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Manejo de COVID-19:

Incertidumbre, comunidades y práctica clínica

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/Foto: suministrada

Por María Azucena Niño Tovar. Pediatra Neonátologa. Especialista en Bioética y Bioética pediátrica, profesora del Departamento de Pediatría

Poder balancear el tratamiento que se brinda a pacientes en condiciones de alto riesgo para su vida o de sufrimiento, tanto para ellos como para sus familiares, es un gran reto profesional y sobre todo humano, ya que el personal sanitario también experimenta angustia moral o dilemas éticos sobre cómo proceder frente a determinadas situaciones.

urante una emergencia de salud pública se requieren lineamientos éticos que permitan balancear las obligaciones del cuidado centrado en el paciente (eje central de la ética clínica bajo situaciones normales) con las obligaciones enfocadas en lo público para promover equidad en la distribución de los riesgos y los beneficios en la sociedad (eje central de la ética en salud pública).

Los dilemas éticos en cuidado sanitario son comunes aún bajo condiciones normales, dado que el cuidado de la salud responde al sufrimiento humano. Actuar éticamente debe ser parte del profesionalismo en cuidado sanitario. Sin embargo, el personal sanitario frecuentemente experimenta angustia moral o dilema ético de cómo proceder frente a determinadas situaciones. La incertidumbre surge frente a pacientes con condiciones que limitan la vida, incluyendo aquellos con pérdida de su autonomía para tomar decisiones de medidas de soporte vital u otros tratamientos médicos.

Los Comités de Ética Hospitalarios (CEH) y los servicios de Consultoría en Ética Clínica (CEC) ayudan a los equipos al cuidado de la salud y a las familias a reflexionar sobre las alternativas respecto a cursos de acción, a la toma de decisiones informadas con re-

Las poblaciones vulnerables incluyen aquellos con mayor riesgo de COVID-19 por factores como: edad, condiciones de salud de base, barreras para acceder a cuidado sanitario, como también personal en entrenamiento: estudiantes de internado, residentes y PDA de enfermería.

lación a los derechos y preferencias de los pacientes y las obligaciones de los profesionales de evitar hacer daño, beneficiar los pacientes y actuar en forma justa manteniendo en todo momento la integridad profesional. En Santander, actualmente, no contamos con suficientes bioeticistas en los diferentes centros hospitalarios. de los pacientes. Bajo condiciones de normalidad el cuidado clínico es centrado en el paciente con los cursos de acción éticos alineados en la medida de lo posible con el respeto por la autonomía del paciente. La salud pública tiene como principal objetivo promover la salud de la población minimizando la morbilidad y mortalidad mediante el uso racional de recursos y estrategias sanitarias. Para asegurar la salud de la población en una situación de emergencia, puede requerirse limitar los derechos y preferencias individuales. La ética en salud pública busca balancear las necesidades individuales y las comunitarias.

Teniendo en cuenta que los recursos para cuidado sanitario son limitados, las emergencias en salud pública ponen de manifiesto que los recursos son insuficientes para salvar vidas que bajo condiciones normales podrían salvarse.

En emergencias de salud pública, el personal sanitario de atención en primera línea necesita seguir reglas claras. El personal sanitario puede experimentar angustia moral al tener que adherirse a protocolos en situación de desastre que requieren proveer o retirar determinado cuidado, particularmente medidas de soporte vital, por encima de las objeciones de los pacientes o familias.

Los lineamientos éticos frente a una emergencia sanitaria reconocen la pugna entre dos fuentes de autoridad moral que deben mantenerse en balance:

1. El deber de cuidar, fundamental en el cuidado sanitario: esta obligación requiere fidelidad con el paciente (no abandono como obligación ética y legal), alivio del sufrimiento, y respeto por los derechos y preferencias de los pacientes. El deber de cuidar y sus ramificaciones son el foco central de la ética clínica.

2. El deber de promover igualdad moral de las personas y equidad (justicia relativa a las necesidades) en la distribución de los riesgos y de los beneficios en la sociedad: estas obligaciones son el foco central de la ética en salud pública.

El personal sanitario, médicos, enfermeras y terapeutas están entrenados para el cuidado de los individuos. Las emergencias en salud pública requieren que el personal clínico cambie su práctica, incluyendo en algunas situaciones priorizar la comunidad por encima del individuo para hacer una distribución justa de los recursos.

En respuesta a COVID-19, los lineamientos éticos para las instituciones de cuidado sanitario deben reconocer las tensiones entre las fuentes de autoridad en cuidado sanitario y la salud pública en los contextos en que dichas tensiones tienen mayor probabilidad de surgir en el cuidado sanitario.

Las obligaciones de los líderes sanitarios con el personal clínico y con la comunidad, frente a una emergencia sanitaria, se pueden expresar en términos de: 1. Planear, 2. Salvaguardar y 3. Guiar.

1. Obligación de Planear: Manejo de Incertidumbre

Los dilemas éticos surgen cuando hay incertidumbre de cómo hacer “lo correcto” en la práctica clínica cuando hay conflicto entre los valores y los deberes.

La planeación incluye la identificación de: a) situaciones de decisiones potenciales en triage (sistema de clasificación y selección de pacientes en situación de

Es encomiable la entrega y el compromiso del personal médico y sanitario que, pese al riesgo de enfermar y sucumbir o sufrir las agresiones conocidas, siguen adelante en cumplimiento de sus deberes éticos y profesionales.

emergencia), b) herramientas y procesos para la atención de pacientes.

2. Obligación de Salvaguardar: Soporte a Personal Sanitario y Protección de Poblaciones Vulnerables

Las organizaciones de cuidado sanitario son grandes empleadores. Responder a las emergencias en salud pública incluye salvaguardar el personal sanitario. Durante una epidemia de enfermedad infecciosa, en medio del deterioro de las condiciones ambientales, el personal clínico y no clínico (personal de mantenimiento,

personal de aseo general), pueden estar en incremento del riesgo ocupacional. Las poblaciones vulnerables en emergencia de salud pública incluyen aquellos con mayor riesgo de COVID-19 por factores como: edad, condiciones de salud de base, barreras para acceder a cuidado sanitario (afiliación a seguridad social, condición de inmigrante). En este grupo también se reconoce personal en entrenamiento (estudiantes de internado, residentes y PDA de enfermería).

3. Obligación de Guiar: Niveles de Contingencia en el Cuidado y Estándares de Cuidado en Crisis

Se debe fortalecer los CEH y los servicios de CEC para apoyar a los clínicos en las decisiones difíciles. El soporte ético es fundamental para preservar la integridad en la práctica clínica y el bienestar del personal sanitario.

Para los Servicios de Ética Institucional en Respuesta a COVID-19 los hospitales que cuenten con bioeticistas clínicos en capacidad de prestar servicios de Consultoría en Ética Clínica y los Comités de Ética Hospitalarios deben dar soporte a quienes están realizando la práctica clínica durante una emergencia en salud pública.

Los servicios de ética hospitalarios deben prepararse para servir durante una emergencia en salud pública y tener en cuenta factores como: disponibilidad de consultores en ética clínica; entrenarse en principios de ética en salud pública y respuesta en situaciones de desastre; colaborar con los servicios de cuidado paliativo; prepararse para la angustia moral del personal sanitario; actualizar procesos para adaptarse a restricciones de recursos, de visitas y medidas de control. Las diferentes modalidades teleconsulta son una excelente opción, a fin de contribuir al uso racional de los elementos de protección personal (EPP).

ENTREVISTA “El acertado manejo de la pandemia en Santander ha sido un logro común de los diferentes entes territoriales, de las instituciones públicas y privadas que han aportado a su manejo, pero no nos podemos relajar ni dejar de seguir las recomendaciones, ahora que abrimos de manera progresiva la vida económica y social del departamento”. Investigadora UIS comanda Salas de Situación COVID-19 en Santander

Por: Redacción Cátedra Libre catedralibre@uis.edu.co

aura Andrea Rodríguez Villamizar, médica, PhD. en Epidemiología, profesora adscrita al Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina y directora de Investigación y Extensión de la Facultad de Salud -DIEF- de la Universidad Industrial de Santander, es la coordinadora de las 8 salas de situación COVID-19 creadas por la Gobernación de Santander como apoyo a la vigilancia de la pandemia en el territorio.

Cátedra Libre consultó con la epidemióloga diferentes inquietudes que asaltan a la comunidad para el correcto manejo de la pandemia y sus circunstancias.

Cátedra Libre: ¿Qué directrices han orientado el manejo de la pandemia en Santander?

Laura Andrea Rodríguez Villamizar: El manejo de la pandemia en Santander observa las guías y lineamientos nacionales del Ministerio de Salud y Protección Social y del Instituto Nacional de Salud. En general, obedecen a lo que es una pandemia por una enfermedad infecciosa que puede tener acciones de prevención y control a nivel no farmacológico, inicialmente, que es lo que estamos haciendo ahora, cuando todavía no tenemos disponibles medicamentos, ni tratamientos, ni vacunas. Ese es el enfoque principal: las medidas preventivas para evitar la transmisión por medio de contactos cercanos.

C. L.: ¿Cuál es el papel de la academia y del área de la salud en los comités de emergencia sanitaria, social y ecológica en Santander?

L.A.R.V.: Nosotros como universidades, y en especial como universidades públicas, tenemos un compromiso no solamente académico sino también social y sanitario con la región y el país porque es la oportunidad

Con la participación del gobernador de Santander, Mauricio Aguilar Hurtado, los alcaldes y secretarios de salud de los municipios del área metropolitana, el gerente del Covid-19, Felipe González, el rector de la Universidad Industrial de Santander, Hernán Porras Díaz, la coordinadora hizo un análisis detallado de las acciones, las proyecciones y recomendaciones de las salas de situación permanentes de COVID-19. /Foto: Juan Manuel Esparza

para aportar a las instituciones de salud y a la comunidad en general en términos de conocimiento, de investigación, y también de acompañamiento y orientación a las autoridades regionales y locales sobre cuáles serían las decisiones que se deben tomar en materia de salud, y en materia social relacionadas con la transmisión y lo epidemiológico.

C. L.: ¿Qué prioridades se fijaron a principios de marzo y ahora a principios de mayo tras casi dos meses de aislamiento?

L.A.R.V.: Desde el nivel nacional y también departamental, antes de que se diera el primer paso se empezaron a realizar planes de contingencia en la fase de preparación para la epidemia y una vez tuvimos el primer caso en Colombia el 6 de marzo y el 19 de marzo en Santander, entramos en una fase de contención en la que se prepararon los planes en las instituciones de salud, se fortaleció la vigilancia y la primera medida en esa etapa era evitar la transmisión. Ya en la fase de mitigación en la que estamos, el objetivo principal es el control de esa transmisión y la preparación

Profesora Laura Rodríguez Villamizar explica los pormenores de la situación epidemiológica a las autoridades departamentales, municipales y de salud.

/Foto: Juan Manuel Esparza

de todo el sistema de salud para atender los casos que se vayan presentando.

C. L.: ¿Se ha logrado bajar la curva epidemiológica en estos dos meses? ¿Para cuándo se espera aplanarla lo suficiente en Santander?

L.A.R.V.: Lo que ha reportado el Ministerio de Protección Social para Colombia es que, si bien habría de esperar que tuviéramos cada vez un número mayor acumulado de contagios por los nuevos casos que van apareciendo día a día, lo que se ha logrado con el aislamiento preventivo en Colombia es que la velocidad de esa transmisión se haya disminuido. De manera que se estima que una persona en Colombia sin haber hecho ninguna a actividad de aislamiento podría estar infectando alrededor de tres personas; y en este momento, con el aislamiento, lo que se está logrando es que en promedio esa transmisión se dé a una persona o incluso a menos. Ahora que empieza el periodo de desconfinamiento, existe el riesgo de que, si no se toman las medidas preventivas por parte de empresarios y trabajadores y la comunidad en general, esa velocidad puede aumentarse de nuevo y con ella el número de personas infectadas y las que requieran atención en los servicios de salud.

C. L.: ¿Las cifras de contagios, hospitalizados, recuperados y fallecidos qué nos indican en Santander?

L.A.R.V.: Lo que reporta el INS para Santander y lo ratifica la Secretaría de Salud Departamental es que nosotros, a pesar de ser un departamento con un poco más de 2 millones de habitantes, estamos manteniendo, a hoy, 40 casos diagnosticados y una cantidad de muertes de solo 3 personas. Esto, comparado con otras ciudades capitales del país es un comportamiento más favorable de la dinámica de transmisión de la epidemia.

C. L.: ¿Se están aprovechando experiencias de otros países en el manejo de la emergencia?

L.A.R.V.: Sí, se ha tenido contacto y asesoría de autoridades y personal de salud de España y Corea, que han sido gestionadas con las respectivas embajadas en Colombia y de asociaciones científicas con instituciones de salud.

C. L.: ¿Cómo ha sido la posición de la OMS frente al uso del tapabocas y cuáles son las indicaciones y precisiones sobre su uso?

L.A.R.V.: La posición de la OMS y de las autoridades es cambiante y eso es válido porque estamos en una pandemia frente a un virus no conocido, en el que estamos estudiando, desarrollando y obteniendo la evidencia en la medida de su avance. Entonces es entendible y válido que algunas indicaciones que se han dado al inicio, luego, con los resultados de estudios de países que ya tienen la pandemia en una fase más avanzada, se puedan cambiar. Ese fue el caso del uso del tapabocas, que luego de que se conocieron algunos estudios que demostraban la adhesión de los virus a partículas en el aire y la posible transmisión por ese medio, se cambió para la protección de la comuni-

SALAS DE SITUACIÓN COVID-19 EN SANTANDER Coordinadores académicos

1. Vigilancia epidemiológica de casos y contactos: profesor Álvaro Javier Idrovo Velandia, UIS. 2. Análisis y modelación de la epidemia y de escenarios post-confinamiento: profesor

Víctor Mauricio Herrera Galindo, UNAB. 3. Estudio clínico de casos COVID-19: profesora Lina María Vera Cala, UIS. 4. Asesoría epidemiológica y de salud pública a municipios del departamento: profesora

Myriam Ruiz Rodríguez, UIS. 5. Organización de instalaciones hospitalarias y protección de personal de salud: doctor

Paul Camacho López, UNAB -FOSCAL. 6. Información, educación y comunicación (IEC): profesora Claudia Isabel Amaya Castellanos, UIS. 7. Uso de las TIC para desarrollo de procesos y aplicación de herramientas de gestión y toma de decisiones: doctor Rafael Ortiz

Martínez, FOSCAL. 8. Diagnóstico y manejo pre y post hospitalario de COVID-19: profesora Ruth Arali Martínez Vega, UIS- UDES.

Estos grupos de trabajo, compuestos por investigadores de las instituciones educativas y clínicas más representativas de la región, asesoran y apoyan las acciones articuladas desde la Secretaria de Salud de Santander.

dad en general, fuera de casa, tanto para la protección de usted como de los demás. Y lo importante es el uso adecuado como una mascarilla que cubra nariz y boca.

C. L.: Se ha hablado sobre la apertura gradual. ¿Qué medidas se van a tomar?

L.A.R.V.: El manejo preventivo obligatorio ha demostrado ser eficaz en disminuir la velocidad de la transmisión, en disminuir la demanda en los servicios de salud, especialmente de hospitalización y unidades de cuidado intensivo en diferentes países y en Colombia. Pero esta situación no es viable de manera indefinida. En el manejo de la pandemia se deben tener en cuenta no solo aspectos del virus y la dinámica de la transmisión, sino también aspectos sociales. Si el Estado no puede garantizar los mínimos vitales de las familias y las personas, en términos de ingresos, servicios públicos, salud, educación, vivienda, entonces es necesario empezar a hacer un desconfinamiento gradual, priorizando algunas actividades económicas a las poblaciones más vulnerables.

Precisamente ahora se inicia la fase de posconfinamiento progresivo para reactivar gradualmente la actividad económica y se abren unos sectores productivos. Lo importante es que esa gradualidad esté fuertemente monitoreada desde la vigilancia epidemiológica en los municipios, vigilancia de contactos de los trabajadores, de las familias, adoptar protocolos de bioseguridad y salud ocupacional para los empleados en las empresas y verificar su cumplimiento; realizar tamizajes constantes entre los trabajadores; el uso de tapabocas y caretas de protección, evitar el contacto físico, lavarse frecuentemente las manos con jabón. El uso de guantes no se recomienda en la población general, sino solamente para el personal de salud, pero no a trabajadores o en transporte público en general.

Es importante que sepamos que en esta apertura gradual la responsabilidad es compartida, no solo del Gobierno y de las alcaldías para velar por el cumplimiento de las normas de bioseguridad, sino también de los trabajadores y la comunidad de acatar las medidas de protección personal.

BIENESTAR La depresión y la ansiedad son manifestaciones de trastorno mental que afectan a importantes sectores de la población, entre ellos los estudiantes. Ahora, con la pandemia del COVID-19, los casos en Santander se han elevado hasta un 85%, lo que obliga a monitorear su comportamiento. La depresión no es cosa de ‘locos’

Por Jhon Alejandro Palacios Pinzón, periodista Dirección de Comunicaciones japalapi@uis.edu.co

Tengo depresión? Esa es una pregunta que todos los jóvenes deberían hacerse. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la depresión es un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”.

Es importante conocer que, a pesar de haber distintos tipos de depresiones, los orígenes de esta enfermedad surgen en su mayoría por la interacción de factores biológicos, psicosociales y de personalidad. Sin embargo, es importante agregar que existen casos en que se presenta por enfermedades orgánicas. Así lo afirma la Universidad Clínica de Navarra en su página web.

Por otro lado, algunos jóvenes en esta primera mitad del año, donde las universidades desarrollaron una educación mediada por las TIC, vivieron procesos depresivos por factores asociados a la cuarentena, como la falta de socialización con otros cara a cara (sin mediación tecnológica), la ausencia de actividad física, dificultades económicas e incluso situaciones de violencia generada en los hogares.

De manera análoga, la OMS junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su informe, ‘La carga de los trastornos mentales en la Región de las Américas, 2018’, plantean un dato preocupante para los jóvenes, ya que ellos son la comunidad más afectada por trastornos depresivos «casi 10 millones de los 14,5 millones de APD (discapacidad por depresión) por depresión en la Región de las Américas corresponden al grupo etario de 15 a 50 años».

Para conocer más sobre este tema, se entrevistó a 2 jóvenes universitarios que vivieron episodios de depresión durante su pregrado.

Julieta Jiménez*, estudiante de la Universidad Industrial de Santander (UIS), afirma que su trastorno depresivo se generó “primero, porque no tuve un acompañamiento

Algunos jóvenes viven procesos depresivos asociados a la cuarentena, debido a la inactividad física, dificultades econó micas e incluso violencia generada en los hogares.

10 millones de personas entre 15 y 50 años tienen APD (discapacidad por depresión) en la Región de las Américas. /Foto: GettyImages

y segundo porque encerrarse en uno mismo es lo que hace que las cosas empeoren; el hecho de no querer preocupar a nadie, de pensar que eso son estados de ánimo que uno puede afrontar solo, por no buscar ayuda a tiempo”.

Sin embargo, Julieta dice que este trastorno fue empeorando y “avanzó demasiado el problema, hasta cometer un intento de suicidio, pero ahí fue donde la gente se dio cuenta”. Para ella, cuando una persona sufre de trastorno depresivo “todo es difícil, levantarse de la cama es difícil, salir a estudiar es difícil, salir a trabajar es difícil, hacer cualquier actividad es difícil”.

Otro punto de vista es el de Xavier H. Chacón*, un joven estudiante de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB). Para él, su proceso depresivo inició al terminar su relación de pareja: “Yo tenía una relación supuestamente estable con una muchacha y de un momento a otro empezamos a pelear, teníamos discusiones todos los días”.

Xavier dice: “Me sentí muy triste, iba a clase solamente como porque sí, no sentía que aprendía nada, en las clases me la pasaba en el celular, solamente me sentía triste, ni comía, me la pasaba pues llorando y eso a ocultas de mis papás, y empecé a agarrar muy malos hábitos, empecé a tomar de más, a fumar, a salir a fiestas y lo más malo que hice fue fumar y fumar también marihuana”.

Para él, y a diferencia de Julieta, quien casi fallece por un intento de suicidio, salir adelante era su única opción y decidió hacer todo lo posible por cambiar esta situación en su vida, “lo que me ayudó fue mirar videos graciosos en YouTube, me empecé a mentalizar que la otra persona no iba a volver, que ya estaba con alguien más y eso me ponía triste; pero, bueno, cuando uno se cae se tiene que levantar”.

Asimismo, es importante agregar que ambos jóvenes creen que dos procesos son importantes para afrontar los trastornos depresivos: las redes de apoyo y el autocuidado.

La psicóloga, magister y especialista Marcela Cecilia Hernández Cuello, quien trabaja hace más de 30 años en la División de Bienestar Universitario, ofreció algunos consejos para la prevención de los trastornos depresivos que se pueden presentar durante la pandemia: Tener estilos de vida saludable, evitar el consumo de psicoactivos, procurar el manejo emocional, hacer un ejercicio de auto reconocimiento, cuidar los vínculos afectivos, informarse bien y buscar ayuda a tiempo.

La pandemia ocasionada por el COVID-19 y las medidas drásticas para evitar su propagación, como el confinamiento, con el tiempo podrían afectar la salud mental. Un grupo de expertos ha creado una aplicación para ayudar a la gente a estar bien. En tiempos de COVID-19 cuidemos la salud mental

Por Clara Inés Peña Manosalva, periodista Dirección de Comunicaciones prensa@uis.edu.co

El confinamiento y aislamiento social pueden ser causa de estrés emocional, e imponen a las personas una carga emotiva adicional que puede descompensarlas y afectar aún más la salud”, señalan los creadores de la aplicación digital Estoy Bien; una herramienta que ofrece atención de primeros auxilios en salud mental y orientación psicológica a los usuarios de manera gratuita, oportuna y sin tener que salir de casa.

Esta aplicación, habilitada para dispositivos Android y en la web en www.estoybien.co, fue creada por las profesoras Lina María Vera Cala, médica y epidemióloga y Luz Helena Villamizar, ingeniera en alimentos, junto a William Villamil Villar, médico egresado de la UIS, psiquiatra por la Universidad Javeriana y profesor de la Universidad Nacional, además del ingeniero de sistemas Andrés Camacho Velandia.

Este singular equipo especializado en psiquiatría y psicología ha atendido más de 150 casos por medio de esta app, a la que han acudido personas de diferente género y edad, incluyendo menores con la autorización y supervisión de sus padres.

¿Qué hace el aplicativo?

1. Contribuye a mejorar los estados de ánimo, a partir del seguimiento y acompañamiento en tiempo real.

2. Disminuye el riesgo de problemas de estado de ánimo como depresión, estrés y angustia.

3. Sensibiliza sobre la importancia de mantener la salud emocional.

4. Establece un canal de comunicación directo usuario y profesional de salud mental.

nera la actual situación por la presencia del COVID-19. “El temor a perder la vida o a enfermar gravemente son motivos mayores, hay un temor generalizado a ser infectado; por tanto, es importante reconocer las consecuencias de dicho estrés y cómo manejarlo”, señalan los creadores de Estoy Bien.

Por ello, se hace necesario enfocar la atención también hacia el cuidado de la salud mental, así como se tiene en cuenta la salud física, para poder tratar a tiempo estos problemas en procura de lograr el bienestar emocional que garantice una mejor calidad de vida. “El desconocimiento de los estados emocionales y sus consecuencias no solo se manifiestan como problemas de salud mental, sino que trascienden a todos los ámbitos de la vida de las personas”, indican los autores.

De otra parte, los expertos consideran que mientras más se prolonguen el aislamiento y las restricciones, mayor es la probabilidad de riesgo emocional, y concluyen que: “retomar paulatinamente la actividad económica les dará a las personas la posibilidad de retornar a los ciclos de actividad, movilidad y descanso, lo cual mejorará el panorama de salud mental. Aunque también debemos reseñar que retomar la vida como era antes, solo será posible a largo plazo, dado que se deberán mantener las medidas preventivas de restricción del contacto social por algún tiempo”.

La app Estoy Bien

Es una aplicación móvil que les permite a los usuarios reconocer los estados de ánimo; a partir de ahí recibirá realimentación y seguimiento de un profesional de la salud mental, contribuyendo al bienestar emocional.

- Está habilitada para dispositivos Android (próximamente IOS) y en la web en www. estoybien.co. - Puede ser consultada a través de un smartphone (celular inteligente), un computador o tableta. - Se debe tener acceso a Internet y una cuenta de correo electrónico habilitada. - Adultos y menores de edad pueden ser atendidos a través de esta herramienta digital. - Los menores de edad deben contar con la autorización y supervisión de los padres o representantes legales para tener el acceso virtual a la aplicación.

Aunque el uso de esta app generalmente tiene un costo, ante el surgimiento de la pandemia del COVID-19 los creadores del aplicativo estarán proporcionando códigos para descargas gratuitas a través del número de WhatsApp 3016889566.

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