Informe Sahel

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INFORME CONJUNTO DE GEOPOL 21 Y ÁFRICA MUNDI

INFORME SAHEL APROXIMACIONES Y

Editores

CONTEXTO A UNA REGIÓN EN EVOLUCIÓN

ISBN: 978-84-127098-9-6

Diseño: Pilar Seidenschnur

índice

Prólogo Coronel Jesús Díez Alcalde 3

Capítulo 1. Introducción - Soraya Aybar (África Mundi) 8 a. Mapa La Región del Sahel 9

Capítulo 2. Contexto histórico - Ricardo Gómez y Luis Valer (Geopol21) 12 a. Mapa Reinos e Imperios precoloniales (AM) 13

b. Mapa Las Colonias de Francia en África (Geopol) 17 c. Mapa IIGM en África (Geopol) 21 d. Gráfico independencias en África (AM) 25

Capítulo 3. Contexto social y económico - Soraya Aybar (África Mundi) 28 a. Mapa etnoconfiguración del Sahel (Geopol) 29

Capítulo 4. Contexto geopolítico: relaciones e influencias de las grandes potencias con los países de la región - Jacobo Morillo (Geopol21) y Alba Sanz 35 a. La inversión china en África (Geopol) 43

Capítulo 5. Contexto medioambiental - David Soler (África Mundi) 54 a. Ecología y topografía Sahel (Geopol) 55

Capítulo 6. Análisis de seguridad - Manuel Paz (Geopol21)

64 a. Gráfico el Sahel Occidental epicentro ataques yihadistas (AM) 65 b. Terrorismo y conflictivad en el Sahel sin banderas (Geopol) 65

Capítulo 7. Papel seguridad de la Unión Europea: España y Francia - Anastasia Herranz 106

Capítulo 8. Prospectiva y propuestas innovadorasDavid Soler (África Mundi) y Jacobo Morillo (Geopol21)

Capítulo 9. Conclusión

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Prólogo

Hace ahora 20 años, desplegué, por primera vez, en África. Fue en la Misión de Naciones

Unidas para Eritrea y Etiopía, que concluyó poco después por petición expresa del gobierno eritreo. Esta experiencia profesional se convirtió en mi primera inmersión —seis intensos e inolvidables meses— en la realidad africana. En el año 2000, ambos países acababan de sellar la paz tras dos años de lucha fratricida, motivada por discrepancias fronterizas no resueltas tras la independencia de Eritrea en 1993; y, durante mi estadía en esas tierras, la población vivía con la esperanza de un futuro en paz y próspero que, desgraciadamente, nunca ha llegado. A pocos cientos de kilómetros de allí, se libraba la larga y cruenta guerra de Sudán —por entonces, totalmente desconocida para mí—, que ya se había cobrado millones de víctimas y desplazamientos forzosos, muchos de ellos también hacia el país africano que me había acogido. Imagino que mi ignorancia e incredulidad por lo que estaba viviendo, unido al desgarro que produce ser testigo directo del sufrimiento humano, fue lo que provocó mi interés por el continente africano. Un interés que ha crecido y se ha fortalecido a través de mis estudios y análisis africanos, y también por mis viajes por el continente, especialmente por todo el Sahel. Siempre he defendido la máxima de que para entender África, primero hay que conocerla.

Sin embargo, acercarse a África —o al menos intentarlo— nunca ha sido un trabajo fácil desde Europa, y menos aún desde España. Afortunadamente, la situación ha cambiado mucho en estas dos últimas décadas, pero en nuestro país todavía no se desarrollan suficientes estudios académicos sobre nuestro inmediato vecino al sur del Mediterráneo; y tampoco los medios de comunicación prestan la atención que muchos, cada vez más, creemos que África merece. Como sociedad, en nuestro imaginario colectivo, todo lo que ocurre en el continente africano aún nos parece demasiado lejano, extraño e, incluso, inexplicable. Quizás por eso, nuestra aproximación estratégica y de cooperación hacia África —liderada por el Gobierno y la clase política—no esté suficientemente dimensionada, pues España puede y debe hacer mucho más como aliado y amigo de los países africanos. Como consecuencia, las actuales políticas de colaboración con África no forman parte de la acción prioritaria y, por ende, pasan muy desapercibidas, a pesar de la trascendencia que tienen en la construcción de nuestro futuro compartido. Ante esta realidad, todo estudio académico sobre la situación que atraviesa África debe ser muy bienvenido y celebrado. Más aún si sus protagonistas son jóvenes analistas que comparten una gran pasión por el continente africano y, al tiempo, una enorme preocupación por la situación que atraviesa, conscientes de que todo lo que allí ocurre tiene una importancia vital para el futuro de Europa y de España, para su propio futuro.

Este es el caso del Informe Sahel, que hoy me complace presentar: un análisis profundo y fundamentado sobre la situación actual en la región, el porqué se ha llegado hasta aquí, qué nos puede deparar el futuro y cómo debemos actuar para revertir la inestabilidad, el desgobierno y la conflictividad en la que sobreviven millones de seres humanos a pocos kilómetros de nuestra Europa. Para afrontar este reto, se han unido dos excelentes centros de estudios estratégicos: África Mundi y Geopol 21, que han comprometido en este objetivo común tanto a sus analistas como a otros externos para crear, como pretenden y consiguen, un “documento marco de referencia que aporte conocimiento sobre el Sahel”, con el loable objetivo de incrementar la atención de la sociedad española sobre esta región africana. Conozco bien a todos los autores de este trabajo, les he visto crecer como analistas y, cuando me lo han permitido, les he acompañado en sus investigaciones, estudios y publicaciones, en las que se han sustentado muchas de nuestras conversaciones y reflexiones compartidas en seminarios, en universidades y en otras muchas latitudes. Permítanme darles las gracias a todos ellos por su confianza durante tantos años; y más aún por dejarme firmar este prólogo, que espero sea capaz de trasladar la valía y la solidez de este trabajo académico a todos sus lectores.

Y antes de presentar, de forma somera, los distintos capítulos que conforman este trabajo académico, me gustaría subrayar la reflexión que lo sustenta: como premisa imprescindible para consensuar y desplegar la respuesta más idónea que permita revertir la situación que atraviesa el Sahel, es necesario analizar profundamente el contexto en el que la amenaza se origina y expande. Contexto, amenaza y respuesta se erigen como eje vertebrador de este documento; y también como fundamento para presentar “propuestas innovadoras” —recogidas en el último capítulo— con las que afrontar el futuro de la región saheliana, siembre por el bien común de África y de Europa y, sobre todo, de los africanos y los europeos.

En el primer capítulo, los analistas Ricardo Gómez Laorga y Luis Valer, editor principal de Geopol XXI, profundizan en un aspecto fundamental para comenzar a conocer y entender la región del Sahel: su pasado, y los efectos que este ha provocado en su presente y están determinando su futuro. En demasiadas ocasiones, este contexto histórico se deja a un lado en muchos análisis, pero este no es el caso. Ricardo se centra en examinar el devenir del Sahel, marcado por la concatenación de poderosos imperios antes de la llegada abrupta de los europeos, que iniciaron un periodo de colonización que rompió la dinámica africana de desarrollo político, social y humano. Tras la conquista de las emancipaciones nacionales —en el marco del periodo de la Guerra Fría—, llegó la errática conformación de estados independientes: hasta 54 en la actualidad, y pendiente la resolución final del Sáhara Occidental. Aún con marcadas diferencias, la mayoría de estos nuevos estados africanos mantuvo una dependencia férrea de las distintas potencias coloniales que llega hasta nuestros días. Todos estos procesos nacionales —en muchos casos, sin una hoja de ruta para asentar una buena gobernanza— podrían haber germinado en la consolidación de estados estables, seguros y prósperos; pero la realidad es bien distinta. Muchos gobiernos africanos, sustentados por unas instituciones indefectiblemente débiles, apenas han atendido a la construcción de democracias sólidas, ni tampoco han asentado a los parámetros básicos de la estatalidad: gobernanza, seguridad y desarrollo, que son los pilares sobre los que se sustenta un futuro estable, inclusivo y próspero para toda sociedad en cualquier lugar del mundo.

Para continuar con el análisis de la realidad saheliana, Soraya Aybar nos acerca—en su capítulo Contexto Social y Económico— a la trascendencia de la etnicidad y la cultura, las corrientes religiosas y las formas de subsistencia en la conformación de las sociedades actuales en el Sahel. Unas sociedades caracterizadas hoy, entre otros muchos aspectos, por el progresivo abandono del campo —agricultura y ganadería— para emigrar a unas urbes inmensas e incapaces de absorber tanta población; y por un crecimiento demográfico extraordinario, que no cuenta con el respaldo de una acción de gobierno que dé respuesta a las expectativas de vida de millones de jóvenes. Al final, como señala Soraya, esta situación ha desembocado en un repunte de la conflictividad, en unos enormes niveles de desempleo, en la marginación social de millones de personas que malviven en los suburbios de las grandes ciudades, y en el incremento de los movimientos migratorios; y todo ello frente a la “falta de compromiso de los líderes y políticas públicas, a pesar de que el crecimiento demográfico —cuando está bien gestionado, añado— puede atraer buenos resultados para el país”.

En su capítulo conjunto, los analistas Alba Vega y Jacobo Morillo presentan las relaciones e influencias de las grandes potencias mundiales en los países de la región saheliana. Allí, la situación actual ha demostrado que “las políticas económicas de Francia —como antigua potencia colonial, y el país que más presencia e influencia ha tenido en el devenir del Sahel— y los programas de cooperación de la Unión Europea —el mayor donante internacional en África— no han alcanzado sus objetivos”. Por ello, como subrayan, tanto Europa como Estados Unidos se enfrentan a un serio declive como actores internacionales en el Sahel. Frente a esta evidencia, surgen otras muchas potencias con claros intereses y disímiles aproximaciones, a esta región africana de gran valor estratégico y con ingentes recursos económicos. En este ámbito, Rusia emerge hoy como el gran y oscuro aliado de los países del Sahel Occidental: “Moscú ha desplegado intensos esfuerzos diplomáticos en los últimos tiempos, aprovechando el progresivo vacío de poder e influencia dejado por algunos socios tradicionales de la región. Y lo hace fundamentalmente en el ámbito de la seguridad, con el pretexto de acabar con la amenaza yihadista, pero desde una aproximación en el que la defensa de los derechos humanos, la instauración de regímenes democráticos o la lucha contra la corrupción no condicionan sus acuerdos con las juntas militares que gobiernan ahora Mali, Níger y Burkina Faso”, como nos recuerdan en este capítulo.

A continuación, y como cierre al estudio del contexto regional, David Soler, fundador de África Mundi, se centra en la trascendencia del medio ambiente para la “vida social, política y económica de la región a lo largo de los años y a futuro”. A través de un estudio general del cambio climático en la región, David analiza las dañinas consecuencias que los fenómenos naturales provocan en la vida cotidiana de las poblaciones sahelianas; y que se traducen—entre otros muchos aspectos— en el incremento de la seguridad alimentaria, de los movimientos migratorios o de la conflictividad. Frente a este escenario, este capítulo concluye con la presentación de los grandes proyectos con los que se pretende combatir el cambio climático y revertir la situación, a través de la buena gestión de sus propios recursos medioambientales. Porque —como subraya David— «poner los esfuerzos en la adaptación (…) es crucial para evitar catástrofes humanitarias que llevan a la inestabilidad policía, económica y social de la región del Sahel».

Tras concluir el estudio del contexto saheliano, el capítulo 6 presenta un análisis profundo sobre la conflictividad que ha dinamitado la estabilidad, la seguridad y el desarrollo de esta región africana. Como arranque de su trabajo, el analista Manuel Paz expone, sin ambages y con mucha certeza, las claves

esenciales de la difícil situación en la que sobreviven millones de africanos en el Sahel: “la incapacidad de los estados para controlar el territorio, vigilar las fronteras y mantener el monopolio de la fuerza”; y, todo ello, desde la constatación de que existen otros muchos factores—políticos, económicos y sociales— que han conducido a la inseguridad e inestabilidad que marcan hoy el devenir del Sahel. Sin duda, esta es la plasmación de una evidencia que, gestada desde la propia conformación de los Estados africanos, se ha convertido en el sustrato del triángulo pernicioso de la confl ictividad actual: “el terrorismo yihadista, las insurgencias y el crimen organizado transnacional”, en los que Manuel profundiza a lo largo de su capítulo. Entre otros, grupos yihadistas y armados, tráfi co de drogas y armas o trata de personas, localizados explícitamente en los tres países más importantes de la región: Mali, Níger y Burkina Faso.

Por su parte, el capítulo 7 analiza las disímiles respuestas que, desde el exterior y en clave de cooperación, se han implementado en el terreno para enfrentar la preocupante situación regional. Así, Anastasia Herranz presenta, con detalle y oportunidad, las dilatadas relaciones de la Unión Europea con el continente europeo —con especial concreción en Francia y España—, que se han materializado en acuerdos, estrategias o en el despliegue de numerosas misiones civiles y militares, entre otras acciones. Con estos parámetros, hace una valoración crítica y fundamentada del momento actual, cuando “debe aceptar la competición internacional —liderada por China y Rusia— para colaborar con la seguridad de los países del Sahel y, de esta forma, posicionarse como socio preferente en la resolución de confl ictos”. Y se hace eco de las declaraciones del Alto Representante de la UE, Josep Borrell, en las que manifi esta que “la política de la UE hacia el Sahel no ha tenido tanto éxito como esperábamos en los últimos años”. Anastasia Herranz sentencia que, ante el dilema estratégico que atraviesa la UE, es imprescindible “analizar la situación y refl exionar acerca del futuro de su intervención y cooperación con la región, siempre con el objetivo de que tenga el mejor impacto posible en la población (…) desde el convencimiento de que la realidad africana afecta, en mayor o menor medida, a la seguridad y desarrollo de toda Europa”.

Finalmente, y como ya les anunciaba anteriormente, David Soler y Jacobo Morillo cierran este trabajo con un capítulo titulado Prospectiva y propuestas innovadoras, que es la apuesta más personal y original de este Informe Sahel. De forma conjunta, David y Jacobo se preguntan qué se puede esperar de los países sahelianos y organizaciones africanas, y también de los distintos actores internacionales. Desde esta aproximación, se plantean entonces cuál debe ser la mentalidad estratégica a adoptar para revertir la situación en el Sahel desde las principales regiones del mundo: la propia África, Europa y Asia. Y se concluye —desde un enfoque crítico pero constructivo— con la presentación de una serie de medidas que, aplicadas en su conjunto y especialmente desde España, consideran que pueden ser claves para reconfi gurar la realidad de esta región africana.

Sin más, les invito a adentrarse en esta magnífi ca obra sobre el Sahel realizada desde España. Solo me resta reiterar mi agradecimiento a este excelente grupo de analistas por su enorme interés y compromiso con la realidad africana. Y, para los lectores, espero que este trabajo académico les ayude a acercarse y reconocer, cada vez más y con más conocimiento, a África: el continente imprescindible para la conformación de un mundo mejor.

APROXIMACIONES Y CONTEXTO A

capítulo 1 Introducción

Soraya Aybar (África Mundi)

El Sahel – orilla en árabe– es un cinturón subsahariano de 6.000 kilómetros de distancia que se caracteriza por la ausencia de una definición y aproximación clara de la propia región. Hasta el momento de la redacción de este informe, no existe una única ni definitiva definición sobre el Sahel y, por lo tanto, se atiende a las dos precisiones que aportan los principales organismos internacionales y regionales.

La Estrategia Integral para el Sahel de la Organización de Naciones Unidas (ONU) –conocida en inglés como United Nations Integrated Strategy for the Sahel (UNISS) – incluye a Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Guinea, Mali, Mauritania, Níger y Senegal1. Por otro lado, la Unión Africana (UA), la organización comunitaria que representa al continente africano, define la región del Sahel de dos formas: primero, como el área geográfica que comprende los países situados en la franja saheliana que separa el África septentrional del África subsahariana. En este sentido, la primera aproximación de la Unión Africana incluye los siguientes países: Argelia, Burkina Faso, Chad, Libia, Mali, Mauritania, Níger y Sudán. Segundo, y fuera del marco estrictamente geográfico, la Unión Africana también apunta a través de la Estrategia de la Unión Africana para la región del Sahel que otros países fuera de esta zona también merecen una atención especial: Costa de Marfil, Guinea, Guinea-Bisáu, Nigeria y Senegal2

Tomando en consideración los principales pilares de la Estrategia de la Unión Africana para la región del Sahel: la gobernanza, la seguridad y el desarrollo, la definición común del Sahel para el marco conceptual de este trabajo de investigación incluirá a los siguientes países, de occidente a oriente: Senegal, Gambia, Mauritania, Mali, Burkina Faso, Argelia, Níger, Libia, Chad y Sudán.

El Informe Sahel busca ser un documento marco de referencia sobre la región del Sahel para organizaciones, empresas, instituciones, estudiantes y público interesado. Asimismo, el presente

1 United Nations Development Programme (2021): “A regeneration: Implementing the United Nations Integrated Strategy for the Sahel (UNISS): UNPD’s contribution”. https://www.undp.org/africa/waca/publications/regeneration-implementing-united-nations-integrated-strategy-sahel-uniss-undps-contribution#:~:text=In%202013%2C%20to%20help%20tackle,%3A%20 Governance%2C%20Resilience%20and%20Security.

2 African Union (2014): “The African Union Strategy For The Sahel Region”. https://www.peaceau.org/en/article/the-africanunion-strategy-for-the-sahel-region

documento busca aportar propuestas innovadoras para el sector público de cara al futuro de la región. Para ello, se ha organizado el contenido en el siguiente orden temático.

En primer lugar, se describe el contexto histórico de la región: desde la etapa precolonial, la Conferencia de Berlín, los procesos de independencia, las luchas internas y guerras civiles, la Guerra Fría y se finaliza con el incremento del terrorismo en el nuevo milenio. A continuación, el siguiente capítulo busca aportar el contexto social y económico relacionado con la composición comunitaria y el crecimiento demográfico de la región. Como parte de la descripción demográfica, se entra en el modo de vida y los métodos de subsistencia económica. En el siguiente capíutlo, se profundiza en el contexto medioambiental con el objetivo de detallar la evolución del clima y su estado actual. En estas líneas también se profundiza en las consecuencias del calentamiento global así como en las repercusiones para el futuro.

Los siguientes apartados de la investigación giran en torno a uno de los vectores principales de este informe: la geopolítica del Sahel. En este sentido, se realiza una aproximación teórica sobre

el actual panorama de la estabilidad política de la región ante la fragilidad de la estructura de Estado-nación en varios países. Además, el informe también abarca las relaciones e influencias de grandes potencias como Estados Unidos, China, Rusia, la Unión Europea (de aquí en adelante, UE), Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur y otros países del Sur Global. El bloque geopolítico ahonda en las relaciones con la UE y su rol como principal proveedor de ayuda humanitaria en el Sahel, sin entrar en el marco de la seguridad, a la que se le dedica en exclusiva un apartado.

En el sexto capítulo del Informe Sahel se abordan los factores que han llevado a la situación de inseguridad en la región y cuáles son los desafíos que afectan a la misma. El terrorismo yihadista de ámbito regional; los grupos separatistas; las insurgencias con diferentes objetivos o el crimen organizado transnacional con estrechos vínculos con grupos armados son los principales retos y desafíos regionales. En el siguiente bloque de análisis, el informe profundiza en el papel de actores fundamentales como la UE, y en concreto de España y Francia, en la estabilidad del Sahel. Principalmente, el apartado se centra en revisar las iniciativas europeas para apoyar a los países sahelianos en la lucha contra la violencia yihadista.

África es el continente en el que la UE ha desplegado más misiones civiles y militares. Sin embargo, y según las propias autoridades europeas, este esfuerzo no ha resultado exitoso. La salida forzada de Francia del Sahel y la retirada de la misión de la ONU en Mali por decisión de las juntas militares en el poder se produce en un momento de creciente inestabilidad en la región y expansión del yihadismo. Este retroceso hace necesario replantearse las políticas, estrategias y propuestas que desde la UE se han llevado a cabo en los últimos años.

Por último, dedicamos los dos últimos apartados a la reflexión. En primer lugar, a través del análisis de las opciones a futuro que tiene el desarrollo del Sahel, así como qué se debe dar para que cada escenario ocurra. Asimismo, se incluyen propuestas innovadoras y disruptivas para poder enfrentar los diversos retos que se plantean a lo largo del informe. El Informe Sahel finaliza con un capítulo final que resume las principales claves y realiza una reflexión final sobre la importancia de la región del Sahel para África y Europa.

De forma general, la reflexión sobre los retos y las oportunidades inherentes a la región del Sahel se erige como un imperativo de análisis. Es fundamental subrayar la fragilidad de los Estados que conforman esta área geográfica, así como la dinámica transformadora que podría desencadenar efectos de cascada en la región. La conjunción de factores como los golpes militares, las insurgencias terroristas o las crisis armadas, entre otros, configuran un panorama de inestabilidad que demanda una comprensión profunda y holística.

A ello se suma el desafío del rápido crecimiento demográfico, que puede representar tanto un obstáculo como una oportunidad en términos de desarrollo económico y social. La dicotomía «bomba o dividendo demográfico» se erige como un reto fundamental que requiere de políticas y estrategias específicas para aprovechar su potencial como motor de crecimiento y estabilidad en la región.

En este contexto, profundizar en el análisis del Sahel se torna imperativo para comprender mejor los desafíos y oportunidades que presenta, así como para diseñar respuestas políticas y de cooperación efectivas que contribuyan a su desarrollo sostenible y a la seguridad tanto local como regional y global.

El Informe Sahel se erige como una herramienta teórica imprescindible para adquirir una comprensión básica, pero a la vez exhaustiva de la compleja realidad que defi ne al Sahel, en línea con la UE, que la considera un área prioritaria por tres razones fundamentales:

1. En primer lugar, su ubicación geográfi ca estratégica desempeña un papel central, ya que las fronteras porosas de la región han sido explotadas por redes de contrabandistas para el tráfi co de migrantes, convirtiéndose en un punto crítico en la ruta de entrada hacia Europa a través del Mediterráneo.

2. En segundo término, la creciente insurgencia terrorista representa una amenaza signifi cativa, dado el arraigo de grupos afi liados a Al Qaeda y al Estado Islámico, cuya actividad inquieta tanto a los países del norte de África como a Europa.

3. Por último, la región reviste una relevancia estratégica para la seguridad europea, justifi cando la prolongada implicación de la UE en iniciativas de desarrollo.

Y

capítulo 2 Contexto histórico

Ricardo Gómez y Luis Valer (Geopol21)

n 2.1. EL SAHEL ANTERIOR A LA ERA DEL IMPERIALISMO EUROPEO

El carácter transitorio de la región del Sahel –denominado de forma residual “Sahil”– entre el desierto del Sáhara, la región magrebí al Norte y el África ecuatorial en su límite meridional ha moldeado su historia. Se trata de un lugar de transición climática entre el clima desértico septentrional y la climatología de cariz tropical presente en el sur. Antes de la llegada del colonialismo e imperialismo europeo, el Sahel contaba con una notoria presencia histórica de varios de los más grandes imperios autóctonos que ha visto el continente africano.

Estos imperios ejercieron un gran poder no únicamente sobre su ámbito directo de control geográfico, sino que actuaron como auténticos nodos comerciales, económicos y culturales durante varios siglos. Las históricas rutas de comercio transaharianas discurrieron y transitaron en gran parte de sus ramificados itinerarios por territorio saheliano.

Algunos de los bienes principales con los que se comerció de forma histórica fueron el oro y la sal, pero también fue un foco para el tráfico de esclavos. Gracias al comercio se conformaron grandes ciudades como Tombuctú, la cual adquirió un gran renombre durante el Imperio de Mali y con uno de sus monarcas más célebres: Manu Musa I3

Tres de los más poderosos imperios fueron el Imperio de Ghana, el Imperio de Mali y el Imperio de Songhai, los cuales ejercieron su dominio en amplias épocas históricas, influyendo y siendo influidos por sus homólogos.

2.1.1

EL IMPERIO DE GHANA

El Imperio de Ghana –conocido como Wagadou por la población soninké– fue un importante imperio saheliano occidental que tuvo su mayor periodo de apogeo entre los siglos VI y XIII. Fue célebre por tratarse del primer gran ente político que dominó la agricultura y la ganadería, siendo conocido preferentemente a través de los relatos musulmanes medievales, así como los relatos orales de la región. El Imperio de Ghana se localizó geográficamente entre el desierto del Sáhara y las cabeceras de los ríos Níger y Senegal, narrando las crónicas de su capital que se encontraba en la hoy mauritana localidad de

3 Véase para mayor información: Guerrero, M. (2018). Mansa Musa. El peregrino del desierto. Rey de Tombuctú, Madrid, Almuzara.

Kumbi Saleh. El territorio histórico de esta potencia saheliana podría ubicarse en parte del territorio de los actuales Mauritania y Mali4. Según las fuentes tradicionales, la denominación de “Ghana” se refería a los títulos que se otorgaban a algunos poderes locales, no al nombre del país actual. En lo concerniente a su estructura comunitaria, estuvo mayoritariamente poblado por la comunidad soninké5

En lo que respecta a su estructura económica, más allá de ser una potencia agraria, el Imperio de Ghana ostentó un notorio poder en el control de las también mencionadas rutas comerciales subsaharianas. En este sentido, uno de los productos sobre los que se basó su economía fue el oro, pero además controló la comercialización del hierro, el cobre o el marfil por las rutas transharianas. Su acceso y dominio de cuencas como la del río Níger facilitó su hegemonía regional durante más de medio milenio.

4 Encyclopedia Britannica (2023). “Ghana, historical West African empire”. Recuperado de: https://www.britannica.com/place/ Ghana-historical-West-African-empire 5 Ibidem.

Pese a que tanto su auge como sobre todo su decadencia final no cuentan con registros escritos fidedignos, es supuesto que el Imperio de Ghana comenzó su lento declinar hacia el siglo XII de nuestra era, siendo finalmente conquistado y dominado por la comunidad sosso y el Imperio de Mali, considerado su sucesor político 6

2.1.2 EL IMPERIO DE MALI

El segundo de los grandes poderes que dominaron el Sahel Occidental fue el Imperio de Mali. Sucesor natural del Imperio de Ghana, tuvo su época de vigencia y apogeo entre los siglos XIII y XVII. Su área de extensión era más amplia que la de su antecesor y abarcó los actuales países de Mali, Gambia, Senegal, Mauritania, Guinea y porciones de Níger y Burkina Faso (véase imagen 3 al final del capítulo).

Siguiendo las dinámicas tradicionales, el poder del Imperio de Mali residía en su control de las rutas comerciales transaharianas que conectaban el entorno del Sahel y el África Occidental con el Magreb y, por ende, con Europa y el Mar Mediterráneo.

El Imperio de Mali estaba compuesto mayoritariamente por el pueblo mandinga. En obras clásicas7 se afirma que con Mansa Musa, su emperador más célebre, trajo el triunfo del islam en este territorio, documentándose el célebre peregrinaje de este monarca a La Meca y su contacto con países europeos eminentemente comerciales como Portugal o algunos territorios italianos. Con la muerte de este monarca en el año 1337 comenzó la decadencia del segundo de los grandes entes políticos sahelianos. Los siglos XIV y XVI estuvieron caracterizados por una basculación del poder hacia el oeste, limitándose el rico y próspero comercio con el mundo musulmán hacia las transacciones con la costa atlántica. Esto provocó indirectamente un mayor desconocimiento de este periodo pues se redujeron el número de fuentes árabes, tradicionales narradores del poder de este imperio saheliano.

Con la mayor importancia del comercio con la costa atlántica comenzó el contacto de estos territorios con Portugal, quien desde comienzos del siglo XV ya se había lanzado al control del comercio atlántico con hitos como la conquista de Ceuta en 1415. Con ello, Europa se abrió al comercio con los pueblos del Sahel, labor tradicionalmente ejercida en cuasi monopolio por los árabes. En este sentido, fuentes como el Tratado breve dos Rios de Guine de Alvares de Almada narraron esta fase menguante del Imperio de Mali8

A pesar de que las presiones endógenas fueron el motivo principal del fin del Imperio de Mali, la injerencia portuguesa en los asuntos internos mandingas es reconocida como una de las causas de su disolución. Portugal, tras una fase ofensiva infructuosa, decidió ejercer una presión menos directa mediante el envío de importantes embajadas al territorio. Con ello, desde Lisboa se comenzó a apoyar a poderes locales que se emanciparon del poder central, favoreciendo la disolución inevitable de un poder que fue sustituido por el Imperio Songhai.

6 Ibidem.

7 Tall-Ly, M. (1984). Historia general de África, IV: África entre los siglos XII y XVI, Madrid, Tecnos, p. 167.

8 Ibidem, pp. 189-190.

2.1.3 EL IMPERIO SONGHAI

El Imperio Songhai fue el mayor y último de los tres grandes imperios precoloniales que surgieron en África Occidental. Su origen puede encontrarse en el entorno de la ciudad fluvial de Gao, en la actual Mali y a orillas del río Níger. En este enclave, los Songhai controlaron progresivamente desde el siglo IX el entorno de este río. No obstante, pese a que el territorio de Songhai pasó a formar parte del Imperio de Mali en el siglo XIV, un siglo después logró la independencia del hasta entonces gran poder saheliano9

El Imperio Songhai alcanzó su apogeo bajo el liderazgo de Sunni Ali (1464-1492), que estableció Gao como capital del imperio. Bajo su mandato, el control se expandió en todas direcciones hasta extenderse desde el océano Atlántico hasta la tierra de los hausa en el este. Las ciudades de Tombuctú y Djenne eran los principales centros culturales y comerciales del imperio una vez se produjo su control e incorporación.

La prosperidad y expansión del imperio también se vieron influidas por la adopción del Islam, que creó un punto de unidad y proporcionó un marco para la gobernanza y el comercio. La riqueza y la erudición del imperio estaban estrechamente ligadas a la fe islámica, y la ciudad de Gao prosperó y se expandió durante los 300 años que siguieron a su conversión al Islam.

El control del comercio transahariano fue la base de la riqueza Songhai. La apertura de la ruta marítima hacia el Mediterráneo signifcó también que las caravanas de camellos transaharianas se enfrentaron a una seria competencia como la mejor forma de llevar mercancías comerciales al norte de África y a Europa. Sin embargo, los portugueses no tuvieron tanto éxito como esperaban en la explotación de los recursos africanos. En cualquier caso, los Songhai consiguieron monopolizar el comercio de caravanas saharianas que llevaban a la región de Sudán sal gema y artículos de lujo como telas finas, cristalería, azúcar y caballos a cambio de oro, marfil, especias, nueces de cola, pieles y esclavos. Tombuctú, con una población de unos 100.000 habitantes a mediados del siglo XV, siguió prosperando como puerto comercial y como centro de aprendizaje en los siglos XVI y XVII, cuando la ciudad contaba con numerosas mezquitas y entre 150 y 180 escuelas coránicas.

Los centros comerciales, en particular, se convirtieron en sofisticados núcleos urbanos con viviendas construidas en piedra y muchas de ellas con una gran plaza pública para mercados regulares y al menos una mezquita. Alrededor de este núcleo había una población suburbana flotante que vivía en casas de barro y caña o en tiendas de campaña. Las comunidades rurales, por su parte, seguían dependiendo totalmente de la agricultura, pero la presencia de mercados rurales indica que solía haber excedentes de alimentos. La hambruna fue un acontecimiento poco frecuente durante la primera mitad del reinado del Imperio Songhai, y no hay constancia de ninguna revuelta campesina10

El declive del Imperio Songhai comenzó con luchas internas y presiones externas, incluyendo conflictos con los estados vecinos y la invasión de fuerzas marroquíes que utilizaban armas de fuego.

9 Cartwright, M. (2019). “Songhai Empire”. World History Encyclopedia. Disponible en: https://www.worldhistory.org/Songhai_ Empire/. 10 Ibidem.

El imperio se enfrentó a problemas logísticos y a la casi imposibilidad de controlar las minas de oro, lo que provocó su caída en 1591. A pesar de los intentos de las élites supervivientes por mantener las tradiciones del antiguo imperio, Songhai no pudo restablecerse.

En definitiva, antes de la era del imperialismo europeo, la región del Sahel en África interactuaba con otras regiones a través del comercio, el intercambio cultural y el establecimiento de poderosos imperios. El Sahel servía de enlace vital entre las zonas más húmedas de sabana y bosque al sur y el seco desierto del Sáhara al norte. Las rutas comerciales transaharianas fueron fundamentales para conectar el Sahel con el norte de África y el Mar Mediterráneo, facilitando el intercambio de bienes como el oro, la sal y otros productos básicos 11 . No obstante, estos entes territoriales iniciaron un lento declinar que coincidió con el aumento progresivo del contacto y posteriormente control europeo del entorno saheliano. Pese a que, durante la Edad Moderna, este dominio se circunscribió eminentemente a entornos costeros, con la era del imperialismo europeo desde el siglo XIX, los países europeos pugnaron por el control del continente africano. Lanzaron así ambiciosas expediciones hacia el interior del territorio, lo cual se plasmó en el inicio de la era de los grandes imperios coloniales en el Viejo Continente.

n 2.2 EL AUGE DEL IMPERIALISMO EUROPEO HASTA

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Como se ha anotado previamente, a medida que las grandes potencias coloniales europeas pusieron sus miras en el continente africano, los territorios y poderes locales sufrieron un lento declinar que cristalizó en el férreo control europeo del continente desde el siglo XIX y hasta que se produjeron las independencias de las colonias africanas acabada la Segunda Guerra Mundial.

Entre la celebración del Congreso de Viena (1814-1815) y la Conferencia de Berlín (1884-1885), las potencias europeas llevaron a cabo una progresiva consolidación de su poder en base a los preceptos de la floreciente economía capitalista. El núcleo de este poder residía en el control y explotación de las ingentes riquezas que aportaba el interior de un continente africano hasta ese momento inhóspito para el hombre blanco. Así, a comienzos del siglo XIX, el interior africano se había mantenido al margen del circuito comercial europeo, el cual unía las costas atlánticas africanas, desde donde se producía el enriquecedor comercio de esclavos africanos, con las colonias agrícolas americanas. El interior del continente era considerado como territorio inexpugnable debido a la hostilidad de sus moradores, al clima y las enfermedades tropicales.

Esta idea cambió progresivamente desde finales del siglo XVIII, cuando se fundó en Londres la African Association, la cual promovió la exploración del África interior en nombre de los avances científicos y los intereses comerciales. Así, se inició el lento pero imparable avance euro -

11 Cooper, B. (2018). “The Sahel in West African History”. African History. Disponible en: https://oxfordre.com/africanhistory/ display/10.1093/acrefore/9780190277734.001.0001/acrefore-9780190277734-e-167?print=pdf.

peo hacia el interior del continente, el cual cristalizó y tuvo su culmen en la celebración de la citada Conferencia de Berlín (1884-1885). A ella acudieron representantes de 14 países con el objetivo principal llevar a cabo un reparto de la soberanía sobre los territorios del continente africano. Hubo países como Portugal que defendieron su tradicional soberanía sobre la costa de esos territorios y su derecho a expandirse hacia el interior, mientras que otras potencias como Alemania o Reino Unido defendieron el derecho de ocupación con base al dominio efectivo del territorio.

Al final, una vez obtenido el reparto de África, las potencias europeas optaron por estrategias de asimilación y asociación con los nuevos entes territoriales. El primer caso versaba sobre la integración entre la metrópoli y la colonia con el objetivo de que desaparecieran progresivamente los rasgos autóctonos de la segunda, reduciéndose las posibles diferencias culturales y/o religiosas. Este método fue empleado por potencias coloniales como Portugal o Francia. En lo respectivo a la asociación, esta partía de la premisa de lograr un desarrollo paralelo de la sociedad nativa y la europea, manteniendo la superioridad de la segunda para reforzar su dominio político. Fue el método empleado por Alemania o Reino Unido.

Focalizando el análisis en el primero de los casos, el reparto de África permitió el auge y la presencia de una potencia europea en el entorno saheliano con un carácter de casi exclusividad: Francia. En efecto, desde el siglo XVII, habían iniciado lentas incursiones en el entorno del actual Senegal con fines comerciales. A partir de 1850 se produjo la expansión hacia el interior del país, contando con la experiencia del militar y gobernador de la región, Louis Faidherbe. Este llevó a cabo un control efectivo del comercio y resistió a las acometidas del jefe religioso y militar El Hadj Umar Tall, quien había impuesto su dominio y poder frente a la población indígena del entorno. Progresivamente, Francia logró el control fáctico de territorios como Dahomey (el actual Benín), el Congo francés (en la actualidad la República del Congo o Congo-Brazzaville) y las actuales repúblicas de Mali, Costa de Marfil, Burkina Faso, Níger y República Centroafricana. Estos territorios se unieron a los previamente controlados de Mauritania y Senegal. Todo ello se englobó desde 1895 en el África Occidental Francesa (AOF), el gran ente territorial colonial en el entorno del Sahel hasta la materialización de las independencias.

Desde París se apostó por un control basado en las conquistas militares, las cuales se desarrollaron desde el propio fin de la Conferencia de Berlín y hasta 1902. Los principales avances militares se desarrollaron desde el entorno del Alto Níger hacia el Bajo Níger. Derrotaron a entidades locales como el Imperio Soninké de Touba-Kouta en 1887. Conquistaron por otro lado la Guinea francesa desde 1893, o Dahomey en 1894, de tal manera que a finales del siglo XIX controlaban toda el área.

No obstante, pese a que en esa época el control europeo fue notorio, se desarrollaron diversos conatos de resistencia indígenas en los territorios sahelianos. Un ejemplo fue la rebelión de Mamadou Lamine, quien, en nombre del Islam, llevó a cabo ataques bajo tácticas de guerrilla contra el enemigo francés en el entorno del actual Senegal. De esta forma, los ejercicios de resistencia frente al poder de la metrópoli fueron recurrentes y se materializaron mediante acciones como la huelga, siendo célebre la que se desarrolló en 1919 en los puertos de Conakry, en la Guinea francesa. Sin embargo, no fueron especialmente trascendentales para poner en apuros a la potencia colonial francesa.

Sí fue célebre el empleo de fuerzas de las colonias para dirimir los enfrentamientos llevados a cabo por las metrópolis. En este sentido, fue especialmente notoria la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Durante el desarrollo de la contienda, tanto franceses como británicos ocuparon todas las colonias alemanas en África. En el entorno próximo al Sahel destacaron las colonias de Camerún y Togo, las cuales, una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, pasaron a formar parte de las posesiones coloniales francesas y británicas en virtud del sistema de mandatos que se estableció con la recién creada Sociedad de Naciones.

Durante la Primera Guerra Mundial, la citada región del África Occidental Francesa (AOF) estaba conformada por ocho territorios: Mauritania, Senegal, Sudán francés (actual Mali), Guinea francesa (actual Guinea), Costa de Marfil, Alto Volta (actual Burkina Faso), Dahomey (actual Benín) y Níger. Los soldados de las colonias francesas en África jugaron un papel importante en la Primera Guerra Mundial al proporcionar tropas, recursos y suministros como el caucho, vitales para la metrópoli.

Entre los participantes coloniales en la “Gran Guerra” destacaron los denominados tirailleurs sénégalais, originarios del actual Senegal y de otros territorios sahelianos pertenecientes al AOF, que lucharon por París en el conflicto. Se ha documentado su acción y cómo fueron desarraigados de sus familias y llevados al frente europeo, el cual, por su propia climatología y crudeza, provocó la pérdida de numerosas vidas. Se ha establecido en 140.000 el número de soldados indígenas que participaron en la guerra, contabilizándose otros 60.000 que lo hicieron desde el propio continente africano.

En definitiva, pese a que la Primera Guerra Mundial tuvo un notorio protagonismo en suelo europeo, las colonias africanas no quedaron indemnes a su efecto. Así, como se ha mencionado previamente, con el comienzo de las hostilidades, el gobernador alemán en Togo sugirió a sus homólogos de Costa de Oro (Ghana) y Dahomey (Benín) la neutralidad del territorio alemán para que “los súbditos coloniales no vieran el espectáculo de europeos luchando entre sí”. No obstante, esta propuesta no fue aceptada por sus homólogos francés y británico, llevando a cabo de forma temprana una invasión de este territorio y de Camerún. En paralelo, entre 1915 y 1917 se produjo la denominada Guerra de Volta-Bani, la cual se trató más bien de una nueva insurrección colonial contra el dominio francés en protesta por el reclutamiento de población local para la guerra. Pese a la superioridad de contingentes locales, en 1917 la revuelta fue sofocada.

Acabada la Primera Guerra Mundial y durante el denominado periodo de entreguerras, la acción de la metrópoli sobre las colonias del Sahel fue similar a los momentos previos a las hostilidades. Pese a que comenzaron a surgir y desarrollarse movimientos emancipatorios, no hubo cambios sistemáticos en el statu quo colonial. El verdadero cambio surgió a raíz del inicio de la Segunda Guerra Mundial, momento en el que estos movimientos independentistas adquirieron mayor importancia, iniciándose el principio del fin del imperialismo europeo en África en general y en el entorno saheliano en particular.

BIBLIOGRAFÍA

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• Tall-Ly, M. (1984). Historia general de África, IV: África entre los siglos XII y XVI, Madrid, Tecnos, p. 167.

n 2.3. ÁFRICA

OCCIDENTAL

DESDE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL HASTA EL SIGLO XXI: DESCOLONIZACIÓN Y NUEVAS NACIONES

2.3.1 REFLEXIÓN GENERAL DEL PROCESO HISTÓRICO.

El transcurso de la Segunda Guerra Mundial, y especialmente su final y el escenario posbélico, abrieron un nuevo panorama político tanto en Europa como en África. Esto supuso un cambio de rumbo fundamental en la historia de la región del Sahel africano. Se abrió así una ventana de oportunidad para la consecución de las independencias de los territorios bajo control francés y británico en todo el continente.

En ese lapso de tiempo, que va desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial hasta las independencias africanas en los años sesenta, se pueden destacar una serie de eventos que precipitaron significativamente la configuración política, social y económica de la región.

Desde el punto de vista económico, la guerra implicó la llegada e implementación de cambios notables en las colonias. La gran demanda de materias primas, como minerales y productos agrícolas (caucho, aceite de palma, cacao, maní y minerales estratégicos como la bauxita y el manganeso) se incrementó debido a las necesidades de la maquinaria bélica metropolitana. Para potenciar la extracción y el transporte de estas materias primas, se invirtió en la construcción de carreteras, ferrocarriles y puertos. Destacan en este sentido los ferrocarriles de Dakar-Níger y Abidján-Níger, que facilitaron el transporte de mercancías y tropas. Sin embargo, este aumento en la demanda externa no se tradujo necesariamente en un impacto positivo para la población local, ya que las colonias continuaron bajo dominio político y económico en beneficio de las potencias coloniales.

La participación de tropas africanas en la guerra también tuvo repercusiones sociales y culturales significativas. El retorno de los soldados africanos, conocidos como tirailleurs , a sus hogares después del conflicto trajo consigo nuevas ideas y una mayor conciencia sobre la libertad, la igualdad y la autodeterminación que habían experimentado en Europa. Todo ello contribuyó de manera determinante a la puesta en marcha de cambios en las dinámicas sociales y culturales dentro de las comunidades coloniales.

La guerra despertó una conciencia política y nacionalista entre la población local. Los soldados africanos, al regresar a sus hogares, a menudo tenían una percepción más aguda de la igualdad y la justicia, lo que alimentó el surgimiento de movimientos nacionalistas en los años posteriores. Los más veteranos jugaron roles clave en la formación y consolidación de partidos políticos y sindicatos que exigían reformas y, eventualmente, la independencia.

Además, la contribución africana a la guerra generó expectativas de un trato más equitativo y de una mayor participación en la toma de decisiones. Tras el conflicto, surgieron demandas de mayor autonomía y, eventualmente, de independencia total. Francia, reconociendo la creciente insatisfacción, comenzó a implementar algunas reformas, como la creación de la Unión Francesa en 1946, que concedió una representación limitada a las colonias.

La Segunda Guerra Mundial definitivamente cuestionó y eventualmente debilitó las estructuras coloniales tradicionales y las potencias metropolitanas, como Francia, que emergieron de la guerra en una posición menos dominante. Esta sucesión y convergencia de conciencias políticas y sociales, junto con su convergencia temporal, favoreció la descolonización y creó un contexto propicio para que las colonias francesas de África Occidental iniciaran movimientos hacia la independencia en los años siguientes al conflicto.

2.3.2 LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN EL SAHEL

Tras la caída de Francia en junio de 1940 ante las tropas Nazis, la mayoría de las colonias del AOF se alinearon con el régimen colaboracionista de Vichy, mientras que las del África Ecuatorial Francesa (AEF) se unieron rápidamente a la Francia Libre. Sin embargo, con el avance de la guerra y operaciones como la Operación Torch, la invasión aliada del norte de África en noviembre de 1942 con el desembarco de las fuerzas aliadas en Marruecos y Argelia, las colonias del AOF comenzaron a cambiar su lealtad a los Aliados y a la Francia Libre. En el plano operacional, lo más destacado fue sin duda la Operación Menace de 1940 en la que los británicos y las fuerzas de la Francia Libre intentaron tomar el control de Dakar en Senegal. La operación fracasó debido a la fuerte resistencia de las fuerzas de Vichy, lo que demostró la lealtad inicial de las colonias del AOF a este gobierno.

En el AEF, la colonia de Gabón cayó en manos de la Francia Libre tras la Batalla de Gabón en noviembre de 1940. Este evento consolidó el control de la Francia Libre sobre toda el África Ecuatorial Francesa.

Los tiraulliers tuvieron un papel determinante en el conflicto y en la posterior liberación de la metrópoli. Lucharon primero durante las campañas de Túnez (1943) e Italia (1943-1944), luego desembarcaron en Provenza a partir de agosto de 1944, liberando el sureste de Francia antes de participar en la invasión de Alemania en la primavera de 1945.12

2.3.3 FINALIZADA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, UNA NUEVA ETAPA FUNDACIONAL PARA ÁFRICA

Tras la Segunda Guerra Mundial, Francia enfrentó un escenario complejo en sus territorios del AOF, especialmente en los territorios de la región del Sahel. La guerra había transformado significativamente el escenario previo a la guerra, afectando de manera clara a las dinámicas políticas, sociales y económicas en estas colonias, lo que Francia tuvo que gestionar mediante una serie de desafíos y cambios profundos13

2.3.3.1

Políticas de Reforma y Descentralización

En 1946, con la instauración de la Cuarta República Francesa se estableció la Unión Francesa en un intento de reformar el imperio colonial francés y adaptarlo a los nuevos tiempos y necesidades demandadas desde los territorios coloniales. Este nuevo marco buscaba integrar más estrechamente a las colonias en una comunidad francesa, otorgándoles representación en la Asamblea Nacional Francesa y en la Asamblea de la Unión Francesa. Esta mayor participación política permitió que líderes africanos de la región del Sahel comenzasen a tener una voz más significativa en los asuntos que afectaban a sus territorios.

En 1956, la promulgación de la Loi Cadre Defferre (Ley de Reforma de Ultramar14), otorgó a las colonias una mayor autonomía administrativa y financiera. La nueva ley permitió la creación de gobiernos territoriales con asambleas locales electas, descentralizando parte del poder de la administración colonial y dando más voz a los líderes locales en la gestión de los asuntos propios de cada territorio. En lugares como Mali, Níger, Burkina Faso y Mauritania esta mayor autonomía fue crucial para preparar el camino hacia la independencia, sentando así las bases de un proceso ya imparable.

2.3.3.2 Desarrollo Económico y Social

Después de la Segunda Guerra Mundial, Francia implementó planes de desarrollo en sus colonias del AOF, incluyendo los países del Sahel, con el objetivo de reconstruir y modernizar infraestructuras clave. Por ejemplo, en Mali se construyeron más de 2.000 kilómetros de carreteras durante la década de 1950 para mejorar la conectividad entre las principales ciudades y facilitar el transporte

12 Chemins de Mémoire, Ministère des Armées. (s.f). https://www.cheminsdememoire.gouv.fr/fr/les-soldats-colonises-de-lempire-francais-19e-20e-siecles#:~:text=En%20décembre%201942%2C%20la%20Côte,contrôle%2C%20à%20des%20enrôlements%20forcés.

13 Cooper, F. (2002). Africa since 1940: The Past of the Present. Cambridge University Press. 14 Institut national de l’audiovisuel. (s.f.). La loi-cadre Defferre de 1956. INA: Les indépendances. Recuperado el 20 de junio de 2024, de https://fresques.ina.fr/independances/fiche-media/Indepe00120/la-loi-cadre-defferre-de-1956.html

de bienes y personas. Estas carreteras no sólo impulsaron el comercio interno, sino que también permitieron un acceso más rápido a los servicios básicos y una mejor integración económica de las regiones.15

En términos de ferrocarriles, se ampliaron y modernizaron las líneas existentes para aumentar la capacidad de transporte de productos como el algodón y el oro, importantes exportaciones de la región. En el caso de Níger se invirtió en la línea de ferrocarril que conecta Niamey con el puerto de Cotonú en Benín, facilitando así el transporte de minerales y productos agrícolas hacia los mercados internacionales.

En materia de educación, se establecieron nuevas escuelas primarias y secundarias en toda la región del Sahel. En Burkina Faso, se construyeron más de 200 nuevas escuelas durante la década de 1950, proporcionando acceso a la educación formal a comunidades rurales que antes carecían de estas oportunidades. Esto no solo mejoró las tasas de alfabetización y educación en general, sino que también sentó las bases para el desarrollo de una fuerza laboral más capacitada y adaptable a las necesidades emergentes 16

En cuanto a la salud pública, se construyeron nuevos hospitales y se mejoraron las instalaciones médicas en varias ciudades del Sahel. En Mauritania, se establecieron hospitales modernos en Nouakchott y otras ciudades principales para ofrecer atención médica adecuada a una población en crecimiento. Esto contribuyó significativamente a la mejora de los indicadores de salud y la reducción de enfermedades prevalentes, mejorando así la calidad de vida de los habitantes locales.

Estos esfuerzos de desarrollo no solo fueron intentos de modernizar las colonias y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, sino que formaban parte de la estrategia de Francia para fortalecer su influencia política y económica en la región del Sahel durante la era posbélica.

2.3.3.3 Movimientos Nacionalistas y Descolonización

El retorno de los soldados nativos y la mayor conciencia política generada durante y después de la guerra fomentaron el crecimiento de los movimientos nacionalistas en la región del Sahel. Líderes como Modibo Keïta en Mali y Hamani Diori en Níger emergieron como figuras prominentes en la lucha por mayores derechos y, eventualmente, la independencia17. Estos líderes utilizaron su experiencia y conocimientos adquiridos durante la guerra para organizar y movilizar a la población en la lucha por la autodeterminación.

La Conferencia de Brazzaville de 1944, organizada por el gobierno francés, había establecido algunas reformas y descartado explícitamente la independencia de las colonias. Sin embargo, las demandas de independencia crecieron en intensidad y las promesas de la conferencia no lograron

15 Hargreaves, J. D. (1996). Decolonization in Africa (2nd ed.). Longman.

16 Manning, P. (1998). Francophone Sub-Saharan Africa 1880-1995 (2nd ed.). Cambridge University Press.

17 Chafer, T. (2002). The End of Empire in French West Africa: France’s Successful Decolonization? Berg Publishers.

satisfacer las aspiraciones de los nacionalistas africanos. La frustración y el descontento con las limitadas reformas impulsaron una mayor movilización y activismo político en la región18

A medida que las demandas de independencia se intensificaron, Francia comenzó a conceder más autonomía y, eventualmente, la independencia completa a sus colonias del Sahel 19. En 1958, Guinea se convirtió en el primer país en el África francófona en optar por la independencia total al rechazar la oferta de mantenerse como parte de la Comunidad Francesa. Este acto inspiró a otros líderes africanos, incluidos los del Sahel occidental, a buscar la independencia total. En 1960, la mayoría de los países de la región lograron la independencia. Níger se independizó el 3 de agosto de 1960; Burkina Faso (anteriormente Alto Volta) dos días después, el 5 de agosto de 1960; Chad se convirtió en el tercero menos de una semana más tarde, el 11 de agosto de 1960; Mali el 22 de septiembre de 1960 y Mauritania obtuvo su independencia el 28 de noviembre de 1960.

Así pues, el escenario tras la Segunda Guerra Mundial en los países del Sahel bajo el dominio francés estuvo marcado por un esfuerzo de reformas políticas y de desarrollo económico, acompañado por un creciente movimiento nacionalista que exigía la independencia. A pesar de los intentos de Francia por integrar estas colonias en una comunidad más amplia, las demandas de autonomía y la presión de los movimientos nacionalistas llevaron a una progresiva descolonización durante las décadas de 1950 y 1960. Este proceso transformó profundamente la región, sentando las bases para las naciones soberanas que surgieron en el Sahel.

2.3.4 LAS NUEVAS NACIONES AFRICANAS ANTE LOS RETOS DEL MUNDO

La independencia trajo consigo una serie de desafíos para estos nuevos Estados. La necesidad de establecer instituciones gubernamentales, económicas y sociales independientes se convirtió en una prioridad. Además, la formación de una identidad nacional y la gestión de las diversidades comunitarias y culturales también fueron temas cruciales. Cada país adoptó su propia ruta hacia el desarrollo y la consolidación de la soberanía.

En el ámbito económico, la mayoría de estos países heredaron estructuras económicas que estaban orientadas hacia la exportación de materias primas, como minerales y productos agrícolas. La gestión de estas economías, la diversificación y la reducción de la dependencia de las exportaciones fueron desafíos comunes. Las tensiones comunitarias y regionales también surgieron en varios países, lo que complicó la tarea de consolidar la unidad nacional.

A nivel político, la región experimentó una serie de cambios constantes en forma de golpes de estado, conflictos internos y regímenes inestables. La inestabilidad política afectó el proceso de construcción de instituciones sólidas y democráticas. Burkina Faso, por ejemplo, sufrió varios golpes de estado en la década de 1960, mientras que Mali también experimentó períodos de inestabilidad política.

18 Hargreaves, J. D. (1996). Decolonization in Africa (2nd ed.). Longman.

19 Duffy, J. (1964).  A Question of Slavery and the Impact of the French Revolution in Senegal. Journal of African History, 5(2), 293-311.

Es por ello que se puede concluir que el período de 1940 a 1960 en el Sahel occidental fue testigo de la transición desde el colonialismo hacia la independencia, marcando el comienzo de una nueva era para estos países. Aunque la independencia trajo consigo desafíos, también representó una oportunidad para que estos estados africanos moldearan su propio destino y abordaran los problemas inherentes al desarrollo económico, la estabilidad política y la construcción de identidades nacionales.

3.3.4.1

Independencias, nuevas naciones

A continuación, con el objetivo de brindar información más pormenorizada, ahondamos en un análisis en profundidad del devenir histórico país por país desde el momento del acceso a la independencia de cada uno.

Senegal (1950-2010)

Senegal, en su camino hacia la independencia en 1960, se enfrentó a desafíos y oportunidades que dejaron una huella profunda en su desarrollo posterior. Bajo el liderazgo de Léopold Sédar Senghor, el país adoptó una posición destacada en la promoción de la “negritud” como concepto político y social, a la par que una corriente cultural e intelectual que celebraba la identidad africana y buscaba romper con los estereotipos coloniales. Este enfoque influyó en la construcción de una nación orgullosa de su herencia.

A pesar de los logros en el ámbito cultural y político, Senegal enfrentó desafíos económicos persistentes. La transición a la democracia no eliminó las disparidades socioeconómicas, y altos niveles de desempleo y pobreza siguieron siendo problemas apremiantes. La administración de Abdoulaye Wade en la década de 2000 buscó revitalizar la economía mediante reformas estructurales y proyectos de infraestructura, pero la corrupción y las desigualdades persistieron, generando tensiones sociales y políticas.

En la esfera internacional, Senegal desempeñó un papel destacado en la diplomacia africana, contribuyendo a misiones de mantenimiento de la paz y defendiendo la estabilidad regional. Sin embargo, también enfrentó críticas por su respuesta a situaciones de crisis, como la gestión de la crisis en Casamance, una región que busca independizarse y que ha supuesto un foco de inestabilidad para el país.

Mauritania (1950-2010)

Mauritania, tras obtener la independencia en 1960, experimentó décadas marcadas por inestabilidad política y conflictos comunitarios. Las tensiones con Senegal sobre la región de Aozou y la persistente lucha contra la esclavitud fueron desafíos que definieron su evolución. La década de 1980 vio un cambio hacia la democracia multipartidista, pero las tensiones comunitarias y la pobreza persistieron.

En las décadas de 1990 y 2000, Mauritania enfrentó una serie de desafíos económicos y políticos. La lucha contra la pobreza y la amenaza del terrorismo en la región del Sahel se convirtieron en prioridades críticas. Sin embargo, las tensiones comunitarias y la persistencia de prácticas como la esclavitud continuaron siendo temas sin resolver. La respuesta del gobierno a las crisis humanitarias, como la sequía y la escasez de alimentos, también fue un factor importante en la narrativa del país durante este periodo.

Níger (1950-2010)

Níger, después de alcanzar la independencia en 1960, enfrentó décadas de inestabilidad política, golpes de estado y tensiones comunitarias. La transición a la democracia multipartidista en la década de 1990 marcó un cambio significativo, pero las dificultades económicas persistieron. Dependiendo en gran medida de la ayuda internacional, Níger se esforzó por abordar problemas críticos como la pobreza, la desertificación y la escasez de recursos.

La participación en misiones de mantenimiento de la paz y la diplomacia regional fueron elementos destacados de la política exterior de Níger. Sin embargo, las luchas internas y la gestión de crisis humanitarias, como las hambrunas periódicas, plantearon desafíos constantes.

Mali (1950-2010)

Mali, tras obtener la independencia en 1960, atravesó diversas etapas que infl uyeron en su desarrollo político, económico y social. Periodos de gobierno autoritario y confl ictos comunitarios marcaron las primeras décadas, seguidas de la restauración de la democracia en la década de 1990. Sin embargo, la inestabilidad política y las tensiones comunitarias persistieron.

En las décadas siguientes, Mali enfrentó desafíos más profundos como las insurgencias en el norte protagonizadas por grupos rebeldes, en su mayoría tuaregs, y yihadistas. La intervención militar francesa en 2013 y la presencia de fuerzas de paz de la ONU buscaron estabilizar el país y abordar las complejas dinámicas internas. La crisis humanitaria y la gestión de la diversidad comunitaria y cultural continuaron siendo temas apremiantes en el discurso nacional.

Chad (1950-2010)

Chad, después de obtener la independencia en 1960, experimentó confl ictos internos, guerras civiles y tensiones regionales, especialmente con Libia en la década de 1980. El gobierno de Hissène Habré fue marcado por acusaciones de abusos contra los derechos humanos, generando tensiones internas y externas.

Desde 1990 bajo el liderazgo de Idriss Déby, Chad buscó estabilidad, pero las tensiones comunitarias y los desafíos económicos continuaron. La participación activa en la lucha contra el terrorismo en la región del Sahel, con contribuciones signifi cativas a las operaciones militares, colocó a Chad en el centro de la dinámica regional. Sin embargo, la estabilidad política y económica siguió siendo un objetivo esquivo, con el país enfrentando múltiples desafíos internos y externos que moldearon su evolución durante este periodo.

BIBLIOGRAFÍA

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capítulo 3 Contexto social y económico

Soraya Aybar (Africa Mundi)

Desde las costas del Atlántico hasta el Mar Rojo, las fronteras interestatales dentro de la región del Sahel no se ajustan plenamente a la división identitaria de la región.

n 3.1. GRUPOS COMUNITARIOS, RELIGIOSOS Y MODOS DE SUBSISTENCIA EN EL SAHEL

3.1.1. LA COMUNIDAD: ORIGEN DE CONFLICTOS

Una comunidad “no es una esencia estática, sino una construcción histórica” 20. La comunidad es una colectividad humana cuyos miembros comparten una serie de rasgos culturales y un estilo de vida. Todo ello bajo una continuidad temporal y una profundidad histórica que se perpetúa a lo largo de las generaciones. Siguiendo, de nuevo, con la definición del Instituto Español de Estudios Estratégicos concluimos que la comunidad es “el proceso de afiliación a una comunidad por parte de un individuo que previamente no poseía esta identidad”, y, al mismo tiempo, “la constitución de una determinada colectividad como comunidad”.

A lo largo de la historia, la región saheliana se ha caracterizado en gran medida por su contraposición a su vecino del norte, es decir, al mundo árabe y bereber que comprende el Magreb y Egipto. Al oeste del Sahel se encuentran los beydán; al este, los tuareg; mientras que al sur de Egipto, habitan diversas comunidades árabes. Las relaciones con estas poblaciones del norte han sido complejas a lo largo del tiempo y, aunque el Sahel ha adoptado numerosos aspectos del mundo magrebí, también ha desarrollado su propia identidad. La existencia de un fuerte sentimiento de rasgos comunitarios compartidos y posibles comportamientos culturales comunes entre una población o un grupo de individuos son los pilares del concepto comunitario 21

20 V. Etnicidad, tribalismo y sistema de castas, Documentos de Seguridad y Defensa 78: Panorámica histórica y etnográfica del Sahel, Instituto Español de Estudios Estratégicos, pág.305, Ministerio de Defensa. https://publicaciones.defensa.gob.es/media/ downloadable/files/links/d/s/dsd_78.pdf

21 Carola Lentz, Tribalism and Ethnicity in Africa: A Review of Four Decades of Anglophone Research, 1995.

En el Sahel, con la excepción de las sociedades tuareg que siguen la antigua descendencia matrilineal, los lazos comunitarios podrían explicarse por la creencia general existente en un antepasado masculino. A pesar de la transformación de las sociedades de la región del Sahel y de la aparición de los Estados-nación modernos, el legado del concepto comunitario ha persistido. En el Sahel actual, las relaciones entre las diferentes comunidades y la visión del mundo se configuran en función del grupo social al que pertenecen las personas 22. Cuando las comunidades deciden recurrir a la violencia, no significa necesariamente que lo hagan para proteger a su pueblo, sino

22 Lyammouri, Rida (2019) Tribal dynamics in the Sahel, Policy Brief, Policy Center for the New South. Disponible en línea: https://www.policycenter.ma/sites/default/files/PB_19-31%20%28Lyammouri%29.pdf

también para demostrar su capacidad para emprender acciones ofensivas contra grupos rivales, sobre todo en países con amenazas medioambientales persistentes e inestabilidad política. La situación se recrudece cuando los Estados se alinean o reclutan a miembros de una comunidad para contrarrestar el ascenso de otra, considerada hostil, al gobierno central.

Algunos ejemplos de enfrentamientos por causa comunitaria son:

• Las regiones de Ségou y Mopti, en el centro de Mali, fueron testigos de los sucesos más mortíferos como consecuencia de las tensiones intercomunitarias. Los enfrentamientos entre las comunidades dogon y fulani han provocado la muerte de cientos de civiles y el desplazamiento de más de 50.000 personas hasta junio de 2019, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas23

• La región de Ménaka, en Mali, y la de Tillabéri, en Níger, tampoco han escapado de la violencia de base comunitaria en los últimos años. La zona vio surgir milicias de base comunitaria con el pretexto de combatir el terrorismo. Por ejemplo, mientras que los tuareg doussahaq y los tuareg imghad se alinean con las milicias que luchan contra el terrorismo, algunas comunidades fulani se alinearon con grupos militantes que operan a ambos lados de las fronteras de Mali y Níger.

• Un último ejemplo es el de la crisis en torno al lago Chad. Esta va más allá de la aparición de grupos militantes como Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental (ISWAP). El acceso al agua y a las tierras fértiles ha sido fuente de fragmentación y tensiones entre kanuri y haussa 24. Las comunidades kanuri también acusan a las comunidades haussa de ocupar sus territorios tras emigrar de distintas zonas de Níger y Nigeria.

3.1.2.

LA RELIGIÓN EN EL SAHEL

En los últimos cien años, el Islam saheliano, mayoritario en la región, ha cambiado radicalmente. El dominio secular del sufismo en la región se está erosionando debido en gran parte al ascenso del salafismo, una práctica islámica fundamentalista. El exclusivismo de los salafíes se basa en su interpretación generalmente literal de los textos sagrados islámicos y en su creencia de que la única práctica islámica verdadera es la del profeta Mahoma y sus compañeros inmediatos 25

Aun así, al mismo tiempo, la región africana del Sahel también ha reflejado en los últimos tiempos un deterioro general de la libertad de religión o de creencias. En Sudán, Mali y Níger, la presencia de grupos insurgentes, los conflictos comunitarios y religiosos y la continua intervención de los

23 Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas (2019): “Mopti: Over 50,000 people displaced amid inter-communal violence”. Disponible en línea: https://reliefweb.int/report/mali/mopti-over-50000-people-displaced-amid-inter-communal-violence

24 Agence Française du Developpement, “Crise et Développement: La Région du Lac Tchad à L’Epreuve de Boko Haram,” 2016.

25 Meservey, Joshua (2021): “Sahelian Islam’s Shift Towards Salafism and Its Implications for the Regional Terrorismo”, The Heritage Foundation. Disponible en línea: https://www.heritage.org/africa/commentary/sahelian-islams-shift-towards-salafism-and-its-implications-regional-terrorism

militares en la política tienen un impacto directo. La libertad de religión o creencia en la región del Sahel existe en un contexto complejo y en constante evolución26

La presencia de seguidores del cristianismo es mínima. Esto es debido a la persecución que estos sufren en ciertas partes de la región saheliana. En junio de 2022, un grupo de hombres armados, supuestamente miembros del Estado Islámico de África occidental, atacaron una iglesia en el estado de Ondo, matando a decenas de cristianos. El ataque no fue un incidente aislado. En el cinturón medio de Nigeria, la violencia contra los cristianos es habitual. En el mismo mes del incidente en Ondo, al menos 35 cristianos fueron asesinados en diferentes ataques alrededor del estado de Kaduna, y 37 fueron masacrados en un único ataque en el estado de Benue27

Los grupos de extremistas islamistas operan a través de las fronteras del Sahel. Los cristianos también se han enfrentado a una represión violenta de los yihadistas en otras partes del Sahel como Burkina Faso, Mali o Níger. África Occidental, y, por lo tanto, una parte del Sahel, es una zona clave en el objetivo declarado por el Estado Islámico de islamizar todo el continente africano.

3.1.3. LOS MODOS DE SUBSISTENCIA EN EL SAHEL: AGRICULTURA, GANADERÍA Y RECURSOS MINEROS

Las principales actividades económicas en el Sahel son la agricultura y el pastoralismo, aunque también es de vital importancia el trabajo alrededor de los recursos naturales28

La agricultura y el pastoralismo contrubye un 19% al PIB de países sahelianos como Mauritania y hasta el 49% en otros como Chad. Según Alliance Sahel29, dos de cada tres habitantes en la región viven de la agricultura y la ganadería. Sin embargo, el rendimiento es cada vez más bajo y cada año se pierden más de un tercio de las cosechas, por lo que la producción es frágil.

En el segundo de los casos, la explotación de recursos mineros como el hierro en Mauritania, el oro en Mali o el uranio en Níger, también han contribuido al crecimiento económico de la región subsahariana. Aun así, la potencialización y descubrimiento de recursos en la zona no es solo un creador de empleo, sino también un punto focal para nuevas pugnas entre actores estatales y no estatales, así como potencias extranjeras.

Las necesidades energéticas mundiales hacen que Mali, en concreto, se haya convertido en un punto central de la región saheliana, donde ya se explotan reservas de petróleo. En el Sahel operan

26 United States Comission on International Religious Freedom (2023): “Freedom of Religion or Belief in the Sahel Region of Africa”. Disponible en línea: https://www.uscirf.gov/sites/default/files/2023-11/2023%20Factsheet%20Sahel%20Region%20of%20 Africa.pdf

27 Barbanas Aid, “Why are Christians Persecuted in Nigeria and the West African Sahel?”. Disponible en línea: https://www.barnabasaid.org/gb/magazine/why-are-christians-persecuted-in-nigeria-and-the-west-african-sahel/

28 Unceta Aguirre, Rafael. Inseguridad alimentaria en el Sahel: una realidad persistente, pero evitable. Junio 2021. CIDOB notes internacionals 252, Barcelona Centre for International Affairs.

29 Alliance Sahel: “Agriculture, rural development and food security”. Disponible en línea: https://www.alliance-sahel.org/en/ fields/agriculture-rural-development-food-securite/

empresas petroleras como la italiana Eni, la sociedad Sipex, filial de la empresa por excelencia argelina, Sonatrach, así como la energética francesa TotalEnergies 30

La intromisión de diferentes actores, con los mismos objetivos de control sobre los recursos naturales, tanto mineros como energéticos, ha prendido la inestabilidad política y social y, por lo tanto, el caos económico. En el norte de Mali, por ejemplo, los datos socioeconómicos están por debajo de la media del país. En ciudades norteñas como Tombuctú y Gao, entre el 26% y el 31% de la población vive bajo el nivel de pobreza, comparado con el 9% que registra la capital Bamako.

Aun así, debido al contexto climático, institucional y medioambiental, el Sahel es una de las regiones del mundo más vulnerables en lo que se refiere a sus medios de subsistencia. Los principales riesgos se derivan de las presiones sobre la tierra en el rápido crecimiento demográfico, la volatilidad de los precios de los alimentos combinados con las condiciones climáticas, cada vez más extremas. El calentamiento global da lugar a ciclos repetidos de sequía, desertificación e inundaciones localizadas, que abordaremos con más detalles en próximos capítulos. En los últimos treinta años, la región ha sufrido múltiples perturbaciones causadas en gran medida por los riesgos agrícolas, que imponen elevados costes económicos en términos de disponibilidad y accesibilidad de los alimentos y la malnutrición 31

n 3.2. CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO Y DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SAHELIANA: LA BOMBA DEMOGRÁFICA

En África, y en el Sahel en particular, asistimos a un vertiginoso crecimiento demográfico. En 1950, había 2.500 millones de personas en el mundo, 229 millones de ellos en África. En 2024, con 7.700 millones de habitantes en el mundo, 1.300 millones están en África. En 2050, en total la población se prevé que ascienda hasta los 10.000 millones de personas, de los cuales 2.500 millones en África.

En el caso del Sahel, y si agrupamos países como Mali, Níger, Burkina Faso, Mauritania y Chad, la población ascenderá de los 83,7 millones de habitantes en 2019, de los cuales alrededor de la mitad son menores de 15 años, a 196 millones en 2050. Las características de la población del Sahel, de unos 44 millones de habitantes, se conocen gracias a los censos y encuestas realizados en las últimas décadas. Todos los países de la región, excepto Chad, han realizado al menos dos censos generales de población. El Sahel representa alrededor del 6,5% de la población total africana. Burkina Faso, Mali, Níger, Senegal y Chad tienen la mayor población del Sahel.

30 Mesa García, Beatriz. y Nievas Bullejos, David (2020) Los recursos en el centro de la geopolítica en el Sahel, Revista de Ciencias Sociales, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Nueva Época, año 14, núm. 48, abril/septiembre 2020, pp.295-314. Disponible en línea: Natural Resources at the Center of Geopolitics in the SahelDialnethttps://dialnet.unirioja.es › descarga › articulo

31 Banco Mundial: “Tranformer l’agriculture au Sahel. Disponible en línea: https://www.worldbank.org/content/dam/Worldbank/ document/Africa/transforming-agriculture-in-the-sahel-background-note-french.pdf

Otros números interesantes son32:

• La población del Sahel se duplica casi cada 10 años debido a un crecimiento anual del 3,9% y unas tasas de fertilidad superiores a 5,65 hijos por mujer.

• Actualmente, el 60% de la población del Sahel es menor de 25 años, porcentaje que podría descender ligeramente hasta el 57% en 2030 para continuar disminuyendo hasta el 50% en 2050. Aun así, la región seguirá ostentando el mayor porcentaje de jóvenes del mundo.

• Al mismo tiempo, el Sahel también experimentará un rápido envejecimiento en aquellas personas mayores de 60 años debido a la disminución de la mortalidad infantil, que se reduce entre un 50% y un 80%, así como al control de las epidemias. Ambos factores supondrán un aumento de la esperanza de vida de siete años de media.

Cabe destacar que la distribución de la población en la región del Sahel es poco homogénea. Por ejemplo, en Mauritania hay 2,3 habitantes por km², mientras que en Senegal la cifra asciende hasta los 48 habitantes por km². A nivel nacional, hay países como Mali, Níger o Sudán que incorporan esta escasa homogeneidad dentro de sus propias fronteras: al norte están poco habitadas en comparación con el sur, donde hay una mayor densidad poblacional.

Además de exponer los datos de creciente demografía en el Sahel, resulta interesante también explicar y exponer los motivos detrás del incremento33:

• Altas tasas de fecundidad. Mientras que en el resto de regiones del mundo la tendencia es a la baja, en África, y concretamente en el Sahel, cada vez hay más hijos por mujer. A pesar de que tres cuartas partes del territorio de Níger está en el desierto del Sáhara, deshabitado en su mayoría , el país puede pasar de tres millones de habitantes en 1960 a 40 millones en 2040 y 60 millones en 2050. El país registra una tasa de fecundidad de más de siete hijos por mujer.

• Economía familiar. Para las poblaciones sahelianas, sobre todo aquellas en las zonas rurales, tener una familia numerosa es símbolo de riqueza y poder económico.

• Falta de compromiso de los líderes y políticas públicas. En el Sahel hay una ausencia de medidas públicas que busquen reducir el crecimiento poblacional.

En cuanto a las consecuencias directas de ese crecimiento demográfico en la región saheliana, destacamos las siguientes:

32 Mora Tebas, Juan A. (2019) “Demografía: multiplicador de riesgos en el Sahel”, Monografía, Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (CIDOB). Disponible en línea: https://www.cidob.org/articulos/monografias/el_sahel_ de_las_gentes_mas_alla_del_sindrome_de_la_seguridad/demografia_multiplicador_de_riesgos_en_el_sahel

33 Mora Tebas, Juan A. (2019) “Demografía: multiplicador de riesgos en el Sahel”, Monografía, Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (CIDOB). Disponible en línea: https://www.cidob.org/articulos/monografias/el_sahel_ de_las_gentes_mas_alla_del_sindrome_de_la_seguridad/demografia_multiplicador_de_riesgos_en_el_sahel

• Aumento de los movimientos migratorios. Dentro del continente africano, las movilizaciones se producen en diferentes sentidos. Esos movimientos se pueden dar desde zonas con alta presión demográfi ca hacia zonas con la presión más bajas; desde los “stocks demográfi cos” hacia zonas con altas tasas de empleabilidad; o, desde países del interior, sin salida al mar, hacia aquellos países con litoral Atlántico34. Aun así, cabe destacar que en África, y también en el Sahel, la mayoría de los movimiento se producen dentro del continente, no hacia otros países extranjeros, principalmente europeos.

• La creciente demografía puede llevar a una ausencia de saneamiento, salubridad y agua potable para toda la población. Dichas condiciones sanitarias desembocan en enfermedades y epidemias, así como la malnutrición y el riesgo de inseguridad alimentaria. En algunas zonas de Chad, la prevalencia de la malnutrición aguda supera el 30%.

• Otra consecuencia del crecimiento demográfi co es el aumento del desempleo, especialmente entre la población más joven. Según la Organización Internacional del Trabajo, los trabajadores jóvenes del Sahel tienen hasta tres veces más probabilidades de estar desempleados que los adultos. La misma organización cifra en un 30% el desempleo en jóvenes de entre 15 y 24 años de edad.

• Incremento de los suburbios de las grandes ciudades, también conocidos como bidonvilles o slums. La marginalización de la población en dichos núcleos poblacionales puede derivar en la radicalización, el descontento político, la violencia y la pobreza.

• Aumento de los confl ictos comunitarios y agrícolas. La necesidad de incrementar la producción ganadera y agrícola para llegar a la demanda, sumado a la saturación del control de las tierras, puede derivar en un aumento de la violencia asociada a la pugna por los terrenos, cultivos o pastos. Esta disputa agrícola lleva a un desequilibrio social, comunitario y religioso, alimentando los confl ictos intercomunitarios..

34 Mora Tebas, Juan A. (2019) “Demografía: multiplicador de riesgos en el Sahel”, Monografía, Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (CIDOB). Disponible en línea: https://www.cidob.org/articulos/monografias/el_sahel_ de_las_gentes_mas_alla_del_sindrome_de_la_seguridad/demografia_multiplicador_de_riesgos_en_el_sahel

capítulo 4 Contexto geopolítico: Relaciones e influencias de las grandes potencias mundiales con los países de la región

Jacobo Morillo (Geopol21) y Alba Sanz

El Sahel es de las zonas más volátiles del planeta. La pobreza, el yihadismo, el crimen organizado y la corrupción configuran un contexto en el que se solapan unas carencias multiplicadas por la zona geográfica, la debilidad estatal y el carácter sociopolítico 35. La necesidad de paliar esas lacras sistémicas ha llevado a una intervención exterior errática que no ha comprendido la evolución de las sociedades africanas.

La UE, y especialmente Francia, llevan décadas invirtiendo en minimizar las carencias estructurales de los países del Sahel, especialmente en su vertiente occidental: Mauritania, Mali, Níger, Burkina Faso y Chad. En 2023 se confirmó que las políticas económicas de Francia y los programas de cooperación de la UE no han alcanzado los objetivos deseados con los golpes de Estado en países como Mali, Burkina Faso y Níger que han supuesto una salida europea. Aunque las operaciones militares han tratado de contrarrestar el avance del yihadismo, los proyectos para dotar de estabilidad y proporcionar vértebras institucionales a los Estados no han logrado sus metas.

Occidente como bloque, y cada actor en diferente medida, han proyectado sus intereses de manera disfuncional en el Sahel, de ahí que los gobiernos actuales busquen el cambio a partir de otros aliados, una maniobra cargada de significado y consecuencias. Cada vez hay más actores geopolíticos que luchan en los últimos años por posicionarse como potencias de influencia internacional y regional en un escenario cada vez más polarizado y fragmentado, que se acerca cada vez más a la multipolaridad.

35 European Union External Action Service (2023). “Strategy for Security and Development in the Sahel”. http://eeas.europa.eu/ index_en.htm

Países como Rusia o China perfilan sus estrategias en el Sahel para aprovechar los vacíos de poder en zonas estratégicas, el marcado carácter anti-occidental de muchos de los nuevos regímenes de la región y el cada vez mayor alejamiento de la política exterior occidental tras la invasión rusa de Ucrania y el conflicto palestino-israelí en la Franja de Gaza.

No hay que olvidar que, además de su trascendencia en materia de seguridad, el Sahel también posee un abanico de recursos naturales que levanta las ambiciones de países exteriores, así como una posición geográfica estratégica.

UNIÓN EUROPEA

La proximidad geográfica y el valor geopolítico del Sahel ha llevado a Bruselas a invertir notablemente en la región, cuya coyuntura sociopolítica la convierte en un polo de desestabilización. Tras décadas de programas, la realidad política actual de los países del Sahel es consecuencia tanto del planteamiento inicial como de la ejecución en la proyección de actores externos. El anuncio en diciembre del fin de dos misiones de la UE en Níger así lo evidencian, un hecho que deja a su mínima expresión la presencia de organismos comunitarios europeos en el Sahel.

La UE ha sido un actor fundamental, especialmente en el marco financiero y en materia de seguridad. No obstante, los acontecimientos políticos en los diferentes países han puesto de relieve los errores de enfoque en el planteamiento. El G5 Sahel, la organización que servía de hilo conductor para coordinar recursos entre la UE y los países de la región recibió alrededor de 8.000 millones de euros con el objetivo de vertebrar contingentes locales eficientes, como EUTM Mali o EUCAP Níger36. En diciembre de 2023 se anunció la salida de Níger, Mali y Burkina Faso del G5 Sahel y Mauritania y Chad comenzaron los procesos para su disolución.

En ese mismo mes se oficializó el final de dos misiones en Níger dirigidas por la UE, evidenciando la clausura de operaciones militares de cooperación en la región. La imagen de tropas francesas abandonando el país en diciembre de 2023 retrató un momento histórico cargado de simbolismo.

Ni Francia ni la UE han conseguido incidir con sus programas de cooperación para hacer del Sahel un espacio más estable. En los últimos tiempos, la erupción política, traducida en cambios de poder, prueba que los proyectos planteados no han dado con la tecla y han llevado a las fuerzas autóctonas a apostar por otro camino. El rechazo a Europa, con especial énfasis en Francia, y el acercamiento a Rusia que se ha visto en los últimos tiempos es la prueba de la pérdida de fe en actores occidentales que todavía son acsociados en el Sahel con su pasado colonialista.

La renovada cooperación de las juntas militares de Mali, Níger y Burkina Faso que se ha gestado tras la constelación de golpes de Estado en la zona, apuesta por el cambio en la dirección de la

36 Documento de Seguridad y Defensa (2015). “La estabilidad en el Sahel”. Instituto Español de Estudios Estratégicos. https://www. ieee.es/Galerias/fichero/docs_trabajo/2019/DIEEET05-2018bisSahel.pdf

geopolítica regional, un hecho que posee el potencial de afectar a mayores latitudes por la capacidad que este espacio tiene de desestabilizar enclaves de su alrededor, desde el Magreb al continente europeo 37. Estos tres países sellaron en septiembre de 2023 la Carta Liptako-Gourma, dando a luz a la Alianza de Estados del Sahel, una organización política y de seguridad que garantiza asistencia mutua ante una agresión externa 38

FRANCIA

Francia es el actor externo con más intereses y mayor peso en el Sahel. Su presencia histórica en la región se ha visto altamente afectada ante las políticas implantadas por las juntas militares y que han propiciado el abandono de las operaciones francesas, como el ya mencionado caso de Mali, y que ha seguido un patrón similar en Níger y Burkina Faso.

Francia es el actor con más bagaje en el Sahel con una histórica implicación en África que le ha proporcionado una base de conocimiento, redes de influencia e inteligencia que se deben tener en cuenta. A pesar de la necesidad de replantear el enfoque hacia el Sahel desde Bruselas, va a ser necesario atender al historial de Francia, tanto para evitar la repetición de errores como para realizar un mapa de actores sobre el terreno, estudio de nuevos liderazgos o los mismos centros de gravedad de la región.

La Operación Barkhane 39, lanzada por Francia para combatir el terrorismo yihadista en el Sahel, era una de las puntas de lanza de Europa en el continente africano. La retirada de esta a finales de 2023 ha dejado en evidencia errores en el planteamiento y ejecución.

La cadena de golpes de Estado en países del Sahel ha puesto el broche a una implicación directa sobre estos territorios que, a pesar del cambio de liderazgo, no han dado muestras de mejorar sus condiciones.

Sin embargo, si se atiende a la incidencia histórica de Francia en la región, es improbable que el país galo, a pesar de las recientes manifestaciones de rechazo de los recientes gobiernos del Sahel, vaya a desligarse de la región. Los intereses económicos en este espacio son de tal magnitud que París reformulará su estrategia para encontrar la manera de poder prolongar su influencia. Es improbable que Francia acepte perder su esfera de influencia, así como el mercado armamentístico y las fuentes de recursos naturales que la zona acopia. Especial mención merece el uranio que se extrae de Níger, material de alto valor estratégico para Francia para el

37 El Magreb y el Sahel: panorama actual y perspectivas de futuro. Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), 15.6.2023. CRESPO, Carlos; GENARO, María Dolores; ARIAS, Carmen; CANOSA, Raúl; LOMBO, Fernando; DIZ, Eduardo; IÑARRITU, Jon. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2023/DIEEEO60_2023_CARCRE_Magreb.pdf

38 RODRIGUEZ-MARÍN, Alicia G. Quién gana en el Sahel con la salida de Francia. El Orden mundial. 4. De octubre 2023. https:// elordenmundial.com/sahel-salida-francia-golpistas-rusia-yihadismo/

39 FUENTE COBO, Ignacio. El Sahel después de la Operación Barkhane. Situación de seguridad y perspectivas de futuro (30 de marzo de 2022, Instituto Español de Estudios Estratégicos). https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2022/ DIEEEA23_2022_IGNFUE_Sahel.pdf

uso de energía nuclear 40 La empresa francesa estatal Orano tiene en propiedad tres minas en Níger: Aïr, Akokan e Imouraren. De ellas importa 17.165 toneladas de uranio, el 20% del total que recibe, lo que convierte a Níger en el segundo país del que más recibe tras Kazajistán 41

Otro aspecto al que prestar atención es al conglomerado de empresas francesas en la zona como la cadena de supermercados Auchan, el banco Société Génerale o la petrolera Total Energies, entre otras. El rumbo de estas es una esfera a seguir ya que son un canal de influencia oficioso para el gobierno francés.

En los próximos años Francia se juega su credibilidad en un enclave en el que históricamente ha estado presente como principal actor externo, dónde tiene diversidad de negocios e intereses y una zona que sirve de reflejo para mostrar su poder como potencia. Por tanto, no se puede descartar futuras estrategias dirigidas a encontrar la vía para mantener, o recuperar, su influencia directa en el Sahel.

ESTADOS UNIDOS

El Sahel no ha sido un espacio prioritario para Washington a pesar de su inversión económica en el continente africano. Su implicación en la zona ha estado marcada por una participación indirecta, dejando a otros actores aliados u organizaciones supranacionales ocupar ese papel. Estados Unidos ha volcado sus intereses más en Oriente Medio, con su base militar en Yibuti con el objetivo de mirar a Oriente. El Sahel va en una dirección distinta de la mirada geopolítica de Estados Unidos, potencia que, salvo en momentos puntuales como en Libia, Egipto o Somalia, no se ha implicado de manera directa en el continente. De hecho, con el centro de gravedad económico global asentándose en Asia, la lógica geopolítica de Washington pronostica todavía menos atención a África, y especialmente al Sahel. La implicación de Washington en esta región está sujeta a organizaciones supranacionales como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la ONU.

Esto es un error estratégico ya que el Sur Global cada vez va a cobrar mayor peso y los países africanos sustentan gran parte de su poder futuro. Asimismo, desde una óptica geopolítica, no beneficia a Estados Unidos querivales como China o Rusia ocupen espacios de influencia ricos en recursos en el continente africano y especialmente en el Sahel.

RUSIA

La relación de Rusia con África se remonta a comienzos del siglo XX, cuando inspirados por el éxito de la revolución rusa, muchos movimientos de liberación e independencia vieron en la Unión Soviética (URSS) como un ejemplo a seguir. Durante esta época Moscú estableció

40 Ibidem.

41 Maad, A. (2023, August 4). How dependent is france on niger’s uranium? Le Monde

acuerdos y marcos de cooperación, principalmente militares, con países como Angola, Somalia, Congo, Mozambique, Argelia, Egipto o Mali 42 . No obstante, dicha cooperación se extendió durante la Guerra Fría a otros ámbitos, desplegando toda clase de resortes de influencia, como la promoción de centros educativos o becas para estudiantes y élites africanas, que asentaron raíces y lazos todavía presentes.

Esta tendencia se revirtió tras la caída de la URSS y la relación entre ambas partes disminuyó a mínimos históricos. A principios de los 2000, con la llegada de Vladimir Putin al poder, Rusia recuperó su interés por África y desde la anexión de Crimea y el consiguiente aislamiento por Occidente en 2014, el continente africano se ha convertido en una prioridad en materia de política exterior para Moscú 43 . Dicha dinámica se ha profundizado más si cabe con la agresión rusa a Ucrania y la revitalización del enfrentamiento con Occidente, así como con las crecientes dificultades de Europa en el continente 44

El interés de Rusia por África es notorio en la región del Sahel, donde Moscú ha desplegado intensos esfuerzos diplomáticos en los últimos tiempos 45 . EL Kremlin ha aprovechado el progresivo vacío de poder e influencia dejado por algunos de los socios tradicionales de la región, además de la inestabilidad política que asola a muchos de los estados de la zona. Al decreciente interés e importancia concedido al continente africano, y concretamente a los países del Sahel, durante los últimos años por Estados Unidos en materia de política exterior, se le ha unido el paulatino sentimiento antifrancés imperante en muchos de los países que conforman la región. El mismo se encuentra basado en los recelos postcoloniales todavía muy presentes en el imaginario africano, las constantes acusaciones de paternalismo hacia las políticas occidentales desplegadas en la región y la sensación de fracaso respecto a las iniciativas desarrolladas sobre el terreno para luchar contra las organizaciones terroristas y grupos armados que asolan el Sahel 46

Los regímenes militares establecidos en países como Mali, Burkina Faso y Níger llegados mediante golpes de Estado tras la pandemia de Covid-19 han aprovechado estas circunstancias para beneficiarse de los sentimientos contrarios a las potencias occidentales y han realizado un acercamiento a Rusia47

42 Desorgues, P. (2021). “Trente ans de la chute du bloc soviètique: comment l’URSS a influencé l’Afrique”. TV5 Monde. Disponible en: https://information.tv5monde.com/afrique/trente-ans-de-la-chute-du-bloc-sovietique-comment-lurss-influence-lafrique-50974

43 Foy, H. (2019). “Russia turns on the charm at first Africa summit”. The Financial Times. Disponible en: https://www.ft.com/ content/b042bd8e-f648-11e9-9ef3-eca8fc8f2d65

44 Prueba de esta nueva posición respecto a África es el nuevo Concepto de Política Exterior ruso, adoptado el pasado mes de marzo de 2023, en el que se establece que Rusia “seguirá apoyando el establecimiento de África como centro distintivo e influyente del desarrollo mundial. https://mid.ru/en/foreign_policy/fundamental_documents/1860586/

45 Colchen, G. (2023). “Lavrov promete ayuda rusa a los países del Sahel en su primera visita a Mali”. Disponible en: https://www. france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20230208-lavrov-promete-ayuda-rusa-a-los-pa%C3%ADses-del-sahel-en-su-primera-visita-a-mali

46 Stronski, P. (2023). “Russia’s growing footprint in Africa’s Sahel region”. Carnegie Endowment for Internactional Peace. Disponible en: https://carnegieendowment.org/2023/02/28/russia-s-growing-footprint-in-africa-s-sahel-region-pub-89135

47 Kayali, L y Caulcutt, C. (2023). “France’s Niger debacle marks end of an era in Africa”. Politico. Disponible en: https://www.politico.eu/article/france-niger-military-army-withdrawal-west-africa-sahel-colonies-burkina-faso-mali/

De manera general, la presencia de Rusia en África se articula en torno a tres ejes: el económico-comercial, el militar y el diplomático-cultural. Dichos vectores de influencia y cooperación se reflejan también en su presencia en el Sahel.

