R E V I S TA D E P O E S Í A U L R I KA 5 7
Ulrika 57 revista de poesía
VIII JORNADAS UNIVERSITARIAS DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTÁ
Nuevas voces para la poesía iberoamericana VIII Jornadas Universitarias de Poesía Ciudad de Bogotá
Segunda entrega Venezuela, Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba y Centroamérica Guillermo Martínez González, in memoriam Leonard Cohen, Bob Dylan, Santiago Espinosa
DESCARGUE GRATIS
LIBRO AL VIENTO EN VERSIÓN DIGITAL El programa Libro al Viento se encuentra enmarcado dentro del programa Distrital de Lectura y Escritura Leer es Volar. Disfrute ahora de Libro al Viento en versión digital. Con solo un código QR, un computador o con cualquier dispositivo inteligente, los amantes de la literatura pueden acceder a los 42 títulos de la colección que a la fecha se encuentran en la red.
Escanea el código, ingresa a la biblioteca y deja volar tu imaginación:
Ulrika
REVISTA DE POESÍA
Ulrika Editores Licencia Mingobierno No 00918 ISSN 0120-7669
DIRECTOR Rafael Del Castillo M. CONSEJO EDITORIAL Jotamario Arbeláez, Juan Gustavo Cobo Borda, Fernando Linero Montes, Luz Mary Giraldo, Samuel Jaramillo, Gustavo Adolfo Garcés, Pedro Badrán, Armando Rodríguez Ballesteros, Robinson Quintero Ossa, John Fitzgerald Torres, Federico Díaz-Granados, Guillermo Molina Morales, Juan Felipe Robledo, Leonardo Cano, David Reinoso, Óscar Pinto Siabatto, Eugenia Gorriño, Rafael Del Castillo. COLABORADORES COLOMBIA Miguel Méndez Camacho, Carlos Satizábal, Joaquín Mattos Omar, Armando Orozco, Eugenia Sánchez Nieto, Luz Ángela Caldas, Sara Del Castillo, Gloria Luz Gutiérrez, Maruja Vieira, Rafael Berrío, Ernesto Durán Strauch, Giovanni Gómez, Mariela Del Castillo, Rosaura Mestizo, Darío Sánchez Carballo, Claramercedes Arango, Dufay Bustamante, Hellman Pardo, Juan Carvajal Franklin, Javier Rey ARGENTINA Rodolfo Alonso, Paulina Vinderman, Marcos Silber, Daniel Samoilovich, Osvaldo Picardo, Héctor J. Freire. Bolivia Jorge Carlos Ruiz de la Quintana, Milenka Torrico. BRASIL Affonso Romano de Sant’Anna. COSTA RICA Rodolfo Dada, Oswaldo Sauma, Norberto Salinas, María Montero, Nerina Carmona. CUBA Pablo Armando Fernández, Efraín Rodríguez Santana, César López. CHILE Eduardo Llanos, Jaime Quezada, Tomás Harris, Teresa Calderón, Tamym Maulén. ECUADOR Edwin Madrid, Iván Oñate, Iván Carvajal. ESPAÑA Luis Miguel Madrid, Jesús Munárriz, Jordi Virallonga, Rodolfo Häsler, Eduardo Moga, Sergio Laignelet, Juan Pablo Roa, Guillermo Molina Morales. ESTADOS UNIDOS Armando Romero, Juan Carlos Galeano, Mercedes Roffé, Paola Cadena. MÉXICO Marco Antonio Campos, José Ángel Leyva, Luis Aguilar, Margarito Cuéllar. PERÚ Ricardo Silva Santisteban, Luis La Hoz, Enrique Sánchez Hernani, Luis Alonso Cruz. URUGUAY Washington Benavides. VENEZUELA Juan Calzadilla, María Antonieta Flores. CUIDADO DE LA EDICIÓN Eugenia Gorriño DIRECCIÓN DE ARTE Gustavo del Castillo M. DIAGRAMACIÓN Vanessa Yepes S.
Precio al público: $15.000.oo Los trabajos firmados se publican bajo la responsabilidad de sus respectivos autores, sin implicar necesariamente a la revista.
www.poesiabogota.org info@ poesiabogota.org
Fundación Fundación
Corpoulrika
Y el grande, oscuro piano, llenaba de ángeles de música toda la vieja casa. AURELIO ARTURO
Casa de Citas, la casa de la poesía 25 AÑOS
M ÚSICA
•
•
P OESÍA
1992 - 6 de agosto - 2017
•
C AFÉ
•
A RT E
•
R EST AU RAN T E
Carrera 3ra #12B-35, La Candelaria, Bogotá – 286 6944 – 315 212 5733 casadecitasrestaurante@gmail.com – www.casadecitas.co
Contenido 5
EDITORIAL
7
VIII JORNADAS UNIVERSITARIAS DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTÁ: NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA. SEGUNDA ENTREGA
8 13 19 24 31 24
Aproximación a la joven poesía venezolana POR MARÍA ANTONIETA FLORES Asomos a la novísima poesía de Centroamérica POR FERNANDO LINERO
Nuevas voces desde Cuba. Poemas de Yanira Marimón. Frank Castell. Sergio García Zamora. Legna Rodríguez Iglesias Panorámica de poesía joven brasileña POR JOHN FITZGERALD TORRES Jorge Carlos Ruíz de la Quintana: nuestro hombre en Bolivia VIII Jornadas Universitarias de Poesía Ciudad de Bogotá: breve muestra
DE GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ 41 PRESENCIA O EL ERMITAÑO DE LOS LOTOS VERDES Semblanza Entrevista El nadador nocturno La cita es frente al sauce
40 VARIA 62 ÍNDICE DE AUTORES
4
| ULRIKA 57
Editorial
U
na revista, por definición, da cuenta de algo memorable en el acontecer de una arista de tiempo en torno a especificidades particulares. De nuestra parte –en lo que toca a la poesía - empezamos por cumplir aquí con una selección de autores nacidos a partir del 70 en diversos puntos de Iberoamérica como parte de esa segunda entrega que les debíamos a nuestros lectores para completar la memoria de las VIII Jornadas Universitarias de Poesía “Ciudad de Bogotá”. Como ya nos habíamos ocupado en la revista número 56 del espectro que, partiendo de la misma perspectiva nos ofrecieron países como Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú, España, México y Colombia de la mano de guías tan avisados y lúcidos como Osvaldo Picardo, Milenka Torrico, Tamym Maulén, Margarito Cuéllar, Luis Alonso Cruz, Guillermo Molina Morales y algunos de los más destacados miembros del equipo editorial de Ulrika; en esta entrega, apoyados por María Antonieta Flores, John Fitzgerald Torres, Fernando Linero y Eugenia Gorriño, nos remitimos ahora a Cuba, Centro América, Venezuela, Bolivia y Colombia (los dos últimos países por segunda vez, para cubrir injustas omisiones). La consigna siempre: no ceder en lo posible a las presiones mediáticas o a sospechosos intereses editoriales, políticos, académicos o institucionales. Hubiéramos querido que para estas últimas Jornadas de Poesía, todo se sustentase, por ejemplo, en descartar a aquellos poetas que en Facebook tuviesen más de 100 “amigos”, pues cifras mayores en tan deleznable ámbito sólo dan cuenta de una cuestionable tendencia al auto bombo; para que, más bien, pudiésemos atender a aquellos que cuentan a sus amistades en la vida real, o entre los que han comprado algunos de sus libros de poesía de bajo tiraje (300 o 500 ejemplares), o a los que se los han recibido de regalo en bravas noches de bohemia y de vida: a borrachos o a desconocidos o a sus amores de ocasión. Muertes y bendiciones trae el 2016: el nobel de literatura a un cantante de música pop-folk o el Sabines al joven poeta colombiano Santiago Espinosa; el fallecimiento de Leonard Cohen en su solitaria lucidez o, de nuevo, habida cuenta de su dolorosa vecindad, la extinción inesperada de esa mirada amable, sutil y cautelosa, pero por sobre todo nada concesiva con la falsedad y la impostura, con la que nos iluminó siempre nuestro querido Guillermo Martínez González… Unas y otras nuevas obligándonos a repensar los linderos entre la sanción mediática y la palabra esencial bajo la indomeñable certeza de que la poesía tiene la obligación de, y todos los elementos para, salirle siempre al paso a la muerte y a la banalidad. Pareciera, por mil y una señales de la época, que ha llegado el momento de pensar (y, como se diría en estos tiempos, recargar) nuestras ideas sobre el sentido, la razón de ser y el verdadero soporte de la palabra poética. El premio nobel a Bob Dylan, por ejemplo, constata una tendencia a cargar subjetivamente de valores estéticos a todos aquellos soportes nemotécnicos (canciones, formas de vestir, consignas políticas de suyo coyunturales, sombreros, posters con la imagen del Che, la lengua de los Rolling, marcas ULRIKA 57 |
5
de cigarrillos o de autos…) que nos permiten sentirnos vagamente próximos o partícipes de una suerte de cánones estéticos que colectivizan nuestro espectro humano particular, pisoteando los ricos matices de una saludable individualidad. En lo que toca a la poesía, por lo menos en el ámbito de nuestra lengua, ya desde el gran Neruda habíamos tropezado con este tipo de espejismos, a partir, por ejemplo, de ese “libro de poemas” titulado Incitación al nixonicidio, para no mencionar sino al más estridente de sus descalabros; y ya, además, habíamos padecido a Mario Benedetti con su Táctica y estrategia o sus Inventarios, verdaderas fotos descoloridas en el baúl de los recuerdos de tanto y tanto intelectual de izquierdas amargado por la desilusión de ver la talla moral de sus adalides de hoy en día… La fiebre no está en las sábanas y la poesía trasciende, debe trascender coyunturas y remembranzas personales, y aún generacionales. Por otra parte está bien que todos tengamos recuerdos cuya banda musical nos parece “el poema” que nos retrolleva a cuando nos enamoramos por primera vez o cuando fuimos tan jóvenes e idealistas que nos dejamos engañar por falsos espejismos de partido y ahora, al no tener valor de lamentarlo pues fue nuestra vida al fin y al cabo fue vivida, terminamos por disfrazar esos tropiezos con iconografías, grafías, canciones y fotos desteñidas… Seamos serios, seamos responsables: la poesía es otra cosa. Debemos estar alerta, la banalización del espíritu nos asalta por doquier: Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad dijo con funesta contundencia Goebbels y en lo que toca a la palabra poética leída desde Facebook, qué otra cosa que mentiras vendrían a ser los empalagosos y enfermizos likes. Así las cosas, sólo nos resta empezar a soñar con que la lucidez que asiste después de todo al ser humano, logre al fin y al cabo reconocer la poesía que debe quedar, y relegar al justo olvido a la farsante… Rafael Del Castillo Matamoros
6
| ULRIKA 57
VIII Jornadas Universitarias de Poesía Ciudad de Bogotá:
Nuevas voces para la poesía iberoamericana SEGUNDA ENTREGA
Los poetas María Antonieta Flores (Venezuela), Eugenia Gorriño (Argentina) y los colombianos Fernando Linero y John Fitzgerald Torres, fueron cómplices en completar esta primera exploración en torno a la poesía iberoamericana ayudándonos a delinear un panorama en el que nos faltaban, entre otros, ámbitos culturales y líricos como el que nos ofrecen Cuba, Venezuela, Bolivia, Centroamérica y Brasil.
ULRIKA 57 |
7
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
Aproximación a la joven poesía venezolana Para ofrecer un breve panorama de la joven poesía venezolana, me voy a detener en poetas nacidos en la década del 80 y del 90, espectro temporal que se ajusta a lo que se ha denominado la generación milenio. n POR MARÍA ANTONIETA FLORES*
como tendencia. Ante esto hay una actitud natural frente a un mundo donde la virtualidad es ya un carácter definitivo. Tempranamente lógicos, pragmátiEsta generación, marcada por el hecho de ser cos y triunfadores, esta generación busca logros en la nativos digitales y de no conocer un mundo sin in- veintena. Tienen una visión excesivamente horizonternet, posee una psiquis conformada ya no sólo por tal e igualitaria de la realidad. Las redes sociales han la dinámica de los videos juegos como elemento es- acortado las distancias y las jerarquías. Han crecido tructurante, sino por la conectividad como un rasgo marcados por una serie de sucesos encadenados que determinante. Los vínculos humanos se conforman y han llevado al momento actual que se vive. El viernes negro de 1983 derrocó la fantasía de la se mantienen a través de las posibilidades que ofrece internet (desde el tradicional correo electrónico pa- gran Venezuela y su bonanza petrolera; el Caracazo, sando por el sms, Facebook, Twitter, Instagram, Sky- ocurrido el 27 de febrero de 1989, marcó un quiebre en la idea de progreso y triunfo social y señaló el inicio pe, YouTube). de una década que entró en un fracaso distinto al que conoció EL DRAMA DE ESTA GENERACIÓN DE POETAS NO DEJA DE SER INTERESANTE: SI la generación que vivió la deLOS ESCRITORES QUE LOS PRECEDEN SE AGRUPABAN EN TORNO A ESTÉTICAS Y rrota de los sueños de revoluPROPUESTAS RETÓRICAS E IDEOLÓGICAS… LOS DE SU GENERACIÓN SE ENFRENTAN A ción en la década del sesenta. UN HECHO INELUDIBLE: LOS AGRUPAMIENTOS SON DE ÍNDOLE POLÍTICO Los noventa traerían por vía de la violencia y el mesianismo, Hay en estos jóvenes la voracidad natural por la los intentos de golpes de estado del 4 de febrero y del información —con sus efectos de sobreinformación y 27 de noviembre de 1992, y el acceso a la presidencia, desinformación— y, más aún, por la influencia que se por vía del voto democrático, de Hugo Chávez Frías, puede ejercer en su medio de acción, un nuevo valor la cabeza de la intentona golpista del 4 de febrero. Así narcisista. A esto se le suma el contexto sociocultural se sellaba un cambio de rumbo. Esta generación no podía escapar del peso de los donde predomina un paisaje donde resaltan las tribus urbanas, las iniciaciones light del piercing y el tatuaje, hechos y de su atmósfera, ni del miedo ni de la angusla clonación, el terrorismo, la tragedia de las torres ge- tia. Encuentran en el mes de febrero otro sentido, uno melas —émulo siniestro del avión estrellado contra el nuevo: “Febrero es de las mujeres con llanto” escribe Empire State en 1945—, el high tech, los emoticones, Leonardo González-Alcalá. Crecieron temiendo ser la revolución, la aceleración del tiempo, la identidad robados, agredidos, violados e incluso asesinados en líquida, la participación ciudadana y las nuevas mani- su hogar, su calle o en su escuela, cosa desconocida festaciones de la sexualidad, incluida la asexualidad para los escritores que los preceden. Crecieron en una 8
| ULRIKA 57
VENEZUELA
Es con el siglo XXI, cuando tanto el medio literario como el canon se fracturan, reflejo de la división nacional.
ciudad enrejada, con alcabalas en las calles o cobro de peaje para caminar una calle o bajar la escalera de un barrio, con la muerte allí, al lado, con la violencia respirándole ahí en el cuello desde la infancia. Y, crecieron también en un ambiente de gran diversidad y riqueza tecnológica por lo que su relación con el mundo virtual es natural. Estamos ante un imaginario de textura muy distinta que sin desprenderse de las imágenes y símbolos tradicionales, los vive y transforma. Y, a veces, esa transformación es producto de la distancia del lente o la pantalla. De esta manera, suman otros sentidos y privilegian la imagen detenida al movimiento de la vida. Es una generación que escribe en un mundo escindido, en un país que son dos, tal vez tres, y eso se demuestra en eventos, actividades, lugares públicos que se frecuentan, miradas y sospechas, palabras contenidas, manos abiertas o cerradas. El drama de esta generación de poetas no deja de ser interesante: si los escritores que los preceden se agrupaban en torno a estéticas y propuestas retóricas e idelógicas, practicaban el parricidio o reconocían su filiación, los de su generación se enfrentan a un hecho ineludible: los agrupamientos son de índole político. Debe ser desconcertante ver el árbol de la poesía y las raíces que los alimenta con unas ramas cayendo en un cercado y otras en el opuesto por causas ajenas a las supuestamente intrínsecas de la poesía y que restringen su posibilidad de elección e incluso marcan
su libertad de lectura y de escritura, cosa que no vivió la generación que comienza a publicar en la década de los noventa, la mayoría cincuentones y cuarentones, la mayoría con mucho siglo XX a sus espaldas y con decepciones naturales. Mucho menos lo vivió la generación de los ochenta que cuestionaron una nocturnidad que no sólo era estética sino social, política. La noche de Ramos Sucre, la de Vicente Gerbasi, la de Hanni Ossott no son sólo noches interiores. Sus concepciones de la creación artística, de las imágenes y metáforas son otras. Es más frecuente, en algunos casos, que se lean entre ellos. Así ellos mismos se convierten en sus referentes y se convierten en una tribu que se nombra y se promociona. La lectura de la tradición poética busca referentes ubicados treinta o más años atrás. Parecen no reconocer hermanos mayores, buscan padres o, mejor, abuelos en el decir literario. Hay una serie de temas que les pertenecen de manera natural, las múltiples posibilidades de la conectividad y la sensación de los sentimientos portables, enfermedades terminales que forman parte de su cotidianidad, ya se puede hablar del cáncer y del VIH con comodidad, la liberación del amor y del deseo sexual de etiquetas y géneros permite plantear abiertamente la homosexualidad. Temas que no implican ruptura sino diálogo con el momento que viven. En esta generación reaparecen los discursos de lo obsceno que tuvieron buen momento entre los sesenta y setenta y que ya a nadie inquietan ni asombran sino ULRIKA 57 |
9
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
a la misma generación que descubre un decir poético en ellos sin poderse remontar hasta Marcial. Yo, dada a leer lo vinculante y no lo que rompe o difiere, observo que en estos discursos poéticos marcados por un decir sincero y directo, no muestran una ruptura con el discurso anterior, de hecho me asombra el uso reiterado de la anáfora como recurso estructural en el poema. Es decir, se mantiene una retórica poética vinculada a Caneo Arguizones los discursos tradicionales. Ahora, las divisiones son otras e inéditas para el medio literario venezolano, que durante el siglo XX disfrutó de la idea de ser un grupo, una familia que convivía en medio de disputas y maledicencias, complicidades y alianzas, pero que se concebía como una unidad. Es con el siglo XXI, cuando tanto el medio literario como el canon se fracturan, reflejo de la división nacional. Esto generó un doble canon: el oficialista que sólo contaba con Jairo Rojas Rojas pocas voces de prestigio y comenzaba a conformar su propio canon, mientras que el viejo canon persistía apuntalado en voces como las de Eugenio Montejo, Rafael Cadenas, Yolanda Pantin y muchos otros. Se estaba ante una percepción incompleta y no integrada del panorama literario. Algo grave para los nuevos autores cuya obra era, según donde se ubicaran políticamente, percibida parcialmente o ignorada, pues la fractura alcanzaba a los sistemas de distribución. Las librerías, ferias y festivales mostraban una oferta acorde a la posición que tuvieran. Exclusiones y autoexclusiones explican este fenómeno. Los bajos precios de las publicaciones oficiales contrastaban con las privadas, pero el sueño se diluyó y las editoriales oficiales han migrado a plataformas digitales a medida que se sinceraron los precios de las publicaciones. 10
| ULRIKA 57
El panorama literario era otro para esta generación y más cuando la inmigración, vivida como exilio, se ha dado de manera acelerada. Debido a esto, New York se ha convertido en una capital literaria a la que se accede gracias a becas o posibilidades económicas. Habrá que estudiar que efectos discursivos, qué influencias dejará esta formación literaria bajo el filtro neoyorkino. Ante lo que emerge otra división: los que se fueron y los que se quedaron, una clasificación marcada de culpas y acusaciones. Ahora bien, uno de los elementos legitimadores de los jóvenes que desean ver su obra impresa en papel, ha sido el premio Monte Ávila de poesía para autores inéditos. Sin importar posición política, concursan en busca de una edición que legitime sus primeros pasos pues sigue siendo preponderante la edición en papel. Lo cierto es que en la multiplicidad de discursos poéticos que se manifiestan en esta generación, hay testimonios, contradiscursos, denuncias y rechazo a la violencia mientras se elabora una nueva poética del cuerpo. Su habla poética está en deuda con los discursos provocadores de los ’60 y el experimentalismo de los ’70. Pero ya están aceptadas esas expresiones y las grandilocuencias también, al igual que ciertos usos tipográficos, tachaduras, figuras como parte del poema. Más interesante es la construcción verbal del cuerpo y de la sexualidad que están elaborando, un tejido donde femenino y masculino cohabitan con las fronteras borradas manifestándose lo femenino en lo masculino —esto es más notorio y elabora una nueva masculinidad— y viceversa. La mirada hacia el otro y el mirarse rompen las etiquetas de la heterosexualidad y de la homosexualidad como dominantes culturales.
VENEZUELA
pía/ adiestrando sus cuchillos/ para el Por otra parte, hay que dessaqueo y el festín” (Oikos) escribe tacar los discursos poéticos elaboCarlos Iván Padilla, mientras que rados con temprano rigor, temas Víctor Manuel Pinto ofrece otra relacionados con el padre y la visión de la violencia en el poema madre, con la soledad, la muer60: “En traje de baño:/ Señorita certe, el erotismo, el paisaje. Hay en veza: en latas, carteles de licorerías,/ estos casos un reposo de lo inmeGrandes Anuncios en las autopisdiato o, tal vez, más profundidad tas./ Sus medidas son: 2.000.000 interior para procesar los acontede robos/ 22.000 muertos/ 2.000 cimientos. Este rasgo se observa secuestros”. En Putas metamórmás en los nacidos en la década ficas (2012, libro ganador de la del ochenta, mientras que en los XVIII Bienal José Antonio Rapoetas nacidos en los noventa Diana Moncada mos Sucre), María Ruiz esgrime hay una veloz incorporación en el lenguaje de la violencia como el habla poética de términos vinespejo de la violencia cotidiana culados a la conectividad porque nacional, pero toca también otros forma parte de su cotidianidad. temas como en este breve poema Igualmente, hay que destacar que en prosa titulado In – Out: “Contilos más jóvenes son más directos go es sólo el caminar resignado sobre y con un ritmo más cercano a la este timeline tan breve, con el in piprosa. En ambos grupos se manisándome los talones y el out, aplasfiesta el daño de la violencia cotitándome la nariz contra la cara.” y diana y de la represión y aparece así aparece también el tema del una ironía corrosiva, paródica, de deseo. “Mi bestia ha vestido mi cuerla realidad nacional. po/ ha tensado mis huesos/ ha hecho Entre los poetas de esta genede mí, su ser/ y ha destronado para ración se pueden destacar las voces Adalber Salas Hernández siempre/ mis viejas/ y duras/ máscade Willy McKey (1980), Jairo ras.” escribe Diana Moncada en Rojas Rojas (1980), Florencio Cuerpo crepuscular (2015). Quintero (1980), Manuel FihPor su parte, José Miguel Navas trata claramenman (1981), Víctor Manuel Pinto (1982), María Ruiz (1984), Víctor Alarcón (1985), Néstor Men- te el tema homosexual en La próxima textura. En su doza (1985), Alejandro Castro (1986), Adalber Sa- segundo libro, La rosa abstracta (2014), se mete en las Hernández (1987), Leonardo González-Alcalá otras profundidades relacionadas con el amor mater(1987), Caneo Arguizones (1987-2014), Camila no —elabora el proceso del cáncer de su madre hasta Ríos Armas (1989), Diana Moncada (1989), Luis el momento de su muerte— y le da voz a otras muPerozo Cervantes (1989), Otoniel Medina Torrealba jeres enfermas de cáncer, pero empieza a concretar la (1990), Oriette D’Angelo (1990), José Miguel Na- imagen de la mujer que lo habita y del hombre que vas (1992), Manuel Javier Gerardi (1992, inédito), habita en una mujer desde preguntas inocentes: “Hay Jesús Montoya (1993), Carlos Iván Padilla (1993), hombres que se vuelven hombres/ ¿Podrán ellos adquiPamela Rahn Sánchez (1994, inédita), Eliseo Villa- rir la feminidad?// Cómo se construye la feminidad./ ¿Es exclusiva de la mujer?/ ¿Cómo quedan los hombres que fañe (1996, inédito). Hay muchas maneras de elaborar la realidad que son mujeres?” Para luego darle una vuelta de tuerca habitan. “La maleza es lo único que nos cuida/ porque los al tema en este breve poema: “Amaneció/ Lloré a mi caciques están ocupados/ escondiendo nuestro oro del es- Madre/ Único hombre en mí”. Intención que dialoga ULRIKA 57 |
11
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
con poemas de Otoniel Medina Torrealba cuando escribe: “—Hoy quiero ser mujer./ Sustantivo femenino de un llanto,/ un beso. (...) Hoy seré mujer,/ Hoy encarno la casa y sus hechizos,/ regreso a ella cansado del hombre que soy.” La poeta Caneo Arguizones (1987-2014) decidió partir a los 27 años, esa cifra que tanto dice en el mundo del rock. Era miembro del colectivo poético “Las Fulanas Esas” y por ser poeta oficial estuvo en varios festivales internacionales y fue incluida en varias antologías. Publicó un único libro que obtuvo el premio de inéditos ya mencionado en 2011, Zoo: anatomía del insecto (2013). Allí se encuentra el poema Memoria de una sola línea: “Tozudo escultor, talla mi rostro, desfigúrame.” Su muerte le dio mayor visibilidad en el ámbito literario en general, ya dejaba de ser una poeta con una militancia determinada. De los poetas mencionados deseo subrayar las voces de tres poetas: Jairo Rojas Rojas, Adalber Salas Hernández, Leonardo González-Alcalá, cuyas propuestas escriturales poseen el vigor de la tradición. Los tres residen fuera del país al momento cuando esto escribo.
rotos// dios y federación”); el segundo, una reescritura de Poemas de una psicótica (1964) de Ida Gramcko en el que asume una voz femenina y los elementos esenciales tanto de forma como de imágenes, ofreciendo una propuesta única y osada en la poesía venezolana. Éste es uno de sus poemas: “Estos desvaríos me han convertido en humo. Tengo la idea de salvación esculpida en una ventana, un credo donde apareces tú, y te credo. Tengo este amor que ha bastado para sostener desvaríos, altas ventanas, credos falsos”. Quizás el poeta más destacado del grupo que menciono sea Adalber Salas Hernández (1987), quien además es ensayista y traductor. Ya con seis poemarios publicados tiene reconocimientos y proyección internacional. Ganador del Premio de Poesía “Arcipreste de Hita” con Salvoconducto, es éste su poemario directamente comprometido con la realidad nacional. El primer poema comienza con “Caracas, los que van a morir no te saludan” y así se comienza un viaje paródico, lleno de referencias literarias que develan aspectos punzantes de la realidad. Así el poema X (Sonatesco y ripioso): “El presidente está triste,/¿que tendrá el presidente?” o el poema XXX (Carta de Jamaica): “No es una patria; es ESTE BREVE PANORAMA SALUDA LA CONTINUIDAD DE LA una apuesta que perdimos.” Su obra poética, en general, está marcada por la POESÍA VENEZOLANA EN UNA ÉPOCA DE CAMBIOS, FRACTURAS, muerte, la enfermedad y lo nocturno. Su ELABORACIONES Y REELABORACIONES DE LA REALIDAD Y DEL registro escritural alcanza distintos tonos IMAGINARIO COLECTIVO. que convierten a cada uno de sus poemaJairo Rojas Rojas ha recibido varios reconoci- rios en una apuesta cada vez más alta. Escribe en Río mientos entre ellos el premio Fernando Paz Castillo en blanco (2016) este breve poema: “Durante décadas en 2014. Su obra publicada muestra juegos tipográfi- cavaste con el lápiz. Surcos y más surcos en la hoja, bajo cos, dibujos incorporados, juegos de palabras pero no el sol indiferente de la lámpara, En esos tajos que no sanse queda en la forma, hay una lograda integración de gran echaste una semilla pobre. Ahora, después de tanto, temas ancestrales y arquetipales, un tono de canto te preguntas si ese suelo fue alguna vez fértil. Si merecía alucinado que invoca elementos de la poesía arcaica. la terca fe que le entregabas.” Este breve panorama saluda la continuidad de la Su estilo se emparenta con el de Manuel Fihman en sus Caballos hebreos y con algunos textos de Willy poesía venezolana en una época de cambios, fractuMcKey. Es un poeta reconocido por ambos sectores ras, elaboraciones y reelaboraciones de la realidad y del imaginario colectivo. Una poesía que se va escridel medio literario. Leonardo González-Alcalá ha publicado El país biendo marcada por las circunstancias, el panorama de los muertos (2007) y Gesto quebrado (2011). Dos li- inestable y dividido, pero sin perder el abrazo que le bros de tonos muy diferentes. El primero arraigado en brinda la tradición lírica. la realidad nacional (“tiene los labios rotos la contraloría general de mi República/ de tanta noche tiene los labios *Poeta y ensayista venezolana nacida en Caracas en 1960. 12
| ULRIKA 57
CENTROAMÉRICA
Asomos a la novísima poesía centroamericana La novísima poesía centroamericana (esta muestra solo incluye poetas nacidos después de los años setenta) está colmada de expresiones diversas con orígenes distintos: la imagen, la poesía narrativa, la política etcétera. el poeta salvadoreño Roque Dalton entre otros, sin olvidar al inevitable telón de fondo de la figura de Rubén Darío. Después de una lectura desprevenida de esa reAparte de las influencias estrictamente literarias son visibles los aires provenientes del cine, de la mú- ciente poesía, queda la sensación de que para los sica popular, de la pintura. (Un buen ejemplo de ello jóvenes actuales el entorno se les torna confuso, también es la poesía visual que algunos jóvenes de nada distinto de lo que en el pasado le sucedió a mi generación y a las anteriores, acaso por la conMéxico y Cuba tienen dentro de sus propuestas). taminación no sólo del medio ambiente, En algunos casos, la interrelación con sino ideológica, religiosa, política, sumaotras áreas del arte colabora con el surgidas a la reinvención de las ciudades y de miento de una decodificación diferente de las costumbres que hace más escurridiza la expresión poética. una noción de realidad. De aquí deriva Un lugar común es la manifiesta inacaso un desapego tajante a tal o cual catención de desacralizar el pasado histórinon o forma de escritura. Esto favorece el co, lo que termina alterando el halagador Rubén Darío. surgimiento de una pluralidad en la que compromiso de la retórica heredada, ins- Metapa, Nicaragua se aprecian visos de desesperanza, duda, taurando las guías para nuevas aventuras (1867-1916) Referente del sarcasmo e ironía. verbales, ya lejanas de las mentiras del modernismo Así las cosas es difícil hacer un anáprogreso, sin la imperiosa necesidad de literario en lengua lisis pormenorizado de lo que está pasanapropiarse de un lenguaje, sino simple- española do realmente porque en la mayoría de mente con el deseo de rehabilitarlo, algo los casos aún no ha pasado; lo considero que en todas las épocas resulta necesario y saludable. Recordemos a Octavio Paz: “El lenguaje es prematuro porque todavía no se puede hablar de el hombre pero también es el mundo. Es historia y es un corpus determinado, habrá que esperar a que el tiempo nos precise con mayor nitidez el horizonte de biografía; los otros y yo.” No obstante tales circunstancias, estos jóvenes esa novísima poesía, aunque, sin embargo debemos no olvidan que en su pasado cercano tienen mo- decir también, que los autores aquí citados nos dementos fundamentales que es muy difícil no evo- muestran una vez más la fuerza nunca decreciente de car, como el Movimiento de Vanguardia surgido la voluntad del escritor y el carácter universal de la en 1931 y abanderado por José Coronel Urtecho y poesía y sus inquietudes contenidas en cada obra que Pablo Antonio Cuadra; así también como a poetas nace desde todos los rincones del mapa. Es de destacar y lo considero particularmente vade la importancia de Carlos Martínez Rivas, Ernesto Cardenal, Luis Cardoza y Aragón en Guatemala, y lioso la copiosa presencia de mujeres poetas.
n POR FERNANDO LINERO
ULRIKA 57 |
13
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
Esta es apenas una muestra referente que pretende dar noticias de lo que actualmente se sazona en la cocina de la poesía centroamericana, puntualmente en los cuatro países mencionados (República Dominicana, El Salvador, Honduras, y Nicaragua) -esperando para una próxima ocasión extender la
tarea también hacia los demás países que integran la región encontrándonos con los autores de Costa Rica, Panamá y Guatemala. -Algunas son obras que comienzan pero que dejan entrever búsquedas muy personales que las hacen ya parte de un extenso lienzo: el de la tradición del idioma.
