Antologia Poética

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ANTOLOGIA POETICA EL MAL DEL SIEGLO

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ÀLVARES DE AZEVEDO EL MAL DEL SIEGLO... Direção Prof.Me.Gilmar Paiva

Tradução de Prof.Me.Gilmar Paiva

Revisão de Prof.Me.Gilmar Paiva

Capa de Prof.Me.Gilmar Paiva

Direitos Reservados a EDITORA CHRONOS Rua:Vicente Onillis. 69 – tel:31-9450-9215 Bairro:Vila Regina – CEP: 35970-000 Barão de Cocais – MG – Brasil E-mail:editorachronos@gmail.com BARÃO DE COCAIS – MG – BRASIL 2


PROF.ME.GILMAR PAIVA Membro: Instituto de Desenvolvimento em Políticas Linguísticas,Observatório da Língua Galega,Associación de Divulgación Linguistica del Estremenho,Centro de Estudos Filológicos Fluminense,Comunity Lakota Language,Zoziedá pal Ehtudio ´el Andalú,Societatis Linguisticae Europaeae.

ÁLVARES DE AZEVEDO

EL MAL DEL SIEGLO

1° EDIÇÃO

EDITORA CHRONOS MINAS GERAIS - 2013 3


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Prefácio

Àlvares de Azevedo nació en 1831 en São Paulo, en la biblioteca de su abuelo,que por su vez era próxima a la Facultad de Derecho. Cinco años después, Gonçalves de Magalhães tendría a elaborar el romantismo en Brasil con Suspiros Poéticos e Saudades. Era uno de los grandes poetas brasileños de su tiempo mismo de todos los tiempos usando de sus versos de lo estilo que hasta entonces era de su época usando en sus versos también una grande métrica, sufrió desde de su mocedad algunos problemas relativos a muerte de su hermano más chico,estudió Derecho pero no recibió su titulo por que murió. Segund Ubiratan Rosa, conocía todos los grandes autores de su época, y fue por su intermedio que varios autores tornaranse conocidos en Brasil, dentre sus obras están O Conde Lopo, Macário, A Lira dos Vinte Anos, Poemas irónicos, sarcásticos e venenosos, O poema do frade, Poema de Fra Gondiciário. Murió por uno accidente de caballo por un tumor en la fosa iliaca.

Prof.Me.Gilmar Paiva

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Sumario

Ay Jesús En mi tierra Es lo sueño de la ventana… Como velo de la doncella en blanco seno, las estrellas del cielo. Desaliento Pálida inocencia Pálida luz de la lampada sombría Vida C… En lo túmulo de mi amigo João Batista da Silva Pereira Júnior El pastor moribundo Spleen y Charutos Mió ángel II ¡Es ella! Es ella! Es ella! Es ella! Soneto Terza Rima Enamoro a caballo ¿Por que Mentías? Soneto Trinidad

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Ay Jesús Ay Jesús, no vês que gemo. Que desmayo de pasión. ¿Por tus ojos azules? ¿Que me expira lo corazón? Ay Jesús! Que por una mirada doncella, Yo podría morir. ¿De tus ojos por la luz? ¡Que muerte! Que muerte bella! Dantes seria vivir. ¡Ay Jesús! Que por un beso perdido. Yo de gozo podría morir. En tus níveos senos desnudos. Que en lo océano de uno gemido. ¿Mía alma ahogarse? ¡Ay Jesús!

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En mi tierra Àlvares de Azevedo

I Amo lo viento de la noche suspirante. A tremer en los pineros. Y la cantiga del pobre andante. En racho de los troperos; Y los monótonos sonidos de una viola. En lo tardío verano. Y la estrada que lejos se desarrolla En lo cielo de la sombra. La restinga de la arena donde reventa. El océano a bramar. Donde la luna en la playa macilenta. Viene pálida a lucir.

Y la Novoa y flores y lo doce aire oloroso. Del amanecer en sierra. Y el ciclo azule y lo manto nebuloso. Del cielo de mi tierra; Y el longo vale de flores lleno. Y la Nova que bajo. Es lo sueño de la ventana…

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Vuelva, sueños de amor y de saudade! Quiero aun sentir arderme lo sangre, Ojos turbios, mió pecho langue. Y fallece de ternura!

