Go Mag #120 Abril 2011

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NICOLAS JAAR MOJAVE 3 NACHO VEGAS ANNA CALVI FALTYDL BEADY EYE JEFF MILLS

120 ABRIL 2011 CONSIGUE LA EDICIÓN CON CD EN TU QUIOSCO

MANEL SR. CHINARRO JON HOPKINS / PHOTEK THE MIGHTY FOOLS CAT’S EYES

GO SERIES 79: L.E.V. FESTIVAL 2011

Incluye temas de Photek, King Midas Sound, Darkstar, Jon Hopkins, Pantha Du Prince, Lorn, Demdike Stare, SBTRKT, Jóhann Jóhannsson, Harmonic 313, Ital Tek... EDICIÓN GRATUITA FREE ISSUE

THE PAINS OF BEING PURE AT HEART



120

sumario

ABRIL 2011

16 MANEL

staff Edita UNIPRENSA S.A.

06 BITES

GO MAG Directora: Janina Canet.

12 INTRO

Jefe de redacción: Manu González. Director de arte y diseño gráfico: Fabián Taranto. (www.ftdesignlab.com) Redacción GO MAG. Muntaner, 492, bajos. 08022 Barcelona. Tel. (+34) 93 417 68 67 / (+34) 93 418 50 05 Fax (+34) 93 417 33 63 E-mail: go@go–mag.com Suscripción y logística: 93 418 50 05 solicitudejemplares@uniprensa.com Web: www.go–mag.com MySpace: www.myspace.com/gomagbarcelona Facebook: www.facebook.com/gomagspain Twitter: www.twitter.com/gomagspain

18 BEADY EYE

Coordinador de cine y literatura: Philipp Engel. Coordinadora de moda: Ana Tomás. Coordinador de tecnología: Xan Pita. Corrección: Nati Arco. Web: Virginia Arroyo. Redactores: María Adell, Virginia Arroyo, Leticia Blanco, Octavio Botana, David Broc, Óscar Broc, Javier Burgueño, Matías Bosch, Philipp Engel, Albert Fernández, Laura Fernández, Laura Gamundi, Álex Gil, David Giménez, Daniel Gómez, Gloria González, Manu González, Carola Guerrero, Sonia Hoop, Violeta Kovacsics, Milo J. Krmpotic’, Carolina León, Israel Márquez, Pepo Márquez, Luís Meyer, Àlex Montoya, Half Nelson, Banessa Pellisa, Marc Piñol, Xan Pita, Alicia Rodríguez, Vidal Romero, Arantxa Ruíz, Jesús Sáez, Silly Savage, Everett True, Toni Vall, Daniel López Valle, Álex Vicente, Alberto Vidal y Pablo Vinuesa. Fotógrafos: Dani Cantó, Maisie Cousins, Luis Diaz Diaz, Rebecca Escabrós, Steve Gullick, Pavla Kopecna, Max Hamilton, Carlos J. Lafuente, Nick Miller, Sam Mirlesse, Martin Murphy, www.myqua.com, Emma Nathan, Sylvia Steinhaeuser y Pablo Zamora. Fotografía de portada: Pavla Kopecna.

36 NACHO VEGAS

Publicidad Barcelona Tel. (+34) 93 418 50 05 / 93 417 68 67 E-mail: publicidad@go–mag.com Agentes comerciales: Ramón Villarquídez, Gina Selicorni y Eneida Fonseca.

72 MASCHINE!

Dep. Legal: B-19124-00 Fotomecánica, impresión y encuadernación: Tu Grupo Gráfico 2005 S.L. Distribución gratuita: Barcelona (Blind Records). Resto de España (Envialia). Distribución en quioscos: Coedis.

85 CINE Y LIBROS

20 EN PORTADA: THE PAINS OF BEING PURE AT HEART

26 CAT’S EYE 32 ANNA CALVI 34 SR CHINARRO 35 THE MIGHTY FOOLS

40 SEA OF BEES

28 JEFF MILLS

30

42 FRANK BRETSCHNEIDER

NICOLAS JAAR

44 L.E.V. FESTIVAL (JON HOPKINS Y PHOTEK) 52 DISCOS, MAXIS, ÚLTIMO CLÁSICO... 68 AGENDA MUSICAL 71 IN & OUT

38 FaltyDL

48 MOJAVE3

76 GADGETS Y MODA

GO MAG se distribuye gratuitamente en las siguientes ciudades españolas: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Burgos, Cáceres, Cartagena, Castellón de la Plana, Ciudad Real, Donostia, Girona, Granada, Lleida, Logroño, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Pamplona, Gijón, Vigo, Santander, Sevilla, Tarragona, Valencia, Vitoria y Zaragoza. GO MAG está disponible en los quioscos de España, Portugal, Argentina, México, Chile, Costa Rica y Perú.


004/005

concurso

Sorteamos 6 abonos dobles para la edición de Sónar 2011 Barcelona Sónar 2011 ofrece una cuidada selección donde se conjugan el talento incipiente (Nicolas Jaar, el colectivo Numbers, Floating Points, Dominique Young Unique, Toro Y Moi...), las figuras consagradas (Underworld, Aphex Twin, The Human League, M.I.A., Global Communication, Chris Cunningham...) y los nombres clave que lideran el salto de la bass music británica a la electrónica de masas (Magnetic Man, Pearson Sound, Katy B, Africa Hitech, Night Slugs...). El festival destaca este año por una importante presencia de relevantes artistas estadounidenses de lenguajes muy heterogéneos (Steve Reich, Janelle Monáe, Atmosphere, los miembros del sello Tri Angle, The Gaslamp Killer, Tyondai Braxton...) y un buen número de propuestas de discursos de raíz eminentemente techno con la oscuridad y la abstracción como leit motiv (Scuba, Silent Servant, Shackleton, Surgeon, Raime, Actress, Apparat...). Todo esto y más podrás disfrutarlo en Sónar Barcelona, el 16, 17 y 18 de junio de 2011. Sorteamos para la ocasión 6 abonos dobles para que tú y un acompañante podáis asistir a todas las actuaciones de día y noche. Además, entre los ganadores, sortearemos otro premio: un Meet & Greet con un artista sorpresa de esta edición de Sónar para que podáis charlar un rato en privado tomando una copa. El año pasado, el misterioso invitado fue Richie Hawtin. ¿Quién será esta vez? Descúbrelo y participa aquí: www.go-mag.com

Adivina quién se esconde detrás de Mega Mystery Band y gana un iPad

Sorteamos 3 abonos para el L.E.V., Laboratorio de Electrónica Visual de Gijón

La Mega Mystery Band es un experimento creado por Konbini y Universal Music que pone a prueba a los verdaderos amantes de la música: ¿Qué puede más, la fama o el talento? Y es que el grupo esconde a un músico reconocido bajo una identidad secreta, para experimentar la manera en que los fans reaccionan a su música sin contar con la promoción que normalmente rodea a los grandes artistas. La gran pregunta tiene su respuesta en una sucesión de pistas que se irán anunciando durante los próximos meses en su página de facebook (www.facebook.com/megamysteryband) y twitter (twitter.com/MegaMysteryBand), y que ayudarán a resolver el misterio. Para optar a ganar uno de los 3 iPads de los que disponemos, tendrás que averiguar la identidad secreta de Mega Mystery Band y desvelarlo en el muro de la página facebook de Go Mag (www.facebook.com/gomagspain) antes del 15 de mayo.

Los breaks metálicos y las melodías ensoñadoras de Apparat, la IDM emocional y melancólica del japonés Ametsub, las complejas estructuras rítimicas de Downliners Sekt, la fusión de la precisión digital con la acústica de los sonidos cotidianos de Juanjo Palacios y la enriquecedora aleación de sonidos de Ital Tek completan en el apartado musical la programación de la quinta edición del Laboratorio de Electrónica Visual, que durante los días 29 y 30 de abril se estará celebrando en Laboral Ciudad de la Cultura en Gijón. El resto del cartel lo forman Photek, King Midas Sound, Jóhann Jóhannsson, Pantha Du Prince, Jon Hopkins, Darkstar y Harmonic 313, entre otros. Tenemos 3 abonos disponibles para este sorteo. Participa en nuestra web: www.go-mag.com



006/007

bites

DCode Festival

My Chemical Romance, Band Of Horses y Crystal Castles encabezan el cartel

Bites

// 7 días de fiesta a la semana es lo que nos propone el renovado club New York de la calle Escudellers de Barcelona, mítico templo del pop, a partir del próximo viernes 1 de abril. En esta nueva etapa, el New York dedicará cada día de la semana a un estilo concreto. Los lunes (desde el 18 de abril): pop atemporal, garaje, 60s, soul, funk, electrónica. Los martes (desde el 19 de abril): hits de siempre. Los miércoles (desde el 13 de abril): rock, electrónica, showgirls. Los jueves (desde el 7 de abril): 100% electrónica (techno, house, disco, electro). Los viernes y sábados (inauguración, viernes 1 de abril): POP en mayúsculas, desde su vertiente más electrónica a su lado más clásico y al indie atemporal. Y los domingos (desde el 10 de abril): tea-dance gay heterofriendly. www. newyorkclub.es // Battles anuncian su esperado nuevo disco para el 6 de junio. Cuatro años después del éxito mundial de “Mirrored” (07), vuelven los matemáticos del rock con “Gloss drop” (publicado en Warp), un álbum que tendrá aires nuevos gracias a la participación de cantantes invitados como el mítico Gary Numan, Yamantaka Eye, líder de Boredoms, la cantante de Blonde Redhead Kazu Makino y el gran Matías Aguayo que ha puesto feeling veraniego al tema “Ice cream” que ya puedes escuchar en las redes sociales. // En 2004 publicaba Depeche Mode su caja de “Remixes 81-04”. Siete años más tarde, concretamente el 6 de junio en Reino Unido y 7 de junio en Estados Unidos, la banda lanza su secuela, “Remixes 2: 81-11”. El triple álbum incluye contribuciones de M83, Trentemøller y UNKLE, así como remixes de Röyksopp, Stargate, Karlsson & Winnberg y Eric Prydz. Además, también incluye la contribución de dos antiguos componentes de Depeche Mode: Vince Clarke y Alan Wilder. // El grupo británico revelación de este año The Vaccines y los americanos The Annuals han cancelado su presencia en el San Miguel Primavera Sound 2011 por motivos ajenos a la organización.Por otro lado, Suicide anuncia que su actuación en el festival estará centrada en su primer álbum, de título homónimo y una de las piedras angulares del proto-punk electrónico. Más información en www.primaverasound.com.

Nace un nuevo festival en España: DCode. El festival, fruto de la colaboración entre Live Nation y la Universidad Complutense de Madrid, combinará música, arte y nuevas tendencias. Una buena oportunidad para la ciudad de Madrid que nunca ha tenido mucha suerte en continuidad de festivales de corte alternativo tras la desaparición del Festimad (y no, Rock In Rio no vale como festival indie). El DCode Festival se celebrará el 24 y 25 de junio en el Complejo Deportivo Cantarranas de la Universidad Complutense de Madrid. Las entradas están a la venta desde el día 11 de marzo y los 5.000 primeros abonos se venden a 60 € + gastos. Las primeras confirmaciones del DCode Festival no se han hecho esperar y la verdad es que estamos ante un cartel de lujo: Eels y Band Of Horses destacan como los dos grandes nombres a nuestro parecer (aunque oficialmente el cabeza de cartel es My Chemical Romance), y a estos hay que sumarles Blood Red Shoes, Crystal Castles (en la foto), Jamaica, The Sounds, The Vaccines, Foster The People, All Time Low y Kasabian. Y para los fans del producto nacional, unos cuantos buenos fichajes: The New Raemon y Polock entre otros. Más información en www.dcodefest.com

Día de la Música Heineken

Festival Do Norte

Glasvegas y John Grant se unen al cartel

Festival de alta fidelidad

El Día de la Música Heineken sigue añadiendo grandes nombres a su cartel. No satisfechos con traer a The Pains Of Being Pure At Heart (merecida portada de este número de Go Mag), Janelle Monáe, Destroyer, Toro y Moi o Wild Beasts, el 18 y 19 de junio también podremos disfrutar en el Matadero (Madrid) de las actuaciones de los escoceses Glasvegas y de John Grant. También os recordamos que Heineken ha lanzado Play To The World, una iniciativa para buscar nuevos talentos y darle la oportunidad al ganador de darse a conocer en el Día de la Música, además de 9.000 € de premio. Las 10 bandas finalistas actuarán en directo durante 5 noches a lo largo del mes de mayo en la sala Costello de Madrid.

El Festival Do Norte (que se celebrará el 6 y 7 de mayo en el Recinto Ferial Exterior Fexdega de Vilagarcía de Arousa en Pontevedra) presenta un cartel para este 2011 repleto de grandes nombres. Con !!!, The Vaselines, Peter Hook y Mirrors que sustituye a The Wave Pictures (en la foto, presentando su disco de debut “Lights and offerings”), son los cabezas de cartel más visibles del festival gallego. También han confirmado las actuaciones de Chappel Club, Sexy Sadie, Joe Crepúsculo, Pony Bravo, Delafé y las Flores Azules, Ellos, Nadadora y London Guns, entre otros. El 7 de mayo se proyectará la película “Control” de Anton Corbijn en el Auditorio Municipal de Vilagarcía de Arousa. Posteriormente tendrá lugar un coloquio dirigido por el periodista Xavier Valiño con Peter Hook, miembro Joy Division y New Order.

Family Club

Por amor al techno

Family Club lleva más de quince años trayendo a Toledo lo mejorcito del techno mundial. Si el pasado mes de marzo era Jeff Mills quien presentaba en exclusiva para toda España su nuevo trabajo “The power” (Axis, 11), en abril el club de la Ctra. de Madrid-Ciudad Real Km 96 de Sonseca (Toledo) tiene preparadas un buen par de sorpresas para todos aquellos fans del auténtico techno. El 9 de abril, Cristian Varela será el maestro de ceremonias a los platos y antesala del show en directo de Aril Brikha y sesión de DJ de Valentino Kanzyani. Richie Hawtin (en la foto) será el gran protagonista del viernes 22 de abril (junto el directo de Heartthrow).



008/009

bites

Sónar 2011 cierra su cartel

Nuevas incorporaciones de Aphex Twin, Janelle Monáe y The Human League

Bites

// Tras haberle diagnosticado cáncer a Adam Yauch, se puso en espera el lanzamiento de “Hot Sauce Committee Pt. 1” de Beastie Boys. ¿Y para qué sacar la primera parte cuando ya tienes calentita la segunda? Y eso mismo han hecho los Beastie Boys. La banda ha confirmado que su disco “Hot sauce commitee Part 2” verá la luz el 3 de mayo y ya han puesto en streaming uno de sus temas, “Too Many Rappers”. Además, el trío también ha desvelado el artwork del álbum (en la foto).

Janelle Monáe (en la foto), Aphex Twin o The Human League son algunos de los nombres que cierran el cartel del festival Sónar 2011, que este año sigue celebrándose por partida doble en Barcelona (16, 17 y 18 de junio) y A Coruña (17 y 18 de junio). Sónar 2011 ofrece una cuidada selección donde se conjugan el talento incipiente (Nicolas Jaar, el colectivo Numbers, Floating Points, Dominique Young Unique, Toro Y Moi...), las figuras consagradas (Underworld, Aphex Twin, The Human League, M.I.A., Global Communication, Chris Cunningham...) y los nombres clave que lideran el salto de la bass music británica a la electrónica de masas (Magnetic Man, Pearson Sound, Katy B, Africa Hitech, Night Slugs...). El festival destaca este año por una importante presencia de relevantes artistas estadounidenses de lenguajes muy heterogéneos (Steve Reich, Janelle Monáe, Atmosphere, los miembros del sello Tri Angle, The Gaslamp Killer, Tyondai Braxton...) y un buen número de propuestas de discursos de raíz eminentemente techno con la oscuridad y la abstracción como leit motiv (Scuba, Silent Servant, Shackleton, Surgeon, Raime, Actress, Apparat...). El concierto que clausura el festival juntará a Alva Noto y Ryuichi Sakamoto en la Noche Grec-Sónar en el Teatre Grec. www.sonar.es

Big Audio Dynamite se une al FIB

Estrella Levante SOS 4.8

La banda de Mick Jones –ex guitarrista de The Clash y actualmente en Gorillaz– Big Audio Dynamite encabeza la lista de nuevas incorporaciones al cartel de FIB 2011. Además, otros nombres como Noah & The Whale, Dorian, Bombay Bicycle Club, Anika, Hidrogenesse, Henry Saiz, McEnroe y Layabouts se suman a la XVII edición del Festival Internacional de Benicàssim (14-17 de julio). Este año el FIB presenta la que es posiblemente una de sus mejores programaciones en años con la presencia en primera línea de Arcade Fire, Arctic Monkeys, The Strokes, Primal Scream, Portishead, Mumford & Sons, Beirut, Brandon Flowers, The Stranglers, Pendulum, Julieta Venegas o The Streets, entre muchos otros. www.fiberfib.com

Manel es la última incorporación al cartel del festival Estrella Levante SOS 4.8, que se celebra en el Recinto Ferial de la Fica en Murcia el 6 y 7 de mayo. El grupo catalán es, sorprendentemente, el actual líder de ventas en España con el disco “10 milles per veure una bona armadura”, publicado este mes de marzo, y ponen el broche final a la programación del SOS 4.8 donde destacan artistas como MGMT, These New Puritans, Two Door Cinema Club, Suede, Editors, !!!, Patti Smith, Vetusta Morla, Trentemøller, The Kooks, Steve Aoki, Lori Meyers, Tiga o Standstill presentando “Room”. Además se confirma el espectáculo de Lee Ranaldo el 6 de mayo así como también las conferencias de Jeremy Gilbert y “Música y literatura” con Antonio Luque, Manolo de Astrud o la misma Patti Smith.

La antigua banda de Mick Jones se reúne en 2011

Manel pone cierre al cartel

// Sesionaza de Calvin Harris en La Riviera dentro del Low Club Day 6. Pop bailable y contagioso, sintes de reminiscencia ochentera, bases memorables... El compositor y productor de gente como Kylie Minogue o Dizzie Rascal viene a Madrid para meterse en el escenario donde se siente más cómodo: el de club. // El festival Low Cost (21-23 de julio en Benidorm) ha anunciado nuevas incorporaciones a su cartel: Klaxons, la banda inglesa de new rave liderada por Jamie Reynolds, Fangoria, Fanfarlo, Lüger, los suecos Shout Out Louds, el rock pantanoso de Guadalupe Plata, la banda alicantina Dei Suoni y el DJ set de Erol Alkan. // A las actuaciones ya anunciadas de Jack Johnson, Calle 13, Fat Freddy’s Drop, Ayo, Delafé y las Flores Azules y Antònia Font, la nueva edición del festival Cruïlla Barcelona incorpora cuatro nuevos artistas y vaya artistazos son: Public Enemy, Madness, Alborosie & The Sheng Yeng Clan y The Heavy. El festival tendrá lugar en el Parc del Fòrum de Barcelona los días 8 y 9 de julio. // The Human League, Orbital Dj Set, Raimundo Amador y Yellowman se unen al cartel de Territorios Sevilla 2011, junto a los ya anunciados Klaxons, Femi Kuti & The Positive Force, Vetusta Morla, The Fall, Asian Dub Foundation, Nach, The Divine Comedy, Horace Andy & Dub Asante, Tote King, Sr. Chinarro, Muchachito Bombo Infierno o Mala Rodríguez. www.territoriosevilla.com // Por fin se ha desvelado parte del cartel del Monegros Desert Festival (23 de julio en Fraga, Huesca) con Boys Noize, Paul Kalkbrenner, Luciano, Vitalic, Steve Aoki y Dirtyphonics. Quedan otros 50 artistas por confirmar todavía. www.monegrosfestival.com

Inauguración de Music Hall

Nueva sala de conciertos en Barcelona

La noche del 5 de abril de 2011 será testigo del nacimiento de una nueva sala de conciertos: Music Hall (comparte local con City Hall). Music Hall, situada en pleno centro de Barcelona, en Rambla de Catalunya 2-4, nace con la intención de ofrecer un espacio de calidad para la música en directo en una sala de tamaño medio, pero con todas las comodidades y equipamiento técnico de una sala de gran formato. El 5 de abril se inaugura Music Hall con la actuación de Los Campesinos! y alguna sorpresa más aún por confirmar. El 8 de abril, Señor Mostaza presentará su nuevo disco, y el 3 de junio actuarán Those Dancing Days. www.musichall.es


Festival Vigo Transforma

Segunda edición en el Puerto de Vigo

Durante los once años de existencia de esta publicación hemos visto como nacían y morían muchos festivales. Grandes propuestas desaparecían del mapa tras su primera edición y pequeños festivales por los que nadie daba un duro al principio se convertían en futuros clásicos. Por eso es de menester celebrar que un festival como Vigo Transforma vea una segunda edición, demostrando así que lo suyo no fue flor de un día. Seguro que el gran éxito de la edición de 2010 (cartelazo con The XX, Orbital y Jeff Tweedy, entre otros) ha sido el detonante para que los organizadores del festival, esmerArte y Music2Day, con el apoyo del Xacobeo-Xunta de Galicia, hayan dedidido seguir con la buena onda en 2011. La lista de nombres confirmados para esta nueva edición está encabezada por la presencia de los neoyorkinos The Pains Of Being Pure At Heart (portada de este número), Yann Tiersen y Hola a Todo el Mundo. A la espera de más confirmaciones, se sabe que también estarán presentes en el Muelle de Transatlánticos del Puerto de Vigo del 30 de junio al 2 de julio (el festival arranca antes, el 23 de junio, con diversas disciplinas artísticas) Ron Sexsmith, The Gift, Catpeople, Eladio y los Seres Queridos o Xoel López, además de Russian Red y Vestusta Morla. www. vigotransforma.com

Jack Daniel’s Music Day Música y barbacoa al aire libre

Bill Callahan en España

Bites

//Se rumoreaba que el segundo álbum de estudio de Justice iba a caer este año, pero tanto se ha especulado acerca de este dúo francés que nos costaba creerlo. Finalmente, Surface to Air, la agencia creativa encargada del artwork, y posteriormente Ed Banger, han confirmado el lanzamiento del primer single del segundo álbum aún sin nombre de Gaspard Augé y Xavier de Rosnay. El tema se llama “Civilization” y verá la luz el 4 de abril en Ed Banger Records, además de servir de banda sonora para la nueva campaña de Adidas ‘Is All In’, vídeo dirigido por Romain Gavras.

Tres fechas para presentar su “Apocalypse” //El South Pop de Sevilla se celebra este año en el Teatro Alameda el 15 y 16 de abril. Fiel a su cita con el pop nacional, los artistas confirmados para esta nueva edición son La Bien Querida, Standstill, Manel, Ellos, Dënver, Margarita, Single y Ornamento y Delito, entre otros. Los abonos cuestan 40 € anticipado y las entradas de día tienen un precio de 25 € anticipada. Más información en www.southpopfestival.com

Jack Daniel’s se prepara para llevar a cabo un evento ambicioso: el Jack Daniel’s Music Day, una fiesta en la ciudad de Barcelona que tiene más pinta de minifestival que de simple fiesta a la usanza. El 9 de abril, en la terraza de L’Estadi Olímpic, actuarán durante todo el día bandas como Nada Surf (en la foto), I Am Kloot, We Are Scientists, Sr. Chinarro, Cold Cave, Arizona Baby, Franc3s, Frankie Rose & The Outs y Odio París más las sesiones de Los Planetas DJs, Pin&Pon DJs, DJ Capo y Nacho Ruiz DJ (junto al ganador del concurso de maquetas Jack Daniel’s). Un día lleno de música al aire libre en un lugar inusual y por tan sólo 20 € (en taquilla, 18 € anticipada). Se rumorea que además habrá barbacoa. Más información en www.jackdanielsmusic.es

El bueno de Bill Callaham acude puntual a su cita bimensual con la mesa de mezcla. Desde que abandonó el nombre de Smog (con el último “A river ain’t too much to love”) para grabar bajo su propio nombre, Callahan nos ha entregado dos de sus mejores trabajos. Ahora vuelve a España para presentarnos en directo su nuevo disco “Apocalypse”, que verá la luz el 19 de abril. En esta ocasión, Callahan visitará España con formato de trío, acompañado por Matt Kinsey a la guitarra y Neal Morgan a la batería. Las tres fechas confirmadas son el sábado 21 de mayo en el Teatro Principal de Donosti, el lunes 23 de mayo en la sala Bikini de Barcelona y el martes 24 de mayo en la sala Heineken de Madrid.

// Si querías música de baile en la Comunidad de Madrid, toma tres tazas. El Klubbers’ Day se celebra los próximos 14, 15 y 16 de abril en el Recinto Arena Madrid de la Casa de Campo con un cartel de los que echan fuego por las zapatillas: Carl Craig celebrando el 20 aniversario de Planet E, Sven Väth, Ricardo Villalobos, Onur Özer, Tiefschwarz o Radio Slave son algunos de los nombres más descatados. Tienes más información en www.klubbersday.es

Mojave3 se suma al cartel

//El festival Arenal Sound (se celebra del 4 al 7 de Agosto 2011 a orillas del Mar Mediterráneo en Burriana, Castellón) trae una nueva hornada de confirmaciones de música de baile que hará babear a más de uno: los popes del techno melódico Orbital (con DJ set), el canadiense Tiga, el dúo The Suicide of Western Culture, los franceses «rinôçérôse» y el fiestero de Calvin Harris. Más información en www.arenalsound.com

Vuelve una nueva edición del Festival L’Odissea que se celebrará el 28, 29 y 30 de abril (a partir de las 19 h) en la Plaça de L’Odissea del Maremagnum (Barcelona). Una oportunidad de ver a nueve buenas bandas del panorama pop-rock nacional e internacional totalmente gratis. El jueves 28 es el día del intimismo gracias a los conciertos de Nacho Vegas y Maika Makovski. Al día siguiente, el viernes 29, la diversión tomará la Plaça con los conciertos de Delorean, Los Massieras y Edredón. El final de fiesta, el sábado 30, tiene el mejor cartel con el retorno de Mojave3 (en la foto), el concierto de The Dodos y la oportunidad de conocer a dos jovenes promesas estatales: Partido y Litoral.

//Tras el éxito del recopilatorio de hace dos años “Dark was the night”, la Red Hot Organization (organización mundial de ayuda a víctimas e investigación sobre el SIDA) anuncia para el 28 de junio la edición de “Red Hot + Rio 2” en el que artistas de diferentes estilos interpretarán versiones clásicas del tropicalismo. La lista de artistas incluye a Dirty Projectors, Of Montreal, Madlib, José González, John Legend, Beck, Beirut o Devendra Banhart, entre otros.

Festival Plaça de L’Odissea


2º Festival Internacional de Música Avanzada www.sonar.es

A Coruña 17.18 Junio

FESTIVAL SÓNAR EN VENTA

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18º Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia www.sonar.es

Barcelona 16.17.18 Junio

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012/013

intro

Shout Out Louds Formas de bienestar

Como aquella canción de Lou Reed y John Cale, “Work” (Merge / Warner, 11), nos trae de vuelta a los cada vez más populares Shout Out Louds, ansiosos por evadir las zonas confortables. Incómodos con lo cómodo, estos suecos decidieron marcar una transición respecto al sofisticado “Our ill wills” (Merge, 07), y separarse por un tiempo de sus famílias, así como de su productor acostumbrado, el célebre Björn Yttling, para ponerse a las ordenes de Phil Ek (Built To Spill, The Shins) y buscar nuevos horizontes, de esos que no se alcanzan con un simple grito. ”Antes de grabar sentíamos que no debíamos esconder estas canciones detrás de nada, musicalmente. Queríamos que permanecieran sin tallar”, comienza Bebban Stenborg. Esta vez, las canciones no se agitan igual, pero ganan en profundidad. La mayoría de pasajes de “Work” se hacen menos bailables, sin un gancho claro, pero en cambio cada acorde parece venir cargado de una gran cantidad de significación. Piezas como “Fall hard” resultan tan maduras como remezclables. Además, los teclados han adquirido un rol prominente, tal vez para cubrir de alguna manera unas melodías de premisas muy básicas, sin destilar. “Es posible que hayamos ido acumulando amor por las capas de teclados a medida que han pasado los años, pero es cierto que esta vez los hemos usado a menudo como líneas melódicas. Al fin y al cabo, no todo pueden ser guitarras, y un buen sintetizador puede venir muy bien para una banda que no se puede permitir cargar por el mundo con un violonchelo, un mellotron y una sección de metal. De momento”. Canciones como “1999” parecen ser

llevadas por la nostalgia, pero, en esa recapitulación de episodios vitales, hay también algo de reacción frente a lo que se tiene delante, el ambiente anímico y social de la vida moderna. “Diría que estas canciones son reflexivas. En parte tienen que vez con el darse cuenta de que, incluso con la edad que tenemos, siempre podemos sentirnos como adolescentes, o incluso más jóvenes. ¿Es apropiado que un adulto sea rebelde? ¿Y tiene esa rebelión el mismo significado a través de la vida, aunque sea remotamente?”. En ese cavilar, se escurren mensajes. “Work” parece un disco comprometido justamente con cuestiones como la precariedad laboral, aunque muchos pensáramos que países como Suecia gozaban de un bienestar social ajeno a crisis. “Con el tiempo, me he dado cuenta de

que la humanidad es muy adaptable, y posee elasticidad y ganas de vivir en cualquier circunstancia. En un país en guerra, o asolado por desastres, la gente se preocupa por la comida, el hogar, sus vidas. En un sitio como Suecia tenemos el lujo de preocuparnos por el futuro y el gran esquema de las cosas, porque el presente funciona bien. Pero sospecho que, estés donde estés, y en cualquier situación, el amor es la única emoción que mantiene su urgencia, para lo bueno y para lo malo”. Albert Fernández www.myspace.com/shoutoutlouds ¤ Shout Out Loads tocarán los próximos 6 (Apolo, BCN), 7 (El Sol, Madrid) y 9 de abril (Mondo, vigo).

French Horn Rebellion Rebelión en la pista de baile

¿La rebelión de la trompa? ¿En serio? ¿Por qué? Y lo que me preocupa más, ¿por qué me gusta tanto este nombre? “Se lo comenté a todos mis compañeros de clase de trompa y les pareció un nombre estúpido, ¡así que me alegro de que a ti te guste!”, me contesta David, respondiendo a su vez a esa duda que todos teníais en mente de si el nombre era algún tipo de coña. Pues no, lo de la trompa va muy en serio. “Lo que intentaba es animar a los instrumentistas clásicos a ir más allá de sus destrezas y convertirse en verdaderos músicos, alguien que no sólo encadena notas, sino que hace música. Por eso es una rebelión”. Y esa actitud revolucionaria no buscan provocarla sólo en los creadores de música, sino también en sus oyentes. “Queremos hacer canciones positivas, que animen a la gente a rebelarse contra su status quo y a intentar cambiar su mundo de una forma constructiva… ¡y todo eso, bailando!”. Palabras mayores, teniendo en cuenta que lo único que sabemos hacer la mayoría a la vez que bailamos es aguantar el cubata, y a duras penas. Pero la intención de este dúo neoyorkino es loable y su debut en largo, “The infinite music of…” (Mushroom Pillow, 11) es ciertamente un chute de adrenalina que, si bien no necesariamente te va a impulsar a invertir el orden establecido, muy probablemente sí que te empuje con fuerza a la pista de baile. Y es que los 14 temas de este álbum pasan del synth-pop ochentero a torbellinos electro-rockeros capaces de destrozarle las caderas a más de uno, para luego marcarse unos remaches disco-funk. Pero, ¿de

dónde sale esta gente? Pues, a diferencia de muchos hypes, éste tiene una historia larga, y es que David fue el encargado de producir el EP “Time to pretend” de MGMT. Vamos, que si algo tienen estos chicos es buen ojo y un don especial para dotar a las composiciones de irresistibles ganchos pop. No en vano el New York Times habla de ellos como la next big thing. “Nos hizo mucha ilusión, pero no hay que dejar que lo que dice la prensa influya demasiado en tu trabajo, porque puede marearte. Ha habido medios que han catalogado nuestro álbum como uno de los mejores del año mientras que a otros les hemos parecido la peor banda del mundo. Incluso uno dijo textualmente que somos una imitación mierdosa de Daft Punk”. Y aunque es cierto que la sombra (que no los excrementos) de Daft Punk e incluso Justice planean sobre los mejores temas del disco (que coinciden con los más movidos), Robert y David conectan mucho más con el jazz clásico. “Me encantan los temas que pueden ser tocados simplemente con piano y voz. De hecho, creo que los estándars de jazz son una de nuestras mayores influencias. Los mejores ejemplos son ‘Broken heart’, ‘Up all night’ y ‘This moment’, que con un poco de rearmonización podrían convertirse en estándars de jazz”. “Incluso algún día”, añade, “me gustaría montar un cuarteto de funk-jazz con los vocalistas cantando en falsetto”. ¿Alguien dijo eclecticismo? Virginia Arroyo / Foto Max Hamilton www.myspace.com/frenchhornrebellion


Glasvegas

Luces y sombras Según NME, estaban destinados a dar sentido al final de una era y al comienzo de otra. El debut homónimo de Glasvegas (2008), fue disco platino en Gran Bretaña y de oro en Suecia. “EUPHORIC ///HEARTBREAK\\\” (Columbia / SonyBMG, 11) es su reválida, un álbum grabado a caballo entre Glasgow y Santa Mónica con las baterías de... James Alan, cantante y líder de la formación escocesa. La razón, el abandono de Caroline McKay el año pasado. La banda tiene, desde noviembre, nueva batería. “La discográfica nos puso en contacto. Al parecer James (Allan, el cantante) quería una batería chica y sueca...”, explica por teléfono Jonna Löfgren, la sustituta de McKay. Esta modosita de pelo corto y gafas no acostumbra a hacer entrevistas. “Es la primera vez que estoy en una banda”, se excusa. Löfgren cumplía los requisitos del líder de la banda escocesa, es sueca. Hizo las maletas, abandonó Boden, su recoleta ciudad en el norte de Suecia, y se mudó a Glasgow. “Bueno, en realidad no tengo casa... La gira ha sido intensa, no hemos parado desde que llegué al grupo. No sé bien dónde vivo, ¿en un autobús?”, comenta. Pongámonos en situación. Boden es una población de 18.000 personas cercana a Finlandia. Glasgow, la tercera metrópolis del Reino Unido, una ciudad plagada de bares y universitarios sedientos, cuna de Belle & Sebastian, The Delgados o Franz Ferdinand. Löfgren se quedó de piedra al verla. “Me encanta, es cosmopolita, animada... Otra de las cosas que me gustan es el tiempo. ¡Para mí hace calor en Glasgow!”. Y añade, “Donde vivía no había casi nada que hacer y aquí (Glasgow) hay una gran escena... Todavía no puedo hablar mucho sobre ello, pero la siento”. La mayor sorpresa se la dio la banda. “¡Ni siquiera me pidieron que tocara la batería en las pruebas!”. Durante la gira el público gritaba el nombre de la sueca y ella se preguntaba: ‘¿Cómo saben quién soy?’. Glasvegas

fueron candidatos al Mercury Prize en 2009 (al final una rapera desconocida, Speech Debelle, se llevó el gato al agua) y teloneros de U2. Su sonido épico, cargado de guitarras shoegaze y melodías apasionadas, sonaba a esperanza. Lógico que el público sepa quién es esta sueca. Los comunicados sobre el abandono de McKay y el nuevo fichaje fueron breves. James Allan hizo más ruido al reconocer en prensa que sufrió una sobredosis. Sucedió en el festival Coachella en 2009. El cantante mezcló cocaína y tranquilizantes para animales. Al parecer los confundió con valium. “No estuve en esa gira... pero puedo confirmar que Allan lo reconoció y que dejó las drogas poco después”, concede Löfgren. Según dicen, Löfgren es un pulpo a la batería. Esta fan de Nikki G., la batería de Beyoncé, adora “EUPHORIC ///HEARTBREAK\\\”. Letras quejumbrosas y voces que parecen lamentos. El mismo torbellino emotivo que el debut. Pero algo ha cambiado. Y no para bien. Allan escogió a Flood (ha trabajado con Depeche Mode) como productor. El resultado es pretencioso y pomposo. Se les ve venir. “The world is yours”, el single, es carne de estadio. Los enmarañados sintetizadores y las baterías triunfalistas los delatan. La madre de Allan, canta en “Change”, el corte que cierra el disco. La banda quiere que la interprete en directo. Teniendo en cuenta que Allan lo decide todo (él escogió a Flood, fichó a Caroline McKay en 2005 porque era ‘cool’, y a Jonna Löfgren), se saldrá con la suya. Está por ver si “EUPHORIC ///HEARTBREAK\\\” logra emocionar en directo. María Ovelar www.myspace.com/glasvegas ¤ Glasvegas tocarán en el Día de la Música Heineken el 18 y 19 de junio en Matadero (Madrid).

Neuman

El tiempo a su favor

Nadie dijo que fuera fácil. El camino que ha conducido a Paco Román —cantante, guitarrista y principal compositor de Neuman— hasta la publicación de “Plastic heaven” (Loopside, 11) ha sido largo, muy largo. Cuando La Fábrica de la Luz, su anterior quimera, apagó los últimos destellos de luminosidad, dejando atrás dos discos absolutamente recomendables, nuestro protagonista se enfrentó, con la heroicidad siempre implícita en un explorador, al vértigo de asomarse a un futuro por construir. “Nada más terminar con aquel proyecto empecé de cero con Neuman. Lo hice en solitario. Cada día que grababa una canción, tocando todos los instrumentos, intentaba terminarla. Quería mantener su esencia. Y así, al cabo de catorce años, todo ha desembocado en lo que es hoy en día Neuman”. Este trayecto, a lo largo de los años, acumula mucho más que experiencias. “En todo este tiempo me he dedicado a componer y grabar canciones, canciones que guardaba para mí y para los más cercanos. Era feliz grabándolas porque cada vez transmitían mejor lo que necesitaba expresar y eso, para mí, era más que suficiente. A raíz de conocer a Fernando Lillo nos planteamos hacer de Neuman un grupo. Fernando es mi hermano musical. Con él todo cambió. Posteriormente llegó Raúl Frutos, el batería. En un mes preparamos once canciones de cara al disco, la mayoría nuevas, a las que sumamos tres grabadas anteriormente. El noventa por ciento del disco lo registramos en una casa en la huerta de Murcia. Contamos con la colaboración de Antonio Illán y Raúl de Lara. El resultado nos encantó, orgánico y sin demasiados arreglos. Está grabado con primeras tomas. Expresa con sinceridad lo que sentimos”. Su música, intensa y épica, es fiel reflejo de la historia de estos murcianos. Los cuidados desarrollos instrumentales les acercan al post-rock de bandas como Explosions in The Sky o Mew, aunque también hay cabida para sonoridades más cercanas al shoegaze y al indie-rock de los noventa. La voz de Paco es una gran baza a favor del repertorio, con una dicción del inglés sobresaliente y una interpretación soberbia de las emociones en función de lo que requiere cada tema. “Plastic heaven” es un extraordinario álbum de debut cuya temática gira en torno a la necesidad de rellenar nuestro mundo de banalidades, creando un falso paraíso que sólo conduce a una constante insatisfacción. “En la vida nos preocupamos por cosas demasiado absurdas. Todo se convierte en un cielo de plástico y en una vida de mentira”. David Giménez / Foto Martin Murphy www.myspace.com/neumanland


014/015

intro

Caitlin Rose

Walkin’ after midnight

Es una historia bien sabida. La mayoría de los vástagos huyen consciente, o inconscientemente, de cualquier aspecto que pueda asemejarles a sus progenitores. En el caso de la norteamericana Caitlin Rose no iba a ser una excepción. Su madre, Liz Rose, es autora de numerosas canciones escritas para la cantante country Taylor Swift. Con una de ellas, “White horse”, fue galardonada con el Grammy a la mejor canción vaquera. La joven Caitlin ha demostrado en su reciente gira por España, de la mano de Houston Party, estar tan bien sobrada de talento, cercanía, conversación y simpatía como de carácter y de un orgullo bien entendido. Vamos, todo lo que se le puede pedir a una country-singer como las de antes. Ella da muestras de ese carácter ya desde el propio título de su primer y excepcional álbum “Own side now” (Rough Trade / ¡Pop Stock!, 11), en el cual deja bien claro que quiere ser dueña de su propio camino. “La música country formó una parte muy importante de mi educación mucho antes de que yo ya tuviera mi propia relación de amor hacia ella. Empecé a escribir canciones a los trece años con mi amiga Stephani. Teníamos una banda de mentira en la escuela secundaria. Mi padre me compró mi primera guitarra a los quince y, a

partir de ahí, es cuando todo comenzó a convertirse en algo mucho más especial”. Son innumerables los elogios que va acumulando desde la publicación de su debut y las comparaciones con grandes estrellas del country no pueden ser mejores: Patsy Cline, June Carter Cash, Emmylou Harris, Wanda Jackson y otras grandes damas de la canción estadounidense. ”Todos estos artistas han tenido un efecto enorme en mí, pero las comparaciones son un callejón sin salida. Con ellas sólo se puede ir tan lejos como para halagar, insultar o confundir y ninguno de estos aspectos aporta ninguna productividad real”. Quizá todo lo que se está escribiendo sobre ella pueda transformarse en una

presión de la que sea demasiado difícil deshacerse. “La mayor presión proviene de mis propias normas y éstas van mucho más ligadas a otros artistas que respeto y admiro, y no tanto a lo que la prensa pueda decir, aunque esa pizca de sal es muy importante. Como he dicho, mis propios estándares son muy altos. Escribir canciones es un proceso muy auto crítico para mí por lo que muchas canciones nunca ven la luz del día”. Las ausencias, la soledad, los corazones rotos, la bebida y el tabaco, todos ellos son los ingredientes que componen sus canciones. “Todo ello me ha hecho ser tal como soy”. David Giménez www.myspace.com/caitlinrosesongs

Punks Jump Up

Señoras que son punks pero hacen electrónica

“Música disco tocada y programada por unos punks que la verdad es que tampoco tocan demasiado bien”. Así es como definen Punks Jump Up lo que surge cuando ambos se ponen tras sus maquinitas. Este dúo británico empezó a crear sus canciones con guitarras y con discográfica propia, como mandan los cánones del ‘do it yourself’. “Aunque no hacemos punk, nos identificamos totalmente con la ética del DIY. Y, además, nos gusta hacer a la gente saltar. Supongo que por eso nos llamamos Punks Jump Up (risas)”. Pero lo cierto es que antes de poner a la gente a botar con temazos electrobailongos como “Blockhead”, David y Joe empezaron como DJs. “Nos íbamos viendo en

fiestas y clubs de East London y al final nos pusimos a organizar fiestas y pinchar juntos. De eso hace ya seis años. Supongo que nos unimos porque ambos teníamos la ambición de crear algo cool, musical y visualmente”. Y lo cierto es que si buscas su vídeo para “Dance to our disco” comprobarás la importancia que tiene para estos chicos que todo se ajuste a una estética extravagante pero coherente, llena de blancos y negros contrastados con colores fluor, neones y maxigafas. Ahora viene cuando buscas en YouTube “Dance to our disco” y me paras. ¿Electrónica? ¡Esto no es electrónica! Pero, como bien comentaba al principio, tras su etapa exclusivamente DJ, Punks Jump Up se colgaron unas

guitarras y empezaron componiendo temas post-punkdisco, un poco en la estela de Gang of Four. ¿Qué ha pasado desde entonces? “Bueno, entre los dos lanzamientos han pasado unos dos años. Hemos cambiado nuestras preferencias y, además, al no ser una banda al uso (con bajo, batería…), nos es más natural el sonido de ‘Blockhead’”. Entonces, tras el reciente lanzamiento del EP “Blockhead”, ¿qué cabe esperar de su estreno en largo? “Cada vez estamos retornando más a la escena de club, así que creo que vamos a tirar más por nuestra vertiente más electrónica, aunque sin perder esas aristas punk”. Puede que en este afianzamiento electrónico también tenga algo que ver el hecho de que Kitsuné se haya fijado en ellos. El EP de “Blockhead” viene cargadito de buenos remixes ideales para clubs de cualquier palo, incluyendo uno estupendo de Zombie Nation. Pero este dúo no sólo se deja remezclar, sino que también son remixers activos. Algunos de sus remixes más célebres han sido el de “Beep beep beep” de Tiga, “Breaking it up” de Lykke Li, “Listen up!” de Gossip y, uno de los favoritos de la banda, “Ace of HZ” de Ladytron. “Supongo que la clave es tener una visión clara de lo que quieres hacer con el tema, sin obligarte a ajustarte al tema original o a su estilo. Pero, eh, no te puedo decir más, no me hagas desvelarte nuestro ingrediente secreto (risas)”. Virginia Arroyo www.myspace.com/punksjumpup


¿Quieres participar en una película?

¿T

ienes un talento especial? ¿Sabes hacer algo diferente que los demás no pueden? ¿Eres una persona creativa que te gusta hacer las cosas a tu manera? Saca lo que te quema dentro y participa en la película “Burn Your Mind, The Movie” donde el protagonista eres tú. ¿Has probado a hacer ski acuático en un lago lleno de patitos de goma? ¿O skate en una rampa envuelto en una humareda blanca? ¿O bailar hip hop con globos de helio? Esto es lo que han hecho algunos de los participantes de la iniciativa “Burn your mind”, que busca filmar a gente creativa que haga las cosas de manera diferente a los demás. La creatividad por encima de todo. Ser original es ser auténtico. La genialidad es poco más que la facultad de percibir las cosas de un modo no habitual. O como diría Kurt Cobain, “Os reís de mí porque soy diferente, pero yo me río porque todos vosotros sois iguales”. Hay miles de skaters, riders, MCs, bailarines, graffiteros, bikers en el mundo... pero sólo algunos pocos destacan en lo suyo y se atreven a hacer algo diferente. ¿Eres tú unos de ellos? La iniciativa “Burn Your Mind” busca a gente como tú para su película. Quieren mostrarle al mundo que estas personas existen y que lo que hacen es tan especial que todos deberíamos verlo y conocer su historia. Por eso, serán los protagonistas de una película que rodarán durante este año. Ellos no te darán un guión a seguir, sino que se dejarán guiar por lo que tú quieres hacer y seguirán tus pasos con una cámara para retratarte como a un verdadero profesional. No se trata de que tú lo seas, sino de que hagas lo que sepas hacer con tu estilo propio. Si crees que eres uno de ellos y quieres participar en la grabación, envía un vídeo, una foto o explica tu movida en las redes sociales de Burn o en su página web (www.burn.es) y podrás aparecer en la película. Enséñanos hasta donde eres capaz de llegar... De momento, ya se conocen los nombres de los dos primeros protagonistas de “Burn Your Mind, The Movie”, Dase y Zenta. Provienen de la disciplina del graffiti y ya puedes ver sus trabajos online en RR.SS. y en www.burn.es. Todos los trabajos que hayan sido colgados desde el principio de la campaña así como aquellos que vayan llegando seguirán siendo susceptibles de ser los próximos elegidos para “Burn Your Mind, The Movie”. www.twitter.com/burn.es www.burn.es www.facebook.com/burnyourmind www.tuenti.com/burnyourmind www.youtube.com/burnyourmind


016/017

report Manel

MANEL

CABALLEROS ANDANTES

Quedamos en un bar normal, en aquello que popularmente se conoce como Bar Manolo. Era tranquilo, y el dueño repasaba las copas mientas de reojo miraba el Madrid-Lyon en los cuartos de la Champions. Cuando vino a pedir, tras la segunda ronda de cañas, Guillem Gisbert, con voz grave, pidió una tapa de almendras. Son tan normales que incluso no parecen haber ganado un disco de oro con más de treinta mil copias vendidas de un solo álbum. Un disco debut que les cambió la vida. Antes tocaban por gusto, ahora tocan por oficio y su trabajo es hacer discos. El nuevo se llama “10 milles per veure una bona armadura”.

Texto

S

Arnau Sabaté

er músico es un oficio como cualquier otro, sobre todo ahora, que los oficios se están perdiendo en virtud de trabajos en el sentido más estricto de la palabra. Se enfrentan a clientes muy fieles aunque en su caso se llame público y en ocasiones sea demasiado estricto. Martí Maymó (bajo) asegura que son muy conscientes de esto a pesar del inesperado gran éxito de “Els millors professors europeus” (Discmedi, 08). Mi sensación ante eso es que quizás tenían presión ante su próxima referencia discográfica. “Entre el primer y segundo disco, el concepto borrón y cuenta nueva es importante. No hemos tenido presión, aunque sí tuvimos consciencia ante lo que nos enfrentábamos”, nos cueta Guillem Gisbert (voz). “Trabajar sabiendo que detrás hay gente interesada o muy interesada en lo que podamos sacar, nos motiva de forma especial”, le apoya Arnau Vallvé (batería). A simple vista parecen haber digerido bien el éxito aunque también parecen haberlo alcanzado sin darse cuenta. “Llegó un momento en que para nosotros era increíble enterarnos de que se agotaban las entradas de nuestros conciertos sin que ni siquiera avisáramos a los amigos o a la familia”. Escuchando el disco, uno enseguida se da cuenta de que la evolución queda limitada a ciertos detalles en la arquitectura de las canciones, una presencia de instrumentaciones más barrocas y una concepción ligeramente distinta a la que planificaron su primer disco. “Nuestro objetivo no es ser novedosos, sino hacer canciones”. Y eso se hace evidente analizando el escenario en el que vuelven a la palestra. Conscientes de todo, rompieron el silencio con un avance premeditado. “Boomerang” y “Aniversari” fueron escogidas como single y nexo de unión entre “Els millors professors europeus” y “10 milles per veure una bona armadura” (Discmedi-Warner, 11) porque son las que más parecido tenían con su debut. Más allá de los singles, el nuevo disco nace con una nueva vocación. Según Roger no hay hits. “No es un disco de canciones cantables”, y Martí sentencia con “este es un disco con concepto de disco. Quizás el otro era más de canciones”. Guillem argumenta que

“nunca decidimos hacer un disco sin estribillos. En éste han salido algunos, como por ejemplo los de Boomerang. Aunque para mí es un estribillo poco convencional, en el sentido de que no funciona con una épica estricta”. Según ellos, han sido las propias canciones las que han tejido el eje conceptual del disco, y la forma que tienen de defender ese argumento me parece magistral. “Es un punto muy new age creer que una frase o una melodía te condena a ir siguiendo un camino, y que por lo tanto, la canción sea de una manera concreta”. A pesar de haber trabajado con otra concepción no han perdido el carácter, y en ellos esto representa un arma de doble filo que por una parte conserva la identidad pero por otra les puede llevar a la redundancia. Una de las consecuencias del primer disco es un menor uso del ukelele. “La tímbrica de su sonido encasilla demasiado las canciones y quizá, de forma no premeditada, nos quisimos alejar de eso”, nos confiesa Arnau. Sin embargo, conservan el sabor de siempre, el de casa, y en este disco lo han adaptado en formato habanera. “Nos llamaba la atención poner un coro masculino encima de una voz solista. Nos inspiramos en canciones marineras y salió ‘Deixa-la, Toni deixa-la’”, apunta Roger Padilla (guitarra). El disco ha evolucionado en cuanto a instrumentación. “Antes éramos un grupo que grababa las canciones para tocarlas en directo. Ahora nos planteamos la grabación de un disco con más arreglos. Sin embargo en directo seremos nosotros cuatro”. Y de hecho, los directos son uno de los rasgos distintivos más característicos del grupo, y con el que aseguran estar trabajando. Años atrás llamaron la atención gracias a ellos. Una escenificación teatral donde un hilo narrativo introducía y daba sentido al show. “Empezamos con todo ese cuento para que la gente estuviera más atenta y se fijara en nosotros. También porque no teníamos un repertorio demasiado largo como para cumplir con conciertos tan largos”. Aunque según confiesa Guillem, “el propósito para esta nueva etapa es intentar no cansar a los que repiten con las mismas arengas de siempre”. www.myspace.com/gatmanel



018/019

report Beady Eye

BEADY EYE

BIGMOUTH STRIKES AGAIN

Tenían un plan para dominar el mundo, ganar cada partido y arrasar. Están dispuestos a hacerlo aunque sea sin su capitán. Noel Gallagher, el brillante compositor de “Wonderwall”, abandonó Oasis en agosto de 2009. El cuarteto hizo piña con su hermano Liam, renombró la formación y se encerró a componer un disco. El resultado es “Different gear, still speeding”, el debut de Beady Eye. Guiños a los Rolling Stones, los Who y los Kinks; melodías de manual; algunos momentos brillantes y… ramplonería. Texto Foto

María Ovelar Steve Gullick

N

o es el mismo. La actitud de Liam, el menor de los hermanos Gallagher, ha cambiado. El cantante de Beady Eye se muestra conciliador y hasta simpático. Incluso ríe. Andy Bell, mítico componente de Ride y parte de Oasis desde 1999, lo acompaña en la entrevista. Oasis, perdón Beady Eye, han venido a España a presentar en directo “Different gear, still speeding” (Beady Eye Records / Pias, 11) un álbum más ramplón que “Be here now” y, por supuesto, que “Definitely maybe” y “(What’s the story) Morning glory”. Es lo que hay. O se toma o se deja. Quedan rastros del ADN de Oasis. Sobre todo de los últimos discos. Y Liam sigue siendo un Gallagher. Por lo que a él respecta, es el Mesías del pop. “Beady Eye será la mejor banda del planeta. No lo digo por decir. Nuestras canciones son maravillosas y sabemos que compondremos otras igualmente buenas. Lo estamos haciendo genial. Nuestros temas seguirán molando dentro de treinta años. Las bandas actuales tienen fecha de caducidad. Beady Eye no”. Cuando se le recuerda que “Different gear, still speeding” fue derrotado por Adele en las listas británicas, el cantante concede: “No es como solía ser pero no está mal…”. El disco es una oda a la cultura de la fotocopia. “For anyone”, de los mejores cortes, es una balada que fusiona a los La’s con John Lennon; “The roller” recuerda a los Kinks y “Four letter word” no puede ser más Stones. Al menos lo reconocen… en parte. “’Beatles and Stones’ trata sobre las composiciones eternas, sobre como los Beatles y los Stones compusieron temas atemporales”, asegura Bell y añade: “Mira, la música no es una línea que va desde el pasado al futuro y cambia en su camino. Es una explosión que ocurrió en los cincuenta y sesenta y de la que todavía nos alimentamos. Los hits de las bandas que llamamos ‘precursoras’ vienen de los Beatles, los Who… Radiohead por ejemplo”. Liam no se muerde la lengua. “¿Quién quiere hacer discos de veinte minutos? Es patético. ¿Un álbum de ocho canciones? ¡No me jodas!”, suelta sobre “King of the limbs” (8 temas, 37 minutos). Beady Eye no tocan ni un tema de Oasis en directo. Engarzan los trece del álbum. Resultado, concierto suspiro en los que el público se contiene. Todavía no les han

exigido ni “Wonderwall” ni “Cigarrettes & alcohol”. “Ni mencionan a Oasis. Quienes vienen a vernos lo han superado. O eran fans de Oasis y han pasado página. O son seguidores de Beady Eye y están contentos de estar en el concierto”, razona Bell. “Si nos pidieran temas de Oasis, los abuchearíamos”, avisa Liam con una sonrisa en los labios. ¿Se divierten más que con Oasis? ¿Más que en la cúspide? ¿Más que en 1996 en Knebworth donde tocaron ante 250.000 fans durante dos días seguidos? Liam responde socarrón: “Somos muy felices”, abraza a Bell, pone la mano en su rodilla y ambos estallan en risas. “La situación era tensa entre nuestro niño (llama a Noel ‘our kid’) y yo, y cuando se discute, una banda no puede ser feliz. Ellos (el grupo) se llevaban bien con Noel. Luego, conmigo. Noel no es feliz si yo estoy cerca, y yo tampoco si está él”. Tras años de rifirrafes, Noel colgó el micrófono en agosto de 2009. El resto hizo piña con Liam y optó por pasar página. Nombre nuevo, distinto repertorio. Y eso que Liam fue quien bautizó a la banda Oasis en 1991, antes de que su hermano mayor entrara en el grupo. “No tiene sentido tocar temas de nuestro niño si no está. Por eso no podemos llamarnos Oasis”, argumenta. ¿Qué los separó? “El problema saldrá a la luz con el tiempo... Pero no importa. Lo importante es que no funcionábamos. Tenemos personalidades muy fuertes. Él tiene su forma de ser y yo la mía”, aduce. Alan McGee (fundador de Creation Records, el sello que fichó a Oasis en 1993) auguró en la BBC6 que “en tres o cuatro años harán las paces y Oasis regresará”. Liam lo desmiente: “McGee dice muchas cosas y en esta se equivoca al cien por cien. No volveremos. Oasis no tiene razón de ser”. También según McGee, Noel está componiendo temas “tan buenos como 'Live Forever' y 'Don't look back in anger’”. “La razón por la que Noel está callado es porque lo tiene todo bajo control”, sentenció McGee en la BBC6. Si en los noventa la batalla era entre Oasis y Blur, los medios la desplazan ahora a Noel-Liam. “Habrá competición, desde luego, así es la vida. Pero Beady Eye demostrará que no somos idiotas y que estamos muy bien solos”, remata Liam. www.myspace.com/beadyeye



020/021

en portada The Pains of Being Pure at Heart


THE PAINS OF BEING PURE AT HEART JUVENTUD AMERICANA Texto

Fotos

Albert Fernández Pavla Kopecna

Éste es un mundo de rookies. Los pupilos llegarán primero y acabarán por conquistar la última palabra. Hace apenas un par de años, The Pains Of Being Pure At Heart desataron su tierra de sueños sobre las orejas del mundo, provocando con su debut homónimo un mareo gratificante para la imaginación de los adolescentes entusiastas y, sobre todo, la de infinidad de adultos desprevenidos. Sin paciencia para la demora, “Belong” abre con urgencia el segundo curso musical de una de las bandas más sensacionales de los últimos tiempos. Como las páginas heridas en el diario de un chico que se está volviendo hombre, estas diez canciones se agitan para vencer la abstracción de las tardes insulsas y dar con el giro audaz que dé la vuelta a los días, prendiendo de nuevo esa mecha que todavía arde radiante, con el pulso de aquellos tiempos en que la vida todavía no se había vuelto larga, desesperante y repetitiva.


022/023

en portada The Pains of Being Pure at Heart

A

briéndose con el respirar de una ensoñación templada, encogido a veces por el presentimiento de una derrota temprana, “Belong” (Slumberland-Fortuna Pop / Pias, 11) es ese disco donde afloran grandes descubrimientos, pero también se perciben los desalentadores pasos del inadaptado. Las nuevas canciones que The Pains Of Being Pure At Heart han decidido juntar para seguir contando su historia recogen todo el sol que les llega a los ojos, y aquello que bombea con fuerza en sus jóvenes cuerpos. La energía que les hace blandir sus instrumentos es la misma que vuelve sus canciones auténticas, tanto da que se sucedan a rápidas zancadas o, como ahora, en grandes saltos, desde abajo a arriba y viceversa. Aquí hablamos de sentimientos, por encima de todo. Aunque habrá quien ligue este cancionero con un cierto aire edulcorado y deudor de otros tiempos, pues estamos ante la enésima reformulación de los sonidos que bañaron los dorados 90, y es cierto que el frenesí que caracterizaba a la banda se transforma esta vez en poderosa sensibilidad distorsionada. Pero en realidad todo eso importa poco cuando la empatía crece unívocamente, al tiempo que se avanza por un sendero melódico hecho de rampas y baches emocionales. Sentimientos, sí. Así que si prefieres el escrutinio rapaz de uno de esos redactores adustos y curtidos que separan lo bueno de lo malo con una vara distante, mejor pasas de página. Aquí sólo queda gente de verdad. PERTENENCIA

Son jóvenes y se sienten alienados. Estos cinco músicos de Brooklyn regresan como verdaderos outsiders, forasteros de sí mismos en un territorio de extrañezas que convierte sus canciones en un juego de complicidades para cualquier generación. Grabado y mezclado en Londres y Nueva York durante el último verano, “Belong” revela capas de refinamiento e inteligencia diversas a su predecesor, sucumbiendo al ruido antes que a la velocidad. Éste es un disco ensimismado, donde se ha dado a cada acorde un peso específico, con tal de que el conjunto vuele. La sola excitación con la que Kip Berman descuelga el teléfono, o las grandes cuotas de énfasis que hayamos en sus fraseos inalcanzables, nos dan pistas fehacientes de cuán viva se siente esta banda. “Todas estas canciones provienen de los pocos momentos en que hemos podido pararnos y pensar durante los últimos años. Las largas giras que han acompañado el primer disco y los EPs no hacían fácil que emergieran nuevas composiciones, así que tratamos de tomárnoslo con calma por un tiempo de regreso a casa”, matiza Kip sobre el origen de sus nuevos logros. Y esa vuelta al hogar de la que habla el guitarra y vocalista del grupo nos devuelve a la idea de pertenencia que parece desarrollarse a lo largo del disco. De cómo se configura cada identidad, las controversias existenciales que siempre salen a nuestro paso, y todos los marcos donde uno no encaja. “Sí, estas canciones tienen mucho que ver con eso, con la relación de cada uno con el entorno, al tiempo que se busca la temperatura adecuada para el propio ambiente interno. La canción que titula el disco repite constantemente eso de ‘no pertenecer’, porque es una sensación acuciante que nos visita a menudo, y hablo de nosotros como individuos y como banda. Sin ir más lejos, el escenario musical donde se nos suele representar, o las bandas con las que se nos relaciona, son cosas que a veces nos hacen sentir muy marcianos. Sentimos que seguimos siendo una banda más de Brooklyn, un grupo cualquiera, y nuestros verdaderos vínculos se encuentran aquí. Los lazos más fuertes son los que nos unen a otros músicos de la ciudad, gente que conocemos, que tocan cada noche en toda clase de sitios”. La unión que no parece necesaria resaltar es aquella que conjunta a los miembros de la banda. Para quien los ha visto en directo, queda claro que todo ese entendimiento y coordinación son sólo propios de quien se conoce muy bien. ¿Hablamos de verdaderos amigos? “¡Por supuesto! Sería imposible entender todo esto de otra manera. Desde el principio, cuando Peggy (teclados y segundas voces), Alex (Naidus, bajo) y yo tocábamos con una caja de ritmos, el propósito era practicar y componer juntos porque era algo que nos hacía sentir cercanos. Ahora, con Kurt (Feldman, batería) y Christoph (Hochheim, guitarra), nuestra relación no ha cambiado. Muchas de nuestras bandas favoritas son aquellas donde los miembros son amigos de verdad, que se pasan los días juntos aunque no tengan que salir a tocar. Lo mismo nos pasa a nosotros. Y no creo que las cosas salieran igual de bien si no disfrutáramos de esa complicidad. La confidencia es necesaria cuando haces brotar canciones tan sentidas, y también para ser solventes en las actuaciones”. Con todo, la avalancha de aplausos que consiguió “The Pains Of Being Pure At Heart” (Slumberland, 09), y la marcada leyenda del segundo

álbum maldito, pueden haber llegado a pesar sobre los hombros de los indies del momento. “La verdad es que no. Para empezar, ni siquiera hemos tenido la sensación de que estuviéramos ante un segundo disco, pues tenemos a las espaldas un continuo de lanzamientos, entre singles, EPs y álbumes. Por lo demás, gozamos de la libertad creativa de trabajar en un sello pequeño como Slumberland, donde no hay parámetros que marquen nuestro trabajo. Así que simplemente sentimos un gran orgullo por lo que hemos logrado hasta ahora, y estamos realmente emocionados con tener un nuevo disco en la calle. Sabemos que hemos hecho el mejor álbum del que éramos capaces y hemos dado forma a un cancionero que nos representa como banda. Éste es un disco honesto”. Honesto y aparentemente sencillo, aquí las canciones se agarran a un primer eje melódico, marcado por la guitarra o los teclados, y después todo crece y florece a su alrededor. “Queríamos que nuestro sonido evolucionara en algunos aspectos respecto al primer disco, sin por eso distanciarnos enormemente de lo que éramos entonces. Estas canciones deben ocupar el terreno de lo instintivo, y de alguna manera han llegado a sacar el inconsciente colectivo de la banda. Aquí exploramos aquellas cosas que no se mostraban en el primer disco. Así que ese determinismo del que hablas, ese sentir las canciones como flechas, tiene mucho de verdad. Sencillamente, queríamos ir directos al meollo, sin ningún tipo de subterfugios”. Esa especie de franqueza unidireccional del tapiz sonoro toma también las riendas de la parte lírica, compuesta por


grandes trazos de melancolía, introspección y euforia emergiendo desde un subterráneo. “Sí, es cierto que, a medida que las canciones se suceden, van colisionando diferentes formas de sentir, pero lo esencial es que esta vez he tratado de atrapar el momento actual. En mis primeras letras recapitulaba sobre diferentes episodios ocurridos en mi vida, y me esforzaba en ser ingenioso, escribir juegos de palabras y cosas así. Me he dado cuenta de que es mejor dejar que la prosa fluya, surja lo que surja, se digan las cosas como se digan, por básico que resulte. Simplemente espero que, en algún punto, lo que cuentan las canciones funcione en un espacio común, que pueda ser compartido por quien las escucha”. Cuando el remolque de emociones pesa demasiado y el cohete aminora la marcha, caso de “Anne with an E” o “Even in dreams”, las atmósferas se densifican y se construyen puentes de medios tiempos, a mitad de canción, o en una última cola de marchas oníricas. “Está claro que esta vez sonamos más fuerte, pero no siempre vamos tan rápido. Nos preocupaba especialmente que existiera una reacción inmediata para cada melodía, y por eso debíamos hacer las canciones frontales, cargadas de grandes impresiones desde el principio. Básicamente son fuentes de distorsión con un compás, y una vía melódica que a veces viene marcada por la guitarra, otras por los teclados. Pero en esa circulación harmónica casi se vuelve inevitable que busquemos algunos detalles como las crepitaciones, las dinámicas de subir y parar, para mostrar de alguna manera todos los elementos del metabolismo de la canción”.

PRESENCIA

Algunos dirán que la música de The Pains Of Being Pure At Heart está anclada en el pasado, que simplemente reforma a su medida habitaciones largo tiempo ocupadas. Aunque sus miembros nunca han tenido problemas en considerar sus influencias, largamente comentadas, ellos defienden que su lenguaje es algo más universal y ajeno a fronteras. “Da igual si una canción es de los años 60 o de 1998, si se ha grabado con las últimas tecnologías para emular sonidos de antaño o se consiguió con sólo un instrumento y una voz, lo importante es que en esa canción ocurran cosas, que contagie algo”, comenta Kip Berman. “Esta vez teníamos claro que nuestras nuevas canciones debían sonar con un aire más americano, puesto que con las primeras todo el mundo destacaba una y otra vez lo ingleses y académicos que sonábamos. Está claro que en ese aspecto nos han ayudado enormemente los productores con los que hemos trabajado”. Así que vamos a ello, amantes de las comparaciones, si escuchando “Belong” teníais a Smashing Pumpkins en la punta de la lengua, aclaremos que los encargados de ayudar a zurcir esas nuevas sonoridades de los chicos de Brooklyn fueron Alan Moulder y Flood, el equipo estrella tras gloriosas mezclas de U2, Depeche Mode, Jesus And Mary Chain, Ride o, claro, la banda de Billy Corgan. “Bueno, grabar con ellos fue genial y, en cierta manera, toda un paradoja para una banda como la nuestra. Alan y Flood nos han ayudado a concentrarnos, a llevar más allá nuestras posibilidades sin dejar de ser nosotros mismos. Algunos, como


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en portada The Pains of Being Pure at Heart

Peggy, ni siquiera tenían claro qué hacía exactamente un productor, y todos nos preguntábamos si debíamos llamar Flood a Flood, o buscar su verdadero nombre en algún sitio (risas). En serio, ha sido genial aprender con ellos”. Se hace evidente que esta banda es pura de corazón, tanto como para no cobrar por todo lo que hacen. Desde mucho antes de la supuesta fecha de aparición de “Belong”, la totalidad de su cancionero se puede escuchar en streaming a través de su página web. Ignoro si eso es carencia de fe en la industria o una fe imbatible en los fans. “Eso es algo que hacemos para la gente que viene a nuestros conciertos. No hay razón para que nadie se sienta decepcionado por no haber tenido ocasión de escuchar las canciones antes. Al ver la actuación en vivo se traspasan ciertos umbrales. Es otra experiencia, todo adquiere una mayor significación. No queremos que nadie compre un disco que no sabe si le va a gustar. Por lo demás, no somos una banda a la que le guste eso de ‘hay que esperar hasta el día X para que todo el mundo pueda escuchar la canción de adelanto’, con tal de que todo el mundo acabe abalanzándose a la tienda a comprar el disco. Jamás entendí todo ese secretismo antes de cada lanzamiento. Sería genial que todo el mundo comprara nuestro disco el día que sale, estar en las listas de lo mejor de la semana y todo eso, pero a día de hoy lo único que queremos es compartir nuestra música con el público. No tenemos la presión que existe en otras discográficas, y estamos completamente felices con nuestro sello americano y sus contrapartidas europeas, Play It Again Sam. La mejor manera para conseguir que tu banda le guste a la gente es que la gente escuche a tu banda, así que se trata de dar una solución fácil a eso”. Algo con lo que también son muy respetuosos es la tradición de editar singles de una gran parte de sus canciones, escondiendo siempre nuevas perlas, tesoros como “The one” o “Lost saint”, que se ocultan en las caras B de los 7”. “Gracias, la verdad es que sí, es algo especial. Los discos de vinilo se han vuelto muy caros. En EE.UU. se venden en algunos conciertos a más de 5 €, y piensas: ‘¡Podría comprar un álbum entero con ese dinero!’. Así que esperamos que las caras B sean un valor añadido para la gente que adquiere ese material. La razón de que sean esas canciones en específico no es porque sean malas o algo así; queremos darle una cierta forma al disco, y algunos temas parecen no encajar en el curso del

cancionero. También es verdad que queríamos que ‘Belong’ fuera un disco de sólo diez canciones, ágil y ligero. Así que de alguna manera, está bien que esas canciones más peculiares queden en los singles, para que la gente las descubra al girar una cara. Algunos de mis temas favoritos del primer disco, como ‘Ramona’, se encontraban en una cara B, junto a ‘Young adult friction’, y la canción ‘The Pains Of Being Pure At Heart’ venía en el single de ‘Everything with you’. Así que, en conclusión, creo que tenemos suerte de tener suficientes canciones para hacer caras B interesantes. Cuando creemos que un tema se va a caer del tracklist del disco, nos preguntamos si es una buena canción, y si lo es, entonces decimos, ‘¿por qué no la editamos en un 7’? Hay gente que nos escuchará ocasionalmente, pero algunos otros están realmente metidos en lo que hacemos, así que tenemos que compartirlo todo con ellos, darles cosas que descubrir”. Finalmente en la estela de esa idiosincrasia cargada de coherencia y fascinación, aplaudamos las bellas pinturas que adornan la carátula de “Belong” y sus singles, verdaderas explosiones de color y profundidad que confabulan con la miríada de acordes de fantasía que guarda la música de la banda. “Queríamos darle un giro visual a la imaginería del primer disco y sus correspondientes singles, donde siempre aparecía la misma fotografía quemada, bañada cada vez con un único color diferente. Para el nuevo disco hemos usado el arte de un joven pintor de Brooklyn llamado Weinstein, que hizo la portada para ‘Say no to love’ y nos enamoró. Decidimos que fuera el responsable de la estética de ‘Belong’ y sus singles, y él fue tan gentil como para darnos portadas para el disco, los primeros singles y los que vendrán, como ‘Body’. Nos gusta tener esa consistencia visual y estética que unifica los singles y el álbum, convirtiéndolos en una sola cosa”. Esa misma confluencia de emociones que nos arroya con la música de The Pains Of Being Pure At Heart, un solo corazón a la medida de todos los sueños. www.thepainsofbeingpureatheart.com ¤ The Pains Of Being Pure At Heart tocarán en el Día de la Música Heineken (18-19 de junio en Matadero, Madrid) y en el Festival Vigo Transforma (del 30 de junio al 2 de julio en el Muelle de Transatlánticos, Puerto de Vigo).

THE PAINS OF BEING PURE AT HEART “Belong”

SLUMBERLAND-FORTUNA POP / PIAS

Dream rock. Como el rumor que precede a una intensa tormenta, “Belong” se acerca a los oídos con la estática extraña que acontece cuando no sabemos qué va a pasar, pero advertimos que algo sucederá. La canción que abre y titula el disco enciende su interruptor con un primer engaño leve, un guiño ante la duda, justo antes de descorrer con arte el telón y dar rienda suelta a lo prometido. Esa pista pionera se bambolea unos segundos entre un amanecer crepitante y un leve compás acústico, inusitadamente tierno y relajado. Para alivio de todos, los pedales se pisan enseguida, y la distorsión implacable de un riff de guitarra lo eleva todo en un primer apogeo inconmensurable. La ternura con la que comparece en escena la voz de Kip Berman propone también una trémula caricia, y los coros que se abren en el estribillo sobrevuelan un aire electrificado y preñado de sueños proscritos. El carisma bucólico pero maldito de esta canción actúa de manifiesto de lo que serán las señas de identidad de un disco donde no cabe un ápice de decepción, por muy adorador y fundamentalista que se sea del primero, “The Pains Of Being Pure At Heart” (Slumberland, 09). El crescendo final de la canción, con unas variaciones maravillosas y esos versos que reivindican el ‘no pertenecer’, o la claridad con la que se distinguen dentro de ese muro de sonido las notas del bajo, o las líneas marcadas por las teclas

de Peggy Wang, dan la categoría de magia incandescente a esta apertura. “Heaven’s gonna happen now” confirma todas esas credenciales, con unas voces que aparecen delicadas y confiadas al tiempo, y una guitarra que esta vez se libera hasta el clímax de un solo clásico y atemporal. Aunque la voz de Peggy ha perdido protagonismo, todas sus aportaciones en segunda línea o en los coros nos arrullan sin darnos cuenta, mientras que los arreglos de acompañamiento y el tejido que une toda la instrumentación con la pauta rítmica proponen una permanente evasión liberadora. La reverberación melancólica de “Heart in your break” titila como una llama que ilumina una nana para jóvenes enamorados. Después, “The body” propone un nuevo despegue de ecos y bellos teclados. Los hombros se encogen tanto, que se hace fácil acoger la respiración vibrante y ralentizada de “Even in dreams” y “Anne with an E”, grandes nubes evocadoras de un aliento romántico universal. La seda se deshace de nuevo con el descaro pop, hedonista y bailable, de “My terrible friend”. Y entonces “Girl of 1000 dreams” nos adentra en un garaje de punk suave y “Too tough” acerca la extrañeza de los pensamientos revueltos, hasta que “Strange” irrumpe entre saltos de batería y guitarras que se elevan, impulsándonos cada vez más arriba, mientras la cabeza se gira hacia abajo, como si cayéramos hacia el cielo. Albert Fernández



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report Cat’s Eyes

CAT’S EYES

UN IDILIO VICTORIANO

Se abre el telón y aparecen una soprano y el líder de una banda post-punk… Podría ser el inicio de un chiste de modernos (¿por qué a nadie se le ha ocurrido todavía hacer una versión gafapasta de “No te rías que es peor”?), pero es la aventura en la que se han embarcado el frontman de The Horrors, Faris Badwan, y la soprano canadiense Rachel Zeffira. ¿Y qué sale de esta desconcertante y explosiva mezcla? Pues Cat’s Eyes, uno de los proyectos de pop más interesantes en lo que va de año.

Texto

Virginia Arroyo

N

o los busquen en Spotify para paliar la espera hasta el lanzamiento del nuevo disco de The Horrors (que verá la luz en verano), porque los temas que factura este dúo nada tienen que ver con el estridente post-punk de ascendencia gótica del quinteto británico. Tampoco se piensen que el proyecto bascula entonces hacia el otro lado y nos encontramos aquí con una ópera rock o algo parecido… “Nuestra música tiene vida propia. Cuando nos juntamos no pensábamos en el sonido específico que queríamos tener, y lo que sucedió es que cada vez que nos poníamos a escribir temas, nos salían cosas completamente diferentes a lo que ambos estábamos acostumbrados a hacer por nuestra cuenta”, nos cuenta Rachel al otro lado del teléfono. Y añade: “Mi manera de cantar, por ejemplo, es muy diferente a la que suelo tener, que es mucho más clásica. Creo que la mezcla es realmente estimulante”. Estimulante y muy sorprendente, y es que, ¿quién se iba a esperar que de esta combinación saliera un compendio de temas de pop de cámara sobrio y de aires victorianos con, a su vez, una importante reminiscencia sesentas? Probablemente esto último les extrañe menos cuando sepan cómo empezo este idilio musical. “Nos conocimos hará algo más de dos años. Él me dio a mí un cd con una recopilación de canciones de los 60 y yo le grabé otro disco con temas que a mí me gustaban. Vimos que teníamos gustos parecidos y empezamos a escribir e ir de gira juntos”. Ohhhhh, ¿no os parecen adorables? Intercambiándose CDs como cuando nos grabábamos cintas con canciones de la radio y las regalábamos en una cajita con notitas amorosas. Un amor casto y puro (en la mayoría de los casos) basado exclusivamente —aquél— en las ganas de enamorarnos y basado —éste— en una magnífica conexión que rezuma genio por todos los poros de su disco debut. Hablábamos de castidad y no era en vano, porque a este par no se les ocurrió otra cosa que presentar su primer tema… en el Vaticano. El de “I knew it was over”, canción que cierra el disco, fue el primer vídeo que pudimos ver de Cat’s Eyes y en él aparece Faris cantando y Rachel al órgano (al de la iglesia, no me

malinterpreten) rodeada de un coro femenino. Una primera aparición totalmente espectacular. “Pues la verdad es que al principio, cuando se nos ocurrió, lo descartamos enseguida porque pensamos que no sería buena idea. Pero cuando acabamos el disco decidimos que “I knew it was over” sería un buen tema para hacer esto y que, además, sería todo un reto. Así que la adaptamos un poco, le compusimos arreglos para la ocasión y allí la tocamos”. ¿Y cómo un grupo de rock se las apaña para conseguir el consentimiento para grabar su primer vídeo de presentación en el Vaticano?, se preguntarán ustedes. Pues muy fácil, no pidiéndolo. Así es, amigos, Faris y Rachel grabaron de estrangis en el Vaticano. Hay que ser fan, sobre todo teniendo en cuenta lo complicado que es sacar una mísera foto a escondidillas en la Capilla Sixtina. “No nos presentamos como Cat’s Eyes, y ellos no nos conocían, así que fuimos en plan ‘anónimo’. Le presenté la propuesta a los cardenales y les gustó. En realidad lo que tocábamos no dejaba de ser una música muy parecida a la de misa”. No obstante, y gracias a Dios, no ha sido la música eclesiásitica el mayor referente de este dúo a la hora de afrontar la composición de su debut homónimo, sino, como deben de haber deducido del inicio de esta bella historia, las bandas de los 60. “Nos sentimos un poco identificados con The Carpenters, sobre todo porque nosotros también somos muy autosuficientes, como ellos, e intentamos encargarnos de todos las voces, los instrumentos y todo. Luego está, claro, la figura de Phil Spector. Pero en cualquier caso, mientras estábamos grabando no escuchábamos nada de nada, estábamos completamente encerrados en lo que hacíamos y no escuchábamos nada más que nuestros propios temas. Supongo que por eso estábamos cerrados en lo que hacíamos, aunque no era intencionado, estabamos aislados, no escuchábamos nada mas”. Seguramente sea por eso que su debut suena tan sólido e inclasificable. Y misterioso, sobre todo. Como los ojos de los gatos.



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report Jeff Mills

JEFF MILLS CIENCIA-FICCIÓN


La sociedad occidental ha superado y perfeccionado la mayoría de los elementos que se nos vendieron hace ya unas cuantas décadas con la recurrente etiqueta de ciencia ficción. Jeff Mills sigue anclado en definir el techno como algo sci-fi a partir de un sólido e inconfundible lenguaje propio, sin llegar a sonar desfasado en ningún instante. Porque él entiende como nadie el techno con denominación de origen Detroit y sus raíces.

Texto

Alberto Vidal

E

s de muy buen agrado comprobar como hoy en día existe gente que todavía resiste, fiel a una serie de principios inquebrantables, en la filosofía de concebir su entorno más inmediato. Para muestra, un botón del eterno Jeff Mills, en cuanto arranca a explicar en esta entrevista el concepto de su nuevo álbum, “The power” (Axis, 11): “Se trata de una historia de ciencia ficción con una banda sonora techno. Versa sobre una persona que regresa de unos viajes extendidos a lo largo del Universo. Durante el trayecto y en ruta a la galaxia espiral, la persona topa con una tormenta de radiación inesperada. De regreso a la Tierra descubre que ha contraído un misterioso virus o algo similar que le permite controlar la electricidad. Hay 14 temas para la banda sonora que describen cronológicamente su nueva interacción con los seres humanos que le llevará a sentirse mentalmente desorientado y a ser excluido de la sociedad. Es entonces cuando planea montar una revuelta con otros seres humanos que tienen esta extraña habilidad. Con este álbum, el objetivo es fusionar los géneros de la música electrónica y la ciencia ficción. Creo que los dos coexisten perfectamente y comparten un objetivo común de explicar lo inexplicable”. Ahí es nada. Una explicación que perfectamente podría haber declarado Carlos Jesús de Raticulín o Cybotron. Mills, por consiguiente, prosigue con sus ideales y obsesiones. Llevará consigo a la tumba el eterno binomio techno-ciencia ficción para jolgorio de los verdaderos fans de la semilla plantada en Detroit hace prácticamente tres décadas. Algo que merece un sonoro aplauso. “The power” llega casi por sorpresa —en el momento de la entrevista no había disco de promo ni links con samples en Internet— pero presumiblemente se intuía que cerraba un ciclo que empezaron los discos “The sleeper wakes” (09) y “The occurrence” (10). Mills desvela que “no he decidido todavía si este será el último capítulo. Me inspira hoy en día la idea de mezclar el techno con disciplinas como el arte, diseño, moda o el cine. Podría ser que esta saga tomara una nueva dirección mezclando todas ellas, ya que es muy importante para mí para seguir explorando nuevos territorios”. Algo que el estadounidense sí tiene claro es su manera de producir encerrado en un estudio. Son demasiados años, demasiados pliegues de sabiduría en su cerebro. Para esta nueva entrega, Jeff Mills revela que “puedo grabar música de una manera muy orgánica. La producción comenzó hace unos 6 meses. Pasé mucho tiempo buscando una manera más abstracta de secuenciación, lejos de la estructura del minimalismo. He encontrado una manera de escribir las secuencias en mis temas en la que dependiendo de en qué dirección unos las escucha, revela varias formas y profundidades. Cuanto más las escuchas, las secuencias toman más forma y pueden ser entendidas en distintos niveles: por el sonido, por frecuencia, por el tempo, etc. Era necesario crear un álbum de canciones que indicara que la persona está perdiendo su mente, que está cayendo en la paranoia. Es por ello que los sonidos tienen que hacer daño, las frecuencias tienen que perforar, todo ha de parecer ilógico, para poder trazar así su estado psicótico”. Pese a su visión tan característica del techno, parece que ciertos productores como Scuba o Shackleton siguen la estela de Jeff en cuanto a concepto sonoro, algo que “es posible, pero no puedo decirlo a ciencia cierta ya que nunca he hablado con ninguno de los dos. De todos modos, sí que pueden apreciarse similitudes en el ángulo y la forma, porque al fin y al cabo somos seres humanos. Históricamente, la música ha jugado y juega un gran papel en la comunicación con el fin de hacernos más sabios y conseguir un asesoramiento de calidad para las siguientes generaciones. Nada ha cambiado, sólo los títulos y el cómo llamamos a las cosas”. Si bien todo el mundo conoce las bondades de Mills a la hora de sentarse a producir techno de ciencia ficción, su faceta más conocida

y admirada sigue siendo como pincha discos. Su reputada figura como profeta de los technics y la eterna imagen de Mills poniendo y quitando discos a una velocidad de vértigo seguirá en nuestras retinas, según nos cuenta con sus palabras: “Sí, todavía me gusta mucho el viajar y pinchar. Es algo de lo que no me canso y que espero siempre estar realizando. Las diferentes maneras que ofrece la tecnología de hoy para pinchar han hecho si cabe aún más interesante el ser DJ. Por otro lado, la gente sigue respondiendo a las convocatorias, puedo ver que las personas se están volcando con la música de baile de una manera incondicional. Lo que significa que, cada vez más, la gente está aceptando la música como sólo eso, música”. Si Jeff no se cansa, todos los aficionados a la música de baile salimos ganando. Pero ya que el tema está encima de la mesa, es conveniente aprovechar la ocasión para preguntar por el futuro del DJ virtual, algo que él mismo probó en una colaboración con Wire. ¿Es la experiencia virtual la misma que la física? El profeta opina: “creo que lo que podría traer el DJ virtual serían ciertas ventajas, la más evidente el poder pinchar cuando es imposible viajar para el artista; algo que hemos aprendido con los casos de volcanes en erupción, ataques terroristas o huelgas en compañías de aerolíneas. Creo que los seres humanos están entrando en una era donde cada vez tendrá más peso el "más que a ti mismo". Por ejemplo, multiplicando la imagen de una persona con presencia simulada frente a más personas, resultando en una mayor interacción, como sería el caso del DJ virtual”.�La vigencia de su legado como DJ podríamos decir que ya existe. Miles de jóvenes aprendices en todo el mundo intentan imitar el inconfundible estilo de Jeff palpando el crossfader o acariciando el pitch cual relojero suizo afinando un centenario reloj de cuco. Un ejército de admiradores que siempre querrán ser como el gran héroe de Detroit. ¿Qué piensa entonces el gran maestro de la nueva generación que empuja? “Creo que es buena idea el no pensar en otros DJs en términos comparativos. No hay una manera "correcta" de hacer o programar música para las personas. El simple hecho de sacar la música fuera de los altavoces para que la gente pueda escucharla ya es el 90% del proceso total. De ese 10% restante, que a otras personas les guste o no es algo que en realidad no puede ser controlado de manera sistemática. La música no es un ciencia exacta, porque los seres humanos no son exactos”, concluye el artista. Al igual que su ciudad natal, todo indica que la industria musical también está en declive, mostrando síntomas tan surrealistas que a veces bordean la ciencia ficción. Por ejemplo, la industria del vinilo. A ojos del gran maestro, “esta industria está en serio peligro. Una pista es que los principales fabricantes de equipos de sonido han eliminado el "fonógrafo" de entrada y función en los equipos estéreo. No es ningún secreto que la industria musical ha pasado a otros formatos y que otros están por venir. ¡En muchas ciudades ya no existen tiendas de vinilo! En el sello Axis aún fabricamos y ofrecemos vinilos, porque muchos de los compradores son coleccionistas. Aunque es cierto que tenemos planes de ampliar nuestro catálogo durante 2011 con el formato digital”. Por otro lado, aquellos maravillosos años de su etapa en la radio como The Wizard quedan ya muy lejanos. ¿Qué canales han sustituido a la ya muerta radio que conserven la fuerza y capacidad de expansión de la música según el mago? Servidor propone el podcasting y el experto responde que “creo que los sistemas de podcasting suman más opciones para llegar a las audiencias. Con una mejor gestión, los podcast podrían ser un gran activo para los sellos y productores. En definitiva, confío en que todas las tecnologías aplicadas a la música siempre traerán beneficios a la sociedad”. Como siempre Jeff Mills, el artista de ciencia ficción, confiando a ciegas en la tecnología. www.myspace.com/jeffmillsofficialspace


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report Nicolas Jaar

NICOLAS JAAR GEOGRAFÍA FAMILIAR

Con el talento se nace, o se hace, pero en contadas ocasiones ocurren las dos cosas. La infancia de este trotamundos familiar (de tan sólo 21 añitos) ha sido clave para que Nicolas Jaar se convirtiera en una de las nuevas promesas de la escena electrónica más inclasificable. Por su disco de debut corre finura y dedicación. Da lo mismo si esa esencia proviene de una reunión informal de jazz, las letras de Bob Dylan, el hip hop de Madlib o de su propio padre, el cineasta y artista chileno Alfredo Jaar. Docenas de influencias que le han hecho editar discos antes de acabar la escuela secundaria. Texto

Bruno Garca Foto www.myqua.com

E

mpezaste a editar a una edad muy temprana, a los 17 años. Desde entonces, ¿a qué le das más valor, a tu evolución como persona o a desarrollar tu habilidad como músico? Prefiero madurar como persona porque creo que eso se traduce, de alguna manera, en todo lo demás. Aunque madurar como músico también me interesa. Poder seguir este camino que he empezado y desarrollarlo hasta agotarlo es para mí una aventura muy estimulante. Hablemos de tu primer LP “Space is only noise” (Circus Company, 11), para un lector aún desubicado, ¿serías capaz de especificarle la riqueza de géneros que hay en el disco? No. Eso es algo que ciertamente no me interesa. Desde pequeño tuve la suerte de conocer muchos estilos de música diferentes. Los conocí sin clasificaciones o ligaduras geográficas. Nunca he tenido fronteras, ni físicas ni culturales. Podía estar en Chile y escuchar música de Cabo Verde, en Nueva York y escuchar música de Cuba, en Salzburgo y escuchar a Coltrane. Para escuchar mi álbum, es necesaria esa completa apertura de mente y de espíritu. Lo que se siente cuando uno lo escucha es lo que más me interesa. Me concierne cualquier tipo de universo sonoro y me es difícil encasillarme en un estilo en particular. Ahora que acabas de mencionar al gran John Coltrane, ¿Qué le debes al jazz y qué a la electrónica? Al jazz le debo mi profundo interés por la improvisación pero también mi concepción de la estructura. Cuando empezaba a crear mis primeras composiciones tenía un piano en casa y eran muy importantes para mí los momentos de completa entrega al acto de improvisar. Además durante ese mismo periodo, entre los 14 y 17 años y con un grupo de tres a cuatro amigos, nos reuníamos con nuestros instrumentos para improvisar juntos. A veces nos íbamos al metro de Nueva York, Central Park o el Spanish Harlem para improvisar en las calles dejando que se nos uniera quien quisiera. La música electrónica me ha hecho interesarme en las texturas, en los aspectos atonales de la música y en la importancia del bajo como referencia narrativa. Te estrenas a lo grande en el sello galo Circus Company, en vez del norteamericano Wolf+Lamb ¿Qué te decidió hacerlo? Quería que mi primer álbum saliese en Europa, no en los Estados Unidos. No tengo muy claro el por qué… Quizás tenga que ver el hecho de que yo estudié en el Lycée Français de Nueva York. Mis padres

también estudiaron en colegios franceses y mi abuelo materno es francés. El hecho de haberme imbuido de una educación francesa me aisló de un contacto directo con la cultura norteamericana. Todas mis amistades durante largos años fueron europeas en su mayoría. Una parte de mí siente una mayor sincronía con Europa. Y otro cruce ¿La Gran Manzana donde naciste o Chile donde creciste? Creo que el hecho de haber vivido en Chile fue tremendamente importante para mí. Más aún, es el contraste de los mundos, la colisión de las culturas es quizás lo más pedagógico. En mi caso por culpa de todos los viajes y mudanzas que hice de jovencito, mi geografía fue mi familia. La información, el estimulo, la exigencia y la competencia viene de ellos. ¿Te dará algún tipo de reparo que tras la brillante acogida de este largo te miren a continuación con más lupa y te exijan la perfección? No, en absoluto, eso es algo bueno. A todos los músicos se les debería exigir la perfección. Mientras más alto es el listón, mayor es la exigencia interna. Ese es un desafío que me interesa. No me gustan las cosas fáciles. ¿Poeta musical o tal vez arquitecto del sonido? Un arquitecto tiene que crear espacios físicos que funcionan, yo no. Lo mío tiene que existir simplemente. Prefiero ser poeta. Honremos esa vena poeta, ¿a qué escritor ya desaparecido te hubiese gustado ‘musicar’ una obra? A Jorge Luis Borges. Me llama la atención su surrealismo y su aproximación conceptual a la escritura. Gozaremos de tu presencia en Sónar 2011, ¿qué nos puedes adelantar? Voy a tocar con mi banda (saxofonista, Will Epstein; guitarrista, Dave Harrington; batería, Ian Sims). Tocaremos algunas de las canciones más conocidas además de la mayoría de las piezas del nuevo álbum. Will, es uno de esos amigos con los cuales improvisábamos hace algunos años. www.myspace.com/nicolasjaar ¤ Nicolas Jaar tocará en el Festival Sónar 2011 el jueves 16 de junio en el Sónar de Día.



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report Anna Calvi

ANNA CALVI

LA NUEVA DAMA

Pocas son las artistas que hayan conseguido la fama que Anna Calvi ya posee con su álbum de debut. De la noche a la mañana emerge a la escena internacional un talento desbordado, con una fuerza y un magnetismo capaces de atraer la atención de prensa y público por igual. Su disco “Anna Calvi” (Domino / PIAS, 11) es la prueba de que todavía puede llegar más lejos, más alto. Hasta Brian Eno —que colabora en algunos cortes— y Nick Cave se rinden a su talento. Ha nacido una nueva musa del rock y es rubia. Texto Foto

Matías Bosch Maisie Cousins

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na conexión telefónica deficiente y llena de interferencias me pone a duras penas en contacto con Londres. Al otro lado del teléfono responde la voz de Anna; clara, frágil, que contrasta con un estrépito de fondo propio de un restaurante céntrico tras la hora de servicio. Intuyo que acaba de comer o está haciéndolo, así que voy directo al grano para respetar su digestión, como buen español que soy. Le pregunto a colación de la parada de su gira debido a signos de estrés y el consecuente aplazamiento de varios conciertos y me intereso por su estado de salud. “De momento lo tuve que parar porque me apetecía estar sola. Volveré con la gira a finales del mes de marzo, si todo va bien”. Tu álbum acaba de salir al mercado e imagino que ya debes de estar cerrando otras entrevistas, festivales, conciertos... ¿Sientes presión por parte de los medios o el público? Imagino que no debe de ser fácil sobrellevar un éxito como el tuyo sin estar del todo acostumbrada. No he sentido nunca presiones alrededor del álbum. Simplemente me preocupé de trabajar sobre algo que fuera lo más honesto posible para mí, sin preocuparme de si sonaba comercial. Por supuesto es positivo que haya gente a quien le guste y no he sentido ningún tipo de presión al respecto. Estoy muy satisfecha con lo que hago y lo hago de buena gana. Es el trabajo de mi vida. Soy muy feliz por tener la oportunidad de hacerlo. Decidir titular con tu nombre tu disco de debut es toda una declaración de principios... No quería quitarle la esencia de lo que es más importante para mí y limitar mi disco con un título cualquiera. Lo veo como el resultado de mi trabajo individual, así que decidí dejar el disco tal cual, con mi nombre propio. Imagino que posees estudios musicales y una formación previa. ¿Hasta qué punto te ha ayudado a desarrollar las ideas en tu disco de debut? Sí, tengo una formación musical teórica, pero todo lo que compongo proviene directamente del instinto. No utilizo la teoría para hacer música, no como un músico profesional que se sienta a componer escribiendo partituras. Es muy útil por supuesto tener

conocimientos básicos de música para poder desarrollar las ideas que me vienen a la cabeza. Mi música proviene de un instinto emocional más que teórico. Aunque tengo entendido que aprendiste a cantar de forma más bien autodidacta... Sí, aprendí a cantar yo sola. Practicaba escuchando los discos de los músicos que más admiro e intentaba empatizar con su forma de expresar los textos. Practiqué durante mucho tiempo hasta que me vi preparada para hacerlo ante el público. Hay una gran cantidad de artistas consagrados que se han declarado públicamente como tus fans. Entre ellos Nick Cave con el que te fuiste de gira... La gira con Grinderman fue fabulosa como experiencia. Me encantó poder verles cada noche después de mi concierto. Son una gente muy dulce y siempre me hicieron sentir bienvenida. Además tienen una audiencia fantástica, muy respetuosa. Inevitablemente, se te tiende a comparar con artistas femeninas como PJ Harvey, Edith Piaf o Anni Difranco, pero la atmósfera que se respira en el disco me recuerda más bien a “Grace” de Jeff Buckley. Es un disco que me encanta, por supuesto, pero no entiendo a qué te refieres... Me refiero a su sonido, tiene una producción parecida, en mi opinión. No me lo habían dicho nunca. Es un disco fantástico, pero creo que ambos son muy distintos, no sé... ¿Cuál es la principal fuente de inspiración para tus letras? La verdad es que muchas de mis letras aparecen de la nada y luego trabajo sobre ellas. Creo que me siento mucho más inspirada por el arte en general que por novelas específicas que haya leído o me hayan gustado. No hay ningún novelista que haya marcado mi forma de componer mis letras. www.myspace.com/annacalvi



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report Sr Chinarro / The Mighty Fools

SR CHINARRO LA FELICIDAD DE UN INCRÉDULO

Sr Chinarro edita su undécimo álbum. En “Presidente” (Mushroom Pillow, 11) Antonio Luque da el do de pecho. Su voz brilla, la orquestación ilumina los rincones y las historias confirman el talento del sevillano como letrista. Texto Foto

María Ovelar Luis Diaz Diaz

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scribe su historia despacio y con buena letra. No por el ritmo al que edita discos, sino por la velocidad a la que se labra su hueco. Presidente, el undécimo disco de Antonio Luque o Sr Chinarro, es una página importante, de peso en su trayectoria. Encierra unas melodías más vitalistas de las que nos tiene acostumbrados. “Se debe a las clases de canto de Alejandro”, revela. “Todavía no domino la técnica. Sigo con la mala costumbre de apretar un poco en la garganta. Pero al menos canto con menos miedo. La voz es un instrumento. Es como la guitarra. No asusta tocarla porque sabes que un acorde se hace llevando tres deditos a la cuerdecita y apretando. Lo mismo sucede con la voz. No tiene por qué ser una cuestión religiosa, ni debería depender del ánimo o la inspiración”. Sensatez no le falta. Desmitificada la labor, Luque, de 40 años, está tranquilo. El traje no le queda grande. Se le nota satisfecho. “Me cuesta hablar de felicidad, prefiero no hacerlo en esos términos. Un día dices ‘¡Qué feliz soy!’, y al siguiente ocurre una desgracia”. Imposible que niegue, no obstante, que su situación es envidiable. El sevillano vive dignamente de su música. No muchos pueden decir lo mismo en España. Aunque… “Igual mi ‘comodidad’ no se debe a mi profesión sino al hecho de que soy autónomo. Llevo mal que me digan qué tengo que hacer o pasar ocho horas en una oficina intentando que no se note que existo. Pero tal vez disfrutara con algo que me llame la atención… como la caza del esturión y su cría. Puede molar. Podría comer mi trabajo como aperitivo”, suelta. Reconoce, eso sí, que nunca fue feliz trabajando para terceros. “Era duro… Ahora estoy mejor… pero hubo un momento en el que no tenía nada y fui muy feliz. El único problema, vivía con mi padre. Y era incómodo. No podía llevarme a una chica a casa, algo que no sucede en el norte de Europa. Aquí preferimos —yo soy padre— que nuestros niños lo hagan en la calle, en un portal… Como es pecado…”. Podrá ser padre y más dueño de su voz, lo que no quita que su personalidad y su pulso vital sigan siendo caóticos y espontáneos. “Procuro hacer las mismas cosas...

Como decía Oscar Wilde si usted quiere volver…”. ¿A ser joven no tiene más que repetir los mismos errores? “Exacto. Me gusta la ironía de Wilde. Es un escritor que olvido cuando me preguntan por uno de referencia. Se da por sentado que todos lo han leído y disfrutado pero… no es así”. La voz de Luque también se lee. En 2009 publicó Socorrismo con dos relatos. “Tengo entregada una novela. Una historia de un chico de unos 19 años. Vive en una ciudad que es Sevilla aunque no lo digo. Un día baja a tirar la basura y en la plaza se fuma un pitillo con un camello. De repente, hay una explosión en casa y ve como su padre muere. Su vida cambia. Deja la universidad, busca un trabajo...”. ¿Fecha de publicación? “Está entregada, pero el proceso de edición es largo. Voy a escribir otra. Ardo en deseos de hablar de Málaga. Por eso espero que no me hagan corregir mucho ésta. Me costaría menos reescribirla”. Lo mismo le pasa con los discos. “Haces uno y luego otro para contar lo que no contaste o por corregir. Y poco a poco vas dejando rastro. Luego siempre hay quien dice que le gustó el primero, otros el tercero”. En el error está el arte y el encanto. “Perfección solo hay una. Si todos fuéramos perfectos, haríamos lo mismo”. Dicen que se aburre en las sesiones de mezclas y que por eso no acudió a la de "Presidente". “Cuando grababa los discos en siete días y hacía lo que me daba la gana y todos me reían las gracias era divertido. Pero el resultado no era tan … no como suena este. No sé… Para las mezclas esta Jordi (Gil) que es un gran mixer y Eduardo Ruiz, dos cerebros y cuatro orejas bastan para que yo me pueda ir…”. Sobre la orquestación, argumenta que “Jordi graba muchas canciones, no solo las de Chinarro. Le sobra experiencia para saber qué necesita cada tema. Si me lo dejan a mí habría metido la pata. Yo tomaba decisiones extremas: o todo, o nada. O todas las canciones con arreglos o ninguna. Y no es eso. A cada canción le pega una cosa”. www.myspace.com/srchinarro


THE MIGHTY FOOLS

UN HOMBRE MODERNO

The Mighty Fools forma parte un proyecto que pretende ser una lanza a favor de la osadía en un tiempo en que a todas las partes del negocio musical se nos ha ordenado replegarnos. Miquel Vilella es el primer fichaje de Homesick Records, una discográfica que nace cuando la gran mayoría están cerrando el chiringuito. Pero la valentía de este músico de Reus va más allá de lo meramente circunstancial: The Mighty Fools se atreve a combinar la intensidad del rock, las raíces del country y unas delicadas construcciones de folk paisajístico para dar a luz un disco, “You’re so good to me”, de aquellos que, resultando rabiosamente actuales, se quedan en el paladar de la memoria por un largo tiempo. Texto Foto

Virginia Arroyo Dani Cantó

“Y

o en mis letras hablo de gente que no tiene porqué marcharse pero se marcha, de gente que deja de quererse sin explicaciones, de gente que decide emprender un camino. ¿Es seguro hablar de eso? No. Pero nosotros no buscamos seguridad, nosotros hacemos lo que tenemos que hacer. No se trata de si es valiente o no hacerlo, se trata de si es necesario o no, y sí que lo es. Y si es necesario se hace, y se hace con mayúsculas. El compromiso no es profesional, es vital”. Con estas palabras define Miquel Vilella, cabeza visible de The Mighty Fools, su papel en esta encrucijada que vive la industria musical desde hace unos años y a la que él y el recién nacido sello que lo acoge, Homesick Records, plantan cara. ¿Y cómo se planta cara a esta tormenta? Pues con un disco bonito, hecho con cariño hasta el más mínimo detalle. Sólo hay que ver su packaging para saber que esto no es música a granel, que aquí hay mimo y dedicación: “El álbum quiere ser un disco temperado. Las baterías están tratadas muy modestamente, muy sordas, pero a la vez los arreglos orquestales son ambiciosos. Del mismo modo, para el packaging miramos diversas opciones y quisimos que fuera coherente con cómo es el disco: modesto, pero ambicioso. No deja de ser un juego de papiroflexia pero se desmarca un poco de los demás”. El binomio de mimo y dedicación que mencionábamos cabe ampliarlo a tríada para incluir la pasión, un elemento fundamental en la música de The Mighty Fools, que se hace más evidente todavía cuando Miquel habla de música y se devana los sesos intentando encontrar la palabra exacta agazapado tras su café con leche. Y es que para Miquel la música es una cosa muy seria: “Yo siempre he hecho música en serio, desde los 6 años. Tocaba el piano, solfeo… Tengo una formación clásica, hice la carrera de Música con el piano… Y después me tocó olvidar todo lo que había aprendido para reformularlo”. Esta reformulación la plantea en 11 temas de folk de raíces country con magníficos arreglos orquestales, tan bien desarrollados que uno se pregunta si Miquel no podía haber tirado por derroteros puramente instrumentales: “Cuando me junté con el material que ahora conforma el disco me di cuenta de que tenía cierto componente de banda

sonora y quise hacerle arreglos paisajísticos, pero no quería hacer un disco instrumental, todavía me interesa mucho trabajar el formato clásico de canción para luego pervertirlo”. Para pervertirlo y para contar historias, porque líricamente “You’re so good to me” (Homesick, 11) es un interesante tratado sobre el movimiento físico y emocional. “En el mundo hay problemas y todos tienen su versión de ellos. Y estos problemas provocan movimiento. Aquí yo explico mi versión de estos problemas. Es simple, pero real. Tiene la realidad del fuego que quema”. En cuanto a su influencia más destacada, Miquel cita a Hank Williams porque representa lo que significa para él la música popular: “la capacidad de síntesis, la concisión, la facilidad para atacar la emoción en sí misma… Aunque siempre con ese punto de abstracción anglosajona, obviamente, pero sin dejar de ser actual. No sólo actual, sino moderno”. Precisamente por esas raíces suyas tan ancladas en la modernidad no quiere encasillarse en una sola escena o tradición. “No tiene sentido cerrarse a estímulos musicales. Todos sabemos el peligro que tiene pertener a una escena y estar de moda, lo cual no deja de ser ese deseo adolescente de ser el más guay de la clase. Todo eso es de yuppies, está anticuado y yo soy mucho más moderno que eso, ¡me gusta Hank Williams! (Risas)”. Pero aunque hable en singular, Miquel piensa en colectivo. “Ahora, por ejemplo, estoy haciendo las presentaciones yo solo con la acústica, pero éste es un proyecto abierto, y no sólo a nivel de estilos. Quiero tener la versatilidad de un grupo y estoy totalmente abierto a trabajar con más gente, no solamente con la que he contado para este disco. El estilo de The Mighty Fools es mi mirada y eso es lo único que han de tener en común todos los temas”. Porque The Mighty Fools no deja de ser ese proyecto que él ha trazado con ilusión y que irá, como él mismo dice, donde las canciones le lleven. www.myspace.com/mightyfools ¤ The Mighty Fools tocarán el próximo viernes 15 de abril en La Pedra (Girona).


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report Nacho Vegas

NACHO VEGAS DE BATALLAS, HUIDAS Y DILEMAS

De subidas y bajadas emocionales, de huidas necesarias para aportar perspectiva a una canción y a una vida, de certezas que dejan de serlo, de soledades escogidas o no y acaso de algún dilema sin solución. De todo eso —y de lo que no se cuenta— se nutre lo nuevo de Nacho Vegas. Salir de “La zona sucia” (Marxaphone, 11) no aclara el horizonte, pero es necesario para crear música. Texto Foto

Alicia Rodríguez Pablo Zamora

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na persona cercana a ambos me dijo una vez que si la vida no fuera extraña no existirían las canciones: “Todavía a veces me deja perplejo pensar que alguien compre tu disco, lo considere importante y quiera ir a un concierto tuyo. Te levantas a veces y dices ¿qué derecho tengo yo a estar aquí?” Y razón no le falta, es un privilegio. Es este un disco que parte de un lenguaje más llano y accesible, que desprende serenidad. “Habla de cuando algo parece muy normal y crees que las cosas son muy seguras y están muy sólidas, y de repente se te pueden ir abajo de un día para otro y te quedas con cara de tonto. Creo que sí, son canciones más cercanas”. Una zona sucia es ese lugar turbio y embrutecido (como en la Fórmula 1) pero que tampoco ayuda a crear canciones. Aunque éstas surjan de allí, son tan sólo preguntas que llevan a más preguntas. Como un bucle infinito, la respuesta tarda siempre en llegar. “Salen de la zona sucia pero no acaban despejando nada, una canción te lleva a otra, son como preguntas que no te llevan a respuestas sino a nuevas preguntas, es un poco lo que me pasa a mí con las canciones, son necesarias pero no útiles”. Eso me recuerda una frase que decía Vila-matas, que la literatura —y digo yo, los discos— acaso no curan, pero dan sentido a la vida. “Sí, claro, la frase es muy buena. Es verdad que los discos y las canciones no curan, a mí no me sirven como terapia para nada, pero las percibes como algo necesario y un testimonio de las cosas que sientes como importantes y que dirigen un poco tu vida y le dan sentido”. Por eso las historias aquí son recurrentes, mismo tema, diferentes enfoques. “Al final en los discos estás dando vueltas a lo mismo todo el tiempo”. Sin tener sensación de repetirse sino de reinterpretar, una voluntad muy propia del arte. “Hacer canciones es no quedarte con lo que ves sino atravesar un poco con la mirada esas cosas que te pasan y las sientes como importantes”. Raymond Queneau habla en “El vuelo de Ícaro” de un personaje que, al llevar quince páginas formando parte de su propio libro, decide escapar de éste, alzar el vuelo y abandonarlo... Como Ícaro, Nacho huye a través de sus melodías, pero tan sólo para tomar perspectiva de uno mismo. “Es toda una batalla, tienes que contar con días de mucho bajón, otros de subidón exagerado y hacer una media de todo eso. También he tenido la sensación de querer dejarlo todo, echar a volar para desaparecer a algún sitio muy lejos y olvidarme de todo esto de hacer discos y canciones. Aprendes a esperar y dejarlo reposar un poco y al día siguiente te cambia la mirada. Es parte de este oficio, la inseguridad y la sensación de querer escapar un poco de ti mismo”.

Pues repasemos algunas de esas vías de escape emocionales aquí presentes. Por ejemplo, los contrastes creados por los coros infantiles en “Perplejidad” y “Lo que comen las brujas ” como ya hizo en “Michi Panero” o en el EP “Esto no es una salida”. “Escuché mucho a Dead Man’s Bones y es exactamente eso, la mirada un poco limpia de los niños en contrapunto con la mirada un poco contaminada de los adultos. Esos contrastes me gustan, la música popular se nutre de sentimientos encontrados”. “Taberneros”, una de las canciones clave, sigue esa filosofía popular en lo musical. “Surgió de una melodía tradicional asturiana que era para “Lucas 15” pero se fue retorciendo y se convirtió en canción de mi repertorio. Estoy de acuerdo contigo en que vertebra el disco”. ¿Se sentirá Nacho precursor de que el indie actual abrace más lo tradicional que antaño? “No creo que tenga ninguna responsabilidad, fue un proceso natural que pasó con gente de mi generación que pecamos en exceso de anglofilia”. Destacada es también “Cosas que no hay que contar”, canción casi perfecta gracias al ritmo vodevil que imponen los teclados de Abraham Boba —“Me siento muy afortunado de tener la banda que tengo, son parte activa a la hora de aportar”— y a una letra que alude a lo que no se cuenta, a menudo lo más verdadero. “Precisamente por no estar a la luz las cosas conservan esa verdad y, si no las cuentas, es porque temes algo, siempre se teme a las cosas más verdaderas”. Si nos hemos topado ante su disco sentimentalmente más accesible acaso sea también por temas como “Reloj sin agujas” inspirada en el libro de Carson McCullers por cuyas páginas, como por la canción, planea el fantasma de la soledad. “La soledad está bastante presente en el disco en esas dos vertientes: la elegida y la impuesta y menos habitable. Hablo un poco de cuando te pasan cosas fuertes y al final te das cuenta de que estás tú solo frente a ellas. Pero cuando esa soledad se vuelve algo negativo yo creo que realmente necesitas a la gente. Creo en las relaciones sociales y creo que la única manera de curar las heridas es apoyándote en otra gente, en gente que te quiera y a la que quieras... y eso que acaba de sonar un poco sensiblero está en el disco”. ¤ Nacho Vegas tocará en el Festival La Plaça Odissea el próximo 28 de abril y en la gira Heineken Music Selector el 13 (Plateruena, Durango), 14 (El Hangar, Burgos), 20 (Capitol, Santiago) y 21 de mayo (Karma, Pontevedra).



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report FaltyDL

FaltyDL MÁS BUENO QUE EL PAN


En dos años Drew Lustman ha pasado de ser profesor de pre-escolar a músico que se gana la vida con sus discos. Un gran cambio. Lo mejor es que, humilde él, sigue echando de menos esa época feliz en la que la sonrisa de un niño le daba más alegría que un beat bien calzado. Parece mentira, pero aún hay buenas personas en el mundo. Eso sí, no todas ellas sacan discazos como “You stand uncertain”.

Texto Foto

Marc Piñol Sam Mirlesse

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leva un puñado de discos geniales hasta la fecha, entre ellos algunos maxis capitales para entender lo que se cuece en las altas esferas de la electrónica. Uno de los momentos del año ha sido la edición de “Hip love”, doce pulgadas con espléndido remix de Jamie xx en la cara B. Además, aún resuena en las pistas su impresionante split para Rush Hour y acaba de sacarse de la manga un maxi limitado para el sello Swamp 81, “Mean streets part one”. Pero no se queda ahí la cosa, recién sale del horno “You stand uncertain” (Planet Mu, 11), un nuevo álbum en la plataforma de Mike Paradinas que, a pesar de no ser una obra maestra, demuestra ser una verdadera declaración de intenciones. “Me he esforzado en dar rienda suelta a mis emociones”, comenta Drew. “Desde que vivo en Nueva York me he dado cuenta de que soy mejor persona. Quizá porque sea el peor sitio del mundo para serlo”. El tipo tiene más razón (y corazón) que un santo, no nos quepa la menor duda. No sé cuál fue el proceso a la hora de realizar el álbum, pero cada vez que lo escucho me sumerge en una especie de burbuja que me retrotrae a mi postadolescencia. Suena a The Black Dog, a esos discos de Warp de mediados de los noventa, a hip hop marciano. Música que tanto ayudó a que la música electrónica saliera de la rave y entrara en muchas casas. Desde el principio tuve la idea de hacer un álbum homogéneo, con toda la coherencia que me fuera posible. Esa gente que mencionas hizo muchísimo por la música electrónica, a mi parecer. Siempre me he sentido muy inspirado por los viejos discos de Warp, eran álbumes de música electrónica que sonaban a álbumes, no a recopilaciones de maxis, y eso me parecía maravilloso. Había historias de todo tipo alrededor de un disco, y te apetecía hundirte en ellos. Por otro lado, me parece terrible que se haya perdido esa actitud respecto al concepto global de un álbum, ¿no crees? Estamos en esta era del Gran Single, de los hits en tu cara. Para serte honesto estoy cansado de esa actitud tan barata, es algo que me crispa. Leí por ahí que ahora escuchas muchos álbumes porque le has cogido algo de manía al formato maxi. ¿Es eso cierto? ¿Qué discos has escuchado mientras grababas tu álbum? He estado escuchando mucho a Warpaint, Caribou, Gold Panda y un montón de viejos discos que tenía por casa. No lo he hecho para inspirarme precisamente, o para sacar un sonido específico de tal o cual disco. Lo he hecho por la sencilla razón de que en estos últimos tiempos me apetece un montón terminar los discos una vez los empiezo. O, no sé, al menos escuchar algo durante una hora que me deje en cierto estado mental. A pesar de que el concepto de los singles ha sido siempre una cosa maravillosa, no estoy dentro ahora mismo. Quizá sea por todos los saltos que doy estando en internet, pasando de una canción a otra y sin prestar verdadera atención a lo que tengo en frente. Se me hace demasiado demencial escuchar una hora de singles, por buenos que sean. También leí una entrevista muy reciente en la que comentabas que te sentías mal por haber dejado tu anterior trabajo (profesor de niños en edad preescolar), ya que ahora te ganabas la vida haciendo música. ¿Cuáles son las razones? ¿Hasta qué punto te sientes mal por ello? Bueno, pienso que perder todo el día en el estudio, haciendo mis cosas sin que nadie me moleste, no respondiendo al teléfono, divirtiéndome a solas... No sé, creo firmemente que todo eso es bastante egoísta y que realmente no ayuda a nadie. Espero poder ayudar a otros con mi música, de una u otra forma, pero con los niños había una respuesta muy directa. Los veía crecer delante de mis propios ojos y esa es una sensación increíble, probablemente sea lo más importante que me ha pasado en la vida. Nunca seré capaz de describir con palabras mis sentimientos al respecto, sentí que valía para algo. Ver a unos niños crecer, esforzándose en ser buenas personas gracias a mi ayuda, es algo que nunca me abandonará. Es lo más grande del mundo, en serio. Lo demás no importa mucho. ¿Qué equipo usas en el estudio? Me ha parecido verte a los mandos de una Akai MPC, pero no sé si eres más de analógico o digital, de cables o plugins. Bueno, trabajo en digital, pero ni siquiera sé lo que son los plugins (risas). Te lo digo en serio. Uso una versión vieja de Reason y un montón de software para

sacar samples, pero no uso plugins apenas. Uso la MPC más para tocar en directo que para trastear en el estudio, esa es la verdad. En el estudio tengo un montón de teclados MIDI de los que abuso de manera histérica hasta que se rompen. Soy un bruto y nada cuidadoso con mis cosas. Cuando se rompe uno me compro otro nuevo y ya está. No le doy demasiadas vueltas a la cabeza para conseguir tal o cual aparato vintage que haya que tocar con guantes, eso no es para mí. ¿Cuánto tiempo te lleva terminar una canción? Hay tal cantidad de detalles en todas tus canciones que parece que tengas que tardar años. Asimismo, en los últimos cuatro años has editado un montón de material, con lo cual no sé si mi teoría respecto a tu flujo de trabajo es del todo acertada. Trabajo muy rápidamente, generalmente las canciones las termino en un día, a lo sumo una semana. Si me concentro de manera adecuada puedo sacar una canción en cinco horas, no necesariamente buena por otro lado. Pero el control de calidad está siendo cada vez mejor y estoy muy contento con los resultados. De todas maneras también empleo mucho tiempo en hacer cosas que no me gustan demasiado pero que están relacionadas con mi profesión: finanzas, prensa, giras... Soy muy feliz en casa cuando hago música, muchísimo, y tengo tendencia a querer aislarme del mundo, cosa que lo hace aún más placentero. Todos mis amigos están en sus respectivos trabajos, además, así que poca gente me da la lata y puedo estar por mis cosas. Es maravilloso. Lo único por lo que temo es por mi adicción a internet, a veces me veo apagando el router para no forzarme a trabajar, y eso demuestra que soy realmente un jodido adicto. Es duro hacerlo llegado el momento, pero los resultados suelen ser inmediatos. Respecto al asunto de internet se podría escribir un libro entero, o varios. Todo el mundo admite que es necesario para promocionarse, pero aparece alguien como Burial y dinamita esa máxima. Está claro que Burial juega a otro nivel, dudo que se le pueda comparar con nadie ahora mismo. De todas formas entiendo lo que dices. Creo que si la gente se preocupara más de profundizar en sus propios sentimientos y menos de actualizar su Twitter ocurriría algo mágico, tendríamos opción a descubrir cosas realmente originales de nuevo. Este estado de conexión permanente que te propone internet está destrozando a muchos productores noveles, creo yo. Copias este truco de aquí, miras un vídeo que te explica cómo conseguir tal o cual cosa... No creo que sea bueno. De todas maneras soy de la opinión que es prácticamente imposible crear música (o cualquier cosa relacionada con la expresión artística) desde el vacío absoluto, necesitas estar conectado de una u otra manera. Es un jodido dilema. Una cosa que me gusta mucho de “You stand uncertain” es que no se fija demasiado en toda esa oscuridad que impera ahora mismo en cierta música electrónica. Decías que habías hecho el disco mientras escuchabas a Caribou y Gold Panda, y eso debe de influir para encontrar emociones un poco más cercanas. Que lo veo como un disco muy positivo, vaya, aunque odie la palabreja. Estoy contento de que veas el disco desde un punto de vista positivo. Es algo que me parece bonito, no creo que sea una palabra fea. Aunque bueno, quizá sí se haya abusado de ella en muchos casos. He tenido algunos bajones a lo largo del disco, no te mentiré, asuntos emocionales que me han tocado el alma de alguna forma, pero siempre he intentado sacar la parte positiva de esos bajones. Creo que hay canciones un poco tristes, pero no canciones oscuras por el simple hecho de que así tengan que ser más serias. Estar feliz, dar felicidad, es algo muy serio. No creo que sea para tomárselo a broma. En pocos años has cambiado mucho tu manera de plantear tu propia música, pero parece que estás cómodo ahora mismo. ¿Tienes proyectos que no estén relacionados en absoluto a los que, quizá en un futuro cercano, te gustaría darles algo de cancha? Me gustaría muchísimo seguir explorando esta senda, pero no estoy muy seguro de si voy a seguir con esos ritmos más o menos bailables. Estoy pensando en hacer un proyecto paralelo relacionado con las grabaciones de campo, últimamente estoy escuchando muchísimos discos de ese tipo y me atrae mucho la idea de buscar alternativas a un campo (en teoría) tan limitado. www.myspace.com/faltydl


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report Sea of Bees

SEA OF BEES ÉRASE UNA VEZ...

Se extienden sobre el valle las pesadas alas del desamor. Una niña enterrada en un cuerpo de mujer se adentra en lo más profundo del laberíntico bosque donde crecen, retorcidas, las promesas que jamás se llegaron a cumplir. En vano intenta enrollar el ovillo de hilo de la esperanza. Se deshace entre sus manos cuando la noche se manifiesta y el miedo hace acto de presencia. Julie Ann Bee, o Jules, como ella misma se hace llamar, tiene más historias que cantar en “Songs for the ravens” (Heavenly / Universal, 11).

Texto Foto

David Giménez Nick Miller

Q

uien haya tenido la suerte de pasar unas horas en compañía de la californiana sabrá que estamos ante una chica con una gran dosis de coqueta curiosidad, una persona muy divertida y sonriente. Extraña, pero sólo de algún modo, ese tapiz oscuro con el que trata, a través de sus canciones, algunos sentimientos universales como el desamor, la duda y el miedo. “Creo que es relativamente sencillo sonreír y esconder tus verdaderos sentimientos. Aunque si me conocieras mejor sabrías que yo guardo algunos secretos que únicamente salen de mí a través de mis canciones. No deja de ser una liberación apartar a un lado todos esos pensamientos que a veces impiden mi felicidad. Aunque, verdaderamente, ahora me siento feliz, pero en el momento en el que estaba componiendo el álbum me encontraba frente al aprendizaje que supone enfrentarte a la profunda y pesada carga de un momento determinado de mi vida que era una mierda. Creo que todos tenemos un lugar profundo o pozo, como lo llamas tú, en el interior donde retenemos todas esas emociones y sensaciones guardadas ”. Precisamente, a través de las canciones que se encierran en este “Songs for the ravens”, del folk-pop de sonoridades sombrías que mantiene encerrada una inocencia interrumpida, una candidez arrebatada, unidas al título del propio álbum, encontramos cierta sensación de estar frente a una pequeña recopilación de cuentos de miedo para ser narrados antes de ir a dormir. “Nunca pensé realmente en pequeños cuentos aunque realmente adoro las pequeñas historias y las películas. Pero no, este álbum no fue preconcebido. No existía un concepto real y global en el disco. De lo contrario sería un planteamiento demasiado fuerte para mí. Las canciones se fueron sumando de esta manera de un modo natural. Creo que sólo traté de ponerme a mí misma en las canciones. Se trató más de hacer lo que yo sentía por dentro y expresarlo de alguna manera. Quizá, incluso, habría deseado que algunas de estas emociones nunca hubiesen sido vistas, ya que están basadas, sobre todo, en mis propias experiencias”.

Escuchando temas como “Skinnybone” o “Marmalade” uno puede llegar a imaginarse a una pequeña y moderna Caperucita Roja encerrada en los cuentos de Poe, Stevenson, Lovecraft, o incluso, en las leyendas de Bécquer. “Si te he de decir la verdad nunca leí demasiado ni en la niñez ni en la adolescencia. Siempre preferí los libros con muchas ilustraciones o los que recopilaban breves cuentos. Me encanta el arte y el color. A mí realmente me conmueve Miranda July, sus historias y dibujos. Y también David Shrigley. Todo lo que ellos imaginan o sienten lo transforman en literatura e imágenes, en arte”. Las influencias musicales son más evidentes. “Durante todo el tiempo en el que escribí mis canciones escuché muchísima música. Descubrí a Bonnie Prince Billy y a Rilo Kiley. Seguí los pasos, y continúo haciéndolo, de Devendra Banheart y Alela Diane. Así que puede que sí, que de todos ellos hubiera algo que salió inconscientemente en mis canciones. En aquel momento pensaba que las cosas saldrían solas por sí mismas. Hoy en día sigo sintiéndome inocente, o naif. De todas maneras creo que, en el algún momento, las frustraciones que he podido acumular a lo largo de mi vida tiñeron de oscuridad mis canciones”. La más profunda tristeza puede hacer que una persona se sienta perdida, aislada, desvalida e incluso pequeña y vulnerable. El amor es un sentimiento capaz de sanar y, cada vez más habitualmente, de aniquilar. Motor de vida y destrucción y también de creación. “El amor posee un poder desconocido en gran medida. Te empuja a hacer cosas que a mí, personalmente, me hacen sentir a veces que me convierto en una tonta. Siento esa sensación constantemente. Pero lo prefiero. Yo prefiero sentirme así a simplemente no sentir el amor. Prefiero compartir con alguien estas y otras sensaciones que me hacen sentir más frágil que vivir en soledad, frente al vacío. Esto es sobre lo que hablo en la mayoría de mis canciones”. www.myspace.com/seaofbees



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report Frank Bretschneider

FRANK BRETSCHNEIDER LA VIDA SENCILLA Después de exprimir las posibilidades del ritmo en "Rhythm" (07), uno de los mejores discos de música electrónica publicados en el último lustro, Frank Bretschneider decidió doblar la apuesta y se enfrascó en un proyecto audiovisual, "EXP" (10), que no terminó de satisfacer a nadie (ni siquiera a él mismo) y que encima le provocó numerosos problemas personales. Razón más que suficiente para recuperar un viejo alias, Komet, y publicar un disco que es un canto al hedonismo y la vida sencilla.

Texto Foto

Vidal Romero Sylvia Steinhaeuser

"L

os meses posteriores a la publicación de 'Rhythm', en realidad todo el año 2008, fueron bastante complicados. Estuve viajando mucho, y además atravesé algunos problemas personales, que se tradujeron en grandes dificultades a la hora de terminar mi siguiente disco, 'EXP'. Así que decidí bajar el ritmo, concentrarme en mis propias necesidades y disfrutar de la vida cotidiana: leer libros, ir a conciertos y películas, asistir a fiestas y exposiciones. Después de pasar tantos años delante de la pantalla de un ordenador produciendo música, habría sido una locura no participar en las vastas posibilidades que ofrece una ciudad como Berlín, todos esos bares y clubes, las galerías y museos". Frank Bretschneider explica así la evidente disminución en su ritmo de publicaciones durante los últimos tres años. Tras sobrevivir a una empresa fatigosa necesitaba un tiempo de desconexión, algo que le permitiera volver a encontrarse. No es que haya estado quieto, ojo. "Sucede que he estado implicado en varios proyectos no relacionados de manera directa con el círculo de electrónica habitual", puntualiza. "Por ejemplo, he producido la música para un programa de radio en la emisora SWR, estoy trabajando en un nuevo proyecto con la poeta alemana Monika Rinck, y tengo otro proyecto a medias con el compositor danés de new music Ejnar Kanding y su ensemble Contemporanea. Hemos tocado en directo en un par de ocasiones, en Berlín y Copenhague, y estamos grabando un disco para el sello danés Dacapo". Cuenta también Bretschneider que "el ambient ha dejado de resultarme sexy. No me malinterpretes, todavía se publican discos muy buenos que me encanta escuchar. Pero el ambient es algo demasiado unidimensional y para mí hacer música no sólo implica diversión, es también un desafío, me gusta llevar hasta el límite mis ideas, exprimir el material con el que trabajo, y hace mucho tiempo que el ambient no me proporciona este tipo de sensaciones". Esa es la razón por la que nuestro hombre haya decidido volver la vista hacia los clubes, hacia el ritmo en un estado puro. De hecho, la historia de "Komet" (Shitkatapult, 11) comienza en la fiesta de presentación

de "Strike 100" (09), una recopilación con la que Shitkatapult celebraba sus cien referencias y en la que había un tema de Bretschneider. "Me llamaron para tocar en directo en la fiesta y pensé que sería una buena idea elaborar un set más orientado a una estética de club. Y el invento funcionó muy bien, tanto, que decidí proponerle a los chicos del sello que lo publicáramos". "Komet", el título del disco, hace referencia al alias más crudo de Bretschneider. Un alias con el que publicó discos tan grandes como "Rausch" (12k, 00) o "Gold" (RasterNoton, 03), y que estuvo utilizando hasta 2004, cuando decidió dejarlo de lado porque "mi vida y mi manera de hacer música habían cambiado mucho y ya no me sentía identificado". Recuperar ahora ese nombre no es casual, porque "gran parte del material que contiene el disco está basado en pistas que produje entre 2000 y 2003 para publicar como Komet. Como ya te he dicho, después de todas las dificultades que pasé grabando 'EXP' quería hacer algo más sencillo, directo y accesible. Así que empecé a dar vueltas sobre el set que toqué aquella noche", un set que luego "he ido refinando en el estudio, y que he completado con un par de pistas nuevas. De algún modo es mi particular visión de lo que es el minimal en cuatro por cuatro, y desde luego es música pensada para hacer que la gente se mueva. Posiblemente no se trata del tipo de material que los clubbers más radicales querrían escuchar, pero para aquellos que disfrutan con cosas un poco más relajadas y de aire funk, resulta perfecto". Eso sí, los que echen de menos al Bretschneider más cerebral y oscuro, tienen también motivos de alegría. "Estoy produciendo un maxi para Kyoka en Raster-Noton. Es una artista sonora japonesa, que será la primera mujer que publique en el sello. Aparte, acabo de pasar dos semanas con Olaf Bender y Carsten Nicolai, trabajando de manera muy intensiva en un nuevo proyecto para Signal que se llamará 'Combovision'. Y, bueno, en realidad ya tengo ideas y bocetos para el que será mi próximo disco en Raster-Noton". www.myspace.com/frankbretschneider



044/045

L.E.V. festival John Hopkins / Photek

JON HOPKINS UN HOMBRE DEL RENACIMIENTO

Como un hombre del Renacimiento, esa es la mejor manera de describir a un Jon Hopkins que un día está tocando el piano, al siguiente se encuentra escribiendo la música para una película, un poco más adelante se enfrasca en un par de remezclas, y entre medias saca tiempo para tocar con amigos como Brian Eno, o para producir los discos de otros artistas. Una actividad frenética, una agenda complicadísima, en la que ha sido preciso hacer malabares para poder traer a Jon Hopkins a Gijón. Porque, deben saberlo, encima el tipo también toca en directo. Texto

Vidal Romero

A

unque su popularidad se haya multiplicado en los dos últimos años, gracias a la publicación del muy bonito "Insides" (Domino, 09), a su colaboración con Brian Eno y al estupendo puñado de remixes que ha realizado para gente como Four Tet, Wild Beasts, James Yorkston, Nosaj Thing o David Lynch, lo cierto es que el londinense John Hopkins lleva metido en el mundo de la música desde principios de la década pasada. Claro que entonces su trabajo era mucho menos delicado. Sus dos primeros discos, "Opalescent" (91) y "Contact note" (94), "son el reflejo de cómo veía el mundo con diecinueve años", confiesa al otro lado del teléfono. "Por eso son mucho más sencillos y directos, sobre todo el primero, que está lleno de canciones y tiene una producción demasiado pop, al menos para mis gustos actuales. El segundo ya tiene algunos detalles más experimentales, aunque a veces resulta demasiado grueso y rudo, con ritmos que son casi breakbeat". Un pasado del que no se arrepiente, pero que ahora mismo le resulta "muy lejano. Después de publicar 'Contact note’ pasé una época bastante larga en blanco, pero que me sirvió para abrir las orejas y la cabeza. Me dediqué a escuchar música, a ir a conciertos y a clubes, a colaborar en los discos de mis amigos". Un montón de experiencias, en fin, que terminarían por cristalizar en "Insides", un disco en el que el piano toma un rol protagonista. Un piano, además, de aires neoclásicos y vocación expresionista, que sobrevuela unos fondos electrónicos de naturaleza abstracta y muchas veces volátil. Tan acertada mezcla, según Hopkins, "no fue premeditada. Lo que sucedió es que me cambié de estudio y, por primera vez en mi vida, tenía espacio para poner el piano". Y para Hopkins, un prodigio de los conservatorios desde edad muy temprana, "resulta mucho más natural escribir mis secuencias delante de un teclado". Eso sí, "me interesa mucho más cómo funciona la música electrónica, disfruto cuando me siento frente a la pantalla del ordenador y me sumerjo en ese mundo de cuadrículas y gráficos", confiesa divertido.

Esa vertiente suya más electrónica es la que puede escucharse en la fascinante banda sonora que ha grabado para "Monsters" (Double Six, 10). Ambiental y morosa, casi aislacionista en muchos de sus tramos, se trata de una música "que es igual que la película: lenta, atmosférica, sin grandes sobresaltos. La clave a la hora de musicar imágenes es encontrar un tono, buscar un estado de ánimo, y eso en este caso resultó muy sencillo. Luego, todo se reduce a perseguir la atención del oyente en cada momento". Una habilidad que Hopkins ha aprendido de Brian Eno, con el que lleva colaborando desde 2003 ("Nos presentó mi amigo Leo Abrahams, cuando Brian andaba buscando músicos para 'Another day on Earth'"), y con el que ha grabado, además, la banda sonora de "Lovely bones" y el discutido "Small craft on a light sea" (Warp, 10). "Trabajamos a la vez en los dos proyectos", explica, "por eso hay puntos comunes, con la diferencia de que el segundo es un disco totalmente improvisado. A Brian le gusta trabajar así, te sugiere imágenes, juega con limitaciones o normas, y a partir de ahí se lanza a improvisar en busca de los accidentes. Según él, son lo que hacen interesante a la música". Hombre de mil caras, Hopkins desarrolla también una faceta menos conocida, la de productor (y eso a pesar de que ha metido mano en discos tan gordos como el "Viva la vida" de Coldplay). Un desconocimiento que debería cambiar con la inminente publicación de "Diamond mine" (Domino, 11), una preciosa colaboración con King Creosote en la que el escocés pone las letras y la voz y Hopkins los fondos musicales. Unos fondos en los que el protagonismo, sorpresa, recae sobre un instrumento tan poco habitual en él como la guitarra. "Lo escribimos y grabamos todo en tres semanas", explica, "pero a pesar de las prisas estoy muy contento con el resultado. Me gusta producir música pensando en que la cante otra persona, y me gusta también el diálogo que se establece cuando trabajo con alguien, sobre todo si tiene un bagaje musical que es muy distinto al mío". www.myspace.com/jonhopkins


PHOTEK ¿DÓNDE ESTÁ MI KIMONO?

Aparece y desaparece del mapa a su antojo, lo mismo le da al jungle cinemático y marcial que al house cantadito y de hueso pelado, y ahora, cómo no, se ha dejado encandilar por la tónica dubstep reformulándola a su manera. Rupert Parkes es así de jefe. Texto

Marc Piñol

N

o todos los días un amigo tuyo gana un Óscar, imagino. El día antes a esta entrevista un amigo de Rupert Parkes lo ganó por la banda sonora de “La red social”, que se dice pronto. “Estoy muy contento por Trent, es una noticia increíble. A nivel musical es uno de los tíos más inquietos que conozco y además es un chaval muy dulce. Es el espaldarazo definitivo a la música electrónica por parte del mainstream. Ha llegado dos décadas tarde, pero es mejor que nada”. Y se ríe a carcajada limpia. Después de aquella etapa de popularidad en los noventa y su posterior renuncia al trono del drum'n'bass, parece que se toma ya estas cosas muy a broma. Bien que hace. Me enteré hace poco que encontraste unas demos de la época de “Modus operandi”. Sí, así es. Hace un par de meses tuve una tarde nostálgica y empecé a revisar viejos DAT. Tampoco es que esperara encontrar grandes cosas, pero me llevé una sorpresa al encontrar varias versiones de temas que aparecían en “Modus operandi”, así como descartes y bocetos. No sé exactamente qué es lo que voy a hacer con el material, pero teniendo en cuenta que el próximo año se cumplen quince años desde su lanzamiento... No sé, por ahora es sólo una idea. No necesariamente quiere decir que vaya a publicarlo, pero diablos, ¡debo reconocer que el material es más bueno de lo que recordaba! He visto una foto de tu nuevo estudio en Los Angeles y es de lo más espartano. De hecho, creo que a día de hoy a duras penas trabajas con hardware. Casi no trabajo con hardware, lo cual me entristece. Pero sólo tengo que recordar lo jodido que era programar mi primer sampler para que se me quiten las ganas. Era insano la cantidad de trabajo que exigía recortar muestras una a una, recolocarlas según unos parámetros absurdos en una minúscula pantalla led, pelearte con el MIDI, etcétera. Era un sinvivir, aunque ocurrían accidentes felices, algo que con el software es imposible que te ocurra. Lo único que echo de menos es que a estas alturas aún no exista un software que permita un pitchshifting tan depurado y orgánico como el de mi viejo

E-mu SP-1200. Hay gente que ha hecho discos increíbles partiendo únicamente de esa función, ahí están las obras maestras de Dilla para atestiguarlo. Por lo demás admito que estoy muy feliz con mi tarjeta UAD y mis cuatro sintes digitales. ¿Cuál es tu manera de trabajar ahora mismo? De un tiempo a esta parte he comprobado que te gusta abusar de la distorsión en tus nuevas producciones. Trabajo de una manera muy minimalista, para serte sincero. Tengo muy pocos plugins y todos muy viejos. Lo ensucio todo con Camel Phatt, es mi caballo de batalla. Además te da la oportunidad de hacer que casi cualquier cosa suene a dubstep, lo cual es algo que el público ahora mismo agradece (risas). ¿Crees que tus nuevas producciones, hasta cierto punto más coyunturales, tendrán más aceptación por parte de aquel sector tan exclusivo —y que además te dio la espalda— como era el del jungle? Mucha gente se pregunta dónde está aquél Photek. La verdad es que me da un poco igual, todas las críticas que pudiera tener ya me las hicieron cuando edité “Solaris”. Sigo trabajando mucho, muchísimo, pero estoy dándome cuenta de que el concepto de álbum es algo que puede pesar mucho, así que prefiero flirtear antes con géneros de todo tipo a través de EPs. Es una manera más divertida de trabajar. Cuando me pongo con un álbum siempre me marco expectativas demasiado altas, termino con los nervios atacados. El plan es hacer lo que me apetezca, sin traumas. En mis nuevos EPs hay de todo, algo de house, algo que tiene un poquito de dubstep, y quién sabe si algo de jungle, techno, lo que sea. Tengo remixes para Daft Punk y Jeff Mills en camino, así que no me cierro a nada, tengo unas ganas locas de explorar nuevos sonidos sin atarme a un género. Y que dure. www.myspace.com/photekproductions ¤ Photek y Jon Hopkins tocarán en el L.E.V. el próximo sábado 30 de abril en La Laboral Ciudad de Cultura (Gijón).


046/047

go series 79 L.E.V. FESTIVAL 2011

79 go series L.E.V. Festival 2011 Este CD promocional se vende exclusivamente con el número #120 de GO MAG disponible en quioscos de toda España.

Texto

Marc Piñol

01

Jóhann Jóhannsson “Escape” Le habíamos visto samplear la impresora IBM de su padre con un éxito rotundo en “IBM 1401, A user’s manual”, pero Jóhan Jóhannsson es un hombre más de drones ambient, complicados arreglos de música contemporánea y aires desolados. Que es exactamente lo que escuchamos en “Escape”, algo así como si Gavin Bryars hubiera compuesto “The sinking of the Titanic” puesto hasta arriba de antidepresivos. Enorme.

08

Lorn “Until there is no end” Cuando una hondonada de IDM, dubstep y gitch-hop no consigue hacernos apartar la vista a un himno pop, es que es muy himno. Imaginen a un Matthew Dear en clave grime o unos Magnetic Man sensibles, y tendrán la viva imagen del ínclito a la par que sobrado de talento Marcos Ortega (natural de Illinois, por mucho que su nombre nos despiste de buenas a primeras). Un crack de tipo.

02

King Midas Sound “One ting” Kevin Martin ya demostró en el pasado Sónar que su directo, por muy jodido que pudiera parecer en un principio —la música de King Midas es un prodigio a nivel de producción, y quien se atreva a decir lo contrario es que chochea—, se convertió en uno de los directos del año. A todos los que no puedan catar su presencia en el LEV siempre les quedará disfrutar de este “One ting”, que es casi el “Sexual healing” del dubstep.

09

Ital Tek “Babel” Alan Myson forma parte de esa hornada de zagales que empezaron a despuntar hace cuatro años y que ahora ya tienen un carrerón. Dos álbumes en Planet Mu (“Babel” sale en el último, el muy recomendable “Midnight colour”), una decena de singles y todo el futuro por delante. IDM, dubstep, melodías de ensueño y un agradable déjà vu a la edad dorada de la ciberdelia, ésa que tanto nos gusta.

03

10

Ametsub “Peaks far afield” El bitcrushing (es decir, la reducción de los bits hasta convertir un sonido en una maraña infranqueable de distorsión abrasiva y digital) y los samples invertidos como vehículo para la belleza. Así de prometedora es “Peaks far afield”, probablemente una de las mejores canciones de este tímido japonés. Sigan su estela y todo lo que ha publicado el más que recomendable sello nipón Progressive Form. No se arrepentirán.

Photek “Slowburn” El tipo ha vuelto, y cómo ha vuelto. De hecho, se nota que ahora es buen amigo de Trent Reznor porque “Slowburn” bien podría ser una canción de Nine Inch Nails: ritmo lento y pesado, cadencia sexual con tintes EBM, arpegios de sinte distorsionados, gemidos de jamelga en celo, rayos láser y gruñidos del averno. Lo que sería un día normal en la vida de Charlie Sheen, sin ir más lejos. Hitazo.

11

Architectural “Architectural 01.1” Ahora que vuelve a estar de moda esconder el careto quizá se nos haya pasado por alto otro de los enmascarados que más alto apunta en el panorama actual patrio. Architectural factura un techno minimal de alto octanaje que lo mismo recuerda a Layo & Bushwacka! que a Echospace. Es decir, que tiene un alto componente pistero, pero que también busca otro tipo de estímulos que enchufen al personal. Y vaya si lo consigue.

12

Pantha du Prince “A nomad’s retreat” Hendrik Weber lleva ya una década demostrándonos que la electrónica de baile también se puede hacer, por fría que suene a veces, con el corazón en un puño. Es un tipo emo y no se corta un pelo a la hora de trabajar melodías de bajo elaboradísimas y colchones de sintetizador resonantes, de esos que te ponen el vello del cogote, como diría un murciano, de puntica. ¿No se lo creen? Escuchen, escuchen con atención.

13

Demdike Stare “Rain and shame” Miles Whittaker y Sean Canty sacaron el nombre de su proyecto de una bruja que vivía en el siglo XVII y fue aprisionada por haber matado a tres personas, así que imagínense por dónde van los tiros: oscuridad, ambientes tétricos, drones de ascendencia cósmica, algo de dub techno (especialmente en su trabajo para el sello Modern Love) y un sentido del humor algo así como muy particular, si es que lo hay. Aquí somos muy fans.

14

Juanjo Palacios “Ardina” Las grabaciones de campo son el leitmotif de Juanjo Palacios en su proyecto “Árbole”. El crepitar del viento contra los troncos de árboles de la flora asturiana, así como un sinfín de procesos de audio en distintas capas superpuestas —desde abrasión digital a violonchelos— consiguen remitirnos a la época en que la bruja asturiana, conocida como güaxa, habitaba en la espesura (digan esto con voz de Íker Jiménez). Los pelos de punta, oigan.

04

05

Jon Hopkins “Insides” Lo más comentado ahora mismo respecto a este productor es su reciente colaboración en el nuevo álbum de Brian Eno para Warp. Pero no nos dejemos despistar, que si está ahí no es por enchufe precisamente. Diez años de carrera y varios álbumes lo avalan. En ese gran álbum para Domino que fue “Insides” se encuentra esta joya, ejemplo de cómo una ametralladora de distorsión puede llegar a ser, qué cosas, terriblemente bella. Downliners Sekt “Negative green” Barceloneses, sí, pero internacionales —a la par que oscuros— como pocos. Mary Anne Hobbs y Kevin Martin son fans, que se dice pronto. A medio camino de los Autechre de “Tri Repetae” y las brumas del primer Burial, “Negative green” es una canción que en un supuesto pulso nos dejaría el codo hecho fosfatina. Ritmos asincopados herederos del mejor Prefuse 73 lo atestiguan.

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Harmonic 313 “Dirtbox” Es una suerte que Mark Pritchard no haya seguido la senda de Tom Middleton. Mientras el segundo está dale que te pego al house progresivo más lamentable, los ecos a sellos como Clear y proyectos como Jedi Knights se dan la mano en este festín de reverbs, hip hop con aires detroitianos, rastafaris alimentados a base de cogollo limpio y sentido del humor socarrón. Clase.

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Darkstar “Aidy’s girl is a computer” “North” ha sido uno de esos discos que, a pesar de no ser perfecto, ha abierto un debate en la (a veces muy purista, aunque por suerte cada vez menos) comunidad dubstep, ¿es de recibo que se mezcle dubstep y pop? Después de la gran acogida de James Blake no hay ninguna duda. Pero no olvidemos que Darkstar estaban antes. En “Aidy’s girl’s a computer” dan rienda suelta a esos impulsos.


Nueva entrega GO SERIES_MAYO 2011

Morr Music El sello de Thomas Morr cumple 12 años a primeros de junio. Un mes antes, Go Mag rinde un sincero homenaje a la casa germana que vio nacer el principio de la indietrónica y que ahora mismo se encuentra en su mejor momento, con grandes proyectos de pop entre sus filas como FM Belfast o Telekinesis. Un nuevo GoSeries que os trae temas de Tied & Tickled Trio, Duo505, Sin Fang, Pascal Pinon, Seabear, Butcher The Bar, Soley, The Go Find, Masha Qrella, It’s A Musical, Telekinesis, Lali Puna, Isan o FM Belfast.

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A los 5 primeros suscriptores de este mes se les obsequiará con el nuevo trabajo de The Pains of Being Pure at Heart, “Belong”, cortesía de PIAS Spain.

Ahora también puedes hacerlo a través de nuestra web: www.go-mag.com


048/049

retrospectiva Mojave 3

MOJAVE 3 WHEN THE STARS GO BLUE


Slowdive fue un grupo de shoegaze y dream pop formado en las islas británicas en 1989. Todas sus grabaciones, siempre para Creation, son referencias de culto hoy en día para los amantes del estilo. Tras su disolución en el año 95, tres de sus componentes, Neil Halstead, Rachel Goswell e Ian McCutcheon, se deshicieron de las capas de ruido y echaron la vista atrás. Un gesto que denota nostalgia. Así nació Mojave 3, lastrado por la aflicción y con la vista musical puesta en los sonidos del pasado.

Texto

David Giménez

“M

ojave ha sido siempre una gran amalgama de sonidos aportados por cada uno de sus integrantes y todo ello ha estado habitualmente bien representado en nuestra discografía. Cada disco encarna un mapa musical en el que se reflejan los diferentes cambios artísticos y personales que cada uno de nosotros hemos ido experimentando. El núcleo siempre ha estado compuesto por Ian, Rachel y yo. Hay que sumar que en este tiempo han ido pasado por el grupo diversos guitarristas, pedal steel y bajistas. Cada uno ha ido añadiendo su propio condimento. De todas maneras siempre hemos tratado de conseguir que cada uno de nuestros discos fuera coherente y tuviera un significado por sí mismo”, comenta un afable Neil. “Ask me tomorrow” (4AD, 95) formó parte de la búsqueda de un sonido propio. Aunque aquí ya aparecían unas referencias musicales —Gram Parsons y Neil Young— que formarán por siempre parte del bagaje musical de los ingleses, lo cierto es que en este álbum de debut se cuelan también ecos del slowcore. La voz de Rachel les hace recibir comparaciones con Mazzy Star y ese épico y desolador tema que cierra el disco, “Mercy”, los sitúa en unas coordenadas muy cercanas a los primeros Low. Tras ese inicio tan prometedor, el más eléctrico y dylaniano “Out of tune” (4AD, 98) pasó algo desapercibido. Algo injusto tratándose de un trabajo muy completo y exquisito, con sublimes arreglos de trompeta y coros. La pesadumbre persiste como alma de una banda que se acerca por primera vez y sin tapujos al sonido más americano. La tercera entrega fue “Excuses for travellers” (4AD, 00). Una obra cumbre dentro del alternative country que no supo ser comprendido en su momento. Compendio de las mejores virtudes del grupo, los británicos firmaron aquí un disco que, a pesar de haber cumplido una década, sigue sonando hoy en día completamente actual debido a una producción magistral que consigue que canciones tan gloriosas como “In love with a view”, “Trying to reach you” o “Return to sender” suenen atemporales. Con “Spoon and rafter” (4AD, 03) el grupo da un paso más allá al mismo tiempo que el papel de Rachel se va haciendo cada vez menor. Sin abandonar las raíces americanas las nuevas composiciones se sumergen bajo el influjo del space-rock. Temas que superan los seis minutos y cambios de registro dentro de una misma canción. Soberbias “Battle of the broken hearts” y “Hard to miss you”. ¡Qué demonios!, esto es grandioso. Acaban de crear el dream-alternative-country. El pop vitalista tiñó de sol la última entrega de los anglosajones hasta el día de hoy. “Puzzles like you” (4AD, 06) muestra unas energías renovadas en la banda. “Big star baby”, “Breaking the ice”, “Truck driving man”… Para algunos el mejor disco de Mojave 3 y, además, se puede bailar. “Lo cierto es que no me he sentado demasiado a escuchar nuestros discos. Se hace muy extraño después de trabajar en ellos de manera muy intensa, dedicándoles tanta concentración. Cuando muestras tus canciones al mundo, las dejas ir, permites que se alejen de ti. Posteriormente vuelven a ti como parte de la experiencia de tocarlas en directo. Es ahí donde nuestra relación con las canciones sigue viva. El disco que más disfruté grabando fue ‘Spoon and rafter’. Puede que no sea el mejor pero fue muy divertido e interesante grabarlo. Creo que todos y cada uno de nosotros estábamos en un buen momento participativo y creativo. De todas maneras, la mayoría de nuestros discos llevan añadidos grandes recuerdos. ‘Out of tune’ fue grabado en una granja en la que todos estuvimos viviendo durante un tiempo. Siempre lo relaciono con el ‘do it yourself’. Gastamos más tiempo y dinero construyendo el estudio juntos de lo que luego tardamos en grabar el disco. De hecho creo que el presupuesto de la grabación había volado antes de que hubiésemos tocado una sola nota del álbum”. A comienzos de este año saltó la noticia, Band of Horses venía a presentar por toda Europa “Infinite arms” (Fat Possum/Columbia, 10), su aclamado tercer álbum. Como acompañantes para algunas de sus actuaciones por el Reino Unido habían escogido a Mojave 3. Se rompía un silencio de cinco años. En ese tiempo

unas versiones hablaban de separación definitiva, otras de un breve impás de tiempo durante el cual cada uno dedicaría más tiempo a sus proyectos personales. En definitiva, de lo que se trataba era de alejarse para echarse de menos. Un ejercicio saludable éste de contemplar desde cierta distancia —bien sea esta temporal, física o emocional— y con cierta perspectiva todo aquello que nos rodea habitualmente y que la cotidianidad transforma en olvido, menosprecio o indiferencia. “Decidimos parar y tomarnos un descanso por unas razones u otras. El motivo de que no hayamos hecho más actuaciones hasta ahora es porque todos hemos estado ocupados en otros proyectos. El año pasado nos pidieron que hiciéramos algunas actuaciones con nuestro amigo Jack Johnson y dijimos, ¿por qué no? En seguida nos sentimos realmente bien volviendo a tocar juntos de nuevo. Sin duda echábamos de menos nuestra música. La mayoría de la banda vive cerca de Newquay, por lo que, y siempre será así, nos vemos mucho los unos a los otros”. Neil Halstead ha decidido regresar a su país natal después de vivir en los Estados Unidos durante un tiempo. La necesidad de un cambio de aires unido a su afán por el surf le llevaron a Norteamérica. Allí hizo amistad con otro reconocido músico y surfero, Jack Johnson, que entre ola y ola le propuso editarle un disco en su propio sello, Brushfire Records. El resultado fue el maravilloso “Oh! Mighty engine” (08), que daba continuidad a su primera referencia en solitario, “Sleeping on roads” (4AD, 02), reseñado por Banessa Pellisa en la sección ‘El último clásico’, del número de Go Mag del pasado mes de marzo. “Gracias. Sois muy amables. Me alegra mucho saberlo. Pues debes saber que, en estos momentos, ya tengo casi acabado el siguiente disco. Tengo que terminar de mezclarlo pero no será hasta finales de año cuando lo edite Brushfire Records”. Y surgió la oportunidad de actuar junto a Band of Horses. “Nos preguntaron si queríamos ir de tour con ellos. Realmente estábamos encantados de poder hacerlo. Somos muy fans de su música. Cuando nos llamaron dimos un salto de alegría. Realmente ellos son muy dulces y amables y nos hicieron sentir como en casa desde el primer día”. La sintonía entre ambas bandas era más que previsible. La excelente camaradería queda expuesta en algunos videos que circulan por internet y que muestra a Ben Bridwell como uno más entre los miembros de Mojave 3, y a Neil Halstead haciendo lo propio junto a los de Seattle. “Nuestros gustos musicales y los suyos son muy similares. Tengo que decir que salir al escenario y tocar una canción de Mojave 3 con ellos fue la cosa más natural del mundo. Son los mejores músicos que conozco. Creo que son muy profesionales y trabajan excepcionalmente bien”. Los organizadores del Festival Plaça de Odisea de Barcelona, atentos a este regreso, se lanzaron sobre la banda y le ofrecieron la posibilidad de actuar en su evento. Sus deseos se han hecho realidad y con ellos los de todos sus seguidores, un número que ha ido aumentando con el paso de los años. “Estamos realmente emocionados con la idea de tocar en Barcelona. Nuestro repertorio se basará en una selección de muchos de nuestros discos. Espero que gran parte del público disfrute con él. También aprovecharemos para presentar algunas de las nuevas canciones”. Y, buenas noticias, parece ser que esta reunión no será un hecho aislado. “Hemos comentado entre nosotros la posibilidad de grabar un nuevo disco después del verano. Hemos estado tocando unas cuantas canciones nuevas y realmente las sensaciones son muy buenas. Así que creo que así será”. El triste pájaro de la felicidad, ¿está, por fin, atrapado en alguna jaula o continúa volando libre? “Por una razón u otra este es un sentimiento común en gran parte de nuestra música... Me encanta esta descripción. El triste pájaro continúa volando libre, sin duda”. www.myspace.com/mojave3official ¤ Mojave 3 tocarán en el Festival L’Odissea de Barcelona el sábado 30 de abril junto a The Dodos, Litoral y Partido.


