3 minute read

Conclusiones Los caminos hacia la igualdad dejan retos y compromisos por cumplir

Next Article
Anexo 1

Anexo 1

CONCLUSIONES

Los caminos hacia la igualdad dejan retos y compromisos por cumplir

Advertisement

Convirtamos las quejas en vindicaciones, las protestas en objetivos, y tengamos presente siempre lo que el pasado nos debe y lo que nosotras debemos al porvenir. Amelia Valcárcel, 1998.

A partir de lo expuesto, se evidencia que los avances normativos a los cuales se ha hecho mención a lo largo del documento y que han permitido realizar este recorrido a favor del reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres, no son sino el resultado de una lucha histórica por la reivindicación de sus derechos.

Existe un largo camino por recorrer en la implementación práctica del principio de igualdad y no discriminación, y paridad de género como una herramienta para implementarlo en todas las esferas, y que para ello se necesita de un trabajo conjunto y sin tregua de quienes ejercen incidencia social en política pública y en normativa. Ha quedado evidenciado, una vez más, que quienes históricamente han controlado ciertos espacios de poder no están dispuestos a declinar sus intereses, por ello la importancia de continuar aunando esfuerzos en esta lucha por el respeto, la igualdad y no discriminación en todos los ámbitos de la vida pública y privada. En este sentido, la lucha debe estar encaminada a derrumbar los cimientos del patriarcado, la heteronorma y la blanquitud en el ámbito político y sus prácticas.

nombramiento de las vicealcaldías, de ahí que la presentación de acciones de protección a lo largo del país, en pos de su reconocimiento se tornó imperativa.

sobre el enfoque de derechos aplicado por juezas y jueces, lo cual se ha demostrado claramente en el análisis hecho en esta publicación.

Como Institución Nacional de Derechos Humanos consideramos que el trabajo realizado, si bien ha mostrado las raíces de un sistema patriarcal y heteronormado, donde persisten prácticas discriminatorias por razón de género, también ha evidenciado el compromiso de muchas personas y colectivos que se sumaron a esta lucha a escala nacional, principalmente personal del servicio público y concejalas y concejales, quienes nunca dejaron de creer y no descansaron hasta el planteamiento de la última demanda. Y es precisamente por toda la gente que nunca dejó de luchar y, claro está, en atención al mandato constitucional, la Defensoría del Pueblo continuará vigilante, realizando todas las acciones que correspondan hasta lograr que este anhelo se convierta en una realidad.

La responsabilidad histórica de establecer criterios para la aplicación de la paridad de género está hoy en manos de la Corte Constitucional, por ello nuestro llamado para que en atención a sus atribuciones y competencias se pronuncie conforme a los mandatos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales para el efecto. 129

Los derechos de participación no pueden ser interpretados de manera aislada, deben ser aplicados a partir de una revisión integral de la Constitución que reconozca la transversalidad del principio y el derecho a la igualdad y no discriminación. Para acceder a un cargo público de elección popular, en ejercicio del derecho de

y por ende disciminatorios, en perjuicio de las mujeres. El COOTAD contempla la exigencia de respetar la paridad de género al integrar los GAD, no hacerlo implicaría no solamente una violación a los derechos de participación pública y política de las mujeres y al derecho a la igualdad, sino además el incumplimiento de una

Es lamentable ver cómo todavía se necesita acudir a demandas judiciales para que se haga justicia y se cumplan los principios que están determinados en la Constitución. Y, más lamentable aún, que estos principios no sean garantizados por juezas y jueces.

Ante esta situación es imperativa la actuación de la justicia constitucional.

Merece terminar estas conclusiones retomando el concepto de representatividad como el único mecanismo de la democracia efectivo para incluir a las mujeres en los espacios de poder y toma de decisiones, si son el 50 % de la población, no un “sector”, entonces deberían estar representadas en la misma cantidad en todos los espacios, logrando de esta forma avanzar hacia una paridad real, una democracia sustantiva.

This article is from: