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Graciela Girรกldez
Espejos Convexos y otros Poemas
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Graciela Giráldez, Espejos convexos y otros Poemas, segunda edición. © Graciela Giráldez, 2017 Todos los derechos reservados Maqueta y Edita: Graciela Giráldez ISBN: 978-0-244-30182-8 Depósito Legal: TE-76-2017 – Teruel - España Imprime: Lulu Enterprises, Inc.
www.lulu.com Cuadro de la portada © María Dolores Giráldez Lago encantado Óleo de 60x70 4
Espejos Convexos y otros Poemas
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Agradecimientos Este libro es la esencia de la escritura, nacida del dolor del desarraigo, de la exigencia del alma por salir a la luz. Posiblemente y aunque no quiera asumir mi necesidad de escribir, debo y tengo que reconocer que es mi forma de vida y mi manera de caminar en el mundo. En un lugar del camino siempre hay alguien que te escucha y te asesora y esa persona es J.M. Persánch, que con la magia de su pluma andaluza, continuamente me influyó en la senda de la escritura. Gracias JM. Nuestra amistad “virtual” es muy gratificante, me diste la oportunidad de coordinar la revista del grupo y “reinar” a tu lado en el GLPI. Gracias al GLPI (grupo literario palabras indiscretas) por los consejos y ánimos que compartimos en cada libro. Fueron muchos los escritores que pasaron por el GLPI y todos han sembrado en mi la pasión que la poesía desprende en sus versos. Todo llega y con los años conocí a una poetisa argentina que también vive en España. Ella arrancó de la penumbra mis versos y prosas, creyó en mí y me invitó a ser parte de su proyecto la ALP (asociación literaria poiesis). Gracias Inés Ramón por hacer que venciera ese miedo a mostrar las palabras que duermen en mí. Los sueños a veces son compartidos y los comparto desde hace muchos años con el gran amor de mi vida. Un hombre que Dios puso en mi camino en el momento exacto, lleno de bondad, paciencia y buen humor. Gracias José Manuel Méndez por estar siempre y ayudarme con tu apoyo a escribir, a vivir y a sentir. La ilusión de ser madre fue y es muy grande, se renueva cada mañana. La bendición que Dios me dio con vuestra llegada es inmensa y decirles, que los amo a cada momento para mí no es 7
suficiente. Gracias Javier Alejandro Méndez, gracias Claudia Gisela Méndez por lo poco que les doy y mucho que recibo. Gracias por leer y comentar mis escritos. De letras, música, pinceles y acuarelas fue mi infancia. Aprendí a adorar la música gracias a mi padre Manuel Giráldez y a sentirla gracias a mi hermana mayor Amparo Giráldez. Aprendí a apreciar las artes plásticas con mi hermana mediana María Dolores Giráldez. Quien colabora en este libro con su cuadro “Lago encantado” en la portada del libro. Las letras las trajo mi madre Herminia Pérez quien me hacía leer en voz alta para soñar con el mundo fantástico que en su mente tejía. Gracias familia. Del amor al sufrimiento. De la tierra al cielo. De mi pecho al mundo. Desde la puerta de la casa hasta el interior de un libro. Gracias a cada uno de los que han pasado por mi ventana y han inspirado mi creatividad. Graciela Giráldez
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A mis seres queridos.
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Espejos convexos
Espejos convexos es una serie de veintiún poemas que escribí para el Grupo Literario Palabras Indiscretas (GLPI) en el año 2012 y que fue publicado en el poemario “Espejos de Papel” Editorial: http://www.bubok.es/libros/220022/Espejos-de-papel
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Poema 1
Cuando la mentira vierte palabras de su boca y trata de alcanzar mi atención, brota un retal desde tu espalda que te cerca y te lleva. Te aleja de mí, de mis manos, aferrándote al cadáver del ayer. El espejo derrama sobre su frente tu pócima de cobardía, mientras el humo envenenado de las horas deja rastro de esa tormenta; que forma el recuerdo.
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Poema 2 “No hay nada más difícil que encontrarnos”. Alejandro Céspedes.
Retrocedes el tiempo y rescatas noches quebradas, (meros abismos que intentas desenmascarar). Nuestros cuerpos son torrentes de agua que fluyen por el deseo helando caricias. No hay nada más difícil que encontrarnos cuando el pasado vuelve a jugar con nosotros.