050/051

report Ron Barceló Desalia 2011

RON BARCELÓ DESALIA 2011

El 15 de febrero, cuando toda España se estaba peleando con sus paraguas y maldiciendo sus despertadores, 250 afortunados cerrábamos nuestras maletas llenas de vestiditos y bikinis y salíamos rumbo a Punta Cana. Nos esperaba la experiencia Ron Barceló Desalia: 8 días de sol, playas paradisíacas, música, juerga y ron, mucho ron. Texto y fotos

Virginia Arroyo

EL DÍA

Lo primero que le llama a uno la atención de República Dominicana son sus playas, playas de arena blanca y aguas cristalinas extensísimas y sorprendentemente poco masificadas. Las playas de Punta Cana y alrededores son todas espectaculares, pero sin duda dos de las mejores son la Playa Cabeza del Toro (donde se celebra la Fiesta Desalia) y la Playa El Cortecito. Además, nuestro hotel, como casi todos los hoteles de la zona, da directamente a la playa, con lo cual por estos lares broncearse es prácticamente una obligación. Pero si eres verdaderamente perro (o estás realmente resacoso, como sucedió en más de una ocasión), la piscina puede ser una muy buena opción. Y más teniendo en cuenta las dimensiones de la piscina del Hotel Occidental Punta Cana, el equivalente a casi medio parque acuático. Palmeras, jacuzzis, barra libre en la piscina (sí, han entendido bien: coco-locos en el agua), cascadas, chorros a modo de lluvia… Eso si no te has puesto como una gamba, porque si no, siempre te quedan esas maravillosas hamacas a la sombra. ¿La pega de la piscina? Que si no te gustan los ritmos caribeños lo llevas chungo, aunque juro que entre bachata y bachata se coló “I need air” de Magnetic Man, con lo que servidora casi llora de pura felicidad (visualícenlo, solazo en pleno febrero, un daiquiri de fresa, 8 días de asueto por delante, las burbujas de un jacuzzi y, de repente, cuando menos te lo esperas, un temón. Lágrimas como puños). LA NOCHE

Si el hotel y la piscina son una pasada de día, de noche no se quedan atrás. En la zona de la recepción, donde está situada la barra principal del hotel, cada noche es una fiesta. Lástima que el chiringuito de la recepción cerrara a las dos, aunque, bueno, a partir de ahí cada uno se monta la noche como quiere y una de las opciones más populares eran las fiestas pre-Desalia en Mangú, la discoteca colindante

con el hotel que acogía en las noches previas a algunos de los DJs que el sábado protagonizarían la fiesta Desalia: Javi Reina, Superslush DJs (DJ Nano y DJ Candela) e incluso Johann Wald, que no pegaba en absoluto (esto es un piropo para él, créanme) y que se dedicó a poner temazo tras temazo la noche del viernes. Nuestra última noche en la isla la pasamos en una discoteca muy especial. Imagine, un club construido en el interior de una cueva natural donde pudimos ver algunas performances y pudimos probar Siboney, el nuevo elixir de Ron Barceló. La música la ponía de nuevo DJ Nano con su dúo DJ Supermartxé (hay que ver la de formaciones musicales que tiene este chico y lo parecidas que suenan todas). LA FIESTA EN LA PLAYA

El tercer día, con el jet-lag recién abandonado en la cama, se nos invitó a una fiesta en la playa. La fiesta empezaba a las 16h y terminaba cuando el cuerpo dijera basta, aunque tuvo un final abrupto por el diluvio que cayó sobre nuestras cabezas y que no cesó en unas horas. Es lo que tiene el tiempo en el Caribe. La gente volvía de la playa con sus chanclas, con los pies llenos de arena, con el pelo alborotado y las bermudas aún mojadas y se encontraba con un sarao donde los cócteles de ron y las pistolitas de agua forjaron las primeras amistades del viaje. LOS GANADORES

Para ir a Desalia uno tiene que ganárselo, por eso la organización monta unos concursos en que los afortunados ganadores son premiados con un viaje a Punta Cana con todo pagado que tanto la organización como muchos de los participantes definen como “el mejor viaje de tu vida”. Tanto es así que muchos de ellos son repetidores y de hecho coinciden allí con colegas que hicieron en anteriores ediciones. Fue el caso de José Royo Sánchez, el valenciano guionista y director del vídeo ganador de este año, que también había ganado un par de ediciones antes de ésta. Pero


si el cine no es lo tuyo, también puedes probar suerte con el concurso de fotografía, el de Facebook, el de la frase en Tuenti e incluso el sorteo en algunas discotecas. CELEBRITITES (…HAY VA QUÉ CHORRAZO…)

Al viaje también fueron invitados unos cuantos famosetes (a los que también se referían en ocasiones con una sorprendente falta de ironía como “celebrities”). Entre otros, estaban Arancha de Benito (impagable momento en el que un dominicano, entrevistado para Buenafuente, se refiere a ella como “la lancha de Benito”), Maxi Iglesias, Lucía Hoyos, Blanca Romero, Luis Fernández, Fonsi Nieto (que ahora también es DJ) y Natalia de la primera edición de “Operación Triunfo”, que destacaba por ser la más campechana y agradable de todo este grupo e incluso se animó a participar en los juegos de la playa del primer día. AVENTURA

Las vacaciones en Punta Cana sólo tienen un pequeño inconveniente: tienes sol, playa, piscina, ron, jacuzzi, fiesta, relax, comida rica a punta pala… pero al quinto día de paraíso, el ser humano, que es un poco masoca, necesita un poco de acción. Por eso las diversas excursiones que nos propusieron nos vinieron como anillo al dedo. De entre todas, nosotros elegimos dos, Isla Saona y los buggies. La excursión a Isla Saona empezó con un viaje en autobús hasta las lanchas que, a su vez, nos llevarían hasta nuestro catamarán, un catamarán donde no faltó la música, los bailes, el ron y los chapuzones, en los que algún afortunado logró ver una estrella de mar. Ya anclados en la costa, el paisaje de Isla Saona era impresionante, una playa virgen sólo para nosotros. El día se pasó entre bañitos, comidas típicas de la tierra y charlas bajo los cocoteros. Pero la verdadera aventura vino el día de los buggies. Para quien no lo sepa, un buggy es un vehículo similar al quad solo que con unos hierros cruzados a modo

de carrocería y el principal objetivo de una excursión en buggy en un lugar donde no hay mucha montaña es, básicamente, pringarse hasta arriba de barro. Y así lo hicimos, pasamos por playas, por bosques, por cuevas naturales (esto, apeados del buggy, claro) y cumplimos nuestro objetivo con creces y untados en barro hasta las muelas. Muy recomendable. LA FIESTA DESALIA

¿Y por qué estábamos todos allí congregados? Pues para la gran noche, que era la Fiesta Desalia 2011. Todos de blanco impoluto nos dirigimos hacia el impresionante recinto en Playa Cabeza del Toro dispuestos a ver las actuaciones de Hombres G, Robert Ramírez y Chris Willis y los DJ Set de gente como DJ Nano, Superslush, Fonsi Nieto o Javi Reina. Y pese a que ni los DJs ni el resto de artistas formarían parte del elenco de lo que sería mi fiesta ideal, hay que decir que Hombres G se conservan en muy buena forma para las primaveras que cuentan y que el resto de artistas ofrecieron una fiesta que, con el estómago calentito a base de ron, se nos antojó bastante divertida. LA CAMPAÑA DE MARKETING

250 españoles en Punta Cana, el evento más importante de la isla en todo el año, 8 días de fiesta y desconexión total… Éste es el objetivo del equipo de marketing de Ron Barceló, asociar la imagen de la marca con la diversión, con la aventura, con el deseo de vivir el momento que representa Desalia. “La parte más emocionante es ver cómo los chicos se relacionan con la marca”, nos cuenta Javier Moreno, director de marketing de Ron Barceló. “La participación en los concursos aumenta año tras año y esta vez se ha triplicado. La verdad, que cuando empezamos este proyecto no pensamos que sería tan grande como es hoy. Esto crece y tiene vida propia”. www.ronbarcelodesalia2011.com


discos

+el negociador

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Manel

“10 milles per veure una bona armadura DISCMEDI-WARNER

A favor

En contra

Un segundo disco siempre es más difícil que un primero y que un tercero, sobre todo si el éxito del primero llega de forma tan inesperada que lo convierte en un clásico prematuro. Manel pasaron a ser un grupo de éxito de la noche a la mañana y eso siempre es un riesgo. La clave del triunfo fue la transversalidad lírica y musical lograda explotando una fórmula única y estilísticamente hermética, donde la innovación es difícil por concepto. Abordar la composición de un segundo disco partiendo de ese contexto suponía una presión en la que en muchos casos es difícil superar el listón que uno mismo se ha impuesto. Analizar la historia de la música contemporánea desde una situación como en la que estamos nos permite comprobar que son muchos los grupos que eso del ‘one hit wonder’ trasladado al formato álbum se les ha quedado grande y han acabado muriendo de éxito. En otras ocasiones, los grupos siguen sacando discos que enseguida quedan olvidados por culpa de los patrones de consumo rápido que imperan en la actual era internet. Todas estas amenazas deambulan encima del grupo como una espada de Damocles sin que a priori parezca que se vean desbordados por las presiones. A pesar de todo lo han vuelto a conseguir. Veremos que ocurre con el tiempo, pero superar la fase 1 de edición del disco con un balance que ya podemos catalogar de positivo es más que satisfactorio. Sobre todo si tenemos en cuenta que “10 milles...” repite recursos que por estilo son difíciles de abandonar. Patrones clásicos, recurrencia a temáticas costumbristas en cuanto a lírica, sensación de tomar parte de un viaje unido por un eje narrativo y contextualización de sus influencias folk. Manel han seguido fieles a eso y sin embargo han conseguido que las leves innovaciones aplicadas destaquen con fuerza. Por ejemplo el riesgo de aplicar sintes a “El gran salt” en el que parece ser un homenaje encubierto a Antònia Font, o la evidente gran importancia que han ganado los coros en el cómputo global del disco y que en “Déixa-la, Toni, déixa-la” llega a su punto álgido por introducir arreglos de una habanera dentro de una canción pop. A parte de las que conoce todo el mundo, sería interesante destacar los dos diamantes brutos del disco, “Criticarem les noves modes de pentinats” y “El Miquel i l’Olga tornen”. Nada que ver con el añadido de “Flor groga” o “La bola de cristall”. Manel cantan a la gente y, guste o no, esto les va a dar fama. Un entramado barroco para un buen álbum concebido con pocos hits y que seguro que va a ser otro gran éxito. Arnau Sabaté

Manel son la sensación del momento. Cacareado número 1 de ventas en un momento en que no se venden discos. Seguro que Alejandro Sanz ya ha preguntado por ellos. Manel representan un triunfo de la independencia sobre el maligno capitalismo que todo lo pervierte. Una independencia que, gracias a Warner, puedes comprar en el Corte Inglés. Por fin la alta cultura (un disco que se titula con una cita de Shakespeare que nadie sabe donde ubicar, pues si que nos conformamos con poco…) se abre paso entre las masas. Todos los anteriores son motivos para odiar a Manel, pero ninguno de ellos es imputable a ellos mismos. Si acaso, sólo lo de haber firmado por Warner. Sí, yo aún añoro los tiempos en que Morrissey demandaba a su propia discográfica porque pertenecía a un conglomerado industrial donde también había fábricas de armas. Lo que sí que es responsabilidad de Manel es que hayan sacrificado la frescura de su primer LP alargando y retorciendo sin sentido sus canciones. Valga como ejemplo el muy publicitado single inicial “Aniversari” que se abre con una sonrojante intro hablada sobre violines Disney que nos pone en situación ante una enrevesada historia que se pretende ‘galáctica’ y se queda en simplemente incomprensible. El guiño de incluir a Jaume Sisa en el vídeo de esa canción les sale por la culata ya que precisamente el del Poble Sec era capaz de sugerir mucho más con muchísimo menos. Es confundir ‘galáctico’ con incoherente por autocomplacencia lo que les lleva a intentar epatar al oyente con esas bienintencionadas historias más narradas que cantadas. Esos textos les obligan a alargar y retorcer, con nefastos resultados, sus composiciones de impostada cercanía, ese rock emo con instrumentos folk que tan bien dominan Beirut y Yann Tiersen y que llega hasta las baladas de Wilco en “La bola de cristall”. Con tanto anacoluto acaban perdiéndose. ¿Alguien puede explicarme de qué va “Benvolgut”? ¿Cuál es la moralina de “La cançó del soldadet”? Y es más, ¿por qué TIENE que haber una moralina en “La cançó del soldadet”? ¿Quién es Toni y a quién tiene qué dejar? Admito que las letras suenan bien, supongo que por eso a los que no entienden el catalán les pueden resultar agradables, pero apuesto a que no hay, a uno y otro lado del Ebro, quién sea capaz de saber de qué nos están hablando los Manel. A lo mejor es que tampoco están hablando de nada, ya que como confirma el monocorde recitado de Guillem Gisbert, todas las canciones son la misma. Daniel Gómez



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discos

La selección Jäger

discos The Strokes “Angles”

Disfruta de un consumo responsable 35o

COLUMBIA / SONYBMG

Release The Beast así en nuestros días, pero lo han logrado. Grinderman a su lado parecen de broma. Matías Bosch

Big Sexy Noise “Big Sexy Noise” SARTORIAL-ALONE

Jazz-rock. De la fraternidad entre Gallon Drunk y Lydia Lunch nace esta obra embarrada, un trabajo sucio a más no poder, que apesta a bourbon y cigarrillos turcos, que se impone con violencia a puntadas de botas de piel de serpiente ante cualquier otra banda de la actualidad que se atreva a autodenominarse como practicante de rock. Esto sí que es rock, rock primitivo y blues despiadado, hospedado por una voz de Lunch, brillante de principio a fin —entre Jeniffer Herrema, Thalia Zedek, o quizá más allá—, que escupe textos sobre el malvivir y peor trasnochar. Revisa con dureza a Lou Reed (“Kill your sons”), Vant Zant (“That smell”) y su “Gospel singer” (escrita a medias con Kim Gordon en la época de “Death valley’69”). No hay lugar para sentimentalismos en Big Sexy Noise, la vida es puta y la viven al límite: rifffs como cuchillos, distorsión ensordecedora y saxos (Terry Edwards, la clava en todos los temas). “Te dolerá que me marche cuando la cama siga caliente / Ahora sabrás cómo me sentí cuando le encontré entre tus brazos”, berrea Lunch en “Another man comin’”. Enorme, devastador y directamente uno de los discos más salvajes de la historia. Parecía imposible toparse con una obra

Rock. Cómo echábamos de menos a los Strokes, cómo necesitábamos adorarlos o echarnos a su yugular como ya hicieron muchos con “First impressions on Earth”, cómo ha revolucionado la blogosfera el anuncio de este nuevo disco que, tras cinco años de separación, pocos se esperaban. Y si ha causado tanto revuelo este retorno en el mundillo del rock alternativo es precisamente porque The Strokes lo reinventaron hace ya una década. Cómo echábamos de menos esos riffs, esa actitud y, por encima de todo, esos temazos que nos ponían en pie aunque fueran ya las 6 de la mañana. Cómo echábamos de menos todo esto y cómo lo seguiremos echando de menos hasta que no seamos capaces de sacudirnos de una vez la nostalgia y escuchar el retorno de los Strokes con los oídos limpios de prejuicios. Y es que se han dicho calamidades sobre el nuevo disco de The Strokes; tanto como se lo ha elogiado con un fanatismo que ofende a la verdad. Y, qué quieren que les diga, ni una cosa ni la otra. Si este disco en lugar de Casablancas and company lo llegan a sacar un grupillo de modernetes de Alcorcón sería la rehostia y todo dios estaría dándose de leches por firmarlos. Pero como los autores de este disco parieron te-

mas de la altura de “Someday”, “Last nite” o la anteriormente mencionada “Reptilia”, nos vemos obligados, al menos en primera instancia, a sentirnos ultrajados y poner el grito en el cielo tildando a este disco de hez hedionda como poco. Más tarde, con las escuchas se van templando los sentimientos y a uno le resulta hasta simpático el rollo reggae de la horrorosamente titulada “Machu Picchu” o el ochenterismo casposillo de “Two kinds of happiness”. Pero lo cierto es que esa simpatía nacerá siempre de la nostalgia con la que uno vuelve a visitar 10 años más tarde esa ciudad en que vivió tan buenos momentos pero que ya nada tiene que ver con aquélla. Sí que hay canciones auténticamente Strokes como “Gratisfaction”, “Life is simple in the moonlight” o el single “Angles”, que si bien al principio me pareció un churro, es un grower, uno de esos temas que, cuanto más los escuchas, más crecen dentro de ti y más te gustan sin saber por qué. Y en esencia, eso es lo que pasa con “Angles”, que sin ser un disco del todo bueno, no es lo suficientemente malo como para crucificar a los Strokes. Al contrario, se mete dentro de ti y, con el tiempo, le vas cogiendo un cariño insospechado y te cuesta imaginarte la vida sin él. Virginia Arroyo

apoplejía, no es necesario caer en la esquizofrenia. Albert Fernández

formando parte de sus pesadillas y de sus canciones. Y acabar contagiando al oyente. Half Nelson

British Sea Power “Valhalla Dancehall”

Boat Beam “Reincarnation”

ROUGH TRADE / ¡POP STOCK!

ORIGAMI RECORDS

Moody rock. El problema de las ironías es que deben ser entendidas. De lo contrario, uno podría ser víctima de su propia broma. Justo eso es lo que podría estar sucediéndole a British Sea Power, que entre tanto devaneo estilístico e ironía discursiva ha perdido su verdadero camino. No hay nada más desesperante que aguzar el ingenio para, burlonamente, decir lo contrario de lo que se pretende, y que después el receptor entienda literalmente lo pronunciado. Esta banda de Brighton, que comenzó su carrera con un álbum que anunciaba su declive, allá por 2003, siempre ha gustado de dar sonrientes giros de timón, probar un poco de todo, y entretanto ir despistando al personal dando mil referentes e influencias que poco o nada tienen que ver con lo que hacen. Por eso, apenas unos meses después de su “Zeus EP” (Rough Trade, 10), no nos sorprendieron las crepitaciones electrónicas que adornaban “Living is so easy” como avance de este nuevo largo. Esa canción nada tiene que ver con la robusta melodía rockera que abre el disco en “Who’s in control?”, o con el insulso avance de pataditas en el suelo de “We are sound”. La fingida afectación de “Georgie Ray”, o el pretendido encanto de ese acceso de himno para estadios, “Stunde null”, apenas sobresalen en un disco hinchado y pretencioso, que lo propone todo y no define nada. Para evadirse de la

Folk-pop. Segundo asalto del trío formado por Josephine, Alisha y Aurora, una australiana, una americana y una española (no, no es el comienzo del chiste aquel…) que acabaron en Madrid formando una banda de pop melódico y se convirtieron en “la banda de chicas más cool del país”. ¿Qué encontramos musicalmente en esta reencarnación? Letras con historias urbanas, con reflexiones sobre la vida y la muerte, la inmigración, el (mal) trato a los animales, la inocencia infantil y el amor repartido a partes iguales en doce temas ciertamente encantadores. Siempre con la voz cristalina de Josephine en primer plano, escuchamos no pocos instrumentos a lo largo del disco, arreglados con finura y estilo, producidos (¡hay incluso algo de electrónica con sintes, cellos y arpas!) con sumo detalle, sin prisa, sin necesidad de encontrar el gran single que otros buscan. ¿Que a veces suenan a Au Revoir Simone o a The Brunettes? Claro, son contemporáneas suyas, pero Boat Beam ya corren en pista propia. Octavio Botana

Bedroom “El fum blanc” FOEHN

Folk. Segundo LP para Foehn de Albert Aromir, o lo que es lo mismo, Bedroom. En él se mantienen sus constantes de folk íntimo, susurrado, pero en esta ocasión cantado íntegramente en catalán y punteado por amables coros femeninos (o infantiles, como en “Els nens soldat” magníficamente sustentada por una sutil melodía al piano) y escuetos pero brillantes arreglos de viento o de sierra musical que eliminan el aspecto lo-fi de su debut “La casa dins la casa” (Foehn, 08). Como el “Boig del cavall” que abre el disco Aromir huye de la ciudad, de lo urbano. Sus letras revolotean por la imaginería de los cuentos infantiles (bosques, montañas, bailes, brujas, el simbolismo de los animales, el poder de la naturaleza…) y eso les confiere un aspecto inocente que contrasta poderosamente con el trasfondo, normalmente poco amable, de lo que se cuenta. Desde los niños soldado de Uganda (“Els nens soldat”) a los turistas que mueren arrancados de las rocas por una ola de la devastadora “Aquest és el mateix mar”, todo lo que impacta al autor puede acabar

Cex “Tiny creature” TIGERBEAT6 — IMPORT

Experimental. El freak de Rjyan Kidwell está de vuelta, esta vez sin la inestimable compañía de sus dos antiguos compañe-


Èric Fuentes & El Mal “Èric Fuentes & El Mal” SUBTERFUGE

ros de batalla, con el propósito de volver a sus raíces más experimentales. Ya no queda rastro de banda, sino que Rjyan se enfrenta él solito a su laptop y a todos los cacharros electrónicos inimaginables para crear una criatura sonora experimental de lo más outsider. Como si se tratase de la banda sonora del parto de una extraña criatura, el trabajo se desliza en un extenso viaje por terrenos cavernosos —existen muy pocos momentos luminosos, como la saltarina “Secret monog”— y deambula entre la idm rompecabezas pasada de vueltas estilo Aphex Twin y el ambient contaminado por asfixiantes líneas metálicas de sintetizador. Un recorrido extraño, desconcertante y alucinógeno por horizontes electrónicos obsesivos (la percusión de “Trumpetflower” no puede erradicarse fácilmente de la cabeza) o bien de fábula espacial (la balsámica “Critterpated”). O lo que es lo mismo, un álbum diferente de electrónica experimental muy personal. Alberto Vidal

aunque también pueden ponerse pastorales y fronterizos, como demuestra “Mejor que yo”. Más atmosféricos y oscuros, en #Fo (proyecto paralelo del Klaus & Kinski Alejandro Martínez) juegan también con el ruido, pero desde una perspectiva más amable, de tintes shoegaze. Temas largos y complejos, con varias capas de instrumentación y algún laberinto melódico, que miran a los noventa sin ningún asomo de nostalgia. Sólo hay algo que reprochar a ambos grupos, y es que “Gulag split” se hace corto, hace falta un segundo volumen. Ya. Vidal Romero

Holy Ghost! “Holy Ghost!” DFA / UNIVERSAL

Bvdub “Tribes at the Temple of Silence” HOME NORMAL — IMPORT

Ambient dub. El silencio y la soledad son, podría parecer, los mejores amigos de Bvdub. Entre referencias a la muerte, imágenes de paisajes inhabitados y otros homenajes textuales a la desolación, este artista de San Francisco (residente en China y famoso sobre todo por sus muy aplaudidas apariciones en los recopilatorios “Pop ambient” de Kompakt) cultiva una estética romántica de lo más sofisticada que, sin embargo, no acaba de cuadrar del todo con lo mejor de su música. Y es que, en vez de despuntar por austero, por minimalista o por fiel admirador de los 90, Brock Van Wey emociona sobre todo cuando se muestra más sensible a la sensualidad de las texturas creadas por acumulación de samples dispares, por superposición de voces, por contigüidad de elementos heterogéneos. “Tribes at the Temple of Silence”, sin ser una obra contundente (se alarga demasiado a ratos, como en “Sanctuary”) deja entrever muchas posibilidades más allá de sus influencias y del silencio y, por lo tanto, fascina. Gloria González El Estudiante Larry/#Fo “Gulag split” PERDICIÓN RECORDS

Space rock. Ya lo decíamos el mes pasado, corren (muy) buenos tiempos para el rock espacial hecho (y en este caso también cantado) en español. Y parece que en Murcia hay una buena cantera, porque a los ya conocidos Schwarz acaban de unirse El Estudiante Larry y #Fo, dos estupendas bandas que llevaban varios años curtiéndose en las catacumbas de la ciudad, y que han decidido repartirse las dos caras de un coqueto vinilo. Más ariscos y ruidosos, los chicos de El Estudiante Larry se dejan caer por un tobogán de psicodelia y distorsión: ritmos rudos y metronómicos, guitarras que bullen abrasivas en el fondo de la mezcla y letras que golpean la nariz. Se nota que han escuchado a Loop y a Spacemen 3, y para bien,

Disco house. Como muchos de sus compañeros en DFA, Alex Frankel y Nicholas Milhiser se han tomado las cosas con calma. Durante los cuatro últimos años han publicado un puñado de (estupendos) maxis, han ido montando un estudio impresionante y han colaborado con varios de los proyectos del sello (The Juan Maclean, Hercules and Love Affair). Todo un proceso de aprendizaje que les ha servido para pulir su particular mezcla de disco house y pop sintético, domesticando por un lado los detalles y efluvios de aire retro (inevitables en un proyecto como este, por otro lado), y aprendiendo a cuidar los arreglos y las construcciones melódicas hasta tallar piezas de una altura considerable, con los consabidos ingredientes: ritmos analógicos, estribillos adhesivos, floridos juegos vocales, samples robados a oscuros éxitos de los ochenta y líneas sintéticas que se derriten al contacto con los oídos. Así las cosas, “Holy Ghost!” funciona antes como una colección de éxitos capaces de prender fuego a la pista de baile, que como un disco a la manera clásica (con sus nudos y sus desenlaces, es decir). Una sensación que se acrecienta al comprobar el elevado número de temas que la pareja ha rescatado (“Hold on”, “Static on the wire”, “Say my name”), pero que se perdona porque entre los otros siete temas que contiene el invento hay mucho grano y nada de paja: el festival de arpegios en “Do it again”, el rollo cósmico de “Wait and see”, esos hits inapelables que son “Hold my breath” y “Jam for Jerry”, el acento italo de “It’s not over” o los aires funk de “Some children”. Todo un festival de diversión y purpurina al alcance de la mano. Vidal Romero Found “Factorycraft” CHEMIKAL UNDERGROUND / ¡POP STOCK!

Post-pop. Si su single “Machine age dancing” puede sintetizar en una misma canción a Phil Spector, el post-punk simétrico de Wire y la proto-electrónica naif de Plone, a su larga duración se le puede exigir mucho más y “Factorycraft” lo ofrece. El colectivo artístico escocés —recordemos que entre las filas de Found se encuentran los cerebros que dan vida a ese extraño engendro mecánico conocido como Cybraphon— reaparece en escena con un disco notable entre sus manos que llega adonde Spoon no se atreven a ir. Experimental y espontáneo a

Rock for food. Suelta todo lastre y abandona las ideas impuestas, porque el viaje no ha acabado, es más, alzamos el vuelo de nuevo. De todos los lugares donde creías poder dar con el que fuera líder de The Unfinished Simpathy, te aseguro que no lo encontrarás lamentándose por el fin de su antigua banda, buscando refugio en dulces acordes de baladitas folk de cejas alzadas y chistes entre canciones. En un mundo de advenedizos del folk y cantautores afligidos por distorsiones pretéritas, Èric Fuentes se atreve a nadar contra la corriente, emerger en la dirección opuesta a la que crece el grano. Con su último disco en solitario, el autor catalán mira de frente al mal y se promete no sustraerse jamás de él. Así se constata en el ardor punk del inspirado minuto y medio de “Growl”, un corte para los que se esperaban resignación acústica o alguna reformulación de la alquimia synth-pop de su anterior disco, “Bahía Paríso” (Hang The DJ, 08). Imagino que a estas alturas no hace falta que te diga la bomba (ejem) que es el polémico vídeo de esa primera canción del

álbum. Ajeno a inercias o pasajeras modas melómanas, “Èric Fuentes & El Mal” se revela como un flamante disco de banda, y una hermosa recapitulación de las mejores páginas de los diarios emo. En “Kickstart my hopes”, la batería cabalga con una dirección unívoca, ofreciendo un negativo invertido de sueños recordados. Como el mejor lema del buen ermitaño del hardcore melódico, “Hora punta en territori enemic” vibra con el aliento de quien se siente solo incluso entre multitudes, alienado en un ecosistema propio o extraño, entre familias disfuncionales o a través de lejanas galaxias. “Rock’n’roll is a full time job” encanta desde el primer riff, y, con ese candor de otros tiempos, demuestra que hay trabajos que no se pueden dejar. El de Èric es el rock, y está claro que es el mejor en lo que hace. El juego de densidades balancea entre el rock y el heavy en “The evil way” y “Odd girls”, y eriza la piel al alcanzar la máxima intensidad en “Death and above”, emocionante sin remedio en ese clímax donde se grita “in the end”. “Land end”, que abría “Bahía Paraíso”, se reversiona aquí con aires de cámara y teclados flotantes, para marcar la línea de costa final de un disco honrado, directo, sincero, apabullante y genial. Otro gran disco de los muchos que perpetrará ese terrorista del riff, un contestatario del rock que espera que esperaras su retorno inesperado, el buen amigo Èric Fuentes. Albert Fernández

partes iguales, el pop que se comprime en “Factorycraft” es pop de estribillo perfecto (“Shallow”, “You´re no Vincent Gallo”), de inventiva estructural sorprendente (“Every hour that passes by”) y hasta de épica shoegazer de las que cortan la respiración (“Blendbetter”). Matías Bosch Jason Zeh / Ben Gwilliam “Dots” Z’ev / KK Null “Extra space, extra time”

J. Mascis “Several shades of why” SUB POP / ¡POP STOCK!

BROMBRON — IMPORT

Noise. Dos artistas, un estudio de grabación y absoluta libertad, esa es la filosofía que late detrás del proyecto Brombron, una iniciativa de la radio pública holandesa, con más de una década de vida a sus espaldas, que ha dejado un puñado de títulos más que inspirados y que estos días publica sus referencias 16 y 17. La primera viene de la mano de Jason Zeh y Ben Gwilliam, dos artistas que trabajan con cintas de casete y grabaciones de campo, que gustan de maltratar fuentes de sonido de una manera física, hasta obtener masas informes de ruido en las que las muestras originales son apenas un recuerdo emborronado y decadente. Utilizando esos sonidos para construir loops, drones y zumbidos, manipulando la coloración y el pitch de los samples obtenidos, dan forma a una pieza de noise elegante e intenso, que lleva de viaje al oyente por simas desconocidas. Mucho más burros, también mucho mejores, Z’ev y KK Null ponen en comunión las percusiones metálicas del primero con los ruidos de naturaleza obscena del segundo en seis piezas que comienzan siempre de manera suave y sutil, como acariciando al oyente, pero que invariablemente terminan por estallar en un maelstrom de noise infernal, en el que la superposición de loops, ritmos y drones produce una sensación hipnótica y absorbente, tan cruda y narcótica como un buen derechazo a la mandíbula. Eso sí, aquí lo único que puede quedar herido son los tímpanos. Vidal Romero

Folk. La larga cabellera canosa de Mascis habla por sí sola. La madurez llega también a su carrera como músico y requiere momentos de calma tras su reunión y posterior —seguro que agotadora a sus años— gira con Dinosaur JR desde 2005. La leyenda de Massachusetts cuelga su guitarra eléctrica y retoma su faceta más intimista en compañía de Kurt Vile (War on drugs) y Pall Jekins (The black heart procession), entre otros. “Several shades of why” es un disco de claroscuros pastorales, con mínimos pespuntes eléctricos. En su totalidad es un disco acústico que se entiende como su necesidad de aflorar sentimientos guardados en lo más profundo. Un trabajo preciosista que destaca por la enorme sinceridad de sus letras, centradas en la duda existencial (“Make it right”) y el desamor (títulos más que obvios, “Listen to me”, “Not enough” o “It´s done”). Habrá fans que prefieran su vertiente eléctrica, pero seguramente aprobarán de buen grado este disco. Lo merece. Matías Bosch Good Night & Good Morning “Good Night & Good Morning” OWN — IMPORT

Sad folk. La buena globalización. Un dúo de Chicago ve como su primer EP homónimo de 2009 (cinco temas en veintiocho minutos) es reeditado por un sello de Luxemburgo después de encargar el mastering nada menos que a Taylor Deupree (que vive en Nueva York). No se despisten por la presen-


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discos

Low “C´mon” SUB-POP / ¡POP STOCK!

Slowcore. Hubo un antes y un después en la historia de Low cuando “Drums and guns” (07) apareció repentinamente con aquel cambio de sonido tan abrupto, ruidoso e incómodo. Allí había disconformidad, odio y cajas de ritmos; había política y daños internos. Parecía haber sido producto de una época convulsa que iba a marcar su sonido para siempre. Nadie esperaba “C´mon”. Ahora los americanos parecen volver más conscientes que nunca de que el mundo seguirá igual, el amor es el único camino a seguir. De un modo conformista y sereno declara Sparhawk para la web del sello: “Olvídalo, estoy mirándote a los ojos ahora mismo y necesitamos saber cómo atravesar el siguiente momento, juntos, como seres humanos”. Así es, según él, cómo suena su nuevo cometido en la era de Sub Pop. Otro giro de tuerca esta vez en el sentido contrario de las agujas del reloj que les lleva de vuelta a sus ya habituales estudios en la Iglesia del Sagrado Corazón de Duluth, su templo de reunión para la síntesis, el desarrollo y la producción de sus últimos trabajos. Low abandonan el sonido que reptaba a través del rudismo y la electrónica para lanzarse de pleno a la electricidad de, pongamos, “The great destroyer” (05) o a unos cientos de millas más allá de “Trust” (02). “C´mon” duele por momentos hasta el escozor, vuelve a sonar a Low tocados por la divinidad y trae consigo diez composiciones que

cia de Deupree, no hay electrónica contemplativa en este “Good Night & Good Morning”, sino slowcore de trazo acústico (pese a los ocasionales drones de órgano), como si volvieran unos Codeine desenchufados o unos Spokane sin piano, que reacciona a la música mucho más agresiva que suelen practicar con otras bandas. En estos cinco temas, Pat Elifritz y Ryan Brewer muestran a las claras sus influencias como vía de escape, pero también un pulso compositivo firme que les permite alargar más allá de los ocho minutos la final “Wallflower” (donde suena el arpa de Róisín Maguire, ya fuera del grupo) sin que el oyente se resienta. Música solitaria, nocturna, pero con la neblinosa luz del amanecer en el lejano horizonte. Half Nelson

parecen completar un ciclo comprendido en una década. Esa década que les atrajo hacia la electricidad, aquella que comprendía gemas-rock en formato single como “California”, que les abrió las puertas de par en par a las masas —siempre una inmensa minoría—, alejándose de las lentitudes comatosas, de belleza sacra que contenían “I could live in hope” (94), “Long division” (95) o “The courtain hits the cast” (96). Los tiempos cambian, pero todos esos discos son imperecederos. Desde que “C´mon” da comienzo con “Try to sleep”, uno queda atrapado por su profunda capacidad de satisfacer instantáneamente los sentidos a través de una luminosidad que tan sólo, hoy por hoy, ellos son capaces de transmitir con tanta pureza. “You see everything” simplemente te desarma y te deja sin aliento; aparece “Witches” mientras Sparhawk recita con dureza y temple “All you guys out there / trying to be like Al Green / you are all weak”. Lloras a mares con los slide-guitars de “Done” y, sobre todo, con la lírica espinosa de “Specially me”; ahí están Low, rozando la perfección de “Secret name” (99). Las voces de Mimi y Alan se funden culminando en “$20”, para dar paso a la apoteosis, “Majestic/magic” y, posteriormente, el crepitar de la guitarra soltando iones en “Nothing but heart”. Dos colosales piezas que se arrasan con todo —ahí se obvia la influencia de Retribution Gospel Choir—, dos crescendos de electricidad sin fin que tan sólo se apaciguan con el inciso nocturno de “Nightingale” y el broche final acústico de “Something´s turning over”, con un coro de niños (se presume que los hijos de la pareja) poniendo los pelos de punta al personal. Ellos mismos lo dicen, algo está cambiando. Por los siglos de los siglos, amén. Matías Bosch

teclista de Tarántula? Es parte de su sello distintivo, y asumiéndolo se disfruta más de su verbena hortera. “Nuevo ritmo” ofrece giros varios muy pachangueros. Country, bachata, bossa-nova, rocksteady, aires mariachi, folk acústico... Adiós al tecno. El traje orgánico con el que ahora viste a algunas de las mejores canciones de “Supercrepus” y “Escuela de zebras” provoca cierto rechazo por pervertir recuerdos redondos como “La canción de tu vida” o “Baraja de cuchillos”, pero le sienta bien a temas como “Gabriela” o “Los viejos”. El primero pasa por el filtro de los Panchos y Dire Straits. El segundo, por el de las Ronettes. Y luego está el regusto a lambada reggaetonera de “Tus cosas buenas”, un cántico apasionado por América Latina que, a pesar de la grima que dan sus guitarras tipo Santana, hace sombra al resto de sus novedades. Carola Guerrero Jerry Fish & The Mudbug Club “The beautiful untrue” WARNER

Joe Crepúsculo “Nuevo ritmo” CANADA

Pachanga mixta. Joe Crepúsculo homenajea al continente americano con un disco capricho que dejará perplejo a quien espere demasiado. ¿Para qué revisitar ocho de sus canciones más conocidas dos años después de darles vida y regalar a modo de migajas cuatro nuevas que brillarían más aparte? No se sabe, pero ¿cuándo le ha importado el qué dirán o la lógica de las canciones al

Jazz-pop. La música europea, el cabaret, el mambo, el jazz y demás ritmos nómadas —de esos que han superado la prueba del paso del tiempo y las crueles tendencias— cabalgan a gusto en lo nuevo de Jerry Fish & The Mudbug Club. O lo que es lo mismo, un simpático cruce de Tom Waits, pero de buen humor, con las bandas sonoras de las pelis de Tim Burton y el mundo circense. Su compatriota Imelda May y Keogh Carol se unen aquí como colaboradores al combo musical de Gerard Whelan, el que fuera líder de la banda irlandesa An Emocional Fish. Un álbum con predisposición por las melodías cálidas y los instrumentos de viento, al que le sientan bien los juegos vocales masculi-

nos-femeninos y sus múltiples diálogos románticos a la par que oscuros… canciones sencillas, no nos engañemos, pero bien presentadas. Y es que a veces no importa tanto cuán bonito es el regalo si el envoltorio se ha preparado con mimo. Y en el caso de esta pequeña tragedia romántica así es. Alicia Rodríguez

interacción”, lo que deja la idea de que se han dejado llevar bastante en el estudio. Con excelentes resultados. Half Nelson

Jessica Lea Mayfield “Tell me”

Disco. Pónganse en pie. Con todos ustedes, John Morales, el aclamado —aunque ignorado hasta no hace mucho— productor y DJ de Nueva York, absoluto pionero de la música disco que eclosionó en la ciudad de los rascacielos hace unas décadas. Éste gran personaje (les ruego busquen fotos de su persona) nacido y criado en el Bronx, supo sumergirse como pocos en el underground neoyorkino, implantando la moda de los edits y remezclas en formato acetato, al mismo tiempo que pinchaba en los clubs más importantes de la ciudad. Un Dios de la música disco, vaya. El presente recopilatorio en su ya segundo volumen, “MM Mixes”, sirve de nuevo para impartir una clase magistral de cómo hacer música disco de calidad aplastante. Congas, divas, matas de pelo estilo ‘11-8-11’ y hedonismo se dan cita en el presente doble CD. El primero muestra sus mejores clásicos (temas de Inner Life, Fantastic Aleems, Candi Staton, Teddy Pendergrass) para dar paso a un segundo disco con remixes imprescindibles y auténticos himnos del calibre de “Make it last forever” de Jocelyn Brown. Amantes de la música disco, ni se les ocurra pasar por alto esta fantástica compilación. Alberto Vidal

NONESUCH / WARNER

Alt-rock. Jessica Lea Mayfield sabe cómo agarrarte hasta cortarte el aliento. 21 años tiene, pero su seguridad arrastrando palabras francas confunde, parece llevar toda la vida en esto. Y así ha sido. A los ocho años cantaba en la banda de bluegrass familiar One Way Rider. A los once ya hacía sus propias letras; unas letras que ahora, cuando publica su segundo álbum y los medios le llaman ‘the next big thing’, se vuelven más mordaces que nunca mientras araña su corazón deshecho sin soltar una lágrima. La promesa de Ohio de voz reposada y mecha corta repite confiando su sonido a Dan Auerbach, del dúo The Black Keys. En “Tell me”, él es quien pone tensión trémola a un country alternativo que casa bien con Whiskeytown, Neko Case o Wilco, y se expande en guiños más pop, electrónicos o rocksteady, como sugiere “Grown man”, una canción con la que la Julieta Venegas más atrevida alucinaría. Ésa es la cara luminosa y seductora de la nueva apuesta de Nonesuch Records, si bien lo que engancha de ella es su lado oscuro y lánguido, comprimido al máximo en la inquietante “Sometimes at night” o en “Sleepless”, que cierra el álbum dejando claro por qué su madre decía que nadie podrá pararle los pies. Avisados estamos. Carola Guerrero

John Morales “The MM Mixes Vol. 2” BBE / ¡POP STOCK!

Julianna Barwick “The magic place” ASTHMATIC KITTY / ¡POP STOCK!

