Ensayo de pueblo nuevo - Guilherme Zarvos

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Ensayo de Pueblo Nuevo

Guilherme Zarvos Traducciones: Cecilia Palmeiro y Eloísa Cartonera

ENSAYO DE PUEBLO NUEVO Guilherme Zarvos

Eloísa cartonera 2018 1


Ensayo de Pueblo Nuevo, Guilherme Zarvos 1a. ed. Buenos Aires. Editorial Eloísa Cartonera, 2017

Pintura de tapa: Dr. Zarvos, Cucurto. (Acrílico sobre papel), 2018. Las viñetas y separadores son de Guilherme Zarvos. Las traducciones de Ensayo de Pueblo Nuevo y Morrer son de Cecilia Palmeiro. La selección y traducción de poemas de los libros: Más tragedia burguesa; Zombar; 15 lecciones educativas para Tintum; Ojo de lince y el poema “Composición final” fueron realizadas por Eloísa Cartonera. 2


Ensayo de Pueblo Nuevo reúne textos de los siguientes libros:

Ensayo de Pueblo Nuevo (1995) Más tragedia burguesa (1998) Morrer (2002) Zombar (2004) Lecciones educativas para Tintum (2012) Ojo de lince (2015) Composición final (2016) -Poema inédito-

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Zarvoleta

La imaginación al campo de lo cotidiano

Guilherme Zarvos (San Pablo, 1957) es una de las figuras más relevantes de la literatura brasileña contemporánea y un personaje mitico de la bohemia de Rio de Janeiro. Autor de más de una decena de libros entre poesía, novelas, arte y textos fuera de género, su vasta obra es inseparable de su vida dedicada a la transformación social por la vía de una ética libertaria y colectivista. Escritor, editor, productor cultural, economista y activista, Zarvos ha hecho cuerpo de la literatura: un modo de ser y estar en el mundo. 5


Irrumpió en la vida literaria porteña en 2005 para incorporarse y dialogar con la tradición de las lenguas de las locas locales. Con varias traducciones al castellano en su haber, este volumen presenta un recorrido especialmente pensado para la literatura rioplatense. Lo vi por primera vez en el Festival de poesía Salida al mar con una enorme bolsa de plástico negra llena de libros que iba repartiendo entre la gente que iba encontrando. Los libros no eran solo de su autoría, sino que eran principalmente de sus amigxs. Lo que él quería promocionar en estas tierras no era su abundante obra, sino la de sus amigos y la obra colectiva que se iba ensayando en el CEP 20.000 (Centro de Experimentación Poética, que él había fundado en 1990 y que sostenía a pulmón desde entonces). Porque lo que a Guilherme le interesa no es la gloria personal (mucho menos el éxito comercial), sino la magia de esos encuentros, la transformación de la escritura en un más allá del texto y del libro. Es decir, la mutación de las formas de vida; soltar las fuerzas creativas de la literatura para la imaginación y construcción de una nueva sociedad. Para Zarvos, como para las vanguardias, la pregunta por la relación entre literatura y sociedad no es relevante en términos de representación (cómo aparece la realidad en la literatura) sino en el sentido de cómo la literatura incide en la realidad. Pero para que eso ocurra, es necesario hacer una literatura ligada a la praxis vital, permeable a los afectos, en una relación inme6


diata con su exterior. La escritura de Zarvos libera potencias y se abre a la vida a través de los afectos, de las complicidades con amigxs, de las causas comunes y las luchas micropoliticas. Sus comienzos como escritor son inseparables de su trabajo con Darcy Ribeiro, intelectual y político que marcó un antes y un después en la cultura brasileña. El joven Zarvos, graduado en economía, fue discípulo y cuñado de Ribeiro, con quien trabajó en políticas públicas y gestión cultural. A él está dedicado el poema-tratado Ensayo de Pueblo Nuevo, un texto que indaga poéticamente en la historia cultural del Brasil como tensión entre lo nuevo y lo arcaico, y las tensiones entre las herencias culturales diversas (de pueblos originarios, de afrodescendientes, de descendientes de europeos, de migrantes) en términos coloniales, denunciando la continuidad de tales prácticas en el presente. Tanto Ribeiro como Zarvos insisten en una pedagogía democrática como herramienta fundamental para una sociedad más justa. Para Zarvos, en ese sentido la literatura juega un rol central. Sin embargo, en un país con una tasa de analfabetismo tan alta como la de Brasil, es necesario repensar los alcances de la noción heredada de literatura. Para Zarvos la literatura no se circunscribe a su circuito tradicional de libros, librerías, editoriales, bibliotecas y universidades. La literatura, especialmente la poesía, se vive en las calles y en las camas. Vibra en los cuerpos, se nutre del deseo y alimenta sus políticas. En tanto laboratorio de 7


experimentación subjetiva, esta literatura encuentra en la amistad su vehículo más adecuado. Las amistades literarias y políticas son el combustible y el contexto de su literatura. Zarvos escribe para los amigxs, sobre los amigxs y, sobre todo, para hacer nuevos amigxs y ponerlxs a escribir. La literatura opera como una red afectiva que cruza lenguas y fronteras y resuena en portuñol, la lengua de nuestro futuro. En 1990 fundó con el poeta Ricardo de Carvalho Duarte, mejor conocido como Chacal, un modo de ser de la literatura brasileña con una fuerte impronta bohemia carioca: el Centro de Experimentación Poética 20.000 (CEP 200000, versión poético-lúdica del código postal de la ciudad de Río de Janeiro). El CEP es una máquina de producir artistas y poetas, aunque sea de manera efímera. Son encuentros nómades organizados en teatros y centros culturales, donde jóvenes escritorxs y artistas, desde lxs consagradxs hasta lxs debutantes, hacen de su práctica estética una performance en un escenario con micrófono. Heredero de la tradición de la poesía marginal de los años 70 y 80 a través del mítico Chacal, el CEP hace del desbunde una política deliberada. La fiesta, los estados alterados, el devenir-otrx, la locura, la desidentificación, la sexualidad desatada, son las experiencias que se poetizan en estos encuentros. Para la poesía marginal se trataba de vivir una experiencia diferencial, escribirla, publicarla y que esa escritura vuelva a potenciar la vida. Igualmente para el CEP se trata de vivir artísti8


camente: la propia vida como arte. La obra, que aparece entonces como una mediación, puede hasta ser disuelta en un gesto, en una performance. Para Guilherme en particular, el CEP es una forma de hacer arte con la propia vida, pero también con las vidas de lxs otrxs: volverlxs artistas de sí mismxs. El método Zarvos: hacerse amigxs y hacerlxs artistas, despertando la capacidad creativa de la juventud, clave para la transformación social a escala micro. Pero también a escala macro, ya que Zarvos no desatiende las políticas estatales dentro de las cuales se instaló el CEP como una piedra en un zapato. Casi 30 años de esta práctica de inclusión artística no sólo lo llenaron de amigxs y compañerxs poéticxs sino que también liberaron en él sus fuerzas productivas haciendo de un economista literato un gran escritor y artista multimedia. El resultado de esos tejes es una literatura en red que conecta distintas esferas, cuerpos, estilos y lenguas. Tampoco la universidad quedó ajena al huracán Zarvos: en 2008 se doctoró en Letras por la Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro con una tesis que dejó boquiabierto al jurado en la defensa y cuyo festejo coincidió con la inauguración de la tienda-galería de arte-espacio anfibio CEPensamento. La tesis, publicada como Branco sobre branco. CEP 20.000/CEPensamento (1990-2008). Uma possível rota (São Paulo, Ateliê, ) es un texto híbrido, autobiográfico y polifónico en el que Zarvos analiza las poéticas, conceptos y acciones que derivan del CEP. 9


Incluso allí, en terreno académico, Zarvos transgrede las normas de los géneros dejando su marca y la de sus compañerxs del Brasil y la Argentina, en cuya literatura estuvo siempre interesado. La integración regional a partir del trabajo creativo con la lengua es uno de sus proyectos políticos de emancipación. Poeta etílico, desbundado y comprometido, nunca ha escatimado el amor ni la solidaridad a la hora de transformar un aparato de producción elitista en uno más popular. Dar el micrófono, editar, publicar, traducir, amplificar la voz de todxs lxs que encuentra en su camino ha sido una constante tanto en el CEP como en sus proyectos personales, que al final siempre son colectivos. Zarvos puso su vida, sus saberes y sus recursos al servicio no ya de la literatura en sí, sino de la literaturización de la vida. Porque la escritura como un acto radical nunca podría circunscribirse a lo literario en sus contextos tradicionales, para Zarvos se trata de devolver la imaginación al campo de lo cotidiano.

cecilia palmeiro

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Ensayo de Pueblo Nuevo

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Primera ediciรณn: Francisco Alves Rio de Janeiro, 1995

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A Darcy Ribeiro

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Ensayo de Pueblo Nuevo1

Aquí desde arriba del Monte Pascoal vio. En este bosque encantado, en esta selva que es parque cuando todo era parque –corrió muerto: treinta kilómetros. desde allá arriba había visto. el corazón deseaba explotar, el pie precisaba volar –aire pulmón aire- quería llegar a la playa, en Corumbão y constatar: nunca vio Dios algo tan lindo. corrió en medio de árboles de ipê caixeta cupuba gameleira pau-brasil sapucaia jacarandá oiti pequi y dejó marcas de sus plantas ligeras en el mantoalfombra amarilla naranja roja marrón negra de hojas caídas en el sendero que tantas veces recorrió y no sintió el perfume dulce de la selva que ayer llovió. era mañana rociaba y él no vio las gotas todavía agarradas de las hojas en todos los tonos y semitonos verdes que dependen del cambio de las horas del día y del tiempo y de la Tierra y de las marcas de los rayos de 1 Ribeiro, Darcy (org). La fundación de Brasil (Testimonios:

1500-1700). Prólogo: Darcy Ribeiro. Selección de textos: Darcy Ribeiro y Carlos de Araujo Moreira Neto. Caracas, Fundación Biblioteca Ayacucho, 1992. Traducido del original: A fundação do Brasil. Petrópolis, Vozes, 1992. 15


sol. Y una codorniz pasó mansita y trató de avisarle que no se apresurase y otros bichos trataron de pedirle que no se fuera, gritando estridentes, aullando, que parase –aira aire pulmón te exploto pero quiero llegary corrió como nunca, en nombre de todos sus Dioses, de todas sus mujeres, no muchas, de su juventud. El cuerpo duro acostumbrado a la caza a la tala al sexo a las guerras a los juegos correspondía. sin embargo la Impaciencia ya habiéndolo tomado exigía más: pasó golpeado por mariposas blancas amarillas azules que aspiraban a hechizar acariciar su brazo guerrero como sólo Bella sabía, pero no era el momento. Solo la playa le interesaba y en un descuido una raíz traicionera le puso una trampa y el guerrero cayó de boca al piso, a la alfombra de hojas de semen de óvulo de abonar tierra, y un sapo lo encaró: diez centímetros era la distancia. no escupió, no era de hacer esas cosas. tenía el color de las hojas. caleidoscopio se protegía de los enemigos. el sapo no dijo absolutamente nada ya que no era un sapo hablador pero lo encaró hinchado –en la completa inmovilidad de sapo que encara- y Zinho, por algunos segundos, no pensó en la arena que precisaba alcanzar y recordó a su abuelo, de mirada grave de cacique en momentos de decisión. de tomar rumbo, de decir lo que el Tiempo le enseñó. la cara del sapo esculpida por padre y madre y padre y madre y padre y madre del sapo, a diez centímetros de sus ojos, lo hipnotizaba y el acostado de frente, cuerpo todo en el piso alfombra de hojas, por un minuto permitió que malos presentimientos dominasen su cabeza. el cuerpo 16


del fuerte flaqueó. fueron apenas estos segundos y el cuerpo del fuerte ya corría y Fantasía e Impaciencia eran nuevamente sus dueñas y Zinho ya avistaba la playa y no era solo él allí: toda la aldea, del más viejo a la más pequeñita se amuchaban cerca del agua dentro del agua para ver:

La fundación de Brasil 2

2 Darcy, Ribeiro. La fundación de Brasil. Petropolis, Vozes, 1992 17


Y Zinho corrió planta planta sobre la arena que se iba calentando. Pasó por uno, pasó por dos, no dio la vuelta pasó por tres. Ríos. Agua salobre del mar a pleno perforando agua dulce. Final de tarde arena enfriándose y la marea devolviendo agua, hechizando el Atlántico. Cuerpo mojado, salado y dulce, de hombre libre. Indio. Luz propia. Tribu de Zinho –centenas de otras tribus y hablas. Eran cinco millones de gente en libertad. Sin patrón. Habituados a las costas, a las playas, del Brasil oficialmente inexistente y ahora con Bulas Papales y Tratado de Tordesillas dividido entre dos reinos ibéricos: Don Fernando e doña Isabel, por la gracia de Dios, Rey e Reyna de Castilla, de León, de Aragón, de Secilia, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galisia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, del Algarbe, de Algesira, de Gibraltar e de las Yslas de Canaria, conde e Condesa de Barcelona, e Señores de Vizcaya e de Molina, Duques de Athenas e de Neopatria, Condes de Rosellón e de Cerdania, Marqueses de Oristán e de Gociano. Por quanto vos, Christobal Colon, vades, por nuestro mandado, a descobrir e ganar, con ciertas fustas nuestras, e con nuestra gente, ciertas yslas e tierra firme en la dicha mar Oceana, e se espera que, con la ayuda de Dios, se descubrirán e ganaran algunas de las dichas yslas e tierra firme, 18


en la dicha mar Oceana, por vuestra mano et industria; e asy es cosa justa e razonable que pues os ponĂŠis al dicho peligro por nuestro servicio, seades dello remunerado; e queriendos honrar e fase merced por lo susodicho, es nuestra merced e voluntad que vos el dicho Christobal Colon, despues que ayades descubierto e ganado las dichas yslas e tierra firme en la dicha mar Oceana, o qualesquier dellas, que seades nuestro Almirante de las dichas yslas e tierra firme que asi descubrierdes e ganardes, e seades nuestro Almirante e Viso-rey e Gobernador en ellas; e vos podades dende en adelante llamar e yntitular Don Christobal Colon, e asy vuestros fijos e subcesores en dicho oficio e cargo se puedan intitular e llamar don, e Almirante e Visorey e Gobernador dellas; e para que podades usar e exercer el dicho oficio de almirantazgo con el dicho oficio de visorey e governador de las dichas yslas e tierra firme que asi descubriedes e ganardes por vos, e por vuestros lugartenientes, e oyr e librar todos los pleitos e cabsas ceviles e criminales tocantes al dicho oficio de almirantazgo e de visorey e governador, segĂşn fallardes por derecho, e segĂşn lo acostumbran usar e exercer los almirantes de nuestros reynos, e podades punir e castigar los delinquentes; e usedes de los dichos oficios de almirantazgo e visorey e governador, vos e vuestros dichos 19


lugartenientes, en todo lo que a los dichos oficios e a cada uno de ellos es anexo e concerniente; e que ayades e levedes los derechos e salarios a los dichos oficios e a cada uno dellos anexos e concernientes e pertenecientes, según e como los lieva e acostumbra llevar el nuestro Almirante mayor en el almirantadgo de los nuestros reynos. E por esta nuestra carta o por su treslado signado de escribano publico, mandamos al Principe D. Juan, nuestro muy caro e muy amado fijo, e a los ynfantes, duques, perlados, marqueses, condes, maestres de las ordenes, priores, comendadores, e a los del nuestro Consejo, e Oydores de la nuestra Abdiencia, alcaldes e otras justicias qualesquier de la nuestra casa e Corte e Chancillería, e a los subcomendadores, alcaydes de los castillos e casas fuertes e llanas, e a todos los concejos e asistentes, corregidores e alcaldes e alguacyles, merinos, veynte e cuatros, cavalleros jurados, escuderos, oficiales e omes buenos de todas las cibdades e villas e lugares de los nuestros reynos e señorios, e de los que vos conquistardes e ganardes, e a los capitanes, maestres, contramaestres, e oficiales, marineros e gentes de la mar, nuestros subditos e naturales, que agora son e serán de aquí adelante, e a cada uno e cualquier dellos, que syendo por vos descubiertas e ganadas las dichas yslas e tierra firme en la dicha mar Océana, e fecho por vos, e por quien vuestro 20


poder oviere, el juramento e solepnidad que en tal caso se requiere, vos ayan e tengan dende en adelante, para en toda vuestra vida, e despues de vos, a vuestro fijo e subcesor, e de subcesor en subcesor para syempre jamas, por nuestro almirante de la dicha mar OcĂŠana, e por visorey e governador de las dichas yslas e tierras firme que vos el dicho D. Christoval Colon descubrierdes e ganardes, e usen con vos e con los dichos oficios de almirantadgo e visorey e governador pusierdes, en todo lo a ellos concerniente, e vos recudan e fagan recudir con la quitaciĂłn e derechos e otras cosas a los dichos oficios anexas e pertenescientes, e vos guarden a fagan guardar todas las honras e gracias e mercedes e libertades, preheminencias, prerrogativas, esenciones, e ynmunidades, e todas las otras cosas, e cada una de ellas, que por razĂłn de los dichos oficios de almirante e visorey e governador devedes aver e gosar, e vos deven ser guardadas, en todo bien e complidamente, en guisa que vos no menguen cosa alguna, e que en ello, ni en parte dello, embargo ni contrario alguno vos no pongan ni consientan poner, ca Nos, por esta nuestra carta, desde agora para entonces vos fasemos merced de los dichos oficios de almirantadgo e visorey e governador, por juro de heredad para siempre jamĂĄs; e vos damos la posesion e casi posesion dellos e de cada uno dellos, e poder abtoridad 21


para lo usar e exercer, e llevar los derechos salarios a ellos e a cada uno dellos anexos e pertenescientes, según e como dicho es; sobre lo qual todo que dicho es, sy necesario vos fuere, e gelos vos pidierdes. mandamos al nuestro chanciller e notarios, e los otros oficiales qu´estan a la tabla de los nuestros sellos, que vos den e libren e pasen e sellen nuestra carta de previllejo rodado, la mas fuerte e firme e bastante que les pidierdes e ovierdes menester; e los unos ni los otros no fagades, ni fagan ende ál, por alguna manera, so pena de la nuestra merced e de diez mil maravedis para la nuestra Cámara, a cada uno que lo contrario fisiere; e demás mandamos al ome que les esta nuestra carta mostrare, que los enplaze que parescades ante nos en la nuestra Corte, doquier que nos seamos, del día que los enplasare a quince días primeros syguientes, so la dicha pena, so la qual mandamos a qualquier escribano público que para esto fuere llamado, que dé ende al que gela mostrare testimonio signado con su sygno, porque nos sepamos en como se cumple nuestro mandado. Dada en la nuestra cibdad de Granada, a treynta días del mes de Abril, año del nascimiento de nuestro señor Jhesu Christo de mil e quatrocientos e nouenta e dos años. Yo el Rey Yo la Reyna Yo Johan de Coloma, secretario del Rey e de 22


la Reyna nuestros señores, la fis escrivir por su mandado. Acordada en forma: Rodericus, doctor. Registrada: Sebastián D´Olano. Francisco de Madrid, chanciller. E agora, porque plugo a Nuestro Señor que vos fallastes muchas de las dichas yslas, e esperamos que con la ayuda suya que fallereis e descobrireis otras yslas e tierra firme en el dicho mar Océano.

Y así fue. Era así que se hacía: pocos puntos vastísimos nombres inconmensurables lisonjas. El orden del Nuevo Mundo en las plumas del Papa y en las botas de España y Portugal. Tiempo de renacimiento para la cultura europea. Da Vinci, Michelangelo, Bosche, Dürer, Botticelli, ¡cuántos más! Gil Vicente, Camões, luego Rabelais y Cervantes crispando lenguas. Tiempo de Lutero y Calvino –curas que hacían temblar la Plaza de San Pedro. Roma de las mil prostitutas y prostitutos autentificando la división del mundo, ampliando imperios y ponientes... Pero de esto Zinho no tenía la menor idea. Y corría. Y guacamayos rojos gritaban la memoria de la Tierra. Bola de cristal. Sobrevivieron docientas mil almas implorando por un pedazo de tierra. Reserva de lo que fuera suyo. Indios cometiendo suicidio. Desperación. Enmarañado en las pérdidas y en las pérdidas de sus hijos y de su habla. Y Zinho en los años noventa de la última década del 23


siglo llamado veinte tal vez tuviese la suerte de estar vivo en el alma de Doctor, hijo del cacique Tururu de la aldea Pataxó de Barra Velha. Vendiendo artesanías. Alegre del mundo. Tal vez pescador en Corumbau, bajo el manto de estrellas que en a luna nueva oprime, de tan rica. Los granos de arena, soplados por Caos donde antes había vacío, de tan fáusticos, recuerdan un chorro de perlas lento como embriagado. Y cada estrella absolutamente seductora tiene certeza de su singularidad, embelezando la noche que pulsa, de la ciudad sin luz eléctrica ni TV. En la cual los niños desconocen quién es el mayor ídolo del programa del domingo. Lo que saben es pescar como su padre su abuelo su bisabuelo. Muchachada que juega a gusto:

Ronda de cuatro niñas -“Un latigazo te dan -La negrita va a bailar” Todo con cariño. De buen modo La primera vez la criatura no entiende La madre de lejos incentiva -Bailá, m’hijita Las más grandes muestran el movimiento con las caderas. El hechizo de la tierra. Quien anda cerca, sonríe “-Bailá, negrita -No sé bailar - Un latigazo te dan -La negrita va a bailar” 24


La pequeñita está feliz risueña revolea. Acelerada todavía no domina la maña Mas ya está aprendiendo. De ahí es solo crecer. Pero no era hoy. Era 21 de abril de 1500, y la Ira portuguesa, en la mezcla, con el condimento sarraceno, santificada por el deber de salvar almas aportaría, al día siguiente, en Coroa Vermelha, Porto Seguro, a modo de parto, incluso sin querer, un Pueblo Nuevo que hasta hoy ensaya su destino. Y Zinho encontró en Coroa Vermelha una tribu amiga, un habla hermana, y el retrato de Corumbau: el pueblo pegado a la arena, en el mar, tontos delante de tan imponente gente, venida desde donde no se ve. Y de la embarcación gigante se oyó el estruendo de un árbol, el mayor de ellos, desbarrancándose en el mato. El ruido del Trueno: Dios mayor. Y de dentro de lo-que-navega surgió la PersonaDios, al encuentro de Zinho, que postrado en la arena reverenciaba tamaña belleza. Y si fuese hoy los portugueses no usarían botas. En los pies, sandalias de cuero con suela de goma. Coroa Vermelha es una cita. Una cruz sella el suelo patrio. FUE AQUI TIERRA DESCUBIERTA. No importa si es de madera o de cemento, solo llaman la atención puesteros cachaza mulatas libidinosos al son de la cumbia: de la lima del limón del maracuyá de la acerola del cayú de la uva del guaraná de la yaca de la sandía de cualquier fruta (!) viva el aguardiente: “Movete, movete, sí, movete, 25


hablá, reíte de mí” y Zinho sudado, sin camisa, barrigón, mulato, sonriendo, cantando agarrado con Bela –fin de semana, Semana Santa, Coroa Vermelha, Porto Seguro.

Sí, y si fuese ayer u hoy Zinho habría de tener otras moradas y oficios y de Raíces de Brasil3 escogí nombres de tiendas de calles de plazas y de trabajos: botonero junquero zapatero guitarrero espadero herrero tabernero mantero guantero y aceitero sin olvidar barbero carpintero cocinero obrero y carrero. Siempre al servicio del banquero y, claro, del eterno estanciero. Sí, Zinho nació en una plantación de cacao. Era agosto de 1972. Tiempo despiadado del dictador general Garrastazu Médici, y Zinho tiene ahora dieciocho años, no sabe quién fue el presidente de la tortura y no entró en el ejército por exceso de contingente, por haberse alimentado mal como gurí, quedó enanito, pero muy fuerte en los músculos de cargar bolsas. De cacao. Zinho vive en Anori. Tierra Bahía Cacao. La selva encubre la planta. el cacao quiere sombra y agua. cacao malandro. el cacao quiere su pie limpio. tiene que haber empleados para limpiar el pie del cacao. ni helechos quiere el cacao. es una plaga. el encaje verde del helecho que envuelve los pies del cacao es una plaga. el cacao quiere tener su pie limpio. sin parásitos. 3 Buarque de Hollanda, Sergio. Raíces del Brasil. México, Fondo de Cultura Económica, 1955. (Nota al pie en el original) 26


el nieto lava el pie del abuelo señorial. Magdalena lava los pies de Cristo. el Cardenal lava los pies del preso. el joven Zinho mal pago enanito risueño limpia el pie del cacao. Anori es tan pequeña. rodeada de selva que rodea el cacao. casas de empalizada. pobreza. quien limpia el pie del cacao siempre fue pobre. el dueño del cacao no. hasta fue barón. malgastó dinero en la capital. Salvador. en el Café das Meninas. al lado de la legislatura. Traje blanco de lino. auto 0 km. importado. Hoy el dueño del cacao no tiene tanto. ¡Quién limpia el pie del cacao entonces! Mas Anori celebra la fiesta del Cacao. El cacao da miel da licor da una alegría unas ganas de besar en la selva en medio de los pies del cacao. en el encaje de los helechos. A Zinho le gusta el río que corta Anori. Le gusta nadar desnudo. Él y ella. los chicos que saben de todo ya los vieron. ¡Zinho y Bela nadando desnudos! ¡Zinho y Bela acostados en el mato! en el encaje verde claro de lso helechos que envuelven el pie del cacao. los chicos que saben de todo hicieron lo mismo con vacas mansitas. con cabras mansitas. con gallinas no se puede. ¡mueren! con los amiguitos no se puede. contar. pero los chicos que saben de todo ya vieron. no contaron. Y los niños de Anori, barrigones de gusanos, descalzos en el barro, son tan felices, juegan a tirar papel para arriba. y correr atrás del papel. ¡son tan felices! sus padres no. ya limpiaron mucho pie de cacao. no ganaron ni un mango. para ellos solo casas de adobe. a los niños a los chicos no les importa. se ponen tristes a veces porque les gustaría tener un juguete: ya que no 27


tienen, se olvidan. juegan a tirar papel a correr atrás del viento que se lleva el papel, a saltar al río, juegan principalmente a saber de todo. Y Zinho tiene 18 años y sabe mucho y ya no es un chico. No está triste. tiene esperanzas. está un poquitín triste. va a dejar a Bela. por poco tiempo, espera. Va a tomar un ómnibus a Salvador. conseguir un buen trabajo. ahí casarse con ella. Bela espera. Zinho está solo un poco triste. Bela está con su mejor vestido. El ómnibus de la San Geraldo estaciona. La madre y el padre de Zinho suben con él hasta el asiento 17. Ventana. Zinho colocó una maleta pequeña en el portaequipaje. en la mano tiene agua tiene galletas y licor de miel de cacao. es para la tía que vive en Salvador. Él está con su mejor camisa su mejor pantalón su mejor zapato. la media tiene un agujero. escapó a los ojos de la madre. Bela trata de no llorar. llora. llora ella llora la hermana de Zinho llora la abuela de Zinho. el hermano no. ni está ahí. está en São Paulo. es albañil y duerme en la obra. Manda cartas todos los meses. trae regalos una vez por año. para todos. promete que todo va a mejorar. ahí el se va a casar. dice y vuelve para São Paulo: construir edificios dormir en la obra ser llamado cabecita negra. El San Geraldo va a salir. puntual. El padre y la madre de Zinho no lloran. dentro del ómnibus. tienen dignidad. El padre de Zinho saca un dinero del bolsillo. Zinho dice que no lo acepta. no puede. no está bien. acepta. ya no se quiere ir. ¡Quiere padre madre Bela! El ómnibus se mueve. El padre la madre la hermana la abuela y Bela, principalmente ella, se van haciendo pequeñitos. 28


las manos haciendo señas van saludando, chau, chau, chau... Zinho esconde la cara en la cortina del San Geraldo y llora. Zinho tiene 18 años. Nunca salió de Anori. Siempre limopió el pie de cacao. Zinho se está yendo de todo. Para donde.

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Charla de colectivo -Pero sos vos, qué sorpresa (!). Luis preguntó por vos. Le dije que ye habías ido a Belém. -No, no fui. Fui a Guaraci. -¡Has recorrido un largo camino! Luis está en el campo. Para el lado de Monte Alegre. -Sí, anduve un largo camino (!), y estoy cansado. Hace ocho años que no veo a mi familia. -¿De dónde era tu familia? Eso que nos conocemos bastante, pero yo no... -Soy de Ceará. ¿Fuiste por esos lares? -No. Soy de acá cerca. De Itabela... ¿Vos no tenés contacto con la familia? -No, no tengo. Ni por carta. Viene un silencio. La cara desencajada de uno, la mirada perdida del otro. Familia: -la mesa está puesta- cariño de madre... La charla toma rumbo de trabajo, dónde hay, lo que se puede juntar: Los dos son parecidos. Miradas soñadoras. De parir veredas. Tan jóvenes y tanto camino (!) los acentos los sueños los jeans las camisas con botones (de colores fuertes) las zapatillas blancas bien lavadas. Van bajando cerca que es hora. ¡Son incontables los colectivos! El cielo está limpio, ilumina lo vasto: ya oyó tanto, tantas frases como estas: -Cómo va su familia. Tanto tiempo! -Bueno... -Esta es adoptada. Me acompaña. La otra ya está 30


crecida. A esta la encontré en Itamaraju, debajo de un eucalipto. (El señor incómodo carraspea) -No, no se moleste (!) ya conversé con ella. Al pasar por al lado del eucapito ella dice “mamá me siento mal”. La niña trata de esconderse con los ojos en la punta del zapato. Su madre adoptiva gorda y alegre continúa como un loro en una cháchara infinita. -¿Y tu hermano? (El señor no tiene tiempo de responder. Ella ya está en otro asunto). -Sabe de Don Neco. Mi compadre. Vendió la tierra. Tenía deudas. ya no sirve para el campo. modo de ver de nuevo dueño. se tuvo que ir. vive ahora de matar chivos para una carnicería. pero la ciudad es muy cara. uno de los hijos le manda una ayuda. la pegó con un restaurante en Sao Paulo. Don Neco está necesitado... (Ella interrumpe la conversación baja el respaldo del asiento y se pone a la hija a upa. Está vestida de rosa y lanza un auto-elogio.) -¡Qué bueno es tener mamá!

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Itamaraju En la ciudad de donde fui hay gerente de banco –él es importante- usa corbata con relación de dependenciahay cajero de banco- él es importante- usa corbata en la carrera a gerente- hay bigotudo voluminoso- con cara de importante- hay fila lenta llena de morenos flaquitos- amigos del orden cabisbajos- hay varios policías militares- del orden de la arrogancia- hay un indio Pataxó- dijo: mejor que los turistas se vayan a Caraíva. en Corumbau hay muchos indios. a los turistas no les gusta mezclarse –pregunté- respondió: es que es una nación diferente – Vestía un short y remera – parecía un moreno de la fila- había diferencia- altivo en la mirada- cargaba artesanías – muchos coloresSí, de la ciudad de donde fui comienzan a aparecer turistas –haciéndose los cancheros Locales- cabello largo suelto o cola- ropas de moda descuidadas- no van a Corumbau- el Pataxó tiene razón- no suben al Monte Pascoal- prefieren un Porto Seguro.

En la fila del banco de la ciudad que fui un moreno petiso sacado andaba de lado a lado matar o morir enfrenta al cajero que mira asustado amenaza al gerente importante que llama a la policía que allá hay por demás. el petiso brama mandó 32


dinero ahorros para la mujer tres veces llamó no recibió vino al banco el gerente explicó para el guardia que el petiso sacado realmente mandó el dinero pero se equivocó el código y el dinero transpirado del petiso que no entiende de números fue a parar a no sé dónde y que entonces fue a Brasilia y la orden de pago no retornó hace quince días es verdad estoy tratando mientras tanto el elemento perturba el orden de la fila y del banco y voy a tratar una vez más de localizar el documento y el policía esposa al petiso con sombrero de cuero redondo como su cabeza y el petiso sacado grita que eso no eso no es justo quien debía llamar a la policía era él que el dinero era de él y los otros petisos de sombrero de cuero asienten pero los amigos del orden no osan manifestarse y el policía usa la fuerza y trata de sosegar al moreno bajito. con humor. buen tono. para que no haya lío. Más tarde vuelve el petiso a la plaza central sonriendo ojos tristes camisa blanca arremangada sombrero de cuero en lasmanos oliendo a caña un pajarito.

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En la ciudad de donde fui las mujeres miran mucho –morenas bellas- curiosas con risas y soslayos- hay hombres alegres sobrios desconfiados cascarrabias – las mujeres se reúnen en torno a la costura – los hombres en los bares- algunos señores sonríen –la mayoría no- tal es la dignidad. En la ciudad de donde fui la lluvia de enero cae rápida –da solo una enfriadita- No molesta- el tiempo espera –en la municipalidad en el correo en Telebahia en la calle asfaltada en la calle empedrada en la ciudad alta en la ciudad baja en el INSS en el mercado viejo en la pescadería. En la ciudad de donde fui ya no hay TV blanco y negro en el centro, en el punto de encuentro, de la plaza –el bar de altoparlantes estridentes permanece – hay edificios altos- el signo del progreso –de la ciudad que fue, nostalgia.

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Testimonio4 Lego leguas inspirado en la garantía impalpable, más de lo que sueño: la belleza de ser brasileño. Historia, como las demás, de la mayoría sin justicia: ¿cuántos fueron los tocados por el destino que no sufrieron? este cacho de suelo habitado por los únicos que comprendieron mis palabras- ardería de placer si pudiera suponerlo traducible: pero es de aquí por quien estudié y sufro que aspiro pasajes: con la absoluta convicción de que es muy fácil una sociedad solidaria en terreno tan fecundo. Brasil es mi cauce. soy uno más. deseante. y de las miles de caras que filmé, de los guiños que todos los ojos guiñan, noté una tonada que en el medio de la avenida en un quinto de este universo lleno de cuentos sirve. apunté y no sabía por qué -este tipo es brasileño. Es un modo de mover los hombros, la cadencia que se mezcla con el color, una eterna sonrisa de niño parido con gusto por detrás del susto de cruzar el planeta que no da otra cosa: -este tipo es brasileño. Y no importa el sufrimiento individual, ya padecí por centenas, va más allá, ni el pequerrucho sabe, es el desprecio ombreamento de los iguales, de la formación a latigazos que mezcló un PUEBLO NUEVO. Muchachos –yo vi un país nacer. Vi la primera luz del poste eléctrico, oí la primera transmisión de radio, me asusté viendo la pantalla 4 Ribeiro, Darcy. Testemunho. São Paulo, Siciliano, 1990. 35


de cine yo vi la tele. Muchachos –no soy un viejo centenario y presencié todo. La Esclavitud está en mi alma. La ley de la libertad va a tener que ser esculpida.

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Verano: 90 y pico – el ballet de las gaviotas Y cuando las gaviotas de a cientos nadaban y los peces, antes sumergidos, cardumen, ahora volaban y los pájaros negros de Van Gogh de Hitchcock ya sea en calma o en alboroto, y el viento alejaba los graznidos –ya que soplaba de la tierra al mar- y la fuerza desplomada de las alas enfrentando el soplo que es del cielo y el cardumen amotinado volando hacia los picos, imanes, de las gaviotas, todos llevados por el viento, en bocas de imprecisión voraz, permitiendo a los peces de escamas plateadas doradas que el sol provoca codiciando los ojos, volver al mar –espumante de centenares de otros peces del cardumen amotinado, como río arriba en tiempo de desove – y Zinho en el encanto de Bela y era Río de Janeiro, Ipanema, Puesto 9, guitarreaba olvidado de los 90 y pico que fueron gastados como el carbón para que apelotonados en el bronce de su piel de la piel de Bela, se acostasen en el paño de colorido africano aplastado en despreocupados abrazos. Zinho y Bela en el 90 y pico que verano: el tiempo en la turbulencia de constante viento. Y la mezca de pájaros peces y gente circulando aire arena y agua en el puesto 9 de 90 y pico no repara en la pareja que juega como delfines: ellos se aman. Y si los pájaros (?) los peces el viento que antes bailaban adornando la tarde de playa, enloquecidos, volvieran su naturaleza, eternamente animal, contra el par de amantes: ¿cómo Bela y Zinho 37


trabarían frenarían ((travariam)) su ingenua arrogancia de jóvenes bien nutridos? Porque la playa entera se convertiría en pájaros y peces y gente en una batahola ((balburdia)) que levantaría pánico, y de las olas del mar y del viento no obtendría indulgencia. Verano: el pánico de los falsos ingenuos, parejas bien nutridas, ungidos de sol –que hasta hoy han asistido plácidos al ardor del infierno en millones de cuerpos... Pero no era la hora, la ciudad insana bendice a Zinho y a Bela en la playa de Ipanema de los 90 y pico, protegidos, herederos de 500 años de

ENSAYO DE PUEBLO NUEVO

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Mรกs tragedia burguesa

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Primera ediciรณn: Siete letras Rio de Janeiro, 1998

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Cleon La presencia de un hijo muerto la inminencia de su vuelta en las paredes, retratos uno sonriente, otro abrazando… los sobrinos, los sobrinos nietos siempre oyendo sus proezas sus conquistas, su belleza. En su cumpleaños, todo el año, en Navidad la madre llora, el padre asume la culpa los sobrinos, los sobrinos nietos se lamentan ¿quién va a comer su porción? Era alto, tenía bigotes, los ojos azules, cada uno sabe los detalles un sobrino, un sobrino nieto va a ser encarnado, como un Dalai-Lama el hijo pródigo retorna.

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¿Quién me cuida me castiga? No recuerdo más si era dulce o salado sólo el pequeño orificio en la vena de la garganta -reflejado en el espejodonde por el estrecho camino bajaba sin encontrar obstáculos No me acuerdo si ya era de día parece que aclaraba la única sensación (¿si era buena?) era la entrada al eterno sueño. Merecido

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Reclamo Mi llanto es azul turquesa y cómo duele mis celos son azul y negro como la marca de las vacas del dueño del rebaño, Señor de la vida y la muerte. Mierda, patria amada ¿por qué no nací en 1922? Minas es azul-turquesa y duele los bigotes largos finos que el bisabuelo imponía. Quien cabalga en una fila tropera sabe que comer tierra y ser hueco puede generar riqueza.

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Claudia El llanto de mi hermana era de una soledad desesperante era agudo y aullado, de pocas lĂĄgrimas era de cortar el alma que de ella era lo mejor, es pura y limpia y era asĂ­ cuando sus ojos azules chispeaban.

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Nicolau- I Monta el caballo y silba el arroyo que el siseo de la abeja, la tela de la araña y los olores del mato1 suelen serenar al demonio. También el pan de horno de barro, el bife a la plancha el te de hierba y el eterno recuerdo de mi padre en su silla mecedora más allá, el deseo de permanecer niño.

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abreviatura de Mato Grosso 47


Nicolau- II Cosas extrañas van aconteciendo en la vida Y todavía estoy en la mediana edad Mi padre no llamó en mi cumpleaños Me quedé sin su gracia, Mientras tanto no consigo quedar en blanco.

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Stella Yo no estaba acostumbrado a la felicidad Ella desborda o me asalta como el cariño de una niña La cinta del vestido del colegio de monjas, bien aseada el vestido era de tergal azul-marino o gris ceniza Y la camisa blanca con escudo bordado: todos los días cambiada, los zapatos con moño –negros, ¡cuánto brillo! y los cabellos largos hasta la cintura los zoquetes doblados y el resto del cuerpo que creció. No puedo creerlo que hoy la tengo en las manos y mañana no me faltara.

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Zaíde

Nunca pensé que amar fuese tan dulce que era cosa de abejas viejitas en el jardín abnegado de parejas que de la mano duermen y juegan sonrientes. Pensaba solo en el torbellino y en las cuentas a fin de mes tener que transportarme en el otro y que era disputa y nunca complacencia y complicidad y nunca creación hasta que llegó el momento. Locura poética. Era el final de una noche sin viento en Gávea2. Recuerdo la hora del color de la aurora de la ropa de lo que tomamos creo que recuerdo cada palabra. Ahora que veo el cuerpo mas frágil -mis riñones duelen- y la silla que gané el día de los enamorados me da una tremenda alegría (qué confortable), puedo garantizar que amar es tan dulce que las abejas no se marean de parir potes de panales. Yo en el jardín, de tu mano, de cabellos tan blancos.

2 Gávea es un barrio de clase media-alta y alta de la Zona Sur de Río de Janeiro. (N. de la T.) 50


Lube (la danza)

Crear, en tanto acto de amor de pedir una danza ya no se hace con la ceremonia de un tiempo tan corto: mi infancia Pedir para danzar teniendo el rostro fogueado ella con el pelo basto y la sonrisa ¡enigma! acepta la danza: dos rostros refogueados al lado de allí para acá en el piso de la fiesta. Es más que tocar el rostro con las manos el cuerpo la danza se lleva me lleva, será? 51


que la lleva ya no pienso, solo en los errores pisa en los zapatos de barniz ÂżSerĂĄ? que a ella le importa aceptarĂ­a otra danza a fuerza de pedir un beso el sello como la miel la punta de mis labios en pico la punta de los labios que se tocan pues ella acepta.

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Henrique Él era blanco. La capa de tinta sobre la tela. La primera segunda capas de tinta blanca sobre la tela. Intacta. Él era blanco. El rostro pretensiosamente masculino. Francés piernas finas con músculos de corredor. El short y la camisa blancos. Lo miré me miró. Tantas veces. Un número que supera discúlpeme, por qué me está mirando usted. Él era francés perdido en el vagón del metro. Yo soy de Río. Cada uno media la libertad y el espacio. Fueron pocas palabras. Él no era de palabras. Sin retórica. Yo no hablo francés. Su mirar pretencioso me aborrecía el cuerpo muy bello casi todos los machos saben que los rapaces atraen ciertos hombres. Pocos son inocentes. Las madres nunca son inocentes. Los padres raramente son inocentes. Los adultos pocas veces no saben que los muchachos atraen muchos hombres. ¡Eso es repugnante! Los hombres ríen de los hombres que dejan ver su atracción por los muchachos. El francés era bello. La boca del francés era bella. Los pocos pelos de la cosa del francés de piernas finas y musculosas eran bellos. Él me miraba. Yo lo miraba. 53


Se acostó en mi cama sin palabras. Su cuerpo era magro y musculoso. Entumecido su miembro era pequeño. Aparentaba fragilidad. Envuelto en pelos finos como su cabello sus hombros sus músculos. Blanco fue la imagen que me quedó. El vientre blanco esparcido de esperma que chorreaba o goteaba aquí y allá – el cuadro final: el silencio del blanco y el olor del hombre que marea o agrada a muchos hombres- cuadro insólito. El francés vistió su camiseta y su calzón blancos y apretó mi mano. Salió en silencio y el olor que impregnaba se fue por la ventana. ¡Cómo son blancas las nubes!

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Thomaz, el irlandés o as you like it

Luna llena que es hostia me perdone porque me encontré agachado en el suelo protegiendo la cabeza y mi padre con los puños cerrados me golpeaba gritando que yo nunca sería nada y que ser desviado es un castigo de Dios y a los diez años yo ya no lloraba pero me dolía todo en esas sesiones que si no eran mensuales poco más se estiraban. Y mi madre nunca estaba presente y cuando volvía me pasaba algún remedio me decía que esta vez él había exagerado y que yo exageraba el llanto y yo no estaba llorando. Ya sabía a los 10 que era diferente y los muchachos más bellos me penetraban diciendo que yo parecía una mujer. Hasta me compraban algún presente, mas en frente de los amigos ni me miraban, no era que yo parecía una mujer y en la cama 55


cuando me penetraban repetían que yo parecía una mujer. Todos ellos están casados, con hijos, como máximo me dicen hola y pretenden olvidar que algún día me hallaron parecido a una mujer. Thomaz tiene rabia de su nombre de apóstol. Fuma de los 10, se Droga de los 12, condena a los 15 a los 18 hospital a los 20 salió de Nueva York, dejando atrás sus amigos pirados, la ropa punk de cientos de peleas y solo carga la pena de que todavía se encuentra parecido a una mujer. Thomaz es el más duro de los muchachos de su área. Es un terror con una faca en la mano Thomaz en San Francisco tiene vida de puto vive de lo que recibe en favores. Si es necesario cambia sus ropas de punk y se viste de mujer. Thomaz tiene 22 años y Está cerca de la muerte. Thomaz se inyecta.

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Miles Algunas veces siento y me siento en una esquina aquí en San Francisco. El centro es sucio y nada impide que me sienta y siente en el piso de la esquina. En el walkman suena el jazz y más tarde voy a un bar. Si es temprano y bebo, si estoy solo, no me cuesta responder o mirar lo que viene de la otra esquina, en cuanto siento y me siento solo. Cambias de lugar como en cualquier ciudad por no dar con nada. Un susurro es siempre más cierto. Ahora que es temprano y solo más tarde voy a salir, siento y me siento en el centro sucio de San Francisco y espero mientras el jazz se desvanece.

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Recuerdos La lágrima salió seca. Es solo la confirmación de que sería traicionado por el mejor amigo por la madre padre hermano mujer o patrón que le robarían la tarjeta de crédito (gastas las últimas migajas en conservas) parecía que iba a mantener la calma pues ya sabía que sería traicionado como en la última cena, como un poderoso en la cruz como la más bella envejecida mantuvo, comportándose, la razón – ya sabía el maxilar trabado, la garganta sin espacio insistían en la revuelta cuerpo que no comprende que ya sabía de la más torpe traición.

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1994 Mi madre está mal. En el fondo del tacho. En lo rancio del hueso. Sólo restos. Mi madre está muriendo y me quiere llevar con ella. Cabeza de pescado. Sufre su estilo su trama infértil. Tragedia de bacana. Real. Mi madre sufre. Y yo no voy a despedazar mi retina. La única vida. Tierra. Gaia. Madre. Voy a dejarte morir para salvarme. Tierra. Gaia. Madre. Voy a resistir sus gritos de dolor. Pobre dolida madre.

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Sortilegio Estoy libre para besar los pies Madona y Cristo llorar en cuerpo e imagen de pie –ocioso y lánguido cada uno, dos puertos. Tierra aspirada. Madre usted está muerta. En el fondo del barril. Padre usted está podrido. Vivo en el vil metal. Estoy libre para huir desnudo, y donar mis haberes correr por el desierto, operario Passolini – licencioso y cristiano Cada uno dos puertos. Mar de alambre. Hijo usted nunca nació. Huevo de pajarito. Hija usted es bella y casta. Pura cristalería. Estoy libre para jugar cartas, ir al cine andar de la mano, tomar Guarana pasear en el auto con el viento en la cara

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Thereza Visito a mi madre en el Jardín Botánico hace dos años que murió parece que hace una vida, tengo tanta nostalgia de las conversaciones de whisky, hasta del ruido nervioso del hielo. El exceso de whisky ayudó a matarla. Pena que los excesos maten. Yo conocí a alguien que murió de amor de exceso y falta. El árbol que con mi hermana elegimos para depositar sus cenizas no tienen nada de excepcional es una Tilia de Malasia. Ella me parece vieja, fue un descuido esparcir las cenizas en un árbol que puede caerse pronto, incluso antes de mi propia muerte. Me parece un rincón agradable, ella debe estar contenta en el cielo yo estoy acá en la tierra. Depositar las cenizas de cremación en el Jardin Botánico está prohibido. Tirar fotos de casamiento se puede. Imagino si todos depositaran sus muertos en el 61


Jardín Botánico, se parecería al Ganges, todo humano debería pasar una tarde mirando una cremación en el Río Ganges, en India. Después de poner al fuego al muerto, con la presencia de la familia, como un pedazo de pan dilatándose los huesos y el cráneo que son muy resistentes al fuego. Todo es calmo y sagrado. Las cenizas se van al río. Mi madre no sufrió mucho al morir. Con mi hermana nos contuvimos. Nuestra familia es así. Fatalista. Ya me dirán que es un resquicio aristocrático. Siempre nos enorgullecemos de la República. Alrededor de la Tilia nacerán cucumelos. Cada vez que visito a mi madre hay una novedad alrededor del árbol. Mi madre está siempre presente y el suelo siempre presenta sorpresas. Los cucumelos se juntan en un racimo ¡del medio salta una flor! Es la raza de las Therezas.

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Paulo Esperé 40 años para tener 4 meses de felicidad. Esperaría otros 40. Dudé de ser aceptado, casi de (la) vida. Deliré debatiéndome: tenía certeza – como quien reza profundo yo escarbaba carbón o piedras calientes. Contemplar dormir despertar sonreir, mi ángel, mi hombre me gusta + que mi vida. + que amor, la palabra es comunión: pan queso leche y café. Nunca dudé del amor, nunca dudaría. Yo tenía certeza (¿?) y si tuviera que esperar otros 40 yo moriría (¿?) 160 días de felicidad valdrían 12.000 de espera (¿?) Cuántos 1000 + esperaría (¿?) Valdría la penano voy a dudar, ya que lo tengo.

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Solo cuando escribo leo o estoy en el bosque

Casas- grandes pequeñas de todos los colores nuevas descascaradas Amor– o o o o Abdiqué, de ambos, por historias y palabras porque nada más me calma, solo historias y solo palabras y aunque satisfecho con lo que tengo, sufro. Abdiqué, por palabras, de recogimiento de casas y amores y a la hora de dormir, la imposibilidad de guiar mis deseos hacia la lectura y la escritura de nuevas historias el sentimiento anárquico de las visiones que no son escritas explotan y mi corazón es golpeado y a pesar de los barbitúricos y de la esperanza he pasado los últimos tres años de mi vida con sueños tormentosos; despierto varias veces en la noche. Temo a mis sueños cuando no son escritos o leídos. Temo a casas y amores. No tengo paz.

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Carlos

Cada día un poeta se va; uno se lanza. Quien vive por las palabras, más precisamente, quien es redimido por palabras no remuneradas, quien solamente atina a la construcción de frases está siempre al borde del vacío mismo teniendo la palabra un movimiento casi físico. Nunca pensé que llegaría a la edad de la definición del poeta- ahora, ¡ya estoy grande! Poeta, mismo los mezquinos, son derrochadores del tiempo impropio para la fortuna sólida gaiteros poco comprendidos, de melodía complicada. Pasé diez años pensando que no definiría al poeta: más con tantos infortunios y tímida esperanza recuerdo que todos los días un poeta se va y otro se lanza.

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Mediana edad Tengo 40 años y parece que todavía voy a durar mucho. Tal vez 70 años: estoy, pues, en la mediana edad. A los 30 era un niño- recuerdo las fiestas3. Ahora soy un viejo patético, recolectando pedazos de cartón en las calles con dolores de espalda porque ya no tengo la fuerza de la juventud- la que permite la contorsión del cuerpo como la de los peces en natural debate: la línea de la defensa extendida de un arquero. En el séptimo piso de la facultad de letras se jugó un poeta de 30 años, gritando que estaba perdiendo la juventud o que no conseguía salir de la infancia y apresurado fui al entierro y vi antiguos amigos y entonces me dí cuenta que es muy difícil envejecer. Chorro de esperma de un caballo. Así es el poder de la juventud. Y el pase a una buena vida, en medio del debido tiempo y la serenidad. La muerte de un amigo llamó la atención de la vida. En estos días quiero amar caminar escribir y observar, principalmente observar y de cada ruido o emoción rever mis 40 años, me regocija saber que no me maté a los 30 desear que la serenidad guie mi rumbo, ya que jugar 3 En el original, folguedos, que son fiestas populares de espíritu lúdico que se realizan anualmente, en fechas determinadas, en diversas regiones de Brasil. (N. de la T.) 66


sucio puede ser guiado: como la elegacia de las señoras distinguidas, como mantener la curiosidad por algunos pocos viejos; ¿cuándo aprenderán los hombres a envejecer como sus señoras? No tan solo el duro curso de tomar las decisiones importantes para el estado. De ser el encargado de las decisiones de la familia: tener el espíritu ablandado. El corazón bueno. Sin temer la virilidad correspondiente a su tiempo. Sin temblar solo porque se teme y sin temer solo porque se tiembla. No levantar la voz antes del debido tiempo.

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Julio y la muerte

La muerte es misteriosa lamiendo fria tu dedo. Frio El juego de la Cuja, en la mesa, a cualquier hora. Rapiña, riña histérica al atrapar tu dorso. El corazón se enfría Trágica, farsa, la muerte es una actriz incontrolable. No precisa aplausos. La escena satisface sus caprichos La conquistadora tiene el dolor de la selva y el horror de quien cree en otro mundo Sabe, la sutil, que este es su fin Julio- la muerte se llevó a Pedro, apóstol carpintero de la playa. Se llevó a Elías, hermano de Juan, en un poste de la Avenida Brasil. Se llevó otros muchachos, chicos, o podría ser tu hijo. La infatigable sigue mis pasos todos los días. Yo que creo en el mundo, sigo.

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Zombar

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Primera ediciรณn: Francisco Alves Rio de Janeiro, 2004

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Poemas sueltos para Sergio Cohn

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Gabriela para Camila Do Valle

Importa el vuelo de la mariposa. Su piel, la piel que es así, verde y rojiza como el pavor de la cresta del gallo como el carmín que se revela como la bandera que todavía no dice amor. Importa el tropiezo del tonto bicho de luz deshaciéndose en la espina gigante de la rosa dice el viejo el cuerpo desgarrado del bicho que resbaló por los fierros de la rueda. Importa siempre volar hasta la despedida y desmedida siempre y es natural que busque lo alto y el fin.

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Él para mi

Fue decretada, anoche, la muerte del poeta fulano de tal. Los presentes vivaron cuando fue decapitado. Su último deseo, pidió cuatro: - Dar una chupadita al ganso de Claudito. –Después de dejar el cuerpo en una esquina partirán para la casa de una adivina. Ella murió apuñalada gritando: -Yo sé el futuro de cada uno. La muerte después de mi.

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Transparencia para Claudia Guise

La transparencia de la lluvia fina la que permite observar con calma la enorme manguera 200 m. alejada de la ventana La lluvia forma capas y en la continuidad forma un color capa sobre capa Ella es ceniza ella es blanca ella es transparente La enorme manguera verde y amarillaestá cargada- se transforma- en una visión impresionista. El realismo de la manguera modificado por lo difuso de la garúa y cientos de capas está cargada -se transforma- en una vición impresionista. El realismo de la manguera modificado por lo difuso de la lluvia fina y las cientos de capas.

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Thiago y dos o tres playboys

Esperar dormir, la mañana que dormí 11.30 mi amigo tuvo neumonía pero aspiraba aspirar lo acompañé como acompaño la locura ordinaria de los jovencitos decadentes, más decadentes que sus padres que perdieron el dinero en la bolsa, padre tú que eras poderoso y todo me prometías los jovencitos héteros a cambio de chupar cuando el vampiro está borracho de sangre ordinaria quién chuparía el pene de porra nueva dos jovencitos de arrogancia bastarda sus pezones delicados podrían ser blanco de lamidas al otro día cuál es el cheque salvador los jovencitos de Leblon de San Agustín Quién conoce a Agustín sabe que él no tenía vergüenza de la conciencia de su vergüenza De ahí la belleza de su andar de pantaloncitos largos cuerpo magro creciendo y la obsesión por la madre y por la playa y juegos corporales, bola y vela. Los jovencitos de la bohemia desesperada. Son los seguidores del falo paterno. No se dan cuenta que ya tienen el suyo. Bien formados impotentes. Usados con el cuidado de la higiene púdica. Los jovencitos del final de la noche, aquellos que conocieron a Agustín, todavía creen en 78


en el falso éxito ya que lo verdadero exige trabajo o elección divina los dos jovencitos que creen en el dinero no podrán ser escogidos, aunque se pongan agresivos la bolsa puede ser sus vidas pequeñas. La bolsa de la madre, de donde salieron sólo despertarán cuando el horror desafíe sus bellezas inútiles la soledad de los soldaditos de nada es la soledad de los soldadores de nada deseo dormir dormir. Mientras tanto la poesía llama con sonido y furia del débil que conoce la fuerza de cada palabra. Disculpenme Thiago y los tres playboys soy tan patético como ustedes cuatro un caballero, que también está en la mesa, me mira y prevee que hará publicidad publicidad atónito y sin coraje para abrir la boca frente a tanta vulgaridad un día me esperará pegaré el verdadero Agustín y pasearemos en mi Karmanghia4 amarillo claro El sol no atrapará nuestros ojos momentáneamente ingenuos.

