Aula XXI (1º ESO E) Lengua y literatura.
Ayer estábamos en La manga el Mar Menor mi primo Jorge, mi hermano Javier y los dos padres de mi primo María y Manuel. Nos estábamos bañando cuando de repente... una hoja de árbol pasó sobrevolando nuestras cabezas, y eso que no había ningún árbol en toda la playa ni cerca. Entonces, mi primo Jorge la recogió y de pronto se escuchó un dios y nos dijo: −Tenéis buena suerte por coger la hoja del diamante. Lo primero, me llamo Ulises. Yo hace mucho vine a coger esta hoja y no la encontré, pero ahora con esta hoja tenéis la llave para acceder al mundo de los diamantes. Para poder entrar tenéis que introducir la llave y decir la clave que es “ábrete sésamo”. Así lo hicimos y el rey medusa de diamante dijo: −Bienvenido al mundo del diamante, este es el mar de los sueños de los humanos pero nadie ha podido acceder a él. No digáis nada de este sitio, y además os voy a dar un tesoro. Es el mejor tesoro del mundo, son los libros de Ulises. Tomar estos libros, si os los leéis vais a ir a otro mundo a vivir aventuras. Ya llegó la hora de iros, ¡ramafu!, volver a vuestro mundo. Y aquí estamos, leyendo. Adel El Yamani, 1º E
Ulises era una persona muy valiente y todos los días practicaba por las mañanas antes de que su mujer y su hijo se levantaran para ser un buen guerrero, guerrero de su tierra: ISLA GROSA, y llamaba a su prima CARIBDIS para que le ayudara a entrenar porque ella era un monstruo con poderes, poderes extraordinarios. Y…… un día la reina Salada, reina del Mar Menor pidió ayuda a Ulises. Ulises encantado aceptó el desafío, se despidió de su familia y emprendió el viaje al MAR MENOR. Tardó una semana en llegar a su destino, cuando llegó se plantó en la maravillosa orilla de la playa y dijo: - Aquí estoy para servirte, Salada. -Hola, ULISES, ¿cómo estás tú? - Estoy bien, ¿para qué me quieres? -Ulises, necesito tu ayuda para luchar con los MUNKUS, quieren coger nuestro delfín dorado y aprovechando que el Mar Menor se ha secado lo quieren para tener el poder de CENTOPIA, nuestra ciudad bajo el mar. Ahora solo está cubierta por una capa fina de agua gracias a un aparato del rey Centopiano, mi padre. Pronto se romperá y atacarán los MUNKUS. -Yo encantado, Salada, pero no sé si sabes que yo soy humano inmortal pero no puedo respirar bajo el mar. -Eso no es problema, toma esta alga que se forma en nuestro reino. -Acepto pero si me prometes que el alga esa está buena. -No está muy buena, pero añádele un poco de azúcar y listo. Venga vamos ¡cómete el alga! - Puaj! Qué mala está. Ulises y salada lucharon con su padre y sus habitantes y ganaron la batalla y pudieron arreglar el problema que tenían con el mar. Ulises, contento, regresó a su tierra con su batalla vencida y con su diploma de buen guerrero. Cuando estaba llegando a su tierra llamó Salada y dijo que lo nombraría rey y los ciudadanos estuvieron de acuerdo y al llegar lo declararon rey de “LA ISLA GROSA”. Y Ulises quedo muy contento.
