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OPINIÓN

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OPINIÓN

OPINIÓN

de Carlos Alonso Salinas

E Los pasos difíciles del Campo Mexicano

En 2024, la inflación en México ha mostrado una leve moderación, con la tasa general anual durante la primera quincena de agosto. Este valor representa una ligera disminución. Sin embargo, los precios de los productos agroalimentarios continúan fluctuando, afectando directamente a las familias mexicanas. Algunos productos han experimentado aumentos significativos en sus precios.

Estos incrementos se deben a factores como la estacionalidad y costos de producción. Por otro lado, algunos productos han registrado una disminución en sus precios. A pesar de esta ligera baja en la inflación, la situación sigue siendo difícil, ya que los aumentos en alimentos básicos impactan en la economía.

El cambio climático, por ejemplo, está teniendo un impacto significativo en la agricultura mexicana, sector clave para la economía y la seguridad alimentaria del país. Los efectos incluyen alteraciones en los patrones de lluvia, temperaturas extremas, sequías prolongadas, y eventos meteorológicos severos, los cuales afectan la productividad agrícola.

Además, está ejerciendo una presión significativa sobre la agricultura mexicana, creando nuevas amenazas para la sostenibilidad del sector y la seguridad alimentaria del país.

Todo ello se deriva de sequías prolongadas y escasez de agua; eventos meteorológicos extremos; cambio en los patrones de lluvia; incremento de plagas y enfermedades; y el impacto en la seguridad alimentaria.

La depreciación de la moneda y su impacto en la carne. La depreciación en la moneda en México, como la del peso frente al dólar, tiene un impacto considerable en varios sectores, incluyendo el de la carne.

Estos son algunos de los principales efectos: aumento de costos: gran parte de los insumos para la producción de carne, como los granos, utilizados en la alimentación del ganado, son importados. Cuando el peso se deprecia, el costo de estos insumos aumenta, lo que eleva los costos de producción para los ganaderos. Esto se traduce en un incremento en el precio final de la carne para los consumidores.

Hemos visto que la depreciación del peso encarece la importación de carne, especialmente en un mercado donde México importa una parte significativa de su consumo, como es la res y cerdo.

A medida que los costos de importación aumentan, los precios en el mercado interno también tienden a subir, afectando el poder adquisitivo de los consumidores y reduciendo el consumo per cápita.

Hay que señalar, sin embargo, que una moneda más débil puede hacer que las exportaciones mexicanas de carne sean más competitivas en el mercado internacional, esto también puede llevar a una disminución de la oferta en el mercado interno, lo que puede presionar aún más los precios locales. Los productores que dependen de insumos importados enfrentan costos más altos, lo que puede mitigar las ventajas de una moneda más débil.

JÓVENES Y ALIMENTACIÓN

En México, los jóvenes están jugando un papel cada vez más relevante en la agricultura, especialmente en el contexto del creciente interés por el consumo de fitness y alimentos saludables. Este fenómeno combina tendencias globales hacia un estilo de vida más saludable con la tradición agrícola del país, generando nuevas dinámicas en la producción, consumo, salud y visión global de la agricultura.

Por ello, es fundamental para impulsar el desarrollo sostenible del sector agrícola, mejorar la productividad, y enfrentar desafíos como el cambio climático y la seguridad alimentaria.

Este vínculo se está fortaleciendo a través de diversas iniciativas y colaboraciones que buscan integrar el conocimiento académico con las necesidades del campo, por ejemplo, la vinculación academiaindustria; la innovación tecnológica; y los proyectos académicos y transferencia de conocimiento.

Desafíos y oportunidades. A pesar de los avances, existen desafíos en la vinculación entre academia e industria, como la necesidad de una mayor inversión en investigación y desarrollo, y la integración de pequeñas y medianas empresas agrícolas en estos procesos. Sin embargo, las oportunidades son vastas, especialmente en la formación de alianzas estratégicas que permitan la implementación de soluciones innovadoras que respondan a las necesidades del campo mexicano.

Impacto en la agricultura. El fortalecimiento de esta vinculación tiene el potencial de transformar la agricultura en México, haciéndola más competitiva y sostenible. La aplicación de conocimientos científicos y tecnológicos al campo puede mejorar la calidad de los productos, aumentar la productividad, y reducir el impacto ambiental de la agricultura, contribuyendo así al desarrollo económico del país y al bienestar de su población.

Así, la vinculación entre la academia, la innovación y la agricultura en México, es clave para modernizar al sector agrícola.

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