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La esencia de un mito

Giovanni Agnelli, fotografiado por Giuseppe Pino, “el Abogado”, lleva un saco cruzado con una camisa buttondown con las puntas desabrochadas, una costumbre que se volvió tendencia en los años ochenta. Página siguiente, Steve McQueen, “The king of cool”, bello y maldito, con su estilo informal, inició muchas tendencias: desde las gafas de sol a los pantalones chinos.

ATRACTIVO, INTELIGENTE, MODALES Y SENTIDO DEL HUMOR. PERO TAMBIÉN ESPÍRITU REBELDE Y MANÍAS. LOS INGREDIENTES PERFECTOS PARA VOLVERSE LEYENDA.

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TEXTO LUISA CIUNI

¿QUÉ DEFINE EL ATRACTIVO DE UN HOMBRE? ¿Qué lo hace un icono? ¿La belleza, la elegancia, el patrimonio, la educación? Quizá se trata de una rara síntesis de muchas variables difíciles de encontrar y que solo muy pocos hombres han logrado alcanzar. Si ya es difícil encontrar mujeres atractivas, aún más difícil es encontrar hombres atractivos, una combinación tan rara como única y, por lo mismo, motivo de celebración.

Un ejemplo hasta hoy inigualable es Giovanni Agnelli, famoso empresario de crónicas financieras y mundanas, recordado por muchos por su manía de llevar el reloj por encima del puño de la camisa y los botines Tod’s hasta con el esmoquin. Una descripción que, sin embargo, no expresa en su totalidad su estilo de vida refinado, su gusto y su sentido de la ironía que, en realidad, quitaban el halo al mito. Porque l’Avvocato —el Abogado, así se le conocía— tenía sentido del humor. Y eso es algo raro. Otro mito como él fue John Fitzgerald Kennedy, el presidente de los Estados Unidos asesinado en 1963. No era particularmente guapo ni se vestía particularmente bien, sin embargo, Kennedy conquistó al mundo cuando, durante un viaje a Europa, se definió “el acompañante de la señora Kennedy en París”. Amaba estar en el foco de atención, sin embargo, si era necesario, también sabía dejarles ese lugar a otros. También una cualidad poco común.

Otro maestro en el saber fue Felipe, el duque de Edimburgo, que pasó su larga vida detrás de la consorte real Elizabeth. Hasta sus opositores más feroces han tenido que admitir que, de joven, el duque era un hombre muy guapo. En Felipe, la lengua mordaz acompañaba a los modales, obviamente, de príncipe, que dejaban estu-

NON È LA PERFEZIONE A RENDERE UN UOMO ICONICO. ANZI, È QUEL QUID IN PIÙ

Robert Redford. Icono absoluto, admirado por sus interpretaciones y por su estilo único e inconfundible, ecologista convencido, es el fundador del Sundance Film Festival dedicado al cine independiente. Felipe de Edimburgo. Renunció a sus títulos para estar siempre un paso detrás de Su Majestad. Suficiente para hacer de él un gentleman. Si, además, se agregan su ironía, sus célebres metidas de pata y su ingenuidad, la combinación es perfecta. Gary Cooper. Todavía se habla del “estilo Cooper”, ya que el actor lucía impecable en toda ocasión. Eso era también mérito de los sastres de confianza que tenía alrededor del mundo. Marcello Mastroianni. Símbolo de la Dolce Vita y de la elegancia italiana, conocido en todo el mundo, es el más amado por las mujeres italianas, y no solo por ellas. Ayer, hoy y mañana.

Paul Newman. Fascinante, bello y elegante incluso en playera y pantalones de mezclilla. Uno de los pocos que podían permitirse usar calcetines blancos. Tan icónico que Rolex le ha dedicado un reloj: el Daytona Paul Newman. John Kennedy. Desde la Casa Blanca, con trajes de la firma Brooks Brothers, a las excursiones en barco a Cape Cod, con suéter de cashmere y gafas Ray-Ban Wayfarer Tortoise, el estilo del Presidente fue siempre casual but classy. Sean Connery. El espía que dictó las reglas de la elegancia para todos sus sucesores, impecable tanto en smoking con cigarrillo en la boca como en kilt escocés. Cary Grant. “En lugar de comprar trajes más baratos y de calidad dudable, mejor elige un solo traje, pero de muy alta calidad”, contó en una entrevista uno de los actores más elegantes de siempre.

pefacto a todo interlocutor. Pocos han llevado la falda escocesa tan bien como él, quizás a excepción de Sean Connery, capaz de pasar de los autos y sacos de James Bond a los trajes de las Highlands escocesas, sin perder un gramo de estilo o poder seductor. Insuperable hasta hoy. ¿Y los hombres que han hecho perder la cabeza a millones de mujeres, como Gary Cooper, Paul Newman, Robert Redford y Steve McQueen? Cada uno de ellos ha marcado un estilo. Cooper, complejo; Newman, deportivo; Redford, intelectual; McQueen, informal y un poco maldito. No cabe duda de que todos han tenido la capacidad de inventar un estilo propio y ser fieles a ello a lo largo de su vida. Sin embargo, ninguno de ellos ha logrado quitarle el palmarés de elegancia a Marcello Mastroianni, el actor más amado por las mujeres italianas.

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