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Salud & Mente

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El impacto social y emocional durante la pandemia

Es bien sabido que hoy, el mundo entero está atravesando por una crisis inusual, algo que jamás hubiéramos imaginado, y, por lo tanto, nunca nos preparamos. La pandemia nos recuerda que vivimos en una comunidad en interacción constante, y que la acción de un individuo tiene impacto en todos los demás.

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La pandemia nos inunda de noticias alarmantes que nos llenan de incertidumbre, miedo, amenaza y soledad, provocando en el ser humano emociones tan comunes y naturales como la ansiedad, el estrés, la frustración y el malestar debido a la inseguridad que nos da la situación, los riesgos de contagio reales para la salud y la sobreinformación a la que estamos expuestos.

Esta pandemia está afectando a personas de todas las edades, sin importar género, clase social o profesión. Este es un virus que llegó sin manual de instrucciones, lo que nos ha puesto más a la expectativa y a la defensiva. A esto, le sumamos todas las medidas que los profesionales médicos nos han pedido, cambiando por completo el camino de nuestras vidas, incomodándonos, extrañando nuestra antigua normalidad y readaptándonos a lo que hay. es una de las medidas más radicales que hemos tenido que hacer. Llevando el trabajo a casa, convirtiéndonos en maestra(o) para la escuela en línea de los niños, olvidando nuestras actividades de entretenimiento y/u ocio, dejando de acudir a hacer ejercicio al aire libre o a algún gimnasio por la preocupación de posibles contagios, pero sobre todas las cosas, el aislamiento social y familiar al que tuvimos que someternos. Este último, es una de las medidas de cuidado que, como personas, más nos ha causado un impacto emocional. “El hombre es un ser social por naturaleza”, es una frase del filósofo Aristóteles para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

Según Aristóteles, se “es” en tanto se “co-es”. Esto significa que cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla su personalidad o su “ser”, y que dicha dimensión está integrada en la dimensión social del hombre, para la convivencia en comunidad desde que nace, resultando en la coexistencia. Y, ¿qué pasa con el aislamiento?, ¿cómo nos está afectando? Esto ha tenido un fuerte impacto en la salud mental y emocional de las personas. Hasta el día de hoy, las investigaciones reflejan que existe mayor prevalencia de síntomas menta-

les como angustia, ansiedad, tristeza, baja autoestima, ira, rabia, aislamiento, bajo estado de ánimo e insomnio, así como la aparición de trastornos como la depresión, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, el estrés postraumático y el suicidio, entre otros.

La soledad aumenta el riesgo de sedentarismo, enfermedad cardiovascular, alimentación inadecuada y el riesgo de muerte. La cantidad y la calidad del sueño también pueden verse afectadas en personas que padecen soledad, provocando una mayor fatiga durante el día, y con esto, menos rendimiento tanto cognitivo como físico.

ES NORMAL SENTIRSE SATURADO O SATURADA CON TODO EL TEMA DE LA PANDEMIA, SOMOS HUMANOS Y SENTIMOS, Y DE ESO HAY QUE ESTAR SIEMPRE AGRADECIDOS. SIN EMBARGO, ES IMPORTANTE ESTAR ALERTA ANTE LAS POSIBLES CRISIS EMOCIONALES QUE PUDIÉRAMOS EXPERIMENTAR PARA DETECTAR Y EVITAR MAYORES PROBLEMAS, QUE GENERALMENTE SUCEDE CON LAS PERSONAS QUE MÁS AMAMOS. NO HAY QUE ESPERAR HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO PARA ACUDIR Y PEDIR AYUDA. LAS CRISIS SON UN RIESGO Y UNA OPORTUNIDAD, DEPENDE DE CÓMO APRENDAMOS A GESTIONAR LO QUE SENTIMOS, PENSAMOS Y ACTUAMOS.

Muchas personas han hallado una gran oportunidad dentro de sus crisis, tanto en el plano laboral, personal, pareja, familiar, etc. De eso se trata, de vivir la realidad, sentirla y decidir qué hacer con ella. Muchos decidieron emprender sus propios negocios, otros descubrieron que no conocían tanto a sus parejas como creían y decidieron volver a conocerse. Algunos optaron por aprender a cuidarse haciendo ejercicio en casa y teniendo una mejor alimentación, muchos tomaron consciencia de lo importante que es la familia, de lo maravilloso que es un abrazo y de cuánta falta nos hace vivir plenamente con la armonía y consciencia que esto requiere.

Hay una frase que me encanta, es de una de mis autoras favoritas: “Nuestro verdadero ser es el amor más puro, la perfección más auténtica. Estamos aquí para sanarnos a nosotros mismos y para recordar quiénes hemos sido siempre: La luz que nos guíe en la oscuridad” del libro “Lecciones de vida” de la gran autora Elisabeth Kübler Ross.

Construyamos con sentido y resignifiquemos desde nuestras propias experiencias. Todo lo relacionado al dolor, la incertidumbre o las pérdidas que hemos sufrido durante esta pandemia es posible sanarlo.

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