LA ENCAÑIZADA DEL MAR MENOR
Una casa majestuosa, aislada del mundo, rodeada de esas hermosas aguas cristalinas reflejando la humildad que desprende es lo que se observa en el centro de este bello paisaje. La satisfacción de pasar un agradable momento con tus seres más queridos entre esas aguas tranquilas que te abrazan delicadamente mientras te sumerges en ellas y saboreas los pocos momentos que te da la vida para disfrutar de ella. A su alrededor se observan matojos de un color esmeralda pero poco claros rodeando la solitaria casa. Esta es de un blanco como el de las preciosas nubes del cielo. Su cielo grisáceo impide verlas, pero da la sensación de aislarte del mundo poco a poco. En primer plano se puede ver una preciosa empalizada sumergida en las aguas, viejas y consumidas por el tiempo, sus estacas se sostienen firmes. Finalmente en este paisaje se divisan a sus espaldas unas pequeñas montañas bajas pero frondosas.
María Calderón Albaladejo, 1º E