El árbol de la vida i

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ACERCA DE LA NADA Y EL VACIO IV EL ÁRBOL DE LA VIDA

H.C.ELÍAS


EL ÁRBOL DE LA VIDA

H.C. ELÍAS


Extracto del libro Acerca de la Nada y el Vacío ©H. C. Elías REG. INDAUTOR 03-2016-080810504800-01


Revelación

Cerré mis ojos, tranquilice mi mente, entoné mi corazón, un recurrente sonido invadió mí ser, un súbito despertar de la conciencia, TAV YAH TAV YAH TAV YAH, once emanaciones lumínicas, canales entre la esencia y la forma comenzaron a girar en torno a sí mismos conforme escuchaba el mantra KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GUEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT, cada uno inmerso en su espacio, cada uno atrapado en su tiempo. Nuevamente de la ausencia en la nada emanaba tímidamente el mismo sonido TAV YAH TAV YAH TAV YAH, y la ausencia con cada mantra… KETER KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT JOJMAH KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT BINAH KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT DAÁT KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT JESED KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT GEVURAH KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT TIFERET KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT NETZAJ KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT HOD KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT


YESOD KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT MALKJUT KETER JOJMAH BINAH DAÁT JESED GEVURAH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT …se conformaba a sí misma dentro de sí misma emanando luces fractales de extraños colores indescriptibles, indefinibles, inimaginables, emanaciones divinas surgiendo de la nada, rasgando el vacío en su afán por adquirir su propia identidad. Cada color como mariposa revoloteante se vestía a sí mismo, conformándose e irradiando en su espacio, en su tiempo. Caleidoscopio de fractales hilvanando colores, geometrías y sonidos en diversas dimensiones. Todas demandando un lugar privilegiado, pero incierto, en tanto no tuvieron conciencia de sí mismas, y como un rayo rasgando el infinito conocieron que la posición no daba el privilegio sino la esencia misma de cada una, aquello que las diferenciaba era lo que las hacía únicas e iguales, más no idénticas. Cada una tenía una posición privilegiada no por estar, sino por ser. Así comprendieron que su poder no solo radicaba en su esencia, sino en la manera en la que se vinculaban entre ellas. Comprendí que se trataba del Árbol de la Vida. Once geometrías vivientes girando sobre sí mismas generando sonidos mántricos a manera de alabanzas a la nada, mandalas de sonido emanando luces de colores indefinibles, todas dentro de cada una, un Árbol dentro de un Árbol definiendo fractales infinitos, en la ausencia de la nada.


Comentarios Comenzaremos por hablar del Árbol de la Vida y las Sefirót. Según la Kabbalah, las Sefirot (‘numeraciones’ en idioma hebreo, plural de sefirá) son las diez emanaciones de Divinidad a través de las cuales surgió el universo. De acuerdo a la tradición cabalística el Ein Sof (la Nada) contrajo su luz infinita (Ein Sof or) en lo que se llama en hebreo tsimtsum y manifestó cada una de estas sefirót. El diagrama de las sefirót es el Árbol de la Vida, un sistema de relaciones intersimbólicas místicas que, para el ser humano, tienen la función de abrir el acceso a las capacidades escondidas de la psique. En definitiva, es un sistema de teosofía práctica. Los círculos que conforman el Árbol de la Vida son las diez sefirot sagradas y están conectadas por 22 líneas cada una asociada a una letra del alefato hebreo. Cada sefirá es una fase de la evolución. Se les suele denominar las «diez Emanaciones Sagradas». Las líneas que se encuentran entre ellos son fases de la conciencia subjetiva, son una especie de gradas por las que pasa el alma en su realización a través del Cosmos. Las sefirot son objetivas; las trayectorias asociadas a las líneas y su correspondiente letra son subjetivas. Los círculos que representan a las sefirot están arreglados en tres columnas verticales. Sus nombres y significado son: 1. Kéter (‘corona’; ‫)כתר‬ 2. Jojmáh (‘sabiduría’; ‫)חכמה‬ 3. Bináh(‘entendimiento’; ‫)בינה‬ 4. Jesed (‘bondad’; ‫)חסד‬ 5. Gevuráh (‘juicio’; ‫)גבורה‬ 6. Tiféreth (‘belleza’; ‫)תפארת‬ 7. Netsaj (‘esplendor’; ‫)נצח‬ 8. Hod (‘victoria’; ‫)הוד‬


