COMPROMISO DE SALUD
Cómo
COMPROMISO CAMAB
Estimado lector.
CAMAB es una empresa formada en el año 2019, en la región del Maule, dedicada a la venta y arriendo de camas clínicas, y productos para personas con movilidad reducida o tercera edad.
Nuestro objetivo.
Es velar por el bienestar y salud de los pacientes, entregando los mejores insumos y productos, dando soluciones con rapidez y de forma ágil, así satisfacer todas sus necesidades y brindar a las familias la confianza de nuestros servicios.
Através de estos años, sabemos que es más la necesidad de implementos indicados, tecnológicos y certificados para conllevar cualquier enfermedad o dificultad de movilidad.
Cada cierto tiempo renovamos nuestras camas clínicas para mantenerlas actualizadas en el mercado, nuestros cientos de clientes han confiado en camab, y a lo largo del tiempo formamos lazos de confianza.
Porqué no todo es negocio.
Como empresa, tenemos compromisos con familias necesitadas, y nos hemos permitido instalar y prestar estos productos sin costo alguno, para que puedan conllevar las enfermedades de sus seres queridos lo más dignamente posible.
“Es por eso que trabajamos para mantener nuestro compromiso con usted y todos los demás clientes que se nos presentan en el día a día, y agradecer desde ya, la confianza por comprar algún producto, o el arriendo de alguna cama, y no tenga duda que estaremos presentes, para cualquier necesidad que usted requiera”. Gracias.
Héctor Bustos Echeverría. Representante legal de Camab.
CÓMO CUIDAR UN PACIENTE GERIÁTRICO.
En situaciones determinadas de la vida, más aún en personas de la tercera edad, es posible que estos pacientes requieran de un reposo constante en cama.
Bien por una enfermedad o patología temporal, o por causa física directamente relacionada con el cansancio y la edad, estas circunstancias requieren de un protocolo de cuidados.
Resulta vital conocer cómo cuidar de una persona mayor encamada. Algo que los cuidadores a domicilio y empleadas saben a la perfección dada su profesión.
Para conocer más acerca de qué hacer y cómo tratar de una persona mayor encamada, analizamos y proponemos una serie de consejos de gran ayuda. Aspectos prácticos para conseguir un mayor confort y ofrecer el mejor cuidado y bienestar para un anciano y persona mayor que se encuentra en la cama sin poder moverse en exceso.
Consejos para cuidar a personas encamadas.
Una persona encamada está sometida a cierta presión y está también más expuesta a la aparición de algunas patologías físicas. Todo esto lleva a un estado de estrés y de cansancio que hay que llegar a comprender, para poder ayudar a estos pacientes postrados en cama.
Por eso, una de las primeras recomendaciones es tener toda la empatía posible para tranquilizar a la persona.
Esta situación de mermada movilidad de este tipo de personas, provoca que sean muchas las atenciones necesarias para el día a día y sus cuidados personales e higiénicos.
Incluidos en estos cuidados, se encuentran todos los atribuidos a favorecer el bienestar y la comodidad, la alimentación, la higiene, el acompañamiento, asistencia sanitaria mínima, y cualquier atención complementaria que pudiera necesitar el paciente.
Un trabajo de asistencia para que, tanto a nivel físico como mental, esté lo mejor asistido posible durante su estancia y recuperación en el mejor de los casos en la cama.
“Tener toda la empatía posible, para tranquilizar a la persona”.
Mejores cuidados para ancianos en cama.
¿Cuáles son los cuidados más necesarios para un anciano encamado?
Los cuidados son diversos y muy necesarios, sobre todo, porque un buen cuidado prevendrá de ciertas infecciones, enfermedades y patologías que pueden verse afectadas, si no se realizan correctamente las debidas técnicas sanitarias y de atención.
Entre los cuidados primarios que se deben realizar a este tipo de pacientes longevos que están postrados en una cama sin apenas moverse se encuentran:
Alimentación.
Movimientos y actividad.
Cuidados de aseo e higiene.
Cuidados externos.
Alim en p enca
La alimentación de los ancianos y mayores en cama, tiene una gran importancia.
Debe ajustarse una dieta adecuada a estas condiciones, de extremo sedentarismo, y realizada por el personal médico experto/a en nutrición y alimentación.
Asimismo, la ausencia de ciertas vitaminas y nutrientes puede provocar úlceras.
Es necesario asegurar los nutrientes requeridos en el día a día, y acostumbrar a la persona mayor a comer en posición sentada, para evitar posibles atragantamientos.
Movimientos y actividades físicas.
Pese a la situación en la que se encuentran estas personas, conviene fomentar la actividad física y el movimiento de los músculos del cuerpo.
Si esta persona está en disposición de moverse levemente con ayuda, es necesario seguir patrones de actividad y ejercicio para moverse y evitar estancias prolongadas en las mismas posiciones.
Estas acciones también ayudan a evitar que aparezcan úlceras en la piel y heridas cutáneas, a causa de permanecer siempre en una misma posición en la cama.
Cuidados de aseo e higiene.
Estos cuidados son fundamentales, sobre todo para pacientes de estas características, sin independencia y apenas movimiento.
Una buena higiene contribuye a mejoras en salud, y comodidad de la persona atendida.
Pese a que pueda acarrear situaciones embarazosas, es necesario acostumbrarse a ello, para crear un ambiente de relajación y complicidad entre el cuidador y el paciente.
Este aseo para personas encamadas es vital para evitar la proliferación de bacterias y hongos, para activar la circulación, evitar llagas, crear bienestar, y mejorar el sueño.
La higiene incluye desde la cara a todo el cuerpo.
Para ello hay que proveerse de materiales y jabones esenciales recomendados para el cuidado de la piel de estas personas.
Cuidados externos
Hay que tener en cuenta, además, otra serie de cuidados añadidos para mejorar la comodidad con la persona mayor dependiente.
Entre ellas algunas recomendaciones como:
-Utilizar colchones antiescaras y sabanas que no rocen.
-Cambiar las sábanas y la ropa con periodicidad.
-Airear la habitación cada día para evitar una larga exposición sin renovar el aire.
-Fomentar actividades de ocio como lectura, películas, juegos, conversaciones…
Cuidados con pacientes oncológicos
Cambios que ocurren cuando avanza el cáncer.
A medida que progresa la enfermedad, la persona con cáncer avanzado o cáncer terminal, pasa por diversos cambios.
A veces ocurren debido a los efectos secundarios del tratamiento o al mismo cáncer, o quizás a causa de otros medicamentos.
Algunos cuidadores mencionan que hubieran deseado saber antes, cuáles eran los cambios qué debían anticipar.
Los cambios podrían afectar los siguientes aspectos:
La apariencia física.
La personalidad o el ánimo.
La memoria.
El sueño.
El apetito o la alimentación.
La persona con cáncer podría pasar por alguno o ninguno de estos cambios...
Decisiones sobre donde, y con quién vivir
Después de decidir sobre las opciones cuando no es posible tratar el cáncer avanzado, surgen preguntas acerca de dónde debe vivir la persona con cáncer avanzado.
¿En su casa o en una residencia con servicios de apoyo?
Pregúntese lo siguiente al tomar estas decisiones:
¿Qué tipo de ayuda necesita su ser querido?
Si vive con la persona que tiene cáncer:
¿Le será posible cuidarla?
Si la persona con cáncer vive sola:
¿Hay algún riesgo si continúa viviendo sola?
¿Cuáles son las opciones de cuidados en casa?
¿Con qué frecuencia necesitará ayuda la persona?
También necesitará pensar en cómo se siente su ser querido. Es posible que tenga miedo a lo siguiente:
Perder la independencia.
Sentir que otros lo perciben como que es débil o una carga.
Tener que mudarse a un centro de atención médica u otro tipo de residencia con servicios de apoyo.
A veces, es más fácil pensar en cambiar el lugar donde vive la persona con cáncer cuando el médico lo aconseja, trabajadores sociales, incluso el personal de enfermería domiciliaria, quienes trabajan con adultos mayores y otros profesionales especializados podrían conversar con su ser querido sobre estas decisiones.
Que decir a una persona con cáncer terminal.
Quizás no sepa qué decirle a alguien con cáncer terminal.
Nunca es fácil hablar con su pareja, familiar o amigo sobre estos temas. Es normal no saber qué decir a una persona con cáncer terminal o preocuparse por decir algo incorrecto.
Pero lo más valioso no es lo que dice, sino demostrar interés.
En esta sección se incluyen consejos sobre cómo hablar sobre el cáncer terminal.
Usted y su ser querido con cáncer también podrán consultar: Conversaciones sobre el cáncer avanzado.
Es probable que ambos piensen y sientan lo mismo sobre el final de la vida.
Llegará un momento en que necesitarán tratar estos temas.
Por ejemplo:
El estadio del cáncer.
La preparación para el futuro. El miedo a la muerte.
Los deseos al final de la vida.
Algunas familias hablan de forma abierta sobre estos temas, mientras que otras no lo hacen. No hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo.
“Los estudios demuestran que las familias que hablan de estos temas, se sienten mejor sobre el cuidado que reciben sus seres queridos y las decisiones que toman”.
Usted y su ser querido aún pueden esperar consuelo, paz y aceptación.
Es buena idea hablar del hecho de que el futuro es incierto.
Evitar los temas importantes solo hace que sean más difíciles de tratar después.
Hablar de sus preocupaciones podría brindar consuelo a todos.
Ocultarse la verdad no es útil.
Es importante expresar abiertamente cualquier pensamiento o inquietud que tengan ambos.
Recuerde lo siguiente:
Tal vez se den cuenta de que están pensando en lo mismo.
O quizás se den cuenta de que piensan muy distinto.
A veces, la mejor forma de comunicarse con alguien es simple: Escuchar.
Escuchar es una de las formas principales de demostrar que se interesa por la persona.
Es importante apoyar lo que su ser querido quiera decir.
Es su vida y su cáncer.
Su ser querido necesita procesar sus pensamientos y temores en el momento y la manera que le parezca mejor.
Hablar de temas difíciles relacionados con el cáncer.
Iniciar la conversación sobre temas relacionados con el cáncer terminal quizás sea complicado. Por ejemplo, podría pensar que su ser querido necesita probar un tratamiento diferente o debe consultar con otro médico.
O la persona con cáncer se preocupa por perder su independencia, verse débil o ser una carga para otros.
Es importante recordar que su ser querido tiene derecho a elegir cómo vivir el resto de su vida. Aunque usted tenga opiniones sobre lo que debería hacer, recuerde que la decisión no es suya.
Los siguientes son algunos consejos sobre cómo iniciar la conversación:
Practique lo que dirá antes. Busque un momento tranquilo para charlar.
Pregunte si es un buen momento para hablar.
Sepa cuáles son sus objetivos para la charla. ¿Qué quiere como resultado?
Hable con el corazón.
Dé tiempo a su ser querido para que hable.
Escuche y no interrumpa. No siempre tiene que decir: "Todo estará bien".
Algunas personas no iniciarán la conversación, pero responderán si otra persona lo propone.
Si tiene problemas para hablar sobre temas dolorosos, pida consejo profesional.
Un consejero u otro experto en salud mental puede ayudarlos a explorar los temas que no se sientan capaces de tratar por su cuenta.
Y si no quieren ir juntos al consejero, podría ir solo. A lo mejor escucha algunas ideas sobre cómo iniciar la conversación sobre estos temas.
También tendrá la oportunidad de hablar sobre otras preocupaciones y sentimientos que esté enfrentando en este momento.
Entender los deseos de su ser querido sobre los cuidados.
Después de un diagnóstico de cáncer terminal, hay una serie de decisiones que tomar. Por ejemplo, sobre el tipo de tratamiento o cuidados. O sobre el tipo de información que los pacientes y los seres queridos desean escuchar. O decidir en qué lugar continuar la atención médica.
Para muchas familias, es importante que la persona con cáncer esté a cargo de las decisiones. Pero en algunas familias, y según la cultura, es común que los cuidadores familiares tomen la mayoría de las decisiones. Y el paciente a veces lo sabe, y otras veces no.
O el paciente quiere que el cuidador tome todas las decisiones.
Tomar estas decisiones podría ser difícil para usted por varios motivos.
Por ejemplo:
Sus propios deseos para el cuidado médico hacen difícil decidir lo que es mejor para su ser querido.
Sus ideas sobre cómo seguir adelante podrían ser diferentes de las de otros familiares y amigos.
La persona con cáncer quizás tenga ideas sobre la atención diferentes a las suyas o a las de los otros seres queridos.
Las opiniones del equipo de atención de la salud también podrían ser diferentes a las de la persona con cáncer o a las suyas.
Si usted y su ser querido con cáncer avanzado no están de acuerdo sobre los pasos siguientes de la atención, deberán conversar sobre el tema. Sin embargo, al final, la elección es de la persona con cáncer. Si no logran ponerse de acuerdo, quizás quieran pedir que alguien más los ayude a hablar sobre esto.
Podrían hablar con un miembro de la comunidad religiosa, con un trabajador social o con otras personas que hacen frente al cáncer, o con el personal de cuidados terminales.
“
También es probable que llegue el momento en que tenga que tomar decisiones por su ser querido cuando ya no pueda hacerlo”.
Es importante que sepa cómo se siente su ser querido sobre ciertos temas mientras todavía puede decírselo.
Por ejemplo, ¿quién quiere que se encargue de las decisiones médicas? ¿Firmó ya las instrucciones por adelantado (voluntades anticipadas) para hacerle saber la clase de atención que quiere recibir?
Al saber lo que desea su ser querido, tal vez necesite renunciar a algunas de sus propias opiniones.
Por ejemplo, quizás quiera que la persona siga viviendo, sin importar lo que requiera.
Pero, es posible que en cierto momento la persona con cáncer no desee continuar con las medidas de soporte vital.
Trate de mantener la perspectiva y tenga en cuenta cómo avanzó la enfermedad.
Escuche a los médicos y a quienes brindan cuidados.
Infórmese sobre los cuidados que desea que su ser querido reciba y compárelos con el cuidado que le estén brindando.
Si no hay o no encuentra un documento de instrucciones por adelantado y su ser querido no puede hablar, es probable que sienta ansiedad y estrés al tomar decisiones sobre su cuidado.
Piense en lo que querría o imagínese lo que diría si pudiera hablar.
Trate de recordar si dijo algo en el pasado que podría ayudar en la decisión.
Sepa que es común que los familiares no estén de acuerdo con la clase de cuidados que se brindan a un ser querido.
En ese caso, pida a un miembro del equipo de atención de la salud que organice una reunión familiar y guíe la conversación.
El personal médico podrá explicar las metas de los cuidados médicos que se ofrecen.
Algunas preguntas que podría hacer sobre los cuidados son:
¿Retrasan el avance del cáncer?
¿Disminuyen el dolor y otros síntomas?
¿Prolongan la vida?
Hablar sobre estos temas podría ayudar a contestar otras preguntas que tenga.
Tener esta conversación con todos presentes, quizás evite conflictos y ayude a la familia a tomar una decisión para su ser querido.
Conversaciones
los niños sobre la muerte.
con
Los niños de cualquier edad a veces se preguntan sobre la muerte, la vida después de la muerte y lo que ocurre con el cuerpo. Es importante responder a todas las preguntas que tengan. De lo contrario, podrían imaginar cosas o inventar sus propias historias.
Explique que se está haciendo todo lo posible para que su ser querido esté cómodo.
Dígales que los mantendrá al tanto de lo que pase.
Diga la verdad. Los niños merecen que les diga la verdad sobre un mal pronóstico. Ocultarles la verdad no permite que se preparen para la muerte del ser querido y podría prolongar el dolor que sentirán.
Y si no habla de la enfermedad de su ser querido o no les dice la verdad, sus hijos podrían tener problemas para confiar en los demás en el futuro.
Al incluir a los niños en la crisis familiar, les da formas saludables de afrontar lo que ocurre. Ayúdelos a prepararse para la pérdida de manera sana.
Por ejemplo: Deles la oportunidad de despedirse.
Conozca sus propios puntos de vista. Para responder a las preguntas difíciles de sus hijos sobre la posible muerte de un ser querido, necesita saber sus propios puntos de vista sobre los temas.
Pregúntese:
¿Qué espera?
¿Qué piensa que sucederá?
Demuestre a los niños cómo confiar en que todo saldrá bien y aceptar a la vez la probable muerte. Si es honesto y sincero, les enseñará que la muerte es una parte natural de la vida.
Su sinceridad les mostrará que está bien hablar de la muerte. También puede decirles que no estarán solos cuando pasen por un momento difícil. Dígales que siempre los acompañará.
Los consejeros y los trabajadores sociales de oncología también pueden recomendar formas de hablar sobre la muerte con los niños de maneras que entiendan. Podrán brindarle información sobre programas locales o nacionales que ofrecen ayuda a los niños en estas situaciones. O podrían recomendar libros, videos y sitios web en los que se exploren estos temas.
Preparación a los niños para visitar una persona con cáncer avanzado.
Si sus niños no viven con la persona que tiene cáncer, es útil prepararlos antes de la visita. La decisión de llevarlos o no a la visita dependerá de usted, la persona con cáncer y quizás, de otros familiares. Pero también dé a los niños la opción de decidir si quieren ir.
Si su ser querido está en el hospital o en otro establecimiento, describa cómo es la zona y el cuarto.
Dígales quiénes podrían estar allí y qué verán.
Explique también con delicadeza si el estado físico o la personalidad de su ser querido ha cambiado.
A un niño más pequeño, podría decirle algo como:
"La abuelita está muy enferma.
Cuando la veas, estará en la cama. Es probable que no tenga muchas fuerzas para jugar contigo o para hablarte mucho.
También podría verse distinta".
"Mamá puede estar dormida cuando estés allí.
O tal vez esté despierta, pero si no te habla es porque está descansando.
Pero sabrá que estás allí y se pondrá feliz. Ella te quiere mucho".
"No te preocupes si visitas al tío Samuel y dice cosas que no tienen sentido.
A veces el medicamento que toma lo pone así. Si eso pasa, le podemos avisar al médico para asegurarnos de que está bien".
A veces los niños no quieren o no pueden hacer la visita por otros motivos. En ese caso, hay otras demostraciones de cariño.
Podrían escribir una carta o dibujar algo.
Podrían llamar por teléfono o dejar mensajes o canciones en la contestadora.
Anímelos a demostrar cariño y apoyo en la forma que ellos elijan.
Cómo cuidar una persona senil.
¿Buscas consejos para saber qué hacer y cómo tratar a una persona con demencia senil?
En este artículo te enseñamos todo lo que necesitas aprender para cuidar, calmar y ayudar a una persona mayor con demencia.
La demencia senil es una enfermedad neurodegenerativa causada por un deterioro cognitivo progresivo asociado al envejecimiento, y que suele acabar conllevando que la persona que sufre este síndrome se vuelva dependiente.
Muchas familias se encuentran perdidas cuando se les presenta la necesidad de comenzar a cuidar de sus seres queridos con demencia:
¿Cómo deben actuar con una persona con demencia senil y sus etapas?
¿Qué cuidados necesitan y van a necesitar?
Te damos algunas claves para que, si te encuentras en esta situación, puedas manejarla con menor dificultad.
Reconoce los síntomas de la demencia senil.
Para saber cómo tratar a una persona con demencia, primero debemos asegurarnos de que estamos ante los síntomas de las primeras fases de una demencia.
Algunas de las señales que te pueden ayudar a sospechar de que la persona a la que cuidas padece demencia son las siguientes:
Pérdidas de memoria.
Problemas alimenticios como falta de apetito.
Falta de higiene personal.
Confusión y desorientación.
Dificultades de comunicación.
Problemas para razonar, resolver problemas o manejar tareas complejas.
Cambios de comportamiento o alteración del estado de ánimo.
Aumento de conductas agresivas o de desinhibición.
Si percibes alguna o varias de estas señales, te recomendamos que acudas al médico especialista.
Una vez confirmado que tu ser querido dependiente sufre demencia, existen varias acciones que puedes llevar a cabo como cuidador, tanto para asegurar una buena calidad de vida de la persona cuidada, como para prevenir la progresión de la enfermedad.
Cómo tratar una persona mayor con demencia senil.
El cuidador deberá empezar a tomar el control paulatino de aspectos diarios, como la administración del dinero o la conducción.
Esto debe hacerse gradualmente conforme avance la enfermedad y con especial cuidado para no interferir en la autonomía, autoestima o dignidad del anciano.
La clave está en encontrar el equilibrio entre la independencia del anciano y su seguridad, velando por los dos aspectos simultáneamente.
Al mismo tiempo, podemos llevar a cabo diversos ejercicios para estimular su desarrollo cerebraly mejorar así la memoria, la atención y el lenguaje.
Estos ejercicios pueden ser desde adivinanzas y relato de cuentos, hasta reuniones sociales con familiares y amigos y actividades físicas como el baile.
Consejos para cuidar a una persona con demencia senil.
Para ayudarte más concretamente a manejar los desafíos de la demencia y saber cómo podemos actuar como cuidadores ante esta situación, te dejamos una serie de pasos a seguir para que el cuidado de una persona mayor con demencia senil sea más sencilla:
Informar a los familiares o personas cercanas sobre la enfermedad.
Una vez que tengamos un diagnóstico oficial de la enfermedad, es recomendable que todo el entorno de la persona afectada esté al tanto de ello para que puedan entender y aceptar los cambios que la demencia puede acarrear.
Ser paciente y mantener la calma.
Como ya hemos mencionado, la dependencia del enfermo de demencia se irá perdiendo a medida que avanza la enfermedad, y en este proceso de pérdida de autonomía es posible que el anciano se sienta frustrado y vulnerable, y que responda con cambios de comportamiento y en el estado de ánimo.
En el caso de que tu ser querido dependiente no viva contigo, es recomendable que las visitas se produzcan de manera asidua y, en lo posible, siguiendo un calendario en el que los familiares y amigos, se repartan los días y horas para seguir una rutina.
Establecer rutinas, hábitos y visitarlos de forma asidua
Hábitos bien establecidos y consolidados son imprescindibles para ralentizar el progreso de la demencia.
En lo posible, debemos intentar reducir los cambios de rutina, en general, cualquier cambio que afecte la vida diaria del anciano.
Actividades y salir de casa.
Mantener una vida social activa es muy beneficioso para la salud en general, pero en el caso de las personas mayores y/o con demencia, es casi imprescindible que no se pierdan los vínculos sociales con familiares y amigos.
En este sentido, también es importante que tu ser querido dependiente con demencia, no pierda el contacto con el exterior.
Incluir un paseo en su rutina diaria, es también muy beneficioso para su salud.
Estimula su desarrollo cerebral
Uno de los principales cuidados para otorgar a un ser querido con demencia senil, es el de ayudarle a realizar ejercicios que refuercen su memoria y agilidad mental, para ralentizar el deterioro cognitivo.
Algunas actividades que mejoran la memoria, la atención o el lenguaje son:
Pasatiempos, como los crucigramas y los sudokus.
Juegos de memoria, como las parejas.
Retos intelectuales, como adivinanzas o acertijos.
Relato de cuentos.
Pintar mandalas.
Actividad física, como el baile.
Reuniones sociales.
Cómo calmar una persona con demencia senil agresiva
Ya hemos mencionado que la demencia puede traer consigo cambios de comportamiento o alteración del estado de ánimo, así como un aumento de las conductas agresivas.
La agresividad en ancianos es una de las consecuencias más habituales de la demencia, como respuesta a la ira, al miedo y a la desconfianza.
Por eso, es posible que si cuidas a alguien con demencia hayas vivido algún episodio de violencia física o verbal.
Estos son algunos consejos para intentar calmar la agresividad de una persona con demencia senil:
Evitar la confrontación.
Identificar el motivo desencadenante.
Averiguar qué está causando la ira en el anciano, miedo o desconfianza, y evita aquello que produce la reacción agresiva.
Procurar un entorno agradable.
Intentar hacer sentir cómodo al anciano, resultará de gran ayuda para que se calme, por ejemplo, utilizando un tono de voz tranquilo, explicándole con paciencia lo que estás haciendo, o informándole quiénes son las personas que están a su alrededor.
La demencia senil deteriora y disminuye la capacidad de pensar con lógica, por lo que discutir o intentar razonar con una persona con demencia hará que se sienta mal, aumente su frustración y con ello las probabilidades de un episodio de ira y agresividad.
Musicoterapia.
Las terapias artísticas son un tipo de estimulación cognitiva que pueden ayudar a sobrellevar los efectos de la demencia y a retrasar algunos síntomas.
Concretamente, el poder de la música reside en que, además de reducir el estrés y la ansiedad, si acudimos a canciones o melodías que nuestro ser querido pueda relacionar con un momento o estado de ánimo feliz, no sólo le estaremos transmitiendo confort, sino que estaremos trabajando sus habilidades cognitivas.
Distraerlo y redirigir su atención hacia otro lado.
Lo que a ti te parece un detalle aparentemente insignificante, para una persona con demencia puede derivar en un estallido de enfado.
Así que si presientes que el paciente está frustrado por algo, trata de que pierda el foco en ello e intenta llevar su atención hacia hechos o conversaciones que le hagan sentir bien y en calma.
Evitar cambios en su rutina
En algunos casos, puede que el origen de su agresividad se encuentre en haber experimentado algún tipo de cambio recientemente.
Y es que, tal y como hemos mencionado, las rutinas son importantes para los pacientes de demencia.
Por eso, en la medida de lo posible, debemos intentar reducir los cambios de rutina, de vivienda y en general cualquier cambio que pueda afectar al anciano con demencia.
Demencia senil
en ancianos de 90 años
La demencia senil afecta con mayor gravedad a los ancianos mayores de 90 años, pues suelen encontrarse en las fases más avanzadas y más severas de la enfermedad y del deterioro cognitivo.
Por ello, la demencia en mayores de 90 años suele causar el grado de dependencia más alto contemplado en la escala de la Ley de Dependencia, ya que a esas edades la mayoría de los ancianos han perdido mucha autonomía y necesitan el apoyo, ayuda o vigilancia continua de otra persona.
En ancianos con demencia mayores de 90 años, es habitual que también hayan perdido la capacidad para tomar decisiones, momento en el que es recomendable la actuación judicial para determinar su incapacitación legal y asignarle un tutor legal que tome las decisiones en su lugar.