Vuelva, sueños de amor y de saudade. Quiero aun sentir arder-me lo sangre. Los ojos turbios, mío pecho langue. Es morir de ternura. Como velo de doncella en blanco seno, las estrellas del cielo.

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Italia

A mió amigo el Conde da Fe.

Allá en la tierra de la vida y de los amores. Yo podría vivir inda un momento; Adormecer a lo sol de la primavera. ¡Sobre lo cuelo de las virgen de Sorrento! Yo podría vivir y por ventura En los lunares del amor amar la vida; Dilatarse mi alma y tu seno. De pálido Romeo en la despedida. Yo podría en la sombra de los amores. Tremer en un beso el corazón sediento; En los senos de lo la doncella delirante. Yo podría vivir inda un momento! El ángel de mío Dios! Se eres en mis sueños No mentía los reflejos de la ventura, Y se Dios habló esa existencia. Un instante de enlevo y de ternura,

Allá entre los naranjales, entre los laureles. Allá donde la noche su aroma expande. En las playas donde el mar suspira, Mi alma exaltare en lo cielo de la Italia.

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¡Mirar la Italia y morir!... Entre mis sueños Y miro de voluptuosidad adormecida. En las tarde vaporosas perfúmense. Y duerme la noche en ¡La ilusión de la vida! Y, se yo debo expirar en mis amores, En los ojos de mujer amor bebiendo, Sea a los pies morena italiana, Escuchando suspirar, inda muriendo. Allá en la tierra de la vida y de lo amor. Y podría vivir inda un momento, Adormece a lo sol de la primavera. ¡Sobre lo cuelo de las vírgenes de Sorrento!

Más en ese doloroso sufrimiento De lo pobre pecho mió, Sentir en lo corazón que la dolor de la vida ¡la esperanza murió!...

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¡Que réstame, Dios mió!? a los suspiros míos Ni gemí la vibración, Y dentro – en lo desierto. de pecho mió ¡No duerme lo corazón!

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Desaliento

Feliz aquello que en lo libro de la alma. No tiene hojas escritas, Y ni saudades amargas, Arrepentidas, ¡Ni lagrimas malditas! Feliz aquello que de un libro de la alma. No tiene hojas escritas. Y ni saudades amargas,arrependidas, Ni resbaló de sueño deleitoso A reales pesadellos! Quien nunca te beso, flor de los amores, Flor de mi corazón Y no perdí frescor, febril y insano, De la noche a viración. Ah, feliz quien durmió en cuelo ardiente Da (huri) de los amores, Que sôfrego bebeu lo orvalho santo. De lãs perfumadas flores,

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Y puede ve-la muerta esquecida De los longos besos suyos, Sin blasfemas de las Ilusiones más puras ¡Y sin reírse de Dios!

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Pálida Inocencia

Por que, pálida inocencia. Tus ojos en dormencia. ¿A miedo lanzas en mi? En lo aperto de mi mano. Que sueño del corazón. ¿Trémete los senos así? Y tu habla divides. En que amor lánguidas afinas, Y duerme sin recelo Por que gemí en tu seno ¿Ansioso suspirar?

¡Inocencia! quien hablara De su azul primavera ¡A tu brisas del amor! ¡Ho! quien tus labios sentirá Y que trémulo te abrirá. ¡De los sueños a tu flor!

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Soneto Pálida luz de la lampada sombría

Oh! Habla me de ti! Yo quiero oírte. Murmurar re amor: Y en los labios perfumado de lo pecho. Mi pálida flor. De tu letra en la querida hoja. Yo sinto me vivir. Y las paginas del amor, oh mi amante, ¡Me hace estremecer! Y cuando la noche delirante durmo, Deitolas en pecho mió. En los delinquíos de amor, oh mía amante. Yo sueño lo seno tuyo.

La alma que las inspirou, que lhe deu vida. Y lo fuego de la pasión. Y derramó las notas doloridas. Del virgen corazón.

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Vida

¡Ho! Háblame de ti! Yo quiero oír te! Murmurar tu amor: Y en tus labios perfumar de lo pecho. Mía pálida flor.

De tu letra en la quiera hojas. Yo sínto me vivir. Y las paginas del amor, oh mía amante. Hacen me estremecer. Y, cuando en la noche delirante duermo. Deito las en lo pecho mío. En los delirios de amor, oh mía amante, Yo sueño lo seno tuyo.

