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Personajes con historia

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UN PORTUGUÉS AL SERVICIO DE ESPAÑA HERNANDO DE MAGALLANES

Miles de páginas se han escrito sobre Hernando de Magallanes y la épica hazaña que cumplió más de 500 años. Tanto es así, que en una búsqueda rápida en Google su nombre arroja la exorbitante cifra de un millón 700 mil resultados, lo que es lógico porque la circunnavegación del globo es considerada una empresa de tal magnitud como la llegada del hombre a la Luna para su época.

POR GRACIELA HARRIS CÁRCAMO

Licenciada en Educación y Comunicadora Social, desde Punta Arenas, Región de Magallanes

Son inciertos los datos del origen de este navegante; Fernando de Magallanes, Hernando de Magallanes o Fernão de Magalhães quien habría nacido el 3 de febrero de 1480 en Sabrosa, en el norte de Portugal. Las feligresías de Sé en Oporto, Vila Nova de Gaia y Ponte da Barca, reclaman su naturalidad. En tanto que su deceso está documentado y ocurrió en Mactán, Filipinas el 27 de abril de 1521, en un enfrentamiento con nativos. Era hijo del caballero hidalgo y alcalde de Aveiro Rui de Magalhães y Alda de Mesquita, sus hermanos eran Duarte de Sousa, Diogo de Sousa, Isabel de Magalhães, Genebra de Magalhães y Aires de Magalhães. No existen mayores detalles de la vida privada de Hernando de Magallanes, pocos antecedentes de su infancia dan a los historiadores algunas luces de sus años de formación de quien fuera el hombre que unió el mundo a través de la vía marítima. Con diez años y por su origen noble, Hernando de Magallanes fue paje en la corte de la reina Leonor, consorte de Juan II de Portugal. En Lisboa estudió náutica y cartografía, lo que lo preparó para la misión más importante de su vida. Son más notorios los antecedentes a partir de 1505, con 25 años, cuando fue parte de la flota de la Armada de la India que defendió la corona portuguesa para instalar a Francisco de Almeida como primer Virrey de la India. En este tiempo Magallanes es herido, lo que le provocó una cojera que lo acompañó hasta su muerte, la que encontró en una lucha desigual contra la tribu de Lapulapu. En 1515 contrajo matrimonio con su pariente Beatriz de Barbosa, hija de Diego Barbosa y María Caldeira. Con ella tuvo dos descendientes pero la desgracia atravesó la vida familiar y su hijo Carlos

CIRCUNNAVEGACIÓN, MONUMENTO EMPLAZADO EN PUNTA ARENAS, DEL ESCULTOR FRANCISCO GAZITÚA

falleció al nacer y en 1522 murió Beatriz Barbosa y posteriormente, en octubre del mismo año, su hijo Rodrigo. Sumado al asesinato del navegante en 1521 en las Filipinas se puede decir que nada quedó de la familia Magallanes Barbosa a seis años de su unión.

En 1519, bajo el servicio del rey español Carlos I inició una expedición para llegar a las Indias Orientales a través del Océano Pacífico, teniendo como intención descubrir una ruta que lo llevara a las Islas Molucas o las Islas de las Especierías, en el archipiélago indonesio, productoras de la nuez moscada y pimienta y recolectora del clavo de olor, que se utilizaban no solo como saborizantes sino para la conservación de los alimentos. Con esta empresa, Hernando de Magallanes realizó la primera circunnavegación del globo y descubrió el canal de dos océanos, conocido hoy como Estrecho de Magallanes.

CONTRA VIENTO Y MAREA

Alejandra Mora, profesora de Historia y Geografía, Magíster en Estudios Interdisciplinarios de la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile, analiza los factores que empujaron al portugués a ser parte de la corona española y entregar a España la mayor conquista marítima de todos los tiempos.

“Nunca tuvo la venia de la corona portuguesa, a pesar de acatar sus órdenes y el desprecio que sintió de parte de Manuel I, fue mutando la obediencia ciega por silenciosos y audaces proyectos. En 1513 fue acusado de estar coludido con ladrones en Marruecos, lo que lo obliga a comparecer ante el rey y a defender una miserable pensión y una mancillada dignidad. Aceptó quedarse en la corte y es ahí donde conoce a Ruy Faleiro, astrónomo, geógrafo, cosmógrafo y navegante, quien también se había sentido despreciado, ya que no fue nombrado cartógrafo oficial de la corona. Este hecho le permitió a Magallanes acceder a un preciado tesoro de la época moderna, tener el acceso libre a la Tesorería, lugar en donde se guardaba el conocimiento de la navegación lusa, lo que complementa con conversaciones de marinos que recorrían las rutas que conducían a las especias”, dice Mora.

Con su ambicioso proyecto en ciernes, Magallanes estudia profundamente la información recopilada y busca una ruta que lo lleve a las especias orientales, esperando que su propuesta tenga un respaldo de la corona española. Lamentablemente para Magallanes esto no ocurre puesto que el momento no podía ser peor para sus deseos; las coronas europeas estaban gestando la llegada al poder de Carlos I.

Con la negativa de Manuel I de Portugal, Magallanes y Ruy Faleiro, presentan su ambicioso proyecto al rey de España, con el gran apoyo de Diego Barbosa y del obispo español Juan Rodríguez de Fonseca. Barbosa, de origen portugués y radicado en España, era un hombre influyente y es quien le permite a Magallanes tener los contactos necesarios para presentar su proyecto al rey Carlos I, en tanto que Fonseca fue parte de la Casa de Contratación y del Consejo de Indias y se transformó en abogado de Magallanes.

“Sin esperar una audiencia para presentar el proyecto que ya había expuesto a la Casa de Contratación y sin un mayor éxito, consigue el apoyo del mercader y financista español Cristóbal de Haro, anteponiéndose a una probable reticencia de parte del rey. Solamente necesitaría el permiso, ya que los recursos estaban acordados, lo que demuestra el entendimiento que Magallanes poseía de los manejos de la Corte”, sostiene Mora y agrega “finalmente la reunión se llevó a cabo y este joven rey aprobó la idea, ya que no interferiría

con las rutas exclusivas que poseía Portugal dentro del Tratado de Tordesillas. Carlos I, a pesar de ser reconocido como dubitativo, se mostró firme y convencido”.

Una lectura comprensiva de los acontecimientos delata sin mayor dificultad que Magallanes fue hombre muy decidido que forjó la hazaña por la cual hoy es conocido y que fueron su tesón y determinación los impulsores de su viaje, pero la mala reputación que poseía a ojos del rey portugués y su posterior negativa en respaldar la misión, solo fueron el inicio de una seguidilla interminable de obstáculos que tuvo que sortear y que solo terminaron con su muerte tres años después de zarpar.

“La situación era compleja, extranjero en España y traidor de Portugal liderando una expedición; estigma con el que tendrá que lidiar en esta etapa y durante la expedición, sumado a las presiones que ejercieron Fernando de Vasconcelos y Sebastián Álvarez para evitar que esta empresa viera la luz”, afirma Alejandra Mora. “Fernando Vasconcelos sugirió al rey luso que era necesario detener o matar a Magallanes, ya que su empresa era un peligro para la nación y Sebastián Álvarez, delegado del rey de Portugal Manuel I, hizo lo posible para evitar que la expedición de Magallanes se llevara a cabo, desde impedir que zarpara hasta dejar sin efecto las capitulaciones firmadas por Carlos I.

En fin, con su flota compuesta por los navíos Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago, con 270 hombres a bordo de distintas razas y nacionalidades, Magallanes zarpa de Sevilla en septiembre en 1519, dejando en tierra a su exsocio Faleiro, preso de la locura, tal como consiga Bartolomé de Argensola “El astrólogo Faleiro, perdido el juicio, quedó en la casa de locos en Sevilla”.

Magallanes era un hombre reservado, poco comunicativo, no tenía la confianza de expresar a sus oficiales las rutas que tomarían, los pasos a seguir; por el contrario, se mostraba lejano y distante, rompiendo con los cánones establecidos en la relación oficial y comandante de la flota. “Al iniciar la expedición se reunió con los oficiales al mando de las otras naves y exige saludos y presentaciones, que para ellos representaban una forma de humillación y altanería de parte de este extranjero; por ello, Juan de Cartagena no acata sus órdenes”, explica Mora.

Magallanes y sus hombres padecieron hambre, enfermedades, escaramuzas y continuos enfrentamientos entre su heterogénea tripulación. A poco andar, en las Islas Marianas los nativos robaron parte de su cargamento y suministros. La falta de higiene ocasionó desastres fatales entre los marinos, además de la deserción de la carabela que llevaba la mayor parte de la comida y el hundimiento de una nave producto de una gran tormenta acaecida en junio de 1522, son parte de los mil y un percances del viaje por los mares del sur. Resistió un primer motín en el Puerto de San Julián, en la actual provincia de Santa Cruz, Argentina, pero a pesar de su personalidad apagada, ejecutó a algunos hombres y abandonó a otros nobles, esto último para evitar problemas a su regreso a España. Un año después de iniciada la travesía, otro enfrentamiento a bordo sacude la frágil tranquilidad del viaje, pero no detiene su marcha y esa tenacidad a prueba de todo, conlleva al descubrimiento del paso interoceánico bautizado como Estrecho de Todos los Santos.

“No fue profeta en su tierra, pero la historia le dio la gloria e inmortalidad que muchos quisieron arrebatarle”, concluye la profesora Alejandra Mora.

MAGALLANES EN MAGALLANES

“Parten 270 hombres desde Sevilla y solo vuelven 18, eso da cuenta de la magnitud del viaje que enfrentaron. No solo unieron el globo a través del mar, sino que Magallanes también confirma la esfericidad de la Tierra. Estuvo 34 días en el Estrecho de Todos los Santos, no fue un paso fugaz, fue una estadía extensa en esas aguas y con este descubrimiento interoceánico descubre Chile”, afirma el profesor de la Universidad Austral de Chile, Ernesto Fernández de Cabo Arriado, quien pone en contexto la travesía de Magallanes.