Pablo Benítez El Salvador, 1980
Miedo
Fatiga
breve sueño el que nos queda la noche tiembla retumba en las paredes un ruido de cuerpos si Rubén estuviera, tomaría agua o fuego y encendería la luz para observar, fijo, el movimiento de los muertos pero el agua es escasa, la sed nos cubre, el hambre fermenta en esta terrible caverna, ochocientas osamentas están bajo las piedras es la señal de la tiniebla, habrá que mantener abierta la puerta
entreabro el ojo lo cierro hay un pesado rumor sobre mí una lluvia como de gatos alegres y no sé qué hay páginas apuntes un calendario sucio hay un cuerpo en la cama desnudo apagado
14
| ULRIKA 57
CENTROAMÉRICA
Jorge Galán El Salvador, 1973 El testigo
El olor del café
Han pasado los días negros, he visto hacia atrás golondrinas que migran ya no al sur sino siempre hacia el norte, hacia el frío, hacia el acantilado por donde baja el cielo. Días negros como cartas llenas de frases sin terminar. A través de ellos he vuelto hasta esa calle donde existe una casa de una sola ventana y habitaciones en penumbra donde la vida, mi antigua vida, es un residuo de sombra bajo muebles repletos de vestidos manchados por el polvo. En ese breve sitio no queda nadie para mí. Nadie que pueda mirarme y decir una palabra que resuma la noche y la convierta en un punto final. Pero sé que el caldo aún hierve, que la carne y la pasta aún se sirven, incluso en platos más hermosos, y la albahaca florece en las macetas. Sé que los que debían permanecer aún permanecen. Una fotografía o muchas deben decirles que les pertenecí, el dibujo de un plano en la pared, líneas curvas que no tenían fin, como mis piernas y mis labios de entonces; un libro, una receta inexplicable, una canción tristísima, algo debe decirles que aquella fue la casa de mi adolescencia enfebrecida y enfurecida y terrible, un enorme cuento de amor reducido a un reflejo: el de un niño que mira hacia las aguas y comprende la noche.
El olor del café viene de abajo, de ahí donde un perro ladra a la oscuridad, no hay nadie ahí, eso quiero creer pero no importa, el viento se ha aquietado, las aves no han vuelto con la tarde, el silencio ha crecido en las paredes como un mapa del cielo, todo acaba y empieza, no obstante, la tristeza es la misma, por ello, confundido, me asomo al mundo, es nuevo, y sin embargo nada me parece distinto o más hermoso. Me siento en el balcón y observo la ciudad, oscurece, el frío suelta sus trineos, la oscuridad se mueve, dentro de mí la siento, de pronto avanza en mí como otra sangre. Nada parece estar con vida. Los edificios parecieran vacíos. Las calles, como ríos que se volvieron látigos debido a la sequía, se estrellan en la espalda del viento. De lo que debía venir nada viene, salvo el aroma del café que me hace pensar en la otra casa, en el olor de la vainilla, en el lujo de unos zapatos nuevos, en las voces alegres de los tíos y el calor de la madre y al beso de la madre y el padre de mi madre, y el dolor que crecía entre todos nosotros como una gran penumbra y a toda la claridad de esa penumbra, a todo eso vuelvo a través de esta inútil memoria, cuando veo sin quererlo hacia atrás, hacia el centro de ese paisaje de árboles raquíticos donde no queda bosque, ahí donde las épocas del mundo se volvieron memoria de la dicha para dejarnos solos.
ULRIKA 57 |
15
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
Francisco Ruiz Udiel
Nicaragua, 1977 - 31 de diciembre, 2010 Cada cuatro años nace una poeta suicida A Sexton, Plath y Pizarnik Nacidas en 1928, 1932 y 1936 Cada cuatro años la muerte abre la llave del gas de una cocina, se fuma un cigarrillo en el sofá y espera. Otras veces enciende el motor de un automóvil dentro del garaje y canta Chair in the Sky, un poco de jazz no despertará a las muñecas recién maquilladas, piensa. Cada cuatro años la muerte toma anfetaminas para adelgazar, pero se le pasa un poco la mano y ya no despierta. No se pone triste, ni alegre, ni neurótica, no. pero cada cuatro años la muerte amanece lúgubre y observa la tarde roja desde una ventana. Alguien trata de invocarme, dice, y cierra amargamente los ojos. A mí me da pesar, no sé, es como si ella quisiera decirnos o contarnos algo desde su delgado rostro blanco, como si estuviera cansada de estrangular mujeres. Yo la conozco muy poco, pero me consta aborrece su funéreo oficio. Últimamente la han visto respirar cierto aire suicida. Cada cuatro años a la muerte se le irritan los ojos, sabemos que ha llorado, lo sabemos, pero callamos, 16
| ULRIKA 57
sabemos también que busca algún vientre y como ella no tiene el privilegio de la carne materna aferra entonces sus fríos y delgados dedos en el primer ombligo que encuentra. Por eso cada cuatro años algunas niñas ya vienen muertas.
Poema para quedar inmune Llevo una reja en mis dedos una prisión de viento que te habla tócame y seré libre llevo dos ojos que se abren grandes en la noche y un abismo que separa a mi cuerpo de otro cuerpo Cuatro millones de años me encerraron cuenco aire en un costado y me devuelve al suelo incluso la libertad aterra en el último instante No me reconozco en una madrugada de traidores en una hoja oxidada por el olor de mis muertos ni en la fría corteza de los árboles que esperan será que ya me acostumbré a que me entierren en los ojos una amarga tarde y dos agujeros de cielo ¿Qué más puede herirme?
CENTROAMÉRICA
La poetisa nicaragüense doña Claribel Alegría, mentora de Francisco Ruiz Udiel
Poema recitado durante el VI Festival Internacional de Poesía de Granada (Nicaragua, 2010) FOTO: DANIEL ULLOA
Gustavo Campos Honduras, 1984 De tigres y otros signos aparentemente no había cima que alcanzar H. Michaux
pero yo conozco un tigre que se resignó a rugir frente al mar su gesto vencido de olas relamidas desaparecía ante las piedras como el signo en la carencia un hombre era el tigre y su ahogo el mar he visto cómo cabalgan los hombres hechos de un trazo los he visto en un vano intento subir la escalinata de sombras y borrar egoístas su único rasgo ¿dónde está su fuerza, en la fatiga? hombres que escalan el vacío se desarman los he vito poner el pie sobre la oruga y transformarse los he visto en la misma situación de un hombre que se masturba después del acto sobre una hamaca o dentro de un cuadro abrazarse crecerse
subir una colina hasta desintegrarse el destino del hombre es desaparecer sin llegar a alzarse en ambas direcciones divergirse pero aparece un dedo dentro de la imagen antes de disolverse aparece le ha faltado el presente en su vida no había llegado siquiera a conocerse se ha fallado a sí mismo a veces piensa que es hora de reponerse hombres se retuercen en la imagen dan señal desagradable pero yo conozco un hombre azotado por el mar y ese hombre azotado ante el rugido imperecedero se decía a sí mismo: para estar enamorado sé lo que es estar vacío ULRIKA 57 |
17
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
Neftalí Eugenia Castillo República Dominicana, 1979
Avatares Soy el amo de mi destino: Soy el capitán de mi alma. William Ernest Henley
A mi me hirieron en la cabeza sin clemencia y mis dientes volaron a puñetazos. Crecieron en mis encías las margaritas y de mis cienes brotó el vino y la miel. Aunque me pisotearon las manos botas duras mi puño ensangrentado escribió versos tal vez los versos más tristes, como afirmó Neruda, o tal vez los últimos de esa noche de angustia. Yo fui construyendo mi destino entre avatares entre miradas chuecas vislumbré el camino. Y cuando ya todos me daban por muerto Entoné una canción desde las brumas.
18
| ULRIKA 57
CUBA
Nuevas voces desde Cuba “Revolución, es cambiar todo lo que debe ser cambiado...” Fidel Castro
Cuba es, siempre ha sido, y será, un lugar aparte en el mundo… otro mundo. Más allá de las discrepancias y desacuerdos que se pueden tener con respecto a un sistema dado, fundamentalmente a una forma de vivir que despierta en cada uno una sensibilidad especial y una forma distinta de ver las cosas (aunque controversial sobre todo si de la libertad se trata), tampoco se puede dejar de reconocer su valor único y encantador en todo sentido… Una cosa aparte es el engranaje del poder con su vulneración a derechos civiles en que se cae finalmente y la ambición innegable de riquezas que trasciende a todos los modelos políticos, todas las buenas intenciones pasadas, ya cualquiera sea su bandera, lastimosamente en detrimento de los ciudadanos (más aún donde la regla ha sido la carencia y/o la pobreza generalizada).- En todo caso siempre es saludable, por lo menos en lo que toca a la poesía, procurar salirse de lo que ofrece el sistema, hacerle el quite a lo sancionado. Desde esta perspectiva procuramos detenernos en algunos poetas cuya procedencia o actitud vital pudieran chocar con lo políticamente correcto en su contexto tan particular: los apartados de la política y sus rituales de partido, los desconectados del tic universal que significan las redes sociales. Yanira Marimón, por ejemplo, hija de un poeta bohemio y desatento a los formalismos que por ello mismo y pese a contar con una obra de valía, apenas ahora viene a recibir algún reconocimiento; historias de vida que se reflejan con nitidez en la obra de su hija; o Frank Castell, con una honestidad incorruptible y una forma de ver y de escribir la realidad des-
Arriba, Remedios, Ciego de Ávila, Cuba 2010. Abajo, al interior de la Biblioteca Nacional José Martí, en Santa Clara. FOTOS: EUGENIA GORRIÑO
Tertulia en la librería Fayad Jamís, La Habana.
ULRIKA 57 |
19
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
prevenido de cualquier imposición. Pero siempre sin desconocer a los consentidos en las mieles del sistema, porque a través de los tiempos se nos ha demostrado que desde allí también se puede enviar señales de desconcierto o estupor: los poetas y artistas cortesanos, los bufones del rey, diciéndole verdades desde la ironía, el humor o la metáfora inteligente.
Yanira Marimón junto a su padre, el poeta Luis Marimón
Yanira Marimón Rodríguez Matanzas, 1971
Contemplación vs. Acto También es la vida aquello que sin pasar pasa y nos revuelve y cansa lo que apenas percibimos la muerte que llega despacio para hacer lo suyo: horadar huesos carne alma. La escena rural que vemos desde la ventanilla de un tren en la que un hombre se despide (quizás por última vez) de su mujer y de sus hijos. La fatiga por lo que hacemos y por aquello que no alcanzamos a hacer (nosotros, soldaditos tambaleantes) Las palmas deliciosas que a lo lejos parecen decirnos también de su cansancio. Todo se repite como en el ciclo del agua (pero de forma más sintética) Contemplación vs. acto Acto vs. contemplación. Vida cíclica esta donde nos ha tocado ser los contemplativos: 20
| ULRIKA 57
José Raúl Ángel Luis esos nombres esos desconocidos de ojos enormes y expectantes. (muertos siempre vivos) Es simple amor: en esta orilla sólo sobrevivimos como la mala hierba o estatuas de mármol sitiadas por el agua.
CUBA
Frank Castell Puerto Padre, 1976 Frente a la pared Cuando el dolor te atrape no disimules ni pretendas ser un elegido porque el dolor se marcha y lo demás es solo escombro, (agua turbia que siempre ha sido turbia). Cuando tus pasos van, sedientos de no ser tu última razón, no recuerdes la infancia, ni persigas el fin que no te corresponde, porque la historia es una foto absurda en la que aún no eres bienvenido.
5 P.M. Me falta la razón para llegar a cualquier sitio, la música, el secreto de la libertad y un poema que me haga imprescindible. Me falta el niño que fui, la sombra para ser eterno como Borges, el gozo de vivir lejos de las premoniciones. Me faltan los amigos, las manos, la fuente donde beber y no arrojar los sueños. Tantas cosas me faltan hoy.
Verdades de la vida náufraga Cada sueño tiene algo de Fénix. Abre heridas o silogismos o zonas muertas. Cada verdad tiene su precio, su viaje sin milagros. Cada dolor tiene su música.
ULRIKA 57 |
21
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
Sergio García Zamora Esperanza, 1986
Viviendo en Matanzas Sales a las cinco de la mano con tu amor. Cruzas y recruzas sobre el San Juan murmurante. Has vivido siempre con el río a la cintura: Escamandro personal, devenir heraclitano. Cruzas y recruzas sobre la vida de quien es para tu vida un puente. Muchachos altos como bagás cabecean en la orilla. Junto a la Ermita de Monserrate habrás hecho tal vez tu confesión: no pensaste escribir la palabra loma, miedo provincial a decir altísima loma y quedar en soledad como ha quedado el sueño de Cuba en la manigua.
Sales a las cinco hacia la entraña del día mambí. Avanzas entre la gente que marcha a sus trabajos, entre la gente que vive medio aturdida, medio degollada.
22
| ULRIKA 57
CUBA
Legna Rodríguez Iglesias Camagüey, 1984 Querida lluvia: Soy hija de Engels. También soy escritora. Escribo un libro de cuentos. Quizá lo lea cualquier gente. La condición es que quiera. El tío Marx tiene una máquina de escribir. Me prometió que cuando se quitara la barba sería mía. Aunque el tío Marx adora su barba. Papá tiene otra máquina de escribir. Pero está rota y arreglarla cuesta al menos un montón de publicaciones. (... ) Papá y mamá se están separando. Antes, a mamá le gustaba que papá la llevara a ver puestas de sol, y a papá le gustaba que mamá le comprara gel para el pelo. Ahora papá ya no invita a mamá porque dice que es invierno. Y mamá le responde que siempre ha existido el invierno y las puestas de sol nunca se han terminado. Y papá continúa con eso de que este invierno es auténticamente extraño. Entonces mamá resuelve no comprar más gel para el pelo. En realidad mamá no puede vivir sin las puestas de sol; y papá no puede vivir sin su gel; por lo que yo no puedo vivir sin mamá y papá. Han llegado juntas la noche y Tú. Papá busca su paraguas. Mamá tiene ganas de llorar. Papá también tiene ganas de hacerlo, aunque el paraguas le tape la cara. Entonces mamá se arrepiente y se saca de la manga un gel para el pelo. Papá guarda el gel en su bolsillo y sonríe asomando una puesta de sol.