La alma que inspirou que lhes deu la vida. Y lo fuego de la pasión. Y derramó las notas doloridas. Del virgen corazón.

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C…

Si – coronemos las noches Con las rosas del hinmeneu. Entre las flores de naranja. Serás mía y seré de ustedes. Si – quiero en lecho de flores. Tus manos dentro de las mías. Pero los cirios de los mares. Solo las chicas estrellas. Por el incenso los tuyos perfumes Suspiros por oración. Y por lagrimas, solamente ¡Las lagrimas de la pasión! De los velos de la novia solamente recelaba. De los cirios el negro velo. Basta del embalante…de lo lecho. ¡Sea lampada el lunar! Si coronemos las noches De la naranjera con la flor; Adormezámonos en el templo Pero sea el templo del amor.

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Es doce amar con los ángels. De la ventura en lo hinmeneu. Mía novia, o mía amante. Viene dormir en pecho mió. Dá-me um beso - abre tus ojos. Por otro ese húmido velo. Se en la tierra es mía amante. Es la mía alma en lo cielo.

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En la tumulo de mio amigo João Batista da Silva Pereira Junior

Epitáfio

Perdona me, mío Dios, sé la túnica de la vida. ¡Insano profanéis en los amores! Se a corona de sueños perfumados. ¡Yo propios deshoje las roseas flores! En lo vaso impuro corrompeu se el néctar. La arcilla de la existencia desbotoume. Lo sol de tu gloria abrió me las pálpebras. Da macha de las pasiones de las pasiones purifico me. Y cuantos sueños en la ilusión de la vida. ¡Cuanta esperanza en lo futuro aun! Todo callo se por la noche eterna… Y yo vago errante y solo en la oscuridad infinda. Alma en fuego, sedenta del infinito, En un mundo de visiones y vuelo abriendo, Como lo viento del mar en cielo nocturno. Entre las nuvens de los dias passe dormindo.

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La vida es noche: lo cielo tiene velo de sangre. Apalpa la sombra la geracción descrecida… Acordarte mortal! Es en lo sepulcro Que la larva humana se despierta a la vida!

Cuando las harpas del pecho La muerte estalla, Un treno de pavor solloza y vuela: Y la nota divinal que rompe las fibras. ¡En las dulias angélicas ecoa!

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Lo pastor Moribundo

La existencia dolorida Cansa en mío pecho: yo no sé. Que morrerei! Contudo de mia vida Podría alentarse la flor En tu amor.

¡De! corazón en refolhos ¡Suelta uno ay! En un suspiro de ti. ¡Yo respiro! Más mira a lo menos tus ojos Sobre los míos: yo Quero los ver Para morir.

Guarde contigo la viola Donde tus ojos cante… ¡Yo suspire! Solamente la idea me consola Que morro como vivi… Morro por ti.

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Une-se dia tu alma pura Tiver saudades de mi. !Mio Serafim! Talvez notas de ternura Inspiren lo doido amor. !Del trovador!

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Spleen y Charutos

Mió Ángel II Mió ángel tiene lo encanto, la maravilla. De la espontánea canción da lo passarinhos. Tiene los senos tan albos, tan blando. Como lo pelo sedoso de los armiños. Triste de la noche en la ventana la miro. Y de sus labios lo gemido escucho. Y leve la criatura vaporosa. Como la flojo humaza de uno charuto. Parece hasta que la frente angélica. Uno ángel se le depone la corona y nimbo. Formosa la veo así entre mis sueños. Más bella en vapor de mío cachimbo. Como lo vino español, uno beso de ella. Entorna lo sangre a luce del paraíso. De la muerte e un deseo, en uno beso vida, ¡Y celestes desmayos en uno sonriso! No bates por yo ni un minuto, Y que ella fose liviana. Y bella. ¡Como la humaza de uno charuto!

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¡Es ella! Es ella! Es ella! Es ella!

Es ella! Es ella! – Murmure tremiendo Es lo eco alejo murmuro – Es ella! Yo la miré – Mía hada aérea y pura. La mía (lavadeira) en la ventana! De esas aguas – hurtadas donde yo moro. Yo la veo extendiendo en lo tejado Los vestidos de chita, las faldas blancas. Yo la veo y suspiro enamorado. Esta noche yo osé más atrevido En las tejas que estaban en míos pasos Ir espiar su venturoso sueño Ve-la más bella de lo Morfeo en lo brazos!

