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Carta a una víctima del conflicto armado
Prima Exagia 17
Yeymy Camila González Benavides
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yegonzalezb@unal.edu.co Biología Adriana Patricia Díaz Cuevas, docente
Me alegra poder saber que te encuentras bien, me han comentado que últimamente se ha ido mermando la situación allá donde estás. Lamento no saber por lo que estás pasando. Lamento no inmutarme sobre tu dolor. Lamento no saber por lo que pasan día a día las personas que viven en comunidades como la tuya. El hecho de vivir en un lugar diferente y apartado al tuyo no debería ser una razón para desconocer lo que te sucede, porque tu dolor es el mío. La sangre que se derrama en tu hogar debería doler, debería hacer enaltecer mi voz para apoyar la tuya. De hecho, debería enaltecer nuestras voces como pueblo para apoyar la tuya. Nosotros, quienes “vivimos apartados de lo que te sucede”, muchas veces hacemos oídos sordos y no queremos saber lo que les ocurre a los demás, incluso hemos llegado a negar la existencia de la violencia por la que tienes que pasar casi a diario.
Lo mínimo que deberíamos saber es a qué se debe tu situación, no solo decir que la comprendemos, ¿¡quiénes somos para decir que comprendemos algo que no sentimos, que no sufrimos!? No estamos ahí y no tenemos el derecho de hablar sobre lo que es vivir de la forma en la que tú lo haces, pero sí podemos hablar de la violencia que vives, para dejar de silenciarla, para dejar de ignorarla. Debemos dejar de evitar la “incomodidad” que nos genera contar tales aberraciones, porque nosotros NO somos ajenos a lo que te ocurre a ti y a los tuyos. Con todo esto tal vez no logre un cambio, pero créeme que, de aquellos a quienes les contaré el porqué de tu situación y de los abusos que vives, al menos uno quedará con esto en su corazón y su mente.
Mis más sinceras disculpas y mis mejores deseos para ti y todos los que luchan, soportan y viven a tu alrededor.
P.D. Me impresiona la fortaleza y la alegría que aún puedes brindarle a los demás.
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