4 Auto descapotable (convertible) de dos plazas de la fábrica Volkswagen, comercializado entre las década del 50 y 70. 79


Amarillo

El amor de que habla Zarvoleta Amor de poeta encarcelado en el Pinel de su histeria apostaron mi amor en la enfermería trancaron la puerta los cabellos amarillos de mi poeta estaban sin brillo mi caballero cercado por lúmpenes tan pobres tan pobres el había olvidado lo que era una enfermería en Pinel la mejor institución pública para los insanos. ellos los llaman sufridores mentales la familia los quiere allí en el cuadrado de demo país de bastardos tratando a mi poeta y sus colegas de cuarto como materia en detrito bendigo a todos los humanos que fueron encerrados por perturbar la paz. ¿Cómo anda su vecino?

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Muchachos Para Roberto Correa dos Santos

La infinidad del amor no excluye la disciplina. Lo estoico. Las drogas por la mañana casi traen el desatino por qué los bares tienen que cerrar cuando asoma el día la familia de los conejos y de los culos el vómito al despertar sonreír porque te amo la indisciplina de la mentira clásicos mocasín negro marrón observar las sillas altas del aeropuerto hoy necesito inteligencia anduve drogándome de más voy a las exposiciones del Centro de la Ciudad me puse una camisa de paño de cuadros verdes y azules por debajo una camiseta marinera junio azul de un azul de junio encantador, vivo en Río

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Lo entendiste

Sentado en el sonido de la cigarra en la sombra del flamboyán Mirando a un cachorro de buldog blanco con cara de niño, con lengua roja y respiración infantil comienzo al final a entender el por qué del deseo de vida de los viejos que temen, que quieren hasta el final Puedo haber pasado el límite que limita Cuál es el tamaño del límite o del precipio cuál es el tiempo que tiempo no existe regla a no ser del espíritu no existe espíritu a no ser la regla que cada uno cria y crea un límite siempre la voluntad fue leer escribir y sentir cigarras y cachorros algunas hormigas a la sombra del flamboyán siempre el deseo de olvidar la ciudad los carteles iluminados y las risas fatales demoró, demoró, es costoso entender.

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Poeta

Cuando la muerte me lleve, suave suave descanso, cuando la dicha acontece, tragedia para unos pocos recuerdo en el aire (no hay). Cuando la ceniza el blanco percudido, el negro de sueño, cuando, tal vez, morir es ver todo colorido, pocas veces soñé colorido, cuando, como dice la señora volviendo del coma todo está tranquilo, la muerte es como olvidar para siempre -tomo dos latas más y aspiro alguna sustancia tóxica; solo quería ser un viejo dispuesto a contar tonterías como mi primer beso de lengua o mi buceo en la cascada. Nunca mentí soy desgraciado. Siempre cumplí las ordenes de la Nación. Ser repetitivo o apasionado y no espero que muchos me lean. Un nenito tan educado.

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Parque

Ayer fue el día de las artes plásticas ella me pegó otra vez. Con los colores y las formas. Todo parece pequeño, hasta el ojo rosado del muchacho que acabo de fumar. El azul difuso de la selva ganando forma El ritual de Marcia X Las formas cuerpo de la verdadera carne que Eliana Duarte pacientemente dulcemente cose. Ayer las artes plásticas me tomaron y no voy a olvidar los detalles. El Parque Lage y sus niñas. Soy una de ellas. Por un segundo nada se ve. Está. Todo es. Ya que cuando colores y formas te toman y usted es forma y color está en el mundo de todo. Desprendiéndose por el cosmos como el rojizo grito de pavor. 84


O, si prefiere, por la mata azul difusa. Solo queda dejar que la memoria, bola de vida, trague cuando quiera, los colores y las formas que desde ayer me tragan.

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Banda

1. Padre, 47, bohemio de Ipanema antigua con Brahma en la mano. Cabello blanco. Hijo moreno, 15 o 16, magro: – No es tímido. Un travesti de vestido rojo y purpurina pasa lápiz rojo-travesti a otro travesti de vestido púrpura. Los dos desarreglados a las carcajadas. Alboroto escandaloso de final de tarde y mar. 2. Una marica entra por un oído y sale por el otro: ¿comiste bien? 3. Cerca, muy cerca, una cuarentona con su amigo, 18, el hijo: – Usted habla de más Muchacho: – ¿Y?

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4. Dos periodistas de Globo cubren un evento. Un anclaje y la cámara. Ella dice con autoridad de mujer bonita e independiente: – ¿No tenés plata? En el carnaval tenés que tener dinero. 5. El camión de sonido del Ministerio de Salud que también anuncia la banda va gritando con voz de Francisco Alves mezclando los compases de los tocadores de tuba y el sonido de las marchas: – ¡Curta carnaval con seguridad! (¡)Preservativo, alegría y preservativo! En el camarote o en la avenida ¡tiene que usar preservativo! 6. En el puesto 9, a las 9, Aimbere tira la ropa y corre a la Vieira Souto para las olas. Un barrigón con cara de sinvergüenza parte para la cima implorando justicia. – ¡Con mi hijo de 7 años, mierda! La clase que se deja disuadir. El fin está próximo. Hasta otra banda.

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Morrer

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Primera ediciรณn: Azougue editorial Rio de Janeiro, 2002

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Querer quedar marcado pues cada detalle es bello Las formas o ideas que aguzan la inteligencia ¿Qué es más pleno que ver el desborde sea de la selva o de un verso? Lo que es bello aguza la inteligencia Y las ganas de morir son no aguantar la espera de otro día Es la incerteza del encuentro de otra planta o texto Deseando entonces acabar lo que aguza

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Es una despedida. Ya hace mucho tiempo. Llegué a los cuarenta y pico y las canas toman mi cuerpo. Me encamino hacia la falencia. No quiero trabajar en lo que no me satisface. Estaría agradecido por formar parte de un grupo de salvación, de mejoramiento de la humanidad, como lo que hice trabajando con Darcy Ribeiro, subiendo a favelas, compartiendo esperanzas con la gente pobre. La misma sensación de cariño tengo con el CEP 20.000 y las decenas de brothers que hice allá... Me despido como un barco que se desprendió de casualidad, un barquito roto de madera amarrado a un pedazo de muelle viejo, en un día gris, en que olas más fuertes tiran y sueltan el barco usado por un pibe de esos de novela de Jorge Mautner, a quien yo abrazo, un pibe de unos 17 años, lindo, que tiene una noviecita linda y que le gusta pasear en barco, solo, sintiendo el viento y la lluvia pegándole en el rostro y haciendo que el pelo y el cuerpo se mezclen. Me despido con la nostalgia de buenos tiempos que tuve, no aceptando las mudanzas que el tiempo me pide, diciendo que creo en un futuro más solidario para cada uno, que no creo en la sociedad de 40 horas de trabajo por semana, a no ser que sea parte de un deseo, y que si no parto de aquí ahora, para aventuras posibles, es porque ya me encuentro gastado, tomando remedios todos los días, no pudiendo fumar todo el porro que quiero, sin estar enojado con nadie y sin muchas heridas, pues viví bien mi karma, que igual podría haber sido mejor. Entre tanto, ser puto no fue nada fácil. No ahora que tengo un novio copado y que más o menos tengo donde colocar mi afectividad. Durante 40 años yo sin asumir en serio mi placer con los hombres, sin abandonar la posibilidad de encontrar una mujer, sin definirme, con culpa, sintiéndome humillado... me hizo mucho mal. No realicé la otra vida que hubiera tenido si fuese 92


heterosexual. La vida del poder, del conservadurismo político, de la familia y de los bypass. Era lo que estaba marcado del otro lado de la carta... Me despido antes, agradecido por no haber tenido una vida de explotado, en trabajos insatisfactorios, como la mayoría tiene. ¿Pero entonces qué es lo que hace que la casi todos no se maten? ¿Que lleven sus vidas pesadas con mucha más satisfacción que yo? Yo, sólo yo, exagero el término yo, ya decía Guilherme Levi en una canción... Voy como una serpiente que cambia de piel, como un nene en la primera comunión, como quien va por ahí. Voy como un vagabundo, cantando mientras pueda las bellezas de la Tierra, las bellezas por venir. Voy y si me pinta renuncio a la facultad donde estoy dando clases, aunque vaya a extrañar el contacto, que perderé, con los ojos brillantes de quien aprende, un placer tan grande como el acto de aprender, pero sólo para estar más libre para escribir mi texto de despedida y curtir algunas antes del final. Voy colocando la suela en la tierra, oyendo las diferentes historias, pues cada humano es un ser fantástico, y los que más quiero valen mil. Hoy, uno de ellos, mientras andábamos por la Lagoa Rodrigo de Freitas, en un día azul de fin de mayo, me invitaba, insistía, para que yo entrase en un curso de Proyecciología, una ciencia positiva, nacida en el Brasil, que te hace salir del cuerpo y pasear. No es el primero que me invita a uno de esos viajes, y una vez más no acepté, aún teniendo ganas de salir de mi cuerpo y volar. Es que no tengo tiempo de empeñarme en estudios y cursos y convivir con varios proyecciologistas desagradables, de los que se encuentran en cursos de ciencias paracientíficas o logias masónicas, militares jubilados, algunos jueces y mi amigo cuyo padre o madre son kardecistas e que mezclando el arte contemporáneo con umbanda insiste para que lo acompañe, y yo 93


que solo me gustan mis amigos y conversar con ellos, y que no quiero oír las certezas científicas del militar jubilado, del juez jubilado, del empleado público jubilado, del ex patrón jubilado, pero quién sabe, antes de partir, como favor a mi amigo, tal vez hasta porque él me pruebe que anduvo volando por encima de San Sebastián de Rio de Janeiro vaya a dar una vuelta del cuerpo para afuera, con el mismo gusto con el que surfié, hice un vuelo doble en ala delta, anduve en helicóptero y tuve sexo con una mujer hermosa. Cosas que se hacen de vez en cuando. Cada vez menos hoy en día. Apenas me despido de las calendas griegas, de los libros que leí, y que tomen a Paulo, mi novio, con cariño, que él merece. Hacía 20 días que no lo veía, él estaba en Porto Alegre, volvió, fue bueno verlo respirar durmiendo, vine para la sala a iniciar el texto de despedida, como una escena de Giselle, bailada por un buen cuerpo de ballet. Yo me despido. De cada borracho y duro del Bajo Gávea. De cada joven brillante que cursa una maestría, de Bernardo Botkay y de sus treinta y pocos secretos y de Roberto Athayde, que quedará, obsesivamente, reservando los domingos para la lectura de Goethe y los martes para tirarse en la bañera y leer un libro edificante sobre Brasil. Le digo adiós a Hélio Silva, a Gilberto Freyre, a Sérgio Buarque, a Nelson Werneck Sodré, a Otto Maria Carpeaux. No logré ser un intelectual próspero. El hedonismo fue mi sino, vivir de sensaciones, poco físicas es verdad, no adoro el placer del tacto, mi madre me enseñó así, a ser educado con las visitas y no exagerar con los abrazos, incluyendo los de ella. Pero las charlas en bares, donde cuerpo y palabra son las misma cosa, donde todo es posible, aunque, con la vejez, cada vez menos codiciado, donde el deseo, categóricamente idealista, desmaterializado, venerable, posibilita que con el intercambio de 94


palabras surja el toque y tal vez el sexo, incluso yo, Narciso en baja, con varios kilos de más, alejándome del otro, el otro posible yo. Me despido pues no soy como tantos otros viejos más felices, cada vez más calientes, más deseosos de cuerpo y de esperma, de olores y abrazos, despreocupados por lo incómodo de las barrigas grandes. Tengo la fantasía de que mientras más crece la barriga, menor se pone la pija. Es como si el hombre se embarazase, perdiendo la virilidad, preñado sólo de pasado. Y así digo hasta luego, ya que el texto queda, con la ira que ha sido mi rima, quisiera ser menos cáustico, amando a los escritores de buena mesa y de las memorias del Río Antiguo, engrandecido por un partido de fútbol o mirando siluetas en la playa. Me voy yendo, orgulloso de haber perdido horas leyendo sobre la era Vargas, la caída de Jango y el fin de alguna guerra insana. No quiero más ser indio, correr desnudo por el sendero, respirar el aire mojado de la selva, no quiero el vaivén de la hamaca en un barco en el San Francisco, la vista de los bichos en el Pantanal, no quiero Bahía o sierras con frío y araucarias y agua y aguardiente de la pura. Por ahora no quiero nada de eso y sólo las ganas de ir me embalan. Nunca más ver millones de imágenes de la gran ciudad, con cuerpos deformes y pobreza grave en contraste con autos veloces y carteles enormes con chicas vendiendo ropa de moda.

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Gritá, nena, gritá, aúlla como una demente, sentada De madrugada, en el piso en una esquina de Leblon: -¿Te acordás? Roberta era una hippie. Cambió tanto. Ahora es raver. Anduvo tomando mucho y de todo Se anduvo picando. Gritá, teenager. Tu novio está sin remera, intercambiando Abrazos con otro, y no quieren compartir con vos La merca. ¿O será solo una artimaña? Ellos te van a dejar Entrar en la órbita de ellos, con sus cuerpos delineados expuestos En la noche de Leblon, y vos, que no te podés sacar el top De noche en la calle, y mostrar tus pechos empinados, te permitís Gritar con las piernas abiertas cubiertas por el vestido largo, Como una loca amarrada a un poste. Te gusta esa Broma macabra de a tres. Calma Zarvoleta, Zarvoleta calma. Por un minuto perdí el hilo, me quedé sin razón con la prisa de mi defenestración, pues me imaginé en un parque selvático, fiscal de la naturaleza, conviviendo con castores y perdí las ganas de irme. Quise quedarme. Aquieté la esperanza de que no vendrá tedio ni soledad, de que olvidaré los llamados de gloria del Bajo Gávea, de que sólo visitaré Río de vez en cuando, de pasaje, hospedado en un hotel de Catete. Es así, es todo verso, sanata, no preciso 96


una computadora ni publicar libros, puedo pasar decenas de veranos en una montaña en un parque en Minas Gerais, o será en la Bocaina, no leer el diario y esperar sin ningún apuro mi muerte o la explosión de una guerra nuclear. (Preparativos para mi mudanza a Bocaina). No voy a llevar laptop, solo lápiz y papel, van unos anteojos oscuros y unos de trabajo. Los libros llegarán despacio. Cada uno leído y fichado, y los que quedaron en Río, seguros en casa de alguien, serán visitados en ocasionalmente). No tendré insomnio, voy a llevar mis remedios, Paulo me visitará y tal vez no sea como cuando alquilamos un chalet en Lumiar, en el medio de la selva y él, ya en la primera noche, se vio con sus fantasmas aullando y hastiado dijo que allí no se quedaba. Voy a ser yo quien patalee, proclamando que me quedo, como solución extrema para mi supervivencia sin grandes recursos y sin miedo a la vejez.

Al final, mi padre se sentía humillado cada vez que Volvía a casa pues no había muerto. Era porque Él no tenía plan de salud y gastaba sus últimas Economías en el mejor hospital de la ciudad. Escogía Médicos y hasta el cuarto de lujo en el piso con la vista que Apreciaba. Así es para los que pueden gastar. Mi Madre, que era separada, tenía plan de salud. Murió en Su primera entrada a terapia intensiva. La dejaron retorcida en una Cama, el nombre es semicama, como si estuviera tomando Un ómnibus para San Pablo en los años 60 del siglo pasado. 97


La terapia intensiva es siempre mala, sin embargo, al menos, para mi padre, que Pagaba por adelantado, tenía dos enfermeras, con pañuelitos Color de rosa en la cabeza. Y la señal, bing-bang, bing-bang, allá afuera, junto al viento Me recuerda que estoy solo en esta aldea de gente que apenas conozco Resolví esconderme de las necesidades de la gran ciudad Exposiciones, vernissages, estrenos, lanzamientos; dónde quedo? Marcando paso. Escritor despreciado por la secta del mercado Me acuesto en la cama en el medio de la selva La casa no está bien arreglada, necesita reformas, tiene una luz eléctrica Debilucha, el vecino más cercano está a trescientos metros –creí que Saliendo de la gran ciudad todo se resolvería, ahora me siento Preso, ninguno de los amigos para intercambiar amabilidades, mi Colesterol, también llamado alcoholismo, o vejez, Impide que beba y salga buscando nuevos amigos y el Bing-bang del destino de una iglesia inventada de noche (el viento trae Miedo a los débiles), sólo afirma que debo aguantar la suerte Esperar a la mañana. Acostumbrarme a que la vista de la aldea y de la selva Sean mis mayores propiedades. Y que, ahora, de noche 98


Si me olvido del destino, voy a oír los píos insistentes de la lechuza Y de los murciélagos. Las voces inhumanas que me flirtean. Veo dientes, encías y la lengua Veo una vieja desdentada No perdí el miedo de la infancia Tengo miedo a lo oscuro

El cuervo de Edgar Allan Poe grita: -¿Pero entonces es así de simple? ¿Largar Río y en la sierra perder el tiempo cronológico? Y yo ya estaba empezando a hacer las valijas, pensando en arreglar la venta del auto, deshacerme del alquiler del departamento, despedirme de Paulo y de Toledo, nombre en clave de todos los amigos que quedarán haciendo sus vidas aquí en la ciudad, yo, con miedo a la pérdida de las posesiones y a la incapacidad para el trabajo, con horror de encontrarme viejo como tantos otros cincuentones abatidos en sus dos ambientes de Copacabana, responderé, estoy seguro, fui analizado por una bella ortodoxa, el inconsciente es atemporal. 99


El cuervo grita estridente. Es la madrugada: -¿Entonces va a ser así de fácil? ¿No existe la nostalgia? Brusco, giro hacia el pájaro gritando salí fantasma. La palabra nostalgia, para tristeza de mi compadre, cura poeta portugués, no tiene la intensidad lusitana. Somos un pueblo nuevo listo para enfrentar la melancolía en la mixtura de las tres razas y una ciudad que ríe. Fue este el legado y el secreto de Machado de Assis y de todos los cronistas mundanos, del coro de gatos de las panderetas y de la magia de las Escolas de Samba. Río se niega a la melancolía; pero más que un ethos político, su arquetipo es amoroso. Dionisio, o alguna entidad afro-brasileña, es quien manda. Sólo yo miro con bronca al cuervo, sólo yo, en esa ciudad festiva, ensimismado, entre tantos príncipes, tengo miedo de que me fajen. Es por eso que me despido, o me despido de Río y me cerco de paz.