No cabe duda que la principal dimensión de influencia rusa en la región es la cooperación en materia de seguridad y defensa. Rusia es el mayor exportador de armas del continente 48 , principalmente respecto a los países del norte de África, pero también tiene una amplia presencia en el Sahel. En este sentido, Rusia se presenta como un socio completo que ofrece un servicio integral en materia de seguridad proveyendo desde armas, sistemas y equipos militares hasta el asesoramiento y entrenamiento de tropas locales o la participación a través de compañías de seguridad privadas, en los esfuerzos de los países de la zona contra las organizaciones terroristas y grupos armados49. Rusia explota su pasado antiimperialista y los vínculos históricos con la región para posicionarse como un socio preferente en un clima especialmente propicio. La falta de condicionalidad de sus acuerdos a factores como el respeto a los derechos humanos, la corrupción o los procesos democráticos es otro de los factores que convierten a Rusia en una de las opciones más atractivas para estos países, principalmente aquellos inmersos en procesos de transición desde recientes golpes de Estado y con marcadas tensiones con socios occidentales. En el Sahel, destaca el acercamiento en materia de seguridad con la junta militar de Mali, con la que ha firmado diversos acuerdos de cooperación militar y de transferencia de armas, pero también los recientes regímenes de Burkina Faso y Níger, con el que el Kremlin firmó el último de los acuerdos de este tipo en enero de 2024 50

Dentro de la cooperación en materia de defensa, las compañías de seguridad privadas rusas se han convertido en uno de los puntos fuertes de la actuación de Moscú en el Sahel. La desvinculación de iure de la mayor parte de estas organizaciones respecto al Estado ruso, la experiencia en contextos de seguridad complejos y el percibido fracaso de las fuerzas occidentales contra las organizaciones terroristas y grupos armados sobre el terreno, ha abierto la puerta a la actuación de estas en muchos de los países de la región. El Grupo Wagner ha capitalizado las principales acciones en esta materia en los últimos años, pero a raíz de la revuelta de su líder el año pasado el Kremlin está realizando ingentes esfuerzos por reconstruir y modificar la estructura organizativa de dichas compañías en territorio africano 51 . Esta estrategia pasa por integrar a esos mercenarios del Grupo Wagner en una organización llamada Africa Corps, dirigida de manera directa desde el Kremlin. No cabe descartar que se desplieguen nuevas organizaciones, más pequeñas y repartidas, para asegurarse un mayor control y evitar una excesiva concentración de poder. A la presencia de estos efectivos privados en Mali, Burkina

48 Africa Defense Forum (2023). “Russia emerges as top weapons supplier to Sub-Saharan Africa”. Disponible en: https://adf-magazine.com/2023/04/russia-emerges-as-top-weapons-supplier-to-sub-saharan-africa/

49 Herranz, A y Vega, A. (2022). “La política exterior de Rusia en África Subsahariana: clave para un nuevo orden mundial. Instituto Español de Estudios Estratégicos. Disponible en: https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2023/DIEEEO65_2023_ ANAHER_Rusia.pdf

50 Ministerio de Defensa de Rusia (2024). https://function.mil.ru/news_page/country/more.htm?id=12496193@egNews

51 Ozdemir, H. (2023). “Russian military companies in Africa: A post Wagner Outlook”. Middle East Monitor. Disponible en: https://www.middleeastmonitor.com/20231201-russian-military-companies-in-africa-a-post-wagner-outlook/

Faso, República Centroafricana o Sudán 52 se le unen las sospechas y temores ante una posible acción en países como Níger, Chad y Guinea Ecuatorial. Estas compañías actúan normalmente a través de un complejo conglomerado de entidades, que ofrecen servicios que van desde de labores de protección y el asesoramiento político-militar hasta la participación junto con las fuerzas locales en operaciones antiterroristas a cambio de licitaciones para la extracción de recursos naturales 53

En el ámbito económico-comercial, el Sahel supone una lucrativa oportunidad para Moscú, principalmente en lo que se refiere a la extracción de recursos naturales y minerales. Si bien el saldo comercial ruso con África todavía se encuentra muy por debajo de los registrados por otras potencias como China, Estados Unidos o la UE, la presencia de empresas rusas es cada vez más notoria, principalmente en sectores estratégicos como la industria extractiva o el ámbito energético. Los flujos comerciales entre Rusia y el continente han aumentado progresivamente, pasando de los 5 mil millones registrados en 2005 hasta los casi 17 mil millones en 2022 54 La mismo situación aplica a la inversión extranjera directa, aunque la inversión rusa es todavía notablemente inferior comparada con otros actores en el continente como Reino Unido, Francia, Países Bajos o China 55

A pesar del avance de los últimos años, la presencia comercial rusa en el continente se encuentra poco diversificada. Esta se centra principalmente en países del norte de África y en productos agroalimentarios como trigo y cereales, petróleo refinado y productos electrónicos 56 . Recientemente, Rusia ha aprovechado la suspensión de la Iniciativa del Mar Negro para posicionarse como el gran suministrador de estos productos a los países más afectados por la interrupción del comercio marítimo, entre ellos algunos de los grandes valedores de Rusia en el Sahel como Mali o Burkina Faso bajo condiciones muy atractivas 57. Dicha estrategia persigue profundizar su influencia en la zona, pero también revertir la narrativa occidental que trasladaba a Moscú la responsabilidad de las posibles crisis alimentarias vinculadas a la invasión de Ucrania.

A nivel estratégico, el suministro de servicios de seguridad a través de las compañías de seguridad privadas rusas y la progresiva cooperación en diversos ámbitos han estado acompañados de venta-

52 Servicio Europeo de Acción Exterior (2023). “Observaciones del alto representante de la UE ante el Consejo Informal de Asuntos Exteriores”. Disponible en: https://www.eeas.europa.eu/eeas/informal-foreign-affairs-council-gymnich-press-remarks-high-representative-josep-borrell-upon_en

53 Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento de Reino Unido (2023). “Guns for gold: The Wagner Network exposed”. Disponible en: https://committees.parliament.uk/publications/41073/documents/200048/default/

54 No obstante, estas cifras se encuentran todavía muy alejadas de las cifras comerciales de China con el continente o de otros socios como la UE o EE.UU.

55 Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo. Tendencias regionales sobre África para el año 2023. Disponible en: https://unctad.org/system/files/non-official-document/wir2023-regional_trends_africa_en.pdf

56 De hecho, una de las principales prioridades de la política exterior rusa de cara a África es la diversificación de dichos flujos comerciales, tanto a nivel de productos como de destinos. Así se pudo comprobar en la última Cumbre Rusia-África, celebrada en julio de 2023.

57 Devoize, L. (2023). “Putin’s grain gamble: A European response to Russia’s latest ploy”. European Council on Foreign Relations. Disponible en: https://ecfr.eu/article/putins-grain-gamble-a-european-response-to-russias-latest-ploy/

jas y facilidades para la participación de empresas rusas en las actividades de extracción de materias primas críticas o recursos minerales en la región, como la bauxita, cobalto uranio, litio u oro58 Asimismo, la energía nuclear es otra de las grandes apuestas de Moscú en el continente. Esta se considera para muchos países africanos, y con ello para el Sahel, como una oportunidad para hacer frente a la creciente demanda energética, principalmente en torno a las grandes ciudades, a costes considerablemente menores. Rusia se presenta como un proveedor completo de servicios relacionados con la energía nuclear: desde la construcción de instalaciones, el asesoramiento y formación necesaria para su gestión al suministro de becas para profesionales africanos. Dicha sinergia se ha materializado en acuerdos con al menos una docena de países africanos como Egipto, Nigeria, Sudán o Ghana, entre otros, para la construcción de centros de investigación nuclear o centrales nucleares. En el Sahel, destaca la firma de un memorándum de entendimiento de este tipo entre la empresa estatal rusa Rosatom y los gobiernos de Mali y Burkina Faso en octubre de 202359

En tercer lugar, en el ámbito diplomático-cultural, Rusia ha reforzado sus esfuerzos diplomáticos materializándolos en iniciativas como las Cumbres Rusia-África con una amplia participación de representantes provenientes del Sahel, acciones dirigidas a una mayor colaboración en materia de acercamiento de la cultura rusa al continente o un esfuerzo considerable para profundizar la presencia de los medios de comunicación del país a la población africana. En este ámbito son constantes las acusaciones y sospechas sobre la participación de Moscú, en muchas ocasiones a través de entidades relacionadas con las empresas de seguridad privadas, en campañas de desinformación, injerencia en campañas electorales y otras actuaciones dirigidas a influir en las narrativas antioccidentales y prorrusas 60

Con todo, el Sahel, enmarcado en su interés por el continente africano, es una de las zonas prioritarias en la política exterior rusa, marcado por una ingente cantidad de materias primas y recursos minerales críticos, los intentos de Occidente por aislar al país en el ámbito internacional y las lucrativas oportunidades de negocio con nuevos regímenes cada vez más enfrentados con países occidentales. El apoyo de Rusia a los nuevos gobiernos militares del Sahel Occidental ha reforzado su papel de proveedor de servicios de seguridad en la zona y se ha materializado en nuevos acuerdos de cooperación en diferentes ámbitos, perfilándose como una alternativa realista a las potencias occidentales, en un momento en el que la legitimidad y apoyo a estas pasa por sus horas más bajas. A su vez, este apoyo da oxígeno a Moscú en su intento de evadir las sanciones internacionales, le otorga apoyos en el sistema multilateral internacional y le supone nuevos socios en la actual política de enfrentamiento de bloques al más puro estilo de Guerra Fría, como así quedó reflejado en las sucesivas votaciones de condena a la agresión rusa de Ucrania en el seno de la ONU61

58 Al respecto, las autoridades rusas y malienses firmaron en 2023 un acuerdo para la construcción de una de las mayores refinerías de oro en el continente en Bamako.

59 Rosatom (2023). “Rusia y Burkina Faso firman un Memorándum de Entendimiento sobre cooperación en materia de energía nuclear. Disponible en: https://www.rosatom.ru/journalist/news/rossiya-i-burkina-faso-podpisali-memorandum-o-vzaimoponimanii-po-sotrudnichestvu-v-oblasti-ispolzova/

60 African Center for Strategic Studies (2023). “Tracking Russian Interference to Derail Democracy in Africa”. Disponible en: https://africacenter.org/spotlight/russia-interference-undermine-democracy-africa/

61 Adeoye, A. (2022). “UN vote on Russia invasion shows a changing Africa”. Chatam House. Disponible en: https://www.chathamhouse.org/2022/03/un-vote-russia-invasion-shows-changing-africa

CHINA

Si bien la presencia china en el continente la podemos encontrar desde el siglo XV, es en 2013 con la llegada al poder del presidente Xi Jinping y la instauración de su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), conocida como Nueva Ruta de la Seda, cuando la relación y cooperación entre África y China alcanza su punto de inflexión y comienza a impulsarse hasta niveles históricos62

El principal vector de extensión del país en la región es el económico-financiero, con una amplia presencia de empresas chinas en la mayor parte de sectores productivos africanos, una compleja red de inversiones en infraestructuras y construcciones y una importancia superlativa en lo que se refiere al comercio y deuda de estados africanos 63

África juega un papel fundamental en las aspiraciones chinas de llevar el estatus de potencia global al país de cara al año 2049 64, coincidiendo con el centenario de la República Popular China. Para ello, el país ha apostado por una tradicional aproximación de bajo perfil, basado en la no injerencia en asuntos considerados internos y la no condicionalidad de sus acuerdos, permitiendo la cercanía con gobiernos y regímenes cada vez más alejados de Occidente. Por otra parte, el proyectado crecimiento demográfico africano y el desarrollo de sus sociedades convierten al continente en un mercado estratégico de venta de los productos chinos, ante la desaceleración de la demanda interna y su menor crecimiento demográfico.

En lo que se refiere al Sahel, además de su potencial a nivel de materias estratégicas, fundamentales para el modelo económico chino, la región juega un papel vital en el diseño de la BRI, y es que uno de los principales objetivos de la estrategia china es la conexión de la costa mediterránea, el golfo de Adén, la costa atlántica y el golfo de Guinea, por lo que el control sobre el transporte terrestre y las conexiones viarias de los países del Sahel es clave65

Respecto a las reservas naturales, destaca la explotación e interés de las empresas chinas en materias como petróleo, uranio, gas natural y litio. En Níger y Chad, la Corporación Nacional de Compañía Estatal de Petróleo explota los campos de Agadem y Koudalwa 66 , mientras que la Corporación Nacional Nuclear tiene la concesión de explotación del depósito de uranio nigerino de Azelik. Dichas compañías también controlan el 60% de la refinería de Soraz, en la frontera con Nigeria, que produce unos 200.000 barriles al día y es el máximo accionista del nuevo oleoducto

62 Dollar, D. (2019). “Understanding China’s Belt and Road infraestructure projects in Africa”. Brookings. Disponible en: https:// www.brookings.edu/articles/understanding-chinas-belt-and-road-infrastructure-projects-in-africa/

63 Díez Alcalde, J. (2023). “China en África: un poder estructurado y expansivo”. Esglobal. Disponible en:https://www.esglobal.org/ china-en-africa-un-poder-estructurado-y-expansivo/

64 Doshi, R. (2022). “Xi Jinping just made it clear where China’s foreign policy is headed”. The Washington Post. Disponible en: https://www.washingtonpost.com/news/monkey-cage/wp/2017/10/25/xi-jinping-just-made-it-clear-where-chinas-foreign-policy-is-headed/

65 Cuscito, G. (2023). “The chaos in the Sahel damages China”. Geopolitical Futures. Disponible en: https://geopoliticalfutures.com/ the-chaos-in-the-sahel-damages-china/

66 Rajosefa, L. (2023). “The future of strategic competition in the Sahel region”. Air University, United States Air Forces. Disponible en: https://www.airuniversity.af.edu/Portals/10/AUPress/Papers/WF_93_Rajosefa_The_Future_of_Strategic_Competition_in_ the_Sahel_Region.pdf

abierto en 2024 desde Agadem hasta la refinería de Zinder, en Benín, operado también por una empresa china 67. En Mali la empresa china Ganfeng Lithium se hizo con el control de la explotación de la mina de litio de Goulamina, una de las más grandes del mundo.

A nivel regional, Nigeria es otra de las grandes prioridades para China. A los enormes recursos energéticos del país se le une un mercado de 200 millones de habitantes, acceso a la costa atlántica y los casi 4 mil millones de deuda contraída con el Estado chino. Dicha prioridad se ha materializado en la participación de empresas chinas en la construcción de grandes proyectos e infraestructuras en el país. Es el caso del puerto de Lekki, desarrollado por un consorcio formado por empresas chinas 68 , singapurensas y locales y que acerca la conexión con otros países de la zona como Chad, Mali o Senegal. Asimismo, el potencial de desarrollo y crecimiento de las ciudades nigerianas, sobre todo Lagos, se percibe como una lucrativa ventana de oportunidad para las empresas digitales chinas como Huawei69. Nigeria, además, supone un acercamiento al Golfo de Guinea, una de las zonas más prioritarias para la estrategia china en el continente. Junto con la amplia presencia de cargueros y buques de pesca chinos en la zona, China aspira a establecer su segunda base naval en el continente en la zona, tras la apertura de la base en Yibuti en 2017, lo que le otorgaría acceso directo a los litorales este y oeste africano70

A nivel comercial, los flujos entre China y el continente africano se han disparado en las últimas décadas hasta superar los 200 mil millones de dólares en 2022, lo que convierte al país en el máximo socio comercial de África. Junto a esto, el 16% de las importaciones manufactureras africanas provienen de China y sus inversiones han pasado de los 75 millones de dólares en 2003 hasta los 5 mil millones en 2021 71 , en gran medida potenciadas por la financiación proveniente de la BRI.

China también ha aumentado de manera considerable su presencia en el continente, y particularmente en el Sahel, en el ámbito de la seguridad y la defensa. La tradicional política de bajo perfil china se ha ido desdibujando a medida que ha aumentado la importancia del continente en materia de política exterior. Así, la presencia de seguridad, habitualmente a través de compañías de seguridad privadas, de China en el continente ha estado vinculada tradicionalmente con la necesidad de proteger los intereses y personal chino desplegado en la región. El aumento de los intereses propios unido a la progresiva desestabilización de la región ha forzado a China a presentarse como una potencia militar global.

67 Reed, E. (2023). “Niger-Benin pipeline on track for 2023”. Energy Voice. Disponible en: https://www.energyvoice.com/oilandgas/ africa/pipelines-africa/507631/niger-benin-pipeline-track-2023/

68 Nyabiage, J. (2022). “Chinese builder completes US$1,5 billion Deep wáter port in Nigeria”. South China Morning Post. Disponible en: https://www.scmp.com/news/china/article/3198552/chinese-builder-completes-us15-billion-deep-water-port-nigeria

69 Ibeh, R. (2023). “Huawei pledges support for Lagos on digital revolution”. Leadership. Disponible: https://leadership.ng/ huawei-pledges-support-for-lagos-on-digital-revolution/

70 Van Staden, C. (2022). “Fears of a Chinese naval base in West Africa are overblown”. Foreign Policy. Disponible en: https://foreignpolicy.com/2022/03/03/china-pla-navy-base-west-africa-atlantic-equatorial-guinea/

71 Vinicius de Freitas, M. (2023). “The impact of Chinese investments in Africa: Neocolonialism or cooperation?”. Policy Center for the New South. Disponible en: https://www.policycenter.ma/sites/default/files/2023-08/PB_30-23_Marcus%20Freitas.pdf

China participó por primera vez en una misión de mantenimiento de paz en África en 1998 y no fue hasta el año 2013 que desplegó sobre el terreno fuerzas terrestres de combate en la misión de la ONU en Mali. La evacuación de más de 30.000 ciudadanos chinos de Libia en el año 2011 puso en evidencia la falta de preparación e infraestructura del país ante este tipo de situaciones de crisis 72 En la actualidad, China se posiciona como un actor cada vez más decisivo en lo que a industria de defensa y tecnología de seguridad se refiere. El país ha pasado a ser el segundo proveedor de armas ligeras de África subsahariana tras Rusia a la vez que ha incrementado la venta de sistemas más complejos como drones, aviones de combate o tanques. En este aspecto, el complejo contexto operacional de los países del Sahel supone una oportunidad notable para poner a prueba muchos de los sistemas y medios tecnológicos más punteros de la industria china que no han sido testados en escenarios de combate real. De igual manera, el despliegue de fuerzas y operaciones en dichos entornos representan una buena oportunidad de preparación para las fuerzas chinas ante la necesidad manifestada por el presidente Xi Jinping de modernizar las capacidades militares del país y adecuarlas a las grandes potencias mundiales 73

En lo que se refiere al ámbito diplomático, Pekín se presenta como el gran mediador de los enfrentamientos y conflictos regionales y globales, en un intento de cimentar su posición dentro del modelo internacional multilateral, favoreciendo el diálogo frente a la fuerza en la resolución de los conflictos internacionales. Al respecto, presentó en 2022 la Iniciativa de la Seguridad Global 74 como mecanismo para la solución de las tensiones globales en contraposición con la narrativa belicista atribuida a los países occidentales, especialmente desde la agresión de Rusia a Ucrania o el conflicto en la Franja de Gaza. Dicha posición le ha valido el apoyo de muchos países africanos que perciben el conflicto ucraniano como lejano y acusan a Occidente de hipocresía dado su falta de interés en otros conflictos enquistados en territorio africano, así como la diferencia en su postura respecto a Ucrania y la Franja de Gaza.

China es en el Sahel el principal rival para los países occidentales debido a todo lo que abarca: su amplia presencia en la explotación de recursos naturales, los proyectos de construcción de infraestructuras y su creciente participación en seguridad y defensa. A su favor juega su tradicional neutralidad y su narrativa antimperialista que le permite un acercamiento tanto a los viejos como a los nuevos regímenes del Sahel. Prueba de ello es el amplio apoyo de los países africanos en su conflicto con Taiwán: en 2024, tan solo Eswatini reconoce a este como país independiente 75 . No obstante, el aparente estancamiento de la economía china, la desaceleración de su propio crecimiento demográfico y la percepción de una excesiva dependencia de las

72 Jiangtao, S. (2011). “Lessons to learn from Libyan evacuation”. South China Morning Post. Disponible en: https://www.scmp. com/article/739925/lessons-learn-libyan-evacuation

73 Xinhuanet. (2017). “Secure a decisive victory in building a moderately prosperous society in all respects and strive for the great success of socialism with Chinese characteristics for a new era”. Disponible en: http://www.xinhuanet.com/english/download/ Xi_Jinping’s_report_at_19th_CPC_National_Congress.pdf

74 Ministerio de Asuntos Exteriores de China. (2023). “The Global Security Iniciative Concept Paper”. Disponible en: https://www. fmprc.gov.cn/mfa_eng/wjbxw/202302/t20230221_11028348.html

75 Kironska, K. (2023). “Taiwan and Africa: a comprehensive overview of diplomatic recognition and derecognition of the ROC”. Central European Institute of Asian Studies. Disponible en: https://ceias.eu/taiwan-and-africa-a-comprehensive-overview/

economías africanas, principalmente en materia de deuda son algunos de los obstáculos que se puede encontrar el país en su expansión por la región.

TURQUÍA

La política exterior turca se ha transformado desde la primavera árabe de 2011 y sobre todo después del fallido golpe de Estado de 2016, virando hacia un acercamiento multiregional. El país ha realizado en los últimos años notables esfuerzos para aumentar su presencia en áreas fuera de sus zonas tradicionales de influencia, reducir su dependencia respecto a Occidente y reforzar su posición de potencia regional frente a la percibida conformación de un nuevo orden internacional multipolar 76

Turquía lleva años intentando profundizar su presencia en el continente africano, principalmente en países de mayoría o amplia presencia musulmana, aprovechando una identidad religiosa compartida y sus vínculos históricos 77. Como ejemplo, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan es uno de los actores extranjeros más influyentes en Somalia y durante su mandato ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos en África, en línea con la doctrina del conocido como “Neo Otomanismo” 78 . Uno de los principales objetivos de la política turca en el continente es la proyección de poder militar a través de puntos estratégicos del continente como el Mar Rojo o el Océano Índico.

En lo que se refiere al Sahel, en los años 90 se dieron los primeros acercamientos de Ankara en la zona a través de la firma de sucesivos acuerdos de cooperación con países como Níger o Mali. No obstante, es a partir de la década de los 2000 cuando la presencia de Turquía en la región comienza a crecer de manera exponencial con la apertura de embajadas en las capitales de Níger, Burkina Faso y Mali acompañadas de una notoria participación en proyectos de cooperación 79 Las incursiones turcas en el Sahel se han basado mayoritariamente en iniciativas de desarrollo, el posicionamiento de empresas turcas para la construcción de infraestructuras y proyectos relacionados con actores e instituciones religiosas.

La principal fortaleza del país en la zona es la promoción de los lazos culturales-religiosos compartidos con países de mayoría musulmana. Turquía se ha esmerado en proyectar la imagen de potencia religiosa, promoviendo su interpretación del sunismo en el extranjero en contraposición de otras potencias islámicas como Arabia Saudí. Otro de los vectores de influencia del país en el Sahel es la promoción de una visión favorable a través de las actuaciones de cooperación

76 Lebovich, A y Van Heukelingen, N. (2023). “Unravelling Turkish involvement in the Sahel”. Netherlands Institute of International Relations. Disponible en: https://www.clingendael.org/sites/default/files/2023-07/Policy_brief_Unravelling_Turkish_involvement_in_the_Sahel.pdf

77 Akca, A. (2021). “Neo-Ottomanism: Turkey’s foreign policy approach to Africa”. Center for Strategic and International Studies. Disponible en: https://csis-website-prod.s3.amazonaws.com/s3fs-public/190409_NewPerspectives_Akca.pdf

78 Ibídem

79 Armstrong, H. (2021). “Turkey in the Sahel”. International Crisis Group. Disponible en: https://www.crisisgroup.org/africa/sahel/ turkey-sahel

y desarrollo, donde destaca la labor de la Agencia Turca de Cooperación y Desarrollo que tiene una veintena de oficinas desplegadas a lo largo del continente 80

Desde el punto de vista económico-comercial, la inversión turca en la región se ha concentrado en sectores tradicionalmente fuertes para la economía nacional como la industria textil, la construcción o la minería81, aunque todavía se encuentra muy alejada de otros socios de la región.

En el ámbito militar, la presencia turca también ha realizado diferentes avances. Destaca el apoyo del país a iniciativas regionales de promoción de la seguridad y defensa como el Acuerdo de Paz de Argel o su participación financiera en la fuerza G5 Sahel contra el terrorismo yihadista. Además, desde el año 2020 se tiene constancia de diferentes acuerdos entre Ankara y juntas militares de la zona centrados en la provisión de diferentes sistemas militares, armamento y munición 82, con una especial importancia en la compra de drones turcos. Destaca la venta a Burkina Faso de drones Bayraktar 83 o un acuerdo de cooperación en materia militar firmado recientemente con Níger 84

INDIA

La relación de la India con el continente africano es, en términos generales, fluida desde la independencia en 1947, cuando el país apoyó diversos procesos de descolonización e independencia africanos. También destaca la diáspora india en estados principalmente del sur y este de África. No obstante, en las últimas décadas, fundamentalmente desde la llegada del primer ministro Narendra Modi al poder, India ha dedicado ingentes esfuerzos en reforzar su cercanía a África en sus intentos de presentarse como el representante y líder de los países en desarrollo y el llamado Sur Global85, figura disputada con otros pesos pesados como China o Rusia.

En términos comerciales, India ha aumentado su saldo comercial en casi un 20% desde 2003 con el continente hasta superar los 80 mil millones de dólares, y consiguiendo presentarse como un competidor digno de los principales socios del continente 86. Si bien en este aspecto destacan las

80 Turkish Cooperation and Coordination Agency, TIKA. (2022). “TIKA carried out 1884 projects in the last 5 years in Africa”. Disponible en: https://www.tika.gov.tr/en/news/tika_carried_out_1884_projects_in_the_last_5_years_in_africa-70106

81 Lebovich, A y Van Heukelingen, N. Op cit.

82 Dedet, J. (2023). “Turkey’s arms industry takes off in Africa”. The Africa report. Disponible en: https://www.theafricareport. com/325048/turkeys-arms-industry-takes-off-in-africa/

83 López Miralles, I. (2022). “Togo y Burkina Faso se equipan con drones Bayraktar TB2”. The Political Room. Disponible en: https://thepoliticalroom.com/blog/togo-y-burkina-faso-se-equipan-con-drones-bayraktar-tb2

84 Bozkurt, A. (2023). “Turkey sees opportunities in collaborating with Niger’s coup leaders”. Nordic Monitor. Disponible en: https://nordicmonitor.com/2023/08/turkey-sees-opportunities-in-collaborating-with-nigers-coup-leaders/

85 MODI, N. (2023). Discurso del Primer Ministro indio durante la Cumbre Global del Sur Global en noviembre de 2023. “Voice of the Global South stands out as a distinctive platform in the evolving landscape of 21st century”. Disponible en: https://www.narendramodi.in/text-of-prime-minister-narendra-modis-opening-remarks-during-the-2nd-voice-of-global-south-summit-576088

86 The United Nations Comtrade database. Comercio entre Africa e India en 2022. Disponible en: https://comtrade.un.org/labs/ data-explorer/#

regiones del sur y este debido a los lazos históricos, la mayor presencia de la diáspora india87 y la cercanía geopolítica en torno al Océano Índico, donde la India proyecta gran parte de su influencia internacional, también destacan otros socios relevantes para el país en torno al Sahel.

Sudán y Nigeria están en el top-10 de países que más estudiantes envían a India 88. En matería agrícola, en 2006 los gobiernos de Senegal e India firmaron un acuerdo conocido como el Cinturón de Arroz con el que importaron material agrícola indio para mejorar la irrigación de Senegal. Este ha permitido al país saheliano multiplicar por seis su producción de arroz y llegar a un 30% de soberanía alimentaria 89

Desdel cambio de siglo, India ha apostado fuerte por las relaciones comerciales y ha pasado a convertirse en el tercer socio comercial y el séptimo inversor del continente africano 90

Un ejemplo es Nigeria, principal proveedor de petróleo de India, así como objetivo de algunas de las últimas iniciativas diplomáticas del país. En este sentido, autoridades de ambas partes firmaron el año pasado un lucrativo acuerdo de financiación para la promoción y modernización de infraestructuras y la industria nigeriana 91 . También en el Sahel, Níger se dibuja como una de las principales prioridades estratégicas para la India, debido a las enormes reservas de uranio, fundamentales para las aspiraciones nucleares indias. Dado que la India no ha firmado el Tratado de No Proliferación (TNP), las relaciones con países africanos como Níger, que no es miembro del Grupo de Suministradores Nucleares (NSG), son de gran interés estratégico para el país 92

A nivel diplomático, ya desde el acceso a su independencia, India reconocía a África como “un continente hermano”, prioridad que se mantiene durante el mandato de Modi que ha recalcado la prioridad que ostenta África en la política exterior del país en su intento de configurar e impulsar el ideario del Sur Global. En este sentido, la presidencia india del G-20 lideró los esfuerzos diplomáticos para conseguir la inclusión de la Unión Africana como socio permanente de la organización, formalizada en septiembre de 2023, alegando su imprescindible papel en el contexto internacional 93

87 Jaldi, A. (2021). “The Indian diaspora in Africa: An instrumento f New Delhi’s soft power in the continente”. Policy center for the new south. Disponible en: https://www.policycenter.ma/opinion/indian-diaspora-africa-instrument-new-delhi-soft-power-continent

88 CHAKRABARTY, M. (2021). India-Africa relations: Partnership, COVID-19 setback and the way forward. Disponible en: https://www.orfonline.org/expert-speak/india-africa-relations-partnership-covid19-setback-way-forward#_edn4

89 Digital Repository, “A political economy approach of India in Senegal. A “winwin” partnership?” Universitat de Barcelona.

90 CHAKRABARTY, M. (2021). India-Africa relations: Partnership, COVID-19 setback and the way forward. Disponible en: https://www.orfonline.org/expert-speak/india-africa-relations-partnership-covid19-setback-way-forward#_edn4.

91 Verma, N y Onuah, F. (2023). “Nigeria gets $14 billion investment pledges from India, seeks economic impact”. Reuters. Disponible en: https://www.reuters.com/world/africa/nigeria-gets-14-billion-investment-pledges-india-seeks-economic-pact-2023-09-06/

92 Wagner, C. (2019). “India’s policy in Africa”. German Institute for International and Security Affairs”. Disponible en: https://www. swp-berlin.org/10.18449/2019RP09/#en-d35399e597

93 Ayele Dersso, S. (2023). “Why African Union’s membership in the G20 matters for both the G20 and Africa”. Ideas Indaba. Disponible en: https://amaniafrica-et.org/why-african-unions-membership-in-the-g20-matters-for-both-the-g20-and-africa/

Por lo tanto, si bien los esfuerzos de India en el continente se han concentrado tradicionalmente al este y sur africano, en las últimas décadas la presencia india en otros países de África se ha reforzado y diversificado sustancialmente. No obstante, más allá de estos ámbitos de cooperación e influencia, la presencia india en la región se encuentra muy alejada de otros socios internacionales y es previsible que siga concentrándose en países más cercanos por historia y geopolítica.

LOS PAÍSES DEL GOLFO: ARABIA SAUDÍ, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS Y CATAR

Los países del Golfo han incrementado sus relaciones con el continente africano en los últimos años, con un foco en su propia seguridad alimentaria, la exportación de minerales como el oro y la involucración y mediación en conflictos activos. La mayor actividad de los países del Golfo se centra en la vertiente oriental del Sahel, que por cercanía geográfica supone su foco geopolítico.

La apertura de embajadas ha sido una de las grandes apuestas diplomáticas para establecer relaciones. Arabia Saudí cuenta con 29 embajadas, Catar con 26 y Emiratos Árabes Unidos con 25.

Emiratos Árabes Unidos es el que más agresivamente está apostando por aumentar su presencia en el continente. En 2023, duplicó a cualquier otra potencia en inversiones públicas y privadas prometidas para el continente africano con 44,5 mil millones de dólares94. En total, el país lideró la inversión extranjera directa de los países del golfo en la década de 2012 a 2022 con 59,4 mil millones de dólares, duplicando a la segunda, Arabia Saudí con 25,6 mil millones de dólares.

Uno de los grandes objetivos de estos países es consolidar su seguridad alimentaria con los productos agrícolas africanos. La falta de un clima arable y el hecho de que en África están el 60% de las tierras cultivables sin explotar todavía lleva al interés.

Emiratos Árabes Unidos tiene el objetivo de situarse como el primer país del mundo en el Índice de Seguridad Alimentaria Global para 2051 y en el año 2022 todavía era el número 23. El primer acuerdo fue con Sudán en 1972 y desde entonces ha realizado 56 acuerdos con países extranjeros, la mayoría en África. Sudán, en el Sahel oriental, es en la actualidad es el país donde controla más hectáreas 95, donde también tiene intereses Arabia Saudí y Catar: este último invirtió 500 millones de dólares en tierras cultivables.

El hecho de que los países de la Península Arábiga inviertan en países como Sudán no es casualidad. Más allá de su proximidad geográfica y de las grandes parcelas cultivables disponibles, la inestabilidad ha ayudado a la firma de grandes inversiones extranjeras sin un beneficio evidente

94 Munshi, N. et al. (2024) Africa Has Become The Newest Contest for Cash-Rich Arab Rivals, Bloomberg.com. Available at: https:// www.bloomberg.com/news/articles/2024-03-21/uae-eyes-further-africa-deals-after-egypt-bailout (Accessed: 27 June 2024).

95 GCC Food Security: The UAE looks to land acquisitions, trade deals and domestic agtech to mitigate food supply risks(2023) Fitch Solutions. Available at: https://www.fitchsolutions.com/bmi/agribusiness/gcc-food-security-uae-looks-land-acquisitions-trade-deals-and-domestic-agtech-mitigate-food-supply-risks-03-11-2023 (Accessed: 27 June 2024).

para los países africanos, donde la mala goberannza y la corrupción allanaron el camino para vender tierras cultivables sin un retorno claro para la población 96

Sudán es el país que más ha suscitado interés por parte de los países del Golfo, en especial a Emiratos Árabes Unidos. Desde su apoyo militar y económico a las milicias del mariscal Khalifa Jaftar en Libia, el reino ha estado financiando y apoyando a mercenarios sudaneses, para los que contrataba también para Yemen

Emiratos Árabes Unidos tiene una gran involucración económica con Sudán: en 2022 fue el principal destino de exportación con un 43% de los productos sudaneses97. Ese mismo año se anunció el acuerdo por el que AD Ports Group, empresa propiedad del fondo soberano de Abu Dhabi, firmaba un proyecto por valor de 6 mil millones de dólares que incluiría un puerto, un aeropuerto y una zona económica especial al norte de Port Sudan. Es por este puerto por donde se exporta la totalidad del petróleo de Sudán del Sur, que en la actualidad va a China, Italia y Japón casi en su totalidad 98 99

Sin embargo, el petróleo no es lo único que interesa a Emiratos Árabes Unidos. El principal negocio está en el oro. El 90% de las importaciones de Sudán son oro, con un valor de 115 millones de dólares en 2022100 Ahora, esto son los registros oficiales. En 2022, dos tercios del oro importado por Emiratos Árabes Unidos desde el continente africano fue sacado de contrabando. En la década de 2012 y 2022, 2.569 toneladas de oro africano importadas por Emiratos Árabes Unidos no fueron declaradas para exportación en países africanos, lo que equivale a un valor total de 115,3 mil millones de dólares.

La mayoría de los países de los que sale oro ilegalmente están en el Sahel: Mali lidera la lista donde también aparecen entre los diez países desde donde salieron más toneladas sin declarar Burkina Faso y Sudán, los dos mayores productores de oro en África.

El interés por el oro es clave detrás del apoyo que Emiratos Árabes Unidos ha dado al general Mohamed Hamdan Dagalo y sus milicias Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) en la guerra civil que estalló en abril de 2023 con las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS)

En abril de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió un informe donde dijo tener indicios creíbles de que Emiratos Árabes Unidos da apoyo militar a las milicias RSF vital para

96 Townsend, S. (2020) Seeds of gulf-africa agribusiness, The Cairo Review of Global Affairs. Available at: https://www.thecairoreview.com/essays/seeds-of-gulf-africa-agribusiness/ (Accessed: 27 June 2024).

97 OEC (2024). About Sudan. Disponible en: https://oec.world/en/profile/country/sdn

98 OEC (2024). Crude Petroleum in South Sudan. Disponible en: https://oec.world/en/profile/bilateral-product/crude-petroleum/ reporter/ssd

99 Africa News (2024). Sudan signs $6 billion UAE deal for new Red Sea port. Disponible en: https://www.africanews. com/2022/12/14/sudan-signs-6-billion-uae-deal-for-new-red-sea-port/

100 OEC (2024). Sudan / United Arab Emirates. Disponible en: https://oec.world/en/profile/bilateral-country/sdn/ partner/are?dateAvailableSelectorCountry1=exportDateCountry1Available1

crear la “peor situación en la región de Darfur desde 2005” 101 . A menudo, las armas las camuflan como ayuda humanitaria 102 . Mientras, en Abu Dhabi Hemedti tiene un paraíso para el tráfico de oro con cuentas bancarias y empresas fantasma para seguir operando una guerra que ha matado a 16.500 sudaneses, desplazado a 9,2 millones de personas y ha dejado en necesidad de urgencia humanitaria a 25 millones de personas, la mitad de toda la población de Sudán, a julio de 2024.

El apoyo clave de Emiratos Árabes Unidos encamina a Sudán a una partición en dos similar de la de Libia, con las RSF controlando las zonas de Darfur al oeste y las FAS el este del país, con la capital, Jartum, dividida.

En este escenario, Arabia Saudí busca posicionarse como un mediador creíble para ambos bandos. En Yeda se han celebrado las escasas e infructuosas conversaciones para la paz en Sudán entre ambos bandos. La monarquía saudí tiene un papel menos activo pero teme que el conflicto se eternice y ponga en peligro sus intereses alimentarios y de desarrollo frente al Mar Rojo, lo que empuja su involucración.

Más allá de Sudán, a los países del Golfo les interesa controlar los accesos al Mar Rojo. Tras el estallido de la guerra de Yemen en 2014, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí reforzaron su presencia como defensa contra los hutíes. El primero estableció una base temporal en 2015 en Eritrea –cerrada en 2021– y en 2017 otra en Somalilandia, mismo año que Arabia Saudí anunció la apertura suya en Yibuti.

OTROS ACTORES GEOPOLÍTICOS A TENER EN CUENTA EN EL SAHEL:

JAPÓN, COREA DEL SUR, COREA DEL NORTE Y LOS BRICS

Japón contra China

Japón ha sido un socio histórico del continente de manera sutil basando sus lazos en la cooperación. Antes de la crisis financiera de 2008 llegó a ser el principal emisor de ayuda al desarrollo del mundo mediante la Agencia de Cooperación Internacional de Japón y aunque ahora es quinta, ha seguido aumentando su compromiso con el continente africano, segundo país donde más dinero en cooperación gasta tras Asia.

En 1993, Tokio acogió la primera Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD), donde más allá de promover dinero busca el favor diplomático de los países africanos. En la edición celebrada en Túnez en 2022, el gobierno nipón prometió 30 mil millones de dólares en ayuda al desarrollo e inversión.

101 SECURITY COUNCIL REPORT (2024). Sudan: Closed Consultations. Disponible en: https://www.securitycouncilreport.org/ whatsinblue/2024/04/sudan-private-meeting.php

102 WSJ (2023). A U.S. Ally Promised to Send Aid to Sudan. It Sent Weapons Instead. Disponible en: https://www.wsj.com/articles/a-u-s-ally-promised-to-send-aid-to-sudan-it-sent-weapons-instead-82d396f

El éxito de TICAD inspiró a China para crear el Foro para la Cooperación entre China y África (FOCAC). El aumento del poder a través de inversiones de su vecino y rival geopolítico en el continente preocupa en Japón, que busca también contrarrestar el poder de su otro vecino, Rusia. Sin embargo, la estrategia difiere de ambos.

El Ejecutivo japonés se centra en una ayuda al desarrollo sostenible como contrapeso a China, de la que ha criticado su política que tilda de “trampa de la deuda”. A pesar de tener menos capacidad económica, Japón busca posicionarse como una alternativa a China para su desarrollo y uno que se preocupa más por su futuro. Uno de los programas más icónicos es la Iniciativa ABE, firmada por el exprimer ministro Shinzo Abe, por la que cientos de estudiantes de diversos países africanos van a cursar cada año un máster y realizar prácticas profesionales en Japón. El objetivo es mostrar que buscan el desarrollo humano del continente, más allá de un interés económico y securitario. En 2017, el país estableció su base militar en Yibuti.

Corea del Sur contra Corea del Norte

Desde que en 2006 Corea del Sur lanzara su “Año de la Amistad” con África para atraer sus votos al secretario de la ONU, Ban-Ki Moon, el país ha ido ganando peso en la región.

En 2024, el país organizó la primera cumbre Corea del Sur-África con la asistencia de 25 jefes de Estado y representantes de 48 gobiernos africanos en total. Allí, el foco cada vez más evidente era la ayuda al desarrollo e intentar convencer diplomáticamente de cortar relaciones con Corea del Norte con 10 mil millones de dólares de ayuda al desarrollo hasta 2030. En 2021, la ONU señaló a Eritrea, Etiopía y Somalia como países que han enviado armas al régimen de Pyongyang.

El miedo a un apoyo de países del Sahel que viran hacia países autocráticos como Rusia o China ha promovido este acercamiento con el continente desde Corea del Sur, que teme que Corea del Norte pueda encontrar en países como Níger con grandes reservas de uranio un socio para seguir desarrollando la bomba atómica.

BRICS+

Dentro de los otros actores geopolíticos a tener en cuenta en el Sahel está la estrategia de los países que integran los BRICS+.

Hasta ahora, cabe analizar los actores no mencionados. Brasil tiene relación con el continente especialmente en materia de salud debido a compartir enfermedades y tener un sistema más desarrollado de salud. Por su parte, el Ejecutivo de Lula da Silva tiene un interés en el cambio climático, con buena relación con R.D. Congo, y es entendible que lidere en esfuerzos por el cambio climático en el Sahel.

Cabe esperar que con el peso geopolítico de la expandida organización BRICS+, con la inclusión de otros dos países africanos cercanos geográficamente al Sahel como Egipto y Etiopía, la organización comience a trazar una estrategia para el Sahel. El representante especial para el Sahel

Y CONTEXTO A UNA REGIÓN EN EVOLUCIÓN

de la ONU, el mozambiqueño Leonardo Santos Simão, aseguró que dentro de la organización BRICS+ no ha habido cooperación pero sí se están sentando las bases para una relación entre la unión de países y el sistema 103

Con el creciente papel de Rusia en la región y el dominio comercial de China, cabe esperar que sus esfuerzos se canalicen a través de la expandida BRICS+ como potencial rival geopolítico de Occidente por la hegemonía y el favor de los países sahelianos.

103 BRICSLAT (2023). El representante especial del Secretario General de la ONU, Leonardo Santos Simão: la filosofía innovadora del BRICS puede atraer fondos para el Sahel a nivel mundial. Disponible en: https://bricslat.com/el-representante-especial-del-secretario-general-de-la-onu-leonardo-santos-simao-la-filosofia-innovadora-del-brics-puede-atraer-fondos-para-el-sahel-a-nivel-mundial/

capítulo 5 Contexto medioambiental

David Soler (África Mundi)

El Sahel es una región semiárida predominantemente llana, con una variabilidad climática alta y caracterizada por períodos cíclicos de lluvia a lo largo de la historia. El Sahel tiene una gran variedad ecológica, a pesar de la percepción desértica dada su cercanía con el desierto del Sáhara: el norte de países como Chad, Mauritania, Mali, Níger sí se asemeja a las condiciones áridas del desierto, pero países del Sahel Occidental como Senegal, el norte de Nigeria y el sur de los anteriores países mencionados son semiáridos con características tropicales y por último, los países más al sur como Guinea, el norte de Camerún y sur de Burkina Faso y Nigeria tienen características húmedas del trópico104

La temporada de lluvias varía mucho entre los países, desde los 10 milímetros anuales de las zonas desérticas en Níger a los 3.800 milímetros de las zonas tropicales de Camerún. Sin embargo, la mayoría de países concentran su temporada de lluvias alrededor de los meses de verano del hemisferio norte, especialmente en agosto.