ULRIKA 57 |
23
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
Una instantánea casual de la joven poesía brasileña
zás merced a su aislamiento histórico y lingüístico le ha sido esquivo por demasiado tiempo; más del 75 por ciento de la población del Brasil vive hoy en ciuUna panorámica enmarca el paisaje hacia el cual dades de más de un millón de habitantes, con una se orienta la mirada, mientras opera tras ella la inten- creciente clase media vigorosa y exigente, que sución de la totalidad. Lejos de una motivación similar, perada la dictadura militar de la segunda mitad del la toma espontánea y desmañada, suele prescindir de siglo anterior, ha buscado tender puentes en todas las la pose y apuesta por el propósito más humilde de lo direcciones. Puentes significativos son, para nuestro fragmentario. Más cercana a esta segunda dimensión, caso, las varias antologías, no muchas en realidad, ofrecemos una mirada repentina y casual, una instan- que de poetas brasileños se han vertido al español tánea perpetrada sobre la más fresca producción de un en las últimas tres décadas (precedidas por aquella país poético inmenso y para nosotros injustamente emblemática llamada precisamente Puentes/Pontes), así como las traducciones de obras y antologías de extraño: la joven poesía brasileña. Como la toma que se efectúa de manera epi- poetas hispanoamericanos que han hecho el camino sódica en una reunión familiar mediante cualquier inverso en ese mismo período, con un verdadero esmutante tecnológico, esta mirada reproduce lo que fuerzo urgente y sistemático. Acerca de las primeras se esperaría encontrar dadas las circunstancias de no- vale la pena resaltar la Antología de poesía brasileña vedad, y de ser el paisaje el de cualquier continente del español Ángel Crespo, Una antología de la poesía poético, sea cual fuere su perfil o su latitud. Y una brasileña de la norteamericana Elizabeth Bishop, Poecondición por completo arbitraria impuesta por los sía Contemporánea del Brasil del argentino Santiago ojos de este lector y a solicitud manifiesta de quien Kovadloff, Once poetas brasileños con versiones de dirige esta revista: que el autor no rebase los 46 años, John Galán y la más reciente selección ¿Qué será de un límite que permita calificarlo realmente como jo- ti? Poesía joven de Brasil del mejicano Luis Aguilar. Ahora bien, conviene anticipar que los gestos ven y que a la postre le confiera por clara cronología integrar para la historia de las letras de su país una capturados en la presente toma no son de manera alguna insospechados, aunque nadie podrá ignorar en generación. ellos la lozanía, el vigor, el ímpetu y el deEN LO QUE SE REFIERE A ESTA BREVÍSIMA MUESTRA, DESTACA seo de abarcar el cosmos con sus preguntas EN ESTOS JÓVENES POETAS, TODOS DE FORMACIÓN ACADÉMICA y explicaciones. Por lo demás, considero que destacar los lugares comunes quizás Y EMPEÑADOS CON ÉXITO EN LA GESTIÓN CULTURAL, LA permita, en contraste, subrayar los rasgos AUSENCIA DE DECLARACIONES O MANIFIESTOS DE GRUPO individuales de los jóvenes poetas que enBrasil es hoy en día un país netamente urbano traron en esta muestra, un ejercicio que deparo felizque intenta dialogar con la realidad internacional, mente al lector que quiera seguirles el rastro (a ellos o apropiándose con urgencia de ese contexto que qui- a sus palabras); en esta toma casual y (según se mire)
n POR JOHN FITZGERALD TORRES
24
| ULRIKA 57
BRASIL
Carlos Drummond de Andrade
arbitraria, aparecen los poetas Fabiana Faleiro (n. 1980), Elisa Andrade Buzzo (n. 1981), Ricardo Rizzo (n. 1981), Mariano M (n. 1982), Bruma Beber (n. 1984), Lucas Viriato (n. 1984), Renan Nuerberger (n. 1986), Thiago Ponce de Moraes (n. 1986), y Leonardo Gandolfi (n. 1986). A primera vista, saltan a los ojos los matices diversos y desacompasados que nos advierten pronto de la aparente polifonía. En sus palabras descubrimos rasgos de una discreta experimentación como la ausencia de puntuación o de letras mayúsculas, la sintaxis alterada pero sin mucho sobresalto, el hermetismo moderado y la concreción sin pirotecnia. De igual manera resulta recurrente el monologuismo adherido con frecuencia al sesgo autobiográfico, la abstracción del entorno o el realismo deliberado como marco de la experiencia, la indagación metalingüística como resultado de la crítica a los recursos del lenguaje, la ironía y el humor como atributos propios de un sentimiento urbano desenfadado, una actitud alejada del costumbrismo y el localismo, más cosmopolita y plural, menos concentrada en la insistencia de una identidad nacional o cultural (lo que para la poesía brasileña se había constituido durante décadas en un imperativo que era más una suerte de lastre estético). En lo que se refiere a esta brevísima muestra, destaca en estos jóvenes poetas, todos de formación académica y empeñados con éxito en la gestión cultural, la ausencia de declaraciones o manifiestos de grupo si bien, con seguridad, es una idea que ha pasado numerosas veces por sus cabezas y algo del gregarismo de
las generaciones anteriores posiblemente permanece latente en sus arterias (diríamos incluso que desde aquellas célebres Academias Brasílicas del XVIII, la de los Olvidados, los Renacidos y los Felices). Por otra parte, como seguramente acontece en casi todo nuestro continente, la industria editorial brasileña de grandes alcances se esmera en ignorar su producción y se reproduce allí el fenómeno de las pequeñas y efímeras editoriales independientes que a la ciega hacen sus apuestas en un mercado que exige el mensaje fácil y la vulgarización de las emociones. Y como de igual manera ocurre en todas partes, la circulación virtual vía electrónica ha significado tanto una plataforma de difusión para su trabajo como el escenario de lo deleznable en el que sus líneas pueden naufragar en los vórtices del sumidero. Hablemos en segundo lugar de la búsqueda de una voz propia; estos poetas persiguen también la configuración de una identidad poética que les haga reconocibles desde la formulación manifiesta del poema, trastabillando con entusiasmo sobre las aristas de la existencia, sobrevolando una y otra vez con relativa suerte sobre esas “pocas experiencias fundamentales” a las que se refiere Borges. Por tanto, en todos ellos los registros cambian sin previo aviso, en general las atmósferas resultan indefinidas, la mirada salta sin problemas del cosmos al detalle, de lo trascendente a lo baladí, del acento grave al coloquial, del aire formal al desmañado. Inclusive, un mismo libro de un autor puede resultar polifónico merced ULRIKA 57 |
25
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
tructivismo, objetualismo o moa esa intención de búsqueda que dernismo, o más recientemente justifica la variación: de una págimarginalismo o neobarroco, desna donde campea el intimismo a estima desde luego las otras líneas otra donde el objetivismo lleva la pero no supone necesariamente batuta, de un aire de concreción una fractura. Ecos hay por todos y síntesis al circunloquio, de la lados de aquellas vanguardias y de definición rotunda al fragmento sus poetas estelares como Manuel abstracto… Bandeira, Carlos Drummond de Y en esa ruta de exploración, Andrade, Joao Cabral de Melo resalta el riesgo y la voluntad Neto, o incluso de irrecusables de experimentación que, desde como los hermanos De Campos, luego inmanente a su condición Haroldo y Agustín, Decio Pignapúber, alienta el paso del poeta Affonso Romano de Sant´Anna tari (que en pleno desarrollismo hacia la disonancia. Cuando la de los 60s clamaba “Guárdense exploración no es un fin en sí sus lamentos personales o demamisma (lo que a más de un poeta en esa y en otras naciones le ha costado el extravío), gógicos y traten de construir poemas a la altura de tras ella se mueve el deseo secreto de la avenencia: los objetos industriales, racionalmente planeados y encontrar por fin el nicho desde el cual resulte “legí- producidos”) y Ferreira Gullar, abanderados ellos de timo” y convalidado el canto, un lugar no obstante ese proyecto único que alcanzó difusión mayor fuera que se desea disonante entre las disonancias, la figura de las fronteras de su país, pero que pareció agotarse desenfocada que huye a la multitud en trance de foto durante las décadas que les siguieron. Incluso diría que resuenan acordes de interlocuy que concede a la toma un aura distinta y memoratores más recientes como D’acosta e Silva y Affonso ble. Fin en sí mismo o trámite legítimo, la exploración Romano de Sant´Anna, y de esas ínsulas dentro de la en estas voces se da por descontada, si bien el cauce ínsula, que han sido voces como las de Geraldino Brade sus palabras fluye en medio de mesuras y cálculos sil y Jose Paulo Paes (modulaciones descubiertas con estéticos, con evidencia aprendidos de la lectura de tardanza en la propia Isla Brasil, y que fueron vertidas sus antecesores, coterráneos y foráneos (aquí cabe se- con acierto incuestionable al español por los poetas ñalar que en las últimas décadas ya no solo la poesía colombianos Jaime Jaramillo y Mauricio Contreras, portuguesa y la norteamericana lideran esa lectura, y respectivamente). Y algo también resuena en ellos de que la apertura de las fronteras hacia el resto del con- los marginalistas y neobarrocos que les antecedieron tinente ha renovado afortunadamente el panorama inmediatamente, y si escarbáramos más a profundidad sin duda descubriríamos el diálogo continuo con voces referencial) Y por supuesto, como un animal inasible, entre de la generación más próxima (Jorge Lúcio de Camellos la resolución de la obvia dicotomía entre tra- pos, Roberto Piva, Claudio Daniel, Virna Texeira, Fadición y ruptura que, salvoconducto insalvable para biano Calixto, Paulo Ferraz, Pádua Fernandes) cuyos cualquier nueva generación, les pone contra la pa- caminos no han terminado por definirse. Ajustemos el zoom y veámoslos más de cerca. red, como un imperativo definitorio de sus propias márgenes. Es de señalar que por lo pronto a ninguno Con una dicción muy particular, que a veces se ande estos poetas, al menos no entre los que entran en toja un balbuceo melódico, Fabiana Faleiros (1980) esta toma ni entre quienes se pasó revista para que incursiona en una poesía llena de plasticidad, hay un entraran, se le puede sindicar de parricidio explícito. decir entre líneas que en contrapunteo con el silencio Que como herederos se inscriban en uno u otro nos sorprende asomados al espejo del poema; sus ritfilón estético, en una tal o cual percepción o valo- mos son los de la danza y la imagen, sus intenciones ración de la realidad, llámese concretismo, cons- estéticas rebasan la página escrita y se desbordan en la 26
| ULRIKA 57
BRASIL
performance, la pintura y la escena; algunos poemas de su libro Como crear para sí objetos sólidos: … no sé cómo amas lo desconozco no sé cuáles son tus motivos por ejemplo desconozco cuando amas si sabes cuándo amas si lo sabes por ejemplo si amas y por qué motivo
… Las letras que pasan o detenidas en los letreros las luces prendidas una a una dentro de la casa mientras camina duda vestida y sin desespero un antro un movimiento suyo con la cabeza para escribir antes que olvide cuál reloj tiene la hora verdadera
… La cara es la parte más expresiva del cuerpo debido a la alta proximidad al cerebro Lanzado en nuestro extremo mayor un dedo aparece como un indicador de la mano Lejos del cerebro y cerca de la tierra están las plantas de los pies
Por su parte, la poesía de Ricardo Rizzo (1981) es quizás una de las más ambiciosas, su expresión discurre con un prosaísmo comedido que apela a la descripción escueta y en ocasiones a la narración, enfilado no obstante al cuestionamiento trascendental revestido de humor ácido; hay allí una especial atención a las figuras que caracterizan el desarraigo y
la marginalidad en las fronteras de una sociedad acuciada por la tecnología:
Donde el dolor no tiene razón Rosana perdió un brazo recientemente (mientras buceaba) y le falta el rostro a Marcelo después del accidente. Marina no tiene útero, Cicero vendió el bazo, Déborah se raspó las rodillas en algún bar de carretera. Verónica enterró la lengua junto con el abuelo Eduardo decidió arrancarse los incómodos dedos del pie que acumulaban suciedad. Estos amigos míos viven pidiendo favores del tipo: “llévame al baño, ponme en la ventana, alquila una película” a los que yo me niego para mostrarles la utilidad de cada parte del cuerpo en que vivimos.
Es la voz de Bruma Beber (1984) la más intimista y secreta de esta selección, sus líneas son murmullos en sotto vocce, su atmósfera reservada, su discurso reflexiona para sí con una delicadeza cercana a la confesión escrupulosa:
presa debe ser peligroso ese gusto recurrente de incendio en la boca mas no hay saliva que apagar no hay saliva que apague por eso hablo poco no sé lo que de hecho quema cierro la boca y el fuego sale por la nariz respiro mal, mi aire es cualquier humareda ULRIKA 57 |
27
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
quería un buen sabor, quería piernas para salir corriendo.
Es suyo este poema que alude a la continuidad del diálogo generacional, con un discretísimo matiz de crítica:
Río de Janeth llueven ríos mas aquí es el mar el que lleva a la princesita de Braguinha para oler polvo con Tom y la Garota de Ipanema y Vinicius en Copacabana Drummond nos espera sentado atento a la hora para ver las bailarinas meciendo las manos en el aire acondicionado del Municipal.
Leamos ahora algo del poeta Lucas Viriato (1984) cuyo aliento contenido se desplaza en medio de los objetos de la cotidianidad, próximo a un perfil epigramático; un secreto aire lúdico que busca llamar la atención sobre la “oscura profundidad de la superficie” parece subyacer a su entonación juvenil:
no me sacan de donde estoy
la ascensorista la primera vez que vi a Teresa fue hoy por la mañana cuando bajé en el ascensor vi a Teresa otra vez hoy en la tarde cuando subí en el ascensor. No vi nada la tercera vez bajé por la escalera
genética del cuerpo del ratón al cuerpo de la gente un salto de gato
Un tono maduro de aire enjuiciador es el que alienta los poemas de Elisa Andrade Buzzo (1981); sus palabras suenan urgidas, convocantes, hay ecos en ellas de cierta línea afincada en la crítica social y política, situadas desde esa orilla que denuncia el malestar de lo que se suele entender como propicio:
haikú del verano
América
de infinitas lágrimas y salvado de fécula se hacen las playas
Es preciso amar rápidamente leer todos los libros interesantes pintar los cuadros con urgencia transformar toda harina en pan registrar todos los sentimientos
distancia antes de que sean cortadas las cabezas. los textos de botánica no huelen como las flores la receta del budín no tiene almíbar ni sabor el retrato de la abuela no se queja de dolores mis películas de viaje 28
| ULRIKA 57
Omnibus atascado Feo accidente en el cruce en el cambio de sentido conductor y cobrador deciden el sexo de los ángeles El ómnibus no cabe
BRASIL
por debajo del puente los pasajeros pobres gatos corren serio riesgo de vida y no me importa (si llego o no) la mano de niemeyer con el mapa de américa latina recuerda mi corazón sangriento
De otro lado tenemos los enigmáticos poemas de Mariano Marovatto (1982), muchas veces abruptos, virados de repente al punto que se antojan fragmentos de un espejo lingüístico que buscan recomponer la imagen igualmente escindida del hombre de nuestros días:
tomaré en mis brazos (el cuerpo pende) como racimo de uvas, un recuerdo de infancia, un ideal, una simiente, una cría de cebra, el ejemplar de un viejo libro, una lengua extranjera.
Discursivos y melódicamente retóricos, varios de los poemas de Leonardo Gandolfi (1986) son de largo aliento. Su voz sorprende por lo madura y entusiasta, circunloquial y a veces vehemente, si bien una extraña atmósfera nostálgica campea entre sus líneas; veamos uno de sus escasos poemas breves y un fragmento de otro:
Poema can-pequinés de la dinastía Tang El convoy pasa junto a la ventana carros, auto-carros y bocinas también Desde dentro del Hotel Roma pienso en cómo volver al estado original del hombre Expulsa tu sapiencia infame y asume tus ímpetus de poeta.
Experimental pero sin demasiada disonancia resulta la propuesta de Renan Nuerberger (1986). Encabalgamientos caprichosos, cortes abruptos, torceduras del verso para exprimirle su sentido; algo de ese enfado genuino propio del escéptico, del que reclama frentero sin nada que perder:
Canción Cuando nos encontramos, encontramos también dos veces la muerte. Una en el pasado, al de su abuela; otra en el futuro, la de mi madre. El semáforo cambia, estoy atrasado y creo que está claro o ha quedado claro que el problema no es nuestra muerte, sino la de los otros. Fue eso lo que nos acercó, ¿será eso lo que nos separará? El semáforo cambia y mañana es sábado y si el tiempo es bueno, quisiera ir a la playa.
Gullariana Pedro y la trampa (Fragmento) De todo amor estaré muerto y aunque muerto de cansancio o de hambre (que contra los incendios y secuestros no hay metáforas ni salidas) acunaré su noche (los cristales me escuchan), la
Nunca me gustó realmente la poesía, mucho menos la de Manuel Bandeira y los pajaritos pero saldar cuentas cuesta caro –sea en relación con el gato, se a en relación con los libros no importa: se trata de un camino por ahora sin regreso. Capas de fechas olvidadas o por olvidar bajo puntos de vista de gente que pueden o no agradarnos (da lo mismo) ULRIKA 57 |
29
NUEVAS VOCES PARA LA POESÍA IBEROAMERICANA
hasta llegar con la acumulación al estrecho y hondo abismo de cómo y por qué un día nos embrutecimos.
Para cerrar la imagen, demos un vistazo a la contemplación trascendental del cuerpo amado, imbuida de una ternura que contrasta con la acritud del entorno, en un diálogo íntimo con el instante y la circunstancia en dos poemas de Thiago Ponce de Moraes (1986), el más joven del grupo: la belleza que tienes, no la que das roza la eternidad en mis ojos. Bajo los árboles de la sombra que la naturaleza concede, Siento tus dedos leves reposar en mi nuca. Tus labios breves –tu piel–, dispersa mi voz: instantes de la tarde. Sobre mi pecho echada lanzas tu sombra, tus cabellos, la belleza que tienes: es efímera y me basta. Todavía La eternidad. La palabra sin sombra, los nombres duermen, balbucean la pronunciación en tu boca. Tus cabellos y tú, entregados al devaneo, sueltos como hojas de un árbol cayendo en el olvido. En la raíz del día, abajo, en el éter de la nostalgia, en los muros silenciosos de la ciudad en que sueñas –interrumpida.
30
| ULRIKA 57
Por último, a riesgo de que en breve el futuro contradiga lo dicho, todos los poetas que aparecen en esta toma están empeñados con más o menos ímpetu en aplicarse a fondo en los laberintos de la realidad, de donde retornan a menudo con la desazón que permanece abundando en el gusto después del mordisco, percibiendo al mundo sensible incluso como un obstáculo frente a lo esencial o como el vidrio opaco que no les permite apreciar en toda su dimensión verdadera al hombre contemporáneo. El acontecer vital discurre en una realidad que resulta onerosa y que merced al artilugio del poema conviene hacer trizas: gracias al poder conjurante del poema se ansía romper el cristal esmerilado de lo tangible para que emerja la criatura humana en su desnudez plena. Por tanto, el todo informe y caótico que resulta el mundo real puede desglosarse en detalles, se desmenuza en los pormenores de la existencia para que la luz aflore por los intersticios, para que a partir de la dilución del fragmento ordinario se despeje a su vez el velo del mundo. Se trata de una intención encomiable que ya prefiguraba el recientemente fallecido Ferreira Gullar hacía un par de décadas: extraer de los fenómenos banales de la cotidianidad la esencia del espíritu. Es un camino, solo otro posible, a recorrer, o bien, a continuar, o bien, a dejar de lado, o bien, a desandar… la joven poesía de Brasil da sus primeros pasos.