Colorín colorado esta historia ha acabado Ainhoa Martínez, 1º E
Ulises, después del viaje tan largo, llegó a una isla en la que parecía muy feliz donde la gente lo era y los monstruos eran muy buenos amigos de las personas. Ulises vio a una persona y le dijo: -¿Dónde estamos? Y le respondió: -Estamos en la isla Perdiguera. Ulises rápidamente avisó a sus tripulantes, fueron corriendo a la isla a hacerse una cabaña para sobrevivir los días que estuvieran en aquella isla que ni siquiera sabían cómo era. Ulises mandó a sus tripulantes a buscar comida, pero de repente un algo grandísimo y espantoso se acercaba. Los tripulantes lucharon contra lo que fuera eso y solo volvió el pobre Lucas… Lucas le dijo a Ulises que parecía una medusa gigante, Ulises rápidamente fue corriendo a matarla para que la isla Perdiguera siguiera igual de feliz que antes. La mató y el rey de la isla Perdiguera, Gandalf, le dio una gran bolsa llena de oro agradeciéndole haber matado a la medusa. Alberto Lozano Luis, 1ºE
Ulises y su tripulación estaban navegando cerca del Mar Menor y de repente Carlos comunicó: −Chicos un tiburón nos persigue. Ulises dijo: −Pues nos enfrentaremos a ellos. Se enfrentaron y no pudieron entonces empezaron a navegar y de tanto navegar sin darse cuenta entraron al Mar Menor Uno de su tripulación dijo: −¡Estamos en el Mar Menor! Ulises dijo: −Pues iremos a conocerlo. Todos bajaron del barco y fueron a conocer el pueblo de San Javier. Ulises conoció a una bella dama que se llamaba Penélope, era la hija del dios del Mar Menor. Penélope se presentó: −Hola, me llamo Penélope y tú te llamas… Ulises dijo: −Me llamo Ulises Ulises se enamoró de la princesa Penélope y Penélope sin darse cuenta también se enamoró. Una chica apareció de repente y dijo: −Tú eres el misterioso Ulises. Ulises respondió: −Sí… La chica se llamaba Margarita y ella estaba pensando: −Yo no voy a dejar que Penélope se quede con Ulises, Ulises es para mí. Penélope no dejaba de pensar en Ulises. Entonces lo llamó y le invitó a un té para hablar. Ulises fue y Margarita se puso rabiosa. Penélope estaba en peligro y Ulises le salvó. El padre de Penélope le aceptó y Margarita se fue muy lejos porque Ulises no fue suyo. Penélope y Ulises fueron felices. Amina Romero, 1º E
Ulises y sus hombres entraron con su barco en el Mar Menor. Vieron al entrar una pequeña isla que se llamaba Isla Perdiguera, situada en el centro del Mar Menor. Intentaron entrar pero había una dorada grandísima que les impidió pasar pero llegó la diosa PECELUNIA y con sus poderes hizo que la dorada se volviera pequeña y les permitiera el paso. Y a la dorada la subieron en el barco y siguieron para adelante y llegaron a la Isla Perdiguera. Al llegar a la isla vieron un Kiosco pequeño al que no iba casi gente y se tomaron Ulises y sus hombres unos refrescos porque sabían que les esperaba un buen día. Un hombre de Ulises le dijo a Ulises: −Mirad ahí, hay una joven. La mujer se llamaba Penélope y Ulises no sabía que era su mujer y cuando ellos dos se miraron se alegraron porque pensaban que no se iban a volver a ver. Así estuvieron muy felices juntos para siempre, y ya no se separaron más. ANA MARÍA ROMÁN PALAZÓN. 1ºE
Ulises con su tropa llegó al Mar Menor para descansar pero se encontraron unas medusas venenosas que estaban atacando el barco y las mataron. Pero vino la diosa Medusa que se enfadó con ellos, les iba a destruir el barco. Entonces, como vieron que la Diosa Medusa era muy poderosa pensaron que no podían ganar, así que se tiraron al agua y llegaron a la orilla del Mar Menor. La diosa Medusa no les encontró. Dio la orden de que los buscasen a sus esclavos, a la gente que no le hacía caso los torturaban hasta matarlos. Ulises y su tropa eran muy buscados en el Mar Menor, se quedaron a dormir en la arena de la playa. Luego, al día siguiente, se levantaron y había una persona que les había visto. Esa persona iba a llamar a los demás para que los atrapasen, pero la tropa de Ulises cogió a esa persona y le contaron que podían hacer que ella y los demás ya no fuesen esclavos. Esa persona les dijo que la diosa Medusa vivía en un palacio y que tenia guardias, estaban preparando un plan para entrar al palacio y atacar. Ulises consiguió entrar en el palacio, atacaron entren todos y los guardias también ayudaron. Al final el palacio quedó destruido y la diosa Medusa dijo: −¡Guardias, capturad a Ulises! Pero los guardias no le hicieron caso y cogieron a la diosa Medusa y así acabó su poder.
