Con Cioran. Prosa poética (2011). Luis Cruz-Villalobos

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PROSA POÉTICA

CON

CIORAN HEBEL

Luis Cruz Villalobos


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PROSA POÉTICA

CON

CIORAN Luis Cruz Villalobos

HEBEL Ediciones Arte-Sana|Poesía

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CON CIORAN Prosa Poética © Luis Cruz Villalobos, 2011. Poemario perteneciente a la obra: Poesía Toda 1991-2011 © Luis Cruz Villalobos, 2012. Registro de Propiedad Intelectual N° 213.820

© HEBEL Ediciones Colección Arte-Sana|Poesía Santiago de Chile, 2012 www.benditapoesia.webs.com

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UN PRÓLOGO ROBADO A CIORAN SER LIRICO ¿Por qué no podemos permanecer encerrados en nosotros mismos? ¿Por qué buscamos la expresión y la forma intentando vaciarnos de todo contenido, aspirando a organizar un proceso caótico y rebelde? ¿No sería más fecundo abandonarnos a nuestra fluidez interior, sin ningún afán de objetivación, limitándonos a gozar de todas nuestras agitaciones íntimas? Experiencias múltiples y diferenciadas se fusionarían así para engendrar una efervescencia extraordinariamente fecunda, semejante a un seísmo o a un paroxismo musical. Hallarse repleto de uno mismo, no en el sentido del orgullo sino de la riqueza interior, estar obsesionado por una infinitud íntima y una tensión extrema: en eso consiste vivir intensamente, hasta sentirse morir de vivir. Tan raro es ese sentimiento, y tan extraño, que deberíamos vivirlo gritando. Yo siento que debería morir de vivir y me pregunto si tiene sentido buscarle una explicación a este sentimiento. Cuando el pasado del alma palpita en nosotros con una tensión infinita, cuando una presencia total actualiza experiencias soterradas y un ritmo pierde su equilibrio y su uniformidad, entonces la muerte nos arranca de las cimas de la vida, sin que experimentemos ante ella ese terror que nos acompaña cuando nos obsesiona dolorosamente. Sentimiento análogo al que experimentan los amantes cuando, en el súmmun de su dicha, surge ante ellos, fugitiva pero intensamente, la imagen de la muerte, o cuando, en los momentos de incertidumbre, emerge, en un amor naciente, el presentimiento del final o del abandono. Demasiado raras son las personas que pueden soportar tales experiencias hasta el fin. Siempre es peligroso refrenar una energía explosiva, pues puede llegar el momento en que deje de poseerse la fuerza para dominarla. El desmoronamiento será originado entonces por una plétora. Existen estado y obsesiones con los que no se puede vivir. La salvación, ¿no podría consistir en confesarlos? Conservadas en la

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conciencia, la experiencia terrible y la obsesión terrorífica por la muerte conducen a la devastación. Hablando de la muerte salvamos algo de nosotros mismos, y sin embargo algo se extingue en el ser. El lirismo representa una fuerza de dispersión de la subjetividad, pues indica en el individuo una efervescencia incoercible que aspira sin cesar a la expresión. Esa necesidad de exteriorización es tanto más urgente cuanto más interior, profundo y concentrado es el lirismo. ¿Por qué el hombre se vuelve lírico durante el sufrimiento y el amor? Porque esos dos estados, a pesar de que son diferentes por su naturaleza y su orientación, surgen de las profundidades del ser, del centro sustancial de la subjetividad, en cierto sentido. Nos volvemos líricos cuando la vida en nuestro interior palpita con un ritmo esencial. Lo que de único y específico poseemos se realiza de una manera tan expresiva que lo individual se eleva a nivel de lo universal. Las experiencias subjetivas más profundas son así mismo las más universales, por la simple razón de que alcanzan el fondo original de la vida. La verdadera interiorización conduce a una universalidad inaccesible para aquellos seres que no sobrepasan lo inesencial y que consideran el lirismo como un fenómeno interior, como el producto de una inconsistencia espiritual, cuando, en realidad, los recursos líricos de la subjetividad son la prueba de una gran profundidad interior. Algunas personas son líricas únicamente en los momentos decisivos de su existencia; otras sólo en el instante de la agonía, cuando todo el pasado se actualiza y se precipita sobre ellos como un torrente. Pero en la mayoría de los casos la explosión lírica surge tras experiencias esenciales, cuando la agitación del fondo íntimo del ser alcanza su paroxismo. De esa manera, seres propensos a la objetividad y a la impersonalidad, ajenos tanto a sí mismos como a las realidades profundas, cuando se hallan presos del amor, experimentan un sentimiento que moviliza todas sus facultades personales. El hecho de que casi todo el mundo escriba poesía cuando está enamorado prueba bien que el pensamiento conceptual no basta para expresar la infinitud interior; sólo una materia fluida e irracional es capaz de ofrecer al lirismo una objetivación apropiada. Ignorando tanto lo que ocultamos en nosotros mismos como lo que oculta el mundo, somos

