HECTOR M. ISLAS LICONA LOS ELEMENTOS MUSICALES
EXPLORACIÓN MUSICAL I LOS ELEMENTOS MUSICALES: EL ANTROBUS Por: Héctor M. Islas Licona
Apenas unos quince días antes de escribir este texto, tuve (¿padecí?) una experiencia interesante que me ha movido a reflexionar sobre algunos temas importantes en relación a la música y la forma en la que la percibimos.
Era domingo en la mañana y me dirigía con mi familia a bordo de uno de esos “tradicionales” transportes públicos que abundan en nuestro país. El chofer llevaba su equipo de sonido encendido a un volumen realmente atemorizante. Me fue imposible distinguir con claridad la música, pues el Sub-woofer (la bocina para las frecuencias graves) tenía tal nivel que los pasajeros literalmente vibrábamos con cada impulso acústico del bajo (creo, ahora que lo recuerdo, que posiblemente era una cumbia, pues el patrón de impacto corporal era algo así como: pu-um pum-pum, pu-um, pum-pum y se repetía y se repetía… el viaje duró alrededor de 18 minutos). Uno de los pasajeros, un señor algo mayor, comentó levemente divertido que la música se sentía hasta el corazón (me pregunto si esta será una de las formas en las que dicen que la música llega al corazón). Internamente me preguntaba si el chofer en realidad estaba disfrutando de la experiencia de “oír” música y, más profundamente, comencé a cuestionarme acerca de que era lo que él oía de la música o que experiencia pensaba obtener de ella.
No es un caso aislado. Pienso que la mayor parte de nosotros nos hemos enfrentado a ello de una ú otra manera. En muchas ocasiones, la tecnología nos ofrece caminos específicos para escuchar la música, sin embargo, la audición resultante no siempre es óptima y comúnmente (como en el caso del “antrobus”) puede llegar a ser desastrosa en cuestión de percepción aún cuando nuestro equipo de sonido sea de gran calidad o de un costo económico considerable.
Cabe reiterar la reflexión en forma de 2 preguntas: ¿Qué escuchamos realmente en la música? Y ¿Qué esperamos de la música? A fin de adentrarse en este asunto (y a manera de introducción) podemos considerar la organización musical desde un punto de vista práctico tomando en cuenta los ELEMENTOS DE LA MÚSICA. Aún cuando en los textos o en la enseñanza general de la música se coincide en que dichos elementos son 3 (Ritmo, Melodía y armonía), me atrevo a proponer otros 3 elementos que considero fundamentales al mismo nivel que los primeros, pues no existe música que de una ú otra manera no los tenga:Timbre, Forma y Expresión.
Puede condensarse esto en la siguiente grรกfica:
Iniciando con el concepto más fundamental, podemos considerar al RITMO como el elemento esencial, aunque el desarrollo y complejidad que ha alcanzado en diversos géneros y estilos musicales indica que a pesar de ser esencial, no es necesariamente simple. A partir de ahí la organización de los elementos pasará por la MELODÍA, la ARMONÍA, el TIMBRE, la FORMA y llega finalmente a la EXPRESIÓN que, a su vez,podría dividirse en 4 componentes básicos: •El FRASEO. Es decir, como en el caso del lenguaje, cuanto abarca una idea en el discurso. •LA ARTICULACIÓN. Forma en que se toca, técnicamente hablando, cierta nota, STACCATO, LEGATO, TENUTO, con acento, etcétera. •LA DINÁMICA. La variación en el volumen o la intensidad del sonido con fines expresivos: FORTE, CRESCENDO, PIANISSIMO, etcétera. •LA AGÓGICA. Todo lo relacionado con la ubicación de las notas en el Tiempo: definiciones de velocidad como ACCELERANDO, RITARDANDO, cambios de compás, cambios de tempo, mediante indicaciones como ALLEGRO, ANDANTE, etcétera; o mediante indicaciones del metrónomo.
RUTA DE EXPLORACION MUSICAL
A partir de estos elementos, podemos establecer las bases para iniciar una RUTA DE EXPLORACIĂ“N por senderos que prometen ser fascinantes.