9. Yesod (‘fundamento’; ‫)יסוד‬ 10. Malkjut (‘reino’; ‫)מלכות‬ Existe una onceava muy importante pero que no siempre está presente. Dáat (‘conocimiento’; ‫)דעת‬

El árbol de la vida

Fig. 38 Conviene resaltar que a Dáat se le considera la cara oculta de Keter y a Malkjut la expresión de Yesod. Si observamos tenemos 11 sefirót, sin embargo en la Kabaláh se enseña que dentro de cada sefirá se encuentran contenidas las 11 del Árbol de la Vida, confiriéndose así una estructura fractal.


Esa envoltura externa que encierra cada grupo de 11 sefirót o Árbol de la Vida, la llamaremos sefirá 12.

Keter y Malkjut conforman una dualidad simultánea. Se trata de dos sefirót solitarias. Una es la unidad del principio y la otra es la unidad del fin. Simbólicamente, la relación entre la corona y el reino nos indica que no existe reino sin corona y que, recíprocamente, tampoco existe corona sin reino. También podemos decir que Malkjut es el alma y Kéter es la Divinidad, siendo el Árbol de la Vida la escalera donde el ser humano puede llegar a la Divinidad y esta, recíprocamente, al hombre. En relación a esto la Kabaláh sostiene que “el hombre se diviniza en la Nada y la Nada se humaniza en el hombre”. Coronar al reino es unir Kéter y Malkjut. A Dáat se le conoce como la sefirá del conocimiento, se encuentra a la altura del Abismo, en el Pilar Central separando la Triada Divina del resto del Árbol. El Abismo es la barrera en la percepción del mundo como dualidad, el límite de lo que puede ser conocido. La “caída” en la materia deja un hueco justo en el Abismo: Dáat. De modo que esta sefirá no se representa como las diez restantes. De hecho, en algunos árboles ni siquiera se representa, y si se hace, se encuentra en otra dimensión. Es por eso que se conoce como la sefirá oculta. Claramente al traspasar la frontera del Abismo se entra en la Triada Divina, en este punto, la dualidad desaparece para dar paso a la Unidad o Única Realidad. A Tiferét se le traduce como belleza. Para esta sefirá las cosas simplemente son. Esto equivale a pensar que Tiferet, en cierta forma, representa la esencia del ser, en sí su nombre y por tanto su realidad como reflejo de este, con sus nociones propias de espacio y tiempo, así como la congruencia en su historia definida en el futuro. En pocas palabras Tiferet refleja el nivel de conciencia y su realidad correspondiente.


Esta definición de Tiferét deja abierta la posibilidad de la existencia de una infinidad de realidades alternas, y no solo eso, sino que esta sefirá se convierte en el punto en el que se refleja la historia que se percibirá en el marco espacio tiempo conforme al nivel de conciencia, cuya realidad asociada es el reflejo de su nombre. Sin embargo la capacidad de percibir la realidad no solo depende de tener una historia preestablecida, o de contar con un marco espacio tiempo adecuado, sino de los paradigmas que limitan, amplían, o focalizan esta habilidad. En Kabaláh se dice que Tiferét es el espejo de Daat. En tanto Dáat es una puerta de claro acceso a las realidades alternas en la Nada la interpretación, percepción y participación de estas realidades se manifiesta en Tiferét. En cuanto a la sefirá Yesod (fundamento), de ella se dice que cumple con ser una especie de “sustrato” de cada realidad alterna. Es como si fuera el crisol donde tal realidad se construyese a cada instante. Es en este sentido que Yesod se puede identificar con una especie de proto-vacío cuántico. Al igual que ocurriera con la estrella de 12 picos, la estrella de David, la pentaflor, la espiral aurea, también el Árbol de la Vida como ya vimos es parte de la Flor de la Vida.

Fig. 38 En síntesis en Keter se encuentran de forma indeferenciada toda historia posible, en Dáat están contenidas de forma diferenciada las historias posibles que son reflejo de la esencia del ser o nombre, es en esta sefirá donde ocurre lo que la física cuántica denomina “observación”, es decir, donde se manifiestan de forma distinguible toda realidad posible


ligada al nombre. Lo cual en sí mismo representa un determinado nivel de conciencia del ser, cuando el nivel de conciencia cambia, se genera un nuevo nombre, así como un nuevo conjunto de realidades alternas posibles. Además el cambio de nivel de conciencia conlleva el ejercicio del libre albedrío, tal como lo explique en párrafos anteriores. Es en Dáat donde se genera la información, por lo que su geometría correspondería a la estrella de 12 picos.