Cristian Quismalín, 1º E
Ulises iba de camino a Ítaca y se encontró con el Mar Menor. A Ulises le gustaba la tranquilidad que se respiraba en el ambiente, decidió quedarse por un tiempo; pero un Dios todopoderoso se enteró de que en sus Tierras y Mares habitaba Ulises y no le gustó, es más se enfureció, porque Ulises estaba viviendo en una de sus playas favoritas: el Mojón. Y por eso el dios Rajoiro planeó un plan fatídico para que Ulises se marchara de sus tierras y mares. Un buen día Ulises estaba en su barco tomando el sol, y el dios Rajoiro le mandó la primera oleada de sus planes, le mandó cangrejos. La playa se llenó de cangrejos rojos y estaban subiendo por la proa del barco. Entonces a Ulises se le ocurrió poner unas redes que cubrían todo el barco y desde dentro empezó a echarles sal, hasta que se marcharon. El dios Rajóiro se enfureció mucho y al día siguiente le mandó una plaga de medusas venenosas. Ulises se tuvo que ir pero pasaron unas semanas y Ulises regresó con compañeros porque se enteró de que era el dios Rajoiro quien le estaba enviando las plagas y regresó para desafiarlo a una lucha. Quien ganara se quedaba en el Mar Menor y quien perdiera se iba para siempre allí. Rajoiro aceptó y al día siguiente fueron a luchar a la plaza del Sol al medio día. Empezaron a luchar con las espadas y cuando Ulises estaba a punto de perder sacó fuerzas de flaqueza y le dio a Rajoiro con la empuñadura en la cara y perdió. Entonces se fue para siempre del Mar Menor y Ulises empezó a reinar allí y toda la gente se puso a celebrarlo de la alegría porque Rajoiro no les dejaba hacer nada, ni salir de sus casas. Y entonces empezó una nueva era. Daniel Pérez, 1º E
Este era Ulises que iba de camino a su pueblo, estaban en el mar y de repente empezaron a temblar las aguas y los pájaros empezaron a huir pero en ese instante apareció un Dios, era el Dios del mar El Dios estaba furioso, porque estaban navegando en sus aguas pero ocurrió que las aguas se levantaron y se hizo una enorme ola que se llamaba “tsunami”. Entonces se levantó el agua y los llevó a un lugar muy extraño. Ulises y su tripulación se levantaron y abrieron los ojos y se asombraron diciendo “¿Qué sitio es este, nunca habíamos navegado en este lugar”. Pero después empezó a venir gente extraña que nunca habían conocido y uno de ellos le dijo a Ulises y a tripulación “Bienvenido al Mar Menor”. Se hicieron muy amigos, le enseñaron todo el lugar y entonces se quedaron en el Mar Menor algunos meses. Pero Ulises y su tripulación empezaron a extrañar a sus mujeres y decidieron regresar a su pueblo. Se despidieron de su amigo con un gran abrazo y volvieron a su pueblo y les contaron todos a sus mujeres. Desde aquella vez, ya nunca volvieron al Mar Menor, porque ya se habían olvidado de ese sitio.
David Andrade, 1º E
Después un largo viaje Ulises decidió descansar en algún lugar, y después de tanto buscar encontró un sitio: “La isla del Barón”. Desde esa isla vio en el horizonte unos edificios y después de un largo descanso decidió explorar esas tierras… pero había un problema, esas aguas estaban custodiadas por Poseidón “el dios del mar”. Después de tanto pensar en algún método para disuadir a Poseidón, pensó en un plan: ese plan era las medusas, ya que era el dios del mar debía cumplir sus obligaciones, debía controlar el orden del mar. Así que Ulises decidió reunir a muchas medusas en un sitio alejado de ese lugar, y lo consiguió, pero dijo algo increíble al descubrir esas tierras “esta es mi nueva casa”. Derik Pesántez, 1º E
Ulises en el Mar Menor Después de reinar la paz en Ítaca, Ulises emprendió otro viaje y en este viaje se llevó a su hijo Telémaco y a su mujer Penélope al Mar Menor, donde se encontró con muchos obstáculos y los supero fácilmente. Pero se encontró con un tiburón gigante que no dejaba que la gente del Mar Menor se bañara en la playa. Al cabo de un rato pensando qué podía hacer decidió luchar contra él para que los habitantes del Mar Menor pudieran volver a bañarse tranquilos, pero cuando Ulises sacó la espada se acordó de que a bordo del barco iban también su mujer y su hijo, no solo los tripulantes, y que si moría no podrían volver a verlo. Entonces idearon otro plan y le tiraron las redes al tiburón gigante y lo agarraron fuerte. Cuando estuvo a punto de matarlo, los habitantes del Mar Menor le dijeron que no lo matara, que lo llevaran a otro lugar porque el tiburón para ellos era un sacrificio. Entonces Ulises lo llevó al Oceanográfic y los habitantes del Mar Menor le dieron las gracias por haberlos salvado de aquel tiburón y le hicieron una fiesta en su honor. FIN Erika Martínez Torres, 1º E
Un día en Troya ULISES y su tropa pensaron en ir a una nueva laguna nunca investigada que se llamaba Mar Menor. Dijo que era un largo camino y muy peligroso porque nunca habían viajado allí y ese mismo día iban a ir. A la mitad del camino se encontraron a un DIOS que nunca habían visto, era el dios más poderoso que habían conocido nunca. Se llamaba TRITONITO, el DIOS del Mar Menor. TRITONITO dijo que no podían pasar, que esa era su laguna, pero ULISES y sus tropas lucharon contra él y lo derrotaron. Y al final llegaron a la isla de la Hormiga del Mar Menor. Todos los habitantes se quedaron asombrados viendo a un barco enorme, se bajó solo Ulises y les dijo a los habitantes que despejasen la zona que iban a investigar la isla para encontrar el tesoro que había escondido ¿Queréis saber dónde está el tesoro?
Francisco Cegarra, 1º E
Después de llevar varios días en alta mar sin saber a dónde ir ni qué hacer Ulises y sus hombres llegaron a unas aguas tropicales y desconocidas para ellos, el Mar Menor. Se adentraron a aquellas hermosas aguas, pero como casi no había profundidad se les rompió el barco y tuvieron que nadar hasta la costa. Al llegar se encontraron con un hombre tomando el sol al que le contaron lo ocurrido. Dio la casualidad de que ese hombre era un mecánico especializado en barcos y como la gente de esas tierras era tan amable, el buen hombre les ofreció su ayuda. También les consiguió unas habitaciones en un hostal para que pudieran dormir los primeros días mientras que les arreglaba el barco. Ulises aceptó, pero él ya sospechaba algo de tanta amabilidad. Por la mañana al despertar Ulises fue a darse un baño en las aguas del Mar Menor y de repente el mecánico le sorprendió trayéndole su barco ya arreglado. Ulises se lo agradeció y fue a meterlo al agua pero no le dejó, el mecánico dijo que a cambio le tenía que hacer un favor. Ulises aceptó escucharlo pero no le prometió nada. Le dijo que tenía que hacerse presidente de España porque con su astucia conseguiría salvar el país de la crisis. Ulises dijo que no y el mecánico se enfadó tanto que ató a sus hombres en el mástil del barco y dijo que si no lo hacía los quemaría. Entonces Ulises aceptó y se hizo presidente y salvó España con su gran astucia y talento. Gabriel González Penacho, 1º E
Ulises y sus tripulantes dirigieron su barco hasta una isla que vieron en el Mar Menor, la Isla del Ciervo. Cuando estaban llegando, una diosa malvada les interrumpió. La diosa era la
Diosa Salada, ella cada vez que un barco se adentraba en el Mar Menor hacía que el agua se llenara de Sal y los barcos no pudieran avanzar. Cuando la Diosa Salada vio a Ulises entrar en el Mar Menor así lo hizo, Ulises quería llegar a la Isla del Ciervo pero con la sal no podía avanzar. La Diosa Cierva que era la dueña de la Isla Del Ciervo los vio y les ayudó. Ella hizo que la sal se disolviera con sus poderes y Ulises y sus hombres llegaran a su isla. Cuando llegaron, Ulises le dijo: –Gracias por ayudarnos a llegar a tu isla. En la Isla del Ciervo estuvieron casi un mes. Cuando decidieron zarpar la Diosa Cierva le dio una bolsa de sus poderes por si la Diosa Salada les volvía a echar su maldición. Cuando zarparon se dirigieron a otra Isla, la Isla Perdiguera. Pero antes de llegar el Dios Afrodín los volvió a interrumpir, sus poderes hacían que la hélice de los barcos se enredaran con las algas. A Afrodín no le dejaban entrar en la Isla Perdiguera porque él cuando se tomaba algo en el Kiosco no pagaba, así que cuando veía que alguien se dirigía a esa isla le llenaba la hélice de algas para vengarse. A Ulises le enredó toda la hélice y no podía avanzar, lo intentó con los poderes que la Diosa Cierva le había dado pero no funcionaron. Estuvieron casi una semana parados. Hasta que un día la dueña de la Isla Perdiguera los vio y llamó a su marido que era el Dios Perdigón. Él fue y quitó con su hacha las algas de la hélice del barco de Ulises y los llevó hasta su isla. Allí en un hotel se alojaron durante casi dos meses. Cuando decidieron zarpar el Dios Perdigón le dio una de sus hachas por si la necesitaban. Cuando zarpó decidió volver a Ítaca y ahí se acabó la aventura de Ulises en el Mar Menor.
LORENA PASTOR ALMAGRO 1ºE
LAS AVENTURAS DE ULISES EN EL MAR MENOR Ulises y sus hombres llegaron a un mar desconocido y que nunca habían visto ni explorado. Les daba miedo meterse al agua porque creían que era como los otros mares profundos y fríos. Eso creían antes de que Ulises tirara a uno de sus hombres por la borda porque se cabreó. Al caer por la borda pensaba que iba a morir ahogado o atacado por los tiburones, pero nada de eso, sino que dijo: -!!!Ehh, saltad del barco, el agua no es profunda y parece que no hay ningún tiburón, vamos¡¡¡ Y toda la tripulación saltó del barco, pero… no se esperaban que hubiera otro animal, había medusas. Eran muy pequeñas y ellos las cazaron para poder bañarse tranquilos. Pero inesperadamente apareció una enorme medusa de 20 metros de altura y volcó el barco tirándolo sobre cinco tripulantes. Entonces Ulises dijo: -No podrás conmigo, bestia maligna. Y pusieron cuerdas a su alrededor y agarrándola entre tres hombres que quedaban y Ulises dieron vueltas a su alrededor y liaron a la medusa tirándola encima del barco que estaba destrozado. Gracias a eso a la medusa se le clavaron las maderas sueltas del barco y le vencieron. Para celebrarlo fueron a un kiosko que había en la isla Perdiguera y se tomaron unas cervecitas rezando por los hombres muertos. El kiosko tenía forma de barco y le pidieron al dueño que se lo vendieran. Luego ataron cuatro cuerdas a la proa y se lo llevaron y se fueron. Pedro Fernández Moreno, 1º E
