H.C. ELÍAS
LA OTRA REALIDAD
LA OTRA REALIDAD H.C. Elías
La otra Realidad H.C. Elías Registro Indautor No. 03-2017-081013205700-01 elias.hiram@yahoo.com.mx
MEMORIAS DEL GATO DE SCHRöDINGER Desde principios del siglo XX mucha gente ha hablado de mí, el famoso gato de Schrödinger, pero ¿alguien ha pensado en lo que sentí dentro de la caja?, ¿lo traumático que fue no saber si aparecería vivo o muerto? Ni siquiera en todos estos años ninguno de mis miles de admiradores se ha molestado en averiguar mi nombre. Quizá sea por eso que Bhör aseguraba que no existía en tanto no fuera observado. ¿Cómo puede existir algo o alguien sin nombre? Entonces, deberé pensar que en tanto estaba en la caja no tenía nombre. Pero cuando la caja fue abierta, sin importar si estaba vivo o muerto, ¿acaso no deberían haberme nombrado? El dilema en la caja, desde el punto de vista de Schrödinger y Bhör, giraba en torno a mi existencia, así que ellos se preguntaban, ¿el gato existe o no existe en tanto la caja no se abra? Si ellos cuestionaban eso, ¿sería válido que me lo preguntara yo?, existo o no existo, soy o no soy, he ahí el dilema. Entonces pensé, si soy capaz de formular tal pregunta, bueno, la respuesta está implícita en el hecho mismo de hacer la pregunta, o en otras palabras, desde mi punto de vista, ¡claro que existo! Ahora que sabía que existía, pensé que sería bueno tener un nombre antes de que me diluya en la nada. ¿Qué tal William?, después de todo él se hizo famoso por plantear la cuestión acerca del ser o no ser. En su honor me nombraré William y a partir de hoy declaro al Señor Shakespeare, “gato honorario”. Ahora que conocen mi nombre, ¿qué creen que sucederá cuando abran la caja?, ¿estaré vivo por el simple hecho de tener un nombre?, la verdad es que no, el tener un nombre no me exime de que el samaritano que abra la caja me vea muerto, pero que puedo decir, así es su mundo. Por muchos años me he mantenido en silencio pero ahora que por fin tengo un nombre me siento feliz, emocionado y muy motivado para hablarles sobre mi vida
en la caja, sin embargo, lo haré con una sola condición, que en reciprocidad ustedes me hablen de su mundo. Sin duda lo que les contaré será tan extraño para ustedes, como sus relatos lo serán para mí. Dentro de mi caja simplemente éxito, soy, y no cambio, pero lo que ustedes llaman estados son como “espejos” de diversas formas que reflejan mi verdadera imagen dándole matices diferentes. Yo soy la fuente que irradia la luz, los espejos y las imágenes que se reflejan en ellos. Cuando la caja es abierta, ustedes tan solo ven una imagen mía, y es esa imagen la que les hace creer que existo, lo cual, en cierta forma es cierto, sin embargo, les falta agregar que existo en SU realidad. Para que dentro de la caja yo pueda manifestar mi imagen única simultáneamente en todos y cada uno del infinito de espejos o estados como ustedes los llaman, nuestras nociones de espacio y tiempo deben ser diferentes, y de hecho lo son y mucho. En la región que contiene y une los espejos, el espacio tiempo está cuantizado, además ese tiempo cuántico es de naturaleza distinta al que conocen y que yo llamo fractal, el cual se asocia a un estado de simultaneidad absoluta pero físicamente posible. En cada espejo o estado, el espacio tiempo es continuo solo que en lugar de tener 3 dimensiones de espacio, tiene 7 y una de tiempo cuyo “flujo” va en sentido contrario a como lo perciben en su mundo. Si en su mundo lo perciben de pasado a futuro, este fluye de futuro a pasado. En cuanto a lo que ustedes llaman luz, en mi mundo hay algo similar que de hecho es una especie de su cara oculta, esta “luz” es más sutil y etérea, viaja más rápido que la de ustedes, su velocidad no tiene un valor máximo, pero si un mínimo el cual coincide con la velocidad en su mundo, es decir, con “C”.
Por cierto, y cambiando un poco el tema, ¿saben lo que es un gotú?, me imagino que no. En mi mundo un gotú es un ser similar a lo que ustedes llaman gato. El problema es que, por una parte, ustedes no saben lo que es, por tanto no existe en su realidad, pero como yo sí sé lo que es, lo puedo nombrar como “el gotú de William”. Mmmm… acabo de notar algo, ¿acaso él sabe que es un gotú? Creo que mi comentario respecto al gotú no es correcto, lo que él no sabe es que para mí es un gotú, pues su esencia no cambia sin importar como lo perciba o como lo llame, en última instancia solo estoy enfocando mi atención y por tanto mi percepción a uno de sus “espejos” o estados, el cual lo estoy nombrando conforme a la manera en la que he aprendido a percibir en mi nivel de conciencia y bajo el esquema espacio temporal correspondiente a dicho estado. Permítanme explicarles esto con un ejemplo de su mundo y puedan así comprender más fácilmente lo que trato de decirles. Imaginen que están en un supermercado y tres personas ven una manzana roja, la manzana no sabe que es manzana y que es roja, pero para el inglés se trata de una red Apple, para el español de una manzana roja, para el francés de una pomme rouge, finalmente cuando llegan a la caja eso importa poco, pues el artículo no se distingue por la manera en que cada uno lo nombra, sino por su código de barras. Sea lo que sea ese algo que en su nivel de conciencia se manifiesta como manzana roja, no varía en su esencia, pues esta no depende de quien observa, solo varía en la forma en la que se materializa en la realidad del observador. Para ustedes yo soy un gato y tengo pelo, cola, 4 patitas, y desde luego soy hermoso, pero ¿adivinen qué?, lo cierto es que no tienen ni la menor idea de cómo soy realmente. ¿Esto los desilusiona?, no se preocupen yo tampoco tengo la menor idea de cómo luzco, solo me conozco a través de mis imágenes, siempre y cuando haya alguien que las observe. Si quiero conocerme, necesito de ustedes, requiero ser observado pues sólo así sabré todo lo que hay en mí, en otras palabras, mi verdadero ser.
Ahora que nos conocemos mejor que les parece si abren mi caja, ansío saber cómo me reflejo en cada uno de ustedes. ¿Estaré muerto o vivo comiendo, corriendo, durmiendo, lamiéndome mi carita, seré blanco, gris, liso, rayado, con pelo corto o largo, tendré ojos verdes, azules, amarillos? Para ustedes soy uno, para mi soy todos. Yo soy su gato, gotú es el mío, se han preguntado ¿de quién son ustedes su “gité”?
Referencias Hiram Castro Elías. Tesis profesional “Revisión Epistemológica de la Mecánica clásica, cuántica y relativista, y la geometrizacion de los eventos”, Universidad Iberoamericana, México. 1985
LOS SONIDOS DE LA VIDA Los años sesenta marcaron mi infancia y definieron el curso de mi destino en la vida. La magia de aquellos días en los que la creatividad fluía, marcó una época difícil para algunos, para otros estuvo plena de encanto místico-mágico, un mundo de sensaciones como jamás se habían experimentado. Cuatro jóvenes originarios de Liverpool que hacían vibrar cada célula de nuestro cuerpo con sus acordes sencillos, pero plenos de energía que enarbolaba el pensar, actuar, expresarse, sonreír, amar y soñar de toda una generación, marcaron para siempre a todos aquellos que tuvimos el privilegio de escucharlos. Bien se decía en aquel entonces que los Beatles eran cuatro ángeles con cuerpo de hombre y peinado de mujer. Solo en esa década el universo encontró el camino para expresar su amor a través de estos 4 chicos. Para mí la música era la respuesta, el camino perfecto para la expresión de mis ideas vanguardistas, locas para algunos, sin sentido para otros, a veces incluso llegando a ser ofensivas, no porque mi intensión fuera tal, pero así eran tomadas. Todo cuanto implique un cambio de raíz crea una férrea oposición y eso era justamente lo que mi visión de la vida provocaba en los más conservadores y atados a un estatus quo que les daba de comer cada día, aunque supieran que hacían dinero a través del engaño y que cambiar hacia una senda con mayor libertad y verdadero amor era lo correcto, no lo harían, pues sin duda tal cambio, creían, se traduciría en menos ingresos para ellos. La mentira y el engaño son en extremo redituables si eres de aquellos que les gusta cuantificar el éxito, es decir, si eres rico, eres exitoso. Pero para aquellos que preferimos paz espiritual y calidad de vida, el dinero es secundario. ¿Para qué vivir una vida ahogada en estrés, luchando por mantener la imagen de éxito que irónicamente nos está matando? Yo preferí el camino de la paz, del respeto, del amor, de la empatía y de la misericordia por los demás. La verdad es que no soy rica, pero soy feliz.
Ahora que saben quién soy les diré que mi nombre es Karen, desde pequeña me dedique a la música. Los Beatles, en especial John y George penetraron tanto en mi ser que una parte de mí jamás quiso dejar ir los maravillosos años 60. El camino que había elegido no puso feliz a mis padres, igual que ocurriera con John, me advirtieron que nunca viviría de la música, así que me hicieron prometer que si quería ser músico debería estudiar una carrera universitaria, después elegiría mi camino sin que ellos pusieran objeción alguna, si para entonces seguía teniendo la loca idea de dedicarme a la música. Así las cosas me inscribí a la universidad en la carrera de historiadora y me especialice en historia de la música. Vaya truco, satisfacía las exigencias de mis padres y al mismo tiempo estudiaba algo relacionado con la pasión de mi vida. Rápido pasaron 5 años, debo reconocer que la idea de estudiar la universidad abrió mis horizontes y me interese particularmente en la música medieval, tanto la sacra como la laica. De no haber sido por lo aprendido en la universidad quizá nunca habría escuchado acerca de las frecuencias Solfeggio, en aquel entonces solo se sabía de la existencia de esta escala musical por tradiciones orales de aquellas épocas que luego fueron incluidas en relatos posteriores. Según contaba la leyenda, aquella escala musical estaba compuesta por seis tonos, cuyos nombres eran: Ut, Re, Mi, Fa, Sol, La. Pero ¿de dónde provenían tales abreviaturas?, así que investigué un poco más y encontré un viejo tratado de música en el que citaba al famoso himno Medieval “Ut Queant Laxis”, escrito por Pablo el diácono en el siglo VIII de la era común para la fiesta en la que se conmemoraba el nacimiento de San Juan Bautista. La estrofa que contiene los nombres de los seis tonos, si mal no recuerdo, es: “Ut queant laxis Resonare fibris, Mira gestorum Famuli tuorum, Solve polluti Labii reatum, Sancte Johannes”. Fue escrita en latín y significa algo así: “limpia nuestros labios contaminados del pecado, a fin de que podamos cantar con cuerdas vocales sueltas las maravillas de tus actos”.
Si esto ya era interesante e intrigante lo que sigue lo volvía todo un misterio y un crisol para las mentes curiosas. En el mito que abrazaba la leyenda se decía que a aquellas extrañas notas les correspondían ciertos valores de frecuencias que tenían efectos directos en el cuerpo y la mente, dando lugar a actos de sanación. Los monjes cantaban diversos himnos con esas estrofas y la gente que escuchaba sanaba de diferentes males. Con el tiempo la iglesia prohibió las misas de sanación y el secreto de las frecuencias se perdió. No sé qué piensen ustedes, pero esto despertó en mí gran curiosidad. ¿Cómo habrán sonado aquellas notas?, ¿cuáles habrían sido sus frecuencias?, ¿realmente podían sanar aquellos himnos al ser cantados? Desgraciadamente descubrí que las referencias no eran muchas, parecía como si el tiempo hubiera diluido las notas hasta hacerlas desaparecer. Pero como no estaba dispuesta a darme por vencida decidí darme a la tarea de investigar el asunto. Al menos sabía dónde empezar, así que busqué monasterios del siglo VIII, además me percaté que en el año 754 hubo un concilio convocado por el Emperador Constantino V, y aunque no tuvo legalidad por la inasistencia del Papa y altos jerarcas de la iglesia, de cualquier forma se acordó la prohibición de adorar imágenes. Dos años después en el 756 el Papa Zacarías temiendo el ataque de los longobardos pidió protección al Rey Pipino de Francia, hijo de Carlos Martel. Este no solo lo apoyó sino que le cedió tierra, constituyéndose así lo que hoy se conoce como estados pontificios. Estos años fueron de gran inestabilidad para la iglesia y sus monasterios, tal vez no fue el Papa quien prohibió estos cantos, sino con el afán de protegerlos los monjes dejaron de cantarlos y escondieron el secreto lejos de las amenazas de los detractores y enemigos de la iglesia Católica. En aquellos días mis padres estaban tan felices de que me interesara más en la investigación de mi tesis que en la música, por tal motivo me pagaron un viaje a Italia, en particular a los estados pontificios, que en aquel entonces cubrían lo que hoy es Lacio, las Marcas, Umbría y Emilia-Romaña.
Hoy Ciudad del Vaticano se encuentra en Lacio. Considerando que sería muy difícil que a una pasante de historiadora le permitieran entrar a los archivos Vaticanos con el fin de obtener información para su tesis de licenciatura, decidí comenzar por visitar las tres regiones restantes y probar suerte, quizá algo encontraría en algún antiguo monasterio de la zona. De las tres regiones la que llamo de manera intuitiva mi atención fue EmiliaRomaña, les mentiría si les dijera que hubo algún tipo de investigación para optar por esa región, la verdad, como ya dije, fue por intuición pura. Una vez en Emilia-Romaña busqué catedrales o monasterios que dataran del siglo VIII o antes, bajo este criterio encontré la Basílica de San Apolinar Nuovo ubicada en Rávena. Esa Basílica inicialmente se consagró para el culto arriano al ser construida por orden del rey ostrogodo Teodorico el Grande en 505; tras la conquista bizantina en el 540 de la era común fue habilitada para el culto católico. Cuando por fin llegué los mosaicos interiores me cautivaron, realmente eran hermosos, parecía como si quisieran decirme algo. Luego mire el techo, había varias estructuras geométricas dentro de estructuras cuadradas, en particular se trataba de cuadrados, rombos y octágonos. Cuando hable con Don Giovanni encargado de cuidar el acervo cultural relacionado a la Basílica, le pedí me hablara acerca de algún tipo de leyenda o suceso extraño en torno al lugar. Don Giovanni me mostró un cuarto relativamente grande al que sólo se podía acceder bajando unas viejas escaleras, y si he de admitirlo, tenía algo de miedo, el lugar era húmedo y oscuro, los escalones crujían como si se fueran a romper, pero la recompensa a mi valor fue grande, al final había anaqueles con muchos libros y manuscritos muy antiguos. Realmente no sabía que buscar, ni siquiera estaba segura de estar en el lugar correcto. Entonces Don Giovanni se sentó frente a mí y comenzó a narrarme una historia que él consideraba interesante y fuera de lo común.
Lo escuche atentamente mientras me platicaba cómo a mediados del siglo VIII un grupo de 8 monjes habían llegado a aquel lugar, entonces con el nombre de San Martín de Tours. Ellos venían de Francia y traían consigo manuscritos muy viejos. Se referían a esos manuscritos como el secreto de los sonidos de la vida. Ellos los dejaron aquí, luego se fueron y nadie volvió a verlos. Le pregunté a Don Giovanni si todo cuanto me había contado era tan solo una leyenda o si en realidad aquellos manuscritos se encontraban en San Apolinar en la actualidad. En verdad es algo que jamás sabremos, aunque es cierto que los manuscritos aún están aquí, su estado esta tan deteriorado que casi son ilegibles. Así que le dije, si los tiene me gustaría verlos, aunque estén en tan mal estado. Entonces Don Giovanni hizo algo que jamás me hubiera esperado. Me entregó los manuscritos y me dijo que los conservara, después de todo él ya era viejo y la única oportunidad de recuperar lo que estaba perdido era a través de mí. Si aquellos monjes habían desafiado enormes peligros arriesgando su vida, la humanidad les debía la preservación de lo quisieron evitar que se perdiera. Ese gran secreto de sanación no podía olvidarse y pasar a ser una de tantas leyendas que inundan el folklore de los pueblos. Tomé los manuscritos, me despedí de Don Giovanni y de inmediato tomé un vuelo de regreso a California. En casa con equipo adecuado para la manipulación de libros en mal estado comencé a tratar de encontrar algo que tuviera sentido o al menos fuera legible. Desde luego el texto estaba en latín así que copie las palabras que iba logrando identificar para llevarlas con un amigo sacerdote que era experto en latín. Pude leer sonos curans, corporis atque animai, Monte Poggiolo. Cuando lo lleve a mi amigo me lo tradujo de inmediato, así me enteré de su significado: sonidos que curan, cuerpo y espíritu. En cuanto a Monte Poggiolo me explicó que se trataba de una colina ubicada en los Apeninos Emilianos,
relativamente cerca de San Apolinar Nuovo. Este es un sitio arqueológico en el que se han encontrado miles de piezas pertenecientes al periodo paleolítico. En ese momento la pregunta era ¿por qué mencionaron ese lugar?, ¿cómo se relacionaban objetos de 800,000 años de antigüedad pertenecientes al paleolítico con un manuscrito del siglo VIII? Pasaron varias semanas sin que pudiera avanzar en el contenido de aquel manuscrito hasta que un día la portada se desprendió, quizá de tanto abrirlo, y como tenía el ventilador prendido voló con el viento y terminó adhiriéndose a la pantalla de una lámpara, corrí para que no se dañara, pero cuando me acerque vi algo como un esquema o figura que no había notado pues era tan tenue que solo se hacía evidente cuando la hoja se hacía translúcida bajo la fuerte luz de la lámpara. Al verlo de cerca podía distinguir una especie de caduceo con sus dos serpientes entrelazadas y en la parte superior un círculo con un dibujo que asemejaba la flor de la vida. Lo único que se me ocurrió fue tratar de contactar a los responsables de las excavaciones en Monte Poggiolo mediante el departamento de historia de la Universidad. Afortunadamente mi director logro que pudiera acceder al acervo de los objetos encontrados, así que viaje nuevamente a Italia. La ansiedad me consumía y la emoción por ver aquellos hallazgos me tenía en total suspenso, ¿encontraría algo similar al dibujo en la portada del manuscrito? Ahora todo dependía de las miles de piezas encontradas, ¿habría entre ellas alguna piedra con un gravado similar al dibujo de la portada? Una vez en la zona arqueológica me llevaron a una bodega, la mayoría de las piezas aún no habían sido clasificadas, así que comencé por las que si lo estaban. Después de una semana de intenso trabajo no hallé nada. Confieso que me sentí algo decepcionada y frustrada, pero no había llegado tan lejos para darme por vencida, así que solicité ver lo que no estaba clasificado. Fue entonces que conocía a Francesca, una joven alegre que estaba terminando su doctorado en arqueología paleolítica. Ella se encargaba de revisar las piezas
halladas, así que le mostré lo que estaba buscando. De inmediato nos pusimos a trabajar descartando todo aquello que tuviera poca probabilidad de contener tal grabado, como herramientas de corte, puntas de lanzas, etc. Nos concentramos en piedras pulidas o talladas. Pasaron dos meses, y parecía que no avanzábamos. Recuerdo que cierta tarde Francesca me invitó a tomar un helado, para entonces ya nos conocíamos bastante y me comentó que había una sección que estaban escavando y que apenas el día anterior le habían comunicado sobre un extraño grabado en una piedra como de un metro de ancho por casi 2 de largo. Aunque el acceso a la zona estaba muy restringido, la invitación era para informarme que había logrado convencer a los responsables de la excavación para que me permitieran acompañarla el siguiente jueves por la mañana. Recuerdo que las dos noches anteriores al gran día no pude dormir, al final, en la madrugada del jueves escuche el sonido del claxon del auto de Francesca, el momento esperado había llegado. Estaba tan emocionada que no sabía que decir, creo que hable de mi infancia, de cómo me enamore de la música, de mis amados Beatles, y de cuanta cosa se me iba ocurriendo. Finalmente arribamos al lugar. Dos jóvenes arqueólogos salieron a recibirnos, eran algo serios, y muy ceremoniosos, nos pidieron que los acompañáramos y eso hicimos. Tras caminar por unos minutos dentro de un túnel, finalmente llegamos a lo que parecía una antigua cámara, en el centro se encontraba una roca y en ella un extraño grabado que no podía aún distinguirse claramente, había que esperar unas horas a que terminaran de limpiar el polvo y la tierra que aún lo cubría parcialmente. Después de algunas horas la roca reveló su secreto, cuando vi aquel grabado casi me desmayo, era simplemente increíble, ante mí estaba el mismo dibujo contenido en la portada del manuscrito del siglo VIII. Las dos serpientes entrelazadas de forma similar al caduceo con la imagen de la flor de la vida en la parte superior del báculo ubicado en medio de las serpientes, parecían haber esperado milenios para comunicar su secreto.
Simplemente la imagen estaba ahí, frente a mí, ¿qué significaba?, ¿qué escondía? Al verla no podía creer que homínidos de la edad de piedra hubiesen sido capaces de llevar a cabo tal proeza. Entonces pregunté a los arqueólogos, ¿saben cuántos años tiene el grabado en la piedra, y con qué instrumentos pudo haber sido hecho? Ambos se miraron y luego uno de ellos se dirigió a nosotras, lo que nos dijo nos dejó heladas, se trataba de un meteorito, los grabados no parecían haber sido hechos con ningún tipo de herramienta de la edad de piedra, los surcos que definían las figuras tenían el mismo ancho y profundidad. No había marcas de que hubieran sido cincelados, el corte era perfecto como si se hubiera realizado con algo semejante a un rayo láser de alta potencia. Luego continuaron diciendo que habían podido determinar, en virtud del estrato en que la piedra se encontraba, que muy probablemente tendría más de un millón de años. Luego admitieron que lo que les resulta difícil de calcular era cuándo fue grabada. El que la piedra tuviera más de un millón de años no significaba que había sido grabada en ese entonces o en su defecto hace 800,000 años. Lo único que pudieron concluir en aquel momento es que la piedra era de origen extraterrestre y desde luego no fue grabada con herramientas de la edad de piedra. El más joven tomó la palabra, recuerdo que tenía una expresión de asombro en su rostro, se dirigió a Francesca y le dijo que si lográbamos descifrar lo que el extraño grabado representaba o significaba, podríamos estar más cerca de conocer quienes lo hicieron y porque. Nos permitieron tomar fotografías, siempre y cuando las usáramos discretamente, mostrándolas únicamente a personas que pudieran aportar algo a la resolución del misterio, desde luego accedimos de inmediato. De regreso a casa, Francesca me dijo que ante una situación extraña, lo mejor es buscar ayuda de personas “extrañas”. Aunque Francesca tenía una formación científica y era muy formal en sus investigaciones tenía un lado místico, ella creía que la ciencia era el camino para
comprender el mundo, pero había cosas en el mundo más allá de lo que los sentidos perciben que la ciencia no puede entender y no por ello no existen, o son falsas. Bajo tal perspectiva me presento una amiga, la mujer realmente era extraña, desde su vestimenta, su peinado, las joyas que utilizaba, pero hablaba con tan profundo misticismo, amor y compasión que no podías más que quedar fascinado ante su presencia. La mujer se hacía llamar Ishhara, aunque desde luego aquel no era su verdadero nombre, o al menos eso creía. Ishhara le pidió a Francesca que le mostrara las fotografías de las que le había hablado, las tomó en sus manos cerro los ojos, se las acercó a la frente, luego las colocó separándolas sobre la mesa y las miró fijamente por espacio de algunos minutos. ¡Vaya que si se toparon con algo bello!, dijo rompiendo abruptamente el silencio de los pasados minutos. Tomó las fotografías, se levantó de la mesa y comentó, regresen dentro de tres días, tendrán la respuesta que buscan. Luego nos besó la frente a cada una, y se alejó sonriendo. Con gran lentitud transcurrieron los tres días pactados, pero como no hay plazo que no se cumpla, llegó el momento de reencontrarnos con Ishhara. Recuerdo que las piernas me temblaban y el corazón me latía de forma acelerada, y me preguntaba ¿realmente aquella excéntrica mujer habría sido capaz de interpretar los grabados en la piedra? Estaba a minutos de saberlo. Como siempre Ishhara apareció con su rostro sonriente y lleno de paz, se sentó a la mesa con nosotras y extendió las fotografías sobre la mesa. Hecho esto pidió un jugo de naranja y nos sonrió. Acto seguido nos tomó a cada una la mano y mirándonos a los ojos nos llamó “elegidas del Gran Espíritu”. Y comenzó a hablar. Nos dijo que tiempo atrás había leído un ingenioso artículo en el que el autor demostraba que la flor de la vida no era otra cosa que la geometría asociada al nombre revelado del Di-s hebreo HVHI.
Y continúo diciendo que desde tiempos inmemoriales las serpientes se han vinculado con la sabiduría y la vida, y remarcó, recientemente se piensa que pudieron ser representaciones alegóricas del ADN. Luego se refirió al caduceo, resaltando el hecho de que siempre se había vinculado con la sanación y la medicina. Por último nos dijo que uniendo las tres pistas, podía decirnos, sin temor a equivocarse, que el secreto de sanación que buscábamos estaría oculto en la manera en la que el nombre revelado de Di-s HVHI estuviera relacionado con el ADN. ¡Vaya! Eso sonaba genial, el único problema era que ni Francesca ni yo teníamos la menor idea respecto al ADN y mucho menos conocíamos de mística hebrea. Me imagino la cara que ambas hicimos, creo que fue tan expresiva que Ishhara nos dijo que no debíamos preocuparnos porque ella conocía a una excelente investigadora en el área de la genética humana, y que siendo su amiga era de esperarse que fuera algo mística y esotérica. De inmediato nos puso en contacto con ella. Al día siguiente tuvimos nuestro primer encuentro con Grace. Ishhara nos acompañó a aquel primer encuentro y fue ella quien la puso al tanto de todo lo que sabíamos respecto al grabado, y del porqué necesitábamos desentrañar el secreto que encerraba. Grace estaba fascinada con todo cuanto escuchaba, su rostro no podía ocultar su asombro y curiosidad. Cuando Ishhara terminó de hablar, Grace estaba verdaderamente ansiosa de intervenir en la conversación. Para mi es algo místico el que ustedes aparezcan con esto justamente ahora que estoy trabajando con un colega de la Universidad de Jerusalén, el Dr. Ezequiel Haber, él se ha especializado en la Cabalá hebrea. Grace decidió llevarnos a mí y a Francesca con su colega el Dr. Haber a la Universidad de Jerusalén, y así fue como una niña apasionada por la música, de pronto estaba por viajar a Jerusalén embarcada en la aventura de su vida.
He de confesar que me había imaginado al Dr. Haber como un hombre de avanzada edad, nada más lejos de la verdad, por el contrario era joven, dinámico, simpático, con un excelente sentido del humor, y extremadamente inteligente. Después de conocernos un poco Ezequiel insistió en que entráramos en materia lo antes posible. Así que le pidió a Grace que nos explicara de manera sencilla lo que es el ADN, el ARN, el nucleótido y lo que se conoce como codones. Nos explicó que el ADN estaba formado por 4 nucleótidos, Adenina, Guanina, Timina y Citocina, en el caso de ARN la Timina era remplazada por el Uracilo. Estos cuatro nucléotidos, nos dijo, se deben combinar de tres en tres para formar un codón, los cuales son los elementos básicos de los aminoácidos. Luego continuo diciendo que para saber la cantidad de codones que podrían formarse con 4 nucleótidos en combinaciones de 3 en 3, habría que elevar 4 al cubo, (4³), eso nos daría un total de 64, cada codón puede representarse en una matriz de 64 celdas. Dicho esto sacó una hoja y nos la mostró. Francesca y yo vimos un esquema como este,
U
G
A
U UUU UUG UUA UUC
G UGU UGG UGA UGC
A UAU UAG UAA UAC
C UCU UCG UCA UCC
U G A C
GUU GUG GUA GUC
GGU GGG GGA GGC
GAU GAG GAA GAC
GCU GCG GCA GCC
U G A C
AUU AUG AUA AUC
AGU AGG AGA AGC
AAU AAG AAA AAC
ACU ACG ACA ACC
U G A C
CUU CUG
CGU CGG
CAU CAG
CCU CCG
U G
C
CUA CUC
CGA CGC
CAA CAC
CCA CCC
A C
Y luego continuó explicándonos que cada color correspondía a la estructura de un aminoácido, en total veinte, también nos los mostro en una hoja. 1
A
ALA
GCU
GCG
GCA
GCC
2
R
ARG
CGC
CGA
CGG
CGU
3
N
ASN
AAU
AAC
4
D
ASP
GAU
GAC
5
C
CYS
UGU
UGC
6
K
LYS
AAA
AAG
7
M
MET
AUG
8
F
PHE
UUU
UUC
9
P
PRO
CCU
CCG
CCA
CCC
10
Q
GLN
CAG
CAA
11
E
GLU
GAA
GAG
12
G
GLY
GGC
GGA
GGG
GGU
13
H
HIS
CAU
CAC
14
I
ILE
AUU
AUA
AUC
15
L
LEU
UUG
UUA
CUU
16
S
SER
UCU
UCG
UCA
17
T
THR
ACU
ACG
ACA
ACC
18
W
TRP
UGG
19 20
Y V
TYR VAL
UAU GUU
UAC GUG
GUA
GUC
MET
AUG
INICIO PARADA
UAG
UAA
AGA
AGG
CUG
CUA
CUC
UCC
AGU
AGC
UGA
Ezequiel nos miró con cierta chispa en los ojos, y nos preguntó ¿Qué creen que sucedería si sustituimos las 4 letras U,A,G,C por HVHI? Sacó una hoja y nos mostró el resultado, se trataba de una matriz de 64 celdas que se veía así,
H
V
H
I
H
V
H
I
HHH HHV HHH HHI
HVH HVV HVH HVI
HHH HHV HHH HHI
HIH HIV HIH HII
H V H I
VHH VHV VHH VHI
VVH VVV VVH VVI
VHH VHV VHH VHI
VIH VIV VIH VII
H V H I
HHH HHV HHH HHI
HVH HVV HVH HVI
HHH HHV HHH HHI
HIH HIV HIH HII
H V H I
IHH IHV IHH IHI
IVH IVV IVH IVI
IHH IHV IHH IHI
IIH IIV IIH III
H V H I
Con la hoja frente a nosotros continuó diciendo que en hebreo cada letra tiene una correspondencia numérica, en particular H vale 5, V vale 6 e I vale 10. Existe algo que se llama valor reducido que lleva a un dígito cualquier valor numérico, por ejemplo el 15 tiene por valor reducido 6, del 17, ocho, y así. Continúo explicándonos. Sustituyendo cada letra por su valor en la matriz de 64 celdas y llevando cada número a su valor reducido obtendríamos una nueva matriz.
H
V
6 7 6 2
7 8 7 3
6 7 6 2
2 3 2 7
7 8 7 3
8 9 8 4
7 8 7 3
3 4 3 8
H
I
6 7 6 2
7 8 7 3
6 7 6 2
2 3 2 7
2 3 2 7
3 4 3 8
2 3 2 7
7 8 7 3
Ezequiel no podía esconder su entusiasmo al mostrarnos sus hallazgos, había una simetría perfecta en la matriz que daba origen a los aminoácidos, la cual solo se revelaba mediante la llave HVHI. Aunque Grace ya estaba al tanto del trabajo de Ezequiel no podía ocultar su admiración por sus hallazgos, y nosotras, ni que decir, jamás nos hubiéramos imaginado algo así. Era obvio que existían dos simetrías, una de tipo cuadrado (verde) y otra diamante (naranja). Esto era lo que Ezequiel había encontrado, ahora la pregunta obvia, ¿acaso esos números estarían relacionados o podrían representar algún tipo de frecuencia sonora?, si lográbamos encontrar esa relación, demostraríamos que el mensaje de la piedra era real, quien quiera que lo hubiera hecho, había dejado plasmado un conocimiento único y extraordinario. Durante varios días tratamos de encontrar algún tipo de secuencia numérica oculta en los cuadros de Ezequiel, dado que dos eran iguales, nos concentramos en los tres diferentes. Cierta tarde Francesca y Ezequiel habían salido cada quien por separado a tratar asuntos personales. Así que me quede con Grace juntas vimos una y otra vez cada cuadro y de pronto como si un rayo nos cayera decidimos sumar cada columna, cada renglón y cada diagonal, llevando las cifras obtenidas a sus valores reducidos, luego descubrimos que si seguíamos ciertas reglas algo extraordinario ocurría, se formaba un conjunto de 9 números.
Estábamos tan excitadas por nuestro hallazgo que cuando llegaron Ezequiel y Francesca casi no podíamos articular palabra, parecíamos locas, ambas tratábamos de explicar lo ocurrido, pero la verdad es que nada de lo que decíamos tenía sentido para ellos, finalmente nos relajamos nos sentamos y dibujamos sobre una hoja lo que habíamos hecho.
9
7
9
5
2
9
7 9
6 7 6 2
7 8 7 3
6 7 6 2
2 3 2 7
3
7
3
5
3 4
3 7 3 5
Bloque 1- H
4 1 2
Bloque 2- V
1
2
7
5
7 8 7 3
8 9 8 4
7 8 7 3
3 4 3 8
7
2
7
9
4 6 6
7 2 7 9
2
4
1
6
2 3 2 7
3 4 3 8
2 3 2 7
5
9
5
8
4 1
7 8 7 3
2 9 5
5 9 5 7
7
Bloque 3- I Después de hacer esto definimos 4 criterios de simetría para cada bloque y vimos que sucedía. Con el fin de que entendieran como habíamos llegado a los 9 números les explicamos cada criterio. Primero. Números iguales que definan claramente una figura geométrica (primer número) Segundo. Números iguales ligados a alguna arista de la figura geométrica mencionada en el primer criterio (segundo número) Tercero. Formar un conjunto de seis números integrado por los dos primeros criterios aplicados a los tres bloques y designarlos como números prohibidos en la determinación del tercero. Cuarto. Escoger como tercer número al que aparezca más frecuentemente como resultado de las sumas posibles, esto es por renglón, por columna y por diagonal, además no debía estar incluido del conjunto de los prohibidos. Así fue como obtuvimos los famosos nueve números que les mostramos cuando llegaron, 639 396 963
741 417 174
285 852 528
Como surgieron de las aristas de los cuadrados formados en cada bloque, los llamamos configuración cuadrada.
Muy entusiasmada Francesca propuso hacer lo mismo para la configuración diamante, y ocurrió algo similar, de ahí surgió otro conjunto de nueve números,
427 274 742
538 385 853
376 763 637
No era difícil ver que lo realizado representaba un gran avance, pero aún faltaba encontrar la manera en la que estos números se relacionaban con cada aminoácido. Si he de ser franca y a riesgo de sonar presuntuosa, fue a mí a quien se le ocurrió la idea de identificar cada grupo de tres números con frecuencias sonoras. Así el 427 representaría la frecuencia de 427 hz, lo mismo con los restantes 17 números. Cuatro días después Grace trabajando conjuntamente con Ezequiel encontró la respuesta. Nos explicaron que habían marcado en los bloques las celdas que contenían los números involucrados en la obtención de cada conjunto de números, tanto para la configuración cuadrado, como para la configuración diamante, y nos mostraron sus notas,
6 7 6 2
7 8 7 3
6 7 6 2
2 3 2 7
7 8 7 3
8 9 8 4
7 8 7 3
3 4 3 8
6 7 6 2
7 8 7 3
6 7 6 2
2 3 2 7
2 3 2 7
3 4 3 8
2 3 2 7
7 8 7 3
Luego la sobrepusieron, a manera de plantilla, sobre la matriz de 64 celdas de codones. Al hacer esto supieron cuales codones estaban relacionados con qué color, mostrándonos sus resultados
ALA ARG ASN ASP CYS LYS MET PHE PRO GLN GLU GLY HIS ILE LEU SER THR TRP TYR VAL MET UAG
UAA
GCU CGC AAU GAU UGU AAA AUG UUU CCU CAG GAA GGC CAU AUU UUG UCU ACU UGG UAU GUU AUG UGA
GCG CGA AAC GAC UGC AAG UUC CCG CAA GAG GGA CAC AUA UUA UCG ACG UAC GUG
GCA CGG
GCC CGU
CCA
CCC
GGG
GGU
AUC CUU UCA ACA
CUG UCC ACC
GUA
GUC
AGA
AGG
CUA AGU
CUC AGC
De la misma manera hicieron con la que denominamos configuración diamante,
ALA ARG ASN ASP CYS LYS MET PHE PRO GLN GLU GLY HIS ILE LEU SER THR TRP TYR VAL MET UAG
GCU CGC AAU GAU UGU AAA AUG UUU CCU CAG GAA GGC CAU AUU UUG UCU ACU UGG UAU GUU AUG UAA
GCG CGA AAC GAC UGC AAG UUC CCG CAA GAG GGA CAC AUA UUA UCG ACG UAC GUG
GCA CGG
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GUA
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AGA
AGG
CUA AGU
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UGA
Profundizando en estos resultados, Grace y Ezequiel pudieron determinar que las “frecuencias” correspondientes a la configuración cuadrado representaban una manera de potencializar la percepción, interpretación y expresión material a través de la estimulación del ADN hacia un nivel superior de conciencia. En tanto la configuración diamante estaría vinculada a la sanación corporal y espiritual en el actual nivel de conciencia mediante la recuperación de la armonía energética en el ADN. Al escuchar esto todo mi ser se estremecía, sentí que no había decepcionado a Don Giovanni, por el contrario el secreto que aquellos 8 monjes habían protegido celosamente no se había perdido, había regresado de la oscuridad de los tiempos, los sonidos de la vida no eran leyenda, eran verdad.
Tal vez jamás sepa quién o quienes tallaron las imágenes enigmáticas en el meteorito que me trajo hasta aquí. Otro enigma que no me ha quedado totalmente claro es el por qué los 8 monjes eligieron San Martín de Tours, ahora San Apolinar Nuovo para esconder sus manuscritos, se me ocurre que quizá haya sido porque se encontraba cerca del lugar donde estaba grabado el dibujo original, pero para mí solo es, y será especulación. Ezequiel y Grace publicaron sus resultados y fueron muy bien acogidos por la comunidad científica, aunque nunca falta quien los criticó y los tachó de poco formales, pero ahí entre yo. Gracias a mi formación musical desarrolle dos nuevas formas de música basadas en ambos grupos de frecuencias. Seguro se están preguntando, ¿qué sucedió?, lo que predijimos que ocurriría, la gente sano, pero ¿Cómo lo hicimos? Grace me proporciono la constitución de diversas proteínas en términos de las cadenas de aminoácidos que las componían, yo uní las notas o frecuencias asociadas a cada codón y desarrollé lo que podríamos llamar música de las proteínas. Combatimos enfermedades como la diabetes, corregimos fallas cardiacas, biliares, hepáticas, renales y pulmonares. Habrán notado que no he mencionado a Francesca, bien, ella está investigando sobre el origen de las figuras gravadas en el meteorito, y no dudo que pronto nos sorprenderá con nuevos misterios, tal vez no haya respuesta, pero al menos si estoy segura que encontrará muchas preguntas. En la actualidad los cuatro trabajamos en el Instituto que fundamos y nombramos, Sonidos de la Vida. En el Instituto investigamos continuamente con diferentes melodías construidas a partir de las 18 frecuencias que hayamos para restaurar la vida y alcanzar niveles superiores de conciencia. Aunque no compongo música comercial, mi música brinda sanación corporal y espiritual, así que como dije al inicio, los años 60 con sus locas ideas de amor, paz, crecimiento espiritual, unión y armonía jamás se fueron de mí. Por último solo les pido que cada vez que escuchen mi música piensen en los 8 monjes que evitaron que este conocimiento se perdiera, y agradézcanles desde el fondo de su corazón, estoy segura que ellos cuando estaban trasladando los
manuscritos sentían sus sentimientos de agradecimiento y eso los motivo a no desfallecer. En cuanto a los seres que grabaron el meteorito, tal vez, como dije antes, nunca sepamos de ellos, pero lo que si podemos asegurar es que lo grabaron porque sabían que encontramos las frecuencias de sanación. Estoy segura que se estarán preguntando si en realidad lo que les he relatado ocurrió. Eso es algo que no contestaré. Lo que sí haré será compartirles dos de mis melodías llamadas “vasopresina”, las que podrán escuchar con la ayuda de una aplicación para generar sonidos de diversas frecuencias. Entonces… ¿habrá o no sucedido lo que les he narrado?, ¿ustedes que piensan? CONFIGURACIÓN CUADRADO CYS TYR PHE GLN ASN CYS PRO LEU GLY
639 396 963 285 639 396 852 963 741 528 CONFIGURACIÓN DIAMANTE CYS TYR PHE GLN ASN CYS PRO LEU GLY
274 742
637 427 274 376 742 538 763
Karen Referencias H. C. Elías, En el Nombre de HVHI, cap. II y III, primera parte, cap. VII tercera parte, México, 2014 H.C. Elías, Acerca de la Nada y el Vacío, cap. II México, 2016
EL COLECCIONISTA Durante los últimos 30 años de mi vida me he dedicado a buscar por bazares de todo el mundo objetos singulares, sin importar que fueran o no valiosos, aunque ciertamente algunos lo eran. Hace 5 años me encontraba en la ciudad de Arles Francia, unos viejos amigos me habían recomendado el bazar de la Fleur ubicado en la zona céntrica. Cuando llegue al bazar me percaté de que no solo había hermosas antigüedades, los dueños provenían de una de las más antiguas familias de la región. Dado que eran un matrimonio muy amable, de inmediato entable una agradable conversación con ambos. Si alguien conocía la procedencia e historia de cada pieza en su bazar, eran ellos. Les platique acerca de mi interés por objetos antiguos, principalmente aquellos que tuvieran un profundo significado, ya sea para una persona, una institución, una ciudad, o que estuvieran vinculados a viejos relatos e incluso mitos o leyendas. Al saber cuáles eran mis intereses me recomendaron que viera ciertas piezas, lo cual hice, pero a pesar de atraerme en cierta medida, de ninguna me enamore. Estaba algo decepcionado, después de la recomendación de mis amigos y de lo fino e interesantes que eran los dueños, yo esperaba encontrar más de un objeto que me atrapara al verlo, pero no fue así. Al ver la frustración reflejada en mi rostro, Jacques y Angelique me interceptaron antes de que pudiera llegar a la puerta. Entonces me dijeron que regresara al día siguiente, comentando que tenían otro tipo de objetos para personas con gustos especiales. Les dije, claro, nos vemos mañana. Al dejar la tienda pensé que quizá no tendría caso regresar y perder mi tiempo, después de todo, ya había perdido todo un día y no era el único bazar que me interesaba visitar en la zona. A la mañana siguiente, recuerdo que trataba de encontrar un buen pretexto para no ir, pero por otro lado,
aquellas personas eran tan finas y cálidas que no me era fácil hacerles la grosería de no acudir. Después de varios titubeos decidí ir. Cuando llegue, Jacques se veía ansioso y muy entusiasmado me escoltó a la trastienda, abriendo una caja de seguridad me mostró lo que parecía un mazo de cartas. Me dijo que estaba relacionado con el tarot de Marsella. ¿Has escuchado sobre él? Preguntó, yo negué con la cabeza. Jaques me invitó a tomar un café y ahí comenzó a contarme una de las más fascinantes historias que había escuchado, y créanme, he conocido muchas, y no me considero una persona fácil de impresionar. Comenzó su relato diciendo que en el siglo XV en Italia, Filippo María Visconti inventó una serie de cartas con dibujos sugestivos. El mazo consistía en total de 78 cartas divididas en arcanos mayores (22) y arcanos menores (56). Oficialmente se sabe que el mazo original actualmente se encuentra en la Yale University Library, pero, ¿realmente lo será? ¿Crees que fue Filippo quien inventó las 78 cartas?, me dijo, a lo que respondí, la verdad no tengo idea. A pesar de que esa se considera la versión más aceptada, lo cierto es que sus orígenes se pierden en el tiempo, algunos dicen que proviene de Egipto y simboliza los misterios de Isis y Thot, otros creen que fue llevado a Francia por María Magdalena como una especie de evangelio secreto y luego protegido por un grupo de cátaros medievales hasta que fue rescato por cabalistas que lo usaban para transmitir conocimiento filosófico dentro del marco de la mística hebrea. Jaques me escribió sobre una hoja la palabra Torá y luego la escribió nuevamente en plural, Torát. Acto seguido me pidió que la leyera de derecha a izquierda. Al hacerlo pronuncie la palabra Tarot.
No podía ocultar mi asombro, pero si esto me había dejado perplejo, lo que aún no escuchaba y estaba a punto de hacerlo cambiaría por siempre mi manera de comprender la vida, mis convicciones, mis paradigmas y en esencia, mi propio ser. Cuando Jaques estaba a punto de retomar su plática, Angelique tocó a la puerta, Jaques se levantó y salió de la habitación, minutos después entro Angelique comentándome que Jaques había tenido que atender a un cliente y gran amigo, pero que la había puesto al tanto de la plática y sería ella quien continuaría con el asombroso relato. En la mística hebrea hay cuatro mundos, Atzilut, Beriáh, Yetzirá, y Assiáh, el primero se conoce como el mundo de la emanación, el segundo es el mundo de la creación, el tercero el de la formación y el cuarto el de la acción o mundo material. En el tarot hay 4 palos. Cada mundo contiene un árbol de la vida con 10 sefirót o emanaciones divinas. En el tarot cada palo se caracteriza por contener 10 números. Aparte de las sefirót existen 4 daát, tres por crear y uno creado pero inactivo. En el tarot hay 4 tronos en cada palo, en estos la mujer representa ese daát creado pero inactivo y los 3 hombres son los 3 daát por crear. Angelique hizo una pausa, antes de proseguir me dijo, pon mucha atención en lo que sigue, pues el fundamento del misterio de misterios radica en lo que estas a punto de escuchar. Las 22 letras hebreas o arcanos mayores acomodadas en el orden correcto marcado por la Llave de David o fórmula Universal, muestran el Shem Shemaforash o Nombre Oculto de Di-s, el cual al ser colocado sobre la mesa de Salomón representada por los arcanos menores señala el camino que el alma debe recorrer para regresar a la Unidad. La mesa prefigura el paso de lo eterno a lo infinito y de lo infinito a lo inmortal. Enseña a sentir desde la igualdad del espíritu, pensar desde el centro del alma y a actuar en el mundo físico a través del verbo y la obra. En cuanto al Shem Sehmaforash o nombre oculto de Di-s se dice que no tiene pronunciación, en ese sentido es que no se trata de un sonido o imagen, por el contrario, lo que representa es una forma especial de sentir, como un estado del
ser. Estando en tal estado las acciones realizadas, las palabras pronunciadas, los pensamientos generados, serían la forma de pronunciar el nombre oculto de Di-s. Angelique tomó nuevamente el mazo de cartas que Jaques había sacado y las colocó sobre la mesa. Luego me dijo que estaba frente al mazo más antiguo conocido de lo que llamamos hoy en día tarot, aún más antiguo que las cartas de Filippo. Casi se me paraliza el corazón al tocar cada una de aquellas cartas, sobre todo después de haber escuchado la fascinante historia que las acogía bañándolas de un profundo halo de misterio. No sabía que decir, era claro que aquellas cartas eran invaluables, no sabría qué precio podrían adjudicarle, el solo pensar en un valor monetario sería lo más cercano a un insulto, así que solo me quede ahí, congelado, sosteniendo en mi mano una de las cartas y pasando mi vista por todas las demás. No había otra cosa que hacer más esperar a que Angelique romperá el silencio. Y así sucedió, pasaron pocos minutos cuando Angelique se levantó y me dijo que volvería con Jaques. Estando ambos sentados frente a mí y al increíble mazo de cartas me dijeron: Félix seguramente te estarás preguntando, acerca del porqué de haberte compartido la historia que cobija a las cartas que están frente a ti, y seguramente estarás pensando, ¿acaso quieren venderme el mazo? o, ¿solo han querido compartirme una extraordinaria historia que sin ver el mazo, jamás la hubiese creído? A decir verdad el mazo no puede venderse, pues no tiene precio, pero si puede compartirse dado que representa la puerta a un conocimiento perdido en la oscuridad de las eras. Félix, nos henos percatado de que eres hombre de convicciones, intuitivo, reflexivo y profundamente inquisitivo, además de compasivo, sencillo y amoroso. Por esto creemos que tal vez tú puedas resolver el misterio y encontrar el orden correcto de los 22 arcanos menores que revelan el nombre oculto de Di-s. Por siglos muchos lo intentaron, pero lo único que consiguieron fue desvirtuar el verdadero significado del tarot convirtiéndolo en objeto de adivinación.
El total de formas en las que se pueden colocar las 22 cartas sobre la mesa de Salomón es 22!, así que intentaron una y otra y otra vez, secuencia tras secuencia, tratando de adivinar la correcta, pero jamás lo lograron y jamás se lograra si antes no encuentran y descifran la llamada “Llave de David”, de ella poco se sabe pues solo es mencionada una vez en la Biblia, particularmente en Apocalipsis 3:7, “Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, la que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre”. Como puedes ver Félix, me dijeron ambos, para encontrar el orden de las 22 letras que definen el Shem Shemaforash debes primero hallar la Llave de David. Para que puedas llevar a cabo esta singular tarea es necesario que te entreguemos en custodia el mazo de cartas, todo este tiempo hemos tratado de encontrar algún indicio en ellas que pueda llevarnos a comprender lo que significa la Llave de David, o alguna pista acerca de cómo y dónde hallarla, pero hasta el día de hoy nuestros esfuerzos han sido infructuosos. Durante tres años seguí pistas, busque información, viaje a diferentes lugares y nada, absolutamente nada. Sabía que tenía en mis manos uno de los más extraordinarios hallazgos, pero que sin la llave de David, no podría entrar a sus misterios, lo cual era frustrante. Tenía todo y tenía nada. Un día caminando por las calles de Toledo un hombre que parecía loco salió de la nada haciendo alarde de una gran fuerza, movía todo su cuerpo de formas extrañas. Luego gritó, “el sol muere cada vez que llega su luz al mundo”. Yo no sabía qué hacer, debo admitir que sentí temor, desconocía que haría esa persona, si seguiría su camino o se tornaría agresiva. Simplemente me quede parado, totalmente inmóvil,
congelado,
observando
la
escena
mientras
mi
corazón
latía
aceleradamente y un escalofrío recorría mi cuerpo. Cuando terminó se acercó a mí, yo quise correr, pero mis piernas no me respondieron, me miró como si me inspeccionara, se río, y corriendo alrededor mío decía, nada es lo que parece, la vida consciente del mundo distingue sin titubeos la primera luz del amanecer, y solo ella es capaz de iluminar el bien oculto en el arca. Luego dando saltos se alejó y jamás lo volví a ver.
¿Quién era aquella extraña criatura?, jamás lo sabré. Pero más que enfocarme en descifrar su identidad, me di cuenta que debía considerar todo el encuentro, es decir, su lenguaje corporal y no solo sus palabras aparentemente incoherentes, como un mensaje. Después del extraño encuentro me avoqué a analizar los movimientos y palabras de aquel ¿loco? Pase algún tiempo sin poder conciliar plenamente el sueño, pero a la cuarta noche una idea me vino súbitamente a la mente, ¿habría alguna relación entre el mensaje del loco y el significado de las cartas? Enormemente entusiasmado me di a la tarea de anotar lo relevante de aquel encuentro. En cuanto a la persona podía percibir que se trataba de un loco, fuerte, de cuerpo flexible. En cuanto a su frase las palabras sol, muerte y mundo se destacaban. Se me ocurrió ver si había cartas que se relacionaran a las palabras loco, fuerza, cuerpo, sol, muerte y mundo. Y como si fuera el argumento de una novela, ocurrió que sí, todas se correspondían con una carta, y si esto prefiguraba algún tipo de lenguaje, entonces debería considerar la letra relacionada con cada carta. Consulté un manual cabalístico de tarot y fácilmente pude ver que al loco le correspondía la letra alef, a la fuerza la lamed, para cuerpo la vav. Sol era reich, muerte nun y mundo tav. Contaba con seis letras alef, lamed, vav, reich, nun y tav. Luego recordé lo que dijo aquel extraño ser cuando corría a mí alrededor. La primera parte de la frase según recuerdo rezaba, “la vida consciente del mundo”, me llamó la atención, porque cuando buscaba la relación entre cartas y letras, vi que vida consciente era frase ligada a una carta, la justicia y su letra era tet. Esto parecía indicar que debía sustituir en el conjunto de letras, la tav por la tet. La segunda parte del texto tenía las frases, “la primera luz del amanecer” y “el bien oculto en el arca”. ¿Acaso se refería al arca de la alianza?, sinceramente esperaba que no fuera así, pues de serlo implicaría que para hallar la Llave de David, tendría que encontrar el
Arca de la Alianza, lo cual sinceramente era desmoralizante. El Arca se ha buscado por siglos y nadie ha dado con ella. Decidí no predisponerme y mejor continúe tratando de descifrar lo más posible. Se me ocurrió que “la primera luz del amanecer” podría aludir al alba, pronto me percaté que correspondía a las tres primeras letras que había encontrado en las cartas considerando que la vav y la bet suenan igual. Alef, lamed y vav. Leídas de derecha a izquierda podrían definir la palabra “Alva” – fonéticamente idéntica a Alba -. “El bien oculto en el arca”. Supongo que el bien oculto, tal vez aluda a la segunda parte de la palabra que busco y que contienen las tres letras restantes, reish, nun, tet. De pronto me llego una idea, tal vez la frase no se refería al arca como objeto, sino al arca como palabra. Averigüe la palabra para arca en hebreo y encontré que es aron, la cual sorprendentemente contenía dos de las tres letras que aún no había podido asignar, reich y nun. La palabra debería sonar algo así como “Alva arón. Solo faltaba colocar la tet. Recordé que la tet se asociaba a la carta justicia y esta es la que establece un equilibrio, por tanto debería estar justamente en medio de ambas palabras, alva y arón. Así fue como descifre el mensaje que aquel extraño ser, que desde luego no estaba loco, sin importan lo que pareciera (nada es lo que parece, me dijo), era ALVATARON. Desde luego no representaba el final del camino, pero si una nueva senda para explorar. Por su relación con la mística hebrea decidí ponerme en contacto con mi viejo amigo el Dr. Ezequiel Haber de la Universidad de Jerusalén, hombre amable y muy preparado en mística hebrea. Cuando mencione por teléfono la palabra Alvatarón, Ezequiel me preguntó acerca de mi ubicación, le dije que estaba en España, perfecto dijo, toma el siguiente vuelo a Jerusalén. Recuerdo que cuando lo vi le dije que si me había traído con tanta premura, intuía que algo muy importante estaba relacionado con la palabra Alvatarón. Así que le
toque el hombro y le dije que más valía me explicara que representaba esa rara palabra. Ezequiel sonrió y me comentó, se lo que representa, pero no sabría dónde hallarlo. Recuerdo que le dije, ya que me trajiste aquí, por lo menos dime que es. De inmediato me respondió, el Alvatarón es la luz oculta en el arca. ¿Y cómo crees que la voy a encontrar si ni siquiera tengo la menor idead de dónde pueda estar el Arca de la Alianza? No te preocupes Félix, no es un significado literal, más bien es alegórico. Representa un sistema cabalístico, místico y filosófico para encontrar entre otras cosas, el nombre oculto de Di-s. Ya había escuchado algo de eso, corrígeme si me equivoco, pero estas hablando del Shem Shemaforash, ¿no es así?, le dije. Así es mi querido amigo, me respondió. La leyenda cuenta que el Alvatarón es un manuscrito que habla, entre otras cosas de la Llave de David, de la mesa de Salomón y del Shem Shemaforash. De acuerdo a la tradición en la mesa de Salomón, el Rey codificó todo el conocimiento del Universo, la fórmula de la creación, y el nombre oculto de Di-s. ¿Se sabe dónde está la mesa en la actualidad?, le pregunté, Ezequiel comenzó a narrarme lo que se sabía de ella. Me comentó que la Mesa fue salvada por los sacerdotes del templo de Salomón, para evitar su pérdida o destrucción en tiempos de Nabucodonosor I. Luego Nabucodonosor II, al conquistar Jerusalén, trasladó la mesa como parte del botín hacia Babilonia. Varios años después, la mesa volvió a su lugar de origen al ser devuelta por Ciro II “El Grande”. Cuando el templo de Jerusalén fue destruido en el año 70 por el Emperador Romano Tito, la mesa fue trasladada a Roma y guardada en el tempo de Júpiter Capitolino, y más tarde en los palacios imperiales. Cuando los godos saquearon Roma en el año 410, fue llevada a Carcasona como parte del “Tesoro Antiguo”, y luego a Rávena para salvarla de los ataques francos. En el 526 la reclamó el rey Amalarico y Teodorico, rey de los Ostrogodos, se la devolvió. Esta historia contada por Procopio de Cesárea, es la última noticia cierta
que se tiene durante años, ya que ni los francos, ni los árabes, lo mencionan entre el botín conseguido en sus sucesivas invasiones a la región. Si quieres saber mi opinión, me comentó Ezequiel, en base a lo que he podido investigar, estoy casi seguro que la verdadera mesa nunca dejó Rávena, Teodorico la conservó engañando con una imitación a Amalarico. Sucede que el mismo año de su muerte, es el año que la devuelve, lo creo poco probable. Si sabía, y estoy seguro que así era, la importancia de la tabla, no permitiría que algo tan importante cayera en manos de Amalarico, hubiera preferido esconderla y llevarse el secreto a la tumba. Te sugiero, mi buen Félix, que vayas a Rávena, trata de averiguar qué pasó con los tesoros y objetos que había en el palacio de Teodoríco. De él solo queda la fachada, y se ubicaba cerca de la hoy conocida Basílica de San Apolinar Nuovo. Comienza ahí y busca algo que se parezca al sello de Alvatarón. No importa si no comprendes lo que significa en este momento, solo busca algo que se le parezca a esto,
Me despedí de mi amigo Ezequiel y me dirigí a Rávena. Cuando llegue lo primero que visité fue la Basílica de San Apolinar Nuovo. Acerca de tan monumental construcción, uno de los guías de turistas me dijo que en la época de Teodoríco llevaba por nombre San Martin Tours. En el grupo conocí a una joven proveniente de California, su nombre era Karen. Intercambiamos impresiones sobre las representaciones bizantinas y mosaicos que había en la Básilica, a ambos nos habían hechizado, había un extraño e incluso místico atractivo que capturaba el
alma. Cuando terminó el tour nos despedimos, creo que ella se iría pronto, pero yo en aquel momento aún no sabía cuánto tiempo pasaría en Rávena. Al día siguiente regrese a la Basílica y ya sin la guía de turistas me tomé mi tiempo para ver más detenidamente cada parte de la Basílica. Se preguntarán ¿por qué me intereso esta edificación?, básicamente por dos razones, la primera es que fue construida por Teodorico en el 505 y en aquellos su ubicación era cercana al Palacio del Rey. Al lado derecho, tomando como referencia el altar al frente, observé un grande y bello mosaico que representaba el Palacio de Teodorico. Luego en la parte del techo, dentro de las figuras octogonales había algo, que aunque difícil de identificar claramente debido a la altura y al tamaño de la figura, parecía emular el diseño que Ezequiel me había dibujado. ¿Habría encontrado el sello de Alvatarón?, lo único que podía hacer era tomar una fotografía y verla de cerca, el problema era que no permitían tomar fotografías. La otra opción era conseguir unos pequeños binoculares y usarlos discretamente. Opte por los binoculares, con mucho cuidado y esperando el momento oportuno los utilice y ante mí se revelaba el sello, ¡realmente lo había encontrado! Pensé que era muy pronto para emocionarme, pero si para considerarlo como una pista hacia su ubicación. Compre un poster del mosaico del Palacio de Teodorico, para analizarlo con detalle.
Observe que al frente había 3 arcos pequeños de cada lado y dos grandes, en total 8. En el centro otro arco con un capitel abierto y un cuadro a cada lado. Al relacionarlo con lo que observé en el techo, es decir, el sello dentro del octágono, me vino a la mente la idea de que quizá lo que quería decir es que el Alvatarón o la Mesa de Salomón estaba en la entrada principal del Palacio de Teodorico. En la actualidad solo se conservaba la primera crujía y la fachada. Me dirigí al Palacio, o lo que quedaba de él. Observe los cuatro arcos de cada lado y el arco central, afortunadamente había quedado en pie la parte del palacio que me interesaba investigar. Aún no sé cómo me atreví, pero por la noche logre introducirme al balcón superior donde creía que estaba oculta la mesa. En mi primera incursión no encontré nada. Pero la verdad es que soy muy obstinado, así que cuando tuve una nueva oportunidad regresé, en este caso con algo de herramienta ligera. Me percate de una loza sobre el piso que no era exactamente igual a las demás, aunque era difícil de notar porque la diferencia era muy sutil. Empecé a raspar las orillas para ver si podía desprenderla, como es de imaginarse no se trató del trabajo de una noche, así que regrese cada vez que pude sin ser detectado, 5 semanas después, mis esfuerzos dieron frutos. La piedra estaba lista para removerse. Y eso fue lo que hice. ¿Creen que encontré la mesa?, en realidad no fue así, sin embargo encontré algo aún mejor, un manuscrito en hebreo con el sello del Alvatarón. Para cuando intente contactar nuevamente a Ezequiel para comentarle acerca del extraordinario hallazgo, habían pasado varios meses. En la Universidad de Jerusalén me dijeron que Ezequiel ya no trabajaba ahí, pero que podía localizarlo en el Instituto de Sonidos de la Vida, me dieron el número y marqué. Ezequiel amigo, le dije, no vas a creer en que terminó mi viaje a Rávena. Supongo que te divertiste por lo contento que te escucho. Claro que me divertí, le dije, pero la razón de mi euforia es otra. No encontré la Mesa de Salomón, pero lo que si encontré fue un manuscrito muy antiguo con el sello del Alvatarón. Ahora quisiera viajar y mostrártelo, tu ojos no darán crédito a lo que verán. Tendrás que viajar a
California, aquí nos veremos, y luego colgué dirigiéndome a la brevedad al aeropuerto. Cuando llegué al aeropuerto de San Francisco, Ezequiel me esperaba con dos personas, cuál sería mi sorpresa que una de ellas era Karen, aquella linda muchacha que había conocido meses atrás en la Basílica de San Apolinar Nuovo. De inmediato me trasladaron a las instalaciones del Instituto, en el camino fui platicando con Karen, ella me confesó la razón por la que había visitado la Basílica en aquel entonces. Increíblemente ambos buscábamos algo, y ambos lo habíamos encontrado. Una vez en el Instituto, Ezequiel vio el manuscrito, estaba fascinado, no había encontrado la mesa de Salomón pero había descubierto algo más valioso, las indicaciones o tecnología antigua para realizar la Mesa, junto con la Llave de David y el Nombre oculto de Di-s. A través de la Llave de David se podía establecer la secuencia correcta de las 22 letras que representan el Shem Shemaforach. Ezequiel la imprimió en una hoja y nos mostró.
La secuencia correcta era: ALEF
El loco
LYS
BET
El mago
PRO
GUIMEL
La Sacerdotiza
------
HEI
El emperador
GLN
TET
Justicia
HIS
ZAIN
Los Amantes
PHE
DALET
La Emperatriz
MET
MEM
El ahorcado
GLU
VAV
El heliofonte
ASP
CAF
La rueda de la fortuna
ARG
SHIN
El juicio
THR
IUD
El hermitaño
ALA
REISH
El sol
SER
PEI
La torre
CYS
JET
El carruaje
VAL
NUN
La muerte
GLY
SAMEJ
Templanza
TRP
AYIN
El diablo
LEU
TAV
El mundo
ILE
TZADIK
La estrella
STOP
CUF
La Luna
TYR
LAMED
Fuerza
ASN
Además, Felix, durante los últimos meses hemos logrado establecer una correspondencia entre las letras hebreas y los 20 aminoácidos. Gracias al Alvatarón y la Llave de David, ahora conocemos la secuencia correcta en la que debemos tocar la melodía de cada proteína. Ezequiel me comentó que Karen recientemente uso la vasopresina para tratar de encontrar la melodía adecuada que pudiera reestaurarla si no estaba operando óptimamente. Probamos muchas combinaciones de sonidos basados en las frecuencias que encontramos ligadas al ADN, pero ahora gracias al Shem Shemaforash podemos determinar la secuencia correcta. CONFIGURACIÓN CUADRADO CYS TYR PHE GLN ASN CYS PRO LEU GLY
639 396 963 285 639 396 852 963 741 528 CONFIGURACIÓN DIAMANTE CYS TYR PHE GLN ASN CYS PRO LEU GLY
274 742
637 427 274 376 742 538 763
Karen, haznos el honor, presenta para nosotros la melodía de la vasopresina en la escala de 9 notas y un silencio que desarrollaste. Para la secuencia cuadrado, la melodía resulta de la siguiente secuencia de notas, 852 285 963 396 741 963 528 396 639 Para la secuencia diamante, lo que obtuve fue, 376 637 silencio 274 538 742 763 742 427
Aún no había tocado la melodía Karen cuando pregunté, ¿por qué utilizas como punto de partida para tu investigación justamente la vasopresina? Creo que eso deberá aclarártelo Grace, contestó Karen. Entonces Grace tomó la palabra y con gran paciencia me explicó que la vasopresina es una hormona pequeña (oligopéptido) constituida por nueve aminoácidos: NH2Cys-Tyr-Phe-GlnAsn-Cys-Pro-Arg-Gly-COOH.
