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Santiago de Cali
Santiago de Cali Tierra del trabajo con sabor
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Santiago de Cali es una ciudad de barrios. Cristales, Santa Rita, San Fernando, Pance, Santa Mónica, La Flora, Siloé, Aguablanca, Ciudad Jardín y, desde luego el barrio Obrero. Son decenas y decenas de barrios que se identifican por diferentes motivos, especialmente por el tipo de comida.
Si desea algo de fritos, vaya a San Antonio. Si busca un buen champús, pase por La Base. Si está antojado de abojarrao’s, pásese por Capri. Una exquisita avena la puede conseguir en La Flora, empanadas en Santa Mónica y un sancocho de gallina en El Refugio. Pero si quiere conocer buena parte de
la historia de Santiago de Cali visite el barrio Obrero, que acaba de cumplir cien años, con miles de sucesos que van desde el nacimiento de las grandes leyendas de los equipos de fútbol de la ciudad, hasta los rumbeaderos o salones de bailes donde nació el amor por la salsa. Allí está, por ejemplo, la estatua de Piper Pimienta Díaz un particular y cantante que se impuso con un tema que hizo un homenaje a lo más bellos de la ciudad: “Las caleñas son como las flores”.
CON OLOR A CADMIO Tan pronto el avión abre la puerta, el olor a caña impregna los pulmones. Luego, el calor le da la bienvenida al turista. Las primeras ofertas son de los más preciados dulces: manjar blanco, gelatinas, cocadas o panelitas de azúcar. El recorrido de unos 30 minutos por una carretera plana, rodeada de bosques e inmensos cultivos de caña se hace breve cuando se divisa a lo lejos a Santiago de Cali, conocida por muchos como “La sucursal del cielo”. Es también la capital del Valle del Cauca, epicentro económico, agrícola e industrial del occidente de Colombia. Recorrer a Santiago de Cali es también impregnarse con ese olor característico que da el cadmio. Hombres de tesón forjaron una historia para combatir el trópico, vencerlo y convertir a esta pradera en la tercera ciudad del país, con un moderno transporte, vías amplias con túneles y señalizaciones internacionales. Recorrer esta ciudad encantadora es deleitarse con la brisa del Río Cali, caminar por entre chontaduros y borojós, arquitecturas de todos los tipos que van desde las coloniales, el rococó, las republicanas y las de más moderna inspiración, con amplios ventanales y colores de atardeceres verdes. En la década de los setenta, los marineros traían a Buenaventura las primeras canciones de salsa que pronto inundaron los oídos de los caleños. Les fascinaba esa mezcla
de trombones, trompetas, baterías, pianos y voces nasales. El ritmo para bailar causó fiebre y todos los jóvenes comenzaron a experimentar hasta convertirse en verdaderos ídolos de la región. El boogaloo original de Joe Cuba, fue convertido sencillamente en bugalú por los discómanos que aceleraron las tornamesas de 33 revoluciones a 45 y ocasionaron una fiebre rítmica que hasta los mismos músicos originales quedaron desorientados. Discotecas como “Séptimo Cielo”, “El escondite”, “El goce pagano” y decenas más recibieron a los pioneros del ritmo hasta cuando organizaron el primer mundial de la salsa y entonces nombres como Jimmy Castro, Aydé, Evelio Carablí, Dennis Campo y el negro Watusi traspasaron las barreras de la fama. Cali se convirtió años después en el epicentro musical y artistas como Jairo Varela, Álex Lozano, Tito Gómez, Moncho Santana le dieron a la ciudad una identidad con temas como “Cali Pachanguero”, “Del puente para allá” y “Mi Valle del Cauca”, entre otras. Y mientras tanto, Cali fue creciendo. Multinacionales fijaron en la ciudad y en sus alrededores sus fábricas, mientras que los museos, teatros y una amplia actividad cultural fueron creciendo al compás de la ciudad.
DE LA FERIA DE Y ALGO MÁS Es famosa su Feria, sus festivales de teatro, cine, música, literatura, artes plásticas, entre otros. Tiene maravillosos sitios de interés como la reserva de los Farallones de Cali, museos, monumentos históricos, p l a z a s , p a r q u e s y l u g a r e s d e esparcimiento. Cali y el Valle del Cauca se identifican por su gastronomía tradicional, una cocina que funde las herencias española, indígena y africana, dando un sabor único. Su gente cálida, alegre y amable, quienes reciben con gran afecto y sencillez a sus visitantes, se convierte en el mayor atractivo de esta ciudad cosmopolita. Los días soleados se complementan con la agradable brisa que desde la cordillera por los Farallones refresca las tardes caleñas. La ciudad cuenta con un sistema de transporte integrado MIO, una red de buses articulados con decenas de estaciones a lo largo de la ciudad. A sus portales o estaciones terminales llegan centenares de buses alimentadores provenientes de sectores alejados de las vías principales. De igual forma, tanto en las zonas comerciales y céntricas, como en la periferia, varios cientos de buses, busetas, colectivos y taxis completan la oferta de transporte masivo. Santiago de Cali fue fundada el 25 de julio de 1536 por Sebastián de Belalcázar, lo que la convierte en una de las ciudades más antiguas de América. Es además el principal centro deportivo de Colombia. Ha sido la única ciudad colombiana en organizar los Juegos Panamericanos, siete Paradas Mundiales de Ciclismo en Pista, el Campeonato Mundial de Patinaje, y la IX edición de los Juegos Mundiales, siendo la primer ciudad latinoamericana en ser anfitriona de este certamen. Todos los días se le encuentra un nuevo punto para conocer a la Ciudad: un restaurante francés en La Merced, una obra de teatro en el Jorge Isaac, una nueva especie en el Zoológico, exposiciones en los centros comerciales, postres de mil sabores en los pequeños barrios, empanadas
Cali es Cali y lo demás es loma, dicen los caleños, que sienten a su ciudad con ese característico olor a cadmio y es, en realidad uno de los destinos soñados de Viajar Magazine.
más grandes y con más guisos en alguna esquina, perros calientes en las veredas cercanas a la Roossevelt o simplemente asistir a uno de los estadios de fútbol, pasión que lleva cada uno de los caleños. En la capital del Valle hay más de 150 reconocidos cirujanos plásticos avalados por la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y Reconstructiva y anualmente se realizan cerca de 70.000 procedimientos de cirugía estética, de los cuales más del 28% se practican a pacientes que llegan del exterior. Por el prestigio de los especialistas, la tecnología de punta, la moderna infraestructura, que cumple con altos estándares, precios muy competitivos y la amplia ofer ta de ser vicios complementarios, Cali ha logrado posicionarse en Colombia y en el exterior como uno de los epicentros de la salud estética, un sector en constante crecimiento en el mundo.