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Cuando Ulises y sus compañeros llegaron al Mar Menor, se aproximaron a una isla, llamada Perdiguera, en la que cuando desembarcaron se encontraron con la madre de Poseidón, Athunia. Sabía lo que Ulises le hizo a su nieto el cíclope, pues le había dejado ciego en una de sus aventuras. Athunia era la diosa de los delfines y tiburones y la dueña de esta isla. Ella reconoció a Ulises y ordenó a todos estos animales que atacaran al barco de Ulises. Este y sus tripulantes subieron al barco y navegaron defendiéndose de todos los animales que la diosa Athunia había hecho que les atacaran. Después de navegar varios días desembarcaron en la isla más próxima, la isla del Ciervo. Esta isla estaba desierta y el dueño era el dios del viento, Ventois. Ulises y sus compañeros buscaron a alguien que les pudiera ayudar a arreglar su barco después de todos los daños que había sufrido. Encontraron a Ventois y le pidieron ayuda, este los ayudó, pues él y el padre de Ulises habían sido muy amigos de pequeños. Este le dio madera y herramientas para que pudieran arreglarlo. Cuando terminaron el barco quedó como nuevo y Ventois hizo que el viento soplara con fuerza y que todos los animales del mar ayudaran a Ulises a llegar a su casa. Rosana Mercader Izquierdo, 1º E
Un día Ulises empezó un viaje muy largo hacia el Mar Menor porque decían que ese era el mejor sitio para descansar en las vacaciones de verano. Había un edificio pegado al mar y decían que había que encontrar a alguien que luchara contra una gran oleada de medusas lilas y el dios Medusa que estaba en la isla de la Perdiguera. Pero Poseidón, que vivía en la isla Cueva del Faraón, también se ofrecía a luchar contra el dios Medusa. Ulises dijo que primero tenía que ir a los barrizales del Mar Menor a tomar el sol mientras se tomaba un mojito de hierba buena y eso hizo el primer día. Al día siguiente le mandaron un whatsapp que decía que Poseidón quería reunirse con él en su isla para exterminar a las medusas. Quedaron en un kiosco a las 10:00 y Ulises no puso el despertador porque se fue a dormir muy tarde y se olvidó, se había ido con sus amigos a la curva y se acostó a las 7:30 de la mañana. Fue su criado a avisarle a las 9:45. Ulises salió corriendo de su mansión y nada más salir ya había un señor para pedirle un autógrafo. Cuando dio otro paso vinieron dos personas: “¿Me firmas un autógrafo?, ¿puedo echarme una foto contigo?” Así hasta que firmó 1000 autógrafos y estaba ya ciego de tanto flash del móvil. Ya eran las 10:05, a las 10:10 llegó a la isla y allí había una gran muralla que ponía: “Diga la contraseña” y dijo “Abracadabra pata de cabra” y la puerta ni se inmutó la gran muralla. Le mandó un whatsapp a Poseidón para preguntarle cuál era la contraseña de su gran muralla y le contestó: “En mi isla no hay murallas, esa será la isla de la gran medusa”. Al final Ulises llegó a las 11:00, quedaron en su bar. Dijo Ulises: −Bueno, vamos a planear cómo intentar exterminar a todos las medusas, primero debemos