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Las mujeres firman la última revolución del arte

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En el sentido de las manecillas del reloj, Frida Kahlo pintando; Fahrelnissa Zeid en su taller; Sophie Taeuber-Arp en su despacho; Monir Shahroudy Farmanfarmaian, trabajando en Estrella heptágono.

LA PRESENCIA DE LA CREACIÓN FEMENINA EMPIEZA A ALCANZAR SU PROTAGONISMO EN EL ARTE CONTEMPORÁNEO. UNA EXPSOSICIÓN Y UN LIBRO LO ATESTIGUAN.

TEXTO JAVIER FERNÁNDEZ DE ANGULO

UN EJEMPLO, el autorretrato Diego y yo, de Frida Kahlo, marcó recientemente un precio récord para una obra de un artista latinoamericano en subasta, al venderse en Nueva York por 34.9 millones de dólares. Esta obra de 1949, fue la pieza estrella de la puja en la casa Sotheby’s, el pasado otoño en Nueva York. Este precio desplaza a su marido Diego Rivera del podio como el autor latinoamericano más cotizado (su obra Los rivales se vendió en diez millones de dólares).

El récord de venta de una obra de una mujer lo tiene un cuadro de Georgia O’Keefe que alcanzó 44 millones de dólares en 2014, también en Sotheby’s. En este contexto vivimos una revolución de la creación femenina en el arte y un merecido reconocimiento de artistas fundamentales que fueron ignoradas tanto por los medios de comunicación como por el mundo del arte y la crítica.

Para rendir tributo a estas mujeres creativas destaca la exposición Mujeres de la abstracción, que ofrece el Museo Guggenheim de Bilbao en colaboración con la Fundación BBVA. Que como señalan los organizadores “pretende escribir la historia de las aportaciones que las mujeres artistas han hecho a la abstracción en el siglo XX, aproximadamente hasta la década de 1980, incluyendo algunas incursiones inéditas en el siglo XIX”.

En la recopilación de obras apreciamos como las artistas se presentan como agentes y cocreadoras de la modernidad de los tiempos. Cómplices necesarios. Todo un legado que luchó contra muchos obstáculos, sociales, ideológicos e institucionales.

La exposición muestra una historia abierta, abarcando la danza, las artes decorativas, la fotografía y el cine, desde una perspectiva global, que integra enfoques de la modernidad procedentes de América Latina, Oriente Medio y Asia, sin olvidar a las autoras afroamericanas, con el fin de volver a construir una historia con múltiples voces e ir más allá del canon occidental.

Como señalan los curadores, “Ellas –las mujeres artistas– fueron invisibilizadas en la historia de la abstracción a pesar de su innegable aportación a sus raíces, sus inicios y su posterior desarrollo. Esta historia del arte se forjó a partir de cánones estéticos establecidos en los años treinta a ambos lados del Atlántico en un contexto eminentemente occidental y masculino que es preciso reconsiderar”.

Una muestra que se cuestiona la historia del arte, invita a reflexionar y rescata talentos olvidados.

La exposición ha sido concebida por Christine Macel, Curadora en Jefe del Centro Pompidou y Karolina Lewandowska, Directora del Museo de Varsovia además de Curadora de foto-

LA EXPOSICIÓN “MUJERES DE LA ABSTRACCIÓN” DE FUNDACIÓN BBVA REPASA LAS APORTACIONES DE LAS MUJERES EN EL ARTE.

Izquierda, Escultura ovalada de Barbara Hepworth, 1943. Arriba, Smoke Bodies from Women an Smoke, Judy Chicago

grafía, y organizada en colaboración con Lekha Hileman Waitoller, Curadora del Museo Guggenheim Bilbao.

En esta línea de reconocimiento de la trascendente aportación de la mujer en el arte Phaidon publica Great Women Artist. Un ambicioso libro que recopila la obra de más de 400 artistas en 50 países.“Un libro como señala The New Yorker-, donde se avecinan cambios importantes. Las mujeres artistas están de moda. Desde las retratistas renacentistas que mostró el Museo del Prado hasta las mujeres prerrafaelitas en la National Gallery, de Londres”.

