5 minute read

EL NUEVO ORO: LITIO

Next Article
OCHO DE CADA

OCHO DE CADA

Junto con el cobalto, el níquel y el coltán, este mineral es esencial para la elaboración de las baterías que usan los vehículos eléctricos, además de los celulares inteligentes.

Advertisement

Preocupados por China, los fabricantes de baterías asiáticos deben apostar por litio sudamericano”, decía recientemente un titular de la agencia Reuters, al explicar que si bien el llamado triángulo de litio de Sudamérica -Chile, Bolivia y Argentina, que alberga dos tercios de las reservas mundiales- es el lugar con el menor costo para producir el mineral, lograrlo tampoco será fácil en el corto plazo. ¿La razón? Un ambiente político enrarecido para que las firmas japonesas, surcoreanas y en general, el capital extranjero ingrese a la región sin hacer grandes inversiones. A ello hay que agregar la controversia ambiental que suelen generar este tipo de proyectos (ver recuadro).

En un momento en el que se ha desatado una carrera entre países para conquistar un lugar en el promisorio mercado de insumos para baterías, China es hoy el líder global gracias a que “ha sumado con éxito recursos en otras partes del mundo, aunque sus esfuerzos también se han visto frustrados en el ‘triángulo’”, según la misma fuente.

Por ejemplo, un fabricante de vehículos eléctricos como Tesla demandará unas 28.000 toneladas de litio al año, a partir de 2019, por lo cual cerró un acuerdo con el mayor productor chino, Gangfeng Lithium, que le suministrará el mineral durante 3 años.

“Los japoneses y coreanos ciertamente buscan suministros” en Sudamérica”, explica Henk van Alphen, director ejecutivo del pequeño productor chileno de litio de salmuera Wealth Minerals, que ha conversado con fabricantes de baterías de japoneses y coreanos.

“Cómo asegurar los suministros de metal es uno de los intereses que tengo en estos días”, señaló recientemente Park Jin-soo, director ejecutivo y vicepresidente de LG Chem. “Podríamos considerar cooperar con compañías que tienen esos metales, o si es necesario, una empresa conjunta o un acuerdo a largo plazo; estamos haciendo muchos planes para los próximos años”, agregó.

“Los proyectos que producen níquel y cobalto serán totalmente dependientes”, explicó a Bloomberg Michael Giblin, un analista de minería en S&P Global Market Intelligence. Por esta razón, las mineras de todo el mundo están invirtiendo y se encuentran interesadas en la producción de ambos metales.

Y es que, aunque el consumo de energía primaria en el mundo sigue dependiendo del petróleo (34% del total) y el carbón (28%), un análisis reciente de Anif recuerda que las fuentes renovables vienen ganando participación relativa en dicha matriz energética en la última década, pasando del 1% al 4% dentro del total.

UN FABRICANTE DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS COMO TESLA DEMANDARÁ UNAS 28.000

TONELADAS DE LITIO AL AÑO, A PARTIR DE 2019, PARA LA ELABORACIÓN DE LAS BATERÍAS DE SUS VEHÍCULOS.

Además del litio, en la lista de “minerales estratégicos” también se sitúan el cobalto, el níquel y el coltán, utilizados en el desarrollo de baterías recargables para carros eléctricos, celulares, computadores y sistemas de turbinas de viento, entre otros. Y si bien las zonas productoras de litio están situadas en Atacama (Chile), Jujuy (Argentina) y Potosí (Bolivia), en el caso del coltán Brasil tiene un gran potencial con el 5% de las reservas mundiales, aunque el principal productor es la República Democrática del Congo, con el 80%.

“El consumo de níquel aumentará un 7.3% respecto al año pasado, mientras que la producción aumentará un 6.8 por ciento”, señaló a Bloomberg, Masanori Ohyama, un gerente general de ventas de este metal en Sumitomo Metal Minning, la principal fundidora de este metal en Japón.

En un país cuyas exportaciones dependen en un 70% del petróleo, carbón, ferroníquel y oro, la pregunta inevitable es si Colombia cuenta con reservas explotables de estos minerales. Y aunque hace poco el Servicio Geológico Nacional anunció el hallazgo de reservas de litio en Paipa (Boyacá) todavía no hay claridad sobre su magnitud ni claridad sore los temas legales. En contraste, la extracción ilegal de coltán se ha concentrado en la Orinoquía, Vichada, Vaupés y Guainía, donde las FARC tenían amplias zonas de influencia, y donde recientemente comenzó a operar un primer proyecto de minería a gran escala.

Operado por la multinacional minera canadiense Auxico Resources, el proyecto se concentrará en la producción industrial de oro, y otros minerales con especial énfasis en la extracción del coltán, cuyas reservas potenciales han sido estimadas en unos 1.000 millones de toneladas métricas de reservas de coltán en el territorio nacional, la mayor parte en Guainía, Vichada y Vaupés. “En Colombia, gran parte de la producción minera actual no tiene licencia y está fuera de cualquier marco regulatorio. Tenemos la intención de trabajar en asociación con los mineros locales, y el gobierno para producir oro y otros minerales en un marco legal y regulado”, explicó Pierre Gauthier, CEO y presidente de la multinacional canadiense.

LA CONTROVERSIA AMBIENTAL

Los principales avances en la extracción de litio se han concentrado en Chile, en Salar de Atacama. Pero tal como lo señala un análisis de Anif, lograr la aceptación de las comunidades no fue fácil.

De hecho, para alcanzar su visto bueno, se acordó el pago de “regalías sociales” equivalentes al 3,5% de las ventas, además de la “vigilancia participativa” de la explotación. Más aún, son frecuentes las restricciones a través de negación de permisos ambientales de extracción, dados los potenciales usos del litio en plantas nucleares.

En el caso de Argentina y Bolivia, la explotación de litio permanece aún más rezagada, debido a la mayor oposición de las comunidades aborígenes, a pesar de lo cual la automotriz japonesa Toyota invirtió en un proyecto argentino. Capítulo aparte lo constituye Potosí, en Bolivia, especialmente tras su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad.

This article is from: