Quejigo en la sierra de Grazalema (CĂĄdiz). FotografĂa del autor
LA TALLA EN MADERA, UN OFICIO ANCESTRAL
La elaboración de objetos de madera se pierde en la noche de los tiempos. El hombre ha utilizado este recurso que le brinda la naturaleza desde que apareció en su mente la primera chispa de conciencia. Cualquiera que se acerque a un museo arqueológico o etnográfico descubrirá curiosos objetos de madera realizados por hombres y mujeres de otras épocas, a veces muy lejanas en el tiempo. En cada lugar la madera reflejará la cultura e idiosincrasia de sus moradores; en cada lugar se utilizará un tipo de madera según sean las especies vegetales que proporcione el medio. Donde abunde el arbolado se creará toda una industria de la madera, pero incluso en zonas desérticas se producirán y utilizarán diferentes objetos fabricados con este maravilloso material. A lo largo de miles de años de civilización el homo habilis ha ido perfeccionando sus herramientas y sus técnicas para el trabajo de la madera; la industria contemporánea, tan tecnificada, supone un paso más en la evolución de esta tecnología, pero pone en peligro el gran tesoro de las técnicas manuales, logradas tras el esfuerzo continuado de generaciones de maestros artesanos. Sin embargo hay tanta belleza en la madera y en las herramientas que nos han legado estos maestros que muchos nos aferramos con tozudez a estos oficios por lo que es difícil que desaparezcan del todo. Esta exposición se centra en la talla escultórica, éste es uno de los oficios que utilizan la madera como materia prima. En las siguientes páginas hago una somera descripción del proceso de talla tal y como lo realizo en mi taller.
LA MADERA: OBTENCIÓN Y PREPARACIÓN
Para mis tallas en madera suelo emplear restos de podas que encuentro en el campo o en parques y jardines urbanos. La primera tarea consiste en transportar troncos o ramas gruesas al taller y almacenarlos en un lugar apropiado para que se sequen lentamente y evitar que se agrieten. Suelo moverlos de vez en cuando para detectar rastros de carcoma que aparecen como pequeños montoncitos de serrín en el suelo. Cuando detecto a estos insectos xilófagos procedo a descortezar las maderas utilizando el hacha o la azuela.
El siguiente paso es cortar los palos en tacos más manejables, para lo cual utilizo la sierra tronzadora (prácticamente no empleo herramientas eléctricas, casi todo el trabajo lo hago con herramienta manual). Los tacos de madera quedan así a la espera de que un día decida emplearlos para una nueva talla. Pueden estar bastantes años en el almacén, lo cual asegura su completo secado.
DE LA IDEA A LA TALLA
La idea de hacer aves talladas en madera no es original, procede de un género artístico poco conocido en España, pero muy popular en Estados Unidos, Gran Bretaña y el centro y norte de Europa: se trata del Wildlife Art, literalmente, el arte de la vida salvaje. Es un género que nace en la primera mitad del siglo XX cuando la fotografía y las técnicas de reproducción fotomecánica invaden el terreno de muchos ilustradores naturalistas, circunstancia que les obliga a reorientar su actividad hacia la pintura y las bellas artes. Durante el siglo XX ha sido un género muy pujante en esos países: cuenta con una larga nómina de artistas, y además se han creado varios museos y galerías especializadas en Wildlife Art. Por supuesto entre los artistas que practican el género hay varios escultores que trabajan en diferentes materiales, principalmente bronce y piedra, aunque también alguno trabaja la madera. En mi caso, anterior al conocimiento de este género fue el amor por el material, por la madera, luego conocí el Wildlife Art y con él surgió el interés por las aves. La primera talla de un ave que hice fue la de un tucán; vi un ejemplar de esta especie en una institución que lamentablemente ya ha desaparecido: el Exotarium de Titulcia, un centro de recuperación de fauna exótica instalado en una nave industrial de esta población madrileña. Me pareció un animal fascinante, con ese pico enorme, su brillante colorido y esa manera tan especial de moverse… Hice unos rápidos apuntes en mi cuaderno y decidí hacer una talla en la que expresar mi admiración por semejante criatura.
El siguiente paso fue cortar el ‘palo’ de aliso americano que compré en un almacén de madera, labrar las caras que iba a encolar y formar el bloque de madera con las formas aproximadas antes de empezar a tallar. El corte y encolado de la madera exige cierta planificación para que la forma resultante se adecúe a la figura que queremos tallar; es necesario hacer unos croquis que representen al menos un par de vistas de la pieza (frente y perfil).
Preparación del bloque de madera http://tallerdetallaenmadera.blogspot. com.es
En otras ocasiones la inspiración para comenzar el trabajo puede proceder de l a propia madera: suelo recoger restos de podas cuando estos son suficientemente gruesos y la madera es apropiada para la talla (peral, olivo, fresno, castaño, abedul, etc…). Al cortarlos en fragmentos en el taller o en el campo, mientras observo las formas naturales que tengo en mis manos, en muchas ocasiones comienzo a tener vislumbres de la figura que está encerrada en el interior de alguno de ellos. Es entonces cuando comienzo la talla que, como muchas veces se ha dicho, siguiendo al gran maestro renacentista Miguel Ángel Buonaroti, consiste en eliminar lo que sobra para liberar la figura que está aprisionada en el interior del bloque. Otras veces es la historia del arte la que provee modelos: es el caso del jilguero posado en la pequeña caja de madera, se trata de una recreación en tres dimensiones del famoso cuadro del pintor holandés del siglo XVII Carel Fabritius, uno de los tesoros del Mauritshuis de La Haya. La observación y el estudio de las aves, no obstante, es el factor principal de esta serie: el encuentro con un ave en su hábitat natural es un espectáculo maravilloso al que estas tallas en madera quieren rendir tributo.
LA TALLA TRADICIONAL
Decidida la figura que voy a tallar, comienzo a desbastar el taco, normalmente con las sierras, eliminando así grandes fragmentos de madera y dejando una forma más aproximada a lo que será la talla definitiva. Continúo el desbaste de la madera con una gubia de media caña, percutiendo la maza sobre ella. La figura comienza a cobrar vida, al tiempo que la propia veta de la madera va sugiriendo formas, volúmenes, movimientos. Es para mí el trabajo más gratificante, porque en este momento se combinan las ideas con la formas, interactuando unas con otras; me convierto en espectador y actor de un gran espectáculo: la fusión de espíritu y materia. Las herramientas tradicionales de talla, las gubias y cuchillos de distintas formas, van realizando a la perfección su función, bien afilados, cortando con limpieza la madera. Durante esta fase del trabajo estoy atento a diferentes factores; aunque el proceso es bastante intuitivo, me ayudo mucho del dibujo: dibujando las formas en el taco a medida que avanza la talla; pero también de la observación: de la propia madera que impone sus leyes y de las aves objeto de la talla, ya sea en su entorno, en el Museo de Ciencias (aves disecadas), o en las guías de aves.
Tallando con gubia http://tallerdetallaen madera.blogspot.com. es
EL ACABADO
Como se verá no todas las piezas tienen el mismo acabado, serán el propio proceso de talla, por un lado, junto con el carácter que se quiera imprimir a la pieza, los que decidan cuáles sean las texturas superficiales finales de las diferentes tallas. En ocasiones se dejará muy visible el trabajo con las gubias, otras veces se alisarán las superficies con cuchillas, o se optará por lijar a conciencia y pulir bien las formas
Algunas piezas llevan algo de color aplicado con pintura al óleo directamente sobre la madera. Por último, las piezas se enceran para nutrir la madera y darles el acabado final que realza la belleza de la madera: su veta, su color y su textura naturales. Los apoyos son un aspecto importante, pues bien elegidos le pueden añadir interés a las piezas o incluso ser una parte fundamental de éstas.
CATÁLOGO DE PIEZAS
TUCÁN Técnica: Talla directa en madera de aliso Tamaño: 163 x 48 x 42 cm.
GORRIÓN Técnica: Talla directa en madera de peral Tamaño: 21 x 21 x 13 cm.
MOCHUELO Técnica: Talla directa en madera de algarrobo Tamaño: 37 x 17 x 15 cm.
JILGUERO Técnica: Talla directa en madera Tamaño: 29 x 19,5 x 13,5 cm.
LECHUZA Técnica: Talla directa en madera de haya Tamaño: 148 x 43 x 43 cm.
PETIRROJO Técnica: Talla directa en madera de peral Tamaño: 148 x 8 x 5 cm.
PICO MENOR Técnica: Talla directa en madera de algarrobo Tamaño: 133 x 9 x 5,5 cm.
PEQUEÑA RAPAZ Técnica: Talla directa en madera de palo rojo Tamaño: 21, 5 x 12 x 8 cm.
MOCHUELO II Técnica: Talla directa en madera de olivo Tamaño: 34 x 12 x 8 cm.
PEQUEÑA LECHUZA Técnica: Talla directa en madera peral Tamaño: 30 x 7 x 10 cm.
GORRIÓN II Técnica: Talla directa en madera de peral Tamaño: 11,5 x 7 x 11 cm.
PETIRROJO II Técnica: Talla directa en madera de peral Tamaño: 12 x 5 x 8 cm.
PETIRROJO III Técnica: Talla directa en madera de peral Tamaño: 42,5 x 8 x 10,5 cm.
PICA MADEROS Técnica: construcción con diferentes tipos de madera Tamaño: 10 x 5 x 13 cm.
CIGÜEÑUELA Técnica: fundición en bronce Tamaño: 49 x 25 x 35 cm.
CORNEJA Técnica: Resina y soldadura Tamaño: 90 x 89 x 44 cm.
Encina en Monfragüe (Cáceres) Fotografía del autor
Este catálogo se acabó de componer en Yepes (Toledo) el martes 4 de septiembre de 2012. LAUS DEO