100 años de la Masonería en Chiloé
Víctor Chiappa Lay
Una Luz en el Hemisferio Austral
Cada cierto tiempo, o al menos en cada generación, tienden a emerger como verdaderos faros de luz algunos hombres notables, de un innegable impulso creador, que benefician directamente a su sociedad, y cuya obra, incluso a veces desarrollada con sensible modestia y sin aspavientos en lo material, pero en la que subyace un intrínseco esfuerzo ético y moral, trasciende en el tiempo, impulsando a otros a ser los continuadores de su ejemplo y portadores de aquel portentoso destello emancipador de luz sobre la faz de nuestro mundo.
(Lebu, 1869 – Máfil, 1932)
M A SONERÍ A EN CHI L O É 1921 - 2021
LA FAMILIA EN SUS PRIMEROS AÑOS
Víctor Emmanuel Chiappa Lay nació en Lebu, el 29 de julio de 1870. Según el Libro I de Bautismos de la Parroquia de Santa Rosa de Lebu, se indicaba allí ser: “hijo legítimo de Carlos Chiappa Gorra y de Rosa Lay”.
El sitio geográfico exacto de su nacimiento fue un sector conocido como “Temuco” en la provincia de Arauco a 166 kms. de Lebu, lugar donde residía su padre, un inmigrante italiano de Cremona (1808) quien, a los cuarenta años de edad, había luchado en la unificación de Italia en tiempos de Giuseppe Garibaldi, contra el imperio Austriaco, pero que, vuelto a la vida civil, perdería su ciudadanía optando por viajar a Sudamérica. Al llegar a Chile en 1857, portaba solo un título de profesor de Geometría y Física Aplicada, del Instituto Agrícola y Comercial de su ciudad natal.
Sin embargo, Víctor Emmanuel contaba con menos de 1 año de edad, cuando su padre muere, criándose con sus dos hermanos: Ernestina de los Dolores Chiappa Lay (1859) y Julio César Chiappa Lay (1862). A la edad de cinco años, su madre se casa nuevamente el año 1875, con Juan Bautista Denis, relación de la que nacen otros tres hermanos: Juan Denis Lay (1879), Carlos Adolfo Denis Lay (1881) y Josefina Denis Lay (1897). Por un tema de comodidad lingüística sería conocido coloquialmente toda su vida como Víctor Manuel.
En el año 1895, con 25 años, residiendo ahora en la ciudad de Victoria, Víctor Manuel Chiappa conoce a quien sería su esposa, Sara Muñoz, una joven lugareña proveniente de una familia originaria de Talca, pero de la cual no tendría descendencia.
Fotografía familiar Víctor Galan Chiappa
Fotografía Lebu, 1900
IMAGEN PERSONAL
“Víctor era un hombre de elevada estatura, vigoroso y de recia complexión. En la infancia y en la juventud debió practicar mucho ejercicio físico y talvez algún deporte, porque cuando comencé a visitar su casa de Renaico, en las vacaciones de verano observé que tenía palanquetas de todos los pesos, aún de aquellas que exigen la fuerza de un atleta ()
Su aspecto era imponente, tranquilo, mesurado y hasta solemne, sobre todo si vestía chaquet o levita en actos de ceremonia o de vida social. Hablaba en forma reposada con dicción cuidadosa y en forma fluida, sentenciosa, sin titubeos ni repeticiones, con un lenguaje culto, depurado de todo lugar común o vulgarismos. Permanecía siempre muy erguido, estuviese de pie o sentado, de manera que parecía hallarse a punto de iniciar una ceremonia… ( ) pero lo vi también muchas veces animado y riendo entre caballeros. Seguramente sabía decir agudezas de ingenio. Su rostro tenía expresión bien diferente cuando opinaba acerca de asuntos nacionales o internacionales, o cuando calificaba a una persona o daba consejos. Lo sé muy bien, porque de él muchos que contribuyeron a mi formación moral”.
Víctor Chiappa Lay,1916
(Diego Muñoz Valenzuela, 1975. Escritor y sobrino político de V. M. Chiappa Lay)
Fotografía de Traiguén, a inicios del siglo XX
EXPERIENCIA DE VIDA DE UN FILÁNTROPO
Víctor Chiappa hizo sus estudios formativos en el Instituto Nacional donde el gran educador, diplomático e historiador chileno Diego Barros Arana, impartía clases, y del cual posteriormente él sería su bibliógrafo, lo que sería un gigantesco acicate para su producción literaria e intelectual futura.
Durante su vida profana reside sucesivamente en diferentes lugares del sur de Chile: Lebu , Santiago (vida estudiantil), fundo Santa Rosa de Victoria (1890 y 1898), Lautaro (1898 y 1906), Renaico (1907 y 1918), Quellón (1919 y 1926) y el fundo Ricapichiu de Máfil (1931 y 1932). Habitaría, aunque transitoriamente, en la ciudad de Concepción entre 1927 y 1930.
Su permanencia en el fundo Santa Rosa de Victoria, y su niñez en los alrededores de Lebu, le permitieron conocer a fondo el mapudungun, situación propicia para escribir un pequeño
ensayo de 19 páginas titulado “Contribución a los estudios araucanos; nombres zoológicos mapuches, catalogados por V.M. Chiappa” . publicación que fue editada por la Imprenta El Comercio de Victoria el año 1901.
En Renaico, ya casado, es gerente de la Compañía Maderera Malvoa, que estableció en ese lugar, cerca de la estación ferroviaria y a orilla del río del mismo nombre, un gran establecimiento industrial.
En 1918-19, Juan Blanchard, un importante colono inmigrante de la zona, le ofrece la administración de una concesión de 350.000 hectáreas en Quellón , ante lo cual V.M. Chiappa accede e inicia con prontitud la administración del llamado “Destilatorio de Quellón” y de una empresa maderera, dando un impulso adicional a la naciente ciudad, en la cual estos rubros serían su fuente principal de desarrollo, hasta la primera mitad del siglo XX.
Fotografía Biblioteca Instituto Nacional, aprox. 1900
Víctor Chiappa Lay, 1918
Fotografía Aserraderos de la Araucanía, aprox. 1900
OBRERO Y PATRÓN
“En cuanto al trabajo, lo conoció en todas sus formas, pues en el fundo “Santa Rosa”, a donde fue cuando salió del Instituto Nacional, hizo hasta de fogonero en las máquinas trilladoras y las del aserradero”.
“… La amabilidad, el respeto, la benevolencia eran una peculiaridad muy propia de su carácter, así hablase con un obrero o con un magnate. Por eso, seguramente, lo vi siempre rodeado de la deferencia de todos los que le trataban”.
“… había algo nuevo en esas relaciones. No era el trato duro o despectivo del patrón para sus inquilinos. Allí había un anticipo de los beneficios y de la dignidad que la clase obrera se hallaba todavía muy lejos de ganar a través de sus luchas. Vi muchas veces a Víctor recibir en su despacho a obreros que formulaban alguna petición o hacían sugerencias. No cabía duda de que entre él y sus operarios había un entendimiento que producía la impresión de ser casi fraternal”.
(Diego Muñoz Valenzuela,1975)
Fotografía: Aserraderos de la Araucanía, aprox. 1900
EL DESTILATORIO DE QUELLÓN
El desarrollo económico-comercial de Quellón dependía a principios del S. XX, de la firma química Alemana F.H. MAYER de Hannover , que contaba con el apoyo irrestricto del Gobierno Chileno, por cuanto se visualizaba que la destilación de alcoholes industriales presentaba un gran futuro, permitiendo el desarrollo local e incorporando a una parte importante de su población a la vida laboral.
La empresa era una productora y elaboradora de sub-derivados de la destilación de la madera, como acetona, alcohol metílico y carbón vegetal, una industria que fue durante largos años la única en su género en Sudamérica y que proporcionó a sus empleados, para mejorar su rendimiento, barracones y casas adyacentes a las instalaciones, comenzándose así la urbanización del puerto de Quellón y el obligado traslado de los pescadores y oficinas públicas del puerto anterior al nuevo emplazamiento, quedando el pueblo originario con el nombre de Quellón Viejo.
La llegada del Administrador Víctor Chiappa al pueblo de Quellón, cambió los vínculos entre los trabajadores y los habitantes de un pueblo que crece con rapidez. Su acción personal, su trato benevolente, agradable y respetuoso, lo acercaron rápidamente a sus trabajadores, lo que le permitiría abrir los generosos corazones de los Quelloninos que empiezan a admirarlo, pero que nunca supieron de su calidad masónica. Su espíritu altruista y de servicio público, que siempre lo destacó, se reseña en forma clara y precisa en su participación y compromiso para la creación del Cuerpo de Bomberos de Quellón, donde sería su primer Director electo el 4 de diciembre de 1926.
Fotografía Destilatorio de Quellón, 1930
HOJA DE MASÓNICAVIDA
Víctor M. Chiappa Lay fue iniciado en la Logia Honor y Lealtad N°33 , de la ciudad de los Ángeles, el 5 de junio de 1909. Pasó al grado de Compañero el 28 de diciembre de 1910 y grado de Maestro el 22 de noviembre de 1913. En esta Logia ocuparía el cargo de Guarda templo, Pero se retiraría por cambio de residencia en 1915.