En Tiferet se distribuye la información, es decir, se genera de principio a fin la historia o realidad más probable entre las posibles diferenciadas en Dáat hilvanada en tiempo secuencial construyéndose el hipersólido de cuarta dimensión (en nuestro nivel de conciencia). La información generada en el “futuro”, va tejiendo el hipersólido de cuarta dimensión de futuro a pasado manteniendo unidos los eventos que lo conformarán coherentemente. La distribución de información equivale a desarrollar el programa o “software” para realizar los eventos que conforman la historia posible o realidad reflejada en el hipersólido de cuarta dimensión (en nuestro nivel de conciencia).

También es aquí donde se establece la dimensionalidad espacio temporal que corresponde al nivel de conciencia para que esta pueda percibir de forma consciente los eventos que conforman su historia más probable. En nuestro nivel de conciencia esto correspondería a un espacio de tres dimensiones expandidas, una de tiempo, la dimensión cero y siete dimensiones contraídas a nivel cuántico, en total 12 dimensiones. Donde, como insinué anteriormente, la dimensión cero sería de naturaleza fractal temporal o de tiempo fractal, aún no conocida por la ciencia actual. Es por esto que su geometría correspondería a la pentaflor.

Yesod juega el papel de la cara oculta de Malkjut, en tanto este último representa lo que conocemos como vacío cuántico que es donde la conciencia se manifiesta a sí misma en forma o materia. Yesod es una especia de proto-vacío, esto sugiere que en tanto en Malkjut el espacio se manifiesta a través de la geometría del cubo hexaedro, se oculta en


Yesod al transformarse en su dual, el octaedro. Lo mismo ocurre con las componentes pasado y presente de tiempo secuencial, en tanto se manifiesta mediante la geometría del dodecaedro en Malkjut, se oculta en su dual, el icosaedro en Yesod.

En cuanto al tetraedro este contiene tanto la componente futuro del tiempo secuencial, como otras componentes de espacio y tiempo aún no determinadas pero que sin duda corresponden a la fase revelada, ya que su aspecto oculto se encuentra en su dual en Yesod, es decir, en otro tetraedro defasado o girado respecto al de Malkjut en 45°.

De esta forma, la geometría encerrada en Malkjut es la de un cubo hexaedro, la de un dodecaedro y la de un tetraedro, en tanto la geometría correspondiente a Yesod es la de un octaedro, la de un icosaedro y la de un tetraedro girado 45°.

Considerando que el Árbol de la Vida es una estructura fractal en virtud de que cada sefirá contiene todo el Árbol el vacío cuántico estaría definido en Malkjut y su dual Yesod.

Ahora la geometría del vacío se vería algo así en su aspecto revelado.

MALKJUT

Fig. 39


Y en su aspecto oculto,

YESOD

Fig. 40

Hasta ahora he comentado sobre Keter, Dáat, Tiferet, Yesod y Malkjut, pero ¿qué hay de las otras sefirot?

Comencemos con Jojmáh y Bináh, o Sabiduría e Inteligencia y aunque es cierto que podríamos desarrollar un capítulo completo para cada una, únicamente mencionaré los atributos que son importantes dentro del contexto de la presente disertación.

En tanto Jojmáh representa el principio masculino, Bináh se asocia con el femenino. Jojmáh es actividad pura, la fuerza dinámica del Universo, una fuerza libre. Bináh por su parte es estabilidad base de la forma, y juega el papel de la matriz arquetípica a través de la cual todo viene a la manifestación.


Bináh confina la fuerza o energía libre de Jojmáh a la forma disminuyendo su libertad inherente, lo que se traduce en una mayor organización y orden. En otras palabras, la forma disciplina a la fuerza o energía con severidad y sin misericordia.

Recordemos que en Dáat se genera la información a manera de realidades alternas o historias posibles reflejo del nombre o esencia del ser. Es claro que cuando la esencia adquiere un nombre, su energía se confina, en otras palabras la esencia queda confinada a la forma.