BOLIVIA
Jorge Carlos Ruíz de la Quintana:
nuestro hombre en Bolivia A colación de la muestra realizada en Ulrika 56 entre los representantes jóvenes de la poesía boliviana, y uno de nuestros más diligentes colaboradores de nuestros proyectos en su país, publicamos en esta segunda entrega dos de sus textos del libro Estados Naturales (La Paz, marzo de 2016, edición especial numerada). Pasadizo de luz
Markas
Cuando al fin memoricé cada nota de aquella canción, me sorprendí divisando en el horizonte un sol inmenso, haz sorprendente y luminoso, fuego frío de una llama invisible.
Recordame como un ejército absurdo y temerario
Todo el mar se escurrió bajo mis manos y me fui deslizando. Brillante tormenta, cristal arrugado, cometa total; todo eso era y nada también era.
la ternura y los abrazos
Oí los gemidos, el mundo tremía, yo mismo vibraba de espanto y de hermosura.
como una burla Nunca fuimos más de lo que nos permitió el lenguaje
Es aquello lo único que soporta todos los finales y se reproduce inventando otros nombres para ti y para mi Me voy para esconderme en tu memoria justo para que no me encuentres
Mi cabeza se arroja al abismo, el portal se ensancha a mi paso, la luz abre sus brazos y me cobija; soy una epifanía.
Voy a dejar que los caminos te invoquen y pierdan la prisa me rodearé de testigos de mi locura
La bocanada de aire me estremece y me inflamo. Como un fueguito desembarco en un mundo extraño, sintiendo miles de cosas. Lloro, porque lloro; y ya recuerdo… y extraño… y tengo miedo…
Recostado, un viejo poema me consuela: Pum pum, pum pum, pum pum…
para perder por fin mis zapatos y aplastar toda la tierra húmeda con el mismo nombre que le has puesto a tu mirada.
POETAS INVITADOS VIII JORNADAS UNIVERSITARIAS DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTÁ
VIII Jornadas Universitarias de Poesía Ciudad de Bogotá: En esta segunda entrega también presentamos una breve muestra de invitados al evento, y de la finlandesa Aino Huusko, que nos acompañó con su participación en estas octavas Jornadas enriqueciendo con su voz esta apuesta generacional.
Pablo Estrada (Bogotá, Colombia) fe y alegría Fe y Alegría se llamaba el colegio donde mis hermanos menores estudiaron en una época cuando lo que menos había —en nuestra familia— era precisamente eso. vivíamos en un barrio pobre en la ladera de un cerro donde el viento pega fuerte y la hierba crece alta. papá recién había muerto y habíamos quedado en la ruina —tanto moral como económica—, mamá trabajaba muy muy duro para llevar el pan a casa. las esperanzas estaban puestas en mí que empezaba la universidad pero yo sabía que no representaba ningún porvenir para nadie, ni para mí mismo siquiera. hambre, pobreza, frío, mugre, desesperación y angustia, mucha miseria, nada alentador —no quiero recordar más
32
| ULRIKA 57
para evitar resentimientos—, eso era todo lo que había pero fe: ninguna y esperanza, menos luego mis hermanos estudiaban en otros colegios —no sé los nombres— y las cosas ya no estaban tan mal; aunque persistían las dificultades, sobre todo económicas. pero a veces —en medio de nuestras crisis internas y la agobiante realidad externa— creía detectar un gesto de alegría, un brillo de esperanza en su mirada. quizá era, como dicen los pobres: la fe es lo último que se pierde y la felicidad no está en lo que tienes sino más bien en lo que eres… lo que quiera que seas, yo agregaría.
ANTOLOGÍA
Óscar Pinto Siabatto (Bogotá, 1976)
Húmedo paisaje
Mamá trabaja
Creer que es música vibrante la del arroyo en batiente y suspirar por el haz del filo de la ola de lleno asido a la luz. Descubrir de a poco la furia del embate, el ritmo colorido de las gotas que agolpadas cestean perladas los lisos claros del dorso. Caída con deseo la rama en la acequia anhelante de eficaz sentido plácidas de sed colmada de calor abrevado en la frescura. Y así, con el tiempo de lluvia a favor, sumergido largas noches en la creciente, aislada del resto del aire atrapado en luz, ensimismado en flor, oigo cada uno de sus pliegues resquebrajados uno a uno, huelo la madera podrida en ficticia dicha rota en vida gris. Y justo ya, henchido de deseo el húmedo paisaje se desvanece para siempre.
Cada mañana en medio de la bruma mi madre desarruga sus caderas y se desviste de su cama. Con prisa alista su rutina, se encomienda, se organiza. Sigilosa pone cada río en su lugar la sal que condimenta el plato la primavera de sus manos en mi otoño solipsista. Y poniendo trampas al bullicio riega con amor las camas de los que sueñan sin afán. Antes de despuntar el alba, casi en medio de la noche sale de la casa asciende a su responsabilidad como a un velero va a navegar su nuevo día.
ULRIKA 57 |
33
POETAS INVITADOS VIII JORNADAS UNIVERSITARIAS DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTÁ
Aino Huusko
(Vigti, Nummela, Finlandia 1980)
Entra Mugre Cuelgo la ropa sucia directamente de una canasta húmeda. Cuento la cantidad en kilos pasando la factura de mi mano derecha a la izquierda (una prima un tanto reticente, sin mucho en común). Barro el fino polvo de afuera diciendo, siéntase como en casa y piso cada caca de perro con la que las flores florecen en las calles. El espesor de las huellas se vuelve un tapete o un camino menos deambulado; Me atrevo a dejar todos los traseros de la familia sin limpiar y no separo la ropa de llevar de día de la de noche. Visto un olor acre, como bosque tras un chaparrón, un lago hurgado; patas arriba con el sedimento en el cielo. La mugre siempre se acomoda sola, las apariencias entran. Nómbralas en desorden.
Lika Toinen puoli ruokaa Pistän pyykkejä kuivumaan suoraan vettyneestä likapyykkikorista. Lasken määrän kiloissa. Ojennan laskun oikeasta kädestä vasempaani (se jäykkäliikkeinen serkku, ei paljon yhteistä). Lakaisen hienojakoista hiekkaa kaduilta sisälle, sanon: ´Asettukaa taloksi´ ja astun joka koiran kakkaan, joiden takia kukat kukoistavat pientareilla. Kengänjälkien tiheytymästä käypä matto tai uusi polku: Jätän kaikki perheen pyllyt pyyhkimättä, sotken rättijärjestelmäni enkä käytä erikseen yö- ja päivävaatteita. Haisen väkevältä kuin metsä armottoman rankkasateen jälkeen; järvi myllättynä, ylösalaisin, pohjan kuonat taivaissa. Sakka laskee aina, alkaa näennäisyydet. Nimeä ne ilman järjestelmää.
34
| ULRIKA 57
ANTOLOGÍA
Manzanero Arremeto contra mí en todas las otras personas. Entre más cercanas son más breve el sobresalto. Con ojos vendados en un hogar desconocido; el terreno más árido floreció solo; no dió fruto. Estoy robando manzanas de árboles aledaños, quebrando ramas guardando agua, deformando imágenes.
Apple Orchard I attack my self in every other person. The closer they are, the shorter the jump. Blindfolded onto unknown home; the driest territory, blossomed alone; bore no fruit. I’m stealing apples from neighbouring trees, breaking branches, saving water, distorting images.
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
36
| ULRIKA 57
SEMBLANZAS
Presencia de Guillermo Martínez González 1952 - septiembre 26 de 2016 A nuestro entrañable poeta Guillermo Martínez González, lo recuerdan aquí sus amigos y colegas. Agradecemos el apoyo fotográfico de Margarita Losada y Milcíades Arévalo.
ULRIKA 57 |
37
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
Semblanza n POR EVELIO ROSERO Desde hace años conocimos al poeta Guillermo Martínez. Al principio, en esa cafetería de la séptima, a una orilla de la Librería Nacional, o tres pisos arriba, en la oficina de su tío, donde muchas noches departimos, y después, con el correr de los años, en los diferentes sitios donde Guillermo instaló la librería Trilce, su librería, que más que una empresa de vender libros era un punto de reunión, un hogar de desarraigados, de poetas y de músicos, donde siempre nos sentimos como en casa, y eso porque era la casa de un poeta, de un amigo generoso, de alguien, sobre todo, que sabía escuchar. Cuánta falta empieza a hacer, entonces, esa casa suya, la última Trilce de Chapinero, que fue, muchas veces, como la salvación del día... 38
| ULRIKA 57
Ir donde Guillermo Martínez, hablar con él, escuchar de sus viajes y su vida en la China, escucharlo leer con devoción a los poetas chinos que admiraba, o simplemente guardar silencio, en el silencio de los libros, rodeados de libros, para después hablar otra vez de libros, de los libros que se escriben o están por escribirse, del país, del jazz, del cine, ese mundo es algo que solo hasta ahora apreciamos como se debe. Y qué amigos tan disímiles en la sala de Trilce, todos unidos por ese único, el amigo de todos. Y cómo empieza a faltar, hoy más que nunca, ese sitio, esa mirada, esa ironía, esa voz, esa franqueza humana... No es muy amplia la distancia que nos separa, amigo. Volveremos a reunirnos en una charla interminable, pletórica de risa y de poesía, cuando así lo señale el destino.
SEMBLANZAS
Entrevista a Guillermo Martínez Gonzalez Esta entrevista fue realizada a Guillermo Martínez González (La Plata-Huila, Colombia, 1952), para el programa “Página Impar” que se transmitió por la radiodifusora nacional de Colombia en 1990, y publicada ese mismo año en la revista “Puesto de Combate, No. 43. Esta es una transcripción de algunos apartes de ese diálogo. Pequeño homenaje en memoria del amigo. n POR EUGENIA SÁNCHEZ NIETO
- Usted publicó un libro de traducciones del inglés de poemas Chinos, cuéntenos sobre esta difícil experiencia como traductor Siempre he tenido gran admiración por el arte oriental, y en especial por la poesía que ha sido una de mis grandes pasiones; me encantan la sencillez y la sabiduría de los poetas chinos. Así pues, tenía un buen trán sito de lecturas de esta clase de poesía, cuando conocí un libro de Keneth Rexroth, publicado en Estados Unidos, en donde él hacía más de cien traducciones de poetas de distintas épocas. Durante mucho tiempo yo he sido un buen lector de inglés y fue así como decidí hacer la experiencia de la tra ducción y vi que no me costaba mucho trabajo y era una labor que me enriquecía. Creo que el valor del texto no consiste tanto en las traducciones sino en que se difunden unos poemas que no eran muy conocidos en nuestro medio. Yo he revisado varias traduc ciones que se han hecho al español de poesía China y encontré que muchos de estos poemas no se conocían en nuestra lengua.
- ¿Podemos pensar que al hacer traducción se está escribiendo nuevamente el poema, que obedece de alguna manera, a la sensibilidad específica del traductor? Si, yo creo que no se puede desligar al sujeto de la traducción, no se puede desligar al poeta de la traducción; de todas maneras se filtra mucho de la personalidad de uno, es más, uno sólo escoge los textos que le gustan y los
”Creo que las condiciones del mercado colombiano han cambiado y en este momento empieza a verse la posibilidad de que los editores puedan vivir de las publicaciones”.
ULRIKA 57 |
39
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
- ¿Cómo explica el hecho de que en Colombia haya, aparentemente, tanto poeta? Eso es muy difícil de analizar, habría que ver si esa cantidad de poetas realmente lo son, me parece que también se está viviendo una atmósfera artificial, ahora todo el mundo ‘se dice poeta y escribe poesía’, pero cuando uno se pone a leer todas las antologías y las publicaciones que salen en los suplementos literarios realmente encuentra que hay muy pocos poetas y que el auténtico poeta es cada vez más un ser extraño y excepcional.
Guillermo, luego de una lectura en la Universidad Nacional.
poetas que realmente le gustan; a mí me quedaría muy difícil traducir un poeta que no sea de mi agrado y que no esté de acuer do con algunas concepciones que tengo de la poesía. - Su editorial Trilce ha publicado diversos libros, ¿qué experiencias le deja este trabajo como editor? Ser editor ha sido mi obsesión, yo creo que es para el único oficio que estoy destinado. Me apasiona el contacto con los libros, me interesa profundamente todo ese proceso que va desde el texto original hasta la elaboración del libro. La experiencia ha sido muy grata pero desde luego hasta el momento no me ha dejado ninguna ganancia económica, prácticamente ha sido una inversión que yo he querido hacer, pensando en que esto algún día puede tener resultado. Creo que las condiciones del mercado colombiano han cambiado y en este momento empieza a verse la posibilidad de que los editores puedan vivir de las publicaciones.
40
| ULRIKA 57
- Si hiciéramos una evaluación crítica de la poesía colombiana, ¿usted cree que se han producido rupturas a nivel del lenguaje o por el contrario se ha dado una poesía rutinaria y repetitiva? Creo que la poesía colombiana en términos generales es una poesía sin grandes transgresiones, sin grandes audacias verbales, esa es una constante, pero eso no lo veo como un defecto, lo veo más bien como una tradición que asume muy seriamente ese oficio y que antes que intentar falsas audacias, o falsos escándalos prefiere mantener una línea de continuidad con otras tradiciones y con unas voces que son tutelares. Me parece que eso, frente a determinados arrebatos y falsas transgresiones, como pasó con el nadaismo, es mucho más saludable y mucho más responsable. - ¿Cómo ve la actual poesía y usted cómo se sitúa frente a ella? Creo que hay dos o tres voces que me conmueven. En general veo que el estado de la poesía colombiana actual es bastante deplorable; me parece falsa, llena de rebuscamientos, nos ha faltado mayor autenticidad y mayor sinceridad
SEMBLANZAS
con nosotros mismos. A mí me sucede una cosa muy curiosa con respecto a mis contemporáneos, y es que yo no me siento congénere, no me siento del mismo momento, no comparto las inquietudes de mis colegas, más bien encuentro que mirando hacia el pasado, hay poetas que realmente, si me dicen algo, y que tal vez considere que ellos son los que me deben dar un ejemplo para poder hacer algo en mi poesía. - Dentro del gremio de escritores ¿piensa usted que hay generosidad por parte de aquellos que manejan un cierto poder cultural hacia los escritores que se inician con mucha dificultad? No, no creo eso, desafortunadamente cada vez es más reducido el espacio para los nuevos escritores, cada vez más la literatura en nuestro país se ha convertido en un ejercicio feroz del poder y de allí que se presente lo que mencionaba anteriormente, mucha falsedad, mucha impostura; la literatura y el oficio de escritor se han convertido en una etiqueta más que sirve para el ascenso social y que sirve para la figuración, hasta el punto de que nuestros escritores cada vez se parecen más a las estrellas de televisión y no es raro verlos en todas las revistillas de moda para decir tonterías que estén al día y que complacen mucho a una onda periodística que es muy amiga de la frivolidad. - Si pensamos en los poetas nacidos en la década del cincuenta, ¿cree usted, que siguen o tienden a repetir esta línea nefasta? Veo que hay una actitud muy discreta, menos prepotente, menos vanidosa, que hay gente que ha venido trabajando en silencio y que ya tiene publicados dos o tres libros y de un momento a otro
van a presentar cosas que tienen valor. Yo siempre he creído en las revoluciones silenciosas, creo que las grandes transformaciones espirituales y los grandes
DURANTE MUCHO TIEMPO YO HE SIDO UN BUEN LECTOR DE INGLÉS Y FUE ASÍ COMO DECIDÍ HACER LA EXPERIENCIA DE LA TRADUCCIÓN cambios en el arte generalmente se hacen de una manera un poco clandestina, al margen de la moda y al margen de las grandes audiencias y tengo la impresión que eso se puede presentar de un momento a otro. ULRIKA 57 |
41
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
El nadador nocturno Recuerdos de un amigo de juventud n POR MILCÍADES ARÉVALO
Nació en la Plata, un pueblito huilense iluminado por la luna en 1952 y murió en Bogotá el 26 de septiembre de 2016. Desde cuando éramos estudiantes de Filología e Idiomas en una universidad de Santafé, no hacíamos más que hablar de poesía, libros y escritores que nos llamaban la atención. Estas charlas se prolongaban hasta muy altas horas de la noche, cuando nos despedíamos en la misma esquina de siempre y él se iba, con una luna de algodón en los bolsillos oyendo la música del viento. Su vida era la de un Ulises de nuestro tiempo, al estilo del Ulises de Joyce, navegando por las calles de la ciudad. Cansado de navegar de andar por extrañas y lejanas ciudades en oscuros mundos de sueños y muertos heme aquí de nuevo protegido en los brazos de Penélope con el recuento de la aventura con el canto de la memoria y la fábula.