Funda poco tiempo después la Logia Solidaridad N°45 de la ciudad de Traiguén , donde es elegido Venerable Maestro desde el 9 de enero de 1915, y luego consecutivamente en los años 1916, 1917 y 1918 (en esos años la dirección de las logias duraba solo un año).
En diciembre de 1917, nuevamente es miembro fundador de un taller masónico y a la vez, Delegado del Gran Maestro en la Instalación de la Logia Patria Chilena Nº 55 de la ciudad de Angol
También fundaría el Triángulo Colo Colo N° 39 , en Arauco
Su profusa actividad masónica lo hace ser reconocido rápidamente en toda la región y, el 17 de agosto de 1918, es nombrado “Presidente Honorario” de la Logia Solidaridad N°45 de Traiguén . El 21 de marzo de 1921, sin embargo, debería renunciar a la Presidencia de la Logia Solidaridad Nº45 de Traiguén por haber sido elegido Venerable Maestro de la Logia Patria Chilena N°55 de Angol. El 21 de agosto de 1924 es además nombrado “Miembro Honorario” de la misma.
Finalmente, también se integraría algunos años más tarde a la Logia Paz y Concordia N°13 , de Concepción
LA SEMILLA MASÓNICA EN CHILOÉ
La participación de Víctor M. Chiappa Lay en la fundación de nuevas logias en la Novena región, se ha reconocido como un hecho fundamental para dar un real empuje al inicio de la vida masónica en esta parte de Chile.
Víctor M. Chiappa estaba llamado a constituir ese primer eslabón necesario para la germinación de la masonería de Chiloé. La historia local consigna que, en uno de sus viajes a caballo por la Isla, descubriría que un Médico radicado en la localidad de Castro, era uno de sus iguales. Se trataba de Juan Kappes Bórquez. Establecido este
primer contacto, y sintiéndose profundamente motivados, acuerdan su intención de organizar un Triángulo Masónico en esa ciudad y lo solicitan con premura a la Gran Logia de Chile.
En breve tiempo, el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile de esos días, Luis Navarrete y López , accede a la solicitud de los masones del Valle de Castro, un 17 de Octubre de 1921, dictando el Decreto Nº 7 que autoriza la fundación del Triángulo Galvarino Nº 18 , confiriendo el alto honor de la ceremonia de Instalación a su propio Presidente, Víctor M. Chiappa.
Fotografía Castro, 1930
Fotografía Palafitos de Pedro Montt, Castro, 1932
LAS PRIMERAS LOGIAS DE LA ISLA GRANDE DE CHILOÉ
Durante su primer año de trabajo, el Triángulo Masónico Galvarino N° 18 dependió administrativamente de la Logia Luz y Trabajo Nº32 de Valdivia. Seis años durará el mandato del Presidente Chiappa (1921-1926), tiempo en que este triángulo ya fortalecido, dará origen finalmente a la Logia Chiloé Nº 120 de Castro.
Hacia fines del año 1926, el persistente trabajo de llevar la luz masónica por los distintos lugares de Chiloé, estimula el trabajo de los masones de Ancud, abocados con ahínco en sus deseos para iniciar el perfeccionamiento individual de esa localidad, así como sus aspiraciones para continuar irradiando la luz masónica en la Isla de Chiloé.
Fue asi como Maestro de la Gran Logia de Chile, Hector Boccardo, crea el Decreto Nº 116, el 26 de Enero de 1927, autorizando la instalación del Triángulo Ormuzd Nº 26 de Ancud, designando a Víctor M. Chiappa a cargo de su instalación. Posteriormente este triángulo dará origen a la Logia Estrella Insular Nº 78 de la misma ciudad.
Esta actividad constituiría, sin embargo el último acto masónico oficial formativo realizado por Víctor Manuel Chiappa, en una tierra que amó cada uno de sus días de permanencia en ella.
Fotografía: Plaza de Ancud, 1900
Fotografia: Castro, 1900
FINAL DE UN VIAJE
Paralelamente a sus compromisos en Chiloé, su actividad masónica en los Valles y Talleres de la región es vasta y altruista, participando en cada proyecto y reuniones masónicas a la que se lo invitaba para simplemente entregar a cada paso, fuerza y vigor a la obra en común.
Migraría finalmente de Chiloé el año 1926, con nuevos proyectos de vida, a la localidad de Máfil , en Valdivia, para residir en su fundo “Ricapichiu”
Seis años más tarde, “El 27 de enero de 1932, viaja a Valdivia para consultar a su médico, porque había sentido malestares cardiacos. Regresa a su fundo donde fallecería dos días más tarde, el 29 de enero, a causa de un infarto.
