos´, chalet / chalez, barot / baroz `barrotes´, piet / piez46 `pies´, balet / balez `pasadizos volados entre dos casas´, lit / liz `aludes´, almut / almuz (e replegaban dos almuz de trigo per cada casa `y recogían dos almudes de trigo en cada casa´), cacagüet / cacagüez `cacahuetes´, etc. Resulta especialmente fecundo en el plural de algunos sufijos muy utilizados en la lengua actual como –et > –ez u –ot > –oz: paixariquet / paixariquez `pajaritos´, porcot / porcoz `sucios (más el sufijo peyorativo –ot)´, etc. 5- Alomorfo –ø: aparece este alomorfo en aquellos casos, muy concretos por otra parte, que designan principalmente días de la semana y los sustantivos formados por verbo + sustantivo plural: lunes, martes, miércoles, jueves y biernes47; y del segundo tipo: cortabarzas `rozón´, bateauguas `paraguas´, etc. 3.3. SINGULARIA TANTUM–PLURALIA TANTUM Se denominan de esta forma aquellos sustantivos que únicamente tienen un número, ya sea éste singular (singularia tantum) o plural (pluralia tantum). Los sustantivos empleados exclusivamente en singular no son muy abundantes, se trata generalmente de aquéllos que designan seres únicos, incontables o algunos colectivos (contables o abstractos): chen `gente´, nieu `nieve´, set `sed´, salú `salud´, fredor `frío´, calor, pazenzia `paciencia´, etc. La forma chen, a pesar de que el sustantivo colectivo sea singular, puede presentar el verbo concordando en plural, al igual que ocurre en otros dialectos del aragonés48: la chen picaban madera `la gente talaba árboles´. Por su parte, los sustantivos denominados pluralia tantum son más numerosos

43 Incluimos esta forma formada sobre un doble plural (lit > lit + s > liz > lizes) por estar generalizándose actualmente sobre la forma más acorde con el belsetán lit > liz. 44 Con la excepción del benasqués, que mantiene (coincidiendo con el catalán) el paso anterior a la formación del plural –z: –ts. 45 Aglutinación que, contra lo que dice Badía (1950: 99), no hemos escuchado nunca, sino que siempre se realiza como –z. 46 Nos encontramos en este caso una –t antietimológica, proveniente de un ensordecimiento de –d en posición final: PEDE(M) >*piede > *pied > piet. 47 Algún informante ha señalado que antiguamente existían las formas luns y miércols, al menos en la actualidad no se emplean. 48 Ribagorza (Arnal, 1998: 241), Balle Tena (Nagore, 1986: 41) o A Fueba (Lozano–Sánchez, 2003: 340).

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PRÓLOGO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Objetivo del estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. Criterios metodológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Zona de estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. Obtención de los datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Informantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Estado actual del belsetán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1. Aspectos sociolingüísticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2. Polimorfismo y castellanización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3. Conciencia lingüística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. Estudios anteriores sobre el belsetán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6. Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL SUSTANTIVO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. El género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. Sustantivos de un género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Sustantivos de dos géneros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1. Distinta base léxica para cada género . . . . . . . . . . . . . 2.2.2. Variación mediante artículo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3. Variación mediante morfos distintos . . . . . . . . . . . . . . 3. El número . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2. Formación del plural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3. SINGULARIA TANTUM – PLURALIA TANTUM . . . . . . 4. El artículo determinado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2. Masculino singular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3. Masculino plural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.4. Femenino singular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.5. Femenino plural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.6. El artículo neutro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.7. Algunos valores del artículo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.8. El artículo contracto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL ADJETIVO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. El adjetivo calificativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. El género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. El número . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. La gradación. Comparativos y superlativos . . . . . . . . . . . . . .

9 9 10 10 11 11 12 13 13 14 15 16 17 19 19 20 20 21 21 21 22 23 23 23 24 25 25 25 26 27 28 28 29 29 31 31 31 31 33 34 175


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2.4. Colocación del adjetivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.5. La transposición del adjetivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Los adjetivos determinativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1. Los demostrativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2. Los posesivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3. Los cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.4. Los numerales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL PRONOMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Los pronombres personales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. Los pronombres tónicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Los pronombres átonos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1. Primera persona del singular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2. Segunda persona del singular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3. Primera persona del plural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.4. Segunda persona del plural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5. Tercera persona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5.1. Acusativo singular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5.2. Acusativo plural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5.3. Dativo singular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5.4. Dativo plural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5.5. El pronombre se . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Los pronombres en e i . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2. El pronombre en . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.1. Formas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.2. Función . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3. El pronombre i . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3.1. Formas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.3.2. Aspectos funcionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. Combinación de pronombres átonos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1. Combinación de dos elementos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2. Combinación de más de dos elementos . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. Los pronombres relativos, interrogativos y exclamativos . . . . . . . . 5.1. Los pronombres relativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.1.1. Pronombre que . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.1.2. Pronombre qui . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.1.3. Adverbios relativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2. Los pronombres interrogativos y exclamativos . . . . . . . . . . . . 5.2.1. Pronombre qué . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.2. Pronombre quí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.3. Pronombre cuál . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.4. Pronombre cuánto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.5. Pronombre cómo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.6. Pronombre cuán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2.7. Pronombre án . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176

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Aspectos morfosintácticos del belsetán