Las lluvias han sido cíclicas a lo largo de la historia, con enormes cambios especialmente desde que hay registros continuos con el comienzo de la colonización europea. A finales del siglo XIX hubo una época de sequía que se arrastró hasta principios del siguiente siglo, lo que preocupaba a la metrópolis en Francia. La teoría de geólogos coloniales como Henry Hubert o M.J. Lahache era que el Sahel sufría una desecación progresiva. Sin embargo, a partir de 1920 ya se empezó a ver una mejoría en las lluvias y algunos geólogos europeos como René Chudeau cuestionaron esa catastrófica visión, referenciando que en su lugar el Sahel experimenta ciclos climáticos de treinta a cincuenta años.105

Entre 1940 y 1960 hubieron lluvias abundantes, pero al final de esa década comenzó una de las peores sequías que duró hasta mediados de la década de 1960, cuando volvieron las lluvias volvieron, aunque no a los niveles de la primera mitad del siglo XX106. El mayor desastre ocurrió en 1973, con registros mínimos de lluvia y hasta cien mil personas fallecidas107

104 Climate Risk Profile: Sahel, UNHCR

105 Benjaminsen, T. A., & Hiernaux, P. (2019). From desiccation to global climate change: A history of the desertification narrative in the West African sahel, 1900-2018. Global Environment, 12(1), 206–236. https://doi.org/10.3197/ge.2019.120109

106 Climate Risk Profile: Sahel, UNHCR

107 Hal Sheets and Roger Morris, “Disaster in the Desert: Failures of International Relief in the West African Drought,” (Washington, DC: Carnegie Endowment for International Peace, 1974), 1, https://pdf.usaid.gov/pdf_docs/PCAAB550.pdf

La principal causa de la variabilidad climática reside en la temperatura de los océanos. La sequía de la década de 1970 se correspondió con un aumento de la temperatura del Océano Índico y el Atlántico. El fenómeno de El Niño suele traer épocas de sequía mientras La Niña trae abundantes lluvias.108

n 5.1. PREVISIÓN DE LLUVIAS

Desde 1990 se ha visto un aumento de las lluvias y los modelos no coinciden en qué se espera para el futuro, con algunos previendo un descenso de las lluvias y otros mayores cantidades. La media indica un aumento de 16 milímetros de lluvia para el año 2080, pero de nuevo varía entre lugares. Mientras que Níger y Chad esperan más lluvias fuertes, así como en la frontera entre Burkina Faso y Mali, los países occidentales como Mauritania y Senegal verán reducidas las precipitaciones intensas109

Lo que sí hay consenso es que va a haber cada vez más variabilidad de lluvia, con un aumento de los eventos climáticos extremos como sequías e inundaciones.110 La previsión es que la temperatura aca-

108 Giannini, A., Biasutti, M., & Verstraete, M. M. (2008). A climate model-based review of drought in the sahel: Desertification, the re-greening and climate change. Global and Planetary Change, 64(3–4), 119–128. https://doi.org/10.1016/j.gloplacha.2008.05.004

109 Climate Risk Profile: Sahel, UNHCR

110 Puig Cepero, O, et. al. (2021) Climate Change Development and Security in the Central Sahel, Cascades, Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB): https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/project_papers/cascades/climate_change_development_and_security_in_the_central_sahel

be aumentando hasta 4,3°C en 2080 comparado con los niveles preindustriales de casi 200 años atrás, aumentando en 125 los días de calor extremo al año, considerado por encima de 35°C. En Níger, por ejemplo, esto indica que se pasará de unos 306 días de calor extremo al año a 339 en 2080.

El aumento de las temperaturas provocará una subida del nivel del mar, con la zona del golfo de Guinea subiendo más que la costa Atlántica Occidental, un descenso de la humedad del suelo y un aumento de la evapotranspiración, por lo que habrá menos cantidad en la superficie disponible para agricultura.

Eso indica que a pesar de que haya más lluvias, habrá menos agua disponible. Los modelos prevén que naturalmente habrá un descenso de un 5% del agua disponible per cápita, pero con el aumento de población previsto esta se reducirá drásticamente en un 76% por persona. Sin embargo, la disponibilidad del agua también varía entre países, con algunos como Nigeria con abundante agua en el sur y otros como Burkina Faso con escasez continua.

n 5.2. DE LA DESECACIÓN A LA DESERTIFICACIÓN: UN RELATO COLONIAL

La concepción de que el Sahel se quedará seco y absorbido por el avance del desierto del Sáhara viene desde hace más de cien años. Al relato colonial de la desecación natural le siguió el de la desertificación. La diferencia es que si el primero hablaba de que se secaría el terreno por un avance natural, el segundo ya incidía en que era resultado de la acción humana.

Si algo unía a ambas teorías coloniales es culpabilizar a las poblaciones locales indígenas de ello. Ante la noción previa en países caribeños de que los cultivos extensivos coloniales podían dañar la tierra, se creó el relato de que eran los locales quienes con sus prácticas agrícolas degradaban el suelo, especialmente aquellos pueblos nómadas que requerían de la quema de arbustos y madera para los pastos, que se consideraba una “práctica barbárica”. Esto se utilizaba como justificación para robar las tierras y apropiarse de ellas con cultivos favorables a la metrópoli 111

La teoría de la desertificación ganó fuerza con la sequía que comenzó a principios de 1970 y propició su institucionalización. En 1973, nueve países del Sahel crearon el Comité Interestatal para el Control de las Sequías en el Sahel (CICSS) y cuatro años más tarde la ONU formalizó el término en la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación en Nairobi.

Sin embargo, la recuperación de la vegetación después de décadas de sequía restaba evidencia científica a la teoría de la desertificación, llevando incluso a algunos científicos a finales del siglo XX a tildarla de un mito 112 En las últimas dos décadas del siglo XX, los resultados del Índice de Diferencia Vegetal Normalizada (IDVN), un mecanismo para medir la vegetación, mostraron que

111 Benjaminsen, T. A., & Hiernaux, P. (2019). From desiccation to global climate change: A history of the desertification narrative in the West African sahel, 1900-2018. Global Environment, 12(1), 206–236. https://doi.org/10.3197/ge.2019.120109

112 Thomas, D. S. G. & Middleton, N. J. (1994). Desertification. Exploding the Myth. Johan Wiley & Sons.

en la región había una actividad de fotosíntesis alta que permitía una recuperación rápida de la cubierta vegetal tras sequías y se llegó a hablar de un “reverdecimiento” natural del Sahel113

A pesar de esa evidencia científica en su contra, la teoría de la desertificación ha seguido ganando adeptos a nivel social, político y mediático. La ONU ha apoyado programas nacionales para luchar contra ella y las oenegés la han utilizado para captar fondos internacionales. En los últimos años, el calentamiento global ha llevado a reforzar esa teoría y a que se centren las actividades de adaptación contra el cambio climático en propuestas para frenar el avance del desierto del Sáhara114

n 5.3. EL CASO DEL LAGO CHAD

El Lago Chad es un ejemplo interesante para caracterizar el clima del Sahel, las características de sus recursos hídricos y su impacto en la población. Ubicado en las fronteras entre cuatro países, Níger, Chad, Nigeria y Camerún, es un oasis en la región semiárida. Desde el siglo XIX, el Sahel ha ido disminuyendo y los científicos han dividido sus etapas en cinco dependiendo de su dimensión, cantidad de agua y profundidad: mega, grande, medio, pequeño y pequeño seco. En 1960 ocupaba 25.000 kilómetros cuadrados y era el sexto lago más grande del mundo, con su área natural cubriendo un 8% de todo el continente africano115

La grave sequía de la década de 1970 y 1980 hizo que perdiera el 90% de su agua y que el lago se dividiese en dos zonas, una casi siempre seca al norte y otra al sur con algo más de agua. Desde entonces ha seguido disminuyendo, aunque a mucha menor medida a pesar del incremento de los efectos del calentamiento global.

Las crecientes lluvias de principios de la década de 1990 aumentaron la capacidad hídrica del lago y la cantidad de agua subterránea, que suponen un 80% de las reservas acuíferas del Lago Chad116 117

La topografía propia del lago lo hace propenso a perder agua, a lo que se suma la presión demográfica, con más de 40 millones de personas dependiendo del lago para vivir.

El mayor impacto de la reducción del lago ha sido en la pesca, afectando al 45% de los locales que viven de este sector 118 Si en la época en la que estaba lleno el lago en un día los pescadores ase-

113 L. Eklundh and L. Olsson, ‘Vegetation index trends for the African Sa- hel 1982–1999’, Geophysical Research Letters

114 Benjaminsen, T. A., & Hiernaux, P. (2019). From desiccation to global climate change: A history of the desertification narrative in the West African sahel, 1900-2018. Global Environment, 12(1), 206–236. https://doi.org/10.3197/ge.2019.120109

115 Okpara, U. T., Stringer, L. C., & Dougill, A. J. (2016). Lake drying and livelihood dynamics in Lake Chad: Unraveling the mechanisms, contexts and responses. Ambio, 45(7), 781–795. https://doi.org/10.1007/s13280-016-0805-6

116 Pham-Duc, B., Sylvestre, F., Papa, F., Frappart, F., Bouchez, C., & Crétaux, J. (2020). The Lake Chad hydrology under current climate change. Scientific Reports, 10(1). https://doi.org/10.1038/s41598-020-62417-w

117 Puig Cepero, O, et. al. (2021) Climate Change Development and Security in the Central Sahel, Cascades, Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB): https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/project_papers/cascades/climate_change_development_and_security_in_the_central_sahel

118 Puig Cepero, O, et. al. (2021) Climate Change Development and Security in the Central Sahel, Cascades, Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB): https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/project_papers/cascades/climate_change_development_and_security_in_the_central_sahel

guraban atrapar un mínimo de 120 peces, ahora eso se consigue como mucho en una semana. En 1960 había 220.000 toneladas de pescado y entrado el siglo XXI ya solo quedaban 50.000 toneladas119. La destrucción del lago ha causado un incremento de la pobreza, con más de 10 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria en la región120

n 5.4. CONSECUENCIAS CLIMÁTICAS

El cambio climático ha traído, trae y traerá consecuencias en la vida social, política y económica del Sahel. Estas se pueden dividir en gran parte en aquellas que se consideran directamente relacionadas con el clima y otras que indirectamente surgen de ellas.

5.4.1.

CONSECUENCIAS DIRECTAS

El primer cambio es en el patrón alimenticio debido al tipo de cultivo al que habrá que adaptarse. El 90% de la población vive de la agricultura y los alimentos más sembrados son el maíz, el mijo y el sorgo. Todos ellos se prevé que se reduzcan ya que son sensibles a los fenómenos extremos. Aunque los modelos son inciertos, con escenarios donde se plantea que los esfuerzos por frenar el cambio climático surgen efecto y disminuyen las sequías, en los peores casos se prevé que estas hasta se dupliquen desde principios de siglo al año 2080. De media, el maíz caerá un 10% y el sorgo y mijo un 7,6%, aunque en Burkina Faso y Níger este último disminuirá hasta un 25%.

En cambio, otros productos que se encuentran más en la zona sur del Sahel aumentarán considerablemente con mayores lluvias. El arroz pasará a ser alimento principal aumentando en las proyecciones hasta casi un 12% y hasta el doble en campos con irrigación. Se espera también que la producción de yuca (37,3 %), cacahuete (12,6 %) y judía (21,9 %) aumente.

La tradición y falta de preparación y semillas adecuadas llevará a que cueste implantar esos cambios de cultivos en la agricultura a gran escala. Ante la incapacidad logística y financiera para implantar sistemas de irrigación y el aumento de fenómenos climatológicos extremos como las sequías e inundaciones, aumentará el hambre. El 40% de la población saheliana se encuentra en situación de inseguridad alimentaria y hasta 14,4 millones tan solo entre Burkina Faso, Mali y Níger. En estos países, el 72% de la población considera que el cambio climático es el principal responsable de la falta de comida.

Ese aumento de la inseguridad alimentaria también es debido a que se encuentra vulnerable a los shocks externos. La dependencia del exterior para recibir alimentos ha afectado su disponibilidad como se pudo ver con la crisis del trigo y la pandemia del Covid-19. Los países africanos importan la mayoría del trigo de Rusia y Ucrania: a Sudán le llegaba en 2022 un 75% del trigo de ambos países, dos tercios a Senegal y más de la mitad a Burkina Faso, según datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

119 Okpara, U. T., Stringer, L. C., & Dougill, A. J. (2016). Lake drying and livelihood dynamics in Lake Chad: Unravelling the mechanisms, contexts and responses. Ambio, 45(7), 781–795. https://doi.org/10.1007/s13280-016-0805-6

120 Lake Chad Crisis in depth | MSF. (n.d.). Médecins Sans Frontières (MSF) International. https://www.msf.org/lake-chad-crisis-depth

La inseguridad alimentaria, unida a la inflación que aumenta el precio de los alimentos puede tener varias consecuencias. Una de las más evidentes es la migración forzada. El Sahel es un escenario en el que por la trashumancia y la vida nómada de algunos ganaderos es común la migración. Tanto es así que la Comunidad de Estados de África Occidental creó un mecanismo para el libre movimiento entre países del Sahel en 1979 y un protocolo de trashumancia veinte años más tarde. Sin embargo, las graves sequías están fomentando una mayor migración forzada de estas reses y a conflictos, así como la migración de zonas rurales a urbanas. Tradicionalmente el hombre es el que ha emigrado para buscar recursos para su familia, pero la mujer lo hace más en situaciones extremas de escasez.

Un ejemplo es el fenómeno Kantché. De este municipio en el sur de Níger emigran mujeres a ciudades argelinas, muchas veces con sus hijos, para vivir temporalmente de la mendicidad y poder enviar remesas a sus hogares, una labor que consideran da más réditos a las mujeres. La presión demográfica en el municipio se ha multiplicado por cuatro en los últimos cuarenta años hasta 2017, lo que ha dejado poco espacio para los cultivos lo que unido al cambio climático ha forzado este movimiento. Anteriormente se hacía más hacia el norte de Nigeria pero la aparición de grupos armados hizo que emigraran al norte. En 2013, la muerte de 92 personas, entre ellas 32 mujeres y 48 niños, creó un escándalo nacional y afianzó una red de colaboración entre Argelia y Níger para el retorno forzado de migrantes, pero aún así la migración no se ha detenido 121

En 2021, había 2 millones de desplazados internos y 850.000 refugiados en la región del Sahel. En un escenario pesimista, la ONU considera que 85 millones de personas pueden verse forzadas a migrar en todo África Subsahariana y el Sahel tiene un papel central.

Las sequías y los tiempos cambiantes de las temporadas de lluvias propiciaran que cada vez haya más migración, aunque la gran mayoría se quedará o en la propia región. En junio de 2023, la Organización Internacional de las Migraciones mostró que la mayoría de la migración se quedaba entre los propios países o iba hacia al sur, a pesar de que la migración hacia Europa había ido en incremento. Níger era el país tanto desde el que más personas emigraban como al que más inmigrantes llegaban y el 80% de los migrantes decían hacerlo por razones económicas. En Mali, un tercio mencionaba específicamente el cambio climático como causante de su decisión 122 . El 87% de expertos encuestados por el grupo de investigación Cascades del Barcelona Centre for International Affairs considera que el cambio climático aumentará la migración intraafricana y un 84% la circunscribe al Sahel, 65%. Aún así, un 56% cree que podría aumentar la migración a Europa 123

121 Mixed Migration Centre (2021) “Fixing” people in place through policy and development? Efficacy and unintended consequences of migration deterrence in Kantché. Available at: http://www.mixedmigration.org/

122 International Organization for Migration (IOM), Aug 01 2023. DTM West and Central Africa — WCA Routes Through Sahel (June 2023). IOM, West and Central Africa.

123 Puig Cepero, O, et. al. (2021) Climate Change Development and Security in the Central Sahel, Cascades, Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB): https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/project_papers/cascades/climate_change_development_and_security_in_the_central_sahel

5.4.2. CONSECUENCIAS INDIRECTAS: CONFLICTO COMUNITARIO Y YIHADISTA

El aumento de temperatura y los fenómenos climáticos extremos aumentan la dificultad para llevar una vida como pastor o agricultor y generan consecuencias indirectas como el conflicto intercomunal y el de grupos armados yihadistas.

El yihadismo y el conflicto comunitario no son causa directa del cambio climático, sino que este simplemente actúa como multiplicador de riesgo. La literatura incluye la gobernanza, la pobreza, el comportamiento de los Ejércitos nacionales y los propios recursos naturales como los causantes de esos conflictos, por lo que considerarlas “guerras climáticas” es inadecuado 124

Estudios empíricos han demostrado además que en los últimos 20 años las sequías o inundaciones no precedían a un aumento de los conflictos en países como Burkina Faso, Mali y Níger. Ahora, sí se espera que de cara al futuro las consecuencias asociadas al hambre y la falta de oportunidades agrícolas lleven a un aumento de los conflictos comunitarios y al extremismo yihadista. La falta de agua y disponibilidad de tierras arables puede aumentar los conflictos por la tierra entre grupos locales, así como mayores oportunidades para grupos terroristas para reclutar personal 125

n 5.5. GRANDES PROYECTOS

A lo largo de las últimas décadas se han propuesto varias soluciones a gran escala para poder combatir el cambio climático y utilizar los recursos medioambientales que ofrece el Sahel en beneficio propio. Así pues, aquí presentaremos tres de ellos que siguen vigentes.

5.5.1. PROYECTO TRANSAQUA - LLENAR EL LAGO CHAD DESDE EL CONGO

La primera vez que se propuso rellenar el Lago Chad fue en la década de 1970 con la gran sequía que lo dejó sin el 95% de su agua. La idea vino de hacer un trasvase gigante desde la cuenca del río Congo hasta el lago Chad de 24.000 kilómetros de largo con el objetivo de transferir hasta 100 millones de metros cúbicos al año, un 5% de la capacidad del río Congo. Sin embargo, el coste de casi 50 mil millones de dólares y la inestabilidad no lo llevaron a cabo, así como la vuelta de las lluvias en la década de 1990. A partir del siglo XXI, el CICSS revivió la idea del trasvase y pidió un estudio para hacerlo, donde se consideró traspasar agua desde el río Ubangi hasta el sistema del río Chari mediante un canal de 1.350 kilómetros con dos presas.

Tras años de discusión, en 2016 se llegó a un memorando de entendimiento con la empresa Power China y en 2018 se celebró una cumbre en Abuya, Nigeria, apoyada por la UNESCO. Allí se definió la propuesta del Proyecto Transaqua como la más ideal para el trasvase.

124 OECD (2022), Environmental Fragility in the Sahel, OECD Publishing, Paris.

125 Puig Cepero, O, et. al. (2021) Climate Change Development and Security in the Central Sahel, Cascades, Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB): https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/project_papers/cascades/climate_change_development_and_security_in_the_central_sahel

Sin embargo, nunca ha ocurrido por el rechazo del gobierno de R.D. Congo. Este considera que sería una amenaza a su salud hídrica y a la biodiversidad del país, poniendo en peligro la selva, parques nacionales y reservas protegidas por la ONU. Además, desde Kinshasa se considera que sería un peligro medioambiental al mezclar dos zonas acuáticas y propiciar la llegada de especies invasoras a su cuenca desde Chad. Por último, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, llegó a decir que el proyecto traería desplazamiento de población y acabaría siendo una amenaza a la estabilidad del país 126

5.5.2.

GRAN MURALLA VERDE

El proyecto más conocido y ambicioso para combatir el cambio climático es el de la Gran Muralla Verde. La idea originalmente se inspiró en la del británico E.P. Stebbing, quien en 1930 propuso crear dos bosques paralelos a las colonias británicas y francesas de 2.204 kilómetros y quince metros de ancho para mitigar el avance del Sáhara 127. Sin embargo, nunca se llegó a concretar.

En el año 2002 se revivió su propuesta dentro de los esfuerzos institucionales por frenar la desertificación y en 2007, la Unión Africana la adoptó como propia. El proyecto tiene la visión de plantar 15.000 árboles y crear un corredor verde de 7.100 kilómetros desde Senegal en el oeste hasta Yibuti en el este, cubriendo todo el Sahel.

Desde su institucionalización ha recibido enormes cantidades de interés y ha captado financiación en grandes cumbres de medio ambiente hasta aglutinar un total de casi 20 mil millones de dólares prometidos para su inversión de donantes como el Banco Mundial, la UE, el Banco Africano de Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Sin embargo, hasta 2021 solo se había completado un 15% del proyecto y en gran parte lo realizado se había hecho solo en Senegal 128

El proyecto ha recibido críticas por varios flancos: primero, por su alto coste y la dificultad de realizarlo en un entorno con falta de gobernanza y conflictos que amenazan su consecución Segundo, por su falta de adaptabilidad: los ecologistas critican que la solución no es solo plantar árboles sino regenerar la tierra y escoger una flora adecuada para cada lugar. Por último, activistas se han quejado de que no se haya contado con las poblaciones locales 129

126 Sayan, R.C.; Nagabhatla, N. and Ekwuribe, M. 2020. Soft power, discourse coalitions, and the proposed interbasin water transfer between Lake Chad and the Congo River. Water Alternatives 13(3): 752-778

127 Benjaminsen, T. A., & Hiernaux, P. (2019). From desiccation to global climate change: A history of the desertification narrative in the West African sahel, 1900-2018. Global Environment, 12(1), 206–236. https://doi.org/10.3197/ge.2019.120109

128 Puig Cepero, O, et. al. (2021) Climate Change Development and Security in the Central Sahel, Cascades, Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB): https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/project_papers/cascades/climate_change_development_and_security_in_the_central_sahel

129 El Sahel, la desertificación más allá de la sequía. We Are Water. (2019, June 17). https://www.wearewater.org/es/insights/el-sahel-la-desertificacion-mas-alla-de-la-sequia/

De todo ello se ha tomado nota y países como Níger, Burkina Faso y Mali han creado mecanismos nacionales para la Gran Muralla Verde, con adaptaciones para tener en cuenta la naturaleza cambiante y el incremento del fenómeno del agropastoralismo 130

El proyecto no tiene una fecha final establecida, pero los constantes problemas de financiación, la difícil implementación y los conflictos locales y de grupos extremistas llevan a su ralentización.

5.5.3. DESERT TO POWER G5 SAHEL FACILITY

Uno de los proyectos más innovadores surgidos en los últimos años y nacido de los propios países africanos es el Desert to Power G5 Sahel Facility. Surgido en 2019 como un proyecto de la Unión Africana, busca crear una red de energía solar y aumentar el acceso a la electricidad generando las menores emisiones posibles.

El objetivo es generar 500 megavatios que den electricidad a casi 700.000 hogares en los cinco países participantes: Mauritania, Chad, Níger, Burkina Faso y Mali. Esto reduciría un total de 14,4 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente por generar con energías contaminantes. En total, 60 millones de personas viven en estos países sin acceso a la electricidad 131

Un ejemplo del potencial es la planta solar de Zagtouli en Burkina Faso, la más grande de África Occidental con 55 hectáreas y 37 megavatios. Financiada con dinero de la UE y Francia, esta busca ahora expandirse hasta los 50 megavatios de electricidad para reducir la dependencia de otros países y tener soberanía energética 132

La financiación principal del proyecto viene del Banco Africano de Desarrollo y se espera que cueste casi mil millones de dólares. Sin embargo, el principal escollo para la implementación del Desert to Power G5 Sahel Facility es la gobernanza. En diciembre de 2023, Chad y Mauritania comenzaron el procedimiento para clausurar la organización del G5 Sahel de seguridad tras la salida de Burkina Faso, Mali y Níger. Aunque este proyecto no lo vincula directamente a dicha asociación, las desavenencias de los últimos tres países con la Unión Africana y la Comunidad de Estados de África Occidental ponen en entredicho la capacidad para una colaboración efectiva entre Estados.

130 Puig Cepero, O, et. al. (2021) Climate Change Development and Security in the Central Sahel, Cascades, Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB): https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/project_papers/cascades/climate_change_development_and_security_in_the_central_sahel

131 African Development Bank Group approves $379.6 million desert to power financing facility for the G5 Sahel countries | African Development Bank Group - making a difference. (2022, June 20). https://www.afdb.org/en/news-and-events/ press-releases/african-development-bank-group-approves-3796-million-desert-power-financing-facility-g5-sahel-countries-49325

132 Mulyungi, P. (2021, August 14). US$ 28m for expansion of Zagtouli Solar Power Plant in Burkina Faso. Constructionreview. https://constructionreviewonline.com/news/us-28m-for-expansion-of-zagtouli-solar-power-plant-in-burkina-faso/

5.6. REFLEXIONES FINALES

El cambio climático producirá en el Sahel mayores eventos extremos como sequías e inundaciones, imprevisibilidad y potenciará algunos de los problemas ya existentes de hambre, falta de agua y confl ictos comunitarios y yihadistas.

Sin embargo, el Sahel es una región rica y diversa climatológicamente y las soluciones para intentar combatirlo no deben cogerse con brocha gorda para llenar titulares de periódicos e informes de instituciones multilaterales. Los científi cos llevan desde hace décadas refutando la teoría de una desertifi cación inevitable con datos de cómo la región se ha ido reverdeciendo, apostando por épocas climáticas.

A ello se suma que algunos de los proyectos que se intentan hacer hoy en día son los mismos que se propusieron hace casi un siglo por exploradores europeos. Con nuevas tecnologías, datos y capacidades se debería apostar por la innovación en lugar de rescatar proyectos caducos que en casi cien años no han podido realizarse por su difi cultad técnica y su gran coste.

Así pues, acompañar a proyectos como la Gran Muralla Verde o el Proyecto Transaqua de pequeñas medidas de adaptación surgidas del conocimiento de los usos y costumbres de la población local serían más efectivas para poder remediar en el corto plazo los efectos adversos del cambio climático. Poner los esfuerzos en adaptación para que los efectos adversos de las sequías o inundaciones no lo sean tanto es crucial para poder evitar catástrofes humanitarias que llevan a la inestabilidad política, económica y social de la región del Sahel.

capítulo 6

Análisis de seguridad

Desde su fundación, los países del Sahel han estado muy condicionados por haber heredado unas fronteras artificiales desde el momento de su independencia, a las que nunca han renunciado, pero que han condicionado su situación en cuanto a la seguridad y desarrollo humano.

Unas fronteras difícilmente delimitables, la amplia extensión de los países con una importante desproporción en la densidad de la población y su distribución, una geografía complicada y una difícil combinación comunitaria junto a unos débiles poderes centrales han dado lugar a constantes problemas de inseguridad.

En este ámbito, los ejércitos locales siempre han mantenido un fuerte protagonismo en las políticas internas, consumando sucesivos golpes de Estados que han derivado en abusos de autoridad, desvío de recursos para la protección de las cúpulas gobernantes, corrupción crónica y una deriva hacia la mala gobernanza que ha provocado el desapego de gran parte de la población hacia las fuerzas de seguridad.

A pesar de ello, los países del Sahel han mantenido cierto respeto a las fronteras heredadas y no ha sido común ver enfrentamientos entre países limítrofes. En este sentido, solo Chad tuvo en la década de 1980 una guerra fronteriza contra Libia que se saldó con la victoria de los chadianos.

Sin embargo, la incapacidad de los Estados para controlar todo su territorio, vigilar las fronteras y mantener el monopolio de la fuerza ha dado lugar a movimientos separatistas en algunas áreas. Estas características han sido muy comunes entre estos países y ha condicionado unas relaciones de mutua confianza y estabilidad.

En los últimos años, la situación de seguridad se ha ido degradando hasta suponer una posible reestructuración del territorio actual, amenazando la propia existencia e integridad de estos débiles países. El terrorismo yihadista de ámbito regional, los grupos separatistas, las insurgencias con diferentes objetivos, el crimen organizado transnacional con estrechos vínculos con grupos armados o los golpes de estados militares que se han producido en cadena son algunos de los desafíos que amenazan a esta región.

Además, a pesar de ser un escenario secundario a nivel de la política global, el Sahel también se está viendo muy afectado en las tensiones geopolíticas actuales. Rusia y China adquieren cada vez un mayor protagonismo en la zona, en detrimento de Occidente o la antigua metrópoli de la mayoría de estos países, Francia. Mientras esto ocurre, otros actores como Turquía o algunos países del Golfo como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos comienzan a ser actores regionales a tener en cuenta en el escenario saheliano.

El papel de la ONU cada vez es más cuestionado y rechazado por las juntas militares que se han alzado con el poder en Mali, Burkina Faso y Níger entre 2021 y 2023. Además, las tensiones de estas juntas con otros países vecinos son crecientes.

El Sahel Occidental se encuentra en una situación de volatilidad total y en una grave crisis de seguridad que puede terminar cambiando el status quo regional, con unas repercusiones que afectarían de manera directa al continente africano y a Europa.

n 6.1. CONTEXTO

El Sahel Occidental se ha convertido en una de las áreas más inestables del mundo y actual epicentro del yihadismo a nivel global. El terrorismo era totalmente ajeno hace una década y ha concentrado en un periodo corto de tiempo un aumento exponencial de acciones reclamadas por grupos armados.

Aunque la zona ha sido inestable desde su independencia, los acontecimientos propios y externos que han afectado a esta área han desembocado en una situación de extrema gravedad, donde las insurgencias islamistas no cesan de expandirse, llegando a amenazar a otros estados de África Occidental.

La debilidad institucional, la porosidad de las fronteras, la extensión de los propios países133, la incapacidad de sus fuerzas de seguridad para ejercer el monopolio de la fuerza, los conflictos comunitarios, la distribución de la población, la propia orografía, la pobreza, la falta de oportunidades económicas, el aumento exponencial de la población y el cambio climático son algunos de los condicionantes que afectan directamente a la seguridad de estos países, llegando a ser considerados Estados fallidos en muchos aspectos y ocupando los últimos puestos en el Índice de Desarrollo Humano134

Entre los principales desafíos en seguridad que afectan al Sahel destacan el yihadismo y los tráficos ilícitos. Ambas amenazas son de carácter transnacional y superan las capacidades de los gobiernos locales para hacerles frente.

133 Chad, Níger y Mali superan los 1.200 kilómetros cuadrados de extensión cada uno, siendo gran parte de estas áreas desérticas. Francia, que es el país más extenso de Europa Occidental, no supera los 600 kilómetros cuadrados de extensión. Es decir, cada país africano de los analizados cuentan con más del doble de territorio que Francia.

134 Según los estudios realizados por el Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), de los 191 países analizados en este documento, Burkina Faso ocuparía el lugar 184, Mali el 186, Níger el 189 y Chad el 190. Datos extraídos del Informe Human Development. Report 2021/2022.

En el caso de la amenaza yihadista, las dos organizaciones yihadistas más importante a nivel global, Al Qaeda y Estado Islámico, cuentan con grupos afines en la región.

El ascenso de juntas militares en Mali, Burkina Faso y Níger no parece traer por ahora una respuesta eficaz para reducir las acciones yihadistas 135. Una característica de estas juntas ha sido su carácter nacionalista, autoritario, renovador y anticolonialista, lo que ha dado lugar a un cambio de sus alianzas. Estos nuevos gobiernos, que cuentan con cierto apoyo popular entre sus ciudadanos, especialmente en las grandes ciudades, se han acercado a la órbita rusa, rompiendo sus acuerdos de cooperación en materia de defensa con los socios europeos.

En lo que respecta a los tráficos ilícitos, la geografía del Sahel como zona de unión entre América, Europa y Oriente Próximo, ha supuesto para las organizaciones criminales un área especialmente atractiva para sus intereses.

Entre estos tráficos ilícitos destacan la cocaína proveniente de América Latina, cuyo destino final es Europa, aunque cada vez es mayor su demanda en los mercados asiáticos, convirtiendo el Sahel en su puerta de entrada hacia estas rutas.

En este capítulo se abordan qué factores han llevado a la situación actual y cuáles son los desafíos en materia de seguridad que afectan a la región, haciendo especialmente énfasis en la situación de Mali, Níger, Burkina Faso y Chad.

n 6.2. DESARROLLO Y EMPEORAMIENTO DE LA SITUACIÓN DE SEGURIDAD EN LA ÚLTIMA DÉCADA.

En el contexto de las denominadas Primaveras Árabes y tras meses de guerra civil en Libia, el 20 de octubre de 2011 cayó el régimen de Muamar el Gadafi. Su fin fue un punto de inflexión para la seguridad del Mediterráneo y el Sahel, desde entonces inmerso en una crisis de seguridad crónica. En el momento de su derrocamiento, la dictadura de Muamar el Gadafi suponía una amenaza menor para la seguridad regional. La Libia de Gadafi comenzaba a ser aceptada por gran parte de la Comunidad Internacional tras años de aislamiento y era un socio estratégico para Europa en el control de las rutas migratorias y la política energética.

Las protestas que comenzaron a afectar a los países árabes en 2011 se transformaron en Libia en una guerra civil entre las fuerzas leales al dictador y una coalición de milicias opositoras agrupadas bajo el nombre de Consejo Nacional de Transición (CNT), las cuales contaron con el apoyo de algunos países de la OTAN. El CNT carecía de liderazgo, homogeneidad ni objetivos claros, más allá de su animadversión hacia Gadafi. Finalmente, en octubre de 2011 las fuerzas de la CNT ase -

135 Según el instituto de estudios en seguridad Africacenter, desde el ascenso de la primera junta militar en 2020, las cifras de víctimas de terrorismo yihadista en el Sahel se han triplicado. A ello hay que añadir la escasez de fuentes de información primarias, la opacidad de estos gobiernos, la limitación informativa y la falta de transparencia.

sinaron a Gadafi. Libia entró poco después en una situación de caos, desgobierno y anarquía que pronto tuvo sus repercusiones.

La influencia de Gadafi en el Sahel era considerable. Desde la década de 1980, impulsado por sus ideas panafricanistas y su rivalidad con Argelia por el liderazgo regional, Libia proyectó una importante influencia en la zona. El dictador libio financió proyectos y se convirtió en un país receptor de inmigrantes subsaharianos que trabajaban en la industria petrolífera. Gadafi fue instigador de algunos conflictos y pacificador de otros en el Sahel, destacando su papel como protector de gran parte de la comunidad tuareg136, la cual había protagonizado sublevaciones armadas contra las autoridades centrales de Mali o Níger.

La simpatía que Gadafi adoptó hacia la causa tuareg se debió al importante porcentaje de miembros de esta comunidad que habitan en Libia. Los lazos familiares y comunitarios influyeron para que un número importante de población tuareg, que se habían visto forzadas a abandonar Mali o Níger tras tensiones con los gobiernos nacionales y sublevaciones armadas, se refugiaran en Libia.

Muchos de estos desplazados prestaron servicios en la Legión Islámica o Verde, la unidad militar de mercenarios creada por Gadafi como fuerza expedicionaria de élite y en las que el propio dirigente confiaba su seguridad personal.

Esta unidad militar actuó en conflictos en el Líbano, Chad y en el bando fiel al dictador durante la Guerra Civil de Libia. Allí muchos combatientes tuaregs adquirieron experiencia, capacidades militares y armamento que fueron claves para protagonizar la posterior sublevación armada producida en 2012 en el norte de Mali 137 y que supuso un terremoto geopolítico a nivel regional.

Una vez que Gadafi fue derrocado, Libia cayó en el desgobierno, quedando sus arsenales desguarnecidos y saqueados. Ello reactivó conflictos que se mantenían en calma, pero que continuaban latentes. El tráfico ilícito de armas creció exponencialmente en la región y entre los beneficiarios de estos negocios se encontraron, entre otros, los grupos yihadistas.

Uno de estos conflictos que volvió a emerger fue la lucha independentista que mantenían los rebeldes de Azawad, una región del norte de Mali de mayoría tuareg y árabe, contra las autoridades de Bamako, dando lugar a un auge sin precedentes de la actividad yihadista en la región.

6.2.1. EL ORIGEN DE LA PRESENCIA YIHADISTA EN EL SAHEL.

La presencia yihadista en el Sahel se sitúa en un inicio en dos áreas geográficas concretas: el norte de Mali, desde donde se proyectó a nivel regional y, en menor medida, en la cuenca del lago

136 Los tuaregs son una comunidad sin estados cuya población se encuentra dispersa entre Argelia, Libia, Mali, Níger y Chad. Esta comunidad destaca por su carácter nómada, transfronterizo y cuyas actividades económicas han estado vinculadas al comercio a través del desierto.

137 Entre los actores que formaron parte de la Legión Islámica se encuentra Iyad Ag Ghali, actual líder del grupo terrorista denominado Jamaát Nasr al-Islam wal Muslimin( Grupo Islámico de Apoyo al Islam y los Musulmanes, denominado JNIM por sus siglas). Ag Ghali es considerado el emir de Al Qaeda para la zona del Sahel.

Chad, donde la actividad del grupo terrorista de origen nigeriano Boko Haram afecta a los países ribereños del lago, entre los que se encuentran Níger y Chad.

6.2.1.1. El norte de Mali

La presencia yihadista en Mali tiene su origen en Argelia y el conflicto mantenido entre el Gobierno de Argel contra distintas facciones terroristas. Desde 1992 y debido a la negativa de los militares argelinos a reconocer el triunfo del partido islamista Frente Islámico de Salvación en unas elecciones democráticas, Argelia se vio inmersa en un conflicto civil en el cual el protagonismo lo fueron adquiriendo grupos de carácter yihadistas. Entre estos grupos surgió el denominado Grupo Islámico Armado (GIA), el cual actuó con extrema crueldad sobre la población civil, provocando el rechazo entre las filas de los propios islamistas. En 1998 y con la situación ya controlada por el Ejército argelino surgió el Grupo Salafista de Predicación y Combate (GSPC), el cual se convirtió posteriormente en la filial de Al Qaeda en la zona. Estos grupos fueron contenidos en áreas muy remotas del país magrebí, en zonas montañosas y desérticas del sur, lo que forzó su desplazamiento hacia terceros países.

Aprovechando las debilidades de las autoridades de Mali y la porosidad de las fronteras, ya en las primeras décadas del siglo XXI se detectó actividades del GSPC argelino en territorio de Mali, utilizando este lugar como un refugio y como base para su financiación, participando en el contrabando propio de la zona. Por parte del gobierno de Mali, su amenaza era considerada menor, ya que sus objetivos se situaban en Argelia y estaban asentados en áreas desérticas remotas, escasamente habitadas y lejos de núcleos urbanos importantes.

Con la presión de las autoridades argelinas y con el fin de evitar la desaparición del grupo, el GSPC estrechó lazos con Al Qaeda Central, que se concretó en 2007 en la creación de una nueva franquicia denominada Al Qaeda en Tierras del Magreb Islámico (AQMI). Esta organización terrorista empezó a colaborar con grupos de traficantes y bandoleros de la zona, básicamente tuaregs. Comenzaron a tejer una importante red clientelar y un aumento en la eficacia de sus acciones, así como el radio de acción de estas, llegando a establecer campos de entrenamientos en Mali para llevar a cabo la preparación de acciones en la zona. Entre ellas estaban el secuestro de occidentales, cuyos rescates reportaban grandes beneficios al grupo. Entre los años 2002 y 2012, se calcula que el grupo pudo obtener cerca de 90 millones de dólares en pagos de rescates.

La ideología salafista de la cual se nutre las doctrinas yihadistas no es un elemento autónomo del Sahel. Hasta hace relativamente pocos años la población que se identificaba como salafista en el Sahel era mínima, ya que el islam practicado mayormente por la población local era una visión moderada basado en la escuela islámica malikí , que en muchas ocasiones es practicado junto con creencias tradicionales locales y donde las corrientes místicas sufís tienen una gran importancia.

Más allá de la influencia de los grupos yihadistas que operaban en Argelia, la influencia de países del Golfo Pérsico y determinadas acciones de Libia sembraron el germen yihadista en la zona.

El wahabismo promovido por Arabia Saudí y Catar ha invertido en mezquitas, centros culturales, religiosos e infraestructura en la zona, prestando determinados servicios como obra social y caridad y consiguiendo cierta simpatía de los lugareños.

Desde estos centros se realiza un activo proselitismo: se forma a imanes y se divulga una visión del islam más rigurosa, consiguiendo nuevas adhesiones. Algunos imanes de la zona reciben becas para realizar estudios en países del Golfo, por lo que es más fácil la divulgación de ideas salafistas próximas al yihadismo a la vuelta a sus lugares de origen. Sus reclamaciones se centran en la reclamación de la sharia como norma general del Estado, lo que choca con parte de la sociedad civil que no está a favor de los estrictos códigos religiosos.

El retroceso de las oenegés occidentales ante la situación de inseguridad ha favorecido aún más la simpatía hacia las organizaciones salafistas financiadas por países ajenos históricamente a la región.

6.2.1.2. La cuenca del lago Chad

El otro foco de presencia yihadista en el Sahel se localiza en la cuenca del lago Chad. Este lago es un lugar de frontera entre Nigeria, Chad, Níger y Camerún y es la principal fuente de agua del Sahel, siendo una reserva estratégica en un área donde las tierras fértiles y el agua son un bien escaso. En esta zona, la violencia la protagoniza desde hasta más de una década por Boko Haram138. Este grupo yihadista de origen nigeriano aprovecha la cuenca del lago Chad, así como sus numerosas islas, para protagonizar acciones armadas, realizar pillajes, coaccionar a la población civil y buscar refugio. Boko Haram, a diferencia de otros grupos armados, enfoca sus acciones principalmente en Nigeria, siendo sus acciones limitadas en el resto de los países ribereños

6.2.2. LA SUBLEVACIÓN SEPARATISTA EN AZAWAD (NORTE DE MALI)

Azawad siempre ha sido foco de inestabilidad desde la independencia de Mali y lugar de continuas rebeliones protagonizadas por la población tuareg, que representa el 10% de la población total de Mali 139, así como otras facciones de origen árabe.

Desde 1960 hasta 2007 se han sucedido tres rebeliones140, las cuales siempre han sido justificadas por el abandono del gobierno de Bamako hacia esta región y que han tenido como fin último reclamar el establecimiento de un Estado propio para Azawad.

El proceso de descolonización llevado a cabo por Francia en las décadas de los años sesenta dejó al pueblo tuareg enmarcado dentro de las fronteras de varios países donde no se sentían identificados

138 Debido a sus características propias y a que sus objetivos se centran prioritariamente en Nigeria, la organización terrorista Boko Haram no será analizada en profundidad en este documento.

139 Diez Alcalde, Jesús.” España en EUTM Mali: Compromiso con la estabilidad del Sahel”. GESI. 27/02/2014

140 Moraleda Martín-Peñato, Manuel. “El pueblo Tuareg y su papel en el conflicto de Mali”. IEEE. 14/08/2013. Las diferentes rebeliones tuaregs se produjeron en 1963, 1985 y 2006.

por las nuevas autoridades ni por estos nuevos estados surgidos. Pese a que los tuaregs reclamaron un Estado propio a las autoridades coloniales francesas141, esta petición nunca fue admitida.

Esta falta de un Estado propio, el desapego hacia las autoridades y el sentimiento de abandono propició el nacimiento de grupos insurgentes de carácter independentista que se han aglutinado bajo diversas siglas.

El norte de Mali siempre se ha caracterizado además por una pobre presencia estatal, donde las tradicionales redes de comunicaciones de las antiguas caravanas ahora son aprovechadas por distintos grupos organizados dedicados al tráfico ilícito de armas, drogas, personas, tabaco o combustibles.

También hay que destacar que, pese a la presencia débil del Estado y las dificultades para el control de las fronteras, hay una connivencia de las autoridades con este tipo de comercios ilegales.

La última rebelión en Azawad en 2012 fue diferente a las anteriores. La llegada de cientos de combatientes tuaregs procedentes del derrotado ejército de Gadafi hizo que muchos llegaran con un equipamiento muy superior a las tropas malienses. La rebelión de Azawad se reavivó, provocando una desbandada y rápida derrota de las fuerzas estatales que en pocas semanas dejaron al norte del país a merced de separatistas y yihadista.

El levantamiento separatista fue liderado por el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), grupo armado de carácter secular, en alianza con grupos yihadista que ya estaban en la zona 142, consiguiendo tomar los principales núcleos urbanos del norte de Mali donde expulsaron a las autoridades estatales.

Con el Ejército en retirada, el país al borde del colapso y tras un golpe de Estado en Bamako que debilitó aún más a las fuerzas de seguridad Mali143, el 6 de abril de 2012 se proclamó la independencia de la región de Azawad.

La situación se volvió más confusa cuando, aprovechando divisiones y tensiones internas entre las filas del MNLA, los grupos yihadistas rompieron su frágil alianza con el MNLA. Los yihadistas lograron imponerse, desplazando a los separatistas del poder y tomando el control de las principales localidades del norte de Mali como son Kidal, Gao y Tombuctú. Estas ciudades durante meses

141 En 1958, más de 300 nobles tuaregs escribieron una carta a Charles De Gaulle exponiéndoles su especificación cultural para demandar un Estado propio a la hora de trazar las fronteras en el proceso de descolonización. Estas demandadas nunca fueron atendidas, lo cual fue considerado como una traición por parte de Francia. Aznar Fernández Montesinos, Federico. “Panorámica historia y etnográfica del Sahel”. IEEE. 09/2018.

142 Entre los grupos yihadistas que participaron se encontraron AQMI (Al Qaeda del Magreb Islámico), MUYAO (Movimiento para la Unicidad y la Yihad de África Occidental) y Ansar Dine (un movimiento yihadista de ámbito local que se podría traducir en “Defensores de la Fe”). Todos estos grupos posteriormente se han fusionado en otras alianzas y unificado siglas bajo el amparo de Estado Islámico y Al Qaeda.

143 El 22 de marzo de 2012 se produce en Mali un golpe de Estado protagonizado por el Capitán Amadou Sanogo que depone al presidente Amadou Toumani Touré al que acusa del fracaso del ejército en el norte de Mali y no prestar el suficiente apoyo. Veinte días después, Sanogo es sustituido por Dioncounda Traoré, presidente que ejercerá un periodo de transición hasta septiembre de 2013, y que capitalizó la petición de ayuda internacional para hacer frente al yihadismo.

fueron gobernadas por grupos yihadistas que ejercieron el poder y aplicaron la versión más rigorista de la sharia, la ley islámica.

