Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”.
20-10-2016
Licenciatura en Educación Preescolar.
Informe de práctica. Curso “Trabajo Docente e Innovación”. Docente a cargo. Laura Elena Flores Olague. Educadora en formación. María Goretti Jiménez López.
Introducción. Las jornadas de observación y práctica han pasado de ser tediosas a llamativas e interesantes, se abarca desde observar al infante dos días y trabajar con ellos alrededor de 10 días continuos; arribar a los jardines de niños nos ha dejado grandes enseñanzas, experiencias buenas y malas así como relaciones interpersonales con alumnos y educadoras a cargo del plantel. Sabemos que, en el tiempo establecido durante las jornadas de intervención docente se obtienen resultados diferentes debido al comportamiento en los alumnos, las relaciones con padres de familia así como los aprendizajes que se adquieren día con día en las mañanas de trabajo. Durante cada sesión se abordaron diversas actividades que complementaron poco a poco el desarrollo de competencias a favorecer en el grupo, se trabajó de manera individual, en parejas o tercias de manera que se combinen los alumnos de 1ero con los de 2do año. Asimismo la comunicación con los aprendices y educadora titular permitió el avance en la intervención en cuanto a situaciones de aprendizaje a desarrollar y roles a cumplir en determinados momentos. En cuanto al diagnóstico realizado por la directora/educadora se desarrollaron competencias de memoria, atención y percepción en los alumnos, se trabajó el campo formativo Pensamiento Matemático en donde conocieron figuras geométricas, jugaron con ellas, las dibujaron y las moldearon. Son aspectos tomados en cuenta para dar un seguimiento al aprendizaje cotidiano del infante. Se espera en sí, mayor conocimiento del contexto en el que se está interviniendo, costumbres y tradiciones, participación de los padres de familia, el tipo de gestiones que se realizan para el buen funcionamiento del plantel y las responsabilidades mayores de cada educadora, así como las propuestas generadoras que ayudarán al alumno a enriquecer su aprendizaje y su desarrollo social y cognitivo dentro y fuera del jardín de niños. Para obtener una buena propuesta y/o proyecto se parte de la primera jornada de intervención frente al
grupo multigrado en donde se generaron diversos resultados que, se irán abordando en el transcurrir del tiempo.
Desarrollo. La jornada de observación y práctica abarca del día 26 de septiembre al 7 de octubre del año en curso. Se observó dos días a los alumnos indagando sobre sus gustos, algunas costumbres, interacciones grupales, individuales y/o en parejas; asimismo se indagó acerca del campo formativo a trabajar, algunas actividades propuestas por la educadora titular, concordancia en cuanto al rol de guardia así como la información acerca de las actividades extracurriculares a las que asisten los niños. La intervención resultó favorable, la mayor parte del grupo se mostró atento a las indicaciones de la docente en formación claro que, dos niños no se mostraron participativos en cada una de las actividades, lo que descontrolaba un poco al grupo o simplemente no lograban terminar en el tiempo que se había planeado la consigna. Los días de intervención se trabajó bajo el Campo Formativo “Lenguaje y Comunicación” con el aspecto “Lenguaje escrito”, se pretendía trabajar diversos aprendizajes esperados y competencias que embonaban al tema en general, es decir, <<el nombre propio>>. Según los resultados obtenidos el grupo logró identificar algunas letras que componen su nombre, se expresaron al momento de informar sobre sus gustos, el trabajo en equipo se intentó enriquecer cosa que, no resultó satisfactoriamente. Se llevaban a cabo activaciones físicas impartidas por mi compañera de prácticas y su servidora; se hizo presencia en las clases de educación física, música e inglés, apoyando a la docente con los alumnos que no comprendían la consigna a trabajar en ese momento. Cada día de intervención se pretendía dar seguimiento a lo aprendido la mañana anterior, se concluían con actividades fuera de tiempo debido a las clases extracurriculares; se buscó la manera en que los aprendizajes esperados tengan un nivel de complejidad en cuanto a las actividades desarrolladas que favorecían