Resulta claro que Dáat solo puede cumplir su función de generador de información si Bináh y Jojmáh actúan conjuntamente, siendo importante mencionar que en tanto a Jojmáh se le asocia con el pasado a Bináh se le vincula con el futuro.

Esto nuevamente indica una sutil referencia a la manera en la que el futuro le da forma al pasado, confirmando que la generación de la información conforma el pasado al futuro.

Se dice también que la acción conjunta de Bináh y Jojmáh es la responsable de la generación y regeneración de la realidad, lo cual no resulta extraño ya que cada vez que el nombre cambia, las realidades posibles cambian, y el nombre significa la confinación de la esencia.

Toca el turno de Jesed y Guevuráh o bondad y juicio. Comencemos con Jesed, de acurdo a la guematría la suma de los valores de sus letras es 72 o 2 x 6², lo que representa armonía y amor perfecto en la realidad, aunque más interesante y revelador es el número 72 pues coincide con el número de Nombres de Di-s revelado en el Libro de Éxodo en la Torá. De estos nombres se dice que conectan en forma conjunta y en perfecta armonía la realidad existente. Se le asocia con la forma geométrica del tetraedro.


Por su parte a Guevuráh le corresponde el valor numérico de 216 o 3x72, dado que cada nombre de Di-s se forma con 3 letras, el valor 216 representa el total de letras participantes en los 72 Nombres de Di-s. Esto también sugiere una relación con Jesed, así el significado final de cada Nombre de Di-s es su expresión de amor (Jesed), manifestando cada uno su amor de manera especial. Es importante destacar que las componentes de cada palabra o de cada Nombre representan los “ladrillos” de la realidad percibida, es decir, las letras.

Es así que las letras representan la materia prima de la realidad percibida como reflejo de la Guevuráh.

Se dice de Guevuráh y Jesed que son las dos manos que trabajan juntas para formar la realidad, y esto conlleva la idea de distribución de información, por lo que no resulta extraño que a Guevuráh se le asocie la geometría de la pentaflor.

Si consideramos los valores guemátricos de Guevuráh (216) y lo agregamos al valor de Jesed (72) obtenemos el número 288, el cual representa la cantidad de nitzotzot o “chispas” resultante de la ruptura de los recipientes en la primera conformación del universo. De estas “chispas” se dice que permean la realidad. El oficio del Mashiaj consiste en el esfuerzo para formar y rectificar la realidad redimiendo las 288 chispas con el fin de que puedan unirse con su fuente original.

Así como Dáat requiere de la unión con Bináh y con Jojmáh para generar la información, Tiferet también participa con Guevuráh y Jesed para distribuir la información que conformará una realidad en particular, conteniendo la chispa del Mashiaj para que esa porción de realidad pueda ser redimida.

En cuanto a Netzaj y Hod solo comentaré que el primero se asocia con la confianza y el segundo con la alabanza.


Veamos ahora el color que de acuerdo a la figura 5 le corresponde a cada sefirá utilizando el código de luz es decir, conforme al sistema rgb para la determinación de colores provenientes de diversas mezclas.

Keter - Amarillo Naranja / Jojmáh - Azul / Bináh – Índigo / Dáat - Verde Claro / Jesed - zul Agua / Guevuráh - Azul Agua / Tiferet - Rosa Tenue / Netzaj – Violaceo / Hod – Azul Verdoso / Yesod – Azul petroleo / Malkjut - Rosa Tenue

Lo cual en el Árbol de la Vida se vería así,

Fig. 41


De acuerdo a los colores correspondientes a cada nombre, de la figura anterior se desprenden cosas interesantes ya que resalta una relación entre Dáat y Yesod apoyados en Hod, de forma similar se destaca un vínculo entre Tiferet y Malkjut con apoyo en Netzag.

Otro cosa que resalta de inmediato es un claro vínculo entre Jojmáh y Bináh, así como entre Jesed y Guevuráh.

Además es claro que Keter no tiene vínculo alguno con las demás sefirót a través del color.

Analicemos un poco lo anterior, la relación entre Dáat y Yesod no resulta extraña pues ambas representan el aspecto oculto de la realidad de modo que es natural que involucre la alabanza (Hod), pues como mencioné anteriormente es una forma de conexión y asimilación en la Divinidad misma.

