1 minute read
FRAGANCIAS
ALGO PERSONAL
LOUS VUITTON HA CREADO UN SERVICIO DE ALTA PERFUMERÍA A LA MEDIDA DONDE EL CLIENTE, APOYADO EN LA SABIDURÍA DE JACQUES CAVALLIER BELLETRUD, CREA SU FRAGANCIA EXCLUSIVA.
Advertisement
TEXTO RICARDO BALBONTÍN
Arriba, el universo Louis Vuitton se respira en cada rincón de Les Fontaines Parfumées, el centro de la perfumería de la firma y el lugar donde se realizará esta fragancia única. A la derecha, el cliente visita el centro perfumero para, a través de una entrevista, empezar a perfilar el ID de la fragancia que, tras varios meses de trabajo, será toda una realidad. “LA PRIMERA PREGUNTA QUE LE HAGO AL CLIENTE es por qué quiere tener un perfume propio; es una pregunta importante porque el perfume que creamos es un vestido para la personalidad del cliente. Así es como conseguimos proporcionar una experiencia parecida a la alta costura, algo sin límites, crear un aroma que cuando salgas de la habitación la gente piense: ha estado aquí”. Quien habla es Jacques Cavallier Belletrud, maestro perfumero de Louis Vuitton e impulsor de un proyecto de alta perfumería a medida. “Quería ofrecer a nuestros clientes la posibilidad de llevar una fragancia única, hecha en mi taller creativo. Para mí, el servicio de Alta Perfumería a medida representa la esencia de la maison, porque la ultrapersonalización siempre ha estado en el corazón de Louis Vuitton”. Y como aclara el creador: “Cada fragancia es única y personal… Es posible que el resultado final revele partes de la personalidad del cliente que ni él mismo conoce”.
El objetivo de este servicio es crear un retrato olfativo del cliente. Y no es un proceso sencillo. “Es bastante largo, dura aproximadamente nueve meses: primero, hay que encontrar el ID del perfume en una fase que lleva algunas semanas; después, como en la alta costura, tienes que probar con el cliente las diferentes propuestas, normalmente ofrecemos entre tres y cinco retratos olfativos entre los que vamos probando hasta que encuentren aquel con el que se encuentran más identificados”.
Un largo recorrido hasta componer, como los antiguos alquimistas, una fragancia única. El momento más delicado y