Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”.
Licenciatura en Educación Preescolar.
Ensayo. “Organizar y dirigir las actividades de los niños: un reto cotidiano de la educadora”.
María Goretti Jiménez López. 3er Semestre.
Curso: Iniciación al trabajo docente.
Zacatecas, Zac. Enero de 2016.
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Organizar y dirigir las actividades de los niños: un reto cotidiano de la educadora.
“A cualquier edad, los seres humanos construyen su conocimiento; es decir, hacen suyos saberes nuevos cuando los pueden relacionar con lo que ya sabían”. (SEP, 2011)
Introducción. El momento más relevante de la educación es la intervención docente, aquella intervención en donde se juega el papel de mediador, de constructor, pero específicamente el de guía ya que el docente o futuro docente día con día se enfrenta a la problemática de “¿qué voy a hacer ahora para que mis alumnos aprendan? ¿Cómo organizaré al grupo? ¿Cómo lo dirigiré para poder obtener buenos
resultados?
¿Qué
haré
con
aquellos
alumnos
que
presentan
capacidades diferentes?”… entre otras interrogantes que sobresalen desde el momento de planear la situación didáctica hasta el instante de llevarla a cabo. De la misma manera se sabe que el contexto es parte fundamental del aprendizaje cotidiano de los alumnos, así como el tipo de recursos tanto materiales como humanos que se utilicen al momento de implementar las actividades. Por tal motivo, dentro del presente ensayo hablaremos acerca de los retos a los que se enfrenta la educadora en el día con día, claro que, no es sólo ella, también el papel que toma cada uno de los personajes presentes en el jardín de infantes. Asimismo se hablará de la responsabilidad que toma la docente con los niños, las problemáticas a las que se enfrenta, así como la serie de indagaciones que debe de hacer para conocer más a fondo a sus alumnos y en base en ello poder planear actividades con aprendizajes significativos y con una finalidad.
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Desarrollo. Los docentes desempeñan un papel importante dentro de la sociedad, pero más dentro de la vida de los niños ya que les transmiten nuevos conocimientos y diferentes formas de aprender tanto de la vida como de la escuela. Él/ella debe buscar la manera de incluir a todo el alumnado, buscar que el niño se sienta aceptado dentro del grupo, se sienta capaz de llevar a cabo todas las actividades implementadas por la educadora titular pero sobre todo, sienta confianza con la docente y poder sentirse parte del grupo.
“El docente juega un papel relevante en la creación de un ambiente en donde cada uno de los alumnos se sienta incluido y aceptado” (SEP, 2010). El momento de crear ambientes de aprendizaje es complicado puesto que conocer al grupo no es una tarea fácil ya que lleva un proceso largo y duradero, se debe buscar la manera de que con ese ambiente todo el alumnado aprenda lo requerido, aprenda no sólo lo básico sino que adquieran conocimientos perdurables y significativos que en un futuro los llevarán a cabo. Se sabe que el conocimiento del pequeño perdura a través del ciclo escolar desde que inicia hasta que termina, en este caso la educadora por lo regular no conoce en su totalidad al grupo y nunca termina de conocerlo puesto que poco a poco resaltan características específicas de un determinado número de alumnos, no sabe qué tan avanzados están o qué tipo de conocimientos llevan consigo. Los niños están en constante desarrollo así que el trabajo de la educadora no termina en ningún momento.
“Es necesario tomar en cuenta a los sujetos de educación, sus condiciones, motivaciones,
condición
psicosocial,
necesidad
de
una
visión
cultural-
antropológica que permita entender aspectos básicos de su identidad” (Díaz B., 2009). Para ahondar en el aprendizaje cotidiano de los alumnos, desde el primer día de clases la educadora debe de realizar pequeñas pruebas con el propósito de conocerlos, qué es lo que saben y lo que no, qué pueden y no pueden hacer Página 3
para así poder comenzar con los campos formativos y aspectos que necesitan trabajarse con más desempeño y que resulte un verdadero reto para los estudiantes. Claro que, no se debe dejar de lado la opción de realizar pequeñas encuestas a los padres de familia acerca de sus hijos y poder identificar problemas tanto físicos como sociales en el educando, que en ocasiones los padres no apoyan en su totalidad, no proporcionan la información necesaria y por lo tanto no se ayuda al alumno en un 100%. A continuación encontramos los siguientes aspectos o rasgos más relevantes en el niño de etapa preescolar: •
Logros que manifiestan en relación a las competencias señaladas en cada campo formativo que el programa presenta.
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Condiciones de salud física (visuales, auditivas, motrices).
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Ambiente familiar en el que se desenvuelve. Dentro del aula de clase si la educadora no conoce las necesidades de
cada uno de sus alumnos, sus actividades pueden resultar tediosas y sin un fin recreativo, para ellos fue simplemente jugar y entretenerse un poco en el jardín mientras su mamá trabaja. Es ahí donde se encuentra el reto de la educadora, desde el momento de indagar sobre sus alumnos hasta llevar a cabo las actividades que se tengan planeadas para cada una de las sesiones de clase.
“Diseñar una unidad didáctica para llevarla a la práctica, es decir, decidir qué se va a enseñar y cómo, es la actividad más importante que llevan a cabo los enseñantes, ya que a través de ella se concretan sus ideas y sus intenciones educativas” (Neus Sanmartí, 261, sin año). Por otro lado, si la educadora conoce al grupo, es decir, si ya trabajó con ellos durante el ciclo escolar pasado, es más sencillo implementar las actividades de descubrimiento la cual tratan de indagar sobre lo que conocen los niños, en qué se encuentran más rezagados y cuáles serían las estrategias para darle continuidad a lo que ya saben y a lo que les falta por aprender y no perder la secuencia que se llevaba, permitiendo así que el estudiante se motive y no
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pierda el interés por aprender conceptos nuevos tanto dentro como fuera del aula de clase. El docente debe ser hábil para planear cada una de las actividades, ponerse retos y propósitos capaces de cumplir con los niños. Debe especializarse en la enseñanza y dirigir el proceso de aprendizaje de sus alumnos, debe ubicar la problemática real y fundamentar su práctica a partir de la reflexión diaria sobre su tarea y la dinámica educativa. Asimismo debe establecer la relación alumno-maestro así como alumno-maestro-contenido con la finalidad de que no se pierda esa dinámica con la que se está trabajando claro que, no siempre se trabajará con lo mismo y de la misma manera, siempre se debe enfatizar en la búsqueda de nuevas estrategias para generar un aprendizaje con fines recreativos. Para tal motivo, el alumnado en general debe de estar consciente de lo que hacen, lo que sienten y lo que realizan dentro de la institución educativa, tomen en cuenta que el trabajo de la educadora tiene un propósito pero, para lograrlo, la docente juega el papel de guía, en donde llevará de la mano a todos sus educandos sin dejarlos atrás; buscar la manera de que propicien y recreen las competencias marcadas por el PEP 2011, desarrollen la capacidad de escuchar y dialogar con armonía con el fin de aumentar su autoestima y logren ser autónomos en algún momento de su vida así como apoyarlos en situaciones problemáticas ya sea dentro o fuera del jardín.
“Una escuela donde los niños piensan y deciden donde actúan y asumen responsabilidad sobre sus actos lleva, inevitablemente a que la propia escuela, como institución, piense los problemas del entramado social al que pertenece, plantee alternativas a los problemas en los que la educación juega un papel, actúe y asuma responsabilidad social” (Gadino, 2001). Asimismo la educadora debe tomar en cuenta los espacios en los que se llevarán a cabo las actividades con el propósito de que sea recreativo para el alumno, logren adquirir el conocimiento que realmente se espera con la actividad que claro, pueden ser tanto dentro como fuera del aula de clase, se Página 5
deben tomar las precauciones para poder llevarlos fuera de, para ello se solicita el apoyo de los padres y el personal docente para evitar problemas. De la misma manera tomar en cuenta el tiempo, que puede prolongarse desde unos minutos hasta días o incluso meses, todo depende del producto final que se espera realizar mediante la actividad planeada. Es importante tomar en cuenta que no todo lo planeado resultará como tal, siempre existirá algo que impida la realización de la misma. Esto sucede más cuando los niños no asisten a la escuela por diversas cuestiones o incluso se lastime uno de ellos y eso llega a ser una barrera para el aprendizaje cotidiano del educando. Para algunos alumnos una actividad puede ser interesante y representar un verdadero desafío, mientras que para otros puede ser repetitiva, no representar ningún reto intelectual y, por lo tanto, carecer de sentido. Puede representar algo inolvidable o simplemente lo da por visto, así como lo logra relacionar con experiencias pasadas, relaciona lo aprendido con lo nuevo y obtiene su propio concepto, su propia forma de aprender algo nuevo y significativo que puede ser de provecho en un futuro.
“En el campo de aprendizaje, sólo se estimulará a un estudiante a crear competencias de alto nivel haciendo que se enfrente regular en intensamente a problemas que sean relativamente numerosos, complejos y realistas, que movilicen diversos tipos de recursos cognitivos” (Perrenoud, 2008). Es así como la educadora se enfrenta a un enorme reto al momento de ingresar al aula de clase, desde cómo organizar hasta cómo dirigir las actividades de los niños, llevando responsabilidades ajenas a su trabajo cotidiano, implementando normas ajenas a las que ya conocen, compartir experiencias nunca antes vistas pero, sobre todo, no olvidar que los grandes retos a los que se enfrenta día con día es por lo que le gusta hacer, trabajar con niños de nivel preescolar…
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Conclusión. Si alguien quisiera enseñar a niños preescolares sin tener conocimiento alguno, ¿qué va a hacer?... ésta interrogante surge debido a que en base a las experiencias compartidas con las compañeras, nos damos cuenta que trabajar o implementar actividades a los alumnos no es sencillo puesto que conlleva a varios retos, distintas responsabilidades, una serie de problemas tanto con padres, maestros o incluso con los mismos niños. El texto anterior nos remite a la reflexión acerca del verdadero trabajo de las educadoras de todos los tiempos, lo que conlleva guiar a un conjunto de niños dispuestos a aprender todo aquello que quieran o, mejor dicho, todo lo que se les enseñe dependiendo de la forma en cómo se haga, cómo se realice, qué tanto signifique para ellos, si realmente lograron comprender el contenido, si cumplieron con las indicaciones, pero lo más importante, si lograron desarrollar competencias genéricas, disciplinares y específicas. Es importante el rol del maestro puesto que de ahí se parte a un buen aprendizaje en el alumnado en general,
se logran desarrollar ambientes de
aprendizajes favorables con el propósito de reconocer el tipo de aprendizaje que va adquiriendo cada uno de ellos, cómo es que lo irán relacionando y, por consiguiente, cómo lo emplearán en un futuro. Es así como se da a conocer el rol del docente, el verdadero trabajo de las educadoras y futuras educadoras, los retos a los que se enfrenta dando así aprendizajes significativos a cada uno de sus alumnos, dejando huella en ellos y poder fomentar ese hábito por el aprender algo nuevo todos los días…
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Bibliografía. •
Díaz Barriga, A. (2009). El docente y los programas escolares: lo institucional y lo didáctico. México: iisue/unam.
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Gadino, A. (2001). Gestionar el conocimiento: estrategias de enseñanza y aprendizaje. Santa Fé: Homo Sapiens.
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Perrenoud, P. (2008). Construir competencias desde la escuela. Santiago: J: C. Sáez.
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Secretaría de Educación Pública. (2010). Programa de estudio 20102011. Guía para la educadora Tercer grado. Educación básica. Preescolar. México.
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Neus Sanmartí, “El diseño de unidades didácticas”, Universidad Autónoma de Barcelona, sin año.
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