matar a la medusa gigante para que pierdan la comunicación que tienen entre ellos y se queden tontas y ya sea más fácil exterminarlas. ¿Qué aspecto tiene la medusa, grande, pequeña, cómo es? −Espera, te voy a enseñar una foto en mi móvil. Es bonita pero muy muy venenosa. Bueno, ¿entonces empezamos hoy o cuándo? −Vamos a empezar a preparar mi gran lancha que puede llegar a correr a 200 km por hora y mis arpones. −¿Pero ese arpón no es un poco antiguo? −Sí, pero mi padre consiguió derrotarlos en el año 1965. −Vale, pues ya está todo preparado. Esta noche te mando un whtassapp y quedamos en algún sitio. A las 22:00 de la noche Ulises recibió un wasahtapp de Poseidón: “A las 10:00 te recojo”. Contestó Ulises “¿No puede ser un poco más temprano? Es que si no, no me dejan andar los fotógrafos”. “Vale, a las 8:00 te recojo en la iglesia de Santiago de la Ribera”. A las 10 de la mañana siguiente Poseidón recogió a Ulises y le dijo: −Ahora vamos al kiosco que hay en esa pequeña isla a tomarnos un café que estoy adormilado y después vamos a exterminar a las medusas. Cuando llegaron al kiosco se tomaron el primer café y dijo el camarero: −¿Queréis una cervecita fresca? Dijo Ulises: −¿Por qué no? Entonces se tomaron la cerveza y dijo el camarero: −¿Por qué no os tomáis un mojito? −¿Por qué no? Tomaron tantas cosas que se emborracharon y se quedaron durmiendo y se despertaron al día siguiente en la orilla de la playa. Tenían todas las armas y la lancha pero tenían mucho dolor de cabeza y tuvieron que volver a San Javier a comprar pastillas para el dolor de cabeza. Después por fin fueron a exterminar las medusas. Primero fueron a la otra isla donde estaba la medusa gigante, tenían que atravesar la muralla de 50 metros de altura que rodeaba toda la isla. Era imposible, así que pensaron e hicieron un agujero y la atravesaron, pero después de repente salieron guardias de seguridad a por ellos, como unos 10 o 15 más o menos. Ulises sacó su pito de ultrasonido y se quedaron atontados y después fueron a por la gran medusa. Cuando la encontraron le clavaron el arpón y como la gran medusa estaba durmiendo ni se inmutó y ahí se quedó. Las medusas más pequeñas huyeron porque no tenían contactos con la medusa gigante y entonces cuando acabaron el trabajo Ulises volvió a Ítaca. Salvador Pardo, 1º E
GRECIA 1971 ATENAS UN DÍA ULISES HABLANDO CON SU TRIPULANTES DECIDIÓ IR DE VIAJE A LAS TEMPLADAS AGUAS DEL MAR
MENOR. PARA UNAS VACACIONES
DE
VERANO. LLEGARON Y LO VIERON TODO NORMAL Y TODO EN SILENCIO Y DE REPENTE SE OYÓ UN SONIDO COMO DE TERREMOTO. DE PRONTO SALIÓ UN CALAMAR GIGANTE Y SACÓ ULISES SU ESPADA PODEROSA
Y CORTÓ AL
CALAMAR GIGANTE EN CUATRO TROZOS. EL BARCO ZARPÓ Y SE LLEVARON CUATRO TROZOS A LAS SALINAS PARA FREÍRLO Y COMÉRSELO. Y DE REPENTE SE OYÓ OTRO TERREMOTO, ERA EL DIOS CALAMARDO, EL REY DE LOS CALAMARES. ENTONCES DIJO: −¿QUIÉN OS HA MANDADO MATAR A MI HIJO? DIJO ULISES: −YO, ESTÚPIDO CALAMAR, ¿TE CREES QUE TE TENGO MIEDO? RIÉNDOSE EL CALAMAR: −¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ENTOCES DE NUEVO SACÓ ULISES LA ESPADA. EL CALMAR DIJO: −MMM… BUENO, ¿SABES QUÉ? TE DEJO
TRES
CALAMARES,
TÚ
Y
TU
TRIPULACION OS LOS PODÉIS CENAR PENSANDO ULISES: −MMMMM… SÍ, GRACIAS.
ENTONCES ULISES Y SU TRIPULACIÓN SE FUERON Y TODOS ESOS CALAMARES SE LOS DIERON A LA GENTE POBRE. LES GUSTÓ EL VIAJE Y TODOS FELICES. ULSES SE CASÓ CON UNA CHICA DEL MAR MENOR Y TUVIERON 5 HIJOS A LOS QUE ENSEÑABA A LUCHAR CON ALGO GRANDE Y CRECIERON Y TUVIERON UN FUTURO MUY BUENO. YOUNES BOUSSETTA, 1º E