La noticia de su muerte fue seguida de varios artículos de homenaje que le rindió la prensa de Santiago y de provincias, donde conocían muy de cerca su solemne y recia figura”.
(Diego Muñoz Valenzuela, 1975)
Tras 23 años de arduo e infatigable trabajo logial, se extinguiría su luz terrena, solo para iluminar desde hace exactamente 100 años, con mayor luz, el Oriente Masónico Chileno.
Fotografía Costa y Campo de Valdivia 1928
EL BIBLIÓGRAFO NOTABLE
Un aporte extraordinario en la vida de Víctor M. Chiappa , fue su pasión literaria como bibliógrafo, destacando con sus aportes al conocimiento y divulgación de dos de los más insignes historiadores chilenos: Diego Barros Arana y José Toribio Medina
En su opúsculo de agradecimiento, en relación con sus bibliografías de ambos personajes, el historiador y escritor Guillermo Feliú Cruz diría acerca de el:
“Fue un bibliógrafo duramente contrariado por la tiranía del destino en su irresistible vocación”; “…sus aptitudes para la erudición bibliográfica eran realmente notables”; “…de excepcionales condiciones de carácter por la bondad, el desinterés, la buena fe y el espíritu de cooperación que le distinguían, su altruismo silencioso, la modestia inveterada y la erudición sin asomo de suficiencia, eran virtudes que hacían de Chiappa un compañero ejemplar y un amigo de las más nobles delicadezas y de las más puras caballerosidades. Así lo conocimos y este es el recuerdo que guardamos del amigo…”
(Guillermo Feliú Cruz, 1969. Historiador, bibliófilo y académico chileno,1900-1973)
Víctor Chiappa Lay, 1918
LA OBRA DEL BIBLIÓGRAFO VÍCTOR MANUEL CHIAPPA LAY
En 1905 publica “Noticias bibliográficas sobre la colección de Historiadores de Chile” ; “Bibliografía de don Diego Barros Arana” , editada en la Imprenta y Encuadernación alemana de Temuco, en 1907 le siguen dos tomos titulados “Noticia acerca de la vida y obras de don José Toribio Medina”, 1907; “Epítome de las publicaciones de don José Toribio Medina” , 1914; “Catálogo de las publicaciones de don José Toribio Medina” 1924 “ Anotaciones bibliográficas sobre Pedro de Valdivia” , 1930; “Índice Bibliográfico de la Colección de Historiadores de Chile, 1931” . La lista de capítulos y temas abordados en estas obras es un esfuerzo de erudición transcendental.
A la obra de Chiappa se agrega una fluida correspondencia de 131 cartas que recibió
entre 1898 y 1930 de parte del destacado bibliófilo americanista Jose Toribio Medina . En estas notas, Medina demuestra el aprecio que sentía por él, a quien enviaba siempre el primer libro que editaba en su imprenta elzeviriana . Este epistolario fue entregado antes de su muerte a Guillermo Feliú Cruz , curador de la Sala Medina de la Biblioteca Nacional, que albergó el enorme archivo compuesto por 22.000 volúmenes impresos y 500 volúmenes manuscritos, que el eminente bibliógrafo donó al Estado para bien de la cultura nacional y en la que Víctor Manuel Chiappa , ciudadano de La Frontera de aquellos años, en la que tuvo una importante participación.
Guillermo Feliú Cruz en la Sala José Toribio Medina de la Biblioteca Nacional, 1925
¿Qué se entiende por Francmasonería?
“Algunos historiadores definen a la masonería como una actividad u oficio que desempeña un grupo de hombres que, manteniendo estrechos lazos de unión y fraternidad, trabajan en pro del bienestar de la humanidad, esforzándose moralmente y con una alta exigencia ética, por ennoblecerse y ennoblecer a los demás, con el único fin de contribuir a poner en práctica las virtudes latentes en cada hombre o mujer”.
Una de las principales alegorías de la Francmasonería es la construcción arquitectónica del templo del sabio Rey Salomón, Templo que sería la representación de la espiritualidad de la humanidad. Así, la Masonería está abocada a la construcción metafórica de un edificio perfecto, donde los hombres, sin importar sus credos o condición social, pueden convivir unidos, en armonía y en paz… Pero, por extraño y asombroso que parezca, la Francmasonería no es una orden religiosa ni una organización secreta tras el control del mundo... ¡ni siquiera es una organización!... es, simplemente “un viaje”, “una experiencia personal” ¡brillante, optimista y creativa, hacia y por, un mundo mejor!
Sus miembros por ello llaman a la masonería: “El Arte Real”.