Cuando me muera va a ser así: los mejores amigos llamándose entre sí: -Guilherme murió. No va a ser una gran sorpresa. Ya no seré tan joven. Espero no ser olvidado tres días en el departamento hasta que el olor identifique mi muerte a los vecinos: -¡Zarvos murió! Ahí se van a acordar de varias de mis locuras y de los afectos que me permití. No va a haber tanta tristeza. Mi tiempo ya está cercado de probabilidades de muerte. No me voy infeliz. Me voy como si apagase la luz.

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Diferente de la angustia que crece tanto que me tiro en la cama y enrollo el edredón tratando de tapar el dolor en el agujero del estómago al oír la muerte de una chica caída de la reja de la ventana de su cuarto en el séptimo piso. Mi muerte no es nada comparada con la despedida de Paula, una nena aún, a los 18 años. El cuervo sigue provocando: -Entonces, ¿por qué no te permitís estar? Ser más productivo. Estudiar. -¡Cuervo hijo de una pija inmunda! ¿No entendés que soy un fracaso, un payaso, que sólo existo en la escritura?- me vuelvo hacia el desorientado pájaro que en la duda de mi sinceridad bufa como un felino salvaje, apuntándome con sus garras. -Cómo podés hablar con tanta naturalidad sobre tus desventuras, pedazo de mentiroso. Borracho como Fernando Pessoa o como mi propio Edgar. Tomá, proyecto de loco. Un suicida anónimo más con ego desmedido. -¿Así que me vas a dar clases de Durkheim, diciendo que mi suicidio es egoísta, que soy desmedido por no tener frenos, por falta de creencia, de aliciente? ¡No! Yo soy un altruísta y un miedoso. No sé si me voy por no tener más nada útil que hacer, un viejo que le pesa a la sociedad, que no me quiere dar comida ni sexo. Y medroso porque no conquisto: tengo la paz infantil del ser débil. Ruido de la sirena de un auto de policía. Es de madrugada. Recojo un par de medias más, e imagino la casa de madera en medio del mato. Es aquí, un sucucho de ciento cincuenta reales por mes, aquí donde compro en la fuente pan integral, 101


miel, choclos, jalea, manteca, queso blanco, lechuga, tomates, zanahorias y carne del matadero del fondo del patio. Es aquí, donde tengo que colgarme del cable de la luz, el agua baja de la montaña y el gas de garrafa. Aquí donde no preciso aire acondicionado, auto ni varios zapatos. Aquí donde soy invadido por el olor de las flores comienzo un nuevo hogar.

B.

Aparece lo bello. Iluminado. Después Andate con tu sonrisa que calma. Extraño. No el cuerpo que no me atrae. Sino la sonrisa que calma. La veo casi todos Los días. Él bebe mucho y su sonrisa se afila. Los Mitos de la selva que lo llaman. Pero él es apolíneo. Hasta tomado por la bebida, hasta apareciendo la Sonrisa afilada, hasta insuflado por el pequeño dios Joven de la selva, no se larga completo a Dionisio – Probablemente en la cama con su novia – asunto Sobre el que él no da detalles. Cuenta con pequeñas ventajas con Parsimonia. Manteniendo la elegancia de un chico 102


bien. La inteligencia de la forma de quien es bello, ya que Regido por Apolo.

El cuervo parece sin respiración, un padre autoritario afrontado por un adolescente: -¡Decandentista! ¡Vos querés todo fácil, no participaste de momentos fatídicos! Ahora sólo me puedo reír de la aparición, enrollando un saco que va para la valija. -Hacé la valija, versero, abandoná a tus alumnos y al Bajo Gávea. Andá a vivir la vida tímida de la montaña. Nadie espera nada de vos. El que no tuvo mujer e hijos. El que no vive de su trabajo. El que se agarra de las letras por ser lerdo. El cuervo va desapareciendo. El negro de la madrugada ya no tiene forma. Me siento y lloro un poco. Ya no lloro como un ataque de depresión. No, porque encontré la solución. Vivir de racimos de bananas, de naranjas de la sierra, de saludos formales a los habitantes del lugar. Si me encuentro en un momento cursi es porque tengo nostalgia del pájaro de la madrugada, del diálogo con el cuervo, del tumulto que trae pena para todos lados. Me encuentro como Cristo en el desierto. Las pruebas de la soledad y la falta. La serpiente aparece. Ella es la que toma el lugar del cuervo. No tiene un contorno definido, apenas siento su 103


presencia y sus curvas sinuosas. La serpiente es un movimiento de aire que toma forma en lo oscuro. Enciendo la luz y ella desaparece. Apago y quiere conversar... ¿Cómo hablar con un ser que no tiene forma, que, desviada, sólo provoca confusión y miedo? ¿Entonces por qué quedarme en lo oscuro y no encender todas las luces, y continuar haciendo la valija del camino de la sierra? Digo adiós a las necesidades de la noche de la gran ciudad. Mi madrugada se va encajando como el empedrado portugués de la calle. Gotas, ¡plim!, y no viene el sueño. Pensé que era la locura. Tomo otra pastilla para dormir. Vendrá el sueño. Apago la luz y trato de no prestar atención al movimiento de la serpiente. Se viene metiendo por el borde de la cama. Paulo duerme de costado y nada modifica su respiración. La serpiente se enrosca en mi pierna. No oso tocarla. La serpiente se acomoda sobre mi diafragma. Decido desistir de luchar contra el bicho sin cuerpo. La serpiente encuentra, enroscada, un espacio en la boca del estómago, en la parte interna, dentro de mí. Está instalada y parece no querer moverse. La serpiente se va disolviendo, entrando por mi torrente sanguíneo. No me quiere provocar. ¿Entonces por qué me atiza? Si encontré la respuesta más simple para el deseo de irme para siempre, de no preocuparme de las cuentas, de la vejez... ¿Cuál es la razón de la inmovilidad?

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Hay días en que todo es diferente. Los reflectores, que es trabajo, compensan la mala remuneración. ¿Qué me importa, si voy a caer en la miseria? Que esté escrito en mi palma, poco me importa, pues hoy es el día en que canté, como un pájaro en celo, aullé como un lobo, parí como una mãe de santo. Recibí. Y los amigos estaban juntos, el aula estaba o quedó al lado, los playboys, las rubias falsas, las lindas, los machazos, todos en comunión cantaban. Sólo faltó que un policía cantara. Uno de los que cobran para reprimir. Él probablemente sin el uniforme también cantaría, como una revolución triunfante, como cuando se es abuelo por primera vez. Que la multitud de animales de la noche aparezca ahora que extasiado apenas propalaré: -¡Yo canté!, como un enamorado, como Callas en su auge, como el color del Mediterráneo, como un lago, en el Encantado, y en otras regiones. Vi pendejos queriendo aprender poesía, vi en el terreiro al santo bajar en el hijo de un francés. ¡Y encima de primera! Vi nuevamente la panadería abriendo, la feria instalando. Pasé la noche y ni me acuerdo de la depresión del sol naciendo. Me había olvidado de la culpa. Pasé la noche como en la adolescencia. Sin droga alguna. Era solo la honra de quien había cantado. De quien había dicho y oído belleza. ¿Puede ser tan simple? Y cuando mañana yo vuelva a la cantinela de mi vida embole-embole no me olvido: -¡Yo canté! ¡Y mucha gente cantó conmigo! Y el final de la noche es de los incorregibles, de los ávidos de placer fácil, de los que son robados, 105


de los que ganan barato. El final de la noche, 5.30 de la madrugada, cuando se es viejo, es para los sinvergüenzas o para quien está de vacaciones, para quien no tiene que contabilizar el lucro o perjuicio. Yo queriendo volver a los tiempos en que me iba bien. Por lo menos estoy siempre rodeado de buenos amigos, pero la cuestión es por qué relajo la bragueta, el tortolito, la periquita y el sapito. Pensé que era un intelectual y cada vez se me aparece la figura del yonqui, diciendo que no tengo arreglo, que mi pulsión es decir poesías como una cigarra anciana y después guardarme con un pulóver, para que una brisa más fuerte no me traiga complicaciones en la garganta. La vieja época de las pandillas me dejó para atrás, ridículo, con más de 40, todavía dando explicaciones en vez de internarme en la Casa de los Artistas, si es que algún consagrado acepta lo que me queda de cerebro. Barón y Baronesa en desgracia... Ya expliqué, vale repetir, que siempre fui antiaristocrático y pobretón. Era solo una bomba de humo y yo no sabía. Y por esto canto al Señor, bendito sea, en Vuestro nombre, yo que todavía aspiro a provocar encanto. Ah, mis alumnos de sociología, no desconfiáis que yo, maestro, canto con la voz quebrada. Que sólo no estoy viviendo en Lapa o de favor en alguna casa pues los caminos tienen ramificaciones de otro orden de ponderación. Hasta ahora la providencia no me faltó... Miro para otro lado. Cambio de eje. Nueva aclimatación. Veo el vigor del planeta y me siento cabizbajo: ¿será que mi línea tiene falta de trama? ¿Cuál lamento? ¿Sobre la pesca de 106


bagres en la chacra del tío? ¿El que usa pantalón corto y festeja poemas beat? ¿El que es repetitivo porque dice con sinceridad te amo?

Y la mañana clara, con cara de porro, no estoy de cara, ¡tan temprano!, y el azul hace que me sienta un jubilado en California, un exitoso ex vendedor de maquinaria pesada, y todavía haciendo algún negocito ya que nunca se pierden las mañas completamente, ¿no, pibe?, así alabo las libertades norteamericanas, de la poesía libre, de la prosa poética e incluso de la PC, ya que estoy de buen humor, desperté y son las 10.30 y ya hice unos 5 llamados, arreglé un almuerzo, voy a una exposición de cuadros, a comprar dos libros, a la librería, a dar un paseo a pie, tratando de sustituir el gimnasio, voy a ver un concierto de rock de unos amigos y la noche terminará encontrándome con Paulo, y va a estar todo bárbaro, si no pasa lo más temible, ¡la tenebrosa!, la madrugada, y yo me prometí que me levantaría temprano hoy para tener sueño a la noche y no tener que conversar con el demonio negro de las 4 de la mañana, pero siempre da temor, porque todavía no me conformé con que Jesús me diera la oportunidad –fuera de joda afirmo que es solo de vez en cuando, ya que más que cerca de la jubilación segura, lo que estoy es rodeado por el charco y los bichos del pantano- de poder sentirme como un jubilado en California, un ex 107


vendedor de maquinaria pesada, con 64, piel quemada, con haberes en el banco y con miedo a la madrugada. Ya que millones de jubilados mantienen el miedo a la noche y al día, a los posibles reveces de la economía nacional que harán que los ahorros de toda la vida se transformen en polvo de la noche a la mañana, de la noche a la mañana y la madrugada es lo que separa, o lo que media, de la noche a la mañana: -Y por qué el gobierno nacional no me da garantía de que mi dinero no se hará polvo?, mis inversiones son de bajo riesgo, mi manager garantizó, pero hubo un amigo menos previsor que vio su paquete de inversiones volverse cenizas, en una financiera, es verdad, hoy no voy a jugar al tenis en la cancha del condominio, solo faltan 16 cuotas para pagar el departamento, y yo no me banco estar sin hacer nada, voy a hacer unas llamadas, revisar la lista de los ex clientes, no da para parar de trabajar completamente, uno se oxida, nunca se sabe qué pasa al día siguiente y al final quiero tener una noche de sueño tranquila.

Escribir un nuevo poema es como abrir el pecho Hoy nadé 2.000 metros

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Entonces se festeja el tiempo. Con todos los ingredientes de una fiesta bien preparada. Los delicatessen: el lindo, socialista europeo, modernito, novio de mi madre, lo decía fácil: -No se puede ser socialista sin amar. –justo para mí, tan recluso de mis pasiones...- Él tenía razón, y agrego, cuando vuelvo de una fiesta de capixabas, gente de Espíritu Santo, de esa cultura entre Río y Bahía, llena de platos de comida de manglar y de mar, de gente perfumada dadivosa, gente que sabe amar, y agrego, la charla fue encantadora, había gente inteligente, las mujeres eran mayoría, estaban comandando sin imposición alguna –¡basta, sólo voy a estar repitiéndome si no comparto el secreto que descubrí que sirve para agregar al ritual de la transformación libertaria del planeta! La respuesta es que más allá del amor carnal no pueden faltar delicatessen... Ahora me acuerdo que Vinícius de Morães ya hablaba de las tentenpiés del post. Yo voy por las empanaditas, bobó de camarón, copa de langostinos, qué sé yo cuántos nombres de bocaditos, ya habiéndose saciado mi gula, ya imaginándome la obstrucción de las arterias, ya que probablemente sería reprobado en un test de suficiencia socialista, pues, además de la timidez para el amor, me falta la capacidad para preparar bocaditos, que es diferente del banquete, de la comida servida a la francesa, de la cena en el restaurante favorito. Los bocaditos de las dueñas de casa, capixabas contagiosas, honrosas difusoras de la saga de Rubem Braga, son de una responsabilidad explosiva. Son de una integridad, 109


caridad, gratitud, amor, solidaridad, que llega a tener señales de compasión. Estos bocaditos de hoy me dieron la seguridad de que la sociedad socialista del futuro pasa por las manos, por la prueba de la boca, por el orden de la cocina, por la naturalidad del brindis de las fiestas de inauguración de las casas, como la de las dos, que solo podrá traer buena fortuna quien allá suele sacar viruta al piso.

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Cómo nos debatimos para morir. Para cambiar de vida Salir del amparo. ¿Dónde está mi familia? Estoy refrenado Solo salgo de casa a pie o en auto a la noche Paseo en un radio de 3 kilómetros, el resto es fatiga El pasado se va borrando. Vendí una buena parte de mis libros Y discos Bueno, obvio, saber que un brother está bien. Que la vida bendice a varios Sin embargo todo va perdiendo nitidez. El borramiento de la memoria es muerte La falta de deseo de conocer lo nuevo: -Henrique Cunha, venga ya para acá La directora quiere hablar con usted! Sentado en mi dos ambientes, todavía, cómo amo cada pedazo de aquí No logro morir tan fácil. No logro olvidar. Y sin eso, Se hace más difícil renacer.

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Una vez más vi la muerte de cerca. Parece volverse un hábito para mí. No sólo para mí; para los tíos primos sobrinos y los mismos amigos cercanos que de tiempo en tiempo se juntan en la capilla del cementerio. Las conversaciones son coloquiales. Casi todos están acostumbrados a la muerte. No es una pérdida terrible. No hay asombro del cielo o del infierno. Existe una informalidad aliviante: desconfío. Hoy protesté. No seguí el cortejo. No hay dolor en cada corazón. En el mío existe aflicción. Uno más se suicidó. La muerte lastima. Quiero alejarme de ella. No voy a ver la fosa de la tumba si no hay comunión.

Hoy perdí a un amigo: él tiene 17 y yo más de 40. Él no murió, fue una llamada educada, aunque muy dura, de sus padres, diciendo que yo lo llevaba por el mal camino. Que era mejor no que no lo viera más. Estoy triste porque a pesar de llevarlo por el mal camino, y de él llevarme por el mal camino, el sentimiento de querer y no poder no se elige racionalmente. No es que el juicio de Oscar Wilde me haya dado ideas. Que me lleven a la corte. Estoy muy cerca de la muerte. Quien quiera que me la acelere. El deseo puede ser destructivo. El amor también. Cuánto amé a gente que me hizo mal: empezando por mi madre y mi padre. Mi 112


sentimiento hoy es de luto, de perder, de no poder más tener la libertad de andar por ahí con mi amigo, como dos viejos y queridos vagabundos. Que yo muera, entonces, un poco más por este momento; pero que mi amigo florezca.

Y hay días de mariposas, incluso cuando aparece solo una, azul, de las grandes, y cuando el sol las ilumina, manchas negras aparecen, o entonces, la otra, ¡la amarilla vibrante! Las mariposas, con vidas tan frágiles, traen alegría al mundo. Eso mismo espero de los mariposones-Zarvos: que pululen con ritmo de orgía. ¡Los maripozarvos, bichos extraños, también aman! Creo que como conejos, ardillas y esos roedores indisciplinadamente propagadores de la especie. Pero por favor, no maten a todos los maripozarvos, porque hasta hay humanos maripozarvos: probablemente todos los maripozarvos sean personas o un simulacro humano –espero que manteniendo algunas de las cualidades que el hombre debe observar en los animales. Como en la mariposa abrillantando, como en la ardilla procreando. Como una mujer y un hombre dando a luz.

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La memoria llega con cartas y libros. Se instala. Y la noción de tiempo se deshace. Como una danza, de a dos, de los años 40. Una tarde gris en Río puede transcurrir en cualquier década, ¡memoria intemporal! Mucho más que aquel día, siempre, ¡seguro! Y las heridas permanentes y la fiaca y los vicios, la mejor excusa que se me aparece –disculpe, ¿puedo seguir bailando un poco más? –es la marca lusitana; que ni sé si tengo, pero al menos así puedo echarle la culpa a alguien: la marca italiana, la mediterránea y su color, África, los silvícolas... todas son excusas, para mi despedida, para mi retirada final, como un galán en su última telenovela, Tarcisio y Gloria, el primer bailarín, como un almuerzo listo para servir... pues participé de todo, de todo participé, vi partuzas regadas por mozos sirviendo cerveza en un sauna de swingers. Parejas aburridas, o con fantasías exacerbadas –para los más puritanos dejo la afirmación de que participé como voyeur- la mayoría de las partuzas son insuficientemente eróticas. Es que la intimidad de dos, el más alto grado que Dios nos regaló, se vuelve desesperación y espectáculo, para quien no logra, o de momento no puede, emitir la pulsión de par. El anillo. No quiero andar arruinando la fantasía de que muchos son más, contraponiendo que dos son uno. ¡¿Pero para que lo digo si ya se sabe?! –Vos, y tus guantes antiguos, bien presentados. Y recorrí partuzas todavía más zarpadas. Vi a un caballero chupándosela a un mozo y exclamando: -pija y whisky, mezcla perfecta-. El caballero tenía las fosas nasales con restos blancos de merca. Sin embargo todo perdía la gracia después de un tiempo. Algún día, sí, muchos tendrán realmente más. Y el uno al otro. Porque pasé horas siguiendo al señor culto en una calle de librerías. Él miraba los libros con una compulsión casi 114


insoportable. Tener su libro, para manosearlo por todos lados. Con los años, a pesar de que los ojos ávidos todavía desearan, ya no tenían el foco de la década anterior. O era yo que ya no lo veía tan bien. El tiempo fue implacable con los dos, ¿no, querido profesor? Cómo lamenté su jubilación obligatoria. Pero por otro lado, a usted, tan elegante, no le queda mal la edad... Me quedo mirando esa valija y me van dando ganas de sacar cada prenda y guardarla de nuevo en el armario. Pensar un poco más sobre la muerte, falencia, selva. Es de madrugada y si no me relajo voy a estar contando cada minuto. ¡Aguja hija de puta! –No, no putees ni al cielo ni a la tierra. ¿Para qué invocar la furia contra el alma ya tan atormentada? -¿Pero quién sos vos, si sólo estoy acompañado de libros, Paulo durmiendo, y la madrugada que promete ser larga? -Si te portás como un Fausto, yo aparezco como tu Margarita. Si vos te cargás todas las ambigüedades, queriendo arrasar con todo, que es EL placer, yo aparezco como tu Margarita. Como quien lava con una jarra de agua tibia la cabeza recién venida de la calle. Como la que saca el polvo de los libros por mucho tiempo descuidados. Como la que se acuesta a tu lado y no te pide nada. O la que no pide en la hora equivocada. Llamame Margarita. -¿Y a qué debo el honor de tu visita? -¡Te vi tan solo! Me duelen los desheredados. Los que aspiraron a la justicia. Los que son desollados por la fatalidad. Vos das pena. Yo soy tu absolución.