dicho aprendizaje, desafortunadamente, no se logró cierta parte puesto que no se obtuvo suficiente comunicación con la educadora (por cuestión de trabajo por parte de ella) que apoyara en la situación o diagnóstico del grupo. En sí, se intervino según lo observado y conforme daban respuestas los alumnos es como se proponían los siguientes retos a desarrollar en cada uno. “La mejora de nuestra actividad profesional pasa por el análisis de lo que hacemos, de nuestra práctica y del contraste con otras prácticas” (Antoni Zabala, 2005). Al inicio de cada día se ahondaba en el conocimiento adquirido por parte de los alumnos en cuanto a las actividades realizadas el día anterior, así como las actividades rutinarias como colocar la fecha, mencionar qué niño/a no asistió y recordar en qué se trabajó y cómo se realizó. Las respuestas eran pocas puesto que se confundían con lo que aprendieron la semana pasada, es decir, aquella donde se realizó el diagnóstico por parte de la educadora titular. Enseguida se abordaba el desarrollo la cual era la parte fundamental de la práctica debido a que se reflejaban o se intentaban reflejar las competencias a favorecer en el grupo. Por último el cierre consistía en terminar con la actividad primordial o la lectura o invento de una historia así como algunos cantos favoreciendo su lenguaje y memoria. Principalmente se trabajó psicomotricidad del alumno, reconocimiento de las grafías pertenecientes a su nombre y expresión oral frente a sus semejantes, se realizaron juegos típicos que complementaban el aprendizaje, se hacían preguntas en cuanto a la importancia de tener un nombre propio, los documentos oficiales y u pertenencias en donde aparece el mismo; se trabajó con el nombre de los compañeros, de animales, plantas, frutas y algunos juegos que se encuentran en el jardín de niños. En cuanto a los materiales se utilizaron fichas de letras, plastilina, papel china, hojas de color, hojas de papel revolución, tijeras, pegamento, gusano como guía, cartulinas lápices de colores, crayolas, ente otros. Se buscaron recursos manipulables por los alumnos, no dañinos de manera que el salón no terminara en condiciones poco favorables (Ver anexo 1). Claro que, en
caso de terminar la actividad y existiera basura, se indicaba inmediatamente la limpieza rápida al lugar en donde se aprendía todos los días. “Las estrategias didácticas deben ser capaces de orientar la construcción de conocimientos los más significados posibles y presentar los materiales de aprendizaje de manera que sean potencialmente significativo” (Cecilia Bixio, 2006). Enriqueciendo la información obtenida durante la jornada, se tuvo la oportunidad de observar y trabajar asuntos relacionados con los Campos de Desarrollo que, enlazan de una manera u otra los 6 Campos Formativos del PEP 2011. Bajo cada campo se cuenta con rasgos característicos en cuanto al nivel de desarrollo del grupo en general considerando la variedad de edades encontradas dentro del mismo. Tales campos son:
Desarrollo Físico y Psicomotor. Los alumnos comienzan a desarrollar habilidades de movimiento durante las clases de educación física. Durante la jornada de observación y práctica, dichas clases consistían en que el alumno lanzara o deslizara una pelota de esponja hacia la pared, así como arrojarla para arriba.
Conforme lo realizaban se percató motricidad fina, claro que, a algunos se les iba la pelota para otro lado (se debe trabajar más en ello). También se dieron casos de niños/as que perdían el instrumento, otros ya no hacían la actividad y se sentaban. Asimismo, dos de las actividades implementadas por la educadora en formación consistían en desarrollar la motricidad fina del grupo. Se realizó el boleado con papel china y colocarlo en su nombre siguiendo el trazado de cada letra. Claro está, los alumnos de primero no lo realizaron como se esperaba, pero si lo intentaron. Mientras que los de segundo, fueron pocos los que no lo hicieron por el simple hecho de dedicarse al juego (Ver anexo 2). De la misma manera se trabajó una actividad en donde la educadora mencionaba una letra del abecedario y el niño o la niña que localizara esa letra en su nombre debería saltar en un pie, con el otro pie, con ambos o gatear. Bajo ésta consigna el
grupo no captó en el momento por lo que para cada situación primero se analizaba uno por uno y después se daba
paso al reto. El día de la visita previa, la
directora/educadora trabajó las figuras geométricas, para ello los niños moldearon cada figura (rectángulo, triángulo, cuadrado, círculo) con plastilina. “La manera y la forma en que se producen los aprendizajes son el resultado de procesos que siempre son singulares y personales” (Antoni Zabala, 2005).
Desarrollo y Adquisición de Lenguaje. La jornada comenzaba con dicho campo, para ahondar en el mismo, se trabajó el “nombre propio”, los alumnos desarrollaron habilidades de reconocimiento en cuanto a las grafías al momento de realizar el juego de la lotería de “letras”.
Asimismo algunos comenzaron a expresarse conforme avanzaba la jornada. Se implementaron actividades en donde debían señalar el nombre de su compañero con la finalidad de conocerse; al igual que aquella actividad donde el alumno expresaba lo que había dibujado según sea su agrado (animal, fruta, juego, planta). Se obtuvo un buen resultado puesto que los alumnos que no decían ni una palabra frente al grupo, lo hicieron puesto que para ellos significó mucho el compartir sus gustos con los demás. “Un buen diseño didáctico es aquel que mejor responde a las necesidades diversas de los estudiantes” (Neus Sanmartí).