Al igual que en otros escenarios, los grupos islamistas radicales se aprovecharon de las debilidades de las autoridades centrales, la anarquía y el caos para convertirse en protagonistas de un conflicto que en un principio no tenía connotaciones de carácter religioso.

A partir de la rebelión en Azawad, los grupos yihadistas que operaban en la zona cambiaron de objetivos al percatarse de la fragilidad de los Estados del Sahel y la oportunidad que se les ofrecía en controlar amplias zonas de territorios, gestionar recursos y beneficiarse de una población desencantada con los gobiernos locales y que podrían admitir una alternativa política a largo plazo basada en los principios más fundamentalistas del islam. El Sahel pasó de ser refugio de yihadistas, a ser un escenario activo en la yihad global

n 6.3. OFENSIVA HACIA BAMAKO, INTERVENCIÓN INTERNACIONAL Y LA CONSOLIDACIÓN DE LA INSURGENCIA YIHADISTA

Con los yihadistas asentados en el norte de Mali, la situación de tensión interna de Mali y aprovechando las circunstancias de un Ejército desorganizado y desmoralizado, los yihadistas iniciaron una fuerte ofensiva hacia el sur de Mali llegando a poner en peligro a grandes ciudades del área central de Mali. Por momentos se temió que pudiesen llegar a la capital, Bamako.

Ante tal situación de gravedad, la incapacidad de las propias fuerzas malienses en frenar la ofensiva y el riesgo real de la toma de poder por parte de los yihadistas, el presidente Dioncounda Traoré pidió auxilio a la Comunidad Internacional. Esta solicitud de ayuda se puso en marcha el 11 de enero de 2013 bajo el nombre de Operación Serval por parte de las Fuerzas Armadas Francesas.

A la par, se aceleraron otras misiones militares de apoyo al Ejército de Mali, tanto de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), como de la UE y la ONU144

Pese a los éxitos iniciales de las operaciones y la toma de los más importantes centros urbanos, los grupos terroristas no fueron derrotados del todo. En la fase inicial, las actividades de los grupos terroristas disminuyeron drásticamente, pero solo aprovecharon el tiempo para una mejor reorganización, adaptándose al nuevo escenario y dispersándose por toda la región buscando áreas más seguras y proclives a su asentamiento, iniciando una nueva etapa de insurgencia terrorista.

Con esta estrategia de dispersión buscando áreas alejadas de la presión militar, los elementos terroristas comenzaron a asentarse en las áreas fronterizas de Mali con Níger y Burkina Faso, favorecidos por la escasa presencia de las fuerzas estatales y aprovechándose de la porosidad de las fronteras.

144 Las diversas operaciones militares, tanto de Francia como de la Comunidad Internacional en Mali y el Sahel, serán tratadas en el siguiente apartado de este Observatorio)

Desde entonces los yihadistas bascularon sus acciones del norte de Mali hacia zonas del centro de Mali o la denominada Triple Frontera, la región de Liptako-Gourma, una extensa área de terreno compartida entre Mali, Níger y Burkina Faso. Desde allí se infiltraron en estos países donde extendieron sus acciones a áreas en la que nunca antes habían ejercido ninguna influencia.

Con sus movimientos los yihadistas buscaban asentarse en áreas más pobladas en vez de zonas remotas donde las acciones militares no afectaban a la población civil. El objetivo de establecerse en zonas más pobladas es para infiltrarse entre la población civil, donde coexisten tanto posibles afiliaciones y víctimas de sus propias actividades terroristas, y provocar respuestas armadas desproporcionadas por parte de los gobiernos y un impacto negativo en la población.

El descrédito ante posibles acciones represivas o susceptibles daños colaterales que pueda sufrir la población civil ante las acciones antiyihadistas es instrumentalizado por los grupos yihadistas a su favor. Con ello se busca deslegitimar a los Estados y alzarse como un actor legítimo que busca proteger a la población que es víctima de sus propias acciones.

Una vez entraron, los grupos yihadistas cambiaron sus estrategias y readaptaron sus operaciones al nuevo contexto ante un enemigo muy superior militarmente pero extranjero.

La posición de Francia ha sido clave en el auge de los grupos yihadistas y el apoyo social que han podido recibir. Los yihadistas han puesto en marcha una batalla dialéctica, de propaganda y proselitismo religioso para ganar adeptos entre la población y desgastar las imágenes de los gobiernos locales a los que acusan de ser títeres de Occidente y plegarse a intereses extranjeros. En 2024, ya con Francia fuera del escenario del Sahel, estas acusaciones se mantienen acusando a los gobiernos locales de plegarse a los intereses rusos.

Esas acusaciones siempre vienen revestidas de un discurso de carácter religioso donde se acusa a los gobiernos locales de herejes, dando a su lucha un sentido religioso y buscando unificar a los musulmanes indistintamente de su comunidad o nacionalidad bajo las siglas de un califato único que acabe con las fronteras artificiales impuestas en la descolonización.

Las acusaciones de neocolonialismo a Francia no solo han sido instrumentalizadas por yihadistas, sino que también han sido realizadas desde el ámbito civil, calando en los Ejércitos nacionales que terminaron auspiciando el ascenso de las actuales juntas militares en Mali, Níger y Burkina Faso.

Las tres comparten de un fuerte carácter nacionalista y de confrontación con Francia.

Una vez asentados en los territorios, los grupos yihadistas pasaron de controlar territorio y liderar ofensivas, a operaciones de insurgencia armada combinándolas con ataques terroristas, acciones de guerra de guerrillas 145, emboscadas, sabotajes, asalto a prisiones, hostigamiento hacia la po-

145 Es muy novedosos el uso de los denominados “enjambres” de motos utilizado por los yihadistas, consistente en lanzar a sus miembros en motocicletas, lo cual le facilita la movilidad, son muy rápidos, dificulta su alcance por fuego enemigo, facilita la dispersión y huida.

blación civil y secuestros de la población que se opone a ellos. Con esta estrategia luchan en una campaña de baja intensidad, pero constante, con el objetivo de desgastar al enemigo y conseguir la desafección de la población civil hacia las fuerzas gubernamentales y extranjeras.

En los últimos meses, sus operaciones son más sofisticadas y coordinadas, llegando a movilizar a cientos de combatientes, siendo toda una demostración de fuerza y determinación que llega a influir en la moral de la población y los uniformados.

Los yihadistas no buscan controlar grandes núcleos urbanos, pero sí mantener una situación de inseguridad permanente, dominando las áreas rurales y priorizando el control de las escasas vías de comunicación. Estas suponen un factor clave en su financiación, estableciendo peajes en las carreteras y estableciendo controles donde coaccionan y realizan cobros a la población, ya sean monetarios o en bienes. La suya es una guerra de desgaste que continúa hasta la actualidad y que en cierta medida ha triunfado, condicionando toda la política regional.

Tras la fallida experiencia de 2012, la toma del poder ha dejado de ser una prioridad. Los grupos armados terroristas actúan con una estrategia a largo plazo donde el ejercicio del poder les puede desgastar. Aunque ejerzan autoridad en amplias zonas, no declaran una administración propia islámica simplemente por puro pragmatismo, evitando poder precipitarse en un objetivo que el tiempo les pueda otorgar.

Aún así, las acciones yihadistas no solo se enfocan al ámbito militar: también se planifica y potencia la infiltración en la población local, involucrándose en la vida social y se intenta sustituir al Estado allí donde no llegaba su autoridad, con las limitaciones propias de estos grupos y el escenario extremadamente pobre donde actúan. Su participación en la administración de justicia o mediación en disputa es destacable. La implantación de la sharia y su versión más rigorista es aplicada de manera progresiva, pero sin imágenes impactantes, sabiendo que el Sahel es un área donde la versión moderada del islam es la imperante y donde la aplicación en muchos casos de una visión extremadamente rigorista del islam crearía un importante rechazo de la población hacia su causa.

Progresivamente, los yihadistas han adquirido un mayor protagonismo en las actividades económicas, manteniendo unas relaciones clientelares con distintas comunidades que aumentan su influencia. Los matrimonios concertados y forzosos mediante acuerdos con líderes locales y mediante dotes económicas les han permitido estrechar lazos familiares aumentando la influencia en unas sociedades donde la comunidad y la lealtad familiar forman la base de las relaciones sociales y políticas.

Esta política de infiltración en la sociedad civil, su papel relevante en los aspectos económicos y la incorporación cada vez mayor de elementos autóctonos a sus filas y mandos han hecho que los yihadistas cada vez sean aceptados con menos recelos entre la población civil y que puedan alzarse como una alternativa real al poder de unos gobiernos desprestigiados, con poca capacidad de reacción e incapaces de proporcionar unos servicios básicos de asistencia a su propia población.

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6.4. PANORAMA

ACTUAL DEL CONFLICTO Y DEFINICIÓN DE LAS FUERZAS MILITARES

La insurgencia yihadista condiciona toda la política regional, desde el aspecto militar a las relaciones internacionales o los acuerdos comerciales. El panorama del Sahel Occidental es muy volátil, con acontecimientos que se suceden y modifican continuamente la situación, siendo habitual los cambios de actores que participan en la dinámica de los conflictos presentes.

A continuación, vamos a analizar las situaciones en las que se encuentran a fecha de 2024 cuatro países que forman parte del Sahel Occidental: Mali, Burkina Faso, Níger y Chad.

Mali

Mali ha sido la plataforma desde la cual ha surgido la expansión de la violencia yihadista a nivel regional. En 2022, el país sufrió el 34% de los ataques yihadistas consumados en el Sahel, reportando cerca de 3.000 muertes por esta causa.

Tras la puesta en marcha de las operaciones francesas y con apoyo de la Comunidad Internacional, se intentó controlar su territorio y disminuir la influencia de los insurgentes. Estas operaciones no terminaron de lograr sus objetivos, estando el papel de las autoridades locales cada vez más cuestionado y desacreditado mientras crecía el descontento social, en parte impulsado por clérigos islámicos.

Pese a que la Operación Barkhane146 de carácter antiterrorista, liderada por Francia, ha combatido y descabezado continuamente a las cúpulas de las organizaciones terroristas, la violencia no ha cesado y su papel ha estado muy cuestionado tanto por la población civil como por el estamento militar maliense.

Francia ha reclamado mayor implicación a los gobiernos locales en la lucha contra el yihadismo. Pese a la puesta en marcha de iniciativas de cooperación militar como la alianza G5 Sahel, los esfuerzos llevados a cabo por los ejércitos locales no eran considerados suficientes. El Ejército de Mali recibió la instrucción de Francia y otros aliados europeos, como España, así como el acompañamiento en las operaciones militares e importantes operaciones contra los grupos yihadistas, pero aún así la desconfianza entre los socios era mutua.

La cuestión territorial de Azawad era otro de los puntos que generaban recelo entre el gobierno local de Mali y las misiones internacionales. En 2013, con el objetivo de establecer un marco para la paz entre separatistas y el gobierno de Mali, la zona de Azawad quedó bajo el amparo internacional de la Misión Internacional de Naciones Unidas para Estabilización de Mali (MINUSMA)147. Francia también iba a contar con presencia en la zona en el marco de sus operaciones antiyihadistas, pero no así el Ejército maliense.

146 La Operación Barkhane sustituyó a Serval, dando más competencias a Francia en la lucha contra el yihadismo.

147 MINUSMA es la misión de Naciones Unidas que más bajas ha sufrido en su historia. Entre los contingentes que más tropas han aportado a esta operación destaca Chad.

En 2015 se firmaron los Acuerdos de Argel con la mediación de Argelia para la paz entre las partes. Con ellos, los grupos separatistas de Azawad aglutinados bajo el Marco Estratégico Permanente (CSP) y el gobierno de Mali se comprometieron a integrar a los separatistas en las fuerzas de seguridad y otorgar a Azawad una amplia autonomía. Pese a las buenas disposiciones, los Acuerdos de Argel no se han logrado aplicar debido a la inestable situación, creciendo las críticas de algunas autoridades malienses que acusaban a la ONU y Francia de confabular con los separatistas, e incluso, con los grupos yihadistas.

Con el contexto de esta desconfianza mutua, el incremento de los ataques yihadista, el aumento de las protestas social revestidas de un fuerte sentimiento antifrancés y una creciente injerencia de las campañas de desinformación y de influencia de Rusia sobre Mali, se produjeron dos golpes de estados entre 2020 y 2021 que acabaron con el coronel Assimi Goita al frente de una nueva junta militar.

El primero de los dos golpes derrocó a Ibrahim Boubacar Keïta el 25 de septiembre de 2020, considerado como el último presidente democrático de Mali. El segundo golpe consumado, el 28 de mayo de 2021, puede ser considerado un autogolpe, ya que con las fuerzas leales a Assimi Goita se depusieron al militar Ba N´Daou, que había sido nombrado como presidente de transición tras el golpe de 2020.

La junta militar instalada en el poder desde el año 2021 pronto ha mostrado su rechazo a la presencia de Francia en el país solicitando su salida, a la vez que ha estrechado relaciones diplomáticas y militares con Rusia. Hay que señalar que pese a comprometerse en transferir el poder a un gobierno civil y convocar elecciones, estas han sido aplazadas de manera indefinida, justificando esta decisión por el clima de inseguridad.

En 2024 había previsto en Mali un referéndum sobre el modelo estatal, en el cual se plantea poder avanzar hacia un Estado federal, rebajando de esta forma las tensiones en Azawad, pero no está claro que se realice.

En el aspecto militar, la nueva junta militar ha buscado el apoyo de Rusia tras el desmantelamiento de las estructuras de seguridad conjuntas con los socios europeos, a sabiendas de sus limitaciones operativas y su incapacidad de combatir a los yihadistas de manera autónoma. Inicialmente se han unido a las fuerzas paramilitares rusas, principalmente el Grupo Wagner, que ya contaba con presencia y experiencia en África. A diferencia de Francia, Rusia sí proporciona armas, que contribuye al rearme del Ejército de Mali148, entre cuyos proveedores estará la propia Rusia, Turquía y China149

148 La cúpula militar de Mali había reclamado ayudas materiales y armamentísticas a sus anteriores aliados, pero Francia desconfiaban de esta ayuda por dos aspectos: la falta de confianza en la lealtad de los militares de Mali a los acuerdos militares y el temor a que las armas cayeran en poder de los yihadistas. En cuanto a la UE, sus paquetes de ayudas han estado enfocadas a material civil, donaciones simbólicas de equipamiento y la asistencia militar a la instrucción de tropas.

149 Mali comenzó desde 2021 un proceso de rearme que incluía drones turcos TB1 Bayraktar (drones comprobados en combate que se ajustan a las necesidades de Mali), así como vehículos blindados de origen chino. En cuanto al material ruso, es dudoso su estado y operatividad, ya que un número considerable de aeronaves ya se encuentran inoperativas por falta de mantenimiento o derribadas en combate. La situación de conflicto que Rusia atraviesa en Ucrania impide un esfuerzo mayor en cuanto a material en el terreno del Sahel.

En cuanto a las Fuerzas Armadas de Mali (FAMAS), es difícil cuantificar su número concreto, aunque se estima que están conformadas por alrededor de 40.000 efectivos, un número muy superior a los 11.000 efectivos de los que disponía en 2013.

Tras el acercamiento a Rusia en 2022, la junta ha adquirido un número importante de aeronaves para modernizar su paupérrima flota aérea, la cual estaba compuesta la mayor parte por aparatos de origen soviético que se encontraban en un estado de mantenimiento muy deficiente o inoperativos. Entre las aeronaves que se han adquirido se encuentran aviones cazas L-39C Albatros, cazas Su-25 y helicópteros polivalentes 150, todo ello material de tecnología rusa. También se han comprado un número reducido de drones turcos TB-2 Bayraktar. Estas adquisiciones se suman a varias aeronaves Super Tucano conseguidas en 2018, así como un avión de transporte C-295 adquirido a España anteriormente y otras aeronaves menores.

La junta se ha marcado como objetivo prioritario controlar todo el territorio nacional y no ceder espacios a los separatistas de Azawad, a los que también acusan de terrorismo y colaborar con los yihadistas.

Con el pretexto de controlar el territorio nacional, el recrudecimiento de las acciones terroristas y bajo la acusación hacia la ONU de quebrantar su integridad nacional y no garantizar la seguridad de la población en el norte del país e inmiscuirse en la política interna de Mali, la junta militar ordenó la retirada de la MINUSMA, que se concretó a finales de 2023 con la retirada de los últimos militares 151

Las disputas armadas entre el CSP152 y el Ejército de Mali se ha intensificado desde entonces, suponiendo el fin de los Acuerdos de Argel. Los separatistas han visto una oportunidad de tomar el poder y la junta militar de hacerse con el control de las principales posiciones en los núcleos urbanos dejadas por MINUSMA.

En diciembre de 2023 y tras semanas de combates, el gobierno de Mali tomó el control de la mayor parte de las posiciones en el norte dejadas por MINUSMA, imponiéndose a los separatistas pese a algunas derrotas e importantes bajas. Todas estas operaciones han contado con el apoyo de compañías militares privadas rusas. Pese a esta imposición militar de la FAMAS y aliados, las escaramuzas y combates entre ambos bandos continúan, llegando a afectar a terceros países como Mauritania y Argelia.

150 Varias de estas aeronaves ya han sido perdidas en accidentes o por fuego enemigo. Además, se duda de su estado de mantenimiento y su pilotaje por la instrucción que se necesita, por lo que podrían ser operados directamente por pilotos rusos.

151 Tras la solicitud de Mali de retirar a MINUSMA de su territorio, se encuentran los acontecimientos en Moura. MINUSMA denunció la matanza de alrededor de 500 civiles en esta localidad por parte de las fuerzas locales y agentes extranjeros (rusos). Este informe causó un gran malestar en la Junta Militar, que acusó a la ONU de inmiscuirse en su política interna y acusaciones falsas. Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los DD. HH. “Tropas malienses y personal militar extranjero mataron a más de 500 personas durante una operación militar desarrollada en Moura en marzo de 2022”. Ginebra. 12 de mayo de 2022.

152 El CSP no es un movimiento homogéneo. Actualmente, la Coordinadora del Movimiento de Azawad es la principal facción que la compone, aunque hay otros grupos minoritarios que se han salido de la alianza y se han alineado con el gobierno de Mali

Cabe señalar que no todas las fuerzas que firmaron los Acuerdos de Argel se han enfrentado con Bamako. Hay algunos grupos armados de mayoría tuareg que firmaron los Acuerdos, como el Movimiento de Salvación de Azawad, que han seguido manteniendo una fluida relación con las autoridades malienses e, incluso, colaborando estrechamente en la lucha contra los yihadistas, especialmente, en contra de los grupos locales afines a Estado Islámico.

Tras la toma de gran parte de Azawad por parte de las fuerzas estatales, se han multiplicado las acusaciones de represalias sobre la población civil, las violaciones de derechos humanos, así como las denuncias por crímenes de guerra153 y los saqueos por las fuerzas gubernamentales y extranjeras.

En lo que se refiere a los ataques yihadistas, la retirada de MINUSMA ha supuesto un aumento exponencial de las acciones armadas. El repliegue de los aproximadamente 15.000 soldados que la ONU tenía desplegados sobre el terreno, en cuyas funciones no estaba la lucha contra el yihadismo pero sí garantizar la protección de la población civil, ha dejado desprotegido a un número considerable de habitantes.

Entre otras operaciones yihadistas, se han registrado importantes matanzas sobre la población civil 154 o el asedio de ciudades como Tombuctú, donde en varias ocasiones el aeropuerto ha sido atacado.

Las operaciones en el norte del país para recuperar territorio han dejado desguarnecidas otras áreas del centro de Mali, donde los yihadistas han intensificado sus ataques y han tomado por momentos bases militares, causado numerosas bajas y capturando un número importante de material y vehículos. Estas acciones han sido protagonizadas mayormente por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (conocido por las siglas JNIM), grupo afín a los postulados de Al Qaeda.

Las operaciones militares del Ejército de Mali en cooperación con fuerzas rusas no son efectivas. Los ataques yihadistas se han extendido, destacando las acciones en las que han tomado importantes acuartelamientos sin excesiva resistencia.

Las operaciones conjuntas entre el Ejército y agentes rusos han provocado también tensiones entre Mali y Mauritania por reincidentes incursiones fronterizas de las FAMAS en territorio mauritano. Estas infiltraciones tienen el supuesto objetivo de perseguir a terroristas que han huido hacia Mauritania, pero las acciones de las fuerzas malienses y rusas han llegado a provocar heridos entre civiles mauritanos, además de algunas demostraciones de reivindicaciones territoriales.

La reincidencia en estos actos ha llevado a un aumento de tensiones diplomáticas y militares entre ambos países. Aunque se han intentado apaciguar una posible escalada bélica regional, las

153 Baché, David. “Mali: Une soixantaine de corps retrouvés prés d´Abeibara, dans la region Kidal”. RFI. 05/07/2024.

154 Entre estas matanzas destaca la cometida en un barco en el río Níger en septiembre de 2023. AFP. “Masacre en un transbordador en el río Níger en Mali”. Swissinfo.ch. 3/11/2023.

incursiones malienses se han ido sucediendo en diversas ocasiones y el malestar mauritano ha ido en aumento, lo cual se ha plasmado en una importante compra de armamento por parte del gobierno mauritano para su defensa.

Por otra parte, las denuncias por abusos de autoridad y las acusaciones de ejecuciones extrajudiciales contra las FAMAS y aliados extranjeros han aumentado. Aunque estas denuncias son desmentidas por la junta militar, que dice que los informes son manipuladores y sirven a intereses extranjeros, la sociedad civil puede verse influenciada por sus actos pese al silencio informativo que se ha implantado en el país.

El abuso generalizado de la represión puede ir en contra de la junta militar, que ve como pierde apoyo popular en favor de los grupos yihadistas que buscan sacar réditos de este desprestigio, así como de la falta de confianza hacia las autoridades.

Pese a los esfuerzos militares, el problema del yihadismo no se solucionará solo desde el ámbito militar. Los factores socioeconómicos son fundamentales para entender el crecimiento del fenómeno yihadista, una cuestión que por ahora no es una prioridad de los gobernantes malienses, tomando la vía únicamente de la fuerza para abarcar la pacificación de Mali.

Burkina Faso

Burkina Faso pasó de ser un país ajeno a la violencia yihadista en 2015 a convertirse en epicentro de ella a nivel global en el año 2023. Actualmente, se calcula que el 68% de las víctimas del terrorismo en el Sahel son de Burkina Faso y que ael 40% del territorio burkinés está bajo control yihadista155

En 2014 se produjeron unas manifestaciones masivas en Burkina Faso que reclamaron la destitución del presidente Blaise Campoaré, quien ocupaba el cargo desde 1984. El derrocamiento del presidente Compaoré se produjo en un contexto de tensiones internas, problemas socioeconómicos, una corrupción endémica y su intención de modificar la Constitución para mantenerse en el poder por más tiempo del permitido.

Durante estas protestas y tras perder el favor del Ejército, Campoaré huyó del país con ayuda francesa. Se convocaron elecciones presidenciales en Burkina Faso que terminaron dando como vencedor a Roch Kaboré, primer presidente electo después de 30 años.

Pese a su pequeño tamaño y peso demográfico en comparación con los países vecinos, Burkina Faso tenía una política exterior muy activa bajo Compaoré. En sus años de mandatario, éste había establecido una estrecha red de contactos que le valió el papel de mediador en conflictos, incluso en las negociaciones para el rescate de occidentales en manos de yihadistas156

155 Global Terrorism INDEX 2023.

156 Mantenía una estrecha relación con Mustafá Chafi, un personaje muy controvertido por sus contactos con los grupos yihadistas.

Esta política de contacto y apaciguamiento hacia los yihadistas había servido para mantener al país al margen de la violencia, pero no de su presencia. Los yihadistas se habían instalado desde hacía años en zonas limítrofes con Mali y Níger como la provincia de Soum, lugares desde donde lograban reclutar a jóvenes y llevaban a cabo actividades de proselitismo religioso sin ningún reparo ni oposición de las autoridades gubernamentales.

Seis meses después de la destitución de Compaoré, los grupos yihadistas comenzaron a actuar en Burkina Faso a través de importantes atentados terroristas, el hostigamiento a las fuerzas de seguridad, la infiltración en las capas sociales y la instrumentalización de los conflictos comunitarios. Esas actividades llevaban años planificadas, pero no se había recurrido a ellas debido a la política de apaciguamiento de Compaoré hacia estos grupos.

El arraigo del radicalismo islámico en Burkina Faso no solo hay que buscarlo en los sucesos de Mali. Aunque antes del periodo colonial hubo influencia de corrientes salafistas en la zona, el wahabismo exportado de Arabia Saudí se instaló en la zona entre 1963 y 1964, tras la vuelta de La Meca de peregrinos burkineses que habían sido fuertemente influenciados por las corrientes wahabitas de Arabia Saudí. Aunque esta interpretación rigorista había convivido con la práctica religiosa moderada del islam, en los últimos años sí estaba teniendo mayor aceptación e influencia entre los locales, siendo la asimilación del wahabismo palpable en la calle con más velos integrales entre las mujeres, el corte de la barba en algunos hombres y la multiplicación de mezquitas, escuelas coránicas y los estudios islámicos en los campus universitarios, además del aumento de predicadores formados en países del Golfo Pérsico con un claro mensaje antioccidental.

Burkina Faso es receptora de gran parte de dinero a través de oenegés de países de Oriente Medio como es Qatar Charity o Islamic Relief157, con numerosos proyectos sociales como construcción de centros de salud y pozos así como religiosos con la finalidad de hacer proselitismo y realizar obras de caridad, consiguiendo con ello simpatía a su vertiente religiosa. Estas organizaciones en muchos casos sustituyen al Estado ofreciendo servicios a una población desamparada socialmente.

Como impulsor de este radicalismo hay que destacar al clérigo Malam Dicko, persona ya catalogada en 2013 como “radical y peligroso” por el gobierno de Compaoré. En 2015, Dicko pasó a la clandestinidad y fundó el grupo yihadista Ansarul Islam, un grupo autóctono de Burkina Faso integrado por miembros de comunidades como los fulanis, quienes le dan autoridad sobre ciertos sectores de la población local.

Las actividades yihadistas pronto se expandieron por Burkina Faso ante el irrisorio Ejército burkinés, el cual estaba incapacitado para tomar el control de la situación. Entre 2020 y 2021 se produjeron en Burkina Faso más ataques violentos que los registrados en Mali y Níger juntos, lo que provocó el desplazamiento de miles de ciudadanos burkineses huyendo de la violencia. El caos entre las filas burkinesas y las importantes bajas sufridas provocó un creciente malestar entre la

157 Islámico Relief es una ONG con fuerte vínculos con la organización islamista de los Hermanos Musulmanes.

cúpula militar que desembocó en un golpe de Estado el 24 de enero de 2022, ascendiendo al poder el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.

La nueva junta militar no provocó un descenso de las actividades yihadistas ni frenó sus acciones y la tensión se extendió en unas fuerzas armadas decididas a dar un giro a la situación. Pese a las presiones y las acusaciones contra Francia por su falta de implicación frente a la expansión de los grupos armados, Damiba mantuvo la cooperación militar con el tradicional aliado del país. Ese rechazo a romper los vínculos con Francia unido a la inoperancia frente a las acciones de grupos armados terroristas que provocaban numerosas bajas militares llevó a un nuevo golpe de Estado el 30 de septiembre de 2022 tras el cual llegó al poder el joven capitán del Ejército Ibrahim Traoré, nacido en 1988.

Su llegada al poder vino precedida de manifestaciones que animaban una nueva asonada militar con la presencia de banderas rusas entre los manifestantes. Esa simbología anima a pensar en acciones de injerencia rusa en favor de este nuevo golpe de Estado y en promover un cambio de alianza en Burkina Faso similar al tomado en Mali. En estas protestas, al igual que sucedió en Mali, se rechazaba la presencia de Francia en el país, a la que se acusaba de inacción frente a la violencia insurgente, de velar exclusivamente por sus intereses económicos y expoliar los recursos naturales sin que ello repercutiera en un beneficio palpable en la población civil.

Con Ibrahim Traoré ya en el poder, Burkina Faso exigió la retirada de Francia de su territorio158 y ha estrechado relaciones con Rusia, visitando Moscú en la pasada Cumbre Ruso-Africana en julio de 2023. Posteriormente, ya en 2024, el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, visitó Burkina Faso con el objetivo de estrechar las relaciones bilaterales.

Esta mayor cooperación militar se ha plasmado en el despliegue de un centenar de militares rusos en Burkina Faso159, así como otro número indeterminado de instructores y asesores.

Traoré ha marcado una nueva estrategia hacia la violencia yihadista: ha declarado una movilización general en el país y se han reclutado a numerosos jóvenes, incluido cuotas de mujeres; ha intensificado una política de rearme del Ejército y ha fortalecido a milicias locales como fuerzas auxiliares, denominadas Voluntarios de Defensa de la Patria (VDP).

Se estima en alrededor de 12.000 componentes las fuerzas armadas burkinesas. Respecto a su armamento, Burkina Faso está adquiriendo un importante número de armamento de procedencia China, principalmente vehículos blindados con resistencia a artefactos explosivos improvisados (IEDs) y carros de combate160 Otros proveedores de armas de Burkina Faso son Turquía o Egipto, además de algunos equipos donados por Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos161

158 Los 300 efectivos de Francia en Burkina Faso estaban encuadrados en la denominada Operación Sabré.

159 EFE. “Llegan a Burkina Faso 100 soldados rusos para formar al ejército y proteger al presidente”.30/01/2024. Uagadugú (Burkina Faso).

160 Dispositivos explosivos improvisados.

161 Con EE. UU. existen programas de formación de oficiales burkineses en territorio estadounidense.

En lo que respecta a su capacidad en aviación militar, Burkina Faso ha adquirido algunas unidades de los drones turcos TB-2 Bayraktar y TAI Aksungur para su fuerza aérea. Los drones turcos se han convertido en un arma propagandística de la junta militar. Sus acciones contra los terroristas son divulgadas en la televisión pública, intentando lograr con ellas una imagen de poder del que carecen en el campo militar, pero que genera un efecto psicológico negativo en las filas insurgentes y moralizante en sus propias fuerzas.

Pese a esta nueva estrategia y los apoyos que está recibiendo la junta militar, la situación no ha mejorado: los yihadistas muestran una importante fortaleza en sus operaciones armadas en las cuales son capaces de movilizar a miles de combatientes 162

A diferencia de Mali o Níger, las fuerzas burkinesas parecen más motivadas para el combate, pero ello no ha remediado importantes derrotas y abandono de importante material que es capturado por los yihadistas. Las milicias de civiles VPD parecen estar jugando un papel muy importante en la estrategia de Traoré, pero también son una señal de la debilidad gubernamental acudiendo a civiles para garantizar la seguridad pudiendo suponer en un futuro un problema si se aborda su desarme, perdiendo de esta manera el Estado el monopolio de la fuerza.

Estas milicias se han convertido en el objetivo predilecto de los grupos armados terroristas y han sido acusadas de matanzas y abusos sobre la población civil. Estos quedan totalmente impunes, por lo que la ciudadanía en peligro está perdiendo la confianza en el Estado como institución protectora, pudiendo aceptar a los grupos terroristas como actores válidos para garantizar su seguridad.

El mandato de Traoré no está exento de polémicas, ya que su política autoritaria está suponiendo un importante uso de métodos represivos, como la detección de decenas de opositores políticos y acusaciones de ejecuciones extrajudiciales163. Además, la junta militar ha anunciado en varias ocasiones la desarticulación de supuestas intentonas golpistas, así como ha pospuesto las elecciones de manera indefinida. En abril de 2024, Traoré anunció la ampliación de su mandato durante 5 años más.

En junio de 2024, el grupo terrorista JNIM provocó la muerte de más de un centenar de militares burkineses y un número indeterminado de civiles asesinados tras un ataque en la localidad de Mansila164 Esos ataques han llevado al desprestigio del presidente Ibrahim Traoré y a cuestionar su figura por una parte del estamento militar, lo que ha provocado tensiones en el seno del Ejército y una mayor campaña de censura por parte de la junta. La crisis de seguridad ha dado lugar a incipientes manifestaciones donde se reclama mayor seguridad, creciendo el número de lugares donde se producen estas movilizaciones.

162 El asalto a la localidad de Djibo es un ejemplo, donde los insurgentes a pesar de ser repelidos llegaron a infiltrarse en la localidad que llevaba meses asediada, movilizando a miles de combatientes en vehículos todoterrenos, algún blindado capturado a las fuerzas de seguridad y cientos de motocicletas.

163 Europa Press. “HRW acusa al Ejército de ejecuciones y desapariciones forzosas en el noreste de Burkina Faso”.29/06/2023. Madrid, España.

164 Los hechos de Mansila son considerados el mayor ataque yihadista sufrido en Burkina Faso.Bahati Animo, Linnete. “Attack on army base fuels Burkina Faso mutiny rumours”.BBC News. 20/06/2024.

La situación geográfica de Burkina Faso también es clave en la estrategia de los yihadistas y motivo de preocupación para los países fronterizos, ya que cada vez son más habituales las infiltraciones en Benín o Togo, donde los yihadistas buscan un mayor protagonismo en las rutas de tráfico de cocaína o la búsqueda de pastos para el ganado que nutre a sus combatientes y contribuye a la financiación del grupo.

También, llama especialmente la atención en Burkina Faso como los yihadistas han centrado sus objetivos en las escuelas. Con su control, buscan negar el acceso a los jóvenes a una posible formación académica secular, favoreciendo la asimilación de su discurso ideológico en una población con altos índices de analfabetismo.

El conflicto interno en Burkina Faso ha provocado el desplazamiento forzoso de 1,5 millones de personas. 165

Níger

Níger ha sido el último país del Sahel que se ha sumado a la ola de golpes de estados que recorren el Sahel Occidental, con una asonada militar a finales de julio de 2023. El golpe de Estado protagonizado por el Coronel Abdourahamane Tchiani, jefe de la Guardia Presidencial del país, depuso a Mohamed Bazoum, único presidente electo regional y que contaba con el apoyo de la UE y Estados Unidos.

La UE había señalado a Níger como un aliado estratégico en la zona tras su salida de Mali y Burkina Faso, pivotando en este país la nueva estrategia europea para el Sahel. Este golpe ha presentado mayor preocupación internacional y ha sido considerado como una acción de mayor impacto que los golpes consumados en los países vecinos.

Níger tiene una mayor importancia estratégica en la escena regional, al ser considerado un cruce de caminos en el Sahel que conecta con África Central, África Occidental y el Mediterráneo, siendo el corazón de la franja saheliana.

Con este cambio de gobierno, la estrategia de la UE se ha visto totalmente trastocada en el Sahel. Por los hechos que sucedieron y a diferencia de las posibles influencias en los cambios de gobierno de los países vecinos, las injerencias rusas fueron limitadas y parecen que no influyeron decisivamente en este golpe de Estado.

Ahora, tras la consumación de golpe de Estado en Níger esta junta militar sí h virado hacia Rusia, lo que deja a la UE prácticamente sin aliados en la región del Sahel.

Aunque de manera bilateral algunos países europeos como Italia o Alemania se han mostrado favorables a mantener acuerdos de cooperación en materia de seguridad con las nuevas autorida-

165 Demuynck, Meryl; Coleman, Julie. “Political Upheaval and Counter-Terrorism in Burkina Faso: Between a Rock and Hard Place”. International Center for Counter-Terrism. 1/02/2022.

des, conscientes de la importancia estratégica de Níger respecto a la seguridad europea, estas negociaciones no han prosperado. En el caso alemán, las exigencias y condiciones impuestas por los militares nigerinos han sido consideradas inasumibles166

La UE ha respondido al golpe con fuertes sanciones y la junta militar ha reaccionado con medidas como legalizar el tráfico de personas167

Hasta el momento del golpe de Estado, la situación de seguridad en Níger en comparación con sus vecinos era estable. El yihadismo estaba contenido en la triple frontera con Mali y Burkina Faso , se habían establecido canales de comunicación para posibles negociaciones e, incluso, una posible liberalización de combatientes prisioneros. En el caso del frente del lago Chad, al sur del país, la cooperación con los países vecinos, especialmente Nigeria, era fluida, siendo el impacto armado relativamente bajo.

Mohamed Bazoum había apostado por una política de apaciguamiento hacia los yihadistas, buscando un acercamiento hacia posiciones moderadas de estos a cambio de posibles concesiones. La administración Bazoum implementó un programa de desarme, desmovilización y reintegración en la vida civil, al que llego acogerse aproximadamente un millar de combatientes yihadista desde 2016. Aunque mantuvo esta política vigente, durante su mandato nunca se dejaron de producir operaciones militares ni se estableció ninguna tregua con los grupos armados. Sin embargo, la política de apaciguamiento era vista como una muestra de debilidad por parte de los militares.

Esta política no era compartida por sus vecinos de Burkina Faso y Mali, que consideraban el territorio nigerino como un refugio para los insurgentes que atacaban en sus países. Hay que señalar que Níger formaba parte de la estructura de seguridad G-5 Sahel desde 2017 y que supuestamente existía una cooperación militar fluida con sus vecinos.

El golpe de Estado en Níger fue justificado por los militares por la supuesta degradación de la seguridad en el país, la dependencia de Francia y las acusaciones de corrupción al anterior gobierno, que todavía es considerado como legítimo por gran parte de la Comunidad Internacional. Pese a los llamamientos internacionales y la presión diplomática, Bazoum se mantiene detenido por los militares golpistas en septiembre de 2024.

Uno de los motivos que pudieron haber motivado el golpe de Estado eran las sospechas acerca del posible relevo de la cúpula militar bajo sospechosa de corrupción y un posible recorte en los presupuestos de defensa, a pesar de la precaria situación de las fuerzas nigerinas.

Otra cuestión entre las que existían divergencias entre el seno del gobierno y la cúpula militar era la explotación de los yacimientos petrolíferos del país. Para el 27 de julio, un día antes del golpe,

166 RT Staff Reporters. “German troops withdraw from Niger amid risisng tension”. The Rio Times. 18/07/2024. 167 Apnews. “Niger´s junta revokes a key lawthat had slowed migration for Africans desperate to reach Europe”. 28/11/2023. Abuja, Nigeria.

APROXIMACIONES Y CONTEXTO A UNA REGIÓN EN EVOLUCIÓN 85

estaba prevista la creación de una empresa estatal propia destinada para este fin, sobre las que existían diferencias de quién debería dirigirla. La oficialidad de esta empresa denominada PetroNíger no se llegó a producir.

La nueva junta militar se autoproclamó en el poder el 28 de julio bajo el nombre Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP), nombrando a Tchiani como jefe de Estado. Al día siguiente, el conjunto del Ejército confirmó su lealtad a las nuevas autoridades, justificando esta decisión en evitar un conflicto armado civil.

De manera rápida y eficaz, estas nuevas autoridades se apresuraron en promover manifestaciones en favor del nuevo cambio político que iniciaron, exigiendo la salida de las tropas francesas de Níger, a las que acusaban de inmiscuirse en la política interior del país y su pasividad con los yihadistas 168 Con ello buscaba una demostración de fuerza de cara al exterior y disuadir de cualquier intervención armada exterior en el país.

A la vez que se exigía la retirada francesa, los militares buscaron el apoyo de Rusia. Esta toma de poder ha seguido los mismos patrones que Mali y Burkina Faso. Antes del ascenso de los militares al poder, las relaciones entre Níger y Rusia eran de bajo perfil. Solo existían acuerdos limitados en materia antiterrorista y de seguridad ratificados en 2017.

Aprovechando estas circunstancias, Rusia ha ido adquiriendo protagonismo como país aliado de Níger y han estrechado sus relaciones. Parte de este fortalecimiento de relaciones se ha visto plasmado en el despliegue de una batería antiaérea rusa en Níger, un operativo llamativo, ya que no contrarresta las acciones terroristas pero tiene un claro mensaje político de reclamar y hacer efectiva su soberanía aérea frente a posibles incursiones no autorizadas por las autoridades.

Las manifestaciones antifrancesas en Níger eran habituales desde hacía años, ya que además de las acusaciones de injerencias en asuntos políticos, se acusaba a la ex metrópolis de la importante extracción de uranio del país, cuya explotación no repercute en una mujer calidad de vida de una población que vive en la extrema pobreza. A Francia se le acusa de controlar las finanzas del país con la dependencia monetaria del franco CFA, la moneda colonial todavía vigente en catorce países de África Occidental y Central.

La tensión entre la nueva junta y Francia fue en aumento al mismo tiempo que la CEDEAO, liderada por Nigeria, amenazaba con una intervención militar. Ese hecho no sucedió pese a los preparati-

168 Cabe señalar que Estados Unidos cuenta con una importante instalación militar en Níger denominada Base 101. Dicha base está equipada con drones, aproximadamente 1.000 militares y es de especial importancia estratégica para monitorizar las actividades terroristas y el crimen organizado que se desarrollan en el Sahel. Pese a su intento de pragmatismo, mantener bajo perfil en la política interior nigerina, siendo clave su mediación para evitar una escalada bélica con la CEDEAO, y evitar una confrontación con la nueva Junta, en abril de 2024 la cooperación militar entre ambos se ha dado por finalizada de manera unilateral por las nuevas autoridades. Tras meses de negociaciones sin llegar a un acuerdo para permitir la presencia de EE. UU. en Níger, el repliegue de las fuerzas estadounidense concluirá antes del 15 de septiembre de 2024, pese a sus reticencias e intentos de mantener esta base operativa. El decidido acercamiento a Rusia por parte de las nuevas autoridades han sido determinantes para este distanciamiento.

vos que supuestamente se realizaron. Esta posible intervención militar no contó con el apoyo de la Unión Africana, siendo Nigeria, principal promotor de esta operación, disuadida de emprender esta intervención militar.

En lo que respecta a Francia, tras fuertes tensiones diplomáticas, el gobierno aceptó retirarse militarmente del país el 24 de septiembre de 2023.

Tras el ascenso de los militares, al país nigerino se le ha impuesto duras sanciones por parte de sus vecinos de la CEDEAO169 , así como desde la UE, medidas que han tenido un fuerte impacto en una economía muy dependiente de las ayudas internacionales. Pese a este deterioro de las relaciones, la UE ha continuado mandando ayuda humanitaria a Níger a sabiendas de la delicada situación que atraviesa el país.

El malestar de los países vecinos no ha sido unánime, ya que las junta militares de Mali y Burkina Faso mostraron rápidamente su apoyo a los militares golpistas, ofreciendo ayuda en caso de intervención internacional.

Desde entonces, los tres gobiernos han avanzado hacia una mayor cooperación que ha culimando en una nueva organización regional denominada Alianza de los Estados del Sahel (AES). Inicialmente pensada para dar apoyo militar, esta tiene el objetivo de estrechar vínculos políticos y financieros, incluso abriendo la posibilidad de establecer una confederación unificada. La AES busca afianzar en el poder a las juntas firmantes frente a posibles intentos de derrocamiento que puedan sufrir. Los tres países han abandonado la coalición G5 Sahel, la cual ha quedado en proceso de desmantelación e inoperativa, así como han anunciado su retirada de la CEDEAO.

En lo que respecta a la seguridad, la situación se ha ido degradando desde agosto de 2023 de manera drástica, sufriendo el ejército nigerino duras derrotas y un número muy elevado de bajas a manos de la filial de Estado Islámico, denominada Estado Islámico del Sahel (EIS). Esta situación ha llevado a los militares a plantear excarcelaciones a prisioneros a cambio de la reducción de la violencia, aceptando los postulados que usaron para justificar el golpe de Estado contra Bazoum.

Los yihadistas afiliados a EIS se han acercado de manera peligrosa a Niamey, estableciendo controles en vías de comunicación, cobrando impuestos (conocido como el zakat ), realizando secuestros y asaltando prisiones consideradas de alta seguridad, fortaleciendo de esta manera sus filas con combatientes más radicalizados y comprometidos 170

El grupo Jama´at Nasr al-Islam wal Muslimin ha ido adquiriendo mayor protagonismo en Níger, pasando de protagonizar acciones de bajo impacto a asentarse en la frontera con Burkina Faso, expandiendo sus actividades en el oeste de Níger y realizando importantes ataques sobre las fuerzas de seguridad.

169 En los casos de Mali y Burkina Faso, la CEDAO no impuso sanciones a estos países que aún son miembros de la organización regional.

170 RFI. “Niger:les autorités recherchent toujours les évadés de la prison de Kotoukalé”12/07/2024.

Aunque Níger aún se encuentra lejos de las cifras de bajas de Burkina Faso, las víctimas se han elevado un 48% en el año 2023 respecto a 2022, produciéndose la mayoría de estas tras el golpe de Estado 171. La situación es especialmente preocupante en la región de Tillaberi. Estos datos demuestran una clara degradación de los niveles de seguridad desde el ascenso al poder del CNSP.

Con la degradación de la situación de seguridad, los desplazamientos internos de personas se han incrementado. De ser un país receptor de personas desplazadas de otros escenarios más inestables, Níger se ha convertido en otro lugar inseguro donde las personas buscan huir para vivir con seguridad.