John Foxx and the Maths “Interplay” METAMATIC — IMPORT

Rock. El veterano John Foxx se alía con el productor y coleccionista de sintetizadores Ben Edwards (Benge) para publicar en su propio sello su primer disco 100% analógico desde “Metamatic” (Virgin, 80). Este ejercicio de explícito retrofuturismo sale bien parado por la interpretación de Foxx (siempre con tendencia a la sobreactuación como cantante, especialmente en “Watching a building on fire” acompañado por Mira Aroyo de Ladytron) que se conjunta con riffs, melodías y líneas de bajo más actuales de lo que el punto de partida hacía suponer. Empieza amenazador en “Shatterproof”, vacilón en “Catwalk” y brillante en “Evergreen”; sigue autoreivindicativo (“The running man”) y acaba con la notable “Destination”, en lo que parece querer ser un compendio de su capacidad como compositor pop, capaz de múltiples registros sobre un fondo de electrónica punzante y minimalista, pero nunca extrema, aunque hay que reconocer que “Summerland” sonaría igual de fría si se llamara “Winterland”. La clave de su relación con Benge la da el tema “Interplay” (poco más que un simple interludio con letra): “todo está calculado excepto la

Drone vocal. Las particularidades inherentes en el talento de Julianna Barwick ya quedaron plasmadas en su anterior EP, el excelente “Florine” (09) en el que desarrollaba nuevas formas de entender el ambient a capella. “Bode” era el mejor ejemplo de cómo avanzar musicalmente hacia parajes todavía inexplorados, muy cercanos a una posible simbiosis imaginativa entre Brian Eno y Elisabeth Fraser, pero aún así, del todo nuevos. “The magic place” despega con “Envelop”, diez cortes que remiten a un limbo en el que priman loops vocales imposibles que se entrelazan con minimales notas de piano. Su resultado es tan hipnótico que cuesta aterrizar de nuevo en la tierra; la exultante belleza de “Vow” o “Prizewinning” reclama cientos de escuchas llenas de placer lisérgico. “The magic place” es un disco de luminosidad cegadora que resplandece, sorprende desde la primera escucha y se sitúa al otro lado de su coetánea Liz Harris (Grouper); una es la noche, la otra es el día. Matías Bosch Klaus&Kinski / Llum “Jabalina Love songs” JABALINA

Pop. El sello Jabalina retoma su colección de singles dedicados al amor. La tercera entrega de sus “Love songs” reúne, en dos vinilos a


Bullion “You drive me to plastic” YOUNG TURKS / ¡POP STOCK!

color y de edición limitada en 500 copias, por un lado a Klaus&Kinski, y por otro a Llum, el proyecto en solitario de Jesús Sáez, batería de los extintos Polar. El dúo murciano sabe navegar en aguas muy distintas, y esta vez recurre, en los inéditos y contrapuestos “Amor A” y “Amor B”, a un bolero cubano (recuerda, sí, al “Con los años que me quedan” de Gloria Estefan, pero con la magnética vocecita susurrada de Marina) y también a una balada de arpegios clásicos. Al cojín de cuerdas que les mece se añade en la cara B un teclado con el que dan su toque de gracia al estándar de jazz “Embraceable you”, todo un regalo para oídos golosos. Del lado más crooner procede por su parte Llum, en cuyo primer disco ‘oficial’ colaboran, entre otros, Josh Rouse y su pareja Paz Suay, además de la vocalista de Boat Beam Josephine Ayling. Sáez interpreta con seguridad y entusiasmo tres cortes propios que coquetean con el swing de Glenn Miller, la sofisticación de Richard Hawley y la sencillez de un soft pop cantado sin complejos. Carola Guerrero

poison” (Anti, 05), aquella colosal colaboración con algunos de sus más reputados admiradores, como Beck, Jon Brion, Damon Albarn, PJ Harvey o Nick Cave And The Bad Seeds, y después de estremecer de nuevo al mundo con las versiones contenidas en “Easy come easy go” (Naïve, 08), la Faithfull de “Horses and high heels” vuelve a juntar un cancionero heterogéneo para conformar un todo en comunión, dando a cada estrofa un peso específico. El trémulo timbre de la abuela rockera se envuelve entre los acordes de habilidosos músicos de Nueva Orleans para interpretar ocho versiones y cuatro cortes de escritura propia. Su versión de “The stations”, de The Gutter Twins, eriza la piel, y la desazonante melancolía en el vaivén del estribillo de “Why did we have to part” nos sumerge en inundaciones interiores. Hay descaro en la ebria deriva de salón de “No reason” o “Gee baby”, y pasión al trote en “Prussian blue”. El corazón levita con estas canciones, pero ¡ay!, cuántas heridas se abren con las inclemencias de “Past, present, future” y la lacónica cerrazón presente en “The old house”. Tantas notas solitarias nos hacen anhelar un ancestral nido, o una casa en forma de concha, donde encerrarnos con los párpados sellados para nunca, nunca salir. Albert Fernández

King Creosote & Jon Hopkins “Diamond mine” DOMINO / PIAS

Ambient folk. El mundo no es justo. No se porta bien con King Creosote, en cualquier caso. Tras veinte años de actividad y unos cuarenta discos, este escocés se merecería mucho más reconocimiento. Más fans. Más mimos. Más amor. “Diamond mine” debería contribuir a que los obtenga, porque es un disco de esos que obligan, en un puñado de canciones, a rendirse a la evidencia, Kenny Anderson tiene algo de genio. Grabado con el londinense Jon Hopkins (que también ha trabajado con Brian Eno y Adem, por no citar a Coldplay), son seis temas y una obertura que se mueven como evanescentes recuerdos de sueños entre Mark Hollis y los Castanets. Es decir, muy bien. Como odas a la melancólica serenidad de su región natal, u oraciones paganas a la tristeza, en las que las guitarras vuelan sobre nubes de algodón y el acordeón surca océanos de lágrimas. También se oye el rugido del mar, voces de vecinos, pájaros que cantan y una gran dosis de sinceridad. Un diamante de peso para la corona de King. A brillar. Gloria González Marianne Faithfull “Horses and high heels” NAÏVE

Rock of ages. No, no creas que ella vendrá a ti. Eres tú quien debe acercarse. La guitarra se templa, emerge la firme voz de Miss Faithfull desde una estación en el tiempo, y como hechizados acudimos todos a su morada, ese arraigado hogar ajeno a tendencias, que ahora es un rudo búnker repleto de penas, ahora un ancho rancho donde recitar los pasajes de alegrías pasadas. No digáis que Marianne resucita de nuevo, porque nunca murió. En casi medio siglo de inervación rock con dirección y sentido, la que fuera novia de Jagger ha sabido habitar siempre el lugar apropiado para afrontar los vientos del cambio. Y qué duda cabe de que este es su mejor momento. Tras “Before the

La Bien Querida “Fiesta”

Mash up. Existen muchas maneras de crear un mash up, ese noble arte cada día más en alza entre jóvenes devoradores de música y con un descomunal peso en giga bytes dentro de Youtube. Los hay que tiran por la rama más mainstream (DJ Earworm, Danger Mouse, Kleptones), otros utilizan pico y pala para crear con mucho oficio nuevos temas a base de reciclar unos cuantos más (Norwegian Recycling) y luego está la vertiente más gamberra y anti todo, focalizada en el inteligente y sinvergüenza Girl Talk. La mención especial del jurado, así como el realmente diferente al resto en cuanto a concepto y estilo, es para el amigo Nathan Jenkins, más conocido como Bullion. Porque si algo tenemos claro es que existe mucho caradura en el mundillo del mash up. No, no vale sentarse tres cuartos de hora y sacar cuatro temas a base de usar software de producción musical pirateado. Aquí lo que de verdad cuenta es la creatividad alojada en los hemisferios cerebrales y en cómo es ésta usada. Justo por donde se desmarca Bullion. Una finta para zafarse de los creadores vagos de mash ups que empezó de la mejor manera posible allá por 2006, utilizando el “Pet sounds” de los Beach Boys para plantar su primer pinito en el fértil ciber espacio (“Pet sounds: In the key of dee” se llamaba el maravilloso engendro hiphopero). El revuelo en la red fue sonado, como

cabía esperar, allanando el camino para lo que vendría después. Primero en 2009 con el 12” “Young heartache”, donde ya demostraba sin tapujos su destreza en el sampling, mientras que con el 7 pulgadas “Say goodbye to what” (One-Handed Music, 10) el zagal asentó un inimitable estilo, con un ojo siempre puesto en el homenaje a J Dilla. Para la obra que nos ocupa, Jenkins juega al despiste en primera instancia. Young Turks, sello que siempre está al loro y en estado de gracia permanente, dicho sea de paso, edita el debut (¿en largo?) de Bullion. ¿Nos encontramos ante un álbum? ¿Un EP? ¿Un mixtape? Los veinte minutos de duración no dan muchas más pistas, pero al fin y al cabo resulta un dato irrelevante, debido a que estamos ante veinte minutos perfectamente acoplados. Resulta sorprendente como Jenkins puede comprimir tantas ideas en tan poco espacio, al igual que Eduardo Inda en su video blog: flautas traveseras, percusiones tribales, guitarras cutres ochenteras, disco (“My castle in England”), new wave pastoral, kraut añejo, Italo (temazo el “Pressure to dance”)... todo cabe en veinte míseros minutos —siempre desde el abrazo de la estética hip hop—, algo que nos lleva a deducir que el señor Jenkins ha perdido probablemente el dibujo dactilar de sus dedos ‘diggeando’ como un loco. Jenkins, por tanto, prima antes la originalidad antes que la pueril inmediatez (el disco ha de escucharse con el modo repeat activado), bajo la respetable técnica de esculpir sonidos del pasado para acoplarlos, con mano de santo y mucho talento, a lo que tenemos hoy en día. Un súper clase, hablando claro. Alberto Vidal

ELEFANT

Pop. Tras el título de la segunda entrega discográfica de Ana Fernández-Villaverde se esconde una ironía porque, por mucho que su nuevo álbum se haga llamar “Fiesta”, ni entre sus letras, ni a través de su música, es posible encontrar rastros de júbilo, alegría o celebración. Al contrario, la melancolía y el desconsuelo del que ya hizo gala en su debut, “Romancero” (09), continúa paseándose aquí a sus anchas. Esta sensación viene condicionada, en buena medida, por el tono vocal de Ana, susurrante y, digámoslo también, muy limitado. En este nuevo capítulo se exploran más abiertamente propuestas estilísticas ya apuntadas sutilmente con anterioridad. El flamenco está presente en “Noviembre”, los arreglos de música árabe adornan “Cuando el amor se olvida”, donde se incluyen unos versos de un poema de Gustavo Adolfo Bécquer. También existe una línea continuista en la utilización de la electrónica con resultados muy desiguales (el sonido new age en “Sentido común” es desafortunado). Paso atrás. David Giménez Moebius & Plank “Rastakraut pasta” “Material”

grabación, su carrera está punteada por un puñado de discos y numerosas grabaciones (muchas de ellas aún inéditas), en las que solía contar con amigotes como Ralf Florian, Michael Rother, Mani Meumeier (Guru Guru), Brian Eno, Hans-Joachim Roedelius o Dieter Moebius (Cluster). Fue con éste último con el que mantuvo una relación más intensa, cuyo punto culminante es, posiblemente, la fantástica pareja de discos que publicaron en Sky Records en 1980 y 1981, y que acaba de recuperar Bureau B. El primero, “Rastakraut pasta”, mezcla grandes dosis de humor, experimentos sintéticos, mucho ritmo metronómico y generosas raciones de dub (de hecho, Holger Czukay aporta un bajo gomoso en un par de temas). El segundo, “Material”, presenta un tono más sombrío, alterna el latido rockero (“Conditionierer” huele a autopista) con la deriva ambiental, en la mejor tradición de los Cluster de mediados de los setenta. Que semejantes joyitas hayan sido obviadas de manera sistemática por casi todas las enciclopedias dedicadas al género, sólo puede deberse a su tardía fecha de publicación; por lo demás, se trata de dos títulos que cualquier aficionado al kraut rock con un mínimo de decencia debería tener en casa. Vidal Romero

BUREAU B / GREEN UFOS

Kraut rock. Aunque se le suele citar por su faceta como productor (es un lugar bastante común definirle como “el Phil Spector del kraut rock”), Conny Plank era también un músico muy dotado y versátil, que se implicaba en las grabaciones de sus bandas a un nivel muy profundo. Suyas son, por ejemplo, varias de las guitarras de “Hallogallo” y muchos de los elementos rítmicos en “Autobahn”. Como además era dueño de su propio estudio de

Matt & Kim “Sidewalks” FADER / PIAS

Synth-pop. Está bien ser amable y tratar de agradar a todo el mundo, cruzar las aceras guiñando el ojo y ayudar a las viejecitas a subir el carro al autobús. Desde el día en que Matt Johnson y Kim Schifino se mudaron al pisito donde él pasó sus días de infante para grabar su segundo disco, “Grand” (Fader, 09), la pareja no ha dejado de ganarse las simpatías de medio mundo. Más aún cuando se atrevieron a desnudarse en pleno invierno por Times Square para el vídeo de “Lessons learned”. Y no, no vamos a decir que “Sidewalks” los vuelva antipáticos, porque el giro que emprende el tercer largo del dúo de Brooklyn mantiene las elevadas y contagiosas constantes vitales de sus predecesores; es sólo que, de tan sonriente, empalaga un poco. ¿Conoces a alguien que siempre sonríe, te saluda entusiasmado y a cada momento tiene algo que contarte? No hay malicia por su parte ni por la tuya, pero la cosa a veces carga. Pues eso. Pese a la finura en la producción, y la actitud de euforia creciente, ninguna de estas canciones alcanza el carisma de “Daylight”. La identidad de este cancionero circula por una similar inercia a lo luminoso, pero aquel fulgor punk ha desaparecido para dar paso a un jugueteo entre el hip pop y la síncopa de aullidos estivales. Algunos se divertirán con los desenfadados ‘eo-eo’s’ de “AM/FM sound”, pero sin duda yo prefiero la construcción de pop coherente en “Where you’re coming from”. Además, llegados a un punto, los teclados alterados, y los ciclos de repetición que dominan los versos en la apertura de “Block after block”, o el single “Cameras”, producen cierto mareo edulcorado. Aunque hay quien da vueltas, se le va la cabeza y sonríe. Albert Fernández


058/059

discos

Explosions In The Sky “Take care, take care, take care” TEMPORARY RESIDENCE / UNIVERSAL

Post-rock. “Buenas noches, somos Explosions in The Sky de Austin, Texas. Cierra los ojos y vamos de viaje a las estrellas”. Todavía recuerdo esas palabras con que el cuarteto iniciaba el primero de sus conciertos que he tenido ocasión de ver. Y si las recuerdo es, además de porque ese directo supuso una experiencia de lo más trascendental para mí, porque meter un disco de EITS en el reproductor es precisamente eso, iniciar un viaje interestelar con rumbo desconocido, despegar y dejarte la consciencia en tierra, y volar y volar y volar hasta toparte con el inmenso vacío que te deja el silencio final del minuto 47. En esta sexta entrega, escuchar a estos chicos sigue siendo una de esas cosas que uno prefiere hacer en privado, uno de esos pecados que se disfruta más a solas, como comer Nocilla a cucharadas. Por suerte, “Take care, take care, take care” tiene el efecto inverso y, al consumirlo, se vuelve uno más ligero y le da por flotar por sus paisajes temperados y melódicos a ratos, furiosos y profundos otras veces, pero siempre con una belleza sobrenatural en la médula. Los seis temas que componen “Take care, take care, take care” combinan la larga duración característica del combo con algún número más breve y conciso como la urgente y poderosa “Trembling hands”, uno de los puntos álgidos del álbum. Aunque seleccionar un solo tema o pasaje dentro de este disco es tarea prácticamente imposible, porque todos y cada uno de ellos tienen su magnetismo particular e inapelable. “Last

known surroundings”, por ejemplo, es otro imperdible del álbum, un tema que establece el tono expansivo del disco con una melodía luminosa marca de la casa y que abre el álbum como quien abre una caja de Pandora donde las maravillas han ocupado el lugar de los males. Complejas instrumentaciones por aquí, desarrollos ambientales por allá, guitarras que igual te humedecen los ojos que te los abren de par en par de pura desazón, paisajes desolados que se aceleran y se recrudecen para frenar en seco al borde del precipicio y mostrarte la verdad del mundo… Todas las emociones posibles que caben en una caja torácica, caben en un disco de Explosions In The Sky. Por eso, a la pregunta, “¿Está bien el disco? ¿Vale la pena sacarlo como destacado?”, mi respuesta, prácticamente ofendida, fue que por supuesto, que está mucho más que bien y que Explosions In The Sky siempre han sido y serán los amos en lo suyo. Cierto es que les temblaron las rodillas en “The Earth is not a cold dead place” pero se mantuvieron firmes y no cayeron, y siguieron facturando discazos como su más popular y remarcable “All of a sudden I miss everyone”. Cuatro años hace ya de eso y éste ha sido el trabajo encargado de continuar a aquél. Y si lo que ahora me van a preguntar es si es éste tan bueno como aquél, lamento anunciar que necesitaría cuatro años para responder con seguridad, los cuatro años que “All of a sudden…” ha caminado conmigo como un amigo o una conciencia. Lo único que puedo afirmar con decisión es que el post-rock instrumental de Explosions In The Sky sigue siendo una de esas delicias de domingo por la tarde, una bonita forma de cerrar la semana, guardarla en la cajita de los buenos momentos y aguardar con ansia controlada el inicio de otra, si cabe, igual de intensa. Virginia Arroyo

la vida es un raro capricho y la percepción está tamizada detrás de un velo borroso. Vidal Romero Neon Trees “Habits” MERCURY / UNIVERSAL

Netherworld “Over the summit” GLACIAL MOVEMENTS — IMPORT

Ambient aislacionista. El italiano Alessandor Tedeschi es un hombre bajo la influencia, un hombre que ha dedicado su vida a conjurar la belleza extrema que se respira en las vastas llanuras que circundan al Polo Norte. Esos glaciares en los que el azote del viento y el crujir del hielo dan forma a una sinfonía sin principio ni final, en la que el tiempo parece detenerse mediante una extraña sensación alucinatoria. Es una obsesión que Tedeschi procura conjurar de dos maneras complementarias. Dirige un sello, cuyo explícito nombre es Glacial Movements, y cuyo fin es acoger a otros artistas también bajo la influencia, como Bvdub o Francisco López. Pero también graba discos de una belleza insondable bajo el alias de Netherworld. Discos como “Over the summit”, que está destilado de una manera tan pura y cristalina que casi es posible sentir el frío en la cara mientras suenan en el plano de fondo las áridas grabaciones de campo; que maneja melodías infinitas, que esculpe ruidos ultraterrenos. Que se suspende justo delante del oyente, hasta invocar la inmensidad de un gran espacio vacío, en el que

Indie-rock. Todos aquellos que vayan por las esquinas lamentándose por la carencia de bandas de indie bailable desde la desaparicion del mapa de The Killers y Bloc Party ya tienen dos buenas noticias. En primer lugar, ya es primavera, así que déjate de chorradas; en segundo lugar, ya se ha estrenado en España el primer largo de Neon Trees, un cuarteto americano que devuelve a la actualidad ese concepto de indie-rock de estadio que tan de moda se puso alrededor de 2004, indie bailable con guitarras, pose y pretensiones no disimuladas. No es casualidad que este combo teloneara a The Killers hace tres años y de hecho la voz de Tyler Glenn se comporta de un modo muy similar a la de Brandon Flowers, incrementando su similitud al máximo en los pasajes más agudos e histriónicos. En efecto, Neon Trees vendrían a ser algo así como unos nuevos The Killers dotados con la bailabilidad de The Bravery. Una combinación ideal para pasar un buen rato si no te apetece mucho rascar la superficie. En Estados Unidos ya son ídolos adolescentes. Ahora sólo falta saber si aquí atraerán a público teenager, a un sector más adulto o si, volviendo a lo que comentábamos al principio, nos olvidaremos de ellos y nos conformaremos con los primeros rayos de la primavera. Virginia Arroyo

Noah and The Whale “Last night on Earth” YOUNG AND LOST CLUB / UNIVERSAL

Sosi-folk. A mí me gustaban. Lo juro. Claro que de no haber sido así probablemente no estaría rajando de este disco sino que, simplemente, lo hubiera quitado al segundo tema y jamás lo hubiera vuelto a mencionar o recordar. Pero resulta cuanto menos molesto que, habiendo parido temas como “Shape of my heart” o el himno de folk saltarín (sí, eso existe) “5 years time”, Charlie Fink venga ahora con medianías como las contenidas en este “Last night on Earth”. Vale que ya el disco posterior a su ruptura profesional y sentimental con Laura Marling fue bastante bajonazo, pero es que ahora parece Springsteen y los Killers más pastelosos dando juntos una misa cogidos de la mano. Intentos de épica por aquí, un calco del “Je l’aime a mourir” de Cabrel por allá (“L.I.F.E.G.O.E.S.O.N.”) y un tufo a rehabilitación emocional en todas y cada una de las letras que hace que este disco dé pereza sin ponerse en antecedentes y rabia cuando uno piensa lo que Noah and the Whale podrían haber sido. Virginia Arroyo Natalie Beridze TBA “Forget’fulness” MONIKA ENTERPRISES — IMPORT

Electrónica. La joven Natalie ‘Tusia’ Beridze se está labrando una sólida carrera dentro de la música IDM gracias a la creatividad de proyectos tan personales como TBA. Proveniente de Georgia, se le conoce por formar parte del colectivo artístico Goslab y por una faceta visual que le ha deparado algún que otro premio. Sus anteriores trabajos en el sello Max Ernst del alemán Thomas Brinkmann le hicieron sobresalir en el panorama de la electrónica más experimental, especialmente gracias al culto generado alrededor de su disco “Annulé”. Ahora publica en el sello berlinés Monika Records “Forget’funess”, una provechosa llamada al letargo sumido en la melancholía más pura. La fuerza evocadora de sus pasajes, su fraseo dulce, sus texturas etéreas, sus beats industriales y el glitch que practica sabiamente hacen que valga la pena concentrarse en nada escuchándole. Si añadimos la colaboración del pianista Ryuichi Sakamoto en la canción “Blue shadow”, que compusieron juntos después de que Natalie participase en el proyecto Chain Music, este álbum no tiene desperdicio. Calma en la profundidad más libre. Carola Guerrero O’Death “Outside” CITY SLANG / UNIVERSAL

Deathgrass. A través de la espesa bruma que se cierne sobre la noche se cuela una lejana luz. El jinete parece estar a salvo. Sólo lo parece. Tratándose de la portada de O’Death deberíamos dudarlo. Si por algo se ha caracterizado a lo largo de toda su discografía el grupo neoyorquino es por su manera de tratar el asfixiante y enfermizo fanatismo cristiano de la América profunda, un exceso que

empuja a vivir constantemente subyugado bajo la presencia aplastante de la culpa, el castigo y la muerte. En su tercer álbum han contado con el productor Billy Pavone (The Fall, Asobi Seksu), que ha transformado a “Outside” en un disco más susurrante, sobre todo en comparación con sus predecesores. Si antes cabalgaban a lomos del folk-metal y el country-punk, ahora lo hacen acompañándose de arreglos de cuerda, sonidos más acústicos y paisajísticos, galopando sobre una rítmica mucho más sutil. ¿Goth-americana? Escuchando “Bugs” o “Back of the garden” uno toma conciencia de estar ante uno de los álbumes del año. David Giménez Robert Babicz “Vol 001” BABICZSTYLE — IMPORT

Tech-house. Robert Babicz se ha pasado al estilo Juan Palomo (yo me lo guiso y yo me lo como) a la hora de editar su nuevo trabajo. Simple y llanamente lo ha bautizado como “Vol 001”, un escueto título del que Robert se ve fuerte para auto editarlo, al ser la primera referencia de su nuevo sello bautizado con denominación de origen, Babiczstyle. “Vol 001” es presentado como una pseudo recopilación, donde podremos encontrar desde temas inéditos hasta una selección de producciones remasterizadas ya conocidas y hasta ahora sólo planchadas en vinilo (caso de las elegantes “My blue car” o “Hope”). Después de aquel suculento “Inmortal changes” editado el año pasado, Robert prosigue con la media de más de 8 minutos por tema, tiempo más que suficiente para reflejar el sonido inconfundible de Babicz: tech house progresivo y melódico de smoking y pajarita. En definitiva, este primer volumen resultará imprescindible para los fans del sonido Babicz a la par que atraerá en masa a un público más amplio. Alberto Vidal

Papercuts “Fading parade” SUB POP / ¡POP STOCK!

Soft pop. Cambios. Su anterior trabajo “You can have what you want” (09) era un disco de pop en el que todos sus elementos —guitarras, bajo, batería y, sobre todo órganos— quedaban al descubierto y podían distinguirse con claridad, primaba la canción y un sonido sobre el que venían trabajando desde su “Mockingbird” (04), que se emparentaba claramente con el de factorías como K Records o la germánica Marina. En “Fading parade” impera una producción homogénea en la que todos sus elementos están tratados en un bloque o “muro de sonido”, cada uno de los cortes esconde texturas y arreglos que salen a flote en cada escucha casi como por arte de magia. Así, los nuevos Papercuts tan pronto pueden sonar tocados por la mano divina de Phil Spector (“Do you really want to know”, “Chills”) como por Alan Moulder (“White are the waves”). Una cosa es clara, “Fading parade” es su disco más lineal y más efectivo, melancólico, triste, a ratos extremadamente desangelado (“Wait till i´m dead” es destructor) que puede situarse con facilidad en la ristra de discos ‘intocables’ por almas hipersensibles. Matías Bosch


Dustin O’Halloran “Lumiere” 130701-FAT CAT / PIAS

Ron Sexsmith “Long player late bloomer” COOKING VINIL / PIAS

Folk-pop. A pesar de haber contado siempre con el favor de la crítica y de Elvis Costello o Steve Earle, Ron Sexsmith lleva veinte años relegado a un segundo plano que no encaja con su talento compositivo. La salida de su nuevo trabajo, el décimoprimero a sus 47 años, ha coincidido con el estreno de “Love Shines”, un documental con el que Douglas Arrowsmith pretende hacer justicia al canadiense, y todo apunta a que será el arpón que atraviese al gran público consumidor de baladas tipo Rufus Wainwright. ¿Por qué? Por una hiperpulida producción capaz de embelesar hasta al último seguidor de Elton John a cargo de Rob Rock (Aerosmith, Mötley Crüe, Bon Jovi, Metallica). Sexsmith ha buscado en él su otra cara, la de productor de Michael Bublé, y suena más que nunca a McCartney en lo que parece una continuación luminosa de “Exit strategy of the soul” (08). “The reason why” o el corte autobiográfico que da título al álbum para hablar de su tardío florecimiento le sitúan como el gran letrista que es, pero todo en este trabajo es tan perfecto, mullido y brillante, que a ratos empalaga. Es imposible no llevarlo mentalmente al fondo de una sitcom familiar pastelosamente entrañable, algo que, por mucho que nos pese, induce al aburrimiento. Carola Guerrero Sanjays “Welcome to Lemür City” THE INDIAN RUNNERS RECORDS

Garage-rock. Lemures, elefantes y gorilas tienen cabida en el psicodélico rock garajero de Sanjays. Tras ganar varios concursos, el sexteto afincado en Barcelona publica su debut “Welcome to Lemür City”, un compendio de temas con la psicodelia y el garage como hilos conductores. El surrealismo y un vasto mundo onírico son los otros denominadores comunes en la música de esta banda que en apenas dos años de existencia ya ha logrado coprotagonizar junto con DJ Amable la presentación del libro conmemorativo de los 10 años de Razzmatazz y telonear a grupos como Chew Lips en Apolo. En “Welcome to Lemür City” el sensual juego vocal masculino-femenino planea sobre hi-hats frenéticos, riffs endemoniados, hammonds de casta e incluso alguna trompeta fugitiva. El debut de estos catalanes es, en definitiva, un disco magnético y salvaje en el que la llave de la cordura la custodia un lemur bipolar. Daniel Gómez Steve Wynn & The Miracle 3 “Northern agression” BLUE ROSE / ¡POP STOCK!

Rock. El reciente matrimonio entre Steve Wynn y su batería predilecta Linda Pitmon está dando sus frutos. La creciente actividad está al orden del día, empezando por su Baseball Projects (junto a Peter Buck y Scott McCaughey), que ya llevan dos entregas, y ahora su retorno junto a The Miracle 3. Quedan atrás lo momentos intimistas de su

disco en solitario “Crossing dragon bridge” (08) para volver al rock intenso y contundente que ha marcado su carrera a lo largo de más de treinta años desde que Dream Syndicate pusieran el grito en el cielo con el clásico “Days of wine and roses” (82). “Northern agression” expone a un Steve Wynn en plena forma que se luce en sus desarrollos eléctricos con cortes de alto minutaje y voltaje. Su excelente diseño de portada —recuerda mucho a Spacemen 3, todo hay que decirlo— advierte un interior repleto de psicodelia exultante que se desata con “Resolution” mientras recita “Everything that rises must resolve”; siguen los riffs post-punk que marcan el ritmo de “We don´t talk about it”, “Colored lights”, “On the mend” o la espléndida y pegadiza “Ribbons and chains” que finaliza un disco dejando un sabor de boca excelente, aunque el paladar no esté acostumbrado. Matías Bosch

Sea of Bees “Songs for the ravens” HEAVENLY / UNIVERSAL

Indie-folk-pop. A un panal de rica miel mis oídos acuden cuando la voz de Julie Ann Bee, en el arranque vocal de ‘Gnomes’ —y cuyo matiz de voz recuerda a Julia Stone en su recomendadísimo “The memory machine” (10)—, nos seduce con un poder similar al que poseen los cantos de sirena. Acorde a unas letras que son, en realidad, pequeños cuentos con el telón de fondo del amor no correspondido y la angustia que ello ocasiona, el ambient folk de “Skynnybone” resulta certero a la vez que hipnótico, seductor y oscuro. De entre las brumas aparecen sus temas más pop, “Gnomes”, “Fyre” y la eléctrica “Marmalade”. Pero ni aún con esos cambios de registro, el oyente logra escapar de ese bosque frondoso sobre el que cae la noche y que la californiana ha ido tejiendo para atraparnos en su fantasía. El estremecimiento acompaña a la épica escondida tras la falsa inocencia de “Willis” y al sombrío misterio de la indietrónica “Won’t be long”, convertida en un sendero junto al río donde descansa Laura Palmer. Fantástico. David Giménez

Neoclásica. Se cuenta en los mentideros del indie que durante mucho tiempo el angelino Dustin O’Halloran cedió todo su potencial como músico (potencial que con cada nuevo disco que publica alcanza cotas más y más altas) en favor de algo tan peligroso como, ah, el amor. El objeto de esos amores se llamaba Sara Lov, tenía una bonita cara y una bonita voz, y a su alrededor O’Halloran montó una banda en la que él se ocupaba de una instrumentación delicada y florida, con un punto de americana y un mucho de música de cámara, y ella ponía la (bonita) voz y las letras. Aquel proyecto se llamaba Dévics, y dejó como herencia tres discos de una belleza difusa y un tanto desenfocada. Hay quien aún los recuerda con cariño, pero a este servidor siempre le pareció que una incómoda pátina de cursilería empañaba el resultado; que le faltaba un punto de seriedad, una cierta dosis de gravedad, para que todo el potencial que se intuía ahí dentro llegara a explotar. Esta sensación de oportunidad perdida se acrecienta al escuchar el trabajo que O’Halloran ha desarrollado en solitario. Situando siempre el piano en el centro de sus composiciones, manejando un vocabulario impresionista en el que los silencios juegan un papel muy importante, nuestro hombre ha ido construyendo delicadas estampas de aire pastoral, que parecen diseñadas para escuchar de noche y en soledad, pero que no pretenden intimidar al oyente. Y es que, a diferencia de lo que sucede con varios de sus coetáneos (pienso en Max Richter o en Nils Frahm), O’Halloran no utiliza su música con fines opresivos; antes bien, sus piezas tienen un aire sedante. Es cierto que están teñidas

trascender nunca los límites del género, TacocaT consiguen que suene lo mejor posible y además tienen nombre capicúa, lo que también cuenta bastante (en este ámbito). Gloria González

TacocaT “Shame spiral” DON’T STOP — IMPORT

Punk-rock. En ese sub-mundo del underground americano habitado por post-riot girls y panderetas, en el que reinan las Vivian Girls, cada vez hay menos sitio, pero TacocaT tendrían que conseguir hacerse un hueco sin grandes dificultades (es decir, con tres o cuatro empujones). “Shame spiral”, primer larga duración de este cuarteto de Seattle, grabado en 2008, tiene todo lo que hace falta para que te entren ganas de tatuarte su nombre (escrito con mayúscula al principio y al final, cuidado) en los leotardos: guitarras nerviosas, una batería inmutable, una cantante entregada, saltarina y convincente (Emily Nokes), coros frescos, un mirlitón burlón, un saxo invitado y letras donde se dan cita el veganismo, el anarquismo y Kevin Costner, así como una portada con delfines pintados a mano. Sin

Stuart Sweeney “16:9” OOMFF — IMPORT

de una evidente tristeza, pero en el fondo transmiten paz y serenidad, como si el autor las estuviera utilizando para sellar alguna herida íntima. Una cualidad que ya estaba presente en sus primeros discos, cuando el piano lucía solitario (los dos volúmenes de “Piano solos” que entregó en Bella Union, en 2004 y 2006), y que no se ha perdido ni cuando se han ido añadiendo cuerdas (en la banda sonora de “An american affair”, y en el enorme “Vorleben”, que publicó en Sonic Pieces el año pasado), ni ahora que la instrumentación se ha expandido de manera notable. Claro que “Lumiere” es un disco rumiado con calma y trabajado con cariño. Un disco que O’Halloran ha ido grabando mientras viajaba por el mundo, a la caza de sus colaboradores: Jóhann Jóhannson, que se ha ocupado de la producción y de los notables arreglos electrónicos; Adam Wiltzie, de Stars Of The Lid, que aporta sus características guitarras ingrávidas; Peter Broderick, armado para la ocasión con un violín, y el neoyorquino cuarteto de cuerda ACME, especializado en arreglos de cuerda para indies sensibles como Owen Pallett o Grizzly Bear, y compañeros habituales de Max Richter. Todos ellos se han colado entre las rendijas que dejaban las líneas de piano trazadas por O’Halloran para añadir suaves planos de fondo, que aquí resultan elegíacos (las cuerdas de “A great divide” y “We move lightly”), allí pulsan el resorte de la melancolía (“Quintette n.1”) y más allá se pierden en un paisaje crepuscular (la preciosa “Snow + light”). El resultado es una deliciosa colección de viñetas cargadas de emoción y sensibilidad, una nueva vuelta de tuerca a la escena neoclásica (recuerden, se trata de un disco feliz), y la confirmación de un talento que todavía no ha terminado de crecer. Dice un viejo conocido de esta casa que le incomoda enfrentarse a “Lumiere” porque todos los temas mantienen un nivel demasiado alto, porque todo es “demasiado hermoso”. Y yo digo que ojalá hubiera más discos que se merecieran piropos de ese calibre. Vidal Romero

centro mismo de una extraña paz abisal en la que todo es a la vez delicado y poderoso. Una banda sonora, decíamos, que inventa su propia película, de ahí que abuse de la épica, de las citas nada encubiertas a maestros de la causa como Ennio Morricone o John Barry, al tiempo que se permite juguetear con recursos del minimalismo clásico (se nota que al tipo le gusta Morton Feldman) y del ambient más especulativo. Todo un crisol de ideas y de recursos al que no resulta nada difícil engancharse. El problema, en realidad, llega cuando el disco termina y hay que volver a enfrentarse al inclemente mundo exterior. Vidal Romero Times New Viking “Dancer equired” WICHITA / UNIVERSAL

Neoclásica. Existe un adjetivo para describir el debut del galés Stuart Sweeney, y ese es majestuoso. “16:9”, cuyo título hace referencia a los muchos meses que Sweeney ha tardado en completarlo, es un disco-sinfonía; una suerte de banda sonora para una película inexistente, dividida en doce piezas cortas que saltan del ambient de grano grueso a la suspensión orquestal, de la grabación de campo a la acumulación de drones sin solución de continuidad y con resultados siempre brillantes. Que se regodean por igual en el temblor de una cuerda que en el murmullo de un riachuelo o en el grávido peso de una masa coral; que se levantan desde el altavoz y trasladan al oyente al

Noise pop. El quinto álbum de Times New Viking encuentra a la banda en medio de una progresión natural hacia una sencillez en que la distorsión no siempre es necesaria. Así, mientras en temas como el primer single, “No room to live”, el trío explora con éxito formas de composición más pausadas y melódicas, “Fuck her tears” es puro punkpop marca de la casa, soleado, acelerado y con una fuerza vocal potenciada por el Hammond. El resto del álbum es una mezcla de estos frentes, en algunos casos más cercanos a la balada garagera (“Want to exist”), en otros más surf-pop (“California roll”) y otros rápidos, directos y sin contemplacio-


060/061

discos

Autechre “EPs 1991-2002” WARP / PIAS

Intelligent techno. Pocos artistas hay tan míticos como Autechre dentro del catálogo de un sello tan mítico como Warp. Suena a trabalenguas, pero es así, Rob Brown y Sean Booth han visto crecer al sello desde el principio; desde que no era más que una aventura ideada por dos locos en la parte trasera de su tienda de discos en Sheffield. Y desde el principio su música ha evolucionado en paralelo al sello, hasta el punto de que se puede afirmar que si ha existido un sonido Warp, estaba encarnado en los discos que publicaba la pareja. Al menos, durante esa época dorada que comprende los noventa y el inicio de la década pasada; es decir, el arco temporal que abarca esta recopilación. Después de aquello, en Warp perderían un poco el norte, y comenzarían a fichar cosas tan poco ‘inteligentes’ como Maxïmo Park o Born Ruffians, mientras que Autechre perderían la cabeza, y dejarían que la inspiración se perdiera entre los vericuetos de algún obtuso algoritmo matemático (aunque esa es otra historia). Todo lo anterior es importante para entender el valor que puede llegar a tener “EPs 19912002”; para reconocer las bazas que juega una recopilación como ésta. Para empezar, está la nostalgia, cualquiera que haya crecido durante los noventa con una oreja atenta a lo que sucedía en el campo de la música electrónico mirará esta caja con codicia. La entenderá como depositaria de una época en la que los artistas pegaban la nariz a las diminutas pantallas LCD de sus samplers, módulos de sonido y sintetizadores; una época en la que todavía no habían irrumpido los ordenadores en escena y los productores funcionaban casi como alquimistas, ermitaños que lanzaban señales al mundo desde la soledad de sus dormitorios. Luego está la baza de la lujuria, el diseño minimalista y

nes como el frenético minuto de “New vertical dwellings”. Catorce cortes de lo-fi sin demasiadas complicaciones desde algún garaje de Ohio donde casi siempre brilla el sol. Virginia Arroyo

Úrsula “Cosas que no recordaba” PERROS FELICES DISCOS

Archivos desempolvados. Parece que fue ayer, pero ya han pasado diez años desde que Úrsula (entonces aún no le había crecido la tilde) publicó “La banda sonora de mi funeral”, un disco de debut que para muchos sigue escociendo, y que supone un pequeño hito del sadcore hecho en este país. Desde entonces, David Cordero ha recorrido mucho camino; un viaje en el que ha ido desprendiéndose de los efluvios nocturnos, los destellos de pop y hasta las voces, para sumergirse primero en un baño de electrónica con aceites ambientales, y volver finalmente a la superficie convencido de que

táctil que han inventado en Designers Republic, responsables de la magia estética que acompaña a los lanzamientos de Autechre desde sus primeros tiempos (y también, a su manera, responsables de la imagen gráfica a la que siempre se relaciona Warp). Su diseño se revela como un auténtico objeto de deseo, pura carnaza para coleccionistas. Y por último está la música, más de cinco horas de felicidad sintética, un festín para el alma y los oídos, que cualquiera con un mínimo de interés por el asunto electrónico debería tener en casa (sobre todo si se tiene en cuenta que muchos de los EPs aquí recopilados están descatalogados desde hace eones, y se cotizan a precio de caviar en el mercado de segunda mano). Entrando en harina, hay que aplaudir la inclusión de “Cavity job” (91), primer maxi oficial de la pareja, publicado fuera de Warp, dos temas que aún respiraban los aires de la escena hardcore, pero que empezaban a apuntar maneras propias (la querencia por el hip hop, el regusto ambiental) que irían perfilándose en discos y maxis posteriores como “Anti EP” (94) “Anvil Vapre” (95) o “Garbage” (95). Hay que aplaudir también que se hayan añadido las dos ‘Peel Sessions’ que Autechre grabó en 1995 y 1999, que además se han situado respetando el orden cronológico en vez de la fecha de publicación. Pero también hay que señalar algunos defectos. Primero, que se haya cercenado “EP7” (99), dividiendo el material en dos de los discos, sin respetar siquiera la distribución original de los vinilos, y sin incluir la pista que venía oculta al principio del compacto. Segundo, que no se haya aprovechado para incluir las auténticas rarezas que la pareja grabó para Warp, los maxis “We r are why. Are y aer we?” o “Spltrmx12”, que se publicaron en tiradas muy limitadas y sólo en vinilo. El añadido de esos dos artefactos, y quizás alguna chuchería más, rescatada de los archivos del sello, hubiera incrementado de manera notable el valor de una caja que (repetimos) vale su precio en oro, pero podría haber llegado a ser de platino. Vidal Romero

los drones, la tensión climática y el acento neoclásico suponen el mejor futuro posible. De esta evolución da buena cuenta el segundo compacto de esta bonita recopilación, un juntar descartes, aportaciones a recopilatorios, grabaciones en directo, versiones (de Leonard Cohen, Misfits y Blacanova) y hasta una particular remezcla de The Baltic Sea, que en su orden cronológico revelan el progresivo difuminado al que se ha sometido el sonido de la banda. Ante esa realidad, casi parece extraño enfrentarse al primer compacto de “Cosas que no recordaba”, y que contiene las tres maquetas que Ursula grabó antes de su primer disco, diez canciones que suponen un retorno a los ambientes de funeral, a los versos teñidos de derrota y a los samples entrañables, y que para sorpresa de propios y extraños han envejecido con mucha dignidad. Merece mucho la pena desempolvar estos archivos. Vidal Romero Varios Autores “Hotflush recordings: Back and 4th” HOTFLUSH— IMPORT

(Post) Dubstep. Del conglomerado de artistas post dubstep que eclosionó sobre todo el año pasado se ha hablado mucho aquí y en todos los medios con un mínimo interés por la electrónica pata negra. Desde el punto en que nos hallamos inmersos en la actualidad, si realizamos el ejercicio de rebobinar unos

cuantos años atrás —2003 para ser exactos—, comprobaremos como el jefe Paul Rose aka Scuba tuvo la brillante idea de comenzar a escribir el primer capítulo de lo que estamos gozando hoy. Un sello que huye de cualquier convencionalismo y que ha servido de faro guía para intentar alumbrar y poner algo de orden en la torre de babel de la bass music británica. Podríamos hablar de sello innovador y rompedor, pero sonaría tópico. Podríamos señalar a dedo auténticas piezas clave en el desarrollo de ése género tan dispar llamado dubstep como Mount Kimbie, Untold o el propio Scuba. Podríamos mencionar auténticos pedruscos de temas como el ya inmortal “Hyph mngo” y todavía seguiríamos sin poder explicar a ciencia cierta el vital y creativo cajón de sastre que resulta éste maravilloso sello. Mejor poner a todo volumen con los graves a tope del equipo de música la recopilación que nos han preparado y dejar que la música hable por sí sola, porque seguir hablando resultaría redundante e irrelevante. Alberto Vidal

Virgo Four “Resurrection” RUSH HOUR — IMPORT

Chicago house. Es de bien nacido ser agradecido, así que antes de soltar cualquier palabro, deseo dar infinitas gracias al sello discográfico —y genial tienda de discos— Rush Hour por desenterrar de nuevo un hallazgo arqueológico de tales dimensiones como el que nos ocupa. “Resurrection” reúne hasta la friolera de treinta temas (en su versión vinilo, mientras que en formato CD son la mitad) del histórico dúo de Chicago house Virgo Four, rescatados de la más absoluta de las miserias. Unos temas inéditos que comprenden la época que va de 1984 hasta principios de los 90, desempolvados con todo el cariño del mundo y poseedores de un valor histórico difícil de deducir, debido a que jamás sabremos lo que habría ocurrido de haber sido editados en su día. Después de soltar la lagrimilla de emoción pertinente una vez digeridos todos los temas, podemos llegar a la conclusión que se tratan de bocetos -muchos de ellos denotan restar inacabadosque atesoran, eso sí, la esencia del house primigenio y la emoción de toquetear las primeras Roland TB 303 con soltura, como bien se aprecia en las orgásmicas líneas del sagrado sinte en “Moskaw” y “The mop”. Música hecha en su día por y para ser bailada hasta la salida del astro rey. Alberto Vidal Piemont “Sand hills” SUCHTREFLEX

Minimal techno. Qué tiempos aquellos en los que el minimal techno poseía algo de dignidad. Tiempos en los que los productores de techno cambiaban a la acera del minimal con la misma facilidad que las groupies que se beneficiaban. Tiempos de música esquelética para ser bailada de una manera narcótica. Una época con más bajos que altos en líneas generales, pero con discos y maxis para el recuerdo al igual que sesiones antológicas, al César lo que es del César, oiga. Frederic Möring-Sack y Christian

de Jonquieres, es decir Piemont, intentan huir de la tangente mediocre minimalera que nos rodea en la actualidad con “Sand hills”, un álbum que parece mirar con nostalgia a tiempos mejores. Editado en el sello propio del dúo, Suchtreflex, el disco anhela recuperar las virtudes que algún día tuvieron pies y cabeza: groove hipótico (“A bound of passivity”), crudeza rítmica impecable (“Instead of multiple”) y sub graves comandando el entramado (“With smalls pupils”). Nada que no hayamos oído, cierto, pero no por ello desaprovechable. Alberto Vidal Souvenir “Travelogues” JABALINA

Pop. Los pamplonicas Souvenir nunca dejan de evolucionar. Con “64” (Jabalina, 07) dejaron el pop clásico en francés de sus inicios y se adentraron en los terrenos del synth-pop más bailable, con “Drums, sex and dance” (Jabalina, 09) incorporaron el inglés a su repertorio (aunque ya había hecho grandes versiones en esa lengua) y fueron un paso más allá en cuanto a contundencia rítmica. Ahora presentan ya una mayoría de temas cantados en inglés y parecen haber encontrado el equilibrio rebajando la potencia de los arreglos electrónicos sin descuidar su habilidad melódica. Quizás haya menos pelotazos que lucir en sus solventes directos, pero en “Travelogues” hay canciones realmente buenas, especialmente aquellas que no buscan la efectividad a toda costa. De las tranquilas, me gustan “Coup de coeur” y sobre todo “Sinking stone” porque empieza con la frialdad de Kraftwerk (o la de Ladytron) y contiene un interludio que es puro Young Marble Giants. En el lado estridente, seguro que acabamos oyendo en algún anuncio el listado de las pin-ups favoritas de Patricia de la Fuente en “Taboo”, con ese aire entre electrónico y rockero gracias a la espléndida guitarra de Jaime Cristóbal. Half Nelson

Vivian Girls “Share the joy” POLYVINYL / HOUSTON PARTY

Garage-pop. La onda expansiva que la explosión de bandas femeninas inició hace años continúa adelante de manera imparable. Vuelven Vivian Girls, germen de aquel movimiento y, sin duda, banda seminal de posteriores proyectos exitosos, ahí están los ejemplos de Ali Koehler triunfando con Best Coast y de Frankie Rose and The Outs, cuyo álbum de debut es realmente recomendable. La tercera entrega de las chicas de Brooklyn continúa la senda del lofi y el fuzz por el que han apostado desde sus inicios. Quizá una de las principales novedades de esta nueva entrega sea que la melodías más accesibles del pop han cobrado un mayor protagonismo, como puede comprobarse en “Dance (If you wanna)”, un tema excepcional, bailable (como su título invita a pensar) y pegadizo, de influencias sixties, aunque siempre desde su personal espíritu punk. Pensar, por tanto, en un cruce entre The Shirelles y Ramones no es ninguna tontería. “Share the joy” hará las delicias de todos aquellos que deseen divertirse desmelenándose. David Giménez


Gil Scott-Heron & Jamie xx “We’re new here” XL / ¡POP STOCK!

Grails “Deep politics” TEMPORARY RESIDENCE / ¡POP STOCK!

Maggie Bjorklund “Coming home” BLOOD SHOT / HOUSTON PARTY

Desert songs. Aunque Maggie Bjorklund puede que sea un nombre desconocido para la gran mayoría, lo cierto es que su personal interpretación del pedal steel guitar ha estado presente, en los últimos años, en multitud de trabajos de americana y alternative country. La danesa ha decidido dar un paso hacia delante y dejar a un lado su participación en los discos de otros para grabar y publicar su primer álbum. En esta ocasión ha sido ella quien, para lograr encajar todas las piezas de este “Coming home”, se ha rodeado de un buen puñado de amigos y colaboradores. La lista de nombres va desde Mark Lanegan a Joan Auer (The Posies), Rachel Flotard (corista de Neko Case) y Joey Burns y John Convertino (Calexico). Todas y cada una de estas aportaciones no hacen sino elevar aún más la calidad del paisajístico y melancólico sonido de su instrumento, que sobrevuela protagonista por cada uno de los once cortes de un disco ensoñador a veces e inquietante otras, fronterizo y polvoriento, cinematográfico y añejo. David Giménez

Rock progresivo. Aunque me interesan en todas sus variantes, debo reconocer que Grails me gustan mucho más cuando se ponen aventureros y oscurantistas que cuando pliegan sus fuerzas al servicio de un post rock tan efectivo como efectista. Es decir, soy de los que prefieren los drones y la ponzoña sonora desatados en la serie “Black tar prophecies” a los modos más domesticados de “Burning off impurities” (07) o “Doomsdayer’s holiday” (08), que tanto aprecian (y con razón) los seguidores de Mogwai. Explico esto porque “Deep politics”, la última entrega del cuarteto de Portland, busca acomodo entre esas dos vertientes. No renuncia al al vaivén climático, es decir, pero al mismo tiempo cuida más las atmósferas y la instrumentación, intenta edificar la tensión a partir de un trabajo meticuloso y detallista, insiste en construir las atmósferas con calma, en vez de fiarse al manido recurso del guitarrazo artificioso. Añadan a esto una cierta voluntad exploratoria, un interés por abrir nuevas vías de expresión y un indudable buen gusto a la hora de vampirizar los recursos del rock progresivo, y tendrán entre las manos uno de los mejores discos de la banda. En este sentido, resulta reveladora la inclusión de un tema original de Bruno Nicolai (discípulo de Morricone en eso de ambientar spaghetti westerns), transformado para la ocasión en algo así como un doom fronterizo, Da la medida de lo lejos que (todavía) puede llegar esta banda. Vidal Romero

Spoken step. Las diferencias que afloran a primera vista en la obra que nos ocupa son significativas. A un lado del ring, el peso pesado Gil Scott-Heron, antihéroe del gueto norteamericano y elemento clave del spoken word y el funk de los 70 en su versión más tenebrosa y toca pelotas. Al otro lado, el peso pluma Jamie Smith aka Jamie xx, productor y programador de la base rítmica de los intocables The xx. Uno resurge de las cenizas volviendo a escupir poesía de sus castigados pulmones —y cuando un afroamericano es presidente de su país, ironías del destino— con el colosal “I’m new here” del año pasado. El otro se dedica a reconstruir la resurrección a su manera con todo el desparpajo que se le pide a un joven artista talentoso. El resultado, de entrada, cabe pensar que es espectacular. Efectivamente, tras treinta y pocos minutos que dura el álbum, así se certifica. La edificación de las remezclas de “I’m new here” se empezó por donde se debía, por la base y no por el tejado. Al chaval Jamie se le dio la total libertad para toquetear el material de grabación del señor Scott-Heron (existen temas inéditos y ausencias notables, como “Me and the devil”) y a partir de éste fusionarlo con basslines gigantescos y 2step

a granel. Es decir que “We’re new here” no resulta ser el típico disco de remixes, sino que va un paso más allá. En concreto, la victoria de Jamie xx reside en redibujar y perfeccionar la obra original sin quitarle un solo gramo de emoción —en todo caso, añade más sustancia— con un señorío impropio para la edad del productor británico. “We’re new here” reajusta, reordena y lima el gruñón y eterno discurso de Scott-Heron con un nuevo lenguaje ya de sobras conocido por los asiduos al club Plastic People de Londres: patrones dubstep y future garage ensamblados y alineados en sincronía con cada palabra expectorada por Heron. El mensaje de lírica gueto sigue intacto, pero cambia la difusión. El discípulo dando lecciones al maestro. Toma ya. En temas como “I’m new here” o “Home” el jovenzuelo muestra sus cartas, la disección se centra en mantener la voz del maestro, con toda la intensidad y crudeza que implica, para embadurnarla con la argamasa electrónica que padece obesidad mórbida en cuanto al trato de graves. O bien le da por subir los beats por minuto con teclados salidos de una rave noventera (“Running”) o hacer rapear a Heron sobre una base rítmica anfetamínica y casi desquiciante. El resultado siempre será sobresaliente e intachable. O directamente confecciona un temazo sin contemplaciones, como la gloriosa “NY is killing me” (uno de los temas del año pasado, oigan) o la preciosa y más ‘xx’ del conjunto, “I’ll take care of you”. Sin comerlo ni beberlo, al chaval le han salido dos temones como dos soles. Alberto Vidal


062/063

discos maxis / libros-cómics

+maxis Alex Cortex “Boldskool” Bad Cop Bad Cop “Best of best of”

Textos

Francesco Tristano “Idiosynkrasia (remixes)” INFINÉ, 12”-CDEP

KILLEKILL, 12” + 12”

Dijo Alex Cortex a mediados del año pasado que iba a retirarse de la música, pero el goteo de maxis que sigue publicando indica que está retrasando esa marcha. Y para bien, porque los tres temas de “Boldskool” demuestran que sigue en plena forma, tanto cuando se tira al techno con sorpresa melódica (“Tackle”) como cuando arrima su sardina a las ascuas del electro (“Boing boing”). Eso sí, lo mejor del lote es “Beach bass”, una joyita de deep house melancólico y retro que huele a sol y mar. En cuanto a Bad Cop Bad Cop, su proyecto a medias con Lopazz, sigue moviéndose en los márgenes del techno y del house. En “Best of best of” hay un poco de todo y todo bueno: soflamas políticas, electro clásico (“Decago”), free jazz a lo Innerzone Orchestra (la estupenda “Alien acid”), deep house, una pieza de noise que golpea con la fuerza de un martillo pilón (“Pusherman”). VR

Benoit and Sergio “Where the freaks have no name” VISIONQUEST, 12”

“Boy trouble” DFA , 12”

Aparte de tener uno de los títulos más cachondos del año, “Where the freaks have no name” supone la inmersión de Benoit and Sergio en territorios narcóticos y ensoñadores, ritmos de house a baja velocidad, sintes espaciales, voces vocoderizadas y efectos especiales repartidos en tres temas repletos de psicodelia. La prueba palpable de que la felicidad está ahí fuera, en el espacio exterior. En paralelo, DFA publica un “Boy trouble” cuyo tema titular es una joyita de disco house melancólico y adhesivo, de esas que tanto le gustan al tito James Murphy. Una etérea remezcla, cortesía de Visionquest, y dos temas rescatados de su primer maxi, “Full grown man” y “What I’ve lost”, completan la jugada. VR

A diferencia de Guti Haz, el señor Tristano es ya una promesa consolidada gracias en parte a discos como “Idiosynkrasia” y temones como el homónimo, motivo por el cual cuatro artistas de renombre nos regalan remezclas dispares y jugosas todas ellas. Si bien Tom Taylor & Paul Woolford y el francés Ark trasladan el tema a la pista, mediante el tech house los primeros y funky house el segundo, al Fumiya Tanaka le da por desnudarla bajo un minimal de calidad. Pero la joya de la carpeta es el remix de Ben Klock, que inyecta una capa de cemento Berghain con ese bombo tan característico y ensordecedor. Alberto Vidal

Four Tet / Daphni “Pinnacles / Ye Ye” TEXT, 12”

Que Four Tet y Caribou están en forma es algo que cualquiera que haya estado vivo a lo largo de 2010 sabe. Lo que pocos esperaban era que estos dos monstruos se unieran para firmar un 12” que bien podría ser aquella referencia de Border Comunity que más de uno llevaba esperando años. No ha salido en el sello de James Holden, ojo, pero aquí lo que hay es neotrance de alto copete con samples vocales (“Ye Ye” se mueve a unos frenéticos 130 BPM; a día de hoy, asentada toda la plana en los 115, se agradece), desarrollos con un punto ciberdélico y una voluntad de llevar el indie a la pista de baile. “Pinnacles”, de hecho, es un perfecto hit que lo mismo suena a Liquid Liquid que Saint Germain u Orbital. Holden debe de estar rabiándolo fuerte. MP

James Curd “Open up your mind” PERMANENT VACATION , 12”

Pocos productores se me ocurren más apropiados para dar color al catálogo de Permanent Vacation que James Curd. A solas, o

como parte de Greenskeepers, lleva más de una década exprimiendo las posibilidades del house clásico y el disco; fabricando hits con los que poner boca abajo los clubes de su Chicago natal. Y “Open up your mind” no es una excepción. Un infeccioso ritmo electro, un bajo gordo de aires funk y unos cuantos efectos especiales aquí y allá le sirven para levantar un clásico instantáneo, al que el spoken word de Devin Byrnes (uno de sus protegidos) da aún más profundidad y cuerpo. Para que las chicas lo bailen y lo gocen, o sea. VR

Kenton Slash Demon “Daemon EP” TARTELET , 12”

Los daneses cierran su sorprendente trilogía, “The schwarzschild solution”, a lo grande, con un revientapistas que eleva su particular concepción de la música de baile, siempre futurista y espacial, a niveles estratosféricos. Cuerdas temblorosas, una línea de bajo que pellizca el estómago, melodías plenas de melancolía y las voces vocoderizadas de Nikolaj Vonsild (When Saints Go Machine) y Jon Philpot (Bear in Heaven) bastan para tallar un diamante que brilla con la luz de mil soles. En el reverso, Axel Boman redondea el plástico con dos remezclas, una correctita versión dub y un fantástico “Epic mix” que da lo que promete. Es decir, épica a raudales. VR

Koreless “4D / MTI” PICTURES MUSIC, 12”

En Inglaterra basta con que Benji B o Gilles Peterson pinchen uno de tus tracks para que tu recién estrenada carrera emerja y te puedas ganar la vida. Exactamente lo mismo que pasa en España con Juan de Pablos, huelga decir. De Koreless se sabe que tiene 19 años, que es de Glasgow y que ya se le empieza a comer el tarro para que firme un disco largo, que por lo visto James Blake está pasado de moda. Jamie xx es fan, nosotros somos fans y Four Tet seguramente también lo es porque este chico parece ir muy del palo cuando le da a la melodía, pero convertir un 12” de siete minutos (la cara A y la B incluidas) en la próxima esperanza del dubstep como que ya cansa. Eso sí, mola un rato. MP

Simon Scott “Depart, repeat” SONIC PIECES , 7”

Thom Yorke / Burial / Four Tet “Ego / Mirror” TEXT, 12”

Burial “Street halo” HYPERDUB, 12”

A muchos —en especial a aquellos que no llegaron a tiempo— probablemente les parezca una puñalada trapera reseñar un doce pulgadas que se agotó sólo una hora después de salir a la venta. Pero no hay nada de lo que preocuparse, que para eso existe Discogs (donde se barajan cifras de venta que suben de las 20 a las 300 libras), así que no lo duden —¿en serio? ¿dudan?— y hagan el favor de

gastarse los reales, que la cosa vale la pena. La colaboración sorpresa, a pesar de tener un cierto aire a ya vivido, guarda momentos de lirismo aterrador. Y sí, a pesar de que “Mirror” suena muy a cara B de relleno, ahí está “Ego” como una reluciente cara A, efectiva a la par que marciana: trompetas procesadas a golpe de glitch, pianos jazz y marimbas se dan la mano en una orgía en la que destacan los arpegios de Kieran Hebden, un Thom Yorke más contenido que nunca (muy agradecidos que estamos) y las brumas rítmicas de un Burial en estado de gracia. Y miren si está en estado de gracia que menos de una semana después salió a la venta “Street halo”, un nuevo doce pulgadas en el que William Bevan demuestra que no tiene porque salir a buscar una nueva manera de replantear su música, sino que se puede profundizar en uno mismo, sin miedo al que dirán. La línea de bajo y el rimshot de “Street halo”, las voces de “NYC” o el sintetizador de “Stolen dog” —a medio camino entre The Stranglers, Eurythmics y el Brian Eno de “Atmospheres and soundtracks”, ahí es nada— atestiguan que este hombre juega en otra liga. Así de simple. Marc Piñol

La gran novedad de “Depart, repeat” es, sin duda, que Simon Scott ha decidido volver a hacer canciones de raíz más o menos pop. Y digo más o menos porque, sobre una estructura clásica (incluso se atreve a cantar, con resultados notables), se superponen guitarras arenosas, un delicadísimo xilófono, los elegantes pianos de su amigote Nils Frahm y unas letras cargadas de dolor. Una combinación que deja a este precioso vinilo (el diseño es toda una golosina) en un insólito espacio entre la música de cámara, el ambient neoclásico y el pop vaporoso a lo 4AD, pero que sobre todo abre un espacio inesperado y excitante ante un Scott que cada día es más grande. VR

Lowtec “Wonderkidd / Loser” NONPLUS, 12”

Jens Kuhn se ha tragado ya mucha mili. Ha pasado con mayor o menor fortuna por varios sellos —Playhouse, Source, United States of

Marc Piñol y Vidal Romero

Mars—, pero desde hace un lustro ha encontrado la horma de su zapato en Workshop, lugar en el que se expresa como más y mejor le apetece. Ahí ha dado rienda suelta a sus instintos, ha descubierto a una de las joyas del momento (el enorme Kassem Mosse) y le han empezado a salir amigos como setas, especialmente en la comunidad dubstep más marciana. De esa afinidad nace un doce pulgadas que bebe del bleep techno primigenio (piensen en The Black Dog, Unique 3 o Sweet Exorcist) en “Wonderkidd” y del Villalobos más hipnótico en “Looser”. Una delicia de referencia que merecería ser enmarcada en el salón si no fuera porque, además, es de lo más pinchable. MP

Objekt “Objekt EP1” OBJEKT, 12”

Galleta blanca, tamponazo con tinta chorretosa que da gustirrinín sólo de verla y ni una sola pista sobre quién está detrás. Como en los maxis de Sleeparchive, Cottam, Seldom Felt o EQD, aquí no se sabe absolutamente nada, aparte de que esto es un bombazo como la copa de un pino. En serio, qué maldita bomba. Dubstep que no racanea en desarrollo y estructura, de aire teutón pero con los ojos puestos en el garage, old skool hardcore y grime de pura cepa (qué bajos, rediós), pero con apuntes progresivos a lo Tangerine Dream, producción minimalera —imaginen a DJ Koze tirándose al dubstep con una 808, pues va por ahí— y melodías IDM de sacarse la chorra y aplaudir como un idiota. Esto es una obra maestra, joder. MP

Pearson Sound “Deep inside refix / Let me see refix” NIGHT SLUGS, 12”

David Kennedy ha aparcado definitivamente el alias Ramadanman (o eso parece), pero el tipo sigue igual de tremendo que antaño, si no más. La muestra de ello es este doce pulgadas para el sello de Bok Bok y L-Vis 1990, en el que se marca dos remixes –bueno, vale, refixes– de dos canciones que denotan su contrastada clase, el “Let me see what U workin with” de Rod Lee y el “Deep inside” de Hard Drive. El primero es una impagable relectura que mezcla dubstep y hip-house . El segundo, una redux en clave remozada del hit deep house de Eric Morillo y ‘Little’ Louie Vega que vio la luz en Strictly Rhithm allá por 1993. O sea, dos hits como dos soles que desde ya mismo deberían estar en la maleta de cualquier DJ que se considere como tal. MP

Tin Man “Acid test 01” ABSURD RECORDINGS, 12”

Hacía muchísimo tiempo que no sabíamos nada de Johannes Auvinen. Aquel finlandés crecido en la soleada California que decidió darle al acid más mental, profundo y sexy en sellos como Global A, White Denim, Keys Of Life o Cheap. Aparece ahora, después de cinco años en el dique seco, con un maxi para Salon Records y este “Acid test 01”, que se embriaga por un ñigo ñigo más profundo que la fosa de las Marianas y plantea conexiones entre el oxidado dub techno de Andreas Tilliander y la pulsión tenebrosa del Richard D. James de “Selected ambient works 85-92”. Como aderezo, el disco viene con un remix —más un edit que un remix, porque la original ya es bastante inmejorable y poco se puede hacer— de un Donato Dozzy al que vemos más en forma que nunca. MP


Toni Castarnado “Mujer y música”

+libros/dvds

66 RPM

Hace unos años celebramos en Barcelona una charla que tuvimos varias mujeres involucradas, de alguna manera, en esto de la música reafirmando algo que debería ser ya obvio, que no existe un ADN diferencial para la mujer, ni una “sensibilidad femenina”, todos ellos estereotipos absurdos y más que manidos. Sí que hay una voluntad, como la del compañero del Ruta 66 Toni Castarnado, de homenajear a aquellas mujeres que formaron y forman parte de esta aventura tan apasionante como envolvente, la música. Porque muchas de ellas, con las grandes divas del jazz o las voces de la Motown, estuvieron demasiado a la sombra años y años de supremacía masculina, teniéndolo siempre más difícil. Y es que aún en la música, como dice en el prólogo Ricky Lee Jones, serás una mujer hablándole a un hombre y en un negocio de hombres, donde para tratar de equipararse en una especie de competencia absurda algunas incluso caerán en la trampa de vestir y comportarse como un hombre. Por suerte en estas líneas se nos recuerda que en los 30 ya se rompieron muchos moldes, con precursoras como las grandes divas del jazz, o con Joplin o Baez en los 70, sin las cuales no lo

hubieran tenido más fácil chicas que llegaron después, en los 80, léanse casos de iconos como Sinead O’Connor o Madonna. Fue la era donde el marketing lo facilitó todo más, convirtiéndose a su vez en arma de doble filo pues también dio cancha a algunas mujeres cuya calidad artística no era tan sublime. Su contenido se ofrece bien estructurado. Primero se describen las mujeres homenajeadas en su contexto y luego sus obras clave. Igual se echa de menos un cierto orden cronológico en la elección de cada mujer y sus obras (por aquello de ubicar a neófitos) y la no inclusión de algunas mujeres como la Lunch o la Hardy. Con todo, estamos ante un libro heterogéneo, que no pretende centrarse en la escena independiente sino que también aporta nombres de féminas que reconocerá el gran público, y eso no está mal. Castarnado describe mujeres de diferentes estilos, épocas, países (con un apartado nacional en el que figura hasta Cecilia) con la idea de que el lector sea el que profundice a posteriori en las divas que más le apasionen. Y es que por aquí pasean perfiles de mujer para todos los gustos: desastrosas (la Winehouse), filósofas (Anari), de mala vida (Anita O’Day), temperamentales (Aretha Franklin), parejas de músicos brillando con luz propia (Betty Davis, Astrid Gilberto), adictas a todo (Billie Holiday), etc. Mujeres con espíritu de lucha, valor y fortaleza. Precisamente tres adjetivos mal asociados tan sólo al universo masculino y que, como este libro constata, hace años ya que nos pertenecen también a todas. Si aún lo dudan, léanlo. Alicia Rodríguez

Varios Autores “Sun Ra: entrevistas y ensayos”

Luis Felipe Ortega Israel Martínez “Triptych”

LIBERTOS EDITORIAL

AAGOO — IMPORTI

Uno de los creadores más prolíficos de la historia de la música moderna merece mucho más que doscientas páginas, aún así el contenido de este libro es íntegramente interesante y disfrutable. “Sun Ra: entrevistas y ensayos” se puede servir como un breve resumen de la vida, obra y figura de Sun Ra y se intuye como un ejemplar asequible para la gran mayoría de los bolsillos que ayudará a comprender la filosofía a los recién iniciados a su obra. Citas, versos y entrevistas reunidos en un tomo que, me repito, demanda mucho más material gráfico y una mayor apuesta editorial en pro de convertir este volumen en un artefacto a la altura de las circunstancias políticas y sociales que envolvieron tan respetable figura. Pese a todo, el contenido filosófico del capítulo “Mito, arte y música de Sun Ra” y, sobre todo, el recogido de declaraciones en (su) entrevista a cargo de John Sinclair en 1966 junto a la impagable charla con Wayne Kramer, ya hacen de este libro una adquisición obligada. Matías Bosch

Autor de “Nareah” (09), uno de los discos de ambient más interesantes y minusvalorados de los últimos años, el mexicano Israel Martínez es un tipo al que le interesa el concepto de viaje, cómo nos relacionamos con los sitios por los que viajamos, cómo se entrelazan las vistas del turista y el estudioso, cómo es posible traducir a información acústica la sensación de estar en paisajes lunares. “Nareah” jugaba con esa idea, era una suerte de recreación acústica (con mucho de fantasmal) del desierto de Sonora. Una obsesión que su colaboración con otro mexicano, el video artista Luis Felipe Ortega, lleva aún más lejos. “Triptych” superpone al ambient aislacionista de Martínez grabaciones de medios de transporte, figuras diminutas perdidas en la inmensidad de paisajes espectrales, inclemencias metereológicas, efectos especiales y poesía cotidiana. Y el resultado son tres piezas de alto contenido emocional, en el que música, imagen y grabaciones de campo conviven en hipnótica armonía. Vidal Romero

cómics “Tóxico” Charles Burns MONDADORI

Justo cuando sus imitadores estaban a punto de sepultarnos con plagios mediocres, el gurú Charles Burns se ha decidido por fin a volver, y dejar una nueva muestra de su genio embrujado. Estremece con un extraño placer atravesar el umbral de la subyugadora portada de este primer volumen de “TóXico”, y adivinar desde la primera página que estamos adentrándonos de nuevo en las cámaras deformes del subconsciente adolescente, ese reverso siniestro de la pubertad que Burns ya rasgó en su obra maestra, “Agujero negro”. Doug es un joven que trata de recomponer los trazos de su vida al tiempo que supera su adicción a las drogas, el recuerdo de un padre desaparecido y la que se adivina como tortuosa relación con Sarah, una chica que abre la puerta a un mundo oscuro y diferente. La estructura argumental dislocada abre portales al surrealismo, a través de significativas viñetas a color que entremezclan el imaginario de Hergé con el de Burroughs. Enganchados, nuestros ojos deambulan a la deriva, y la imaginación se pierde entre distorsiones mentales, caníbales deformes y huevos simbólicos. Albert Fernández

“3, calle de los misterios” Shigeru Mizuki

“Starman Omnibus 1” Robinson y Harris

“El pequeño Christian” Blutch

ASTIBERRI

PLANETA DEAGOSTINI

NORMA

El proceso de recuperación de todas las obras míticas de Shigeru Mizuki por parte de Astiberri es una gran noticias para los fans del manga, sobre todo la publicación de sus cómics más esotéricos o dedicados al, siempre agradecido para el dibujante, mundo de los espíritus. Junto al tierno “Nonnonba” y a su clásico “Kitaro”, Astiberri recupera las historias cortas de “3, calle de los misterios”. Un científico y un taxista se pierden en otra dimensión; un niño no sabe encontrar la puerta al otro mundo donde tiene que llevarle juguetes a su hermana muerta; Tomokichi quiere averiguar donde van los espíritus de los fallecidos en naufragios; Futoshi se pierde en la tenebrosa cuarta planta de unos grandes almacenes o la extraña historia de amor entre un joven y una fantasma. Estas son algunas de las historias que podemos encontrar en este “3, calle de los misterios”, una buena colección de cuentos con moraleja, como las fábulas de toda la vida. Manu González

Es lo que se solía decir allá por los noventa, “Starman” es un comic de Vertigo publicado en otro sello. Y se entiende la apreciación, porque James Robinson y Tony Harris crearon un tebeo de superhéroes dentro de la línea y el Universo DC con una ambición y una técnica cercana al “Sandman”. Pero el comentario también tenía su aquel de miope. Y de injusto, como si no se pudiese crear un buen tebeo de superhéroes si uno no era inglés y émulo de la Santísima Trinidad Británica: Moore, Gaiman y Ennis. Pero en fin, lo verdaderamente importante es que Planeta De Agostini está publicando por primera vez en condiciones LA serie. En mi estantería descansa la edición americana. Pero fíjate cómo es la cosa que no me tiembla el pulso a la hora de hacerme con esta edición en castellano, prácticamente idéntica a la yanki. ¿Y sabes lo que eso significa? Sí, que tengo problemas. ¿Pero más allá de eso? Que es una maravilla. Y que no la puedes dejar pasar. Palabra. Xan Pita

Blutch es, seguramente, uno de los autores más desconocidos en España de todos los artistas que han estado vinculados, de alguna manera, con L’Association (mítico colectivoeditorial francés creado por Jean-Christophe Menu, Lewis Trondheim, David B., Mattt Konture, Killoffer, Stanislas et Mokeït). Conocido por estos lares por su obra “Peplum” (adaptación visceral y libre del “Satiricón” de Petronio), nos llega ahora “El pequeño Christian”, un cómic muy divertido que recoge parte del legado de Goscinny y Sempé de “El pequeño Nicolás” o el inmortal “Calvin y Hobbes” de Bill Watterson. Como Calvin, Christian tiene un gran poder de imaginación. Capaz de mantener largas charlas con el John Wayne de “El día más largo” o con el Marlon Brando de “El último tango en París”, seguimos a un jovencito Christian desde sus juegos en el patio de la escuela elemental francesa hasta su primer amor, Catie Borie. Una obra fantástica, tierna y muy recomendable. Manu González


064/065

songwriters / último clásico

songwriters

¿CARNE O PESCADO? Hace poco se reavivó en la redacción ese debate tan viejo como la vida misma que es la orientación sexual de Sufjan Stevens. La encuesta —obviamente— se decantó masivamente hacia uno de los lados, rompiendo así el corazón de algunas chicas que veían en sus ojos verdes al querubín hecho hombre, al hijo, yerno y marido perfecto. Como acto de buena fe me propuse, para que lo superaran y cerrasen la herida, demostrarles de una vez por todas que a este querubín lo que le gusta es subirse a la carroza del Orgullo Gay con otros querubines y acabar la noche bailando “I will survive” en el Arena. No digo lo de la carroza gratuitamente, y es que Sufjan es bien conocido por su afición a los disfraces (costumbre que como todos sabemos es tan reveladora como ser fan de Cher o de Madonna), ¿o acaso alguien desbordado de testosterona se pondría esas alitas de mariposa que tan bien le sientan a Sufjan? ¿Y esos trajes de confeti multicolor? Luego tenemos ese bigote de Village People que gastó durante un tiempo, un look muy a lo George Michael en “Outside”. Pero, oigan, mientras que todo esto son especulaciones y, si quieren, prejuicios, lo que no se puede negar es que la letra de “The owl and the tanager” habla por sí misma. Este tema, contenido en el EP de 2010 “All delighted people”, habla de un ave herida, un ave que no es otro que Sufjan Stevens. Todo parece indicar que la canción habla de un amor entre Sufjan y otra ave, donde el otro sería un búho y Sufjan el “tanager” (una ave del Medio Oeste cuyo depredador es el búho), doliente por la traición de su compañero. Esta traición, que parece tener más que ver con la revelación de un secreto (“you let it out”) que con unos cuernos, es la revelación de un secreto que lo crucifica frente a los demás (“you let it out, you let it out, come to me Calvary still”). Vamos, que todo apunta a que el otro lo ha sacado del armario a la fuerza para luego, encima, abandonarlo. Pero empecemos por el principio, por ese esperar tras la puerta, temblando, hasta que finalmente el padre del amigo le llama. Es entonces cuando se da cuenta de que su amigo ha traicionado su secreto. El tanager se cabrea, claro, pero su amigo el búho sólo quiere jugar, reír y divertirse. Y así lo hace, a pesar del malestar del tanager, hasta que finalmente el búho se cansa de él y lo abandona con el plumaje al aire. Es obvio que estamos hablando de una relación abusiva donde uno rompe los límites a voluntad y el otro lo acepta sin poder rechistar porque así es el amor. El débil abre su corazón y permite que el depredador entre (“You touched me inside of my cage, beneath my shirt your hands embraced me”) hasta que ese pájaro malvado pero adorado (“you devil bird, you evil still”) decide emprender un nuevo vuelo lejos de allí, olvidando que se prometieron estar juntos hasta la hora de su muerte (“You said you’d wait for me down by Tannery Creek far out by the roadside where we used to kiss behind the sheets (...) the Owl and the Tanager said one waits until the hour is death”). Y para quien aún conserve alguna duda, sólo una frase, “I was sleeping in the room with you, you little boy, you little boy”. ¿En serio necesitáis más?

Sufjan Stevens

“The owl and the tanager”

Pablo Moreno Virginia Arroyo

Ilustración Texto

Compositores: Sufjan Stevens. Incluída en el EP “All delighted people” (Asthmatic Kitty, 10). All I had hoped for I kept inside your car The rabbit in the barn Most of all I wait, I wait beside the door All I was wrong trembling in the cage I was diamonds in the cage In seven hours I consider death And your father called to yell at me You little boy, you little boy Found out you cheated me I ran behind the barn and cut my hands somehow Blood in the meadowlark I punched your ears instead, I punched you in the head You only laughed and laughed and laughed How I was wrong tingling from the kill Tickle me until you devil bird you evil still Slept on my arms, I was sleeping in the sill I was sleeping in the room with you You little boy, you little boy. How could you run from me now? The loneliest chime in the house You let it out, you let it out Come to me Calvary still I’m weeding and raking until I’m bleeding in spite of my love for you It bruised and bruised my will. Counting alluvial plains The breathing inside of the range You touched me inside of my cage Beneath my shirt your hands embraced me Come to me feathered and frayed For I am the ugliest prey, The owl, the reckless reckless praise. You said you’d wait for me down by Tannery Creek Far out by the roadside where we used to kiss behind the sheets wrapped in a blanket of red The Owl and the Tanager said One waits until the hour is death

Todas mis esperanzas las guardaba en tu coche. El conejo en el granero Por encima de todo, espero, espero tras la puerta Todos mis errores temblando en una jaula, Fui diamantes en esa jaula En siete horas espero la muerte Y tu padre llamó para gritarme Tú pequeño muchacho, pequeño muchacho Descubrí que me habías engañado Corrí tras el granero y me hice un corte en las manos Sangre en la pradera Golpeé tus orejas, golpeé tu cabeza Tú sólo te reías, reías y reías. Cuán equivocado estuve al estremecerme con la muerte Hazme cosquillas, pájaro endiablado, pájaro malvado, Te dormiste en mis brazos, yo dormía en el alfeizar, Estaba durmiendo en la habitación contigo Pequeño muchacho, pequeño muchacho. ¿Cómo has podido abandonarme ahora? La campanada más solitaria de la casa Lo desvelaste, lo desvelaste, Ven a mí, Calvario Estoy arrancando las malas hierbas y pasando el rastrillo hasta sangrar a pesar de mi amor por ti Que magulló y magulló mi voluntad. Contando los prados aluviales La respiración dentro de la dehesa Me tocaste dentro de mi caja, A través de la camisa me abrazaste Viniste a mí emplumado y crispado, Ya que soy la presa más fea, El búho, la alabanza más temeraria. Dijiste que me esperarías en Tannery Creek Lejos, en la carretera, donde solíamos besarnos bajo las sábanas envueltos en una manta roja El búho y el “tanager” dijeron Uno espera hasta la hora de su muerte.


Texto

Carola Guerrero

H Flop

“Flop & the fall of the mopsqueezer” FRONTIERS, 1992

el último clásico

Hay quien sabe desmarcarse del resto elegantemente cuando todo apunta a que será lo menos provechoso. 1989. Seattle. Flop nacieron en el lugar y en el momento adecuados para que el mundo se fijara en ellos, pero prefirieron torcer la mirada e ir a la suya. Sus señas de identidad están estampadas en “Flop & the Fall of the Mopsqueezer”. Fue el primero de sus tres únicos largos, el mejor motivo para no olvidarles nunca; un álbum de juventud imperecedera repleto de hits en paradero desconocido.

ace muchos años me abrieron el coche. 34 casettes sustrajeron. Mi difunto coche tenía alerón, tapacubos blancos y dos respiraderas falsas pegadas sobre el capot. Cualquiera hubiera pensado que lo único que abundaría en la guantera de aquel bólido cutremente tuneado serían recopilatorios de “breikbi guapo”, pero se equivocaría. Entre los tesoros domésticos extraviados estaba la cinta que me estrujó el corazón al entrar en el instituto. Contenía el primer álbum de la banda de Seattle que mejor esquinazo supo dar al grunge justo el año en el que éste vivió su pesadilla mediática, 1992. Flop, como su nombre indica, siempre estuvieron condenados al fracaso, aunque en su lustro de vida supieron brillar por cuenta propia. Lo que te inyectaban era una suculenta y vitamínica mezcla de power pop y punk que te hacía salir disparado de la angustia existencial con la que la industria pretendía etiquetar a todo adolescente que arrastrase sus vaqueros un milímetro más de la cuenta. La influencia heavy les pasó por encima rozándoles levemente. Ellos bebían más de los Buzzcocks, de The Jam, de los estribillos de Hüsker Dü, del glam de The Sweet incluso, y también tenían algo dulce en sus harmonías, algo cuya raíz estaba en el pop británico de los 60, en los Zombies (a los que más tarde versionaron junto a sus colegas The Posies en un recopilatorio) y en los Kinks, que también tuvieron su particular tributo en el disco que nos atañe ahora. “Big sky” fue uno de los 16 cortes que incluyeron en “Flop & The fall of the mopsqueezer”, la carta (nunca mejor dicho, cuando el título hace alusión al póquer) de presentación de un proyecto que empezó, en palabras de sus propios miembros, “como un chiste”. El cantante de voz rugosa/esponjosa Rusty Willoughby, responsable de unas letras tan crípticas como cómicooscuras, hoy volcado en la Americana, había finiquitado a sus neo-psicodélicos y muy recomendables Pure Joy. Bill Campbell (guitarra) dejaba atrás a The Chemistry Set y Paul Schurr (bajo) a Seers of Bavaria. Sólo faltaba el portentoso Nate

Johnson a la batería. La noticia de que volvía a Seattle tras una temporada en Canadá fue lo que les impulsó a registrar su primer largo en los Egg Studio con su amigo Kurt Bloch (de la banda de punk-rock Fastbacks y The Young Fresh Fellows) como productor. Con él aparecen grabando una canción en “Hype!”, el famoso documental sobre la explosión del grunge en la ciudad esmeralda, pero cuando fue estrenado, en el 96, Flop ya se habían disuelto bajo la sombra de aquel sonido crudo. En el fondo nunca tuvieron mucha voluntad de pasar a la acción. “Flop & the fall of the Mopsqueezer” lo publicaron en la independiente Frontier Records por la insistencia amistosa. El mismo año en que salió, la española Munster Records lanzó uno de sus únicos cinco singles, “We are you”, que además de contar con un bonito desplegable, añadía a las cuatro canciones más emblemáticas del álbum (“I told a lie”, “Anne” y “Tomato paste”, tres ejemplos de lo pletóricos que pueden sonar en los primeros ocho minutos del disco, y la mejor muestra de cuánto valía su lado más melancólico, “Hello”) otra inédita, “Doll”. Después de aquello, Epic, subsidiaria de la multinacional Sony, les fichó para que lanzaran su segundo trabajo, “Whenever you’re ready” (93), que produciría el legendario Martin Rushent (Buzzcocks, XTC, Stranglers). Pero ni ellos estaban preparados para formar parte de un negocio así, ni Epic vio dónde rascar, así que les botó tras su gira de presentación. Sacarían un álbum más, “World of today” (Frontier Records, 95) y ahí acabaría su fugaz historia. Hoy, casi 20 años después de que “Flop & the fall...” se gestase, no paro de pensar en quienquiera que fuese que me mangara esa cinta grabada. Le imagino a 110 en un coche frustradamente empepinado, escuchando “Hello” o la preciosa “Sister smile” al máximo, haciendo redobles sobre el volante e hinchándose de alegría por dentro. Le he perdonado porque me gusta pensar que le hice un favor, el favor de descubrirle un disco que mereció mucha más atención de la que jamás tuvo, y porque compartir, claro, es vivir.


066/067

open mic

+net labels Columna

David Broc

+import

Columna

CLÁSICO REJUVENECIDO Gavin Bryars. Todos en pie. A presentar los respetos debidos. Sin rechistar, nobleza obliga. En la realeza de los compositores contemporáneos más importantes del siglo XX, y parte de lo que llevamos de XXI, el apellido Bryars despierta admiración, pleitesía y veneración de difícil discusión entre crítica y aficionados. Los más puestos del lugar serán capaces de recitar de memoria como mínimo un par de títulos de su currículo que podríamos considerar imprescindibles en cualquier discoteca que presuma de criterio, buen gusto y ambición. El más obvio, el que encontramos en cualquier resumen o crónica de medio pelo, es ese incontestable “The sinking of the Titanic” del que apenas es necesario aportar más datos o informaciones en estas páginas. Es un nuevo clásico, con más de cuarenta años de vida y todavía causando el mismo impacto y sensaciones de entonces, y esta vez tampoco hay excusa para escurrir el bulto y aferrarse a la llamada de la cultura del gratis, no es complicado dar con ediciones a precio de saldo del LP o el CD en tiendas de medio pelo con sección específica de contemporánea. Por el precio de un Chai Tea Latte de Starbucks os podéis llevar ese ítem a vuestra casa. A lo largo de cuarenta años el compositor británico ha estampado su firma y su arte en una larga y provechosa lista de grabaciones que en la mayoría de ocasiones han incidido, de una forma u otra, en ese cultivo a conciencia del minimalismo que desde sus inicios puso en práctica nuestro protagonista y otros referentes coetáneos de la talla de Steve Reich, Michael Nyman, Wim Mertens o Philip Glass. Y justo ahora que su figura yacía algo ensombrecida o relegada a un nada molesto segundo plano, se diría que incluso retirado de los grandes escenarios por voluntad propia, justo cuando toda una nueva generación de autores han inyectado nuevos aires y nueva vida a la escena trasladando la acción a ese estrato que la prensa ha bautizado como neoclásica, el veterano autor resurge con un modesto título para el sello clásico Naxos que alberga una de las composiciones más impactantes de toda su discografía. Hablo de “The solway canal”, el tema que cierra y despide “Piano concerto (The solway canal / After handle’s vesper / Ramble on Cortona)”, treinta minutos solemnes, expansivos y profundos en que nuestro hombre aparca las nociones minimalistas de siempre para adentrarse en un mosaico poderoso de piano, coros y acompañamientos orquestales de tintes y reminiscencias impresionistas. Poco rastro de la repetición martilleante marca de la casa, toda una noticia que, además, cobra nuevas dimensiones cuando atendemos a las otras dos piezas que acompañan al tema titular. Sí, Bryars nos ha deleitado aquí con una de sus pocas incursiones completas y concienzudas en la composición pianística, recurso poco o nada empleado a lo largo y ancho de su producción y que esta vez ha servido de espléndida inspiración para reafirmar su vigencia y relevancia en el ámbito de la contemporánea. A “After handle’s vesper” y “Ramble on Cortona” les falta la grandeur y la monumentalidad de “The solway canal” pero muestran una faceta poco transitada y en cierto modo novedosa de sus recursos expresivos, magnífico revulsivo para recuperar su figura en tiempos de plan renove generacional. Y aunque es innegable que hay mejores Bryars en su archivo y que no estamos ante ninguna obra definitiva o trascendental, es especialmente emocionante comprobar que el ‘abuelo’ sigue en buena forma y dispuesto a plantarle cara a los nuevos pimpollos que vienen pisando fuerte en el universo neoclásico y contemporáneo.

Gloria González

SANGRE, PRIMAVERA, ALTERACIÓN No se puede estar a todas horas por todas partes, ni hay manera de estar al día y seguirles la pista a todos los artistas de talento desbordante que van descubriendo los netlabels del planeta, pero, a pesar de todo, vale la pena intentarlo. Siempre. Beko (http://beko-dsl.com), el sello digital más constante y consecuente del universo, nos invita a celebrar la primavera con dos entregas provenientes de Suecia y absolutamente necesarias, de belleza abismal: un single de dream pop etéreo firmado por Ecovillage y un álbum del proyecto de uno de sus miembros, Sejdman, el estratosférico y a la par circunspecto “Invisible bells”. Celebremos. Mientras, en No Source (http://no-source. info), sugieren que el fin del invierno podría festejarse también a la vera de “Random”, un EP de Someday And Shine, cantautor indonesio que, en realidad, parece estar muy apegado al frío y al cielo gris, según se deduce de su adoración al lo-fi triste. Es una posibilidad. En el mismo netlabel, el holandés Multi-panel presenta “Retain mist”, miniálbum de folktronica en tonos (muy) clásicos que juega a esconderse entre la niebla y saltar charcos, es una posibilidad más adictiva. Más posmoderno suena “It’s like a monday but it’s not” del luxemburgués Sug(r)cane, pequeña máquina de cosas bonitas que giran al revés como quien hace marcha atrás hacia Slowdive, sin frenos. Lo regalan en Schnurstrax (http://catalogueatstrx.blogspot. com/). Ya se había apuntado que Orchid Tapes (http://orchidtapes.blogspot.com) no es exactamente un netlabel si nos atenemos a una definición estricta de dicho concepto

(no especifican en ningún momento que usen licencias creative commons, aunque tampoco afirman lo contrario), pero el caso es que permiten descargar todas sus referencias gratis y que algunas son tan buenas que yo personalmente he decidido no atenerme a nada que me impida decir lo siguiente: hay que ir para ahí y hacerse con “Old friends” de Happy Trend, que viene a ser un cantante canadiense (también activo en Kumon Plaza) que suena casi igual que Casiotone For The Painfully Alone pero, de alguna manera, mejor. ¿Dónde acaba el mimetismo y dónde empieza el plagio? Motorama son un quinteto ruso que ha decidido confundir el presente con los 80 y las calles de Rostov del Don con las de Manchester. El que nunca se haya mentido un rato que tire la primera piedra. Los demás pueden pasar por Holiday (http://holidayrecords.net), descargarse el single “One moment” y dejarse confundir por ellos.

+jander Columna

LA FELICIDAD ES UN SINTE ANALÓGICO Como si no tuviera bastante con ser uno de los dos magos del sintetizador que hay en Emeralds y gestionar en sus ratos libres un sinfín de heterónimos con los que exprimir su colección de teclados y cacharrería variada (Outer Space, Colored Mushroom and The Medicine Rocks, Mental Prism, Mist, Imaginary Softwoods), John Elliott ha conseguido arañar tiempo a la agenda para montar un sello bajo el ala de Editions Mego que, no podía ser de otro modo, le sirve para demostrar su amor por la música hecha con sintetizadores. Elliott, que ante todo es un hombre de bien, ha llamado a la criatura Spectrum Spools y ha decidido que los discos que luzcan su colorista logo deben ser también objetos especiales, es decir, que lo suyo serán las ediciones en vinilo gordo, en tiradas limitadas y con diseños de carpeta muy cuidados. Y vistos sus dos primeros lanzamientos, parece que la cosa va muy en serio. Fabric, por un lado, es el proyecto de

Vidal Romero

Matthew Mullane, un multi-instrumentista de Chicago que se pirra por el ambient atmosférico y bonito. Su debut ‘oficial’ (como es norma en esta escena, posee un par de títulos en casete, editados por sellos diminutos), el muy bonito “A sort of radiance”, es una colección de piezas ensoñadoras y relativamente cortas (pocas superan los cuatro minutos), en las que se superponen varios niveles melódicos, las texturas siempre miran hacia el espacio exterior y los ritmos son un elemento a evitar (no así los pulsos, que aportan una hipnótica cualidad a pistas como “Leaving the house” o “Light float”). Y mejor aún es la reedición de “Canzoni dal laboratorio del silenzio cosmico”, un glorioso sumergirse en las aguas más turbulentas de la kosmische musik, que vio la luz el año pasado en formato casete en el sello Gift Tapes. A pesar del título del disco y de las evidentes filias germánicas de la música, Bee Mask es el alias de Chris Madak, un oriundo de Philadelphia que disfruta retorciendo los potenciómetros de sus sintetizadores modulares para conseguir todo tipo de zumbidos y burbujeos. Ponzoña que luego va apilando en el interior de piezas de largo desarrollo y contenido complejo, en las que también hay densidad de texturas en el plano de fondo y alguna melodía que se cuela por las grietas. De carácter más progresivo y clásico en la cara A (que debe un potosí a los primeros discos de Tangerine Dream), más aventurero y cargado de tensión en la cara B, es una auténtica joya, cuya esplendorosa belleza se irá multiplicando a medida que el vinilo se desgaste y se llene de crujidos.


+all that jazz Columna

Pepo Márquez

150 CANCIONES DE BLUE NOTE Después de recorrerme durante un buen rato las páginas de Internet donde suelo consultar lo que no sé o lo que necesito saber del mundo del jazz actual, no he encontrado ningún motivo más allá de la mera estrategia comercial (y legítima) de este lanzamiento doble: dos cajas casi idénticas por fuera, pero distintas por dentro, que recogen las 50 mejores canciones del jazz en Blue Note repartidas en 5 discos por un lado y, sorprendentemente, las 100 mejores canciones del jazz en Blue Note repartidas en 10 discos, por otro (sí, lo he dicho bien). El hecho de que ninguna canción se repita da que pensar. ¿Por qué no han hecho una sola caja de 150 canciones y solucionan el entuerto? Estrategias de marketing aparte, lo que queda claro es que aquí hay pepinos muy serios, muy para los que no saben nada (o casi nada) de jazz y pretenden dejarse seducir por estándares de todas las épocas. El recorrido es maravilloso, largo pero bien trazado. Comienzan con una grabación de 1937 de Django Reinhardt y Coleman Hawkins para continuar con maravillas de Charlie Parker, Bud Powell, Paul Chambers y John Coltrane, Miles Davis, Gerry Mulligan, Count Basie, Billie Holiday, Fats Navarro y Tadd Dameron, Hank Mobley, Stan Getz, Chet Baker, Thelonious

Monk, Thad Jones, Duke Ellington, Charles Mingus, John Coltrane, Freddie Hubbard, Johnny Griffin, Art Blakey, Donald Byrd, McCoy Tyner, Herbie Hancock, Stanley Jordan, Cannonball Adderley, Michel Petrucciani, Horace Silver, Dexter Gordon, Sonny Rollins, Milt Jackson, Stanley Turrentine, Kenny Burrell, Jimmy Smith, Art Ensemble Of Chicago, Gil Evans, Jackie McLean, Eric Dolphy, Ornette Coleman, Chick Corea, Don Cherry, Wynton Marsalis, Lee Konitz, Patricia Barber, John Scofield, Stacey Kent, Gonzalo Rubalcaba, Lionel Loueke, Martial Solal, Cassandra Wilson, Jason Moran, Norah Jones, Amos Lee... Es decir, un verdadero All Star Game de los grandes del jazz de todos los tiempos. Sin embargo, y aquí mi queja, ¿cuesta tanto hacer una edición algo más educativa que la de poner diez canciones en cada

disco, enumerarlas y lanzarlas al mercado? Porque, aunque el motivo didáctico esté más que claro (uno no pone el “Watermelon man” de Herbie Hancock en un disco si no quiere que una panda de novatos descubran la grandeza del jazz), no hay explicación alguna a ese raquítico díptico de créditos donde no se habla de ningún artista, no se presenta las ediciones, no se habla de lo importantes que fueron unos u otros, no aparecen fotos, no queda ni rastro de esa pasión por el jazz que destila cualquier edición del género. El jazz, además de lo que suena, es lo que se lee. Y lo que se lee en el subtexto de esta edición (que está lejos de ser lujosa aunque no pueda decirse que esté mal presentada) es que aquí hay algo que no encaja. Que está incompleto.

+the true report Columna

Everett True

Alguien me ha estado mintiendo. Alguien me dijo una vez que Kings Of Leon eran buenos. “Solía admirarles por ese pelo a lo Creedence”, comenta un seguidor en Twitter, “pero ahora me doy cuenta de que sólo son unos pijos americanos... como los insoportables Foo Fighters”. ¡Oh, vamos! a) Hasta ahora el largo del pelo nunca ha sido motivo suficiente para demostrar la calidad de un grupo, o de lo contrario seríamos todos fans de Poison. b) La música no es como el fútbol, no sigue unas reglas de juego, ya sean europeas o americanas. c) Dave Grohl no es tan malo, ¿no? Es una pregunta seria. No he escuchado su música detenidamente desde el año 2000. Pero estoy seguro de que Foo Fighters nunca han publicado una canción tan poco imaginativa y anémica como “The end” del nuevo disco de Kings Of Leon, “Come around sundown”, que se parece a algo que podrían haber grabado Coldplay con U2 sólo que mil veces más anodino, y tiene el peor riff the guitarra que he escuchado desde Jonny Greenwood. Y Foo Fighters nunca han publicado una canción tan pomposa y bombástica como “Pony up” del nuevo disco de Kings Of Leon, “Come around sundown”, que se parece a algo que podrían haber grabado Coldplay con U2 sólo que mil veces más anodino, y tiene el peor ritmo de batería que he escuchado desde Journey. Foo Fighters nunca han publicado una canción tan vergonzosamente oportunista como “Radioactive” del nuevo disco de Kings Of Leon, “Come around sundown”, donde Kings Of Leon se deshacen finalmente de cualquier pretensión de sonar como Coldplay y acaban siendo una réplica exacta de U2, clavando incluso la entonación papista de Bono en la forma de cantar de Caleb Followill. Oh, espera, creo que me he equivocado de banda de Dave Grohl... “Su segundo disco era muy bueno”, escribe otro seguidor en Twitter. “Pero ahora parece que se han decantado por ser una máquina de hacer hits del Top 40 y les deseo suerte en esa nueva etapa”. No me importa lo que hayan hecho Kings Of Leon anteriormente. Nada puede excusar este potaje gris

y amorfo de guitarras shoegaze y letras blandas, donde cada canción está super producida y centrifugada y sólo hace que lo que era ya una caquita sea aún una caca mayor. Yo esperaba quizás un riff mediocre a lo Led Zeppelin en su quinto álbum, incluso alguna dinámica rock. No esto. No esta basura pomposa, mediocre y anodina. ¿Cómo van a diferenciarse Kings Of Leon de los Coldplay y U2 de este mundo si siguen encontrándose con ellos en las ceremonias de premios? “No deberían haber escrito nada más sobre Kings Of Leon después de 2007”, asegura otro amigo en Twitter. “Dejaron de ser relevantes hace tres años” (¿Quiénes son estos capullos que antes escuchaban a Kings Of Leon? ¿Cuál es su puto problema? ¿Y por qué me siguen en Twitter? ¿Por qué no le lamen el culo a Perez Hilton si tanto aman a las celebrities y el rock de posturitas?). “Nada que no pueda curar un poco de

Warpaint, ¿verdad? ;-)” sugiere otro. ¡No, no! No hagas click en ese link... Dios, incluso tienen el mismo sonido de guitarra de Kings Of Leon. ¿Qué coño pasa con vosotros, gente? “Traed de vuelta a los gorriones”, escribe un seguidor en Facebook. “Los gorriones eran geniales”, dice otro. Ah sí. Ese clásico titular del NME: “Kings Of Leon abandonan una actuación después de que un gorrión se cague en la boca de su bajista”. Joder, nunca me habían gustado tanto los gorriones como hasta este día. Parece que a ninguno de mis seguidores en las redes sociales les gusta Kings Of Leon, o bien no quieren que se sepa que les gustan. Escribe cualquier comentario defendiéndoles y en pocos minutos caerán unos cuantos insultos. Kings Of Leon hacen rock para gente a la que realmente no les gusta el rock. Punto pelota.


068/069

agenda

agenda Barcelona Viernes, 1 de abril _Adele. Bikini. 20:15 h. 25 €. _Astrud & Col·lectiu Brossa. Teatre Atrium (Viladecans). 22 h. 12 €. _Tiki Phantoms. La [2]. 21:30 h. Precio S/C. _Alado Sincera + Les Sueques. Moog. 21:30 h. 7 €. _The Go! Team. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Catz’N’Dogz/Marcus Doo & The Secret Family. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. _Carmelo + Purky. Mephisto. 24 h. Precio S/C. Sábado, 2 de abril _Matt and Kim + Thelemáticos. Apolo. 20:30 h. 20 €. _El Petit de Cal Eril. Bikini. 21:30 h. 15 €. _Thomas Belhom. Heliogàbal. 21:30 h. 8 €. _Maryland. Sidecar. Hora y precio S/C. _Ewan Pearson. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Skream/Cats On Fire. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. Martes, 5 de abril _Vertical Pop: The Sea And Cake + The Lions Constellation. Bikini. 20:30 h. 20 €. _Los Campesinos. Muscis Hall. Hora S/C. Gratis. Miércoles, 6 de abril _Shout Out Louds. Apolo. 20:30 h. Precio S/C. Jueves, 7 de abril _Heineken Music Selector: Crystal Fighters. KGB. Hora y precio S/C. Viernes, 8 de abril _Elkano Browning cream. Marula Café. 22 h. Precio S/C. _Mazoni. Stroika (Manresa). Hora y precio S/C. _Joe Crepúsculo. Salamandra (L’Hospitalet Llbr.). Hora y precio S/C. _The Thermals. BeCool. 21 h. 17 €. _San León + The Bleach. Catwalk. Hora y precio S/C. _Mark Ronson + Hernan Cattaneo. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Dubbel Dutch/Big City. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. _Kirk Degiorgio. BeCool. Hora y precio S/C. Sábado, 9 de abril _Jack Daniel’s Music Day: We Are Scientists, I

Heineken Music Selector: Vivian Girls

Cultura Club (Palma), 01/04/11 La Fábrica de Chocolate (Vigo), 02/04/11

Am Kloot, Sr. Chinarro... Terrassa de L’Estadi Olímpic. Hora S/C. 20 €. _Julio de la Rosa. Ramón Romagosa (Cornellà). 22 h. 11,55 €. _Delorean. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Ellen Allien/Brighton 64. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €.

gàbal. 22 h. 5 €. _Ntwin + Cuzcos. La Resistencia. 21 h. 4 €. _Tahiti 80. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Sascha Funke/Graham. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. _Carmelo + Dhaminal. Mephisto. 24 h. Precio S/C.

Domingo, 10 de abril _Ted Leo And The Pharmacists + Nueva Vulcano. La [2]. 20:30 h. Precio S/C.

Viernes, 22 de abril _Spleen United + Felix Da Housecat. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _DJ Fra/Graham. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 13 €.

Jueves, 14 de abril _A Viva Veu: Gentle Music Men. Fantástico. 21 h. Gratis. _Capsula + Eric Fuentes & El Mal. La [2]. 21 h. Precio S/C. _Xavier Baró. Heliogàbal. 22 h. 5 €. _Dënver. Monasterio. Hora y precio S/C. Viernes, 15 de abril _Deerhunter + Lower Dens. Apolo. 21 h. 28 €. _La Banda Municipal del Polo Norte. Sidecar. 22:30 h. 7 €. _Sabot. Moog. 21 h. 5 €. _Caribou DJ. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _DJ Hell/This Drama. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. _Aril Brikha. BeCool. Hora y precio S/C. Sábado, 16 de abril _Kevin Johansen + Liniers. Apolo. 21 h. Precio S/C. _The Wave Pictures. La [2]. 21 h. Precio S/C. _Glimpse. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Minimal. Depósito Legal (L’Hospitalet Llbr.). 22 h. Gratis. _Jamie xx + John Talabot/Num 9. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. Domingo, 17 de abril _Nomeansno. La [2]. 20:30 h. Precio S/C. _The Wave Pictures. Jazz Cava (Vic). 21:30 h. 6 €. Lunes, 18 de abril _Peter Doherty + The Ezra Beats. Apolo. 21:30 h. 24 €. Martes, 19 de abril _NOFX + Teenage Bottlerocket. Razzmatazz 1. 19:30 h. 27 €. _Miss Carrussel. La [2]. 21 h. Precio S/C. Jueves, 21 de abril _Summer Recreation Camp + Espanya. Helio-

Sábado, 23 de abril _J Mascis + Edith Crash. La [2]. 20:15 h. 24 €. _Angus And Julia Stone. Bikini. Hora y precio S/C. _Fairmont. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _AC Slater/Graham. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. Miércoles, 27 de abril _The Big Head Troubled. La [2]. 21 h. Precio S/C. Jueves, 28 de abril _Odissea: Nacho Vegas, Maika Makovski. Plaça Odissea. Hora S/C. Gratis. _A Viva Veu: Seward. Fantástico. 21 h. Gratis. _Le Petit Ramon Experimenta 3. Heliogàbal. 22 h. 6 €. _Dropkick Murphys. Razzmatazz 1. Hora y precio S/C. _Josh T. Pearson. Sidecar. 22 h. 18 €. _Wau y los Arrrghs!!! + Els Surfing Sirles. KGB. 21 h. 13 €. Viernes, 29 de abril _Odissea: Delorean, Los Massieras, Edredón. Plaça Odissea. Hora S/C. Gratis. _Heineken Music Selector: PS I Love You + Pony Bravo. KGB. Hora y precio S/C. _Christina Rosenvinge. Auditori. Hora y precio S/C. _Le Petit Ramon Experimenta 3. Heliogàbal. 22 h. 6 €. _Alto de Pega + Chupaconcha. Moog. 21 h. 5 €. _Whomadewho. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Michael Mayer/Kid Congo. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €. Sábado, 30 de abril _Odissea: Mojave3, The Dodos, Partido, Litoral. Plaça Odissea. Hora S/C. Gratis. _The Quireboys. La [2]. 20 h. Precio S/C. _Delorentos. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _DJ Fra/Jeniferever. Nitsa/La [2]. 24:30 h. 15 €.

Madrid Viernes, 1 de abril _Pyramid Blue. El Juglar. 22 h. 5 €. _Matt and Kim. Rock Kitchen. Hora S/C. 20 €. _Track Dogs. El Sol. 22 h. 10 €. _Centro-Matic. Círculo Bellas Artes. 22 h. 15 €. _Tote King. Joy Eslava. 19:30 h. 15 €. _San León + The Bleach. Charada. Hora y precio S/C. _Marky Ramone DJ. Ochoymedio. 1 h. 14 €. Sábado, 2 de abril _Madrid es Negro: Tasty Grooves. Moe Club. 22:30 h. Gratis. _Adela. La Riviera. Hora y precio S/C. _Sweater. Moby Dick. 21 h. 9 €. _Mujeres. Coronita Jukebox@Charada. Hora y precio S/C. _Mürfila. Orange Café. 21 h. Precio S/C. _Souvenir. Ochoymedio. 1 h. 14 €. Domingo, 3 de abril _GOA: Josh Wink, Marc Antona, Remute... Traffic. 13 h. 30 €. Lunes, 4 de abril _Vertical Pop: Matianne Faithfull. Teatro Lara. 20 h. De 40 a 60 €. _José González. Teatro Lope de Vega. Hora S/C. De 18 a 36 €. _Cancer Beats. Gruta 77. 21:30 h. 18 €. _The Wave Pictures. Nasti. Hora y precio S/C. _Cora Novoa + Sistema. Up. Hora y precio S/C. Martes, 5 de abril _Zenttric. El Sol. 22 h. Precio S/C. Miércoles, 6 de abril _Vertical Pop: The Sea And Cake. Rock Kitchen. 21 h. 20 €. _Calvin Harris DJ. Low. 24 h. 20 €. _The Wave Pictures. Nasti. Hora y precio S/C. Jueves, 7 de abril _Shout Out Louds. Heineken. Hora y precio S/C. _Pajaro Sunrise. El Sol. 22:30 h. 10 €. _Los Chicos. Coronita Jukebox@Charada. Hora y precio S/C. _Ellos + Dënver. Pop&Dance. Hora S/C. 21 €. Viernes, 8 de abril _Ted Leo & The Pharmacists + Nueva Vulcano.


Moby Dick. 21 h. 16 €. _Maika Makovski. El Sol. 22:30 h. 10 €. _GUN. Ritmo y Compás. 21:30 h. 26 €. _Tiki Phantoms. Coronita Jukebox@Charada. Hora y precio S/C. _The Midnight Travellers. La Boîte. Hora y precio S/C. _Wild Honey + Santi Delgado y los Runaways Lovers... Siroco. 21:30 h. 10 €. _Los Granadians. Ochoymedio. 22:30 h. 14 €.

Sábado, 30 de abril _Heineken Music Selector: PS I Love You. Heineken. Hora y precio S/C. _Heineken Music Selector: Fenech Soler. El Sol. Hora y precio S/C. _Remate. Moby Dick. 21 h. 13 €. _Cats on Fire + Vincent. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _Maryland. Costello. Hora y precio S/C.

Sábado, 9 de abril _Madrid es Negro: Wondertronix. El Sol. 22:30 h. 10 €. _The Boys. Gruta 77. 23 h. 23 €. _Elkano Browning cream. Tempo Club. 23 h. Precio S/C. _Cooper, Cola Jet Set, Papa Topo... Siroco. 21:30 h. 10 €. _La Prohibida. Ochoymedio. 22 h. 14 €.

Andalucía

Lunes, 11 de abril _Agoria. Up. Hora y precio S/C. Jueves, 14 de abril _Klubbers’ Day: Sven Väth, Ferry Corsten... Arena Madrid. Hora S/C. Abono 50 €. Día 25 €. _Deerhunter. La Riviera. Hora S/C. 28 €. _Éa!. Café La Palma. 21:30 h. 16 €. _El Columpio Asesino + Edredón. Pop&Dance. Hora S/C. 21 €. _Kevin Johansen + Liniers. Joy Eslava. Hora y precio S/C. _The Disciplines. Nasti. Hora y precio S/C. _Hindi Zahra. Teatro Lara. Hora y precio S/C. Viernes, 15 de abril _Klubbers’ Day: Ricardo Villalobos, Tiefschwarz... Arena Madrid. Hora S/C. Abono 50 €. Día 25 €. _Watch Out. El Sol. 22:30 h. Precio S/C. _Two Cow Garage. Wurtlizer Ballroom. 22 h. 10 €. _Hard Candy DJ. Ochoymedio. 1 h. 14 €. Sábado, 16 de abril _Klubbers’ Day: Carl Craig, Modeselektor... Arena Madrid. Hora S/C. Abono 50 €. Día 25 €. _Vertical Pop: Motorpsycho + Moongardening Inc. El Sol. 20 h. 15 €. _HD Substance. Café La Palma. 24 h. Gratis. Domingo, 17 de abril _Peter Doherty. Joy Eslava. 20 h. 24 €. Lunes, 18 de abril _NOFX + Teenage Bottlerocket. Macumba. 19:30 h. 27 €. Miércoles, 20 de abril _Best Coast. Círculo Bellas Artes. 22 h. 25 €. _Fon Roman. Café La Palma. 21:30 h. 10 €. Jueves, 21 de abril _The Wylde Oscars. Gruta 77. 23 h. 8 €. Viernes, 22 de abril _J Mascis. Moby Dick. 21 h. 24 €. _Manazas. Ochoymedio. 1 h. 14 €. _Richie Hawtin + Heartthrob. Family Club (Toledo). 23 h. 20 €. Sábado, 23 de abril _Scream. Ochoymedio. 1 h. 14 €. Domingo, 24 de abril _Angus And Julia Stone. Ramdall. Hora y precio S/C. Lunes, 25 de abril _Valentino Kanzyani. Up. Hora y precio S/C. Miércoles, 27 de abril _Jeniferever. Nasti. Hora y precio S/C. _Joe Crepúsculo. El Sol. 22 h. 13 €. Jueves, 28 de abril _Delorentos. El Sol. 23 h. 10 €. Viernes, 29 de abril _Polock. El Sol. 22:30 h. 10 €. _Dropkick Murphys. La Riviera. Hora y precio S/C. _Sexy Sadie. Caracol. 20:30 h. 15 €. _Smart. Ochoymedio. 1 h. 14 €.

Viernes, 1 de abril _El Alternador: Matt Elliott, Wild Honey, (Lo: Muêso)... Centro Cultural La Fábrica (Montellano). 21:30 h. Gratis _Michael Northam. Laboratorio Intr.Muros (Sevilla). 21 h. 10 €. _Kosmos & Ginebra. Ghostel (Sevilla). Hora y precio S/C. _Paco Chica. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C. Lunes, 4 de abril _Ted Leo And The Pharmacists. Escuela Politécnica (Algeciras). Hora y precio S/C. Miércoles, 6 de abril _Fernando Alfaro. Cosmopoética (Córdoba). Hora y precio S/C. Jueves, 7 de abril _Zemos98: Anki Toner. Laboratorio Intr.Muros (Sevilla). 16:30 h. Gratis. _Zemos98: Espaldamaceta. Colegio Huerta de Santa María (Sevilla). 17:30 h. Gratis. _Zemos98: Malaventura. El Fotómata (Sevilla). 19:30 h. Gratis. _Zemos98: Fluxo. Casa de Max (Sevilla). 20:30 h. Gratis. _The Sea & Cake + Marina Gallardo. Teatro Cánovas (Málaga). Hora S/C. 15 €. _Ted Leo And The Pharmacists. Velvet (Málaga). Hora y precio S/C. _McEnroe + Trisfe. Directos’37 (Córdoba). 21 h. 10 €. _The Wave Pictures. Planta Baja (Granada). Hora y precio S/C. _Chokoteque. Club de Mierda (Sevilla). Hora y precio S/C. _Nada Surf DJs. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C.

Teatro Alameda (Sevilla). Hora S/C. Abono 40 €. Día 25 €. _Silnay. Laboratorio Intr.Muros (Sevilla). 20:30 h. 3,5 €. _Elkano Browning cream. La Caja Negra (Sevilla). 22 h. Precio S/C. _Nudozurdo. Mirador Pop (Cádiz) Hora y precio S/C. _Popout. Ghostel (Sevilla). Hora y precio S/C. _DJ Blowup + DJ Miniskirt. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C. Sábado, 16 de abril _South Pop: Standstill, Margarita, Single.... Teatro Alameda (Sevilla). Hora S/C. Abono 40 €. Día 25 €. __Nudozurdo. La Caja Blanca (Málaga). Hora y precio S/C. _Sergio Bastida & Juanpopp. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C. Viernes, 22 de abril _Lektrono + DJ Mike. Ghostel (Sevilla). Hora y precio S/C. _Javi Frias. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C. Jueves, 28 de abril _Boat Beam. Obbio (Sevilla). Hora y precio S/C. _Popout. Club de Mierda (Sevilla). Hora y precio S/C. _The Beige Boy. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C. Viernes, 29 de abril _Luize. Ghostel (Sevilla). Hora y precio S/C. _Josemi Perroloco. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C. Sábado, 30 de abril _Boat Beam. Teatro Echegaray (Málaga). Hora y precio S/C. _Elektroparty Mordisco. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C.

Aragón Viernes, 1 de abril _Plastidepop: Cats on Fire, Nadadora... Las Playas (Zaragoza). 20 h. Abono 40 €. Día 25 €. _Nacho Vegas. Oasis (Zaragoza). Hora y precio S/C.

Viernes, 8 de abril _Zemos98: Las Buenas Noches. Teatro Alameda (Sevilla). 22 h. 5 €. _The Sea & Cake + Marina Gallardo. Teatro Central (Sevilla). Hora S/C. 15 €. _McEnroe + Trisfe. Malandar (Sevilla). 21 h. 10 €. _DJ Mike. Ghostel (Sevilla). Hora y precio S/C. _Juanpopp. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C.

Sábado, 2 de abril _Plastidepop: Los Campesinos!, Maga... Las Playas (Zaragoza). 20 h. Abono 40 €. Día 25 €.

Sábado, 9 de abril _Heineken Music Selector: Crystal Fighters + Lüger. Vivero (Málaga). Hora y precio S/C. _Zemos98: Hexstatic. Teatro Alameda (Sevilla). 22 h. 5 €. _Christina Rosenvinge. Teatro Central (Sevilla). Hora y precio S/C. _McEnroe + Trisfe. Paris15 (Málaga). 21 h. 10 €. _Dongonzalo. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C.

Sábado, 9 de abril _Tremendo Pop: Sexy Sadie, El Columpio Asesino, Stay... Carpa Tremenda (Monzón). 22 h. Abono 30 €. Día 20 €. _ Eli ‘Paperboy’ Reed. Oasis (Zaragoza). Hora y precio S/C.

Miércoles, 13 de abril _Elkano Browning cream. SSonic (Cádiz). 22 h. Precio S/C.

Viernes, 15 de abril _The Wave Pictures. Arena (Zaragoza). Hora y precio S/C. _Capsula. López (Zaragoza). Hora S/C. 10 €.

Jueves, 14 de abril _Heineken Music Selector: Arizona Baby. Imagina (Cádiz). Hora y precio S/C. __Christina Rosenvinge. Teatro Alhambra (Granada). Hora y precio S/C. _Elkano Browning cream. Tío Zappa (Jerez). 23 h. Precio S/C. _Lektrono. Club de Mierda (Sevilla). Hora y precio S/C. _Paco Burgos. Sugarpop (Granada). Hora y precio S/C. Viernes, 15 de abril _South Pop: Manel, La Bien Querida, Ellos....

Viernes, 8 de abril _Tremendo Pop: Catpeople, De Vito, Arizona Baby & Los Coronas... Carpa Tremenda (Monzón). 22 h. Abono 30 €. Día 20 €. _Horse Feathers. La Lata de Bombillas (Zaragoza). 21 h. 8 €.

Miércoles, 13 de abril _The Wave Pictures. CC Matadero (Huesca). Hora y precio S/C.

Sábado, 16 de abril _The Disciplines. La Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C. Jueves, 21 de abril _Polifonik Sound: Triángulo de Amor Bizarro, Maika Makovski... Recinto Ferial (Barbastro). 22:30 h. Abono 30 €. Día 18 €. Viernes, 22 de abril _Polifonik Sound: We Are Standard, Delorentos... Recinto Ferial (Barbastro). 22:30 h. Abono 30 €. Día 18 €.


070/071

agenda / in&out

Jueves, 14 de abril _Astrud & Col·lectiu Brossa. Auditorio Bizkaia Aretoa (Bilbao). 20 h. Gratis. Viernes, 15 de abril _Pajaro Sunrise. Cotton Club (Bilbao). Hora y precio S/C. Viernes, 29 de abril _The Midnight Travellers. Le Bukowski (Donosti). Hora y precio S/C. Sábado, 30 de abril _Dropkick Murphys. Rockstar Live (Barakaldo). Hora y precio S/C.

Galicia Viernes, 1 de abril _The Midnight Travellers. Mardigras (A Coruña). Hora y precio S/C.

José González

Auditorio Nova Caixa Galicia (Vigo), 02/04/11 Teatro Lope de Vega (Madrid), 04/04/11

Sábado, 23 de abril _Polifonik Sound: Standstill, Gentle Music Men... Recinto Ferial (Barbastro). 22:30 h. Abono 30 €. Día 18 €.

Asturias Viernes, 1 de abril _Ted Leo And The Pharmacists. Savoy (Gijón). Hora y precio S/C. Sábado, 9 de abril _Heineken Music Selector: Maika Makovski. La Antigua Estación (Oviedo). Hora y precio S/C. Martes, 12 de abril _The Wave Pictures. Savoy (Gijón). Hora y precio S/C. Sábado, 16 de abril _Nacho Vegas. Teatro Jovellanos (Gijón). Hora y precio S/C. Viernes, 29 de abril _LEV: Apparat, Darkstar, Demdike Stare, Pantha Du Prince... Laboral Ciudad de la Cultura (Gijón). Hora S/C. Abono 40 €. Día 23 €. Sábado, 30 de abril _LEV: Photek, Jóhann Jóhannsson, King Midas Sound, Jon Hopkins... Laboral Ciudad de la Cultura (Gijón). Hora S/C. Abono 40 €. Día 26 €.

Baleares Viernes, 1 de abril _Heineken Music Selector: Vivian Girls. Cultura Club (Palma). Hora y precio S/C. Sábado, 2 de abril _Boat Beam. Teatro de Manacor (Manacor). Hora y precio S/C. Viernes, 15 de abril _Christina Rosenvinge. Teatro de Muro (Muro). Hora y precio S/C. Viernes, 22 de abril _Mishima. Teatro Principal (Palma). Hora y precio S/C. Viernes, 29 de abril _Heineken Music Selector: Russian Red. Cultura Club (Palma). Hora y precio S/C.

C. Valenciana Viernes, 1 de abril _Nudozurdo. Wah Wah (Valencia). 22 h. 15 €. Sábado, 2 de abril _Depedro. Wah Wah (Valencia). 22 h. 10 €. _Damien Lott. La 3 (Valencia). 22 h. 8 €. Martes, 5 de abril _Ted Leo And The Pharmacists. La Llotja (Elche). Hora y precio S/C. Jueves, 7 de abril _Nacho Umbert y La Compañía. Wah Wah (Valencia). 22 h. 18 €. Viernes, 8 de abril _Heineken Music Selector: Crystal Fighters. Wah Wah (Valencia). 22 h. 16 €. _Lüger. Unsur (Valencia). Hora y precio S/C. _The Zombie Kids. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C. Sábado, 9 de abril _Vinalopop: The Divine Comedy, The Charlatans, The Wave Pictures... Parque Municipal (Elche). Hora S/C. 22 €. _Ted Leo And The Pharmacists. Wah Wah (Valencia). 22 h. 15 €. Jueves, 14 de abril _The Wave Pictures. Wah Wah (Valencia). 21:30 h. 18 €. Viernes, 15 de abril _La Mexican Acid Queen. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C. Sábado, 16 de abril _Vinila Von Bismark & The Lucky Dados. Wah Wah (Valencia). 22:30 h. 15 €. _Lori Meyers. Teatro Circo (Orihuela). Hora y precio S/C. Viernes, 29 de abril _Kosmos & Ginebra. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C. Sábado, 30 de abril _Nudozurdo. Stereo (Alicante). Hora y precio S/C.

Catalunya Sábado, 2 de abril _Black Music: Morcheeba. La Mirona (Salt). 22 h. 25 €. _Supersubmarina + Mine!. Zero (Tarragona). 22 h. Precio S/C.

_Stay + Ego. Les Golfes (Tarragona). 23 h. 9 €. Jueves, 7 de abril _Christina Rosenvinge. La Mirona (Girona). Hora y precio S/C. _Elkano Browning cream. La Vaquería (Tarragona). 22 h. Gratis Viernes, 8 de abril _Black Music: Eli ‘Paperboy’ Reed. La Mirona (Salt). 22 h. 20 €. _Christina Rosenvinge. Café del Teatre (Lleida). Hora y precio S/C. Domingo, 10 de abril _The Wave Pictures. Zero (Tarragona). 21 h. 9 €. Jueves, 28 de abril _Heineken Music Selector: Pony Bravo. Highland (Tarragona). Hora y precio S/C. _Asstrio & At Versaris. La Vaquería (Tarragona). 21 h. 6 €.

Sábado, 2 de abril _Sinsal: José González. Auditorio Nova Caixa Galicia (Vigo). 21 h. Precio S/C. _Heineken Music Selector: Vivian Girls. La Fábrica de Chocolate (Vigo). Hora y precio S/C. _Heineken Music Selector: Centro-Matic. Mardigras (A Coruña). Hora y precio S/C. _Ted Leo And The Pharmacists. Mondo (Vigo). Hora y precio S/C. _The Midnight Travellers. Iguana (Vigo). Hora y precio S/C. Jueves, 7 de abril _El Columpio Asesino. Auditorio Universidad (Vigo). Hora y precio S/C. Sábado, 9 de abril _Sinsal AP-9. Garaje Expocoruña (A Coruña). Hora y precio S/C. _Shout Out Louds. Mondo (Vigo). Hora y precio S/C. Viernes, 15 de abril _Maryland. Karma (Pontevedra). Hora y precio S/C.

Viernes, 29 de abril _Love of Lesbian. Zero (Tarragona). 22 h. Gratis.

Jueves, 28 de abril _Sinsal: The Dodos. CC Torrente Ballester (Ferrol). 20:30 h. Precio S/C.

Euskadi

Sábado, 30 de abril _Heineken Music Selector: Supersubmarina. Karma (Pontevedra). Hora y precio S/C.

Viernes, 1 de abril _Elkano Browning cream. San Agustín (Azpeitia). 22 h. Precio S/C.

Murcia

Sábado, 2 de abril _Elkano Browning cream. Le Bukowski (Donosti). 22 h. Precio S/C. _El Columpio Asesino. Plateruena (Durango). Hora y precio S/C. Domingo, 3 de abril _Cancer Bats. Azkena (Bilbao). Hora y precio S/C. Miércoles, 6 de abril _Horse Feathers. Kultur Campus (Vitoria-Gasteiz). 19 h. Gratis. Jueves, 7 de abril _Nacho Vegas. Kafe Antzokia (Bilbao). Hora y precio S/C. _Capsula. Teatro Campos Elíseos (Bilbao). Hora y precio S/C. Viernes, 8 de abril _Nacho Vegas. Jimmy Jazz (Vitoria-Gasteiz). Hora y precio S/C. Sábado, 9 de abril _Foreign Beggars. La Casilla (Bilbao). Hora y precio S/C. Miércole, 13 de abril _Deerhunter. Kafe Antzokia (Bilbao). Hora S/C. 28 €.

Viernes, 1 de abril _Microsonidos: Lüger. 12ymedio (Murcia). 22:30 h. Gratis. Sábado, 2 de abril _Nacho Vegas. Auditorio Víctor Villegas (Murcia). Hora y precio S/C. Martes, 5 de abril _Microsonidos: The Wave Pictures. 12ymedio (Murcia). 21 h. 10 €. Miércoles, 13 de abril _Microsonidos: Dënver. 12ymedio (Murcia). 21 h. 6 €. Viernes, 15 de abril _Microsonidos: Motorpsycho + Schwarz. 12ymedio (Murcia). 22:30 h. 12 €. Sábado, 16 de abril _Explum: El Columpio Asesino, The Glimmers, Cora Novoa... Recinto festival (Puerto Lumbreras). Hora y precio S/C. _Microsonidos: Lagartija Nick. 12ymedio (Murcia). 22:30 h. 9 €. Viernes, 29 de abril _Nudozurdo. Stereo (Murcia). Hora y precio S/C. _Boat Beam. Teatro Concha Segura (Yecla). Hora y precio S/C.


in & out Clubbing BCN C/ ARC DEL TEATRE, 3. TEL. 93 318 59 66. Techno-house, incursiones en el electro y la música disco. Miércoles, invitados internacionales. Vie-Sab., sesiones con el DJ residente Robert X. Todas las noches de 23.30 a 5 h.

SALA RAZZMATAZZ 2. C/ PAMPLONA, 88. TEL. 93 272 09 10 Tech-house, hard techno y techno con los residentes MouseUp, Undo, Vicknoise, además de las residencias de James Holden, Felix da Housecat, Miss Kittin o Tiga. H: Vie-Sab. y vísperas de festivos de 1 h. a 5 h. Entrada única a Razz Club: 15 € (c/i).

SALA APOLO. C/ NOU DE LA RAMBLA, 113. TEL. 93 301 00 90 La meca del eclecticismo: house, techno, breakbeat y pop electrónico, según el día. Alberga residencias de Kompakt, Bpitch Control, Bungalow, Cristian Vogel, etc. Nitsa selectors: Fra, DJ De Mierda, DJ Coco y Sesentaynueve. H: Vie-Sab. y vísperas, a partir de las 24.30 h. Precio: 12 € (c/i).

Clubbing Madrid electro-pop, deep house y leftfield de mano de MouseUp, Undo, Vicknoise); Rex (technopop). H: vie-sab. y vísperas de festivos de 1 a 5 h. Entrada única: 12 € (c/i). www.salarazzmatazz.com

B LOUNGE @ HOTEL BARCELÓ RAVAL RBLA. DEL RAVAL 17-21. TEL. 93 320 14 90 El lugar más cool de la ciudad, el nuevo punto de encuentro de Barcelona. Tapas sorprendentes, extensa carta de cócteles y la mejor música. Terraza Plaza Manuel Vázquez Montalbán. Jueves, viernes y sábados DJ en directo de 23 h a 02 h. Entrada libre. www.BarceloRaval.com

C/SANTA ANNA 14, L’HOSPITALET. T. 93 337 76 16. Más de 25 años ofreciendo la alternativa desde L’Hospitalet. Conciertos de pequeño formato y sesiones de DJs... de la mano de los DJs Jordi Monamí, Marty Mcfly, Crtl+alt+supr, Gato. Actuaciones musicales en pequeño formato. www.depositolegal.com.

@ SALA APOLO. C/NOU DE LA RAMBLA, 113. Residencia semanal para la noche de los jueves en el Apolo. Powder Room acoge las mejores noches de deep funk, breaks y rare grooves en Barcelona. H: todos los jueves, de 24.30 a 6 h. 9 €.

C/ FONTRODONA, 33 (BCN). TEL: 93 441 80 15 Antigua nave industrial convertida en enorme y comfortable lounge club. Urban & soulful music + laid-back atmosphere + underground attitude. www.maumaunderground.com. H: jueves 23 - 2.30 h., vie-sáb 23 - 3 h., domingos tarde (excepto verano).

SALA CITY HALL C/ RAMBLA CATALUNYA, 4. Lun: Internacional Party. Mar: Budah Hall Night. Mie: Pigs & Diamonds. Jue: Club 4 (techno & minimal techno). Vie: 100% Uhm Underground (tech-microfunk). Sab: Pure City Nights (house, deephouse, latin). Dom: Zen Club (techhouse/ electro).

C/ ALMOGÀVERS, 122. TEL. 93 272 09 10 5 clubs en un mismo espacio: Razz Club (Viesab. DJ Amable y Dj Gato, el mejor indie y rock de todos los tiempos. Jue. Bongo Palace (latin house); Pop Bar (vie-sab. lo mejor en pop, electro y sixties); The Loft (tech-house, hard techno y techno); Lo*Li*Ta (techno-pop,

C/ LINCOLN, 15. T. 93 238 07 22 Martes: Glitter and Glamour. Miércoles: Strawberry & Chocolate. Jueves: Buziós - Brazilian soul. Viernes y Sábado: 3 floors open- hip hop and R&B, house music, classic garage 80’s-90’s. www.ottozutz.com

C/ VALLDONZELLA, 40 / PLAZA MILANS, BARRIO GÓTICO. Tel. 627 73 30 81 En el bar Manchester se dan cita amigos y seguidores de la música de los 80 y 90 y sus tendencias más brit. Desde Joy Division hasta Placebo, pasando por The Smiths y Happy Mondays.

RAMBLAS, 27. T. 93 301 16 289 INFO@BOULEVARDCULTURECLUB.COM Boulevard Club, ubicado en La Rambla, donde antes se encontraba Fellini, ofrece la localización más céntrica y de más fácil acceso al público. House, techno, electrónica, hip hop, R’n’B, rock... DJs residentes: D’Julz (Bass Culture, París), Andre Buljat (4line, Indigo Raw) y Dr. Barry (BLV). http://boulevardcultureclub.com

C / ESCUDELLERS BLANCS, 3 (BARRI GÒTIC) Con una acertada mezcla de graffiti, videos, skate y grunge. Su amplia sala alberga cómodamente a los personajes más diversos de la fauna barcelonesa, que se pierden entre detalles y acordes, cubatas y chupitos, chicas y kickflips. A tres pasos de la turística Plaza Real se esconde el secreto mejor guardado del Gótico, Nevermind. Abierto todos los días hasta las 3 h. www.nevermindbcn.com

SALA 1 AV. CARRILET 235 - SALA 2 AV. CARRILET 301, L’HOSPITALET. T. 93 337 06 02 La Salamandra es el espacio de referencia de las noches de L’Hospitalet. Dos salas que ofrecen la mejor programación de conciertos y sesiones de DJs de la escena indie y mestiza. Sala 1: Indie-pop-electro con YoSET & McFly, visuals de High Distortion & Mon Feijóo. Sala 2: Musicollage con Nafentt & Darkomedia. H. Abierto todos los viernes, sábados y vísperas de 24 a 6 h. Entrada única: 8 € (c/i). Gratis hasta las 2 h. www.salamandra.cat

C/AMPLE, 46 (GOTICO) T 663 710 095 El bar rockero por excelencia en el centro de Barcelona. Casi tocando Correos se encuentra este sitio con aires de estación de metro abandonada donde cada día, entre riffs y whiskey, se dan cita aquellos que llevan el rock en la sangre. Todos los días desde las 19 h a las 2.30 / 3 h www.bollocksbcn.com

Clubbing Bilbao C/ RAFAEL DE CASANOVA, 3. SANTA COLOMA DE GRAMENET. [M] L1 SANTA COLOMA La Sala Pop tiene una programación semanal de conciertos cuidadamente seleccionados dentro de la escena independiente tanto catalana como estatal. Los conciertos se realizan viernes y sábado pero la sala ofrece sesiones de indie, pop, rock, electrónica a cargo de DJ Oki One y programación cultural los domingos. H: mie-dom 19 - 3.30 h. www.myspace/popclubsantacoloma

EN SANTANA 27. POL.IND.SANTA ANA. TELLERÍA 27. BOLUETA. WWW.FEVER.ES Pink Fever: tecnopop & electropop. Gold Fever: pop-rock & hits. Black Fever: hip-hop, reggae, soul & funk. Blue Fever: tech house & tecno. Desde su inauguración en 2005, Fever se ha convertido en el club de referencia del norte de la península. Una iniciativa de ocio de calidad incontestable que sitúa a Bilbao en el pelotón de cabeza europeo de la cultura del baile. H: Vie y Sab 24 h, 12€ c/i.

@ LA RIVIERA - Pº VIRGEN DEL PUERTO S/N. @ HEINEKEN - C/ PRINCESA , 1. Actualmente es el club de referencia en Madrid por su excelente e inagotable programación dedicada al indie rock y la electrónica, con residencias de sellos como Ed Banger Records y DJ sessions de Boys Noize, Rex The Dog, Felix Da Housecat, Steve Aoki, Peter Hook... www.intromusica.com

C/BAILÉN 16, 28005. MADRID ContraClub es un bar donde coinciden varias tipologías de noctámbulos con un denominador común: su gusto por la calidad y variedad musical. ContraClub pretende romper barreras entre disciplinas y generaciones, ser un lugar de encuentro de artistas y un escaparate para todo tipo de espectáculos de calidad. Un lugar abierto y dispuesto a juntar funk con flamenco, cabaret con música electrónica. X y J de 22 a 05:30 h. V y S de 22 a 06 h. www.contraclub.es

C/FOMENTO 30 (MADRID) Desde 1997 el Home Bar es un referente para los amantes de la música. El pop, la electrónica y el indie son el eje central de las sesiones de nuestros DJs, desde los clásicos imprescindibles hasta las últimas novedades. En el Home podrás escuchar desde Depeche Mode, REM o The Smiths hasta White Lies, Hot Chip y Temper Trap, pasando por Placebo, Massive Attack, Muse, Royksopp, Radiohead, Ladytron, Foo Fighters, Interpol... Abierto los viernes y los sábados a las 23h.

Clubbing Galicia COMPLEJO PLAYA CLUB. AVENIDA DE LA HABANA, ESTADIO DE RIAZOR (LA CORUÑA). WWW.PLAYACLUB.NET Pop, indie y electrónica. Más de 60 conciertos de música alternativa al año. Sesiones los jueves, viernes, sábados y vísperas de festivos desde las 3 h. +info en www.playaclub.net


072/073

live

Minifestival 2011

C.A.T. (CENTRE ARTESÀ TRADICIONÀRIUS, BCN), 26/02/11

liveclubs Un acontecimiento tan atípico como tener a la deidad Apparat en Nitsa el pasado sábado 19 de marzo ha sido suficiente como para eclipsar el mes entero y parte del primer semestre del año en cuanto a escena clubber se refiere. El hiper sensible teutón se plantó delante de su impoluto Mac con su habitual look de indigente pulgoso, escondido tras una inmensa pantalla que reflectaba visuales de altísima calidad. Pese a venir con los deberes ya hechos de casa, pocos fueron los que no cayeron rendidos al poderío del gran Sascha Ring. Con el glorioso e imperial “DJ Kicks” que lanzó el año pasado como concepto, Apparat dosificó con la clase que le caracteriza su gran abanico de registros: UK bass music de bajos obesos, dubstep corrompido del prefijo post (momentazo, dicho sea de paso, el momentazo de barrer para casa de “Seamonkey” de Moderat, con un Nitsa a reventar apuntando con los brazos al cielo), esto es, electrónica siempre pasada por el tamiz previo de la emoción y con el único fin de llegar a lo más hondo del extasiado oyente. Una sesión como hace tiempo que no se veía por estos lares, pese a la hora y poco que durase. Se lo perdonamos, en todo caso. Ojo, el resto del mes ofreció también momentos para no olvidar, para lo bueno y para lo malo. El ‘momento Kodak’ fue la noche estilo showcase del sello patrio Natura Sonoris, con sus dos pesos pesados encima del escenario de Nitsa, Cora Novoa y Henry Saiz. Ambos confirmaron, en formato live, que tienen mucho que expresar y poco que esconder, en especial una Cora en estado de gracia permanente —que bien suena “Hours and hours” en directo, por favor—. El semáforo en ámbar sería para uno de los triunfadores de 2010, Pantha du Prince, que repetía año después directo en Barcelona, esta vez en Nitsa. En efecto, a estas alturas todos sabemos las bondades de “Black noise”, pero todo sonó como a darle al play al susodicho y cambiar el orden de las canciones. Igual que escucharlo con unos buenos altavoces en casa y mezclarlo con el Virtual Dj, para entendernos. En el lado opuesto, nos encontramos con la tarjeta roja directa del mes, que no es otro que para el señor Benga. Hora larga de wobble sin casi variaciones, más un señor MC dando la vara y presentando constantemente a Benga como el Dios integrante de Magnetic Man se antojaba innecesario y redudante. Un fiasco. Alberto Vidal

Al Minifestival le sienta bien el barrio de Gracia. Tras su traslado el año pasado a este céntrico enclave, el festival se mueve tan solo unas calles hacia el interior del mismo para celebrarse en el Centre Artesà Tradicionàrius, espacio dedicado habitualmente a la música tradicional catalana que esta vez se vio invadido por nuevas promesas y antiguos valores de la escena indie. Tras la desarmante sutileza de First Aid Kit y el pop electrónico y funkoide de Salonica, Pete Fijalkowski (cantante de Adorable) y Terry Bickers (guitarra de The House of Love y líder de Levitation) nos recordaban los grandes tiempos del pop inglés y tomaban el escenario para anticipar algunos de los temas de su próximo disco conjunto. Después, una versión mínima de Magnapop (Linda Hopper a la voz y Ruth Morris a la guitarra) mostraron al público la posibilidad de un futuro maduro y digno echando una cálida mirada atrás. Lo de Nick Garrie

The Joy Formidable RAZZMATAZZ 3 (BCN), 21/2/11

¡Cuánta velocidad, qué glorioso cohete había de embestirnos en el concierto de The Joy Formidable! Los aventajados ya sabían de su fiebre por aparecer fulminantemente y atropellar al personal con un hervidero de canciones consecutivas, muros de ruido y atronadoras percusiones sin respiro, pero una cosa es tener noción de algo y otra vivirlo. Así que llegamos tarde y corriendo, y antes siquiera de entrar por la puerta ya sonaban histriónicos los acordes de “Spectrum”. De hecho, de las tres primeras canciones el trío galés hizo una sola, un verdadero vendaval que rugía con la fuerza de otros tiempos, con un poder y una rabia que soliviantaban incluso en la más agotadora noche de un lunes. Ritzy Bryan saltaba y gesticulaba sin cesar, haciendo siempre visibles su melena, las muecas y esos ojos azules que tan tiernos lucen en los vídeos. El pantagruélico batería se proponía echar abajo el lugar (y lo cierto es que se lo merece, por lo mal que suena), mientras el fugaz set list de nueve temas se consumía combinando temas del nuevo largo, “The big roar” y los himnos de su fabuloso EP “A balloon called moaning”. Para cuando llegaron “Cradle” y el veloz final con “Whirring”, Rhydian Dafydd y Ritzy experimentaban un éxtasis de ruido. En pleno tornado de distorsión y centelleo de luces, se arrastraban por el suelo trasteando con los pedales, y se contorsionaban y

es francamente curioso, un maravilloso disco de pop psicodélico grabado en el 69 que debiera haberle puesto casi a la altura de Nick Drake y contemporáneos (“The Nightmare of J. B. Stanislas”) pero que cayó en el olvido tras el suicidio del dueño de la discográfica, el abandono prematuro de la música y una reivindicación constante por parte de muchos artistas a lo largo de los años que ha provocado su vuelta a los estudios (y al directo) de la mano de Elefant Records cuarenta años después. Sobre las tablas, una persona cálida y amable de 62 años que cierra los ojos cuando canta, con una voz serena y temas inestimables, nos contagia la alegría de saber que otro disco maldito por las circunstancias ve por fin la luz. Y después de la melancolía de Garrie siguió la tristeza de Chris Hooson y sus Dakota Suite (en la foto). Música catártica y punzante, folk comatoso con guiños a la música de cámara y áridas proyecciones conformaron una de las mejores actuaciones que se le recuerdan por el lugar. El pop vitalista de Standard Fare puso el contrapunto necesario tras la actuación de Hooson y compañía. Capitaneados por la joven Emma Kupa el trío británico desprende una inmediatez y una energía absolutamente desarmantes, canciones encantadoras que provocan una sonrisa de satisfacción y un leve movimiento del pie al compás. Le Pianc, unos asiduos de la casa, volvieron a cerrar otro año más el festival haciendo bailar a aquellos a los que todavía les quedaban fuerzas. Javier Burgueño / Foto Carles J. Lafuente

sacudían, retándose con sus instrumentos, siempre a punto de golpearse. A las sensaciones de la noche cabe añadir una. Sorprendentemente, la mitad de la concurrencia consistía en adolescentes de look à la Peter Bagge. Vuelve el grunge. Albert Fernández

Patti Smith PALAU DE LA MÚSICA (BCN), 21/02/2011

Una ovación unánime fue el regalo que el público del Palau hizo a Patti Smith, concierto dentro del marco del duodécimo Festival Mil·leni. Nos demostró que el carisma es algo que los grandes artistas no pierden nunca, sino que además saben transmitirlo a nuevas generaciones. Considerada como uno de los iconos del siglo XX, la Madrina del Punk juega hábilmente en directo con sus múltiples caras: la poeta, la cantante, la novelista… Pero sin duda, la que mejor la caracteriza es la de líder y portavoz, dejando caer proclamas políticas en medio de las canciones. El público acompañó con cálidos aplausos las palabras de esta sacerdotisa de la música, soplando con ella sobre el viento de la canción protesta con el clásico “Pissing in a river”, justo antes de cantar su mítico “Because the night”, hit compuesto por Springsteen que la hizo famosa. Con el potente “People have the power”, firmo el remate final rindiendo homenaje a los revolucionarios de Túnez y Libia. “That´s the power of music, make strangers into brothers”, dijo la leyenda. Sonia Hoop


CHRISTINA ROSENVINGE

PONY BRAVO

EBONY BONES

DE PEDRO

PATRICK WOLF

Let’s Festival 2011 SALAMANDRA 1 Y DEPÓSITO LEGAL (L’HOSPITALET LLBR.) 24-26/02/11, 03-05/03/11 Y 10-12/03/11

Texto Fotos

Jonás Torres Rebecca Escabrós

N

acho Umbert fue el encargado de abrir el festival, con un gran lleno en el Depósito Legal. El artista de Acuarela venía acompañado de Raül Fernández (Refree) y tras 14 años de silencio (como Paperhouse) presentaba en L’Hospitalet “Ay”, un toque de intimidad para lo que sería el día siguiente, el día del ‘Cartel Internacional’ del Let’s. Comenzaron De Vito con muy buen pie dando bastante caña con un directo impecable y demostrando que los premios que los avalan no son coincidencia. Tras esto, llegaba la hora de ver ese nuevo proyecto de Belly y Marc de Dorian llamado After After Hours, una buena propuesta a medio camino entre la electrónica y el rock, aunque el directo no acabó de convencer, ya habrá más oportunidades para que esta nueva propuesta fragüe en directo como los lives de su Nave Nodriza Dorian. Ebony Bones entró cual huracán e hizo bailar al público con sus ritmos africanos, quién diría que el concierto era a medio gas por culpa de un resfriado… El sábado vimos a unos Fred i Son un tanto fríos que defendieron notablemente su repertorio, a unos Single un tanto incómodos a diferencia de otras veces. Gracias a Dios el gran show de vestuario de Teresa y esa elegante puesta en escena de gran dama que le caracteriza hizo que la presentación de los nuevos temas de “Monólogo interior” fuera bastante ameno. Había ganas de escuchar a Christina Rosenvinge en uno de los primeros conciertos en Barcelona donde

presentaría sus nuevos temas incluidos en “La joven Dolores”. Un lleno, un éxito y un placer de concierto. El siguiente fin de semana lo abrió Pau Vallvé en el Deposito Legal. Junto a María Coma hizo un repaso de sus temas con otras formaciones y presentó “2010”, un trabajo realmente delicioso. Odio París abrían el cartel del viernes. Cuanto más les escucho más me recuerdan a otros grupos, aun así no fue un mal directo. Nadadora intentó llevar adelante su show con algunos problemas de sonido pero para muchos acabó siendo uno de los conciertos ‘raros’ de la noche. La Bien Querida presentaba “Fiesta” antes de su salida al mercado, una dosis de buenas letras con arreglos excelentes y una puesta en escena impecable (aunque un poco estática para mi gusto). Los sevillanos Montevideo no son unos recién llegados, cosa que dejaron claro con un concierto intenso. Los conciertos de Napoleón Solo son un desfase. Yo estaba más pendiente por ver si Alonso, vocalista del grupo, acababa con sus huesos en el suelo con tanto giro y tanto salto que de la propia música. Concierto extridente de la noche al que, francamente, le sobró mucha pose de rock’n’roll start. Supersubmarina hicieron uno de los mejores conciertos del festival, sonando muy bien y ganándose al público. Otro fin de semana que se va, dejándonos dos grandes conciertos. Y llega el último fin de semana de festival, con

unas Aias a las que se les quedo bastante grande el pequeño espacio del Depósito Legal. Al día siguiente, Joan Colomo con su show de monólogos y canciones hizo uno de los concierto más divertidos de la noche y del festival (¿se prepara los chistes?) presentando temas que formarán parte de su nuevo disco. Adanowsky arrasó con un gran directo y, sobre todo, por la voluntad de una gran parroquia femenina que no se perdía ni uno solo de sus movimientos: voló ropa interior y se marcó unos bailes con sus ‘groupies’. Cerró la noche De Pedro, repasando temas de su último trabajo y regalándonos covers de Calexico y de la Velvet Underground. El último día Ornamento y Delito son los encargados de abrir el telón con ese angustioso y desconcertante sonido y una presencia escénica de lo más dispar (guitarras arrastradas por el suelo bailan con movimientos imposibles). Siguió Cuchillo con gran solvencia sobre el escenario (como siempre) presentando su EP “Duat”, nueva referencia a tener muy en cuenta. Pony Bravo consiguieron la sala más llena del sábado. Hicieron bailar a un publico muy entregado (que no paraba de corear “Bravo, Pony, Bravo”) con su potaje de krau, psicodelia y rock andaluz. Sí, bravo Pony, bravo, un gran concierto y el contrapunto perfecto para acabar el gran cartel del Let’s Festival de 2011. Algunos nos quedamos bailando hasta muy tarde gracias a los Go Mag DJs.


074/075

maschine!, maschine!, maschine!

Anti-hackers SIEMPRE CON CONDÓN Ya no miramos de reojo. Al menos es eso lo que se desprende de un estudio realizado por el Observatorio de la Seguridad de la Información de INTECO. Según este trabajo, ha aumentado el nivel de confianza en Internet por parte de los usuarios españoles para realizar operaciones económicas. Se trata de un grado de confianza alto con respecto a periodos anteriores. Por ejemplo, aproximadamente 6 de cada 10 usuarios muestran mucha o bastante confianza en la utilización de banca electrónica. Textos

Xan Pita

A

pesar de este considerable nivel de confianza en Internet como canal de realización de transacciones económicas, los ciudadanos siguen mostrando más confianza en la utilización del servicio en persona. En cualquier caso, la tendencia es positiva, el porcentaje de ciudadanos que afirma confiar mucho y bastante en las operaciones que implican pagos y transacciones económicas a través de Internet se incrementa trimestre tras trimestre. Cada día disminuyen un poco más para los usuarios las diferencias entre la banca y comercio electrónicos y los mismos sectores tradicionales, y es posible prever una identificación a largo plazo en el mismo servicio, sea cual sea el medio de interacción de los agentes. NO IMPORTA QUE ME TIMEN

El haber sufrido un intento no consumado de fraude no influye significativamente en los hábitos de uso de compra y banca electrónica. Tras haber sufrido un intento de fraude, un 83,3% de los usuarios mantiene invariables sus hábitos de compra en Internet y un 90,3%, sus hábitos de banca electrónica. Igualmente, las tasas de abandono son minoritarias (en torno al 4%), incluso entre los ciudadanos que han experimentado una pérdida económica. Se trata de un paso más en el camino de la adaptación de

la sociedad a las nuevas tecnologías, concebidas cada vez por más usuarios como herramientas para alcanzar eficacia y eficiencia, y no como una fuente de peligros o fraudes.

proporcionan mucha información valiosa sobre ti. De manera que debes ser estricto, a menos que conozcas a alguien personalmente, impídele el acceso a la mayor parte de tu información.

NO BAJES LA GUARDIA

UTILIZA PREGUNTAS SECRETAS MÁS INTELIGENTES

Pero tampoco hay que emocionarse. Cuando te conectas a una red WiFi pública, tu información flota por el aire a disposición de cualquiera. Es más, cualquier persona mínimamente familiarizada con la seguridad informática puede hacer magia en las entrañas de tu ordenador. Algo tanto sencillo como llamar a tu proveedor de servicios de Internet y eludir algunas preguntas son más que suficientes para cambiar tu contraseña. Así que, vamos con ello. Para que tus datos no caigan en manos ajenas, presta atención a los siguientes cabos sueltos.

Un hacker ni siquiera tiene que adivinar tu contraseña; basta con hacer clic en “¿Olvidaste tu contraseña?” para ver tu lista de preguntas secretas. Si tu pregunta es siempre el nombre de tu perro y el nombre de tu perro está en tu sitio web, pues… cualquiera puede cambiarte la contraseña. Si puedes escribir tus propias preguntas, hazlo. Si no puedes, escribe respuestas que solo tú conozcas. O mejor aún, invéntatelas, pon que tu primer perro se llamaba Mr. Piños.

ELIGE QUIÉN PUEDE VERTE

En Facebook están tus amigos, tus conocidos y las rubias macizas de tus sueños (en serio, un experimento realizado en 2010 por la empresa tecnológica BitDefender comprobó que el 94% de los usuarios aceptaban una petición de amistad de una mujer hermosa que no conocían). Y aunque no creas que tus actualizaciones de estado sean brechas de seguridad,

NO SEAS ELECTRÓNICAMENTE PROMISCUO

Ojo con entrar en cuentas personales desde un ordenador público. Alguien podría haber instalado un programa de seguimiento o podría venir después y ver lo que has estado haciendo. Y lo mismo se aplica a las redes WiFi públicas. Tu información flota por el aire a disposición de cualquiera. Si tienes que acceder a una cuenta personal en una red abierta, asegúrate de que la dirección web empieza con ‘https’ en lugar de ‘http’. La ‘s’ añadida significa que el sitio utiliza la encriptación SSL para proteger tu privacidad.


“DC Universe Online”

¿Quieres ser un superhéroe?

Es la enésima maravilla de una compañía que va sobrada de maravillas. Un poco más arriba nos quejábamos de que hoy en día son los juegos de acción los que dictan el ritmo de este medio, y es cierto, pero Nintendo nos salva la vida. “Kirby’s epic yarn” lo demuestra. Pocas veces podremos disfrutar de un producto que se escapa total y absolutamente de las convenciones. Bueno, a ver, en realidad se adapta a las reglas no escritas del género de plataformas. Pero ahí acaban las similitudes con cualquier otro producto.

Los jugadores de consola ya tienen su propio MMORPG imprescindible. Tantas siglas esconden un tipo de juego que los usuarios de un ordenador llevan disfrutando desde un buen puñado de años, rol persistente. Es decir, juegos que siguen vivos después de que apagues la máquina. Aunque no es la primera vez que las consolas cuentan con un MMORPG, sí es cierto que, por fin, la experiencia es plena y completa. El milagro se ha producido gracias “DC Universe Online”, un juego de acción y rol ambientado en el universo de ficción de los comics DC. Delicioso, en serio.

iRadar Cobra

Altec Lansing Octiv Duo

No te pierdas nunca

La música sin conflictos

La mayoría de los detectores de radar suenan como R2-D2. El iRadar Cobra es como C3PO, utiliza alertas visuales y te las muestra a través de tu smartphone, quen las interpreta. El iRadar puede indicar la fuerza de la señal de radar y su tipo, de manera que podrás distinguir con más exactitud de qué se trata.

Recuerda este nombre, Altec Lansing Octiv Duo. Es el amigo perfecto para la pareja perfecta, un soporte con doble temporizador iPhone/iPod. Tiene una aplicación para que cada uno os pongáis alarmas y listas de reproducción independientes. Por la noche puedes además elegir el porcentaje de canciones que se deben sacar de uno u otro aparato.

Striker Flexit

Pioneer SE-NC31C

Que se haga la luz

El sonido de la calle lo pones tú

Ya puedes sacarte la linterna de la boca. Este milagro de silicona llamado Luz Striker Flexit no necesita que lo sujetes, ya que es más flexible que un contorsionista del Cirque du Soleil y se junta a casi cualquier objeto. Sus 16 puntos LED tienen 3 niveles de intensidad. Con la carcasa puedes formar un foco o un tubo con el que iluminar toda una habitación.

Si eres de los que cuando van por la calle quieren escuchar música y sólo música, Pioneer acaba de lanzar los nuevos auriculares de tipo cerrado SE-NC31C con cancelación de ruido que incorporan un micrófono que recoge todo el sonido ambiente y lo elimina hasta un 90%. Además, gracias a su diseño de ahorro de energía, ofrecen hasta 120 horas de reproducción continua. Otra pequeña joya de Pioneer.

maschine!, maschine!, maschine!

“Kirby’s epic yarn”

Para no perder el hilo


MODAGADGETS Lambretta Espíritu 60’s

GADGETS

La nueva colección de Lambretta traspasa el asfalto y el universo cosmopolita para conquistar el mundo sin fronteras. Este estilo se traduce en unas prendas inspiradas en los años 60, como si los diseños hubiesen pasado de generación en generación y hubieran ido incorporando rasgos de cada década, pero sin perder nunca la esencia del pasado. La recreación de las cazadoras y las chaquetas Harrington de inspiración motera, en materiales ultra sofisticados, combinan a la perfección con los cardigans de punto y cuello en ‘V’ y las camisetas Lambretta en colores brillantes con nuevas estampaciones.

TEXTO ANA TOMÁS

Fred Perry by Amy Winehouse

76-77

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Missoni Loves Havaianas

Piqué protagoniza H.E. by Mango Próxima cita en marzo Gerard Piqué, el guapo jugador del F.C. Barcelona, es la nueva imagen de H.E. by Mango, la línea masculina de la conocida marca española, basada en los clásicos adaptados a las tendencias actuales. Es el salto definitivo de Piqué al mundo de la publicidad, en el que ya había hecho sus ‘pinitos’ anteriormente, y un momento dulce en la vida de Piqué tanto en lo deportivo como sentimental (últimamente más por lo segundo tras la confirmación de su noviazgo con la cantante mexicana Shakira). El futbolista ha firmado un contrato por dos temporadas con Mango, ya que según los responsables de la marca, Gerard Piqué encarna a la perfección el hombre contemporáneo: joven, con personalidad, desenfadado y con un estilo propio. El éxito profesional y personal han sido requisitos básicos para que la marca apueste por el joven futbolista, que en 2010 se convirtió en Campeón del Mundo durante el mundial de Sudáfrica. Con look casual, con traje, con gabardina o incluso con chaqueta de cuero, Piqué destila personalidad y elegancia a borbotones. Con esta colaboración, Mango, que hasta ahora sólo ha contado con modelos para sus campañas, apuesta por rostros conocidos para protagonizar sus campañas publicitarias.

Esta primavera promete grandes colaboraciones. Grandes, ¿qué digo? Fantásticas. Y es que cuando dos iconos de la moda se encuentran, el resultado solamente puede ser uno: una colección que hará historia. ‘Missoni loves Havaianas’ concentra todo lo que estas dos firmas tienen en común: explosión de colores, frescor y moda. La colección está disponible en cuatro modelos con estampados exclusivos que retoman el célebre zigzag de la firma italiana. El broche final: una bolsa fabricada en Italia en exclusiva por Missoni con estampado de la casa para guardar tus Havaianas y que combina los colores de las banderas de Italia y Brasil.... ¡Pure love!

En su segunda colaboración, Fred Perry y Amy Winehouse dan un giro “tiki” a las prendas primaverales reversionando las piezas clásicas de la firma del laurel e incorporando un estampado hawaiano diseñado y elegido personalmente por Amy. La colección ha crecido hasta alcanzar las 32 piezas ente las que ahora se incluyen bolsos, zapatos y otros accesorios. La línea continua incorporando piezas típicas de Amy: el polo con doble raya en el cuello siempre levantado; la chaqueta Harrington en versión mini; la camisa anudada en estampado vichy; y el pequeño twinset en cashmere, esta vez adornado con un bordado hawaiano en la espalda. Algunas de las piezas más destacadas son también el vestido y la camisa hawaianos de cuello halter, el mono corto en vichy y el short en rojo escarlata. La colección se completa con nuevos accesorios. El bolso tubo de Amy y el clutch de paja cuelgan de los brazos mientras las cinturas se ciñen con anchos cinturones y los pies se preparan para bailar vistiendo mocasines de ante y piel en varios colores.


Freddy Casual spring

Adidas Is All In Con Justice

La colección de Freddy para esta primavera refleja la experiencia de una marca que lleva más de 34 años desarrollando y diseñando textil y calzado de la mejor calidad. Bajo el concepto Slounge, Freddy integra una amplia variedad de líneas. Así, Freddy ‘80 actualiza el espíritu sportswear de los años 80 en una amplia gama de colores básicos y de moda. Las prendas femeninas incorporan grafismos vintage en fucsia, mientras que el naranja protagoniza las prendas masculinas. El espíritu deportivo de Freddy se contagia de glamour en la colección Athletic Life, que puede llevarse tanto para el gimnasio como para el día a día. El objetivo de Emotion es disfrutar del tiempo libre y llevar un look urbano. En sintonía con la tendencia del momento, la línea propone motivos decorativos como diferentes estampados y delicadas tachuelas. Por último, Fusion está pensada para llevar tanto en la sala de ensayo como en la calle.

La marca del trébol acaba de lanzar la mayor campaña de marketing de su historia. Es la primera vez que la empresa crea una estrategia que une Adidas Sport Performance, Adidas Originals y Adidas Sport Style, potenciando la visión más diversa y global de la firma hasta el momento. Capturados en su entorno natural y auténtico, los embajadores de la marca, desde estrellas del fútbol como Lionel Messi y David Beckham y grandes figuras de la NBA como Derrick Rose, hasta iconos del pop como Katy Perry y muchos otros, demostrarán que cuando te apasiona algo, lo das todo. Dirigida por Romain Gavras, la nueva comunicación corporativa tiene como banda sonora la canción “Civilization” de Justice, el grupo francés de moda, y gira en torno a un anuncio para televisión y dos destinados al cine, para después moverse en redes sociales, donde además se sortearán entradas para ver a Kate Perry.

Vans Girls Black & White La firma norteamericana Vans sabe que el espíritu callejero requiere renovación cada temporada. Por eso, mentes creativas idean vanguardistas propuestas para sorprendernos y hacernos vibrar estación tras estación. Esta primavera, la línea femenina de Vans nos ofrece una amplia variedad de ropa, calzado y complementos que van desde el estilo diario más dulce hasta el look más nocturno y rockero. Top, minifalda para resaltar la cintura, bolso con estampación a medio camino entre el graffiti y el arte más naif (que será la sensación de los amantes de los gatos) y zapatillas con aura Oxford. Un total look que resaltará tu faceta más chic. Verano, here we go!

Wrangler Blue Bell Denim Made in USA Wangler Blue Bell lanza el denim fabricado en Estados Unidos como gran novedad para esta temporada. ‘Made in USA’ es la primera colección que se ha fabricado en el mítico Cone Mills en Greensboro, Carolina del Norte. Blue Bell regresa a las raíces del denim en su nueva colección pero sin dejar de mirar el presente y hacia el futuro. La colección está fabricada e inspirada en los Estados Unidos recreando un look de tienda vintage americana. La web www.bluebelljeans.com es uno de los escenarios protagonistas de la nueva colección de Wrangler Blue Bell. Una vez más el escaparate online de Blue Bell está protagonizado por Tony Ward y cuenta con lo último en tema de webs. Ha sido grabada como si fuera un cortometraje y se presenta en dos pantallas simultáneas interactivas dónde dos escenas suceden al mismo tiempo. La pantalla empieza en una misma imagen pero se divide en dos, representando el futuro y el pasado de un momento en el que Tony Ward se encuentra en el suelo a las puertas de una cafetería en Palm Springs. Este paralelismo refleja la esencia de Blue Bell, una línea inspirada en el pasado pero con vistas al futuro. El vídeo puede verse en alta definición, recreando así una experiencia cinematográfica.


625 líneas Spartacus / cine Raúl Ruiz

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Spartacus Gods of the arena AMOR DE HOMBRE El ludus se inunda de vapor. Los gladiadores pasean sus vergas como si fueran longanizas curándose en la fábrica de Revilla. Dos

tipos de metro noventa se manosean, mientras Gannicus cincela sus bíceps levantando una jarra de vino con miel. Hay piques, luchas improvisadas, torsos hercúleos que se escurren entre aceites corporales… Antes de Spartacus también había vicio y sangre, claro que sí, y “Gods of the arena” es la demostración de que, con el tracio o sin él, seguiremos disfrutando como imbéciles de una fórmula tan sencilla como efectiva. Lo juro por la polla de Júpiter.

Texto

Óscar Broc

E

l ser humano es un animalejo de gustos bajos y sencillos. Somos simples portadores de información genética que se mueven a golpe de biolectricidad en un rincón invisible del universo. Aunque intentemos maquillar nuestra intrascendencia cósmica escuchando vinilos que nadie tiene, leyendo las novelas más gruesas de Thomas Pynchon o viendo películas coreanas, la cruda realidad después de miles de años de evolución es que todavía nos regimos por pulsiones muy básicas. Inquietantemente básicas. Si hay una serie que nos ha enseñado esta máxima en toda su fealdad, esa es “Spartacus: Sangre y arena”. Sexo y violencia. Vida y muerte. Tetas y pollas. La mejor producción televisiva del 2010 cogió a muchos incautos por sorpresa —servidor el primero— y dejó, después de su primera andadura, un hambre voraz entre sus incondicionales. Cuando te dan tanta pornografía, tanta sangre, tanta testosterona, tantas depilaciones brasileñas y tantos manubrios caballares, lo último que esperas es que el grifo se cierre, sobre todo en las circunstancias que minaron las perspectivas de futuro del que es sin duda el título estrella del canal Starz. Andy Whitfield, el deseado protagonista de la serie, cayó en desgracia y un linfoma muy agresivo le apartó de la vida pública. Ante la disyuntiva de sustituirle o no, y para ganar tiempo, la cadena retrasó el rodaje de nuevos capítulos, dando salida a una precuela que no precisara de la participación del actor. El objetivo era justificar otra entrega de “Spartacus” sin Spartacus; el formato era perfecto para saciar momentáneamente a los fans y rezar, de paso, para

que Whitfield se recuperara. Así pues, lo que nos ofrece esta miniserie de 6 capítulos es un viaje atrás en el tiempo para presenciar en primera fila la ascensión de la casa Batiatus en la jerarquía de la peligrosa ciudad de Capua. Esta vez, somos testigos de la coronación de Crixus como campeón y de la leyenda de Gannicus, un gladiador asombroso capaz de ganar un combate a muerte con los ojos vendados. Excusas más que válidas para satisfacer nuestro cerebro reptiliano a base de carnicerías ultra gore, salpicaduras de sangre más propias de la matanza del cerdo que de una lucha hombre a hombre, toneladas de soft porn gratuito con polvazos memorables, despiporres homoeróticos y más desnudos integrales masculinos que en la piscina de Ricky Martin. Que nadie se preocupe. Los creadores de esta franquicia saben de qué va el tema y no sólo insisten en dichas constantes, sino que las intensifican hasta el paroxismo. Hay más fornicio, más violencia, más chorros de plasma, más nabos y más almejas. Si “Sangre y arena” era rock’n’roll, “Gods of the arena” es heavy metal a toda hostia. Pero lo mejor es que, lejos de bastarse con alimentarnos a base de obscenas cucharadas de inmundicia moral, los guionistas también clavan los codos en la mesa, redondeando un producto perfecto tanto en su aberrante forma como en su adictivo fondo. No parece que esta precuela haya sido concebida como un parche ocasional o una simple anécdota en la mitología de Spartacus. Resulta sorprendente la maestría con que se ensamblan las piezas hacia atrás, desandan-

do los pasos de la primera campaña. La miniserie comienza con la masacre final del recordado capítulo “Kill’em all”, para convertirse en un gigantesco flashback narrado con la velocidad y contundencia de un rinoceronte anfetamínico. Los personajes vuelven a estar soberbiamente dibujados, las tramas reposan sobre mimbres argumentales muy sólidos y el desarrollo de la acción entronca, con gran fluidez y precisión, con los hechos futuros que ya hemos presenciado. Además, una segunda temporada correlativa en el tiempo nos habría privado de los bastardos más fascinantes de Capua, con permiso de Spartacus, el maquiavélico matrimonio formado por Batiatus y Lucretia. Por suerte, aquí siguen vivos. John Hannah —soy devoto de este freak con ojos de batracio— y Lucy Lawless —sí, la mismísima Xena— se convierten en absolutos protagonistas y nos regalan un recital especialmente dedicado a los que maldijeron su funesto destino en el ‘the end’ de “Sangre y arena”. Esta precuela no es ninguna tontería. Es tan buena como la serie de la que deriva. Una ecuación ganadora, pulida con esmero, mucho más aerodinámica y con todos sus factores multiplicados por dos. No hay droga parecida en la tele. “Gods of the arena” te proporciona un globo que ninguna otra ficción es capaz de conseguir. Cuando no hay techo, no hay límites y cualquier depravación parece posible; la descarga de adrenalina es tan devastadora que se genera una adicción espantosa. Un Dragon Khan sin frenos, una ruleta rusa con cinco balas en el cargador, un morreo de Belén Esteban… Es la era del péplum poligonero.


Amante de un cine popular y de un cine intelectual, Raúl Ruiz está a los dos lados de la cama. Su última película, “Misterios de Lisboa”, se sumerge en los dominios del misterio y del folletín. Una telenovela llamada a ocupar los cines de arte y ensayo.

Texto

Violeta Kovacsics

Raúl Ruiz LAS CLAVES DEL MISTERIO

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irector chileno, Raúl Ruiz se ha trasladado a Portugal, su segunda casa, para realizar una miniserie de época que ha amoldado a la gran pantalla. Para sus “Misterios de Lisboa”, ha tomado un texto del escritor Camilo Castelo Branco y lo ha condensado en cuatro horas en las que se dan toda suerte de pequeñas aventuras. Ruiz se ha prodigado en el terreno de un cine de género que sugiere, de un cine basado siempre en la puesta en escena. A lo largo de su extensa filmografía ha conciliado siempre dos ideas que parecen insistir en anularse mutuamente, lo popular y lo intelectual. “Misterios de Lisboa” sigue esta línea. “Siempre pensé que la estructura de las telenovelas tenía elementos que la hacían más pertinente que la estructura en tres actos de la literatura anglosajona. Además, el mundo de Castelo Branco está lleno de peripecias, la mayoría de las cuales él realmente vivió. Personalmente, me interesa la mezcla entre lo popular y lo culto”. Portugués de adopción, Ruiz ha construido una película que ahonda constantemente en la palabra y en los silencios. “Misterios de Lisboa” se basa en los recuerdos que un cura narra a un chico que desconoce su nombre y procedencia. Ruiz no dudó en darle protagonismo a la lengua, “Lo fascinante del

portugués es que siendo un idioma tan próximo al castellano es radicalmente distinto por la redistribución de los énfasis de los silencios, que no están en el mismo lugar. Esto permite trabajar con sensaciones ambiguas y con sentimientos complejos. Normalmente, se dice lo que se debe decir pero se callan algunas cosas. En el portugués es más poderoso lo que está implícito”. Ruiz trabaja constantemente sobre la idea del recuerdo. En un momento, un hombre y una mujer se miran en una sala de baile; ellos se mueven, la cámara también, todo se vuelve frágil. “Coloqué a los actores sobre unos raíles. Al ser todo una evocación quería crear una cierta inestabilidad del espacio. En cine los espacios son muy definidos y si los elementos se desplazan se recupera esa inestabilidad espacial de la literatura”. Todo en “Misterios de Lisboa” tiene un halo de misterio. Las escenas se desarrollan bajo hipnóticos planos secuencia y la cámara se mueve siempre con sigilo. “La primera preocupación que tenía era sobre cómo transmitir la temporalidad del siglo XIX. Si usara un sistema narrativo más clásico entraría en una temporalidad más actual. Mi idea era introducir una lentitud que no fuera aburrida, que fuera agradable”. Ruiz sabe en qué terreno se maneja, filma en

términos de un cine aparentemente difícil, pero los convierte en algo accesible. Ruiz no niega los parecidos (profundos, no superficiales) con el blockbuster del último verano, “Origen”. Como en la película de Christopher Nolan, “Misterios de Lisboa” convierte los decorados en algo frágil, en algo cambiante, y da la vuelta a las normas narrativas convencionales. Uno se mueve bajo el ritmo trepidante de un filme de Hollywood; el otro, bajo la pausa de la literatura del siglo XIX. El entramado de personajes de “Misterios de Lisboa” es digno de una telenovela. En este sentido, no resulta extraño que el filme se gestara en el seno de la televisión: “francamente, prefiero la versión para cine, respira más”. El tempo reposado del filme va desde el texto hasta las condiciones de Ruiz durante el rodaje. El director sufrió serios problemas de salud durante la creación de “Misterios de Lisboa”. “Visto con distancia, diría que los problemas de salud fueron saludables. Vivir el rodaje con una espada de Damocles hizo que tuviera más cuidado de lo habitual. También cargó la película de un cierto patetismo”. Como en sus películas, en las que siempre planea algo mágico, al final se produjo el milagro y Raúl Ruiz firmó cuatro horas de un cine tan radical como accesible.

Misterios de la Berlinale

nueva ola de cine berlinés, Ulrich Köhler se adentra en territorio africano y flirtea con el fantástico para construir una cinta en dos tiempos que da la vuelta a la placidez con la que se aborda el tema de la cooperación. 06 “Household X” Como si de un sucesor de Koreeda se tratara, Kôki Yoshida retrata el día a día de una familia en plena fase de desintegración. El padre trabaja sin dominar sus tareas, el hijo huye constantemente y la madre se rebela y se atiborra a comida preparada. 05 “Dreileben” Christian Petzold, Dominik Graf y Christoph Hochhäusler, tres directores de la Escuela de Berlín. Un único proyecto formado por tres películas distintas que parten de una misma premisa, un asesino anda suelto. 04 “Ader and Simin” El Oso de Oro fue para una película sólida que se adentra en la separación de una pareja y las consecuencias que ésta tiene en el pequeño entorno familiar. Cámara en mano, actores

rigurosos y una trama que no para de girar. 03 “Cave of forgotten dreams” Werner Herzog lo tenía claro, el 3D no estaba hecho para retratar a inexistentes seres azulados, sino para adentrarse en la cueva que contiene las pinturas rupestres más antiguas. Estalactitas al alcance de la mano para un documental con la habitual ironía de su director. 02 “Valor de ley” Aunque estrenada antes de su paso por Berlín, sería injusto olvidar que esta cinta que ha alumbrado el arranque del 2011 pasó por el festival. Un western inusual y una de las más bellas películas de iniciación que se recuerdan. 01 “A torinói ló” Dice Béla Tarr que esta es su última película. De ser así, el húngaro se retira por la puerta grande. Con una anécdota contada sobre la pantalla en negro arranca esta cinta de tintes filosóficos e imágenes hipnóticas en las que el Apocalipsis se dibuja desde la más perturbadora cotidianidad. Violeta Kovacsics

10 “Pina” Visualmente deslumbrante, este documental dirigido por Wim Wenders y dedicado a la bailarina Pina Bausch sorprende por una utilización intencionada del 3D (¡al fin!) y por la fantasía que desprenden sus escenarios y números musicales. 09 “Come rain, come shine” Una pareja en plena ruptura. Una casa amplia. Una tormenta que nos encierra en el hogar que se está desintegrando. Cotidianidad llevada al extremo y unos planos secuencia que arrastran al límite al espectador. 08 “Under the hawthorne tree” Zhang Yimou ha dejado a un lado el colorismo imperante en su filmografía para realizar una cinta eminentemente gris (en lo estético) y tierna. Una historia de amor sin grandes alardes. 07 “Schlafkrankheit” Cineasta capital dentro de la


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cine

Columna

Texto

Philipp Engel

Philipp Engel

“Carlos” DE OLIVIER ASSAYAS (FRANCIA, ALEMANIA, 2010).

Festival Internacional de Cinema D’Autor de Barcelona. D’A

Echaremos mucho de menos el BAFF, una década cargada de recuerdos. Pero parte del equipo de aquel ya legendario festival de cine oriental ha puesto en pie otro festín de cine inédito de calidad que, en esta ocasión, no entenderá de fronteras. Lo que nos adelantaron como Cinemart, ahora se llama D’A, un nombre un poco raro ¿No? ¿Vamos al D’A? Venga, y ahí van unas cuantas perlas de lo que se verá a lo grande del 29 de abril al 8 de mayo en la Ciudad Condal. Una excelente selección, con la retrospectiva dedicada a Guy Maddin (11 largos y 24 cortos) como reclamo más llamativo.

el cine que viene (al D’A) “My Winnipeg”

“Bibliotèque Pascal”

DE GUY MADDIN

DE SZABOLC HADJU

No hace falta ser un experto para presentir que el corazón de la obra del canadiense más excéntrico se encuentra en este arrollador artefacto, su mejor película, que es tanto un poético documento sobre su ciudad natal como una exploración fetichista de un pasado familiar en el que la Ann Savage de la mítica “Détour” (Edgar G. Ulmer, 1945) ejerce de diabólica madre. La urbe que nos ha visto nacer es como la madre de la que no podemos escapar. Cierto.

Más promesas del Este. Les mentiría si les dijera que la he visto, pero el póster que remite a “Irma Vep” (1996) —Assayas, una vez más— y las comparaciones con los imaginarios barrocos y/o coloristas de Kusturica, Greenaway y el Tarsem Singh de “The fall” me bastan para colocarla en cabeza de mis asignaturas pendientes. Dicen que el argumento —emigrante prostituida en el club del título— no explica nada, y que la película cambia constantemente. Ganas.

“Le père de mes enfants”

“Hi-so”

DE MIA HANSEN-LOVE

DE ADITYA ASSARAT

Hablando de corazón, desde los mismos títulos de crédito al ritmo del “Egyptian reggae”, de Jonathan Richman (sí, tu tenías el single) supe que esta película me lo robaría para siempre. Intimamente ligada a Olivier Assayas, que aquí recordaremos por “Las horas del verano”, Mia Hansen-Love ha encontrado su propio lugar con esta maravilla en la que se perfila la sombra espectral del fallecido productor Humbert Balsan. No me cansaré de amarla como un loco.

El fantasma del BAFF estará presente con una selección oriental presidida por un Hong Sang-soo (“Oki’s movie”) —será la misma película que siempre queremos volver a ver— y esta muy fascinante prolongación o mise en abîme de “Wonderful town” (2008) —el paisaje después del tsunami vuelve a ser motivo, en la película y en la película dentro de la película—, que supera con creces a su ilustre precedente. Entre Ratanaruang y Weerasethakul. Finísimo.

“Meek’s cutoff”

“Outrage”

DE KELLY REICHARDT

DE TAKESHI KITANO

Hablando de amor, me parecería estúpido no caer rendido a los pies de la realizadora de “Old joy” (2006), que vuelve a demostrar su extraordinaria sensibilidad y su absoluta maestría en este tercer opus donde repite la Michelle Williams de “Wendy and Lucy” (2008). Algunos aseveran que el western es un género machista (¿?), pero al final resulta que, más allá de los Coen o de Andrew Dominik, la última palabra del género la ha escrito una mujer. Definitiva.

No podía faltar, y menos en estos momentos, una representación japonesa. Beat Takeshi regresa, por fin, a las esencias del cine de yakuzas tras su agotadora trilogía deconstructiva, mientras que Sion Sono, que puso de rodillas al público del BAFF con la monumental “Love exposure” (2008), también vuelve al territorio gore-grotesco de un “Strange circus” (2005) con un delirio en el que cabe drama familiar, tiendas de peces exóticos y montañas de carne picada.

“Essential killing”

“El extraño caso de Angélica”

DE JERZI SKOLIMOVSKY

DE MANOEL DE OLIVEIRA

Si “Meek’s cutoff” nos habla de la supervivencia de un grupo de colonos en un árido paisaje que puede recordar a la Australia de Peter Weir, un Vincent Gallo justamente galardonado como Mejor Actor en Venecia y Mar del Plata es aquí (Sección Promesas del Este) un afgano apresado por los americanos que huye en la nieve y trata de sobrevivir matando en algún lugar del norte de Europa. En tiempos de crisis mundial, la supervivencia es un tema recurrente.

El que entierra a sus colegas al tiempo que da lecciones de vitalidad a los que quedan vivos parece el más indicado para bajar el telón de esta nueva aventura para espectadores con criterio y amantes de la pantalla grande. Los que miden el cine por su velocidad huirán de los planos eternos del maestro luso, pero los más aguerridos disfrutaran de un bello objeto surreal donde un fotógrafo se enamora de la bella que resucita al hacerle una foto.

Servidor no ha hecho los deberes. Ni tan siquiera se ha molestado en chequear el montaje pensado para salas de este tríptico sobre el terrorista estrella de los 70 que fue la máxima sensación en el pasado Festival de Cannes. Y es que no cabe duda. Aún sabiendo que Assayas habrá hecho un buen trabajo acortando el film a 165 (Alemania) o 185 minutos (Gran Bretaña), las matemáticas mandan y esta versión, llamémosla cinematográfica, sólo puede ser la mitad de buena que la versión original de cinco horas y media, porque en aquella sencillamente no sobra ni un minuto. “Carlos” es una bomba. Lo que ha hecho el revolucionario Olivier Assayas es volar por los aires las fronteras entre cine y televisión para crear una magna obra audiovisual que le confirma definitivamente como grande entre los grandes, un director al que ya no le queda nada por demostrar. El primer gran acierto es haber contado con el poco conocido Edgar Ramírez, que se fusiona con Ilich Ramírez Sánchez aka Carlos para revelar a un actor (justamente aclamado como el nuevo Brando por su brutal talento y magnetismo sexual) que ha sabido mutar al hilo de los años que castigan a su personaje, desde sus inicios a principios de los 70 hasta que es apresado, tras una lenta decadencia, en 1994. El resto de los méritos corresponden al propio Assayas, que domina a la perfección los diferentes ritmos —el fulgurante ascenso y la agónica caída— de este apasionante thriller político internacional que nos lleva de ciudad en ciudad, donde realmente sucedieron los hechos, al son de una anacrónica banda sonora poblada de clásicos de la new wave (Feelies, Wire, New Order...). Al poco de abrirse la frenética primera parte, nos atrapan los primeros compases de “Loveless love” y “Carlos” nos coge por los huevos... Y ya no nos suelta, demostrando que un recital hedonista de acción y sensualidad que no insulte la inteligencia del espectador no sólo es posible, sino que hasta se puede superar ese modelo americano al que Assayas, como crítico, tanto ha venerado. “Demonlover” (2002) y “Boarding gate” (2007), ambas con mucho aeropuerto, ya perfilaban al parisien como uno de los pocos nombres propios capaces de dinamitar fronteras de todo tipo para llevar a cabo una empresa tan irrepetible como ésta, la historia de Carlos El Chacal, un personaje que no se permite juzgar, manteniendo una mirada equidistante que beneficia el sentido de un gran espectáculo, que nos permite comprender mejor el mundo en el que ahora mismo estamos viviendo.

autopsia


cine

“El último verano”

“Howl”

DE JACQUES RIVETTE (FRANCIA, ITALIA, 2009)

DE ROB EPSTEIN Y JEFFREY FRIEDMAN (EE.UU., 2010)

“Sucker Punch” DE ZACK SNYDER (EE.UU., 2011)

¿Qué edad tiene Zack Snyder? No, no, olvida la wikipedia. Me refiero a cuánto ha crecido, qué lleva ahí dentro, cuál es su edad mental. Desde luego no seré yo quien acuse a nadie de infantiloide por abusar más o menos de elementos fantásticos en su obra, alzar la espectacularidad visual o saberse cómodo sumergido en universos de fantasía. No es esa edad mental la que me preocupa. Más bien se trata de saber si este tipo se ha quedado atrapado en la coyuntura de un adolescente reprimido, que mira a las chicas de lejos sin atreverse a hablar con ellas, o es más bien un viejo verde anticipado que necesita rodar películas para levantar faldas. No hablamos de nada serio o expresamente erótico, todo en plan timorato, un simple mirón. Para un tío que en toda su carrera sólo se puede vanagloriar del gran logro de conjugar la cámara lenta con la rápida (¡uf!), es posible que sea una gran aspiración juntar a chicas bonitas vestidas en cueros y faldas de colegialas, blandiendo espadas y metralletas, y enfrentarlas a proxenetas o zombies nazis a través de tres planos de realidad por el simple recurso de una ensoñación carrolliana, elevada al máximo decibelio entre escandalosas cinéticas de videojuego. Hacer una película así es de mamones, y Snyder se merece un puñetazo. Albert Fernández

Tras la insuperable “La duquesa de Langeais”, el maestro Rivette nos sorprende con una obra menor y de apariencia minimalista que bien podría resumirse en la historia de un rescate (de 84 minutos de duración). Lejos de las longitudes infinitas de “L’amour fou”, “Out 1, noli me tangere” (¡729 minutos!) o “La bella mentirosa”, esta viñeta amorosa cuenta con Sergio Castellitto en el papel de Vittorio, un italiano que socorre a Kate (Jane Birkin) cuando el coche la deja tirada en medio de la carretera. A partir de este momento, Vittorio se volverá omnipresente en la vida de Kate, hija pródiga de un circo ambulante, y su insistente cortejo logrará que ella vacíe sus traumas y pueda, finalmente, reconciliarse con su pasado. Lo más logrado del filme es la manera con que Rivette ancla a sus personajes en un especie de limbo, tiempo muerto, o lo que sea que pueda llamarse ese no-lugar poblado de trapecistas, payasos deprimidos y heridas por cerrar. Se apoya en un argumento escuálido y unos diálogos aéreos y teatrales por donde circulan emociones reprimidas y reina una sensación de derrota y escapismo constantes. Tal vez el filme no tenga las hechuras suficientes para que podamos hablar de obra maestra, pero sólo por ver nadar a sus personajes en una piscina de melancolía merece la pena. Laura Gamundí

Jamás una imitación atesorará el mérito del original. La cita del profesor David Kirk, esgrimida con porfía contra la valía del poema más celebrado de la generación beat, podría erigirse en comentario acerca de las carencias de “Howl” y su talante impostado. Rob Epstein y Jeffrey Friedman evidencian que su dilatada trayectoria en el documental encorseta las licencias del discurso de ficción mientras apelan a la anécdota para esbozar un momento álgido de la contracultura norteamericana. Por un lado, perfilando la personalidad de Allen Ginsberg (un James Franco empecinado en emular sus tics y su deje romántico) bajo la coartada de un cut-up que desvela algunos episodios del itinerario vital del escritor de New Jersey; por otro, el proceso judicial que intentaba poner en entredicho las bondades de una obra a la que se recriminaba su obscenidad moral y su cruda encarnación lingüística. En realidad, más que la recreación fidedigna de una época desde cierta predisposición estética y formal, la película celebra sus virtudes como alegato contra el advenimiento del pensamiento único (nuestra tétrica actualidad) o en su tentativa de modelar en las pinturas de Eric Drooker la cadencia rítmica y la arrebatada inventiva del literato. David López

“Potiche”

“La vida de los peces”

“Happythankyoumoreplease”

�DE FRANÇOIS OZON (FRANCIA, 2010)

DE MATÍAS BIZE (ESPAÑA, 2011)

DE JOSH RADNOR (EE.UU., 2011)

A François Ozon se le dan mejor las farsas grotescas con subtextos mal escondidos que esos melodramas banales en los que reclama filiación a Fassbinder. “Potiche” parece una inofensiva comedia inspirada en un hito del teatro de bulevar francés, pero en realidad respira más inteligencia que cualquiera de sus películas serias. También desborda insolencia desde su primer fotograma, con una Catherine Deneuve vestida en chándal y escribiendo ridículos poemas en rima consonante. Con su agudeza habitual, la actriz parodia su propia imagen de burguesa de mechas rubio platino, demostrando que se toma a sí misma mucho menos en serio que los que la siguen considerando la-gran-dama-del-cine-francés. La película funciona como parábola feminista, pero también como retrato social de una década, la de los setenta, en la que se materializaron los cambios impulsados por el Mayo del 68, mientras los conservadores franceses se atrincheraban detrás de la falsa modernidad ultraliberal. Irradiando sin cesar temas tabú sobre un género ligero, el siempre perverso Ozon fractura un final que se anunciaba demasiado conciliador con una inesperada crítica al feminismo esencialista y a la política-espectáculo, justo cuando su protagonista termina su metamorfosis convertida en una especie de Ségolène Royal avant la lettre. Álex Vicente

“La vida de los peces” remata la sensación que ya respiraba la película que le reveló, “En la cama”, y que confirmaba la siguiente, “Lo bueno de llorar” (experimento encargado por el Festival de Cine Digital de Barcelona y que rodó en sus calles en tiempo récord): Matías Bize es un cineasta con eso tan difícil de conseguir llamado estilo propio. Cuenta historias mínimas en apariencia, pero máximas en profundidad, sensibilidad, empatía, delicadeza. Navega entre los protagonistas de sus desoladores relatos y coloca al espectador en una privilegiada situación de voyeur para sufrir junto a sus personajes, que aun a pinceladas siempre están perfectamente dibujados, esos hirientes conflictos del corazón. Si “En la cama” golpeaba con un sutil viaje de lo sexual a lo emocional, si “Lo bueno de llorar” arañaba el alma con la última noche de una relación sentimental muerta, “La vida de los peces” nos invita a la fiesta de despedida de un treintañero que siente vacío vital, que no se reconoce en los espejos en los que se mira (sus antiguos amigos y, por supuesto, el amor de su vida, al que dejó escapar diez años atrás) y que busca desesperadamente una segunda oportunidad demasiado frágil. El cine de Bize avasalla con su sencillez, es emoción, es conexión, pura y dolorosa vida real. Àlex Montoya

En “Paso de ti”, el gran (en sentido literal y metafórico) Jason Segel construía un personaje que podía verse como una extensión de ese Marshall Erikssen que interpreta en la sitcom “Como conocí a vuestra madre”. Del mismo modo, Josh Radnor, compañero de Segel en la serie, ha escrito, dirigido y protagonizado una película en la que el personaje principal, Sam Wexler, es una continuación de su Ted Mosby televisivo. Las diferencias entre “Paso de ti”, escrita por Segel, y “Happythankyoumoreplease” son las mismas que distinguen la involuntaria carcajada que provoca el físico grandullón de Marshall frente a la estudiada pose de Ted. Segel, formado en la escuela Appatow, entiende la comedia como un mecanismo de exposición personal en el que la autohumillación y el ridículo son recursos absolutamente válidos con los que obtener la risa, aunque sea nerviosa, del público. En el otro extremo, Radnor decide erigirse en el enésimo portavoz generacional (y van...) y elabora un filme a medio camino entre la comedia romántica a lo Edward Burns y el indiexploitation, en el que lo que realmente parece importar es su confirmación como el actor más supercute del momento. Con sus estudiadas expresiones que parecen destinadas a su perfil de Facebook, Radnor condensa en Sam Wexler los aspectos más cargantes de Ted Mosby. María Adell


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libros Dan Fante

american most wanted Texto

“Cita en los infiernos”

Maurice Druon LIBROS DEL ASTEROIDE

Philipp Engel Tamara (Anacronic)

Ilustración

Tao Lin

NUEVA YORK, 1983

“H

aley Joel Osment la abrazó y pensó ‘Ha perdido interés en mí, se acabó, volveré a estar solo cada día en la biblioteca’. Pero cuando ella despertó, se besaron, y Dakota Fanning le desabrochó el cinturón y se metió el pene de Haley Joel Osment en la boca. Unos diez minutos después, él pensó ‘No habría hecho eso si no quisiera verme más’”. Tao Lin (“Richard Yates”). Naturalmente, Haley Joel Osment no es Haley Joel Osment y Dakota Fanning tampoco es Dakota Fanning. Haley Joel Osment y Dakota Fanning son los nicknames de un chico y una chica que probablemente se conocieron a través de internet porque a él le hizo gracia que ella se llamara Dakota Fanning y a ella que él se hiciera llamar Haley Joel Osment. Debieron pensar que estaban hechos el uno para el otro. Pero sobre todo, Haley Joel Osment y Dakota Fanning, dos nombres que se repiten en casi todas las páginas de “Richard Yates” a modo de insistente running gag, es una de las gracias de esta novela de Tao Lin, de la que tanto se está hablando por todas partes. La otra es que el título, “Richard Yates”, apenas tiene nada que ver con lo que ocurre en las páginas del librito en cuya portada rosa aparece una niña haciendo tsst tsst como si se tratara del anuncio de una película de Barbie. El momento más yatesiano llega cuando Haley Joel Osment utiliza un libro del venerable escritor barbudo a modo de alfombrilla para el ratón del ordenador a través de cuyo Gmail se comunica constantemente con Dakota Fanning, que no vive en Manhattan sino en un suburbio algo alejado de Nueva Jersey. Lo mismo podría haberse titulado Dan Clowes, autor que también aparece nombrado varias veces y que tal vez corresponda más al espíritu de una novela profundamente contemporánea que se asemeja a la plana descripción de las viñetas de un cómic en el que no ocurre gran cosa. A todo esto, confieso que no sabía nada de la existencia de Tao Lin hasta que,

ingenuo de mí, pedí el libro engañado por la promesa de su título. Ni siquiera tenía idea de que ya se había publicado un libro suyo en nuestro país hace un par de años: “Eeeee, eee, eeee” (El Tercer Hombre). Pero a medida que “Richard Yates” venía a mi encuentro, me fui informando. Básicamente, Tao Lin reproduce —copiando, pegando y adecuando al papel extractos de mails y chats— lo que fue su vida hace unos años, cuando mantuvo una relación con una menor con problemas de sobrepeso que vivía con su madre a unas horas de tren. Se ven poco. Cuando ella viene a Nueva York, hablan de veganismo y roban en tiendas (un tema ya desarrollado por Tao Lin en su nouvelle inédita “Shoplifting from American Apparel”), y cuando él la visita se esconde en su habitación y mantienen relaciones sexuales a espaldas de la madre, único personaje con entidad al margen de la pareja y mujer hastiada por la que el lector acabará sintiendo cierta empatía. El lector, o cierto tipo de lector, porque “Richard Yates” es una de esas novelas, podríamos atrevernos a decir que experimentales, pensadas para poner a prueba la resistencia del mismo, formando finalmente un exclusivo club cuyos miembros serán reconocibles por su sonrisilla de entendidos en el asunto. En lo que a mí respecta, creo que mi sonrisa es más bien oblicua. La relación que mantienen Dakota Fanning y Haley Joel Osment puede haberme traído recuerdos, cada vez más lejanos, y a la vez llevado a la meditación sobre un deprimente presente, cada vez más virtual, en el que la deconstrucción, o más bien destrucción, del lenguaje, viciada por la hipercomunicación que nos brindan las redes sociales, parece inevitable. Tao Lin dispone de una web (heheheheheheheeheheheehehe.com) en la que despliega todas sus actividades, tanto en su faceta de ladrón de prendas como en la de escritor de moda, pero este cronista no se deshace de la impresión de que simplemente ya ha tenido bastante.

Sólo un caballero con las virtudes de Maurice Druon podría haber sido capaz de llevar a cabo un análisis tan profundo, veraz y exhaustivo de la alta sociedad francesa de finales del s. XIX y principios del s. XX. Miembro de la Real Academia de la Lengua Francesa, ex-combatiente durante la Segunda Guerra Mundial —posteriormente a las órdenes de DeGaulle—, compositor de los versos, nada menos, del “Chant des partisans” —el himno de la resistencia francesa por antonomasia—, ministro de cultura en 1974 y autor de una cincuentena de obras que destacan por sus análisis económicos y socio-políticos. Previamente ya fue capaz de alzarse con el premio Goncourt en 1948 por el génesis de la obra que nos ocupa, “Las grandes familias” que iniciaba una de las trilogías más fascinantes jamás escritas en la que se narra la lucha encarnizada por los dominios económicos de dos de las familias más poderosas de París, La Monnerie y Shoudler. A través de sus dos secuelas, “La caída de los cuerpos” ( título con referencia darwinista más que obvia) y su última entrega, “Cita en los infiernos” (Dante, por supuesto), describe con una precisión apabullante todos los detalles de la debacle de un imperio forjado en la avaricia y el ansia de supremacía. Con el fallecimiento del capo de la familia Shoudler llega el fin de una era que queda a merced de sus vástagos Marie-Ange y Jean-Nöel Shoudler en plena antesala de la Gran Guerra que concluiría con el nacimiento del capitalismo tal y como lo conocemos hasta nuestros días. En contadas ocasiones se tendrá la oportunidad de asistir a una narración tan detallada, tan humanista, de la destrucción total del espíritu y el hundimiento económico cifrados en pro del egoísmo adquirido a través de dos generaciones por la persistencia de los bienes individuales. Druon, a lo largo de su última entrega advierte en todo momento una moraleja, “Quien mal anda, mal acaba”. “Cita en los infiernos” deja que el peso de la narración transcurra de acuerdo con los actos sus personajes cayendo de pleno en el caos más absoluto, recurriendo a las medidas más desesperadas por la supervivencia de los despojos de la dinastía, mientras que, contrariamente a lo esperado por sus protagonistas y los propios lectores, el poder absoluto queda en manos del proletariado tan bien representado por el personaje de Simon Lachaume. Una de las lecturas más ricas y fascinantes que conviene ser leída por cualquier amante de la literatura humanista, la figura de Druon como escritor es tan relevante como la de Tolstoi o Mann y debe ser respetada. Matías Bosch


Hubo una época en la que creía que su padre era un monstruo. En esa misma época, leía a E.E. Cummings sin parar, escribía poesía y conducía taxis mientras trataba de mantenerse sobrio. Luego John (Fante) murió, y su hijo (Dan) descubrió que lo quería, que lo había querido a rabiar, siempre. Fue entonces cuando tomó su máquina de escribir y se puso a escribir “Chump change” (Sajalín Editores). El resto, es historia.

Dan Fante EL HIJO MALDITO Texto

Laura Fernández

“C

reemos que morir es duro, pero morir es lo de menos. Lo difícil es seguir viviendo mientras todo muere a nuestro alrededor”. Primero murieron los poemas (escritos en noches de insomnio, junto a una botella de cualquier cosa que ardiera), luego murieron su cordura y su libertad (sí, el primogénito de los Fante pasó temporadas en centros psiquiátricos, por sus irrefrenables tendencias suicidas) y finalmente murió su padre. Y, curiosamente, cuando eso ocurrió, cuando uno de los hijos del gran John Fante tuvo que regresar a Los Angeles para despedirse del cuerpo desmembrado de su padre, el tipo en cuestión (ya prácticamente al borde de los cincuenta) decidió que había tenido suficiente. Que la vida era otra cosa. Que se había acabado eso de beber hasta sentirse desaparecer. Fue entonces cuando Dan regresó a casa, a la casa de sus padres, en la que había pasado su niñez y en la que había visto a su padre firmar (una y otra vez) en nombre de Knut Hamsun, su escritor favorito, “uno de esos hombres a los que había que temer”, como el resto de escritores favoritos de John Fante, y buscó su máquina de escribir. “La encontré en el garaje, entre un montón de libros. También allí encontré el papel con el que había escrito su última novela. Quedaba el suficiente en blanco como para empezar mi propia historia. Y fue allí, en aquel garaje, con su máquina y su papel amarillento, donde empecé a escribir ‘Chump change’”, cuenta Dan Fante, hoy un sonriente californiano de 67 años, casado con una patinadora (mejor, con una aficionada al patinaje que se recorre diariamente el paseo marítimo de Santa Mónica en plan La Mujer Bala, en sus propias palabras) y padre de un niño de seis años que aparece igualmente

sonriente (y con corbata) en las tres fotos que el autor lleva en su cartera. Es rubio y tiene los ojos de su abuelo. A todo esto, Dan lleva un sombrero vaquero y unos quevedos. Y luce un poco discreto tatuaje en su brazo izquierdo dedicado a su hermano Nick, asesinado por la bebida. “Para un escritor lo único que importa es seguir escribiendo, lo demás es pura mierda”, dice. Porque le costó salir adelante. Porque nunca tuvo del todo claro que lo suyo fuera la novela. Por eso asegura que tras la muerte de su padre, releyó todos sus libros “y me enamoré de él. Me enamoré de su fuerza, de su pasión, de todo lo que le hacía grande”, dice. Del estilo de que iba a librerías y se ponía a discutir con los dependientes sobre la obra de un tal Fante sin identificarse, como ocurre en una de las escenas de “Chump change”, la novela autobiográfica que Fante escribió después de leer a Hubert Selby Jr (su otro Dios, el primero es E.E. Cummings), y que consiste en el regreso de Bruno Dante (álter ego del autor) a Los Angeles, la ciudad en la que creció, para asistir a los últimos días de vida de su padre, el famoso escritor Jonathan Dante. Dante está en la cama, es apenas un torso, pues la enfermedad (la diabetes) ha ido haciéndole pedazos (los médicos lo han hecho, por supuesto, para intentar que viviera un puñado de días más), y su hijo maldito, que acaba de salir de un psiquiátrico, que es incapaz de pasar más de diez minutos alejado de una botella de Perro Loco (un tipo de licor que le fascina), ha venido a despedirse de él. “Bruno lo odia, como yo lo odiaba. Cuando el viejo estaba vivo, entre los dos había un abismo. Nunca nos llevamos bien. Nunca leyó ninguno de mis poemas. Decía que lo que

yo leía era un mierda. Si estaba leyendo a Hemingway me decía que Hemingway era una mierda y que cualquier cosa que él hubiera escrito le daba mil vueltas a todo lo que había hecho Hemingway. Entonces no me lo tomaba muy en serio. Hoy sé que decía la verdad”, cuenta Dan, que tuvo todo tipo de trabajos (horribles) antes de que una editorial francesa decidiera convertirle en escritor. Porque ninguna editorial americana quiso publicarle. Hablando de fechas, Dan acabó “Chump change” (su primera novela) en 1986 y no se publicó hasta 1998. Y lo hizo en Francia, sí. “En América no me querían. Por entonces lo que escribía les escandalizaba. Pero no a los europeos. Los europeos siempre han entendido mejor el realismo sucio”, dice Fante, que cree que todo escritor vive con un monstruo. “Todos tenemos un monstruo dentro, y nuestras historias lo acallan, lo duermen, y nos permiten seguir viviendo”, asegura. Ahora está escribiendo una novela negra en la que el detective es un tipo furioso que busca venganza (y sí, quiere encontrar a alguien, pero quiere encontrarlo para matarlo). Ha escrito otras tres novelas protagonizadas por Bruno Dante, que en nada se parece al también perdido pero bastante más ingenuo (y romántico y contradictorio) Arturo Bandini, básicamente porque Bruno es un tipo violento. ¿De dónde sale tanta rabia? “La he acumulado durante años. Y esta es la única manera en que puedo librarme de ella. Escribo. Libero rabia. Por eso mis personajes dan puñetazos. No les cuesta perder el control, porque yo les dejo que lo hagan. Si no pudieran hacerlo, yo no estaría aquí ahora”, confiesa. Estaría en algún otro lugar, y no luciría un tatuaje como el que luce.


090/091

libros

libros “Leche derramada” Chico Buarque

“La viuda embarazada” Martin Amis

SALAMANDRA

ANAGRAMA

“Visión desde el fondo del mar” Rafael Argullol ACANTILADO

Poeta, compositor, dramaturgo y novelista, Chico Buarque es, sobre todo, uno de los músicos más originales e importantes del tropicalismo brasileño. Esta novela rememora episodios del Brasil de los últimos cien años. Eulalio d’Assumpçao, un hombre centenario con la mentalidad de los antiguos dueños del poder y del dinero, que no se mezclaban, se muere en un hospital infecto, sin privilegios. Le narra sus recuerdos a su hija octogenaria, con la que vive en la miseria tras perder poco a poco todas sus riquezas y propiedades, desde la hacienda hasta la mansión de Botafogo o el chalet de Copacabana. Las personas más recientes se amontonan en un rincón de su cabeza, en cambio para el pasado tiene un salón cada vez más espacioso, donde caben abuelos, gente y hechos ya olvidados. Engancha el momento actual con episodios remotos, una radiografía le recuerda la postal del transatlántico Lutetia, donde cenó con Le Corbusier y Josephine Baker, el coche Bentley o el Jockey Club. El ritmo trepidante de la novela, que nos atrapa desde el comienzo, se consigue, como en la bossa nova, con la repetición de los Eulalios (el que llegó con Pedro IV, el barón negrero, su padre senador, la hija Eulalia, el nieto comunista y el biznieto traficante) y de los Balbinos (el primero esclavo y el resto, criados). Pero el recuerdo más insistente es el de su esposa Matilde, desaparecida sin dejar ni una nota y en la que había concentrado la insaciabilidad por las mujeres heredada del padre. Ángeles Carmona

Ahora que los adolescentes follan como tigres y que nadie pasa del bachillerato a la universidad sin varias muescas en la bala, leer una obra de ficción en la que se profundiza acerca de la revolución sexual de los sesenta es como ir a una granja escuela a ver a ancianos montados en burro, puede que tenga su gracia, sí, pero también tiene un punto de patetismo desagradable. En el caso de “La viuda embarazada”, última novela de Martin Amis, su autor no hace otra cosa que tratar de esconder, sin conseguirlo, que es exactamente igual a todos los varones de la intelligentsia de su generación, un salido. Y “La viuda embarazada” no es más que es eso, la novela de un salido que ha leído mucho. La prosa de Martin Amis sigue siendo aquí tan lúcida como siempre, sus observaciones siguen dejando poso y la narración tiene el ritmo que sólo alguien como Amis es capaz de lograr. Pero (atención, psicólogos) una vez se cierra el libro, es bastante difícil recordar el argumento. De hecho, si no fuese por las convenientes observaciones de la contraportada, uno no tendría nada claro de qué va. Es tan omnipresente la obsesión sexual, tan exagerados los guiños de época (que si los Beatles por aquí, que si “El amante de Lady Chatterley” por allá...) y tan ridículas las pretendidas cargas de profundidad (sobre todo con el tema, muy forzado, del feminismo) que a veces nos parece estar leyendo la versión porno y a la inglesa de “Cuéntame”. Gustará a los que (creen que) vivieron esa época y a los hooligans del Amis novelero. Los demás seguiremos adorando al ensayista. Daniel López Valle

“En la juventud está el placer” Denton Welch

“Constatación brutal del presente” Javier Avilés

ALPHA DECAY

LIBROS DEL SILENCIO

En ese punto equidistante entre la infancia y la edad adulta, el gozo y la tristeza son dos cristales en unas mismas gafas, la imaginación libra su postrero combate contra los roperos cubiertos de sábanas que los convierten en fantasmas y la intuición avisa de que se está cerrando una puerta sagrada. Las novelas de formación suponen un desafío porque deben navegar por estas agua confusas y contradictorias, entrar en las psiques irritables por excelencia sin resultar cargantes y reflejar la mirada pura del protagonista sin dejar de traslucir los conflictos del adulto latente. Delicada como una cajita de música, un tocador de nácar o un cepillo de marfil (la tendencia al exhibicionismo del autor en lo que respecta a sus conocimientos sobre objetos de decoración y antigüedades supone el único lastre del libro), la personalidad del quinceañero Orvil Pym está tallada con tanto primor y en su mirada late tal penetración que supera cualquier obstáculo. “En la juventud está el placer” es el estudio de la bendición y la condena que supone combinar una hipersensibildiad capaz de detectar la belleza en todos los detalles y un carácter asustadizo y aprehensivo que anticipa una fragilidad devastadora de por vida. En los errabundeos y las ensoñaciones de Pym por los alrededores del hotel de Surrey donde se dispone a pasar el verano, el puntilloso Denton Welch supo trasmitir un conmovedor agradecimiento por su última Arcadia (un accidente le arruinó la existencia con 20 años) y firmar una tiernamente devastadora carta de despedida. Antonio Lozano

El Apocalipsis ha tenido lugar, alguien ha lanzado la bomba, nos habrá pillado en cualquier sitio y nos habremos dejado llevar, eso no importa. Lo que importa es la capacidad para dibujar ese paisaje después de la batalla, donde ya no hay posibilidad de que exista un narrador y tampoco un lector. Y esto nos queda claro ya en la primera página de “Constatación brutal del presente”. Javier Avilés no nos lo pone fácil. El mundo, tal y como lo conocíamos hasta ahora, tiene sus días contados, y este más que presumible escenario devastado es el que se refleja aquí. El editor del blog “El lamento de Portnoy”, nos deslumbra en su desasosegante debut con las ruinas fragmentadas de lo que será. Por un lado, encontramos la crítica cinematográfica de un falso documental, “Sigma fake”, en el que desmantela la existencia de personajes e incluso de símbolos del capitalismo. Por otro, las terroríficas experiencias de la postapocalíptica “Sección 9”. Y por último, la parte más narrativa, bajo el mismo título del libro, en la que se erige como protagonista un hombre bajo el disfraz de un koala. En ellas intercala fragmentos, algunos anteriormente publicados en el blog, y también da rienda suelta a pensamientos inacabados, usos retorcidos del lenguaje, códigos de serie B, continuas referencias metaliterarias, de Conrad a Goethe pasando por Cervantes por citar algunos. Todo en pos de la inexistente trama. Avilés lo ha dado todo. No sabe si habrá más. Nosotros tampoco, con esto nos basta. Apocalipsis ahora. Álex Gil

A camino entre la literatura y lo filosófico. A camino entre lo autobiográfico y una conciencia por lo global y lo actual. A camino entre un texto profundo y el simple placer por la narración. “Visión desde el fondo del mar” se cuece desde el trayecto, tanto introspectivo como geográfico. Rafael Argullol nos traslada a los distintos confines del mundo y escribe en una primera persona que no esquiva el poso mítico de cada una de las narraciones que ofrece. Todo es personal, todo está escrito desde la creación literaria. El libro comienza con una reformulación del mito de Adán y Eva, origen del hombre en su concepción católica, origen de un texto que indaga en las profundidades del ser humano, con todo el amalgama de construcciones míticas que ha ido creando a lo largo del tiempo. “Visión desde el fondo del mar” no elude el gusto por una narración tan intelectual como popular. El yo del autor está presente en cada rincón del libro, pero siempre con un marco, con un paisaje de fondo. Argullol va un paso más allá en el recorrido, supera las fórmulas literarias férreas y crea un amalgama en el que nada resulta previsible, como si el viaje que traza fuera, de forma placentera, a la deriva; o como si se trasladara por un terreno tan propio de lo filosófico como de las aventuras. Con este libro, entre lo novelístico y el ensayo, Rafael Argullol, nos brinda un libro generoso, tanto por sus mil y pico páginas como por las ventanas que nos abre. Violeta Kovacsics

“Moscú-Petushkí” Venedikt Eroféiev MARBOT

Cierras la última página sin lograr que desaparezca la sensación pastosa en la boca, o el pozo invertido en que se ha convertido el estómago tras pasar una borrachera de tantos días junto a Eroféiev. En efecto, es normal que te sientas enfermo, sacudido tras esa última persecución terrible por las calles de lo que el buen Viénichka pensaba debía ser Petushkí, y en realidad, por alguna extraña confusión neblinosa, volvía a ser el Moscú de partida. Había de ser un simple trayecto en tren, una escapada bañada en vodka, después de que despidieran a Vienia de su trabajo en el tendido de cables, tras empeñarse en demostrar a sus superiores que la productividad de sus compañeros dependía de su consumo de alcohol diario. Pero ese tren se ensanchaba o encogía entre los temblores de Vienia, y la vida misma se volvía una concatenación de melopeas y resacas. Si, supongamos, tú hubieras probado un único y leve sorbo de todo lo que el pobre Vienia lanza a su garganta a lo largo de esta crónica desaforada de la miseria de un país y la fragilidad de la conciencia, solo un sorbo de todo ese Kubánskaia y Zubrobka, o el simple jerez que se le niega a Vienia en el restaurante de la estación de Kursk, entonces te sentirías realmente penoso y ajeno, aplastado entre tu náusea y el escrutinio de los otros. Lo mismo que este texto, que circuló durante décadas en manuscritos mecanografiados, censurado por el régimen soviético, te volverías un proscrito, un ser alienado y maldito, incapaz de aceptar este mundo, ni siquiera en el mismo momento de tu muerte. Albert Fernández


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