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Poema 3
¿Quién eres? Tal vez un árbol que clavó sus raíces en mi tierra, una molécula de oxigeno que me da vida. ¿Un espectro?, ¿un hada?, ¿una luciérnaga; que ilumina el insomnio de la noche?. O tal vez un silencio perforado por la niebla, un cúmulo de palabras que se ata al viento. O una huella que descansa en el camino de la espera.
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Poema 4
Hoy tu imagen te atrapa y te eleva a esa línea donde se enfrentan los ciclos de tu ser, de mi ser. Y logra pasar esa barrera que tus manos dejaron sobre mi cuerpo. Quiere poseerme, comprimirme y absorber el néctar, que alguna vez bebí de tu mano. El crepúsculo llora la transparencia de su luz, mientras sigiloso recorre este lado del bosque que habita mi sueño.
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Poema 5
Se expande el pasado en el horizonte y su murmullo se eleva como manto de esperanza. El alivio de pensar sutura toda pena y llena el espacio hueco de un cuerpo. Se detienen las horas y se abren a la emociรณn que crece en el cuadro vacio de tu cama.
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Poema 6
Aunque todo lo ocultes siempre se ve una brizna del ayer que me convierte en olvido. Me descuidas; a un costado de tu cuerpo y sobran palabras en los pensamientos, cuando las รกguilas sobrevuelan los callejones de tu memoria.
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Poema 7
Un cielo manchado de nubes mira ojos que no dicen mĂĄs que viejas palabras. Y escucha promesas muertas que apuĂąalan al hoy.
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Poema 8
En los fósiles que rascan el pasado, se demora tu voz. Da vértigo ver como caes a esa playa donde está encallado tu silencio, donde los restos del amor están pegados a la roca del olvido. Da vértigo ver como el cadáver del ayer muerde tu espalda y te empuja al abismo. Él te abraza, te envuelve, te protege. Te aísla, te salva, convirtiéndote en esa señal que ilumina la vida.
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Poema 9
Como cuesta llevar los pasos hacia ti. Nada sé del destino. ―¿Nada?― Y me doy cuenta que aún menos sé de ti.
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Poema 10
Tantas veces me dije: ―no lo haré― y cuando llegó el momento, tropezó la piel con el pensamiento. Saltó a escena el milagro de la vida. Cada partícula de mi cuerpo se cristalizaba al paso de sus caricias. Iba descubriendo a la mujer que la fosa del tiempo ocultó con sus tallos. Bebí las gotas de placer que escapaban de su cuerpo. Nos reflejábamos el uno en el otro. Nos confundía la imagen con distintas caras, guardando el orgullo bajo la piel. Llegue a sentirlo tan mío, que era imposible realizar lo que la mente repetía: ―Retrocede, retrocede― Pero sus besos eran dardos contra el pasado. Y el pasado, jugaba a ser polvo para mezclarse con el aire y alejarse con el recuerdo.
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Poema 11
Ahí estas, en la antesala de tu conciencia. Desde allí se ve tu aura cambiar de colores. Constantemente, rapta imágenes de caminos que son difíciles de transitar. Se atornillan, giran, se multiplican y su piel fría coagula el hechizo de tu conjuro. Ella, tu conciencia, se adueña de ti… y tú, te adueñas de todo. Te adueñas del desvelo, que delinea mis pasos. De esa piedra que no quiero pisar y tropiezo a pesar de las intensiones. De esa maraña de ciclos que es tu vida y que me deja sin aliento. Del aliento, que forma parte de mi respiración y sin más… sujeta mi hálito a tu aura. Ahí estas, en esa antecámara. Tratando de desatarte de los ángeles revelados de tu alma. Naufragando en la condena de lo prohibido. Crees que todo viene de mí y maldices, pero en realidad… está en tu interior. Y estrellándose en ese mundo que simula otro mundo se absorbe tu aura para refugiarse en mí.
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Poema 12
Te veo, me veo somos espectros que dificultan la visiĂłn. Te escucho, me escuchas somos repeticiones que desfiguran la palabra. Te sorprende, me sorprende el olor de la hierba reciĂŠn cortada, es la cordura disfrazada de humedad que se abre al mundo.
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Poema 13
Te ignora el universo y dejas de ser esa esfera que lo habita. El futuro se esfuma, el presente se estanca y el pasado reclama algo que ya has vivido. Eres un soplo flotando en el viento y sólo ves otras respiraciones idénticas a ti. La cara de desconcierto de alguien que no espera tu llegada hace vibrar el aire. Y no es el pasado ―que raro― Te abandonó justo en el último momento.
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Poema 14
Buscas el secreto que esconde lo innato. Tratas de encontrar trazos de aquellas voces. Ellas se vuelven circulares, cรณncavas y con laberintos ocultos. El alma calla y se vuelven planas, sin sentido. (Se vuelven nuestro eco). Te miro y yo no quiero la eternidad a tu lado. Sรณlo quiero ver al sol; estallar contra los cristales de tu quietud.
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Poema 15
¡Señor; arranca nuestros latidos y hazlos parte de la tierra!…
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Poema 16
Caminas sin dejar huellas en la hierba. Mientras el sol quema esa coraza de caricias y las arranca a trozos, para que el viento las arremoline en tus sueĂąos.
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Poema 17
El cierzo mueve las cortinas del alma y se mueve en tu interior esa timidez despoblada de imágenes. La vida acaricia tu piel, te empapa, inmortalizando algo que te ausenta del mundo. Yo acompaño tus pasos que se hunden en el barro del tiempo y descubro cada intento de retener tu mano en la mía. Bendita demencia que trae un sinfín de preguntas que olvidaron las respuestas.
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Poema 18
Se escapa el aire entre las nubes y roza con sus dedos ese mutismo que se condensa alrededor de tu cuerpo. Baja a la tierra. Se estremece y partĂculas de tus memorias nublan el paisaje. El aire se confunde con el grito del cielo, que choca con tu fachada. Que relajado estas cuando te evades del presente y dialogas con tu alma.
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Poema 19
Entre dos respiraciones se comprime el espacio. Late la vida sin saber bien dónde ir. ―Ir; ¿a dónde?― Ir es una manera de escapar de algo. Y entre dos respiraciones escapa el presente de ti. Escapar, huir, evitar. No nombrar; es callar, ocultar, el espacio te lleva donde aprieta y larga; donde deja sin aire y respira; hiriendo los pulmones, pero no sangra, no cicatriza, sólo cierra y abre, como una puerta que da paso al ayer, al hoy y se refleja en ti.
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Poema 20
Lejos estas. Y en el umbral de los años; el adiós cruza la frontera de lo inesperado. Lo inesperado, un madeja de palabras atropelladas. Arrepentimiento, que forma delirios con caricias de perdón. Desvanece la humedad del recuerdo. Besos que se acercan, que vuelven a mí, a mis manos que extrañaron tu cuerpo. Inesperado retorno que trae el encuentro de la vida.
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Poema 21
Dos bocas incansables se buscan y se abren al suspiro del beso. Al final los sueĂąos, no murieron en la espera.
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Otros Poemas
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Cornisas del tiempo Silencio me sorprende se presenta ante mí me provoca. Abre las barreras del pensamiento, duermo, sueño, me veo pequeña. La aurora medita en mí. Voy por la cornisa del tiempo. Camino ¿hacia dónde? ¿con quién voy? ¿quién está a mi lado? Una puerta de hierro con barras rojas se abre ―¿será una cárcel para mi sueño? ― alguien se aleja abandonándome al llanto. Un pasillo largo se despliega ante mí y al final un patio con baldosas desalineadas ¿dónde estoy? Primer día de clases, mi escuela. Un ruido me despierta. Las puertas de hierro se abren en mi alma. El silencio se evapora con la mañana. Cornisa del tiempo quimeras en llamas. Del poemario “Raíces”. Editado conjuntamente con el GLPI en el año 2010. Texto corregido en Octubre de 2016. 37
