La lengua y los hablantes. Raúl Ávila. 5. Lengua y habla. Toda lengua es un código constituido por un sistema de signos que se utilizan para reproducir mensajes y un sistema de fonemas con los cuales se forman los signos, lo que corresponde respectivamente a las articulaciones primera y segunda. 5.1 Las reglas del juego. La comunicación lingüística también tiene un código al que se llama usualmente lengua. El mensaje, la realización concreta del código se conoce también como habla. Para hablar no es necesario que tengamos conciencia del código que utilizamos. Todos los que vivimos en sociedad utilizamos la comunicación lingüística y, por lo mismo, cuando somos pequeños la aprendemos sin darnos cuenta, la aprendemos simplemente escuchando cómo la utilizan los demás; por eso no sabemos cuáles son las reglas. Tan pronto aprendemos un lengua podemos utilizarla de una manera absolutamente personal, de acuerdo con nuestro deseos, nuestras intenciones o nuestras emociones. El único requisito es que respetemos el código del que somos inconscientes y que, sin embargo, utilizamos al igual que todas las personas de nuestra comunidad lingüística. Podemos utilizar nuestra lengua como lo deseamos: podemos repetir lo que aprendimos de nuestros maestros o inventar nuevas expresiones; podemos decir verdades o mentiras; ser sinceros o falsos; precisos o imprecisos. Coseriu: la lengua puede considerarse como conjunto de imposiciones, pero también, y quizá mejor, como conjunto de libertades, puesto que admite infinitas realizaciones y sólo exige que no se afecten las condiciones funcionales del instrumento lingüístico. 5.2 Relaciones paradigmáticas y sintagmáticas. Cuando hablamos seleccionamos del código los elementos que necesitamos para nuestras finalidades comunicativas y, de acuerdo con las reglas, los combinamos en una secuencia lineal para producir el mensaje deseado. Seleccionamos elementos y los combinamos. A cada serie se le llama en lingüística paradigma y a cada combinación sintagma.
Gracias a la ubicación de cada elemento en el sintagma, podemos saber a qué paradigma pertenece para, de esa manera atribuirle un valor. El sintagma es, para un elemento dado, su contexto. El contexto permite determinar las acepciones de las palabras. El orden de los elementos en el sintagma nos da el sentido general del mensaje. Las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas no sólo existen en los elementos de primera articulación, en los que hemos utilizado palabras y expresiones con significados. De acuerdo con las posibilidades de combinación, podemos producir sintagmas inexistentes en español. La lengua supone un conjunto de paradigmas y uno de reglas que nos indica cómo se combinan los elementos para formar sintagmas en el habla. En el paradigma, los elementos, de acuerdo con Jakobson, están en una relación de similaridad. En la lengua podemos hablar de elementos similares en la medida en que todos ellos, en un paradigma dado, son, por ejemplo, “sustantivos”, “verbos” o “preposiciones”, “consonantes” o “vocales”. En el sintagma, los elementos están en relación de contigüidad en cuanto a que cada elemento aparece al lado del otro, en posición contigua. Los conceptos de paradigma o sintagma responden a una forma de organizar el mundo y el pensamiento. Bibliografía. Barthes, Roland, Elementos de semiología, A. Corazón, Madrid, 1971. Coseriu, Eugenio, “Sistema, norma y habla”, en su obra Teoría del lenguaje y lingüística general, Gredos, Madrid, 1962. Jakobson, Roman y M. Halle, Fundamentos del lenguaje, Ciencia Nueva, Madrid, 1967. Saussure, Ferdinand de, Curso de lingüística general, 4a ed., Losada, Buenos Aires, 1961.