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-¡Margarita, no me vengas con burlas ni con esos chistes de cuarta!... Mejor, perá un minuto, disculpame. ¡No te vayas! -¿Ves que necesitás a alguien que te suba la autoestima? Yo tengo una sonrisa dulce, un cuerpo poco explorado, la curiosidad de un saber sólido. No tengo vergüenza. Así me expongo. Gritá cualquier mito y aparezco. Por nada, Guilherme, me ofrezco. (Escena del poeta todavía más envejecido)- ¡Ya con 55 años, y todavía tan pobre! Tengo mis necesidades. Me aburre el mismo desapego con mi propia labia. Entonces tengo éxito en la última revista y mi amiga que no veo hace un montón me dice que llegué ahí. ¿A la revista? ¿Adónde? Poeta sin un mango, un descuidado asteroide. Siempre apareciendo en la última revista y con la camisa sin planchar, tendiendo cuidado para no resfriarme por el costo del jarabe. -Calma, poeta. Yo te encanto por esta noche. Un sueño de opio. Hago aparecer figuras de circo. Solo te pido que no te abandones a la amargura. -Y si me encontraran en estado de putrefacción, el cadáver apestando hace días, los vecinos chismosos cercando mi cuerpo y llamando a mis familiares. Todo habrá valido la pena si muriera y al día siguiente hubiera un enorme cerco de amigos, aunque uno de ellos, uno de los más íntimos, recién llegado de una fiesta del jet-set italiano, me mire consternado, con amor, acordándose con el otro diciendo qué brillante era a los 20 años. Ambos sin entender mi muerte prematura, ávidos por envejecer con dignidad y por esperar hasta el último minuto por un goce más proporcionado por el planeta Tierra. Y sí, ¿qué más puedo 116


aspirar si no cumplí con mi destino? El que se abría en mis ojos brillantes de los veinte años. ¿Cómo podría yo ver la fuerza de los ojos de tantos, endurecidos, sin perder la pureza? Sólo traté de ser una persona honesta, para mí tal vez la palabra se asemeje a razonable. No tuve cómo vencer el fracaso maternal, no pude tener un hijo.... Esperá, no te vayas tan temprano, no tengo vergüenza de revelar. Estoy con miedo de la noche. No tengo la placidez de quien se calma con la lectura de una novela.

(La escena vuelve para el poeta a los 40 y pico). –Quedate tranquilo. Estoy aquí para cuidarte. Que puedas descansar un poco. Que la estética no te oprima tanto como para que corras hacia los placeres, como si te metieras debajo de la cama frente a una pelea de tus padres. No va a haber separación. Te garantizo que el final trágico al que te estás apegando es una fase poética más. Vas a vivir hasta después de los 50 y muchos, Guilherme, aunque los 50 y tantos sea tomorrow. ¡Tomorrow hablamos! (cierra la escena. El poeta se queda dormido sentado con la cara contra la mesa. Escena típica para el teatro del teatro en el que el poeta se deja envolver. Se despierta un poco después, más lúcido, sin ver a Margarita. El poeta está solo en la noche). ¿Entonces qué me hace delirar y dudar de mi trabajo? Salgo a las calles y vuelvo a casa con más incertidumbre. Cada día encuentro a mis pares en los mismos dilemas... ¡sólo algunos afortunados en este mundo! –me parecen así, ya que de cerca tienen la sonrisa de quien alcanzó sus ambiciones. Y yo en esa mesa, con una lapicera, con computadora, con la noche 117


rascándome como un revólver en la nuca. No voy a parar nunca, como Sherezade envolviendo en historias al sultán. Soy esclavo de las historias. Paso días, meses, rehaciendo la trama, tratando de entender por qué un conocido actúa de tal manera. Cómo llegó a ese punto y las posibles consecuencias de sus actos. Cada uno aguantando sus cargas y sus pasiones. El descaro de una fiesta adolescente. Siempre el mismo camino, la delicia de reencontrarse, de recorrer nuevamente. No escribo sin culpa, sin embargo me delato con la inocencia posible de algunos de esos tantos Genets. Y la necesidad de reverenciar los pequeños excesos, del pedo, del ácido, de las guitarreadas de las fiestas universitarias. Quién más puede tener razón si no los que están experimentando ahora. Que reviente, al menos de momento, la certeza de los que, del lado de afuera de las cabezas, ya mezclan la cantidad de pelos blancos y oscuros. Retorno con amor a las fiestas de juventud, tratando de grabar las informaciones que salen a borbotones, sin aspirar por la eterna jovialidad.

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Más allá de los 70

Envejeciendo con dignidad, conviviendo con las Enfermedades, ya sea la diabetes, que me deja las piernas Negras, el corazón cambia de ritmo y de humor, El pulmón con agua. Envejeciendo y esperando la Muerte. Sin revueltas. Comiendo de todo. Todo está Prohibido. Soñando con viajes que no puedo Ejecutar. El médico me manda exámenes, a veces los Hago, a veces ni los envío de vuelta: quedan en el armario Lapiceras, relojes, fotos de familia, cuentas ya pagas y Varias píldoras, todos los colores, llego a tomar 17 o Más por día. Se estoy enojado no miro la Receta. Me olvido. ¿Qué más me puede pasar? ¿Morir? Ya no sé ni qué es eso. Estoy tan próximo A la muerte que ya no existe. Estoy dentro del Enlace de la muerte. Quiero que se joda. Discúlpenme. Envejezco con dignidad.

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Ernesto y Lúcia forman una linda pareja. Isabela es hermosa.

Entonces es así. La vuelta a casa después de chocarme contra los dependientes químicos: del alcohol, de la cocaína y principalmente del amor. La tal química se rarifica en tiempos de constante aparición pública: la semana pasada volví a beber. Días después todavía siento el olor de la cerveza revolviéndome el estómago. Es verdad. Ando débil para la bebida. Me había olvidado de que no estaba vedado beber. Era un compromiso entre mi miedo a la demencia y el psiquiatra: la balsa hambrienta del final de la noche... ¿Pero si el orixá Erê domina? Como travieso maltratado, como un convoy de narcos, que arrastra mucha gente para la desgracia. ¿Cómo convivirán Erê y la madurez? Con los festejos para Baco y la aceptación de la hora que todavía es la justa medida. Hoy volví a ver a amigos, volver a beber es circular todavía con más intensidad, volví a ver caras amadas a las cuales ya no podía más apegarme bajo una capa de Robespierre. Soy de una planta que no aguanta lo agreste y de ahí mis ansias de partir. Ya tomé mi pastilla para dormir y espero que la cama dé vueltas. Adolescente bobo. Por el momento todo es de colores lindos. Sin excesos. Parece que podré mantener la nitidez de Dionisio. Una especie de tercero en discordia de la Santísima Trinidad: el Espíritu Santo. Estoy viejo, gordo y en cualquier 120


momento un ataque al corazón me llevará del planeta. Por lo menos disimularé mi suicidio. Dormí nene bobo. Que te voy a proteger. Soy heredero de los pastores, aprendí con la noche a no temer las intemperies del tiempo. Soy como los antiguos, ya sedentarios, que miraban a los bárbaros avanzando ya tomados por la cerveza y de ahí los servían y después los saboreaban. Todo es pasajero. Que sobre un canto.

En cualquier situación morir es bueno. Un tiro, cerca del corazón, a las 5.30 de la madrugada, en un verano, con el día naciendo, yo recordando el primer anochecer, para hacer surf, y meando en un cajón en la avenida Nuestra Señora de Copacabana, ofendiendo la moral de un psicópata, seguro un policía o un bandido, desorientado, mirando, dentro del colectivo, va a saltar de aquí a unos quinientos metros y nunca será reconocido, tiene la complicidad de los pasajeros, ¿o será solamente temor?, mi corazón, porque el de él falló. Así terminé. O entonces un cáncer de huevos y el resto de mi vida colgando de un hilo, evaporándose. Estoy calmo frente a la inevitabilidad 121


de una enfermedad terminal. Solo quiero un poco de tiempo para estar en paz. Agitarse es inútil: -pasame por favor el libro de Historia del Arte que me mandó Roberto esta mañana... Morir es bueno de cualquier manera. Así como renacer tal vez sea mejor. Reaparecer al sacarse la máscara luego de un éxito de público y de crítica. Ocho meses en cartel. Naturalmente perdí la cuenta de cuántas veces morí y renací. Salgo del camarín, casi siempre hay alguien en la platea que me quiere dar un abrazo. Después la salida por el shopping hasta buscar el auto en el garage es un poco abrumadora. No me gusta dar autógrafos. El que me quiera ver que vaya al teatro. Cuando uno aparece todas las semanas en la televisión el acoso es así. En las ciudades del interior me acosan. Estoy seis meses sin hacer televisión y nadie más me nota. Paso a andar sin ansiedad. La paranoia casi se me va. Pero hoy estuvo bueno. El público fue muy participativo. Y sí, está bueno ser actor. ¿Cuándo fue que tomé la decisión? ¡Tantos años!... (es una de las profesiones en que más es necesario renacer. Algunos dicen que es en la política. Otros que es en la especulación financiera. Para una parte es en el peor momento del día: cuando se despiertan. Para mí es cuando consigo escribir un poema. Me la re creo). Morir está bueno porque no son necesarias las opciones. Renacer es la compensación por el esfuerzo. Todo debe ser repetido. Mirar el mar a las 5.40, en verano. Casi no hay olas. El gris de esa mezcla de lo que no es día ni tampoco ya es noche reflejándose en el mar calmo parece un azul 122


cobalto. Voy llegando a la avenida Nossa Senhora de Copacabana, caminando, todavía voy a pasar por el bar, me dieron ganas de mear. No está bien mear en la calle, me parece mejor mear dentro de esa cajón. Mirá si encima a algún loco le da por ofenderse. Todo bien, la calle está vacía. Sólo viene el colectivo.

Esa rabia que me impulsa a vivir deseando la muerte –los ojos de Maiakovski tenían la garra y la seguridad de una pulseada a muerte. La elegancia de Maiakovski que se mató manchando con sólo un círculo de sangre, alrededor del corazón de pura pulsión, su camisa blanca y holgada. Vivir sin indagaciones estéticas es imposible. Lo bello y lo feo oprimen. El deseo. Las imposibilidades. Grita el infantil: -Odio la belleza. Odio reverenciar. Odio volverme esclavo. Odio no poder desbordar la pulsión de plenitud. Estoy harto. Sin embargo, todavía no es la hora de la flor en el pecho –la última mancha roja producida por una bala delicada. 123


En cada casa o departamento hay objetos eléctricos. Los enchufes y el Cableado no son regularmente inspeccionados y no por eso hay Miles de incendios. La gente convive de a billones, viendo la Televisión que inunda de brutalidad sus escenas de masacre. MUCHOS MILLONES HAN MUERTO EN GUERRAS, DE HAMBRE, DE FALTA DE ATENCION MEDICA, porque incluso así es Espantoso que billones de personas convivan, siendo el humano tan Complejo, tan lleno de ardides, poseído de deseos. ¿Qué refrena los Impulsos, qué preserva lo que la sociología llama tejido social? ¿Qué Hace que el que perdió todo reconstruya su vida? (¿Todavía estaré Hablando del Espíritu Santo?) En una puesta de sol linda como pocas, entre cientas o Quien sabe miles que ya vi, me quedo pensando cuántas puestas de sol quisiera Ver antes de morir. Sin fuerzas para procurar un destino que Me traiga paz, sin energía para algo extra por Mi prójimo, sigo pudriéndome, esperando no beber esta noche 124


Para no tener resaca mañana. Sólo eso. Sueño mucho más de lo que valgo. ¡Muerte a los sátiros panzones! Al tener la humildad de saber que no es nada (los humildes tienen razón). Que la belleza está en vos: pero mucho más en el otro. Entonces cada uno se desnuda: -Yo soy Nuestra Señora –se levanta una mientras el otro dice: -Yo soy el Santo Pontífice- mientras otro vocifera: -Yo soy un santo- mientras otro más observa: -Yo soy un débil –mientras otro se apiada: -Yo soy un creyente. Es el momento en que el Espíritu Santo baja a nuestras almas, más allá del bien y del mal, más allá de las poses y del sexo, más allá de las alegrías y de las drogas. Para eso vale la pena morir y renacer.

Es morir y retornar al trabajo de cinco días y cuarenta horas semanales, sumando, como mínimo, treinta horas más de colectivos, llegando a fin de mes con el salario justo para ahorrar para una computadora nueva. Morir en la media edad habiendo perdido el rumbo, sin creer que pueda, a través del trabajo remunerado, hacer algo útil para la sociedad sin que esto no lleve a la decrepitud. Tantos están muriendo a toda hora, sin ninguna gloria, que yo sería apenas uno 125


más... la clase media explotó, las madres separadas, neuróticas, aferradas a sus vástagos que fracasan, se van imponiendo sacrificios, los más terribles, para que todo no termine en un escándalo. Los padres, machosHerodes, van devastando la vida de los hijos, exigiendo siempre una nueva promoción en cualquier rubro, en ese mundo asqueroso de fin de semana con aperitivos en los clubes o frente a los televisores. Probablemente sin coraje voy a morir como un cachorro burgués, traspasado por la vara del padre castrador, yo con carrera universitaria y buen nivel de inglés, con amigos de buena posición social. Sería oportuno imaginar la vida de los 95% en peores condiciones. Cada uno muriendo su vida mediocre de encuentro de cofraternización con los colegas del trabajo y sus esposas en un restaurante japonés. Veo a los humanos inventando nuevos gastos compulsivos de acceso a la información y en esencia lo mismo surcado por la vida de exceso de trabajo y falta de calentura. Nada vale la pena en la sociedad industrial de inicio del siglo en Brasil5. Sólo ser mediocre y si es posible feliz: contando con la buena fortuna del pensamiento corto.

5 En cada ejemplar de la edición original en portugués, por arrepentimiento del autor, se agrega a mano penitentemente: “Sí que vale: luchar por una sociedad más justa.” [nota de la traductora] 126


Resplandezco de infelicidad. Mi vida llegó a su fin. Uno murió Hoy. No era mi amigo. Recuerdo: la muerte de un conocido nos hace Acordar de la muerte. Hoy se va un pedazo de mí. No por la muerte del Barbero, don Rubens, que fue de la Fuerza Expedicionaria Brasileña, en la Segunda Guerra. Cortó cabello Hasta el último día de su vida de más de 70 años: -Muy bien conservado, parecía menos, ¿no? Siempre me preocupé por la situación financiera de la familia de don Rubens. Imaginaba que él aparentaba, por detrás de su calma en los Gestos del corte de pelo, que él era un hombre angustiado. Ahora Que sé que él era un veterano me quedo tranquilo porque su mujer está Protegida. Mi casa está hecha un quilombo. Mi vida está como un Papel abollado. Debe ser por la marihuana. Sólo puede ser por eso. Ayudada por los calmantes. ¡Y ahora con estas nimiedades! Ayer Destapé un caño de gas y puse la boca: ¡chiste morboso! Yo No voy a morir así tan sin respeto. Va a ser de un infarto, Como don Rubens. Nosotros los calmos aparentes somos susceptibles de muerte súbita. 127


Ella ya debía estar dando demasiado trabajo: mis vecinos de abajo viven en un dos ambientes como el mío. Conozco el departamento con un mínimo de intimidad porque en los casi veinte años que llevo viviendo acá, en los últimos años, cuatro tal vez, hubo dos filtraciones y la vecina vino para que lo arreglaran. Entré con reverencia al departamento ya que antes de la filtración sólo los saludaba por formalidad. Fue muy raro tener que entrar al dos ambientes y de cierta forma compararlo con el mío. Yo no soy entrometido, no me gusta el exceso de intimidad y francamente me angustia saber que una familia entera comparte un dos ambientes. Me quedo pensando dónde duerme cada uno y me acuerdo de fotos de revistas de casas de gente muy pobre, el amontonamiento de camas en el comedor junto a la mesa de fórmica, que las familias con más dinero tienen en la cocina. Sé que este pensamiento es una tilinguería, que millones de personas viven así y mucho peor también, y que el cariño de la familia es lo que realmente importa. Extraño a mi madre... Creo que la vecina no debería haber insistido en llevarme adentro de su casa donde su hija estaba sentada con su marido en el living. Veían televisión. Ella, él y la hija son muy calmos y muy flacos. Son parecidos. Por ser muy flacos dan una cierta pena. Son gentiles y callados. El marido es muy tímido y en las dos ocasiones en las que hubo problemas se notaba que prefería que la mujer viniera a hacer el reclamo. No por miedo de alguna reacción de mi parte, soy pacato como él, sino por pura timidez. Probablemente 128


él también deteste tener que entrar en el departamento de un -prácticamente- desconocido. Dos meses antes la madre de Sarita, la vecina, había venido a vivir con la familia. 99 años. La viejita, muy inquieta, quería salir a la calle, bajaba sola las escaleras del edificio, se perdía en los pasillos. Los porteros le hacían compañía a la viejita cuando se sentaba haciendo tiempo durante horas en el banco con respaldo que hay en la planta baja ajardinada de mi edificio. Qué más puedo decir, además de que me parecía hermosa la vieja de cabellos color azúcar, con 99 años, rígida, pareciendo que podría durar más, con su mirada llena de altivez y sabiduría. Seguro que siempre vivió en una casa con jardín y debe haber llegado a la conclusión de que era mejor morir. Que el espacio del dos ambientes compartido con la familia la angustiaba. Ella era y murió como un pajarito, sumada a la fuerza de la decisión de un indio cuando decide que es hora de encontrarse para siempre con lo divino. ¡Dios!, dale un último abrazo, que yo no tuve la oportunidad, a la madre de doña Sarita. Ahí podré dormir más tranquilo. Hoy es una linda mañana de domingo. Pero todavía es muy temprano.

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El latido más leve de mi corazón inquieta Estoy siendo ayudado por un remedio. Para el corazón Funciona como un calmante. A la noche, cuando es Más desesperante que lo real, viene el sueño, con el latido Continuo, como el de un niño sin pesadillas ¿Esto son suposiciones que concluyen que la Hora más relajante de la vida es cuando el corazón Late tan leve que ya ni late?