Caminos, suspiros, quimeras Rechinan las calles al compás de mis pasos. Ellos se aventuran a un mundo nocturno, donde árboles acechan mis sueños. Suspiros entrecortados estimulan al corazón, despertando el pensamiento que naufraga en la memoria. Memoria que juega con tu cabello oscuro, en esta noche de julio. Camino y busco entre baldosas rasgadas el motivo de este viaje. El horizonte humea colores en su profunda pasión, Buenos Aires me abraza, entregándome a su quimera y al calor de un bar que derrama el tiempo alrededor de mi cuerpo. Danzan mis sentidos en el espejismo de una mesa donde dos poetas bailan escribiendo un tango. Tango que respiro nota a nota y se entrelaza al pecho, haciéndome caer en la emoción de extrañarte, en la nostalgia de no oírte, de no mirarte, y en la inquietud de amarte. Un charco de agua juega con el reflejo de una luz que se estrella en la acera gastada, dibujando tu rostro, avivando mis ganas. Creo haber despertado del espejismo que queda bailando en el recuerdo de un silencio roto por una voz que me llama. Caigo en la cuenta del no despertar y veo tu sombra bailar por la iluminada avenida Corrientes. Me pierdo entre la gente que me mira con cara de asombro. Fría noche de julio penetra por mi abrigo, mi memoria se duerme agazapada en un rincón avivándome en esta entelequia. Sigo mi camino y entro en un teatro, quiero soñar, que me esperas en el escenario. Del poemario “Entre la utopía y la distopía”. Editado conjuntamente con el GLPI en el año 2011. Texto corregido en octubre de 2016. 38
Déjame ser Deja que me arranque la piel y pueda sentir el frío de los senderos que acariciaron tus manos. Deja que me ahueque la carne y lime mis huesos para entender el dolor del cariño que te retiene en el pasado. Deja que me olvide de todo y pueda morir para entrar en tu alma. Quiero abandonar este ser egoísta que me cubre cuando esos fantasmas penetran en nuestra congruencia. Quiero ser la lluvia que azote el cristal de tu ausencia, el idioma de la noche donde sumerges la sonrisa, la señal del calendario que te observa desde un rincón de tu voz. Déjame ser algo más que el mutismo que hilvana tu vida. Déjame ser el galope salvaje que te conduce al grito del sueño, el continuo vapor de tu sangre y dame la posibilidad de comenzar a comprenderte en el glorioso viaje, que nos lleva al exilio del presente. Del poemario “El Tren de abril”. Editado en el año 2014
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Cierro los ojos Cierro los ojos para soñar con el mundo que quiero vivir. Desnudo mi cuerpo del enredo que provoca el miedo y pienso: “¿Seré capaz de brillar con mi propia luz? ¿Qué color llevaré dentro de este mundo que me invito a crear? plateado, rosado o dorado tal vez…”. Desafío al mundo opaco e intolerante que vibra bajo mis pies, que me roba los segundos, que me detiene en una tierra de violencias y mentiras. Imagino, vuelo, respiro, y descubro un aire nuevo, de colores brillantes, donde se funde el calor del verano y el frío del invierno. Cierro los ojos y me veo en los brazos del tiempo, compartiendo fantasías a la luz de la luna. Sin límite, ni tiempos para cumplir quimeras e ilusiones. Cierro los ojos para cancelar la mentira y poder vivir en libertad. Cierro los ojos, para soñar.
Del poemario “Entre la utopía y la distopía”. Editado conjuntamente con el GLPI en el año 2011. 40
Enviciado silencio ¿Cómo sorprender al silencio? Cuando discurre tras la ventana paralizando mis movimientos. Cuando el humo de su dolor se desprende derramando su lamento sobre mí. ¿Cómo sorprenderlo? en su extravío. Si cuando llega rodea mi espacio. Vanamente, recita promesas de un amor olvidado. Ante él quiero hablar, gritar y mi voz suena hueca, vacía ante el muro de su plegaria. ¿Cómo sorprenderlo? en su intento. Tal vez una utopía. Que ataje el mutismo que vuelca su ironía. O tal vez… un juego de palabras que mi boca derrame en forma de versos, para callar ese poema intranquilo que este enviciado silencio relata continuamente. ¿Cómo sorprenderlo, cómo apagar su voz inquieta?
Del poemario “Entre la utopía y la distopía”. Editado conjuntamente con el GLPI en el año 2011. Texto corregido en octubre de 2016. 41
No tan cerca No tan cerca; primero despréndete de ese viento que ata tu cintura y luego admite que mis ojos son la ráfaga que da vértigo a tu cuerpo. Entonces, seré quien resquebraje las raíces que se acumulan en los escombros de aquellas vírgenes que tienen tus manos amarradas a los tobillos de la locura. No tan cerca; deja que corra el aire entre la lluvia y la bóveda de ese amor supurado que se fuga de lo probable. Que más tarde, sólo más tarde, buscaré ese borde del día donde se pierde la luz y comenzaré a amarte.