¡Como dormía! que profundo sueño!.... Tenia en la mano lo ferro del engomado… Como roncaba maviosa y pura!... Cause ay en la calle desmayó!

Afastei la ventana,entrei medroso: Palpitaba le el seno adormecida... Fui bésala…robe del seno de ella Un billete que estaba alí metido… Oh! Desierto pensé es doce pagina. 25


Donde la alma derramó Gentis amores; Son versos de ella que En la montaña de cierto Ella ni enviaba lleno de flores. Tremí de febril! Venturosa hoja Quien posase contigo en este seno! Como Otelo besando su esposa, Yo a bese a tremer de devaneo…

Es ella, es ella – repetí tremendo; Pero canto en ese momento una coruja… Abrí cioso la página secreta… ¡Oh! Mío Dios! Era un rol de ropa sucia! Es ella! Es ella! Mío amor, mía alma, La Laura, la Beatriz que Lo cielo revela… Es ella! Es ella – Murmullo tremendo, Es lo eco, a lejos suspiros Y lo eco alejo suspiro - Es ella! –

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Soneto Un mancebo en lo juego se descuerda. Otro bebado pasa noche y día. Un tolo por la balsa viviría, Un pasea a caballo, otro enamora… Cuanto maços perdido veo ahora! Oh! No prohíban pero lo mió retiro De lo pensamiento a lo merencorio leito. La humaza lo canto de la alma escuro… Un aroma balsámico respiro, ¡Oh! Deja me humar lo mió charuto!

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Soneto I

A lo suelo del medio día yo vi durmiendo. En la calzada de la calle uno marinero, Roncaba a todo el paño lo tal brejero. ¡Del vino en los vapores se expandido!

Allá un español yo miré sonriendo Saboreando un cigarro feiticeiro, Enchia de humaza lo cuarto inteiro. Assemelhava-se de lo gosto se esvaindo! Más veo estaba um pobretão careca. De uña esquina lodosa en lo retiro. ¡Enlevo tocando uño rabeca! Venturosa indolencia! No delirio ¡Se morro de preguiça…lo más es seca! De esa vida lo que más Vale un suspira?

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Terza Rima Es bela de entre la cinza Ver ardiendo En las manos de humado un bueno cigarro Sentir lo humo en neboa recendendo, Del cachimbo alemán en loro barro. Ver la llama rojo estremeciendo Y hasta…perdonen…respirar le lo sarro! Pero lo que hay más doce en esta vida, Lo que de las magoas Y da son a una alma empobrecida Palabra de honra, es tu, lo mío charuto!

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Por que mentías

Por que mentías liviana y bella. Se mía face pálida sentía Queimada por la fiebre, y se mía vida. Tu vias desmaia ,por que mentias? Acorde de la ilusión, solo muriendo Siento en la mocedad la agonía Por tu casa desespero y morro… ¿Liviana sin pecado, por que mentías? ¡Sabe Díos se te ame! Saben las noches. Esa dolor que alentei, ¡Que tu nutrias! Sabe ese pobre corazón que treme Que la esperanza perdió ¡Por que mentías!

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Soneto

Los quinte años de uña Alma transparente, Lo por el castaño,la face pura, Unos ojos donde pintarse el candor. De uno corazón que durmo, Inda inocente.

Uno leyó que estremece de repente Del mimoso vestido en la blancura, La linda mano en la mágica cintura, ¡Y una que inebria docemiente! ¡Uno sonriso tan angélico! tan Santo. Y los ojos azules llenos de vida. ¡Lánguido velo de involuntario plantó! Es ese lo talismán es esa la Armida, Lo condón de míos últimos encantos, ¡La visión de mía alma distraída!

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Trinidad

La vida es una planta misteriosa Llena de espinos, negra de amarguras, Donde solamente abren duas flores puras, - Poesía y amor…

Y la mujer es la nota suspirosa Que treme de la alma la cuerda estremecida, Es la hada que no lleno allá de la vida. - ¿Pálidos de Languor?

La poesía es la nota de la mocedad. Lo amor es lo poema de los sentidos, La fiebre de los momentos no dormidos Es lo sueñar de la ventura…

¡Vuelva, sueños de amor y de saudade! Quiero aun sentir duerme lo sangre Los ojos turbios, lo mío pecho langue ¡Es morir de ternura!

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Fin 33


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