Y bueno, es así. Tomo una coca-cola. Morir puede ser necesario. El fin es mejor que un impasse prolongado. Recomenzar es el parto. Sin llorar lágrimas. Las he derrumbado hace un montón. Soltar prenda. Concederse la generosidad. El gran organizador de este mundo tiene cambios de humor. Voy a partir con dignidad. Renaciendo como se pueda. Probablemente no consiga dejar de escribir. Morir para mí es encarar lo correcto. No aspirar descontento. Plato listo.... Sólo desearía un poco más de revolcón. Ando así, tan solo. Estoy ávido de miradas. Morir es perderte. ¡Dale! Solo un revolconcito más. Trompos de plumas de pavo real. De todos los colores saliendo por dentro de las plumas negras. Es lo que ansío. Variaciones de formas.

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¡Te agarré! Tus ojos están para seguirme. Fallido, a todo esto ahora es hora de desaparecer. Balada patética. No habrá berrinches entre los comensales. La casa será dejada sin causar muchos trastornos. Lo que puede traer más trabajo e indecisión son los documentos personales y los libros. Es el legado: -Que dejen el resto en la basura y vendan lo que puedan!- gritó el viejo con la barba sin afeitar. ¿Será que era cierto? ¿El viejo decía la verdad? Cada día me despido un poco y ando con un dolor en el pecho que me atraganta.

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Transbordos

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Un lechazo en la cara y después me apagué.

A la mañana, aparte de la acidez, el desorden de las latas de cerveza, colillas de cigarros, maníes aplastados, un desastre total. ¿Pero cómo fue la noche de anoche? Me desperté con dolor en el cuerpo. Dolor de quien durmió en una posición incómoda. Iba recordando que había compartido el colchón de una plaza, que está en el piso de la sala, con otro. ¿Pero quién era? Me pasé la mano por las pestañas y el flequillo y ambos estaban pegajosos. ¡Resto de leche, qué mierda! La aprehensión continuaba. Me dio la neura y fui hacia mi pantalón. Lo sacudí. Nada. Ni billetera, ni una moneda. ¡Qué hijo de puta ladrón! Me fui acordando con esfuerzo del rostro del canalla. Uno más que traigo a casa: -Guilherme, tú quieres que te roben. Deberías volver a análisis. –¿Te parece que tengo dinero para análisis, man? -Esa es una excusa, hay varias clínicas públicas. –Es una excusa en serio. No tengo fuerzas para acostarme en el diván y oírme en voz alta. Prefiero las cervezas y andar por Copacabana atrás de taxiboys baratos, o de un chongo solitario? Me gustan los putos tapados. El problema es el cambio de humor repentino 135


y el tipo en un minuto se vuelve chongo hétero y te quiere cagar. –Zarvoleta, hermano, un tipo de estos te puede matar-. Lo peor es que es cierto. Una vez, en un hotel de Copacabana, un pobre miserable amenazó con romperme una silla en la cabeza. Fue al final de la cojida, dijo que era hétero y que yo la había metido un dedo en el culo. Lo extraño es que se fue a dar cuenta recién cuando ya estábamos vestidos. Quedó en la amenaza pero, mirándolo a los ojos, sentí que no me reventó por muy poco. Los hétero son jodidos.

Oigo golpes en la puerta. Vuelve la aprehensión. Abro. Es el muchachote, sonrriendo, con mi billetera en la mano, diciendo que no me quería despertar, que había ido a comprar pan y queso. ¡Eso quisiera yo! No hay ningún muchacho, es don Pedro, mi vecino. Es policía. Por todas las que pasaron en casa ya ni me da vergüenza con él. Soy realmente un bardo (que hace lío). Incluso me siento protegido, ya que puedo gritar en un ataque de boa-noite-cindirella1 y quién sabe el me ayude: Tome, Guilherme pone cara de niño bonito- su billetera estaba aquí en el piso, del lado de afuera-. Sí, respiré sintiéndome mejor cuando cerré la puerta y abrí la billetera. El muchacho de cuerpo sabroso y de cara que no me acuerdo bien igual y 1 Término del mundo gay para designar un tipo de robo en el que el ladrón droga a la víctima, generalmente con calmantes en las bebidas , para robarle con impunidad. 136


no era totalmente del mal. Sólo se llevó el dinero, dejó toditos los documentos. Pienso en don Pedro. Un tipo bien. Lo peor fue cuando vino a vivir al edificio y sintió el olor a mota y me tocó la puerta. –Tú sabes, soy policía- se presentó. Temblé: -¿A qué te dedicas? –Soy escritor, ¿quieres un libro mío?- me apresuré. –Ah, yo también escribo algunas cosas. Letras de samba y poesía. –Me relajé un poco. Conoces a Diquinho do Tabajara? Diquinho do Tabajara?! Soy escritor– insistí, notando que él estaba queriendo saber de mi vida. – Fíjate que mi hijo tiene una tallercito mecánico debajo de la ladera y allá lo dejan en paz. Mi idea es que donde yo vivo no me meto en la vida de los demás. Tú sabes, todo el mundo tiene familia. Cada uno sabe lo que hace. Mándame un libro que quiero conocer –me dice extendiéndome la mano-. Por un tiempo hasta pensé en mudarme, al igual que siempre pienso en parar de traer muchachos del fin de la noche para dentro de casa. El tiempo pasa y los traumas también. Un día la mujer de don Pedro casi me tiró la puerta abajo: -Socorro, él la está matando-. Entro en la casa y él está sobre una cama matrimonial ya semidestruida, encima de la hija, apretándole el cuello frágil. La chica parecía que ya estaba sin aire. Lo agarré con miedo que sobrara para mí: -¡Espere, Don Pedro, deje a su hija en paz! - ¡Mi hija no va a ser puta! Yo la mato a esa hija de puta. Una hija mía no va a ser puta.

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Hap Hari, Rip Curl, Polo Sport, Gracie Sports, HB, Bad Boy, local trip, RW, Osklen, Bluebus, Guggenheim Bilbao, Husty, Dread Lion, Stereolab, ASD, Boduboarder, High Level, Universal Studios, Aqualight, Iron Maiden, Wax, los cuerpos morenos, los ojos almendrados, los tenis, con medias sin medias, las sandalias havaianas, la aglomeración, el medio mundo, lunes a la noche en el Bajo Gávea, lleno de ángeles: –Todo ángel es terrible – No son muchas las sonrisas. Vale más un paseo por las camisetas de los chicos. Casi todas con nombres en inglés. Es como si se las hubiera dado alguien que no entiende mucho de moda. Como si estuvieran en una pila en el armario y las agarraran al azar. Aquellos nombres no dicen nada. Es para no decir nada de verdad. Es para mezclarse con los otros. Levemente descuidados. Y ellas sí, las princesas, con sus modas y estampados que van llamando la atención de los muchachos en una noche más de mucho intercambio de miradas y de parcas realizaciones. Dar una vuelta. Mejor que quedarse con papá y mamá y hermanos menores en casa. Espera un poco. Hace mucho calor.

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Putas y putos y estar emputecido. Surrealismo. Ese tipo raquítico entrando tímido en mi casa. Bebió algo y creció. Al principio contaba hazañas. Lo que había hecho, lo que había pasado. Ahí la conversación pasó a la vida personal: dificultades, no terminó el secundario, no consigue trabajo, casa de familia en el interior, el padre y la madre mucho más viejos. Me fue dando pena. Podría haberle dado dinero. Sin embargo fue él el que se adelantó: -Me gusta ese calentador. En el cuarto donde vivo no se puede calentar nada. Este tiene el tamaño justo-. Yo no usaba el calentador que me había dado una de mis hermanas. Es de esos calentadores que son más apropiados para hacer camping que para cocinar. Está bien, pensé, le va a servir para calentar un café. Yo no tomo café. No es que yo estuviera en mi más sano juicio. Lejos de eso. No creo que le hubiera dado mi calentador al primer mendigo. Fui envolviendo en una bolsa de plástico grande el calentador pequeño y dándoselo al chico flaquísimo. Pensé que se pondría contento. Su estado empeoró. Fue contando una secuencia de historias tristes hasta que agarró un plato de cerámica de encima de la mesa y lo rompió con la cabeza: -¡Estás loco! ¿Qué pasa? -Es que me voy poniendo nervioso y para no ponerme agresivo prefiero lastimarme-. No habló con rabia ni se había lastimado. Un perfecto número de serie pobre de kung fu. Me dio la paranoia. El flaquito después de esa podía salirme quién sabe con qué: -Toma veinte reales para el taxi. Es tarde. –No, voy a dormir aquí. No quiero irme a casa. –Agarra 139


veinte reales más y duerme en un hotel de Lapa –casi imploré. Esa vez funcionó. Él se quedó más calmo y dijo que se iría. Fui al baño a lavarme la cara. Estaba saturado de la noche. Volví y abrí la puerta: -Nos vemos por ahí-. Cerré la puerta aliviado. Había escapado de una situación siniestra. El flaquito, mientras se rompía el plato en la cabeza había puesto una de las caras más tristes que vi en mi vida. Parecía una tristeza de payaso de circo decadente. Volví para el cuarto pensando en la injusticia de este mundo desigual: -¿Qué hora es? ¿Dónde es que puse el reloj? Estoy seguro de que estaba aquí encima de la mesa. El flaquito de cara patética que se fue llevándose envuelto en una bolsa de plástico mi calentador eléctrico pequeño, el dinero del taxi para Lapa, el dinero del hotel de Lapa, no había quedado satisfecho en realidad. Fue el reloj lo que lo calmó. Fue mi reloj lo que le dio coraje.

¿Tendrá 17? ¿Tendrá 18? ¿Tendrá 17? ¿Tendrá 18? ¿Tendrá 17? ¿Tendrá 18?

Querido Señor Presidente de los EEUU: Ya que su Excelencia es quien manda en el mundo, me gustaría emitir una contribución para el cambio en la ley de las posibilidades sexuales.

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1- Parágrafo único. –En la duda de si el/la compañero/a tiene 17 o 18 años, está permitida, por libre consentimiento de las partes, la relación sexual.

EDITORIAL En un mundo de progresos en el orden de la sexualidad, la mayoría de los humanos están ávidos por copular entre los 17 y los 18 años. Se recomienda, por lo tanto, que no se condene a alguien con más de 18 años a ir a prisión porque tuvo relaciones sexuales, sin ningún tipo de cohersión, con alguien de 17 años.

Esa historia de la merca es trash. Acaba causando sorpresas. Él, un estudiante universitario de veinte años, recién cumplidos, había tenido una pelea fea con la madre: -Ronaldinho, tú no haces nada de tu vida. A duras penas vas a la facultad. –¿Cuál es, mamá? ¿De nuevo un ataque de histeria? Hoy no, por favor, tuve un día pésimo con Maysa-. Ronaldo y Maysa, su novia, hacen una pareja con padres bien avenidos, de clase 141


media, el padre de él es médico, el de ella dentista: ambas familias de hijos únicos, viven en Cosme Velho, em edificios con play-ground y piscina. En otra época, el noviazgo de dos años y medio podría haber sido considerado próximo al compromiso. Mientras tanto, la historia de la coca es realmente trash. Ronaldinho estaba con dinero y salió en coche dejando a la madre quejándose con una amiga gordita. Su vecina. El padre, por quien él nutre respeto, no estaba en casa. Eran las diez de la noche Ronaldo, a pesar del noviazgo firme, tiene un lado noir, le gusta excursionar por Copacabana, por los antros de narcos que proliferan en el barrio. Principalmente en la calle Prado Júnior. Territorio de francotirador. Ronaldinho, a pesar de cojer con Maysa, está enganchado con una puta. Le gusta mezclar whisky, cocaína y puta. Ronaldinho no va a ser médico. Está en la facultad de derecho Estacionando en la Playa de Copacabana, pasó por un antro de narcos, de allí a una calle oscura y en seguida estaba listo: –Voy de putas–. Parecía un pollo arisco con los pelos rojos revueltos. Cuando aspiraba y bebía su pelo quedaba todavía más revuelto. Un verdadero pollo en rápida transformación para volverse un gallo. Él todavía está en el período de la vida en que cada agitación lleva a una agitación mayor. De veras perturbado. Estaba agitado y con prisa. No tenía ganas de gastar tiempo de conversación con las putas. Tenía examen al día siguiente La que él había visto la última vez que dio solo una pasada no estaba en el mismo lugar. –Entonces va la primera que aparezca–. 142


Surgió en la esquina una morena hermosa. Producida. Ojos azules. Gran hembra: –Lo bueno es que no hay que seducir. Es consumir como si fuera chocolate–. O como coca y whisky, en el caso de Ronaldo. Para unos tan ansiosos como él, y más carentes de afecto, puede sustituir el lexotanil Ni bien comenzaron a charlar se notó que Luciana era trava. –Ahora es demasiado tarde –fue pensando de primera Ronaldo allí en su levante. –Una experiencia más para el currículo-. Luciana intentó explicarse. Él la cortó: –Sin tanta charla. Vamos –dijo engrosando la voz. –De ahora en adelante no profundizo más– pensó andando con pasos largos, lo que obligaba a Luciana a andar raro con sus tacones altos. Él se fue sintiendo un transgresor. Lo que lo excitaba. Además de eso, la travesti era hermosa En el cuarto vinieron las sorpresas: el cuerpo era redondeado como el de una mujer. El culo, también redondeado, era super duro, aunque con varios retazos, parecía un bife cortado. Dijo que había sido un lavabo que se había roto al apoyarse. Ronaldo no tenía ganas de saber alguna historia más verosímil, pues sintió que se le iría la calentura. Se sacó la ropa y la travesti le elogió la verga. Se puso orgulloso, mientras le parecía raro que la de Luciana colgara como una tripa. Tenía unas tetitas que cabían en las manos ahuecadas) y que le dolían al ser tocadas. Es que había usado hormonas hacía poco tiempo. Compraba clandestinas en una farmacia del barrio. Desde los quince años tomaba hormonas femeninas por cincuenta reales o una chupada al vendedor de la 143


farmacia. Comenzó a trabajar para poder comprarse ropa como la del armario de la madre. Que vivía bajo llave desde el día en que abrió la puerta y pescó al entonces Carlos frente al espejo con la verga escondida entre las piernas, agarrando un vestido. La madre gritó: -¡Qué es esto, mi hijo! -¡Me operé!- contestó riendo el chico. Cambió Grajaú por Copacabana y rimando le pusieron de nombre Luciana. -¿Cómo es que tú te resignas a que no se te pare? – se quedó curioso Ronaldo. -Ese problema es por ahora, ya que acabo de tomar las hormonas. En una semana el efecto se modifica y estoy lista para lo que venga. Después de todo tengo un novio y varios clientes que quieren cojerme y que me los coja. ¿Te decepcioné, mi amor? –Ronaldo no estaba ni ahí para el chiste de Luciana, y no sería improbable que más viejo, cuando fuera un ejecutivo próspero, en una firma próspera, con whisky y tal vez ya sin merca, terminara por experimentar el ser empomado por una trava. Cada cual tiene sus sueños y el de Luciana era salir de la calle y montar un burdel, le contaba a Ronaldinho mientras lo invitaba a la cama Con maestría se puso un forro en la boca y lo fue desenrollando en la verga de Ronaldo. A él le gustó la zafadez, y de ahí fue directo para la penetración en el culo duro y cortado como un bife. Largó una buen lechazo. Cuando sacó la verga es que vino la sorpresa: el forro se había roto. En el momento no daba para ver quién estaba más preocupado. Luciana trató de explicar que se había hecho el análisis de HIV hacía dos meses. Ronaldo no se conformó, entrando en 144


paranoia. Pagó y solo quería llegar en el carro a la casa y a la cama y no pensar. Quería que la madre le diera un dinero para el análisis de HIV. Ya pensaba en su vida arruinada, en qué le diría a Maysa. Al otro día dio el examen de la facultad sin concentración. En los días siguientes no se podía sacar la duda de la cabeza. Finalmente pidió turno para el análisis, pero fue en un día tremendo: se peleó con Maysa, motivo de siempre, celos; peleó con la madre, motivo de siempre, ella diciéndole atorrante; le dieron la nota en la facultad: pésima. Tenía la cabeza caliente y el dinero encima. Esa historia de la merca es trash. Agarró el auto y se fue a gastar el dinero a Copacabana. Esto le da una depresión horrible. Quisiera ser normal, sin vicios, pero siendo diferente -tengo 51 años- voy a cantar Poemas en Austin, voy a mear en los pies de los sabios de barro blando. No soy un Zarvoleta que puede optar, como espero opciones queers, anarko punk y caseros, ¿por qué no? para los mariposos del futuro. Gané y perdí, quisiera ser normal, no habría pasado por todas las aventuras que amo y que guardo en el pecho: una de ellas eres tú. Imagíname casado, diputado federal y hacendero con nietos, muchos nietos quisiera ser normal. Besos y te amo. Zarvoleta, el mariposo indignado, poeta ligado al cable a tierra por amar gente y principalmente los amigos y los que pueden ayudar al mundo. 145


Hay un poeta en el fondo del rĂ­o Hay un poeta molido en el limbo del fondo de RĂ­o.

No estoy en un momento alegre, sin poder beber y continuar la vida loca. El 117, el sauna de Catete, estĂĄ bombando. Estoy feliz por quien puede curtir altas en este momento. Pero me tiro una canita al aire, nadie es de fierro.

Guilherme Zarvos, cuarto esposo de Cecilia Palmeiro y su gato ronroroso.

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Lecciones educativas para Tintum

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Primera ediciรณn: CEP 20.000 Rio de Janeiro, 2012

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Para

Lula

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Magia

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15 lecciones educativas para Tintum

1

Tengo un vacío en el cuerpo no un tirón es circular un hueco de 0,5 cm 3 personas y 3 gatos pululando como niños vacíos todos mayores de 30 años Los egipcios doctoraban trepanación los griegos comen cerebro de oveja las rosas son plantadas con agujeros 1 día 1 asteroide piloteado por un pequeño príncipe perforará el planeta como

El

hoyo en el oso de peluche

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2 Estoy avergonzado fundamentalemente estoy espantado no fue + 1a cagada mía fue de él. La pastilla azul no estoy molesto bola pululante estoy colorado la bolita va rodando lejos cada vez va más Si tuviese un hilo sin fin - la pastilla azul saltó para fuera de todas las posibilidades.

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3 Tintum, Tuntam un robo conceptual es aquel que se lleva lo que estรก delante si lo hace un gran amigo es

Lecciรณn

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4 Tintum gritó —No voy a sostenerla estaba vestido de Tarzán y plumas de marica del Mato Grosso. batía las alas colibrí y daba pinceladas mordisquitas Tintum vive 3 días a la semana en el suelo de Lapa con su amigo Victor Do Cachimbo pares exóticos hasta para el asfalto gastado por los zapatos afanados y las narices perseguidas Tintum gritó: —Usted está muy loco.

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5 Tintum coqueteando en el Mercado de San Pedro, en Niteroi:

el pescado es corto y grueso.

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6 Tintum llevando un Akué:

¡Fa! el tipo se llevó mi gorro extranjero. Era de NY. No tiene ni un peso.