La Región de Magallanes fue la primera tierra chilena que encontraron estos avezados navegantes dieciséis años antes que Diego de Almagro iniciara su conquista. Las costas, canales, fiordos y océanos que rodean la Región de Magallanes, hablan de lo épico de esta travesía, y las aguas serenas del Mar del Sud fueron rebautizadas como Océano Pacífico, nombres y escenarios que hoy son normalizados pero que inmortalizan al portugués.

La Patagonia chileno argentina le debe su actual toponimia, por ejemplo, antes de la llegada al paso interoceánico, en San Julián avista a los Tehuelches o Aónikenk y al avanzar hacia el sur del continente, Magallanes y su tripulación divisan en las costas las fogatas de los pueblos originarios Onas o Selk’nam, por ello, bautiza al litoral como Tierra de los Fuegos o Tierra de los Humos”.

La Patagonia es uno de los lugares predilectos para visitar y son cientos de miles quienes arriban tanto a Chile como a Argentina para disfrutar de sus hermosos paisajes, pero a pesar de esta preferencia pocos saben que el nombre de Patagonia fue obra de Magallanes, pues al ver a los Tehuelches o a los Aónikenk, el portugués los llamó Patagones. Siempre se ha dicho que fue porque ataviados los indígenas con gruesas pieles en los pies debido a las bajas temperaturas del

ESTRECHO DE MAGALLANES VISTO DESDE EL ESPACIO. FOTO DEL ASTRONAUTA ANTON SHKAPLEROV

continente, dejaban huellas enormes en su caminar, se los nombró como gente de “pata grande” y de allí la palabra “patagones”, pero Fernández de Cabo tira abajo ese mito y manifiesta: “Los conquistadores y navegantes tenían conocimientos de libros de caballería, entre ellos el ciclo de los palmerines, inaugurado por Palmerín de Oliva, en 1511, y de su segunda parte anónima de título el Primaleón. Es en ella donde el héroe arriba a una isla en la que habita un grupo de hombres salvajes y de vida apartada que atemorizan a la población, llamado Patagón”, sostiene.

Magallanes fue una mente renacentista ilustrada e inquieta, atrapada en un cuerpo desgastado a pesar de la corta edad del marino, que no solo debió soportar el desprecio de sus compatriotas, sino que a bordo fueron muchas las traiciones recibidas y sabotajes que por poco rompen su inquebrantable esperanza en coronar la misión que planeó durante años. La misión más importante de la historia de los mares no entregó a Magallanes la fama que buscó en vida y su inmortalidad solo comienza a gestarse años después con la gesta y reconocimiento de otros intrépidos marineros que recorriendo la ruta del portugués, le otorgaron el crédito que sus detractores y el azar le robaron. ¿Nadie es profeta en su tierra reza el dicho, de eso supo Magallanes, quien asesinado en Filipinas además nunca recibió por parte de la corona los beneficios de haber unido el mundo por la vía marítima. Sí lo hizo uno de los sobrevivientes de la travesía, Juan Sebastián Elcano, a quien la historia lo sitúa como un detractor, conspirador y traidor de la confianza del portugués.

Magallanes cambió la historia del mundo luego del siglo XVI y al celebrarse el año pasado los 500 años de la circunnavegación, la región que hoy lleva su nombre se preparó para ser parte de las actividades que ministerios, fundaciones y universidades organizaron para este hito mundial. La emergencia sanitaria provocó que muchas de esas actividades quedaran postergadas o se reformularan en encuentros virtuales, sobre todo aquellos en formato conversatorio.

El escultor Francisco Gazitúa inauguró una megaobra en el borde costero de Punta Arenas, el 21 de octubre de 2020, dentro de las pocas actividades que se pudieron realizar debido a los impedimentos de la pandemia. La obra de color ocre anaranjado se ve desde el mar y a 200 metros a la redonda desde la ciudad. Es una colocación de 17 metros de altura y de 25 toneladas en forma de astrolabio esférico que en forma metafórica representa al globo terráqueo, en su interior inmortaliza a la nave Victoria comandada por Magallanes. La estructura está orientada hacia el oeste y su mástil mayor inclinado a 23 grados en concordancia con el eje de la Tierra y frente a ella, un busto del portugués al servicio de España, que a pesar de todo y de todos, logró su hazaña inmortal. ¿Punta Arenas está levantada en la Península de Brunswick en el Estrecho de Magallanes y ve de espaldas la unión de los dos océanos. Se dice de espaldas, y en eso hay consenso de los entendidos, que la urbanización de Punta Arenas creció mirando hacia los cerros y no hacia el Estrecho, una mirada desde la arquitectura que en estos últimos años se ha repensado, tal vez en una misión de reivindicar al capitán portugués que una vez soñó con unir la tierra por el agua y lo hizo contra viento y marea.

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