2 minute read
Introducción
by haciendoEc
Dos derechos, dos ciudades, dos personas que administran justicia. Un mismo artículo y dos interpretaciones diametralmente opuestas se develan cuando se exige la equidad de género para ejercer y participar en igualdad de condiciones en
(GAD) en el país. Pero, ¿qué entiende el juez de Cuenca, por un lado, y la jueza de Quito, por otro, sobre el artículo 317 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización que señala que se procederá a elegir a la segunda autoridad del ejecutivo (vicealcaldía), de acuerdo con el principio de paridad entre mujeres y hombres, y, sobre todo, de las palabras en donde fuere posible? El primero
Advertisement
Nos referimos a la elección de vicealcaldías en dos ciudades del país. De una parte,
local. Esta situación, más política que jurídica, nos llevó nuevamente al debate sobre la gobernabilidad y la representatividad. Sin duda, la dinámica política y social avanza más rápido que las leyes. Por tanto, luego de esta disputa pública y mediática, la Asamblea Nacional, con gran acierto, decidió que para el 2023 los binomios que postulen a las alcaldías sean conformados con alternancia entre hombres y mujeres. Lo propio ya se encontraba vigente para la elección de prefecturas y viceprefecturas. Como corresponde, según la norma jurídica, las dos sentencias fueron apeladas y las decisiones en segunda
Luego de dos décadas de estudio sobre la caída de las democracias en Europa y América Latina, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt (2018), profesores de la Universidad de Harvard, exponen en su libro ¿Cómo mueren las democracias?, que la democracia real en nuestros países es frágil, es imperfecta, es el discurso de todos y la
cuando los demás principios no funcionan, entre ellos el de la paridad de género, no solo en la postulación de las listas electorales sino en la votación y, más aún, en el gobierno.
Es real que hay mujeres que han alcanzado los cargos más altos de poder y responsabilidad rompiendo todas las barreras establecidas. No hay duda de que algo ya cambió en el mundo, gracias a la fuerza activa e imparable para defender sus derechos. Algunas han liderado grandes reivindicaciones, otras han dejado su vida en el intento; unas han liderado una organización internacional y otras hasta una nación. En nuestro país han llegado a los cargos más altos en las funciones Ejecutiva, Legislativa, Judicial, Electoral y de Transparencia y Control Social, pero muy pocas han llegado a ser alcaldesas y prefectas. Ellas han sido pioneras y han marcado un antes y un después en la agenda pública y política. 111