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7 Eco de borracho:

El dĂ­a habla y responde tiempo al tiem po

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8 —Mi casa es su casa Le dije a Tintum y ahí comenzó a abusar Comió el pote de jalea real malandreó el collar que gané en la primera comunión cagó en el pasillo rajó un cuadro con una pluma de tinta y se desmayó el quinto día despertó la pija dura y continua -—mi casa fue su casa Me fui y mismo así continúa, la siente, su casa

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9 —¡Oiga cómo va, mi casa es su casa! Dije a + 1 gati ño comenzó a abusar comió el pote de jalea real to dito que gané Él comió era pri mera co mu nión cagó en el comedor pinchó la pelota nueva y se desmayó el cuarto día despertó pija dura y continúa —mi casa fue su casa y fue ahora mismo así su casa con ti

nua

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10 Tintum play Para que ca lle cenar vaga sopa de la

bundo ta vidrio ahumado

ud. bajo la lluvia y el frĂ­o inusual como se sien te en la mente el invierno

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11 Ipanema

Tintum durmiendo en la cueva de los Indios Patachós. Campamento 9:

- ¿Cervezada en la cueva?

Miró a una pareja de indios que bebía. Ella era escritora: - ¿Usted se va a colocar silicona?

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12 Caballito azul (Tintum)

Ay de mi soledad que se ve turbulenta antes de 5 píldoras y las risas con el impacto de la mañana caballitos azules siempre fueron guías sellados por plumas y arrullados por Baboso y Clarito Tanteando la ofrenda depositada para Iemanjá que llevó para lo hondo lo que no es del orden de la escritura caballito azul ahora transformado en libro multiplicado para unos enviados para otros cuerpos pequeños Ay de ti sortilegio de la falta mientras Bacantes amarillos se agitan con Olinda y la música Voy por ahí donde usted va ensimismado y reprimido excavador de nuevas ideas. 166


13 El pensador Tintum pensando encima de la piedra oyendo RockRodin y Los AristĂłteles: no entiende, entonces dibuja. Tintum dibuja los cojones del padre, el coĂąo de la madre y un corazĂłn

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14 Tintum reflexiona: ÂżHolanda es rica? No lo sĂŠ, es la tierra de los comedores de batata.

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15

BuscarLa- la lĂ­nea en el medio de un carretel

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Incomunicaciรณn incรณmoda

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Morrison Cada vez que llego a RĂ­o por el puente verifico la zona portuaria como un prefecto cuento barcos como Armador miro el centro como historiador certifico que RĂ­o es el mismo que amo a RĂ­o como ninguno escucho The Doors y duermo.

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Druds

Lo que se puede esperar de un com puta dor por la maĂąana queriendo oir aquella mĂşsica y la certeza quel no fall a si falla ra falla la huma ni dad

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Conversa de brother

El secreto peru anus es por la vagina es lo contrario – dijo la peruana– concluyó en ronda de fumatas particulares.

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Némenes sin cabeza Para Roberto Alvim

Galgantogótico gorgorizando zingorian tumbado como héroe insepulto zongo – pralaerro zinho – zambaí – zumbinete de todas las abstracciones totens de cada una tac buc unzi Bond vaciado.

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Unos 25 años gracioso decían sus ojos en cuanto uno de los matadores de skaters en el túnel Joá incendiarios de cuerpos sin techo gays punks a van zó el tamaño del botox blanco que tiene color de menos blanco agrio es el nombre trabaja para pagar energéticas luchas y el carro cuando me tiraba con aquella masa amorfa repugnante excesivamente grande para quien gusta tuve tiempo de hablar me va a golpear en frente del guardia los cuatro monstruos entraron en auto eeeeeeee zarparon con dirección al túnel como balas de Para sisa y Guimaraes y Joao Velho Bolsillo de papá

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Ayer vampiricé una más recibí todo lo que ella no tenía y di todo lo que no tengo, yo. (lamió el borde de la boca satisfecho) El vampiro

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Conmemoraba la victoria de Dilma en la primera vuelta Bajo el día de Leblón cielo claro 7 de la mañana Cuatro tipos me cercaron me ta pa ron los ojos y Vi más estrellas de las que había la pre

ex sión

Las inseguridades viejos desafectos Miraron sin penas Cuando abrí los ojos vi los ojos de él

El

soldado Adriano y sus ojos verdeazules

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Palestinos

Cada muerte que veo VEO 1 PALESTINO Cada muerte por usura o por enfermedad En Sudán En Brasil En Israel En los EUA En Palestina

1 PALESTINO

Todo el día me miro en el espejo y veo

1 PALESTINO

me ato la soga al cuello A

U Q U E C

E Q S C O

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Ojo de lince

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Primera ediciรณn: Circuito Rio de Janeiro, 2015

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Ojo de lince

Ojos uno verde otro azul dos ojos profundísimamente noeles azules que destellan su transparencia y luz; los primeros colonos, los ojos un día fueron verdes y conquistaron corazones y ahora son de un azul sin fuerza los ojos acaramelados los marrones tierra brillo fértil y la chispa negra de la gran Jabuticaba6 del árbol viejo. Y el mar verde, o marrón, o azul de Neptuno, Iemanjá, Ulises, Camões ondas de sonidos y deslizamientos El lobo de decenas de colores en el aire el aullido del búho a lo lejos el pájaro rojo-seda arena la sirena y la multiplicación 6 El yva puru, yva hu, guapurú, yabuticaba o jaboticaba, es un árbol nativo de Brasil, Paraguay, Bolivia y del noreste argentino que pertenece a la familia de las Mirtáceas al igual que el guayabo, guabirá, el arrayán y el saguinto. 183


Despertaron viendo mariposas y Marías Antonietas de Capital o también de Curitiba o Blumenau Y los ojos bicolor Mas allá de antiguas cuentas con los peces grandes ignorancia y picardía el sonido de la ballena del viejo de Pinocho más luces de fuego más matadores por placer Felinos ojos encantadores Divino lince tan bello tan sórdido de frack tan freack y fake pudiendo enfilar y decapitar el sorete del culo de la Playa Vermelha La historia de la República feliz de Baiacu rojo rosa roja de labios en el borde de las playas playa y París que rodean una cabaña restinga protectora de pájaros contra el viejo viento de la noche seductora de todos los santos de Anchieta Alencar 184


de Ginsberg el vuelo del fun da dor la República de Baiacu un sueño de 1928 nada inclusivo la población Sacudiendo lo juzgado por la todavía nefasta casta que por lo menos pasó de sin cien a 100 dolaritos para 300, con corrupción y antes el dinero era para la república de Baiacu Todos los ojos ya no vírgenes ojos desorientados no perciben ojos golpeados noches solitarias desconectados sin brillo mental o de sol Propoluda de insegmentos desorden depalabrasdedeidadesdesentimientodesentido es ahí Baiacu que te jodés tunusove para vos Ciudades al acecho de 200… puta… escroto… 400 mil habitantes la noche lagarta y silenciosa 185


vagabundea y la sombra desaparece. La perorata del sacerdote de silicio y de las gargantas asesinadas y Blau insolopadosinsolopalentes salvo lo que es bueno quien da paz y puesta de sol vegesta esta esta esta sano7

7 juego con el sonido que mezcla dos palabras: veja [verbo] e estação [do ano]) (N. de la T.) 186


2 Claro puede ser recordar el tiempo del sur en las costas grupos tan santurrones muchos se casan al menos la primera vez así no más (se escribe separado) Y el poder gubernamental próximo y natural entre pares piriadespicocles hermanadas de pedo oloroso Los ojos no observan O O lo que está sucendiendo con Ercison P i r e S Y Zutinha, cuarentona toda firme traicionó el sillón abajo del billar, en medio de la fiesta de conmemoración 85 años de la matriarca en la fiesta de Lisa y de su nieto de 27 La suegra rodó en el y en la de los 3 hermanos 25 y 21 y tronera8 8 caçapa en portugués. Es el agujero de la mesa de billar. (N. de la T.) 187


3

Detrás de los ojos dobleflor perdido en las gafas hijo de los crustáceos nesuassunas9 gritó y en la euforia todos gritaban al unísono ¡la República somos nosotros! Rey ey ey… todo pelado y juega horrible No sabían que el humo cegara en la constatación del saber diseminado estragos en la frente de los poseídos, herederos o desposeídos en el frente de la caída de los dioses no quedarse en ningún lugar La costa tomada por condones restos de bolsas de plástico y cagadores despreciables globos

9 Suassuna es un bicho peligroso y también el nombre de un político (N. del autor) 188


procalipticobronchudus10 todos saben desde siempre el tamaño del sapo Reflexionar en la casa de Ivan tiene un papagayo con pie de gries y libre de grilletes Voy a lo de Ivan libre y seguro de su papagayo pregunta, responde Soy ciego mierda, y rio papagayísticamente argollas, loro libre y el viejo olor de la resaca de caña cortada y curtida en la bañera… no huele bien, pero un trago y está todo cool A lo lejos el viejo apunta es allá para el mar verde es allá para el mar azul es allá para el mar ceniza La respuesta resuena como un eco que bueno que estás casi ciego viejo bueno Si perdiera el olfato perdería la vida

10 juego de palabras (N. de la T.) 189


4 Mayoría monoteísta nefasta provocadora provooca cada centímetrotieneelculodeundueño sin noción devorados enrollados en las toallas felpudas bella vida los ñoquis y el hijo del papagayo no hablaba nada el olor de todo lo que era noprecisa el olor de la distancia

66-------S3rialcERIALsER-----k.LLER

Nana al real recaudador El imperio de la ley del miedo al bandidaje Bajada Sur de Rio y de Santos pueblo bonito ignorante de los márgenes manglares del Beat Prafaldra en el desierto de ideas de Baiacu entre los peligros adolescentes necesarios cercanos a la laguna de barro del corral agotada

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por calamidades esgotusables11 mosquito y mosca de los restos que sobran sea el señor doblemente amado Es el reflejo de la acción necesaria y el nacimiento del día cantar y reflexionar para que nazca el sol cada día nuestro La oscuridad es el vacío Cama para el enfermo justicia para el enfermo Sur, sur, sur la bios deseosos espejo con coca va a de morar después República de Baiacu es un fantasma un cuerpo sin cabeza que busca su cuerpo y cabeza herederos rastreando juntos víboras de todas las especies cada uno en su mato (Habría que poner una llamada) su religión mendigos con camisa escosesa de franela azulverdeblanca en el camino de la niebla 11 Posible juego de palabras entre esgotado y usável: agotado y utilizable, respectivamente. (Nota de la T.) 191


es que los gitanos y los caciques también ven. Trae el puto su nueva mentira las viejas son inaceptables voz del trueno lloran las madres de los asesinados de aquí de allá en Angola marineros estadounidenses y chinos Cientos de millones mujeres mutiladas homosexuales asesinados Pan pedazo de pan –en dorados de Emanuewelllmar las esquinas toman la vibración del cuerpo diluyendo P anama r

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5 Chupando el cerebro pulido imágenes holísticas confusas, desesperantes todo es chillado y cada fanático engrupido denuncia como el sepulturero explota corazones… arrastrando víboras en baldes gusano de milo vagabundo el glotón faltas y compañías fortunas los mendigos de barba casi blanca miran las camisas de paño azul verde y blanco escocesas el camino de niebla sonríe los gitanos son de los que más ven

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6 El marisco pasado la feria del mercado abastecida licuado de fruta con leche micos varios la cadena multinacional mezcla frutas helados y falso veneno Los años caídos son Theo Carolina y Pedro Piedra esmerilada útero de madre Baiacu Leon y Parvicio cada uno sumergido en barro natural miel crustáceos

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7 Los más viejos con suéteres de casimir pastel hablando de sus funciones en las esquinas o en un club de la playa remodelado virtuoso provincianismo gusano caipiriña de fruta Relajo para el enemigo de la ley que están queriendo enjaular de una vez 700 mil militantes de matador a doctor no observan los bisnietos saben y son con vergüenza hipócritas será para poder diluirse comúnmente o peor que lo común las bestias degeneradas Pero más allá dentro del hueco se oye la voz de Stella de Bella 2 corazones floridos que dan algún sentidoalsentido

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8 Esperanza amoral de los hijos comunes afortunados globalizados poco saben la República se corrompe perdiendo la historia vale llegar para SER corrupto y aceptar el robo más fácil común vota a la bestia

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9 Es vital debatirse cercarse para poder agredir para esconder la falta de carácter la falta de sueño del miedo al largo ciclo del infierno el mentiroso avergonzado pagará platea mientras los hijos no hablan con los abuelos con los padres con el país con el rifle de caza matador prohibido sin identificación dos dedos de la mano derecha sucio el veneno del tiro

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10

La cagada continua por debajo del pool fiesta familiar ya sin amigos el padre no habla con el hijo abuelo con abuelo solo ordenan quien trepa y hermano con hermano y la gente pia no pia Todo en cadena el autoexilio se compran mercaderías de todos los modelos cadena global normopática NY, Shangai, San Pablo transferencias ilícitas fueron necesarios muchos veinte centímetros para la subasta general de los ladrones mucho tiempo de esconder propinas La República más allá de Playas de Canto gerenciamiento completo 150 años de su instauración

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corridas de caballos conchas y pijas muy poco quedó comúnmente Tranquinagens El héroe ciego Ira y Césares continúan todos observan

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11 La caída Blumenau En la aldea guaraní-------- en la aldea ptxo12 ahora pintaba 7 a 1 Las etnias enseñan como las mariposas enseñan ese es el sol esa la luna a una le sobra lo que a la otra le falta bastardos esquizofrénicos del mal viv jov esquizofr- enico esa genialidad es bondddad es saber sádicos nazis todas esas mandalas todavía fortíssimas contra con Aritana no Cjnrgr Qqno guaraní bumb meu boi rojo y negro vuestro cielo en San José de Chico Mendes el tiempo está bien Riquinho Serial Killer comenzando por él mismo 12 Pataxó, indígenas brasileiros 200

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mimado y sin paz quiere llevar para su cueva desgraciados iguales en su furia y su franqueza Lince afeminada baja de la ola y de los cachorros bravos alma de rosa sabor a sol hijo de una puta Serial Killer.

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Tributo a Ericson Pires

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Composiciรณn final

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Poema inĂŠdito (2016)

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Para Facundo...

El verde de Vacaria cerrado el futuro 1 kilómetro 1 bolsa con papel higiénico alejarse de la sede decadente de 1 terrateniente de tierra intacta sobraban venados ñandúes osos hormigueros chuñas vagando saltando en el pasto un monte de árboles frondozos ideal para cagar cuando se caga a 1 km del lugar nadie puede verlo y usted ve pasturas y el olor verde suelta la cagada y se limpia con el papel o como dama de ciudad el plástico para jugar en el lugar la bosta

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2 En el monte del Mato del inutilizado campo del terrateniente arruinado salir del lugar y mirar 1 km el Prana te envuelve es energía los escrotos sonríen ya saben un poco de prisa ya quieren pensá en mi Marina casi pisa la bosta olorosa madre de los cucumelos de sebú pensá en mi Pablito se viste de noble el lugar esta lejos solo ve lo que imagina nadie está cerca Prana imaginación y el palo caliente y sabroso se agita se afirma la idea y la mierda va saliendo jalea por el canal uretral ciculación de electrones la mierda enchastra las manos y salpica las plantas todo el día 1 km y esta alegría 218


3 Es extraño que más allá de la mina lo mínimo que da + tensión que extrañamiento + no tiene solución gusto de sentir la pija dura la de él la suya compartidas en el colégio en la ciudad 100 kms años atrás 100 kms ayer. Lo visité nos masturbamos cuerpos que se gustan la semana pasada fue ella bella Marina 2 kms andaba el pendejo 1 cagar mañana 1 gozar antes del almuerzo mas era aprendiz de poeta mucha lectura 1 km del lugar el terrateniente estaba extraño tanta lectura va a vender una vaca en lugar de un buey 1 km del lugar en el lugar de leer. Telémaco su amado Antínoo su buen amor 219


Rimbaud eyaculó por él en el mismo campo fase antropomórfica tenía una banana hace un agujero con una faca y la folla. 4 Partió la sandía que delicia partió un caqui primos y hermanos pensó en partir un bicho ahí no dió... historias antiguas… yegua chanchita cabra macho o hembra todo el día + fue la zanahoria que lo transformó viviría de la zanahoria chupar la zanahoria meterla en el culo frotarse la pija después de comer parece que cuando usted come usted está siendo comido 220


es que el caroteno de la zanahoria es fuertísimo plantar zanahoria allá cerca del mato cosechar y vender en la ciudad 100 kms y descubrir que el palo alquilar la polla da mas tutú que vender zanahoria. El terrateniente gritaba donde estás donde estás pensaba ella pensaba él 1 km le parecía normal Cagando Gozando Leyendo Escribiendo andando en ómnibus 100 kms para la ciudad ideal 5 Pablito también era miché pero en el banco hacía cola billetera asegurada y crédito aprobado en la caja del banco el hijo se portaba tenía deseos de tener mucha plata depositar todos los días en la cuenta de su amado 221


mientras tanto pasta de miché vuela alto y tenía que esperar el final del expediente 6 El hijo del terrateniente explicó a Marina que la suya era Pablito ella entendió a la hora y dijo: me voy a crear en Neon amarillo robarle el primer beso Pablito y el hijo se casaron fueron a vivir a la Patagonia asoptaron una pareja de pinguinos ya tenían regalo de casamiento el neon amarillo Delineando sus cuerpos al fondo es verde al fondo es beige al fondo es ceniza.

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Índice

Zarvoleta, la imaginación a lo cotidiano … 5 Ensayo de Pueblo Nuevo … 11 Más tragedia burguesa … 41 Cleon … 43 ¿Quién me cuida me castiga? … 44 Reclamo … 45 Claudia … 46 Nicolau I … 47 Nicolau II … 48 Stella … 49 Zaíde … 50 Lube (la danza) … 51 Henrique … 53 Thomaz, el irlandés o as you like it … 55 Miles … 57 Recuerdos … 58 1994 … 59 225


Sortilegio … 60 Thereza … 61 Paulo … 63 Solo cuando escribo leo o estoy en el bosque … 64 Carlos … 65 Mediana edad … 66 Julio y la muerte … 68 Zombar … 71 Gabriela … 75 Él … 76 Transparencia … 77 Thiago y dos o tres playboys … 78 Amarillo … 80 Muchachos … 81 Lo has entendido … 82 Poeta … 83 Parque … 84 Banda …86 Morrer … 89 Morrer ... 91 Trasbordos ... 133 Lecciones educativas para Tintum … 149 15 lecciones educativas para Tintum …155 Morrison … 171 Druds … 172 Conversa de brother … 173 226


Némenes sin cabeza … 174 Bolsillo de papá … 175 El vampiro … 176 Conmemoraba la victoria de Dilma … 177 Palestinos … 178 Ojo de lince …181 Ojo de lince … 183 Tributo a Ericson Pires … 205 Composición final ... 217

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