El monitoreo de la violencia política de género en Ecuador

El monitoreo de la violencia política de género en Ecuador

Desde la Fundación Haciendo Ecuador, impulsamos y desarrollamos el monitoreo de la violencia política de género en las redes sociales Twitter y Facebook; en los medios de comunicación locales: prensa escrita, radio y televisión; y en los entornos más próximos en donde nuestras lideresas ejercen sus cargos. Mediante el monitoreo analizamos la violencia contra 34 lideresas ecuatorianas, 15 de ellas dignatarias de gobiernos locales que han sido elegidas por votación popular. Empleamos un estudio y línea metodológica que han sido aplicados en países como Estados Unidos, Argentina, Colombia, Perú y Chile. La metodología incluye cuatro tipos de sesgos o estereotipos de género, expuestos por la feminista Virginia García Beaudoux, junto a Orlando D’Adamo y Marina Gavensky, en su investigación sobre Una tipología de los sesgos y estereotipos de género en la cobertura periodística de las mujeres candidatas (2018), y que son:

1. Estereotipo que enfatiza el papel de madres y los aspectos de la vida doméstica y privada de las candidatas. Este sesgo de género o estereotipo está presente si en el comentario analizado se encuentran uno o más de los siguientes indicadores:

a. Mención de los hijos (o ausencia de hijos) o grupo familiar de la política; b. Mención de su papel como madre, esposa, ama de casa; c. Mención de su pareja (o ausencia de pareja), de su estado civil, o de su situación sentimental; d. Mención de sus costumbres domésticas o rutinas cotidianas.

2. Estereotipo que explica las carreras políticas, los logros y los méritos de las . Este estereotipo está presente si se encuentran uno o más de los siguientes indicadores:

a. Alusiones directas al papel de sus esposos en el empoderamiento o éxito de esas mujeres; b. Sus padres; c. Otros hombres mentores con trayectoria de sus partidos políticos, de otras esferas de la política, o del mundo corporativo.

3. Estereotipo que alude a la falta de control, racionalidad e inteligencia emocional de las mujeres. Está presente si en el comentario se encuentran uno o más de los siguientes indicadores:

a. Las referencias a que las actuaciones o decisiones de estas mujeres demostraron falta de control emocional; b. Las referencias a que sus actuaciones o decisiones demostraron irracionalidad; c. Los comentarios relativos a su incapacidad para establecer empatía o cercanía emocional con quienes votan.

4. Estereotipo que enfatiza la importancia de la apariencia física y la vestimenta de las mujeres en política. Se considera que este estereotipo está presente si en el comentario analizado se encuentran uno o más de los siguientes indicadores:

a. Peinado; b. Ropa; c. Maquillaje; d. Cuerpo de las mujeres que contienden en la política; e. Apariencia física general.

pertenecientes a 15 mujeres que ocupan cargos de elección popular, tras las elecciones seccionales de marzo de 2019 en el país. Entra ellas están alcaldesas, vicealcaldesas, prefectas, viceprefectas y concejalas. Consideramos la experiencia adquirida tras el último estudio denominado Violencia digital de género en la campaña electoral 2019, realizado por la Fundación Haciendo Ecuador, en coordinación con la organización Usuarios Digitales y la Fundación contra la Violencia contra Niños y Adolescentes. Este monitoreo duró 45 días, desde el 7 de febrero hasta el 24 de marzo de 2019, y tuvo como objetivo observar y analizar las redes sociales de varias mujeres políticas candidatas a cargos de prefectas, alcaldesas y concejalas. Objetividad e imparcialidad constituyeron factores primordiales dentro del estudio.

Igualmente, para el proceso de selección de las actuales primeras y segundas autoridades de los GAD municipales electas por votación popular, consideramos como criterio de selección el grado de presencia35 en los medios de comunicación digitales como son las redes sociales Facebook y Twitter. También tomamos en cuenta la importancia de que las autoridades seleccionadas provengan de diferentes

consideramos la relevancia de la composición étnica dentro del grupo de mujeres seleccionado.

Los primeros informes de monitoreo –correspondientes a diciembre de 2019, y

de género, citados anteriormente; a través de insultos, ofensas, insinuaciones, supuestas bromas y hasta memes, poniendo a las mujeres en evidente desventaja frente a los políticos hombres en el ejercicio de sus funciones.

En comunicación política es frecuente el uso de la frase “una imagen dice más que mil palabras”, cuando de estrategia de marketing o, más aún, de publicidad negativa,

expresar más que todas las imágenes juntas”. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2014) registra dos acepciones para la palabra meme:

1. Rasgo cultural o de conducta que se transmite por imitación de persona a persona, o de generación en generación.

que se difunde principalmente a través de internet.

Ya en 1976, Richard Dawkins, en su libro El gen egoísta, expuso la hipótesis de que en los humanos se dan dos procesadores informativos: uno a través del genoma que se transmite en los genes de generaciones, y el otro cerebral que se replica en la información cultural.

En la actualidad, la creación de memes se ha profesionalizado y se los utiliza diariamente como reacción a cualquier situación de conocimiento general. Es el arte de aprovechar el momento oportuno: nace como burla en ocasiones particulares, errores en discursos, incoherencias o mentiras y, lamentablemente, también son usados para irrespetar derechos y viralizar insultos que constituyen una forma de violencia.

La observación muestra que quienes emplean redes sociales utilizan una retórica sexista y los cuatro estereotipos de género referidos en este estudio. La consecuencia directa de esta violencia es la construcción de percepciones de estas mujeres frente

para ejercer sus cargos públicos.

sus capacidades y posibilidades de realizar una buena gestión. Pero evidenciarlos y denunciarlos no es tan fácil, porque se encuentran normalizados y, por tanto, invisibilizados. Es decir, constituyen prácticas tan comunes que no se cuestionan.