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Qué es la epigenética y por qué es extremadamente importante para nuestra salud óptima?
Por: Habacuc Cardona, CECP, CBCP Lectura de 7 min.
Dice la palabra “Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá. Pero eso no lo realizamos hasta que en realidad tenemos conciencia de lo profundo de esas palabras. Expresado de otra forma no lo entendemos hasta que lo vivimos y pasamos por la experiencia. Como dicen en la tribu Asaro “El conocimiento es solo rumor hasta que vive en los huesos”. De hecho, ese dicho de la Biblia es algo que se nos va de la mente o muy profundamente no lo creemos. Porque en muchos momentos pedimos y no recibimos, pues podría ser que no es el momento, buscamos y no encontramos pues podría ser que buscamos desde nuestra mente lógica y humana, y llamamos y no se abre la puerta pues tal vez no hay quien la abra del otro lado que es un reflejo de uno mismo. Pero no hay duda de que el conocimiento es poder, tener la conciencia es poseer magia y eso es precisamente lo que deseo ofrecerte desde mi corazón con esta entrevista del Dr. Bruce Lipton. ¿Quién es Dr. Bruce Lipton? Debido a su amplio currículo búscalo en www.brucelipton.com Habacuc: Los que hemos leído tus libros y seguimos tu trayectoria sabemos que al principio de tu carrera fuiste profesor de biología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin. ¿Podrías contarnos qué pasó y qué proceso viviste que te llevó a tomar la decisión de renunciar? Dr. Lipton: Bueno, a principios de 1970, yo era profesor en la Escuela de Medicina y estaba enseñando una biología que mostraba que los genes controlaban la vida del ser humano. Que los genes se encienden y se apagan y controlan el carácter de la persona. Entonces, ¿qué estaba enseñando realmente? Estaba enseñando que las personas eran víctimas de su herencia, lo que significa que no eligieron sus genes, los obtienen de la madre y el padre. Si no nos gustan las características, no podemos cambiar los genes. Y entonces les decimos que los genes se activan y desactivan por sí mismos. ¿Y qué estamos diciendo? Estamos diciendo que los genes controlan la vida, tú no controlas tu vida, es la genética que nos domina, que no tenemos poder sobre la genética. Pero para ese entonces yo estaba investigando y estaba cultivando células madre. Ahora, la gente ha oído hablar de las células madre. Permíteme explicarlo, el cuerpo humano que vemos en el espejo, cuando te observas dices: "Oh, soy un ser humano". Y yo digo, "Sí, pero debajo de la piel hay 50 trillones de células". Ahora, es fácil decir la palabra trillón, nunca podrías contar en tu vida un trillón pues es un número enorme. Las células madre son células embrionarias que están en tu cuerpo trabajando ahora mismo. Entonces, ¿por qué debo tener células embrionarias? Porque en cada segundo, más de tres millones de
tus células mueren. Así que en lo que hemos estado hablando ya has perdido cientos de millones de células. Y yo digo, "Pero, ¿cuántos días puedes vivir si sigues perdiendo millones de células cada segundo?" La respuesta es, no podrás vivir... Si no puedes reemplazar esas células, morirás. Así que este es el punto. Si todavía estás aquí y sigues vivo, entonces tienes células madres porque están reemplazando todas las que están muriendo, las células madres se auto renuevan. Bien, entonces en mi investigación, puse una célula madre en una placa de Petri, solo una célula, esa célula se divide y después de diez horas hay dos células, después de veinte horas hay cuatro células, después de treinta horas, hay ocho células. Se duplica cada diez horas. Así que en una semana tengo treinta mil células en la placa de Petri, todas idénticas de un mismo progenitor. Así que tengo células genéticamente idénticas y dividí las células en tres placas de Petri, pero cambió lo que llamamos el medio de cultivo. El medio de cultivo es el fluído, el líquido en el que cultivamos las células en una placa de petri, osea el medio ambiente. Ponemos el líquido y luego ponemos las células. Ese es el entorno, el entorno del medio de cultivo. Así que en esos tres ambientes diferentes pongo en el primero "ambiente A", en el plato segundo "ambiente B", en el plato tercero "ambiente C", pero todos los platos son células genéticamente idénticas. Resultó ser que en el primer plato con el ambiente A, las células formaron músculo. En el segundo plato con ambiente B las células formaron hueso, y en el tercer plato con ambiente C las células formaron células de grasa. Al ver esto surgió en mi la pregunta: "¿Qué controla las células si todas eran idénticas?" La respuesta es: la diferencia no viene de los genes, la diferencia vino del ambiente. Yo me dije, "Oh, los genes no controlan la vida, el ambiente controla la vida", y digo, "Pero, ¿qué relevancia tiene eso?" Porque el medio de cultivo es la versión de laboratorio que representa la sangre. Si cultivo células humanas, hago un medio de cultivo basado en la química de la sangre humana. Si cultivo células de ratón, investigo la composición de la sangre de un ratón. Así que descubrí que la sangre es el medio de cultivo para 50 trillones de células y la placa de Petri es nuestro cuerpo que está cubierto de piel, no es una placa de plástico. Y me pregunto: "¿Es la química del medio de cultivo la responsable del cambio de las células?" Y digo "Sí". Pero, ¿qué controla la química de nuestra sangre?" La respuesta es, el cerebro es el responsable. ¿Y qué forma la química del cerebro? Bueno, la química se produce de acuerdo con nuestra visión, lo que es tu conciencia, lo que es tu creencia. Cambias tu visión, cambias tu conciencia, cambias tu creencia, cambias tu química. Yo me dije, "Entonces, ¿por qué es relevante todo esto?" Porque la química controla las células, y yo controlo la química, así que no soy una víctima, soy un maestro. Así que, en el aula, enseñaba a los estudiantes de medicina que las personas son víctimas. En mi investigación, digo: "No, en realidad somos maestros porque podemos controlar el medio de cultivo", así que no puedo enseñar a ser víctima y maestro al mismo tiempo. Para aquel tiempo intenté que mis colegas científicos miraran mi investigación y dijeran: "Oh, tenemos que cambiar lo que estamos pensando". Pero me miraban y decían". Todo el mundo está pensando que los genes controlan la vida, tú no piensas así, Bruce, así que no nos importa". Yo les decía "Esto es ciencia, no pueden ignorar la investigación". Y así, mi enseñanza y mi investigación no coincidían. Y la elección fue obvia para mi, así que dejé la universidad. Pero eso fue en la década de 1970, fue en 1990 que la ciencia entendió lo que descubrí y aprendió de mi placa de Petri, que el medio ambiente controla la vida. Así que, si hay pensamientos negativos, se crean células negativas, células enfermas, el pensamiento positivo crea células sanas.
Habacuc: Bueno, realmente es un despertar para la humanidad. Esto cambia todo. Sabemos que es
una información muy poderosa. Dr. Lipton: Se conoce desde hace dos mil años que el pensamiento, espíritu y conciencia es lo que controla tu vida. Si tienes una experiencia negativa, un pensamiento negativo, tienes una vida negativa. Si tienes una experiencia positiva, una familia positiva y una comunidad positiva, tienes una vida positiva. Obtienes una vida saludable y de repente entramos con una ciencia incompleta al culpar a los genes. Los genes no crearon tus enfermedades, es tu mente que ha creado tu realidad. Habacuc: ¿Cómo ves el futuro? ¿En la actualidad las universidades siguen enseñando lo mismo? ¿Siguen enseñando la vieja versión Newtoniana? Dr. Lipton: Digamos que están más o menos en el medio. Hoy se reconoce y se enseña la epigenética, pero le falta todavía. La biología actual sigue diciendo que sólo el medio ambiente influye en las células, pero no incorporan que la mente también está creando el medio ambiente para las células. Tomemos el estrés como ejemplo; la gente no sabe esto. El estrés viene de la antigüedad hace cien mil años. Digamos que somos perseguidos por un tigre, eso se llama estrés. "¿Cuál es el problema?" Huir de ese tigre, salvar tu vida. La pregunta es, ¿cómo el cuerpo lo hace? Lo primero que necesitamos es energía. Si no tienes energía, no puedes correr. Pero ahora digamos que el tigre me persigue y quiero toda la energía que pueda conseguir para huir “pero hay algunas cosas que usan energía que no necesitas cuando estás huyendo de un tigre”. Como el sistema inmune, que te protege desde adentro, yo estoy huyendo del tigre por fuera. El sistema inmune no me ayudará porque si alguna vez has estado enfermo, te das cuenta de que el sistema inmune usa mucha energía, a veces ni puedes salir de la cama porque te sientes débil, ese es tu sistema inmune que está utilizando toda tu energía para sanarte. Así que supongamos que tienes una infección con bacterias "¿Dónde quieres poner la energía?" ¿Debo dividirla? ¿Mitad de energía para huir del tigre, mitad de energía para luchar contra la bacteria? No, no. ¡Al diablo con las bacterias por qué si el tigre te atrapa, se acabó tu vida! Entonces, este es el punto más importante para los lectores, las hormonas del estrés apagan el sistema inmunológico para ahorrar energía y así poder huir. Así que cuanto más estrés tienes, más hormonas están apagando tu sistema inmunológico. Y entonces digo, ¿Cuál es el problema? En la antigüedad, todo lo que tienes que hacer es huir del tigre. Si te alejas del tigre, diez minutos después no tienes más estrés, vuelves a tener tu sistema inmune. Pero hoy, hay estrés todos los días, todo el día, todo el año, porque esto no es normal, ni natural, las hormonas están apagando tu sistema inmunológico. No necesitas producir nuevas células si estás huyendo de un tigre. Así que apagas el mantenimiento del cuerpo. Pero, hoy en día, no tenemos un descanso, el estrés es todo el tiempo. Así que nuestro sistema inmune está débil todo el tiempo porque el estrés nos debilita ya que las hormonas apagan nuestro sistema inmune por entender que estamos huyendo todo el día de un tigre. La población humana tiene una crisis de salud en todo el mundo. ¿Yo me pregunto por qué no podemos estar sanos? Es el estrés el que hace que no estemos sanos. En el mundo actual, con el COVID, el mayor problema es el miedo al COVID porque el miedo provoca hormonas de estrés. Así que mientras más miedo tengas, menos funciona tu sistema inmunológico. Si ves las noticias todos los días no te van a decir que la vida es buena y hermosa, todos los días te van a decir "ten miedo, ten miedo, ten miedo". Cuando terminas de ver las noticias, las hormonas del estrés producidas por las noticias han apagado tu sistema inmunológico. Ahora podrías enfermar con más facilidad.
No te pierdas la segunda y tercera parte de esta entrevista… ¡Es extremadamente reveladora!