La antropóloga Helen Fisher, profesora del Departamento de Investigación de la Rutgers University de New Jersey –EEUU-, ha identificado en el cerebro humano tres aspectos del amor: La lujuria, el enamoramiento y la unión o apego. La lujuria o deseo sexual, es producto de la testosterona. El enamoramiento, se atribuye a la dopamina, que es el neurotrasmisor de la búsqueda de la recompensa y los cambios en los niveles de serotonina. La unión o apego (algo más permanente), llega cuando el amor se consolida. El vínculo y la atracción que evolucionan hacia una relación calmada, duradera y segura, tienen que ver con la oxitocina. Pudiéndose además agregar la certeza de la felicidad a la vasopresina. Debo agregar que la oxitocina puede obtenerse de la vasopresina sustituyendo el aminoácido PHE, por el aminoácido ILE. En cuanto Grace terminó de hablar, Karen nos mostró la secuencia sonora para la oxitocina, tanto en la configuración cuadrado, como en la diamante. Oxitocina cuadrado, 852 285 396 741 963 528 963 396 639 Oxitocina diamante, 376 637 274 538 742 763 silencio 742 427
Karen visiblemente entusiasmada, comentó al grupo que había llegado el momento de interpretar las cuatro melodías y ver cuál sería la respuesta física, emocional, y neurológica en un sujeto de prueba. Jamás sabré que me motivó, solo sentí un impulso y sin pensarlo en lo absoluto me ofrecí como el tal sujeto. Me fui a descansar, de hecho, dormí como un bebé. A la mañana siguiente tenía grandes expectativas, estaba a punto de ser el primer humano en varios siglos en escuchar las auténticas frecuencias o sonidos de sanación. ¿Qué efecto tendría?, cada vez faltaba menos para saberlo. Primero experimentaría las frecuencias diamante ya que estas “sintonizarían” las proteínas para operar óptimamente en el actual nivel de conciencia. Se me colocó en un ambiente controlado y sin ruidos externos, luego me conectaron varios electrodos y estos a computadoras. Karen comenzó a tocar primero la melodía para la vasopresina y luego para la oxitocina. Se preguntarán, ¿qué ocurrió? Tan solo experimente una sensación de tranquilidad y enorme felicidad, nada me vino a la mente en particular, no asocie esos sentimientos con imágenes o recuerdos, solo estaba ahí disfrutando de tan agradables sensaciones. En ese sentido Karen, Grace y Ezequiel estaban muy satisfechos, sin duda, podrían ayudar a muchas personas a vencer sus adicciones y de esa forma consolidar el amor en sus vidas y por tanto la felicidad. Por un día había sido suficiente, las computadoras arrojaron resultados consistentes con las sensaciones que estuve experimentando. El día siguiente trabajaríamos con las frecuencias cuadrado, lo que el grupo esperaba era que alcanzara estados alterados de conciencia, agudizando mi percepción extrasensorial y penetrando en mundos probablemente desconocidos o desconcertantes.
Llegó la hora de llevar a cabo el estudio, al igual que hicieran el día anterior me colocaron en un ambiente aislado y controlado, pegaron a mi cuerpo los electrodos y los conectaron a varias computadoras. Karen inició la melodía para la vasopresina y la oxitocina. Cuando desperté todos estaban inquietos, algo preocupados, pues el día anterior no había perdido el conocimiento en ningún momento. Ya tranquilos sabiendo que estaba consciente y bien, que no había secuelas y mis signos vitales eran normales, me pidieron que les relatara mi experiencia. Y eso fue lo que hice. Nunca me percaté de que, para ustedes, había perdido el conocimiento, para mí, siempre estuve consciente. Tiempo después de que empecé a escuchar la melodía de Karen, y no sabría decir si se trató de segundos, minuto u horas, me vi dentro de una especie de esfera difusa, con una rara mezcla de colores opacos. Era algo extraño, así que extendí mi mano para tocarla, al hacerlo, la esfera se convirtió en algo con una forma difícil de definir, pero ya no estaba a mí alrededor, sino que enfrente de mí. Cuando enfoque mi atención en aquella pseudoforma, me comenzó a resultar familiar, ¿cuál sería mi sorpresa al ver que se trataba de un “gato”? Sé que suena extraño pero lo era. ¡Era un gato! Si esto provocó tal expresión de sorpresa en su rostro, lo que sigue los dejará mudos de la impresión. El gato comenzó a hablarme, me preguntó mi nombre, le dije, soy Félix, ¿y tú?, soy William, pero en tu mundo soy mejor conocido como “el gato de Shrödinger”. Me da gusto que te llames Félix, estoy seguro que nos vamos a llevar muy bien. Ahora que me has llevado a tu realidad, ¿qué quieres que haga?, ¿quieres verme dormido?, ¿comiendo?, ¿corriendo? Sólo por curiosidad, para ti ¿cómo luzco?, ¿por qué me preguntas eso?, le dije, ¿acaso no sabes cómo eres?, no en realidad, me respondió, solo se de mí aspecto a través de las imágenes que de mí se forman aquellos que me observan. Yo no tengo un aspecto, en el sentido en el que tu entiendes tal concepto, soy un ente que nunca cambia, lo que aparentemente se adapta a los que me observan son mis imágenes en las realidades de cada observador. Solo me conozco a través de mis observadores. Entonces, ¿no tienes identidad?, ¿no eres
un “yo”? Cuándo William iba a responder a mis preguntas, súbitamente se desvaneció y volví a verme rodeado por la extraña esfera del inicio, fue entonces que escuche sus voces y abrí mis ojos. Grace, Ezequiel y Karen se veían unos a otros, no sabían si al entrar en un estado alterado de conciencia había penetrado conscientemente a mi subconsciente o incluso a mi inconsciente. ¿Qué más podía haber ocurrido?, se preguntaban, ¿un gato que habla? Entonces me preguntaron, ¿estarías dispuesto a repetir la experiencia en unos días?, desde luego, les dije, pues para mí aquella experiencia había sido muy real, además durante el evento me había sentido feliz y lleno de paz. Durante toda la semana estuve recordando la conversación con mi nuevo amigo William,
quede
profundamente
impresionado
por
sus
respuestas
y
cuestionamientos. ¿Quién era William?, un ser real, o solo una proyección de mi subconsciente, o ¿acaso sería una manifestación del inconsciente colectivo? Era algo que al menos en aquel momento no podía determinar. Espere pacientemente durante una semana, y en medio de una gran ansiedad y emoción llego el tan ansiado día, por fin escucharía nuevamente las bellas melodías de Karen. ¿Volvería a conversar con mi nuevo amigo William?, ¿conocería a alguien más?, ¿obtendría las respuestas que buscaba?, o ¿regresaría con más dudas de las que ahora tenía? Como sea, estaba a punto de descubrirlo. Al igual que en las ocasiones anteriores fui preparado para comenzar a escuchar la música de Karen. Ahora con el fin de tranquilizar mi mente, escuche primero la melodía asociada a la configuración diamante, así entre en un estado de paz, serenidad y felicidad. Luego Karen cambio la melodía a la correspondiente configuración cuadrado. Note cómo la melodía se iba diluyendo en un silencio amorfo, y del silencio brotaba un zumbido tenue pero persistente, la oscuridad comenzó a dar paso a una bella luz blanca, de pronto la luz y el zumbido se apoderaron de mi conciencia, era como estar atrapado en un torbellino, por momentos en aquel sutil zumbido se prefiguraban sonidos que alcanzaba a distinguir, pero luego se entretejían y el zumbido regresaba. Lo mismo ocurría con la luz, dentro de aquel resplandor de un blanco tan puro que me resultaba casi
indescriptible, por evanescentes momentos lograba percibir destellos de colores, algunos los conocía y podía identificar, otros no. De aquel torbellino que tenía atrapada mi conciencia brotaban destellos de geometrías diversas, iban acompañadas de formas, algunas ciertas, otras inciertas, esas geometrías seguían apareciendo plenas de destellos lumínicos multicolores y sonidos que provocaban en mí diversas sensaciones. Comencé a” ver y sentir” lo que una gota de agua ve al caer del cielo, luego vi a través de los ojos del puma, y llegue a lo más profundo del mar y a lo más alto de cielo, fui árbol y hormiga a la vez. Fui León y venado, depredador y presa, fui verdad y mentira. Era nada y era todo, sin espacio ni tiempo, solo era, sin cambio, percibiendo mi ser a través de mis imágenes proyectadas en la realidad de otros. Yo soy yo, y no cambio. Yo soy aquello, yo soy mis imágenes en la realidad de otros yo. Este fue el fin de mi viaje, nunca sabré si regrese a la realidad de Grace, Karen y Ezequiel, ahora sé que eso nunca dependió de mí, sino de ellos. Lo que sí sé, es cómo, cuándo y dónde los volveré a encontrar, porque el traerlos a la existencia en mi realidad, si es cosa mía.
Referencias Anómino, Alvatarón. Fecha de escritura y publicación desconocida. H.C. Elías, Acerca de la Nada y el Vacío, primera edición, cap. I, México, 2016
Tres cuentos entrelazados forman la historia narrada en este libro, protagonizados por el “gato de Schrödinger”, una joven universitaria de nombre Karen cuya pasión es la música, y Félix, un coleccionista de antigüedades. El primer cuento nos lleva a la “vida” en el mundo cuántico narrado por el gato de Shrödinger. El segundo nos sumerge en los secretos del ADN y su misteriosa y oculta relación con el Nombre revelado de Di-s, HVHI, para redescubrir las llamadas frecuencias Solffegio, encontrando en total 18 frecuencias a las que Karen denomina “Sonidos de la Vida”. En el último cuento Félix encuentra la Llave de David y con ella decodifica el Nombre Oculto de Di-s. Utilizando este conocimiento Karen logra establecer la secuencia correcta en la que deben escucharse las frecuencias para que su poder de sanación física, emocional, mental y espiritual pueda manifestarse. Finalmente al escuchar las frecuencias en la secuencia descubierta por Karen, Félix penetral al mundo del gato de Schrödinger, comprendiendo lo que la realidad es.