Los años setenta fueron maravillosos, llenos de recuerdos y vivencias, pero también cargados de miedo y de presagios, tanto que, a Luis Vidales, --y a muchos más--, se lo llevaron para las caballerizas de Usaquén, no para que los generales oyeran sus versos sino para que, vestido de presidiario, les “cantara” los versos que no sabía. “En aquel tiempo la violencia se paseaba con su tambor de medianoche por las aldeas”. Hoy en día los poetas pueden decir una cantidad de barbaridades con tal de quedar bien en 42
| ULRIKA 57
los cocteles y nadie les dice nada. En los años 70 no. Nos acechaba el miedo, la muerte en la calle, los carros fantasmas, los allanamientos, las caballerizas y todo porque los poetas de entonces eran contestatarios, rebeldes y geniales. No era para menos. Mientras todo esto sucedía, Guillermo no dejaba de escribir con la misma devoción del que está haciendo el mundo, poniendo su empeño en cada verso para que la alegría no le faltara a nadie.
Breve retorno al paraíso. Gracias manzana por estar en mi mano Por enseñarme de nuevo el paraíso, gracias.
Cuando leí sus primeros poemas me pareció que eran de otro Guillermo, capaz de esclarecerlo todo con una carcajada maliciosa y feliz. Lenguaje decantado, preciso, cristalino, sutil, hondamente humano. Inicialmente lo emparenté con poetas de las estepas rusas, con Esenin, con Whitman cantando como un loco en las praderas de Manhattan, con Vallejo. Nada de eso era cierto. Como todo buen poeta, venía del campo, de la aldea perdida entre la cordillera. Se dejaba empapar por la lluvia y el viento, por los semáforos y las bombas de gasolina, sorprendido ante el mundo. Guillermo publicó sus primeros poemas en Puesto de Combate y luego su primer libro, que casi no sale porque le tenía miedo a la lengua de los poetas, pero lo animé para
SEMBLANZAS
que no se quedara tan en silencio porque tenía mucho qué decir y finalmente publiqué su poemario Declaración de Amor a las ventanas, 1980, un libro que muchos poetas hubieran querido escribir. Luego vendrían otros libros, importantes en el panorama poético del país, que han pasado desapercibidos por diferentes antólogos y compiladores de poesía: Diario de Media Noche y otros textos, 1984; Marx y los poetas,1986; Puentes de Niebla 1987; El Bosque de los Bambúes --traducciones de poetas chinos--, 1988; Lu Xun. Poemas, 1990; Mitos del Alto Magdalena,1990; El aire puro del rio,1994; El vuelo Diabólico –Selección y Notas--, 1999 y Terraza para pisar el vacío, 2015. Al igual que los grandes poetas, Guillermo tuvo que hacer muchos oficios para dedicarse a la poesía y a los libros en su librería Trilce. Entre otros oficios, fue Secretario
de Aduanas, Director del Instituto Huilense de Cultura, Asesor de la revista China Hoy en Beijing, China Popular, profesor de literatura Hispanoamericana, miembro del comité editorial de las revistas Puesto de Combate y Ulrika. Ensayista, traductor, crítico de sus contemporáneos, editor, becario, lector infatigable, experto en poesía china, etc. Todos esos oficios le permitieron ser tan elemental como el pasajero que mira llover desde la ventanilla de un tren detenido en mitad del paisaje. Detestaba los horarios, la rutina, el ruido, la ciudad con la misma pasión con que asumía la poesía. Lástima grande que haya muerto cuando empezábamos a creer en nosotros mismos, pero Guillermo lo dijo a tiempo: “No es ningún privilegio ser poeta”. Bogotá, noviembre 16 de 2016 ULRIKA 57 |
43
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
La cita es frente al sauce En memoria del poeta amigo Guillermo Martínez González n POR FERNANDO LINERO
La cita es frente al sauce en la fría calle, en el frío barrio entre el ruido de la tonada citadina, porque “sucede que hay días / que hay tardes en que uno / no quisiera trabajar / en que uno quisiera estar por ahí/ fumándose un cigarrillo / o bebiéndose un buen vino / mientras se acerca la noche”. Pero ocurre que hoy la cita es con la ausencia, porque el hombre ya no está; porque el amante y cantor de las cosas sencillas -la lavandera, los árboles de la ciudad, las ventanas, la escoba, los semáforos, la almohada- ya no reside en esta calle; porque hoy “el pariente más cercano / de las mirlas / el que cantaba a la sombra / de los gorriones / ya no está aquí / ya no riega su risa / en los manteles / y en el agua”; porque el hombre al que le gustaban “las novelas / que empiezan con hombres / que están tomando / tinto en un bar” ya no habita este andén; porque ahora ya puede “bailar / sobre los árboles / y beber / en su taberna / de hojas y de nubes / porque “el viento / y la lluvia / se llevan su cabeza / y la enredan /en la luna / o en los pájaros”. Lo vislumbro con su dilatada y reflexiva mirada rodeado de la compañía de estampas, memorias, viajes, pequeñas ediciones de escasa circulación, ensayos de historia literaria, series, retratos, revistas, volúmenes especiales, etc. Ese era el paisaje que componía su huerto, escoltado por sus tesoros allí siempre se le encontraba dispuesto para el diálogo, para la tertulia; para el intercambio de ideas. Ese era su modo de relacionarse con el mundo; así rastreaba esa realidad que está más allá de los ojos; esa era la razón de las citas, el deseo de compartir su afecto por la literatura y por el trabajo que le tocó cumplir. Cultivó la poesía como los grandes poetas con avidez de ideas y con la claridad de reavivar con ella el ardor de la vida. Su cadencia particular nada te44
| ULRIKA 57
nía de pretenciosa, no quería cambiar nada: “Yo me quedo en silencio / con esa sonrisa especial / que tengo / para las preguntas sin respuestas.”; cuando la leemos tenemos la impresión de que la poesía no es una cuestión que acontece al interior del hombre, sino que más bien es como algo que posee una presencia propia en el universo exterior como si residiera en todas partes a la vista de todos. Sin velos, transparente, la suya alcanza - bajo la supuesta simplicidad de una palabra que fluye sin disonancias- a situarnos delicadamente en los ámbitos del enigma. Guillermo sabía igual que Goethe que el poeta es un hombre en cuyo centro crece innata la flor de la conciencia; que es un amigo primero de los hombres y luego de los dioses; que la poesía implica y debe implicar no simplemente conocimiento secreto, sino también una comprensión universal de las cosas; sabía que el encargo del poeta es enormemente fino. Ahora mientras el golpe del cierzo abre de pronto las ventanas, las mismas a las que les declaró su amor, “esas puticas /que se lo dan al viento…esas damas / que no ocultan nada / y están todo el tiempo / conversando con las calles.”, sólo quiero evocar su amplia y afectuosa y amistosa sonrisa; ahora que habita la palabra más allá del lenguaje; ahora que ha cesado la búsqueda, que hombro a hombro transita con la muerte; que es su huésped permanente. El hombre de la cita ya no estará más, el mismo que hasta lo último conservó su naturaleza de niño; el de los justos ademanes; el de la serena reflexión ya no se apresura más -en tardes como esta está- para atendernos la cita. Ahora es tal cual lo quería, “como la música / que no pesa en el aire ni en los hombres…” Todos los versos entrecomillados pertenecen al libro de Guillermo Martínez González Declaración de amor a las ventanas.
Varia Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2016 al colombiano Santiago Espinosa
Del Premio Nobel de Literatura 2016: Bob Dylan
Leonard Cohen (1934 – noviembre 7 de 2016) La persistencia de lo inútil, prólogo a la última apuesta editorial de Guillermo Martínez González
VARIA
Santiago Espinosa: en el meridiano de su propia poesía n POR FEDERICO DÍAZ-GRANADOS
El Movimiento de la tierra es el tercer libro del poeta bogotano Santiago Espinosa con el que logra alzarse con el consagratorio Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines en México. Hay en este libro un acopio de afectos que permiten que Santiago nos entregue una voz decantada y honesta. Desde niño el poeta vio a su padre analizar los temblores de la tierra y encontrarle los matices a los sismos, no solo como un fenómeno de la naturaleza sino como un hecho de una estética y misterio. Así, El movimiento de la tierra no pretende ser otra cosa que ser un testimonio de aquellos sismos que la música, la poesía, los oficios, los objetos y las ciudades, entre otros han suscitado la escritura de unos poemas que hoy se revelan ante nosotros como panorámicas de un mundo posible, entrañable, de todos. Así el poeta Espinosa ha sabido poner sobre un inmenso lienzo la fidelidad a unos temas que le han sido entrañables y recurrentes y que de muchas formas le han permitido medir la intensidad de los sismos vitales como en una especie de escala de Ritcher. Sería entonces este libro, no un sismómetro capaz de recibir las ondas de cada vibración geológica sino una brújula con cinco puntos cardinales desde donde se puede calcular los grandes temblores de las emociones del hombre de hoy cuya inestabilidad en esta tierra baldía y en este tiempo sombrío solo encuentra refugio y piso firme en la poesía de siempre. ¿Hay dificultades para pintar la luz o para iniciarse en el arte de cavar huellas? Eso solo lo sabe un poeta capaz de fundar una ciudad con urapanes y tormentas lejanas y que nos deja un testimonio de sus afectos en un bello libro que muchas cosas revelarán a los lectores de la nueva poesía colombiana. 46
| ULRIKA 57
Abuelas Mujeres de la casa, muy rápido comprendimos la existencia de un canon familiar: la abuela paterna como un ave menuda sobre las cosas, nos mira con sus ojos serenos en el agua de otro tiempo, la madre de mi madre regresando desde el ruido, sus ojos como verdes candiles en el centro de la fiesta. Oigo los secadores que se prenden en los baños de la infancia, poblando la casa de mercados y de estadios submarinos. Miro a las abuelas y miro a las mujeres, hablándoles a sus hijos del pasado y de los trenes, hilando con sus historias el secreto de Irlanda o Santander Sin saber quiénes somos ni hacia dónde vamos, pienso que no tuve pasado sino un puñado de mujeres. Mujeres despiertas como aves o candiles, inventando desde sus pasos el rumor y los días.
SANTIAGO ESPINOZA
John fabricante de helados Lo aceptemos o no, el reto estaría en permitir el contacto. Entrar en lo que ha estado disperso. Pienso en esa persona con la que coincidimos una mañana, extraños el uno para el otro como ocurre en los sistemas de transporte. Se presentó como John, de Staten Island, yo como alguien que viaja desde otro país. Hubiéramos podido callar pero la escena seguiría intacta: dos hombres que miran la marea. John me habla de su familia que está a algunas bancas de distancia. Su esposa, sus nietos. Se sorprende del dominio de estos chicos con las nuevas tecnologías, para él incomprensibles. Me habla de su madre que está entera a los 90 y vive en las playas de Long Island. El mundo se ha vuelto numeroso pero el frío conserva sus historias, la de John, nos mienta o no desde su voz carrasposa, quien asegura haber tenido una fábrica de helados no muy lejos de allí, “el mejor trabajo del mundo” sostiene, mientras sus ojos se abstraen en otro horizonte. Piensa, sin decirlo, que un joven cualquiera podría entenderlo mejor que su madre, de pronto ser la muerte con su abrigo de extranjero, justo en el más caluroso de los inviernos. Cuántas cosas ha visto John, cuántas verdades que quedaron en suspenso. Los recuerdos lo persiguen como un furgón de cola que no termina de encajar. Y él allí, siempre adelante de ellos. Pero ahora hablemos de su voz, algo apagada por los años. Como si las palabras nos espiaran del otro lado del hielo, como si no hubiera garganta sino una guitarra de despojos, abandonada por los suyos entre las piedras y la nieve.
Sus frases tenían la luz de lo que ya está a punto de desvanecerse. John, pensamos, no le hablaría a otra persona con la misma confianza, sólo a un extraño. De pronto la muerte fuera él y esta la última estación, un símbolo, John de Nueva York y de ninguna parte, el mar se desplaza bajo el Ferri como dos sedas divididas. Nos despedimos algo antes de tiempo, hubo amistad entre los dos. Lo felicito por su familia mientras él, cálido sin embargo, me habla desde la escarcha y me desea un feliz viaje.
VARIA
Al otro lado de la niebla un volcán En un bus ocupado por jóvenes y viejos de distintas nacionalidades, vamos con gran velocidad a la ciudad de Riobamba. Los campesinos que esperan en la vía advertirán en el bus un retorno ineludible, un largo disparo hacia el corazón de la tierra. Por la ventana, al fondo de la bruma, vemos las siluetas deslizadas por la lava, hace muchísimos milenios. Los animales y los pinos que poco a poco fueron cubriendo la ceniza que se enfría. Al interior se habla de viajes por hacer o que nunca se hicieron. De caminos encontrados y de hoteles junto a la carretera. Esa reunión de cosas dispersas y que juntamos como podemos, para contarlas de vuelta. Para darle algo de forma a los lugares del alma. Llegando al nevado el aire se hacía más frío y oceánico. Más íntimo. Podías oír el silencio murmurar en cada uno de nosotros. Fue como si el bus se acercara a una cisterna de tinieblas, sombras que vuelven del pasado y sin embargo se arrepienten. Alejados de la nieve volvía la música, los libros compartidos y las risas. No era el mejor clima pero al fondo del paisaje esperaba el volcán, viéndonos partir hacia otra luz. Cubierto por la niebla en una enorme corona. Todos sentíamos que algo muy próximo a nosotros comenzaba a extinguirse para siempre. Para Xavier Oquendo.
48
| ULRIKA 57
¿Cómo consultar este catálogo? • Ilustrador • Valores • Título • Reseña • Género • Autor • Fragmento
Tabla de contenidos página 5 Comienzo a leer 13 Gano confianza 21 Nadie me para
29 Gran lector 37 Complementarios 41 Maestros
MÁS INFORMACIÓN EN: info@magisterio.com.co www.magisterio.com.co PBX: (0571)338 36 05 Línea celular: 312 435 4489 Diagonal 36 Bis # 20-59 Park Way - La Soledad Bogotá - Colombia
24 25
FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ
MAESTROS DE LA POESÍA IBEROAMERICANA 1 al 5 de mayo de 2017
Corpoulrika
Consulte nuestra programación en www.poesiabogota.org
VARIA
Celebración del nobel a Bob Dylan n POR FEDERICO DÍAZ-GRANADOS
La Academia de letras de Suecia nos ha enviado un mensaje contundente: “The times they are achanging” (Los tiempos están cambiando) y nos hace llegar esta señal de los nuevos tiempos con la entrega del Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan por “Haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana”. Por eso este mensaje representa un reconocimiento y un homenaje a la poesía de siempre en una edad moderna y de caos, de grandes velocidades para la información y de lentitudes para entender los asuntos más íntimos del hombre. Es un tributo a aquella poesía que viene del directo linaje de los viejos juglares, de los trovadores y los rapsodas. A esa poesía que se convierte en la plegaria de la tribu, en la voz de todos. Y es que Bob Dylan es el poeta que permitió a través de sus letras y su música darle voz a toda una nación y que logró cohesionar a todo un pueblo y su cultura. Supo interpretar las grandes verdades humanas en un lenguaje sencillo y popular y cantó para el hombre de la calle, para el granjero, el hippie, para el solitario que parece escapado de un cuadro de Eduard Hopper. Es su poesía el gran vehículo de comunicación de todas las emociones, fragilidades y temores de nosotros. Nos recordó el poeta español Manuel Vilas que Bob Dylan es el hijo mayor de Walt Whitman porque es el autor de la “gran novela estadounidense, solo que esta se ha escrito en canciones y no en un libro de mil páginas”. En eso también estoy de acuerdo con Vilas: la obra de Dylan se convierte en el gran canto general de la utopía americana que permite que el folclor, el pop, el country, como grandes expresiones musicales se integren de forma 50
| ULRIKA 57
definitiva a la literatura. Por eso, y parafraseando a William Faulkner, cuando suene última campanada del fin de los tiempos seguramente el hombre no recordará, ni siquiera, los apellidos de muchos de los galardonados con el Premio Nobel pero seguramente alguna canción de Dylan lo acompañará en ese instante porque hace mucho, desde sus primeros discos, entró al panteón de la inmortalidad. Mientras los más escépticos y conservadores rechazan esta irreverencia de una Academia de Letras de Suecia (que muchos creíamos acartonada y muy solemne), los que amamos esa indisoluble relación de la poesía y la música celebramos esta actitud iconoclasta de quitarle al premio el frac para ponerle unos jeans, una guitarra y una harmónica. Además porque, sin duda, es un premio a toda una época, a los días beatniks, a unos años maravillosos donde, en gran medida, se consolidó la sensibilidad de nuestro tiempo y no es casual que este acontecimiento ocurra, precisamente, cuando inicia la era Trump en los Estados Unidos. Leonard Cohen (otro inmenso poeta y cantautor) afirmó que este premio era como ponerle una medalla al Everest. Para otros al Nobel le dieron un Dylan porque lo vuelve a llenar de un prestigio y de una cercanía con el ámbito de lo popular. Para Dylan, la academia y la oficialidad literaria están reconociendo lo que hace muchos años ya le habían entregado sus millones de fanáticos. Así, el hombre que le pedía al Señor de la pandereta que tocara una canción para él para seguirlo en una mañana tintineante, el mismo que escribió un himno generacional como Blowin in the wind, el lector de la biblia, Rimbaud, Dylan Thomas y Villón se ha llevado en este 2016 la máxima presea de la literatura universal y de paso nos ha dejado, indeleble, una banda sonora para la vida.