Una serie reciente de Artnet News reveló, entre muchas otras estadísticas decepcionantes, pero no terriblemente sorprendentes, que las mujeres artistas actualmente representan solo 11 % de las adquisiciones y 14 % de las exposiciones en los 26 principales museos estadounidenses.

Una campaña feminista denunciaba recientemente que es más fácil que una mujer desnuda entre en un museo que una artista. Afortunadamente los tiempos están cambiando y ya figuran entre las grandes artistas nombres como Marina Abramović, Sofonisba Anguissola, Vanessa Bell, Louise Bourgeois, Sophie Calle, Leonora Carrington, Judy Chicago, Elaine de Kooning, Sonia Delunay, Tracey Emin, Carmen Herrera, Cristina Iglesias, Frida Kahlo, Yayoi Kusama, Tamara de Lempicka, Teresa Margolles, Tina Modotti, Georgina O´Keeffe, Remedios Varo, entre algunos de los muchos nombres pendientes de colocar en el justo lugar de la historia del Arte.

Desde hace siglos las mujeres han estado presentes en las artes visuales. En la antigüedad su vinculación con la creación era en la artesanía, en trabajos textiles, mientras que a partir del siglo XVII solo casos puntuales empiezan a alcanzar el reconocimiento en artes visuales.

Flavia Frigeri, historiadora del arte y autora del libro Grandes Mujeres Artistas de Phaidon, refuerza esta visión al señalar que “las mujeres han sido siempre parte de las manifestaciones del arte, ya sea como creadoras, coleccionistas o investigadoras, pero han quedado fuera de la narrativa oficial de la historia del arte”.

La paradoja está en el hecho de que, desde los años 90, las facultades de Bellas Artes están pobladas por mujeres en más de un 70 % y apenas asoman en exposiciones, muestras, ferias o galerías.

“La lucha de las mujeres por conquistar la visibilidad y el reconocimiento que merecen y se les escatima, es una constante desde hace décadas. Se trata de una lucha del feminismo que se inició a principios de los años 70 con Linda Nochlin y el artículo

De izquierda a derecha, Fenke de Tomma Abts; Jennie de Lois Mailou Jones; Totality, Katie Paterson; Bodega Run, Tschabalala; Autorretrato Elisabeth Vigee Le Brun.

“Why Have There Been no Great Women Artists?” y que en los 80 sacudió las estructuras del sistema del arte con la aparición de las Guerrilla Girls y aquel “Do Women Have to be Naked to get into the Met Museum?”. Estos 30 años de lucha feminista en el arte han permitido que se conozcan cientos de nombres de mujeres que habían sido borradas de una historia del arte patriarcal y sectaria, y nos han obligado a pensar más allá de los cánones establecidos en los que la calidad y el valor de la obra de arte estaban asociados al hombre-blanco-occidental”. Escribe Marta Pérez Ibáñez, de la Universidad de Nebrija.

Mucho camino por recorrer, la historia de la pintura también muestra una imagen de mujer que habla de desigualdad, ángeles, consortes, ociosas de la alta sociedad, bailarinas, cuerpos desnudos, pocos rostros femeninos que hablen de poder, de talento. Lo vemos en museos como El Prado o el Louvre. Sin duda se avecinan nuevos cambios con un repaso a la historia de la pintura y las artes visuales y una nueva lectura de la historia. Vendrá una presencia contundente de las mujeres en las ferias, las obras de arte públicas, los museos, las galerías y los certámenes para poner la creación femenina en el lugar que merece. Una revolución está en marcha y lo aplaudimos.

Arriba El libro Grandes Mujeres Artistas, editado por PHAIDON. Es un repaso profundo al paso de las mujeres por el mundo del arte. 464 páginas.

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