Masonería y Sociedad
Una característica sobresaliente de la Orden Masónica, es que esta Institución nunca actúa como una coalición de individuos o un agregado político que persigue o respalda un tipo de pensamiento doctrinario único, pues su ideario postula que “sólo en la unidad de la diversidad, está la fuente del progreso y evolución natural del hombre”.
La Orden Masónica se conforma así solo con entregar las herramientas morales, éticas e intelectuales al individuo, para que éste se descubra, se conozca y se mejore a sí mismo, y tras ello, logre ser un ejemplo positivo para su sociedad… Una piedra de construcción que, desbastada y pulida por medio de la razón, el esfuerzo y el trabajo espiritual, sin duda será finalmente un aporte a la construcción del gran Templo inmaterial que albergue a una sociedad mejor.
Al igual que otras sociedades filosóficas e iniciáticas, la Francmasonería ha intentado percibir lo sagrado en la simpleza, en lo armónico, en los recursos de la naturaleza y el universo, para crear una fraternidad de espíritu y de corazón, con la cual solo así se puede ofrecer a los hombres un ideal perdurable, una forma de vida o una experiencia a escala humana, que no topa con creencia alguna o particulares sueños.
A pesar de las vicisitudes históricas, las logias masónicas, tanto ayer como hoy, son un símbolo vivo de esa particular comunión y fraternidad, en la que el francmasón vive una experiencia interior, alimentada por lo simbólico.
¿Acaso el arte de construir un templo “del o para el espíritu”, tan caro a los “Maçons” (albañiles) de la Edad Media, no concierne hoy también a cualquier hombre preocupado por su autenticidad?
El Trabajo Masónico Simbólico
La Francmasonería, potencia simbólica, independiente de los partidos y de los poderes políticos, ha sufrido durante su historia muchas críticas y ataques. Nacida oficialmente a inicios del siglo XVIII, su ideal democrático le ha valido en múltiples ocasiones el ser perseguida por los regímenes políticos totalitarios, y al mismo tiempo, por el liberalismo de sus concepciones filosóficas ha sido condenada prejuiciosamente. Sin embargo, ignorando estas reacciones hostiles, ha persistido con paciencia en su trabajo humanista.
Cada Francmasón (usando la alegoría arquitectónica) “cuando desbasta su piedra bruta” , se enriquece moral y éticamente del trabajo cumplido por él mismo y sus Hermanos. Su lento progreso individual es el objetivo esencial y el argumento más sólido del arduo trabajo de la Orden. Se dice entonces que las “piedras canteadas o pulidas” sirven para construir ese anhelado “Templo inmaterial de la humanidad”, una concepción filosófica de orden antropocéntrica, perseguida con ahínco desde hace siglos. Mas, el Templo está destinado a todos los Hombres y sus constructores no buscan reservarlo para su uso exclusivo.
La decoración de los Templos y el Ritual de las reuniones masónicas muchas veces sorprenden a quienes solo se detienen en el decorado y en el curioso ceremonial. El Francmasón los acepta sin complejos, dado que éste conoce el valor simbólico y sabe lo útiles e integradores que son en su aprendizaje, creando sobre todo la atmósfera tan particular de lo que es y representa un Taller Masónico.
LOGIA CHILOÉ N°120
Ciudad de Castro
Fecha de Fundación: 30 de Noviembre de 1965
Templo masónico, Logia Chiloé N°120
“Un pueblo, una familia, una persona, una Institución sin pasado, es como un árbol sin raíces. No posee vida, es frágil y cualquier viento lo puede derribar. Saber de dónde venimos es fundamental para enfrentar los desafíos del presente y del futuro”.
Los primeros pasos de iniciación de la vida masónica se dieron en nuestro Valle con la creación del Triángulo Galvarino Nº 18, el cual por Decreto Nº 7 de la Gran Logia de Chile, fue fundado el 17 de octubre de 1921. La instalación fue el 16 de noviembre del mismo año, siendo su Presidente Víctor Chiappa Lay. Entre sus miembros se recuerda a Samuel Cohen, Oscar Subiabre, José Antonio Andrade, entre otros.
Los trabajos del Triángulo no fueron fáciles, se presentaron diferentes problemas operativos. En el año 1935 se procede a cancelar la autorización de funcionamiento, ya que no se había cumplido con el requisito impuesto de contar con al menos 15 miembros. Pasan algunos años, y el 12 de octubre de 1941, se instala en Ancud la Logia Estrella Insular Nº78, lo que permite a los miembros de Castro trabajar masónicamente en esa ciudad. El Consejo de Estrella Insular solicita entonces al Gran Maestro que dicte un Decreto para reactivar los trabajos del Triángulo Galvarino, bajo su tutela. Es así, como un 23 de enero de 1943, en el local de la Escuela Superior de Hombres de la ciudad, se reúnen el Presidente de Estrella Insular, Lorenzo Espinoza Morales, el Secretario Onofre Navarro Navarro, y los miembros de Castro, visitantes de Ancud, Los Ángeles, Santiago y Viña del Mar, y se elige Presidente del Triángulo Galvarino, a Aníbal Andrade.
LOGIA CHILOÉ N°120
Ciudad de Castro
Fecha de Fundación: 30 de Noviembre de 1965
En el año 1965 asume como Presidente del Triángulo Galvarino, Arcadio Pérez Bórquez, quien hace una presentación a la Gran Logia de Chile para levantar columnas. Esto se llevó acabo el 7 de octubre de 1965, y en ella se exponía los logros del Triángulo, materializado en: contar con un inmueble; un Templo Masónico, con sus dependencias; un número de 24 miembros activos.
Finalmente, como resultado de ésta solicitud el 30 de noviembre de 1965, desde Santiago se recibe el Decreto Nº 252, firmado por el Maestro Aristóteles Berlendis Sturla y el Gran Secretario, Ernesto Silva Román; por el cual se crea la Logia Chiloé 120, en el Valle de Castro.
La Primera Oficialidad de La Logia Chiloé N°120, que quedó conformada de la siguiente forma:
Presidente: Arcadio Pérez B.
Primer Vigilante: José A. Andrade A.
Segundo Vigilante: Víctor Vera G.
Orador: Pedro Sánchez A.
Secretario: Guillermo Santana M.
Tesorero: Luis Oyarzun A.
Experto: Ernesto García R.
Hospitalario: Hipólito Villegas V.
Maestro de Ceremonias: Roberto Subiabre O.
Guarda Templo: Arnoldo Bórquez A.
Bibliotecario: Gaspar Rojas M.
Maestro de Banquetes: José Hager V.
Han sido 55 años de continuo bregar, sorteando todas las dificultades naturales de cada época, pero con un preclaro objetivo único, destinado a unir a los hombres de buena voluntad, residentes en esta tierra insular, en un camino de definiciones humanistas, centrados en los invariables principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Gran Maestro de la Logia de Chile Aristóteles Berlendis Sturla
Arcadio Pérez Bórquez
LOGIA ESTRELLA INSULAR N°78 Ciudad de Ancud
Fecha de Fundación: 12 de Octubre de 1941
Especial rol fundacional cumplió Víctor Manuel Chiappa Lay, quien junto a los masones Arcadio Letelier González, Prudencio Garrido Faundez, Armando y Carlos Peralta Santana y Enrique Trauttmann Schmauck, un 26 de octubre del año 1926, del pasado S. XX, solicitaron la creación de un triángulo masónico, en vías de levantar columnas para una futura Logia en la ciudad de Ancud, Isla de Chiloé.
El 6 de enero 1931, el intento lo preside Liborio Sánchez Cárdenas, que fallece en junio. Lo sucede Raúl Morales Beltrami hasta el año en 1932, reemplazándolo Enrique Trauttmann Schmauch. En 1934 lo releva Lorenzo Espinoza Morales, Rector del Liceo de Ancud, quien refuerza el trabajo junto a Lucio Barría Martínez, José Witto Oyarzún, Neil Gilchricht Lindsay y Heriberto Inostroza Sanhueza. El 31 de Mayo de 1941, masones de Ancud envían una solicitud al Gran Maestro, con aval de la Logia Luz Austral Nº 61 de Puerto Montt.
Finalmente, el Decreto Nº 37 del 23 de septiembre 1941, extendido por el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Hermógenes del Canto Aguirre, autoriza la creación de la Logia en Ancud. Y el 12 de Octubre de 1941, nace bajo el nombre distintivo de Estrella Insular Nº 78, en su primera locación ubicada en calle Pedro
Fotografía nueva Casa Masónica, faldas del cerro Huaihuen, 2014
Fotografía faldas del cerro Huaihuen, 2014
Gran Maestro de la Gran Logia de Chile Hermogenes del Canto Aguirre
LOGIA ESTRELLA INSULAR N°78
Ciudad de Ancud
Fecha de Fundación: 12 de Octubre de 1941
La Primera Oficialidad de la Logia, quedó compuesta por los siguientes integrantes:
Presidente: Lorenzo Espinosa M.
Primer Vigilante: Guillermo Nielsen T.
Segundo Vigilante: Juan Antonio Soto V.
Orador: Luis Bustos M.
Secretario: Lucio Barría M.
Tesorero: Neil Gilchrist L.
Maestro de Ceremonias: Onofre Navarro N.
Hospitalario: Arnoldo Wolf S.
Maestro de Banquetes: Dionisio Mayorga M.
Guarda Templo: Enrique Trauttmann S.
Completaron la membresía del Taller los siguientes miembros:
Demetrio Yáñez Cárdenas, Francisco Mansilla Cofre, Aníbal Andrade Andrade, Mario Rojas Astaburuaga, Hugo Fohmann Jurgens, Santiago Maldonado Díaz, Marcos Gilchrist Leigthon, Eulogio Ampuero Muñoz, Felipe Montiel Márquez y José Andrade Andrade.
Han pasado 80 años de rica historia, con los altos y bajos del natural contexto humano, pero como sabia hija de su tiempo, junto a los cambios culturales, las evoluciones de las épocas y aún, la dura mano de la naturaleza, la obra masónica logial se mantiene incólume hasta nuestros días, fructificando al amparo de la fuerza, la sabiduría y la belleza de todos sus integrantes que, preocupados de su época y de su sociedad, han hecho de la existencia y a través del trabajo logial, un arte del servicio.
Homenaje a Profesores, Templo Logia Estrella Insular N° 78, 2019.
LOGIA PELOMTUWE N°34
Ciudad De Castro
Fecha de Fundación: 7 de Septiembre de 2013
Corrían las últimas décadas del recién pasado Siglo XX, cuando la Sra. Mónica Navarro O. se establecía en la Isla Grande de Chiloé para vivir su retiro del mundo laboral. Fue cuando vio en muchas mujeres de Castro el interés por explorar la vida iniciática masónica. Mónica contaba historias sobre como las mujeres en Santiago y otras ciudades habían conquistado un espacio tradicionalmente masculino. Motivadas por esta opción de vida, las primeras integrantes del naciente Comité Pelomtuwe, (nombre simbólico de la futura Logia Femenina, cuya traducción del mapudungun significa “Fuente de Luz”), debieron enfrentar una profunda tarea: instalar la primera Logia Insular de la Gran Logia Femenina de Chile.
Durante los siguientes años y bajo el patrocinio de la Logia Aylin N° 18 de Puerto Montt, la cual estuvo a cargo del proceso y desarrollo formal del proyecto masónico, se dio inicio a este camino. A pesar de lo dificultoso de tener que atravesar el Canal para completar el proceso de docencia y aprendizaje, muchas veces enfrentando las difíciles inclemencias del tiempo, las mujeres acudían a trabajar con ahínco a la ciudad de Puerto Montt.
Por fin, el 7 de septiembre del año 2013, se lograría fundar el anhelado Templo Masónico. La emotiva Ceremonia de Instalación, estuvo a cargo de la Gran Oficialidad de ese entonces, encabezada por la Gran Maestra la Gran Logia Femenina de Chile, Ximena Muñoz M. Una gran cantidad de visitantes participaron ese memorable día, llevado a cabo en la primera Casa Masónica, una antigua casa chilota de madera, que años después se debería abandonar por el implacable paso de las estaciones.
Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de Chile
Sra. Ximena Muñoz M.
GRAN LOGIA FEMENINA DE CHILE
LOGIA PELOMTUWE N°34
Ciudad De Castro
Fecha de Fundación: 7 de Septiembre de 2013
Desde sus inicios, y al igual que toda historia humana sujeta al devenir de los tiempos y realidades de una época, la Logia Pelomtuwe N°34 ha debido atravesar, tal como el propio territorio chilote, por tempestades y dificultades que sin duda han fortalecido la fraternidad y el trabajo logial. Lo anterior, como es lo que se espera de un Taller masónico, le ha permitido levantarse una y otra vez, apelando a la creatividad y la perseverancia de todas sus integrantes.
Su primera Presidenta, la Sra. Mónica Navarro, diría con preclara visión en la ceremonia de Instalación:
“… en este hermoso lugar de nuestra patria, lugar de costumbres ancestrales, tradiciones, mitos y leyendas que se transmiten de generación en generación, la instalación de la primera Logia Femenina es sin duda un hito trascendente para la apacible vida chilota, que aportará al crecimiento personal y espiritual de la mujer de esta tierra, que ansía trabajar por el bien de la comunidad”
Desde 2013, año en que se constituyó como Logia, además del trabajo docente propiamente masónico, se han realizado acciones filantrópicas de carácter discreto y actividades de ayuda social a la comunidad. Al mismo tiempo, el impacto de la pandemia de COVID-19 , ha redireccionado los estilos y formas de comunicación, incentivado a sus integrantes a adaptarse a las nuevas modalidades y tecnologías que no solo permiten continuar su trabajo personal y grupal, sino porque pueden con ello, como nunca antes, trasponer fronteras.