Del poemario “El Tren de abril”. Editado en el año 2014
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Mujer de siete rostros Soy viento, envuelvo la hierba vistiendo de sol los trigales. Flotando en la espesura del campo que recoge mi vuelo fantástico. Soy agua, disfrazada de lluvia empapo tu piel. Vapor de tu aliento que juega con el mío a detener el tiempo. Soy estrella, luminaria atrevida en el fulgor de la noche. Acompaño sueños destellando luz, acariciando el alma. Soy río, beso las orillas humedeciendo tus labios. Llevando el olor del viento navego silenciosa a través del valle. Soy laberinto, deteniéndome en cada rincón por donde caminas. Saboreando el aroma de tu piel me pierdo descubriéndolo todo. Soy espejo, sigilo de caricias irradiando fuego, reflejando inocencia, dibujando mi silueta de perfil a la medida de tus manos. Soy dama, palpito en la brisa del silencio que duerme junto a tu almohada. Mujer despertando al alba. Siete rostros distintos, siete rostros que hablan, (viento, lluvia, estrella, río, laberinto, espejo, dama) siete rostros que me abrasan. Del poemario “Entre la utopía y la distopía”. Editado conjuntamente con el GLPI en el año 2011. 43
Desde el silencio - poema III ¿Quién detendrá el tiempo, ahora que han robado los relojes? ¿Quién contará los pasos, ahora que han borrado la huella? ¿Quién dibujará la vida, ahora que han llevado los colores? ¿Quién dará silencio, ahora que gritan las palabras? ¿Quién se acostará a mi lado, abrirá las puertas, ventilará los rincones? ¿Quién vendrá?
Del poemario “La frontera del silencio”. Año 2012
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Espejos de aire- poema II
Vi nacer la noche en tus ojos y comprendí la soledad de la luna.
Del poemario “La frontera del silencio”. Año 2012
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Semejanza A mi padre Cuando arda la razón en la frontera, masticaré la hierba para callar las palabras y seré esa sombra ahuecada que adopta mi ternura en ese instante que el aire pierde su equilibro. Seré el camino que flota en el azul que te cobija y mis lágrimas, dolor de tus ojos se propagaran sobre la tumba, mientras el pecho abriga la resonancia de tu voz. Seré esa división del alma que se refleja en tu cielo donde una flor duerme en el tiempo. Seré ese segundo que oculta la media noche y desde lo alto sellaré ese ángulo de nuestra semejanza, donde los pájaros duermen y se vuelven invisibles. Y allí, en lo alto, quedarán inmóvil para siempre tus parpados en mi mirada, que aprendió a volar con tus alas que jamás dijeron no, ni nunca frente a mi futuro. Del poemario “Locus amoenus” Editado conjuntamente con la ALP. Año 2014
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El laberinto y los cuerpos
I Silabeo del caer, del estar suspendido en el aire, de la voz que narra el germinar de la vida. Las manos chispeantes que pueblan el alma del artista afloran a la inmensa blancura del enredo donde la tristeza es polvo de algo que está quieto.
II Ahondar el sentimiento al suspender la vida en el laberinto, en esa línea de la palabra donde las horas y la noche se conjugan en serenos parpados. El silencio vaga en el límite del grito y los viejos libros mientras; el artista encadena el pincel a su mano. Abre a la mujer en su frondoso valle -pero todavía es temprano-, el aire no se quiebra en las calles cuando la música, el fuego y el dulce reino de las caricias cabalgan dejando su huella en un lienzo que aún pregunta. La hora se quiebra, el aire trae el retoque final como palabras salidas del verbo y todo vuelve a la normalidad cuando el sol desgarra a la nube de la noche. Del poemario “A propósito del pintor Álvaro Lombarte” Editado conjuntamente con la ALP. Año 2014
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Llegada A mi hijo Un grito enérgico vacía el vientre unificando su imagen en la superficie. Disuelve el telar de la imaginación y abre al tiempo su proyección de mirada. Libera el llanto la llamada de la vida y el crujir de la escarcha se detiene en un rincón de la noche. Oblicuo descender de un futuro que sembrará ojos en la orilla del destino, labios en lo estrecho de una falda y pájaros en los pies de quien ame. Del poemario “Por Abril” Editado conjuntamente con la ALP. Año 2013
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Decadencia
A veces creo haber nacido mil veces y conocer la locura en todos sus tiempos. Haber pasado por ese anillo lumínico Que envuelve la vida Y deja paso a la muerte. A veces creo haber vivido mil años y que la historia, esa película que habla de mí y de mis antojos, naufraga como sabia heredera Entre besos Y sueños rotos.
