1980 – 2000 Dos décadas de confusión. Seguramente cada peruano observa el tema del indulto a Fujimori con los cristales que ha construido desde su particular perspectiva. Difícilmente podremos pedir objetividad en los juicios de valor si nuestras opiniones también, quizás, sufren del mismo mal. Lo que sí sería grave es no opinar. Pero, ¿es posible solamente acusar o solamente defender a Alberto Fujimori? o ¿es posible hacer un juicio objetivo, haciendo el esfuerzo de colocarlo dentro de un marco global histórico más grande y a partir de ello, extraer las conclusiones que emanen un justo juicio de valor? Supongo que esto debe ser el objetivo de todos aquellos que quieren comunicar a las generaciones futuras la realidad que les tocó vivir. Esto nos dice el c Daniel Parodi: “Tratándose de Alberto Fujimori es doble la responsabilidad de indultarlo si lo merece y de no hacerlo si no reúne los requisitos; pues nadie prostituyó como él el estado de derecho en el Perú. Por eso mismo debe aplicársele, sin más, la ley; pues solo de esta manera la sociedad puede desmarcarse del corrupto, del delincuente y del criminal anteponiéndole un principio de superioridad moral: yo a ti te aplico la misma ley que tú tantas veces violaste.” “Como mucho se ha hablado de los crímenes de Barrios Altos y la Cantuta quiero aprovechar esta columna para recordar, más bien, el proxenetismo al que se expuso la institucionalidad democrática durante el decenio dictatorial de AFF. Como mucho se recuerda el autogolpe del 5 de abril de 1992, la mayoría ya olvidó la ley de interpretación auténtica de 1996 que estableció que como la elección de Fujimori en 1990 fue anterior a la Constitución de 1993 entonces nunca ocurrió. De esta manera Fujimori sólo resultó electo una oportunidad en 1995 por lo que pudo postularse por “segunda vez” el 2000. 1+1+1=2; esas fueron entonces las cínicas matemáticas fujimoristas.” Daniel Parodi Revoredo – Fujimori Nunca más http://lamula.pe/2012/09/30/fujimori-nunca-mas/daupare Me es particularmente inquietante, que personas que se ufanan de su catolicismo, sin ser médicos y los que siendo médicos sin haber visto nunca la historia clínica, salgan a decir “NO TIENE CANCER”. (No estoy defendiendo a Fujimori, estoy señalando a una sociedad enferma). Es también alarmante, como hay tanta memoria selectiva para un dictador corrupto y se olviden, también selectivamente, la corrupta dictadura Militar de Juan Velasco y Morales Bermúdez y otras tantas que registra la historia peruana. Es preocupante también, que una sociedad supuestamente receptores y portadores del mensaje cristiano, en ambos bandos, no tengan la capacidad de separar la parte política de la parte humana y el significado de “humanitario” les sea ajeno. ¿Qué valor humano puede tener el decir “Esta bien que lo liberen pero sólo si está en fase terminal (agonizando)”? Expresarse así, indica que el proceso evolutivo del irracional al humano se ha detenido. Aun siendo verdad cada una de las frases que citamos del artículo de Daniel Parodi, intuimos que hay una contradicción de fondo o no se incluye un fondo de referencia para alguna comparación o falta el contexto donde se desarrollaron los acontecimientos.