Cómo gestionar las emociones al cuidar una persona con demencia senil.
El cuidado de la demencia senil suele venir acompañado de una serie de emociones difíciles de gestionar, especialmente cuando se trata de un familiar, ya que la persona puede dejar de reconocernos y cambiar por completo su personalidad, desarrollando nuevas conductas a menudo negativas hacia nosotros.
Esto nos genera emociones de tristeza o de pérdida, experimentando un proceso similar al del duelo.
Es normal que estas emociones nos afecten, por lo que no debemos negarlas, sino asimilarlas y comprenderlas para cuidar también de nosotros mismos.
Estos son algunos consejos para gestionar las emociones que produce cuidar a alguien con demencia senil:
Asistir a terapia de grupo con personas en la misma situación. Implicar a todos los familiares en el cuidado del enfermo.
Evitar y reducir situaciones de estrés o que nos pueden sobrepasar. Tomarse un tiempo para uno mismo.
Estar bien y saludable para cuidar a personas dependientes.
No aislarse. Pide ayuda a familiares o a profesionales si es necesario.
¿Por qué alguien necesitaría una cama clínica en casa?
Es algo que la mayoría de la gente aparta de su mente, pero el hecho es que la mayoría de las personas pueden beneficiarse realmente de tener una cama clínica.
La cuestión es cuándo y en qué circunstancias se debe comprar una cama clínica para el hogar.
Además de las cuestiones obvias como la fase de la enfermedad o la lesión, el nivel de comodidad personal y la orientación de su asesor médico, hay muchas cosas que hay que tener en cuenta.
Por qué necesitaría alguien una cama de hospital en casa?
¿Cuándo debo conseguir una cama de hospital para mi ser querido?
El término «cama clínica» puede sonar a esterilidad e incomodidad para algunas personas, pero estas ideas se basan en conceptos anticuados.
Las camas de hospital han cambiado mucho a lo largo de los años, y son herramientas valiosas para quienes siguen una estancia en un centro médico o necesitan mejorar su forma de vida.
Muchas camas clínicas disponibles para el hogar están diseñadas para parecerse a las camas normales, ¡pero tienen muchas más características!
Las camas clínicas son ideales para el descanso y la relajación en casa.
“Cuando un ser querido ha tenido una estancia en el hospital, y necesita adaptarse al cambio de estilo de vida, una cama de cuidados adecuados puede mejorar su independencia, recuperación y calidad de vida”.
La posibilidad de ajustar las rodillas y el cabezal mejora el apoyo a la incontinencia, mientras que las barandillas de asistencia ayudan a los cuidadores a gestionar el cuidado personal de forma que el paciente se sienta mucho más cómodo.
La mejora de la limpieza favorece la salud de la piel, minimizando el riesgo de escaras e infecciones del tracto urinario.
Lascamasdehospital sonperfectaspara quienestienen problemasde movilidad.
Amedidaqueenvejecemos, levantarnosdelacamapuede resultarmásdifícil.Ysinotaqueun parienteancianoounserquerido pierdesufacilidaddemovimiento, considereunacamaclínica.
Muchos médicos mencionan esto, como una consideración durante una revisión o después de una estancia prolongada en el hospital.
Si va a comprar una cama especializada para un familiar anciano o un ser querido, consulte siempre con él antes de invertir en esta pieza de equipo médico.
Aunque pasar de una cama grande a una cama de hospital puede parecer un ajuste importante, el tamaño y la posición de la cama hacen que las maniobras en la habitación sean mucho más seguras.
Comprobará que la mayoría de las personas que necesitan estas camas están deseando disfrutar de la comodidad y la relajación de los distintos modelos disponibles.
Las ventajas de tener diferentes opciones de camas de hospital.
Los modelos de hospital son mucho más adecuados para las necesidades de confort de los pacientes en recuperación que las camas normales. Sin embargo, no todas las personas que se benefician de una cama asistencial tienen las mismas necesidades de confort, por lo que puede ajustar la cama y sus características para que se adapten a sus necesidades particulares.
Una de las ventajas que tienen las camas clínica con respecto a las camas domésticas ordinarias es que se puede ajustar su altura, así como la cabecera y los pies de la cama.
Muchos pacientes que están despiertos en la cama prefieren elevar la cabeza, los pies y las rodillas por razones terapéuticas y de comodidad.
Cuando duermen, muchos pacientes necesitan una superficie plana y nivelada para conseguir el descanso que necesitan; cuando descansan despiertos, pueden ajustarse a una posición sentada para leer o ver la televisión.
Los distintos modelos aportan diferentes configuraciones para el ajuste de la postura.
Hoy en día existe una amplia gama de camas clínica, todas ellas con diferentes estilos, diseños y características para adaptarse a una amplia gama de presupuestos.
Aunque casi todas las camas de hospital pueden ofrecer cierta comodidad y alivio, las camas menos caras suelen renunciar a algunas de las características de seguridad, estilo y posicionamiento avanzado.
Añadir equipos de atención domiciliaria a una cama clínica.
Las camas clínicas, hoy en día son lujosas y permiten una recuperación más cómoda, un mejor sueño y una sensación más hogareña. Una de las formas de hacerlo es acomodando una amplia gama de equipos de atención domiciliaria, desde extensiones, hasta cómodas luces de lectura, los accesorios pueden hacer que la cama sea una pieza de equipo médico que nunca se sienta como tal.
También pueden albergar más suministros sanitarios y de apoyo. Por ejemplo, las barandillas de asistencia para camas clínicas ayudan a las personas con problemas de movilidad a entrar y salir de la cama y las protegen de rodar por los lados.
Se añaden otras a lo largo del marco de la cama, y obtener una mayor cobertura, y las piezas del equipo de cuidados son grandes recordatorios para personas que necesitan ayuda, para entrar y salir de la cama.
Los clientes pueden acoplar una barra de ayuda para el trapecio superior para obtener ayuda adicional cuando deban reposicionarse en la cama.
¿Vale la pena comprar una nueva cama de hospital para el hogar?
Dado que los armazones de las camas clínicas tienen piezas intrincadas y componentes electrónicos, no debe comprar una de segunda mano.
L l h d b d d b i
Operación y mantenimiento de una cama clínica.
Mantener una cama clínica en óptimas condiciones es crucial para asegurar la comodidad y seguridad del paciente.
Aquí te ofrecemos una guía detallada con consejos prácticos para el mantenimiento y cuidado de la cama clínica en el hogar:
1. Limpieza Regular.
Es esencial limpiar la cama clínica regularmente para evitar la acumulación de polvo, bacterias y otros patógenos. Usa un paño húmedo con un detergente suave para limpiar todas las superficies, incluyendo el colchón, las barandillas y los controles. Asegúrate de secar bien las partes metálicas para prevenir la oxidación.
2. Inspección de las Partes Móviles.
Verifica periódicamente las partes móviles de la cama clínica, como los mecanismos de ajuste de altura y posición.
Asegúrate de que no haya piezas sueltas o desgastadas. Lubrica las partes móviles según las recomendaciones del fabricante para garantizar un funcionamiento suave y sin problemas.
3. Revisión de las Barandillas de Seguridad.
Las barandillas de seguridad son fundamentales para evitar caídas y accidentes.
Inspecciona las barandillas regularmente para asegurarte de que estén firmemente sujetas y en buen estado. Reemplaza cualquier pieza dañada o desgastada de inmediato.
4. Mantenimiento del Colchón.
El colchón de la cama clínica debe mantenerse limpio y en buenas condiciones. Utiliza fundas impermeables y lavables, como Soleras Clinicas, para proteger el colchón de líquidos y manchas. Voltea y rota el colchón periódicamente para evitar deformaciones y asegurar una distribución uniforme del peso.
5. Comprobación de los Controles Electrónicos
Si la cama clínica tiene controles electrónicos, revisa regularmente que todos los botones y funciones estén operativos. Cambia las baterías de los controles remotos cuando sea necesario y mantén los cables en buen estado, sin torceduras ni daños.
6. Capacitación para los Cuidadores.
Asegúrate de que todos los cuidadores y familiares que utilicen la cama clínica estén bien informados sobre su funcionamiento y mantenimiento.
Una capacitación adecuada puede prevenir errores y garantizar un uso seguro y eficiente de la cama.
7. Programación de Mantenimientos Profesionales.
Considera programar mantenimientos periódicos con profesionales especializados.
Ellos pueden realizar una revisión completa de la cama clínica, identificar posibles problemas y realizar reparaciones necesarias, garantizando así un funcionamiento óptimo.
El mantenimiento y cuidado adecuado de la cama clínica es esencial para asegurar la comodidad y seguridad del paciente. Siguiendo estos consejos, puedes prolongar la vida útil de la cama y mantenerla en perfectas condiciones.
Cómo sobrellevar el cáncer en familia
En la mayoría de casos, la familia es el principal apoyo de un paciente de cáncer.
El cariño, el esfuerzo y el tiempo invertidos en el paciente son vitales para el enfermo.
El diagnóstico de cáncer supone un gran impacto para toda la familia.
A todos los miembros se les presentan numerosos cambios, decisiones y sentimientos que alteran la rutina.
Cada persona puede atravesar este proceso de forma totalmente distinta.
Tanto para el paciente, como para la familia resulta difícil hablar de cáncer.
Nadie quiere hacer sufrir al resto de miembros de la familia, pero todos tienen sus preocupaciones.
Es normal que los familiares se encuentren confusos acerca de cómo cuidar al enfermo, qué aconsejar o cómo hablar de sus miedos.
Contar con la ayuda de un psicooncólogo puede ayudar al paciente a abordar esta situación de forma más fácil.
Para el paciente, es fundamental poder expresar sus sentimientos a sus familiares más cercanos.
o modo, la familia debe respetar sus deseos si éste no se siente para hablar.
icación con los familiares ayudará que entiendan cómo se paciente y les permitirá ayudar y sentirse útiles durante la ad.
Cómo contarle a mis hijos que tengo cáncer.
Ante el diagnóstico de cánceres comprensible que el paciente quiera proteger a su familia de cualquier sufrimiento, especialmente a los niños. Sin embargo, ocultar el cáncer o intentar no hablar de ello puede conseguir que se sientan peor.
La forma en que los hijos afrontan la enfermedad depende en gran medida de cómo la afronta el paciente y otros familiares cercanos. Los niños pueden presentar reacciones muy dispares: algunos se encuentran muy preocupados y tristes, algunos pueden hacer como si no pasara nada. Incluso, en el caso de los más pequeños, pueden sentirse culpables.
En este caso es muy importante hacerles saber que nada de lo que hayan hecho ha causado la enfermedad.
Si los hijos son pequeños es fundamental hablar con ellos. Los niños perciben que "pasa algo" y, especialmente en estas circunstancias, necesita que sus padres le tengan en cuenta.
Muchas veces los niños se adaptan a las circunstancias mejor que los propios adultos.
Los padres deben estar preparados ante la posible pregunta: "¿te vas a morir?", que los pequeños pueden expresar con naturalidad.
A la hora de dar una respuesta, se debe considerar su madurez y el momento en que formulen esta pregunta (la inminencia o no de la muerte).
En el caso de los adolescentes es necesario que sepan qué está pasando, ya que viven en una etapa de cambios y confusión.
Las reacciones pueden ser muy distintas: rebeldía, responsabilidad, miedo, aislamiento, vergüenza…
Es aconsejable acercarse a ellos, pero también darles espacio para procesar sus emociones, pues necesitan su independencia.
Afrontar
el cáncer en pareja.
El cáncer tiene un fuerte impacto en las relaciones de pareja.
Seguramente buscarán información acerca del cáncer en Internet, por lo que es importante responder a sus dudas y recordarles que no todo lo que se lee en la red es cierto.
Podemos sugerirles algunas fuentes fiables.
Además, aunque sea complicado, conviene mantener las reglas en casa: de lo contrario, podrían buscar refugio en compañías o hábitos que no les convienen.
Para algunos, enfrentar juntos este momento fortalece la relación, pero en otros casos el cansancio, el vaivén de emociones y el estrés provocados por el cáncer puede suponer un empeoramiento de problemas existentes.
En la mayoría de los casos, cada miembro de la pareja se ocupa de determinadas tareas.
Posiblemente, el paciente de cáncer tendrá que dejar de hacer algunas de estas tareas durante su enfermedad.
Hablar de ello es importante para evitar que el paciente se sienta frustrado.
A pesar de que puede ser complicado, también es aconsejable aceptar la ayuda que ofrecen amigos y familiares.
“La pareja del paciente con cáncer debe mostrar empatía ante las necesidades emocionales cambiantes que acompañan al tratamiento del cáncer”.
No obstante, también es importante contar con alguien con quien poder expresar sus sentimientos sin sentirse culpable.
Esta persona podría ser un amigo de confianza o si es necesario, un psicooncólogo.
A menudo, el cáncer cambia los planes en una familia.
Cosas que parecían importantes antes del diagnóstico, pueden pasar a un segundo plano dando lugar a nuevas prioridades, como disfrutar de más tiempo en familia.
Es recomendable "pausar" algunos planes de futuro, sin paralizarlos por completo, para mantener las expectativas de forma positiva.
Cómo elegir una silla de ruedas
Para muchas personas, una silla de ruedas bien elegida puede marcar la diferencia entre pasar el día confortablemente o a disgusto.
¿Tú o alguien de tu entorno debe estar en silla de ruedas?
Aclara lo que necesitas.
Antes de pensar siquiera en si debes comprar o alquilar, o bien elegir entre los diferentes modelos de sillas manuales o eléctricas, o entre los distintos accesorios, hazte al menos tres preguntas:
¿Para quién va a ser esa silla?
¿Cómo se va a utilizar?
¿Dónde se va a usar?
La elección de una silla de ruedas debe ser siempre personal.
No hay sillas universalmente recomendables, de hecho, muchos usuarios precisan más de una según la ocasión.
Para quién va a ser la silla de ruedas.
Estos son algunos de los puntos en los que conviene pensar para encontrar una silla que se adapte a la persona que vaya a usarla:
Sus características antropométricas: altura, peso, longitud de las piernas y brazos...
Sus limitaciones físicas o cognitivas: ¿Puede caminar trayectos cortos? ¿Tiene fuerza en los brazos?
¿Sería un problema para ella accionar los mandos de una silla eléctrica?
No hay sillas universalmente recomendables, de hecho, muchos usuarios precisan más de una según la ocasión.
Para quién va a ser la silla de ruedas.
Estos son algunos de los puntos en los que conviene pensar para encontrar una silla que se adapte a la persona que vaya a usarla:
Hay sillas de distintas tallas o con partes que pueden ajustarse a las medidas individuales.
Si una persona, por ejemplo, sufre algún deterioro cognitivo o le faltan reflejos, no es seguro para ella ni para los demás que accione los mandos de una silla eléctrica.
Su silla debería ser manual o tener soporte eléctrico al servicio del acompañante.
Si el usuario va a depender de un acompañante o cuidador para propulsarse o moverse con la silla, también conviene considerar las características de esa persona. Por ejemplo, una persona alta que lleve una silla pequeña cuyas empuñaduras no sean regulables en altura, tendrá que ir encorvada y se resentirá físicamente.
¿Cómo y dónde se va a usar la silla de ruedas?
No pases por alto características de la silla como el peso, las dimensiones o si se puede plegar:
El tamaño debe permitirte atravesar puertas, subir al ascensor, moverte dentro del baño o de tu habitación, etc. Si tomas medidas de tu casa o del espacio donde te vayas a mover habitualmente, será más fácil encontrar un modelo que se adapte a esas condiciones.
Piensa también en el peso si tienes que izarla para meterla en el maletero de un coche, si vas a subir y bajar bordillos solo con la fuerza de los brazos…
Aunque también hay modelos eléctricos preparados para subir bordillos.
Precisamente para cargarla en un vehículo o dejarla recogida
en casa y que ocupe poco, puedes necesitar que se pliegue con facilidad.
En qué fijarse al elegir una silla de ruedas
Aparte de fijarte en las carácterísticas y detalles de la silla de ruedas. pide que te dejen probarla. Así tendrás una idea más clara de si resulta cómoda y fácil de manejar.
Presta atención a estos once puntos:
1. Asiento.
Las sillas tienen tallas para toda clase de personas, incluidos niños o adultos XXL. Algunas, además, tienen reglajes extra para modular la anchura y la profundidad. Si eliges una silla más pequeña de lo que
necesitas, puedes acabar notando incomodidad y dolor.
“Si es más grande, irás mal sujeto y necesitarás afianzarte con cojines”.
2. Chasis.
Puede ser de acero o de aluminio, que es más ligero y hace la silla más fácil de maniobrar.
Para comprobarlo conviene también probar el saliente trasero que el acompañante pisa para hacer palanca y salvar pequeñas alturas.
También hay modelos más livianos, de titanio y fibra de carbono, pero no están cubiertos por el sistema nacional de salud.
3. Reposapies.
Algunos son como una bandeja corrida única, cuya ventaja es la estabilidad. Los reposapiés separados corren el riesgo de desajustarse con el uso y abrirse más de la cuenta o vencerse.
Pero tienen la ventaja de que pueden levantarse y apartarse fácilmente si uno se quiere levantar, sentar o autopropulsar con los pies.
4. Ruedas.
A menudo, las ruedas delanteras son pivotantes (giran 360 º sobre su eje), para marcar el rumbo, y las traseras, fijas para seguirlo. Existen ruedas neumáticas, que mejoran la amortiguación, pero pueden pincharse y dejar al usuario en un brete.
Las ruedas macizas son más sufridas y adecuadas para exteriores.
En cuanto a las ruedas traseras, pueden ser mayores que las delanteras, lo que facilita subir y bajar peldaños.
A veces, no hacen un ángulo recto con el suelo sino que se abren en caballete, dificultando el vuelco. Algunas pueden desencajarse presionando un botón central, a fin de guardar la silla en el maletero, etc.
5. Empuñaduras.
Están al servicio del acompañante y si pueden regularse en altura le ayudarán a encontrar la mejor postura para empujar. Pueden incorporar frenos, lo que resulta de ayuda cuando, por ejemplo, se camina cuesta abajo. Aparte, siempre hay unos frenos a disposición de quien va sentado.
6. Reposabrazos.
Los hay fijos y también abatibles, lo cual tiene muchas ventajas, pues una vez quitados de en medio es más fácil acercarse a las mesas o cambiarse de la silla a otra superficie diferente.
Los paneles laterales protegen la ropa de salpicaduras proyectadas por las ruedas cuando llueve.
7. Aros de empuje.
Los tienen las sillas “autopropulsables”. Permiten desplazarse usando solo los brazos y las manos. Aumentan notablemente el ancho de la silla, pero hay modelos en los que se desencaja la rueda y el aro, al tiempo que la silla pasa a apoyarse en unas ruedas auxiliares más pequeñas para que la silla se estreche pero siga siendo operativa.
8. Plegado.
Hay sillas rígidas, de una pieza, y otras que se pliegan para poder guardarse o transportarse mejor.
A veces el plegado se consigue con asientos y respaldos flexibles que se doblan por la mitad, y otras veces abatiendo el chasis gracias a cierres de tipo tijera.
Pruebe el sistema en la tienda para ver si es sencillo de manejar.
9. Dimensiones.
Piensa en por dónde tiene que pasar la silla de ruedas y mide el ancho del marco de todas las puertas de tu casa, así como el ancho y el fondo del ascensor si vives en un piso, los huecos o zonas de paso frecuentes: entre los sanitarios del baño, alrededor de la cama, etc.
De nada te servirá una silla muy sofisticada si no entra por las puertas de su casa o en el ascensor de tu edificio.
10. Peso.
Muy importante para aquellos momentos en los que tengas que izar o inclinar la silla. Por ejemplo, para transportar la silla en el maletero del coche o para salvar un escalón.