Desarrollo de socialización y afectividad. Se cuenta con la información de que los alumnos no saben los nombres de sus compañeros, se hablan por “ese niño”, “esa niña”, al momento de preguntar cómo se llama el/la niño/a no se obtiene respuesta por parte de ellos.
Para conocer el nombre de cada uno, las actividades a generar fueron presentación de sí mismos, la rueda de San Miguel así como preguntar a cada uno el nombre de los compañeros. Dichas actividades funcionaron hasta cierto punto, la mayoría ya identifica a sus compañeros de clase claro que, aquellos niños/as de primer año que no hablan lo suficiente no desarrollaron esa
competencia como se esperaba. Los momentos de socialización y afectividad sin pensarlo, sucedieron en el recreo, los alumnos se desenvolvían por todo el jardín, jugaban en binas, tríos, cuartetos e incluso hasta 6 o 7 niños; asimismo daban pequeños turnos para los columpios, se paseaban unos a otros y, en ocasiones, jugaban en el arenero. Tomaban en cuenta las edades, es decir, si estaban jugando a correr o a bajar de la resbaladilla de espaldas, los niños de 3er año no permitían que los de 1ero y 2do participaran porque eran “más pequeños” (Ver anexo 3). Se ahondaba en la práctica de valores cada semana, se coloca en el periódico mural lo más resaltante. Asimismo los acuerdos del salón eran un elemento recalcable todos los días. “La función tradicional que ha desempeñado la educación es la de facilitar la inserción del individuo en el mundo socia, hacerle un miembro del grupo social” (Juan Delval, 2001).
Desarrollo cognitivo. Al ingresar al jardín de niños, todo es nuevo para los aprendices de ese ciclo escolar al que pertenecen. Su nivel de desarrollo cognitivo abarca desde la adquisición de nuevos conocimientos en donde todo es parcial hasta querer explorar conceptos básicos que irán aprendiendo dentro del jardín.
Asimismo van enriqueciendo el desarrollo de sus sentidos (vista, tacto, gusto, olfato, oído) por medio de las mañanas de trabajo o los momentos con el profesor de educación música y artística. Dentro de éstas fueron conociendo los instrumentos musicales en cuanto a su forma y sonido. “El alumno se acerca al conocimiento como aprendiz activo y participativo, constructor de significados y generador de sentido sobre lo que se aprende, además, el alumno no construye el conocimiento de manera aislada, sino en virtud de la mediación de otros, y en un momento y contexto particulares, con la orientación hacia metas definidas” (Frida Díaz).
En sí, la jornada resultó favorable y enriquecedora tanto para la docente en formación como para los alumnos (aspecto más importante), se lograron desarrollar capacidades de escucha en los niños, expresar lo que sienten, gusta y/o disgusta, dar seguimiento al trazado de su nombre así como identificar algunas letras pertenecientes al mismo, los juegos implementados que concluían con las situaciones de aprendizaje. Para un mejor desarrollo en los alumnos se deben buscar actividades que llame su atención en la mayor parte de la misma, tener mayor comunicación con los padres y madres de familia con el propósito de innovar la situación, tomando en cuenta que se estará buscando una mejora en los niños.
Conclusión. Intervenir dentro de un aula perteneciente a un jardín de niños es un verdadero reto puesto que no se llega a tratar sólo con los alumnos, se establece relación y comunicación con padres/madres y docente titular, así como las diferentes autoridades del plantel educativo. La primera jornada nos deja con una gama de interrogantes en cuanto a las formas de intervención, gestión, de diagnóstico, etc., no se obtuvo la suficiente información para que el momento de la práctica resultara con el mayor éxito posible, es decir, se favorecieron algunos aprendizajes en el alumno pero falta conocimiento en cuanto a sus maneras de trabajar y aprender. Se concluye que, ésta jornada sirve como experiencia tanto buena como mala en el sentido de mejorar e innovar las siguientes situaciones de aprendizaje social y cognitivo en el alumno, darse cuenta de que todo es un proceso y dentro de éste se obtienen resultados inesperados que hacen de la práctica una mejor motivación para enseñante y aprendices en un determinado tiempo, lugar y espacio. “La intervención pedagógica tiene un antes y un después que constituyen las piezas consubstanciales en toda práctica educativa” (Antoni Zabala, 2005).
Anexos.
Anexo 1. El uso de materiales manipulables, lavables y reciclables enriquecieron el aprendizaje de los alumnos.
Anexo 2. El moldeado con plastilina enriquecía al alumno en su psicomotricidad, se esforzaban por realizarlo según el patrón que poseían.
Anexo 2. El boleado con papel china enriqueció Anexo 3. Socialización y afectividad en el al alumno en cuanto al diseño fino de bolas que recreo. colocarían en su nombre siguiendo el trazo de las grafías.