“CARTA A UN JOVEN PROFESOR”.
Los debates educativos
Contradicciones.
El carácter vocacional
Se encuentran
En numerosas ocasiones, presididos por posiciones enconadas que presentan las diferentes posiciones como antinomias en las que necesariamente hay que decantarse por un extremo o el otro.
Términos como:
Inclusión, atención a la diversidad, tratamiento individualizado, evaluación permanente o enfoque multicultural Conllevan Numerosas tareas para las cuales apenas disponemos de medios, tiempo o formación.
*Elección entre el “amor a los alumnos” y “el amor al saber”.
* “Antiguo alumno”, caracterizada por el amor a los aprendizajes escolares y a la escuela misma, y el actual panorama del alumnado, muy poco motivado por todo cuanto suponga academicismo.
Frente a la profesionalización de la carrera docente, o cuando se destaca la importancia de abordar educativamente la motivación y las actitudes.
La conciliación entre las presiones sociales que sufren la escuela y la autonomía de la que tiene que gozar cualquier proyecto pedagógico es otra de las contradicciones.
Se propone trabajar menos desde fuera de las aulas y más desde dentro, devolviendo el protagonismo al profesorado, ayudando a los chicos y chicas a través de sus maestros.
La calidad de la enseñanza. Se refiere a La presión que sufren las escuelas e institutos por mejorar su “eficiencia”, por adquirir resultados tangibles y por mejorar en los escalafones de los sistemas educativos de los países desarrollados.
La exigencia hay que situarla en el centro de la pedagogía.
Exigencia en el esfuerzo, en el intento por un trabajo bien hecho, en el respeto a los compañeros y compañeras, en el interés por la tarea.
La Exigencia que no debe ser concebida como actitud opuesta al interés y a la motivación, sino más bien al contrario.
Exigencia como generadora del interés.
Otro de los dilemas –falso dilema- que suele estar muy presente en nuestros debates: el que enfrenta “la disciplina” con “las disciplinas”, es decir, la dinámica social del aula que hace posible la enseñanza con el contenido de esta.
“Está usted mirando hacia fuera, y precisamente esto es lo que ahora no debería hacer. Nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie… No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo”. Conclusión. Es un texto un tanto llamativo, más que nada nos muestra la cruel realidad de todo aquello que tiene que vivir un profesor, todo aquello por lo que tiene que pasar, y que nunca nos damos cuenta de las cosas. Tenemos por ejemplo los debates educativos, las contradicciones que se dan en la educación y lo que vendría siendo el carácter vocacional. El maestro en sí sufre bastante, porque toma varios papeles, se tiene que acoplar a los planes y programas de estudio, el primer problema que le surge es elegir entre el amor a los alumnos o el amor al saber. Supongo que no debe ponerse en duda esto ya que se debe tener amor por ambos, si no amas el saber no puedes amar a los alumnos, y viceversa. Cuando se habla del amor antiguo, entiendo que es en otras palabras dichas por la sociedad, “está enseñando a la antigüita, a él a sí lo enseñaron, total”. Son palabras que al maestro no se le deben de decir porque él toma la decisión de cómo enseñar a sus alumnos, en dado caso de que no le funcione, entonces puede cambiar un tanto su técnica. Respecto a la calidad de enseñanza, no es otra cosa más que mejorar la educación del país, pero lo hacen de formas distintas, el gobierno exige esa
educación de calidad, pero ¿Cómo se puede lograr esto si no les dan trabajo a los maestros? No se puede exigir algo por lo que nadie hace absolutamente nada. Los términos más destacados son: inclusión, atención a la diversidad, tratamiento individualizado, evaluación permanente o enfoque multicultural. Respecto a estos términos, como se mencionó antes, no se pueden exigir tanto porque apenas disponemos de medios, tiempo o formación. Uno de los dilemas más destacados es: la disciplina” con “las disciplinas”, se refiere a que debe de haber disciplina en aquellas materias, asignaturas (disciplinas) que se le plantean al maestro para que las aplique en sus alumnos. Para concluir, pienso que el ser maestro no es nada fácil, no sólo por el hecho de que nadie lo agradece como debe de ser, sino que también se tienen que aplicar a todo, si contradicen en algo, los castigan de una forma u otra. De cualquier forma al que le gusta la profesión no pondrá pero alguno, simplemente amará su profesión sin importar todo lo que pase mientras se esté formando.