Tiferét y Malkjut pueden identificarse con el aspecto revelado de la realidad por lo que tampoco resulta raro que se vinculen a la confianza o Netzaj.

Retomando la figura 26, pero ahora si considerando los colores correspondientes a las letras H,V, I, obtenemos H

V

I

I

H

V

V

I H v

H I

H I

V H

V H

Fig. 26

I


Primeramente recordemos lo que representa el código de colores en la figura, es decir, que el azul verdoso está vinculado al pasado o “fue”, el violáceo al presente o “es”, el verde limón a la componente indeterminada del tiempo futuro o “será” en la parte oculta de la realidad, al igual que a la componente indeterminada del tiempo futuro o “será” en el aspecto revelado de la realidad.

De acuerdo a esto la triada superior del Árbol de la Vida contiene presente en Keter, pasado y futuro en Bináh y Jojmáh, dentro el aspecto no revelado de la realidad. En tanto en la segunda triada, Tiferet, Guevuráh y Jesed también están presente los tres aspectos del tiempo, es decir, pasado, presente y futuro pero en el lado revelado de la realidad y si observamos cuidadosamente la figura veremos que en términos de tiempo, esta triada es una especie de dual de la anterior.

Por último el presente se vincula con Iesod al igual que el pasado con malkjut y como una se transforma en la otra continuamente nos indica que el presente se refleja en el pasado, luego nuevamente surge el presente reflejándose nuevamente en el pasado y así sucesivamente.

Continuando con el misterio del tiempo oculto en el Árbol de la Vida, podemos observar claramente como el Escudo de Seis Puntas (‫)דוָּד מֵ גָמ‬ ֵ dentro del concepto de las Diez Sefirot representa las Sefirot concretadas en Zeir Anpin (‫)אנפמ רָיר‬ ָּ unidas a la Sefirá de Malkjut. En otras palabras, Zeir Anpin se traduce como “el rostro menor” de la Divinidad y es una definición kabalistica para hacer referencia a la manifestación 'menor' de la Divinidad en el mundo físico o material. Zeir Anpin (el rostro menor) es representado por seis de las diez sefirot (emanaciones): Jesed, Guevuráh, Tiferet, Netzaj, Hod y Yesod. Estas seis sefirot unidas a la sefira de Malkjut son las que representan el Maguen David, o Escudo de David, el tetraedro con sus seis puntas más el espacio central. En kabaláh el Zeir Ampin se representa con la letra hebrea Vav (‫)ו‬, la tercera letra del Nombre Sagrado (‫י‬-‫ה‬-‫ו‬-‫)ה‬, y más específicamente la Sefirá de Yesod (Fundamento) es


representada con la letra Vav (‫)ו‬. En la tradición Tanájica se dice "Tzadik Yesod Olam", que significa, el Justo es el Fundamento del Mundo, lo que en Kabalá representa al “Mashiaj". La Vav se representa por una especie de “gancho” esto se interpreta como lo que une el Cielo con la Tierra, lo Divino con lo Humano. Recordando el primer versículo del Génesis Bíblico en el que está escrito "En el principio creó Elohim los Cielo y la Tierra", la letra "y" en el texto hebreo se encuentra representada por la letra Vav (‫)ו‬. En el idioma hebreo de la Torá (hebreo Biblico), cuando la letra Vav es añadida a una palabra en estado futuro esta se convierte al pasado, y así se muestra la habilidad de la Vav de trascender en el tiempo, de cambiar el pasado desde el futuro, por ello no es de sorprender que sea justamente la Vav la que represente en la Kabalá al Mashiaj, el Gancho que unirá cielo con la tierra mediante la redención. Así pues podemos entender que tanto el Maguen David como la letra Vav o la sefirá de Yesod representan en el Mashiaj el poder de conectar Zeir Anpin a Malkjut, en otras palabras, Yesod (el Mashiaj) es la Sefirá (Emanación) más elevada que puede unir la luz de todas las otras Sefirot a la realidad revelada en la Sefirá de Malkjut la cual pertenece al mundo de la acción o mundo físico, Asiáh. Esto pone en claro que el poder del nombre Mashiaj está presente en el lado oculto de la realidad potenciando la redención de la realidad revelada al ser el catalizador que permite el cambio del pasado desde el futuro consecuencia del cambio de conciencia reflejado en nuevos nombres.



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