4 minute read

Opinión

Next Article
Opinión

Opinión

Carlos Alonso Salinas

Retos del campo y el nuevo gobierno de México

A unos meses de tomar protesta como Presidenta de México, la Dra. Claudia Sheinbaum ha presentado a diversos actores que van a dirigir las distintas secretarías y por ende las políticas públicas y acciones que van a impactar en nuestro país por los próximos seis años, y entre los personajes que han sido nombrados ante la opinión pública, encontramos al Dr. Julio Berdegué Sacristán, quién será el próximo Secretario de Agricultura del Gobierno Federal.

Hombre que cuenta con la experiencia, trayectoria y conocimientos, para emprender acciones, cambios y soluciones a la política actual del campo mexicano; tiene, al igual que la Dra. Sheinbaum, la gran oportunidad de corregir los errores y omisiones no sólo del sexenio actual, sino de muchos años atrás, donde las políticas públicas del sector han sido poco eficientes y, en muchos de los casos, han sido lejanas a atender los problemas y necesidades de los actores del sector y con nula visión y entendimiento global, que impacta todos los días al sector agroalimentario mexicano.

“Tenemos 10 años para hacer cambios fundamentales en la forma en la que producimos alimentos, si no lo hacemos, estamos fritos”, ha dicho Julio Berdegué Sacristán. Ante diversas participaciones en medios comunicación, ha señalado que es posible y necesario “cambiar y mejorar la forma en la que México produce alimentos”.

Nuestro país es el noveno productor mundial de alimentos, es el séptimo exportador del mundo.

Con exportaciones que rompen récord cada año y, al mismo tiempo, hay escasez de productos básicos. México debe ser un Gigante Agroalimentario Global.

Hay que destacar que Berdegué es un profesional que ha tenido la oportunidad de aportar en la FAO, CIMMYT, Consultor del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), de varios gobiernos y agencias públicas latinoamericanas, de ONGs de la región y de organizaciones de pequeños productores.

Es Ingeniero Agrónomo y formado como Doctor en Ciencias Sociales, con áreas de estudio como: alimentos, salud, biotecnología, agricultura, ganadería, acuacultura, forestería, economía, ciencias sociales y medio ambiente, sin duda, temas coyunturales para la agro evolución mexicana.

Cuenta con una trayectoria ligada a la producción de alimentos agrícolas y el combate al hambre en América Latina; tiene muy claro o debería tener muy claro que uno de los grandes temas a resolver es la “pobreza mexicana”, y que no sólo se resuelve ni con “alimentos”, ni con “dinero”, sino que se deben desarrollar políticas públicas integrales y transversales, con presupuestos, pero, sobre todo, con capacidad de ejecución, con liderazgo y autonomía, en pocas palabras, debe tener capacidad de mando y autoridad para proponer, corregir, cambiar, actuar y ejecutar en la Secretaría de Agricultura Federal.

Los temas que la Presidenta de México y el nuevo Secretario de Agricultura han abordado como prioritarios en el nuevo sexenio, transitan por atender y diría yo “entender”, los retos del cambio climático y la escasez de recursos naturales; han hablado sobre el tema del agua, pero también se debe de hablar de la sustentabilidad, de los suelos, de la urgente necesidad de infraestructura adecuada para el campo, del desarrollo de habilidades y conocimientos a los productores; se debe reforzar lo dicho por la presidenta como candidata, sobre la importancia de recuperar, fortalecer y mejorar los esquema de financiamiento y su debida gestión; en su propuesta de campaña se exponían, entre otros ejes coyunturales, los temas de: agroindustria, agro logística, transporte, comercio, servicios y bienes públicos, sumado a los temas ya comentados.

Pero también se deben implementar acciones de investigación y desarrollo de mejores y nuevos productos presentes y del futuro. Se deben tomar acciones y políticas integrales para la integración de mujeres y jóvenes en el campo, para que México pueda cerrar círculos de la producción de alimentos, con su correcta transformación de los mismos, para incorporar soluciones creativas e innovadoras a los problemas actuales del campo; debemos especializar al sector en la toma de decisiones basados en datos e investigación, y por ende, aumentar los alcances nacionales y globales.

Agricultura urbana, agencias de alimentos, desperdicio de alimentos, pobreza, seguridad, financiamiento, innovación, agricultura celular, biodiversidad, agricultura 4.0, calidad alimentaria, agentes de cambio, agrologística y red de frío, comercio internacional, y múltiples temas deben ser atendidos, entendidos y construir políticas y acciones con presupuesto y objetivos claros.

Se deben explotar la resiliencia, el liderazgo y el esfuerzo colaborativo. Por todo ello, deseo todos los éxitos a la Presidenta Claudia Sheinbaum y al nuevo Secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán.

This article is from: