Go Mag #117 Diciembre 2010

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SALEM BEST COAST

117 DICIEMBRE 2010 CONSIGUE LA EDICIÓN CON CD EN TU QUIOSCO

HURTS ASTRUD & COL.LECTIU BROSSA PLASTIKMAN ATARI TEENAGE RIOT SUEDE OVAL WOMEN

GO SERIES 76: RASTER-NOTON

Incluye temas de Aoki Takamasa, Kangding Ray, Mika Vainio, Frank Bretschneider, SND, Grischa Lichtenberger, Pixel, Alva Noto & Blixa Bargeld, Senking y Mark Fell. EDICIÓN GRATUITA FREE ISSUE

CUZO



117

sumario

DICIEMBRE 2010

33

staff

AVEY TARE 08 BITES

Edita UNIPRENSA S.A. GO MAG Directora: Janina Canet. Jefe de redacción: Manu González. Director de arte y diseño gráfico: Fabián Taranto y Natalia Cambello (www.groteskdesign.com). Redacción GO MAG. Muntaner, 492, bajos. 08022 Barcelona. Tel. (+34) 93 417 68 67 / (+34) 93 418 50 05 Fax (+34) 93 417 33 63 E-mail: go@go–mag.com Suscripción y logística: 93 418 50 05 solicitudejemplares@uniprensa.com Web: www.go–mag.com MySpace: www.myspace.com/gomagbarcelona Facebook: www.facebook.com/gomagspain Twitter: www.twitter.com/gomagspain Coordinador de cine y literatura: Philipp Engel. Coordinadoras de moda: Ana Tomás. Coordinador de tecnología: Xan Pita. Corrección: Nati Arco. Redactores: María Adell, Virginia Arroyo, Leticia Blanco, David Broc, Óscar Broc, Javier Burgueño, Matías Bosch, Philipp Engel, Albert Fernández, Laura Fernández, Mónica Franco, Laura Gamundi, Álex Gil, David Giménez, Daniel Gómez, Gloria González, Manu González, Violeta Kovacsics, Milo J. Krmpotic’, Carolina León, Israel Márquez, Pepo Márquez, Luís Meyer, Àlex Montoya, Half Nelson, Banessa Pellisa, Marc Piñol, Xan Pita, Alicia Rodríguez, Vidal Romero, Arantxa Ruíz, Jesús Sáez, Silly Savage, Toni Vall, Daniel López Valle, Alberto Vidal y Pablo Vinuesa. Fotógrafos: Alicia Aguilera, D. L. Anderson, Adrià Cañameras, Josh Dibb, Constantin Falk, Daniel Luis García, Alexander Gnädinger, José Hinojosa, Atiba Jefferson, Iván Jurado, Alexander Koch, Xavi Montojo, Pepino Marino, Rosa Ponce, Chus Sánchez y Carlos Sánchez Llibre. Fotografía de portada: Adrià Cañameras. Publicidad Barcelona Tel. (+34) 93 418 50 05 / 93 417 68 67 E-mail: publicidad@go–mag.com Agentes comerciales: Ramón Villarquídez, Gina Selicorni y Eneida Fonseca. Publicidad Madrid Christian Osuna. Tel. (+34) 617 458 768 E-mail: christian.osuna@go-mag.com Dep. Legal: B-19124-00 Fotomecánica, impresión y encuadernación: Tu Grupo Gráfico 2005 S.L. Distribución gratuita: Barcelona (Blind Records). Resto de España (Envialia). Distribución en quioscos: Coedis.

12 INTRO 16 CLUB: MARULA CAFÉ 26 OVAL

20 EN PORTADA: JOHN TALABOT

27 CUZO 28 INFORME WITCH HOUSE 31 HURTS 32 ATARI TEENAGE RIOT 34 BEST COAST

30 ASTRUD & COL•LECTIU BROSSA

29

35 WOMAN

SALEM

38 RASTER-NOTON 39 MARK FELL 42 DISCOS, MAXIS, ÚLTIMO CLÁSICO...

18 PLASTIKMAN

56 AGENDA MUSICAL 64 MASCHINE!

36 SUEDE

66 GADGETS Y MODA 75 IN & OUT 76 CINE Y LIBROS GO MAG se distribuye gratuitamente en las siguientes ciudades españolas: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Burgos, Cáceres, Cartagena, Castellón de la Plana, Ciudad Real, Donostia, Girona, Granada, Lleida, Logroño, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Pamplona, Gijón, Vigo, Santander, Sevilla, Tarragona, Valencia, Vitoria y Zaragoza. GO MAG está disponible en los quioscos de España, Portugal, Argentina, México, Chile, Costa Rica y Perú.


006/007

concurso

¡Sorteamos un traje completo de snowboard de la marca Protest!

El año pasado nos lo robaban literalmente de las manos, así que este invierno hemos decidido sortear, una vez más, un traje completo de snowboard de la gama alta de Protest, como el que llevan en la foto los pro riders Jonas Hagstrom y Miikka Hast. Consíguelo participando a través de nuestra web: www.go-mag.com

¡Black Dog Publishing ofrece a los lectores de Go Mag un 40% de descuento en la compra de cualquiera de estos libros! La editorial británica Black Dog Publishing ofrece un 40% de descuento a todos los lectores de Go Mag en la compra de cualquiera de estos libros: “Ninja Tune: 20 years of beats & pieces”, “Krautrock: Cosmic rock and its legacy”, “Ace Records: Labels Unlimited” y “Rough Trade: Labels Unlimited”. Sólo tienes que escribir un email a jess@blackdogonline.com con tu pedido y dirección de entrega, especificando en el subject del mensaje “Go Mag Offer”. Oferta válida hasta Navidades.


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008/009

bites

Portishead al FIB 2011

Y también The Strokes, Arctic Monkeys y Primal Scream

Bites

// Rhino ha anunciado la publicación el próximo 14 de diciembre de una caja de singles en vinilo de Joy Division bajo el muy minimal título de “+-”. Recopilado por el prestigioso periodista y escritor Jon Savage, el box set contiene 10 singles en 7 pulgadas que han sido remasterizados por Stephen Morris, batería del grupo, y Frank Arkwright, técnico de sonido de los estudios Metropolis. El prestigioso diseñador de Factory Records, Peter Saville, se ha involucrado personalmente en el proyecto y ha diseñado todo el arte basándose en las portadas originales. Algunos de los singles se publicaron hace años y otros han sido creados específicamente para este box set. La caja incluye también una pista para descargar gratis todas las canciones en formato MP3 de alta calidad. La publicación de esta caja de edición limitada y numerada coincide con el 30 aniversario del fallecimiento de Ian Curtis. Será una tirada standard de 4.500 ejemplares y 500 Deluxe edition (desconocemos los extras que contiene esta tirada deluxe de los singles de Joy Division). // Y hablando de Joy Division, el batería de tan mítico grupo no es el único en acordarse de esta banda. El festival de Vilagarcía de Arousa, Festival do Norte, que se celebrará el 6 y 7 de mayo de 2011 ha anunciado cuatro artistas que formarán parte de su cartel. Nos referimos a Peter Hook (bajista de New Order y Joy Division), que presentará su espectáculo basado en el primer disco del cuarteto de Manchester (“Unknown pleasures”), la fiesta rock-disco de !!!, la solvencia pop de los clásicos The Vaselines o la nueva sabia de Chapel Club y London Guns (nuevo grupo de Gary Powell de Libertines). Ve reservando tus abonos. // Tras actuar en la pasada edición del Bilbao BBK Live, los galeses Feeder realizarán una gira a principio de enero de 2011 para recordarnos que en UK también se facturaba buen rock duro en la década de los noventa. Podrás verlos el 27 (Caracol, Madrid), 28 (Bikini, BCN) y 29 de enero (Kafe Antzokia, Bilbao) y puedes conseguir tus entradas en la FNAC o en Carrefour. Más información: www.ltinews.net // Este miércoles 1 de diciembre se celebra un nuevo Vodafone Secret Show con la artista británica Imogen Heap como protagonista presentando su DVD “Everything in between”. El show se celebrará en la sala Bikini de Barcelona y puedes conseguir tus entradas en www.myspace.com/vodafonesecretshows.

Tras el aluvión de nombres que el pasado noviembre lanzaron otros festivales, todos esperábamos que desde las oficinas del FIB se anunciara algún nombre de los muchos que actuarán en la edición del FIB 2011. Hoy se puede confirmar que Portishead, The Strokes, Arctic Monkeys y Primal Scream son las primeras bandas que se incorporan al cartel del FIB 2011, que se celebrará los días 14, 15, 16 y 17 de julio en el Recinto de Conciertos del Festival, en Benicàssim. Portishead, la banda formada por Geoff Barrow, Beth Gibbons y Adrian Utley vuelven a España otra vez (y muchos esperamos que vengan con nuevo disco). En 2011 está prevista la publicación del esperado cuarto álbum de The Strokes, tras los devaneos en solitario de parte de su formación. Otros que seguramente tendrán nuevo disco son los jovencitos Arctic Monkeys, de los que todos esperamos que nos devuelvan las esperanzas que depositamos con su debut “Whatever people say I am, that’s what I’m not”. Y Primal Scream regresarán al FIB para ofrecer un concierto muy especial que estará marcado por un exhaustivo recorrido por su carrera, de la que repasarán todos sus hits, así como su obra maestra “Screamadelica” de arriba abajo, como todos pudimos ver en la reciente gira que pasó por Madrid y Barcelona (ver sección live).

Pianismos

Nuevos temas de Blur y Gorillaz

Poco a poco, la Obra Social Caja Madrid de la céntrica Plaça Catalunya de Barcelona se está convirtiendo en el nuevo templo de los amantes de los sonidos más arriesgados. Para el mes de diciembre nos proponen el festival Pianismos (Nuevas músicas para piano) donde actuarán desde el 2 hasta el 17 de diciembre seis artistas que hacen del piano su instrumento favorito con el que navegar por esa nueva senda de la neo-clásica. Abrirá el festival el gran Sylvain Chauveau (en la foto) el jueves 2 de diciembre; su clase de improvisación electroacústica dará paso al sueco Nils Frahm el viernes 3. El jueves 9 será el turno de Dustin O’Halloran, al día siguiente actuarán los tenebrosos Library Tapes, Greg Haines el jueves 16 y el ex Efterklang Peter Broderick, quien presentará su reciente “How they are”, el viernes 17.

Recientemente, Damon Albarn declaraba que se encuentra trabajando en la continuación de “Plastic beach” durante la gira americana de Gorillaz. “He grabado las canciones con el iPad en habitaciones de hotel. Espero ser el primero en sacar un disco con el iPad”. Albarn añadió que pensaba sacar el álbum antes de Navidades. En otro orden de cosas, Damon confirmó sus planes de seguir grabando nuevas canciones con Blur. La banda se reunió para ofrecer algunos conciertos en el Reino Unido el año pasado y recientemente grabaron su primer tema desde 2003, “Fool’s day”, en una tirada especial para el Día de la Música. En sus futuros planes está grabar una nueva ópera con Jamie Hewlett y Alan Moore y nuevos trabajos de Gorillaz. Respecto a Blur, planean grabar algunos 7” sueltos, pero ningún disco.

Nuevas músicas para piano

Damon Albarn graba un disco con su iPad

GPS Girando por Salas

Una apuesta fuerte por los artistas indies Siempre nos hemos quejado de que la música independiente en este país nunca entraba en los planes de promoción del Ministerio de Cultura. La actual ministra González-Sinde parece haber tomado nota de estas quejas y a principio de noviembre presentó la propuesta GPS “Girando por salas” donde nombres consagrados dan la alternativa a artistas más minoritarios. Si La Excepción invitó a Delahoja o Xoel López e Iván Ferreiro dieron la alternativa a Eladio y los Seres Queridos, esta vez es el turno de Amaral, quien presentará a Alondra Bentley en la sala Apolo de Barcelona el próximo 2 de diciembre.


Pulp, Suicide y Animal Collective en el Primavera Sound 2011

Mercury Rev interpretarán “Deserter’s songs” y John Cale hará lo propio con “Paris 1919”

Ya se han anunciado los primeros cabezas de cartel del festival San Miguel Primavera Sound 2011 (que se celebrará en el Parc del Fòrum de Barcelona del 26 al 28 de mayo), entre ellos, los norteamericanos Animal Collective y la banda de Glasgow Belle And Sebastian, dos bandas ampliamente conocidas por el lector de Go Mag y que no necesitan ninguna presentación. También nos hacemos eco del retorno de dos míticos grupos de rock de todos los tiempos: los icónicos Suicide y la banda de Michael Gira, Swans, que están de actualidad gracias a ese gran “My father will guide me up a rope to the sky” que acaban de publicar. Confirmados también vía facebook The Flaming Lips, Mogwai, Fleet Foxes y The National con uno de los mejores trabajos de 2010, “High Violet”. Y como traca final, Mercury Rev tocando enterito el disco “Deserter’s songs” y John Cale interpretando con banda y orquesta “Paris 1919”. Pero de todas estas jugosísimas confirmaciones, nos quedamos especialmente con una: la reunificación de Pulp con Jarvis Cocker al frente. La esperada reunión cuenta con todos los miembros originales (Nick Banks, Jarvis Cocker, Candida Doyle, Steve Mackey, Russell Senior y Mark Webber) y ofrecerán un repaso completo a su carrera para goce de nostálgicos, el viernes 27 de mayo. www.primaverasound.com

Triplete de lujo en el Fever Club

Delorean, Caribou y Owen Pallett sobre el escenario

Los Gallagher por separado ¿Asistiremos a otra guerra del brit-pop?

Bites

//La mente siempre inquieta de Bradford Cox no para... Todavía estamos digiriendo ese enorme “Halcyon digest” que ha publicado hace dos meses cuando ya hay nuevas noticias desde la órbita Deerhunter-Atlas Sound. La primera es la gira que traerá a Deerhunter a nuestra tierra con paradas en Bilbao (Kafe Antzokia, 13 abril), Madrid (La Riviera, 14 abril) y Barcelona (Apolo, 15 abril). La segunda es que ya puedes encontrar más material de Atlas Sound (el proyecto personal de Cox) colgado en el blog http://deerhuntertheband.blogspot. com. Dos discos completos bajo el título de “Bedroom Databank Vol. 3” y “Bedroom Databank Vol. 4”... Se va a llevar el Grammy al artista más prolífico de calle. //Los próximos 17 y 18 de diciembre se celebra el quinto aniversario de Lucinda Records en la sala Fotomatón de Madrid. Entre los dos días actuarán Screamin’ Witch Doctors, Alegría, Iñigo Coppel y Lula. Además contará con las sesiones de los veteranos entendidos Julio Ruiz y Jesús Ordovás.

El club Fever de Bilbao saca toda su munición este mes de diciembre para seguir celebrando a lo grande su 5º Aniversario. Destaca sobre todo la noche del viernes 10, con un triplete sobre el escenario de cortar el hipo: Delorean, Caribou y Owen Pallett. Owen Pallett, el hombre-orquesta de Toronto, vendrá a presentar su tercer disco, “Heartland”. Su música es sinónimo de emoción, histrionismo y auténtica belleza. Caribou, el alter ego de Dan Snaith, mezcla en su último trabajo, “Swim”, pop psicodélico, música de baile y experimentos con sonidos extraños, facturando uno de los mejores temas del año, “Odessa”. Y luego tenemos a los triunfadores de 2010, Delorean. Los cuatro de Zarautz confirman su status con “Subiza”, un disco luminoso e intenso con la colaboración de John Talabot y el ingeniero Chris Coady.

//En los headquarters de Houston Party no se han olvidado de las giras “We Used To Party” (conciertos en los que un artista El próximo 18 de marzo en La Riviera (Madrid), Beady Man, el interpreta entero un álbum mítico de la nuevo grupo de Liam Gallagher, ofrecerá un adelanto de su historia del pop-rock) y ya han cerrado unas álbum de debut, del que aún no sabemos el título, producido fechas muy especiales para el mes de enero por Steve Lillywhite, y estará acompañado en el escenario por de 2011. Nada más y nada menos que Chuck sus ex compis de Oasis, Gem Archer, Andy Bell y Chris Sharrock. Prophet reinterpretando el “London Calling” De momento sólo ha salido a la luz un 7” en EMI, “Bring the de los Clash. Lo podrás ver en el Bonifaz light”. Al mismo tiempo, su hermano Noel lleva trabajando un (Santander, 05/01), Charade (Madrid, 06/01), año en su primer disco en solitario. Los pocos afortunados que han podido escuchar las demos dicen que es material del bueno. López (Zaragoza, 07/01), Jimmy Jazz (VitoriaGasteiz, 08/01), Sidecar, (BCN, 10/01), Planta En palabras de Alan McGee, quien fichó a Oasis en 1993 para su Baja (Granada, 13/10) o Wah Wah (Valencia, sello Creation, “las demos de Noel son sinceramente increíbles. 14/01), entre otras fechas más. Tiene al menos tres temas que son tan buenos como cualquier

canción de Oasis, definitivamente a la altura de ‘Live Forever’”.

Concurso de maquetas Jack Daniel’s

Se abre la partocipación también a los DJs de indie rock El popular concurso de maquetas Jack Daniel’s Backstage vuelve en esta edición con importantes cambios. Por primera vez se abre la participación a los DJs en una convocatoria hasta ahora reservada a bandas de rock (aunque sus sesiones tienen que mezclar indie rock, no se aceptarán sesiones exlusivamente de electrónica). El premio es el mismo que todos los años para los afortunados ganadores: 3.000 € para gastar en equipamiento musical (los Djs) y 6.000 € para comprar un backline profesional (las bandas). Para participar en el concurso, inscríbete en la web www.jackdanielsmusic.es y envía tu maqueta a la dirección facilitada. Sigue el desarrollo del concurso por Facebook.

//La banda británica White Lies anuncia nuevo disco para el 18 de enero de 2011 titulado “Bigger than us”. El segundo trabajo del trío londinense está producido por Alan Moulder (The Jesus and Mary Chain, Interpol, The Killers, Nine Inch Nails) y lo presentarán en España los próximos 15 (Apolo, Barcelona) y 16 de marzo (Heineken, Madrid). //En diciembre comienza el Festival Mil. lenni que se celebrará en Barcelona. Entre los más de 30 artistas que actuarán en el festival recomendamos las visitas de Kool & The Gang (12/12), Nouvelle Vague (19/01), Joanna Newsom (20/01), Gilberto Gil (29/03) o Jose Gonzalez (03/04). Más información en www.festivalmillenni.com


010/011

bites

Aphex Twin en el 10º Aniversario de Razzmatazz Y noche de desenfreno en la pista con el doblete de 2ManyDjs y Soulwax

Bites

// The Joy Formidable se acercarán a España en febrero para presentar su esperado disco “The big roar”, que viene precedido por el single “I don’t want to see you like this”, ya disponible en tiendas e iTunes. Será el 21 de febrero en Razzmatazz 3, Barcelona, y el 22 de febrero en el Moby Dick, Madrid. De origen Galés y afincados en Londres, The Joy Formidable están a medio camino entre el pop más colorista y la rabia del shoegazer. En abril de 2009 fueron merecida portada de nuestra revista por la edición de su mini-LP “A balloon called moaning”.

Continúa este mes de diciembre el 10 Aniversario de la sala Razzmatazz de Barcelona con una programación que ha superado todas nuestras expectativas. Si el mes pasado pudimos ver a LCD Soundsystem, Suede y Primal Scream tocando “Screamadelica”, ahora le toca el turno al bueno de Richard D. James, Aphex Twin, que estará acompañado de sus ‘amigos’, Luke Vibert y DMX Krew en directo, además de sus socios del sello Rephlex, el próximo 11 de diciembre. Y por si esto fuera poco, una semana antes, el 2 de diciembre, se celebra un mini festival en el Sant Jordi Club encabezado por 2ManyDjs + Soulwax, Tiga, Goose, Mixhell y Paul Chambers. El resto del mes podremos disfrutar de los directos de Ali Love, Caribou, Crystal Fighters, Mathew Jonson, Sasha, Timo Maas, The Phenomenal Handclap Band, Two Door Cinema Club, Kap Bambino, Yelle y Yuksek, además de jugosas sesiones de DJs como The Glimmers, Jarvis Cocker & Steve Mackey, Sammy Jo o las que nos tienen reservada para el día de nochevieja, con todos los Djs residentes de Razzmatazz (Amable, Undo, Vicknoise, Mouseup, Omar León y DJD!) para celebrar los 10 años del Razz Club. www.salarazzmatazz.com

Estreno del film de The Doors

Levi’s Unfamous Music Awards

“When you’re strange” llega a los cines en diciembre

Ya conocemos a los finalistas de 2010

“When You’re Strange”, el esperado documental sobre The Doors, dirigido por Tom DiCillo, se estrenará en cines el próximo 10 de diciembre. Cuenta la historia, a través de la narración de Johnny Depp, de una de las bandas más “oscuras y peligrosas” del rock and roll. Utilizando material original, en su mayoría inédito, rodado entre 1966 y 1971, el director Tom DiCillo presenta a la banda y su contexto en la América de los 60, acercándose al lado más desconocido del grupo y en especial a su carismático líder: Jim Morrison, poeta y alcohólico, genio y figura. El filme fue presentado con éxito en la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine Documental Musical de Barcelona In-Edit Beefeater. www.whenyourestrangemovie.com

El pasado mes de noviembre se inauguró la tercera edición de los Levi’s Unfamous Music Awards, el concurso de maquetas estatal que organiza la marca Levi’s y que se ha afianzado como el más relevante del país, que culminó con la actuación de These New Puritans en Barcelona, Valencia y Madrid, acompañados por los seis finalistas del concurso. El jurado, compuesto por miembros de medios especializados, entre los que se incluía Go Mag, votaron a los seis grupos que competirán en varias ciudades por un puesto en la final. Ellos son Oso Leone de Palma de Mallorca, aTari de Murcia, Up With The Mess de Barcelona, Brixtol Tapes de Tenerife, Dirty Socks de Galicia y Niño Burbuja de Madrid. www.levisawards.com

// El 22 de marzo se publica “Seven Swans Reimagined”, un disco benéfico donde varios artistas reinterpretan el celebrado disco de Sufjan Stevens, “Seven Swans”. En él participan Bonnie ‘Prince’ Billy, DM Stith y Half-handed Cloud. Puedes adquirirlo en http://onjoyfulwingsmusic.blogspot.com. // PJ Harvey anuncia nuevo disco en febrero, “Let England Shake”. El álbum fue grabado en una vieja iglesia de Dorset, Inglaterra, con Flood de productor y sus colaboradores habituales, John Parish y Mick Harvey. // Recomendamos que te muestres muy atento a la salida del esperado álbum de debut del innovador productor y músico electrónico inglés James Blake, que se estrena tras tres Eps de muchos kilates. El disco saldrá a la venta a través de Atlas/A&M el 7 de febrero. Puedes ver el vídeo del primer single, “Limit to your love” (una versión de Feist) en Pitchfork.tv. // La edición de invierno de Sinsal se inaugura con el concierto de la americana Joanna Newsom, el 22 de enero en el Teatro del Centro Cultural Caixanova de Vigo. La multiinstrumentista presentará las canciones de su triple álbum “Have one on me” en el sello Drag City. Joanna Newsom es uno de los miembros más prominentes del movimiento psych folk, aunque incorpora elementos de estilos diversos en su sonido. Su inusual voz y el uso del arpa y la orquesta en sus actuaciones confieren un carácter muy especial a su música. La Newsom también actuará en el Festival del Mil.lenni el 20 de enero en el Palau de la Música, Barcelona. // Rhino publica una caja de 3 discos + DVD que incluye 30 canciones inéditas de Jane’s Addiction, así como maquetas y rarezas.

Viaja a Punta Cana con Desalia

Artistas confirmados: Roger Sánchez y Superlush DJs Ya se ha fijado la fecha para la IV edición de Ron Barceló Desalia, que se celebrará el 19 de febrero en las playas de Punta Cana, en República Dominicana. Este paraíso volverá a ser, un año más, el escenario donde 5.000 asistentes se vestirán de blanco para disfrutar de una experiencia única de la mano de Ron Barceló. Ron Barceló ofrece la oportunidad a más de 150 afortunados de disfrutar de una experiencia única en el mes de febrero, formando parte del grupo de ganadores que vivirán una semana inolvidable llena de fiestas en el hotel, días de playa, excursiones en catamarán y, por supuesto, fiesta de Ron Barceló Desalia en La Playa de Cabeza de Toro. www.ron-barcelo.com



012/013

intro

Ornamento y Delito Escenas olvidadas

“Las maquetas tienen cuerpo de maqueta pero alma de discos. Están grabadas en un tiempo record, dos, tres días a lo sumo, pero la cantidad de canciones que hay y la coherencia que guardan entre sí hace que para nosotros sean como tres discos”. Así nos confirma David, de Ornamento y Delito, el origen maquetero del grupo —antes de su debut, “Rompecabezas de moda y perfección moral” (Limbo Starr, 10), se dieron a conocer con tres maquetas de las de toda la vida—. Tres de los componentes de la banda son vascos pero afincados en Madrid, y en el disco aparecen varias letras dedicadas a ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao. “Madrid es la ciudad en la que vivimos. Barcelona aparece porque viví un año allí y le tengo muchísimo cariño a esa ciudad”, afirma Gari. “Pero si hay que hablar de la otra ciudad que nos inspira es Bilbao, que aparece retratada en sus fiestas y movimientos sociales en el tema ‘Gora aste nagusia’, referido a la insólita y excepcional fiesta grande de Bilbao, unas fiestas sin patrón ni religión, con modelo anticapitalista y autogestionadas”. El disco, oscuro y con reminiscencias claras al post-punk inglés, bebe también de fuentes nacionales de esas que hace tiempo nadie reivindica. “Están Surfin Bichos, por supuesto, pero también bandas como The Smiths, Golpes Bajos, Scott Walker, Sonic Youth

o Mocedades”. Mmm… eso dice David, y Gari añade que “Bauhaus fue una de mis bandas fetiche en la adolescencia, junto a The Chameleons y Joy Division. Parálisis Permanente también me encantaban. De la nueva ola me siguen interesando más los primeros grupos, La dama se esconde, Décima víctima o Derribos Arias”. Once composiciones que repasan encuentros y desencuentros emocionales, metáforas urbanas y dolor en general. “Componer suele ser un proceso muy intenso. Hago diez canciones completas

de una tirada y me paso después meses sin componer nada, así que todo suele salir muy coherente. No concibo la canción aislada, sino como un capítulo dentro de un libro (el disco) que es parte de una gran enciclopedia (la carrera entera de la banda)”. Cuidado porque en breve seguro que los verás en tu plaza más próxima. “Nos gusta el directo sobre todas las cosas. El directo es el peligro… y nosotros somos peligrosos”. Mola. Octavio Botana / Foto José Hinojosa www.myspace.com/ornamentoydelito

Fool’s Gold

Un potaje que no es mejunje

En los manidos fogones de la fusión, conviven los abanderados de la nouvelle cuisine con sus refinados platos de diseño que dejan con tanta hambre como indiferencia y los artesanos que mezclan con fundamento y criterio por el simple placer de innovar y deleitar, tanto su propio paladar como el ajeno. A esta última categoría pertenecen Fool’s Gold (el apodo que recibe la pirita), una familia numerosa de diez músicos con sede en Los Ángeles que nos entrega su primera receta, “Fool’s Gold” (IAMSOUND, 10), basada en una alianza de ingredientes poco común: carne africana (¿alguien duda de que sea también el alma de la mayoría de estilos?) aderezada con muchas especias. Una suerte de puente tendido

o mano abierta entre Occidente, Oriente y el mal llamado tercer mundo. “En nuestra música hay un 20% de rock, un 32% de pop occidental, un 53% de música africana, un 12% de tropicalia y un 6% de krautrock”. No hace falta ser matemático para ver que las cuentas no salen pero el arte no es ninguna ciencia exacta que aspire a probar teorías mediante cifras. En cualquier caso, es una apuesta valiente. “La mezcla siempre ha sido parte de la música pop. No me interesan las modas ¡pero por otro lado no estoy seguro de que tocar música africana en lengua hebrea sea la opción más viable!. Somos atípicos y lo que hacemos no es convencional pero eso es parte de nuestra personalidad”. Esta banda comandada por

los amigos Luke Top y Lewis Pesacov, tiene claro de donde procede la materia prima: el Congo, Etiopía, Eritrea y Mali. Sus directos transmiten, calan, y se genera aquella sinergia difícil de explicar, aquella comunión de sentimientos única. “Nuestros conciertos favoritos son cuando público y banda son uno. Todos estamos en la misma burbuja frenética congelada en el tiempo. Puede ser muy salvaje y bullicioso”. Lo consiguen con “Ha Dvash”, un canto tribal con solos de guitarra punzantes, con la verbenera “Night dancing”, las trompetas de “Nadine” o el riff eufórico de “Surprise hotel”. Más allá de prejuicios, modas y etiquetas. “El concepto world music es muy restrictivo, se refiere a toda la música no occidental. Cuando escucho a Mahmoud Ahmed no pienso esto es world music, pienso, esto es increíblemente conmovedor”. El entrante despierta una apetitosa intriga acerca de la continuación, un paso más en esta sinfonía de sabores y aromas de raíz, de naturaleza viva y goteante. “Estamos impacientes por grabar otro disco. Todo ha ido hirviendo a fuego lento durante bastante tiempo y será increíble llevar esas experiencias a otro lugar”. Carles Batalla www.myspace.com/foolsgold ¤ Fool’s Gold actuará los próximos 1 (BeCool, BCN), 2 (Charada, Madrid junto a The Pinker Tones) y 3 de diciembre (Arizona Ozio, Bilbao).


Cora Novoa Jardín secreto

“Es mi jardín secreto, en él hay sentimientos, personas, lágrimas, recuerdos…he querido mostrar una pequeña parte de él y compartirlo con todo el mundo. Es un trabajo muy personal, hay muchísimas cosas plasmadas en él y sé que con tan solo una escucha te quedarás con algunas de ellas, pero cuanto más lo escuches, más cosas empezarás a conocer de mí”. Con esta profunda definición de lo que significa y encierra el debut en largo de Cora, “The secret garden” (Natura Sonoris, 10), nos da una idea de la magnitud de artista que tenemos delante. Una autora sin complejos y dotada de una sensibilidad para el techno muy personal —temazos cómo “Ícaro” o “Hours and hours” así lo certifican—, de la que podríamos decir que ha acuñado la etiqueta ‘technomelodía’, según nos cuenta de su propia boca, “siempre que alguien me preguntaba qué estilo o género era el que hacía, contestaba ‘techno con muchas melodías’, total que la cosa ha ido sintetizándose hasta llegar a la palabra technomelodía”. En efecto, la melodía es el denominador común que abraza prácticamente la totalidad de sus composiciones, silbables en su gran mayoría y con una gran carga emocional en cada una, hecho que las convierte en pequeñas sinfonías pop. “Es algo que me sale por sí solo, no es algo intencionado. Me gusta el pop, como muchos otros estilos, pero supongo que es más fácil que la gente se quede con esa parte pop de mis temas, ya que estamos hablando de música popular, y en su defecto llega a más gente”. Un

disco largo (hora y veinte minutos) que esconde miles de detalles, al igual que el cuadro “El jardín de las delicias” del genial El Bosco. La gallega hurga en el techno, trance, la melodía obtusa, el electro pop, pero sabes que quedan mil detalles por descubrir en cada escucha. Cora comenta que “a la hora de crear el álbum, tenía claro dividirlo en dos partes, una primera más “para estar por casa” y una segunda más oscura y directa, dirigida a la pista. Quería tocar todos los palos posibles, pero siempre con una progresión y un sonido común. Hicimos las mezclas finales y mastering en el estudio de Henry. Nos llevó tiempo y algún que otro quebradero de cabeza, pero desde luego ha merecido la pena”. Un Henry Sáez que fue su descubridor, principal valedor y “es uno de mis mejores amigos. Estoy y estaré eternamente agradecida por todo lo que ha hecho y sigue haciendo por mí. Natura Sonoris es mi familia, entré en ella gracias a Henry hace ya 6 años. Me siento muy cómoda estando en ella, comparto con Henry un montón de gustos y predilecciones por artistas, somos muy eclécticos y nos encanta compartir la música que vamos descubriendo”. Ahora ya instalada en España de nuevo tras su aventura berlinesa, saborea las mieles del éxito de su jardín bien cuidado y, además, “estoy estrujándome la cabeza en el estudio para adaptar algunos de los temas al directo, pero poquito a poco van saliendo las cosas”. El futuro le pertenece. Alberto Vidal / Foto Xavi Montojo www.myspace.com/coranovoa

ERM

Piruetas “El hombre que gira está pasando balance de su vida. Mira en todas direcciones para descubrir aciertos y errores, sacar conclusiones y seguir girando cada día, se supone que con más seguridad”. Así presenta David Pérez Barrachina su tercer disco, un álbum que deja atrás la electrónica casera de sus anteriores trabajos para abrazar una producción más orgánica, sin abandonar la cuota digital, más ampulosa y cuantiosa en arreglos. “En realidad, más que una evolución ha sido un proceso de involución. Una vuelta a mis orígenes como músico. La electrónica de mis dos primeros trabajos como ERM era más por comodidad (grabar en casa, hacerlo todo yo sólo) y también por la curiosidad de experimentar pero no por una verdadera vocación electrónica por decirlo de alguna manera…”. ¿Y qué es lo que encontramos en lo orgánico? “Podría ser, aunque en mi caso es más una búsqueda de una belleza real. Pienso que la electrónica también puede ser cálida, inmediata y delicada pero, a veces, he tenido la sensación de que me daba un toque de artificiosidad con el que no estaba a gusto y en este disco quería ser más honesto, más de verdad. Así que concretamente sería una búsqueda de una belleza de verdad”. Un álbum difícil, que ha disfrutado de la producción de Arnau Bellvé, baterista de Manel, y cuya mano se ve en la aparición de cuerdas, vientos, ukeleles y un gran abanico de instrumentación adicional. “Hemos conectado muy bien a pesar de que no nos conocíamos de nada. La verdad es que yo iba con la mente muy abierta y muy dispuesto a dejar hacer, así que se lo he puesto fácil y él a mí porque todo lo que me iba proponiendo a partir de las maquetas iniciales me gustaba. Lo único que me preocupaba, y así se lo dije, es que se notase excesivamente la huella de Manel (es el batería); al final me ha colado algún ukelele. Creo que ha sabido preservar parte de la personalidad que yo había ido construyendo en mis anteriores trabajos y, al mismo tiempo, potenciarla. Ha sido ambicioso (cuerdas, metales, vientos), meticuloso en la grabación y, sin duda, fundamental en el resultado final”. Un disco que busca un lirismo, y que disfruta de una complejidad estructural, por su amplitud de sonidos y su diversidad estilística, que provoca que su disfrute no resulte inmediato, pero que cuenta con grandes momentos como ese retrato fogoso de una juventud en una noche que despliega “Sant Joan”. “Yo diría que hay mucho de mi biografía en tanto que soy un ser humano como cualquier otro. Quien más quien menos ha vivido, con 15 años, veranos inolvidables, en los que ha descubierto media vida y en los que, por supuesto, se ha enamorado por primera vez”. Jesús Sáez / Foto Iván Jurado www.myspace.com/ermdavid


014/015

intro

Lost in the Trees

El Hombre Bosque en llamas “Si tuviera que imaginarme el cielo como algo distinto a un paisaje de nubes doradas, visualizaría un bosque y lagos”, comenta Ari Picker, alma mater de Lost In The Trees. El simbolismo evidente se encuentra en el propio nombre del grupo, en el título de su segundo álbum y mostrado, explícitamente, en la portada de “Empty house” (Anti / PIAS, 10) —una pequeña habitación dentro de una cabaña de madera que, a su vez, a buen seguro desaparece devorada por una naturaleza arbolada y salvaje, profundamente solitaria, idónea para ser olvidado y olvidar, para renacer ufano, ausente de cualquier pena o pecado—. En medio de este paraje resuenan los ecos abrumadores de once excelentes composiciones de folk-room orquestado y atormentado. “Mucho de este disco es autobiográfico y gira en torno a mi familia. Algunos temas nunca se solucionaron. De este modo quise poner nuestra experiencia de un modo más objetivo, no para hacer arte sobre el sufrimiento, sino para crear una herramienta curativa. Manejo mucho mejor mi sufrimiento que mi felicidad. Algunas veces me cuesta encontrar un espacio para ser feliz, incluso cuando nada malo ocurre. La felicidad y el sufrimiento son aspectos necesarios de la vida. Personalmente, necesito perdonarme a mí mismo más a menudo”. En algún momento del recorrido a través de esta casa vacía irrumpen dos interludios de música neo-clásica. “Las piezas instrumentales le añaden otro nivel de tex-

tura y de belleza al álbum. Le proporcionan a la ‘casa’ otra habitación para visitar”. La tarea de regrabar, con más y mejores medios, aquel ejercicio de rescate interior auto publicado en el 2008 “fue una experiencia agridulce. Aquella primera versión se grabó en mi habitación. La calidad del sonido era amateur. Quería depositar un poco más de confianza en el disco sin dañar aquello que ya estaba bien. Esa fue la parte más estresante, andar de puntillas sobre el disco. Algunos temas necesitaban un poco de vida y textura. Parte de los arreglos de cuerda y las percusiones que entonces fueron samplers los hemos sustituido por

instrumentos reales”. El ejercicio de purgación se ha dilatado en el tiempo. Quizá, incluso, haya cumplido con su cometido. Toca pues levantar la mirada y depositarla en el futuro. “Estoy muy emocionado con el nuevo disco. Trata sobre temas domésticos de manera más abstracta y luminosa. Es más agitador que ‘Empty house’, con armonías más modernas. He pasado mucho tiempo mirando en mi interior. Espero que la siguiente fase de mi vida se dirija hacia fuera. Llevará trabajo, pero estoy ilusionado”. David Giménez / Foto D.L. Anderson www.myspace.com/lostinthetrees

Oh, Libia!

Discreción efímera

A veces, nada mejor que una buena ración de topicazos para presentar a un grupo. Ahí van. 1) La realidad supera a la ficción. Que te salga un bolo en la sala Pop-In de París sin ni siquiera tener disco es buena suerte. Coincidir en la sala con Ken Stringfellow, fundador de The Posies y guitarrista de R.E.M., que se enamore de lo que haces y te proponga producir un álbum es bastante inverosímil. Pero coincidir en Alicante con un tal Trevor Murrell, entablar una conversación sobre música, descubrir que ha sido batería de George Michael, Joe Cocker o Bee Gees, y te proponga ponerse a las baquetas en la grabación de tu primer largo, raya el surrealismo. En síntesis, esa fue la sucesión de hechos que culminó en el álbum homónimo con el que debutan Oh! Libia. Una banda

cuya formación, por cierto, no es nada tópica: un valenciano, un alicantino, una ucraniana y un inglés. 2) Ellos se lo guisan, ellos se lo comen. “De pronto nos vimos con un disco bajo el brazo, producido por el de The Posies y masterizado en Seattle por el mismo tío que había trabajado para Fleet Foxes o Pearl Jam, y nos preguntamos ¿ahora qué?”, comenta J.T. Prewitt, voz y guitarra, y sentencia. “Nos parecía demasiado bueno como para dejarlo en manos de una discográfica así, sin más”. De modo que, resueltos, montaron la suya propia, Japanese Fucked Records. El disco se grabó hace casi un año, pero realmente es ahora cuando echa a andar. “Estamos cerrando fechas de conciertos por España. Poco a poco, pero salen cosas”.

3) Ganan con cada escucha. El disco es de esos que al principio pones como música de fondo, pero que con el tiempo te pide que subas el volumen porque descubres un matiz detrás de otro que te atrapa irremisiblemente. Son de esas canciones que crees haber oído antes en alguna parte y al mismo tiempo suenan nuevas, sugerentes, impredecibles. Oh! Libia es una banda novel que hace pop de manual, pero suenan veteranos, detallistas, como bregados en mil conciertos. Sus composiciones alcanzan la complejidad a través de un manejo magistral de la sencillez, igual que sucede con las canciones de Elliot Smith o Nick Drake, dos referencias constantes en todo el disco, donde también hay ecos dispares de The Stone Roses, The Beach Boys o, sorpresa, Sigur Rós. “Lo de Sigur Rós nos lo comentaron después de grabar, y la verdad es que no es un grupo que hayamos escuchado demasiado, pero puede que involuntariamente algunos pasajes instrumentales recuerden a lo que hacen ellos”. 4) Lo bueno, si breve... “Antes de grabar, Ken nos dijo: El primer disco de una banda nunca debe durar mucho más de media hora”. Ellos se lo tomaron muy en serio, por eso en el álbum abundan temas que apenas llegan a los tres minutos. Por no mencionar la influencia de sus admirados United States of America. “Nos encanta su lado psicodélico”, concluye J.T. Prewitt. Luis Meyer www.myspace.com/ohlibia


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club del mes Marula Café Barcelona

Marula Café BCN FOOD FOR FUNK Y es que, cuando echamos una ojeada a la escena de clubs barcelonesa, Marula Café Barcelona es el referente indiscutible en lo que se refiere a la música negra en su más amplia gama. Nunca antes la Ciudad Contal había estado tan bien surtida de black grooves… y todos bajo el mismo techo.

Texto

Juli Bofarull

B

arcelona, como todos sabemos, tiene esa reputación —merecida o no— de ser una ciudad moderna y cosmopolita en la que todo pasa antes… especialmente, en comparación con el resto de la península. Nos guste o no, los barceloneses vamos por el mundo con ese rictus de niños malcriados a los que los Reyes les han traído todos los juguetes de la lista. Por ello, mi primera visita al Marula Café de Madrid en ocasión de un set de J.A.D.D fue como un cachete correctivo. Y es que, hace unos añitos —y salvo honrosas excepciones— la escena de música negra a nivel club en Barcelona era un auténtico erial. Así que la noticia de la apertura del Marula Café Barcelona hará ya un par de temporadas era esperada con auténtico fervor por los adictos a los black rounds barceloneses. Y, como no podía ser de otra manera, las expectativas se han cumplido con creces. Marula BCN cuenta con una programación de club ‘diaria’ (sí, han leído bien, de lunes a domingo), total, exclusiva y fervorosamente dedicada a la música negra. Siendo ya este hecho algo totalmente insólito en la historia del clubbing barcelonés, un repaso a la programación habitual de eventos y DJs deja bien a las claras que en Marula no se andan con chiquitas ni se conforman con lo primero —o lo más barato, ejem— que se les ofrece… algo que, desgraciadamente, ha sido una constante en el listado de programaciones de otros clubs de música negra de la ciudad de Barcelona. Repasemos. Los lunes, el DJ francés Karl Hungus, mitad del duo Wanted y encargado en la actualidad del más ambicioso documental sobre el diggin’ jamás grabado en España. Martes, los brazilian rounds de Julio Marks, aderezados con contundente funk y jazz de baile. A mitad de semana, los miércoles y jueves están cubiertos por Rodrigo + Antonio Requena, alma maters de Marula Madrid… y Barcelona, por supuesto. Y el weekend se convierte en un All Star itinerante de los DJs de música negra orgánica con más solera de Barcelona. El anteriormente comentado colectivo Wanted; Miguelito Superstar (por todos conocido como el cantante de FTM); Marcos Juandó y Eduardo Domingo (socios fundadores del club bimensual Movin’ On Barcelona) o el trío de DJs Presidentes, formado por Harry Callahan (una de las mitades del célebre Powder Room), Machito y el propio Antonio Requena… un ramillete de DJs elegidos con cuidado y con responsabilidad, algo que se nota y se agradece. En definitiva, Marula propone un viaje musical de alta calidad por los brazilian sounds, el afrobeat, el hip hop y, por supuesto, el funk y el soul en todas y cada una de sus actividades y propuestas. Simplemente impresionante. MARULA CAFÉ BARCELONA Carrer Escudellers, 49 www.marulacafe.com


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report Plastikman

Plastikman EL ARCHIVISTA

En términos de la ciencia de la psicología, la plasticidad cerebral se refiere a la adaptación que experimenta el sistema nervioso ante cambios en su medio externo e interno. Una función fundamental para el aprendizaje del ser humano que Richie Hawtin, bajo el alias Plastikman, ejemplifica a la perfección. Una evolución constante como artista y visionario del techno desde 1993 que nos resume en “Arkives” (M_nus, 10), la especial caja recopilatoria diseñada para contar una historia, la de la gloria. Texto Foto

Alberto Vidal Alexander Gnädinger

Y

a lo vaticinó en 1890 William James, uno de los primeros psicólogos de la historia, al escribir que “la plasticidad es la posesión de una estructura tan débil como para ser influenciada, aunque suficientemente fuerte como para que esta influencia no se pierda en su primer uso”. Lo ‘fuerte’, en este caso, sería la música que ha creado el hombre de plástico desde principios de los 90. Un reinado oscuro, ácido y creado desde la mínima expresión (que no esfuerzo), que se ha incrustado para siempre en nuestras mentes para despertar la porción de corteza cerebral encargada de liberar dopamina. Con Plastikman no sólo hemos crecido nosotros, sino que la música electrónica ha crecido con él, tal y como dictan los cánones científicos de la plasticidad neuronal. Desde “Sheet one” (Novamute, 93) hasta “Closer”. Desde el himno ácido “Plasticine” hasta el mejor tema minimal de todos los tiempos, “Ping Pong”. Sinapsis neuronales y conexiones —o desconexiones, según reza “Disconnect”— de 909 y 303 con nuestro inconsciente sobre la base de una meta: contar una historia, la del techno, para luego reescribirla a su antojo.

“el mercado se inundaba de compilaciones techno y house y muchos artistas cometían el error de recopilar todas sus mejores canciones para lanzarlas en formato álbum, sin más aliciente que incluir todos sus mejores singles y rellenarlo después con caras b. Ese fue uno de los motivos que me llevó a crear un verdadero álbum, sin rellenos, un álbum de verdad. De hecho, todos mis larga duración tienen esa condición, lo que les hace tener una historia propia, más coherencia y sobre todo más fuerza”, comenta Richie al otro lado del teléfono con un pulcro acento británico. Esto, unido a las fiestas freaks que Hawtin organizaba en oscuros almacenes de Detroit, le llevó a crear su inmortal alias. “Plastikman está inspirado en esas fiestas en Detroit. Como bien dices, las paredes y techos estaban recubiertos de plástico negro, con un enorme soundsystem. Todo estaba tan oscuro y tétrico que lo único que veías eran las sombras de la gente bailando y sólo sentías las vibraciones de la música. Eso fue la rampa de salida para el concepto de la música de Plastikman, ya que todo era muy mental”.

EL INICIO DE LA LEYENDA PLÁSTICA

LA VICTORIA DE LA MÍNIMA EXPRESIÓN

Retrocedamos, más o menos, hasta principios de los 90, cuando Hawtin, Daniel Bell y Acquaviva le daban al techno ‘zapatilla’ bajo Cybersonik. Una época en la que

Algo que es innegable, seas fan o no de Hawtin, es la especial intensidad que dota a sus composiciones. Una inspiración que alcanzó cotas elevadas como

Plastikman, conjugando una inimitable mezcla de acid techno y minimalismo. Tal y como apuntilla Richie, “Plastikman es poder, es intensidad y vigor. Por ejemplo, ‘Consumed’ te mantiene elevado y por los suelos a la vez. Es música dinámica, rítmica; algo que siempre busco incluso cuando ejerzo como DJ. Es mental, por encima de todas las cosas. Es una experiencia”. Sí, es minimal, y aunque la palabra levante sarpullidos a más de uno, a su favor juega el ser incluso más intenso que el hard techno, tal y como le sugiero. “Si miras atrás, verás que aparte de acid, ‘Sheet one’ es increíblemente minimal. La clave es crear mis canciones por piezas separadas para luego exponerlas juntas bajo una sincronía meditada. Plastikman puede sonar más salvaje que una canción de hard techno porque las partes de mis temas son más puras”. De hecho, el pepinazo “Spastik” gana por goleada. “Algunos productores no logran divisar el riesgo de la electrónica: la saturación por hacer un mal balance de sus partes, es decir, el acabar haciendo demasiado. Lo más difícil siempre es encontrar el equilibrio en todas las partes”. Hablamos de un in crescendo magistral en su capacidad compositiva, un currículo intachable que, de forma plástica e impecable, ha sabido mutar, desde los días de la obra(za) maestra(za) “Musik” (Plus 8, 95) hasta el ultra minimalismo de “Consumed” (M_nus, 98) o “Closer”


(M_nus, 03). ¿Cambio de sonido? “La verdad es que quería superarme a mí mismo, especialmente con mi último disco, que es una especie de introspección para ver lo que sucede en tu cabeza cuando estás a oscuras. Obviamente, la parte de Richie Hawtin influencia a Plastikman, y viceversa, especialmente desde ‘DE9 Transitions’. No quiero que mis producciones suenen a una experiencia normal, sino a algo más allá. Un paso más. Las canciones en ‘Closer’ te envuelven y atrapan, por ejemplo. Cuando me pongo a hacer un single busco el temazo, de acuerdo, pero cuando hago un disco, quiero que cuente una historia y que sea dinámico”, reitera en su filosofía Hawtin. ALIENS, EL REGRESO

Ahora, en 2010, vuelve la plasticidad neuronal edificada en música. Vuelve el mítico logo del alienígena saltarín —logo, por cierto, robado por error al artista Ron Cameron, con el que ocho años después del debut de Plastikman llegaron a un acuerdo de royalties—. ¿Por qué volver ahora, cuando llueve sobre mojado en el terreno de la electrónica? Richie argumenta: “Creo que existe un vacío. Durante los últimos años he estado observando muchos shows en vivo de techno y notaba que algo faltaba en todos ellos. Después del tour ‘Contakt’, vimos la posibilidad que brindaba la tecnología para nuestros directos, por lo que quería llevar la experiencia de ese tour más allá. Vimos que podíamos añadir más potencial, especialmente por la conexión entre música y visuales”. ¿Hablamos del mismo vacío que vislumbró con astucia en 1993? “En realidad, amo las producciones que se hacen hoy en día. Pero algo que me parece muy curioso e inspirador es que los dj de hoy en día siguen tocando mis temas, como ‘Helikopter’ o ‘Spastik’, señal inequívoca de que la gente quiere esos temas todavía y por tanto no los encuentra en otros artistas. Por lo que, la mejor manera de volver a ese

sonido de Plastikman soy yo, ¿no crees?” (risas). Efectivamente, Richie, efectivamente. La mejor manera que ha encontrado el de Windsor de devolvernos la gloria de Plastikman ha sido, en primera instancia, con el tour que arrancó este año pasado en el Time Warp alemán y que promete durar bastante más e ir creciendo a pasos agigantados —de nuevo volvemos al concepto de plasticidad—. “Indudablemente, cada show va mejorando y aprendes de ellos. Al igual que como DJ también mejoras, mis directos como Plastikman van creciendo cada día como si fueran un ente vivo. Quiero que el show dure mucho tiempo, para devolver a la gente ese feeling de pureza e ímpetu. El primer show de Time Warp fue muy especial, sobre todo al encender todas las máquinas y arrancar tan especial proyecto. Ahora mismo el directo es más corto, pero en un futuro quiero hacerlo todavía más especial y freak, pero primero hay que preparar a la gente”. Un directo marciano donde Plastikman intenta con éxito invadir tus sentidos, con un espectacular escenario plagado de LEDs y iluminación lisérgica. Con un sonido todavía más limpio —no olvidemos que utiliza samples de los cacharros 303 o 808 para realizar esos característicos redobles de percusión que son pura ‘matraca’—, Richie concibe el set “como contar una historia, ya que muchos sólo conocen ‘Closer’. Digamos que es la versión 2.0 de Plastikman y quiero mostrarla al mundo tal y como la concibo hoy en día. Es un show para todos, para quien de verdad ame la música electrónica; no es sólo para los nostálgicos. Mi ambición es llevar esta experiencia a todos aquellos que estén preparados para ello, con ese punto de rareza tan mental”. No es descabellado afirmar que Richie Hawtin busca el directo perfecto, al igual que busca el álbum perfecto. Su preparación de años en este tour así lo atestigua. “El directo de Plastikman tiene que ser una experiencia total. Por ello, los visuales van de la mano con la músi-

ca, porque se trata de una experiencia conjunta. Los directos de hoy en día pueden llegar a ser aburridos, todo depende de lo que busques. Muchos artistas se ponen a tocar y desconectan del público. ¡Yo no quiero eso! Quiero que la audiencia forme parte del show y se vincule totalmente con él, a la vez que entretenga. Por consiguiente, los visuales y las luces juegan un papel fundamental”. ARKIVES: RECONSTRUYENDO EL PASADO

Antes de que se te pase por la cabeza la caja registradora, “Arkives”, que sólo podrá adquirirse vía web en www.plastikman.com/arkives, tiene un leitmotiv, que amablemente resume Hawtin: “El concepto es contar una historia de 17 años. Lo que fue Plastikman en el 93 y lo que es ahora en 2010. Mucha gente se ha metido en el rollo M_nus, pero no conoce quién es Plastikman. Por ello, ‘Arkives’ quiere contar correctamente la historia y dar pistas por dónde seguirá Plastikman”. Servidor añadiría que ha vuelto a educar. De todos modos, volver a torear en el ruedo no se trata de una simple búsqueda en su archivo personal, sino que a su vez consiste en crear un nuevo sonido: “Me he encerrado en el estudio para recrear a Plastikman, porque para ciertos sonidos he vuelto a recurrir a los cacharros originales, en vez de usar samples. La idea de volver al directo es crear algo nuevo que me ayudará a componer mi siguiente álbum. Retornar al escenario me ha hecho pensar muchas cosas, pero todavía tengo que ver qué editaré como Plastikman”. Te tomamos la palabra. www.myspace.com/plastikman ¤ Richie Hawtin es el cabeza de cartel del Day One Festival que se celebrará el 1 de enero de 2011 en el Palacio Vistalegre (Madrid).


020/021

en portada John Talabot

MASCARADA

Texto Fotos

Marc Piñol Adrià Cañameras

A algunos les parecerá una barbaridad como un templo, pero hasta la llegada de John Talabot —entrando antes por el extranjero que por la piel de toro, así nos va— la música de baile que se facturaba en España siempre fue acomodaticia, tópica y facilona, generalmente cargada de connotaciones negativas, léase la fiesta per se y la falta de contenido. Este muchacho ha conseguido, él solito, dignificar un género que hace ya tiempo se considera capital allende nuestras fronteras. En breve se presenta “Families”, su nuevo EP para Young Turks, y está limando su esperado álbum. Dígamoslo alto y claro: por fin.



022/023

en portada John Talabot

E

sconder la cara, en tiempos tan egomaníacos como los que corren —Facebook por aquí, Twitter por allá—, está siendo casi un elemento dignificador en cuanto a compromiso para con la música. Si Daft Punk lo petaron escondidos tras un par de máscaras de chucho, si Burial puede hacer un dibujito infame y salirse con la suya, si Rex The Dog se mete de lleno en el mundo del cartoon, ¿por qué no deberíamos tener nuestro freak enmascarado patrio? “Me gustaría desvincular mi cara de las labores de promoción”, cuenta Talabot con un aire de resignación. “Mi mayor deseo es que la música que hago llegue a la gente sin necesidad de obligarles a asociarla a cierta imagen. Es algo que en la cultura de la música de baile se ha perdido un poco. Antes era lo más normal del mundo y a nadie le parecía raro, no entiendo tanta controversia”. Gracias a internet, fenómeno en el que el anonimato se puede mantener hasta límites insospechados, la música de este joven catalán despegó y fue conocida en el mundo entero. No tuvo que mostrar su cara ni hacer poses macarras para ello, ni falta que le hacía. Y aunque muchos de los que estén leyendo estas páginas probablemente conozcan el secreto, Talabot gusta de estirar un poquito más la broma porque, en el fondo, este proyecto en particular es suyo al cien por cien y, qué diablos, puede hacer lo que quiera con él. Faltaría más. Yo, por si acaso, sigo callando como una puta. Eres uno de los primeros artistas electrónicos españoles que ha conseguido éxito gracias a internet. Colgaste tus canciones en MySpace y empezó todo a rodar. De hecho, poco después de colgarlas conseguiste propuestas de Rush Hour y Permanent Vacation. Internet ha sido un recurso muy valioso para mí. Colgué mis primeros temas en MySpace sin haberlos mandado previamente a casi nadie porque en ese momento tampoco creía que mi música pudiera tener una vertiente comercial. Sólo sabía que estaba satisfecho, pero tampoco confiaba mucho en su futuro tal y como veía las cosas en el panorama. Nunca llegué a pensar que dos de los sellos que más me gustaban pondrían las cartas sobre la mesa. Por un lado tenía a Rush Hour, que es un sello que me entusiasma. De todas maneras, su filosofía es quizá un poco más techno, y aunque sigo comprando muchos de sus discos y su coaster de artistas era tan absolutamente grande y de calidad, pensé que no podrían prestarme mucha atención, así que me decidí por algo más pequeño. Debo decir que en el momento de firmar mi contrato, Permanent Vacation no tenían la fama que ha conseguido en estos últimos dos años; era un sello joven, con todo el riesgo que ello conlleva. Pero las cosas que habían editado hasta la fecha me daban ganas de estar a la altura y, además, ofrecían

un contrato más largo de varios 12” y álbumes. No sé, los veía entusiasmados con la idea de tirar adelante mi música. En todo momento me han dado mucha libertad para hacer lo que me diera la gana, y eso es algo que te hace sentir realmente cómodo. Después de escuchar algunas de las demos para tu próximo álbum puedo atestiguar que suenas muy confiado, sin miedo a probar mil cosas nuevas. Hay canciones tranquilas, medios tiempos, ritmos un poco más acelerados de lo normal y versiones alternativas de canciones que has editado en formato 12”. Resumiendo, ¿tienes miedo de que sea un fiasco? Bueno, siempre hay miedo, ¿no? (risas). Pero si en Permanent no me hubieran dado esta confianza a lo mejor no me sentiría con ganas de terminar un LP. Me apetece mucho acabar el álbum, es un reto que en estos momentos me trae de cabeza. El hecho de ensamblar composiciones antiguas con cosas nuevas, con canciones extrañas y versiones de mis propios temas es parecido a resolver un rompecabezas. Es algo muy atractivo y no puedes explotarlo en formato maxi. Últimamente hay muchos LPs que intentan tocar palos que me gustan, pero no siempre los veo redondos, y a veces me da la sensación de que el mío tampoco va a ser redondo en este sentido. Quizás tienda más a ser una especie de collage de todo aquello que me gusta. Temas que jamás relacionarías con todas esas producciones que he hecho hasta ahora, pero que me definen mucho. Mi reto es terminar un álbum que se pueda escuchar en casa sin que te machaque la cabeza. Para eso he tenido que redefinir mi música, que a veces es demasiado contundente y cargada de percusiones. Me gustan discos como los de Caribou o Four Tet, que han aplicado su visión de la música de club reformulándola para ser escuchada en casa. A mí, personalmente, me parece extrañísimo que esta escena, esta tierra de nadie en la que uno puede encontrar pop, house, hip hop y disco, no


tenga más aceptación a nivel popular. Se monta un festival y todo el mundo ficha, pero en otro contexto no va ni Dios. Artistas afines a géneros ajenos a la pista tienen un público más definido. Resulta un tanto tópico hablar de ello, pero creo que el público español se ha empobrecido en cierta manera en cuanto a eventos electrónicos. Mira lo que pasó con Joy Orbison, sin ir más lejos. Vino al Sónar y fue un éxito, docenas de críticas positivas por todas partes y miles de personas bailando su set. Luego se presenta en solitario y ves que no hay más de cincuenta personas entre el público. Creo que en Madrid hubo más gente. Pero eso es así, Joy Orbison es quizás el músico electrónico más laureado en prensa e Internet, y esto da que pensar. En España hay una falta de coordinación total entre lo que escribe la prensa y lo que se baila en la pista. Quizá debamos aprender que no somos, ni seremos nunca, Londres o Berlín. Aquí se tira más por otro lado. Algunos podrán pensar que pintas un escenario bastante apocalíptico, pero es exactamente lo que está pasando. No sólo la música es lo que está cambiando, también está cambiando el ocio. Una música como la mía no llenará salas de dos mil personas, eso lo tengo muy claro. Pero da la casualidad de que en España hay pocos sitios a medio camino del club pequeño de cincuenta personas y la discoteca de toda la vida. Odio decir que lo que hay fuera es mejor, pero es que te vas a Alemania o a Estados Unidos y ves que ahí el circuito de clubs es mucho más coherente. Con salas más pequeñas, con artistas que cobran menos dinero sabiendo que lo pasarán bien... Luego vienen a un festival a España y llenan una carpa de cinco mil personas, pero eso es un par de veces al año y a veces es un público irreal, que no por estar ahí luego se iría a verlos a una sala. Creo que debería haber una oferta de clubs acorde con una generación de gente que consume música y no tiene un espacio confortable para disfrutar de ella. La última vez que me he sentido a gusto en un club

de Barcelona fue viendo a Four Tet en Nitsa. Me lo pasé genial, había gente de todo tipo y condición, ambiente genial, llenazo. Pero lo mismo podría no haber funcionado, y gente que hace estilos similares al suyo no consiguen tener este tirón a nivel de público. Deberíamos buscar la alternativa para que se puedan disfrutar de propuestas pequeñas y atractivas sin tener que pagar el peaje de llenar un club para mil personas. En otros países funciona y aquí debería pasar lo mismo, ¿no? Una de esas alternativas podría ser las fiestas de Hivern que se empezarán a hacer dentro de poco en BeCool. Hay algo muy bonito que me contaste el otro día, y es que con el dinero de la recaudación repartiréis entre el público un 7” con música inédita. Suena robinhoodiano, tal y como están las cosas. Bueno, todavía no tengo claro cómo va a ir eso del 7”, pero en febrero habrá una fiesta del sello junto a otro blog. Creo que no hay un motivo comercial o empresarial en esto de la fiesta. Trata más del hecho de que un par de veces al año podamos reunirnos, poner música en un club y que los amigos vengan a tomarse una copa. Para celebrar esta fiesta están produciendo un 7” con temas de los artistas del sello, y la idea es que sólo se pueda conseguir en BeCool el mismo día. Aunque tampoco lo veo tan robinhoodiano, ¿no? De hecho, me parece una idea muy Hivern. Centrémonos en tu música ahora. Desde que empezaste a sacar cosas, primero en otros proyectos y ahora bajo tu nuevo alias, has ido acumulando hardware de todo tipo —Juno-106, TR-707, el delay de cinta RE-201, TB-303, TR-606, Yamaha DX7, Sequential Circuits Six-Trak, E-mu SP-12, etcétera—, hardware que, por cierto, no has usado mucho en tus canciones. ¿Hay que darte un tirón de orejas? Bueno, estoy buscando la manera de incluir todo eso en mis canciones. No es fácil cambiar la manera de producir, requiere bastantes ensayos y dedicarle muchas horas. Ahora mismo tengo muy por la mano

trabajar directamente con el ordenador y sin mucho hardware. Primero me he marcado terminar algunas canciones del álbum y el montón de remixes que me han pedido, luego tendré algo más de tiempo y podré ponerme a fondo. Pero sé que habrá un cambio grande, eso es evidente. A nivel de estructuras, sonido e incluso de concepto todo dará un vuelco. Hasta ahora he decidido utilizar las máquinas para definir y dar personalidad a algunas composiciones, hay canciones que están hechas con determinados sintes y cajas de ritmo, y ya está. Limitarme al hardware y tener que reformular mi modo de componer es una manera como otra de no repetir mi modus operandi y dar nuevo sentido a cosas que tenía en la cabeza. El ordenador a veces se convierte en una arma de doble filo, es tan ilimitado que siempre acabas haciendo lo que ya sabes hacer. Las máquinas requieren una nueva perspectiva y quieras o no siempre salen cosas nuevas, errores que aprovechas de una u otra manera. El problema es saber si esos errores quedan bien o no (risas). Además, últimamente todo lo que haces suena muy limpio. No lo digo en el mal sentido, cuidado. No sé si la razón de escoger hardware es porque te interesa volver a lo que hacías al principio, aquella filosofía del ‘bombo y sampler’, tan bruta y radical, pero con máquinas de verdad. Ser tan fiel a un tipo de sonido me parecería aburrido, aunque hay gente que puede darle vueltas y vueltas sin aburrirse. O aburrir. Por la parte que me toca, poco a poco he ido añadiendo nuevas texturas y sonidos a mis temas, nunca he sido cerrado de mente. Lo que pasa es que al principio se me encasilló en determinados ámbitos que he intentado dejar atrás. No dejarte encasillar es complicado, la gente no te ubica bien y puedes perder bolos y oportunidades porque no se sabe por dónde vas a ir. Pero para mí era la única alternativa, o me hubiera aburrido mucho. Por ejemplo, durante el último año he escuchado de nuevo el “Selected Ambient Works 85-92” de Aphex Twin, y redescubrí que era un álbum


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en portada John Talabot

muy pop, del pop que me gustaría hacer. Me he dado cuenta de que me ha influido en el EP que saco dentro de poco para Young Turks. Hay una canción en la que participa Cameron Mesirow (Glasser) que tiene un deje a ese disco porque los ritmos están hechos con la Drumatix TR-606 —uno de los instrumentos favoritos de Autechre en sus inicios— y lo cierto es que me gusta que se note esa influencia. Supongo que el hardware influirá en ese proceso creativo de una forma positiva, creando algo así como un puente entre pasado y presente. O eso espero. En Young Turks a lo mejor se han sorprendido un poco con este cambio de rumbo. Editando a El Guincho o a Sbtrkt, quizá esperaban algo con raíz afro. Bueno, es cierto que tienen en nómina a el Guincho y subtraktor, pero también están The XX y Bullion. Es un sello de gustos extensos, vamos. Young Tourks habían escuchado las demos en marzo, así que ya sabían como serían muchas de las canciones. Grabamos la canción con Cameron en abril, de hecho. Me ha costado un poco acabar el EP porque he probado muchas cosas nuevas de cara a tener claro como iba a ser el LP, así que en realidad me ha servido como entrenamiento. Pero Young Tourks me han dado total confianza, eso es muy importante. También puede ser que un día saques algo que a la gente le importe un pimiento, claro. De hecho pasará algún día, y como músico debes superar ese tema de estar de moda o no, sino estarás atado siempre. Quizá no debería decirte esto ahora, pero estos días, con tanto estrés, no estoy seguro de si tengo ya más ideas que contar. Siento como si mi cabeza se hubiera bloqueado.

¤ John Talabot estará pinchando el próximo sábado 18 de diciembre en la fiesta Permanent Vacation en el BeCool (BCN).

Me lo contabas hace poco, de hecho. Terminaste tu remix para Tahiti 80 y no sabías si te gustaba o no. A Franc Sayol (codirector de Hivern, alias Stainboy) no le había gustado. A mí, en particular, me parece de lo mejor que has firmado. Eso sí, suena muy diferente a todo lo que has hecho hasta la fecha. El campo de los remixes es perfecto para probar cosas nuevas, me

gusta esa sensación de buscar nuevos caminos sobre una canción predefinida. Al cabo de un tiempo de haber entregado un remix le encuentras cosas atractivas, pero en el momento, con los deadlines, con la presión, los mails avisándote de que ya no llegas... te dices “esto no lo acabo, joder, esto no lo acabo, ¿por qué dije que sí?”. Con los remixes pasa eso, son encargos rápidos en los que tienes que demostrar muchas cosas de golpe y a la vez responder a unas expectativas, tanto del que paga el remix como del que lo va a escuchar. “Vaya, otro remix del pesado de Talabot” (risas). Con el álbum quiero que todo esté realmente bajo control, y aunque es más fácil llegar a lo que tienes en la cabeza, hay otro tipo de presión. ¿Tendrá lógica lo que estoy haciendo? ¿El orden de las canciones será el correcto? ¿Me voy a comer el disco con patatas? Hay muchas dudas por el camino, claro. Lo que está claro es que el camino, a pesar de que te lo has currado, te ha ofrecido la mejor de las sonrisas. Con sólo tres referencias propias en el mercado has conseguido remezclar a The XX, Zwicker, Al Usher, Blue Daisy, Shit Robot, Aufgang, o Delorean, entre muchos otros. Está bien poder remezclar a gente de distinto calado, ¿no? Quiero decir que no es como estar haciendo remixes para minimaleros. ¿Te sientes feliz en ese aspecto? Por supuesto, al cien por cien. No sé si he tenido suerte o no, pero en todas las oportunidades que se han presentado he intentado dar lo mejor de mí. Yo le dedico mucho tiempo y trabajo a los remixes, quizá demasiado. Y siempre me quedo exhausto después de terminar uno. Algunas veces han salido bien, otras veces han salido mejor y alguna que otra vez han sido simplemente decentes. Pero en cada uno de los encargos me he implicado de verdad, he intentado ser honesto y he buscado la manera de llevar esas canciones a un terreno en el que me sintiera cómodo. Así de sencillo. Aunque en la práctica luego no lo sea tanto, claro. Sería bonito que fuera así de simple. www.myspace.com/johntalabot



026/027

report Oval / Cuzo

Oval LA CUADRATURA DEL ÓVALO

Markus Popp reactiva, después de casi diez años de silencio, Oval. Su nuevo álbum, titulado “O” (Thrill Jockey / ¡Pop stock!, 10), recupera la estética inconfundible de uno de los proyectos más esenciales de la electrónica experimental de los noventa y la depura hasta su misma esencia. Hablamos con Markus Popp sobre los detalles de este esperado regreso y del giro metodológico que supone en el contexto de su impecable trayectoria. Oval huele a nuevo.

Texto Foto

Arnau Horta Constantin Falk

D

ebes estar harto de contestar estas preguntas, pero… ¿Por qué se ha hecho esperar tanto este disco? ¿Qué has estado haciendo durante este tiempo? Básicamente quería hacerlo bien y quería obtener un resultado que respondiera a mis propias expectativas. El disco ha pasado por muchos estadios intermedios que no me parecían suficientemente buenos. Así que continué trabajando. Por supuesto, he realizado diversos proyectos ocasionales aquí y allá pero durante todo este tiempo he estado, principalmente, trabajando en el nuevo sonido de Oval y en este nuevo trabajo. Si el disco ha tardado tanto en ver la luz es, simplemente, porque su gestación ha requerido todo este tiempo. En la página web de Thrill Jockey y en la nota de prensa del disco se dice que querías que “O” fuera como un segundo debut de Oval… Sí, los discos de debut suelen ser una declaración enérgica en la que se intenta demostrar algo a través de nuevas ideas. Por otro lado, los artistas acostumbran a dar lo mejor de ellos mismos en el primer disco. Y eso es exactamente a lo que aspira el nuevo trabajo de Oval. He querido ofrecer el mejor material del que dispongo e incluir el mayor numero de ideas posible. Y es precisamente por este motivo que hay tanto material en el disco. El proceso de creación era un elemento clave en los anteriores discos de Oval, especialmente en los dos últimos. Parece que esta vez la música es, en sí misma, mucho más importante. ¿Ha dejado de ser tan importante el proceso? Para el oyente de este disco el proceso no debería tener la más mínima importancia. Se trata de música que está ahí para ser

escuchada y disfrutada como tal. Espero que la gente se sienta atraída por la música del álbum y, por decirlo de algún modo, se deje llevar por ella. Por supuesto se pueden explicar muchas cosas sobre cómo se ha hecho este disco, pero espero que el oyente no necesite escuchar estas explicaciones para entenderlo y disfrutarlo. Idealmente, en una entrevista como esta por ejemplo, me gustaría poder decir que he utilizado mi imaginación para hacer este disco en lugar de un software sofisticadísimo programado para la ocasión. La música debería hablar por sí sola. ¿Podríamos decir que se trata de un disco más accesible? Sí, la música de “O” debería ser excitante, inspiradora e interesante para todo el mundo. De hecho, componer la música con este objetivo en mente ha sido el gran reto. En los anteriores trabajos de Oval la música estaba limitada por una serie de restricciones autoimpuestas, relacionadas con la forma de composición, con los materiales utilizados y con diversos modos de organizar el sonido a partir de determinados parámetros. Pero esta vez mi propia imaginación se ha convertido en la principal herramienta a lo largo de todo el proceso de creación del álbum. Es la primera vez que creo haber establecido un diálogo cara a cara con la propia música, sin la mediación de unos estrictos protocolos creativos. Sólo después de todos estos años me he sentido capaz de hacerlo. ¿Qué fue lo que te empujó a dar este salto desde el proceso a la música? La principal motivación era extraer la parte musical de la música electrónica. Porque en mi opinión en la música electrónica no hay tanta música como electrónica. Mi intención era

presentar de la forma más clara posible la verdadera dimensión musical de Oval. Una dimensión que hasta ahora había estado escondida en el interior de una especie de edificio teórico. En este sentido, “O”, es una liberación y una apuesta por una forma de composición más abierta y también más arriesgada porque suponía muchas más decisiones sobre qué hacer y cómo hacerlo. Tal vez es una forma demasiado simple de decirlo pero… ¿consideras que este es tu disco más ‘pop’? No estoy seguro. En realidad también podría argumentarse que es el más radical si nos fijamos en la música del segundo CD, creada a partir de pequeños fragmentos de sonido en forma de bocetos improvisados. Así que no estoy demasiado convencido de que sea correcto plantearlo desde esta perspectiva. El hecho de que la música sea más melódica e incorpore el sonido de una batería no significa que ésta se convierta automáticamente en pop. Para acabar… ¿como ha nacido la nueva música de Oval? Se ha insistido mucho en el hecho de que ha sido realizada con un ordenador muy básico, ¿por qué? En realidad hay un poco de todo. He utilizado instrumentos reales como la guitarra y también diversos tipos de instrumentos virtuales y software. Ha sido un proceso de creación absolutamente híbrido en el que se han mezclado multitud de técnicas y procedimientos. Como decía antes, el proceso no es lo importante y es por ese motivo que he insistido mucho en el hecho de que esta nueva música ha sido creada con un equipamiento muy sencillo. www.myspace.com/markuspopp


Cuzo BUENA MIERDA

Cuzo es una palabra japonesa que tiene muchos significados. Cuzo significa "persona de la que no te puedes fiar". Cuzo significa también "mierda". Cuzo es la palabra que han escogido Jaume Pantaleón y el batería Pep Caravante para dar nombre a la banda que comparten. Una banda que convierte la psicodelia en algo viscoso y mutante. Que salta del krautrock al heavy metal, que no tiene miedo a perderse en atmósferas progresivas, que mezcla drones con guitarrazos, que sabe cómo hipnotizar, cómo hacer bailar a sus feligreses. Y es que no deben existir dudas, si Cuzo es mierda, entonces es buena mierda. La mejor.

Texto

Vidal Romero

C

uenta Jaume Pantaleón, guitarrista y teclista de Cuzo, que la historia de su nueva banda comenzó "tras la debacle de 12Twelve", ese proyecto con el que rozó la primera división del indie patrio, y que implosionó en su mejor momento. "Llegar a más gente y tener la responsabilidad de poder vivir de la música nos llevó a un callejón sin salida", prosigue, "y ahí sentí la necesidad de volver a mis orígenes, de despojarme de artificios y complicaciones estéticas, para recuperar la inocencia del rock". Una decisión que al final funcionaría como "una declaración de principios, no tenía que demostrar nada a nadie y además iba a hacer lo que me diera la gana". Con esa nueva libertad por bandera, Jaume comenzó a frecuentar a "gente maravillosa, ajena del todo al circuito de la industria". Gente "que sólo quería tocar para disfrutar", como Lords Of Bukkake, una banda a la que se unió para facturar "una música extrema pero con mucho toque psicodélico, que es mi obsesión particular. Todo aquello funcionó como una vuelta a la adolescencia, a los valores e ilusiones de esa edad". Y entonces sucedió que Lords Of Bukkake comenzó a compartir local y giras con Warchetype, una banda de doom en la que militaba Pep Caravante, futuro batería de Cuzo. "Nuestra vista estaba puesta en algo más amplio que el puro metal lento, así que decidimos volcarnos por completo en algo nuevo". "Siempre me he sentido muy rockero entre los indies y muy indie entre los rockeros", prosigue Jaume, "casi en tierra de nadie". Una posición complicada cuando se vive en un país como España, "que tiene un potencial musical increíble, como demuestra el legado de los 70 (Triana, Sisa, Serrat, Smash, Camarón, Las Grecas)", pero que también suele ser "temeroso a la hora de

hacer cosas nuevas. Aquí estamos siempre espiando las influencias anglosajonas con cierto aire de inferioridad. Por eso cuesta tanto sacar adelante cualquier cosa que no remita a algo establecido, que no suene a mainstream o proto-mainstream". Es lo que sucede en una escena donde "la gente monta grupos para hacerse famoso y no para hacer música, provocar algún tipo de cambio en esas condiciones es muy difícil". Una sensación que ya tenía en tiempos de 12Twelve, "siempre había gente entre el público que se iba indignada, protestando porque no cantábamos o porque sólo sabíamos hacer ruido. Desde un punto de vista pop tenían razón en sus quejas, pero es que nuestra lucha consistía en abrir mentes. Y con Cuzo sucede exactamente lo mismo". Con esos antecedentes ya pueden imaginar que Cuzo no busca inspiración en entornos precisamente "indies". Antes bien, sus raíces están "en los setenta". En un atropellado listado que incluye “a bandas como Pink Floyd y Jimi Hendrix; la Mahavishnu Orchestra, Gong y Area; Hawkwind, Silver Apples, Can o Neu!; bandas sonoras como 'Profondo rosso' de Goblin y 'Planete sauvage' de Alain Goraguer; 'Historie de Melody Nelson', Las Grecas y el rock electrónico de Kraftwerk o Tangerine Dream". Y eso sin contar influencias no musicales como "la estética sci-fi, la colección de cromos 'Otros mundos', las películas de Fulci, Castellari o Zulueta; 'V', 'ET', Asimov o Carl Sagan". Todo un revoltijo que refleja muy bien "la filosofía de Cuzo, que no es otra que el todo vale", y que se puede palpar en los dos estupendos discos de la banda: "Amor y muerte en la tercera fase" (Alone, 08) y el reciente "Otros mundos" (Alone, 10). Fieles a sus influencias, los miembros de Cuzo escriben sus canciones "como cualquiera, a partir de una impro-

visación. 'Amor y muerte en la tercera fase' se grabó cuando apenas llevábamos tres meses juntos", y por eso hay "más derivación y paisajismo en las canciones. Queríamos hacer algo abierto y abstracto, con mayor presencia de riffs pesados". Algo que pudiera funcionar "como una banda sonora para películas de Argento o Coscarelli". Eso sí, cada vez están más interesados "en la música como motor bailable, y no sólo como paisaje sonoro". De ahí que la naturaleza de "Otros mundos" sea "más mutante", basada en las propiedades rítmicas. "Con Fermín, el nuevo bajista, hemos ganado mucha libertad a la hora de improvisar. Nos encanta tener partes abiertas porque nos permite jugar entre nosotros y también con el público, y eso hace que cada concierto sea diferente y siempre divertido". Y es que Jaume defiende que "cualquier músico te tiene que gustar más en directo que en disco". De hecho, prefiere "comprar los lives de la gente a la que sigo, porque creo que el directo es la base de toda la música; la comunicación de tú a tú con la audiencia es la auténtica razón para hacer discos". No hay que sorprenderse, entonces, de que su próximo lanzamiento sea la grabación de uno de los conciertos que dieron como banda de apoyo de Damo Suzuki, en la visita que el antiguo vocalista de Can hizo a España a principios de 2010. "Hicimos ocho fechas y grabamos el primero de los conciertos, en el matadero de Huesca", explica. "Fue lo primero que tocamos con él, le dimos al botón de grabar sin haber ensayado ni una nota juntos". Cualquiera que asistiera a alguno de aquellos conciertos ya sabrá que el resultado fue impresionante. "Sobre todo", confirma Jaume, "el último concierto en Madrid, con un Damo pletórico, que después del show nos hizo un resumen zen de todo nuestro viaje, nuestra música y nuestra vida en general. Tan místico como suena". La buena noticia es que, si se perdieron tan pirotécnico espectáculo, tendrán una segunda oportunidad, "haremos alguna fecha más con él cuando se publique el disco", en apenas un par de meses. Avisados quedan. www.myspace.com/cuzoband


028/029

informe Witch House / Salem

Witch House TIEMPO DE FANTASMAS

Creada en un principio para catalogar a una serie de bandas (Salem, oOoOO, White Ring, Fostercare, †‡†, Balam Acab) que mezclaban ritmos de ascendente hip hop, voces fantasmales, psicofonías, fondos distorsionados, mucha oscuridad ambiental y guiños al pop etéreo de los ochenta y el primer shoegaze, la etiqueta witch house ha terminado por convertirse en uno de los trend topics del año, hasta el punto de que no dejan de aparecer recopilaciones, mixtapes y citas continuas a esos artistas que, en la mayoría de los casos, apenas tienen un par de casetes o compactos grabables publicados. Texto

Vidal Romero

U

na de las cosas más interesantes que ha provocado la progresiva globalización de la música, que se ha venido produciendo desde la aparición de internet, es que las escenas ya no necesitan un espacio físico para desarrollarse. Son muchas veces los blogs y webzines los que actúan como catalizadores de estas escenas ‘virtuales’, los que ponen en contacto a bandas y artistas de todo el mundo que tienen en común algunas características, sean estéticas o de sonido. Esta atomización de las escenas tiene sus ventajas: es más fácil buscar otras bandas que puedan enrolarse en una causa común; es posible hacer correr el virus de las mismas a partir de mixtapes, enlaces a Soundcloud o pequeñas tiendas dedicadas al asunto. Pero también tiene un inconveniente, que al no existir vallas que poner al campo, resulta mucho más difícil delimitar qué bandas encajan o no en el género; la libertad es tan grande que se hace un mundo decidir dónde trazar los límites. De ahí que los géneros que han ido surgiendo en los últimos años (la hauntology o el pop hipnagógico, por poner dos ejemplos tratados en esta santa casa) sean de naturaleza dispersa y caprichosa. Y de ahí también que los artistas que pertenecen a esos géneros se resistan a ser incluidos en la lista. El witch house no es una excepción, pocas bandas encontrarán que hagan apología del término, y si lo hacen, posiblemente preferirán otras denominaciones, como drag, darkwave, ghost drone o haunted disco. Toda una constelación de denominaciones en la que resulta muy fácil perderse. En el caso del witch house trazar un origen y cierto marco pasa por hablar del sello Disaro y de otro género minoritario, el screw. El screw se llama así porque tiene su origen en los edits y mezclas que hacía DJ

Screw, un DJ de Houston que ralentizaba los discos de rap, les añadía filtros, efectos y nuevas ecualizaciones y conseguía así crear versiones alteradas de los originales, de sonido mucho más carnal y grueso, en las que las voces se hacían grávidas y amenazantes. La influencia del screw en el witch house es más que evidente, muchas de las bandas de las que hablaremos aquí utilizan esas técnicas de ralentización, buscando precisamente ese sonido pesado y denso, que se completa con profundas líneas de bajo, mucho ruido ambiental y sonidos desafinados. Y muchas también admiten una fuerte influencia del hip hop, incluso un amor (teñido de envidia) por su rama más cercana al mainstream, esa que está poblada por estrellas millonarias. Que Disaro sea el sello que más olfato ha demostrado para localizar a grupos que encajen en este género tiene bastante lógica. Al ser también de Houston, Robert Disaro vivió de cerca el auge del screw, así que conocía todo el potencial de esas técnicas, y cuando su amigo Jim Owleyes le envió desde Chicago la maqueta de una banda llamada Salem, supo que tenía que montar un sello que pudiera editar sus discos. Corría el año 2007, y desde el principio, Disaro escogió el formato del CDr porque quería trabajar con tiradas cortas y hacer objetos especiales. Objetos cuyo diseño gráfico correría a cargo de Owleyes, responsable de esas imágenes cargadas de tensión ambiental, que tienen mucho que ver con las inclinaciones góticas del género. Unas inclinaciones que en el caso de Salem enlazan con el uso de atmósferas opresivas y de sonidos fantasmales, pero que en muchos otros casos no pasan de ser un añadido decorativo. El caso es que a rebufo de Salem fueron cayendo en manos

de Disaro maquetas de bandas cercanas en espíritu y/o sonido a lo que estaban haciendo sus protegidos de Chicago. Proyectos como Testicular Manslaughter, Modern Witch, oOoOO y White Ring han dado sus primeros pasos aquí y ahora tocan el éxito con la punta de los dedos. Una cantera que no ha parado de crecer, y que sigue descubriendo pequeñas joyas. Ahí están Fostercare, †‡†, //tense// o ///▲▲▲\\\ para certificarlo. El pequeño éxito de Salem ha provocado también la aparición de multitud de imitadores y la eclosión de una auténtica escena, que en este 2010 está tomando una forma precisa. Ha sido este año cuando han echado a andar sellos como Emotion, Desire Records, HiScores Recording Library o, sobre todo, Tri Angle, cuyos maxis a cargo de Balam Acab (en la foto) y oOoOO son de lo mejor que ha dado el género, en gran medida porque suponen desviaciones de la fórmula (oOoOO tira cada vez más hacia un ambient pesado y envolvente; Balam Acab se acerca al dubstep). Y ha sido también este año cuando sellos asentados han comenzado a publicar recopilaciones que intentan poner orden en tan confusa y desarbolada escena. Las primeras en llegar fueron “F*>k dance, let's art: Sounds from a New American Underground” (!K7, 10), con un rasero demasiado abierto, pero útil como punto de partida, y "The Big Pink presents Tapes" (!K7, 10), una mixtape seleccionada por los chicos de The Big Pink que incluía numerosos proyectos de witch house. Pero la más interesante de estas recopilaciones llegará a las tiendas a principios de este mes, "Isvolt. A Disaro witch house compilation" (Robot Elephant, 10), que reunirá una decena de bandas recién llegadas a la escena, y seleccionadas por el propio Robert Disaro, sangre fresca para una escena en crecimiento.


Salem LA CASA DEL MISTERIO

Si existe una banda ahora mismo que puede abanderar el witch house, que puede hacer que trascienda más allá del underground del medio oeste estadounidense, esa es Salem. No sólo porque la música del trío de Chicago concentra todos los elementos del estilo (ritmos inspirados en el rap, fondos saturados, voces cavernosas, restos borrosos de shoegaze y de música electrónica de los noventa), como demuestra su brillante debut en largo “King night”, sino porque también tienen la imagen y una historia que contar. Texto Foto

Vidal Romero Jimmy Limit

L

ástima, entonces, que todas esas expectativas queden truncadas al primer contacto con la realidad de la banda. Y es que, estudiando el cuestionario que han enviado los tres miembros de Salem a la redacción (la gira continua en la que andan metidos hizo imposible una llamada telefónica) queda claro que los chicos no saben muy bien dónde se están metiendo. Incongruencias, medias verdades, bravuconerías, desplantes, incontables faltas de ortografía y el deseo de demostrar que funcionan como una piña son moneda común en unas respuestas con mucha paja y muy poca chicha, que hacen poco por defender su disco de debut, el excelente “King night” (Iamsound, 10). Lo curioso es que esta actitud, que deja al descubierto su falta de madurez, también funciona como un reflejo bastante preciso de la realidad en la que viven muchos de los jovenzuelos que se han apuntado a ese no-género que es el witch house, gente enraizada en los suburbios, de escaso nivel cultural y social, varada en una vida sin esperanzas ni motivaciones, atrapada en extrañas espirales de drogas y sexo, que tienen más que ver con el aburrimiento que con la curiosidad. No es raro que gente así se refugie en una música de aires opresivos (claro reflejo de lo que tienen alrededor) y estética fantasmagórica (fantasías moldeadas a partir de una exposición insana a la televisión por cable). Lo sorprendente, en realidad, es que gente así haya conseguido dar forma a un puñado de canciones tan brillantes como las que contiene “King night”. “No existen fórmulas ni intenciones detrás de las canciones de Salem”, explica John Holland, “simplemente nos salen así”. Holland es lo más parecido a un líder que hay dentro de Salem, pero eso no significa que sus respuestas sean especialmente claras. Uno podría

entender que su pasado, lleno de sombras (entre las que se incluyen una severa adicción al crack y una temporada trabajando como chapero), está en directa relación con la temática que bulle en las canciones de su banda. De hecho, gran parte de la “fama” que Salem ha obtenido se sustenta sobre esas historias de degradación personal, y varios de los títulos de sus canciones y EPs (por ejemplo “Yes, I smoke crack”, publicado en 2008) hacen referencias nada veladas a ese pasado. Pero a la hora de hablar sobre esos temas, Holland prefiere pasar de puntillas, “a veces contamos historias en nuestras canciones, a veces no contamos nada en absoluto”. Una postura ambigua, que sus dos compañeros parecen no compartir. A Jack Donoghue, por ejemplo, no le interesa “para nada atraer la atención. De hecho, si no fuera por las ventajas de internet, nuestra música nunca se habría publicado y nosotros seríamos los únicos que tendríamos copias de esas canciones. Y eso tampoco sería un gran problema”. Heather Marlatt, por su parte, prefiere separar por completo sus vivencias diarias de las musicales. “Nunca hablo de mis experiencias personales o de mi vida”, explica, “eso es algo que no tiene nada que ver con Salem, que es un proyecto en el que todos trabajamos en equipo, colaborando unos con otros para obtener lo mejor de los tres. Además, no me apetece compartir mi intimidad con desconocidos”. ¿Hay que asumir, entonces, que toda esa oscuridad, esos infiernos interiores de los que hablan sus canciones, son consecuencia de una imaginación desbocada? Ellos mismos no hacen mucho por aclararlo. “Salem es el resultado de unir a tres personas”, opina Donoghue, “no la unión de varios tipos de música, o de estéticas que no compartimos necesariamente”. “Todos escuchamos cosas muy distintas”, añade Marlatt, “desde

música clásica a death metal y rap. Aunque en mi caso sí que reconozco que crecí con My Bloody Valentine y todas aquellas bandas de trance”. Las conexiones con el juke y el shoegaze existen, entonces, aunque parecen funcionar a un nivel inconsciente. “Estamos haciendo música constantemente”, explica Holland, “tanto juntos como por separado. Y siempre estamos probando cosas distintas, cambiamos las estructuras cada vez que nos sentamos a producir algo, así que es difícil decir si existe algo concreto que nos influya”. Además, su manera de producir parece tener mucho de prueba y error. “Le damos muchas vueltas a cada canción”, reconoce Marlatt, “ponemos y quitamos cosas una y otra vez hasta que conseguimos algo que nos gusta”. Una forma de trabajar que no afecta sólo a las canciones nuevas, sino también a las que ya tienen publicadas. Un buen ejemplo es “Redlight”, un tema del que existen al menos cuatro versiones distintas, la última de ellas en “King night”. “A veces tenemos que grabar nuevas versiones porque hemos borrado o perdido las pistas originales”, confiesa Marlatt, “pero también es cierto que nuestro sonido está en constante evolución, y que eso nos obliga a revisar las canciones antiguas para mantener una cierta consistencia en el sonido de la banda”. Un sonido que, por cierto, no busca provocar sentimientos de violencia o rechazo. “Para mí, la música que hacemos es maravillosa”, remata Marlatt. “Pero la gente puede tener sus propias interpretaciones, y de hecho es interesante escuchar sus reacciones. Lo que sí quiero dejarte claro es que no hacemos música para complacer al público; hacemos música para cada uno de nosotros. Y si la gente responde de manera negativa, me parece estupendo”. www.myspace.com/s4lem


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report Astrud & Col·lectiu Brossa / Hurts

Astrud & Col·lectiu Brossa MARAVILLOSA CRIATURA

Hace cosa de un año, Genís me contaba que él y Manolo necesitaban una excusa para vencer a la pereza y volver a hacer cosas juntos. Y, como tantas otras parejas hacen, Astrud decidieron abrir su relación a otras personas para darle emoción. Así, tras varias citas en directo con el Col·lectiu Brossa, ve la luz esta extraordinaria criatura que es “Lo nuevo”. Como suele pasar en estos casos, la cosa pasó así, espontáneamente, casi sin querer, pero una vez puestos, pues ya, oye, hasta la cocina. Y con comadrona de lujo, oigan, que Manolo y Genís se estrenan con Elefant.

Texto Foto

Virginia Arroyo Alicia Aguilera

“S

í, la idea inicial no era hacer un disco, era hacer unos conciertos con el Col·lectiu Brossa y ya está. Lo que pasa es que nos gustó mucho cómo quedaba y nos pareció que quedaba bonito y que merecía la pena grabarlo”, me aclara Manolo, un año después de aquella conversación inicial, con el disco ahora recién salido del horno. “Aunque tuvimos que convencerlo”, le interpela Genís, “porque a Manolo no le gustan nada los discos de refritos, ni los discos en directo, ni los de caras b, ni los de singles… No le parece que se pueda publicar un disco si no es con diez canciones nuevas. Y entonces tuvimos que convencerle entre todos, los cinco Brossa y yo, de que valía la pena, que si no, era como tirar al cajón del olvido todo este trabajo…”. Y vaya si vale la pena. Para que se hagan una idea, “Lo nuevo” son los Astrud de siempre pero más y mejor. Bizarros, agudos, divertidos, fantásticamente orquestados… La compañía del siempre interesante Col·lectiu Brossa ha puesto al dúo tan en forma como en sus mejores tiempos, dándole esa genial vuelta de tuerca a “Minusvalía”, volviendo aún más grandiosa “Cambio de idea”, cargando “La boda” de frenéticas cuerdas zumbonas y con un “Vertedero de Sao Paulo” totalmente distinto pero igualmente brillante. Eso sí, como advierte Manolo, “hace mucho que no publicamos un disco nuevo, y este disco no cuenta. O sea que quien quiera escuchar canciones nuevas aún va a tener que esperar un par de años”. Aunque eso no es en absoluto cierto, y así se lo remarca Genís (se pasan la entrevista cual marido y mujer en “Escenas de matrimonio” complementándose y tirándose de los pelos alternativamente). “Lo nuevo” contiene, efectivamente, dos canciones nuevas. Y, aunque compitan con un tracklist de alturas vertiginosas, no se les ocurra pasarlas por alto, porque estarían dejando perder la ocasión de oír nuevos versos como: “¿Por qué lo viejo es lo nuevo y lo culto lo popular? Yo ya lo he comprendido. (…) Porque esto me interesa y me voy a dedicar a lo que me interesa y no me preguntes más”. Esta reflexión la podrán encon-

trar en “Lo popular”, tema que abre el disco y que se subtitula “(Retrato de Adrià Gandia)”, y que Genís describe como un homenaje “pop y populista” a uno de los componentes del Col·lectiu. Otro miembro de los Brossa es el homenajeado en el otro nuevo track que en este caso cierra el disco, “La música de las supercuerdas (Retrato de Marc Casas)”, que Genís acierta a definir extravagante pero concisamente como “lunática y de culto”. Lástima que no se hayan animado a incluir en el disco esa fantástica y particular versión del “Voglio vederti danzare” de Franco Battiato con que deleitaron en exclusiva a Go Mag y Waaau.tv. Probablemente una de las bazas más importantes de este álbum sea que preserva la frescura y peculiaridad de los Astrud que se suben a las tablas. Según me cuenta Genís, la idea era capturar en un disco aquello que ya pudimos ver en su gira con el Col·lectiu. “En el disco hemos intentado grabar lo que tocamos en directo. Ha sido más en el proceso de mezclar y de añadir yo sintentizadores al conjunto cuando igual la cosa se ha escapado un poco más”. ¿Y cómo se decició qué canciones entraban en el disco y cuáles no? Pues como la mayoría de grandes aciertos históricos, porque sí. “Nadie tomó el mando. De todas las canciones que hay en nuestros discos, se iba arreglando ésta o la otra. A uno le apetecía una por la letra, a otro le apetecía otra por la música. Y grabamos todas las que nos dio tiempo. Pero tampoco fue una cosa muy meditada cuáles se quedaban fuera y cuáles se quedaban dentro”. Y, ahora, señoras y señores, la gran pregunta, la que todos llevaban dentro desde que han leído abierto esta página. Entonces, ¿habrá nuevo disco de Astrud? “Claro. La decisión de hacer este disco era la de retomar el grupo y seguir para adelante, no sólo la de hacer esto y ya está. Y la experiencia en directo nos ha llevado a publicar un disco, así que tiene pinta de que haremos otro disco y que será parecido a éste, sin ningún cambio radical”.


Hurts DRAMATIZA Y SÉ FELIZ

Yo creía que no, pero se puede ser gafapasta y adolescente groupie en edad del pavo a la vez. Lo descubrí el pasado 26 de octubre, cuando, tras abrirme y dejarme pasar primero en todas y cada una de las puertas de la sala (“it’s what gentlemen do”), Hurts sacaron diez minutitos para concederme una entrevista en su tour bus antes de su concierto en un Bikini a reventar. Allí me explicaron cómo juntar a Kylie y a un cantante de ópera en un mismo disco o cómo hacer del drama una vía de escape de una vida infeliz. Texto

Virginia Arroyo

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ucho antes de que vuestro debut viera la luz, ya fuisteis incluidos en la lista de los “15 acts of 2010” de la BBC y señalados como una de las grandes bandas de Gran Bretaña y de Europa. (Adam) Sí, ¡y es increíble la repercusion mediática que eso ha tenido! En todos los lugares del mundo a los que hemos ido nos han mencionado esta lista. ¡Incluso en Japón! (Theo) Y fue genial tener ese reconocimiento. Cuando te pasas tanto tiempo encerrado haciendo un disco pierdes la noción de las cosas y te vuelves un poco loco… De hecho, tengo entendido que el proceso de grabación fue lento y doloroso (las dos palabras que aparecen impresas al final del libreto del álbum)… (Adam) No sabíamos que ‘lento’ y ‘doloroso’ significa lo mismo en español que en italiano. En cualquier caso, pensamos que sería gracioso que un tipo en Inglaterra cogiera nuestro disco y viera esas palabras en blanco sobre fondo negro y no supiera qué significaban. (Theo) Bueno, lo pusimos por eso y porque todo el proceso del disco ha sido realmente doloroso y lento, como decías. Nos ha tomado muchísimo tiempo y hemos puesto todo nuestro corazón y todos nuestros esfuerzos en él. Y a veces se hacía muy difícil. Una gran ironía, teniendo en cuenta el título del disco, Happines, ¿no? Donde, por cierto, si hay un sentimiento que abunda no es precisamente la felicidad… (Theo) Es que en realidad el disco no es sobre la felicidad, sino sobre la búsqueda de la felicidad. Y te puedo asegurar que cuando empezamos éramos muy, muy infelices. Pero al final del proceso

nos dimos cuenta de que estábamos contentos y orgullosos de lo que habíamos hecho. Las canciones son como un camino que te lleva a la felicidad. En realidad es un álbum lleno de esperanza. Y sin embargo es muy dramático. Las letras, el sonido… todo es muy intenso y grandilocuente. (Adam) Eso es precisamente porque nuestras vidas en aquel momento eran totalmente lo opuesto: mundanas, aburridas, con un mundo muy reducido… Y cuando estás en esa situación, una salida posible es ser muy ambicioso e ir a por todas. (Theo) Usábamos la música para escapar. Y teníamos tanta necesidad de escapar que lo hicimos hasta un grado extremo. Hasta el punto de traer un cantante de ópera a vuestros conciertos… (Theo) Exacto. No se nos ocurría cómo poder dar un buen espectáculo siendo simplemente un dúo, y pensamos: “¡Traigamos un cantante de ópera!”. Y decidimos probarlo precisamente porque creímos que jamás funcionaría. Pero funcionó. Entre el cantante de ópera y la colaboración con Kylie Minogue en “Devotion” habréis descolocado a la mitad de los críticos… (Adam) Bueno, Kylie siempre nos ha fascinado. Nos encanta lo suave y delicada que puede sonar su voz cuando canta una melodía triste. Es muy camaleónica. (Theo) Además, con algunas cosas somos muy meticulosos y ésta fue una de esas cosas. En esta canción la queríamos a ella o a nadie (risas).

¿Y qué hay de vuestras mayores influencias? El álbum tiene el claro sello de finales de los 80s, principios de los 90s… (Adam) Sí, realmente hemos tomado muchas cosas de los 90, pero también de gente como Phil Spector. Y, por supuesto, de los creadores de las grandes canciones de amor de toda la vida. (Theo) Otra gran influencia ha sido Depeche Mode por las atmósferas de las canciones, Prince por la fascinante producción de las voces, Tears For Fears, Coldplay… Otro gran referente que se intuye en vosotros es el cine. La fotografía de vuestros vídeos recuerda mucho al cine italiano. (Theo) Sí, de hecho nos encanta el cine italiano, gente como Fellini, Antonioni… Son muy elegantes. Y nosotros siempre hemos querido hacer vídeos con clase. Además de interesantes, claro, que abran un pequeño camino hacia lo que pasa dentro de nuestra cabeza, porque es el mismo cerebro el que hace los vídeos que el que hace la música. ¿Algún otro director que os guste especialmente? (Los dos) David Lynch. (Adam) Todo el mundo que lo rodea, los actores, las atmósferas, toda la imaginería… es fascinante. Probablemente lo más interesante de Lynch es que coge cosas normales y las hace parecer extrañas. (Theo) Además, es un tipo muy estiloso. (Adam) Es el tipo más cool del mundo. ¿El pelo también? (Adam) ¡El pelo lo que más! (risas). www.myspace.com/ithurts


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report Atari Teenage Riot / Avey Tare

Atari Teenage Riot ATAQUE MASIVO

Tras años de separación, el combo emblema del hardcore digital por excelencia vuelve a asaltar las emisoras de medio planeta con su nuevo y explosivo single “Activate” (DHR, 10), que es el preámbulo de lo que será un futuro nuevo álbum de estudio. Diez años después de su última visita a nuestro país, la revolucionaria banda de Alec Empire vuelve para destrozar los tímpanos de la audiencia española a base de BPMs ultra acelerados y ruido blanco. Texto

Matías Bosch

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asadas la cinco de la tarde, mientras cae la noche sobre Barcelona, me dispongo a efectuar la llamada de rigor a uno de los personajes más polémicos, a la vez que prolíficos, de la historia de la música electrónica actual. Acaba de caer la primera nevada del año sobre Berlín; en contraste, Alec Empire se muestra como una de las personas más cálidas y amables que un servidor haya jamás tenido el placer de entrevistar. Después de tantos años de inactividad de Atari Teenage Riot, ¿cómo surgió la idea de volver a los escenarios? De hecho fue algo muy espontáneo. Recibí un mensaje de Hanin Elias, habíamos estado mucho tiempo sin dirigirnos la palabra. Me propuso hacer las paces y volver a hacer algo con Atari Teenage Riot. Así que volvimos, sin más. Tuve la suerte de ver tu retorno a los escenarios de Berlín, durante el Berlín Festival en el antiguo aeropuerto de Banhoff. ¿Qué impresión guardas tras tocar ante la audiencia de tu ciudad después de tantos años? Fue bastante extraño, la verdad. Por supuesto la reacción del público fue genial y nos sentimos muy cómodos en todo momento. Pero se me hizo muy raro tocar en el espacio que tantas veces había utilizado para irme de viaje. Después de la tragedia de este verano en el Love Festival, ¿notaste la psicosis que se creó en el festival debido a las aglomeraciones? Sí, por supuesto me

pareció muy mal que la policía entrara en el festival, pero imagino que los escenarios se llenaban demasiado, así que intentaron disuadir al público de alguna manera. Aunque tengo constancia de que no hubieron sucesos remarcables, por suerte. ¿Empleáis nuevos elementos de composición para vuestros discos y directos? Por supuesto, intentamos adaptar nuestra música al uso de nuevos programas, etc. Pero nuestra forma de componer y los instrumentos que utilizamos, básicamente vocales y ordenador, siguen siendo los mismos que antes. Todavía regentas tu sello propio, Digital Hardcore Recordings, así que imagino que habrás sufrido las consecuencias de la crisis de la industria musical de primera mano. ¿Cuál es tu idea personal sobre lo que va a ocurrir con la industria musical en los próximos años? Yo creo que la industria musical tal como la conocemos está realmente acabada. Es algo que viene con la globalización. El problema principal es que la gente ya no valora la música de la misma manera que antes porque tiene acceso directo y de forma gratuita. Ya nadie se cuestiona que detrás de un producto hay una inversión y que la banda en cuestión depende de las ganancias para su subsistencia. Nosotros mismos vendimos muchos discos en el pasado, aunque por suerte tenemos unos fans que siempre nos apoyan en nuestros directos y están muy atentos a todo lo que vamos editando.

En la última década han venido apareciendo muchos estilos que tienen que ver con el ruido y la oscuridad. Desde el ruidismo digital de Wolf Eyes y Skullflower al witch house de Salem o el dubstep de Burial ¿Crees que su éxito de público es un reflejo de la inestabilidad mundial? Creo que la música durante la historia ha sido un reflejo de la sociedad. De todas maneras, la oscuridad siempre ha estado ahí y yo mismo, la mayoría de veces, me he sentido más interesado por el arte que expresa cierta oscuridad, sino no me parece interesante. No me identifico demasiado con el arte que expresa la felicidad, el júbilo y esas cosas. ¿Sientes que continuáis siendo censurados de algún modo? Sí. En el pasado tuvimos muchos problemas de censura con el disco “The future war” (DHR, 96). Por desgracia, en Alemania, aunque sea un país europeo, se siguen muchos de los patrones establecidos por EE.UU. y seguimos teniendo problemas para que algunos temas sean retransmitidos por cualquier medio, ya sea radio o televisión. Me parece una vergüenza y es increíble que ese tipo de cosas sigan ocurriendo en Europa. www.myspace.com/atr922000 ¤ Atari Teenage Riot actuará los próximos 3 (Rock Kitchen, Madrid) y 4 de diciembre (Apolo, BCN).


Avey Tare LÁGRIMAS Y COCODRILOS

Los miembros de Animal Collective presentan sus obras en solitario y parecen querer marcar su vinculación al reino animal como signo distintivo. Primero Panda Bear con su anecdótico apelativo, ahora Avey Tare presenta “Down there” dando protagonismo a la figura pantanosa del cocodrilo, terrible depredador que surca nuestros más bajos estados de ánimo y se alimenta de nuestra carroña emocional. Aguas estancadas que reflejan una vida personal falta de oxígeno.

Texto Foto

Half Nelson Atiba Jefferson

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ontactamos vía email con Dave Portner, alias Avey Tare, miembro a su vez de Animal Collective, con motivo de la presentación de “Down there” (Paw Tracks / Green UFOs, 10), primer LP enteramente a su nombre después del trabajo junto a su entonces esposa Kría Brekkan (ex múm) “Pullhair rubeye” (Paw Tracks, 07). “Down there” es un proyecto que hace años atormenta a nuestro hombre. “Empecé a pensar en las canciones para ‘Down there’ al final de 2008. Tenía algunos nuevos secuenciadores y había empezado a trabajar en las canciones para ‘ODDSAC’ (la respuesta fílmica de Animal Collective a “The Blair Witch Project”) también. No se convirtió en un álbum hasta algo más tarde, pero he estado trabajando mucho en las canciones hasta que las grabé en junio de este año”, ya una vez separado de Kría, Kristín Anna Valtýsdóttir, la artista islandesa que abandonó múm para vivir con Portner y con la que publicó el polémico “Pullhair rubeye”, en el que las canciones se reproducían al revés de cómo fueron inicialmente concebidas. ¿Hay ‘reversed sounds’ en este nuevo disco? “Hmmm, no lo creo”, es su lacónica respuesta. Más electrónico que los discos de los propios Animal Collective, en “Down there” la tecnología suple las funciones de sus otros compañeros e incide de forma directa no sólo en la forma de los temas sino también en su propia génesis. “Supongo que los osciladores y los teclados hacen que el proceso de escritura de la canción sea muy diferente y nuevo para mí, lo que fue muy inspirador. He estado tocando mucho la guitarra acústica últimamente, pero he tenido dificultades a la hora de escribir canciones con instrumentos más tradicionales. Creo que se trata de querer no estar demasiado familiarizado con ningún instrumento. Eso hace que el descubrimiento de mi propio mundo en el instrumento vaya de la mano con la escritura de nuevas canciones”. Confiesa que le inspira la electrónica contemporánea (“Burial, DJ Nat, Villalobos, Omar S…”), pero también que "la electrónica desde los 50 ha sido una gran influencia en mí”. El gran acierto de “Down there” es dotar de un discurso reconocible a las canciones, es decir ‘concretar’ líricamente lo que en Animal Collective puede parecer una simple abstracción musical que penetra y destruye la estructura del

lenguaje musical convencional. Tras las primeras escuchas nos damos cuenta de que estamos ante un disco de gran complejidad, no sólo compositiva, sino también emocional. Ya desde el título, la carátula y las imágenes promocionales. “‘Down there’ se refiere a estar desanimado o triste… Creo que el propósito de los visuales que he estado usando es crear una continuidad con los sonidos del disco, es decir, un sentimiento pantanoso, de ciudad fantasma. Usé las imágenes del crocodilo porque son animales que viven en esos paisajes pantanosos y sombríos”. Así, se hace necesario penetrar en el significado de las canciones como si estuviéramos ante la obra de un cantautor tradicional. “Creo que es obvio que una canción como ‘Heather in the hospital’ es absolutamente confesional. Es la primera vez que he sido capaz de escribir sobre una situación específica en la que estaba implicado (la grave enfermedad de su hermana Heather). Pretendía no embellecer o añadir nada a lo que había visto, creo que la historia ya era suficientemente visual. Muchas de las canciones de Animal Collective son muy personales, pero en este caso la diferencia es que ahora todo es mucho más abierto y generalmente comprensible”. Así, la metáfora del cocodrilo toma la forma de un estado de ánimo devastado (la separación de Kría tampoco ha ayudado a mejorar las cosas), en el que, pese a ser un disco en solitario, la cercanía de su grupo se antoja vital. El título “Three umbrellas” se refiere a sus otros dos compañeros en Animal Collective, y Deakin (es decir Josh Dibb, actualmente fuera de la banda) actúa como “más de ingeniero que de productor. Ya tenía muy claro cómo quería que sonara el disco, así que su ayuda ha sido más técnica que musical. Por otro lado, puedo decirte que ya está preparado para volver al grupo”. Pero lo que Avey Tare quiere dejar claro es que no hay ‘contaminación’ entre los diferentes proyectos. “Las ideas se autocompletan en sí mismas. Todos tenemos claras las diferencias entre los proyectos, así que no hay ideas que pasen de un disco a otro. A la gente le gusta dibujar genealogías entre nuestros trabajos en Animal y en solitario y creo que eso está bien, pero nunca pienso en eso cuando estoy componiendo. Cada cosa tiene su momento y su lugar”. www.myspace.com/aveytaregator


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retrospectiva band to watchSuede Best Coast / report Women

Best Coast UN RAYO DE SOL EN LO MÁS CRUDO DEL INVIERNO

El que siga preguntándose qué pasaría si metiéramos en una batidora a los Raveonettes, a Those Dancing Days y a las primeras Pipettes, es que todavía no conoce Best Coast, a quienes una gran producción y un sonido inocente, cercano y envolvente que no ha dejado indiferente a nadie les ha servido para meterse en el bolsillo a crítica y a público. Texto

Angélica Guzmán Miralles

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on la seguridad que da llevar la voz cantante en el grupo revelación de este verano, la recién llegada Bethany Cosentino nos despacha como si llevara toda la vida en esto. ¿Cómo describirías vuestro estilo? Creo que hacemos música pop muy sencilla inspirada en el pop de los cincuenta y de los sesenta. Podríamos decir que es un pop simple, directo y enérgico. Tu grupo anterior, Pocahaunted, hacía un pop psicodélico mientras que el de Best Coast se ha descrito como surf pop. ¿Por qué esa preferencia por los estilos antiguos? Estuve en ese grupo hace mucho tiempo. Fue una incursión en algo con lo que no estaba familiarizada. Me interesaba mucho la experimentación, sin embargo, las raíces de mis composiciones y también la música que escuchaba y que me importaba era pop, que es lo que a mí me gusta tocar. Nunca disfruté con la música que hacía con aquel grupo. Quería tocar música y lo que hice con ellos eran sonidos que creé para esa banda, pero no era lo que quería. Lo de ahora es un sonido muy natural y más mío, muestra más cómo soy.

haces como Best Coast? No quiero hablar de Pocahaunted. Ésta es una entrevista sobre Best Coast. ¿Qué puedes decirnos de tu colaboración con el cantante de Weezer, Rivers Cuomo? Me pidió que fuera al estudio y que trabajara con él para escribir una canción para Weezer. Fue muy divertido. He crecido con las canciones de Weezer y fue muy emocionante poder cantar con él y poder escribir una canción para una banda tan emblemática de mi generación. No estoy segura de cuándo se va a publicar pero sé que es una canción de Weezer. No es una colaboración con los dos estilos sino una canción de Weezer que ayudé a escribir.

compositora y no hay nada malo en que me ofrezcan trabajar para una marca como Converse y quieran que escriba una canción para cantarla con otros artistas que sirva para darme a conocer a un público más amplio que jamás ha oído hablar de mí. Cuando cantas, puedes hacer giras el resto de tu vida o puedes aceptar un proyecto como éste. No creo que haya nada malo en esto. Nunca trabajaría para una marca que no me gustara o que hiciera algo con lo que no estoy de acuerdo y ésta ha supuesto una gran oportunidad para mí.

¿Qué podemos esperar de vuestros directos en el Band To Watch? Ya tocamos en España una vez y fue estupendo, muy divertido. Fue muy prematuro Han pasado pocos meses desde la publicación de para nosotros en términos de actuaciones y de lo que vuestro aclamado disco. ¿Te esperabas esta acogida estábamos haciendo porque estábamos muy verdes del público? No. Obviamente, cuando te dedicas a todavía. Fue como una presentación porque la gente cualquier tipo de arte y la gente lo recibe de manera no había oído mucho de nosotros, ni siquiera tenían positiva es muy emocionante. Cuando has hecho un nuestro disco porque no había salido todavía. Ahora trabajo tan personal, lo muestras, y la gente responde volvemos y creemos que va a ser mucho mejor porque y lo disfruta es un sentimiento muy positivo. Éste ha el público nos ha estado esperando, ya se sabe las sido un año muy, muy loco para mí y para el resto del canciones. Creo que será incluso más divertido porque grupo y aún nos espera mucho más. Estamos muy la gente ya está familiarizada con nuestra música, contentos de que una formación tan pequeña como la estamos mucho más adaptados, yo tengo mucha más Por cierto, lo de Pocahaunted ¿fue muerte natural o nuestra haya recibido el apoyo y atención que hemos confianza como cabeza del grupo y delante del públiasesinato? Bueno, yo dejé esa banda, continuaron sin recibido. co. Creemos que los conciertos van a ser muy divertimí y cambiaron mucho el sonido. Me largué porque ya dos para todos y esperamos llevar unos rayitos de sol no quería tocar música que no disfrutara así que creé Colaboras con Kid Cudi en la canción “All summer” del verano californiano al frío invierno. mi propio grupo. para la marca Converse. ¿No crees que esto podría www.myspace.com/bestcoast Muchas aceras se han mojado desde que Brett Anderson, Justine Frischmann y Mat Osman decidieran, allá por 1989, crear un grupo que tocaser un tipo de prostitución musical? No, para nada. ba versiones de los Beatles, de Bowie y de los Smiths. Veintiún años más tarde, es de ellos de quienes las hacen. Suede ha To convertido en un Pero, ¿existe todavía? No, creo que no. Si todavía exis- De hecho creo que es una manera horrible de verlo. ¤ Best Coast tocará en el se Band Watch el próximo te yo ya no tengo nada que ver con ellos. No me estoy vendiendo. No creo que hacer una 17 de diciembre en el Razzmatazz 2 (Barcelona) hito, un punto de referencia en la historia musical, con un pasado que, fans y miembros de la formación, intentan reanimar. Un hermosísimoy en canción con una marca como Converse sea venderla gira Heineken Music Selector el 18 de diciembre cadáver al pudiste que mantienen con un hálito lo deque vida que, ni siquiera quienes la tienen en sus manos, saben cuánto durará. ¿Por qué no hacer como Pocahaunted me. Ante todo, antes que cantante o guitarrista, soy en la Sala Heineken (Madrid).

SUPERVIVIENTES


Women BAJO LAS ESPINAS

La No Band to Watch de diciembre, la banda canadiense de noise-rock Women, anularon su visita a Europa tras una pelea en el escenario de dos de sus miembros, hermanos para más inri, y el posterior anuncio de disolución de la banda. La excusa era presentar un segundo disco angustioso y claustrofóbico, pero de pronunciado regusto pop. Pat Flegel respondía a nuestras preguntas pocas semanas antes de la disputa que provocó la interrupción, esperemos que temporal, de una prometedora carrera. ¿O es que tú nunca te has peleado con tu hermano?

Texto

Javier Burgueño

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an solo hace dos años de vuestro debut, durante este tiempo habéis realizado muchos conciertos, girado con otros artistas, Michael ha participado en la grabación del disco de Friendo... ¿De dónde habéis sacado tiempo para componer y grabar el nuevo disco? En realidad costó mucho tiempo unir las canciones del disco, nueve meses de sesiones esporádicas. Es difícil escribir cuando estás de gira, pero en cuanto llego a casa trabajo en nuevas ideas. Habitualmente tenemos 30 canciones en cola. Este disco se compone de temas acabados que nosotros escucharíamos si los publicaran otras bandas. Tengo la sensación de que mientras el primer disco era más un compendio de canciones, “Public strain” (Jagjaguwar / ¡Pop Stock!, 10) tiene un concepto de álbum detrás, ¿habéis trabajado en él a partir de una idea global? La gente insiste en que hay una mayor consistencia en este disco, pero siento que hay tanta variación como en el primero. “Public strain” puede sonar más cohesionado canción a canción porque se utilizó el mismo equipo de grabación para la mayoría del álbum mientras que en el disco del 2008 las canciones se grabaron entre un gheto blaster, un dos pistas y un Marantz dentro de un sótano. Para la nueva grabación habéis cambiado el sótano por un estudio. Además repetís en la producción con Chad VanGaalen, ¿qué diferencias habéis notado y cómo influye su presencia en el proceso? El ‘estudio’ es en realidad el garaje detrás de la casa nueva de Chad, mucho más amplio, y con un sótano de hormigón donde grabamos la batería de “China steps” y otros beats. Chad tiene un millón de pequeñas obras de arte allí, es un lugar muy inspirador. Estar cerca de él te

predispone a tener una actitud creativa, ya que es la persona más prolífica y sin ego que conozco. Cada vez que entrábamos en el estudio nos mostraba alguna animación psicodélica en la que había estado trabajando, o algunas pinturas o bocetos. En el tiempo que toma la mayoría de la gente en emborracharse, comer Fritos, masturbarse y ver tres episodios de “True blood”, él graba un disco de hip hop o algo que suena como Kluster, o pinta una serie de plantas con acuarelas. Llegábamos allí y proyectábamos toda esa energía hacía un fin, normalmente sin letras, ni arreglos y sin ninguna idea de que canción íbamos a grabar. “Narrow with the hall” puede recordar a grupos como The Velvet Underground, mientras que “Heat distraction” o “Locust Valley” tienen guitarras angulosas y cortantes más cercanas al krautrock. ¿Os sentís influidos por esos sonidos? Definitivamente nos gusta toda esa música. Mis discos favoritos cuando estábamos grabando eran “Red exposure” de Chrome, “Dragnet” de The Fall y “The idiot”, cortesía de la Iguana. Este último es uno de mis discos favoritos y tiene un aroma alemán muy acusado. Lo extraño es que, en realidad, es un álbum de David Bowie. ¿Consideráis la supuesta dificultad de vuestra música un hándicap para llegar hasta el oyente? Creo que

estamos tocando canciones de las Supremes. La gente dice que sonamos mucho a los Beach Boys, pero nos parecemos más a las Supremes. Parece que algunas personas se sientan atraídas por el elemento pop y quizás no escarben más allá. En estos tiempos no me sorprendería que alguien dijera que Harry Pussy (influyente banda de noise-rock extremo) sonaban como los Beach Boys. Me gusta mucho los viejos éxitos, los cantantes-títere, y muchos sellos que probablemente llegaron a la radio a través de sobornos pero nuestra música también se inspira en artistas que ignoran por completo al oyente. Tal vez estos dos elementos que contrastan tanto son los que provocan el rechazo de la gente. Al hablar de vosotros, la crítica os coloca al lado de bandas como Liars, No Age o Deerhunter, ¿cómo os sentís al ser comparados con estas bandas? Yo no escucho demasiada música nueva, pero me gustan esas bandas. Compartimos un ingeniero de sonido (Chris Koltay) y nos movemos en los mismos círculos, así que vemos a estas bandas en directo de vez en cuando. Vimos a Liars cuatro noches seguidas y nos asombraron todo el tiempo. No he visto todavía a No Age pero me gustaría. El sello PPM es muy bueno, por ejemplo Silk Flowers. www.myspace.com/womenmusic


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retrospectiva Suede

Suede SUPERVIVIENTES Muchas aceras se han mojado desde que Brett Anderson, Justine Frischmann y Mat Osman decidieran, allá por 1989, crear un grupo que tocaba versiones de los Beatles, de Bowie y de los Smiths. Veintiún años más tarde, es de ellos de quienes las hacen. Suede se ha convertido en un hito, un punto de referencia en la historia musical, con un pasado que, fans y miembros de la formación, intentan reanimar. Un hermosísimo cadáver al que mantienen con un hálito de vida que, ni siquiera quienes la tienen en sus manos, saben cuánto durará.


Texto

Angélica Guzmán

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arece que fuera ayer cuando dejábamos de saltar a ritmo de “Come as you are” para hacerlo al de “Popscene” y cambiábamos las peregrinaciones al Space Needle de Seattle por las visitas a la torre de Londres. A la cabeza de todo este cambio, un universitario esmirriado de aspecto andrógino que lideraba un nuevo grupo que consiguió destronar el grunge. “No suelo pensar en esos términos. Lo dejo para los analistas culturales. Supongo que nos encontrábamos en una esfera musical diferente a la del grunge, que no fue un género tan malo; tiene elementos muy positivos. En todo género hay elementos geniales. No se puede generalizar ‘el grunge es una basura’ o ‘el brit-pop es genial’. En absoluto. Después de un tiempo, cualquier género se convierte en algo aburrido; está en su naturaleza, y necesita que lo reemplacen. Esos cambios son los que hace que la música siga siendo excitante”. La crítica no tardó en erigir a Suede como fundador de uno de los mayores movimientos culturales británicos. Había nacido el brit-pop. “Supongo que en cierto modo es un cumplido. Lo que ocurrió es que, hace mucho tiempo, veinte años, yo estaba escribiendo canciones sobre mi vida y dio la casualidad de que vivía en Gran Bretaña. Escribía sobre el mundo que veía a través de mis ojos en lugar de a través de los de otra persona. Escribía sobre la vida en Inglaterra y sobre el mundo que me rodeaba, sobre la pobreza y la alienación, ese tipo de cosas. Mucha gente lo copió y lo convirtió en un cliché. Creo que la visión original del brit-pop era muy bonita y atractiva en muchos aspectos, y entonces se convirtió en una parodia barata. No sé, tengo una relación complicada con la idea de comenzar un movimiento como el brit-pop. No lo describiría como un gran movimiento musical. Obviamente, como toda tendencia tiene material bueno y malo. Personalmente, no diría que todo lo que tiene es bueno. Creo que lo que podemos decir que tenía de positivo es que al menos era una celebración de la cultura inglesa. Cuando viajo al extranjero, odio ver que todo el mundo viste como si hubiera nacido en Nueva York en lugar de preservar su cultura. Lo encuentro un poco forzado. No sé, creo que trajo cosas buenas pero obviamente, toda tendencia en sus principios es pura e interesante pero se devalúa y acaba perdiendo el interés al final”, nos comenta Brett por teléfono, que no duda en mostrar, respecto a este género musical, la misma actitud que Saturno devorando a sus hijos “Me siento perfectamente feliz con que haya acabado”. Bajo su punto de vista, “el movimiento en general es muy nacionalista y chovinista, algo con lo que yo no comulgo mucho”. TODO LO QUE SUBE…

A Brett Anderson, Justine Frischmann y Mat Osman, fundadores de la formación, se unió el guitarrista Bernard Butler y un año más tarde lo hizo Justin Welch. Corría el año 1990. El grupo todavía no había despegado, pero ya se enfrentaba a su primer cambio en la alineación. Para entonces, Justine se había convertido en ex pareja de Brett, la situación se volvió un poco tensa y ella decidió abandonar la banda. En 1992 Justine Frischmann creó la todopoderosa Elastica.

¿Qué habría sido de Suede si ella hubiera continuado? ¿No han dejado escapar a una gran artista? Ellos lo tienen claro: “No. Es una pregunta interesante... Creo que no, que Justine tenía que hacer algo sola. No creo que encajara demasiado en Suede y, para ser sincero, creo que desde que abandonó el grupo nos volvimos más fuertes. Justine desequilibraba la banda. No es que no la respete, es una artista magnífica e hizo grandes cosas en solitario, pero no creo que su sitio estuviera en Suede y creo que primero tuvo que crecer también”. A partir de ese momento, el éxito del grupo fue imparable. En 1993 sacaron su primer disco homónimo, donde hacen gala de un sonido ‘Made In Britain’ cien por cien. Una espiral de habilidosas guitarras y unos encantadores quejidos altaneros en falseto hacen de éste el gran trabajo que encandiló a críticos y público. Estaban en la cresta de la ola. En 1994 llegó “Dog Man Star”, su segundo álbum (sin duda, el más oscuro de su historia). Ante la inminente aparición de otros grupos que comenzaban a hacerles sombra, Suede, que apenas dos años antes se mostraban orgullosos del movimiento del que los habían proclamado fundadores, cambian de opinión y llegan incluso a arremeter contra el mismo, “yo creo que el brit-pop es basura”. Las cosas empiezan a decaer y surgen rencillas entre algunos miembros. Aunque a día de hoy Brett huya del asunto (“¿Sabes?, sinceramente, no quiero hablar de drogas, así que voy a obviar el tema”), es vox populi que su adicción precipitó la partida de Butler y es responsable de algunos de los temas más pomposos, intimistas y recónditos de este trabajo donde una voz más grave y ligeramente más masculina abandona la pugna con las guitarras. Aunque conserva algunos ligeros retazos del disco anterior, el sonido está teñido de un tono de psicodelia profundo. …ANTES O DESPUÉS…

Con tan sólo diecisiete años, Richard Oakes se convirtió en el nuevo guitarrista de Suede y contribuyó a la composición de numerosos temas. Dado el escaso éxito del trabajo anterior, Anderson decidió hacer algo completamente distinto, mucho más pop y frívolo que encantó a la audiencia y funcionó de maravilla a su paso por caja. Así describe él su evolución. “Hemos intentado que todos los álbumes que tenemos sonaran diferentes y pienso que eso ya es una indicación de evolución. Nuestro primer trabajo fue, obviamente, el primero así que, ya sabes, es un disco de debut y creo que es muy bueno. En el segundo intentamos alejarnos de la huella de las canciones coloridas, descaradas y rápidas para hacer algo más ambicioso. Intentamos crear un sonido más europeo. Hace un momento hablábamos del brit-pop, creo que el primer disco es muy inglés y el segundo es más europeo. En el tercero intentamos hacer algo que fuera menos pop, menos brillante y más comunicativo después de la experiencia de ‘Dog man star’. En ‘Coming up’ quisimos hacer algo más en la línea de la electrónica, música rock moderna electrónica, así que con cada trabajo hemos intentado normalmente hacer algo diferente. Nunca hemos

querido quedarnos estancados, repetirnos y hacer exactamente lo mismo. Obviamente hay personas que escuchan los matices musicales y otras que sólo oyen los sencillos, que es el sonido genérico de Suede pero, en términos generales, creo que el sonido de nuestros trabajos ha cambiado mucho”. …TIENE QUE BAJAR

En 1999, a pesar del preocupante consumo del cantante y de la enfermedad del teclista, Neil Codling, Suede deciden volver con “Head music”, donde muestran una cara electrónica hasta ahora desconocida: “Queremos explorar la música y aprender más sobre ella, evolucionar en nuestros propios sonidos. Todo artista quiere distanciarse. Cualquier cosa menos quedarnos anclados y hacer lo mismo una y otra vez. Obviamente, adquieres destrezas cuando sabes exactamente lo que estás haciendo y eres capaz de formular cosas nuevas, pero creo que también tienes que forzarte. Es un desarrollo como el de otros muchos artistas”. Sin embargo, a pesar de lo reticentes que se muestran otros cantantes a cambiar de estilos cuando encuentran uno que les proporciona fama y dinero, Suede parece no tener miedo al fracaso (o quizás es que están muy acostumbrados a convertir en oro todo lo que cantan) y apuestan fuertemente por la evolución artística: “Sí, cambiar de estilo es arriesgado, claro, pero creo que tienes que establecer un deber con el público para no quedarte estancado, para seguir en movimiento. Creo que todos mis artistas preferidos de toda la historia han desafiado siempre a la audiencia. Es importante hacerlo, considero que está en la naturaleza de ser un admirador querer que te guíen. Pienso que es importante”. Los excesos han pasado factura a Anderson quien ha visto mermada su potencia vocal y ha sufrido una gran pérdida de los registros agudos de antaño. “A new morning” es el quinto y último título de estudio de los británicos, y el más flojo y mediocre a todas luces, algo que no pasa desapercibido para el cantante que no duda en calificarlo como el peor, frente a “Dog Man Star”, que es el mejor bajo su punto de vista. Tanto es así que “Obsessions” es la única canción que Brett, encargado de seleccionar los temas de la antología que publicarán en diciembre —”The best of...” (SonyBMG, 10)—, ha elegido de este álbum. EL REGRESO

Parece que los regresos fugaces estén de moda: Blur, Led Zeppelin, Skunk Anansie y ahora Suede. Sin embargo, no todo son buenas noticias: “Bernard ya dejó claro en la prensa que no estaba interesado en ninguna reunión y yo respeto completamente ese punto de vista así que no le pregunté si quería volver porque ya conocía la respuesta”. Respecto al futuro del grupo como tal, no hay nada en firme. “Después de los conciertos de diciembre, no tenemos nada planeado realmente como Suede. No sé qué será del grupo después”. Así que ¡carpe diem! Lo mejor que podemos hacer es disfrutar de ellos mientras duren y ponerle una vela a algún santo. www.myspace.com/thelondonsuedebritpop


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Sello del mes Raster-Noton / Mark Fell

Raster-Noton LA GEOMETRÍA DEL ERROR

Pocos sellos hay tan reconocibles y respetados, dentro del pequeño universo de la música electrónica experimental, como el alemán RasterNoton. En activo desde mediados de los noventa, y actualmente dirigido por Carsten Nicolai (Alva Noto) y Olaf Bender, su popularidad se ha incrementado de manera exponencial en los últimos tres años, en paralelo a una creciente proyección mediática. Circunstancias que ha obligado a sus jefes a dar un paso adelante y hacer evolucionar algunos aspectos de su particular ideario. Algo necesario para seguir creciendo sin perder la esencia ni estancarse, para afrontar nuevos retos y buscar metas más lejanas y difíciles. Texto

L

Vidal Romero

a última vez que hablamos con Olaf Bender (ver Go número 92) Raster-Noton estaba en un momento de cambio. Corría el verano de 2008 y el mundo crujía alrededor de tres discos esenciales: "Rhythm" (07) de Frank Bretschneider, "Robotron" (08) de Signal y "Death of a typographer" (08) de Byetone. Tres discos que significaban la irrupción de los que hasta entonces habían sido los chicos raros de la clase, los que experimentaban con glitches y música obtusa, dentro del entorno mucho más carnal y hedonista de los clubes. Un cambio que significó que el sello se asentara de manera definitiva (hasta entonces su futuro, a un nivel económico, había sido inestable), y que la agenda de los jefes para tocar en directo se multiplicara de manera salvaje. Bender, recién llegado de un tour de dos semanas por Japón, explica que, "en realidad, los cambios todavía no han terminado. Nuestra intención es convertir el sello, que hasta hace muy poco ha tenido una imagen y una manera de funcionar muy corporativa, en una plataforma desde la que puedan desarrollarse artistas concretos". Es decir, pasar de una situación en la que importaban los discos sobre los artistas a otra en la que los artistas tienen prioridad sobre los discos. "Cuando comenzamos, a finales de los noventa, era muy importante para nosotros definir qué era lo que queríamos ser como sello", de ahí que pusieran tanto empeño en hacer "series" y en radicalizar su estética. "Ahora, sin embargo, estamos en la situación contraria, tenemos que definir qué es lo que no queremos ser". Y lo que no quieren ser es un sello inmovilista, en el que cada lanzamiento sea previsible. "Nunca nos ha interesado hacer algo demasiado específico", prosigue, "y queremos seguir así, porque eso nos da mucha libertad. Mira por ejemplo el caso de anbb, es un disco que hace

algunos años no podríamos haber publicado en Raster Noton, pero ahora encaja perfectamente en nuestro perfil". Y aún más importante, disponen de los medios para convertirlo en un disco ‘popular’, al menos dentro de los estándares de un sello que siempre ha considerado sus lanzamientos como pequeñas obras de arte, lo que significaba muchas veces realizar el packaging a mano y editar tiradas muy reducidas. "Como sello no podemos negarnos a crecer, y eso significa que hay que realizar muchos ajustes en la organización interna, y que, por supuesto, es necesario estandarizar el diseño de los discos. No significa que vayamos a descuidar su aspecto", remata, "pero sí que tenemos que buscar diseños que no exijan tanto trabajo y tiempo de nosotros, porque no lo tenemos". De hecho, la apretada agenda que Bender soporta en los últimos tiempos va a forzar un cambio en la localización de Raster-Noton. "Tendremos que mudarnos a Berlín", reconoce con tristeza, "porque ahora mismo el sello exige demasiado trabajo" y, además, vivir en una granja en medio de la nada, "multiplica los problemas de transporte y comunicación". Otra novedad en Raster-Noton es el amor que han redescubierto por el vinilo, un formato que hasta ahora sólo utilizaban de manera muy puntual. "En realidad siempre nos ha gustado mucho", aclara Bender, "pero se trata de un formato difícil de trabajar. Para empezar, no es nada sencillo encontrar buenas plantas de prensado, y además, nuestras tiradas no suelen permitir que un mismo disco se publique en vinilo y compacto, así que solemos quedarnos con éste último". Muy a su pesar, porque sabe que "la gente que compra vinilos suele ser la que más amor profesa hacia la música". Lo que sí están haciendo es publicar una serie de EPs, "cuya intención es experimentar con artistas ajenos a la

casa y trabajar con músicos jóvenes, que es una de las cosas que más nos interesan ahora mismo". La edición de libros es otro aspecto del sello que tiene cada vez más peso dentro del catálogo. "Siempre hemos combinado nuestra presencia en los clubes con la realización de exposiciones e instalaciones en museos y galerías de arte", explica Bender, "así que resultaba lógico dar el paso de publicar libros referidos a esas actividades desde el sello". Además, y curiosamente, resulta que funcionan muy bien a nivel comercial. "Al final, sucede lo mismo que con los vinilos, que los seguidores del sello los ven como un objeto de coleccionismo, una pequeña obra de arte". En cuanto al futuro, Bender reconoce que ese proyecto que comparte con Carsten Nicolai, y que supuestamente estaba orientado a los clubes, "ha cambiado y tiene otra perspectiva; ahora nos interesa más enfrentarnos a situaciones espaciales complejas, que la música cambie en función de esas situaciones. Ah, y tenemos un tercer miembro. Pero tampoco quiero contarte mucho, porque ahora mismo estamos trabajando en el disco y todo puede cambiar". Lo que sí le consigo arrancar es que quieren "publicarlo en otoño", y que antes de eso llegará un aluvión de novedades. "El año que viene volveremos a la normalidad y tendremos un ritmo de edición mucho más alto", explica. "Para primavera, tanto Carsten como yo publicaremos discos en solitario. También están previstos el retorno de Cyclo.", ese proyecto que comparten Nicolai y Ryoji Ikeda, "un nuevo disco de Carsten con Ryuichi Sakamoto, una recopilación alrededor de la nueva generación de músicos alemanes y, por supuesto, varios EPs. Estos días estamos discutiendo la agenda de lanzamientos, así que no puedo darte muchos más detalles, pero creo que será un buen año".


Mark Fell EL HOMBRE SINTÉTICO

De todas los artistas y proyectos que surgieron al calor de los clicks'n'cuts, aquel ‘movimiento’ que introdujo el error y el desbrozamiento del sonido hasta niveles minúsculos en el mundo de la música electrónica, SND fue de los que brilló con más fuerza. No fue casualidad. Mark Fell y Mat Steel, responsables del invento, siempre tuvieron muy claro que su música necesitaba un fuerte anclaje teórico. De ahí que todos sus discos gozaran de una fuerte claridad de ideas y de un desarrollo impecable, reforzado por un impresionante dominio de todo tipo de software musical y de síntesis de sonido. Virtudes que Fell ha trasladado a su trabajo en solitario, como demuestra la edición de "Multistability", un vibrante ejercicio de techno minimalista en el que el ritmo lo es todo. Texto Vidal Romero

"E

n realidad, el tiempo no tiene tanta importancia. Lo que de verdad necesito para ponerme a trabajar son ideas. Y últimamente tengo muchas". Mark Fell responde así a la primera de mis preguntas, por qué una carrera que siempre ha sido esporádica parece florecer de repente. Además del reciente "Multistability" (Raster-Noton, 10), pronto verán la luz "UL8" (Editions Mego, 10) y "Head office transformation" (Evol, 10), la tercera de sus colaboraciones con Alku en formato casete. Toda una hazaña para un tipo que en diez años sólo había sido capaz de publicar un disco, el estupendo "Ten types of elsewhere" (Line, 04), y un DVD, "Attack on silence" (Line, 08). "Por supuesto, esas ideas no aparecen de la nada", prosigue. "La inspiración siempre me pilla trabajando en algo, aunque sólo se trate de patrones o de ritmos que escribo al azar, sin tener muy claro si me servirán siquiera". Fue desarrollando varios de estos patrones como se le ocurrió la idea para "Multistability", cuyo título hace referencia a un término de la Gestalt. La multiestabilidad es el efecto que se produce cuando un observador puede percibir un objeto ‘estable’ en el interior de un sistema de patrones complejo, y por tanto de apariencia ‘inestable’. "Por supuesto, estas ideas llegan cuando ya hay mucha música grabada", aclara Fell, "no vayas a pensar que estoy tan loco como para ponerme a trabajar sobre ideas tan abstractas. Todo comenzó porque estaba jugando con procesos algorítmicos, escritos para desarrollar patrones de sonido, y me di cuenta de que a partir de un mismo algoritmo podía generar distintos patrones". Patrones que, al superponerse, "provocaban imágenes y efectos de sonido inesperados. Así que, para mí, la multiestabilidad consiste en no dejar todo fijado al milímetro"; en

dejar imágenes en el aire "que puedan ser percibidas de manera distinta según la persona que las escuche". A pesar de tener su punto de partida en un concepto tan abstracto, la realidad es que "Multistability" es un disco vibrante y divertido, en el que no cuesta mucho trabajo entrar. No se puede pinchar, de acuerdo, porque resulta demasiado caótico a nivel rítmico. Pero su escucha en casa, sobre todo si se dispone de un buen par de auriculares, es una gozada. Eso es algo que no se puede decir de sus otros dos lanzamientos, "UL8" y "Head office transformation". Este último parte de una idea bastante marciana. "Las pasadas navidades estaba viendo a mi hija jugar con un videojuego", explica Fell, "un programa parecido al 'Guitar hero', para que me entiendas. Mi hija tenía puestos unos cascos, así que lo único que se escuchaba era el ruido de los botones cuando los pulsaba. Algo muy interesante, porque se trataba de ritmos que seguían el patrón del juego, y que por tanto tenían una cierta lógica interna, pero al mismo tiempo estaban tocados por mi hija, lo que introducía un factor humano en su ejecución. Así que grabé media hora de esos ruidos, extraje la información temporal en la que estaban colocados todos los golpes de tiempo, y sustituí los 'clicks' originales por otros tipos de sonidos". Y en cuanto a "UL8", se trata de una colección de piezas elaboradas a partir de recuerdos que Fell conserva de su infancia, y de su particular relación con la pareja de altavoces Celestion UL8 que poseía su hermano. "Fue con esos altavoces con los que aprendí a escuchar música", explica, "así que para mí significa desenterrar muchos recuerdos. Después de mucho tiempo, conseguí hace poco que mi hermano me los regalara, así que de un modo u otro llevan

conmigo más de treinta años. Y siguen funcionando muy bien". Es necesario aclarar que Fell los ha empleado en la composición del disco, "pero sólo a un nivel de referencia. No puedo utilizarlos como monitores de estudio porque hay muchas frecuencias que no suenan, pero esa es una de las cosas que los hacen tan maravillosos". El disco es mucho más arisco y abstracto que "Multistability", "algo lógico, porque está construido utilizando multitud de sintetizadores virtuales, conectados a través de Max/SP. En 'Multistability', en cambio, sólo he empleado un sintetizador, que además es comercial y utiliza sonidos bastante reconocibles", como los de la Roland TR707. Pero aunque el tono sea más abstracto, el contenido tiene mucho de sentimental. "Acids in the style of Rian Treanor", por ejemplo, no es una broma a costa de su amigo Hecker, que publicó el año pasado un disco titulado "Acid in the style of David Tudor" también en Editions Mego. "Me encanta ese disco y me encanta esa idea del homenaje", reconoce entre risas, "pero en realidad se trata de una serie de pistas dedicadas a mi hijo, que es el Rian Treanor del título". Y mucho más inusual (en la producción de Fell, al menos) resulta "Death of a loved one", una pieza en la que se superponen chasquidos rítmicos sobre una melancólica base de sintetizadores que parecen tocar una melodía fúnebre. "Se trata de un tema dedicado a mi tío, que murió no hace mucho. Nos veíamos poco, pero siempre lo había sentido como una persona muy cercana, y cuando estaba en el funeral, y comencé a mirar a mis otros tíos y a mis primos, me asaltó una fuerte sensación de tristeza. Es un tema muy emocional, como podrás imaginar". Quién lo iba a decir, hasta los hombres sintéticos tienen su corazoncito.


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go series 76 Raster-Noton

76 go series Raster-Noton Este CD promocional se vende exclusivamente con el número #116 de GO MAG disponible en quioscos de toda España.

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SND “6:24:41” Como todos los temas incluidos en “Atavism” (09), “6:24:41” muestra la cara más fría y estática de los ingleses SND. Techno minimalista y glacial, que cede todo el protagonismo a unos ritmos secos como la mojama, que parecen cortados con la precisión de un cirujano, y que funcionan a un nivel molecular. Cada golpe de caja vale un mundo, cada textura está delineada de manera milimétrica y el azar es una leyenda que cuentan los ancianos del pueblo.

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Mika Vainio “Barbarians” El corte que cierra “Vandal EP” (09), la corrosiva entrega de Vainio para el particular ‘club del EP’ del sello, da lo que su título promete, un zarpazo de techno rasposo y ruidoso en el que todo está distorsionado, la mala leche cae a litros sobre el oyente y el ácido se consume en dosis generosas. Violento y malcarado, gasta un sonido harto inusual por venir del finlandés, que suele gustar de ambientes más abstractos (menos evidentes, es decir) y, sobre todo, calmados. Bárbaro.

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Frank Bretschneider “Crystal dub” El disco del que está sacado “Crystal dub”, “EXP” (10), es una de las piezas menores en su catálogo particular, pero Frank Bretschneider es tan grande que hasta en los momentos más bajos está muy por delante de sus contemporáneos. Aquí le bastan tres minutos escasos para construir una fantástica pieza de funk digital, en la que se combinan movimiento, misterio, hipnosis y hasta una cierta sensualidad.

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anbb: Alva Noto & Blixa Bargeld “Once again” Uno de los mejores cortes del excelente “Mimikry” (10), y también uno de los que mejor se pliega al formato de canción. Alva Noto aporta una base obsesiva, repleta de efectos especiales, sonidos industriales y mutaciones cromáticas, para que Blixa Bargeld aúlle, susurre, se desdoble en varios heterónimos e invente un pegadizo estribillo, que sigue resonando en la memoria mucho después de que el tema haya terminado.

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Pixel “+40° 42 24.12 -73° 59 51.82” Si hay un disco de los publicados en los últimos dos años que refleja a la perfección la estética de Raster-Noton, ese es “The drive” (09), un festín de pulsos eléctricos, subgraves envolventes y crujidos austeros que sirve a Jon Egeskov para construir un discurso cinemático y abstracto, que da tanto valor a las propiedades hipnóticas como a la pureza aural, y que llega punteado en esta ocasión por curiosos samples de guitarra.

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Senking “Skidozer 301” El alemán Jens Massel es otro de los outsiders que habitan el catálogo de Raster-Noton. Lejos de los glitches y crujidos digitales que son marca de la casa, prefiere trabajar con pulsos de naturaleza dub, líneas de bajo profundas, ritmos ralentizados y humeantes efectos especiales. Es con esos mimbres con los que está construido “Pong” (10), un disco de aire añejo y cavernoso del que “Skidozer 301” es perfecto ejemplo.

Vidal Romero

Grischa Lichtenberger “0607_lv_1_re” Uno de los jóvenes talentos a los que se refiere Olaf Bender en su entrevista es Grischa Lichtenberger, un berlinés de adopción que utiliza conceptos paisajísticos para trazar un sistema de arte total (aparte de música, el tipo realiza pinturas, instalaciones y piezas de videoarte) que, tanto a nivel estético como auditivo, se pliega al ideario de Raster-Noton. Es decir, funk digital, zumbidos de feedback, glitches, samples manipulados y algoritmos matemáticos. Todo reunido en un solitario EP, “~Treibgut” (09). Mark Fell “Multistability 10-A, 11” Toda la riqueza rítmica del reciente “Multistability” (10) se encuentra aquí, encapsulada en seis minutos vibrantes, en los que varios sonidos clásicos de percusión (de la familia TR de Roland, para más señas) se someten a un salvaje proceso de mutación. La aparición puntual de colchones sintéticos, teñidos de una rara melancolía, aportan una dosis adicional de extrañeza. El edit, cortesía del propio Fell, es exclusivo para esta recopilación. Aoki Takamasa “RN5-09” Se nota que Aoki Takamasa es un tipo que viene de la IDM. Su único maxi para Raster-Noton, “RN-rhythm-variations” (09), contiene todo tipo de glitches, crujidos y zumbidos eléctricos (faltaría más), pero el andamiaje rítmico de temas como éste “RN5-09” se nota mucho más orientado hacia un electro sólido y crudo, en el que tiene más importancia la creación de un groove de naturaleza maquinal que la búsqueda del error continuo. Kangding Ray “Pruitt igoe (Rise)” Posiblemente cansado de que todo el mundo le señalara como el ‘chico blandito’ de Raster-Noton, el francés David Letellier ha decidido aparcar su banda para facturar una pieza de ambient techno espectral, en la que un fondo de percusiones dispersas sirve de apoyo a masas de sonido sombrías y amenazadoras. Es la cara A de un maxi, “Pruitt igoe” (10), que quiere reflexionar sobre los tiempos de duda e incertidumbre en los que nos ha tocado vivir.


Nueva entrega GO SERIES_ENERO 2011

Mejores canciones internacionales 2010 Se acaba el año y se acaba la primera década del siglo XXI. En Go Mag comenzamos a recopilar las votaciones de nuestros colaboradores para ofrecerte un sampler con algunas de las mejores canciones internacionales de este 2010 que se nos va en la que podrás encontrar temas de The Walkmen, Magnetic Man, Beach House, Mount Kimbie, Caribou, Jamaica, Maximum Balloom, PVT, Four Tet o Micah P. Hinson entre muchos otros más.

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A los 5 primeros suscriptores de este mes se les obsequiará con los nuevos trabajos de Úrsula, “Hasta que la soledad nos separe”, y Balago, “Extractes d’un diari”, cortesía de Foehn Records .

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discos

La selección Jäger

discos Crystal Fighters “Star of love

Disfruta de un consumo responsable 35o

DIFFERENT / PIAS

Release The Beast reada con motivos arábigos y cierto tufillo buenrrollista, que parece escrita por otra persona. Menos mal que el cierre, con la distópica “+NTFntf’”, vuelve a situar el listón bien alto. Vidal Romero Atlantic / Pacific “Meet your new love” ARCTIC RODEO — IMPORT

Bachar Mar-Khalife “Oil slick” INFINÉ / KARONTE

Piano contemporáneo. Como su compañero Francesco Tristano, con el que comparte teclas en Aufgang, Rami Khalife se enfrenta al piano desde una perspectiva oblicua. Disgrega el instrumento en varias capas, da un papel protagonista a las texturas, añade percusiones de aire cinético (utilizando, además, multitud de timbres distintos) y, en fin, huye en gran medida de los caminos de la composición clásica para acercarse a estrategias propias de la música electrónica. La diferencia entre ambos estriba en que, mientras Tristano sitúa al ordenar al mismo nivel que el piano, Khalife prefiere concentrarse en los recursos acústicos, dejando para el momento de la edición apenas algunos detalles, caprichos que sirven para amplificar su asombrosa capacidad instrumental y la habilidad que demuestra a la hora de cambiar de registro. Así, “Progeria” se acerca a la vertiente más contundente de Aufgang y “Distance” bebe de los Radiohead de hace diez años, “Around the lamp” se pierde en motivos delicados y “Maree noire” juega con efectos y atmósferas propias de una banda sonora. Todo esto convierte a “Oil slick” en un debut sólido y compacto, en el que sólo sobra “Democratia”, una composición colo-

Pop-rock. Interesante debut, entregado por Garrett Klahn, John Herguth y Ian Love, de corte clásico pero con ciertos toques de originalidad. En búsqueda de una belleza formal a través de un sonido cuidado, juegos vocales y armonías que rinden pleitesía a The Byrds, y ciertos riffs que se acercan al Neil Young más acústico, el trío norteamericano salta a veces a terrenos ambientales que rompen estilísticamente cierta homogeneidad (“Ship to shore”) y dan cierta frescura a un disco que mantiene muy bien el tipo durante la primera mitad del disco, gracias a composiciones notables como “Some weary Valentine”, “Patterns” y “The inquisition”. El problema surge cuando esa delicadeza desemboca en un discurso lineal, sin aristas, sobre todo si se ve despojada de cierta inspiración melódica. Afortunadamente, esto ocurre en escasas ocasiones, por lo que nos quedamos con un disco atractivo y de escucha agradable, con un lenguaje que todavía necesita más líneas definitorias. Jesús Sáez

Folkemotronica. La odisea que propone Cristal Fighters está al alcance de sólo algunos elegidos. “Star of love” persigue la estela del ritmo bajo cualquier forma imaginable, lo mismo hable el idioma tribal de las antípodas del mundo, que una hermética y ácida secuencia de 8 bits. Con el brinco instalado en el alma, esta banda ubicada en Londres proclama Navarra como su verdadera procedencia, aunque no está muy claro de dónde son sus miembros. Tampoco se sabe a ciencia cierta si sus componentes son los tres tíos que suelen presentarse en los conciertos, o si también forman parte del combo las dos chicas que suelen aparecer junto a ellos en las fotos. En cualquier caso, poco importa todo eso. Lo mismo da que estas canciones se hayan gestado en un barrio suburbial de Londres, entre resacas de los Sanfermines, o en la más pija urbanización de lujo de la costa mediterránea. El caso es que, una vez entras en la órbita de “Solar system”, ya sólo puedes moverte tras el rastro de unos pies alocados sobre la arena, hipnotizado por la luz bamboleante de una antorcha que se lleva con su humo todas las preocupaciones, e incluso el entendimiento. Este disco da rienda suelta a un periplo sin complejos, un viaje hedonista donde las voces se solapan y sincopan. Aquí la tradición se encuen-

tra con la máquina, entre grandes giros de electrónica complaciente, progresiones de bassline, aires nu rave, y una fuerte querencia por el folk e incluso el reggae. El frenesí metalero de “I do this everyday” encauza el nervio del disco, y la intenciones de jugueteo y placer quedan plasmadas en esa leve nana de excursión tropical, “Plage”, en los ecos y sacudidas de “In the summer” y en la perla que se ha escuchado en todos los festivales recientes, “I love London”, una broma más que bien llevada que consigue hacernos sonreír. Las grandes evocaciones que alcanza el compás híbrido de “Swallow” son susceptibles de encantar o hacer pensar en un músico del metro, pero la melancolía encrespada de “With you”, más la hipnosis obsesiva de “Follow”, logran dar con un final feliz para tanto derrotero entusiasta. No quiero pecar de desconsiderado, este disco destaca por sí solo, pero quizás no esté de más apuntar que si cuando a otros les va bien (léase Delorean o El Guincho), el resto decidimos montarnos en el mismo carro, es posible que el balancín quede descompensado y alguien acabe por caerse. Cristal Fighters todavía caben, pero puede que otros no tengan esa suerte. Y otro día hablamos de por qué todo el mundo quiere llamarse ‘Crystal algo’. Albert Fernández

Barcelona (ex Wiseacre) debuta como Be Brave Benjamin con un disco grabado con un puñado de músicos locales. “A fine dance” respira una tranquilidad, un sosiego, un amor por la indolencia de los grandes clásicos del pop periférico que, por desgracia, pueden acabar irritando. Tanto que una acaba preguntándose si Benjamin no será demasiado temerario, en concreto por publicar así, juntas, canciones en las que ocurren tan poquitas cosas (por aquí un teclado previsible, por allá un poco de apoyo vocal), en las que se deja transcurrir tanto tiempo como a la espera de no se sabe qué, con el riesgo de dejar peligrosamente expuestas las limitaciones de la voz del cantante, de su guitarra y de sus melodías (en “At first we leap”, “I’d like to laugh” o “Home”, por ejemplo). La nerviosa “Devil fool”, por contraste, suena a éxito de urgencia contagiosa y recuerda que es posible soñar con un mundo mejor, o menos aburrido. Gloria González

un grupo? Básicamente, surge una inspiración cuasi divina que bebe tanto de estructuras jazzisticas (sin caer en la auto complacencia, como bien decía el mesías Laporta, del más reciente Squarepusher) como de la corriente industrial minimalista de Colonia y Düsseldorf. Estos auténticos jefes tienen esa aura de sobriedad y perfección alemana que dan hasta rabia: improvisaciones calculadas, arpegios perfectos y líneas de bajo mejor ensambladas que los muebles de Ikea. Una exploración de terrenos tan dispares como la fusión, el techno o hasta el deep-house, que a su vez complementan con varios músicos de cámara en sus directos. Una grata sorpresa que hasta picó la curiosidad del sinvergüenza Kanye West, al postear en su blog un clip del grupo en YouTube. Alberto Vidal

Brandt Brauer Frick “You make me real” !K7 / ¡POP STOCK!

Be Brave Benjamin “A fine dance” MAMACITA MUSIC

Indie. No sé si le falta valor a Benjamin Palmer, o si le sobra. Este galés afincado en

Minimal acústico. ¿Qué sucede cuando Daniel Brandt y Jan Brauer, colegas del instituto y intérpretes en una banda jazz, conocen a Paul Frick, músico más tirando a la rama de la clásica contemporánea, y deciden formar

Chief “Modern rituals” DOMINO / PIAS

Folk rock. El nombre del grupo no es muy original. El disco, todavía menos. Chief (o sea, estos Chief, que hay mucha más gente que se llama así) practican un folk rock de aspiraciones clásicas, un continuo tributo a Neil Young, al que han decidido vestir de ropa de temporada, con una producción tan cristalina que podría ser la de cualquier otro disco de rock alternativo del 2010, o la del de Keane del año que viene, con un cantante (Evan Koga) que tiene exactamente la misma voz que Richard Ashcroft, aunque a veces canta igual que el de los Walkmen cuando canta igual que Bob Dylan, y otro cantante (Danny Fujikawa) de voz simplemente insípida e incolora. Y unas letras tan transparentes que obligan a afirmar que las de Coldplay, en comparación, son pura poesía de vanguardia. El lado positivo


Daft Punk “Tron: Legacy” WALT DISNEY / EMI

de todo esto es que “Modern rituals” es sólo el primer disco de este cuarteto de California, que, por lo tanto, tiene toda una carrera por delante para encontrar algo que nos permita identificarlo. Gloria González

more” canción y frase leit-motiv del LP) donde se enmarca este disco de folk suburbano. Half Nelson Einstürzende Neubauten “Strategies against architecture IV (2002-2010)” MUTE / PIAS

Cursor Miner “Requires attention” UNCHARTED AUDIO — IMPORT

Pop electrónico. El cuarto disco de Cursor Miner, “Requires attention”, continúa en el mismo punto en el que se quedó el anterior (y muy recomendable) “Danceflaw” (06), encallado en un pop electrónico de bajos hinchados, sintes infecciosos, ritmos que deben la vida al electro y una evidente voluntad épica. Una manera de producir que se ha ido depurando con el tiempo, y que resulta mejor mientras más reconoce sus débitos hacia los ochenta, como sucede con el estupendo single que sirvió de adelanto al disco, “Luna”, o con las dos pistas que lo abren, “Reject” y “The golem of Bognor Regis”, sobre las que sobrevuela el fantasma de los mejores Depeche Mode. Una fórmula que se demuestra capaz de mutar para adaptarse a los nuevos tiempos, como en “The man with the transparent face”, que añade un nervioso especiado dubstep al invento, y que sólo decae en los momentos en los que el productor, Rob Tubb, utiliza recursos violentos, como los ritmos tribales, cercanos al schaffel, con los que está construido “King is a killer”, o ese fallido experimento de aires drill’n’bass que es “Full English fastbreak”. Suerte que sólo se trata de un par de patinazos en un disco brillante y agridulce, de tonos oscuros, que funciona mucho mejor en la intimidad del hogar que en la pista de un club. Vidal Romero Darren Hayman and The Secondary Modern “Essex arms” ACUARELA

Pop. En el segundo disco de la “Essex Trilogy” —el primero fue “Pram Town” (Track and Field, 09)— Hayman y sus siempre cambiantes Secondary Modern (ojo a la participación de Harvey Williams en “I’ll be your alibi”) salen de la ciudad-dormitorio y se adentran en el campo sin caer en el tópico ni en el localismo. Ya lejos del frenesí compositivo y de los himnos aparentemente inagotables de los Hefner de finales de los noventa, Hayman sigue fiel a su fino costumbrismo y añade sutiles banjos, violines y pianos para, más cadenciosamente, seguir acertando en los retratos de sus iguales, que lógicamente tienen diez años más (“Let Friday nights just seem like a Tuesday” dice en la inicial “Be lonely”) y se refugian vencidos, pero no derrotados, en su terruño natal. Tan sólo desentona el dueto con Emma-Lee Moss (Emmy The Great) “Calling out your name again”, que me gustaría si sencillamente ella no hablara en algunos momentos claves de la canción (¿error o chiste desafortunado?). En fin, un disco modesto de modestas pretensiones con canciones llenas de nostalgia por los años perdidos, por lo nunca tenido y hasta por las fábricas cerradas (“Dagenham Ford”, la última en producir el Ford Fiesta en el Reino Unido)… todo lo que forma el paisaje emocional, físico y hasta climático (“Winter makes you want me

Industrial. Si algo es indudable es que Blixa Bargeld —en compañía de Einstürzende Neubauten, en solitario o junto a los Bad Seeds de Nick Cave— jamás ha perdido un ápice de talento, como queda patente en cada una de sus grabaciones al frente del combo berlinés que cifra su filosofía en la deconstrucción musical. La cuarta entrega de “Strategies against architecture” se centra esta vez en la etapa más reciente de la banda, reuniendo en un doble CD una década de historia concentrada entre el 2002 hasta la actualidad (2010). Como ya ocurriera en las posteriores ediciones de “Strategies against architecture” se intenta rebuscar entre material inédito de la banda, incluyendo demos, tomas en directo, remixes y material oficial de la banda que se destina exclusivamente al lujo del coleccionismo de sus fans más incondicionales y que, esta vez, se sirve como testimonio de su celebrado treinta aniversario de sísmica actividad musical que cifra el epicentro de la onomástica en una consecuente gira mundial en directo que les llevará a las principales ciudades del mundo. Matías Bosch

BSO. Cuando uno se enfrenta por primera vez a la banda sonora de la, seguramente, película más esperada de este 2010, sencillamente no sabe qué esperar. Por activa y por pasiva se ha ido diciendo en todos lados que “Tron: Legacy” era un score, no el cuarto disco de Daft Punk, pero la gente corre como loca al YouTube para ver el trailer donde se puede escuchar “Derezzed”, uno de los temas más daftpunkianos del disco. Repetimos, “Tron: Legacy” es una banda sonora pura y dura: 22 temas de corta duración que ilustran musicalmente las escenas de la película dirigida por Joseph Kosinski, segunda parte de aquel bodrio (para un servidor) llamado “Tron”, film que se ha convertido en una de esas obras maestras reivindicables con el tiempo (como el “The Rocky Horror Picture Show” de los ingenieros informáticos, supongo), y que cuenta con Jeff Bridges, Garret Hedlund, Michael Sheen y la deliciosa Doctora 13 de la serie “House” (Olivia Wilde) entre sus protagonistas. Teniendo en cuenta que una banda sonora siempre alcanza toda su plenitud con las imágenes del film que lo acompaña, la proeza de Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter es altamente notable. No se han dejado seducir por modernizar al cien por cien el score introduciendo sólo su estilo, cosa que, seguramente, les habría llevado al fracaso —¿o no recuerdan lo mal que queda ahora la música supuestamente moderna en films de época como “Lady Halcón”, con aquellos solos de guitarra de Alan Parsons Project, o “La historia interminable” y cualquier score de Giorgio Moroder?—,

sino que han compuesto para una orquesta, como toda la vida. Sí, luego han añadido capas electrónicas por encima (porque son Daft Punk) pero casi el ochenta por ciento de esta BSO es puramente orquestal. Lo que diferencia a esta banda sonora de otras para que esté aquí, en un puesto destacado, son tres cosas. Primero, Daft Punk saben lo que se hacen. En todo “Tron: Legacy” se puede escuchar la influencias de Hans Zimmer y James Newton Howard (una escucha a “Outlands” o “Recognizer” lo confirma), dos de los mejores compositores de bandas sonoras actuales, y saben mantener los tempos de la acción, la tensión o la calma con una lista de temas que viajan de un extremo al otro del drama apoyándose en tres simples pero efectivas variaciones orquestales. Segundo, en gran parte de la banda sonora Daft Punk introduce elementos electrónicos de una manera bastante original, no comiéndose los instrumentos clásicos, con un respeto que raya la obsesión (no como en la fallida “Event horizon” de Michael Kamen y Orbital donde parecía que cada uno iba a la suya). Y tercero, sus temas más daftpunkianos son el cebo ideal para todos aquellos fans del dúo francés. Desde ese “End of line” tan electro hasta el subidón anfetamínico de la ya conocida “Derezzed”, pasando por la sinfonía Vangelis de “The son of Flynn”, ese tema tan Sébastien Tellier de “Solar sailer”, la muy cósmica “Disc wars” o las frecuencias ácidas del último “Tron: Legacy (End titles)”, tema que, francamente, me recuerda mucho a los “End titles” del “Blade Runner” de Vangelis (se huele homenaje al griego). Habrá que esperar a ver la película para comprobar como funcionan los temas más electrónicos en pantalla, aunque con “Tron: Legacy”, Daft Punk se han asegurado un puesto de honor entre las mejores bandas sonoras del año. Eso sí, el número uno del “Inception” de Hans Zimmer todavía no se lo discute nadie. Manu González

Decimal “Lost in a dark place” SOMA — IMPORT

Techno-house. Desde el frío y ventoso estado de Illinois, tierra de jackmasters y plaza donde sentaba cátedra His Airness –para los agnósticos de la religión de la cesta, Su Majestad Aérea, así en versales, Michael Jordan–, nos debuta, vía Escocia, que es donde se ubican los cuartelillos de Soma, el barbilampiño Steve Spacek. Los diez cortes de “Lost in a dark place” basculan entre el techno moderno de bassline poderosa, un puntillo acidote y barniz digital de “Temple march” y “Tightly wound”, y el tech-house de corte clásico, con un ojo puesto en Chicago y otro en su paisano John Tejada, de “Soulchamber” y “Melody attack”. De todos ellos, quizá por mostrar una cara y un tempo distintos al resto de cortes, abogaría vehementemente por el halfstep apasionado y chachazudo de “A physical sense of time”. El chaval no descubre las Islas Galápagos ni el secreto de la Coca-Cola, pero seguro que liga un montón. No es moco de pavo, socios. Jordi Kodrinsky Erik Friedlander “50 miniatures for improvising quintet”

respuesta a una época especialmente dura para Erik Friedlander, cuya mujer estaba luchando contra una extraña enfermedad que terminó por revelarse como un cáncer. Es de esa tensión entre el respeto por la tradición y la voluntad por sacudirse pensamientos sombríos de donde nacen unas piezas que basculan entre el free jazz y la música de cámara, pero que no dudan a la hora de incorporar detalles de klezmer. El quinteto escogido resulta, desde luego, ideal para este fin. Aparte del chelo del propio Friedlander, aquí suenan violín, piano, contrabajo y batería, una formación que permite embarcarse en erupciones casi violentas y justo después saltar hacia territorios de mucha intimidad, cercanos a veces al silencio. La sabia mezcla y ordenación del disco, que agrupa las miniaturas en siete piezas más grandes, siguiendo valores cromáticos y estéticos, ayuda a dar coherencia y ritmo a un trabajo que, como siempre sucede con Friedlander, supera el notable con holgura. Vidal Romero Marnie Stern “Marnie Stern”

con dosis de inspiración considerables, consiguiendo su mejor puñado de composiciones hasta la fecha. Potenciando la parte melódica de sus canciones, los 34 minutos que dura este álbum homónimo son una extenuante cabalgada sobre guitarras furiosas y baterías trotonas, entre el caos y la luz... consiguiendo lo casi imposible, que un disco de formas tan extremas y complejas resulte de escucha atractiva, e incluso, adictiva. Algo así como si The Boredoms tuviesen una adolescente de voz aniñada en plena explosión hormonal al frente. Jesús Sáez

Elliott Smith “An introduction to...” DOMINO / PIAS

SOUTERRAIN TRANSMISSIONS / PIAS

SKIPSTONE — IMPORT

Jazz de cámara. Las 50 miniaturas que señala el título del disco, fruto de un encargo que llegó a nuestro hombre a través de John Zorn, están inspiradas en la más íntima historia judía. Se refieren a los cincuenta días que la tribu de Moisés pasó en el desierto, antes de que le fueran revelados los Diez Mandamientos; pero también sirven como

Noise rock. ¿Cómo no engancharse a ella irremediablemente después de titular canciones como “Female guitar players are the new black” o “Transparency is the new mistery”? Después de dos discos de punk abrasivo con toques digitales, Marnie Stern da el golpe definitivo sobre la mesa con un disco que sigue disfrutando su urgencia y su pasión por el ruido, pero esta vez la hace

Rock. Que la figura de Elliott Smith se ha convertido en un referente dentro de la historia de la música moderna está fuera de cualquier discusión posible. El cantautor de Nebraska falleció en el 2003, a los 34 años de edad, supuestamente en un suicidio. Su legado, siete álbumes publicados entre 1994 y 2007, es mucho mayor del que puede abarcar un recopilatorio. Aún así, el mérito de éste “An introduction to...” es que logra,


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discos

Balago “Extractes d’un diari” FOEHN

Neoclásica. El tiempo pasa inexorable. Casi una década ya separa el extraordinario debut “Erm” (Foehn, 01) —que puso el grito en el cielo en boca de crítica y un público sediento de novedad— de este flamante “Extractes d’un diari” (Foehn, 10). Una década de intenso aprendizaje que ha llevado a David Crespo, su constante motor, a colaborar en numerosas bandas sonoras, proyectos paralelos —ahí está la incursión en el folk-pop de Two Thousand Islands— y una sumisión total a la experimentación desde su estudio en La Garriga, entregando con cuentagotas trabajos valedores de mil y una alabanzas tras sus profundas escuchas. “El segon pis” (Foehn, 04) —la unánime respuesta de los colaboradores de esta revista les otorgó el merecido premio como mejor disco del año— y “d’aquii” (Foehn, 08), son dos claras referencias de la música experimental nacional que rebasa fronteras más allá de lo establecido, causando una irreversible conmoción en el oyente. Si la experimentación ha sido la regla vigente durante todos estos años —música inquieta donde las haya, siempre sorprendiendo a través de inesperados giros estructurales—, “Extractes d’un diari” se podría representar como una

a lo largo de catorce temas, dar una muy buena muestra de la obra de un artista marcado por el desamor, la melancolía, el pesimismo, la depresión, y las adicciones. Todas estas temáticas se encuentran muy presentes en la mayoría de sus composiciones. Los distintos estilos de los que se sirvió van desde el folk intimista (“The biggest lie”), la americana (“Waltz #2”), el power pop (“Pictures of me”) y el rock (“Last call”). Y una vez escrito todo esto, permítanme recomendarles que se ahorren el dinero de este CD y lo empleen en irse haciendo con su discografía completa. David Giménez

Excepter “Presidence” PAW TRACKS / GREEN UFOS

Out there. Introducir “Presidence” en el interior del reproductor de discos significa abismarse en el centro mismo de un universo en fractura continua. Significa acercarse de manera peligrosa a un agujero negro que absorbe y desgarra lo que algún día fueron canciones y hoy gravitan sin rumbo fijo, convertidas en jirones de sonido que igual encaran un ritmo en cuatro por cuatro a baja velocidad que se deshilachan entre vapores ambientales o se quedan encalladas en arpegios obsesivos. Excepter, colectivo mutante con base en Nueva York, de catalogación imposible y cuyo catálogo de grabaciones es imposible de manejar (sólo con las alocadas jam sessions que han ido colgando durante años en su web ya bastaría para llenar

relectura del sonido característico de Balago hacia la banda sonora, el neoclasicismo (de Stars of The Lid a Jóhann Jóhannsson) y la electrónica oscura de los esquivos Boards of Canada o la factoría Warp de mediados de los años noventa. Esta vez en formato de trío, David y Roger Crespo en compañía de Guim Serradesanferm, se abrazan con todas sus fuerzas a la emoción incontenible, se desatan hacia la pureza crepuscular con un álbum que se abre de par en par a un público más extenso, aunque no por ello menos exigente. En este viaje hay veintiuna paradas —o pasajes— hacia lo desconocido. Una aureola misteriosa embadurna cada una de las piezas, a ratos jugando con la opacidad electrónica, en otros iluminando los parajes con destellos de grandilocuencia. La épica sigue siendo la constante primordial en su música (las arrebatadoras “Formes convexes” y “La distancia”). “Extractes d’un diari” es música lineal repleta de matices, texturas y ritmos que mutan en cada uno de sus cortes, desplegando un ilimitado uso de la imaginación (el piano distorsionado en “El que segueix” o las secuencias invertidas de “El parc” son claros ejemplos de su portento). Más allá del ambient, el post-rock o la IDM, Balago juegan a sus anchas en su campo, dominando cada uno de los parámetros de su música, ganando cada uno de sus partidos de goleada —ya van cuatro triunfos indiscutibles— y situándose en la cabeza del pelotón de la vanguardia internacional, como uno de los referentes de la música de nuestro tiempo. Matías Bosch

varios discos duros), construye esas piezas, esos agujeros negros, a partir de maratonianas sesiones de improvisación que pueden llegar a durar días. Sesiones que su líder, John Fell Ryan, edita y encapsula después en largas suites (tres de los siete temas incluidos en este doble compacto alcanzan la media hora), que en un primer acercamiento pueden parecer informes y desestructuradas, pero que en sucesivas escuchas van revelando su naturaleza meditativa, su vocación hipnótica y su gusto por todo lo que huela a cósmico. Cuesta entrar en “Presidence”, ya pueden imaginarlo, pero el oyente con paciencia obtiene como recompensa uno de los discos más marcianos, magnéticos y sorprendentes que ha dejado este año 2010. Un disco que conjura los espíritus de Sun Ra, Funkadelic, los primeros Tangerine Dream, Throbbing Gristle, Cluster y mil cosas más; que los doma y amalgama en el interior de una música libre, que no entiende de fronteras ni estilos, que parece importada desde algún futuro desolado o desde algún club alienígena. Ya lo decía el bueno de Mulder, “truth is out there”. Pues eso, la verdad está ahí fuera. Vidal Romero Frankie Rose And The Outs “Frankie Rose And The Outs” MEMPHIS INDUSTRIES / NUEVOS MEDIOS

Shoegaze. El inicio de “Hollow life”, una marea de sonidos etéreos que bien podrían traer la rúbrica de Julee Cruise, Cocteau Twins o los primeros Lush, deja muy a las claras que Frankie Rose —otrora integrante de Vivian Girls, Crystal Stilts y The Dum Dum Girls— ha sabido reciclar todas esas experiencias previas en su proyecto personal. Todas las virtudes que puedan enumerarse de aquellas bandas se encuentran aumentadas en este álbum y, me atrevería a decir, que pulidas y mejoradas. Un ejemplo de ello es la inclusión de algunos arreglos

orquestales que, como en el caso de “Little brown haired girls”, logran zafarse de la maraña de distorsiones creando un momento de altísima contundencia emocional. “Candy” es un cocktail que mezcla el soul clásico —al estilo de bandas como The Ronettes y The Shirelles— y el sonido noise-pop más primigenio —The Velvet Underground, sería un buen ejemplo de ello— recordando, por momentos, a bandas más contemporáneas como los británicos The Duke Spirit. Muy notable. David Giménez

Fenin “Mixes and maxis” SHITKATAPULT — IMPORT

Techno dub. Teniendo en cuenta que el berlinés Lars Fenin ha resultado siempre más efectivo en las distancias cortas que cuando se ha enfrentado al reto de producir todo un álbum —tanto “Grounded” (05) como “Been through” (08) eran poco más que discos correctos, punteados por algún tema brillante—, es relativamente normal que una recopilación como “Mixes and maxis”, que reúne temas exclusivos y piezas sólo editadas en vinilo, funcione como el más sólido de sus trabajos hasta la fecha. Funciona así porque la secuenciación de los temas está meditada. Arranca con el pulso nebuloso de “Done” y va creciendo en intensidad, primero virando hacia un electro quebradizo (el inédito “Division El Norte”, el estupendo “Seems like”), abrazando luego ese dub de acento jamaicano que es marca de la casa (la muy discreta remezcla de “None of them” que hace Robag Wruhme, la hipnótica “Driven”), y siempre dejando que alguna mancha de ambient oscuro (“Adeto”) salpique el conjunto. Llega el final, con la efectiva “Sound and power”, y a uno le queda la sensación de que ha escuchado un buen disco. Uno de los mejores, de hecho, que ha publicado Shitkatapult en la presente temporada. Vidal Romero I Am Kloot “Sky at night”

no deberían ser ayudados de tratamientos de voz como los de “It’s just the night”. En la búsqueda de perfección formal, el disco se queda sin una respiración verdadera, volviéndose impecable pero del todo plano, un recorrido sin pliegues ni agujeros, donde tan larga serie de penas de satén no mueven ni conmueven. Albert Fernández Josephine Foster & The Victor Herrero Band “Anda jaleo” FIRE — IMPORT

Folk poético. Es de sobras conocido el brutal eclecticismo de la cantante estadounidense Josephine Foster. Estudiante avanzada de canto, ha pasado del folk y el rock psicodélico a los lieder de Brahms y Schubert y los textos de Goethe para acabar adaptando poemas de Emily Dickinson, pero no sé si estamos preparados para su nuevo reto, el repertorio entre popular y flamenco de la “Colección de canciones populares españolas” que grabó La Argentinita en 1931, acompañada al piano nada menos que por Federico García Lorca, impulsor del proyecto y compilador de las canciones. El oyente hispano sin duda agradece el esfuerzo de adaptación de los textos al inglés (sólo en la cuidada carpeta, en el disco Foster canta en un aceptable castellano) y la trasposición más que correcta de los arreglos de piano a guitarra española y portuguesa (a cargo del toledano Víctor Herrero, habitual colaborador de la Foster), pero sin duda la frialdad de la interpretación de una voz demasiado académica, muy poco ‘racial’, resta enteros a nuestros oídos. Nada que objetar si su intención es dar a conocer este repertorio en Estados Unidos (donde se exilió La Argentinita durante la Guerra Civil para morir en 1945 tras una actuación en el Metropolitan Opera House de Nueva York), pero sin duda, no hay nada mejor que acudir a los originales. Half Nelson

Giant Sand “Blurry Blue Mountain” FIRE — IMPORT

SUB POP/ ¡POP STOCK!

Gin pop. El exceso de solemnidad puede dar al traste con la chispa de magia apetecible en las mejores celebraciones. Si insistimos mucho en que somos grandes y profundos, lo más probable es que quien tenemos delante acabe por no tomarnos en serio. Algo de eso es lo que les pasa a los británicos I Am Kloot. Con más de diez años de existencia, los de Manchester siguen abogando por la retórica abundante y las atmósferas grandilocuentes, sin darse cuenta de que a menudo la sutileza de sus versos ebrios se basta para hacer válidos sus discos. La orfebrería de estudio con la que John Bramwell y los suyos han envuelto su última obra, con producción de Guy Garvey y Craig Potter de Elbow, más colaboraciones de miembros de The Earlies incluidas, acaban por restarle alma a las canciones. En “Sky at night” todo está iluminado con la lámpara adecuada, pero, con todo, hay algo que falla en la fotografía. La ruta que toma “Northern skies” erizaría la piel sin necesidad de orquestaciones, y los lamentos de barra de Bramwell

Rock fronterizo. Cual desierto de Arizona que le vio nacer, Howe Gelb no se acaba. Como tampoco se agotan su curiosidad y sus ganas de llegar a viejos destinos a través de nuevos desvíos. Superada ya la cincuentena, tras esas “Alegrías” en solitario que este año le llevaron a sumar su inconfundible fraseo a los guitarreos y quejíos del sur peninsular, el “Blurry Blue Mountain” que nos ocupa se propone celebrar las Bodas de Plata de su banda madre, Giant Sand, la que viene ejerciendo de gran referente del rock sureño por su facilidad para traspasar fronteras: que si guitarras folk, que si guiños blues, que si interludios jazz, que si coros góspel, que si balazos de country tradicional… A caballo entre Tucson y la Dinamarca natal de su señora (y, a día de hoy, del resto del grupo), Gelb vuelve a buscar la composición impresionista, onírica, atenta al detalle y enamorada del azar. Colecciona así catorce piezas y nos desafía a trascender su disparidad en busca de un sentido mucho más amplio, la música del desierto, mismamente. Milo J. Krmpotic’


Francesco Tristano “Idiosynkrasia” INFINÉ / KARONTE

Kurt Wagner & Cortney Tidwell “Kort: Invariable heartache” CITY SLANG / NUEVOS MEDIOS

Americana. Con ese aire a grandes espacios trufados de coches repostando en gasolineras abandonadas del medio oeste americano, así se escucha este “Kort: Invariable Heartache”; como una canción de Hank Williams sonando en el Buick que te ha prestado papá, así se disfruta este delicado álbum que hermana la calma vocal del gran Kurt Wagner (Lambchop) con la clásica voz de country ‘old school’ que posee la tal Cortney Tidwell, una casi desconocida cantante de Tennessee. No hay aquí composiciones originales sino doce versiones del catálogo de Chart Records, sello de country fundado en Nashville por el abuelo de Tidwell (Slim Williamson) hará ya medio siglo y actualmente desaparecido. Bellas canciones que remiten a la era de Roy Orbison, Patsy Cline o Ricky Nelson. Si bien es cierto que a ratos la suave voz de Tidwell palidece ante las portentosas cuerdas vocales de Wagner (con ese apellido no se juega), a la postre el resultado final soporta los contrastes con una solvencia sorprendente, y los cortes van sucediéndose al ritmo de esa brisa que acaricia tus pies en el porche de la casa de madera que tienes allá en la pradera. Con la misma aparente poca química que a priori poseen, por citar un ejemplo reciente, Isobel Campbell y Mark Lanegan, se presenta este catálogo de abandonos, soledad y desencuentros facturado por un nuevo dueto mágico a tener en cuenta. Octavio Botana Killing Joke “Absolute dissent” SPINEFARM RECORDS / PIAS

Post-punk. Cuando una banda tan inmóvil como Killing Joke sigue editando discos treinta años después de su formación, ¿qué demonios puede aportar a la actualidad musical? Su treceavo disco es un merecido auto homenaje al rock que siempre han facturado los londinenses: apabullantes ecos vocales ochenteros, declaraciones apocalípticas que desde el primer minuto dejan de serlo y ritmos electro-abrasivos de noche infinita por locales subterráneos de barriada industrial. “Absolute dissent” está compuesto con la mala leche que siempre ha acompañado a un grupo que desde su primer asalto (“Killing Joke”, 1980) ya sabía que debía ir a la contra. Reivindicados por bandas tan dispares como Nirvana, Korn o Mayhem, Killing Joke siguen con su post-punk cabezón, algo de dub previsible para dejar respirar a la audiencia, new wave del bueno, letras algo sonrojantes (“I´m a Judeo-Christian morality with a Greco-Roman intellect”, dicen en “European Super State”) y un par de huevos. ¿Tienes algún problema? Octavio Botana Maximum Balloon “Maximum Balloon” DGG / NUEVOS MEDIOS

Pop. Por excelente que sea un productor, no deja de ser un productor. Y si además sabe tocar muchos instrumentos, será un productor excelente que va por la vida tocando

instrumentos. Pero, por máximo que sea un globo, globo es. Todo esto viene a cuento porque Maximum Balloon es el nuevo proyecto de David Andrew Sitek, uno de los miembros fundadores de TV On The Radio, que ha trabajado, además, de productor (de grupos como los Yeah Yeah Yeahs, Liars o Foals). Resulta que su primer disco es una colección de canciones muy regulares cantadas por artistas ‘invitados’ (a saber, los otros miembros de su grupo, el cantante de los teloneros, la de los Yeah Yeah Yeahs, etc.), que se entiende que hubiera quedado muy mal que rechazaran la invitación (bueno, también sale David Byrne, que habría podido decir que no, pero no suele hacerlo), e hinchadas por Sitek con una producción que sólo podemos calificar de avanzada si aceptamos que el futuro es volver al pasado (aunque entonces el futuro es Tricky). Gloria González

Le Pianc “Zig Zag” SONES

Twee-pop. Ni en inglés, ni en francés, ni en alemán. En su segundo LP, Le Pianc asumen ese riesgo que siempre es cantar en la lengua madre, en este caso el castellano y el catalán. Lo que no cambia es la actitud y la personalidad de la banda, que mantiene su sonido estridente, luminoso e hiperactivo, que ahora te salen con un arranque medio punk, ahora con un estribillo saltarín. Con doce temas concisos y directos de dos minutos, “Zig Zag” ametralla tu cerebro con tantas buenas vibraciones y tanta alegría de vivir que probablemente, pasados sus 26 minutos, necesites un buen trago y alguna peli de llorar para compensar. De lo contrario podrías contagiarte del todo y salir a la calle brincando y riendo compulsivamente, y ya se sabe que eso no está muy bien visto últimamente. Así que, contrariamente a lo que te digan, este disco mejor báilalo frente al ordenador y disfrútalo a grito “pelao” en tu salón, no sea que a alguien le dé rabia la felicidad que transpiras y vuelvas a casa con el cd en alguna ranura que no sea la del Mac. Virginia Arroyo

Tratado sobre el techno. Para pretender razonar sobre la magna obra del pequeño genio Francesco Tristano, no existe mejor manera que empezar con palabras de su puño y letra: “Este disco es el fruto de la búsqueda de un lenguaje idiosincrásico que se sitúa en algún lugar intermedio entre lo acústico y lo electrónico, una búsqueda que se dilata en el tiempo y el espacio, y que tiene por objeto último el llevar el piano al siglo XXI”. Palabras que, lejos de sonar pedantes y pomposas, son toda una declaración de intenciones y de pura osadía para los tiempos que corren. El talento prodigioso de este jovenzuelo (nacido en el 81) le empuja a llevar su música más allá de componer con Ableton Live, un controlador midi y zapatillas de estar por casa; capacidades que siempre ha sabido ver su eterno mentor Carl Craig, abriéndole las puertas de par en par —permitiéndole poner el cepillo de dientes en el lavabo— de los estudios de su sello Planet E para grabar. A diferencia de su anterior trabajo, “Auricle/Bio/ On”, el luxemburgués de oro juega a distancias más cortas e inmediatas —básicamente, piezas más entalladas y cortas—, hecho que le da ventaja para mostrarnos lo que de verdad se trae entre manos, una obra que buscar ser maestra de principio a fin, siempre desde nuevas vías de exploración. “Mambo” es la apertura del nuevo tratado

de estilo al ser, a la vez, los Crazy Horse de “Ragged glory” (Reprise, 90) o hasta de “Arc / Weld” (Reprise, 91) (el reconocible magma guitarrero de “Walk with me”, “Sign of love” y “Someone gonna rescue you”) y el folkie acústico de “Harvest” (“Peaceful valley boulevard” y “Love and war”, una bonita confesión sobre el oficio de escribir canciones de amor y de guerra). En medio quedan “Angry world” (con la voz llena de eco) y la confesión de superviviente drogota de “Hitchhiker” (una de sus letras más abiertamente autobiográficas) y una “Rumblin’” íntima y eléctrica a la vez. Por encima de su propia media. Half Nelson

los acordes del banjo y el sonido de la armónica—. Hay cabida también para la búsqueda de nuevos territorios. El instrumental “Comprovisation for Connor Pass” suma, a lo largo de doce minutos y medio, todas y cada una de las postales sonoras que forman parte de la banda, creando con ello un recorrido paisajístico que nos conduce a la luz de un atardecer en calma justo después de haber atravesado la tormenta. Maravilloso. David Giménez Okamotonoriaki “Telescope” MÜ-NEST — IMPORT

Neil Young “Le noise” REPRISE / WARNER

Rock. Cuadragésimo tercer LP de Neil Young a su nombre (incluyendo directos y bandas sonoras) y el viejo Neil no se aparta ni un milímetro de las que son sus señas de identidad grabadas a fuego en las arrugas de su rostro: rock airado, quejumbroso con la situación del mundo, defendido con ardor guitarrero, voz rota y lastimera y letras directas, sin lugar a la ambigüedad. ¿Disco funcionarial, pues? En absoluto. Young combina en “Le noise” (el título es una broma un pelín tonta a costa del apellido del productor Daniel Lanois) su faceta de afilado guitarrista eléctrico (magnificado por las habilidades en el estudio de Lanois, habitual junto a Brian Eno en las producciones más exitosas de U2) con su alter ego confesional, cercano, folkie, que te tira de la manga para cantarte al oído, pero que te ensordece con un acople que hace temblar los megaamplificadores. Absolutamente solo en el estudio, Young se recrea y hace un ejercicio

sobre el techno, una escabrosa pieza de piano abrazada por un terco loop de bajo y secuencias rítmicas electrónicas, que indican el camino hipnótico a seguir para el resto del álbum. El estudio de Carl Craig como ente (y todos los fantasmas de la Motor City) se intuye en las más rítmicas y detroitianas “Wilson” o la homónima “Idiosynkrasia”, donde Tristano juguetea con pianos enmarañados en métrica neo funky y bases techno de toda la vida. Las razones de peso para sentar bases en su tratado se centran en canciones del calibre de “Eastern Market”, con una ácida y juguetona melodía sintetizada al trote de un majestuoso piano de cola, o sobre todo en el segmento que cierra el disco, “Hello – Inner space dub”, once minutos y medio de progresión de los mismos acordes de piano, enlatados en un bajo que encapsula milimétricamente los silencios con una destreza inusual. “Idiosynkrasia” es una obra cuasi maestra en la que Tristano justifica su pasión y anhelo por redibujar la escena electrónica, solapando disciplinas tan dispares como la música neoclásica y el techno minimalista. Un juego al escondite del artista europeo con figuras del calibre de Steve Reich, Philip Glass o Terry Riley, tal y como atestiguan temas de pedigrí clasicista como “Nach Wasser Noch Erde” y “Lastdays”, donde el piano es el único protagonista y el magistral juego de silencios evoca al mejor Brian Eno ambiental. Una nueva ambición del niño prodigio, que aparta de un plumazo la errónea asociación ‘piano = instrumento vetusto de la música clásica’ y le otorga un nuevo significado. Es decir, todo un nuevo tratado sobre el techno, llevado a cabo con una clase impecable. Alberto Vidal

Megafaun “Heretofore” CRAMMED DISCS / NUEVOS MEDIOS

Bedrock folk. La nueva entrega de Megafaun tras el aclamado segundo álbum, “Gather, form & fly” (09), es un trabajo que condensa intensidad en apenas poco más de media hora. Sus propios integrantes han declarado que en este mini-álbum se encuentran sus mejores momentos y sus letras más acertadas. Es “Heretofore” una comunión perfectamente equilibrada de estilos, que aúna el free-folk coral de “Eagle”, el alternative country —nunca hubo, como en este caso, más certera etiqueta musical— de “Heretofore” y el country tradicional de “Volunteers” —breve pieza que se mece polvorienta entre

Pop. Se nota que el japonés Okamoto Noriaki se gana las habichuelas como diseñador gráfico y videoartista porque todo en “Telescope”, su disco de debut, resulta panorámico y colorista. Una suerte de pop electrónico, de aire frágil y sonido amable, teñido con un aire cinético, en el que las melodías (casi siempre arrancadas a un piano) son delicadas, los arreglos de sintetizador florecen con exuberancia y los ritmos acarician al oyente. Nada que se pueda calificar como original, es cierto, pero el mimo y la atención al detalle con el que están producidas las diez pistas del disco hablan de una sensibilidad fuera de lo común, sobre todo por tratarse de un debutante. Sensibilidad que también registra tropiezos (la melodía de “Recorder” es bastante tonta, por ejemplo), y que brilla más en las piezas de naturaleza ambiental y dispersa, como “Mauna kea” o la brillante “Home”, que juegan a deconstruir melodías y a distorsionar los tempos, mientras el fondo de la mezcla bulle con bonitas texturas y caprichos digitales. Si sigue por ese camino, seguro que su próximo disco se merece laureles y hasta algún brindis.


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discos

Jatoma “Jatoma” KOMPAKT — IMPORT

Emo techno. Al principio del techno no dar la cara, en el sentido más literal del término, era una cosa bien vista. Que la identidad de un productor permaneciera oculta a los ojos del público, demostrando así que formaba parte de esa maquinaria futurista en la que debía convertirse la música, y que situaba al usuario del club al mismo nivel que el que producía o pinchaba los discos, era algo que casi todos consideraban como consustancial a su papel. Llámenme nostálgico, pero prefiero aquellos tiempos a estos, en los que los grandes DJs se han convertido en estrellas mediáticas y venden antes que la música una cara y un look (y ya puestos marcas de ropa, colonias, negocios de restauración o hasta programas de televisión). Tiempos, en fin, en los que no existe nada más independiente y ‘respetable” que lanzarse al ruedo de los mercados de manera anónima, una postura que viene a ser como decir que sólo existe la música, que el productor en cuestión prefiere ignorar a los medios y posee una pureza de espíritu que le sitúa moralmente en un escalón superior. Una realidad que a veces es cierta (ahí tienen, mucho respeto, a Burial), que otras veces persigue una cuidada renovación estilística (el caso de nuestro John Talabot), pero que en la mayoría de los casos no es más que un ardid de los sellos para intentar crear expectativas alrededor de algún nuevo fichaje. Es la estrategia que Kompakt ha intentado seguir, sin demasiado éxito, para lanzar a Jatoma, un ‘misterioso’ proyecto, con origen en Dinamarca, en el que “uno de sus miembros es un afamado productor, acompaña-

Vidal Romero

Philip Jeck “An ark for the listener” TOUCH — IMPORT

Ambient. Desde siempre, los discos de Philip Jeck han tenido una cualidad desvencijada y atemporal, muy relacionada con las herramientas que emplea y con esa rara sensibilidad que posee para leer mensajes ocultos en grabaciones inesperadas. La manera que tiene de hacer música, utilizando viejos vinilos degradados por el tiempo, o directamente maltratados para variar su sonido o construir loops, tocados a través de reproductores de discos manipulados y finalmente procesados a través de pedales de efectos, introduce un ambiente fantasmal en el plano de fondo, un misterioso crujir de ruidos en el que todo aparece desenfocado, de naturaleza entre líquida y gaseosa. Es una fórmula que muchos han intentado imitar, pero sin éxito, porque el magnetismo que consigue transmitir Jeck es único, y en “An ark for the listener” esta fórmula se sublima hasta alcanzar cotas altísimas. La inspiración del disco, varias líneas de “Wreck of the Deutschland”, obra del poeta victoriano Gerard Manley Hopkin que narra el hundimiento de un barco alemán en el que viajaban varias monjas exiliadas, aña-

do de dos adolescentes”. No ha tenido éxito porque a nada que el trío se ha decidido a tocar en directo todo el mundo le ha visto la cara a Tomas Barfod (WhoMadeWho) y a los jovenzuelos de Electrojuice, un dúo de ambient pop en la más pura tradición de Kompakt que apenas tiene un maxi en el mercado. Y uno casi se alegra del fracaso a nivel de marketing, porque “Jatoma”, el disco, atesora méritos suficientes como para destacar por sí mismo. Ya desde el principio, desde un “Little houseboat” de naturaleza líquida y ensoñadora, queda claro que al trío le tira la psicodelia a lo Border Community, el trance cósmico que factura su compatriota The Field (más que posible puerta de entrada de Jatoma en Kompakt, por cierto), el house más apacible y pastoral y ese sabor a infancia teñida de sepia que transpiran Boards Of Canada. Influencias que los tres daneses llevan a un territorio tan preciosista como progresivo, en el que siempre hay ritmos que avanzan a trompicones, loops en constante mutación, que sirven de guía para que el tema se desarrolle, multitud de efectos y pequeños hallazgos melódicos que crecen en los márgenes y un fondo que crepita plagado de grabaciones de campo. Es de ese modo que crecen (porque es esa la sensación, que los temas crecen delante mismo del oyente, como si estuvieran improvisados en directo) pequeñas joyas como “Manipurna”, “Helix” o “Permafrost”, que parecen escritas por un James Holden en pleno ataque de melancolía; así como se moldean los lujuriosos arpegios en “Durian”, las voces mágicas en “Paper lights”, los timbres minimalistas en “Dust in wong”. Es así como se da forma a un disco cálido y acogedor, que mira muy de lejos a la pista de baile porque prefiere enrocarse en la intimidad del hogar, donde es más fácil arropar al oyente entre melodías de dulce y colchones algodonosos. Y mientras tanto, ahí fuera, que el invierno caiga con toda su furia. Vidal Romero

de a todo el conjunto un tormentoso acento marino, un aire de decadencia en el que se adivinan los ecos de las profundidades abisales, el crujido de la madera al romperse o la claustrofobia que provoca sentirse rodeado por una poderosa columna de agua. Elementos que convierten la escucha de este disco en una tarea dolorosa y asfixiante, dos adjetivos que, al utilizarse para hablar de un disco de ambient, sólo pueden significar que estamos ante una obra de muchísima altura, una de las mejores que Jeck ha compuesto nunca. Que ya es decir. Vidal Romero Refree “Matilda” MARXOPHONE

con quiebro R&B. Un disco colorista, que respira libertad y que suelta ataduras. Una actitud muy loable que sin embargo adolece cierta inconsistencia del resultado global. A pesar de todo, un muy buen disco, con el plus de la producción de Brad Jones. Jesús Sáez

Tame Impala “Innerspeaker” MODULAR / NUEVOS MEDIOS

Pony Bravo “Un gramo de fe” EL RANCHO DISCOS

Rock sureño. Tenía Pony Bravo la complicada tarea de superar las expectativas creadas con su disco de debut, un “Si bajo de espalda no me da miedo” (08) que fue creciendo gracias a la magia del boca a oreja, a la vez que la banda apuntalaba su (merecida) fama con un estupendo directo. La tarea era complicada porque parecía difícil manejar su particular cóctel de influencias, que abarca desde el flamenco al blues, desde el kraut rock al reggae, el tropicalismo, la psicodelia o la copla, sin caer en la repetición o sin hacer aún más enrevesadas sus canciones. Un dilema que “Un gramo de fe” solventa tirando por la calle de en medio, respetando el lugar del que viene el cuarteto sevillano, con temas como “Noche de setas”, “Lo más difícil del mundo” o “Ninja de fuego” (fantástico ejercicio de apropiacionismo, por cierto), que remiten a su particular imaginería y entroncan con su debut. Pero también mirando hacia el futuro, exprimiendo aún más las estructuras de sus temas, dando protagonismo al ritmo sobre las melodías, jugando con instrumentaciones esquivas y efectos especiales, dejándose llevar por derivas progresivas (la alucinada “El campo fui yo”, la estupenda versión de “La rave de Dios”, pequeño clásico de su repertorio) o abrazando la fiereza post-punk de su proyecto paralelo, Fiera (“Fullero”, “La voz del hacha”). A todo esto hay que añadir las letras de un Daniel Alonso pletórico, capaz de teñir de surrealismo escenas localistas (“Pumare-Ho!”), tocar temas políticos desde posturas irónicas (“Super-broker”, “China da miedo”), reivindicar el uso (o abuso) de las drogas o hacerse uno con la tierra (“Salmo 52.8”). Todo esto, por supuesto, consciente de que forma parte una banda en estado de gracia, aumentada para la ocasión con los estupendos Za!, que ha dado forma a uno de los mejores discos nacionales del año. Vidal Romero Soundgarden “Telephantasm” A&M / UNIVERSAL

Folk. Últimamente Raül Fernández ha estado trabajando como productor con artistas como Nacho Umbert o el Hijo, como músico con Josh Rouse, como compositor para el programa de TV3 “Infidels”, o dirigiendo un espectáculo de La Mala Rodríguez. Y no cabe duda de que esto, unido a sus viajes musicales por medio mundo, ha sido lo que ha dado la peculiar forma que posee “Matilda”. No hay límites musicales, no hay estilos, sino un discurso, un compromiso musical, que va de la canción espontánea a la ampulosamente arreglada, de la melancólica a la eufórica. Canciones maravillosas como “Els veïns nudistes”, la poderosa “Mil i un possibles finals” o la jocosa “Un buen tío” juegan entre el folk mediterráneo y los sonidos caribeños y latinoamericanos, llevándose la palma ese “Ciempiés” que comienza con un piano barroco y acaba

down”), el “Birth ritual” con que contribuyeron a la banda sonora de “Singles”, cuatro temas que nos congracian con “Superunknown” (ahora que no llega machacado desde la MTV) y hasta un inédito, “Black rain”. Se aguarda con razonable ansia, pues, el siguiente paso. Milo J. Krmpotic’

Rock duro. Piedra angular del grunge, vértice junto a Pearl Jam y Nirvana del triángulo que situó a Seattle en el corazón mismo del mapa musical de los 90, Soundgarden era carne de retorno. Primero porque, nos lo enseña el budismo milenario, todo lo que fluye regresa. Y segundo porque, nos lo indica el trauma aún reciente, nadie quería enfrentarse a otro disco de Chris Cornell en solitario. Tras algunos conciertos de calentamiento, así las cosas, la banda se ha decidido a recordarnos lo bien que sonaban Led Zep y Black Sab en su versión norteamericana-leñadora con una impecable colección de ‘rarezas’ (y eso que el abajo firmante trabaja sobre su versión simple, la que acompaña al último Guitar Hero, con ‘sólo’ doce temas): su primer single (“Hunted

Neo psicodelia. El soberbio debut de los australianos Tame Impala podría compararse con El Paseo de la Fama del rock. Por “Innerspeaker” desfilan artistas sobradamente conocidos como The Kinks, The Who, John Lenon, e incluso The Stone Roses o The Flaming Lips. La potente sección rítmica está tan presente a lo largo de todas las composiciones como el fuzz de sus guitarras. Su protagonismo las acaba por convertir, de esta manera, en una señal claramente identificativa del propio sonido del grupo. Esta característica, junto a la utilización puntual de sintetizadores, convierte a estos chicos en unos abanderados del sonido nu-psicodélico. “Alter ego” y “Why won’t you make up your mind?” son los ejemplos demoledoramente perfectos en ese sentido: contundentes e infernalmente rítmicos sin, por ello, ensombrecer las luminosas pero densas melodías vocales. Kevin Parker, Dom Simper y Watson Jay no pueden más que merecerse nuestro más salvaje y estruendoso aplauso por ello. David Giménez

Stereolab “Not music” DUOPHONIC / ¡POP STOCK!

Álbum de descartes. No se esperen los seguidores de Stereolab noticias de su vuelta a la actividad, al menos de momento. Las canciones del recién publicado “Not music” fueron grabadas el año 2007 en las mismas sesiones de las que salió el material que conformaría el anterior “Chemical chords”, por lo que la banda sigue en el hiato que se autoimpusieron el año pasado. Más que de una colección de descartes, de lo que hablamos es de la variante más intelectual, menos pop, de esas sesiones, un grupo de canciones que trazan un amplio mapa del sonido más característico de la banda (espirales de teclados, referencias a la new wave, marimbas, vibráfonos, y toda la carga conceptual de Stereolab pululan a su antojo por el disco). Acompañan además remezclas (la inspiradísima “Neon beanbag” por Atlas Sound ) y revisiones propias (una irreconocible “Silver sands” estirada hasta el infinito por obra y gracia del krautrock y el downtempo). Sin suponer un hito en su carrera (tampoco lo pretenden), “Not music” cumple agradablemente como posible testamento o como consistente refrigerio con el que saciar a los hambrientos que esperan su vuelta. Javier Burgueño The 99 Call “Spanish Flies” MOONPALACE

Slowcore. Los amantes del slowcore más preciosista se acordarán sin duda de bandas no-


Terror Danjah “Undeniable” HYPERDUB — IMPORT

tables en los años 90 como Broken Dog, y sobre todo, Tram. Clive Painter y Paul Anderson, líderes respectivos de ambas bandas, recogen el testigo en un momento en que el panorama no es especialmente favorable para ellos y entregan un EP extremadamente bello, con la omnipresencia de las cuerdas, arreglado con una elegancia indiscutible, ahogado entre melodías crepusculares repletas de una melancolía y una tristeza que echábamos mucho de menos dentro de una industria que a día de hoy digiere con dificultad este tipo de propuestas. Composiciones como “Don’t forget me” o “To one who cares”, reblandecen y encandelan el corazón de manera inevitable, pero resplandece especialmente esa maravilla llamada “She must never know”, ante la cual es difícil contener las lágrimas. Emoción en estado puro. Jesús Sáez

The Duke & The King “Long live” SILVA SCREEN / HOUSTON PARTY

Gospel folk. Quienes creyeran que el proyecto de Simone Felice al margen de Felice Brothers se limitaría a “Nothing gold can stay” (09) se equivocaban. De hecho, esta segunda entrega es mucho mejor que su notable debut. La amplia gira de presentación de aquel álbum que los trajo por España —memorable su actuación en el B.A.M. de ese mismo año— les sirvió para reforzar la comunión entre los integrantes de la banda y, al mismo tiempo, para pulir la dirección estilística de la misma. Si bien su primer trabajo aún arrastraba, como parece lógico, parte del sonido de su anterior banda, ahora éste aparece claramente definido: folk y americana poseída por el espíritu negro del soul o, dicho de otra manera, un personal discurso que se encuentra en el cruce de caminos que recorren Neil Young y Marvin Gaye. Así, un tema tan delicioso como “Shine on you” recuerda abiertamente y sin tapujos al rockero canadiense de los discos “Old ways” y “Harvest” y se ve enriquecido con acertados destellos de gospel. Larga vida. David Giménez The Orb feat. David Gilmour “Metallic spheres” COLUMBIA / SONYBMG

Balearic rancio. Sacar el polvo que tenían acumulado estos dos (respetados) dinosaurios ha debido de ser una tarea titánica. Los ácaros se contarían por millares en las manos de David Gilmour —guitarra y voz de Pink Floyd— y The Orb —Alex Paterson—. Dos triceratops del quince, unidos para crear un álbum que no esperaba ni el más rezagado. “Metallic spheres”, aparte de tener un nombre 100% Mike Oldfield —de hecho, también suena mucho al viejo Mike—, es nada más y nada menos que un viaje por la nostalgia. Más concretamente, cuando el balearic saltaba de Ibiza a las Islas Británicas, el éxtasis era de digna calidad y The Orb eran lo más cercano a Dios. Sí, lo han adivinado, sintes analógicos, texturas ambientales y sensación de ingravidez. Esto, sumado a las guitarras acuosas de Gilmour y el bajo profundo de Martin Glover, obligan a definir el experimento cómo ambient rancio; por aquella sensación de color sepia y “esto ya lo he oído antes

millones de veces”. The Orb puede jugar a ser Pink Floyd de manera oficial. Alberto Vidal

The Suicide Of Western Culture “The Suicide Of Western Culture” IRREGULAR

Ambient experimental. No se engañen, esto no es el eterno cuento de hadas de dos jóvenes que se van a Londres sin un duro y componen de la nada un disco magistral para más tarde ser portada de la NME. Aquí la historia es otra, empezando por que está contada en catalán (el misterioso dúo es barcelonés) y descifrada a partir de las partículas sonoras que emiten un Casio CZ-1000, un MT-65, una caja de ritmos TR505 y pedales de segunda mano. El resultado de estrujar los trastos y de echarle horas de escucha a los Fuck Buttons, nos depara una de las sorpresas mayúsculas de este final de año referente a la escena nacional, y quizás a nivel internacional en cuanto al género electrónico. Ruido, melodías lo-fi y deformaciones sonoras siempre amansadas y amasadas con una estructura lógica impropia de unos debutantes, dentro de una borrachera de teclados analógicos que despegan siempre hacía el infinito. Ocultos bajo sus capuchas, su manera de moldear el ambient a su antojo —mediante ritmos motorik y con el post-rock siempre de refilón— dará mucho que hablar. Alberto Vidal Thomas Aussenac “Por dónde voy” AUTOEDITADO

Pop. Destacado por la revista francesa Les Inrockuptibles y finalista del concurso GoBlind 2009 organizado por Blind Records, Guía del Ocio y esta santa casa, Thomas Aussenac por fin lanza su debut. El cantautor francés afincado en Barcelona firma un pop intimista y extremadamente personal en los siete cortes que conforman este trabajo, a medio camino entre un EP y un largo. Con una fuerte influencia de la chanson francesa y con referentes como Dominique A o PJ Harvey, “Por dónde voy” es uno de esos álbumes que apetece escuchar en cualquier momento o circunstancia. Volviendo a casa en metro tras una fiestaca, tumbada en el sofá sin hacer nada, mirando nevar a través de la ventana, viendo el sol por entre las rendijas de la oficina… Este señor tiene ese don que, no sé a ustedes, pero a mí se me asemeja mucho al de la atemporalidad. Precioso, emocionante e imprescindible. Les retaría a escucharlo y luego intentar olvidarlo, pero no soy tan cruel. Virginia Arroyo

Grime. Estamos ante uno de esos discos que no sólo es bueno en sí mismo, sino que las circunstancias que lo rodean lo hacen todavía mejor. Empecemos por las circunstancias. Porque la primera y más excepcional de las coyunturas es que se trata del primer álbum de Terror Danjah. Hablar de debut y nombrar a un productor que lleva casi diez años erigido como uno de los popes de la escena grime es de todo menos convencional. Pero, a pesar de que “Undeniable” viene precedido por un montón de material, los hechos son estos. Terror jamás se había sentado delante de sus máquinas para concebir un álbum, con todo lo que ello conlleva: la línea narrativa, la lógica ordinal, la sensación de conjunto, etc. Porque “Power grid” (Planet Mu, 10), a pesar de tener porte de álbum (había cierta linealidad en sus temas, que en total sumaban ocho), se trataba de un EP. Y “Gremlinz (The instrumentals 2003-2009)” (Planet Mu) tenía como objetivo recopilar lo más selecto del material facturado por Danjah y, por tanto, no cuenta. La segunda de las coyunturas es el estado del grime en este momento, en el cual algunos de los que fueron nombres clave a mediados de la década pasada se encuentran ahora viviendo la buena vida, rodeados de billetes repletitos de cocaína, de fiesta por Ibiza o de bacanal con P. Diddy (¿sigue llamándose así?). Esta clara bifurcación hacia

turas, en realidad, son reescrituras, reapropiaciones y reinvenciones, realizadas por algunos de los grupos más punteros del pop y el rock contemporáneo (Deerhoof, Animal Collective u Oneida) y mentes de alguna manera afines (Glenn Kotche, Burnt Friedman o Tussle), los ‘rockers’, por resumir. A algunos les fascina sobre todo lo del bricolaje (como a Andrew Bird, o a Skeletons), a otros les atrae entrar en trance hipnótico (AU) y/o bailable (Bass Clef), algunas cantan por encima como si nada (Juana Molina, Allá), otros buscan atajos hacia el núcleo de su propia música (Sylvain Chaveau) y todos estamos a favor de todos. Gloria González

CRAMMED / NUEVOS MEDIOS

África/No África. El subtítulo dice mucho: “Alternative takes on Congotronics”. Este doble recopilatorio ofrece 26 relecturas de temas de bandas de la escena conocida como ‘Congrotronica’, a saber, artistas del Congo como Konono N° 1 o Kasai Allstars que crearon su propio estilo musical usando instrumentos tradicionales amplificados artesanalmente (que serían los ‘tradi-mods’). Más que relec-

trains” es la mejor despedida imaginable. Wratten vuelve a ofrecernos la oportunidad de penetrar en su particular universo de melancolía, sacando el máximo partido a su ingenio y entregando once cortes bellísimos, a cada cual mejor, que se crecen en la belleza desconsolada con el motivo de la inesperada despedida. Cabe destacar con especial esmero sus incursiones en el post-rock ambiental que efectúan en algunos de los cortes que conforman el segundo CD: “Cicely tonight”, “Radioactive deacay” o “Outside” no tienen desperdicio. Matías Bosch Varios Autores / Thomas Schumacher “8 years of Get Physical” GET PHYSICAL — IMPORT

Trembling Blue Stars “Fast trains and telegraph wires / Cicely tonight (vol. 1)” ELEFANT

Varios Artistas “Tradi-mods vs. rockers”

el mainstream ha traído, consecuentemente, la radicalización del otro extremo. Crews como Boy Better Know, ‘bedroom producers’ como Flava D (que siempre tiene puesto un ojo en el urban americano) o MCs que han juntado fuerzas con el dubstep (véase la tan bien avenida pareja Doctor P + P Money) han revitalizado el género los últimos dos años, afianzando su trabajo a las bases del movimiento, a la agresividad, al vigor y al temple de antaño. “Undeniable” podía haber llegado hace un par de años, antes de que todo lo explicado arriba ocurriera, y haber sido el único e inigualable álbum de grime de esa temporada, encumbrando a su creador como el absoluto rey del género. Pero eso hubiese sido como jugar la Premier escocesa, ausencia total de competición. El debut de Terror Danjah llega ahora, con el género desdoblado en diferentes cepas y viviendo una especie de resurgir, lo que supone más competencia. Y Danjah sale victorioso precisamente por no haber seguido ninguna de esas corrientes estilísticas. Se ha mantenido fiel a sí mismo, ha potenciado su habilidad para construirle beats tanto a la verborrea del MC —el hit “This year (Pro plus)” con Griminal y Mz Bratt o el tema que da título al disco— como al estilo soulful de Lauren Mason en “All I wanna” y los dos temas que le siguen en el listado. Y ha conseguido eso que tanto ha costado, la sensación de unidad. Y si no hay acompañamiento vocal, Danjah no empequeñece, como demuestran el brío y la robustez de “Acid” o sus aproximaciones particulares a una suerte de UK funky en “Minimal dub” o “Breaking bad”. Tirando de refranero, más vale tarde que nunca porque más sabe el diablo por viejo que por diablo. Mónica Franco

Soft-pop. Malas noticias, uno de los combos más brillantes del panorama pop, de ésos que continuaron el característico sonido C-86 y Sarah Records, entrega su álbum póstumo en un formato doble que se divide en dos ejemplares, “Fast trains and telegraph wires” (a modo de disco oficial) y el EP “Cicely tonight”. La banda de Robert Wratten tristemente se despide y nos deja con una colección de discos abrumadora, iniciada con el precioso debut “Her handwriting” (96) y dilatada a lo largo de casi quince años de genialidad. “Fast

Tech house. Hará cosa de prácticamente un año, el que firma más abajo escribió una líneas sobre el séptimo aniversario del sello Get Physical Music. Sí, ese sello berlinés que fabrica esa gran serie de mixes llamada “Body language”. Un año más, una recopilación más, y todos contentos. Si en el anterior quién mezcló fueron M.A.N.D.Y., el turno de poner un lacito a los ocho años es para el gato viejo de Thomas Schumacher. Por los altavoces escupe una sesión bastante edulcorada, anclada en un uso masivo y abusivo del 4x4, siempre con el acento más en el house en detrimento del ‘tech’. Y no es que sea malo, sino que está diseñado sólo para los fanáticos del sonido ‘getphysicaliense’. La sorpresa proviene del trío de canciones seguidas pop que se marcan Nôze, Damian Lazarus (“After rave delight” es un medio tiempo cuasi folkie muy curioso) y Raz Ohara. Pero por encima de todo, el regalo más sofisticado a estos ocho años lo otorga la fusión de Mathew Dear y M.A.N.D.Y. (M.A.N.D.E.A.R.) con la funky “Buddies”. Alberto Vidal


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discos Brian McBride “The effective disconnect” KRANKY — IMPORT

Teho Teardo “Soundtrack work 2004-2008” EXPANDING — IMPORT

Bandasonorismo. Es bastante lógico que las bandas sonoras, en todas sus variantes (películas, documentales, series de televisión), sean un campo abonado para los compositores neoclásicos. Por un lado, les permiten disfrutar de presupuestos suficientes para contratar estudios de grabación y pagar a músicos que pongan en pie sus ideas. Por otro, aportan imágenes, un marco y un argumento con el que buscar a las musas, herramientas que sirven de apoyo para desarrollar motivos melódicos y pensar en atmósferas, o que incluso facilitan la traslación (casi) literal de sonidos. Este último es el caso de Brian McBride, cincuenta por ciento de Stars of The Lid (y autor de un maravilloso disco en solitario, “When the detail lost its freedom”, allá por 2005), que se ha encargado de poner música a un documental sobre la desaparición de las abejas en Estados Unidos. No es que utilice directamente sonidos de la cinta, pero sí se nota que en los drones y texturas que pueblan “The effective disconnect” está presente el zumbido de las abejas, ese cosquilleo narcótico que provoca la presencia cercana de una colmena, y que aquí se refleja mediante temblorosos fondos de cuerdas (“Toil theme part 1”) y drones asfixiantes (“Girl nap”). También se reconocen los amplios espacios por los que vuelan los insectos (el vasto impresionismo que transmiten las dos partes de “Melodrames telegraphies”), ciertos momentos de júbilo (“Supposed essay on the piano”) y hasta algún guiño para la esperanza (“Chamber minuet”). Todo ello elaborado con las herramientas que McBride mejor conoce: drones a baja velocidad, guitarras diluidas en un mar de efectos y arreglos de cuerda de un clasicismo intoxicante, procesadas hasta que pierden todo el hueso. La novedad es que, lejos de utilizarlas para dar forma a largas composiciones, nuestro hombre prefiere volcarse en el formato de canción, construyendo pequeñas piezas de cámara que condensan en pocos minutos un vasto arsenal de emociones. Piezas en las que no importa tanto el hipnótico mantenimiento de un drone infinito

como el desarrollo de alguna idea melódica, casi siempre tocada por una inquietante luminosidad, que uno imagina en directa relación con el tono del documental, pero que también funciona sin necesidad de imágenes. Y es que “The effective disconnect” trasciende su condición de banda sonora para postularse como una de las grandes obras del ambient que ha dejado el año 2010. Un disco que está a la altura de los mejores trabajos de Stars of The Lid, y que ayuda a mitigar la espera hasta que la pareja maravilla decida volver a reunirse. Otro que dedica muchos de sus esfuerzos a poner música a imágenes es el italiano Teho Teardo. En esta santa casa siempre le hemos prestado más atención cuando se juntaba con otros (Erik Friedlander, para el muy bonito “Giorni rubati”) o cuando abrazaba propuestas mucho más imbricadas en lo digital, como Modern Institute, el proyecto que comparte con la chelista Martina Bertoni, pero lo cierto es que Teardo se gana las habichuelas con esto de las bandas sonoras. Suyas son las partituras que adornan “Il Divo”, ese retrato crudo y malcarado de Giulio Andreotti que dirigió Paolo Sorrentino, y suyas son también las músicas que acompañan algunas de las películas más celebradas de su país en los últimos años, como “La ragazza del lago” o “L’amico di famiella”. Músicas que hasta ahora no habían caído en nuestras manos porque en general se publican en tiradas limitadas y con distribución más que caprichosa, pero también porque nadie se interesa demasiado por el cine italiano fuera de su país (aunque esa es otra historia). A esa carencia quiere poner remedio “Soundtrack work 2004-2008”, un disco que, como promete su nombre, recopila piezas escritas por Teardo entre los años 2004 y 2008. Piezas en las que suele mandar el piano, a veces acompañado por cuerdas y a veces rodeado de texturas digitales y ritmos sintéticos. Una mezcla, la de registros electrónicos con arreglos orquestales, que Teardo trabaja con maestría, tiñendo en el proceso sus pequeñas (y exquisitas) piezas de un minimalismo amable, que recuerda a la obra de ese otro pequeño gigante que es Max Richter. Ennio Morricone le considera como el mejor compositor de música para películas que hay ahora mismo en Italia. Y ya saben que a Morricone no se le discute nada. Vidal Romero

Varios Autores “Radioclit presents: The sound of the Club Secousse Vol. I”

otros lores de la escena como Buraka o el sello Man Recordings. Mónica Franco

CRAMMED / NUEVOS MEDIOS

Varios Autores “Rough Trade Shops: Psych Folk 10” ROUGH TRADE / ¡POP STOCK!

Electrónica del mundo. Aquellos que hayan tenido contacto en los últimos años con la electrónica más étnica, habrán podido percibir —sobre todo en materia de baile— que este nuevo guetto techno tiene dos dimensiones. La primera, la occidental y cercana, de la que Radioclit forman parte como uno de los dúos de productores con mayor capacidad para clavar el tema, tanto al remixar como al componer. La segunda dimensión, más compleja y arriesgada, consiste en irte a buscar la música de club a las antípodas del sonido. Eso es lo que se propusieron Etienne Tron y Jon Hugo en 2008, cuando las fiestas Secousse comenzaban a rodar. Esta recopilación de Crammed aúna todos esos temas que recorren la pulsión de las noches africanas y que se han convertido en himnos de esas fiestas. Shangaan, zouk, kuduro o funana de la mano de nombres que empiezan a ser conocidos más allá de las fronteras africanas, como Magic System, Puto Prata o DJ Vielo, gracias a

Folk. Por mucho que algunos visionarios vaticinaran, hace algunos años, la muerte inminente del ciervo —icono representativo de la música folk contemporánea junto con las camisas y los vestidos de cuadros, las pobladas barbas de ellos y las largas melenas de ellas— y con ello la de esta corriente musical tan arraigada en el panorama musical actual, lo cierto es que esa afirmación se encuentra muy alejada de la realidad. Tanto es así que la discográfica Rough Trade publica este compilado de cantautores para aglutinar el actual panorama de la escena folk británica y de los E.E.U.U. Y si bien esta recopilación se excusa bajo el título de “Psych folk 10” también encontramos artistas del folk más melódico y orquestado, como es el caso de Sam Amidon, cuyo “Way go, Lily” es puro Nick Drake y otros, como es el caso de Sleepy Sun, abrazando el folk-rock. Así hasta un total

de veintiún nombres entre los que destacan Jack Rose, Alasdair Roberts, Woods, Six Organs Of Admitance o Pete Greenwood. David Giménez

Varios Autores “Keys” AMERICAN TYPEWRITER / GREEN UFOS

Piano moderno. Por alguna razón que se me escapa, el mundo del indie siempre ha sentido cierta alergia hacia el piano solo. Es decir, no había problemas en aceptar a un guitarrista barbudo y sucio pellizcando las cuerdas de su guitarra mientras invocaba al espíritu de Charley Patton, pero en cuanto alguien se sentaba ante el piano llovían los murmullos. Las comparaciones con algún cantante melódico carne de Las Vegas o, mucho peor, la acusación de estar perpetrando música new age. Siempre hubo excepciones, por supuesto, pero hasta hace relativamente poco, hasta que ver discos de raíz neoclásica publicados en sellos independientes se ha convertido en moneda común, este prejuicio se ha mantenido. Por eso es necesario que existan recopilaciones como “Keys”, cuyo subtítulo, “a comprehensive collection of contemporary piano composition”, deja claras sus intenciones, poner orden en ese pequeño subgénero en expansión que es la música para piano. Vaya por delante que no se trata de una obra canónica, porque se echan en falta artistas importantes (Goldmund, Max Richter, Sylvain Chauveau, Francesco Tristano, suficientes como para llenar un segundo volumen), pero a cambio propone una interesante mezcla de nombres reconocidos y talentos por descubrir (alguno tan destacable como Gabriela Parra, cuyo precioso “The child who talked to the wind” es de lo mejor del lote), y una encomiable apertura de miras, necesaria para mostrar los distintos acercamientos que se producen hacia el instrumento rey, desde la desnudez de Nils Frahm o Richard A. Ingram hasta la piscina de efectos que inventan Machinefabriek o Krater, pasando por el añadido de cuerdas (Peter Broderick) o la coloración del fondo con grabaciones de campo (Library Tapes, Rafael Anton Irisarri). Si a eso le añaden que todos los temas son inéditos, que el nivel medio de las composiciones es alto y que el diseño es tan bonito como entrañable (muy Saul Bass, por cierto), convendrán con este servidor en que merece la pena hacerse con una copia de tan delicado vinilo. Vidal Romero Warpaint “The fool” ROUGH TRADE / ¡POP STOCK!

Dark-rock. De una banda que debutó con un EP titulado “Exquisite corpse” uno no puede esperar flower pop, por mucho que sean cuatro chicas y vengan de la soleada California y del mismo espacio-tiempo que gente como las Dum Dum Girls. Warpaint se nos presentan en largo dos años más tarde, lejos ya de la alargada sombra de John Frusciante (por aquel entonces novio de la guitarrista Emily, ahora lo entiendo todo), algo menos histriónicas, pero igual de tenebrosas. Aunque algunas voces puedan dulci-

ficarse hasta rozar en ocasiones el enfoque pop de grupos como Tegan & Sara o Uh Huh Her (“Undertow”), no se confíen, porque aquí hay mucho más susurro desgarrado que canto melódico al desamor. Distribuido en nueve cortes y 50 minutos, “The fool” construye un discurso retorcido y de atmósferas opresivas, que encuentra en el diálogo entre un bajo demoledor y unas guitarras siempre concisas y comedidas, la fórmula exacta del agujero negro. Sirva como ejemplo el tema que da nombre a la banda, que empieza con unas atmósferas palpitantes a las que se unen más tarde baterías repiqueteando sobre un arpegio funesto, para luego revolverse contra sí mismo en algunos repuntes casi pop y después seguir progresando hasta acabar en una eclosión de guitarras entre sucias y líquidas. Si has sido un poco emo aquí o en alguna realidad paralela, te encantará. Y si no, te convertirás. Virginia Arroyo

Kanye West “My beautiful dark twisted fantasy” ROC-A-FELLA - DEF JAM / UNIVERSAL

Hip hop. Antes de acometer esta crítica con propiedad, debería empezar dejando las cosas muy claras. Odio “808s & Heartbreak” (08) y odio, con todas mis fuerzas, la dichosa moda del autotune que explotó con este disco. Es más, si me fuerzan, podría decirles por lo bajo que “Graduation” (07) es un escollo en la, hasta entonces, ascendente carrera del productor-rapero de Chicago Kanye West. Dicho esto, no me extraña que haya más críticos como yo repartidos por el mundo, porque sino no se entiende el revuelo que ha producido el último trabajo del autor de “Jesus walks”. “My beautiful dark twisted fantasy” significa el regreso a los parámetros hip hop que West abandonó con “808s & Heartbreak” y, seguramente, sea el álbum que contiene sus mejores letras, pero no se equivoquen, no supera ni por la mínima a sus dos primeros trabajos, aquel sorprendente “The college dropout” (04) y su única obra maestra hasta la fecha, el impresionante “Late registration” (05). Pero es normal que tras cinco años esperando una nueva buena que viniera de los laboratorios de West, el público se alteré un poco cuando la mierda que sale de él es el muy notable “My beautiful dark twisted fantasy”. El nuevo trabajo de Kanye West contiene una lista de tracks brillantísimos: la emoción de “Power”, el inicial “Dark fantasy” donde recupera a RZA, el ritmo de “Monster”, el aroma vintage de “Hell of a life” y ese EMOcional “Blame game” junto a John Legend, una de sus mejores canciones en años, que a un servidor le pone los pelos de punta. Pero adolece también de una serie de excesos que me hacen arrugar la nariz, desde guitarrazos AOR que no perdonaríamos a otros (“Gorgeous”) hasta una falta absoluta de sentido del humor. Todo en “My beautiful dark twisted fantasy” suena tan y tan épico que, francamente, termina por aburrir. La recta final, sobre todo, “Lost in the world” y “Who will survive in America”, por ejemplo, son dos temas que han desaparecido de mi iPod tras varias escuchas. Prefiero acabar el quinto trabajo de West con el dulce piano de “Blame game”. Manu González


+el negociador

Darkstar “North” HYPERDUB

A favor

En contra

El principal problema o inconveniente que la gente adjudica de entrada a “North” es, hablando claramente, que resulta un coñazo. Vagas acusaciones que ocultan el verdadero quid de la cuestión: no saber bien lo que se tiene entre manos una vez se empieza a devorar el trabajo del dúo británico. De hecho, la música de Darkstar tiende a ser etiquetada, erróneamente, como dubstep, cuando más bien tiene imprecisos cromosomas del gen de Croydon —y ya puestos, abogo por penalizar con un euro en bote común a todo aquel que mencione el palabro ‘dubstep’ seguido de ‘Darkstar’—. Si lo que quieren es buscar ‘problemas’ al debut, por mucho análisis meticuloso que se haga, sólo se me ocurre uno, que llega en el momento equivocado. Pero también “Low” de David Bowie o “White light, white heat” de la Velvet Underground aterrizaron en un momento que nadie esperaba y, más importante aún, en que nadie quería hacer el esfuerzo por entenderlos. El tiempo les dio la razón, y si bien “North” no tiene tampoco madera para ser un futuro clasicazo, sí agrupa la suficiente dosis de solidez, emoción y calidad como para tenerle un mínimo de respeto. El lenguaje de Darkstar no entra a la primera, pese al avance del temazo “Aidy’s girl is a computer” incluido en el recopilatorio de cinco años de Hyperdub del pasado año, una emocionante balada computerizada que Kraftwerk nunca se atrevió a escribir. Darkstar hablan claro, en voz alta, con un idioma propio que busca adeptos que sepan transcribir el solemne pop de “Dear heartbeat”. Alguien que encuentre el calor en la fría e industrial canción que da título al disco. Cualquiera que sepa dar con la belleza en el delicado inicio a piano de “In the way”. O bien el ágil que sienta los gemidos de dolor en “When it’s gone”. No seremos muchos, pero Darkstar se conforma con unos pocos valientes que sepan mirar al norte —y no a Cuenca, precisamente—. Y si lo que quieres es un himno, hasta podemos colarte el gol de “Under one roof”. Probablemente la comunidad electrónica esperaba a los nuevos mesías del dubstep (euro al bote) o quizás, si realmente te parece un coñazo, insto a que lo dejes reposar como el bacalao en agua para desalarlo. Porque la grandeza de “North” reside en saber descifrar su lenguaje musical. Paulatinamente, sin prisas, y con las orejas preparadas para atender algo heterogéneo y complejo. Cómo echar aquel polvo con aquella persona que tanto deseabas y tanto te costó conseguir, pero sin la temida eyaculación precoz arruinando la velada. Alberto Vidal

Que conste ya, no estoy rotundamente en contra del debut en largo de Darkstar, pero no es para tanto, señores. Como todo hijo de vecino, mi mente asociaba el nombre de Darkstar con un título: “Aidy’s girl is a computer”, uno de los temas más frescos, encantadores y originales del 2009. Por eso, la noticia de un debut en largo editado por Hyperdub solo me podía hacer pensar en que el dúo formado por James Young y Aiden Whalley iba a sonar más parecido a las cosas que hacen sus compañeras de sello Ikonika o Cooly G —esa escisión del dubstep edulcorada y girl-friendly—; incluso pronostiqué algún parecido con Zomby, sobre todo por la originalidad de “Aidy’s girl is a computer”, que en cierta manera me recordaba al “Digital flora”, pero rebajado de componente bass y aspiración a ocupar la pista de baile. La pista de baile. Ese es mi problema con este disco. Imaginé a Darkstar como esos productores capaces de fabricar himnos perpetuos, de esos que se forjan su propia leyenda bajo las luces estroboscópicas y que se graban a fuego en tu mente. Pero esta historia ha tomado un giro inesperado (para mí) y en esta historia ha aparecido un concepto que se escapó en mis elucubraciones previas, el indie-friendly. O lo que es lo mismo, música venida de las cloacas de la electrónica británica pero que acaba en reproductores de gente que no tiene ni puta idea (ni ganas) de saber cómo suena el dubstep. Y que nadie se sienta ofendido, pues no tengo nada en contra de esa gente ni del concepto indie-friendly. Asumo que cree falsas expectativas con Darkstar como error propio, no ajeno, e intento disfrutar de este disco desde otro punto de vista. Y mi renovado punto de vista me dice que este disco está muy bien, pero me da pereza. No me parece un tremendo coñazo soporífero, pero me da pereza. Y cada vez que veo a otra persona diciendo, “Joder, el disco de Darkstar es buenísimo” pienso que sí, que no les falta razón, pero también me pregunto cuántas veces es capaz su paciencia de escucharlo a lo largo de una semana. O cuán torturada ha de estar su alma para apreciarlo en toda su plenitud. Porque “North”, con la excepción de “Aidy’s girl is a computer”, es un disco oscuro, frío y triste. No apto para la nocturnidad, no apto para la celebración y, seguramente, demasiado emo para según que momentos domésticos. Su escucha es obligada; su uso reducido. Es como una enciclopedia, tiene que haber una en todas las casas pero, ¿en cuántas se usa con frecuencia? Mónica Franco


050/051

discos maxis / libros-cómics

+maxis Donato Dozzy & DJ Say “Your transparent eyes” ATTIC MUSIC, 12”

En Italia siguen yendo muy a su rollo —practican una suerte de catenaccio musical en el que no hay manera de que entre nada—, y eso, en el fondo, siempre está bien. El nuevo doce pulgadas de Donato Dozzy junto a DJ Say (hay que recordar uno de los mejores maxis del 2006, “Polarity”, firmado a medias en Mental Groove, desde entonces no habían hecho nada juntos) sigue las coordenadas de siempre, a priori: humareda dub, techno más profundo que la fosa de las Marianas y chorretones de acid a tutiplén. En esta ocasión el trabajo es tan sutil que apenas se aprecia la genialidad que hay detrás. Pero la hay, joder si la hay. Estos tíos son Dios, resumiendo. MP

Downliners Sekt “We make hits, not the public EP” DISBOOT/DSEKT[DOT]COM, 12”

Se nota que Dowliners Sekt se han empapado bien de la teoría del dubstep según San Burial. Al menos eso es lo que sugieren las bases turbias y arrastradas de los cuatro temas que contiene “We make hits, not the public EP”. Temas que avanzan a trompicones, henchidos de reverb y ecos, bañados en clicks y texturas asfixiantes, rematados con voces de divas de soul y un exquisito trabajo de atmósferas. Basta escuchar “Selfish G”, un tema que empieza limpio, fiado a un ritmo roto y en contratiempo, que va acumulando capas y capas, y luego procede a deshilacharse hasta quedar enterrado bajo un amasijo de ruidos, para darse cuenta de que aquí se cuece algo serio. VR

Ducktails and Dracula Lewis “Split” NO FUN PRODUCTIONS, 12”

O de como bañarse en aguas hipnagógicas desde dos orillas muy distintas. Ducktails, en un lado, entrega una pieza cósmica y planeadora, que se mueve alrededor de un ritmo motórico y de tintes obsesivos, mientras deja

Textos

que se entrecrucen varias líneas melódicas, cargadas de reverb y emoción, es como tocar las estrellas con la punta de los dedos. Dracula Lewis, en la otra cara, se enreda en un festín de drones que comienza limpio y acariciante, pero que a mitad de tema se vuelve ruidoso y siniestro, sus ecos metálicos amenazando con quebrar los bafles y los tímpanos. El día que se decidan a compartir estudio de grabación puede salir algo muy grande. VR

Escort “Cocaine blues”

Delia Gonzalez and Gavin Russom “Track 5” DFA, 12”

ESCORT, 12”

Escort es una banda de música disco a la antigua usanza: con sus bajos, sus guitarras, sus percusionistas, sus enormes matas de pelo y su diva negra de voz poderosa. Una formación ideal para depredar un clásico de Dillinger, “Cocain in my brain”, y convertirlo en una pieza energética y gozosa de soul disco. Pero son los dos remixes que completan el maxi los que de verdad lo hacen tan goloso. El de Ewan Pearson, que añade sutiles detalles rítmicos, filtra voces e instrumentos y baña el tema con una pátina de brillo y lentejuelas. Y el de Greg Wilson, que lo desnuda de florituras, le añade congas y cencerros, y lo transforma en una hipnótica pieza de cosmic disco. VR

Hunee “Bobos alone in paradise”

Grabada en las mismas sesiones que el estupendo “Days of mars” (05), e inédita hasta ahora, “Track 5” supone el retorno (y, mucho nos tememos, también la despedida) de Delia Gonzalez y Gavin Russom. Una auténtica galopada espacial, hipnótica y gozosa hasta el desmayo, en la que no hay bombos marcados, pero sí mucha urgencia cinética. Se acumulan guitarras gaseosas, sintetizadores analógicos, pulsos obsesivos, ecos y texturas borrosas para invocar el espíritu de los Ash Ra Tempel más ambientales. Un remix de Âme, que borra las trazas de kraut y añade una base rítmica de house oscuro y obsesivo, completa tan goloso pedazo de plástico. VR

Joy Orbison “BB” DOLDRUMS, 12”

RUSH HOUR, 12”

Coreano afincado en Berlín y más raro que un peroo verde, lo de Hun Choi no hay por dónde cogerlo y, a pesar de todo, consigue penetrar más y más a cada nueva escucha. “Bobos (original)” es house descoyuntado que a ratos juega a ser minimal terracero, a ratos se tira de cabeza a jugar a Moodyman y más a ratos aún parece querer reformular las marcianadas funk de Super_Collider. Y bien que lo hace, vive Dios. Choi, que ha grabado en sellos como Permanent Vacation, Internasjonal (la más que recomendable plataforma de Prins Thomas) o Retreat (Session Victim, Quarion), hace que parezca música más sencilla de lo que es. Muy de locos. MP

Tangana al canto, señoras y señores. Suenan voces que aseguran que Peter O’Grady se ha tirado al rollo y que ya no hay vuelta atrás, que de aquí a codearse con Tiësto hay un paso. Es lo que pasa con los hypes —en este caso merecidísimo, claro está—, que la gente se aburre rápido y tiene ganas de buscarle los tres pies al gato. En esta ocasión le ha tocado al pobre chaval, que simplemente ha firmado un trabajo orientado a la pista y sin tanto asomo de melodía como antaño. Más cercano al house clásico de hueso pelado que al dubstep refinado y feliz, resulta divertido ver que dos simples tracks pueden dar tanto de sí entre la parroquia. A mí me mola. MP

Petar Dundov “Distant shores” MUSIC MAN, 12”

Pional “We have been waiting for you” HIVERN, MP3 / 12”

Con sólo unas pocas referencias hasta la fecha, todas ellas sin aparentes puntos de conexión, Miguel Barros se está confirmando como el próximo productor nacional a tener en cuenta después de su ya consagrado compañero de sello, John Talabot. Si no, que alguien me explique como alguien, en sólo dos referencias editadas, ya se puede permitir el lujo de ser remezclado —y admirado, faltaría más— por monstruos de la talla de Gavin Russom y Blue

Daisy. La remezcla de Russom es cósmica, como era de esperar, pero la sorpresa es que dura un tiempo más que razonable (venga, reconozcamos que esas odiseas a veces nos ponen un pelín nerviosos, por muy palote que nos ponga el tipo). Lo que ha hecho el londinense Kwesi Darko es una locura en toda regla; hasta pasado un buen rato uno no es capaz de adivinar a qué velocidad va la canción. Radicalmente enfermo a la par que evocador y, por que no decirlo, emísimo. Pero no sólo hay un par de genios trabajando en este vinilo. “We have been waiting for you” es un trabajo inconmensurable, una joya pop con pianos flotantes, violines, voces multiplicadas hasta el infinito y ritmos quebrados que, la verdad, suena a muy pocas cosas que hayamos escuchado hasta ahora. Y como Pional es un tipo que no puede parar de crear, se ha sacado de la manga una versión tan buena como la original que está a la venta sólo en formato digital. En ella da rienda suelta a sus instintos y se marca un cover que parece grabado por The La’s. Nivelón y me quedo corto. Marc Piñol

A estas alturas, tal y como está el patio —el mundo de la descarga digital es feroz—, sacar un doce pulgadas editado sólo por una cara es casi un suicidio. Pero a Petar Dundov hay que editarle todo lo que saque, y últimamente más, que el tipo está en forma. Parece ser que la remezcla que le regaló Gavin Russom hace un tiempo le dejó con ganas de replica, porque “Distant shores” es una odisea a medio camino de los maxis de Black Meteoric Star y el Steve Rachmad más planeador. Por si aún no se nos hubiera puesto morcillona, la galleta está holografiada y da mucho gustito ver como gira en nuestro plato a lo largo de los doce minutos más inspirados del año. Palabrita. MP

RMVN “Amen adorno” KILL THE DJ, 12”

Que Ivan Smagghe es una fiera tras los platos lo sabe, a día de hoy, hasta la simpática abuela del anuncio de fabada Litoral. El asunto no es hablar del DJ, sino del productor. Sus últimos trabajos —muchos de ellos se pueden conseguir de balde a través de su

Marc Piñol y Vidal Romero

blog— demuestran que el tipo está en forma. Si le sumamos su colaboración junto a Tim Paris en It’s a Fine Line poco, más le podemos pedir. Sin embargo acaba de sorprender a propios y extraños con un 12” firmado a medias con Roman Flugel (Alter Ego); un divertimento al estilo techno Valencia que viene con remixes de órdago, especialmente el firmado por The Eyes In The Heat, la nueva banda de Oliver Ho. MP

Space Dimension Controller “Temporary thrillz” Untold “Stereo freeze” R&S, 2X12” + 12”

Que Detroit es el horizonte al que vuelven a mirar muchos productores es algo que ha quedado bastante claro a lo largo de todo el año. Que R&S es el sello que mejor está documentando este retorno a los orígenes también está bastante claro (y por otro lado es bastante lógico), pero por si quedaban dudas ahí van dos maxis que insisten en la cuestión. “Temporary thrillz” supone un acercamiento respetuoso al sonido clásico de la ciudad del motor. Pads espaciales, paisajes de una vastedad inabarcable, romanticismo elegante y ciertos detalles de funk sirven para construir seis temas mercuriales, de producción exquisita, que miran al pasado con (mucha) sabiduría. Y aún más interesante es lo de Untold, que parte de estructuras y ritmos anclados en el dubstep para añadir después una perspectiva robótica, cercana al electro en el caso de “Stereo freeze”, y de aires funk en “Mass dreams of the future”, un tema que suena a Model 500 por los cuatro costados. La nostalgia mola. Mucho. VR

The Radio Dept. “Never follow suit EP” LABRADOR / ¡POP STOCK!, CDEP

La música del trío sueco sigue impregnando este 2010 de magia. Tras el maravilloso “Clinging to a scheme”, editan EP que gira en torno a la melódica y contagiosa “Never follow suit”. Las caras B presentes son cuatro piezas de coleccionista, talladas en ébano de pureza shoegazer y teñidas en clave dub. La preciosa “On your side” es la joya de la carpeta, con esa melancolía y teclados marca de la casa. “The one” utiliza la primacía del bajo como principal escudero de una sublime melodía, para cerrar la burbujeante versión dub de la canción homónima a cargo de Pistol Disco. Diamante en bruto es poco. Alberto Vidal

White Ring “Black earth that made me” DISARO - IMPORT, 12”

Ritmos distorsionados y rotos, texturas asfixiantes, niebla ambiental, oscuridad, mal rollo y una voz cándida. Esos son los mimbres que manejan los neoyorquinos White Ring, penúltima incorporación a la familia del witch house y gran apuesta de Disaro, que ha decidido lanzarse con ellos al mundo del vinilo. Sabia elección, porque más allá de las atmósferas opresivas y de las letras tristonas de Kendra Malia, las seis canciones de “Black earth that made me” resultan hipnóticas y adhesivas, temas redondos de aire post-shoegaze y corazoncito pop que gustarán a los góticos, pero también a los indies tristes. Recuerdan mucho a los mejores Cranes, y eso es buena cosa. VR


Keith Richards & James Fox “Vida. Memorias de Keith Richards” GLOBAL RHYTHM

Recuerdo un retazo de entrevista que acertadamente recuperaba el documental de Martin Scorsese sobre The Rolling Stones, donde un Mick Jagger veinteañero era cuestionado sobre qué creía que estaría haciendo cuando fuera un sesentón. Mick se sorprendía con la pregunta, y, aún atónito, respondía algo así como, “lo mismo que ahora”. Dudo mucho que Keith Richards hubiera contestado algo similar; probablemente, habría sido presa de un ataque de risa con grandes toses y se hubiera imaginado muerto en alguna cuneta, con el coche cargado de coca, hierba, peyote y mescalina, o espichándola con la baba colgando en el último asiento de un avión privado. Pero lo cierto es que el demonio sigue coleando y sonriendo, y además, recuerda, lo recuerda todo. En estas memorias, el legendario guitarrista rememora de forma desastrada y con verbo sincopado algunos grandes episodios de su vida, sí. Pero lo que realmente enriquece el relato de “Vida” es el constante rodar de pequeñas anécdotas sobre sus líos con las autoridades, el revés de cada gira, las fiestas itinerantes de los Stones, tantas sesiones de grabación frente al pelotón de fusilamiento de la expectativa, esas reservas de plantas de hotel enteras, su gratuito uso de armas y, por supuesto, los ro-

mances con Anita Pallenberg y Patti Hansen, más los ires y venires con lo que él llama “medicina de emergencia” y, claro está, la relación con Mick, tensionada desde hace décadas, quizás simplemente porque un buen día Keith decidió entablar verdadera amistad con otro tío. Eso sí, que nadie imagine al príncipe de las tinieblas con su irónica sonrisa agazapado durante incontables tardes tras un teclado. Está claro que Richards se ha dedicado sencillamente a espachurrar ríos de comentarios, y ha sido el bueno de James Fox, que en los créditos aparece como “colaborador”, quien se ha dedicado a trasladar al papel todos esos ebrios dictados. Y es precisamente esa espontaneidad sesgadamente llevada al orden lo que dota a este libro de una inervación especial. Porque, más allá de lo sustancioso de lo que narra, la manera en que se cuenta es aguda y vivaz, y vuelve del todo acertado el título del libro. Desternillantes los altercados con la policía, como el del primer capítulo en Arkansas, durante la gira de 1975; y reveladores los borrosos recuerdos de encuentros con otras estrellas, como Hugh Hefner, que les abrió las puertas de su Mansión Playboy y vio como sus satánicas majestades retozaban entre conejitas durante una semana entera. Desde 1973, Keith Richards aparece el primero en las listas de estrellas del rock que es más probable que mueran pronto. Pero el viejo zorro sigue vivo. Larga vida a Keith Richards. Albert Fernández

+libros Fernando Fuentes “Warm-Up!”

Varios Autores “Razzmatazz 00-10”

NAUSICAA

RAZZMATAZZ

La labor de Fernando Fuentes ha sido titánica. Recopilar los comentarios de gente como Luis Lles, Javier Blánquez, Llorenç Roviras, Ricard Robles, Vidal Romero, Juan Manuel Freire, Ginés Alarcón, Oriol Rossell, Ángel Molina, Half Nelson, Bruno Garca, HD Substance, Jaumetic, Pablo Vinuesa o un servidor, entre muchos otros, para trazar un mapa de la prensa musical electrónica española en los últimos diez años, no es tarea fácil. Fuentes es capaz de desentrañar las pautas con entrevistas en profundidad al Sensei Luis Lles, al siempre a la última y documentado Javier Blánquez y al director de Trax/Beat, Llorenç Roviras. Pero la verdadera chicha informativa se encuentra en esas diez preguntas que son contestadas por varios periodistas y músicos electrónicos, donde todo el mundo ofrece su personal visión de estos diez años de periodismo sobre la cultura de clubs y la música electrónica. Aunque se echa en falta un trabajo más concienzudo en la edición y corrección, “WarmUp!” es una buena referencia para entender una parte del periodismo cultural español de la última década. Manu González

Al igual que la revista que sostienes en tus manos, Razzmatazz ha cumplido en este 2010 diez añitos de vida. Surgida de las cenizas de la antigua Zeleste y el A Saco, el panorama musical actual de Barcelona no se entendería sin la existencia de estos diez años de las salas Razzmatazz. Como cumplir diez años no es una fecha cualquiera, aparte de una suculenta programación que celebra esta efeméride durante el mes de noviembre y diciembre, la gente del club ha publicado un libro llamado “Razzmatazz 2000-2010” donde recogen fotografías de muchos de sus grandes conciertos (muchas de ellas sacadas del gran e impresionante archivo del fotógrafo catalán Xavi Mercader), artículos dedicados por artistas y sus DJs, peticiones de temas supercurrados de los asistentes a las sesiones del Razz Club, crónicas de conciertos únicos seleccionados por periodistas musicales y un top de sesiones por los DJs residentes. Una obra más visual que literaria que se devora en un par de jugosas lecturas. Manu González

cómics “Planetary 2” Ellis y Cassaday NORMA

“Planetary” de Warren Ellis y John Cassaday no es el mejor cómic que podrás leer este año. Es, simplemente, el mejor tebeo de esta década que nos abandona. Ellis quiso entrar a lo grande en el siglo XXI renovando el concepto del cómic popular con dos series: “The Autorithy” y “Planetary”. La primera influyó mucho en el mundo de los superhéroes (no se podría entender “The Ultimates” sino hubiera existido “The Autorithy”) pero se fue diluyendo mientras iba cambiando de guionistas y dibujantes. “Planetary”, en cambio, son 27 cómic-books (más tres extras) que se publicaron entre 1999 y 2009. Diez años de historia en los que Ellis y un Cassaday en estado de gracia (recibió tres premios Eisners seguidos al mejor ilustrador por esta serie) resumen todo el arte popular del siglo XX con una serie eterna. Elijah Snow, Jakita Wagner y The Drummer son los tres agentes de la organización Planetary, arqueólogos de lo imposible, que estudian la historia secreta de la Tierra. A medio camino entre “Expediente X” y el cómic de superhéroes, “Planetary” es una obra maestra indiscutible, uno de esos momentos en que la cultura pop y pulp adquiere niveles literarios altísimos. Norma publica su conclusión finalmente. Manu González

“American vampire” Snyder, King y Albuquerque

“Asterios Polyp” David Mazzucchelli SINS ENTIDO

PLANETA DE AGOSTINI

“Dios en persona” Marc-Antoine Mathieu SINS ENTIDO

“American vampire” es uno de esos cómics que adquieren cierta relevancia entre el alud de novedades mensuales por razones que poco tienen que ver con su calidad. En este caso, se trata del primer cómic que Stephen King guioniza en toda su vida de narrador de nuestros más poderosos miedos. Aunque la historia original no es del Rey, sino del aplicado (y hasta cierto punto, original) Scott Snyder, quien crea al primer vampiro americano —que se diferencia bastante de sus ‘padres’ europeos porque puede caminar bajo la luz del sol—. King se encarga de narrarnos el pasado de Skinner Sweet (el forajido que se convierte en el primer vampiro made in USA), mientras que Snyder nos cuenta la venganza de la aspirante a actriz Pearl Jones contra unos mafiosos vampiros hollywodienses (ayudada por Skinner, claro). El errático arte de Rafael Albuquerque (brillante en la parte de King, normalito en la de Snyder) es el encargado de ilustrar esta nueva vuelta de tuerca al mito vampírico. Manu González

Estamos ante una de las obras del noveno arte más esperadas de los últimos tiempos. Afrontamos el dilema de discernir si el genio Mazzucchelli ha sabido realmente doblegar las viñetas y dotar de nuevo aire a los cimientos del medio, o si todo se queda en pura elegancia formal, en un arrebato de soberbia similar a los que conducen los pasos del protagonista de esta novela gráfica. Las dos caras de “Asterios Polyp” responden a una geometría genuina, pero a su vez hecha de trazos heredados. Puede saturar la sobrecarga metafórica del libro, o resultar artificiosa su bella paleta de tonos cyan, magenta y amarillo, pero sin duda resulta estimulante la avidez del autor por contar una historia sin abuso de retórica, sino a través del uso de símbolos gráficos, el sostener un contrapunto constante al protagonista, arquitecto, intelectual y vividor, a través de la paradójica narración de su hermano gemelo muerto, o la descripción de la voz de cada personaje a través de la imagen que se le confiere. Albert Fernández

¡Qué fácil es alzar la cabeza hacia el cielo y rogarle algún favor a Dios, o levantar los puños y pedirle cuentas cuando las cosas van mal! Ahora imagina que el tipo que dio origen a todo estuviera aquí, entre nosotros; no elevado, sino a la altura de tu mirada. Esa es la cuestión que plantea esta maravillosa obra de Mathieu. Un tipo se planta en una cola y simplemente dice ser Dios. Es él, el creador, y al poco de su reencarnación se suceden los prodigios, se remueve la opinión pública, teólogos y psicólogos abundan en debates, millares de escritores se ofrecen como biógrafos, los medios de comunicación afilan el término ‘manipular’, mientras multitudes se hacinan a las puertas del juicio para resolver la existencia y responsabilidad de Dios en el devenir de lo humano. ¿Qué sucede cuando lo increíble se cuela en la realidad? ¿Cuál es la reacción ante tamaña disyunción metafísica? ¿Si Dios no existiera, habría que inventarlo? ¡Deja de hacerte preguntas y corre a leer este comic! Albert Fernández


052/053

songwriters / último clásico

songwriters

POL POT, POL POT, POL POT... Dead Kennedys fue el grupo que mejor supo aunar el espíritu transgresivo del punk británico y la energía del hardcore americano de los 80. Pero quizás más notoria que su música fuera la rabia con la que se enfrentaban al ’establishment’, con unas letras cargadas de sarcasmo y profunda crítica social, auténticos dardos venenosos contra el orden político de la era Reagan, gracias sobre todo a la labor de su líder Jello Biafra, conocido activista y agitador social hasta nuestros días. Con el hit underground “California über allies” dieron el primer aviso y se convirtieron en una fuerza política activa contra la derecha americana, el fundamentalismo religioso y el capitalismo despiadado de la América de Ronald Reagan. Esto sembraría el camino para futuras canciones tan mordientes como “Holiday in Cambodia”, “Nazi Punks fuck off!!” o “Moral majority”. “Holiday in Cambodia”, la que nos ocupa, es a la vez una sátira social contra la élite liberal e intelectual americana y contra el régimen militar comunista del Khmer Rouge que lideraba el dictador Pol Pot en Camboya, cuyo mandato estuvo manchado por la sangre de millones de personas que fueron ejecutadas (básicamente todos aquellos que poseían estudios o educación) o murieron de hambre en campos de trabajo, hasta que en 1979 fueron derrocados por las fuerzas vietnamitas. Jello Biafra clama contra la ignorancia y vida acomodada de la clase media alta americana y occidental, sobre-educada y liberal, socialmente concienciada pero siempre desde una cómoda distancia, desligada de los auténticos problemas del tercer mundo. Básicamente es una sátira contra nuestra generación, los hijos de los Baby Boomers de los años 60, una generación que por primera vez en la historia no ha tenido que luchar en ninguna guerra, ni pasar hambre, ni miedo... una generación que lo da todo por hecho y que toma sin dar nada a cambio. Biafra insta a esos jóvenes idealistas pero básicamente ignorantes a visitar Camboya para “vivir como uno y conseguir que las cosas se hagan” (now you can go where people are one, now you can go where they get things done) sólo para perder nuestra identidad individual y libertad de expresión, muriendo de hambre en los campos de trabajo de Camboya. Es muy fácil ser idealista, comprometido y reaccionario cuando no pende tu vida de un hilo y tus necesidades básicas están cubiertas. La frase que mejor define este falso compromiso social y romanticismo urbano es la de “the slums got so much soul”, dirigido a todos esos chicos blancos de clase media que tocan jazz en su estéreo de 5.000 dólares (hoy en día sería rap), se visten como gángsteres y creen que el ghetto tiene alma. Esos chavales no durarían ni un minuto en Camboya. Aunque, para ser justos, ninguno de nosotros tampoco. En realidad, no somos tan diferentes de los Sneetches que pueblan el cuento infantil del Dr. Seuss, esos seres barrigudos distinguidos con una estrella verde para poder discriminar a los que no son como ellos (“you‘re a starbelly sneetch, you suck like a leach”), una alegoría de la conformidad, la discriminación, intolerancia y prejuicio de la clase dominante.

Ilustración

Pablo Moreno Janina Canet

Texto

The Dead Kennedys “Holiday in Cambodia”

Compositores: Bruce Slesinger, East Bay Ray, Jello Biafra, Klaus Flouride y Darren Henley. Incluída en el LP “Fresh fruit for rotting vegetables” (Alternative Tentacles / Cherry Red, 1980).

So you been to school for a year or two And you know you’ve seen it all In daddy’s car thinkin’ you’ll go far Back east your type don’t crawl Play ethnicky jazz to parade your snazz On your five grand stereo Braggin that you know how the niggers feel cold And the slums got so much soul It’s time to taste what you most fear Right Guard will not help you here Brace yourself, my dear It’s a holiday in Cambodia It’s tough kid, but it’s life It’s a holiday in Cambodia Don’t forget to pack a wife You’re a star-belly sneetch you suck like a leech You want everyone to act like you Kiss ass while you bitch so you can get rich But your boss gets richer on you Well you’ll work harder with a gun in your back For a bowl of rice a day Slave for soldiers til you starve Then your head skewered on a stake Now you can go where people are one Now you can go where they get things done What you need my son: Is a holiday in Cambodia Where people dress in black A holiday in Cambodia Where you’ll kiss ass or crack Pol Pot, Pol Pot, Pol Pot, Pol Pot...

Así que has ido a la escuela durante un año o dos Y crees que lo sabes todo Conduciendo el coche de papá piensas que llegarás lejos En el este los de tu clase no se arrastran por el suelo Toca jazz étnico para parecer cool En tu estéreo de 5.000 dólares Jactándote de saber el frío que pasan los negros y que el ghetto tiene mucha alma Es hora de que pruebes aquello que más temes Right Guard no podrá ayudarte aquí Prepárate para lo que viene, querido mío Son vacaciones en Camboya Es duro chaval, pero así es la vida Son vacaciones en Camboya No olvides traerte a tu mujer Eres un Sneetch barrigudo, mamas como una sanguijuela Quieres que todo el mundo se comporte como tú Lame culos mientras lloras para hacerte rico Pero tu jefe se hará todavía más rico a tu costa Bueno, trabajarás más duro con una pistola a tu espalda Por un cuenco de arroz al día Esclavizado por los soldados hasta que mueras de hambre Terminarás con tu cabeza pinchada en un palo Ahora puedes ir a donde la gente es una Ahora puedes ir a donde las cosas se hacen Lo que necesitas, hijo mío Son unas vacaciones en Camboya Donde la gente viste de negro Vacaciones en Camboya Donde lamerás culos o te derrumbarás Pol Pot, Pol Pot, Pol Pot, Pol Pot...


Texto

Pablo Vinuesa

Rodan “Rusty”

QUARTESTICK, 94

T

engo un amigo que sufrió la gran desgracia de pasar un verano entero en Louisville, Kentucky. Su opinión, que suscribirían francotiradores de los suburbios como Richard Yates o John Cheever, fue clara: “Ahora entiendo por qué de esta ciudad han salido grupos como Slint y Rodan”. Entre las infinitas barriadas de calles impersonales y casitas con el césped bien cortado los domingos, el ocasional mall y un centro de negocios con rascacielos y yonquis à la “The walking dead”, no habrá mejor caldo de cultivo para una forma de hacer música, el slowcore, que capturaba a la perfección el rechazo al lifestyle norteamericano. Algunos jóvenes sensibles e inadaptados encontraron en la violencia sonora un buen refugio para aislarse de sus ansiedades vitales. Y entonces fue “Spiderland”. Corría el año 1991 y unos chavales del pueblo crearon una de las muestras más perfectas de angst juvenil que jamás se haya planchado sobre un vinilo. Un año más tarde se forma Rodan, un cuarteto que, tras varios cambios de formación, se estabiliza con Jeff Mueller y Jason Noble a las guitarras, Tara Jane O’Neil al bajo y Kevin Coultas a batería, y que no sólo tiene en común con Slint su querencia esloucoreta y la ciudad de procedencia, sino también su potencia de supernova. Como los de Brian McMahan y David Pajo, Rodan no pudieron soportar la intensidad de su obra, disolviéndose poco después de la edición de “Rusty”, su único largo. Por último, otra conexión. Si los ex-Slint han tocado posteriormente en el 50% de las grandes bandas del underground yanqui, los de Rodan copan la otra mitad. Mueller capitaneó June of 44, Noble perteneció a Rachel’s y ambos siguen tocando como The Shipping News; Tara estuvo en Retsin, en The Sonora Pine junto a Coultas y además ha creado múltiples proyectos en solitario que la han hecho habitual por estos lares. Sólo faltarían Bitch Magnet (con David Grubbs y Sooyoung Park) para completar el Top Three de grupos ‘ocultos’ de los que se nutre el árbol genealógico del guitarreo indie norteamericano.

el último clásico

Todavía, a toro muy pasado y cuando ya a los indies de a pie les interesa más el postdubstep y la cosmic-disco que estos cenagosos pantanos, hay muchos señores, algunos de ellos hasta críticos musicales de prestigiosa firma, que no terminan de ver clara la diferencia entre post-rock, math-rock, emocore y slowcore. Para rendir homenaje a este último estilo, clave en la década de los 90 pero famoso sólo de manera tangencial por el éxito tardío del “Spiderland” de Slint, recuperaremos a otro de los grandes grupos de esta célula tan violenta como romántica, Rodan.

Tras un 7” compartido en el sello Simple Machines, otro single para Three Little Girls y la mítica cassette autoeditada “Aviary”, Rodan alcanzan un acuerdo con la lloradísima Touch & Go, quien decide sacarles un disco en su subsidiaria Quarterstick. Contratan al simpar Bob Weston (recuerden, tercio de Shellac y el otro gran productor del hardcore mundial junto a su compi Steve Albini) y precisamente el sobrenombre de este, “Rusty”, dará título a este debut. Dos elecciones perfectas para gestar uno de los discos más intensos y dolientes de la década. “Bible silver corner” abre el LP con hermosos juegos de guitarras y bajo. Son unos preciosos puzzles instrumentales que se van retorciendo progresivamente hasta un intrincado final que desemboca en la imparable “Shiner” con dos minutos y medio de hardcore abrasivo, cambios de ritmo imprevisibles y duelos a muerte entre gritos majaras y recitados casi subliminales. Y, entre un y otro vértice, surge “The everyday world of bodies”, la mejor canción del disco y probablemente una de las que mejor definen el slowcore junto al “Washer” de Slint. Estamos ante doce minutos con continuos altibajos de intensidad, letras crípticas pero sugerentes (esos gritos de “everything changes”, “sick... so sick, so sick!”, “wait for something better” o “I will be there, I swear” me siguen poniendo los pelos como escarpias 16 años después), vacíos insondables infestados de oscuros arpegios y arreones de metal opaco. Tras esto, “Jungle Jim” y “Tooth fairy retribution manifesto”, con una inmensa Tara, y “Gauge”, el sueño húmedo de Mogwai, siguen añadiendo capas de óxido a los surcos de un vinilo básico. Poco más podrían soportar Rodan tras esta obra cumbre de la sinrazón. Se convertirían pronto en banda de culto, darían unos pocos conciertos e incluso grabarían una John Peel Session hasta que su rastro se difumina en diversos proyectos posteriores, casi igualmente cargados de rabia y tensión. Aunque “Rusty” quedará siempre en la memoria como un clásico maldito e imprescindible.


054/055

open mic

+net labels Columna

David Broc

+import

Columna

TRAE TU RUIDO Descubrí a Merzbow gracias a Txema Alguacil y Agustí Prats, dos personajes dislocados, retorcidos y extraños en lo que se refiere a filias musicales; en persona son hasta agradables al trato. Me introdujeron al músico japonés y a tantos otros alquimistas del ruido por aquel entonces, y mejor no recordar los años que hace de esto para evitar la tentación de empezar a pensar ya en utilizar Viagra, y a su vez fue una perfecta carta de presentación de los dos tipos, acompañantes de lujo en reuniones de decadencia antológica en tugurios barceloneses de dudoso glamur como Nostromo, el desaparecido Sbarro o el VIPS. En ellas se departía sobre Stroszek, tetas y culos, Hitler, japonesas, Arvo Pärt, la posible vida oculta del camarero, Whitehouse o postes de electricidad como inmejorable fondo fotográfico, así a grosso modo y sin ningún orden establecido de preferencia. Unos cuantos años después, bueno, mejor dicho, muchos años después ambos siguen defendiendo su exquisito gusto musical con la misma elegancia y modestia de antaño, aunque ahora uno aspira a acabar la próxima maratón de Barcelona y el otro, felizmente emparejado, ha refinado y perfeccionado su cinismo hasta límites de perfección absoluta, quién sabe si como consecuencia de lo primero. Figuran en mi lista de Dioses ad eternum por numerosos motivos y muy dispares entre sí, pero el descubrimiento de Masami Akita y otros tantos locos de la esfera noise es una muy buena razón para rendirles tributo desde aquí, sobre todo aprovechando que el maestro nipón acaba de publicar “Merzbient”, una caja mastodóntica de doce CDs que recopila y recupera material grabado entre 1987 y 1990, una etapa especialmente fértil y productiva de su carrera. Lógicamente, alérgicos al ruido y propuestas sonoras de correosa digestión mejor abstenerse. Estarían tirando el dinero por el retrete. Para aquellos ya iniciados en materia, tampoco hay mucho que decirles, a buen seguro que ya conocen la existencia de este cofre deluxe y están al tanto de lo que se cuece en su interior. Dudo que a un fan de Merzbow se le pueda vender la moto ya, es un cliente fijo para toda la vida. Si te has gastado cientos de euros en seguir de cerca la integral, ya no te viene de 80 euros más. Para aquellos neófitos con interés y ganas de jugarse su dinero a la ruleta rusa del pillaje extreme, he aquí un buen motivo para seguir leyendo. ¿Qué se encontrarán en esta caja de lomo agradecido y posicionamiento estratégico en cualquier estantería que se precie? Básicamente un recorrido por la cara menos monocorde y violenta del loco japonés, porque una de las peculiaridades de este lanzamiento es que aglutina la vertiente más ambiental de su discurso. ¿Quiere eso decir que nos encontraremos a un Merzbow relajado en una línea más Brian Eno? No, el mecanismo expresivo de nuestro protagonista sigue siendo el ruido a pelo, rugoso y martilleante, pero sí es cierto que en esta época se aprecia mayor sutileza en las grabaciones, mayor exploración de campo, mayor atención al detalle. Es prácticamente imposible seguirle el rastro a toda su discografía —bueno, hace un tiempo también parecía una utopía alcanzar la integral de Criterion y más de uno llegará a conseguir ese objetivo en unos meses—, pero la verdad es que entre su larga lista de discos publicados recientemente, que eran realmente complejos de diferenciar y personalizar, esta caja, si bien es producción añeja, se convierte en una de las mejores compras posibles para los amantes del mal rollo y la cañita brava con coartada noise.

Gloria González

UNA DE GRANDES MONSTRUOS BUENOS Pequeña Fiera! son una de las razones de ser de esta sección. Bueno, de permanecer. Y es que son uno de esos grupos que te animan a seguir creyendo en que lo increíble es posible. Sí, hay ahí fuera (o sea, aquí arriba) grupos mágicos capaces de crear un universo suyo, propio, intransferible y sin embargo al alcance de cualquiera a quien no le de miedo rastrear recónditos lugares de Internet y visitar sitios adonde casi nadie quiere llevarle, quizá porque casi todo el mundo ignore que existen. Pequeña Fiera! vuelven a atacar desde Valencia con un mini-álbum descargable gratis en Error! Lo-fi (http://error-lofi.com) que confirma que dominan el arte del impresionismo pop, Ni entre Pascal Comelade y Wolf Parade, ni entre Toy Story y Baxter Dury, “Mountains were monsters” no puede situarse en ninguna casilla, ni entre ninguna referencia, porque se las come todas. Fantástico. Otra gran noticia es que ha nacido un netlabel nuevo, se llama Bubbletone (http://bubbletonediscos.com) y a través de su Club 7 regala singles de indie pop, entre los que destacan “Sentiments and artifacts” de The Artic Flow, en plan romántico-shoegaze, y “New November leaves” de Fireflies, en una línea aun más introvertida todavía. Muy bonito y prometedor. Mientras, el sello Escala (http://escalared.com) cumple cuatro años de dedicación a la electrónica y lo festeja publicando un doble recopilatorio, “Escala no uniforme”, que incluye temas de Pleq, Crisopa, Ten & Tracer y muchos artistas (electrónicos) más y, como su nombre indica sólo a medias, es muy variado pero

de calidad constante. Recomendado, igual que el también doble (pero dividido en dos) recopilatorio con el que Lost Children (http://lostchildrennetlabel.com) celebra, porque sí, la música avanzada italiana, que se lo merece. Se llaman “Con fuoco d’occhi un nostalgico lupo” (volumen 1 y volumen 2) y, gracias a artistas como Giuseppe Ielasi o Airportman, nos aproximan a un territorio subterráneo de insólita belleza. Desde México, aunque vía el netlabel de Chicago Pan y Rosas Discos (http://panyrosasdiscos.net), nos llega el trío Rodototoed, cuyo “Relatos de poder” son dos psicodélicas divagaciones brillantemente improvisadas. Un loco desenfreno que se complementa bien con la parsimonia del estadounidense Peacefang, en cuyo “Peacefang EP” presenta una despejada folktrónica que acaricia el silencio muy cariñosamente. Lo distribuye No Source (http://no-source.info), otra fuente de alegría compartible que no falla (casi).

+jander Columna

ALREDEDOR DE CORNELIUS CARDEW Ahora que parece que la sensibilidad indie se ha vuelto receptiva a las obras de piano (ver la reseña de “Keys” en la sección de discos de este mismo número), parece buen momento para hablar de John Tilbury, un entrañable vejete británico que lleva varias décadas trabajando con formatos de improvisación controlada, y que pasa por ser la persona que más y mejor conoce la vida y la obra de Cornelius Cardew, uno de los compositores más particulares que ha dado Inglaterra en el siglo XX. De ahí que sea tan interesante “Works 1960-70” (+3db, 10), un singular recorrido por las obras que Cardew escribió durante una década particularmente fértil en su carrera. La comenzó desarrollando sus teorías sobre la música indeterminada (esas partituras tan bonitas, llenas de círculos y figuras geométricas, que el músico debe interpretar a su aire) y terminó aplicando técnicas de música improvisada a partituras con unos pocos elementos fijos. Es

Vidal Romero

interesante porque Tilbury ha diseñado un recorrido que tiene tanto de traza histórica como de relato sentimental (porque fue en aquella época cuando conoció al compositor, del que terminaría siendo un gran amigo), pero también porque, para acometer la empresa, ha rodeado su piano de un equipo singular: el contrabajo de Michael Francis Duch y el arpa amplificada de Rhodri Davies. Músicos que le permiten enfrentarse a las piezas desde una perspectiva casi aislacionista, dejando caer trazas melódicas, golpes de piano, texturas y drones sobre una piscina de silencios. Una interpretación arriesgada y cruda que desnuda de artificios las partituras originales y se concentra en el plano emocional. Muy grande. Al mismo tiempo y en el mismo sello, Duch acaba de publicar “Edges” (+3db, 10), un trabajo en el que enfrenta, a solas con su contrabajo, obras de Christian Wolff, Earle Brown, Morton Feldman, Howard Skempton y el propio Cardew desde una perspectiva libre, en la que hay mucho espacio para la improvisación. Como en el caso anterior, el uso de los silencios y la intensidad tienen mucha importancia, con la diferencia de que, al no tener que mirar a su alrededor porque trabaja en solitario, Duch acomete interpretaciones más audaces. Maltrata a su instrumento, le arranca todo tipo de quejidos, ruidos y sonoridades (también alguna nota bien tocada, aquí y allá), material con el que construye acercamientos sensibles y emotivos a las obras que ha escogido. A ratos recuerda al gran Erik Friedlander, y eso siempre es un piropo.


+all that jazz

Columna

Pepo Márquez

JAZZ ATÓMICO VOL. 2 Después de haber dejado el mes pasado a medio reseñar este disco de dos partes, diciembre nos trae el segundo volumen de un disco enorme, mágico e importante, como cada vez que editan algo los noruegos Atomic. Este segundo disco se abre con “Rome”, antes aparecida en el disco de estudio de 2006, “Happy new ears!”. Su melodía inmediata, cercana y casi obsesiva, sirve de lanzadera a solos maravillosos de Fredrik, Magnus y Håvard, mientras la insobornable y casi

telepática sección rítmica golpea que te las pelas. Lo de Ingebrigt al contrabajo empieza a ser de escándalo. No sólo se ha convertido casi en el alma de Atomic con un instrumento que siempre ha estado relegado al segundo plano, sino que corre el verdadero riesgo de convertirse en estrella mundial del género (entren en esta página y comprueben el apabullante número de discos que ya ha grabado, Ingebrigtflaten.com). “Sanguine” relaja un poco la tensión, guiada por Magnus y Paal, hasta que a mitad de canción se va uniendo el resto del quinteto. No pierdan detalle del solo de Håvard. La canción termina con unos cuantos compases de ensemble maravillosos (e imaginamos que el público en pie. ¿No habrá DVD de todo esto?). El tercer corte, “Edit”, tiene una tensión rara, si se puede llamar así. Intuyes que va a pasar algo, que puede pasar algo y que pasará algo. Pero es entonces cuando la canción se duerme, se sosiega y se levanta con buen pie. Es la típica canción de Atomic, lo que parece un pasaje, es en realidad un monstruo de tres cabezas que te mira fijamente. Aunque decida no atacarte. Pero entonces llega “Two boxes” y su energía maníaca, maravillosa, casi Bop, donde los instrumentos parecen entrar en diálogos literales entre ellos (a modo casi de pregunta-respuesta). Vuelve a destacar (ah, señores, no nos cansaremos de él) Ingebrigt, con esa facilidad para sacar sonidos del contrabajo que uno nunca pensó que podían salir de

semejante instrumento, dando paso a un Paal enardecido, cercano y rápido, como un profesor risueño, de buena mañana, que imparte lecciones a quien quiera escuchar. Pero lo mejor, como siempre, es el final. Atomic demuestran que son un grupo inquebrantable en cada final de canción. Y para cerrar este increíble “Theater tilters Vol. 2”, “Barylite”, que empieza un poco como la canción anterior pero donde, sin avisar, van sucediendo pequeños accidentes hasta llegar al unísono. Incluso el fan más acérrimo de Atomic se sorprenderá todavía con la capacidad que tienen los noruegos para acometer un pasaje gigantesco de free jazz progresivo ¡¡¡haciendo unísonos!!!, que más o menos es como si todos los atletas de una maratón, desde el primero hasta el último, corriesen los primeros 5 KM guardando todos el mismo paso con la pierna derecha y con la pierna izquierda. Una locura. Igual que el solo de Magnus, de auténtico zumbado. Si Atomic querían cerrar el disco sentando las bases de su sonido, no sólo lo han conseguido, sino que, como siempre, lo empujan un poco más allá. Como los olímpicos, más alto, más fuerte y más rápido. El mejor cierre posible para un concierto perfecto. Atomic siguen a lo suyo. Solos en su tarea suicida de mantener peligroso el jazz, lo hacen, además, con una perfección y una elegancia más propia de los que practican este juego a cámara lenta. Y no. Atomic son al jazz lo que Slayer al metal. Ustedes me entienden.

acabo de decir, están en todo su derecho. Este disco no teme sonar operístico ni épico, ni meter elementos de Ennio Morricone cuando menos te lo esperas. La canción que abre el disco, “Cosmetics”, toca muchos palos hasta que desencadena en un coda muy propio de Foetus alrededor del minuto seis de canción. De hecho, es un disco muy cinemático. Es paranoico y siniestro. Sí, es siniestro. Tan siniestro que en realidad empiezas a preguntarte si Tim Burton no se ha equivocado de hombre todos estos años para crear sus bandas sonoras... Aunque “Hide” suena más cyberpunk que gótico, en realidad. Si escuchas atentamente, incluso oirás a algún gitano loco. Mucha orquestación e instrumentos aporreados. Torbellinos de sonido manipulados en el aire. “Hide” es como el décimo disco decente de Foetus, aunque debe figurar como el número 341 en la prolífica carrera de JG Thirwell. Es a la vez familiar y perturbador, como gran parte de su material. Entrevisté a JG Thirwell una vez, en una de mis primeras visitas a Nueva York, alrededor de 1989. Cogí el tren para ir a su casa, en Brooklyn Projects. Había un paseo de diez minutos desde la estación hasta su piso, y durante el camino pasé al lado de tres coches ardiendo. “Me alegro de que hayas llegado sin problemas”, remarcó Jim al verme, tras sacar los tres candados de su puerta de metal. “A las últimas tres personas que vinieron a verme les robaron”. No me dio la impresión de que estuviera bromeando.

JONNY Jonny es el nuevo proyecto a medias entre Norman Blake, de mis queridísimos escoceses Teenage Fanclub (historia real: mi primera novia llamó a su hámster Norman en honor a Blake cuando todavía militaba en The Boy Hairdressers) y Euros Childs, de mis amadísimos galeses Gorky’s Zygotic Mynci (historia real: el agente de prensa de Gorky me llamó justo después de que estos firmaran por una multinacional para decirme que me enviaban al primer destino que yo quisiera para entrevistar a la banda. Me lo pensé un segundo y contesté: “Gorky Park”. Tres semanas después...). Ostias... Así que por un lado está Norman y por otro Euros, y ambos han formado un grupo juntos. Y es tan pastoral, profundamente armónico y enamorado del verano como cabría esperar. O quizás aún más. Las dos voces juntas suenan como algo mágico. Y lo celebran regalando su EP de debut, cuatro canciones llenas de salchichas e inventores italianos y sonidos de guitarra que recuerdan a The Easybeats. O quizás más a Jan & Dean, obviamente. Ostias, ostias...

+the true report

Columna

Everett True

FOETUS Foetus acaba de publicar nuevo disco, “Hide”. Es sucio. Cultiva un sonido con muchas capas, atmosférico y claustrofóbico. Está fuertemente orquestrado, por todos lados. Por orquestrado me refiero a una sección de cuerda poderosa que se acopla a la perfección con los poderosos beats industriales. Es sinfónico. Joder, sí. Es cinemático. Mina tu energía si le dejas. Es retorcido. Utiliza la voz de Abby Fischer en diferentes capas que se superponen hasta parecerse a un gran coro de cantantes. Los beats se retuercen y se fragmentan. La música se retuerce y se fragmenta y después se fragmenta todavía más. Me recuerda vagamente a Laibach, pero sin su humor. Si alguien quiere sacar una conclusión de lo que

SHE MAKES WAR Ella tiene algo, no estoy seguro del qué. Ambición. Arrogancia. Inocencia. Una gran capacidad para la autopromoción. Me pregunto si She Makes War es fan de Bat For Lashes y Amanda Palmer. No importa. Ella es mucho más interesante. Me gusta que su música sea directa, sin ambages ni adornos.


056/057

agenda Razzmatazz 2. Hora y precio S/C. _Pianismos: Peter Broderick. Espai Cultural Caja Madrid. 20 h. 2,5 €. _The Pinker Tones. Apolo. 20:30 h. Precio S/C. _Hola a Todo el Mundo. Sidecar. 22 h. 12 €. _Seward. Heliogàbal. 22 h. 5 €. _Benjammin + Zuri. Marula Café. Hora y precio S/C. _Londo Guns + Yuksek. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Ellen Allien + Margarita. Nitsa & La [2]. 22 h. 13 €. Sábado, 18 de diciembre _Maika Makovski + Havalina. Apolo. 20:30 h. Precio S/C. _Supersubmarina. La [2]. 21 h. Precio S/C. _Necro. BeCool. 21 h. 18 €. _Cardova. Marula Café. Hora y precio S/C. _The Phenomenal Handclap Band. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Marc Marzenit + April Fool’s Day. Nitsa & La [2]. 22 h. 15 €. _John Talabot. BeCool. 24 h. Precio S/C. Domingo, 19 de diciembre _Minimúsica: Le Pianc, Fred i Son, Miss Carrussel. Teatre Principal. Badalona. 12 h. Precio S/C. _Mala Rodríguez. Apolo. 19 h. Precio S/C. Miércoles, 22 de diciembre _Mishima. Heliogàbal. 22 h. 10 €.

agenda Barcelona Miércoles, 1 de diciembre _Wooden Shjips + Cuzo. La [2]. 21 h. Precio S/C. _Fool’s Gold. BeCool. 21 h. 18 €. _Inspira. Heliogàbal. 22 h. 5 €. Jueves, 2 de diciembre _Pianismos: Sylvain Chauveau. Espai Cultural Caja Madrid. 20 h. 2,5 €. _2manydjs + Soulwax. Sant Jordi Club. Hora S/C. 32 €. _The Tallest Man On Earth. Razzmatazz 2. Hora S/C. 18 €. _The Scientist. Razzmatazz 3. Hora S/C. 12 €. _Amaral + Alondra Bentley. Apolo. 21 h. Precio S/C. _Tulsa + Maria Rodés. La [2]. 20 h. Precio S/C. _Cycle + Monoculture. BeCool. 21 h. 12 €. _Inspira. Heliogàbal. 22 h. 5 €. Viernes, 3 de diciembre _Pianismos: Nils Frahm. Espai Cultural Caja Madrid. 20 h. 2,5 €. _Euskalherriasona: Aupa Quartet. Euskal Etxea. 20 h. Gratis. _The Bloody Beetroots. Apolo. 22 h. 30 €. _The Lost Fingers. La [2]. 22 h. Precio S/C. _Ana Tijoux. La [2]. 20 h. Precio S/C. _Biscuit. Heliogàbal. 22 h. 5 €. _Cycle. El Sielu (Manresa). Hora y precio S/C. _Yelle + Timo Maas. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Sinden + DJ Coco. Nitsa & La [2]. 22 h. 15 €. _Derrick May. BeCool. 24 h. Precio S/C. _Mark Dobson AKA Butch. Movin’ On@At Jazz Room. 23:30 h. 10 €. Sábado, 4 de diciembre _Atari Teenage Riot. Apolo. 20:30 h. Precio S/C. _The Lost Fingers. La [2]. 21 h. Precio S/C. _Agent Ribbons. Teatre Cirvianum (Torelló). Hora y precio S/C. _El Hijo. Depósito Legal (L’Hospitalet). 22 h. Precio S/C. _Crystal Fighters + Mathew Jonson. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Drop The Lime + DJ Coco. Nitsa & La [2]. 22 h. 13 €.

MGMT

Razzmatazz 1 (BCN), 16/12/10 La Riviera (Madrid), 17/12/10

_Leona Murphy + Malayja Erpen. Movin’ On@At Jazz Room. 23:30 h. 10 €. Domingo, 5 de diciembre _Osaka Monaurail. Apolo. 21 h. Precio S/C. _Agent Ribbons. Shake It!. Hora y precio S/C. _Dixon. BeCool. 24 h. Precio S/C. _Alex Lemac + Dhaminal. Mephisto. 24 h. Precio S/C. _Daniel Wang. Cabaret Berlin. 21 h. 15 €. Martes, 7 de diciembre _M.I.A. Razzmatazz 1. 20:30 h. 30 €. _Alaska + Pffff. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Cristian Vogel + Toni Bass. Nitsa & La [2]. 22 h. 15 €. _Quantic. Marula Café. Hora y precio S/C. Miércoles, 8 de diciembre _Ben Frost. BeCool. 21 h. 19 €. Jueves, 9 de diciembre _Pianismos: Dustin O’Halloran. Espai Cultural Caja Madrid. 20 h. 2,5 €. _A Viva Veu: Teresa. Fantástico. 23 h. Gratis. _Horace Andy. Apolo. 20 h. Precio S/C. _Albert Pla y Pascal Comelade. Teatre Lliure. Hora y precio S/C. _The Mighty Fools. Rouge. 22 h. Gratis. Viernes, 10 de diciembre _Pianismos: Library Tapes. Espai Cultural Caja Madrid. 20 h. 2,5 €. _Euskalherriasona: Gari. Euskal Etxea. 20 h. Gratis. _Wovehand. La [2]. 19:30 h. Precio S/C. _NitoNiko. Depósito Legal (L’Hospitalet). 22 h. Precio S/C. _Astradyne. Sidecar. 21 h. 8 €. _ZPU. Bikini. 20:30 h. 15 €. _The New Raemon + Francisco Nixon. Heliogàbal. 22 h. 8 €. _Tommy Hunt + The Black Beltones. Marula Café. Hora y precio S/C. _Albert Pla y Pascal Comelade. Teatre Lliure. Hora y precio S/C. _Two Door Cinema Club + Sasha. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Joris Voorn. Nitsa & La [2]. 22 h. 15 €. _Tiger & Woods. BeCool. 24 h. Precio S/C. Sábado, 11 de diciembre _Aphex Twin & Friends. Razzmatazz 1. 20:30 h. 40 €.

_Ke$ha. Razzmatazz 2. 21:30 h. 30 €. _Damo Suzuki. La [2]. 21:30 h. 12 €. _Audience. Sidecar. 22:30 h. 8 €. _Francisco Nixon + The New Raemon. Heliogàbal. 22 h. 8 €. _El Petit de Cal Eril. Casa de Cultura (Sant Cugat). Hora y precio S/C. _Albert Pla y Pascal Comelade. Teatre Lliure. Hora y precio S/C. _Abraham Boba. Sala Ramón Romagosa (Cornella). 22 h. 11,30 €. _Algora. City Hall. Hora y precio S/C. _Felix Cartal. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Egyptrixx + Graham. Nitsa & La [2]. 22 h. 15 €. _Azari & III. BeCool. 24 h. Precio S/C. Domingo, 12 de diciembre _Mil.leni: Kool & The Gang. L’Auditori. Hora y precio S/C. _No Hunger: Mendetz, Manos de Topo, Klaudia... Apolo. 19 h. Precio S/C. _Caribou. Razzmatazz 2. 20:30 h. 25 €. _Napoleón Solo. La [2]. 20 h. Precio S/C. _Albert Pla y Pascal Comelade. Teatre Lliure. Hora y precio S/C. Lunes, 13 de diciembre _Supernanas: Astrud, Mendetz, Standstill... Liceu. 20:30 h. Precio S/C. _Cuchillo + Dotore. Monasterio. Hora y precio S/C. Martes, 14 de diciembre _Marnie Stern. BeCool. Hora y precio S/C. Miércoles, 15 de diciembre _Mil.leni: Herbie Hancock. L’Auditori. Hora y precio S/C. _Howlin’ Rain. La [2]. 20:30 h. 18 €. _The Creepshow. Sidecar. 22:30 h. 15 €. _Me & The Bees. Moog. 21 h. 5 €. _Sam Amidon. BeCool. 21 h. 12 €. _Maria Rodés. Heliogàbal. 22 h. 6 €. Jueves, 16 de diciembre _Pianismos: Greg Haines. Espai Cultural Caja Madrid. 20 h. 2,5 €. _MGMT + Smith Westerns. Razzmatazz 1. 20:15 h. 30 €. _Elf Power. Moog. Hora y precio S/C. _D.A.R.Y.L. Razz Clubs. 1 h. 15 €. Viernes, 17 de diciembre _Band To Watch: Best Coast + Furguson.

Jueves, 23 de diciembre _Músics amb Nassos: Sidonie, Gentle Music Men, La Brigada... Apolo. 21 h. Precio S/C. _Triángulo de Amor Bizarro. El Clap (Mataró). 22:30 h. Precio S/C. _Mishima. Heliogàbal. 22 h. 10 €. _Undo. Razz Clubs. 1 h. 15 €. Viernes, 24 de diciembre _DJ Fra + DJ Coco. Nitsa & La [2]. 22 h. 13 €. _Buffetlibre DJs. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Carmelo + Héctor Engli. Mephisto. 24 h. Precio S/C. Sábado, 25 de diciembre _Fuckin’ Bollocks + Surfing Sirles. Sidecar. 22 h. 12 €. _Mouseup. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _DJ Fra + DJ Coco. Nitsa & La [2]. 22 h. 13 €. Viernes, 31 de diciembre _Undo. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _DJ Fra + Marc Piñol + Graham. Nitsa & La [2]. 22 h. 15 €. _The Presidentes. Marula Café. Hora y precio S/C.

Madrid Miércoles, 1 de diciembre _Kings Of Leon + The Whigs. Palacio Vistalegre. Hora y precio S/C. _The Tallest Man On Earth. Teatro Lara. Hora y precio S/C. Jueves, 2 de diciembre _Vertical Pop: Anni B Sweet. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _Bloody Beetroots + Vicarious Bliss. La Riviera. 20:30 h. 25 €. _Foreign Beggars. Heineken. Hora y precio S/C. _Mechanismo. Fotomatón. 21:30 h. 6 €. _The Pinker Tones. Charada. Hora y precio S/C. _Wooden Shjips. El Sol. 23 h. 15 €. Viernes, 3 de diciembre _2manydjs + Soulwax. Telefónica Arena. Hora S/C. 32 €. _Isobel Campbell & Marc Lanegan. Florida Park. Hora y precio S/C. _Atari Teenage Riot. Rotkitchen. Hora y precio S/C. _The Lost Fingers. Caracol. 22 h. Precio S/C. _Prince Rama. El Perro Club. 22 h. 5 €. _Speedometer feat. Ria Curry. Tempo Club. 23 h. 12 €. _Amable. Pop&Dance. Hora y precio S/C.


Isobel Campbell & Marc Lanegan Teatro Central (Sevilla), 01/12/10 Mirror (Valencia), 02/12/10 Florida Park (Madrid), 03/12/10 Festival CUVA (Santander), 04/12/10 Oasis (Zaragoza), 05/12/10

_Tim Baker. Café la Palma. 24 h. Gratis. Sábado, 4 de diciembre _Damon & Naomi. Fotomatón. Hora y precio S/C. _Burning + Yakuzas. Gruta 77. 23 h. 7 €. _Hobo + Psyk. Up. Hora y precio S/C. _Phat Fred. Tempo Club. 23 h. 8 €. _Todd Bodine. Audium. Hora y precio S/C. Domingo, 5 de diciembre _GOA: DJ Hell, Anthony Rother, Claude Von Stroke... Fabrik. Hora y precio S/C. _The Sweet Vandals. Tempo Club. 23 h. 10 €. Lunes, 6 de diciembre _M.I.A. La Riviera. 20:30 h. 28 €. _The Toasters + Sally Brown. Gruta 77. 21 h. 12 €. Martes, 7 de diciembre _DD/MM/YYYY. El Juglar. Hora y precio S/C. _Pajaro Sunrise. Tempo Club. 23 h. 8 €. _HD Substance. Café la Palma. 24 h. Gratis. Miércoles, 8 de diciembre _Horace Andy. Heineken. 20 h. Precio S/C. Jueves, 9 de diciembre _Heineken Music Selector: Owen Palett. Heineken. Hora y precio S/C. _Wovehand. Caracol. Hora y precio S/C. Viernes, 10 de diciembre _The Yardbirds. Heineken. 20:30 h. 23 €. _Betunizer. Wurtlizer Ballroom. Hora y precio S/C. _Ama, Apenino, Pumuky... Pop&Dance. 23 h. Gratis. _Febrero. Ochoymedio. 23 h. Precio S/C. _Eddie Roberts. Tempo Club. 23 h. 10 €. _Mathew Jonson. Up. Hora y precio S/C. Sábado, 11 de diciembre _Heineken Music Selector: Caribou. Costello. Hora y precio S/C. _Audio Bullys. Heineken. Hora y precio S/C. _Valina. El Perro Club. Hora y precio S/C. _Bandits + Back In Band. Ochoymedio. 22 h. Precio S/C. _Pelacha. Audium. Hora y precio S/C. Lunes, 13 de diciembre _Marnie Stern. Moby Dick. 20 h. 16 €. _80s Beats & Guitars: DJ Alaska, Lost Ange-

les... Joy Eslava. Hora y precio S/C. _Elf Power. El Juglar. Hora y precio S/C. Martes, 14 de diciembre _Vertical Pop: Bigott. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _Headless Horsemen. Gruta 77. 21:30 h. 10 €. Miércoles, 15 de diciembre _El Hijo + Gepe. El Sol. Hora y precio S/C. Jueves, 16 de diciembre _Los Punsetes. Heineken. 20:45 h. 12 €. _Javier Corcobado. La Casa Encendida. 22 h. 3 €. _No Dogs. Café La Palma. 22 h. 7 €. Viernes, 17 de diciembre _MGMT. La Riviera. Hora y precio S/C. _Micah P. Hinson. Heineken. Hora y precio S/C. _Howlin’ Rian. Gruta 77. 23 h. 15 €. _Screamin’ with Doctors + Alegría. Fotomatón. Hora y precio S/C. _The Creepshow. Wurlitzer Ballroom. Hora y precio S/C. _Guille Milkyway. Ochoymedio. 24:30 h. Precio S/C. _Algora + Underworld DJ. Pop&Dance. Hora y precio S/C. _Xpansul. Café la Palma. 24 h. Gratis. Sábado, 18 de diciembre _Heineken Music Selector: Best Coast. Heineken. Hora y precio S/C. _Lula + Iñigo Coppel. Fotomatón. Hora y precio S/C. _Klaus & Kinski. El Sol. 21 h. 13 €. _Klaus & Kinski DJs. Ochoymedio. 24:30 h. Precio S/C. _Kenny Larkin. Audium. Hora y precio S/C. Domingo, 19 de diciembre _Damien Lott. La Escalera de Jacob. 21:30 h. Precio S/C. Lunes, 20 de diciembre _We are Standard. Ritmo y Compás. 20:30 h. 10 €. Viernes, 24 de diciembre _Sr. Miyagi. Pop&Dance. Hora y precio S/C. Sábado, 25 de diciembre _Alex Under. Audium. Hora y precio S/C.

Martes, 28 de diciembre _Los Peterselleres. Moby Dick. 21 h. 8 €. Jueves, 30 de diciembre _Alondra Bentley. La Escalera de Jacob. Hora y precio S/C. Sábado, 1 de enero _Day One: Richie Hawtin, Loco Dice, Marco Carola, Technasia... Palacio Vistalegre. Hora S/C. 60 €.

Andalucía Miércoles, 1 de diciembre _Isobel Campbell & Marc Lanegan. Teatro Central (Sevilla). 21 h. 20 €. Viernes, 3 de diciembre _Foreign Beggars. Industrial Copera (Granada). Hora y precio S/C. Sábado, 4 de diciembre _James Holden + Luke Abbott. Industrial Copera (Granada). Hora y precio S/C. Martes, 7 de diciembre _Michel Cloup. Planta Baja (Granada). Hora y precio S/C. Jueves, 9 de diciembre _Varaverde. Planta Baja (Granada). Hora y precio S/C. Viernes, 10 de diciembre _Michel Cloup. Obbio (Sevilla). Hora y precio S/C. _Alondra Bentley. Iroquai (Jaén). Hora y precio S/C. Sábado, 11 de diciembre _Michel Cloup. Obbio (Sevilla). Hora y precio S/C. _Klaus & Kinski, Triángulo de Amor Bizarro... Caseta Municipal (Utrera). Hora y precio S/C. _Pajaro Sunrise. Zeppelín (Sevilla). Hora y precio S/C. Lunes, 13 de diciembre _Micah P. Hinson. Planta Baja (Granada). Hora y precio S/C.


058/058

agenda Martes, 14 de diciembre _Micah P. Hinson. Teatro Cánovas (Málaga). Hora y precio S/C. _Darren Hayman. Planta Baja (Granada). Hora y precio S/C. Miércoles, 15 de diciembre _Micah P. Hinson. Teatro Central (Sevilla). Hora y precio S/C. _Darren Hayman. Teatro Pedro Muñoz Seca (Puerto de Santa María). Hora y precio S/C. Jueves, 16 de diciembre _Niños Mutantes. Teatro Alhambra (Granada). Hora y precio S/C. _Cuzo. La Caja Blanca (Granada). Hora y precio S/C.

Sábado, 11 de diciembre _Gerard F. Blanc (Reus). 23 h. Gratis. Sábado, 18 de diciembre _Elf Power. Café del Teatre (Lleida). Hora y precio S/C. _Gentle Music Men. The Joe Strummer Club (Olot). Hora y precio S/C. _El Petit de Cal Eril. Auditori (Girona). Hora y precio S/C. _T@lp. Blanc (Reus). 23 h. Gratis. Viernes, 24 de diciembre _Kalet + Gerard F. Blanc (Reus). 23 h. Gratis. Sábado, 25 de diciembre _Luky. Blanc (Reus). 23 h. Gratis.

Viernes, 17 de diciembre _Hidrogenesse. Obbio Club (Sevilla). Hora y precio S/C. _Ellos. Imagina (Cádiz). Hora S/C. 12 €.

Euskadi

Sábado, 18 de diciembre _Pajaro Sunrise. Metrópolis (Córdoba). Hora y precio S/C. _Damien Lott. Milwaukee (Puerto de Sta. María). 21:30 h. Precio S/C.

Viernes, 3 de diciembre _Fool’s Gold. Arizona Ozio (Bilbao). 20:30 h. Gratis. _Wooden Shjips. Mogambo (Donostia). Hora y precio S/C. _The Tallest Man On Earth. Bukowski (Donostia). Hora y precio S/C.

Aragón

Sábado, 4 de diciembre _Wovehand. Kafe Antzokia (Bilbao). Hora y precio S/C.

Jueves, 2 de diciembre _Agent Ribbons. La Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C.

Martes, 7 de diciembre _Ben Sims. Fever (Bilbao). Hora y precio S/C.

Viernes, 3 de diciembre _El Hijo. López (Zaragoza). Hora y precio S/C.

Viernes, 10 de diciembre _Heineken Music Selector: Delorean, Owen Pallett, Caribou. Santana 27 (Bilbao). Hora y precio S/C. _The Glimmers. Fever (Bilbao). Hora y precio S/C.

Sábado, 4 de diciembre _DD/MM/YYYY. La Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C. Domingo, 5 de diciembre _Isobel Campbell & Marc Lanegan. Oasis (Zaragoza). Hora y precio S/C. _Foreign Beggars + Grand Groove. López (Zaragoza). Hora S/C. 12 €. Sábado, 11 de diciembre _Los Tiki Phantoms. López (Zaragoza). Hora S/C. Gratis. _Damien Lott. La Barraca (Teruel). 21:30 h. Precio S/C.

Miércoles, 15 de diciembre _Elf Power. Kultur Kampus (Vitoria-Gasteiz). Hora y precio S/C. Viernes, 17 de diciembre _Oxia + Arne Ö. Fever (Bilbao). Hora y precio S/C. Sábado, 25 de diciembre _Sugar Rave. Fever (Bilbao). Hora y precio S/C.

Domingo, 12 de diciembre _Elf Power. La Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C.

Viernes, 31 de diciembre _Alex Doyle (Hot Chip DJ). Fever (Bilbao). Hora y precio S/C.

Lunes, 13 de diciembre _Peter Broderick. La Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C.

C. Valenciana

Jueves, 16 de diciembre _Micah P. Hinson. Oasis (Zaragoza). Hora y precio S/C.

Miércoles, 1 de diciembre _The R.G. Morrison. Gnomo (Valencia). Hora y precio S/C.

Viernes, 17 de diciembre _Bigott. López (Zaragoza). Hora S/C. 12 €.

Jueves, 2 de diciembre _Isobel Campbell & Marc Lanegan. Mirror (Valencia). Hora y precio S/C.

Catalunya Viernes, 3 de diciembre _DD/MM/YYYY. Zero (Tarragona). 23 h. 6 €. _Agent Ribbons. The Joe Strummer Club (Olot). Hora y precio S/C. _DJ Carles. Blanc (Reus). 23 h. Gratis. Sábado, 4 de diciembre _Foreign Beggars. Casal La Violeta (Altafulla). Hora y precio S/C. _Murmur. Zero (Tarragona). 23 h. Gratis. _Francesc Murcia. Blanc (Reus). 23 h. Gratis. Miércoles, 8 de diciembre _The Toasters. Zero (Tarragona). 21 h. 13 €. Viernes, 10 de diciembre _Mishima. Café del Teatre (Lleida). Hora y precio S/C.

Viernes, 3 de diciembre _Josh Rouse. Loco Club (Valencia). Hora y precio S/C. _NitoNiko. La3 (Valencia). Hora y precio S/C. Sábado, 4 de diciembre _The Toasters. La Fábrica (Gandía). 23:30 h. 8 €. _Josh Rouse. Loco Club (Valencia). Hora y precio S/C. _Nacho Vegas + Abraham Boba. Clubdos (Alicante). Hora y precio S/C. _The Essence + Ivan Serra... Metro Dance Club (Bigastro). Hora y precio S/C. Domingo, 5 de diciembre _2manydjs + Function. Barraca (Sueca). 18 h. 20 €. Martes, 7 de diciembre _Tulsa. Wah Wah (Valencia). 23 h. 5 €.

Viernes, 10 de diciembre _Sidecars. Wah Wah (Valencia). 22 h. 15 €. _The Zombie Kids. La3 (Valencia). Hora y precio S/C. Sábado, 11 de diciembre _Astrud & Co.lectiu Brossa. Gran Teatre (Elche). 21 h. 5 y 3 €. _Standstill + Miqui Puig DJ. La Fábrica (Gandía). 23:30 h. 8 €. Domingo, 12 de diciembre _Micah P. Hinson. Wah Wah (Valencia). 21:30 h. 18 €. Martes, 14 de diciembre _Peter Broderick. Centre Municipal Cultura (Castellón). Hora y precio S/C. Jueves, 16 de diciembre _Bigott. Wah Wah (Valencia). 22 h. 10 €. Viernes, 17 de diciembre _Elf Power. Universitat Jaume I (Castellón). Hora y precio S/C. Sábado, 18 de diciembre _Cycle + Alex Metric. La3. 22 h. 15 €. _Midnight Shots + Los Scooteres. Wah Wah (Valencia). 22:30 h. 8 €. Sábado, 1 de enero _One Two One: Ellen Allien, The Hacker, Thomas Muller... Spook (Pinedo). 17:30 h. 25 €.

Galicia Jueves, 2 de diciembre _SinSal: Callers + Emily Jane White. Auditorio Marco (Vigo). 20:30 h. 12 €. Viernes, 3 de diciembre _Teenage Fanclub. Capitol (Santiago). 22 h. Precio S/C. Domingo, 5 de diciembre _Damon & Naomi. Café Pop Torgal (Ourense). Hora y precio S/C. Lunes, 6 de diciembre _DD/MM/YYYY. Karma (Pontevedra). Hora y precio S/C. Jueves, 9 de diciembre _Heineken Music Selector: Delorean. Karma (Pontevedra). Hora y precio S/C. Viernes, 10 de diciembre _Peter Broderick. Le Club (A Coruña). Hora y precio S/C. Sábado, 11 de diciembre _Peter Broderick. Café Pop Torgal (Ourense). Hora y precio S/C. Sábado, 18 de diciembre _SinSal: Daniel Carter/William Parker/Federico Ughi. Auditorio Do Concello (Vigo). 21 h. 12 €. _Micah P. Hinson. Mondo (Vigo). Hora y precio S/C.

Murcia Jueves, 9 de diciembre _Michel Cloup. 12ymedio (Murcia). Hora y precio S/C. Viernes, 10 de diciembre _Micah P. Hinson. Auditorio Victor Villegas (Murcia). Hora y precio S/C. _Damien Lott. Musik (Murcia). 21:30 h. Precio S/C. Sábado, 18 de diciembre _TooSoul. Old School (Murcia). Hora y precio S/C.



060/061

live

Micah P. Hinson + Centro-Matic PALAU DE LA MÚSICA (BCN), 12/11/10

liveclubs

Asiduo y querido en nuestro país como pocos, la carrera de Micah P. Hinson es el fiel ejemplo de artista indie que consigue convertirse en todo un fenómeno musical, como lo demuestra su participación en el Festival de Guitarra, con un Palau de la Música a rebosar.

El problema de fondo radica aquí, en que Micah se ha relajado y eso no es justo para los que le seguimos. Digamos que fue el típico concierto que endulzó y satisfizo a los que hace poco descubrieron las virtudes artísticas del tejano, pero que dejó un sabor agridulce a los que esperaban más de un concierto que se presentaba, a priori, como especial. Y no sólo por tener lugar en un espacio tan envolvente como el Palau. Y es que podemos acusar algunas razones de peso que truncaron en cierto modo dichas expectivas. La voz de Micah, aunque continúa teniendo esa carga emotiva tan característica, presenta algo de desgaste y sus monólogos en el escenario se alargaron más de lo debido. Digamos que la contribución de Centro-Matic al concierto fue la gran guinda que logró equilibrar la balanza, pues el gran Will Johnson sí que sabe cómo equilibrar emoción con técnica vocal (de la que va sobrado). Lo que no se puede negar es la gran capacidad como compositor de Micah P. Hinson y ese nosequé mágico que hace que pueda seguir conmoviéndonos y no deje de parecernos creíble. La selección del repertorio fue también de lo más acertado de la velada, haciendo repaso a temas más antiguos y ásperos como “Don’t you” o recordando a amigos fallecidos con la sobria y a la vez frágil “Seven horses seen”. Echamos en falta algún tema estrella como “Patience” y un poco más de concentración por su parte, pero un concierto de Micah siempre suele ser como un reencuentro con un buen amigo de la infancia. Daniel Gómez / Foto Chus Sánchez

Shackleton NITSA CLUB (BARCELONA), 13/11/10

Este mes de noviembre el presente espacio se centra en una sola personalidad. No precisamente por una deficiente calidad de la programación en este mes otoñal, sino por la gran cita que llenó la Sala Apolo de hermetismo el pasado sábado 13, Shackleton, el rey de la oscuridad y amo y señor del techno sacado directamente del fondo del océano, dónde solamente sobreviven los seres vivos capaces de consumir muy poco oxígeno. Y es que uno de los aciertos del directo de Shackleton —cortito, a decir verdad, ya que duró una hora y pico escasa— fue convertir el teatro Apolo en un inmenso tupperware gigante, cerrado herméticamente, con el oxígeno justo para respirar; no a causa del calor humano desprendido, sino por la opresiva música del productor de Lancashire. Esa música tan áspera, como cuando se estrujan los cogollos de la sagrada planta entre tus dedos. Efectivamente, el autor de “Three EPs” (Perlon, 09) que nos dejó atónitos y acojonados el año pasado, hizo planear todo su ejército de fantasmas, que arrasaron con todo a su paso, al igual que los tanques teutones en plena Segunda Guerra Mundial. La mejor manera de arrancar fue con “(No more) Negative thoughts”, que preparó el terreno para los devenires del marciano inglés. Con toda la mesa llena a lo largo y ancho de cacharros que estrujar, Sam Shackleton reinó el caos con su sonido espectral y desolador, a la par que totalmente placentero y alucinógeno. La burbuja sonora que supo crear, con ecos de “Mountains of ashes” y “Trembling leaf” de su álbum, hizo cerrar esfínteres y apretar muchas mandíbulas; por mucho despistado que hubiera con cara de ‘esto qué demonios es’. Súmenle al show temas en línea a la escena de dubstep oscuro berlinés, y ya empezarán a comprender el porqué dedicarle tanto bombo y platillo al británico. Un solemne triunfo del techo hermético el que pudimos vivir en Barcelona, y que resumiría en la gran frase que me comentó el otro filósofo (con cariño, no como Zlatan) que tenemos en Barcelona y compañero de esta casa, Marc Piñol: “El set fue genial y supo llenar la sala sin poner casi un solo bombo. Clase”. Pues eso. Alberto Vidal

The Zombies LOCO CLUB (VALENCIA), 06/11/10

Es comprensible que después de cuarenta años, a la banda de Colin Blumstone y Rod Argent les resulte difícil mantener el pulso, pero no se les puede menos que reprender la cantidad de composiciones de sus proyectos en solitario que interpretaron durante el concierto en el Loco Club, muchas de las cuales deslucieron completamente el resultado final. El fan de The Zombies buscaba a una banda que se codeó con The Beatles y The Rolling Stones, inmediata, maravillosa, de melodías irrepetibles, y sólo se encontró con ellos durante medio concierto, cuando atacaron esa gran obra que es “Odessey and oracle” con temas como “A rose for Emily” o la esperada “Time of the season”. El resto, perdido entre ramplón pub-rock, detalles progresivos, solos de guitarra espantosos y con un Blumstone bajo de forma y actitud. Por el contrario, la buena tarea de Rod Argent en los teclados, y recuperaciones puntuales como “She’s not there”, “Tell her no” o ese “Summertime” ofrecieron la otra cara de la moneda, en un directo en el que faltaron muchas, demasiadas de las grandes composiciones del grupo británico. Por poner algunos ejemplos, “Friends of mine”, “Is this the dream” o “Maybe after he’s gone”. Decepcionante. Jesús Sáez

Vampire Weekend RAZZMATAZZ 1 (BCN), 13/11/10

Primera impresión del concierto de Vampire Weekend en Barcelona, pinchazo, y gordo. ¿Razón? Cuando ni siquiera llevaban una hora de concierto la garganta de Ezra Koenig no pudo más (o al menos eso comentaba en su twitter un par de días después) y el grupo abandonaba el escenario tras un solo bis dejando parte de la artillería pesada en el tintero. “Walcot”, “Giving up the gun” u “Horchata” no sonaron en Razzmatazz 1, por mucho que el público, que no entendía lo que pasaba, perseverase en su intento de devolver a la banda al escenario. Atrás quedaba lo que hasta el momento parecía una victoria segura, la presentación del estupendo “Contra”, donde su afro-pop con evidentes referencias al

“Graceland” de Paul Simon ha madurado y se ha dejado invadir por aires jamaicanos y samplers de M.I.A. y Toots & The Maytals. Los hits se fueron sucediendo desde el principio con el público entregado a ellos. Empezando por “Holidays”, y siguiendo con “Cape Cod Kwassa Kwassa” o “California English”, la maquinaria funcionó como un reloj hasta que falló la garganta. Y sí, la primera impresión después del concierto era de pinchazo, pero al cabo de un tiempo lo más probable es que lo que más se recuerde sean los más de 50 minutos de diversión y una sonrisa aparezca en la cara al rememorar la locura desatada por “A-punk”. Javier Burgueño

Arcade Fire PALAU SANT JORDI (BCN), 21/11/10

No esperen a ver las listas de los mejores conciertos del año, ya les avanzo que éste va a capitanearlas todas, y además lo hará en las publicaciones de más dispares colores y afinidades. Porque, después de lo del pasado 21 de noviembre, Arcade Fire ya no es ese pequeño tesoro indie que todos acariciábamos en la oscura soledad de nuestros iPods cuando salió “Funeral”. Los canadienses se han convertido en un grupo capaz de atraer a más de 10.000 personas al Palau Sant Jordi en pleno domingo de invierno y, además, de hacerlas enloquecer. El setlist no era para menos. Y es que el hecho de que una banda empiece con un hitazo como “Ready to start” y a las dos canciones tire de un as tan inmenso como “No cars go” puede significar dos cosas: o que la han cagado estrepitosamente o que la que tienen preparada es muy gorda. Y lo fue. Aquello iba in crescendo, y ya no había quien los parara. Régine y Win compartieron protagonismo, así como los temas de “The suburbs” con los de sus otros dos colosales álbumes. ¿Los momentos clave? La ya mencionada “No cars go” (himno, himno, himno), la preciosa “Crown of love” (pelos como escarpias), una demoledora “Neighbourhood #3 (Power Out)” y todo el Sant Jordi gritando eufórico “Lies! Lies!” con el puño alzado en “Rebellion (Lies)”. Fíjense que todavía me pitan los oídos por el bafle o micro que petó en mitad del concierto y aun así se lo perdono… Lo dicho, el concierto del año. Virginia Arroyo


San Miguel Unique’s: Franz Ferdinand UNIÓN NAVAL (BCN), 04/11/10

Fotos

Textos Virginia Arroyo Carlos Sánchez Libre

E

l bulo llevaba semanas corriendo por internet, ¿iban a ser Franz Ferdinand los siguientes en protagonizar las noches de San Miguel Unique’s? Sin que se acabara de confirmar del todo, ya corrían fechas y ciudades, 4, 6 y 8 de diciembre en Barcelona, Madrid y Málaga. Y pese a mis plegarias para que el concierto en Barcelona no coincidiera con Oceansize y Vessels el día 4 en BeCool o el concierto de despedida de LCD Soundsystem el día 6, Dios decidió no atender mis súplicas y me escribió dos efes bien grandes el jueves 4 de noviembre. No fue hasta ese mismo día que me di cuenta de que en realidad Dios es un tío bastante enrollado cuando quiere y de que esas dos efes borrarían sin dejar rastro cualquier lamentación. En cualquier caso, se acercaba el día, y el lugar del evento, como ya pasó en su anterior y primera edición, seguía siendo un misterio. Sólo un día antes, por fin se nos reveló, la base de la Unión Naval, detrás del Hotel W. Obviamente, la mayoría de nosotros guardamos bien el secreto y atendimos con sonrisa paciente y cara de póker los inquisitivos “¡pero al menos dime dónde es!” de nuestros amigos más envidiosetes. Y la sorpresa fue mayúscula incluso para los invitados. Cuando llegamos, nos encontramos con un astillero reconvertido en un inmenso local con puffs, mesas, lámparas gigantes verdes por doquier y cantidades industriales de cajas de madera de San Miguel para darle un aspecto todavía más naval al tema. Y lo que es más importante, un escenario bien amplio y barra libre toda la noche. La cosa prometía. Y subieron al escenario los ganadores del concurso para telonear al conjunto de Alex Kapranos, los encargados por tanto de calentar los motores de 1.200 asistentes extasiados y locos de ganas por ver a sus ídolos. Papel dulce a la par que difícil, por tanto, el que les tocó asumir a los madrileños Dinero. Pero el trío subió a las tablas, cogió las expectativas y les prendió fuego con su indie-rock incendiario y su derroche de

energía que parecía inagotable. Estuvieron pletóricos, gozaron de cada gota de sudor, de cada salto, de cada guitarrazo, de cada berrido. No sabría decir cuánto tiempo estuvieron allí arriba, pero se hizo cortísimo, y cuando se marcharon, daba la impresión de que, con sólo un álbum en el mercado, les sobraban tablas, ganas y fuelle para mucho más rato. Pero las luces se volvían a encender y ahora tocaba esperar la aparición del cuarteto que había congregado allí a más de mil personas ardientes por volver a sentir en sus venas y en sus tímpanos himnos como “Do you want to”. Y de hecho, ése fue el trallazo con el que Franz Ferdinand abrieron su directo y con el que pusieron a todos los asistentes a saltar. Y, como sabrá cualquiera que haya asistido a un concierto de estos escoceses, cuando Franz Ferdinand te ponen a brincar, raramente te dan un respiro. Así, cayeron uno tras otro temazos de la altura de “No you girls”, “The dark of the matinée” o la celebradísima “Take me out”, ya alzada a la categoría de himno generacional. Sólo nos dejaron descansar los pies unos minutos durante la preciosa “Walk away”, todavía más íntima y cercana en directo: de lagrimón y mechero o, traducido a versión 2.0, de tweet emotivo y móvil alzado. El set, muy similar al que disfrutamos en Badalona hace apenas un año, también incluyó otros grandes temas como “Michael”, “The fallen” o “Ulysses”, además de la ya tradicional batucada. La recta final la encaraban con un “Auf achse”, tema y organillo por el que tengo especial predilección. Y así se introducía una espectacular “Lucid dreams”, con un epílogo electrónico recortado para alivio de muchos y desgracia mía, que en su momento gocé de lo lindo los 12 minutos de megafestivaltechnoravero que se marcaron en Badalona. Justo después, el broche final lo ponía “This fire”, que, si bien no pegaba ni con cola con el derroche electrónico de “Lucid dreams”, se impuso como un cierre a la altura inmensa desde la que el cuarteto liderado por Alex Kapranos se despedía.


062/063

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cada por el uso de sintetizadores analógicos y texturas vocales que generaban bucles cósmicos y atmosféricos en los que perderse y dejarse llevar. Carlos Giffoni continuó en esta misma línea de electrónica cósmica pero con un toque más ruidista y pulsional, el mismo que intentaron dar Nadja a una actuación que tuvo poco de reseñable por demasiado lineal y repetitiva (aparte de serios problemas con el sonido). Ghédalia

Tazartès destacó por su más que sugerente conexión entre modernidad y tradición y por su empleo de la voz como elemento percusivo y dramático, ejemplificado en esos lamentos sonoros que acompañaban las diferentes texturas de sus collages musicales. El libanés Tarek Atoui fue una de las sorpresas del festival, acompañando su electrónica noise y experimental con un sentido de la puesta en escena que recordaba mucho a la del espasmódico Daedelus. Seefeel (en la foto), a priori la actuación más deseada del festival, tuvieron problemas con el software que sustituía al bajista DJ Scotch Egg y tuvieron que acabar su concierto antes de lo previsto, por lo que la sensación que nos quedó de la experiencia fue algo amarga. Bernhard Günter exploró en su actuación toda una gama de texturas y microsonidos que terminaron configurando una estética del silencio proclive a la introspección, mientras que Livio Tragtenberg nos ofreció un festín audiovisual también a medio camino entre la modernidad y la tradición, esta vez con claras referencias a sus raíces brasileñas. KTL ofrecieron la mejor actuación del festival, una hora de drone experimental y música extrema; un verdadero arte del magma, lo subterráneo y lo preverbal donde lo importante es la misma fisicidad del sonido, su dimensión agresiva, terrorífica y perturbadora. Con ellos se terminaron esos días de disfrute, aprendizaje y reflexión musical que son siempre los días del festival ExperimentaClub. Israel Márquez / Foto Rosa Ponce

al resto. Y se fue con más pena que gloria. Con este panorama aparecieron The Go! Team. No lo tenían fácil, pero divirtieron al público, con su desparpajo y sobre todo con la energía y el carisma de Ninja, que supo hacer frente a la situación. Para finalizar, Dorian estuvieron a la altura y arreglaron con su electro-pop, una noche que podría haber empezado mejor. El sábado superó al viernes desde el principio. Bigott es de lo mejor que le ha pasado a la música española últimamente y lo demostró en directo: singular, surrealista, diferente y musicalmente muy bueno. Se lo dejó en bandeja a una Anni B Sweet, que despedía

su gira y lo hizo bien, aunque el público al final estaba ya más pendiente de lo que llegaría después. Y llegó. Los más esperados, Massive Attack (en la foto), empezaron muy contundentes y desde el principio dejaron claro que estaban en otro nivel. Espectacular juego de luces, muy buen sonido y enormes las voces, sobre todo del jamaicano Horace Andy. Repasaron su “Heligoland”, con “Girl I love you” o “Splitting the atom”, sin olvidarse de deleitar al público con sus clásicos. Sólo un inoportuno apagón en mitad de “Angel” (que pareció parte del espectáculo ya que no pararon de tocar), empañó un concierto que se reanudó poco después. Más energía, “Teardrops”, “Unfinished sympathy” y uno de los mejores y más intensos conciertos que se han visto en la historia del festival. El fin de fiesta corrió a cargo de los electrónicos We Have Band y luego de We Are Standard, con un directo que nunca defrauda: fiesta en estado puro con todos sus éxitos, confeti en mitad de “The last time”, versión ‘Mpossiblee’ de “Waiting for the man” y un público que quería más. Para cerrar, el divertido espectáculo audiovisual de Addictive TV. En resumen, un FIZ que fue de menos a más, que dejó un buen sabor de boca y sobre todo ganas de que no sea el último. Rubén Fernández / Foto Daniel Luís García

ExperimentaClub 2010

LA CASA ENCENDIDA (MADRID), 30/09/2010-03/10/2010

La décima edición del festival ExperimentaClub, fiel a su tradición de darle a la música una vertiente didáctica, quiso reflejar esta tendencia de buena parte de la música electrónica y experimental actual centrando su programación en la relación entre electrónica y memoria. E.A.R fue el primero en revisitar la memoria de todos esos códigos, actitudes y modos de hacer que marcaron la música del pasado en una actuación mar-

FIZ 2010

MULTIUSOS (ZARAGOZA), 08-09/10/10

Un año más, Zaragoza pudo disfrutar del FIZ, festival que se agradece especialmente en estas fechas. Y eso que el principio no parecía muy esperanzador, con poco público y algunas incógnitas. El pop de Tachenko no defraudó a sus fieles, como es habitual. Tim Robbins y su Rogues Gallery Band lo hicieron bien pero sin acabar de encajar su folk en un festival como éste. Así las cosas y con el público esperando algo más, llegó el turno de Pete Doherthy. Apareció solo, con una guitarra y alcohol. Ofreció un acústico que no fue malo, del que disfrutaron mucho sus incondicionales, pero que dejó bastante indiferente


la firma Tommy Hilfiger, llamada precisamente ‘Loud’. El evento congregó a un gran número de personas amantes de la música, la moda y el bailoteo y contó con un cabeza de cartel de lujo, HEALTH (en la foto). Los californianos volvieron a demostrarnos por qué son una de las propuestas musicales más arriesgadas, interesantes y rompedoras de los últimos años con un directo impecable al que pocos peros se le pueden poner, quizá

sólo el que no quisieran regalarnos ese bis que tanto les reclamamos. Ritmos extravagantes, sintes analógicos, improvisación, guitarrazos y baquetazos fueron la materia prima con la que el cuarteto supo construir una atmósfera adrenalínica, ruidosa y nerviosa que se tradujo en locura generalizada con “Die slow” y “We are water”, dos canciones de las que sólo es posible decir maravillas (que cada uno elija sus adjetivos favoritos) y más cuando suenan juntas, como fue el caso. El que HEALTH (en la foto) fueran el principal reclamo de esta fiesta se hizo visible al término de su actuación, que trajo consigo una espantada general de la gente dejando la sala un tanto vacía. Tampoco se perdieron gran cosa, pues la actuación de Fan Death dejó mucho que desear a pesar del esfuerzo de Dandilion (vestida como una especie de geisha posmoderna para la ocasión) por animar al personal. Ni “Veronica’s veil”, ni “Reunited”, ni “The best night” tuvieron su noche ante un público que disfrutaba más posando para sesiones de fotos con destino previsible (Facebook) que con la música procedente del escenario. En cuanto al resto de actuaciones, la gallega BFlecha pasó también bastante desapercibida a pesar de un set bien trabajado y con claras reminiscencias dubstep. Todo lo contrario que Kid Sister, cuyo directo destacó más por lo provocativo y sexual de su puesta en escena que por lo estrictamente musical. Es lo que pasa cuando un culo se convierte en el principal foco de atención, como algunos de los allí presentes se encargaron de explicitar a golpe de grito hormonal. Entre esto, las bebidas prácticamente gratis y el conciertazo de HEALTH, seguro que más de uno se fue para casa con una renovada sensación de felicidad. Israel Márquez / Foto Pepino Marino

Pues bien, la ya mítica fiesta de la Casa Jäger tampoco existió hasta que los casi cuatrocientos profesionales de las mejores ‘all tomorrow’s parties’ del momento nos personamos en ese palacio de cuyo nombre no quiero acordarme a las afueras de Torrelodones (Madrid). Los primeros que abrieron fuego fueron cuatro niñatos de nombre Novedades Carminha, cuyo estilo pijo-punk de polo y pantalón de pinzas “a la Nikis” propició las primeras sonrisas del respetable hasta que Los Cuatro De La Torre abrieron su escueto set dedicando el concierto a “esta fiesta llena de putas y de maricones”. Esto sí que es un principio, y no los del Movimiento, ya que hay

que decir que el sitio en cuestión era un antiguo Coto de Caza dónde a Franco le ponían las presas como a Felipe II. Después, Fuckin’ Bollocks y Comanechi se alternaron tocando en un par de habitaciones en las que apenas cabían veinte personas pero en las que estábamos unas sesenta. Y por fin, llegó la hora de los tres cabezas de cartel. Después de que el público se hubiera ventilado la mitad del ‘dulce licor alemán’ que poblaba las barras, los Liars salieron a escena para encadenar quince temones de puro hardcore que hubieran hecho las delicias de Steve Albini o de los Stürmtroopers de las SS. Los cuatro de Brooklyn esta vez dejaron de lado su cara más sofisticada y atmosférica, y volvieron por sus fueros cavernícolas liándola más parda que nunca con un concierto más digno de Dischord que de Mute. Los segundos fueron Metronomy. Un combo de electropop con fundamento, apenas conocido por estos pagos pero que cuenta ya con una legión de seguidores acérrimos que se cantaron una a una todas las canciones del grupo con verdadera devoción. Y para acabar, lo mejor de la noche en mi nada objetiva opinión, Crystal Fighters (en la foto). Entre MGMT, !!!, Cut Copy y Fleet Foxes, estos chavalotes británicos tienen en su haber uno de los mejores temas del año (“Follow”) y el directo más explosivo de la temporada. Estoy seguro de que la mayoría de los lectores de Go Mag los habrán visto ya y, si no, los verán en varios festivales el año que viene. A estas alturas, el nivel de alcohol y de otras sustancias en los cuerpos de los asistentes ya llegaban al “Def Con 1”, así que no os podéis hacer a la idea del caos mayúsculo en el que se convirtió el salón principal de la Finca el Pendolero y de las imágenes dignas de “Desmadre a la americana” y “American pie” que los allí presentes tuvimos la suerte de vivir desde el ojo del huracán. Éstas se quedan para mi retina y mi cerebro, porque, como he dicho antes, las mejores cosas de esta vida ‘no existen’. Por lo menos para el ojo público. ¿Para cuándo la próxima, señores de Jägermeister? Gerardo Cartón

Hilfiger Denim Loud HEINEKEN (MADRID), 18/11/10

El pasado 18 de noviembre se celebró en Madrid la primera fiesta Hilfiger Denim Loud, una fiesta itinerante que ha pasado por diferentes capitales del mundo y que tiene su origen en Ámsterdam en abril de 2009, donde se presentó bajo el nombre de Hilfiger Denim Live. El cambio de nombre responde a una cuestión puramente comercial que tiene que ver con el lanzamiento de la primera fragancia para hombre y mujer de

Fiesta Casa Jäger

FINCA EL PENDOLERO (MADRID), 21/10/10

Últimamente, una de las frases que más repito cuando me preguntan que cuáles son los mejores grupos del momento, es aquella que dice: “aquellos que no existen”. Y esto ¿qué significa?, se preguntará más de uno. Bueno, puntualicemos pues, que tampoco estamos hablando de filosofía (aunque igual sí). No sé si los mejores, pero, desde luego, sí que los mas honestos y reales, los que optan sabiamente por no aparecer ni siquiera en la red y simplemente tocan su música ‘no grabada’ en garitos que no salen en las agendas culturales de fin de semana, en un marco underground que, por desgracia, cada vez es más difícil de encontrar.


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maschine!, maschine!, maschine!

Bazar tecnológico IDEAS PARA REGALAR ESTAS NAVIDADES

Marshall Headphones Música como antes

Si remontamos hasta 1962 nos encontramos con el primer amplificador Marshall que vio la luz gracias al empeño de Jim Marshall. Su creador tenía una obsesión, encontrar nuevas fórmulas con las que definir el sonido de las guitarras eléctricas. Marshall es, hoy en día, una institución que sigue diseñando y construyendo por y para los guitarristas de todo el mundo. Y toda la experiencia le ha servido a la marca para lanzar al mercado estos auriculares. De hecho, según afirma el fabricante, están pensados a partir de los fundamentos de funcionamiento y resistencia aprobados por la marca. Diseñados para el empleo diario, sus grandes argumentos no son sólo la calidad de la música que escupen, también la estética, un guiño a la imagen icónica de Marshall. La superficie vestida de cuero así como los detalles dorados hacen que, incluso sin el logo, el sentido del producto respire la marca. Hay dos modelos Minor y Major (en la foto). El primero incluye un sistema patentado ear-click, que permite su ajuste perfecto gracias a su forma y a unas almohadillas de diferentes tamaños. Y los dos vienen con mando a distancia para teléfonos móviles y reproductores de música. Además el modelo Major está diseñado con los materiales originales de los amplificadores Marshall.

TranzX E-Bikes

Sony Walkman B150

Enchufado a la bicicleta

Walkman sigue dando que hablar

Cuando te hablan de bicis eléctricas lo primero que te viene a la cabeza es que, por fin, podrás ir por ahí montando en ella sin pedalear. Bueno, y casi siempre es así... pero no del todo. La TranzX Power Support Technology, que acaba de llegar a España, impulsa las bicicletas con lo último de la tecnología eléctrica a nivel de eficacia y con un peso ligero, pero tampoco lo hace todo. De hecho, este sistema te permite disfrutar del paseo preservando las sensaciones de un pedaleo natural con una bicicleta clásica de calidad. Prácticamente sin necesidad de mantenimiento, este sistema ofrece aceleraciones más suaves, un funcionamiento simple y con bajo coste, poco ruido y ninguna emisión.

Y es que Sony no quiere dejar de utilizar tan mítico término. Lo demuestra este B150, que gracias al USB integrado conecta el aparato directamente al ordenador sin necesidad de cables ni software adicional. Para cargar tus canciones favoritas sólo tienes que arrastrarlas al dispositivo. Esta conexión USB directa permite transferir la música fácilmente y grabarla o reproducirla de inmediato en cualquier sistema de sonido Mini/Micro compatible. El funcionamiento es claro y sencillo, con una pantalla LCD de tres líneas que muestra información sobre la canción y el artista. Con sólo pulsar un botón, se escanean las canciones almacenadas y reproduce una muestra corta de cada una para ayudar a escoger la más adecuada.


Xan Pita

Livescribe Pulse y Echo

Sony Reader

Escribe y graba

Lee donde quieras

Si eres periodista, esto te va a llamar la atención. Es más, a lo mejor incluso te hace la vida más fácil. Porque Livescribe ha inventado los bolígrafos inteligentes. Y llegan en pareja, Pulse y Echo. Y lo de inteligentes va en serio. Estos bolis graban, reproducen, guardan, buscan y comparten en Internet. Los bolígrafos cuentan con un sistema que sincroniza el audio con lo que el usuario va escribiendo. Tanto las notas como los archivos de audio pueden ser descargados en la computadora mediante una conexión USB. Un detalle, el audio grabado, además de poder ser escuchado desde el propio bolígrafo o descargado en formato MP3, puede ser sincronizado con el texto escrito y producir un ‘pentcast’ (sonido y texto en un archivo). Además, el software que acompaña los bolígrafos incluye un sistema de búsqueda en el archivo de audio para localizar frases claves que se quieran escuchar, lo que se traduce en ahorro de tiempo.

Y hazlo con los nuevos modelos de Reader de Sony, el Reader Pocket Edition y Reader Touch Edition. Incorporan un elegante diseño y las últimas mejoras tecnológicas, que los convierten en los dispositivos perfectos para el estilo de vida de cualquier lector. El primero incorpora una pantalla completamente táctil de cinco pulgadas y, gracias a su diseño increíblemente pequeño, delgado y ligero, se puede guardar fácilmente en un bolso o chaqueta para su uso en cualquier parte. Está disponible en colores plata, rosa y azul. En cuanto al Touch Edition, su pantalla es completamente táctil y de seis pulgadas para una rápida e intuitiva navegación por los libros. Además, el Touch Edition ofrece puertos de expansión para hasta 32 GB de memoria adicional, lo que se traduce en más de 19.000 eBooks, y la posibilidad de reproducir archivos de audio MP3 y AAC. Están disponibles por un precio de 200 € y 250 € respectivamente.

iPod Nano

Firebird X

Y seguimos para bingo

Una guitarra inteligente

La familia iPod sigue creciendo. Aunque en este caso la expresión no acaba de encajar del todo. El nuevo Nano es más nano que nunca. El famoso reproductor de Apple ha encogido de tamaño y, además, se nos ha puesto táctil. Y muy, pero que muy, táctil. Este aparato prescinde completamente de los botones. Tú eliges su capacidad, 8 o 16 GB. Y los precios no pueden ser más competitivos, 149 € el de ocho gigas y 179 € el de deiciséis gigas.

Y seguimos con aparatos cada vez más listos. Ahora le toca el turno a una guitarra. Concretamente a la Firebird X. A poco que estés familiarizado con los perfiles de este tipo de instrumentos, seguro que te llama la atención su silueta, no en vano estamos ante una edición exclusiva de la famosa guitarra de Gibson. Podríamos mencionar varias características como el precio, por ejemplo, que se sube hasta los 4.000 euros de nada, pero su gran argumento es otro. Y técnico, par más señas. Al parecer, esta cosa se afina sola. Como lo oyes. Los dedos, quietecitos.

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Textos


MODAGADGETS Mustang Mochila chic

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TEXTO ANA TOMÁS

GADGETS

Versatilidad y mucho movimiento. Así de jugosa se muestra la nueva colección de complementos Mustang. Los materiales, calentitos: punto grueso y multicolor para sonreír en los días más fríos con un plus de confort y alegría. Bufandas y guantes a juego y maxi bags, que son ya un clásico de la firma. Este año se abrigan con materiales cálidos como la lana o peluche y con estampados originales con motivos geométricos y animal prints. Además, tras su éxito el pasado verano, Mustang te propone la mochila de la temporada con un look muy fashion: jean desgastado, cadenas y piel brillante que dejarán un rastro inimitable.

Onitsuka Tiger Snow Heaven 72

Alex & Chloe Smells like teen dreams Alex & Chloe y vanguardia sublime son sinónimos desde hace años. Fueron ellos los que en 2004 pusieron de moda la joyería de polimetacrilato desde Los Angeles. La geometría era y es uno de sus referentes, pero también los objetos icónicos de la cultura pop y la deconstrucción textil representada originalmente por Los Seis de Amberes. Desde 2008 incorporan todas esas influencias al mundo del streetwear. Ahora acaban de presentar su nueva colección Smells like teen dreams, que respira grunge por todos los poros y nos despierta esas expectativas, angustias y nostalgias adolescentes. Prendas asimétricas con mucho volumen: shorts, tank tops, vestidos, jerséis y vaqueros en una paleta de colores en la que predomina el negro y el gris jaspeado, con toques de blanco nuclear. Sombreros, colgantes y brazaletes culminan esta colección que dispara directo a nuestros corazones. www.alexandchloe.com

Esta temporada Onitsuka Tiger presenta una bota para chica diseñada especialmente para sobrellevar las bajas temperaturas con la mayor comodidad: Snow Heaven 72. Cálida y suave por dentro, a la vez que resistente e impermeable por fuera. Disponible en dos colores, blanco y negro, permite una total versatilidad, ya que puede doblarse la caña y convertirla en una bota “yeti” de pelo. Snow Heaven 72 salió al mercado en 1983 para conmemorar los triunfos del equipo japonés en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sapporo de 1972, de ahí su nombre. Una legendaria bota que ahora se actualiza para vivir el frío con un look de confort vintage.

GAS Jeans Jeggings Sumatra Los Jeggings Sumatra de GAS cambian de look y se transforman en una prenda de lujo exclusiva, diseñada para la mujer que quiere ponerse algo súper especial y glamoroso en navidades sin olvidarse del confort y estilo casual propios del denim. El innovador Luxury Denim viene en colores brillantes, negro, marrón oscuro y gris, y en un tejido denim suave, ligero y super stretch para un efecto segunda piel que destaca las curvas femeninas. Todas las prendas llevan detalles únicos y con clase como los botones joya o los pespuntes en lurex tono sobre tono. De edición limitada, está disponible en las mejores tiendas de GAS en un vistoso packaging, negro total, que se abre como un libro.


MODA

Feiyue Circles Circles, la nueva campaña de Feiyue, tiene su origen en el significado de la firma: “volar hacia delante”. Un nombre que honra el camino trazado por la marca, que le llevó a viajar de Oriente a Occidente. Siguiendo la línea de su anterior campaña, Neons & Birds, inspirada en Hong Kong, Feiyue vuelve a rendir homenaje mediante una colección a esas ciudades que han creado su identidad de marca. Circles se ambienta en la capital francesa, la ciudad que la vio renacer en 2006. Una colección que ha reunido a diferentes círculos de la sociedad parisina, captados por la cámara de Estelle Rancurel, para transmitir la diversidad y genialidad de la ciudad, a la vez que hace visibles los vínculos entre París y Feiyue en todos los ámbitos de la sociedad. Conservando su estilo vintage y su autenticidad, pero con una completa revisión de sus patrones originales, Feiyue ha sabido renovarse sin perder su tradicional esencia. www.feiyue-shoes.com

Belvedere IX Espíritu nocturno Acaba de aterrizar en nuestro país Belvedere IX, un nuevo vodka que representa un punto de inflexión en la concepción de la noche contemporánea. Este nuevo vodka huye de la maceración y aromatización, a menudo artificial, para ofrecernos un nuevo universo excitante de aroma y sabor. Una absoluta innovación que mezcla nueve ingredientes botánicos naturales destilados individualmente: jengibre, guaraná, ginseng, jazmín, hoja de canela, almendra dulce, eucalipto, cereza negra y açaï. Belvedere IX no sólo destaca por sus indiscutibles notas de sabor, sino también por su impactante botella, diseñada por André, que ha sabido contagiar al envase su universo underground. El espíritu de la noche encerrado en una botella.

Pastillas contra el dolor ajeno

Bench y Green Hornet Gana entradas y ropa

Cada día mueren en el mundo 8.000 personas a causa de enfermedades olvidadas. Son muertes que se podrían evitar con diagnósticos y tratamientos adecuados. ¿Te duele esto? Para tratar de disminuir el dolor, Médicos Sin Fronteras presenta las pastillas contra el dolor ajeno, una iniciativa para ayudar a tratar a enfermos olvidados. Tú las tomas aquí, y ayudas a tratarlos allí. Una caja de estas píldoras cuesta tan sólo 1 € en las farmacias y puede ayudar muchísimo. Una gran iniciativa para recetar a tus amigos y familiares estas Navidades.

Bench, en colaboración con Sony, nos invita al cine y lo hace a lo grande con la superproducción “The Green Hornet”, que se estrena en España el próximo 14 de enero. Éxito asegurado: coches fantásticos, dos colegas enmascarados, una panda de malos que pone las cosas difíciles. En la página Bench-Spain de Facebook te puedes llevar entradas gratis para ver “The Green Hornet”. Además, si entras en la página de Sony Pictures, puedes participar en el sorteo de una chaqueta Bench diseñada en exclusiva para este film.


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ESPECIAL NIEVE EXTREME ATTITUDE

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Antiguamente se dividía a los riders entre “freakis” y “palilleros”, despúes se pasó a situar a un lado a los “freeriders” y del otro a los “freestylers”. Ahora todo eso ha cambiado, el espíritu de los riders es el mismo, se lleven una tabla o dos en los pies o se salte sobre nieve polvo o sobre el duro snow-park. Pero hay un grupo que se diferencia de los demás, que miran la montaña como un chaval a sus juguetes, que buscan sus límites, que luchan por subir más arriba, por bajar más rápido y por saltar más alto. Éstos no se contentan con el material que lleva todo el mundo, sino que buscan diferenciarse estéticamente y, sobre todo, técnicamente. Buscan lo último, lo mejor, lo más radical. 00. Imagen de fondo de Tanner Hall para Oakley (Fari Jacket de Oakley. 275 €). 01. Reloj Suunto Core Everest. 330 €. 8.848 relojes (uno por cada metro de altura de la montaña más alta del mundo) van a fabricarse de este modelo, lo último en ordenadores de muñeca para no perderse en la montaña. 02. Snowboard Tabla DC PBJ Biittner pro model. 299 €. El nombre significa Park Board for Jimbing, y el apellido se lo da Aaron Biittner, uno de los riders más radicales del mundillo. ¿Necesitas más pistas? 03. Tabla Burton Custom Flying V. 550 €. Una nueva vuelta de tuerca más al rocker, combinándolo con el caber tradicional. La Custom de toda la vida, reinventada. 04. Snowboard Botas DC Park. 229 €. Directamente del skate-park al snowpark. Con Aerotech, un innovador sistema de ventilación que mantiene el calor en los pies. 05. Botas Salomon Quest. 350 €. Quien busque más sensaciones de lo que le ofrece la pista, tendrá en estas botas un gran aliado. Sólo hay que liberar el sistema de sujeción de la caña de la bota y ‘voilà’, ya podemos caminar hasta esa pala virgen que llama a gritos. 06. Chaqueta Oakley Corked Simon Dumont. 375 €. Toda la calidad Oakley con los extras imprescindibles para el esquiador más radical: pasamontañas integrado, puños y bajos ajustables, capucha extraíble con imanes. Incluso incorpora un sistema que convierte la chaqueta en una mochila. 07. Guantes Matt Lola. 63 €. Los snowboarders que más se mojan saben el valor de una buena membrana de Gore-Tex, como la que llevan estos guantes. 08. Camiseta Odlo Evolution. 61,50 €. Esta primera capa se ocupa perfectamente de mantener el cuerpo caliente y evacuar el sudor. Y la tecnología Effect elimina las bacterias y el mal olor. 09. Casco Head Rebel Blue. 70 €. Un casco de par. Ventilaciones, orejeras y cuello polar desmontable... Ah, también hay una versión que incorpora auriculares para el iPod.

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10. Mochila Bergans Backcountry Guide. 130 €. Los que van cargados a la montaña y quieren llevar una mochila en condiciones, ésta es bisnieta de la que llevaba en la espalda Edmund Hillary, el primero en subir al Everest. 11. Máscara Oakley Crowbar Seth Morrison. 160 €. El mejor freeskier del mundo siempre da un toque punk al material que le acompaña a la montaña. Así lo ha hecho con las Crowbar, la herramienta indispensable para el freeride. 12. Zapatillas Vans MT Edition Snow. 90 €. Las primeras zapatillas de montaña de la historia. Al modelo tradicional lo han reforzado, han mejorado la suela y han añadido elementos para repeler la humedad. Molan. 13. Chaqueta Eider Alaska. 240 €. Desde el corazón de los Alpes llega esta chaqueta con auténtica pluma de pato, apta para las jornadas más gélidas del invierno. 14. Casco Poc Synapsys 2.0. 210 €. Un prodigio de ligereza y seguridad para los que buscan traspasar los límites de las pistas. Dispone de un visor opcional y está disponible en colores más discretos. 15. Tabla snowboard Atomic Poacher Renu. 900 €. Dicen los que saben de esto que ésta es, posiblemente, la mejor splitboard del mercado. Un billete para la aventura. 16. Chaqueta Norrona Roldal. Espíritu backcountry y dos capas de Gore-Tex: está pensada para los que buscan mucha, pero mucha nieve. 17. Pantalón Trangoworld Alp. Directamente derivado del alpinismo, nos llega este pantalón preparado para cualquier actividad, en cualquier condición, por adversa que sea. 18. Fijaciones Burton Prophecy. 300 €. Re: Flex es el sistema que ha inventado la marca americana para mejorar la respuesta de la tabla en el par. Configuración ergonómica personalizable para un ajuste perfecto, al milímetro. 19. Botas snowboard Vans Cirro. 329 €. Lo más alto de la gama de Vans no es sólo un derroche de técnica (doble Boa, sistema Recco...) si no que, gracias a la colaboración con la asociación POW (Protect Our Winters) es, además, ecológica. 20. Bota snowboard K2 T1. 370 €. Esta bota reúne los elementos más novedosos en calzado freestyle: suela con amortiguación Harsmellow, antideslizante Vibram y ajuste Boa Conda. 21. Esquís Atomic Punx. 560 €. Éstos son los esquís que usó Andreas Hatveit para imponerse en los X Games, sólo le han lavado la cara para ponerlo al día. 22. Esquís Head Supershape I. Titan SPL13. 750 €. El prestigioso equipo Head de competición es el mejor laboratorio para las tablas de la marca. De ese trabajo viene directamente el Supershape, una máquina de bajar y cantear no apta para no iniciados. 23. Esquís Salomon Twenty Twelve. 550 € (con fijación Z12). Twin rocker, para jugar en el park con total libertad, y construcción Salomon ultra resistente para que aguante todos los planchazos, los buenos y los malos.

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Especial Nieve All Mountain Compartiendo pistas con los riders más extremos están ese otro grupo de amantes del esquí o del snowboard que valoran más la comodidad que las prestaciones, que no quieren ir a Alaska, sino pasárselo bien en la montaña, aprovechar la nieve y el sol y volver a casa sin magulladuras. Pero, cuidado, pasárselo bien también quiere decir hacer algún “fuera-pistas” sencillo después de una buena nevada, probar con un salto cuando venga a cuento y bajar rápido por esa pista roja en la que nunca hay nadie. Esta gente quiere ir bien equipada, con ropa cómoda y tablas fáciles de conducir, pero que respondan sin sorpresas cuando quieran probar algo nuevo. 10. Gorro ProTest. 26 €. Es más práctico un buen casco, pero siempre hay un momento en la temporada para lucir este gorro, claramente inspirado en los leñadores de las Rocosas. 11. Bota esquí Fischer MY Style 90s. 300 €. Pensadas para las chicas: caña más baja, botín específico, precableado para calefacción y sistema Soma-Tec, que mejora la posición en el esquí. 12. Bota esquí Head Vector 100. 300 €. Hay quien sólo busca comodidad en las botas, pero hay quien además quiere ajuste, control y prestaciones. Esta bota es para los últimos. 13. Chaqueta Peak Performance Supreme Jet. No es sólo una chaqueta, es un prodigio de la técnica (Gore-tex, cortaviento, Primaloft, chaqueta interna desmontable...), lo es también de estilo. 14. Chaqueta Oxbow Remuna. 220 €. La marca surfera recupera el clásico efecto ochentero ‘tie dye’ para disfrute de las chicas que no sólo quieran una prenda técnica y polivalente. 15. Chaqueta Oakley Kulture Gretchen Bleiler. 300 €. Estilo, ecología, rendimiento y polivalencia son las principales características de la chaqueta que ha diseñado la pro Gretchen Bleiler, campeona en los X-Games y una de las estrellas actuales del snowboard internacional. 16. Tabla snowboard Atomic Tika. 280 €. Una tabla direccional, fácil de pilotar, para meterse por cualquier sitio. Diversión asegurada para las más atrevidas. 17. Esquís Atomic Century. 550 €. Cada año hay más chicas que buscan nieve polvo en abundancia y que buscan material para disfurtarla a tope. Aquí tienen lo que buscaban. 18. Pantalones Vans Mylan Cargo. 180 €. En sus múltiples y amplios bolsillos cabe de todo. 19. Máscara Poc Cornea. Desde 140 € (según tipo de lente). Un gran campo de visión, gracias al innovador sistema de sujeción exterior de las lentes, y alta resistencia.

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ESPECIAL NIEVE ALL MOUNTAIN

00. Imagen de fondo de K2. 01. Tabla snowboard K2 Vavavoom Rocker Nikita. 400 €. Con motivo del décimo aniversario de Nikita, la Vavavoom de este año tiene una estética especial. Para chicas freestylers 100%. 02. Chaqueta Protest Worston. 155 €. Una chaqueta de snowboard que se precie debe ser cómoda, impermeable, transpirable... las de Protest son además ecológicas: materiales a partir de botellas de agua recicladas, nuevos sistemas de proceso textil... 03. Pantalón Protest. 145 €. Parecen pantalones para ir a la oficina. Nada más lejos de la realidad, estos “pantakas” están pensados para hacer snowboard en las condiciones más extremas. 04. Chaqueta Ice Peak Linda. 160 €. Esta chaqueta está pensada para chicas que quieren esquiar con una buena chaqueta técnica pero que no tienen pensado ir al Himalaya. 05. Fijación snowboard Atomic White Russian. 190 €. Inamovible durante los últimos años de la parte más alta del catálogo de Atomic. La versión de este año es tan fiable como las anteriores pero con un diseño difícilmente superable. 06. Botas-descansos chica Lafuma LD Sledge. 95 €. Una bota para caminar por la nieve, la montaña, la estación o la ciudad en un día de invierno. Ayuda a recuperarse después de una jornada de deporte. 07. Casco Pro-tec B2 Snow. 70 €. El clásico casco de snowboard de toda la vida, revisitado. 08. Descansos Protest. 71 €. Antes muerta que sencilla. Estar bajo cero, pisando charcos de nieve derretida y barro, no es excusa para no ir divina de la muerte. 09. Máscara Zero rh+ Dragon Fly. Desde 99 € (según tipo de lente). Para ir fuerte hay que llevar una buena máscara, que sea resistente a los golpes, perfectamente ajustable y con un gran campo de visión. Ésta es una de esas.

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MODAESCAPARATE ABRÍGATE CONTRA EL FRÍO H&M

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Swing

Maxiabrigo

La estética “Mad Men” y su revival de los sesenta ha llegado a pasarelas y estanterías streetstyle. Lo último son los abrigos corsé, cuyo corte entallado realza la figura femenina y sus curvas. Otra de sus características es la apuesta firme por el color. No temas al rojo, ni tan siquiera al amarillo. Ya lo dice el refrán, al mal tiempo buena cara, así que aparca el negro (o déjalo para los infalibles little black dresses) y conviértete en la musa imaginaria de Andy Warhol. Si prefieres la sensualidad más felina, los abrigos corsé también vienen en animal print. Eso sí, ten cuidado con los complementos para no recargar el look.

No se trata de otra apuesta deconstructiva, sino de jugar y darle movimiento al invierno. Abrigos entallados a la cintura para luego abrirse y lograr el vuelo de una falda. Con cinturón y largos hasta la rodilla, son la recreación de la efervescencia cultural del Swinging London. En azul marino o negro su complemento ideal son unos jeans stretch y unos mocasines o zapatos Oxford. Bailar en la calle no está prohibido, no lo olvides.

Para protegerse bien del frío invernal la mejor opción son los maxiabrigos. Esta temporada la tendencia oversize ha conquistado a todo el armario, por lo que los abrigos no se libran de ella. Largos hasta los tobillos, con cuello alto abotonado y en pana o lana gruesa, son la mejor opción para las semanas de duro invierno. Otra opción es robarle el blazer al novio, lo que viene llamándose (después de los jeans, la camisa y camiseta y el resto de atuendos que ya le has birlado a tu pareja) abrigo Boyfriend. Las opciones varían de ancho y de largo, pero la clave está en que sea un par de tallas más grandes que la tuya sin que necesariamente termines nadando dentro de él. El modelo más popular es el chaquetón corto de lana con doble botonadura, de aire Sargent’s Pepper. Ideal para combinar con unos pitillos y unas botas o taconazos. No le pongas cinturón, la gracia de este abrigo es su aire masculino vintage.

CUSTO

Piel Más allá de las tendencias, un abrigo es una prenda que, si se cuida y la calidad lo permite, puede durar muchas temporadas, por lo que gastarse un poco más y optar por los diseños atemporales puede ser también una buena opción. Las pieles permiten ir siempre a la última y tratadas con atención pueden estar varios años en nuestros armarios. Y, lejos de lo que puedas pensar, las sintéticas son una opción no sólo responsable sino también con grandes resultados a nivel de calidad y confort. Custo Barcelona nos presenta la colección Hairy Metal, fabulosos abrigos de pelo donde distintas medidas y colores se mezclan entre sí y crean nuevos efectos gráficos: sinuosos, geométricos o cruzados.


MODA

GIO-GOI

HE BY MANGO

BENCH

Parca / Trenca

Chaqueta aviador

Militar

Las parcas y trencas, con su estilo colegial, vuelven otra temporada a la agenda de tendencias. Después del film “An education” y las imágenes maravillosas de su protagonista, Carey Mullighan, en la rígida Inglaterra de los años cincuenta, las trencas con capucha convierten lo funcional en chic. Las hay estampadas, en piel sintética y forraditas de borreguillo. Para él, el look College consiste en parcas de cuadros tipo tartán y blazers oversize.

Las chaquetas de Aviador fueron diseñadas por “Air Force” en 1917 para proteger a los pilotos, que por entonces volaban en cabinas abiertas y tenían que soportar temperaturas bajísimas. Popularizada por Tom Cruise en la película “Top Gun”, la chaqueta aviador, en cuero y con forro de borreguillo, resulta ideal para combatir el frío y la lluvia. La firma Avirex tiene una amplia gama de cazadoras de este estilo en cuero y con acabados impecables. Mango también apuesta por la estética aviador, para él y para ella, para combinar con chinos, jeans, faldas y vestidos floreados.

El estilo militar nunca se bate en retirada. Esta temporada esta estética se une al aire soviético en abrigos de media altura de corte recto cruzado por delante y con botones de bronce en la pechera, en las mangas y en los laterales de la cintura. Otros modelos apuestan por el corte redondeado de la base delantera del abrigo y el cuello recto con aplicaciones de dos botones, un estilo que se asemeja al uniforme de gala de los soldados británicos, conocidos como los casacas rojas. Evidentemente, además de una paleta en rojo, hay mucho negro, azul marino y gris jaspeado, y detalles como correas y cadenas. Bench apuesta fuerte por este abrigo militar, que seguro que seguirá en vogue las próximas temporadas.

H&M

TOGS CHEVIGNON

Pluma

Capa

¿Os acordáis de los plumas? En los ochenta eran lo más. En colores flashy y estilo acolchado, su aura a medio camino entre el tecno y el espíritu más retro vuelve ahora de la mano de Chevignon. Coincidiendo con su 30 aniversario, la firma reeditó la versión original con esta mini colección de 5 Togs inspirados en París, Londres, NY, Capri y Tokio.

Las capas eran las prendas de abrigo más populares en los crudos inviernos de la Europa medieval, debido a su fácil confección y sus atributos aislantes del frío. Esta temporada las capas se imponen en la moda femenina y masculina. Para él, capas de patrón recto y líneas depuradas, con cierto aire militar. Para ella, las capas se impregnan del otro hit de la estación: la fiebre por el color camel. En tejidos como el nylon y la lana, las capas, capotes y mantos están de vuelta en el armario en un sinfín de gamas marrones. El modelo más popular para las chicas es la capa sin mangas que se abre en la parte delantera y cuenta también con aberturas para los brazos.


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625 líneas Final de temporada

Final de temporada

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LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS Las listas de lo mejor del 2010 se acercan, ya se oyen las trompetas de guerra en la lejanía, pero antes de proclamar a los vencedores, hay que bajar a la arena, apuntalar con nuestra lanza a los últimos gladiadores que quedan vivos y escuchar el rugido del público. Han llegado tarde al circo catódico de esta campaña, pero son los últimos guerreros de la temporada que merece la pena vitorear… Diablos, para qué seguir mareando la perdiz con este rollo metafórico estilo “Gladiator”. Creo que ya he dejado claro que, para mí, “Spartacus” es la serie del año. Texto

Óscar Broc “BOARDWALK EMPIRE” (HBO)

Apabullante relato de listillos, corruptos, hampones y capos en la América de la Prohibición. Con Martin Scorsese como productor ejecutivo, “Boardwalk Empire” nos arrastra hasta las interioridades del hampa que decidió proclamar Atlantic City como una especie de principado del vicio, sin ataduras con la moralidad política imperante. ‘Marty’ dirige el primer episodio —la puesta en escena, como cabía esperar, te deja con cara de bobo—, pero curiosamente la serie gana enteros a medida que entran en juego los otros realizadores. Recuerda a “Los Soprano”, tanto por su reflejo del comportamiento del hampa, como por la exploración psicológica del personaje principal, interpretado por un Steve Buscemi que, a pesar de esos ojos que parecen pelotas de ping pong y de su tez de cirrótico, consigue dibujar uno de los mejores ‘wiseguys’ de la televisión actual. Recuerda también a “Mad Men”, por la meticulosidad del retrato histórico, el exquisito vestuario y las volutas de humo que surgen del eterno cigarrillo de ‘Nucky’ Thompson. Es el folletín de gánsteres con el que los amantes del género clásico siempre han soñado. Elegante, sobrio, detallista, masculino, etílico, crudo, refinado. Nunca los años 20 habían resultado tan atractivos en la pequeña pantalla. Por cierto, segunda temporada confirmada, gracias a Dios, doce episodios de esta droga tan potente habrían sabido a poco. Se estrena el 13 de diciembre en Canal +.

“THE WALKING DEAD” (AMC)

Rivalizando seriamente con “Spartacus: Sangre y arena” y “Boardwalk Empire” en la lucha por el primer cajón de las series del año, “The walking dead” es el sueño húmedo de los amantes de la carne muerta. Frank Darabont no es ninguna broma. Después de dejar huella en la sexta temporada de “The Shield” —pidió él mismo dirigir un episodio de lo fan que era—, el maestro vuelve a catar las mieles catódicas para dejar otra muesca indeleble en nuestro LCD. La serie de seis episodios (habrá segunda temporada para el 2011) está basada en el cómic de Robert Kirkman, publicado en España por Planeta, y debo decir, a riesgo de escandalizar a más de un nerd, que a mi modo de ver supera con creces las viñetas originales. “The walking dead” es pura artesanía, cine de terror a lo grande, con un maquillaje asombroso, unos efectos especiales hiperrealistas y una ambientación que reproduce de forma impactante el apocalipsis zombi. Da miedo. Acojona cosa fina. Te pone de uñas. Te encoge el píloro. Sólo un reproche, por su culpa la AMC ha sacrificado “Rubicon”, apasionante thriller político del que ya dimos buena cuenta en esta sección. Por lo demás, vigilad la mandíbula, se os podría caer como a los monstruos putrefactos de este relato de horror y supervivencia al límite. Esto sí que es al auténtico amanecer de los muertos; la serie B convertida en serie A. Masterpieza. Se emite en España en el canal Fox.

“THE EVENT” (NBC)

Aunque la reacción del gran público ha sido más bien tibia —todavía escuece el timo de la estampita de “Flashforward”—, habría sido injusto despedirse de la temporada 2010 sin reconocer los méritos de “The event”. A medio camino entre “Los 4.400” y “24”, esta intriga sobrenatural ha conseguido lo que no pudo la extinta serie de la ABC, es decir, mantener vivo el misterio después de un piloto arrollador. El primer capítulo te noquea, sin duda, tiene el mejor cliffhanger del año y, cuando te esperas lo peor en los episodios sucesivos, te sorprendes a ti mismo disfrutando del relato. Engancha sin demasiado esfuerzo, plantea un interesante escenario que combina el thriller conspirativo y la ciencia ficción, tiene una factura impecable y cuenta con el segundo presidente negro que recuerdo en televisión desde el gran David Palmer, un ligeramente sobreactuado Blair Underwood cuyo trabajo televisivo más reciente pudimos disfrutar en el diván de “In treatment”. No está nada mal, pero lo mejor es no encariñarse con ella, la grabación de una segunda temporada dependerá de los ratings después del paréntesis invernal. Glups. Se emite en España en el canal TNT.

“RAISING HOPE” (FOX)

Aunque sólo me gustó la primera temporada de “Me llamo Earl”, no tengo ningún reparo en reconocer que Greg García ha sabido darle la vuelta a la comedia televisiva estadounidense comercial aplicándole un espíritu inequívocamente indie. Con “Raising hope” explora los límites de la familia disfuncional en lo que podríamos denominar una versión punk de “Malcolm in the middle” o, si lo preferís, una reinterpretación white trash de la finura freak de “Arrested development”. Todos están rematadamente locos y hacen gala de comportamientos antisociales, viven en una pocilga y se pasean por un universo de cómic underground con toques de surrealismo redneck. Una abuela con demencia senil que se come los pintalabios, una madre que parece una camarera alcohólica de un bar de camioneros, un adolescente sosainas que podría encajar en “Supersalidos” y tiene un bebé al que trata como un juguete, un padre irresponsable que parece vivir en otra dimensión… Cuesta entrar en ella, pero si le das margen te acabas encariñando con este retrato familiar espolvoreado con la mejor caspa que se puede encontrar al otro lado del charco. Inédita en España.


in & out Clubbing BCN C/ ARC DEL TEATRE, 3. TEL. 93 318 59 66. Techno-house, incursiones en el electro y la música disco. Miércoles, invitados internacionales. Vie-Sab., sesiones con el DJ residente Robert X. Todas las noches de 23.30 a 5 h.

SALA RAZZMATAZZ 2. C/ PAMPLONA, 88. TEL. 93 272 09 10 Tech-house, hard techno y techno con los residentes MouseUp, Undo, Vicknoise, además de las residencias de James Holden, Felix da Housecat, Miss Kittin o Tiga. H: Vie-Sab. y vísperas de festivos de 1 h. a 5 h. Entrada única a Razz Club: 15 € (c/i).

SALA APOLO. C/ NOU DE LA RAMBLA, 113. TEL. 93 301 00 90 La meca del eclecticismo: house, techno, breakbeat y pop electrónico, según el día. Alberga residencias de Kompakt, Bpitch Control, Bungalow, Cristian Vogel, etc. Nitsa selectors: Fra, DJ De Mierda, DJ Coco y Sesentaynueve. H: Vie-Sab. y vísperas, a partir de las 24.30 h. Precio: 12 € (c/i).

Clubbing Madrid electro-pop, deep house y leftfield de mano de MouseUp, Undo, Vicknoise); Rex (technopop). H: vie-sab. y vísperas de festivos de 1 a 5 h. Entrada única: 12 € (c/i). www.salarazzmatazz.com

B LOUNGE @ HOTEL BARCELÓ RAVAL RBLA. DEL RAVAL 17-21. TEL. 93 320 14 90 El lugar más cool de la ciudad, el nuevo punto de encuentro de Barcelona. Tapas sorprendentes, extensa carta de cócteles y la mejor música. Terraza Plaza Manuel Vázquez Montalbán. Jueves, viernes y sábados DJ en directo de 23 h a 02 h. Entrada libre. www.BarceloRaval.com

C/SANTA ANNA 14, L’HOSPITALET. T. 93 337 76 16. Más de 25 años ofreciendo la alternativa desde L’Hospitalet. Conciertos de pequeño formato y sesiones de DJs... de la mano de los DJs Jordi Monamí, Marty Mcfly, Crtl+alt+supr, Gato. Actuaciones musicales en pequeño formato. www.depositolegal.com.

@ SALA APOLO. C/NOU DE LA RAMBLA, 113. Residencia semanal para la noche de los jueves en el Apolo. Powder Room acoge las mejores noches de deep funk, breaks y rare grooves en Barcelona. H: todos los jueves, de 24.30 a 6 h. 9 €.

C/ FONTRODONA, 33 (BCN). TEL: 93 441 80 15 Antigua nave industrial convertida en enorme y comfortable lounge club. Urban & soulful music + laid-back atmosphere + underground attitude. www.maumaunderground.com. H: jueves 23 - 2.30 h., vie-sáb 23 - 3 h., domingos tarde (excepto verano).

SALA CITY HALL C/ RAMBLA CATALUNYA, 4. Lun: Internacional Party. Mar: Budah Hall Night. Mie: Pigs & Diamonds. Jue: Club 4 (techno & minimal techno). Vie: 100% Uhm Underground (tech-microfunk). Sab: Pure City Nights (house, deephouse, latin). Dom: Zen Club (techhouse/ electro).

C/ ALMOGÀVERS, 122. TEL. 93 272 09 10 5 clubs en un mismo espacio: Razz Club (Viesab. DJ Amable y Dj Gato, el mejor indie y rock de todos los tiempos. Jue. Bongo Palace (latin house); Pop Bar (vie-sab. lo mejor en pop, electro y sixties); The Loft (tech-house, hard techno y techno); Lo*Li*Ta (techno-pop,

C/ LINCOLN, 15. T. 93 238 07 22 Martes: Glitter and Glamour. Miércoles: Strawberry & Chocolate. Jueves: Buziós - Brazilian soul. Viernes y Sábado: 3 floors open- hip hop and R&B, house music, classic garage 80’s-90’s. www.ottozutz.com

C/ VALLDONZELLA, 40 / PLAZA MILANS, BARRIO GÓTICO. Tel. 627 73 30 81 En el bar Manchester se dan cita amigos y seguidores de la música de los 80 y 90 y sus tendencias más brit. Desde Joy Division hasta Placebo, pasando por The Smiths y Happy Mondays.

RAMBLAS, 27. T. 93 301 16 289 INFO@BOULEVARDCULTURECLUB.COM Boulevard Club, ubicado en La Rambla, donde antes se encontraba Fellini, ofrece la localización más céntrica y de más fácil acceso al público. House, techno, electrónica, hip hop, R’n’B, rock... DJs residentes: D’Julz (Bass Culture, París), Andre Buljat (4line, Indigo Raw) y Dr. Barry (BLV). http://boulevardcultureclub.com

C / ESCUDELLERS BLANCS, 3 (BARRI GÒTIC) Con una acertada mezcla de graffiti, videos, skate y grunge. Su amplia sala alberga cómodamente a los personajes más diversos de la fauna barcelonesa, que se pierden entre detalles y acordes, cubatas y chupitos, chicas y kickflips. A tres pasos de la turística Plaza Real se esconde el secreto mejor guardado del Gótico, Nevermind. Abierto todos los días hasta las 3 h. www.myspace.com/nevermindbcn

SALA 1 AV. CARRILET 235 - SALA 2 AV. CARRILET 301, L’HOSPITALET. T. 93 337 06 02 La Salamandra es el espacio de referencia de las noches de L’Hospitalet. Dos salas que ofrecen la mejor programación de conciertos y sesiones de DJs de la escena indie y mestiza. Sala 1: Indie-pop-electro con YoSET & McFly, visuals de High Distortion & Mon Feijóo. Sala 2: Musicollage con Nafentt & Darkomedia. H. Abierto todos los viernes, sábados y vísperas de 24 a 6 h. Entrada única: 8 € (c/i). Gratis hasta las 2 h. www.salamandra.cat

HOTEL LE MERIDIEN. C/ RAMBLAS, 111 De jueves a sábado, de 23 a 3 h. Residente: DJ Lui. Música: Popism. Cocktails. La cabina del DJ se encuentra encima de un piano de cola, al estilo de los tradicionales piano bar.

Clubbing Bilbao C/ RAFAEL DE CASANOVA, 3. SANTA COLOMA DE GRAMENET. [M] L1 SANTA COLOMA La Sala Pop tiene una programación semanal de conciertos cuidadamente seleccionados dentro de la escena independiente tanto catalana como estatal. Los conciertos se realizan viernes y sábado pero la sala ofrece sesiones de indie, pop, rock, electrónica a cargo de DJ Oki One y programación cultural los domingos. H: mie-dom 19 - 3.30 h. www.myspace/popclubsantacoloma

EN SANTANA 27. POL.IND.SANTA ANA. TELLERÍA 27. BOLUETA. WWW.FEVER.ES Pink Fever: tecnopop, electropop & trashpop con Madel, Ojospintados y Unai Goikolea. Gold Fever: indie, pop-rock & hits con Kinki, Mimoloco, Mr. Chase y Santo. Black Fever: hip hop, reggae, soul & funk con Adrian, Almah Mater Djs y Bomb Bass Hi-Fi. Blue Fever: electro-house, minimal-techno & neo-trance con Arne Ö, Auto y DJS Sound. H: Sáb, 24 h. 10 € c/c, gratis hasta la 1.30 h.

@ LA RIVIERA - Pº VIRGEN DEL PUERTO S/N. @ HEINEKEN - C/ PRINCESA , 1. Actualmente es el club de referencia en Madrid por su excelente e inagotable programación dedicada al indie rock y la electrónica, con residencias de sellos como Ed Banger Records y DJ sessions de Boys Noize, Rex The Dog, Felix Da Housecat, Steve Aoki, Peter Hook... www.intromusica.com

C/BAILÉN 16, 28005. MADRID ContraClub es un bar donde coinciden varias tipologías de noctámbulos con un denominador común: su gusto por la calidad y variedad musical. ContraClub pretende romper barreras entre disciplinas y generaciones, ser un lugar de encuentro de artistas y un escaparate para todo tipo de espectáculos de calidad. Un lugar abierto y dispuesto a juntar funk con flamenco, cabaret con música electrónica. X y J de 22 a 05:30 h. V y S de 22 a 06 h. www.contraclub.es

C/FOMENTO 30 (MADRID) Desde 1997 el Home Bar es un referente para los amantes de la música. El pop, la electrónica y el indie son el eje central de las sesiones de nuestros DJs, desde los clásicos imprescindibles hasta las últimas novedades. En el Home podrás escuchar desde Depeche Mode, REM o The Smiths hasta White Lies, Hot Chip y Temper Trap, pasando por Placebo, Massive Attack, Muse, Royksopp, Radiohead, Ladytron, Foo Fighters, Interpol... Abierto los viernes y los sábados a las 23h.

Clubbing Galicia COMPLEJO PLAYA CLUB. AVENIDA DE LA HABANA, ESTADIO DE RIAZOR (LA CORUÑA). WWW.PLAYACLUB.NET Pop, indie y electrónica. Más de 60 conciertos de música alternativa al año. Sesiones los jueves, viernes, sábados y vísperas de festivos desde las 3 h. +info en www.playaclub.net


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cine Apichatpong Weerasethakul

Apichatpong Weerasethakul

EL AUTOR ARTESANO

Flamante ganador de la Palma de Oro en Cannes, Apichatpong Weerasethakul llega a nuestras pantallas con una película de coproducción española, “El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas”, un hermoso filme de fantasmas tan cercano al fantástico artesanal como al cine de autor más radical. Director imprescindible para entender el cine del siglo XXI, ya ha firmado varias obras maestras. El premio obtenido en Cannes supone la guinda del pastel; su estreno comercial, una oportunidad de oro. Texto

Violeta Kovacsics

EL PROYECTO

En “El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas” un hombre que puede dialogar con los espectros de sus seres queridos recuerda sus anteriores vidas. Weerasethakul ya había desarrollado anteriormente esta idea en una instalación y en un cortometraje. “Comenzó como un proyecto artístico, llamado ‘Primitive’, basado en un libro que compré hace tiempo sobre un hombre que vivía en la misma región que yo, en el norte de Tailandia, y que intentó conocer a sus parientes fallecidos. Fui a visitar a sus hijos, pero no logré sacar nada en claro, así que lo usé más como una inspiración. Me interesaba para poder abordar el recuerdo que tengo de mi región. No es un sitio ideal para vivir, porque hay mucha pobreza, y esta idea está presente en la película a nivel de paisaje y también a través de mi recuerdo, algo que se desprende del filme”. EL RECUERDO

“Syndromes and a Century” nacía de los recuerdos de los padres de Weerasethakul, que inspiraban las dos partes del filme. “El tío Boonmee” tiene como origen otro recuerdo, en este caso ajeno: las memorias del hombre al que se refiere el título. “Para ‘El tío Boonmee’ me inventé muchas cosas. En el caso de ‘Syndromes and a Century’, que estaba inspirada en mis padres, yo conocía al referente; en cambio, al hombre de ‘El tío Boonmee’ no lo conocí, así que inventé la mayor parte. Se podría decir que la película debería llamarse ‘Uncle Apichatpong’, pues la mayoría de cosas que hay son más cercanas a mí que al libro en el que se inspira. La última escena de la película aborda justamente este

tema. Uno de los personajes, que no conoce al hombre, dice que debería inventarse una historia”. UNA PELÍCULA SOBRE LA MEMORIA.

La idea del recuerdo empapa un filme con un fuerte carácter espiritual, algo que se desprende de unas imágenes con cierto aire retro y con vocación de mirar hacia viejas producciones del audiovisual tailandés. “Podría haber ido a los archivos a investigar sobre el antiguo audiovisual tailandés, pero quería reaccionar en el propio set de rodaje o a la hora de escribir el guión, prefería que todo surgiera de mis recuerdo de todas aquellas imágenes. El hecho de que todo fluya desde la memoria, es lo que hace la película tan especial, pues nace de la experiencia y del recuerdo”. EL TIEMPO Y LA OBRA

En “El tío Boonmee” aparecen algunos elementos de “Tropical Malady”, la película que proyectó a Weerasethakul a nivel internacional. Se traza así una fuerte conexión entre ambos filmes y se construye una obra que funciona como bloque. “Para mí, hacer películas es trabajar sobre el tiempo. Cuando en ‘El tío Boonmee’ ves al chico que se convierte en monje, puedes pensar que estás viendo una película que va antes de ‘Tropical Malady’. Se produce así un juego en el tiempo, entre las distintas películas”. UN FANTÁSTICO ARTSANAL

La imagen de un mono-fantasma, una de las más hermosas y perturbadoras del filme, corrobora la idea anterior. El género, tal y como se muestra en “El tío

Boonmee”, no dista tanto de la labor artesanal de las cintas originales de “La Guerra de las Galaxias”. “¡Si! ¡Chewbacca! Para mí, de la película, y, en especial, de la escena de la cena, se tiene que desprender un sentimiento de algo anciano. Sin embargo, el público tiene que saber que se trata de una obra actual. Quizá por eso, en la secuencia de la cena en la que aparece el mono haya una fricción entre el hecho de que hay un personaje caracterizado de manera barata, con un traje muy pobre, y el realismo propio del ritmo de la escena”. REALISMO / GÉNERO

El tempo no es el mismo que el del filme de Lucas. El tono, tampoco. Weerasethakul logra congeniar el realismo con lo fantástico. “Quería reflejar algo espiritual: el mundo de los sentimientos. Por eso, la reacción que tienen los personajes cuando aparecen los fantasmas es de absoluta normalidad, es una proyección del deseo de poder hablar con sus seres queridos”. PELÍCULAS PARTIDAS

Aupado por la crítica gracias a una serie de películas con una recurrente seña de identidad (la división en dos partes muy marcadas), en “El tío Boonmee”, Weerasethakul ha puesto punto (final o seguido) a esta fórmula. “Cada película te dice lo que necesita. Cuando pensé ‘Tropical Malady’ y ‘Syndromes and a Century’ quería que se diferenciara la luz de la oscuridad; el dolor, de la felicidad. En ‘El tío Boonmee’, en cambio, quería hacer otra cosa. Es cierto que están ambas esferas mezcladas. Además, no quería que me encasillaran en la misma fórmula”.



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cine

Columna

Texto

Violeta Kovacsics

Albert Fernández

“Film Socialisme” DE JEAN-LUC GODARD (SUIZA, FRANCIA, 2010)

“Tron: Legacy” DE DAVID YATES

Cuando “Tron” se estrenó, allá por 1982, los ordenadores parecían venir de otro mundo, y consumaban de alguna manera la feliz plasmación casera de la ciencia ficción. Hoy en día, ya nadie juega al ordenador, quizás por eso apetezca tanto más el regreso de la primera fantasía virtual del séptimo arte. Kevin Flynn lleva más de 25 años encerrado en un mundo arcade y su hijo se adentrará en ese universo cibernético, desatando nuevas persecuciones en la arena electrónica y trepidación con trajes brillantes a ritmo de Daft Punk, sobre motos que dibujan un haz de luz fluorescente. ¡Wow!

el cine que viene “Los próximos tres días”

“The tourist”

DE PAUL HAGGIS

DE FLORIAN HENCKEL VON DONNERSMARCK

Habita en Paul Haggis una dislocación mental que le impide decidirse entre lo crudo y lo tierno. Porque, cuando se dedica a llenar renglones como guionista, es capaz de dar forma al zafio James Bond de “Casino Royale”, o perpetrar finales lacerantes como el de “Million dollar baby”. Ah, pero cuando se pone a dirigir, el brillo del Oscar le ciega. Después de atesorar lagrimones con “Crash”, vuelve a las andadas con lo que podrían ser dos horas de drama insufrible, Russell Crowe de papá y esposo comprometido mediante.

Poco ha tardado el director de “La vida de los otros” en dejarse seducir por las mieles de Hollywood. Pero debemos concederle a Florian que, ya que lo hace, lo hace a lo grande. Peli de aventuras con dos super-protas, gran presupuesto y escenarios de leyenda. Si no te van los tiros, con Johnny Depp y Angelina Jolie podrás al menos revisitar aquel encantador viaje a Venecia. ¡Ah, Venecia!

“Burlesque” DE STEVE ANTIN

Comedia del arte o parodia superlativa. Lo que parece claro es que poco puede quedar de erudito cuando te dedicas a contar la historia de una chica de pueblo que se traslada a la ciudad y, después de servir el sexto cubata en un club de variedades, decide que prefiere subirse al escenario y ofrecer espectá-culo. ¿La chica? Christina Aguilera. No pares la carcajada aún, que también sale Cher.

“La llave de Sarah” DE GILLES PAQUET-BRENNER

Utilizar como vector a una periodista comprometida que en 2002 se dedica a investigar los pormenores de la redada contra los judíos acontecida en Francia sesenta años antes, traza una línea clara sobre donde se encuentra el umbral�de originalidad de otro film sobre el holocausto. Como todo eso ya se encontraba en el conocidísimo best-seller de Tatiana de Rosnay, tal vez sólo nos queda la interpretación de la dama en escena, Kristin Scott-Thomas.

“Todas las canciones hablan de mí” DE JONÁS TRUEBA

“Neds” DE PETER MULLAN

Es difícil responder a estímulos cuando se ataca siempre el mismo nervio. Con la butaca cediendo a la espalda, diría que a los relatos sobre jóvenes que devienen marginados, oprimidos por unas circunstancias familiares y sociales que les llevan a la violencia, ya sólo les queda repetirse. Veremos si Peter Mullan consigue remover algo dentro de nosotros cuando nos muestre a sus jóvenes no educados y delincuentes.

“En el centro de la tormenta” DE BERTRAND TAVERNIER

Sabemos de sobra que a Tommy Lee Jones le gusta jugar el rol de perseguido y alienado. Claro que tampoco se le da mal dar caza a cabronazos y asesinos. Esta vez, Tommy hará las veces de perseguidor, encarnando a un empedernido detective en el Nueva Orleans post-Katrina, donde algún mal nacido está asesinando a chicas. Por muchas cosas malas que pasen, el blues siempre suena en el viejo sur.

Sabias voces de redacción recomiendan prestar atención al debut en la dirección del hijo de Fernando Trueba. Y lo cierto es que, más allá del relato invertido de la relación amorosa entre Ramiro y Andrea, una pareja que ha roto, despierta simpatía que, a su paso por el Festival de Gijón, el cineasta confesara que Pío Baroja ha sido su inspiración, y que no se avergüenza de probar tempos literarios en su film. Eso, y la elección de unas cuantas canciones que parecen versar sobre nuestras miserias sentimentales.

“Ahora los padres son ellos (Little Fockers)” DE PAUL WEITZ

Oh, bueno, es Navidad, así que alguna peli familiar irreverente teníamos que incluir, ¿no crees? Ah, ¿que eres inmune a los buenos sentimientos? No te preocupes, Robert De Niro también; y el hecho de que Ben Stiller y su hijita hayan tenido algunos pequeños Fockers no le va a impedir seguir empleándose como suegro hostigador, presentarse en casa avisando con dieciocho segundos de antelación, o lanzar improperios mientras se sirve el pavo.

Cuando esto salga publicado, el clásico de nuestro fútbol ya habrá tenido lugar. Cuando escribo estas líneas, el diario de pago más leído de España muestra en portada un fotomontaje en el que se ve el rostro de José Mourinho en el cuadro de Francisco de Goya “El tres de mayo de 1808 en Madrid”. Más allá de colores y de resultados, la imagen ejemplifica el ‘todo vale’ en que se ha aposentado el entorno del fútbol español, triste reflejo de algunas heridas históricas que permanecen abiertas. Lo terrible de esta portada (o aquello que me hace pensar en el cine de Jean-Luc Godard, más allá de la imagen presente en el filme que nos ocupa de Andrés Iniesta, como un resistente rodeado de enemigos en la final contra el Manchester United) reside en su capacidad para banalizar una imagen, la de la pintura de Goya, que reflexiona y denuncia la muerte y el horror. En su última película, “Film socialisme”, Godard, cineasta cuyos ensayos fílmicos han versado insistentemente en torno a la Historia y la Imagen, trabaja sobre la idea de Europa, traza una crítica en torno al capital (el dinero y también su ‘ismo’) y se plantea de nuevo cómo filmar, cómo mirar. “Film socialisme” maneja, ya desde su título, dos conceptos, uno al lado del otro: película socialismo. Las palabras se sitúan, como dos imágenes, una junto a la otra, plano contraplano. El ejercicio refleja el gusto por el montaje de Godard, un cineasta del encuadre, que, como recordaba el crítico Fernando Ganzo, inicia “Film socialisme” con un plano del mar, espacio eminentemente abierto, imposible de aprehender en su totalidad. La imagen sirve a Godard para retratar una Europa abierta. En la primera parte (de nuevo, dos fases, plano contraplano: la primera transcurre en un crucero; la segunda en tierra firme, junto a una carretera que apunta también al tránsito, al viaje), la película navega por el Mediterráneo. Godard viaja desde Odesa hasta Barcelona, siguiendo el camino inverso a un dinero que, durante la Guerra Civil española, desapareció al llegar al puerto del mar Muerto que Sergéi Eisenstein (otro fundamentalista del montaje) inmortalizó en “El Acorazado Potemkin” (en otra imagen en torno al horror de un fusilamiento, como la de Goya). Francia, España, Alemania, Italia, Rusia… Godard reflexiona sobre una Europa que es a la vez varios países y una; lo hace con la función vídeo de un teléfono móvil, como si el píxel plasmara también la desintegración de la imagen. La película se cierra con una variedad de citas, películas distintas que forman una sola: “Film socialisme”.

autopsia


cine

“Biutiful”

“Aita”

DE ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU (MÉXICO Y ESPAÑA, 2010)

DE JOSÉ Mª DE ORBE (ESPAÑA, 2010)

“Balada triste de trompeta” DE ALEX DE LA IGLESIA (ESPAÑA, 2010)

Un payaso triste con una ametralladora; una imagen tan siniestra como propia del universo de un cineasta que, desde los inicios de su carrera, ha luchado por imponer su mundo particular en tramas más o menos apabullantes, en las que se dan la mano el humor salvaje, la violencia extrema y los golpes de efecto. Un payaso triste con una ametralladora; una imagen que sirvió de punto de partida para construir una metáfora sobre las circenses, y sangrientas, transformaciones de la España del siglo XX. Un payaso triste con una ametralladora; una imagen que, combinada con una historia de amor loco, insano, a tres bandas, y salpicada con la música de Raphael y algunos apuntes históricos (la edificación del Valle de los Caídos, la muerte de Carrero Blanco...), sirve de grotesco punto de inflexión en un relato de ambición incontrolada. Álex de la Iglesia plasma en “Balada triste de trompeta” toda su imaginería visual, en una orgía de imágenes de potencia abrumadora, desde su mismo prólogo, tremendo y brillante, o en unos deslumbrantes títulos de crédito. Amante del exceso, el Presidente de la Academia deja de lado la diplomacia del cargo para convertirse en un agresor de primera. Que levante la mano el espectador al que no dejen K.O. los provocadores puñetazos de un relato que nunca consigue despertar más emoción que el desconcierto y el rechazo. Àlex Montoya

Puede parecer exagerado, pero después de ver “Come reza ama” no le quedaron a uno ningunas ganas de volver a tropezarse con Javier Bardem en una pantalla. Claro que el cine siempre llega a rescatarnos y nos contradice cuando nos da la gana. Su creación en “Biutiful” es de esas que quitan el aliento, que te dejan clavado por su objetiva grandeza. Es asombroso comprobar cómo se puede rayar tanta altura después de haber caído tan bajo. Iñárritu ha imaginado una película espectral, un viacrucis por senderos en penumbra hacia una luz al final del túnel que te llama y te espera. Es ésta una obra fatalista e inyectada de pesimismo, una película sobre la muerte, nada más y nada menos. El director conduce a Bardem por una Barcelona tétrica y quejumbrosa, por unos bajos fondos viciados e inhumanos. Pero no es un documento de denuncia, ni atisbo de compromiso social ni zarandajas similares. Es más bien un retablo, un jardín de las delicias en cuyos claroscuros transcurren vidas condenadas, destinos crueles. Y por esos recovecos se aparece un ser divino que habita en un paisaje nevado y espera, siempre espera nuevos inquilinos en su morada. La más compleja de las obras de Iñárritu es también la menos complaciente —Arriaga ya no está—, la más abigarrada. La mejor. Toni Vall

Se podría decir que lo peor del cine de autor contemporáneo es que quiere parecer cine de autor contemporáneo. ¿Boutade (estupidez altiva) o afirmación perogrullesca? Que quieren que les diga, si Béla Tarr hubiera filmado culos en vez de espaldas, el cine vanguardista sería muchísimo más atractivo a día de hoy. La nueva película de José Mª de Orbe (con un guión escrito a dos manos junto a Daniel Villamediana) no peca de falta de ideas, sino de acumulación de las mismas. Y no es que la película no nos guste, más bien todo lo contrario. Es abstractiva como un Erice, excitante como el primer Guerín —aquí tiene mucho que ver el asombroso trabajo de Jimmy Gimferrer a la hora de manejar la luz (o su ausencia)—, terroríficamente enigmática como un Zulueta, divertida como Buñuel cuando jugaba con el absurdo místico… En resumen, con tanta idea ajena, ¿dónde queda la presencia de Orbe como autor? Extraña encrucijada. Por un lado, hay que defender “Aita” por ser cine con actitud y aptitud (sello de Luis Miñarro en la producción), todo un puñetazo a la adocenada producción fílmica nacional; por otro, no hay que ser conformista y saber (y querer) exigir más, porque si nos quedamos sólo con las formas, más que una experiencia estética parece que estemos hablando de un rutinario acto social. Javier Cacho Leal

“Poesía”

“El discurso del rey”

“Caracremada”

DE LEE CHANG-DONG (COREA DEL SUR, 2010)

DE TOM HOOPER (UK Y AUSTRALIA, 2010)�

DE LLUÍS GALTER (ESPAÑA, 2010)

Fue una de las sorpresas del último Festival de Cannes, del que se marchó con un simple premio al mejor guión, cuando parecía digna de medallas más relucientes. La nueva película del autor de “Secret sunshine” —su currículum también menciona que fue Ministro de Cultura en su país, aunque cuesta una barbaridad imaginar a sus homólogos europeos rodando algo igual de inspirado— tiene rima asonante y métrica compleja. El director nunca la impregna de lirismo barato, sino de cadencia pausada y contención ejemplar. Para comprobar su talento, no hay más que ver esa secuencia donde nos aleja de su protagonista para permitir que descubramos su historia familiar, hasta que la vemos aparecer por sorpresa al otro lado de la ventana. Un doble crescendo atraviesa la película. Por un lado, el de esa anciana excéntrica y abnegada (dos adjetivos que, algún día, la RAE convertirá en sinónimos), fuera de lugar en un mundo de lo más prosaico, vagando para encontrar el dinero que necesita para salvar a su nieto, que ha cometido una auténtica estupidez de juventud. Por el otro, el que acompaña la composición del poema que escucharemos durante un emotivo final —de esos que dejan marca—, sobre el rumor que llega desde el río y ante la escalofriante sonrisa de los inocentes. De lo mejor que nos habrá pasado este año. Álex Vicente

Esta lujosa ficción histórica se inicia y finaliza con el personaje principal, Bertie, futuro rey Jorge VI, enfrentado a un micrófono. Planificadas como un duelo de western, estas escenas ilustran a la perfección el comentario indignado del padre del protagonista, “Antes, bastaba que los reyes supiéramos montar a caballo vestidos de uniforme; ¡ahora quieren que seamos actores!”. Concebida como el reverso de “My fair lady” (un hombre común enseña a hablar a un aristócrata), el filme de Hooper podría considerarse también como la secuela de “The Queen”, otro retrato de una monarquía en crisis debido a la irrupción de los mass media. El dragón al que debe batir el rey Jorge no es Adolf Hitler, sino la radio, que disemina su tartamudez a lo largo y ancho del Imperio; para ello contará con la ayuda de Lionel Logue, heterodoxo logopeda. Es en las escenas entre ambos, concebidas como batallas dialécticas entre dos actores de altura, cuando el filme alcanza sus mejores momentos. Con unas expresivas composiciones, Hooper evidencia el sucesivo alejamiento y acercamiento de los personajes sobre unos fondos de papel de pared dignos de las películas de Terence Davies. El resto es rutinario y oscarizable cine de época, que, tras el discurso final, que inicia la 2ª Guerra Mundial, deja una dudosa sensación de triunfalismo. María Adell

Olviden la leyenda, piensen en el hombre. Aparquen la Historia, entren en su vagabundeo diario. Sí, es difícil abstraerse de un imaginario común —la Posguerra, el Maquis, la Guardia Civil—, pero Lluís Galter nos obliga a hacerlo en su atípico debut, en su no-crónica de la vida en los montes franceses del anarquista Ramón Vila, más conocido como Caracremada (Caraquemada). Puede que lo político no se ausente (no puede hacerlo) en “Caracremada” y aparezca en forma de libros, cartas, carteles y proclamas, pero el enfoque nada tiene que ver con el del cine español académico. Sin apenas diálogos, confiando en el fuera de campo y fijándose en los rostros pétreos de sus actores, el director construye un relato mínimo, sutil, que, aun bebiendo de Bresson y de los autores ‘del silencio’ (Alonso, Van Sant), escapa de los tics del copista. La cámara, que se desliza en bellas panorámicas, trocea cuerpos y se detiene en las magulladas manos de sus figuras. Serrar, comer, disparar... Las acciones manuales llenan una trama depurada, algo reiterativa, que funciona por elipsis y se clausura con un encuentro memorable entre dos hombres que se buscan y se persiguen en la oscuridad, luchando no ya por su país, sino por sí mismos. Carles Matamoros


080/081

libros Peter Bagge

american most wanted Texto

“Punto Omega”

Don DeLillo SEIX BARRAL

Philipp Engel Tamara (Anacronic)

Ilustración

Robert Stone

BROOKLYN (NUEVA YORK), 1937

“P

ero la imprecisa insatisfacción seguía ahí, y no se trataba de soledad o de un reparo moral; era, claro está, miedo. Para Converse, el miedo era importante en grado sumo; en el sentido moral, constituía la base de la vida. Era el medio a través del que percibía su alma, la fórmula por medio de la cual podía confirmar su propia existencia. Tengo miedo, razonó Converse, luego existo.” “De pronto, al mirarla a los ojos, Hicks sintió una confianza sin fisuras. El precio, fuese el que fuese, ya llegaría en su momento. Nada le iba a parar.” Robert Stone (“Dog soldiers”). El hombre como un animal aterrado: todo el mundo tiene miedo, incluso en plural ¡Se coleccionan miedos! Triunfa el que se sobrepone y se hunde; fracasa, el que no consigue doblegarlos, aunque a veces todo sale al revés y es justo lo contrario. No les contaremos cómo acaba “Dog soldiers” (1974), la magnífica novela de Robert Stone ahora recuperada de un inmerecido olvido (el nuestro) por Libros del Silencio. Pero sí que hay un hombre, una mujer y otro hombre; una pareja huyendo por California con unos kilos de heroína traídos de Vietnam, malotes molones que van tras ellos, persecuciones, tiroteos, palizas… Pero como todo buen thriller, no se trata tan solo de un thriller que funciona tremendo, sino que viene con un empaque emocional y literario que mereció el National Book Award, nada menos. Y coloca, vaya si coloca. A medida que van pasando las páginas empapadas en LSD de este trip psicotrónico por la América post Manson, en plena resaca del Verano del Amor, mientras la heroína se expande como un virus por toda la nación, uno se ve cada vez más como saliendo de esta bonita portada que le han puesto, caminando fusil en ristre con fondo de desierto en llamas, mientras explotan cosas y suena “Going the distance” en la lejanía. O así

se imagina uno a Robert Stone, como un escritor post Hemingway que, tras alistarse en la marina (como Ray Hicks) y más tarde en el taller de Wallace Stegner, anda a su aire, familiarizado con el miedo, el asco, las drogas y la violencia, pero consciente de que ni siquiera los “líderes y gurúes de la contracultura eran particularmente honestos”. El ya fallecido Ken Kesey lo describió como un “paranoico que detectaba fuerzas siniestras detrás de cada galleta Oreo”. Y Stone aún se permite añadir que “confiar es bueno, no confiar es mejor”. A la experiencia contracultural, se sumó la de Vietnam, y si bien nuestro hombre no pasó más de dos meses como corresponsal (igual que John Converse), “cada día era diferente al anterior”. Y de la suma, nació “Dog soldiers”, que también es una película, aunque no la de soldados licántropos del mismo nombre, sino “Nieve que quema” (“Who’ll stop the rain”, 1978, Karel Reisz), con el apocado Michael Moriarty en la piel de John Converse y Nick Nolte como un Rambo avant la lettre que arma la de Dios es Cristo en una deriva final que, sin embargo, antes nos hace pensar en la “Quiero la cabeza de Alfredo García”, el thriller lisérgico que, nada es casual, Sam Peckinpah estrenó precisamente ese mismo y ya lejano 1974. Nunca es tarde para rescatar un clásico de esta magnitud, que viene con mimada traducción a dúo y uno de esos exhaustivos prólogos que Rodrigo Fresán escribe en aviones mientras sobrevuela la noche del océano. Sabrán todo lo que necesitan saber de Robert Stone (google highlights); ansiarán que la editorial cumpla su promesa de traernos más material de este señor, que —entre “A hall of mirrors” (1967) y los relatos de “Fun with problems” (2010)— dispone de una decena de títulos en total, y se lo recomendarán animadamente a sus amigos para que estos no tengan que recurrir al típico crítico literario perdido en una fiesta o en una oscura coctelería. Feliz todo, y mejor año tengan.

Los físicos detrás de El Gran Colisionador de Hadrones que se expande a lo largo de 29 kilómetos bajo la frontera francosuiza provocan estallidos de protones con el objetivo último de descubrir partículas todavía por catalogar en la Naturaleza. Pasadas por el complejo tamiz de las conexiones neuronales de Don DeLillo, las palabras generan formas de expresión que desconocíamos en este planeta narrativo. Con “Punto omega” alcanzan su punto de fuga. Rebobinando vemos que al escritor siempre le han interesado más las estructuras profundas que las visibles. Sé paranoico y acertarás. Si cavamos y cavamos en la realidad aparente lo que se asoma es el terror en estado puro. En los sótanos están los cuadros de mandos. El ruido de fondo es en verdad la banda sonora de la vida. Tras convertir los desechos de plutonio enterrados bajo tierra en metáfora caníbal de todas las formas de degeneración social de la América contemporánea en la abrumadora “Submundo”, DeLillo adelgazó sus novelas para centrarse en lo conceptual. Al tomar las riendas de la abstracción, el autor fue capaz de que segmentos de sus últimas obras se transmutaran en una naturaleza muerta (“Body art”) , una pantalla bursátil (“Cosmópolis”) y un memento mori (“El hombre del salto”). “Punto Omega” es la radicalización de este camino por el que la prosa se revela un artificio que no describe las cosas sino que se mimetiza con ellas. Inspirada en la vídeo instalación “24 Hours Psycho” de Douglas Gordon, consistente en proyectar el clásico de Alfred Hitchcok a dos fotogramas por segundo hasta alargar su duración un día antero, la novela va detrás de sus mismos propósitos, que el espectador/ lector vea alterada su percepción del tiempo hasta descubrir que el entorno puede ser interpretado de diversas formas. Con un tablero mínimo —la acción está en la cabeza reflexiva de los protagonistas— y un limitado número de peones —un asesor de la guerra de Irak de carácter filosófico, el cineasta que pretende filmarlo disertando en un plano fijo sostenido, su hija, de presencia fugaz, y un misterioso individuo— el autor compone una pieza de cámara de aspiraciones metafísicas. En ella el individuo es reducido a un engranaje a partir del cual encara temas que lo trascienden. Por ejemplo, el tiempo geológico frente al tiempo subatómico o los límites en la expansión de la conciencia. El tempo de la narración se acopla al mensaje para que el lector sienta aquello sobre lo que se debate. Un vuelco intrigante perfora un túnel de señales ocultas entre el primer y último capítulo. No sé si nadie ha estado tan cerca de hallar una nueva dimensión dentro de la literatura como DeLillo. Antonio Lozano


Se estrenó a finales de los setenta en la revista del portadista de los Ramones John Holmstrom, heredó de Robert Crumb el cargo de director de la revista Weirdo en los ochenta y en la última década del siglo pasado trazó sin quererlo la imagen corporativa del sonido Seattle. El dibujante, escritor, músico y creador del cómic de culto “Odio” cumple 53 años este mes y lo celebra con la edición en castellano de su novela gráfica “Other lives” y la recopilación de cómic-books “Sudando tinta”.

Texto

Violeta Kovacsics Peter Bagge

Ilustración

Peter Bagge GRUNGE A SU PESAR N

o deja de ser irónico que el mayor éxito de ventas de una de las figuras más relevantes de la viñeta underground sea “Spiderman el megalómano” (Panini). Un encargo de Marvel que, como “El incorregible Hulk”, acabaría por chapotear en el mismo pozo negro en el que Peter Bagge ahoga a sus personajes propios. Esa fosa séptica de la que nacieron la ultraviolenta Martini Baton y los obscenos Jesus Critters (muy anteriores a “South Park”), la desestructurada familia Bradley (los guionistas de “Family guy” ni habían nacido) y el reportero ultraderechista Studs Kirby (Intereconomía tardaría en llegar). Un universo de risotada disfuncional que también inunda las páginas de sus dos últimas entregas. El protagonista de “Other lives” (La Cúpula, 2010) es un periodista de sospechoso currículum envuelto en luchas por herencias y mundos virtuales. “Como la mayoría de personas menores de 60 años ya no leo periódicos sino webs. Pero mi intención con este personaje no era ni fustigar a los periodistas ni señalar que la profesión cae en picado. Siempre los ha habido buenos y malos”. La trama incluye, como ya es costumbre, unos cuantos bocadillos autobiográficos. “Las cosas iban tan mal en mi familia que de adolescente quería que mis padres

se separasen. Todo se calmó cuando mis hermanos y yo nos fuimos cada uno por su lado pero aún quedan cicatrices emocionales”. Referencias personales que afloran sin sutilezas en “Sudando tinta” (La Cúpula), la edición integral de las aventuras de un equipo de negros a las órdenes de un dibujante. “Yo al principio también intentaba venderme a cualquier precio con el único objetivo de ganar algo de dinero, pero nadie me contrataba. Supongo que, a largo plazo, aquel rechazo fue una bendición”. Desde entonces la coherencia ha sido un ingrediente permanente en la trayectoria de Bagge, con permiso de algún patinazo puntual. “Hacer mi propia colección de camisetas para Stussy fue divertido. Me dieron una buena pasta. Quizá el merchandising sea un ingreso importante para otros autores pero yo nunca he intentado explotar seriamente ese mercado”. Tal es su desidia a la hora de exprimir filones comerciales que la omnipresencia de su obra durante la explosión grunge no fue premeditada. Recién casado y alejado de las salas de conciertos, vio como la Generación X admiraba a sus desganados monigotes veinteañeros y plasmaba sus diseños en portadas

y carteles. “Ni fui un gran fan de aquella música ni me entusiasma que se me asocie con ello, pero estoy orgulloso de una ilustración que hice para un disco de Tad”. Mientras SubPop rescata su arte en cada nuevo aniversario, él opta por hacer power-pop al frente de Can You Imagine? “El grupo es una vía de escape que he construido siendo ya cuarentón. En cuanto a mis gustos, estoy atrapado en el pasado. Escucho pocas cosas grabadas después de 1980”. Teniendo en cuenta que muchos trabajos del padre de “Mundo idiota” (La Cúpula) parten de propuestas ajenas, como la serie de animación “Rock ‘N’ Roll Dad” en torno al psicótico progenitor de Brian Wilson, las tiras para la publicación libertaria Reason o “The hasty smear of my smile”, escrito a cuatro manos con Alan Moore, parece probable que lo próximo en ver la luz sea una película basada en el despojo humano Buddy Bradley. “Me gusta cómo han adaptado a Dan Clowes al cine y me llegan ofertas regularmente, pero obviamente ninguna ha cuajado. Tampoco se ha emitido aún la serie ‘Apocalypse Nerd’ en la BBC. Y probablemente no lo haga nunca. Mi carrera es un desfile de proyectos geniales que estuvieron a punto de suceder”.

Micah P. Hinson

la historia de un camarero que quiere ser escritor y conoce a una chica llamada Apple que escribe cosas sin sentido (“en realidad, todo lo que escribe Apple está extraído de los diarios que escribí durante la época en que trabajé desde casa vendiendo teléfonos por teléfono”, admite Hinson) y que se lo lleva a visitar a sus ex suegros. Sí, todo un poco raro. Como en una película de Vincent Gallo. Pero con más cigarrillos y tragos de la cuenta. Casi tantos tragos como en una novela de Charles Bukowski. “Me enamoré de lo sencilla y a la vez poética que es la prosa de Bukowski. Me dije, yo quiero hacer algo así. Luego me di cuenta de que Bukowski sólo estaba imitando a John Fante y entonces me enamoré de John Fante”, dice. De hecho, uno de sus dos perros se llama Bandini en homenaje al autor de “Pregúntale al polvo”. Fante le cambió la vida. “Me ayudó a encontrar mi voz narrativa, lo más difícil para un escritor”, asegura.

Dispuesto a escribir la Gran Novela Americana (“así es como se llamará mi segunda novela, porque no creo que nadie de mi generación la haya escrito aún, todos son demasiado pretenciosos”, dice), Micah ve en su música y sus historias “un retrato de la América sureña” de hoy tan certero como el que dibujaron John Steinbeck y Flannery O’Connor en su momento. Pero, insiste, aunque el protagonista se llame Paul y quiera ser escritor, “no soy yo”. Micah no ha leído demasiado. O ha leído mucho. Pero siempre lo mismo. “Leo los mismos libros una y otra vez. Hasta treinta veces”, dice. Esas son las veces que ha leído “El Gran Gatsby”, por ejemplo. “Quiero conocer el libro hasta el último detalle, para intentar sentirme como se sentía Fitzgerald escribiéndolo”, dice. Lo curioso es que ninguna editorial norteamericana le hubiera hincado el diente a su primera novela aún. “No voy a salir de aquí” se edita primero en España y luego, quizá, lo haga fuera. Laura Fernández

Micah P. Hinson lleva encima unas gafas gigantescas, un jersey con coderas, un mochila repleta de libros y un cigarrillo de plástico. Está hojeando una vieja edición de “En la carretera”, de Jack Kerouac. “Sólo estoy buscando el momento en el que habla de mi pueblo, Abilene, en Texas”, dice. Cuando lo encuentra, lee en voz alta lo que escribió Kerouac. Luego dice que él y su mujer van a misa los domingos (“si nos despertamos a tiempo”) y que viven en una pequeña casa con porche, al lado del zoo. “Por la noche oímos los leones rugir, es alucinante”, dice. Micah siempre quiso ser escritor, por eso se compró una máquina de escribir. “Es una Royal, de los años 30”. Fue con ella con la que escribió “No voy a salir de aquí” (Alpha Decay), su primera y única novela,


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libros

libros “Fabulosos monos marinos” Óscar Gual

“Marcos Montes” David Monteagudo

“¡Menudo reparto!” Jonathan Coe

ACANTILADO

ANAGRAMA

DVD EDICIONES

Cuando te zampas siete libros por mes, te puede invadir la sensación de que muchos de estos autores de mediana edad, aún con mucho por decir, están redactando páginas del mismo gran libro, y éste parece escaso de ambición. “Fabulosos monos marinos” se escapa de esta burda generalización, pero se escapa por todos sus poros. El segundo asalto de Óscar Gual es de todo menos predecible. Para empezar, nada hay que suene a conocido en sus referentes. Es un libro que poco tiene en común con cualquiera de los autores ampliamente exhibidos en las mesas libreras. Ensimismado, navega en pos de sus propias mutaciones, con dosis inauditas de loca fantasía y negra proyección (si he de mentar algo para que nos agarremos, diremos Ballard). Es también un libro apocalíptico en formatos. Parece decirnos, “todo se va a la mierda. Escribamos (leamos, jodamos) mientras podamos”. Ni colección de cuentos al uso ni novela, los cánones se han vuelto porosos, reptilíneos y poco fiables. Y, ¿por dentro? Pocas lecturas de libros recientes me han proporcionado tal cantidad de desasosiego. Pocas he encontrado que se atrevan a ilustrar asuntos tan turbios de manera tan descarnada: alienación, parasitarismo del poder, turbas violentas, disolución del concepto de identidad, paranoia, universos múltiples, decadencia moral, drogas de diseño, planos narrativos desgarrados, ausencia de dioses. Nihilismo, mucho nihilismo para elevar una transcripción desesperanzada, pero también sarcástica, de nuestro tiempo. Carolina León

No era esta la novela que desde Acantilado nos habían anunciado como segunda entrega del fenómeno Monteagudo —ya saben, el operario fabril que se destapó con “Fin” y anunció que los cajones de su escritorio custodiaban varios manuscritos similares—. No lo era y, si queremos pensar mal, es posible que lo haya acabado siendo a raíz de una lógica maniobra comercial. En principio, los mineros chilenos no debían ser rescatados hasta Navidades, tiempo más que suficiente para que la historia de Marcos Montes y sus compañeros atrapados a centenares de metros de profundidad obtuviera un margen extra gracias a la publicidad gratuita del caso real. Intuiciones al margen, quede claro que lo nuestro es la ficción. Y que, tras zambullirnos en ella, las dudas y certezas sembradas por “Fin” permanecen inalteradas. Dos fueron los peros principales que mereció esa ópera prima editorial. Uno, cosa de la maldición Shyamalan, lamentó lo abierto de su conclusión, mientras que el otro tachó los diálogos de excesivamente pedestres. En aquella ocasión, el abajo firmante disfrutó tanto del trayecto que no le puso reparos al destino o estilos elegidos por el autor. Aquí, no obstante, una sorpresa final que se canta en la página diez y un capítulo dialogado cuyo objetivo parece ser solo el de rellenar espacio, con un tratamiento de la cuestión racista a la altura intelectual de un programa de Antena 3, en efecto, lastran demasiado las buenas maneras de un conjunto que hubiera dado mejor como relato. Milo J. Krmpotic’

“El juego del otro” Varios Autores

“Calle de los maleficios” Jacques Yonnet

ERRATA NATURAE

SAJALÍN

Precisamente cuando uno se dispone a tirar la toalla, a abandonar la búsqueda de una novela que consiga paliar los efectos adictivos de la buena lectura de ficción, cae en sus manos esta droga de quinientas páginas que, desde su inicio, se convierte en un objeto inseparable destinado a convertir las horas perdidas en placer absoluto. Gracias a la indiscutible labor editorial de la colección “Otra vuelta de tuerca” se rescata esta genial novela —originalmente publicada en 1996— en la que se redescubre el talento del escritor británico que siempre ha sido venerado desde nuestras páginas. Inicialmente inspirada en la trama de la película de Pat Jackson “What a carve up!” (1961) —aquel célebre filme detectivesco en clave de comedia, que tenía lugar en una lujosa mansión en la que sus invitados caían como pájaros—, Jonathan Coe hace circular por su corrosiva novela una coral de personajes abocados en la desidia moral más absoluta, al tiempo que ejerce una inteligente crítica de la alta sociedad británica de inicios de los noventa que, a pesar de la exagerada descripción del carácter y actos de sus protagonistas, resulta del todo creíble. La versátil capacidad narrativa de Coe sumerge al lector en una vorágine de sucesos y crímenes que transcurren en el seno de una caótica familia que cava su propia tumba a medida que avanzan sus páginas. Un crescendo imparable que tiene como clímax un sorprendente desenlace, un justo homenaje a las lecturas de Conan Doyle y Agatha Christie. Matías Bosch

“Los superhéroes y la filosofía” Varios Autores BLACKIE BOOKS

La editorial Errata Naturae sigue con sus propuestas singulares. Esta vez nos presenta una exposición de tesis y recopila en “El juego del otro” a Vila-Matas, Echenoz, Gifford y Auster junto a los artistas Paul Klee y Sophie Calle. Cuando la literatura se apropia de la realidad, en ocasiones falseándola, entramos en un fascinante territorio de arenas movedizas, el de la impostura. La conversación entre VilaMatas y Jean Echenoz, la más literaria, sienta la base del discurso, pero el delirio de las fabulaciones en directo de Vila-Matas pierde en este formato. Esto, el que no ha asistido a una conferencia de Vila-Matas no lo sabe. En la segunda pieza, Paul Klee narra sus supuestas vivencias junto a August Macke en un viaje a Túnez, y Barry Gifford se encarga de suplantar a este último y recrear lo que podrían haber sido las páginas de su diario, mero ejercicio de suplantación. Cierra el volumen el juego entre Paul Auster y Sophie Calle, el cruce más complejo e interesante. El escritor convirtió a la artista en un personaje de su libro “Leviatán”, y ésta le reta a que le escriba el guión de su vida. De ahí nace Gotham Handbook. Nueva York. Instrucciones de uso. La documentación de las premisas que Auster le propuso: sonreír, hablar con desconocidos u ocupar un lugar. Ella ocupará una cabina telefónica. Este libro ocupará el suyo en mi biblioteca. En 1997, tropecé por vez primera con Vila-Matas. Él daba una conferencia en el marco de una exposición de Sophie Calle. Se cierra un círculo. Álex Gil

Quizá no resulte tan curioso que fuera un escritor parisino, Jean Genet, quien trazara el más justo retrato del barrio chino barcelonés; y aun menos curioso, que otro parisino, Jacques Yonnet, firmara una novela con tintes de ensayo sobre el período y las zonas más oscuras de la ciudad de la luz. “Calle de los maleficios” posee, como el libro de Genet, la capacidad para adentrarse en los rincones secretos de la urbe y retratar a sus gentes. La escritura de Yonnet se mueve por París con un bello lirismo, describe las líneas del Sena, convierte la ciudad en un personaje eminentemente femenino e incluso se anima a la comparación metafísica con Londres. Su prosa se mueve bajo el influjo de una poesía que le permite jugar con el misterio y crear una trama opaca. El núcleo del relato se sitúa en la rue Mouffetard, convertida en punto de reunión para maleantes y personajes con implicaciones políticas en el libro y en centro de interés turístico en la actualidad. “Calle de los maleficios” combina el ensayo urbano con la novela de espías y mezcla una intriga que firmaría el mismísimo Balzac con los ecos de la historia (principios de los años cuarenta, la sombra ineludible de la Segunda Guerra Mundial y de la ocupación alemana). A caballo de la ficción, Yonnet firma una novela exquisita para los amantes de la capital francesa, un retrato tan cuidado como delicado que puede servir a su vez de libro histórico, de guía para neófitos y de celebración del mero placer literario. Violeta Kovacsics

El éxito de “Los Simpson y la filosofía”, el primer libro publicado por la joven pero ya imprescindible pequeña editorial barcelonesa Blackie Books, ha provocado que sus editores se lancen con otro producto similar, “Los superhéroes y la filosofia”, ensayo de varios autores (muy bien editados por Tom Morris y Matt Morris) que intenta buscar pautas filosóficas en setenta años de historia del cómic de superhéroes. Como es complicado encontrar relaciones específicas en tantos años de historia narrada por infinidad de guionistas diferentes (el Batman de finales de los treinta poco tiene que ver con el Batman colorista de los cincuenta o el Batman oscuro de los noventa), los autores deciden centrarse en pequeños espacios temporales de diversos superhéroes. Así, se puede investigar las relaciones de amistad o familia comentadas hace más de dos milenios por Aristóteles, con Batman y Los Cuatro Fantásticos respectivamente, las diversas facetas éticas de las mujeres de La Patrulla X en las películas de Bryan Singer, la religiosidad del Daredevil de Frank Miller y Kevin Smith o la fuerza moral de un personaje tan redondo como Barbara Gordon (Batgirl-Oráculo). El acierto de “Los superhéroes y la filosofia” es contar con tres pesos pesados del género como son los guionistas Mark Waid, Jeph Loeb y el mítico Dennis O’Neil, quien seguramente firma el mejor ensayo de todo el libro, para atraer al posible fan de los pijamas que, francamente, suele conocer muy bien todas las referencias filosóficas y éticas que se recogen en este libro. Manu González




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