A ello se suma que el país atraviesa una crisis económica agravada tras las sanciones internacionales que ha llevado a suspender algunos pagos a las tropas en el frente, lo que ha supuesto un malestar entre estas unidades. Además, se acusa a la junta de destinar a las mejores unidades a Niamey para así garantizar su propia seguridad, retirándolas de la primera línea de combate frente a los insurgentes que se concentra en la zona de la Triple Frontera.

El Ejército nigerino tiene una formación más eficiente que otros países vecinos pero escasez de personal, por lo que las situaciones de impago por la administración central así como los éxitos de los insurgentes han impactado directamente en la moral de las tropas, dándose frecuentes casos de insubordinación y temor a actuar en determinadas zonas.

Las fuerzas armadas de Níger, junto con la gendarmería, no llegan a 20.000 miembros, un número escaso si consideramos la dimensión del país172 Su doctrina y equipamientos están confeccionados para realizar operaciones móviles de largo alcance, por lo que carece de vehículos pesados y carros de combate.

En cuanto al Ejército aéreo, una de sus ventajas es que es la única fuerza armada regional que cuenta con aviones de transporte C-130 Hércules entre su equipamiento, aeronaves que fueron donados por Estados Unidos entre los años 2021 y 2023173 como parte del programa de ayuda del AFRICOM a países aliados en África. Este equipamiento le ha permitido prestar apoyo aéreo y de despliegue a países aliados como Mali, que carecen de esta capacidad. Junto a los aviones Hércules, Estados Unidos donó a Níger diversas aeronaves menores para transporte VIP y reconocimiento aéreo.

Níger cuenta con algunos aparatos de ataque ligero turbohélice Hürkus así como tres drones de procedencia turca. Otras aeronaves destacadas en su equipamiento son los helicópteros de ataque ligero Gazelle de procedencia francesa.

Estas donaciones muestran que, hasta el golpe de Estado de julio de 2023, Níger era considerado un aliado fiable para Occidente. La UE, cambiando su política hacia el Sahel, también había apro-

171 Africa Center for Strategic Studies. “Deaths linked to militant islamist violence in Africa continue to Spiral”. 29/01/2024.

172 Según la propia web del Ministerio de Defensa de Níger, el objetivo es pasar de 25.000 efectivos a 50.000 en 2025, con el propósito de llegar a los 100.000 componentes en 2030. Defense.gouv.ne.

173 Pérez Triana, Jesús Manuel. “Fuerza aérea de Níger: aeronaves y equipos de la ayuda estadounidense”. Osintsahel. 31/05/2024.

bado ayuda militar directa por valor de varios millones de euros174 Tras el alejamiento de Occidente, surgen dudas de cómo Níger podrá abordar el mantenimiento de su flota aérea.

Otro de los frentes yihadistas que afectan a Níger se sitúa a orillas del lago Chad. En este caso, las facciones que actúan en la zona son Boko Haram y terroristas leales al Estado Islámico en África Occidental (ISWAP). Sus acciones suelen ser puntuales, buscando el secuestro de personas, saquear poblaciones y ataques espontáneos a las fuerzas de seguridad. La respuesta militar en esta zona es complicada debido a las limitaciones de las fuerzas de seguridad, la dificultad del terreno y la división territorial del propio lago.

Para coordinar estos esfuerzos contra insurgentes, bandas armadas y el yihadismo, en 1994 se creó la Fuerza Multinacional Conjunta, de la que forma parte Níger, Chad, Nigeria, Camerún y Benín (MNJTF), una coalición que ha sido muy útil, pero cuyo modelo se ha querido imitar en otras circunstancias con resultados muy deficientes.

Una de las razones que pudo disuadir a Nigeria de liderar la intervención de la CEDEAO en Níger pudo ser el evitar una degradación de su propia seguridad y poder acabar con la cooperación militar que supone la fuerza multinacional en el lago Chad, una colaboración que resulta fundamental para contener los grupos insurgentes yihadistas que operan en el noreste de sus fronteras.

Recientemente, ha surgido otro grupo armado en Níger, pero sin vinculaciones aparentes con el yihadismo ni los grupos operantes anteriores. El denominado Frente Patriótico de Liberación llevó a cabo un importante ataque que dejó varias bajas entre fuerzas nigerinas y afectó de manera directa al proyecto de construcción del oleoducto que transporta petróleo desde Níger hacia Benin. Esta infraestructura es uno de los proyectos más importantes con los que cuenta el gobierno para lograr ingresos y su gestión la realiza una empresa de capital chino.

El Frente Patriótico de Liberación está formado por componentes de un círculo muy estrecho de fieles al presidente depuesto Bazoum. En el trasfondo de esta acción se encuentran los contratos para la explotación de dicho proyecto y el reparto de sus beneficios, en los que también están muy interesados la actual cúpula dirigente.

El mencionado oleoducto ha sido motivo de tensiones políticas entre Níger y Benin por el reparto de los beneficios y las cuotas de participación de cada país. Estos se solucionaron y en agosto de 2024 se exportaron los primeros barriles de petróleo.

En lo referente a los tráficos ilícitos, Níger es un actor clave en esta cuestión, ya que muchas de las rutas utilizadas por los traficantes de drogas y personas utilizan el territorio nigerino para sus

174 Europa Press. “Borrell anuncia 66 millones para Níger durante su viaje para reforzar la seguridad y el desarrollo económico”. 5/07/2023. Bruselas, Bélgica.

negocios. Al tener amplias fronteras con Libia, una de las principales bases migratorias hacia Europa, es habitual que las organizaciones criminales intenten alcanzar las costas de Libia a través de Níger.

La ciudad norteña de Agadez se ha convertido en un centro neurálgico de los traficantes de personas en el Sahel, contando en aquella ciudad con una importante estructura de la que se beneficia gran parte de la población local de estos tránsitos hacia Europa. La inmigración es un negocio rentable no solo para las organizaciones que transportan a las personas que pretenden alcanzar Europa, sino también para las poblaciones locales por las que transitan estas rutas.

Chad

Chad es prácticamente el último aliado que le queda a la UE en el Sahel, especialmente a Francia. Sin embargo, Chad tiene un papel menor en la estrategia de la UE para el Sahel del que tenía Níger, un país que contaba con un gobierno democrático y cuyas prácticas facilitaban un apoyo decidido europeo.

Chad se encuentra en otra posición geográfica, lejos de las costas atlánticas desde las que procede los tráficos drogas, no es un país con un elevado número de inmigrantes que buscan alcanzar Europa y no se encuentra tan afectada por la expansión de la insurgencia yihadista como otros países del Sahel. Su alianza con la UE es de menor importancia estratégica, aunque no por ello desdeñable, ya que Chad aún se mantiene fuera de la órbita rusa, cuenta con una importante riqueza mineral y puede ganar importancia como actor de futuro para volver a impulsar la política europea en la zona. Algunos países europeos como Hungría han estrechado los acuerdos de colaboración con Chad 175

Una de las principales características de Chad es su Ejército. A diferencia del resto de fuerzas armadas de sus vecinos, está más profesionalizado: cuenta con tropas instruidas, tienen capacidad de proyección, cooperan de manera muy estrecha con las fuerzas francesas y suman una amplia experiencia en combate con un equipamiento superior a sus vecinos.

Ahora, el Ejército arrastra una alta desconfianza por parte de la población. La corrupción está generalizada entre sus filas, se instrumentalizan las tropas para salvaguardar los intereses económicos de los altos mandos, se cometen abusos de autoridad con total impunidad y es muy poco representativo en su conformación a la diversidad comunitaria de la sociedad chadiana.

Los proveedores de armas de Chad son muy variados: destacan Francia, Emiratos Árabes, Israel, Turquía y Nigeria, quien está fomentando su propia industria militar con la fabricación de vehículos blindados. Chad también cuenta en sus arsenales con armas de origen soviético.

Se estima que el Ejército de Chad cuenta con entre 35.000 y 40.000 soldados. Sus fuerzas se caracterizan por una gran movilidad en terrenos como el desierto y los vehículos Toyota se han convertido en un símbolo para ellos. El recuerdo a que estos vehículos todoterrenos fueron funda-

175 Defence.hu/ MTI. “The security of Chad is in the interest of both Hungary and Europe”. 22/11/2024. Hungría.

mentales para vencer a las fuerzas acorazadas de Gadafi en la década de 1980 en la denominada Guerra de los Toyotas, lo que ha hecho que este vehículo de modelo pick-up (denominado “técnico” en el argot militar), sea un símbolo para las fuerzas armadas chadianas.

En lo que respecta a su fuerza aérea, el país cuenta con aeronaves de distintos proveedores rusos, italianos, chinos, estadounidenses y, más recientemente, turcos. Chad cuenta con varios aviones de tipo caza de origen ruso, una pequeña flota de aviones de carga y transporte, y ha adquirido diversas aeronaves turcas Hürkus, así como drones de la misma procedencia. Sus proveedores son diversos y no depende en exclusiva de una industria armamentística concreta, pero a su vez tener tantos socios complica el mantenimiento y formación de su personal militar.

El Ejército en Chad es considerado prácticamente la única institución funcional del país y ello ha sido gracias a Francia, que ha priorizado sus relaciones en el ámbito militar, considerándolo un aliado muy fiable para sus operaciones en África. Esto también ha ido en detrimento de otros servicios públicos, siendo Chad un país extremadamente precario en servicios básicos o capacidad económica.

Chad no solo ha ayudado a Francia en sus operaciones militares, sino que también ha dispuesto de importantes contingentes militares bajo el amparo de la ONU en sus misiones, siendo su fiabilidad mayor que la de otros países contribuyentes. Podemos decir que Chad ha hecho de su Ejército un instrumento de proyección y servicios para otros estados o entes internacionales que le han supuesto ingresos económicos, convirtiendo a sus fuerzas armadas, en cierta medida, en el motor económico del país junto a la explotación de recursos energéticos y minerales.

Otros actores extranjeros con los que Chad mantiene una fluida relación militar son Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. Con Estados Unidos las relaciones bilaterales no atraviesan su mejor momento y se especuló con que el gobierno de Chad podía solicitar la salida del país de un grupo de asesores militares estadounidense desplegados en una base militar176. Esta noticia hizo saltar las alarmas en Occidente, temiendo un acercamiento de Chad hacia Rusia que siguiese el patrón de otros países del Sahel, hecho que no se ha consumado.

Chad mantiene unas relaciones fluidas con Rusia, con quien tiene firmados varios acuerdos en diferentes ámbitos, pero muy lejos de la estrecha cooperación que se ha establecido entre el Kremlin y las juntas militares de los países vecinos. Chad parece apostar por un continuismo en sus relaciones exteriores, evitando caer en la polarización que se está viviendo en la región.

Respecto a la violencia yihadista, Chad está menos afectado que sus vecinos. Aunque de manera puntual se produzcan ataques a sus comunidades a las orillas del lago Chad y puestos militares, los grupos terroristas no se encuentran asentados ni controlan territorios relevantes en el interior de las fronteras de Chad.

176 Europa Press.”EE. UU. asegura que la cooperación con Chad crecerá tras las amenazas de la junta militar de expulsar a sus tropas”. Europa Press. 26/04/2024. Madrid.

Este país forma parte de la misión regional MNJTF, alianza formada por los países que comparten el lago Chad, cuyo objetivo es luchar contra la delincuencia organizada y los grupos yihadistas afianzados en las zonas ribereñas al lago 177. Su peso en esta organización es destacado y ha desplegado unidades en terceros países en el marco de esta cooperación militar. Además, Chad era uno de los cinco países que componía a la organización G-5 Sahel, la cual ha quedado inoperativa tras retirarse de ella Mali, Burkina Faso y Níger.

El país lo gobierna Mahamat Idriss Déby, hijo del anterior presidente Idriss Déby quien gobernó el país de manera autoritaria desde 1990 hasta abril de 2021, cuando murió en acciones de combate frente a grupos rebeldes en el norte del país.

Mahamat Déby convocó elecciones para el pasado mayo de 202, tras dos años de un proceso de transición que él mismo dirigió tras la muerte de su padre. En este proceso electoral lleno de deficiencias, Déby obtuvo más del 50% de los votos, con lo que se proclamó presidente civil y evitó acudir a la segunda vuelta. Las elecciones fueron calificadas de fraudulentas por gran parte de la oposición, haciendo un llamamiento al boicot de los comicios. Por su parte, la Comunidad Internacional denunció varias deficiencias en el proceso electoral, pero ha aceptado los resultados anunciados por la Agencia Nacional de Gestión Electoral.

Estos comicios han sido los primeros en celebrarse en la región tras la ola de golpes militares que afectaron a los países del Sahel.

La campaña electoral estuvo marcada por tensiones y por la violencia política, ya que el 28 de febrero uno de los principales líderes de la oposición llamado Yaya Dillo, dirigente del Partido Socialista Sin Fronteras, fue asesinado en la sede de su partido por las fuerzas de seguridad que lo acusaron de estar planeando un complot armado en el país. En el asalto a la sede de este partido murieron decenas de personas que se enfrentaron al régimen.

Este suceso empañó la convocatoria de las elecciones, dejando patente la debilidad del proceso electoral, sobre las que siempre existieron dudas sobre sus resultados y la legalidad del proceso.

Los resultados fueron bien recibidos en el seno de las fuerzas armadas, sobre las que existían dudas sobre si hubiesen aceptado unos resultados contrarios a Déby.

Durante el proceso de transición, Déby se comprometió a impulsar una mesa de diálogo con distintos grupos rebeldes, llamando al proceso “Diálogo Nacional Inclusivo y Soberano”. Con él busca disminuir las tensiones comunitarias, dar mayor espacio a minorías en el interior de las fuerzas armadas y proponer ocupar cargos públicos de alto rango a políticos opositores al régimen.

Los considerados grupos rebeldes de Chad están presentes en zonas fronterizas con Libia y Sudán. Aparte de sus acciones armadas, estos grupos recurren a acciones de pillaje y suelen involucrarse

177 RFI. “Tchad: l´arméeannonce avoir tue 70 terroristes de Boko Haram dans une operátion. RFI. 02/07/2024.

en actividades ilícitas, por lo que sirve al régimen como argumento para desprestigiar sus posiciones políticas. Estos grupos están en constante cambios de iniciales y pese a que se ha impulsado conversaciones de paz con ellos, suelen producirse escisiones y rechazos a cualquier acuerdo de paz por parte de algunos de estos grupos. Entre ellos destaca el grupo rebelde Frente para la Alternativa y Concordia para Chad (FACT).

A ello se une la inestabilidad generada por la guerra interna en Sudán. Pese a que el gobierno chadiano alega neutralidad de manera oficial, existen sospechas de que apoya a las fuerzas rebeldes denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), con quien el presidente tiene vínculos familiares.

Chad hace frontera directa con la región sudanesa de Darfur, la cual se encuentra inmersa en un conflicto permanente desde hace décadas, donde los crímenes contra la población civil han sido cometidos de manera sistemática y se han producido episodios de limpieza comunitaria.

En el conflicto de Darfur, el gobierno chadiano ha participado apoyando a grupos armados e incluso ha combatido a propios insurgentes chadianos que se han asentado en territorio de Sudán. En este avispero, tanto gobierno como grupos armados opositores, con constantes cambios de nombres y siglas, han actuado como actores proxys y mercenarios del propio gobierno de Sudán u otros grupos insurgentes, siendo constantes los cambios de alianzas y liderazgos.

Debido a la violencia en Sudán, son miles las personas que se han visto obligadas a huir a Chad, que acoge a un número muy importante de refugiados para un país con medios muy limitados. Se estima que podrían ser más de 300.000 personas los refugiados entre Sudán y otros países como la República Centroafricana 178

Respecto a la inseguridad en su frontera con Libia, este país siempre ha tenido un papel muy relevante para Chad. Desde Libia se produjo la última invasión extranjera que sufrió el país y han sido habituales las incursiones desde allí de grupos opositores en territorio chadiano.

Entre estas últimas incursiones se encuentra la protagonizada por el FACT que acabó con la vida del anterior presidente y padre del actual. Las fuerzas del FACT han participado en el conflicto libio junto a las fuerzas de Jalifa Haftar, jefe militar que controla el área de la Cirenaica y uno de los actores principales en el actual conflicto activo en Libia, contando entre otros con apoyo ruso.

En su frontera sur, Chad limita con la República Centroafricana, donde también ha intervenido de forma indirecta y ha podido protagonizar algunas acciones encubiertas contra el Grupo Wagner, el que tiene un papel muy activo en la República Centroafricana179. Además, Chad acusa a los contratistas rusos de prestar apoyo a los grupos rebeldes que operan en el interior del país desde el país centroafricano. En estas fronteras han sido comunes las luchas entre distintas comunidades y las disputas por la explotación del

178 Datos estimatorios de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.

179 Swissinfo.ch. “El gobierno de Chad acusa a mercenarios de Wagner de apoyar a grupos rebeldes”. 3/03/2023. Yamena, Chad.

territorio entre agricultores y ganaderos180. En las zonas fronterizas entre ambos países son habituales las acciones de pillaje, pero no suponen una amenaza de consideración para la estabilidad política de Chad.

Al igual que Chad se ve afectado por el conflicto en Sudán, también acoge a un número elevado de refugiados provenientes de República Centroafricana, que se estima que son aproximadamente 120.000 personas que han huido de la violencia que se vive en el país centroafricano.

En lo referente a los tráficos irregulares, en Chad destacan el tráfico de armas y drogas. La posición de Chad fronteriza con Libia y Sudán, dos fuentes de conflictos regionales en continua evolución y cambios de escenario con importantes arsenales militares, hace habitual que las redes de tráfico de armas utilicen Chad para abastecer otros conflictos como los yihadistas al oeste en el Sahel Occidental y al sur en República Centroafricana.

El tráfico de drogas también está aumentando. Tanto el hachís como la cocaína son más demandados en países de Asía y Chad sirve como lugar de paso para estas sustancias. Es habitual introducir las drogas por Chad para posteriormente transportarlas a Europa, sea vía Libia o Egipto, cuyos tráficos de drogas hacia los Balcanes está en auge.

Aunque la situación es muy volátil y cambiante, parece que el régimen de Déby hijo está consolidado en el poder pese a las recurrentes protestas sociales que se producen o la inestable situación en Sudán que le puede terminar afectando de manera directa.

Existen dudas sobre la intencionalidad de Déby de cumplir las promesas realizadas en el ciclo electoral e intentar poner fin a la violencia política, abriendo un verdadero proceso de reconciliación con la oposición. El periodo poselectoral puede suponer una ocasión única para que Chad se convierta en una pieza clave en la estabilidad del Sahel y un aliado privilegiado de Occidente en la zona.

n 6.5. LOS GRUPOS YIHADISTAS EN

EL SAHEL

El Sahel se sitúa en la periferia del mundo musulmán, un escenario menor con escaso valor simbólico desde el punto de vista religioso e histórico y alejado en este sentido de la Península Arábiga o el cercano Magreb. Su situación geográfica, lejos de los lugares sagrados del mundo islámico y de las primeras expediciones iniciadas por los primeros musulmanes, le han dado un valor menor en la conciencia compartida que tiene la umma , la comunidad musulmana.

Ahora, eso no quiere decir que la comunidad islámica del Sahel sea ajena a los problemas o cambios que puedan emerger en el mundo musulmán. Hechos como la proclamación del Califato Islámico en Oriente Próximo sirvió de motivación para los yihadistas en esta región, surgiendo una

180 RFI. “Tchad: au moins six morts dans des affrontements entre éleveurs et agriculteurs dans le sud du pays. RF. 05/07/2024.

filial de este grupo terrorista que declaró su lealtad al nuevo califato y puso al Sahel en la órbita de este grupo con objetivos globales. El caso más reciente de la victoria de los talibanes en Afganistán tampoco ha pasado inadvertido en la región saheliana.

Con los acontecimientos que se han producido en los últimos años, las organizaciones terroristas que lideran la yihad a nivel global como Al Qaeda o Estado Islámico han visto en el Sahel un escenario proclive para el asentamiento de sus ideas, favorecidos por una conflictividad que puede ser instrumentalizada en favor de sus intereses, una escasa presencia de los Estados, distintas oportunidades para financiarse y un área geográfica cercana a otros escenarios más atractivos para la causa yihadista como son el Magreb o, incluso, lugares de reivindicaciones históricas como Al-Ándalus ya en Europa.

El Sahel Occidental se ha convertido en el epicentro del yihadismo a nivel mundial. Según el Índice Global de Terrorismo elaborado por el Institute for Economics & Peace , en el Sahel se concentraron el 46% de las muertes producidas por terrorismo a nivel mundial.181

Se calcula que las acciones de los grupos armados terroristas afectan al 75% de Mali, mientras que en Burkina Faso los grupos armados terroristas cuentan con presencia estable en 11 de las 13 provincias burkinesas.

A diferencia de otros escenarios, muchos de los combatientes afiliados a los grupos terroristas en el Sahel no lo son por convicción, sino por ver una oportunidad de formar parte de una organización que garantiza la propia supervivencia. Existe un vínculo entre la pobreza y el radicalismo. Estos grupos necesitan cohesión, lealtad y disciplina, cualidades que los combatientes deben demostrar para beneficiarse de las acciones de la organización. Para ello hay que asumir los postulados yihadistas aceptando sus normas de conducta, unas condiciones que muchos jóvenes asimilan por pura necesidad, como alternativa a la pobreza y las escasas posibilidades de prosperar.

El grupo garantiza la manutención y ofrece la posibilidad de beneficiarse con los botines capturados, sacar rédito de las cabezas de ganados robadas, concertar matrimonios forzados, ganar estatus social así como ejercer la violencia sexual con total impunidad. Todo ello revestido de un mandato considerado sagrado mediante la aceptación de unos postulados religiosos que le garantizan una recompensa divina si caen en combate o aceptan ser mártires de Allah

Frente a estas posibilidades muchos jóvenes con escasas perspectivas de mejorar su calidad de vida, víctimas en parte del analfabetismo y el olvido de los gobiernos nacionales, se adhieren a estas nuevas corrientes que no se encuentran tan desprestigiadas como los organismos públicos que muchas veces están muy limitados.

Más allá de aquellos con necesidades económicas, otro foco de reclutamiento para los yihadistas son las denominadas falsas escuelas coránicas. En ellas caen muchos jóvenes en situación de

181 GCERF.org> Mali.

desamparo que son instrumentalizados por sus maestros, conocidos como marabout . En ellas hay un abuso sistemático hacia estos niños, en las que en muchas veces son esclavizados y posteriormente reclutados para la yihad . Estas escuelas están muy extendidas por gran parte de África Occidental, siendo muy favorecidas por el descontrol demográfico y la pobreza182

El Sahel tiene ya un papel central en la estrategia de los grupos yihadistas, siendo desplazadas sus acciones y mayor influencia desde escenarios como Irak o Siria a África. Ello podría ser una nueva plataforma para atacar objetivos más ambiciosos y que causen mayor impacto global con la consiguiente notoriedad que logran para su causa.

Actualmente, las dos principales organizaciones yihadistas que actúan en el Sahel son Jama´at Nasr al-Islam wal Muslimin y Estado Islámico del Sahel, la primera filial de Al Qaeda y la segunda de Estado Islámico. Aunque sus acciones están enmarcadas en un escenario concreto de yihad regional, basándose sus motivaciones y capacidad de adhesiones en razones de tipo local, no se puede descartar acciones en el exterior de África siguiendo las pautas de la matriz.

Aunque por el momento los grupos yihadistas que operan en el Sahel no tengan la capacidad para atacar a Occidente y su agenda es de tipo local, estas acciones exteriores no se pueden descartar para llamar la atención de un escenario donde se pueda combatir por la yihad global.

6.5.1. EL GRUPO TERRORISTA JAMA´AT NASR AL-ISLAM WAL MUSLIMIN (JNIM).

El Grupo de Apoyo al Islam y los musulmanes (JNIM) es la principal amenaza armada a la que se enfrentan los gobiernos del Sahel, siendo su capacidad operativa muy relevante en Burkina Faso y Mali. Se calcula que el 81% de la violencia yihadista ejercida en el Sahel está protagonizada por JNIM.

Bajo las siglas de JNIM se encuadran varios grupos terroristas que se unieron a esta alianza en 2017, actuando como filial de Al Qaeda en el Sahel183 . Como germen de este grupo e impulsor de esta unión se encuentra Al Qaeda de Magreb Islámico (AQMI) que, tras fracasar en su intento de asentarse en territorio argelino, vio en el Sahel una oportunidad para la expansión de la yihad global.

Con la creación de JNIM se buscó la adhesión de musulmanes locales que no fuesen de origen árabe o magrebíes que eran mayoritarios en el grupo AQMI, buscando una mayor integración en la población civil y ser concebidos como un grupo de carácter autóctono sin diferencias comunitarias. Bajo sus siglas han sido capaces de unir a combatientes de diferentes comunidades, desde árabes a tuareg, fulanis, songhais, hausa o bambaras.

182 Rodríguez González, Patricia. “Las falsas escuelas coránicas, la tragedia de la explotación infantil en África Central y Occidental”. IEEE. 4/05/2017.

183 Ansar Dine, al-Morabitum Katiba, Al Qaeda del Magreb Islámico y el Frente de Liberación de Macina, son los grupos terroristas que quedaron encuadrados bajo JNIM. Posteriormente, se unió el grupo local burkinés Ansarul Islam.

JNIM actúa de manera descentralizada en varias katibas , batallones,184 que actúan de manera autónoma con varios líderes locales a la cabeza, pero compartiendo objetivos comunes, ideología, procedimientos y lealtad a los postulados de JNIM y su líder, Iyad Ag Ghali185. Esta descentralización permite al grupo tener varios frentes abiertos y sostenido contra los gobiernos, dividiendo a las frágiles fuerzas locales.

Entre sus células autónomas destaca en sus acciones la katiba de Macina liderada por el terrorista Amadou Koufa. Esta es la que más combatientes agrupa y cuyas acciones muestran una gran fuerza del grupo, realizando acciones transfronterizas que abarcan desde los alrededores de Bamako, amplias zonas de Burkina Faso y un incipiente presencia en zonas fronterizas de Togo y Benín. A pesar de la descentralización y los objetivos locales que pueda tener cada katiba , cada vez son más habituales las operaciones coordinadas y con un alto impacto sobre sus objetivos.

JNIM concentra sus acciones principalmente en la zona central de Mali, la provincia norteña de Tombuctú y por todo el territorio de Burkina Faso. También está consiguiendo asentarse en el oeste de Níger y son habituales sus acciones zonas fronterizas con países de África Occidental, donde están intentando infiltrarse en las comunidades religiosas más que en realizar acciones armadas. Pese a esta estrategia, han llevado a cabo ataques en Costa de Marfil, Togo y Benín.

JNIM rivaliza con la filial de Estado Islámico en el área de la Triple Frontera. En la primavera de 2020 los enfrentamientos entre ambos tuvieron una gran intensidad y el Estado Islámico se impuso sobre JNIM en esta área. Hasta entonces, ambos grupos habían mantenido una relación de ambivalencia, lo que facilitó su expansión, ya que evitaban desgastarse en enfrentamientos propios.

Actualmente, hay líderes de ambos grupos que están coordinando una distensión de esta rivalidad, pudiéndose dar ciertos acercamientos y cooperación entre los dos grupos armados como un movimiento en respuesta a las nuevas alianzas de las juntas militares.

A diferencia de la filial de Estado Islámico, JNIM se quiere presentar como un grupo más pragmático donde la implantación de la sharia más rigurosa la plantea a largo plazo, alzándose como un modelo de gobernanza islámica. El grupo yihadista se interesa por los problemas locales e instrumentaliza los conflictos comunitarios en su favor, como en el caso de los fulanis, acusando a los gobiernos locales de los posibles agravios que sufra esta comunidad de carácter nómada y dedicada a la ganadería.

JNIM centra su actividad armada en objetivos militares y gubernamentales, pero también recurre al terrorismo, los secuestros y asesinatos para aterrorizar a la población que no acepta sus

184 Su traducción en árabe es brigada, aunque podemos concebir este concepto como subgrupos 185 Iyad Ag Ghali es un histórico líder tuareg que tras su paso por Arabia Saudí en los años 90´abrazó los postulados wahabitas y, posteriormente, xtas. Ha sido líder de Ansar Dine uno de los grupos que protagonizaron la sublevación de Azawad en 2012 y manteniendo sus acciones hasta la conformación de JNIM. A partir de este momento, en marzo de 2017, donde juraría por aquel entonces lealtad al líder de Al Qaeda Al Azawahiri, se alzó con el liderazgo de JNIM..

postulados o pagos a realizar, posicionándose como la única alternativa real para garantizar su seguridad. Estas amenazas a las que se une la incapacidad de los gobiernos locales terminan por conseguir que algunas comunidades cedan a sus posiciones, aceptando su presencia para evitar sus atentados y rechazando la presencia de las fuerzas de seguridad. Estas decisiones provocan en muchas ocasiones una respuesta desproporcionada de las fuerzas de seguridad, que acusan a la población de cooperar con los yihadistas.

El objetivo de JNIM es emerger como una alternativa gubernamental aún precaria, procurando controlar a la población, recaudar impuestos, el zakat , ejercer obras de caridad, realizar mediaciones entre disputas comunitarias e impartir justicia. Mientras tanto, prohíbe la educación occidental, impulsa la creación de escuelas coránicas, excluye a la mujer de la vida pública y controla los hábitos de vestimenta.

La mayoría de la financiación del grupo JNIM procede del zakat186; los peajes que cobra a las mercancías en los territorios que controla, incluidos de los tráficos ilícitos de personas, drogas y armas; el robo de ganado y su comercio; y los secuestros y coacciones sobre la población local.

Su participación en los tráficos ilícitos le da un carácter de amenaza híbrida, donde es difícil delimitar qué acciones tienen un carácter puramente militar y cuáles persiguen un objetivo económico. En las propias actividades criminales, ya sea el contrabando, el robo de ganado o las coacciones a la población civil, reside la pura supervivencia de la organización.

El secuestro de occidentales ha sido otra de las fuentes de ingreso habitual de los grupos terroristas en el Sahel, pero la inseguridad ha hecho que sea muy escasa la presencia de extranjeros en la zona, dificultando la posibilidad de contar con rehenes.

La propaganda es otro de los elementos básicos en la capacidad de reclutamiento de JNIM y la persuasión que se pueda ejercer al enemigo, potenciando en los últimos años esta capacidad. JNIM reivindica sus acciones a través de su canal oficial Az-Zaqalla, difundiendo mensajes, ataques o actividades de proselitismo religioso. La muestra de fuerza, la preparación de un ataque, los rezos de un terrorista suicida o las imágenes de materiales capturados también son habituales en este medio. En su difusión y grabación se observa una mayor sofisticación, siendo habituales las grabaciones con drones.

JNIM usa un lenguaje atemporal en sus mensajes, como es común en los grupos islamistas, ensalzando momentos de auge político y religioso que tuviesen importancia histórica desde la óptica islámica. En el caso del Sahel, se resalta el papel histórico del Califato islámico de Sokoto, el Imperio de Macina o Al Ándalus como referentes históricos idealizados que fueron arrebatados y deben ser restablecidos por los yihadistas actuales.

186 El zakat es uno de los 5 pilares de la religión islámica. En este caso, JNIM lo ejerce como un tributo que tiene que pagar la población con el fin de pagar a sus combatientes y mantener su capacidad armada.

A finales de 2023, el líder de este grupo, Iyad Ag Ghali, realizó una aparición pública, realizando un análisis actual de la situación que se vive en el Sahel Occidental, amenazando a los gobiernos locales y las tropas rusas y denunciando sus supuestos abusos sobre civiles. El jefe llamó a unirse a la yihad y renunciar a cualquier reivindicación territorial que no sea la conformación de un Emirato propio dentro de un Califato islámico global. Este mensaje es una demostración más de la fortaleza de JNIM en el Sahel.

Sobre Iyad Ag Ghali pesa una orden de detención emitida en junio de 2024 por el Tribunal Penal Internacional por ser autor e instigador de crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos entre los años 2012 y 2013 en el norte de Mali.

6.5.2.

ESTADO ISLÁMICO DEL SAHEL (EIS)

Estado Islámico de Sahel (EIS) es el segundo grupo armado yihadista en el Sahel por número de combatientes, capacidad organizativa y zonas de presencia. En 2023 se le adjudicó un 7% de las acciones terroristas cometidas en el Sahel.

El origen de EIS se encuentra en el Movimiento para la Unificación de la Yihad en África Occidental (MUYAO), un grupo yihadista menor que se caracterizó en sus inicios por el secuestro de occidentales y controlar la ciudad de Gao en 2012 durante la rebelión de Azawad. A diferencia de AQMI, cuya base comunitaria estaba conformada por magrebíes, árabes y tuaregs, MUYAO estaba principalmente formado por combatientes de raza negra, principalmente fulanis, songhais y bambaras, pero su liderazgo lo ejercía el magrebí Abu WalidAl-Sahaouiri. Esta base comunitaria diversa le facilitó la integración y asimilación en muchas áreas en las que se ha implantado el grupo.

La filial de Estado Islámico comenzó a operar en el Sahel en mayo de 2015, cuando Abu Walid Al-Sahaouiri realizó un juramento de lealtad al autoproclamado califa Al Bagdadi pasando MUYAO a llamarse Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS).

En la estrategia de ambiciones globales de Estado Islámico se anima a todos los musulmanes del mundo a unirse al nuevo proyecto, sometiéndose a las leyes de Alá bajo su riguroso criterio. Para ello animan a impulsar sublevaciones armadas en los diferentes lugares del mundo con población musulmana, lo que provoca que numerosos grupos armados locales de índole yihadistas o islámica se aprovechen los éxitos del grupo, le juren lealtad y se conviertan en wilayats , provincias, del nuevo califato.

Muchos de estos juramentos han sido aceptados y otros han pasado desapercibidos para la organización central de Estado Islámico, como sucedió en un inicio con la declaración de fidelidad de MUYAO. En aquel momento, MUYAO estaba muy debilitado y era un grupo menor dentro del contexto del Sahel. Hasta 2016 no reclamó su primer ataque bajo las siglas de EIGS.

Posteriormente, el grupo comenzó a realizar ataques de mayor envergadura y se consideró por parte de la central un grupo menor bajo la wilayat de Estado Islámico para África Occidental (ISWAP),

pero con áreas geográficas diferenciadas187. La relación de EIGS con ISWAP y la estructura central de Estado Islámico era muy difusa, sin que se pudieran establecer conexiones directas.

En 2017, EIGS ganó fama internacional al acabar con la vida de cuatro soldados de Estados Unidos tras una emboscada en la localidad de Tongo en Níger. Este hecho y posteriores acciones armadas le fueron dotando a EIGS de mayor protagonismo e integración en la estructura central de Estado Islámico, así como un mayor protagonismo en sus medios de propaganda.

Tras dar muerte a Al-Sahaouiri las fuerzas francesas188 en agosto de 2021, el grupo no cesó en sus actividades. Al igual que en casos similares, el descabezamiento de estas organizaciones no influye en su capacidad operativa. A pesar de realizar sus juramentos de lealtad a los nuevos califas que se van sucediendo en el liderazgo de Estado Islámico, el líder local se encuentra en el anonimato y las reivindicaciones de ataques son realizadas por líderes locales menores 189

Viendo el potencial del grupo, en marzo de 2022 se le reconoció el estatus de wilayat de Estado Islámico. Esto se hizo debido a sus acciones en la región, las posibilidades que se le ofrece en la debilidad saheliana y con objetivo de centrar los objetivos en un área en concreto. Fue entonces cuando el EIGS pasó a denominarse Estado Islámico del Sahel (EIS).

Una demostración de esta mayor importancia es su papel protagonista en las publicaciones de Estado Islámico a través de medios afines a esta organización como el semanario Al Naba o el canal propagandístico oficial Amaq, donde las acciones de EIS tienen un papel central. En estas publicaciones se publicitan sus ataques y ejecuciones. La brutalidad de EIS es un elemento diferenciador de este respecto a otros grupos, siendo el uso de la violencia extrema unas de sus principales herramientas de atracción.

Tras imponerse a JNIM en 2020 en las áreas de la Triple Frontera, este grupo se ha hecho fuerte en este lugar, siendo sus acciones muy cercanas a la ciudad maliense de Menaka y Gao. En Burkina Faso está presente en la provincia de Oudalan. También ha realizado operaciones en Nigeria, Benín y Argelia, donde intentó establecer vínculos con combatientes de Estado Islámico en Libia y simpatizantes argelinos.

En lo que respecta a Níger, su presencia se expande por la región de Tillaberi, Tahoua, Diffa y en los alrededores de la capital. Desde el ascenso de la junta militar de Níger y el fin de las políticas de distensión aplicadas por Bazoum, el grupo ha realizado importantes ataques en este país, provocando un número muy elevado de bajas en las filas del ejército nigerino y capturando a un número no determinados de militares190

187 ISWAP es una escisión de Boko Haram que se unió en 2015 a Daesh. Se considera la filial con mayor número de combatientes de Daesh y mortalidad, siendo su zona de influencia Nigeria y áreas cercanas al lago Chad.

188 Durante la Operación Barkhane se dio prioridad a atacar a EIGS por encima de cualquier otro grupo armado.

189 En abril de 2024 fue abatido por fuerzas locales en Mali el terrorista Abou Houzeifa, alias Hugo, considerado el sucesor de Al-Sahaouiri y por quien estados Unidos ofrecía 5 millones de dólares por su neutralización.

190 Wycliffe, Muaia. “Attaque au Niger: Des assailants tuent des dizaines de soldats dans le raid le plus meurtrier depuis le coup deÉtat”. BBC. 4/10/2023.

Esto ha puesto en alerta al nuevo gobierno, que estaría dispuesto a ceder a determinadas pretensiones del grupo. Los desvíos de fuerzas en este frente en favor de la consolidación de la nueva junta o el temor a una posible intervención de la CEDEAO hizo que parte de los elementos mejor preparados del Ejército nigerino fueran destinadas a escenarios lejos de las áreas de influencia de EIS, lo cual ha favorecido sus acciones.

EIS se caracteriza por tener postulados aún más radicales que JNIM, sus acciones son más indiscriminadas protagonizando numerosas matanzas y no da prioridad a un objetivo militar sobre uno civil, siendo ambas acciones de similar importancia en sus métodos de lucha. En sus acciones cuenta con menor sofisticación que JNIM, al carecer de sus medios, combatientes y experiencia de instructores extranjeros para mejorar la sofisticación de sus ataques.

Respecto a la población civil son más intransigentes, realizan castigos públicos aplicando de manera más severa la sharia. Al igual que JNIM, se financia con la recaudación del zakat, la participación en los tráficos ilícitos, la explotación de minas artesanales, los secuestros y el comercio de ganado, que tras ser robado es vendido más barato, por lo que afecta a la población y arruina a los ganaderos locales.

n 6.6. LOS TRÁFICOS ILÍCITOS EN EL SAHEL

La ubicación geográfica del Sahel y la debilidad estatal no ha pasado inadvertido para las organizaciones criminales de carácter transnacional, que han establecido en esta área una red de contacto e influencia para expandir sus negocios. Esta expansión en el Sahel del crimen organizado preocupa especialmente en Europa, que observa como los tráficos ilícitos se han establecido en esta región y su contención es cada vez más complicada.

En un contexto de economías muy frágiles, desestructuradas, sumergidas, con un escenario complicado para las iniciativas privadas y donde se ha encarecido las condiciones de vida, el terrorismo y el crimen organizado se han convertido en alternativas económicas para la población saheliana.

Hay que entender que en el Sahel Occidental lo que pueden ser actividades ilícitas desde la óptica de la legalidad internacional son actividades totalmente aceptadas por las comunidades locales, que consideran estas actividades parte de sus economías y forma de vida desde hace siglos. Los tráficos de mercancías siempre han sido motor económico de la región. En un pasado fueron el oro o los esclavos y actualmente son las drogas y de nuevo las personas, esta vez migrantes.

La aceptación complica su control por parte de las autoridades locales que evitan entrar en conflicto con la población y asumen que estos negocios son parte de la economía local, suponiendo en muchos casos la única opción de supervivencia y la opción de prosperar en algunas áreas. Además, estas organizaciones se benefician de una importante corrupción endémica entre las autoridades.

Los principales tráficos ilícitos de especial impacto para la seguridad global y que atraviesan el Sahel son el tráfico de drogas, armas y personas.

6.6.1. EL TRÁFICO DE DROGAS EN EL SAHEL

La posición geográfica del Sahel como nexo entre el Magreb, el África Subsahariana, América del Sur y Oriente Próximo, así como la cercanía a Europa, le dan al área una especial importancia estratégica para el tránsito de drogas que aumenta cada año.

Entre este tráfico de droga sobresale el de cocaína, cuyo destino final principal se encuentra en Europa. En los últimos años, la demanda de cocaína se ha disparado en el este de Europa y en Asia, por lo que esta creciente demanda ha dado mayor importancia al Sahel como una ruta de abastecimiento para estos nuevos mercados. Además, cada vez es más habitual que parte de esta mercancía se quede en la propia África.

Un ejemplo de este aumento del tráfico de cocaína en la zona es el número de incautaciones de las fuerzas de seguridad locales. Estas han pasado de 13 kilos de cocaína en el año 2013 a 823 kilos en el año 2022, según la Oficina de Naciones Unidas Contra el Crimen Organizado, una cantidad considerable teniendo en cuenta las limitaciones estatales191

La cocaína llega a África procedente de América del Sur, introduciéndose por los puertos africanos y sus costas. La labor es fácil debido a la escasa vigilancia y la corrupción de los entes estatales. Entre los países a los que llega esta cocaína se encuentra Nigeria, Costa de Marfil, Togo, Guinea-Bisáu y Benín. La mercancía pasa posteriormente por el desierto con el objetivo de llegar a Libia, Argelia o Egipto, países que cuentan con acceso al Mediterráneo y las costas europeas.

Esta elección de ruta y no vía los países de África Occidental se debe a la difícil orografía de los países costeros, con amplias zonas selváticas y zonas pantanosas, así como la escasez de rutas seguras. Las zonas desérticas necesitan un mayor conocimiento del terreno, pero su transporte es más rápido.

El yihadismo y su relación con el tráfico de drogas es confuso, pero existe. No es casual que el aumento de las zonas bajo control de los grupos yihadistas sea paralelo a un aumento del tráfico de drogas en estas áreas. Los grupos armados se benefician de este tránsito cobrando peajes a las organizaciones criminales y garantizando así un paso seguro por las áreas que controlan. Yihadistas y traficantes no comparten objetivos, pero obtienen un beneficio mutuo de esta relación.

La presencia de los insurgentes en las áreas rurales, el conocimiento de las rutas transaharianas y el control que mantienen de las escasas vías de comunicación hacen de su relación una necesidad. Esta disposición sobre el terreno y el hostigamiento a las fuerzas de seguridad, que quedan recluidas en los núcleos urbanos, facilitan estos tránsitos con escasa oposición.

Los yihadistas con estas acciones funcionan como una insurgencia de carácter delincuente, muchas veces concentradas e interesadas en garantizar el control de las vías de comunicaciones

191 Estas cantidades son el conjunto de incautaciones realizadas en Mauritania, Mali, Níger, Burkina Faso y Chad.

más que en tomar el control de núcleos urbanos a los que asedian, pero no acceden. Con ello concentran los esfuerzos de las fuerzas de seguridad en controlar los núcleos urbanos, pero desgastan a las autoridades y presionan a los habitantes para que se plieguen a sus intereses.

El tráfico de hachís o resina de cannabis es menos lucrativo que el tráfico de cocaína, pero se encuentra en pleno crecimiento. En este caso, el hachís procede de Marruecos transitando por el Sahel con el objetivo de suministrar a los mercados en Oriente Próximo y África Subsahariana. Las incautaciones de hachís en 2021 supusieron un récord de toneladas incautadas, en su mayoría en Burkina Faso, Mali y Níger, los países con mayor presencia yihadistas192. Los datos muestran la alineación de intereses entre el crimen organizado y la preferencia de mover la mercancía ilícita por zonas con mayor presencia de yihadistas.

En este tipo de negocio hay que enmarcar el comercio de medicamentos falsos que circulan por el Sahel, suponiendo una amenaza directa para la propia población, siendo un negocio muy lucrativo para las organizaciones criminales. En este tipo de negocios están implicados en su mayoría funcionarios públicos que introducen estos medicamentos en el tránsito regular de medicinas. En países donde la asistencia sanitaria es prácticamente nula, mucha población recurre a estos medicamentos falsos que suponen un 50% de las medicinas presentes en las cadenas de suministros, en las que son imposible diferenciar de los legales.

Estos medicamentos llegan desde Bélgica, Francia, China, India o a través de África Occidental. Este no es un problema concreto del Sahel, sino que se extiende por gran parte de África provocando la muerte de miles de personas 193

6.6.2. EL TRÁFICO DE ARMAS

La cantidad de armas acumuladas en África durante la Guerra Fría, así como la conflictividad propia del continente, ha hecho que el tráfico de armas sea un negocio muy lucrativo en África.

Particularmente en el Sahel, la caída de Gadafi en Libia supuso un aumento exponencial de este negocio. El dictador había acumulado gran cantidad de armas durante la década de 1980, suministradas en mayor parte por la Unión Soviética. Su temor a ser invadido por países occidentales, el amparo que prestó a grupos terroristas y su política intervencionista en terceros países forjó una política de rearme continuo.