¿Podrías hacerlo sin ayuda?
¿Quién suela acompañarte tendrá fuerza para levantar ese peso?
Las eléctricas, por la batería y el motor suelen ser las más pesadas.
11. Accesorios.
Hay una gran variedad: portamuletas, correajes de sujección, reposacabezas, cestillos, bandejas, cojines de posicionamiento...
Elije los que realmente necesites en tu día a día. Por ejemplo:
¿Te interesa acoplar un motor por delante (tipo handbyke) o por detrás para convertir tu silla manual en un vehículo eléctrico?
Para qué sirve el colchón antiescaras.
A estas alturas todos sabemos lo importante que es dormir bien para garantizar una buena salud y para poder tener un buen rendimiento diario.
Aunque dormir entre 7 y 9 horas al día parece poco, si sumamos todas las horas de sueño que dormimos a lo largo de nuestra existencia, podemos decir que pasamos casi un tercio de nuestra vida descansando sobre el colchón de nuestra cama.
Por este motivo, los especialistas en descanso solemos subrayar la importancia de contar con un buen colchón para poder disfrutar un descanso de calidad y evitar que nuestra salud se resienta a corto, medio y largo plazo.
Y es que un descanso insuficiente o de mala calidad puede tener consecuencias negativas para nuestro cuerpo a nivel físico y mental, como.
Por ejemplo, podemos desarrollar dolores y lesiones en la columna vertebral, en el cuello o en las articulaciones, pero también trastornos psicológicos derivados del estrés de no poder descansar bien, como, por ejemplo, ansiedad o depresión, entre otras dolencias psicológicas.
Por ello, es de vital importancia contar con un buen colchón que nos ayude a descansar bien por las noches.
Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de que existen modelos específicos para cubrir necesidades muy concretas, como, por ejemplo, el colchón antiescaras, del que vamos a hablar en este artículo y que puedes encontrar en nuestro catálogo de colchones ortopédicos.
QUÉ ES UN COLCHÓN ANTIESCARAS.
Un colchón antiescaras es un tipo de colchón que se ha diseñado específicamente para prevenir la formación de escaras o llagas en aquellas personas que deben permanecer acostadas durante periodos de tiempo muy largos. Es decir, aquellas personas que sufren alguna enfermedad que les impide levantarse o moverse o aquellas personas que se encuentran tumbadas durante mucho tiempo por estar recuperándose de una lesión o que se enfrentan a múltiples cirugías debido a una enfermedad o accidente.
¿PARA QUÉ SIRVE UN COLCHÓN ANTIESCARAS?
Como ya hemos comentado más arriba, la principal función del colchón antiescaras es evitar la aparición de escaras o úlceras por presión en la piel de aquellas personas que deben permanecer en cama durante mucho tiempo. Este tipo de lesiones se producen cuando una parte del cuerpo se ve sometida constantemente a una presión constante de manera sostenida en el tiempo.
Estas heridas pueden llegar a ser muy dolorosas y ser muy difíciles de sanar. Asimismo, existe el riesgo derivado de desarrollar infecciones por lo que lo más recomendable es tratar de evitar que aparezcan utilizando un colchón antiescaras que elimine los puntos de presión sobre el cuerpo y, así, eliminar la fricción sobre la piel que produce estas peligrosas escaras o úlceras por presión. Así que, si te preguntabas sobre el colchón antiescaras y para qué sirve, estas son las principales funcionalidades.
CUÁL ES LA FUNCIÓN DEL COLCHÓN ANTIESCARAS.
Si te preguntas sobre cuál es la función del colchón antiescaras o cómo funciona, podemos decir que se trata de una especie de herramienta o método de prevención para evitar la formación de heridas en la piel.
Esto es posible gracias a que consigue distribuir de forma equilibrada el peso del cuerpo para evitar los puntos de presión sobre el mismo que puedan dañar la piel.
Sin embargo, tienen más de una función, ya que también ayudan a mejorar la circulación de la sangre y a mantener una piel más saludable.
Si nos ponemos un poco más técnicos, podemos decir que estos colchones cuentan con una serie de celdas de aire que se van inflando y desinflando de forma alterna debido a que cuentan con un sistema de presiones, pero también pueden ser de agua, de espuma viscoelástica, de gel e incluso híbridos.
No obstante, los de agua son los que menos se recomiendan para aquellos pacientes que ya han desarrollado escaras o llagas en alguna parte del cuerpo.
Gracias a estos colchones es posible modificar de forma constante los puntos de presión del cuerpo, así como mantener una correcta distribución del peso.
De esta manera, se puede evitar que se ejerza presión en una sola zona durante demasiado tiempo y se produzcan úlceras en la piel.
QUÉ TIPOS DE COLCHONES ANTIESCARAS EXISTEN.
COLCHÓN
ANTIESCARAS DE AIRE O DE PRESIÓN ALTERNA
Anteriormente ya hemos visto que gracias a la función del colchón antiescaras de aire estos cuentan con un sistema de celdas de aire que se van inflando y desinflando con la intención de distribuir el peso del cuerpo a lo largo y ancho de su superficie. De esta manera, consiguen eliminar los puntos de presión. Por este motivo, los colchones antiescaras de aire resultan ideales para aquellas personas que necesitan permanecer acostados durante largos periodos de tiempo.
COLCHÓN ANTIESCARAS DE ESPUMA VISCOELÁSTICA
Otro tipo de colchones antiescaras son los de espuma viscoelástica.
Gracias a la aplicación del material viscoelástico, este tipo de colchones se pueden adaptar perfectamente a la forma del cuerpo de la persona que debe permanecer tumbada durante mucho tiempo.
De esta manera, es posible reducir los puntos de presión en las zonas de riesgo de aparición de escaras o ulceraciones.
COLCHÓN ANTIESCARAS DE GEL.
Este tipo de colchones cuentan en su interior con una capa de gel que se va adaptando a la forma del cuerpo y distribuye el peso de manera equilibrada conforme el paciente se va moviendo.
Son uno de los modelos que más pueden ayudar a prevenir la aparición de escaras y, además, también ayudan a regular la temperatura del cuerpo. Por ello, son uno de los más recomendados del mercado.
Para concluir, podemos decir que el colchón antiescaras es una herramienta muy importante que puede servir para prevenir la aparición de escaras en aquellas personas que deben permanecer acostadas durante mucho tiempo por enfermedad o accidente.
Además, este tipo de colchones también contribuyen a mejorar la circulación sanguínea y a garantizar un descanso mucho más cómodo y reparador.
Por este motivo, no dudes en recomendar este tipo de colchón a aquellas personas que lo pueden necesitar y, aprovechando sus ventajas, podrán mejorar su calidad de vida y su salud.