Ramón Lorenzo Meseguer, dramaturgo de oficio, era conocedor del planteamiento general de las tragedias griegas, en las que los humanos interpelaban a los dioses en una búsqueda desesperada de explicación y sentido a sus turbulentas pasiones y contradicciones. El trasfondo de la tragedia Pasta viviente es atemporal, ya que salvando las distancias que han procurado los avances tecnológicos, el Hombre sigue enfrentándose a los que son sus grandes retos trascendentales: ¿quiénes somos?, ¿de qué estamos hechos?, ¿en qué consiste el sentido de nuestras vidas? y ¿cómo organizar nuestra convivencia? Nuestro Ramón, excelente creativo y no menos sagaz psicoanalista, maestro de la gran parte de los entresijos del alma humana, nos muestra en esta ambiciosa y brillante obra de teatro los múltiples personajes que habitan en el interior del hombre, los que son psicoanalizados y cuestionados sistemáticamente, hasta que van rindiendo sus defensas una tras otra, gracias a la contundencia y precisión de sus interpretaciones. En Tu voz y tu presencia, estamos ante la obra más intimista de nuestro poeta psicoanalista. Así como en Pasta viviente, el autor tiene que lidiar una por una con todas las pulsiones humanas, con las deleznables y estrictamente adaptativas, o con los sentimientos más sublimes; Ramón hace en Tu voz y tu presencia una sistemática y profunda deconstrucción del grupo social, hasta llegar a la pareja originaria, a la madre de todos los orígenes. La precisión con la que están medidos los diálogos iniciales pretenden hacernos reflexionar sobre los cientos de barreras, inhibiciones, miedos y angustias a ser vencidas en el primer choque-encuentro entre dos seres que han de construir un continente para el otro en su interior y un espacio para la confianza y expectativa del éxtasis del reencuentro con lo desgajado previo. Que allá donde fue preconcepción surja el concepto y nazca el sentido, en una línea argumental bioniana. Ramón Meseguer nos aconseja en este excelente drama humano la recuperación del éxtasis del primer encuentro, ese fulgurante instante en que hombre y mujer son un único ser, un ser completo. Todo esto lo encontraréis con la voz propia del poeta, con sus concisas y contundentes palabras, con sus reflexiones y figuras de dicción. Una amplia y diáfana avenida del conocimiento sensible, hermosamente platónica. Os recomiendo transitar infatigablemente por ella sin mirar nunca hacia atrás.
PASTA VIVIENTE TU VOZ Y TU PRESENCIA • RAMÓN LORENZO MESEGUER
El ser humano necesita comunicar consigo mismo al mismo tiempo que comunicar al otro. Se ha dicho que el mayor bien del hombre es la libertad: de pensamiento, de creencia, política. Pero hay una raíz de primerísima libertad: la de poder dar libre camino a las emociones que le ayuden a descubrir y a comunicarse. Esta libertad radical, como la del primer gemido humano es la que se busca en la PSICOSOMÁTICA. RM
PASTA VIVIENTE TU VOZ Y TU PRESENCIA OBRAS REUNIDAS TOMO II. TEATRO
Ramón Meseguer Albiac (Quint Ebro, 1928 - Barcelona, 2012). Fue p sor de universidad, doctor en filosofía y cólogo clínico-psicoanalista. Su formación se desarrolló desde 1 sucesivamente, en la Goethe Universit Frankfurt, Tavistock Institute de Lon ANDHSA y ARIP de París y HER TEIN de Viena. Perteneció a diversas sociedades : A rican Group Psicotherapy Associatio Asociación española de Historia del Ps nálisis y antiguo miembro del EIT (E pean Institut for Transactional exercic group developement). Realizó diferentes actividades como fesor de dinámica de grupos en div centros de Europa. Desde el año 1968 s dicó al psicoanálisis individual y de gr También impartió conferencias como vidad periódica en distintas institucion diversos países europeos. Publicó Maestros Alemanes. Selecci Estudios. Editorial Planeta,1965, Onto ética y psicología, 1956 (Texto Bachiller Los españoles y el grupo, 1976; Las motiv nes inconscientes en la toma de decisi 1977; Group Dynamics and Society, 1 El estrés en el hombre d eempresa, 1986 alizó recensiones sobre libros de psicoa sis de grupo en el Internacional Journ group psychotherapy de Nueva York.
RAMÓN LORENZO MESEGUER