Tras su caída, los arsenales fueron saqueados y miles de armas cayeron en manos de traficantes de armas que la pusieron en mercado, siendo muchas de ellas vendidas a grupos terroristas, organizaciones criminales, delincuentes comunes o milicias de autodefensas, favoreciendo el aumento de la violencia.

192 AFP. “In the Sahel, drug trafficking thrives thanks to armed groups”. Africanews.27/06/2023.

193 Se calcula que en 2022 fallecieron 267.000 personas a causa del consumo de medicamentos falsos. Africa Renewal. “Fake medicines kill almost 500.000 sub-Saharan Africans a year: UNODC report”. UN news. 1/02/2023.

En este tipo de tráfi cos, los yihadistas también se han visto benefi ciados no solo por adquirir armas, sino por permitir el tránsito por zonas bajo su control de estas armas, favoreciendo a la inseguridad regional, lo cual benefi cia a sus intereses y desgasta a los gobiernos nacionales.

Además, los terroristas también actúan como trafi cantes de armas. Los yihadistas, en sus acciones contra los Ejércitos, logran en numerosas ocasiones capturar importantes números de armas con las que no solamente se rearman, sino que también las venden para fi nanciarse.

La situación de confl icto en Sudan genera el temor a que pueda suceder una situación similar a la vivida en Libia que pueda provocar que una gran cantidad de armas sean puestas en circulación en el mercado negro, preocupa a los países limítrofes en el Sahel Oriental y la comunidad internacional.

6.6.3. EL TRÁFICO DE PERSONAS

Según el Índice Global de Crimen Organizado de 2023 194 , el tráfico de personas es la actividad criminal que más afecta a África, creciendo cada año más esta práctica delictiva.

Esta actividad es la que más preocupa en Europa, ya que la cuestión migratoria provoca fuertes discrepancias políticas entre los socios europeos, siendo esta política una de las que más divisorias dentro de la UE.

Aunque históricamente África es un continente con constante flujo de migración y refugiados, el número de estos en los últimos años ha aumentado de manera exponencial. Nunca en África había existido tantos refugiados y la parte que afecta a Europa es mínima si atendemos al número de inmigrantes internos del propio continente.

Los tráficos de personas en el Sahel se han convertido en un negocio extremadamente lucrativo para las organizaciones criminales que facilitan el paso de estas personas por los distintos territorios y la posibilidad de alcanzar Europa, siendo cada vez mayor la demanda de estos servicios.

Estas organizaciones transportan a estas personas a un viaje por diferentes etapas en las que las organizaciones facilitan el paso por determinados lugares en unas condiciones muy precarias, sucediéndose continuas violaciones de los derechos humanos. Estas organizaciones no actúan de manera unificada y no cubren todo el trayecto, sino que son diferentes mafias las que van facilitando el viaje al inmigrante en las diferentes zonas que controlan de manera local.

El tráfico de personas es un negocio en el que ambas partes ven cumplidos sus objetivos. Por una parte, las organizaciones criminales reciben pagos por el transporte y estas personas se acercan a sus objetivos. En muchas ocasiones, los migrantes no pueden hacer frente al pago exigido por los delincuentes, por lo que terminan siendo víctimas de la organización criminal

que les iba a facilitar el tránsito. Estas personas pasan a ser víctimas de la esclavitud, la violencia, los abusos sexuales y pueden ser vendidas a otras organizaciones que se dedican al tráfico de tratas o ser sometidos trabajos forzosos hasta que paguen la supuesta deuda, objetivo que no logran alcanzar siempre.

En el caso del tráfico de personas es importante señalar que muchas víctimas no tienen esa percepción. Al contrario, pueden considerar a las organizaciones criminales como facilitadoras de su objetivo: simplemente conciben que le prestan un servicio a cambio de un pago, sin valorar que se conviertan en pura mercancía, pudiendo ser víctimas de múltiples delitos.

A diferencia de otros tipos de tráficos ilícitos, en el de personas el individuo es el bien comercial con el que se trafica, por lo que los canales de controles que las propias organizaciones criminales realizan son menores, ya que si alguna persona fallece, es detenida por las autoridades o no logra su objetivo, no supone ningún coste para la organización. Ello supone un menor coste económico para los delincuentes, menores riesgos de pérdidas económicas, poca inversión, menor dependencia con otras organizaciones en cuanto a la mercancía que se transporta, poca presión policial en comparación con otros negocios ilícitos, mayor facilidad de evadir consecuencias penales y una mayor rentabilidad en cuanto a beneficios económicos.

El Sahel ha cobrado una gran importancia en este negocio, no solamente por ser un área emisora de migrantes, sino por ser zona de paso obligatorio para muchas personas de origen subsahariano que deben atravesar el Sahel si pretenden llegar a Europa. Libia, Argelia, Mauritania, Senegal y Marruecos son los últimos destinos africanos a los que debe llegar el migrante que pretenda alcanzar las costas europeas a través de Italia o España.

Paralelamente a estas rutas migratorias, se ha conformado toda una red de logística para facilitar estos pasos. El avituallamiento de combustible y alimentos ha dado lugar al surgimiento de una actividad económica que se beneficia de este tipo de tránsito, siendo un negocio muy lucrativo en zonas de paso obligado de estas rutas Es decir, el tráfico de personas beneficia a parte de la población local.

Además, no solo los locales se benefician de manera directa de este tránsito. Los inmigrantes son fuentes de ingresos para los gobiernos locales que se benefician en la obtención de divisas extranjeras necesarias para comprar determinados productos en el mercado internacional. La corrupción, muchas veces consentida y admitida, también obtiene rédito en el tráfico de personas, beneficiando a un sector importante de los funcionarios públicos.

Determinados gobiernos ven un negocio en este tipo de tránsito, además de una forma de aliviar sus maltrechas economías locales y la conflictividad por unos recursos cada vez menores para una población muy joven en continuo crecimiento. La migración no supone un grave problema interno, sino una manera de aliviar la presión demográfica y económica. Incluso, algunos Estados pueden recibir ayuda financiera de terceros países para controlar estos flujos, por lo que pueden suponer una fuente de ingresos para unas arcas públicas en una situación muy precaria.

La inmigración es un asunto muy instrumentalizado a nivel global que presenta un serio desafío en el Sahel ante unos recursos naturales cada vez más menguantes, un aumento demográfico exponencial, el aumento de la inseguridad y los efectos del cambio climático que afectan especialmente a la zona.

capítulo 7 Papel de la UE en la resolución de conflictos en la zona.

El

caso particular de España y Francia

Anastasia Herranz

La UE siempre ha mantenido una relación especial con África, particularmente con la región del Sahel y los Estados que la componen. Una de las primeras estrategias de la UE para una región concreta del mundo fue para el Sahel en el año 2011.

Desde hace décadas, el Sahel se enfrenta a crisis multidimensionales —terrorismo, conflictos internos, crisis alimentarias y humanitarias, efectos del cambio climático, debilidad institucional o golpes de Estado, entre otras—, que repercuten inevitablemente en la estabilidad y seguridad de la UE. Desde antes incluso de su estrategia de 2011, la institución comunitaria europea trata de apoyar a los Estados sahelianos y ofrecer respuestas con su cooperación a los numerosos desafíos políticos, económicos y sociales a los que se enfrenta esta región, que muchas veces son el trasfondo de la conflictividad.

Sin embargo, la aproximación a esta región africana, así como las prioridades de la UE, han evolucionado a lo largo de los años. Si al principio la relación se basaba en la ayuda al desarrollo y la liberalización comercial, con los años la seguridad, la lucha contra el terrorismo, la resolución de los conflictos y la regulación de los flujos migratorios se han convertido en los ejes principales de la cooperación europea.

A día de hoy, además de los retos internos de la región saheliana, la UE debe aceptar la competición internacional, liderada por China y Rusia, para colaborar con la seguridad de los países del Sahel y, de esta forma, posicionarse como socio preferente en la resolución de conflictos. En este contexto, la UE tiene el reto de garantizar que los vínculos creados hasta ahora con el Sahel persistan en el tiempo. Para conseguirlo, la relación debe adecuarse a las nuevas circunstancias, lo que, obligatoriamente, implica la revisión de su estrategia.

En el seno de la UE, destacan particularmente dos países por su implicación directa en la región del Sahel. Por un lado, Francia, por su larga relación histórica con la región; y, por otro, España tanto por su proximidad geográfica como por ser, desde hace años, el principal contribuyente a las misiones militares y civiles de la UE.

n 7.1. LA APROXIMACIÓN A LA REGIÓN DEL SAHEL DESDE LA UE

La política exterior de la UE se ha desarrollado a partir la aprobación y entrada en vigor del Tratado de Maastricht (1992), que marca el nacimiento de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la UE195

Con esta política común, la UE reglamenta su actuación en el exterior de sus fronteras, además de consolidar sus principios y objetivos en las sucesivas revisiones del Tratado de la Unión Europea196. En este sentido, el Tratado de Lisboa de 2007, que entra en vigor en 2009, crea la figura del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE)197. Este dota a la UE de una Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) como elemento integral de la PESC198 Es en el marco de esta PCSD que se desarrollan las operaciones civiles y militares de la UE.

Recientemente, la UE ha aprobado además su Brújula Estratégica, mediante la cual espera reforzar su política de seguridad y defensa hasta 2030, con el objetivo y compromiso de convertir a la organización comunitaria «en un proveedor de seguridad más fuerte y más capaz» 199

7.1.1. LA UE Y ÁFRICA

Las relaciones entre los países del continente africano y Europa se han mantenido a lo largo de su historia bajo distintas formas, antes incluso de la creación de la UE tal y como la conocemos en la actualidad. En un principio, los objetivos principales eran la ayuda al desarrollo y la liberalización comercial —basada en distintos principios, primero el acceso preferencial y después la igualdad entre las partes—. Sin embargo, la paz y la seguridad en África se han impuesto como prioridades en las relaciones entre ambos continentes, hasta provocar la consolidación del discurso que sitúa a África como una amenaza a la estabilidad y seguridad europea200

En ese contexto, se han sucedido distintos acuerdos marco —Convención de Yaundé (1963), los Convenios de Lomé (el primero firmado en 1975), el Acuerdo Cotonú (2000), y ahora el Acuerdo de Samoa (2024)—, que han enmarcado las relaciones entre la UE, sus Estados miembros y los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP). La asociación entre la UE y los países ACP es uno de los marcos más antiguos y de mayor alcance entre la UE y terceros países.

El Acuerdo de Cotonú, en su versión original del año 2000, tenía como objetivo apoyar el desarrollo económico, cultural y social de los países ACP, aportar a la paz y a la seguridad, propiciar un clima político estable y

195 Tratado de Maastricht, artículo J.1.

196 Consisten en defender sus valores, intereses fundamentales, seguridad, independencia e integridad; consolidar y respaldar la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y los principios del Derecho internacional; mantener la paz, prevenir los conflictos y fortalecer; la seguridad internacional; apoyar el desarrollo sostenible; fomentar la integración de todos los países en la economía mundial; ayudar a las poblaciones, países y regiones que se enfrenten a catástrofes naturales o de origen humano; y fomentar la cooperación multilateral con terceros Estados.

197 Tratado de Lisboa, artículos 18 y 27.3.

198 Tratado de Lisboa, artículo 42.1.

199 Consejo de la UE (2022). Una Brújula Estratégica para reforzar la seguridad y la defensa de la UE en el próximo decenio. Disponible en: https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2022/03/21/a-strategic-compass-for-a-stronger-eu-security-and-defence-in-the-next-decade/

200 Mateos Martín, O. (2022). «De la agenda normativa a ‘giro pragmático’: causas, implicaciones y dilemas de la estrategia securitaria de la UE en el Sahel». Revista UNISCI, p. 151.

democrático, y contribuir a la erradicación de la pobreza. En 2010, el texto se modificó e incluía referencias al nexo seguridad-desarrollo, la prevención y solución de conflictos, así como las amenazas a la seguridad.

Por otro lado, el actual Acuerdo de Samoa no deja lugar a dudas en este sentido, pues reconoce que los ámbitos principales de cooperación son los derechos humanos; la democracia y gobernanza; la paz y seguridad; el desarrollo humano y social; el desarrollo y crecimiento económico sostenibles e inclusivos; la sostenibilidad medioambiental y el cambio climático; y, por último, la migración y movilidad.

De esta manera, se consolida la progresiva securitización de la relación entre la UE y los países ACP —y África en particular—, la introducción de la interdependencia entre seguridad y desarrollo, además de la importancia de la cuestión migratoria.

En paralelo a estos acuerdos marco, la UE mantiene una estrecha relación con África. Desde la primera Cumbre UE–África en El Cairo en el año 2000 hasta la sexta y última Cumbre UE–Unión Africana (UA) celebrada en Bruselas en 2022, ambas organizaciones buscan consolidar y renovar periódicamente su relación.

El año 2007 fue trascendental para la cooperación entre la Unión Africana y la UE: aunque la relación entre ambos era de larga data, ese año aprobaron su primera Estrategia Conjunta. Entre otros objetivos, esta Estrategia buscaba reforzar la asociación política; promover la paz, la seguridad, la gobernanza y los derechos humanos; cooperar para promover un sistema multilateral eficaz; y, por último, facilitar una asociación centrada en las personas 201

En 2022, durante la última Cumbre UE-Unión Africana, celebrada en Bruselas, los dirigentes de ambas uniones compartieron “una visión común de una asociación renovada” para construir un futuro común con el objetivo de conseguir la solidaridad, la seguridad, la paz, el desarrollo económico sostenible a largo plazo y la prosperidad de los ciudadanos202

7.1.2. LAS ESTRATEGIAS DE LA UE PARA EL SAHEL

En los últimos años, y además de la Estrategia conjunta con África, la UE ha adoptado distintas estrategias regionales centradas fundamentalmente en la paz y seguridad, con el objetivo de mantener un enfoque regional en la resolución de los retos y las amenazas que enfrentan especialmente algunos territorios africanos: más en concreto, el Cuerno de África (2011), el Golfo de Guinea (2014) y el Sahel (2011).

La Estrategia para la seguridad y el desarrollo del Sahel de 2011 203 se centró inicialmente en tres países, Mali, Mauritania y Níger, aunque a partir de 2014 incluyó a Burkina Faso y

201 Consejo de la UE (2007). Le partenariat stratégique Afrique-UE : une stratégie commune Afrique-UE. Disponible en: https:// www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/fr/er/97497.pdf

202 Consejo Europeo (2022). Sixième sommet Union européenne - Union africaine : une vision commune pour 2030. Disponible en: https://www.consilium.europa.eu/media/54411/final-declaration-fr.pdf

203 Consejo de la UE (2011). European Strategy for Security and Development in the Sahel. SEC (2011) 33. Disponible en: https:// data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-7569-2011-INIT/en/pdf

Chad 204 De esta forma, abarcaba a los cinco países de la iniciativa G5 Sahel, que se había instaurado ese mismo año 205 La UE reconoce en el documento que son pocas las zonas a nivel mundial en las que está más clara la interdependencia entre seguridad y desarrollo y define cuatro ejes de actuación: el desarrollo, la buena gobernanza y la resolución del conflicto interno, la seguridad política y diplomática y el Estado de Derecho, y la lucha contra el extremismo violento 206

Cuatro años más tarde, la UE aprobó el Plan de acción regional para el Sahel 2015-2020, que definía el marco general para la aplicación de esta Estrategia regional207. Este plan vio la luz en un contexto específico y complejo tras la crisis de Libia de 2011, el auge de Estado Islámico y la presión migratoria vivida por Europa en 2015.

En este documento, la UE aseguraba que su principal objetivo era el aumento de la seguridad en la región mediante la lucha contra el terrorismo, el tráfico ilícito, la radicalización y el extremismo violento. Así, la migración cobró protagonismo respecto a 2011 y quedaba vinculada al nexo seguridad–desarrollo. Además, tres de los cuatro ámbitos de actuación que contemplaba el plan 208 se vinculan a la seguridad, lo que evidenciaba la securitización de los objetivos de la UE en el Sahel.

En la actualidad, la Estrategia Integrada de la UE para el Sahel de 2021209 toma el relevo de la Estrategia de 2011, y pretende dar respuesta a los retos que han surgido en la última década. En este documento, el contexto securitario no tiene la misma importancia que en su predecesor, ya que expone un enfoque más civil y político al centrarse en la buena gobernanza, la sociedad civil y los derechos humanos210

Además, incorpora la rendición de cuentas, mientras mantiene su compromiso con la paz, la seguridad, la estabilización y la protección de la población civil en el Sahel, así como la lucha contra el terrorismo y los grupos armados, el tráfico transfronterizo y la delincuencia organizada. De esta forma, la UE trata de alejarse de un acercamiento centrado casi exclusivamente en la seguridad y subraya la importancia de la responsabilidad mutua entre la UE y socios del Sahel

204 Consejo de la UE (2014). 3304th Council meeting, Foreign Affairs. Disponible en: https://www.consilium.europa.eu/media/28722/141614.pdf p. 13

205 Como se verá más adelante, el G5 Sahel se fundó en 2014 como organización intergubernamental regional con el objetivo de proporcionar un marco institucional para fomentar el desarrollo y la seguridad dentro de sus cinco países miembros: Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger. Para más información: https://www.g5sahel.org/

206 European Union External Action Service (2016). Strategy for Security and Development in the Sahel. Disponible en: https://eeas. europa.eu/archives/docs/africa/docs/sahel_strategy_en.pdf

207 Consejo de la UE (2015). Council conclusions on the Sahel Regional Action Plan 2015-2020. Disponible en: https://www.consilium.europa.eu/media/21522/st07823-en15.pdf

208 Para lograr los objetivos de la Estrategia, el Plan de Acción define cuatro ámbitos: prevención y lucha contra la radicalización; creación de condiciones adecuadas para los jóvenes; la migración, la movilidad y la gestión de fronteras; lucha contra el tráfico ilegal; y la delincuencia organizada transnacional.

209 Consejo de la UE (2021). Estrategia integrada de la UE en el Sahel. Disponible en: https://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-7723-2021-INIT/es/pdf

210 Freitag, V. (2021) «Analysing EU’s Sahel strategies: A civilian approach in the era of pragmatism». EUROPEUM. Disponible en: https://www.europeum.org/data/articles/vojtech-freitag-pp1.pdf

en la identificación de soluciones sostenibles a largo plazo para los retos más acuciantes que enfrenta la región 211

7.1.3. LAS MISIONES DE LA UE EN EL SAHEL

En este marco normativo, la UE ha lanzado distintas misiones desde 2012 que se han convertido en herramientas fundamentales para la implementación de sus estrategias. Estas operaciones de gestión de crisis son de carácter civil o militar, se insertan en la PCSD de la UE y constituyen el principal instrumento de la unión en materia de seguridad y mantenimiento de la paz.

La Misión de Capacitación de la Unión Europea en Níger (EUCAP Sahel Níger), la Misión de Formación de la Unión Europea en Mali (EUTM Mali) y LA Misión de Capacitación de la Unión Europea en Níger (EUCAP Sahel Mali) nacieron en el contexto de la Estrategia para la seguridad y el desarrollo del Sahel de 2011, mientras que la Misión de Cooperación Militar en Níger (EUMPM Níger) es fruto de la Estrategia Integrada de la UE para el Sahel de 2021. Todas estas misiones fueron acordadas en el seno de la UE tras recibir solicitudes de intervención y cooperación de los respectivos gobiernos soberanos de Mali y Níger.

Decisión y fecha 2012 (julio) Decisión 2012/392/PESC212. La misión se lanza en agosto 2022.

Tipo de Misión

Misión civil

Objetivo Desarrollar «un enfoque integrado, multidisciplinario, coherente, sostenible y basado en los derechos humanos entre los diversos agentes de seguridad nigerinos en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada».

2014 (abril) Decisión 2014/219/PESC213. La misión se lanza en enero 2015.

Misión civil

Permitir a las autoridades malienses restaurar y mantener el orden constitucional y democrático, así como las condiciones para una paz duradera en Mali y restablecer y mantener la autoridad y legitimidad del Estado en el conjunto del territorio mediante un despliegue eficaz de su administración. La Misión apoya la reforma del sector de la seguridad y el fortalecimiento de la gobernanza y la rendición de cuentas de las fuerzas de seguridad internas.

2013 (enero) Decisión 2013/34/PESC214. La misión se lanza en febrero 2013.

2022 (diciembre) Decisión (PESC) 2022/2444215 La misión se lanza en febrero 2023.

Misión militar Misión de cooperación militar

Ayudar a formar a las fuerzas armadas de Mali con el fin de restaurar su capacidad militar y permitir que lleve a cabo operaciones militares destinadas a restablecer su integridad territorial y reducir la amenaza planteada por los grupos terroristas

Mejorar la aptitud de las Fuerzas Armadas nigerinas para contener la amenaza terrorista, proteger a la población local y garantizar un entorno seguro de conformidad con el Derecho de los derechos humanos y el Derecho internacional humanitario. Se trata de la primera misión establecida tras la Estrategia Integrada de la UE en el Sahel de 2021.

211 Caruso, F y Lenzi F. (2023). «The Sahel region: a litmus test for EU–Africa relations in a changing global order». Foundation for European Progressive Studies (FEPS). Disponible en: https://www.iai.it/sites/default/files/feps_ps_9782931233177.pdf p. 9

212 Decisión 2012/392/PESC del Consejo, de 16 de julio, sobre la Misión PCSD de la UE en Níger (EUCAP Sahel Níger). Diario Oficial de la UE L. 187/48. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32012D0392&qid=1704209732451

213 Decisión 2014/219/PESC del Consejo, de 15 de abril, relativa a la Misión PCSD de la UE en Mali (EUCAP Sahel Mali). Diario Oficial de la UE L. 113/21. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32014D0219&qid=1704274661006

214 Decisión 2013/34/PESC del Consejo, de 17 de enero, relativa a una misión militar de la UE destinada a contribuir a la formación de las fuerzas armadas de Mali (EUTM Mali) Diario Oficial de la UE L. 14/19. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32013D0034

215 Decisión (PESC) 2022/2444 del Consejo, de 12 de diciembre, relativa a una Misión de Cooperación Militar de la UE en Níger (EUMPM Níger). Diario Oficial de la UE L. 319/86. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32022D2444&qid=1704280052178

EUCAP Sahel Níger
EUCAP Sahel Mali
EUTM Mali
EUMPM Níger

Modificación mandatos Mandato actual: octubre 2022 –septiembre 2024. Destaca la actualización de 2016 cuando se incluye el apoyo a las autoridades y fuerzas de seguridad nigerinas en el desarrollo de políticas, técnicas y procedimientos para controlar y combatir mejor la migración irregular216

Capacidades Diciembre 2023: compuesta por 130 expertos desplegados de países miembros de la UE participaban en esta misión

Mandato actual: enero 2023 - enero 2025. En esta actualización se adapta la estructura y actividades de la misión teniendo en cuenta la situación política y de seguridad en el país.

2023: compuesta por hasta 132 exertos desplegados de países miembros de la UE participaban en esta misión.

Último mandato: mayo 2020 –mayo 2024217

En 2020 se amplía el alcance de la misión a todo el territorio maliense y extiende el asesoramiento y formación en materia militar a la Fuerza Conjunta del G5 Sahel y a las fuerzas armadas de los países que la componen.

En 2023 estaba compuesta por cerca de 700 militares de 25 países europeos. Llevaba a cabo solo asesoramiento estratégico y formación, las actividades operativas estaban suspendidas de forma temporal.

En 11 años, España ha contribuido con 8.300 militares y cuatro generales españoles han liderado la misión.

En un principio, la misión tenía un mandato de tres años y se acordó que comenzaría en febrero de 2023.

Distintos países europeos habían anunciado dotaciones de efectivos para esta misión.

Logros En once años (2012-2023), la misión ha formado a más de 20 000 elementos de las fuerzas de seguridad interna de Níger, así como apoyado el desarrollo de una estrategia nacional de seguridad interna, entre otros logros.

Situación actual

La toma de poder militar el 26 de julio de 2023 ha supuesto la suspensión de toda cooperación en materia de seguridad y defensa de la UE en Níger218 En 2024 se ha dado por finalizada la misión en terreno y todo el personal internacional ha abandonado la zona de operaciones.

La misión ha apoyado el fortalecimiento del papel de las autoridades administrativas y judiciales. Asimismo, la renovación de su mandato de 2019 incluía la creación de la Célula de Asesoramiento y Coordinación (RACC) originalmente adscrita a esta misión.

La última modificación del mandato se ha llevado a cabo en el marco de la revisión estratégica global de la colaboración de la PCSD en la región.

En 11 años, la misión ha formado a más de 20 000 estudiantes de las Fuerzas Armadas malienses, además de actividades descentralizadas, cursos de formación (incluido en Níger hasta 2022) y actividades de apoyo al Sector de Defensa de Burkina Faso.

En 2022, la UE llevó a cabo una revisión estratégica de la misión: adapta el mandato y se reducen el personal desplegado y las actividades.

En mayo de 2024, la UE decidió no prolongar el mandato de la misión tras la revisión estratégica de la situación y las consultas realizadas junto a las autoridades malienses.219

La misión esperaba, entre otros objetivos, apoyar la creación de un Centro de Formación de Técnicos de las Fuerzas Armadas, así como proporcionar asesoramiento y formación especializada a las Fuerzas Armadas de Níger.

El Consejo de la UE decidió no prorrogar la misión más allá del 30 de junio de 2024 debido a la grave situación política del país220

7.1.4. BALANCE DE LAS ESTRATEGIAS EUROPEAS Y LAS MISIONES DESPLEGADAS

Desde sus inicios, y hasta el primer golpe de Estado en Mali en 2020, el balance y los resultados de las misiones en Mali y Níger fueron, en líneas generales, positivos. Después llegó la formaliza-

216 Decisión (PESC) 2016/1172 del Consejo, de 18 de julio, por la que se modifica la Decisión 2012/392/PESC sobre la Misión PCSD de la UE en Níger (EUCAP Sahel Níger). Diario Oficial de la UE L. 193/106. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/ legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32016D1172

217 Decisión (PESC) 2020/434 del Consejo, de 23 de marzo, por la que se modifica la Decisión 2013/34/PESC relativa a una misión militar de la UE destinada a contribuir a la formación de las fuerzas armadas de Mali (EUTM Mali). Diario Oficial de la UE L. 89/1. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32020D0434

218 European Union External Action (2023). Niger : Déclaration du Haut représentant Josep Borrell sur les derniers développements concernant EUCAP Sahel et EUMPM. Disponible en: https://www.eeas.europa.eu/eeas/niger-d%C3%A9claration-du-haut-repr%C3%A9sentant-josep-borrell-sur-les-derniers-d%C3%A9veloppements-concernant_fr

219 European Union External Action (2024). Mali : Communiqué de presse sur le non-renouvellement du mandat d’EUTM Mali. Disponible en: https://www.eeas.europa.eu/eeas/mali-communiqu%C3%A9-de-presse-sur-le-non-renouvellement-du-mandat-d%E2%80%99eutm-mali_und_en?channel=eeas_press_alerts&date=2024-05-08&newsid=0&langid=und&page_lang=und&source=mail

220 Consejo de la UE. EUMPM Níger: el Consejo decide no prorrogar el mandato de la misión. Disponible en: https://www.consilium. europa.eu/es/press/press-releases/2024/05/27/eumpm-niger-council-decides-not-to-extend-the-mandate-of-the-mission/

ción de la Estrategia Integrada de 2021 y el lanzamiento de EUMPM Níger en 2023, que reforzaron la cooperación europea con ambos países. En Mali, por ejemplo, las sucesivas renovaciones del mandato muestran la ampliación del ámbito territorial de la misión hasta abarcar la integridad territorial de Mali. Por su parte, Níger adoptó además una ley que penaliza el tráfico ilícito de migrantes, convirtiéndose en el primer país subsahariano en promulgar una ley en este sentido.

Por otro lado, la sucesión de los documentos adoptados muestran el interés de la UE de adaptarse a los tiempos cambiantes y a las necesidades de los países sahelianos, de evaluar su actuación y elaborar lecciones aprendidas, así como de reaccionar ante el constante deterioro de la seguridad en la región.

Sin embargo, en la actualidad, todo indica que la estrategia de la UE en el Sahel y su implementación a través de las misiones están en un momento crítico que puede convertirse en un punto de no retorno si no se reevalúa la cooperación y la respuesta.

La violencia y el terrorismo no se han erradicado. Al contrario, según el Índice Global de Terrorismo, Mali, Burkina Faso y Níger no han dejado de empeorar sus posiciones desde 2012221. Además, en el norte de Mali la aplicación del Acuerdo de Paz de 2015 está en punto muerto; se han fortalecido las Fuerzas Armadas y de Seguridad nacionales, pero no las instituciones que las dirigen. La población da muestras de su descontento hacia las políticas de la UE debido a los escasos éxitos en términos de estabilización de la región. Asimismo, en Níger, las autoridades de transición denunciaron en diciembre de 2023 el acuerdo que establece la base jurídica para el despliegue de EUCAP Sahel Níger y de EUMPM Níger. En consecuencia, ambas misiones han finalizado en 2024.

En muchas ocasiones se ha criticado que, pese a que las estrategias europeas estén bien construidas en la teoría sobre el papel, la acción sobre el terreno ha sido muy limitada o poco efectiva, a pesar de los diversos intentos de coordinación regional222. Como trasfondo, la UE ha intentado, sin mucho éxito, englobar en una misma estrategia los intereses de todos los países de la UE y el Sahel, al ser una de las primeras regiones en contar con una estrategia específica, ha sido considerado como un “laboratorio” en África para la cooperación europea.

Entre sus objetivos, la política de la UE en el Sahel ha intentado resolver la cuestión migratoria, apoyar a la Operación Barkhane de Francia, e introducir una dimensión europea en el sector de la seguridad y el desarrollo en la región 223, pero los resultados no son los esperados.

Como parte de la reevaluación de su cooperación con el Sahel, la UE, en su Estrategia de 2021, propone un marco geográfico más amplio: se centra en los países del G5 Sahel, pero admite la

221 Vision of Humanity. 2022 Global Terrorism Index (GTI). Disponible en: https://www.visionofhumanity.org/maps/global-terrorism-index/#/

222 En 2017 por ejemplo, la UE estableció una Célula Regional de Asesoramiento y Coordinación para el Sahel (RACC) con sede en Mauritania, para contribuir a la paz y la estabilidad en la región y a la regionalización de la PCSD en el Sahel. El objetivo es una mayor coordinación entre los países del G5 Sahel (hoy extinto), así como fortalecer sus capacidades nacionales, para alcanzar un enfoque común ante desafíos regionales.

223 Caruso, F y Lenzi F. (2023). Op. cit.

existencia de retos transfronterizos, desde Libia hasta el Lago Chad y el Golfo de Guinea. Asimismo, reconoce la interrelación entre retos y amenazas regionales y extra regionales y, además, trata de no centrarse exclusivamente en el ámbito de la seguridad teniendo en cuenta el contexto político, cultural, social y económico.

Resulta interesante observar que, como denominador común en las renovaciones de los mandatos de las misiones EUCAP Sahel Mali, EUCAP Sahel Níger y EUTM Mali, la aprobación de la estrategia de 2021 ha supuesto que los mandatos revisados de estas tres misiones —EUMPM Níger lo lleva incorporado desde su lanzamiento— incluyan un apartado relativo al desarrollo de planes de comunicación estratégica para fomentar los valores y la acción de la UE en el Sahel. Más en concreto, en el caso de las misiones en Mali, se señala que hay que “exponer las violaciones y abusos de los derechos humanos y del Derecho internacional humanitario cometidas por fuerzas extranjeras en Mali”.

La UE ha tratado de dar respuesta al creciente problema de la desinformación por parte de terceros actores, así como al desapego a las políticas de la UE y al progresivo sentimiento antioccidental por parte de las poblaciones sahelianas, pero sin abordar las causas profundas de esta compleja situación.

La Estrategia de 2021, a pesar de su corta vigencia está ya caduca por los sucesivos acontecimientos que marcan la evolución actual del Sahel. Tal es así que menciona que la UE apoya a la Operación Barkhane, la Task Force Takuba, el G5 Sahel y la MINUSMA, cuando todos estos actores ya no existen.

Además, si bien la Estrategia de 2021 aporta una visión más global y un enfoque más integral tras años centrados en la seguridad y la migración, también es cierto que no contempla acontecimientos que hoy tienen especial trascendencia en la región: la invasión rusa de Ucrania; la expansión de la presencia de Rusia en el Sahel, especialmente con el despliegue de los mercenarios del Grupo Wagner; o la mayor competencia internacional en el ámbito de la defensa en esta región.

La visión de la UE en 2021 sigue demasiado enfocada en la seguridad y la migración, mientras que no tiene en cuenta aspectos tan importantes como el componente político de los conflictos, la gobernanza, el cambio climático, la pobreza, los desplazamientos, la falta de acceso a servicios sociales básicos o la desigualdad, entre otros factores.

Como conclusión a la frágil situación de la UE en el Sahel, destacan las declaraciones del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, en las que reconocía que “la política de la UE hacia el Sahel no ha tenido tanto éxito como esperábamos en los últimos años. A veces nos hemos centrado demasiado en la dimensión de la seguridad únicamente […]”. Desde esta reflexión, admitía la necesidad de hacer autocrítica224, imprescindible para afrontar la reevaluación de la cooperación europea con el Sahel.

224 European Union External Action (2023). Democracy must prevail in the Sahel. Disponible en: https://www.eeas.europa.eu/eeas/ democracy-must-prevail-sahel_en

n 7.2. FRANCIA Y SU VÍNCULO HISTÓRICO CON LA REGIÓN

Paralelamente a la estrategia para el Sahel y la cooperación europea sobre el terreno; Francia — antigua potencia colonial y socio tradicional de los países que conforman el G5 Sahel— ha capitaneado, hasta hace relativamente poco tiempo, sus propias misiones en la región.

Con la independencia de los países africanos, Francia selló diversos acuerdos bilaterales en materia de cooperación militar con Burkina Faso y Níger en 1961225 —sustituido en Níger por un nuevo acuerdo en 1977226—; con Chad en 1976;, con Mali en 1985 y; finalmente, con Mauritania en 1986. A pesar de la proliferación de acuerdos, de los que se tiene muy poca información respecto a su contenido y alcance, Francia nunca planteó una estrategia regional para afrontar los problemas comunes.

En enero de 2013, las autoridades malienses solicitaron apoyo a Francia para frenar el avance de los grupos terroristas hacia Bamako. En respuesta inmediata, las autoridades francesas lanzaron la Operación Serval 227 para restaurar la soberanía nacional e integridad territorial de Mali, siempre en apoyo a las fuerzas armadas malienses.

En pocas semanas, los más de 3.500 soldados franceses recuperaron ciudades clave del norte como Gao, Tombuctú y Kidal. A grandes rasgos, la Operación Serval fue eficiente y rápida, aunque este éxito pronto comenzó a difuminarse.

En clave continental, y poco después de que la Operación Serval consiguiese frenar la ofensiva yihadista, la CEDEAO y la Unión Africana comenzaron el despliegue de la Misión Internacional de Apoyo a Malí (AFISMA), con el objetivo de colaborar en la estabilización del norte de Mali y la erradicación de los grupos terroristas; pero su presencia fue muy efímera. Debido a su escasa operatividad y sus muy limitados recursos, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acordó su sustitución por la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Mali (MINUSMA), que inició su despliegue en abril de 2013.

En agosto de 2014, la Operación Serval se reconfiguró y pasó a denominarse Operación Barkhane, más amplia tanto en el ámbito geográfico de actuación como en su configuración, y con vocación regional para la lucha contra el terrorismo en el Sahel con carácter permanente. Esta misión estuvo presente en la región hasta finales de 2022 y su retirada respondió a la solicitud expresa de la junta militar de Bamako, que ostenta el poder desde el golpe de Estado en 2021.

225 Sénat (1961). Projet de Loi autorisant l’approbationde l’accord de défense conclu le 24 avril 1961 entre les Gouvernementsde la République française, de la République de Côte d’lvoire, de la République du Dahomey et de la République du Niger. Disponible en: https://www.senat.fr/leg/1960-1961/i1960_1961_0226.pdf

226 Sénat (1979). Rapport fait au nom de la Commission des Affaires étrangères, de la Défense et des Forces armées sur le projet de loi, adopté par l’Assemblée Nationale, autorisant l’approbation de l’Accord de coopération militaire technique entre le Gouvernement de la République française et le Gouvernement de la République du Niger. Disponible en: https://www.senat.fr/rap/1978-1979/ i1978_1979_0429.pdf. Según este informe, «El objetivo principal de esta cooperación, en una fórmula que encontramos ahora en la mayoría de los acuerdos similares, es garantizar que la República Francesa proporcione el personal militar necesario para organizar y entrenar a las fuerzas armadas nigerianas; también contribuirá al apoyo logístico de estas fuerzas».

227 Décret n° 2013-364 du 29 avril 2013 portant publication de l›accord sous forme d›échange de lettres entre le Gouvernement de la République française et le Gouvernement du Mali déterminant le statut de la force « Serval », signées à Bamako le 7 mars 2013 et à Koulouba le 8 mars 2013. Disponible en: https://www.legifrance.gouv.fr/jorf/id/JORFTEXT000027376103

Entre otros objetivos, la Operación Barkhane pretendía la eliminación de líderes yihadistas y evitar volver a la situación de inseguridad anterior. Para conseguirlo, llevaba a cabo operaciones militares de lucha contra el terrorismo, a la vez que formaba, adiestraba y acompañaba a las Fuerzas Armadas malienses. Gracias a la intervención francesa, los ataques a gran escala y los secuestros de extranjeros se redujeron, y también disminuyeron las capacidades operativas y el poder mediático de los grupos terroristas228

Sin embargo, Francia no supo adaptar su intervención militar a la evolución de la situación, ni tampoco hacer autocrítica para reducir sus vulnerabilidades y limitar el creciente sentimiento antifrancés entre la población maliense. Por otro lado, la respuesta francesa estaba muy centrada en la intervención militar con resultados a corto plazo, pero no articuló una respuesta económica, política y social de mayor alcance en la sociedad. Este planteamiento derivó en un descrédito temprano de la cooperación de Francia entre la población local, y tampoco evitó la expansión del yihadismo en muchas zonas del norte de Mali, y más allá de sus fronteras, como sustituto del poder estatal229

Tras diez años de intervención francesa en la región, son muchas las consideraciones y los balances que suscita la Operación Barkhane. En comparación con su antecesora la Operación Serval, no fue capaz de adaptarse a la realidad cambiante del Sahel. Durante su largo despliegue, la situación de seguridad, humanitaria, política y económica no ha dejado de empeorar, pero sería desacertado relacionarlo únicamente con la intervención francesa.

Francia, consciente de su sobreexposición y del cuestionamiento de su presencia sobre el terreno, lanzó una nueva operación en verano de 2020: la Task Force Takuba, que se enmarcó en la propia Operación Barkhane. Esta fuerza, cuyo objetivo estaba focalizado en la erradicación de la amenaza yihadista con tácticas de operaciones especiales, incluyó contingentes de diversos países europeos. Con ella, se esperaba reconstruir la estrategia de seguridad en la región, con resultados más tangibles, y restaurar así la confianza de la población 230

Sin embargo, tras la deriva política en Mali, con los golpes de Estado en agosto de 2020 y mayo de 2021, el presidente de Francia anunció en julio de 2021 la reconfiguración de la Operación Barkhane para posteriormente confirmar su retirada definitiva. El 15 de agosto de 2022, Francia completó su retirada militar de Mali, pero no con la intención de abandonar la región de forma definitiva, sino de seguir comprometido con la estabilidad del Sahel y de reposicionarse en Níger y Burkina Faso. A pesar de ello, y después de los golpes de Estado en Burkina Faso en 2022 y el de Níger en 2023, las juntas militares de ambos países también solicitaron la salida de Francia. En la actualidad, de los cinco países miembros del G5 Sahel, Francia únicamente mantiene fuerzas desplegadas en Chad.

228 Guiffard, J. (2023). «Barkhane : échec, réussite ou bilan nuancé». Institut Montaigne. Disponible en: https://www.institutmontaigne.org/expressions/barkhane-echec-reussite-ou-bilan-nuance

229 Ibidem.

230 Schmauder A., Gorman Z. y Berger F. (2020) «Takuba: a new coalition for the Sahel?». Clingendael Institute. Disponible en: https://spectator.clingendael.org/en/publication/takuba-new-coalition-sahel

n 7.3. ESPAÑA Y EL SAHEL

Aunque durante muchos años Francia ha mantenido un vínculo permanente y una gran influencia en el Sahel, en la última década España ha demostrado ser uno de los Estados más implicados en la región, tanto en el marco de la UE como de forma autónoma.

La política exterior española sitúa a África como una prioridad política y estratégica, tanto por su proximidad geográfica como por las oportunidades que ofrece, y cada vez es más clara la pretensión española de situarse como baluarte de una nueva política europea hacia el continente africano.

España destaca como uno de los Estados miembros de la UE más implicados en la PCSD. De hecho, ha participado en todas las misiones y operaciones de la UE en el continente africano, desde el lanzamiento de la Operación Concordia en la República Democrática del Congo en 2003, el primer despliegue militar de la UE fuera de sus fronteras. Además, es uno de los Estados que más contribuye a las operaciones militares de la UE, con el firme propósito de convertir a la unión “en un proveedor de seguridad y defensa real”231

7.3.1. LA SEGURIDAD DEL SAHEL: PRIORIDAD PARA ESPAÑA

La aproximación estratégica de España hacia el Sahel encuentra su base en distintos documentos nacionales. A nivel general, destaca la Estrategia de Acción Exterior de España 2021-2024, donde África aparece como pilar esencial de las relaciones exteriores de España y, más en concreto, subraya la intención de reforzar las relaciones con los países del Sahel 232 . Además, las sucesivas Estrategias de Seguridad Nacional —desde la primera promulgada en 2013— señalan que el Sahel, el Cuerno de África y el Golfo de Guinea son zonas vitales para la seguridad e intereses de España 233

Respecto al continente africano, España aprobó en 2006 su primer Plan África, una estrategia política de acción exterior con distintos objetivos y líneas de acción para el periodo 2006-2008. Este plan se centraba en África subsahariana y calificó a Mali y Mauritania como países prioritarios, a Níger como país de interés específico y a Chad un país de especial seguimiento. Entre sus numerosas líneas de acción, destaca la colaboración española en el afianzamiento de la democracia, la paz y la seguridad en África, además de la lucha contra la pobreza o la ordenación de flujos migratorios, entre otros aspectos234

231 Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación. Política Exterior y de Seguridad Común de la UE. Disponible en: https:// www.exteriores.gob.es/es/PoliticaExterior/Paginas/PoliticaExteriorSeguridadComunUE.aspx

232 Gobierno de España (2021). Estrategia de Acción Exterior 2021-2024. Disponible en: https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/resumenes/Documents/2021/270421-estrategia_de_accion_exterior_2021-2024.pdf

233 Gobierno de España (2013). Estrategia de Seguridad Nacional 2013. Disponible en: https://www.lamoncloa.gob.es/documents/ seguridad_1406connavegacionfinalaccesiblebpdf.pdf

234 Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (2006). Plan África 2006-2008. Disponible en: http://crea-africa.org/ wp-content/uploads/2008/09/LIBROPLANAFRICA.pdf

En 2009, España renovó su compromiso con su II Plan África para el periodo 2009-2012, que, con carácter general, mantuvo y actualizó las prioridades y líneas de acción de su predecesor235. En ambos planes no aparecía una mención específica al terrorismo yihadista como tema central: en aquellos años, esta amenaza se circunscribía, principalmente, a la región del Magreb236

Finalmente, la última actualización, el III Plan África, adoptado en 2019, nace sin límite temporal237 En cuanto a sus objetivos, señala cuatro principales. El primero sigue siendo la promoción de la paz y la seguridad, subrayando que la diplomacia, Fuerzas Armadas y cooperación española son una seña de identidad de España desde el Sahel al Cuerno de África. Los otros tres objetivos son la promoción del desarrollo sostenible; el fortalecimiento de las instituciones; y el apoyo a una movilidad ordenada, regular y segura.

Con este marco político-estratégico, en 2021 el Gobierno presentó Foco África 2023 como programa de acción del Plan que contempla siete prioridades como ejes claves para liderar la acción de España en África238. Entre ellas, se subraya la importancia de trabajar en la paz y la seguridad en África, así como en la gestión de la migración y la movilidad.

7.3.2. LA COOPERACIÓN DE ESPAÑA

España contribuye a los esfuerzos en materia de paz y seguridad en África con su participación en operaciones PCSD de la UE, otras misiones internacionales y a través de misiones de carácter nacional.

El 27 de diciembre de 2023, en la última reunión del Consejo de Ministros de ese año, el Gobierno aprobó el Acuerdo por el que se prorroga hasta el 31 de diciembre de 2024 la participación de unidades de las Fuerzas Armadas y observadores militares en misiones militares en el exterior239. Respecto a África, España muestra la importancia y necesidad de mantener el compromiso con la seguridad del continente, a pesar del deterioro de la situación política y de seguridad, especialmente en el Sahel.

En esta región, España participa a través de misiones de la UE y actúa también en el marco de coaliciones internacionales. Además, hasta hace poco, España también contribuía a la MINUSMA, que finalizó con su retirada del país en diciembre de 2023.

235 Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (2009). Plan África 2009-2012. Disponible en: https://www.casafrica.es/ sites/default/files/old_cms/casafrica/Inicio/PlanAfrica2009-2012.pdf

236 Díez Alcalde, J. (2023) África: visión y cooperación desde Europa y España. En: Minsiterio de Defensa (2023). Cuaderno de Estrategia 220. África: la ambición de las potencias mundiales sobre el continente. (pp. 181-220) Disponible en: https://www. ieee.es/Galerias/fichero/cuadernos/CE_220/Cap_5_vision_y_cooperacion_desde_Europa_y_Espanya.pdf

237 Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación (2019). III Plan África. España y África: desafío y oportunidad. Disponible en: https://www.exteriores.gob.es/es/PoliticaExterior/Documents/2019_PLAN%20AFRICA.pdf

238 Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación (2021). Foco África 2023. Disponible en: https://www.exteriores.gob. es/es/Comunicacion/Noticias/Documents/DOCUMENTOS%20FOCO%20AFRICA/ESP%20DOCUMENTO%20FOCO%20 AFRICA%202023.pdf

239 Gobierno de España (2023). Referencia del Consejo de Ministros de 27 de diciembre de 2023. Disponible en: https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/referencias/Paginas/2023/20231227-referencia-consejo-de-ministros.aspx#misionesmilitaresexterior

En cuanto a las misiones de la UE en el Sahel, España ha participado en EUCAP Sahel Mali, EUCAP Sahel Níger y en EUTM Mali hasta su finalización en mayo de 2024. En Mali, la inestabilidad política, la salida definitiva de la MINUSMA y la presencia del Grupo Wagner, entre otros factores, han motivado primero la reevaluación de los objetivos y cometidos de la misión EUTM Mali para, finalmente, acordar no renovar el mandato de la misión.

Con la reevaluación de la misión en 2022, se suspendió el adiestramiento de unidades del ejército maliense y se clausuró el centro de entrenamiento de Koulikoro. Desde entonces hasta su fin la misión se centró únicamente, y con limitaciones, en el asesoramiento a las autoridades de Defensa. Esta reducción operativa significó una importante reducción del número de efectivos europeos desplegados en el seno de esta misión, y especialmente militares españoles, pues España era hasta la finalización de la misión el mayor contribuyente a EUTM Mali. Además, desde diciembre de 2022, España lideraba de nuevo EUTM Mali, después de haber dirigido esta misión en tres ocasiones precedentes (2014-2015, 2018 y 2021).

Sin embargo, en mayo de 2024 los Estados miembros de la UE decidieron no prorrogar el mandato de EUTM Mali más allá del 18 de mayo de 2024, tras la revisión estratégica de la misión y las consultas llevadas a cabo con las autoridades malienses, y teniendo en cuenta la situación política, social y de seguridad en Mali.

Respecto a su actuación en el Sahel en el marco de coaliciones internacionales, desde 2013 España ha mantenido el esfuerzo logístico aéreo en apoyo de las misiones y operaciones de la UE (EUTM Mali hasta este año y EUTM RCA) y a las Naciones Unidas (MINUSCA) a través de la Operación Apoyo a Mali (Destacamento Marfil), con base en Dakar (Senegal) 240 , que se enmarca dentro de las actividades de Diplomacia de Defensa, resultado de los acuerdos bilaterales de naturaleza no operativa suscritos por España con diferentes países africanos.

Por último, también destacan las Actividades de Seguridad Cooperativa con Cabo Verde, Mauritania, Senegal, Túnez o Ghana, así como la contribución española a las actividades no operativas de la UE, como las Presencias Marítimas Coordinadas en el Golfo de Guinea y frente a las costas de Somalia. Estas misiones europeas tienen como objetivo complementar y reforzar las actuaciones que se llevan a cabo por parte de las misiones de organizaciones internacionales en la región, entre ellas la Operación Atalanta, que, bajo el liderazgo de España, mantiene la lucha contra la piratería en el Golfo de Adén.

n 7.4. INICIATIVAS REGIONALES Y

NUEVOS RETOS

Además del esfuerzo de la UE en el Sahel, junto con la presencia y el apoyo de España y Francia, hay otras iniciativas regionales e internacionales en aras de la estabilización regional y la lucha contra la violencia y el terrorismo. Estas van más allá de una visión puramente securitaria, aun-

240 Hasta el año pasado, desde el Destacamento Marfil también se daba apoyo logístico a la MINUSMA y a la Fuerza Conjunta del G5 Sahel.

que sin obviar su trascendencia para la consecución de la paz. Sin embargo, estas iniciativas no siempre han logrado superar los retos y desafíos, de muy distinta índole, que han aparecido en los últimos años.

7.4.1.

EL APOYO A LAS INICIATIVAS REGIONALES Y LA RESPUESTA INTEGRAL

En febrero de 2014, Mauritania, Mali, Níger, Chad y Burkina Faso constituyeron la iniciativa G5 Sahel como una organización intergubernamental regional para promover el desarrollo y la seguridad regional, así como para abordar los desafíos comunes. En 2017, los mandatarios de estos cinco países crearon la Fuerza Conjunta del G5 Sahel, cuyo objetivo era mejorar la seguridad regional, con especial atención a la lucha contra grupos criminales y terroristas. Aunque nunca llegó a estar plenamente operativa, esta fuerza estaba formada por tropas de los cinco países y su intención era desplegar fuerzas a lo largo de sus fronteras comunes.

Desde su creación, y como prueba del compromiso europeo, la UE intensificó su relación con esta iniciativa regional y su Fuerza Conjunta, hasta considerar al G5 Sahel su “interlocutor privilegiado” en la región. Bruselas fue modificando sus estrategias para el Sahel, al tiempo que modificaba sus mandatos para incluir al G5 Sahel y su Fuerza Conjunta, como también lo hizo Naciones Unidas con MINUSMA.

En un esfuerzo de regionalizar el apoyo al Sahel y ofrecer a los Estados sahelianos un apoyo integral y coordinado, se pusieron en marcha otras dos iniciativas internacionales: la Coalición para el Sahel y la Alianza por el Sahel. Ambas contaban con la participación de varios países europeos, de la UE, de Naciones Unidas y de organismos africanos, siempre bajo el protagonismo de los cinco países del G5 Sahel.

Por su parte, la Alianza por el Sahel se fundó en 2017 con el objetivo de centrar sus esfuerzos en sectores prioritarios de desarrollo. España mantuvo la presidencia de la Asamblea de la Alianza durante tres años, hasta que le pasó el testigo a Alemania en julio de 2023. Por otro lado, en 2020, se creó la Coalición por el Sahel para promover, a nivel regional, un enfoque integrado (seguridad, gobierno y desarrollo) que incluyese todos los instrumentos y actores que intervienen en el Sahel 241

Sin embargo, los recientes acontecimientos en la región han trastocado este escenario de cooperación regional e internacional. Entre otras consecuencias, asistimos a la práctica desarticulación del G5 Sahel, pues en mayo de 2022 Mali anunció su salida de la organización y de la Fuerza Conjunta, como también hicieron Níger y Burkina Faso en diciembre de 2023. El G5 Sahel ha dejado de existir de facto y solo resta que Mauritania y Chad, los dos países restantes, preparen, como ya han anunciado, el camino para sellar su disolución.

241 La Coalición establece cuatro pilares de actuación: (1) lucha contra el terrorismo, (2) fortalecimiento de las capacidades de las Fuerzas Armadas de los Estados del G5 Sahel, (3) apoyo a la reinstauración del Estado y de las instituciones públicas en el territorio, y (4) ayuda al desarrollo. Es en el cuarto pilar en el que la Alianza Sahel desarrolla sus objetivos. Para más información: https://www.coalition-sahel.org/

APROXIMACIONES Y CONTEXTO A

Además, la creciente ola antioccidental ha generado un cierto rechazo a todas estas iniciativas porque fueron lanzadas o apoyadas por Francia, a la que se sigue considerando la fuerza motriz de las relaciones con la región del Sahel242

7.4.2 LA MINUSMA Y SU REPERCUSIÓN PARA LAS MISIONES DE LA UE

Como continuación a su desapego de la comunidad internacional, en 2023 la junta militar de Mali exigió la retirada de la MINUSMA. “La situación en la nación africana es peor ahora que cuando la misión fue implementada”, comunicó Bamako tras diez años de misión en el país. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió poner fin al mandato de la MINUSMA el 30 de junio de 2023 243 y completó su retirada el 31 de diciembre de 2023.

Sobre el terreno, y durante 2022, la MINUSMA había llamado la atención sobre el impacto negativo que tendría la retirada de la Operación Barkhane y Takuba en su situación, como finalmente ocurrió. Durante los debates previos a la renovación del mandato de la misión de la ONU en junio de 2022, fue muy evidente la tensión diplomática entre Francia y Rusia respecto a Mali. Sin embargo, en esa ocasión, el mandato de la misión se renovó un año más, pero con la abstención de China y Rusia244

Durante 2023, la MINUSMA sufrió la creciente inseguridad en la región. Al mismo tiempo, reivindicaba que la situación era insostenible debido a los problemas políticos y de seguridad de Mali, que tenían un impacto muy negativo en el cumplimiento de su mandato. En este contexto, la MINUSMA realizó un análisis interno en el que, entre otras cuestiones, proporcionaba varias opciones para su reconfiguración. Así, contemplaba la posibilidad de un aumento de la dotación de efectivos, un nuevo enfoque centrado en prioridades estratégicas, o una conversión a una misión política245, pero todas estas opciones fueron rechazadas por el gobierno maliense, que solo contemplaba la retirada total de las fuerzas de Naciones Unidas.

n

7.5.

REFLEXIONES FINALES:

REPENSAR LA RESPUESTA UE Y LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

En la actualidad, la situación de inestabilidad e inseguridad en el Sahel ha obligado a todos los actores internacionales a replantearse su cooperación con la región. En este contexto general, la UE está ahora inmersa en un periodo de reflexión respecto al futuro de sus misiones en África. Un debate en el que España tiene una destacada participación, pues son muchos los intereses nacionales que se ven afectados por la realidad africana

242 Herzberger-Fofana, P. (2021). «Sahel and The Role of the EU: Security Is Not Everything», Africa Policy Research Institute (APRI). Disponible en: https://afripoli.org/sahel-and-the-role-of-the-eu-security-is-not-everything

243 Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Resolución 2690 (2023). Disponible en: https://minusma.unmissions.org/sites/ default/files/res_2690_2023_en.pdf

244 Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Resolución 2640 (2022). Disponible en: https://minusma.unmissions.org/sites/ default/files/n2240620.pdf

245 Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (2023). Examen interne de la Mission multidimensionnelle intégrée des Nations Unies pour la stabilisation au Mali. Disponible en: https://minusma.unmissions.org/sites/default/files/n2301649.pdf

Por el momento, y desde hace unos meses, la UE mantiene una delicada posición: conserva una escasa parte de su despliegue en el Sahel, aunque muy limitado en cuanto a personal y actividades, mientras que sigue mostrando su fi rme compromiso con la región. Ante este dilema estratégico, tanto la UE como sus países miembros han reconocido públicamente, en distintas ocasiones, la necesidad de analizar la situación y refl exionar acerca del futuro de su intervención y cooperación con la región, siempre con el objetivo de que tenga el mejor impacto posible en la población. Todo este debate se enmarca en una máxima tanto de la UE como de España: siempre que sea posible, no se debe abandonar a las poblaciones del Sahel, con las que hay un compromiso, para benefi cio mutuo, de consolidar un futuro mejor, más seguro y más sostenible.

Esta necesaria refl exión tiene que conducir a una profunda revisión de la política europea hacia la región saheliana, que nunca debería implicar el fi n del compromiso europeo en la lucha conjunta contra el terrorismo en la región, siempre desde el respeto y priorizando el principio de “soluciones africanas para problemas africanos246. Asimismo, y para reconducir la acción europea, el Alto Representante Exterior de la UE, Josep Borrell, ha reconocido la necesidad de extraer lecciones aprendidas tras los últimos acontecimientos para adaptarse a la nueva realidad del Sahel, así como la importancia de abordar la revisión de la política europea desde un punto de vista más estratégico y menos táctico.

Para su mayor efectividad en el futuro, esta refl exión debe implicar una reevaluación completa de la estrategia de la UE en el Sahel, tanto su enfoque integral, como las políticas y acciones, así como un replanteamiento de las expectativas. Todo ello debe llevarse a cabo a través del análisis y valoración de todos los aspectos que conforman el contexto saheliano y las distintas amenazas a las que se enfrenta la región, especialmente su población247. Solo de esta manera podrán redefi nirse los objetivos y abordar los parámetros de la confl ictividad; siempre con el objetivo de establecer un enfoque a largo plazo que no esté centrado en la implantación de medidas en el ámbito de la seguridad.

La solución securitaria por sí sola siempre resulta insufi ciente para consolidar una paz duradera y sostenible. Con el tiempo, se debe lograr una apropiación local de las medidas políticas, de seguridad y desarrollo implementadas por la UE, porque así es la manera más efectiva de asegurar su continuidad y la mejor forma de legitimar los programas europeos 248. El estudio del contexto y el diagnóstico del estado de las amenazas, así como la elaboración de lecciones aprendidas, deberían ser pasos clave de este imprescindible trabajo de refl exión y revisión europeo.

Al mismo tiempo, y con el objetivo de frenar la expansión yihadista por África, la UE debe continuar centrando sus esfuerzos de cooperación con países fronterizos con la región saheliana, especialmente del Golfo de Guinea. Para conseguirlo, la UE ha puesto en marcha una iniciativa en

246 European Union External Action Service (2023). Informal Foreign Affairs Council (Defence): Press remarks by High Representative Josep Borrell upon arrival. Disponible en: https://www.eeas.europa.eu/eeas/informal-foreign-affairs-council-defence-press-remarks-high-representative-josep-borrell-upon_es

247 European Union External Action Service (2023). Informal meeting of EU Foreign Affairs Ministers: Press remarks by High Representative/Vice-President Josep Borrell. Disponible en: https://www.eeas.europa.eu/node/433436_fr

248 Mateos Martín, O. (2022). Op. cit. 160-162.

materia de Seguridad y Defensa en apoyo de los países de África Occidental del Golfo de Guinea, por un período inicial de dos años 249, un eje clave en la política europea por la paz, la seguridad y el desarrollo del continente africano.

Por último, la UE debería reforzar su determinación para ser un actor necesario para el futuro del Sahel, y mostrar esa fortaleza ante la comunidad internacional, cuyo papel también es fundamental para trabajar, de forma conjunta y coordinada, por la paz integral de toda la región y del continente africano. En primer lugar, la UE debe conciliar las diferentes visiones de sus Estados miembros para mostrarse ante el mundo con coherencia y cohesión, y siempre desde el convencimiento de que la realidad africana afecta, en mayor o menor medida, a la seguridad y desarrollo de toda Europa. Hay que salvar la desconexión que, en ocasiones, sufren las iniciativas sobre el papel y su funcionamiento real en el terreno. Solo así no se tendrá que lamentar que los esfuerzos comunitarios europeos no lleven a los resultados esperados.

249 Consejo de la UE (2023). Golfo de Guinea: el Consejo pone en marcha una Iniciativa de la UE en materia de Seguridad y Defensa. Disponible en: https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2023/12/11/gulf-of-guinea-council-launches-an-eu-security-and-defence-initiative/

capítulo 8

Prospectiva y propuestas innovadoras

David Soler - África Mundi

Jacobo Morillo - Geopol 21

Abstract: Esta sección analiza las opciones a futuro que tiene el desarrollo del Sahel desde el punto de vista de varios actores. Asimismo, se incluyen propuestas innovadoras para poder enfrentar los diversos retos que se plantean a lo largo del informe.

n 8.1. ¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR? VISIONES A FUTRURO

8.1.1. PAÍSES DEL SAHEL (AES)

La decisión tomada en Niamey en julio de 2024 por Burkina Faso, Mali y Níger de dar un paso más en su pacto de defensa hacia una Confederación de Estados del Sahel (AES) basada en una alianza económica, política y securitaria rompe la región occidental y saheliana en dos y abre un panorama inquietante. En la AES se prevé la creación de un banco de inversión propio, un fondo de estabilización, una moneda única y el libre movimiento entre países.

La alianza se caracteriza por estar liderada por tres juntas militares llegadas al poder mediante golpes de Estado en países gravemente afectados por violencia yihadista. La retórica anti-imperialista contra Francia y Estados Unidos y el rechazo a dar marcha atrás en su decisión de abandonar la CEDEAO abre un panorama inédito en la región con un binomio de poder regional.

Por un lado, esta división acentúa y refleja la división a nivel global entre Norte y Sur, con los países de la AES apoyándose en el tradicional bloque del Este liderado por China y especialmente por Rusia, como denotan los recientes pactos militares con el Kremlin.

Sin embargo, desde un punto de vista del propio Sahel es una oportunidad y será interesante ver cómo evoluciona la nueva confederación AES. Por primera vez, la región del Sahel cuenta con una organización política y económica propia, muy diferente a las alianzas anteriores como el G5 Sahel. La CEDEAO no puede representar a todo el Sahel ya que incluye a países fuera de la región de África Occidental y no cubre los países del este del cinturón saheliano.

La clave para la AES será ver si los países fundacionales la reducen a una alianza antioccidental propia de juntas militares prorusas con intereses propios o buscan de manera genuina unir a otros países sahelianos para formar un ente común regional.

Para comenzar, las tres juntas militares deberán dar muestra de su capacidad organizativa para avanzar en los retos a los que se enfrentan sin conflictos entre ellos. Una alianza securitaria es más sencilla de mantener que una compleja estructura económica con libre movimiento y comercio que puede afectar a los ingresos de sus ciudadanos al tener más competencia por competir con productos similares.

A día de hoy, es difícil imaginar a la AES convirtiéndose en el estandarte que represente los intereses de todo el Sahel bajo una única voz. Aunque sí hay países como Sudán, especialmente bajo un potencial gobierno liderado por las Fuerzas de Apoyo Rápido y Eritrea que podrían unirse por su carácter proruso, ambos están alejados de los problemas y marcos que interesan a las juntas militares en el Sahel Occidental. En esa zona hay pocos países que puedan atraer, con Chad tal vez como el principal potencial socio si el presidente Mahamat Déby sigue con su política de jugar a dos bandas.

Mucho más difícil es imaginar a países con un gran rol en la CEDEAO como Senegal o Nigeria en la organización. Para que eso ocurriese debería primero haber un proyecto en común, algo que no ocurre y que evidencia el intento del primer ministro senegalés, Bassirou Diomaye Faye, de evitar la salida definitiva de Burkina Faso, Mali y Níger de la CEDEAO.

El paso dado hacia una Confederación y la retórica empleada por los líderes militares en la primera cumbre en Niamey celebrada en julio confirma que la intención de la AES es debilitar a la CEDEAO, contraponiendo a ambas organizaciones, y no hacer que ambas puedan coexistir pacíficamente con miembros mutuos, como ocurre en otros países africanos que son parte de hasta cuatro organizaciones regionales.

La base para tener una identidad política de los Estados del Sahel está ya puesta, aunque sus cimientos sean los equivocados. Si las juntas militares saben organizarse y abrirse a otras ideas políticas la AES puede durar más allá de los gobiernos golpistas y pasar a ser una entidad propia de desarrollo político, social y económico. Si no, su existencia se verá arrinconada a batallas ideológicas que no beneficien a la población.

8.1.2. UNIÓN AFRICANA

El rol de la Unión Africana hacia el Sahel se ha apoyado en la coordinación a través de la CEDEAO e iniciativas como el Proyecto de Resistencia del Sahel250. Las sanciones y suspensión de la mem-

250 AFRICAN UNION (2023). “Disaster Risk Reduction: Lessons from the Sahel Resilience Project”. Disponible en: https://au.int/ en/pressreleases/20230325/disaster-risk-reduction-lessons-sahel-resilience-project

APROXIMACIONES Y CONTEXTO A UNA REGIÓN EN EVOLUCIÓN 125

bresía de la organización continental de Burkina Faso, Mali y Níger tras los golpes de Estado habla del rechazo inicial a la nueva organización que busca desafiar las estructuras de poder vigentes.

El levantamiento de las sanciones económicas contra Mali en 2022 y la posterior apertura a la posibilidad de contratar a malienses en la Unión Africana es un cambio positivo en aras a intentar entenderse con el nuevo régimen. A pesar que las juntas militares del Sahel no hayan sido tan críticas con la Unión Africana como con la CEDEAO, el apoyo de la primera a la organización subregional hace imposible una aceptación de la AES como una nueva entidad subregional comunitaria a corto plazo.

Las estructuras de poder de la Unión Africana y la CEDEAO son precisamente las que quieren modificar y es por ello que la coexistencia de la AES como una nueva organización subregional reconocida por la UA es difícil de prever a corto plazo.

Ahora, el papel de la Unión Africana una vez anunciada la nueva Confederación debería ser de mediador entre ambas partes para poder reconocer a los países africanos que han decidido optar por otra organización. En este sentido, un acercamiento vendría con un calendario realista para la celebración de elecciones y la transferencia a un poder civil, a pesar de que en estas los comicios sean controlados por los militares como ocurre en otros países que sí tiene como miembros la UA, por ejemplo Chad en el mismo Sahel.

Aceptar a juntas golpistas nunca puede ser una buena decisión a futuro, pero no cabría extrañarse si a medio plazo la AES se integra como una organización subregional paralela a la CEDEAO y reconocida por la Unión Africana, siempre y cuando haya un gobierno civil, aunque sea autocrático.

8.1.3. UNIÓN EUROPEA

El papel de la UE está en claro retroceso en el Sahel en todos sus frentes. No solo ocurre en juntas militares, sino en socios tradicionales como Senegal, cuyo gobierno democráticamente hizo campaña bajo unos preceptos antifranceses y con la promesa de revisar los acuerdos de pesca con la UE.

A corto plazo, la reducción de tropas francesas y comunitarias indican que Europa debe adoptar un papel de segundo plano a nivel securitario y de influencia geopolítica. Esto ocurre sobre todo en el Sahel occidental, pero también en otros como Chad, que se acerca a Rusia con el fin de no posicionarse en exceso con Occidente en un ambiente geopolítico desfavorable en la región; e incluso con Sudán, donde los casi nulos esfuerzos por conseguir la paz y un entendimiento dejan fuera de juego a la UE.

El fin de la Misión de Entrenamiento de la UE en Mali refleja un paso atrás que será difícil revertir en al menos el próximo lustro y que hace que la UE pierda influencia en la región.

La gran duda será ver el rol de Francia a medio plazo. Con las estructuras establecidas, el Elíseo seguirá dominando el poder económico en la región y es poco probable que se llegue a una nueva moneda común que sustituya al franco CFA. La división del Sahel con el África Occidental acentúa esta dificultad. Sin embargo, el creciente sentimiento antifrancés es palpable en la región y las

elecciones de Senegal reflejan la voluntad popular también latente en países donde esta se ha consumado mediante golpes de Estado.

La reestructuración de la presencia militar con una pronunciada reducción de tropas que se quedará en tan solo 100 soldados en Senegal y 300 en Chad, bajando de los 350 y de los 1.000 soldados respectivamente, denota un cambio de estrategia desde el Elíseo. Esto implica mantener una leve presencia pero tomar un segundo plano.

El interés de España por mantener presencia en Mali tras el fin de EUTM Mali y la relación cordial entre ambos ministerios de Defensa abre la puerta para cambiar la punta de lanza en la región y seguir manteniendo los intereses europeos en liza sin verse afectados por el sentimiento antifrancés.

Ahora bien, es muy improbable que España tome un rol por los intereses europeos en el Sahel por encima de Francia sin antes haberlo acordado con el Elíseo y las instituciones comunitarias. Las vetustas jerarquías de poder europeas en su acción exterior complican sobremanera un cambio de rango que es necesario a corto y medio plazo para que la UE restablezca un contacto positivo con la realidad en el Sahel.

8.1.4.

RUSIA

Tras años de uso de paramilitares como el Grupo Wagner, el Kremlin ha dado un paso más integrando a estas milicias en su estructura de Defensa bajo el nombre Africa Corps. Esta representa el formato de expansión que Rusia pretende en África a través del poder que emana de su estamento más fiable, los servicios de seguridad: asesoramiento, instrucción e inteligencia; además de músculo militar y adiestramiento. Moscú es una potencia de recursos naturales, sin embargo, es consciente del valor geopolítico que acopia África. Su estrategia es tener acceso a recursos con gran valor, así como ganar a través de sus vínculos la influencia política de los gobiernos. En este sentido, Rusia lleva años plasmando esta estrategia en el continente, y cuyo contexto global suscita que su presencia va a ir más allá ante el discurso al alza sobre Occidente y la transición actual del orden mundial.

8.1.5. ESTADOS UNIDOS

Estados Unidos, al igual que la UE, verá reducida su presencia e influencia en la región a corto plazo. La decisión de Níger de cancelar el pacto de seguridad y el anuncio de la retirada de tropas definitiva para mediados de septiembre de 2024 son un paso atrás.

Washington busca ahora reducir sus más de mil soldados y mantener un contingente de al menos cien en Chad, país vecino. Al igual que con la UE, la salida es un revés para los esfuerzos de inteligencia antiyihadista en la región.

Sin embargo, la gran diferencia con Europa es que Estados Unidos tiene un interés en un rival directo como Rusia monopolizando el terreno. En este sentido, el devenir de la política nacional con

las elecciones a final de 2024 marcará el rumbo estadounidense, y aunque el Sahel no será prioridad en ningún caso en su acción exterior, no sería de extrañar un repunte en el interés a medio plazo para combatir al yihadismo y la influencia rusa a la vez.

8.1.6. CHINA

China va a continuar su expansión por el continente como hasta ahora. Cuenta con una reputación mejor que Occidente, ya que no tiene que cargar con el legado colonialista del Viejo Continente. En el caso de Pekín, su planteamiento económico sale muy reforzado en el espectro diplomático, dado que los países africanos ven una oportunidad irrechazable las mayúsculas inversiones que China está dispuesta a hacer en África. La naturaleza diplomática china y las necesidades estructurales africanas generan una sinergia estratégica que hace impensable que la República Popular no se consolide en el continente en materia financiera y económica en las próximas décadas. África es una fuente diversa de recursos naturales necesarios para China, de ahí que Pekín no repare en desplegar todo tipo de recursos y facilidades para ver efectuados sus proyectos a la mayor de sus escalas. En el Sahel esto incluye el interés por las materias primas como el petróleo crudo y el uranio en Níger o futuribles como las licitaciones de Senegal. Además, toda la proyección económica está estrechamente relacionada a sus ambiciones geopolíticas por ocupar más espacios de influencia, de tal forma que cobre más argumento una redistribución de fuerzas y voces en el orden mundial.

8.1.7.

EL SUR GLOBAL

El Sur Global es un término que representa una idea aún por encontrar su cuerpo. Engloba a aquellos países que se sienten discriminados y perjudicados por la historia dictaminada desde Occidente, y que se encuentran, en su mayoría, en el hemisferio Sur. Este término cobra cada vez más relevancia por su potencial y las consecuencias que puede suponer en el orden mundial del futuro.

Si el Sur Global es un término a falta de cuerpo a modo de organismo, los BRICS pueden cubrir hasta cierto punto este espacio estructural. Si estos términos se confunden, se le da a países como Rusia o China, miembros de los BRICS que no pertenecen al Sur Global, la oportunidad de liderar una agrupación de naciones cuya aspiración es configurar un sistema internacional alternativo al actual, con la esperanza de que les brinde mayores oportunidades. Sin embargo, en todo proyecto en el que estén China o Rusia su geopolítica será la máxima prioridad con el fin último de monopolizar sus intereses.

Incluso en un escenario en el cual el Sur Global no cuente con estas dos potencias y sea liderado en un formato más multilateral, encabezado principalmente por países como India, Arabia Saudí, Sudáfrica o Brasil, el Sahel no contará con un peso de influencia elevada. A pesar de sus recursos, se trata de un espacio con una infraestructura muy limitada y una inestabilidad notable, dos factores que le restan para ser un punto de inversión en proporción a lo que puede aportar.

Lo que sí es cierto es que, dentro de África, el Sahel ocupa un espacio de influencia, y países como Mali, Níger, Burkina Faso, Mauritania y Chad conforman una extensión geográfica que no se puede ignorar, aunque sea por su capacidad de desestabilización. Precisamente por ello es tan imperativa la inversión en el Sahel, aun si es compleja su proyección como actor geopolítico en el conjunto de las cinco naciones mencionadas.

El Sahel, como parte de África, juega su papel en un continente que representa una pieza clave en el Sur Global. Evidentemente aún falta mucho recorrido para que un concepto como este adopte la proyección y la estructura para traducir la idea en un organismo con poder geopolítico consolidado. Por ahora, las alianzas están forjadas desde los regionalismos y las proximidades geográficas, como algunos países del Sahel han dejado constancia.

n 8.2. MENTALIDAD

ESTRATÉGICA

DE CARA AL SAHEL DESDE LA PERSPECTIVA DE CADA REGIÓN

8.2.1.

OJO DE ÁFRICA

En los últimos años, África se está dividiendo a diversas velocidades. Algunas de las potencias continentales como Nigeria, Sudáfrica o Kenia están perdiendo peso geopolítico ante el auge de otras como Ruanda, Senegal o Etiopía.

Hablar de una posición común para el Sahel es difícil dentro del continente africano, más todavía vistas las divisiones en las preferencias de socios exteriores, ejemplificadas en los votos en la ONU en la resolución contra la invasión rusa de Ucrania. Esa división corre el riesgo de amplificarse en el futuro próximo y de, a granados rasgos, enfrentar a dos bandos: por un lado, un establishment liderado por la Unión Africana que representa el status quo y mantiene buenas relaciones diplomáticas y comerciales con Occidente; y por otro, un bando contrareaccionario que busca cambiar el sistema global internacional que se apoya en China y Rusia, empuja la ampliación de poderes de los BRICS+ y se autoadjudica el término panafricanista, tildando al otro lado de neocolonial.

Esta división tiene un peligro muy importante para los propios intereses diplomáticos, securitarios y económicos del continente. En un momento donde con el reciente Tratado de Libre Comercio Africano el continente busca profundizar en el desarrollo comercial, la industrialización y reducir la dependencia del exterior, las divergencias entre países son piedras en el camino para la soberanía económica del continente.

La inclusión de la Unión Africana en el G20 como representante continental es una oportunidad geopolítica única. Sin embargo, las divisiones impiden que una voz africana unida sea más fuerte en el panorama internacional, algo vital en cuestiones como por ejemplo el cambio climático, donde África busca liderar la transición ecológica.

Para poder desarrollar una visión común para el Sahel, ambos bandos deben acercar posturas.

Sería un acierto si la Unión Africana deja de ignorar los errores cometidos por la CEDEAO en la es-

tabilidad de los países del Sahel Occidental y se anima a colaborar con las fuerzas de la AES en un futuro para reducir la presencia yihadista y aumentar el nivel de vida de sus ciudadanos.

En ese sentido, también sería interesante que la Unión Africana adoptase ese discurso panafricanista que tanto resuena entre la juventud africana. El panafricanismo genera una identidad propia al continente y no se debe permitir que se lo apropien tres juntas militares y acabe teniendo un significado reduccionista.

Ahora bien, es inevitable que para que eso ocurra debe haber un cambio de percepción en la nueva Confederación del Sahel. Las juntas militares deben aceptar que su tiempo en el poder es finito y dar paso a gobiernos civiles en los próximos años para asegurar que sus países no queden presos de la inestabilidad política y autoritaria del pasado. En este sentido, se debe exigir que acaben con sus proclamas divisorias para con las instituciones establecidas democráticamente tras la descolonización que son las que representan a África globalmente.

Esta división no es nueva en el continente. En la década de 1960 ya ocurrió un debate dentro del movimiento panafricanista sobre cómo unir al continente políticamente. Los países de la AES son más similares a la visión de Kwame Nkurmah de unos Estados Unidos de África que ansiaba un único país federal, aunque en el fondo los actuales líderes militares no quieran perder su soberanía y cuota de poder. Esto implica es un cambio radical al proyecto aprobado de la Unión Africana y propuesta inicialmente por el Emperador etíope Haile Selassie, que defendía ir poco a poco en la integración continental. Los resultados más de medio siglo después demuestran que se va demasiado lento y la Unión Africana debería acelerar esa integración de manera efectiva para poder avanzar en el desarrollo del continente y aunar los intereses del continente en uno.

8.2.2.

OJO DE EUROPA

Europa, la cuna de la civilización occidental y la raíz del sistema mundial vigente ha ido perdiendo presencia en el tablero internacional. La primera de sus deficiencias es estructural y atañe al hecho de que no hay unanimidad en la política exterior de la UE que permita pavimentar una estrategia sólida capaz de ponerse en práctica. Se trata de 27 pensamientos nacionales que se contraponen a alcanzar un planteamiento conjunto. Esta falta de visión europea resta voluntad en inversión en defensa y deriva en que se deposite en la OTAN gran parte de sus esfuerzos militares, dejando en manos de Estados Unidos la visión y las acciones de Occidente.

La UE es un actor geopolítico cuyas capacidades están limitadas, restándole poder de influencia debido a que sus deficiencias son reconocidas. Con el paso de los años, la UE ha infravalorado su propia partitura geoestratégica, convirtiéndose en el escudero de Estados Unidos a todos los efectos. Esta línea de acción ha restado poder al bloque occidental y ha acentuado la evidencia de un orden en decadencia.

El etnocentrismo de Europa es palpable y ha llegado a un punto que juega en su contra. La idea de establecer Estados de derecho y sistemas democráticos por diferentes latitudes del globo choca frontalmente con la realidad más básica en países que tienen dificultades más apremiantes.

8.2.3. OJO DE ASIA

Asia es consciente del papel creciente que está adoptando en la economía global. Es partícipe de un cambio en el cual es un actor primordial, tanto que es el nuevo centro de gravedad económico.

A ello se le suma la masa demográfi ca, la media de edad y la tecnifi cación. Además, hay que contar la fundamental propulsión que otorga la posición geográfi ca, con estrechos como el de Malaca, por donde transitan miles de barcos. El tránsito hacia Europa y África es fundamental para dar continuidad al crecimiento de Asia.

A todo lo mencionado hay que sumar la dimensión ideológica. Asia tiene múltiples culturas y en el continente hay naciones históricas como China, India y Japón con cosmovisiones propias. Este aspecto no se puede infravalorar, ya que resulta clave a la hora de visualizar el orden mundial del futuro con fuerzas como India o China como polos de poder económico, político y cultural.

Esta cosmovisión propia es una herramienta útil en el despliegue de países como China en África, continente marcado por el colonialismo occidental y que ve con buenos ojos tratar con actores alejados de este tipo de herencia.

Aquí hay que resaltar la diferencia de la mentalidad. En Asia hay culturas más largoplacistas, que priman a la comunidad por encima del individuo y con una forma de hacer diplomacia diametralmente opuesta a la occidental. Esta naturaleza favorece su posicionamiento en África.

8.2.3. OJO DE AMÉRICA

En el continente americano cabe destacar dos ramas en la infl uencia con África bien diferenciadas: el norte y el centro y sur del continente.

Los países de Sudámerica y América Central pueden verse refl ejados en las demandas de los países africanos en ciertas demandas globales como las reparaciones por las causas del cambio climático, la industrialización y la reestructuración de la deuda externa.

Sin embargo, no hay tampoco una visión común regional con África y esta queda circunscrita a unos pocos países que sí tienen relaciones, donde destaca especialmente Brasil, que sí ha tenido relaciones históricas y buscará liderar las relaciones para posicionarse como un líder del Sur Global en Sudámerica.

Como contrapartida están los intereses de Estados Unidos y Canadá, unidos inevitablemente a Occidente. Desde Washington, el Sahel interesa desde el punto de vista de la Global War on Terror , la guerra global contra el terrorismo iniciada desde los atentados de Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, esta ha tomado un freno considerable tras el éxito de la muerte de Osama Bin Laden y con el retroceso en países como Afganistán desde que los talibanes retomaron el poder. A pesar de que la amenaza no es tan directa como para Europa, sí cabe esperar que haya interés por frenar la expansión yihadista, especialmente si esta aumenta más allá del Sahel y se convierte en una amenaza real para el continente africano y para Europa.

interés por frenar la expansión yihadista, especialmente si esta aumenta más allá del Sahel y se

n 8.3. PROPUESTAS INNOVADORAS

Hay una serie de claves a tener en cuenta en la visión estratégica que debería adoptar España y la UE para el Sahel. Lo primero que se debe hacer es aceptar que a corto plazo se va a tener un rol securitario secundario en la región. El rechazo a los contingentes y misiones de entrenamiento europeos es un aviso que debe tomarse en serio y aprovechar para dar un paso atrás para reformular la estrategia.

Este paso atrás no implica una retirada completa que sería nefasta para las necesidades de inteligencia anti-yihadista, sino una reducción provechosa para el futuro por dos motivos. Primero, porque así se podrá evaluar la labor más activa que están tomando las potencias que amenazan a Europa, encabezadas sobre todo por Rusia. Las nuevas juntas militares no han conseguido frenar los ataques yihadistas y se amontonan los ataques contra civiles de mercenarios rusos reportados por la ONU en el norte de Mali. Esas violaciones de derechos humanos no hacen más que ir en contra de los intereses de Rusia y acabarán por generar el rechazo de la población local. Con su actual política, las nuevas juntas militares apoyadas por el Kremlin fracasarán y de ahí se puede aprender para reestructurar la respuesta europea.

Ahora, para no volver a cometer los mismos errores es vital hacer una introspección sobre qué ha fallado en la respuesta comunitaria. Para ello es necesario un análisis interno a nivel europeo que evalúe las políticas realizadas y los factores de riesgo asociados a ellas, así como dar cabida a una visión amplia con propuestas innovadoras.

Para empezar, tanto la UE como Francia debería primero aceptar los propios errores y disculparse públicamente con la población local por no haber contribuido a la paz en la región con sus fuerzas. Ese reconocimiento vendría bien de cara al futuro para poder tener un trato de tú a tú que los ciudadanos locales no sienten. Se debe analizar el comportamiento de las fuerzas armadas así como el entrenamiento en educación, valores y culturas locales para adaptarse a las realidades y ganarse el cariño local.

En el futuro, hay tres claves para una exitosa estrategia y todas pasan por una vertiente: la apuesta por la sociedad civil. Uno de los mayores errores ha sido confiar la contraofensiva yihadista en organizaciones como el G5 Sahel compuestas por gobiernos frágiles y a menudo autoritarios y déspotas. La tarea a largo plazo debe ser pisar más la calle: interactuar con la poblaciónl local, comprender sus problemas y hacerles sentir cercanos. Se debe salir de las bases militares para que no vean en las fuerzas europeas un ente extraño.

Por otro lado, es vital acompañar la respuesta securitaria de una política social y económica a pequeña escala. Una gran parte de los yihadistas son jóvenes que deciden coger las armas como una salida hacia el futuro. Es importante apostar por proyectos pequeños pero tangibles para las comunidades locales e ir de menos a más en los proyectos.

Los grandes megaproyectos como la Muralla Verde del Sahel atraen miles de millones de dólares pero son burocráticos, farragosos y la mayor parte de la financiación no acaba llegando a la pobla-

ción local. Apostar en cambio por dedicar recursos a proyectos que ayuden a contribuir al desarrollo local, mitigando el cambio climático y contribuyendo a la creación de empleo es vital para evitar que más jóvenes cojan las armas.

En este sentido, también es vital abrir la mano a dialogar para comprender y mejorar a los terroristas. El gobierno de Níger previo a las juntas militares había apostado por dialogar con los yihadistas para incentivar su desarme y la reinserción en la sociedad. Es vital que la respuesta antiyihadista europea se centre también en ese camino ya que con él se consiguen varios objetivos: por un lado, conocer los motivos reales para unirse a un grupo yihadista; por otro, conocer el funcionamiento de estás células y por último, reeducar a los jóvenes y conseguir reinsertarlos en la sociedad para que no se sientan forzados a coger las armas.

8.3.1. EL PAPEL DE ESPAÑA

Tras quedar patente el rechazo mostrado por diversos países africanos a la hora de mantener cualquier vínculo con Francia por su herencia colonial, Europa necesita de un actor que ejerza de puente para entablar relaciones y proyectos a corto plazo. España debe tomar un rol activo para posicionarse como ese referente de los intereses europeos en el Sahel.

España no tiene el pasado colonial de Francia, pero sí una posición geográfica beneficiosa y unos conocimientos del terreno y de los proyectos previos que pueden servir de argumento para encabezar los planes de futuro desde la UE. Es evidente que Bruselas debe cambiar el enfoque de su presencia en el Sahel si no quiere ver su imagen más deteriorada y su capacidad como actor internacional minimizada, más aún en un espacio tan importante en materia de seguridad. Por ello, la oportunidad de España para encabezar una renovada proyección europea en el Sahel posee fuerza tanto por la necesidad como por la demostración de resiliencia a nivel nacional como europeo.

El primer paso es monitorizar todos los ejes de poder del Sahel, país por país: sistemas financieros, figuras influyentes, partidos políticos, jerarquías de poder castrenses, polos industriales, recursos naturales y sus explotadores. Hacer un trabajo previo mediante un mapa de redes que retrate el contexto, a partir del cual crear proyectos inclusivos alejados de naturaleza paternalista y condescendiente.

La prioridad debe ser romper con la imagen que se tiene en el Sahel de Europa y para ello el primer paso debe ser reconstruir el relato. Es esencial de inicio despojarse de ese discurso sobre condicionar las ayudas para el desarrollo con su sistema político. Esto tiene que ver con el etnocentrismo occidental que tanto ha deteriorado su imagen, y que durante décadas ha chocado con las transiciones políticas de cada país para encontrar su idiosincrasia entre su naturaleza social y su organigrama de poder.

No obstante, cualquier escenario que se contemple debe contar con la implicación de Francia. Un país con tal bagaje y recursos posee un conocimiento y posicionamiento que debe usarse. Además, es improbable que París permita despojarse de toda su influencia en la región.

capítulo 9 Conclusión

Alo largo del informe, se ha llevado a cabo un análisis fidedigno de la situación pasada, presente y futura del Sahel; un área geográfica que juega un rol crucial no solamente en la seguridad de su propio entorno, sino en la salvaguarda de otras regiones como la UE.

Pese a que históricamente los países europeos habían tenido influencia directa en el área de estudio de esta obra, en la actualidad la situación ha virado radicalmente hacia una nueva realidad en la que Europa es vista como un socio de reminiscencias colonialistas y extractivas. Europa, con la personificación de Francia como potencia primera en la región saheliana, está siendo denigrada o expulsada directamente de los países de este cinturón regional.

Esta animadversión por Occidente tiene como consecuencia el ascenso de países revisionistas como Rusia y China. En efecto, Moscú está ocupando el nicho securitario y de defensa que tradicionalmente ocupaban países como Francia, mientras que Pekín está haciendo lo propio con el nicho económico gracias a su ambicioso plan de inversión en África que algunos analistas han denominado “Chináfrica”, en contraposición a la clásica Françafrique

La UE se está viendo afectada igualmente por estos virajes geopolíticos. Los ejemplos más claros están en la suspensión entre 2023 y 2024 de las misiones EUCAP Sahel Níger, EUMP Níger y EUTM Mali ante el rechazo de las nuevas juntas militares gobernantes en esos países.

La finalización de estas misiones ha venido impulsada por la expulsión de Francia y su posterior retirada estratégica habida cuenta de los fracasos políticos y militares de los últimos tiempos. En este sentido, de todos los países que conforman el área saheliana, han sido tres, Burkina Faso, Mali y Níger, los que han mostrado con mayor vehemencia y energía su deseo de romper toda entente previa con Europa. Está por ver si dicha vanguardia de países sahelianos revisionistas de sus tradicionales relaciones con Occidente se expande al resto de territorios regionales con casuísticas y situaciones análogas.

Como ocurre en cualquier ecosistema, la alteración de cualquier tipo de equilibrio inicial en la cadena relacional resulta en la conformación de una nueva situación con nuevos actores. En esta tesitura, el nicho de influencia cedido por los países occidentales ha sido aprovechado en primera instancia por una Rusia que, desde su invasión ilegal a Ucrania, ha seguido desarrollando su proyección internacional y geopolítica en áreas geográficamente lejanas de su tradicional área de influencia.

De esta manera, el fracaso europeo en la región tiene un notorio poso cultural. Los países sahe -

lianos ven a Europa desde una reminiscencia colonial y extractiva y con una subrepticia intención de tejer relaciones neocolonialistas. Pese a que el caso francés es paradigmático en este sentido con iniciativas como la apuesta por divisas favorables a los intereses galos en el continente africano como el franco CFA, la UE estaba desarrollando mayormente misiones de cariz civil y de cooperación con las autoridades locales para mejorar los sistemas sociales y económicos. No obstante, esta animadversión por Europa ha arrastrado a unas misiones comunitarias que ya no van a poder tratar de inspirar en estos países su modelo democrático y de salvaguarda de normas y derechos. En esta tesitura, países revisionistas del sistema internacional liberal y con modelos marcadamente autocráticos como Rusia y China, cuentan con una fuerza y reputación renovada para implementar allí sus sistemas económicos y sociopolíticos, pudiendo hacer del Sahel, un área clave para la seguridad europea, una región afín a sus modelos y contraria a las tesis europeas.

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