EL VERBO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Formas sintéticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. Formas no personales del verbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.1. El infinitivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.2. El gerundio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.3. El participio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.3.1. Participios débiles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.3.2. Participios fuertes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.3.3. La concordancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Formas personales del verbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1. El presente de indicativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1.1. Primera persona del singular . . . . . . . . . . . . . 2.2.1.2. Segunda persona del singular . . . . . . . . . . . . . 2.2.1.3. Tercera persona del singular . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1.4. Primera persona del plural . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1.5. Segunda persona del plural . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1.6. Tercera persona del plural . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2. El presente de subjuntivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2.1. Primera persona del singular . . . . . . . . . . . . . 2.2.2.2. Segunda persona del singular . . . . . . . . . . . . . 2.2.2.3. Tercera persona del singular . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2.4. Primera persona del plural . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2.5. Segunda persona del plural . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2.6. Tercera persona del plural . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3. Irregularidades del presente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3.1. Vocal ˘E tónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3.2. Vocal O˘ tónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3.3. Presentes con incremento velar . . . . . . . . . . . . 2.2.3.4. Presentes de los verbos incoativos . . . . . . . . . . 2.2.3.5. Presentes de los verbos acabados en -yer /-yir . 2.2.3.6. Presentes de los verbos con irregularidades vocálicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3.7. Presentes con incremento palatal . . . . . . . . . . 2.2.3.8. Otros presentes irregulares . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.4. El imperativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.4.1. Formas regulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.4.2. Formas irregulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5. El imperfecto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5.1. Imperfecto de indicativo . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.5.2. Imperfecto de subjuntivo . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.6. El pretérito indefinido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.6.1. Formas regulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.6.2. Formas irregulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.7. El futuro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.7.1. Formas regulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.7.2. Formas irregulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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6.

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2.2.8. El condicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.8.1. Formas regulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.8.2. Formas irregulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Formas compuestas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1. El verbo estar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2. El verbo aber . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Perífrasis verbales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1. Perífrasis modales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1.1. De obligatoriedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1.2. Hipotéticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.1.3. De intencionalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2. Perífrasis temporales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3. Perífrasis modales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3.1. Incoativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3.2. Imperfectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3.3. Reiterativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3.4. Terminativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3.5. Perfectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.3.6. Perífrasis con fer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Aspectos sintácticos del verbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.1. Verbos pronominales de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.2. El verbo estar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.3. Los tiempos en las oraciones compuestas . . . . . . . . . . . . . . . . Cuadros morfológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.1. Verbos regulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2. Verbos irregulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.1. Verbo ir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.2. Verbo benir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.3. Verbo tener . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.4. Verbo querer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.5. Verbo poder . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.6. Verbo dezir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.7. Verbo dar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.8. Verbo baler . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.9. Verbo salir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.10. Verbo estar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.11. Verbo estar-se . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.12. Verbo aber . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.13. Verbo prener . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.14. Verbo emplir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.15. Verbo morir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.16. Verbo soltar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.17. Verbo moler . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.18. Verbo cozer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.19. Verbo fer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.20. Verbos incoativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.21. Verbo cayer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

98 98 99 101 101 102 103 103 103 103 104 104 104 104 104 105 105 105 105 106 106 106 107 108 108 110 110 110 111 111 112 112 113 113 114 114 115 115 116 116 117 117 118 118 119 119 120


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Aspectos morfosintácticos del belsetán

6.2.22. Verbo freyir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.23. Verbo fuyir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.24. Verbo leyer / liyer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.25. Verbo beber / biyer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.26. Verbo trayer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.27. Verbo cullir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.28. Verbo saber . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.29. Verbo luzir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.30. Verbo estusigallar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.31. Verbo esgotechar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.32. Verbo estudiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.33. Verbo coixar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.34. Verbo tonteyar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.2.35. Verbo chazer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL ADVERBIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Adverbios situacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. Adverbios espaciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.1. Adverbios deícticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.2. An y variantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1.3. Oposiciones binarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Adverbios temporales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.1. Localización temporal general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.2. Localización temporal absoluta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2.3. Localización temporal relativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. Adverbios nocionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3.1. Adverbios de modo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3.2. Adverbios cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3.3. Adverbios de afirmación, negación y duda . . . . . . . . . LAS PREPOSICIONES Y LAS CONJUNCIONES . . . . . . . . . . . . . . . 1. Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. Las preposiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1. A . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.2. Cara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.3. Con . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.4. Contra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.5. De . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.6. (D)ende . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.7. Dica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.8. En . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.9. Enta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.10. Entre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.11. Pa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.12. Per . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.13. Seguntes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.14. Sin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

121 121 122 123 124 125 125 126 126 127 127 128 128 129 131 131 131 131 131 132 132 133 133 134 135 136 136 137 139 141 141 141 141 142 142 142 142 143 144 144 144 144 145 145 146 146 179


BIELSA libro:13478•BIELSA.definitivo 04/04/2015 22:22 Página 180

Chabier Lozano Sierra y Ángel Luis Saludas Bernad

2.15. Sobre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.16. Ta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.17. Zaga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. Las conjunciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1. Coordinación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1.1. Conjunciones copulativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1.2. Conjunciones disyuntivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1.3. Conjunciones adversativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1.4. Conjunción ilativa pos / pues . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.1.5. Conjunciones distributivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2. Subordinación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.1. Que . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.2. Se . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.2.3. Otras conjunciones subordinantes . . . . . . . . . . . . . . .

146 146 146 147 147 147 147 148 148 148 148 148 150 150

CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

153

ANEXO I. Literatura belsetana, escritos de Leonardo Escalona . . . . . . .

155

ANEXO II. Literatura de tradición oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

165

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

169

180


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