Fotografía Masonas al interior del Templo
Fotografía Carta Constitutiva, 2013
GRAN LOGIA FEMENINA DE CHILE
VÍCTOR CHIAPPA LAY N°231
Ciudad de Quellón
Fecha de Fundación: 28 de Noviembre de 2015
28Noviembre de2015
Corría el año 1994, cuando el masón Enzo Rojas M., ubicó a un grupo de Francmasones que trabajaban en la ciudad de Quellón, y los reunió con la intención de conformar un grupo de estudios masónicos.
Cinco fueron los Masones que llegaron a la cita en mayo de ese año, los que de manera inequívoca aprobaron la idea de levantar una nueva Logia. No hubo ninguna duda en cuanto al nombre simbólico que llevaría el nuevo Triangulo masónico: “Víctor Chiappa Lay” . Tras un período de trabajo y estudio, y sin dejar de asistir a las reuniones logiales en la Logia Chiloé N°120 del Castro distante a 98 Kms al norte de Quellón, la que fuese una aspiración, toma el cuerpo necesario para hacerse realidad. Es así como la Logia Chiloé N°120, en esos días bajo la presidencia de Arcadio Pérez Bórquez, les ofrece su patrocinio, para lograr concretar la obra masónica en ciernes.
El año 1995, bajo el mandato del Gran Maestro Marino Pizarro Pizarro, de la Gran Logia de Chile, se acuerda la compra del terreno para la futura Logia. Y el 28 de febrero de 1998, sería la colocación de la primera piedra del esperado Templo Masónico. En esa ocasión solemne el Gran Delegado Regional del Gran Maestro, expresaría:
“La colocación de la primera piedra, es el fundamento del edificio que alberga las esperanzas de los masones de Quellón, asistimos a una obra orientada a la construcción del masón, como parte de hacerse a sí mismo… Que esta piedra inicial de un nuevo cuerpo de la Arquitectura masónica, se transforme en raíz madura y se desarrolle y crezca para los altos propósitos con que ahora se funda”.
LOGIA
RL VictorChiappa Lay N°231 ,Quelló n
G
Gran Maestro Marino Pizarro Pizarro
Acto Colocación Piedra de los Auspicios, Tríangulo Víctor Manuel Chiappa Lay N°27, Quellón, Febrero 28 de 1998
Ciudad de Quellón
Fecha de Fundación: 28 de Noviembre de 2015
28Noviembre de2015
Al cabo de 7 laboriosos años, el 22 de noviembre del año 2005, bajo la presidencia de la Gran Logia de Chile de Jorge Carvajal Muñoz, y con su presencia, se realiza la designación de la Comisión destinada a consagrar el futuro Templo Masónico.
Posteriormente, el 20 de octubre del año 2009 se firma el decreto 195/2009 que designa a la comisión instaladora de la Logia en instancia de Constitución, en Quellón, y cuya ceremonia se realizaría el 31 de ese mismo mes.
Tras 6 fructíferos años de labor y compromiso masónico, luego de 21 años de una arquitectura constante, y bajo la Presidencia de la Gran Logia de Chile del Gran Maestro Luis Rivero Cornejo, esta obra se ve coronada finalmente con el Decreto 97/2015 que confiere la Carta Constitutiva de la nueva Logia, en el Valle de Quellón, con el anhelado nombre distintivo de Logia Víctor Chiappa Lay N°231.
La oficialidad de la nueva Logia Chilota quedaría conformada por:
Presidente: Juan V. Stagno R.
Primer vigilante: Renato Azocar A.
Segundo Vigilante: Andrés A. Lorca M.
Orador: Guillermo Roa C.
Secretario: Raúl de la Rosa B.
Tesorero: Enzo Rojas M.
Experto: Ricardo Vásquez H.
Maestro de Ceremonias: Leonardo Bruce M.
Hospitalario: Manuel A. Aguilar M.
Guardatemplo: Abel Almonacid H.
Bibliotecario: Marcelo Malagueño M.
Maestro de Banquetes: Rodolfo Andrade P.
Siendo esta Logia una de la más jóvenes existentes en la Isla de Chiloé, le cabe el orgullo y responsabilidad de llevar el nombre de quien fuese el propulsor de la Obra e ideario masónico en esta parte del mundo, Victor Chiappa Lay, sin ninguna duda “Una Luz en el Hemisferio Austral”.
LOGIA
VÍCTOR CHIAPPA LAY N°231
RL VictorChiappa Lay N°231 ,Quelló n
G
Ceremonia de Instalación del Templo Masónico, 28 de octubre 2015, con la presencia del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Luis Rivero Cornejo.
Discurso del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, en la cena de la Instalación.