Del poemario “Poesía a la frontera Antología de poetas en lengua catalana, aragonesa y castellana”. Año 2011
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Buscando el centro
Voy… Descubro un suelo manchado por palabras que no escaparon de mi boca. Ellas, quedaron atrapadas en un enredo de lágrimas y saliva. Lágrimas, hambre de un sentimiento que se amontona en la grieta que mira al mundo. ¿Y la saliva?..., prisionera encharca la alfombra de un tiempo que reclama libertad. Sigo… Se revela un camino que atraviesa y aleja los recuerdos; y acerca la distancia. Él golpea mis sentidos que se abren al amanecer. Amanecer, llama que enciende la cresta de mi fe. ¿Y mis sentidos?..., atentos desnudan la belleza de callar, de entregar, de amar y no esperar nada a cambio. Encuentro… El equilibrio del crepúsculo cuando salgo de ese guante que cobija el alma. Ella, se dilata en una búsqueda constante de ese centro, donde la esencia de la vida se hace aventurera a su paso por la tierra. ¿Y el crepúsculo?..., audaz borra la huella del camino para perderse en mí. Del Libro “Relatos y Prosas”. Año 2015
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Nota bibliográfica Graciela Giráldez nació en Buenos Aires Argentina. Comenzó a escribir con temprana edad relatos y poesía que acompañaban sus estudios de guitarra, solfeo. Cursó en la escuela Literaria del Sur talleres de relato breve, Poesía, Cuento y Novela. Es integrante del Grupo Literario Palabras Indiscretas (GLPI) donde se desempeña como vicedirectora y coordinadora general de la Revista Literaria de dicho grupo. Actualmente colabora en la revista literaria Brotes Digital en la sección de relatos. Coordinó durante un año la sección Creación Literaria en la revista Literaria Sarasuati. Actualmente es secretaria de la Asociación Literaria Poiesis. Ocupa su tiempo en labores administrativas haciéndolo compatible con su pasión por la escritura, la lectura y la música. Varios de sus poemas han sido semifinalistas en el Centro de estudios poéticos de Madrid. En el año 2011 la editorial Hipálague publica su poema “juegos prohibidos por otros” en la antología “de versos encendidos”. Ese mismo año, el 2011, fue invitada por March editor a participar en la antología de poetas en lengua catalana, aragonesa y castellana titulado “Poesía a la frontera con tres poemas: “Aromas, Decadencia y Muerte”. En el año 2013 participa con su poema “Llegada” en la antología “Por amor al arte” de la asociación literaria poiesis. Vive en España desde 2001 en la provincia de Teruel. Mantiene un blog de poesía y prosa poética: www.graciela69.blogspot.com
Trabajos Editados: Cuento Infantil: El busca Tesoros. ISBN: 978-84-9916-261-4 Año 2009 51
¡Qué buena idea! ISBN: 9781291771787 Año 2014 Poesía: La frontera del Silencio. ISBN: 9781291192391 Año: 2012 El tren de abril. ISBN: 9781291770193 Año: 2014 Relatos y Prosas, primera edición. ISBN: 978-1-326-19950-0 Año: 2015
Espejos Convexos y otros poemas, primera edición. ISBN: 978-1-326-86756-0 Año: 2016 Relatos y Prosas, segunda edición ISBN: 978-0-244-00392-0 Año: 2017 Espejos Convexos y otros poemas, segunda edición ISBN: 978-0-244-30182-8 Año: 2017
Trabajos Editados Conjuntamente con el Grupo Literario Palabras Indiscretas: Poemario Acuarela de Pensamientos. ISBN: 978-0-615-31944-5 Año: 2009. Poemario Raíces. ISBN: 978-84-9981-135-2 Año: 2010. Poemario Entre la utopía y la distopía. ISBN: 978-84-9009-714-4 Año: 2011. Poemario Espejos de papel. ISBN: 978-1-291-22338-5 Año:2012 52
Trabajos Editados Conjuntamente con la Asociación Literaria Poiesis: Poemario Por Abril colección por amor al arte título 1: Año 2013 Poemario A propósito del pintor Álvaro Lombarte colección por amor al arte título 2: Año 2014 Poemario Locus amoenus Poesía y música en Alcañiz: Año 2014
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INDICE
Espejos convexos
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Poema 1 Poema 2 Poema 3 Poema 4 Poema 5 Poema 6 Poema 7 Poema 8 Poema 9 Poema 10 Poema 11 Poema 12 Poema 13 Poema 14 Poema 15 Poema 16 Poema 17 Poema 18 Poema 19 Poema 20 Poema 21
13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33
Otros Poemas
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Cornisas del tiempo Caminos, suspiros, quimeras Déjame ser Cierro los ojos Enviciado silencio
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No tan cerca Mujer de siete rostros Desde el silencio –Poema IIIEspejos de aire –poema IISemejanza El laberinto y los cuerpos Llegada Decadencia Buscando el centro
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