VARIA
La persistencia de lo inútil
Tres nuevos poetas n POR GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ El poeta está solo con las estrellas, sentencia Nietzsche, para indicar, por un lado, que su indagación de lo desconocido y las complejidades del espíritu, con frecuencia le ocasiona el escarnio o la indiferencia de la época carente de méritos en que vive. Del otro, que la expansión de lo humano, el derrumbe de las talanqueras de la razón, la percepción de lo sagrado, arrojan a la noche oscura, a la aventura que casi siempre está amenazada por el fracaso. Algo de todo aquello, guardadas las proporciones, se puede advertir en este libro de irónico título, La persistencia de inútil, que incluye a tres poetas, Camilo inútil,
52
| ULRIKA 57
lo Marroquín, Margarita Losada y Daniel Padilla, oriundos del Huila. Los tres han asumido su destino con la obsesión y la claridad que no espera salvaciones ni frutos externos. Insisten porque están cruzados por el dolor de la vida, están tocados por la necesidad del misterio, saben que la poesía es conocimiento esencial que justifica todos los riesgos, todos los llamados a la soledad. Por supuesto, cada uno de estos poetas posee su propia voz, un recorrido que los distingue: Una especie de rebelión desde adentro, de búsqueda entre los límites del silencio y la palabra, de ruptura del tiem po, de mirada que anuncia la libertiempo, liber tad como un acto que se conquista con dolor, marca los textos de Camilo MarroMarro quín, imbuidos de un tono reflexivo, de una distancia en la que por momentos, como en una esquela del instante, apeape nas se escucha una canción. Poemas breves, aleteantes en el abismo, la palabra de Margarita Losada se cifra en la herida fundamental, excava en las verdades de su ser, en las desgadesga rraduras del alba y el lenguaje. Espera el momento de la unidad, el clamor de la luz, en un ambiente de fragmentación, en un coletazo que no cesa y puede ser devastador. Con la densidad que concentra los fósiles y las galaxias, la nada y el asombro, el polvo y la gota de lo eterno, Daniel Padilla exacerba textos de largo
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ
aliento, a veces en prosa, que en un tono lacerado o próximo a la ceguera, recaban en una condición menesterosa, que ahora y siempre palpita ante el sordo clamor de la sed, espera la extinción o el milagro. En un poema sobre el cineasta alemán Fassbinder, uno de ellos dice: “En el fondo hay miedo/ o más bien/ una herida/ que la luna/ abre y cierra”. Tal vez estos versos resuman una atmósfera que da un indicio del libro. Cierto o no, el caso es que existe en estos poetas una intensa conciencia del mal, entienden el poema sobre todo como experiencia interior, prefieren, en cuanto a los temas centrales, afincarse en las zonas del ser, se expresan con un lenguaje impregnado de cautela y no de ostentación. La relación entre la palabra y el silencio es constante, se manifiesta como tensión o posibilidad de unidad que sólo en el poema encuentra la dimensión que exige la búsqueda de su ambigüedad. El lenguaje sin el silencio no es nada y como diría Max Picard, “el silencio existe sin la palabra, pero no la palabra sin el silencio”. Como fenómeno primordial el silencio impregna experiencias tan fundamentales en la constitución humana como el amor, el erotismo, la muerte y la eternidad. El ruidoso desconoce a Dios y, todas aquellas experiencias, sin el silencio, carecen de sentido, se viven como simples accidentes, desprovistos de una articulación secreta que conforma la creación, la historia del hombre y el misterio de la vida. La persistencia de lo inútil, es una propuesta fértil y de calidad literaria que vale la pena señalar. Coincide con algunas tendencias de las últimas generaciones del país, caracterizadas por la diversidad, el predominio de lo personal
y subjetivo, la creación como acto autónomo, provisto de múltiples referencias culturales. Visto desde un punto regional, que no sé si sea pertinente mencionar, ya que el libro evita a toda costa una mirada local, tal vez sea conveniente decir que esta selección, encarna un relevo generacional, propone alternativas distintas de escribir el poema, presenta sin estridencias una renovación dentro de lo que se ha escrito en los últimos tiempos en el Huila. Por esta y otras razones, resalto este libro que brilla solitario como una moneda intermitente en el mar ciego de las tormentas..
ULRIKA 57 |
53
VARIA
Leonard Cohen
54
| ULRIKA 57
n POR ÓSCAR PINTO SIABATTO El 8 de enero de 1966, en una fiesta poética organizada por Frank Scott, a la que asistieron Louis Dudek, Al Purdy, Irwing Layton y Leonard Cohen, entre muchos otros de la movida cultural de Montreal, Cohen elogió enardecido al nuevo poeta de los Estados Unidos: Bob Dylan. Como el desconocimiento era generalizado, Scott fue a comprar dos discos de Dylan y los puso enseguida. La reacción no se hizo esperar. El más perturbado, Purdy, huyó gritando: «Es un aburrimiento terrible. No puedo oírlo más». Cohen, comprensivo pero tajante, afirmó que él mismo sería el Dylan canadiense. El 13 de octubre de 2016, más de 50 años después y a menos de un mes de morir –murió el 7 de noviembre a los 82 años–, cuando presentó en el Consulado de Canadá en Los Ángeles su decimocuarto y último disco You Want It Darker, Cohen reiteró que la entrega del Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan era una obviedad, un detalle. Cohen, durante años candidato al Nobel, compartió con Dylan otros reconocimientos a su obra literaria, como el Premio Príncipe de Asturias, que juntos recibieron, en 2007 (Dylan) y en 2011 (Cohen). Como se sabe, el aluvión de posiciones a favor y en contra de un reconocimiento «literario» a una obra «musical» ha sido comidilla de las discusiones en la prensa y las redes, tanto cuando ambos recibieron el Premio español, como ahora cuando lo recibió Dylan de la Academia Sueca y Cohen falleció sin obtenerlo. Muchos enarbolados especialistas del análisis literario han referido que la calidad de las letras de las canciones de Dylan, ni las de ningún otro cantautor, tienen el suficiente «vuelo literario» para considerarlas como objeto poético de forma independiente.
LEONARD COHEN
En tanto otros, poetas y ensayistas, celebran el reconocimiento que con dichos premios se hace a la mutua cercanía que han tenido de siempre la poesía y la música, citando largamente toda la historia de la literatura: Homero, Orfeo, mésteres de clerecía y juglaría, Netzhualcoyotl, el Poema de Mío Cid, griogs africanos y un largo etcétera. Cuando en el año 2001 publicamos, junto con el poeta Darío Sánchez Carballo, un número monográfico del periódico de poesía El Aguijón dedicado a Leonard Cohen, en homenaje a su obra literaria y también poético-musical, tuvimos la guía y recomendación de Fernando Linero, quien siendo además de músico, poeta, ha reconocido de siempre que tanto la música como la poesía, e incluso la danza, tuvieron un mismo origen común: el arte de las musas. Y creo que para muchos poetas ese vínculo, innegable, como lo confirmaba Mallarmé al no comprender para qué poner música a algo que ya lo tiene, cuando le ofrecieron musicalizar algunos de sus poemas, reitera la misma condición: valorar una letrilla de «gran calidad literaria» es imposible hacerlo separado de la música que la sustenta. El arte es subjetivo, aun cuando en nuestro afán positivista y estructuralista queramos dar por sentado que, como en las ciencias, también se les pueden dar parámetros a las distintas manifestaciones del arte para delimitar sus «objetos de estudio», en este caso sus formas de expresión. Quizá algunos digan que la letrilla de la canción evaluada en abstracto no se acerca desde la poesía más que al aforismo, o quizá a las pinceladas de los artistas orientales, al despojarlas de sus aliteraciones, anadiplosis, anáforas… necesarias para mantener el ritmo y la eufonía; pero en conjunto con la música, las letras de Cohen, como las de Dylan, pueden suscitar la poiesis que es transversal a todas las artes.
A Dylan y a Cohen, por supuesto, los unen muchas cosas además de la música y el ser estrellas del rock: el origen judío de ascendencia lituana, su contemporaneidad y sin duda la connotación del holocausto, la rápida pérdida del padre, Nueva York y la generación beat, la época de la sicodelia y la contracultura, y la posición contestataria contra el establecimiento, por mencionar algunas. También, muchas los separan: la cuidadosa formación literaria y académica que recibió Cohen, ayudado esto por una posición económica más afortunada, en tanto que Dylan abandonó pronto la universidad y empezó a viajar constantemente al arbitrio de sus intereses musicales; y sin duda los distintos intereses artísticos: de mucho más reposo y decantación en Cohen, a diferencia de la inmediatez y frescura en Dylan. Pero también cabe decir que no podríamos ahora medir el aporte de Leonard Cohen solamente como escritor, aun cuando a diferencia de Dylan el canadiense haya publicado dos novelas –The Favourite Game y Beautiful losers– y diez libros de poesía, además de sus 14 discos, mientras que de Dylan no conozcamos más que unos pocos textos que recopilan manuscritos dispersos y toda su obra se centre en las canciones incluidas en sus más de 40 discos. Cohen fue consciente a lo largo de su vida de la coexistencia de ambas expresiones y por eso se inició en la música en su temprana adolescencia. Y si en la universidad se desbordó por la poesía alentado por los citados Frank Scott e Irwing Layton y luego incursionó en la novela, posteriormente se centró casi de lleno en su labor de cantautor, mezclando música y poesía, sin dejar de adentrarse también en la poesía como arte individual y asimismo en el dibujo. Cohen siempre reconoció que un artista trascendental y polifacético lo marcó desde los 15 años:
ULRIKA 57 |
55
VARIA
Federico García Lorca, él «me enseñó que la poesía puede ser pura y profunda, y al mismo tiempo popular», y siguiendo su modelo también logró expresarse artísticamente de diversas maneras. Leonard Cohen fue un caballero, el mismo que en los últimos años se presentaba de traje oscuro y sombrero borsalino, el mismo que en sus años mozos con aire de gigoló conquistaba chicas; y aunque publicara en 1972, en su libro The Energy of the Slaves: «Nunca supe / hasta que diste media vuelta para irte / que tenías el más perfecto de los traseros. / Perdóname / por no haberme enamorado / de tu cara ni de tu conversación», siempre fue un caballero; la actitud del hombre que sabe que el placer conlleva el sacrificio de su arte y prefiere entregarse al dolor, renunciar a una incierta felicidad, antes que perder su posibilidad
56
| ULRIKA 57
de creación. Para él, escribir fue un arte que surgía en la adversidad: «la poesía es un veredicto, no una ocupación» (The Favourite Game). Quizá también por su compromiso tajante con la palabra escrita es que Cohen recibía con amabilidad y nobleza los homenajes y reconocimientos literarios, a diferencia de Bob Dylan, que siempre les ha rehuido, siendo apático e incluso hostil. De igual forma para nadie es un secreto que los premios las más de las veces persiguen un interés político y mediático, y más aún los Nobel que llevan por nombre el del inventor de la dinamita y que ha dado Premios de la Paz a muchos personajes de dudable reputación, así como el de literatura a políticos como Churchill. Ahora que Bob Dylan, finalmente y casi a regañadientes, decidió aceptar el Premio Nobel, muchos nos volvemos a preguntar: «¿Por qué Dylan?» o, con Luis Alberto Crespo, «¿Por qué no Dylan?». Mas siempre, ahora que Cohen ha muerto, seguiré preguntándome ¿Por qué no Cohen? o mejor ¿Por qué sí Leonard Cohen? Pero a esto último podré responderme a mí y a cualquiera: por su entrega a la palabra, porque como él decía, «debes decir las palabras con la precisión exacta con que repasarías una lista de la lavandería», porque como él decía, «Cada hombre / tiene una manera de traicionar / la revolución. / Esta es la mía».
LEONARD COHEN
A Kite is a Victim
Una cometa es una víctima
A kite is a victim you are sure of. you love it because it pulls gentle enough to call your master, strong enough to call your fool; because it lives like a desperate trained falcon in the high sweet air, and you can always haul it down to tame it in your drawer.
Una cometa es una víctima, de ello estás seguro. La amas porque tira lo suficientemente suave como para llamarte amo lo suficientemente fuerte como para llamarte imbécil; porque vive como un desesperado halcón amaestrado en el alto y dulce aire, que tú siempre puedes bajar para domar en tu cajón.
A kite is a fish you have already caught in a pool where no fish come, so you play him carefully and long, and hope he won’t give up, or the wind die down.
Una cometa es un pez que ya has cogido en una charca a la que no llegan peces, y así la agotas con cuidado largo tiempo, con la esperanza de que no se rinda, ni de que el viento se extinga.
A kite is the last poem you’ve written, so you give it to the wind, but you don’t let it go until someone finds you something else to do.
Una cometa es el último poema que has escrito, y que entregas al viento, pero que no dejas ir hasta que alguien te encuentre otra cosa qué hacer.
A kite is a contract of glory that must be made with the sun, so you make friends with the field the river and the wind, then you pray the whole cold night before, under the travelling cordless moon, to make you worthy and lyric and pure.
Una cometa es un contrato de gloria que se debe contraer con el sol, así haces del campo el río y el viendo tus amigos, y te pasas rezando toda la fría noche anterior, bajo la luna viajera sin hilo, para hacerte lírico, digno y puro.
VARIA
Bob Dylan: el peso literario de la canción liviana n POR FERNANDO LINERO
Robert Allen Zimmerman (Duluth, Minnesota, Estados Unidos, 24 de mayo de 1941), cantante, compositor, letrista, poeta, actor, intérprete, guitarrista; el sujeto más celebrado por un momento en las aulas americanas, por poeta o por músico o por disidente de la normalidad. Heroinómano con tendencia suicida -“la muerte para mí no es nada”- estuvo poco tiempo en la universidad, no más de seis meses, donde intentó estudiar Artes. Sus ganas de ser cantante de rock le ganaron a las aulas. Se sostiene que fue prostituto en los comienzos de su carrera; que fue el primero en ofrecerle marihuana a John Lennon y a Paul Mac Cartney; que para superar las drogas estuvo enredado con congregaciones religiosas (de donde derivan muchas de sus canciones con ambiente místico: Por este mundo que cristo nos da / hacemos la ofrenda del pan. / El pan de nuestro trabajo sin fin/ y el vino de nuestro cantar); que dedicó su primera canción a Brigitte Bardot; que…, etc. A estas alturas yo creo que ya todo debe haberse dicho sobre su persona y su obra. En 1958 adopta el seudónimo de Bob Dylan –después de haber ensayado algunos otros -en homenaje a Dylan Thomas el poeta galés. Cosa curiosa pues la obra de éste es significativamente distinta de la suya. Ha escrito más de 1500 canciones -muchas de ellas llenas de referencias literarias- que han ejercido una 58
| ULRIKA 57
HA ESCRITO MÁS DE 1500 CANCIONES -MUCHAS DE ELLAS LLENAS DE REFERENCIAS LITERARIAS- QUE HAN EJERCIDO UNA INNEGABLE INFLUENCIA EN EL ESPECTRO DE LA MÚSICA POPULAR innegable influencia en el espectro de la música popular del siglo XX, su canción La respuesta está flotando en el viento tiene más de 500 versiones. Cercano a la generación beatnik (Kerouack, Burroughs...) fue celebrado por Allen Ginsberg. No es casual que aparezca en el libro de Ann Charters The portable beat reader. Musicalmente es innegable la influencia, reconocida por él mismo, de Woody Guthrie (Oklahoma 1912- Nueva York 1967) músico folk conocido por su identificación con la gente común, los pobres, y los oprimidos así como contra el fascismo y toda explotación humana. Ampliando un poco la perspectiva creo que B. D. es un producto de la revolución cultural (estética) que ocurrió en los años sesenta y que tiene como soporte al rock. Sus poemas canciones han sido labrados con la historia del siglo XX, al ritmo del country. Los sucesos de la modernidad como la lucha por los derechos civiles, la Guerra fría, el trance de los misiles en Cuba,
la intransigencia religiosa, el capitalismo salvaje, los vicios de la tecnología, en fin las últimas batallas de la humanidad, se constituyen en su marco natural. A través de sus canciones se expresa el habitante de un mundo en plena convulsión, que demanda la potestad de no hacer de la tierra su adversario; que se siente un peón con el deseo de concurrir a la fundación del Nuevo Mundo moral. Hoy la discusión, después de que la Academia sueca decidió concederle el Premio Nobel de Literatura, se centra en el valor poético de sus textos. Y la preocupación no es para menos, cuando observamos como los escenarios del mundo se llenan con la expresión de ineludibles iluminados, de fatales juglares ataviados de respuestas; de poetas cantantes que aplican una exitosa receta: un poco de surrealismo revuelto con la necesaria conjetura social y ya está (Silvio Rodríguez). Por supuesto no es el caso de Bob Dylan, pero si me detengo en esas circunstancias es
porque ha sido un cantante de culto que lo convierte, para algunos, además de profeta, en un poeta. Ello colabora con que surjan algunos interrogantes: ¿Hasta dónde la música ha sostenido su impulso literario? ¿Qué tanto de literatura hay en su trabajo? El quid de la cuestión se centra en la calidad del universo conceptual, de los llamados cantautores. El escritor español Vicente Molina Foix nos dice al respecto, con mucho de razón: “Nunca he sido un gran admirador de la poesía letrista o cancioneril, que tiene sus adeptos, incluso entre escritores y otra gente herida de letras. La letra psicodélica, la letra futurista (Bowie), la letra apocalíptica (The doors), la letra de batalla y de alcoba (Raimon, Bob Dylan) siempre me ha parecido escasa y un pelín hueca cuando leída en seco, sin la voz ni la música” (El País, 27 de nov de 1996). En el comunicado, donde anuncia la designación, la Academia sueca expresa que al artista se le conceULRIKA 57 |
59
VARIA
de el Premio Nobel por: “haber creado nuevas expresiones poéticas en la tradición de la canción americana”. Personalmente creo que sus letras despojadas de la música no tienen el discurso y la profundidad que exige la poesía, y si hacemos el ejercicio de modo contrario nos sucede lo mismo con la música. Sus canciones están construidas sobre secuencias armónicas muy elementales. Esto no les resta eficiencia para lograr conquistar el oído de los escuchas No obstante lo cierto es que la canción popular es rápida, repetitiva y pegajosa y que de nada sirven análisis profundos. Resultaría ocioso. El poema por el contrario nos obliga a meditar, a desarrollar el examen lento. El poeta es el cautivo del fulgor del idioma.
Es muy difícil asimilar que una super estrella altanera y áspera del rock llegue a ser Premio Nobel de Literatura, una estrella del “show business”. Esto entorpece el acercamiento a su trabajo desde el punto de vista rigurosamente literario. Por otro lado estoy seguro que a la mayoría de sus seguidores no les interesa para nada el alcance literario de sus canciones. A ellos les basta con escucharlo. Me pregunto ¿Qué estarán pensando Haruki Murakami o Philip Roth, que en los últimos años han estado nominados? Muchos opinan que es una distinción cómoda para los que no leen, para el populismo de las redes sociales. Es sabido que la academia es 60
| ULRIKA 57
un instrumento de poderes ideológicos, económicos y políticos, que se constituyen en el telón de fondo que finalmente determina la dirección que toma la elección de cada año. En los últimos tiempos se ha venido escudriñando en sus recovecos literarios – Michael Gray Song and dance Man, John Herdman Voice without Restraint- pero esa discusión sobre el valor poéticos de sus textos no es de ahora. Ya se había dado lo mismo en torno de la obra del ya citado Leonard Cohen cuando le dieron el Premio Príncipe de Asturias, premio que también le fue concedido a Bob Dylan. Es fácil observar su condición de hombre de variadas lecturas, seguramente desorganizadas, sin duda sometidas al azar de los libros que aparecían en su camino, como corresponde a un músico popular, la Biblia, Bertolt Brecht, etc Tal condición azarosa dificulta el rastreo, algunos encuentran una influencia de Rimbaud como los críticos Van Ronk y John Herdman, otros observan visos de Eliot, Blake, Browning, Ginsberg, Ferlinghetti etc lo cierto es que desde mi perspectiva es un ser (literario) difícilmente clasificable. Bueno es recordar que en el griego antiguo (de donde procede todo esto) no existe una palabra que signifique música como hoy en día la entendemos. Tampoco para la poesía existe un término independiente, ambas comparten la expresión mousiké (arte de la musas) que además implica a la danza, es decir que para el observador griego de la antigüedad la palabra por sí sola era capaz de comunicar además a la danza y la música. Esa unión puebla las fantasías históricas de todas las épocas del hombre. No concibo a la poesía separada de la música. Tampoco a la música separada de la poesía. En la génesis de la música está la poesía. En la génesis de la poesía está la música. La una sin la otra se tornarían en una cuestión totalmente incomprensible. La intuición, la inteligencia, la sensibilidad y la experiencia siempre me han dicho (vuelve y juega) que son cuestiones que pertenecen a un mismo cuerpo. El desiderátum de la
BOB DYLAN
palabra poética es la música. El desiderátum de la música es la palabra poética. Es la música la que sustenta sobre el precipicio a la palabra. Es la palabra la que sostiene sobre el precipicio a la música. La canción es un encuentro entre dos universos: el musical y el del lenguaje. Esto aparentemente está en contravía, con una época en la que muchos artistas le juegan a la separación de los géneros y en la que se llega incluso a afirmar que por su rareza y su exquisitez, la poesía bien podría desmarcarse de la Literatura en general (Antonio Gamoneda). Ahora bien entonces ¿Cómo hacer un análisis de la música y la letra de una canción independientemente? ¿Qué herramientas de medición usar o qué método aplicar? ¿Dónde está la diferencia entre una letra de canción y un poema? Al respecto el investigador español Vicente Araguas (Tesis doctoral 2014) nos dice: “…diferencia que va del poema a la letra de una canción. Siendo así que el primero aspira, o debe hacerlo, a una duración intemporal. El segundo, a un espacio de dos, tres, o diez o quince minutos. Luego está la cuestión, nada baladí y señalada en el trabajo de que muchos cantautores (en puridad no lo son) se limitan a musicar poemas, con lo que no hacen sino desbaratar la idea letrística “per se”; los versos llevados a la partitura porque si, como es el caso de Paco Ibáñez. Y no es que no se pueda, sino simplemente que no se puede hacer indiscriminadamente, porque se termina – como lo dice Araguas- malogrando los versos y haciendo una canción mala. Así pues el asunto de la canción que se preocupa, además de la melodía, por lograr una buena letra es de antaño. Sólo en lo que concierne a nuestra lengua es fácil encontrar en el medioevo diversidad de ejemplos. Remitiéndonos a los más conocidos a Martín Codax, por ejemplo, se le conocen siete cantigas, de las cuales seis son inseparables del soporte musical; los 427 poemas que dejó escritos el Rey Alfonso “El sabio” todos comprendían un ambiente musical, lo mismo ocurre con el Cantar del Mío Cid, escrito para ser cantado. B. D. nos ha mostrado con su actitud displicente que no quiere pertenecer al ámbito de la Literatura, que se siente como diríamos coloquialmente ‘harina de otro costal’, no obstante la cantidad de recono-
cimientos que le llegan de allí y de las noticias que dicen que empezó a escribir poesía entre los once y los doce años, bastante precoz según mi parecer. Sigo creyendo que la Poesía es un asunto de adultos. Este premio es acaso la celebración del reencuentro de la canción con el verso poético, cuyo divorcio introdujo la modernidad; también es una invitación a los cantautores al ejercicio del pensamiento, algo que debería estar presente en primer plano dentro de sus preocupaciones, porque si hay algo de lo que adolece la canción popular es la escasa calidad de sus letras. El hecho de que su propuesta esté enmarcada dentro del formato de la canción popular ha determinado, sin lugar a dudas, el resultado de su búsqueda y de algún modo nos hace volver la mirada hacia los cantos ancestrales; hacia la voz de los aedas y trovadores, como también hacia la obra de autores como Leonard Cohen, que acaba de morir, John Lennon, Mick Jagger, Tom Waits, Cat Steven, Cole Porter, Paul Simon, Chico Buarque, James Taylor, Lucio Dalla, George Brassens, Jacques Brel, Jim Morrison, Luís Eduardo Aute y Joni Mitchell entre otros. Esta nota pretende ser un acercamiento, más desde la observación que desde la crítica y no se trata de compartir o no el criterio de la Academia sueca. Creo que lo importante finalmente es rescatar la vigencia de su propuesta y el carácter de necesidad de que su obra es portadora. Algunos apostaban a que no iba a recibir el premio, sin embargo en estos días anunció su decisión de aceptarlo pero que por compromisos adquiridos con antelación no podrá estar en la ceremonia. Yo esperaba que actuara con toda la carga de fidelidad a sus principios, no aceptándolo como lo hicieron Boris Pasternak en 1958 y Jean Paul Sartre en 1964. El premio nobel – a estas alturas- es un algo menor para un poeta verdaderamente libre porque lo cierto es que los tiempos nunca han dejado de cambiar que: La línea está trazada La maldición está echada El más lento ahora será el más rápido después Como ahora el presente después será pasado El orden se marchita rápidamente Y el primero ahora será después el último. Porque los tiempos están cambiando. ULRIKA 57 |
61
Índice de autores MARÍA ANTONIETA FLORES (Caracas, Venezuela, 1960) Poeta, ensayista, crítica literaria y profesora universitaria venezolana, magíster en Literatura Latinoamericana. Ha publicado los poemarios El señor de la muralla (Caracas, 1991), Canto de Cacería (Maracay, 1995. Premio de Poesía de la I Bienal de Literatura Municipal «Augusto Padrón» 1994), Presente que no en ausencias(Caracas,1995), Agar (Valencia, 1996), Criba de abril(1998), Los trabajos interminables (1998, Mención Premio Municipal de Literatura, 1999), La desalojada luz de la tarde (poema largo, plaquette, 1999).
EVELIO ROSERO (Bogotá, Colombia, 1958) Premio Nacional de Literatura 2006, otorgado por el Ministerio de Cultura. En 2007, con su novela Los ejércitos, gana el II Premio Tusquets Editores de Novela y alcanza resonancia internacional. Se ha alzado con el prestigioso Independent Foreign Fiction Prize (2009) en Reino Unido y el ALOA Prize (2011) en Dinamarca. Publica en 2009 su novela Los almuerzos. Tusquets Editores publicó La carroza de Bolívar, recibida como su obra más ambiciosa y desmitificadora, y Plegaria por un Papa envenenado.
FEDERICO DÍAZ – GRANADOS (Bogotá, Colombia, 1974). Poeta, ensayista y divulgador cultural, es director de la Biblioteca de Los Fundadores del Gimnasio Moderno y de su Agenda Cultural. Ha publicado los libros de poesía: Las voces del fuego (1995), La casa del viento (2000), Hospedaje de paso (2003), Las prisas del instante (2015) y presentó recientemente su libro El oficio de recordar (2016). Integrante del Festival Internacional de Poesía de Bogotá y del Consejo Editorial de la revista Ulrika.
FERNANDO LINERO (Santa Marta, Colombia, 1957) Músico y poeta. Estudió filosofía y letras en la Universidad de La Salle y música en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia. Ha publicado los libros de poesía: Sonata del sonámbulo (1980), La risa del saxo (1985), Guijarros (1990), Aparte de amor (1993), Palabras para el hombre(1998), Lecciones de fagot (2004), Experto en tachaduras (2010), Cuaderno de insectos y otros poemas(2011), Antología La risa del saxo y otros poemas (Universidad Externado de Colombia, 2014). 62
| ULRIKA 57
EUGENIA SÁNCHEZ NIETO (Bogotá, Colombia, 1953) Filosofa de la Universidad Nacional (1980), Especialización en Administración y Planeación del desarrollo regional, Universidad de los Andes (1993). Premio Nacional de Poesía Hormiga Editores en 1984. Segundo Lugar en el Concurso Nacional de Poesía, XII Festival de la Juventud Internacional y la Fundación Papagayo de Cristal, 1985.
MILCÍADES ARÉVALO (Chía-Cundinamarca, Colombia, 1943.) Ha publicado varios libros de cuentos y varias novelas, entre ellas, El oficio de la adoración. A sus 73 años sigue publicando su revista revista Puesto de Combate, en la cual ha dado a conocer a escritores de la talla de Raúl Gómez Jattin o Evelio Rosero.
ÓSCAR PINTO SIABATTO (Bogotá, 1976) Editor y diseñador de libros. Director fundador del periódico de poesía de distribución gratuita El Aguijón y de la revista virtual elaguijon. org. Actual diseñador de la colección literaria distrital Libro al Viento. Miembro del comité editorial de la revista de poesía Ulrika.
JOHN FITZGERALD TORRES (Bogotá, Colombia, 1964) Poeta y narrador. Magíster en Literatura. Autor de los libros de poemas: La camisa en llamas (1987), En el centro de la hoguera (1990), Palabras de más (1998), Alguien creerá que esto es la poesía, Orsai (2002) y ...Y otros poemas (2009). Ganó el VI Premio de Literatura Infantil Barco de Vapor-Biblioteca Luis Ángel Arango, con el libro Por favor, ¡no leas este libro! (2013).
GUILLERMO MARTÍNEZ GONZÁLEZ (La Plata, 1952-2016). Editor y librero (Trilce Editores). Ha publicado los libros de poemas: Declaración de amor a las ventanas (1980), Puentes de niebla (1987) y El árbol puro del río (1994). Si ese viento fuera mío (2013), editado con motivo del homenaje tributado por el XXI Festival de Poesía de Bogotá y la revista Ulrika en coedición con el Instituto Caro y Cuervo. Ha publicado varios libros de versiones de poesía de China (Wang Wei, Lu Xin, Li Po, etc). ULRIKA 57 |
63
Se abre convocatoria para el Programa Distrital de Apoyos Concertados El sector Cultura, Recreación y Deporte invita a todas las organizaciones, asociaciones y corporaciones culturales sin ánimo de lucro de derecho privado, para que inscriban sus proyectos en el Programa Distrital de Apoyos Concertados a partir del martes 6 de diciembre. Este programa promueve y apoya la realización de proyectos de iniciativa privada e interés público con el fin de fomentar y dinamizar las prácticas artísticas, culturales, patrimoniales, recreativas y deportivas en la ciudad. Las entidades jurídicas interesadas en participar deberán contar con dos
años de existencia, estar domiciliadas en Bogotá y demostrar experiencia previa en procesos similares; el programa financiará hasta el 70 por ciento del costo del proyecto, el cual, de salir beneficiado, deberá ejecutarse entre el 1 de mayo y el 30 de noviembre de 2017.
LÍNEAS DE PARTICIPACIÓN Agenda de ciudad para todos: proyectos dirigidos a la realización de eventos culturales, artísticos, deportivos o patrimoniales, ferias, festivales, encuentros, fiestas, carnavales, congresos, seminarios o actividades similares cuya duración es limitada. Trans-formaciones culturales: proyectos de formación en las diferentes áreas relacionadas con el arte, el patrimonio, la recreación y el deporte, como música, danza, teatro, circo, literatura, artes plásticas y visuales, producción y creación de contenidos para medios de comunicación, saberes y oficios tradicionales, clínicas deportivas o emprendimiento cultural. Espacios concertados: proyectos dirigidos al desarrollo de contenidos y pro-
gramaciones regulares desarrolladas en espacios culturales como casas de cultura, centros culturales, salas de danza, salas de música, estudios de producción de contenidos sonoros, emisoras, espacios de artes visuales que desarrollen actividades de circulación, residencias artísticas, museos, archivos, bibliotecas, documentación, cinematecas, entre otros Leer es volar: proyectos encaminados a promover procesos de lectura, escritura y oralidad, tales como programas de lectura en voz alta, talleres de escritura o literarios, bibliotecas comunitarias, entre otros. Ciudad diversa: En esta línea se incluyen los proyectos destinados a desarrollar procesos artísticos, culturales, recreativos
y deportivos dirigidos a grupos poblacionales, étnicos, sociales y de diferentes grupos de edad, como comunidades indígenas, raizales, pueblo rom, afrodescendientes, población LGBTI, grupos de mujeres, niños, adolescentes, adultos mayores o campesinos. Construcción de comunidad: Iniciativas de fortalecimiento y promoción de ciudadanía y cultura de paz que se valen del arte, la cultura, la recreación y el deporte como estrategias para fortalecer y promover tejido social. Esta línea da prioridad a proyectos con antecedentes territoriales y comunitarios que cuentan con estrategias de autogestión y sostenibilidad y que su quehacer se sustenta más en los procesos que en los eventos o coyunturales.
La inscripción de proyectos se realizará entre el 6 de diciembre de 2016 y el 31 de enero de 2017 únicamente a través de la página www.culturarecreacionydeporte.co, en el enlace del Programa Distrital de Apoyos Concertados. Mayor información: Correo: convocatorias@scrd.gov.co