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súbitamente víctimas de la experiencia del sufrimiento y transportados a una región extraordinariamente compleja, de una vertiginosa subjetividad. El lirismo del sufrimiento lleva a cabo una purificación interior en la cual las llagas no son ya simples manifestaciones externas sin implicaciones profundas, sino que forman parte de la sustancia misma del ser. Existe un canto de la sangre, de la carne y de los nervios. De ahí que casi todas las enfermedades tengan propiedades líricas. Sólo quienes perseveran en una insensibilidad escandalosa permanecen indiferentes frente a la enfermedad, la cual produce siempre un ahondamiento íntimo. Sólo se vuelve uno realmente lírico tras un profundo trastorno orgánico. El lirismo accidental procede de causas exteriores y desaparece con ellos. Sin una pizca de locura el lirismo es imposible. Resulta significativo que las psicosis se caractericen en su comienzo por una fase lírica en la que las barreras y los obstáculos se vienen abajo para dar paso a una ebriedad interior de una pasmosa fecundidad. Así se explica la productividad poética de las psicosis nacientes. ¿Sería la locura un paroxismo del lirismo? Pero limitémonos a escribir el elogio del segundo para evitar escribir de nuevo el de la primera. El estado lírico trasciende las formas y los sistemas: una fluidez, un flujo internos mezclan, en un mismo movimiento, como en una convergencia ideal, todos los elementos de la vida del espíritu para crear un ritmo intenso y perfecto. Comparado con el refinamiento de una cultura anquilosada que, prisionera de los límites y de las formas, disfraza todas las cosas, el lirismo es una expresión bárbara: su verdadero valor consiste, precisamente, en no ser más que sangre, sinceridad y llamas. E. M. Cioran, 1933.

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En memoria de E. M. Cioran y a Cristiรกn Warnken

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OVERTURAS FRANCESAS En memoria de Glenn Gould

1 Cuando el corazón camina, ya cansado a pesar de los pocos pasos y de las cortas horas de vida, el hombre se pregunta por el sentido y el significado de este andar tenue y lábil, y también se pregunta si vale o no la pena toda esta trama relatada a tantas voces. El hombre en medio de la noche sale a caminar por las penumbras y lleva consigo un corazón abierto al que le caen las arduas lluvias de una tormenta invisible, y se pregunta por los amigos que se fueron y que nunca volvieron a llamar, aunque se sabe amigo que se fue y nunca volvió a llamar fría y eternamente. En la noche solo, cuando sólo se escuchan las voces en perfecta armonía y fuga del lejano y legendario Glenn, que en su castillo infantil y volátil dejó sones perfectos y se marchó a la nada, después de haber partido ya mucho antes al todo del sonido. Cómo caminas en esta clara noche llena de almendras y pasas que se mastican; cómo caminas en medio de la fría lluvia que imaginas y a pesar de todo sonríes, como quien ha encontrado una fuente de agua pura que brota entre helechos y líquenes. Ay mi Dios, de tantos años y de tantas noches o días que se acumulan en la sombra, cuándo vendrás a aclararme las dudas que brotan de las calamidades que les ocurren a mis hermanos y que perturban nuestras danzas y nuestros sueños que ya se han vuelto nubes, en estas horas de los eones donde ya no se puede hablar de nada más sólido que un soplo.

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2 Llorar: qué más humano y divino. Parir noche y luna de sed. Pedir muerte y vida, y darlas. Maldecir y correr veloz, y alto. Surcar como una luz el vacío. Dañar la memoria azul con la pena. Teñir todo el espacio con hiel. Manchar con la duda honda la clara risa. Cantar una canción pedida y saber callar. 3 Yo no conocía estas armonías que me recuerdan días alegres. Yo no conocía estos pasos que me hablan de la vida. Yo no conocía estas danzas que me dicen que hay más. Yo no conocía estos candelabros que portan luces que vuelan. Yo no conocía estas pinceladas que saben crear nuevos paisajes. 4 Correr a una batalla que se sabe perdida y olvidar que hay muerte, pues se sueña con una inmortalidad que sólo es dulce mañana. Correr entre los panes y los peces. Caminar descalzo entre la dicha y la penumbra, pero haciendo el quite a la miseria. 5 Ay mujer, no te duermas ahora y nunca por siempre. Dame un beso que dure lo que ha durado el vacío del espacio. Dame un abrazo que cobije el corazón que se deshoja, como una mariposa. Dame de ti, pues tanto me falta para ser. 6 Cuentan que salió a tejer una historia con las de muchos y muchas. Cuentan que era un rufián, un trovador de segunda, que 12


inventaba relatos de guerras que no existieron jamás, donde triunfó, y que olvidaba las que sí se habían luchado con estrepitosas derrotas. Un gandul y un truhán que se burlaba de la muerte y se reía de la vida; un despreciable hermano del camino y de la noche, que sonreía incluso de cara a la enfermedad y a la locura. 7 Tenue, clara la noche vertiginosa y amable. Miel pido, para mi pan y mi té, y mi sien. Cantar feliz y radiante un silencio al oído de Dios. Pedir paz, aquí y ahora y siempre, para todos. Rogar por el amor nuestro de cada día. Mentir que la vida siempre no muere. 8 Con paso firme en medio de la misma noche en la que comencé estas overturas, en medio de la misma lluvia y penumbra que saben a calma y desgarro, pensando que la fuerza que impulsa mis ansias es honda y robusta sin par, y que en medio de todas las horas y gotas de este instante que parte sin retorno, puedo desangrarme en canto y poesía para no ser olvidado aun sin nada ser. 21-05-11

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NO SÉ Contra los iluministas de siempre

Me permito en medio de los siglos no saber. Agnóstico, relativa y subjetivamente ignorante. Abierto al camino tenue que descubro. No sé y eso ya es bastante. Dicha bella la de vivir el medio segundo de la vida. Y del amor tampoco tengo palabras. Vacío y luz, he logrado atisbos: vacío y luz. Un abrazo dice más que mil imágenes. Me declaro afectivo y relacional, concientemente. El hidrógeno me resulta un misterio, qué esperar del resto. La poesía es el lenguaje pleno de la agnosis. No sé más que el relámpago y el beso. 30-6-11

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HAIKUS NUEVOS Una flor en medio de la urbe, frágil y viva. El gorrión mira el sol de reojo y parte. Funerales: flores y más flores ocultan la muerte. Santiago, bajo su nube parda, palpita. Una paloma sobre el alero de mi vida. ¡Cantan! Los colibríes también cantan. Queltehues anuncian las lluvias que se van. Es moda, por estos años, morir. Amigos, dónde se fueron tan lejos. Amada mía, la belleza se ha concentrado en tu vida. Los sepultureros se fuman unos cigarros a la espera. La vida es un collar con cuentas de segundos. Polifonía de queltehues que llaman al sol. La vida dura exactamente 500 milisegundos. La muerte dura exactamente 499 milisegundos. La eternidad duda exactamente 500 milisegundos. El rencor, la vergüenza y la culpa son a veces eternos. El miedo, la rabia y la tristeza suelen sedimentar. La felicidad dura exactamente 500 milisegundos. La felicidad puede repetirse una vez tras otra. El sufrimiento dura exactamente 500 milisegundos. El sufrimiento puede repetirse una vez tras otra. El amor no dura exactamente 500 milisegundos. El amor, simple y llanamente, es. 10,11-8-11

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EN LA CASA SOLA En el silencio de la casa sola, el poeta se propone escribir más allá de la muerte y más allá de la vida, es decir, se propone describir el instante del presente continuo, el estado puro del ahora que se prolonga medio segundo y nada más. Todo el resto es especulación, sueños sobre lo muerto o sobre lo que no se sabe si efectivamente nacerá. Pasado y futuro: dos caras de la misma moneda de la ilusión y el apego. 13-8-11

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PRELUDIO Y FUGA Me hundo de muerte en preludio. Me hundo de pena en preludio. Y todo se vuelve oscuro, triste, al recordar. Tu mirada pura, tu llanto puro. Y yo. Y ella junto a ti, viendo como te apagabas lentamente. Y el preludio era preludio de muerte, de ausencia y de abismo. *** Y la fuga, diรกfana, danzarina no llegรณ. Se escuchรณ, tal vez, pero como risa y canto hueco, sin forma ni sentido. El preludio quedรณ clavado en el pecho y la fuga se fue con su danza, con su candor. El preludio sigue resonando, casi infinito como la muerte, como el adiรณs que se anhelan breves. 19-8-11

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CONTRAPUNTO DE BELLEZA Y DESASTRE 1 Te veo al realizar los quehaceres del hogar, y digo, quién soy yo para ver tanta hermosura contenida tan brevemente en ti, completa. 2 Mi pecho se hunde amargo al ver a lo lejos el desastre, la matanza, la culpa. 3 Una folie de Mariais resuena con su belleza propia, y no cabe ya nota para enriquecer aquellas armonías que me hablan claro del instante profundo. Oh Carpe Diem. 4 Memento Mori, deviene lacra sobre mi sien, noche de todos, espanto ante el fin, ante la bruma de existir sin esencia clara. 5 La tibieza de un invierno que ya parte antes de tiempo y nos deslumbra con el florecer de sus ciruelos que cantan como un aguacero invisible. 6 Pero las aves mueren veloces, solas, magras y nadie las verá más. Mueren absurdamente, tal como un destello, como un salpicar de

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vida que se enciende y se apaga como luz navideña, vacía, inocua, tenue y fugaz. 7 Y tus ojos perfectos con su brillo de miel pura, tu piel clara, tersa y mía, ante el espectáculo de vida hermosa que eres. Oh Hada, sólo callar, sólo silencio puede ser tu oda. 8 Pero la muerte o la vida insufrible de tantos y tantas: una vida que huele a desastre y nausea, una vida que no tiene nombre ni destino, que así como aparece se va sin nada. Y qué hablar o pensar del averno, de ese antro imaginado para todos los enemigos del cielo. 9 El collar nuevo de piedra fósil que pende de tu cuello, es un sencillo emblema de tu belleza que me despierta, que me aleja por unos segundos, por un presente, del desastre y de la miseria, que como dijo Van Gogh antes de morir: No acabará nunca -por ahora, yo añado. 31-8-11

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LÁGRIMAS Una lágrima del tamaño del sol nos cubre. Una lágrima es cada quarks mínimo que nos compone. Una lágrima fue el océano de donde brotó la tierra. Una lágrima hidrató la vida primigenia. Una lágrima nos une a todos los vivientes. Una lágrima refleja el cielo que es otra. Una lágrima nos recibirá cuando nos lloren. 31-8-11

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TU MIQVÉ1 Señor, vengo de las mazmorras del tiempo y de la noche; vengo cargado de cansancio y de miseria. Entro a tu casa con el peso de la sangre y de la pena de toda la historia. Traigo pueblos y etnias arrasadas; traigo masacre y dolores hondos; traigo verdugos y víctimas; traigo jueces y victimarios; traigo lascivia y rencores; traigo siglos de saqueos y de civilizaciones que niegan el pan y el agua, junto con los cariños y los cantares. Vengo a Ti, a tu dulce casa, con los puños apretados, con la calma reacia y no tengo nada que decir, pues tu silencio ha sido magro y tu voz dispersa y confusa. Por eso vengo: uno, completo, universal, representando a las razas, al humus de toda la tierra, humus que mira el cielo esperando tu abrazo que se tarda. Señor, vengo ante Ti, a tu casa, y desnudo como multitud entro silenciosamente dolido y esperanzado a tu miqvé, para que en él me limpies, me sanes y liberes de los siglos y milenios grises y amargos de tu ausencia. 3-9-11

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Piscina de dos por dos metros, aproximadamente, por uno de hondo, que se ocupaba en la antigüedad para la práctica de la limpieza ritual personal.

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LOS CIRUELOS HAN FLORECIDO 1 Los caballos blancos del invierno, huelen a ciruelos que inundan las calles y que han dejado que el cálido y suave sol otoñal, florecido como jardín dorado, los fecunde. 2 Los amables transeúntes de mi vida, como ciruelos que recién comienzan a cantar, han dejado su aroma sobre mi alma y han florecido como una melodía casi eterna. 3 Los perdidos roces y contactos de antaño son ciruelos que crecieron en mis sueños y han dejado, como acuarela de oriente lejano, florecido de luces parte de mis pensamientos. 4 Los segundos raudos y efímeros riegan ciruelos de vanidad que siempre han sido semejantes a la vida del hombre que, florecido, no dura más que un breve palpitar. 6-9-11

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DE PASO Llueven pĂŠtalos de ciruelo en flor. Un ave martillea su trino en un alero. Ancianos juntos y alegres se van. Recolecto aromas condensados de eucaliptos. Escribo algunos haikus de paso. 14-9-11

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TRISTE ADAGIO En memoria de Jacqueline du Pré

Quiero tornar la más sublime melodía en dulce y nostálgico poema. Quiero cantar en silencio en honor a los caídos, en especial a ti, joven doncella, que fuiste muriendo lentamente como nadie lo merece, fuiste cayendo al abismo doloroso de la fragilidad. Ay, dama del violoncello, leve, alegre, pasión madura sobre esas cuerdas que profundamente hacías clamar al cielo. Ay, señora melodiosa, qué triste fue tu pasar, tu detenerte; qué triste la caída de tu arco, qué feroz el paso del mal por tu centro, por tu alma musical. Y yo no sé, como en toda tragedia, no sé qué decir, sólo un grito, ahogado y pobre, se posa en mi voz, pero escampa únicamente hecho poema, adagio en tu memoria. 15-9-11

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ACLARACIÓN

Me declaro plagiador, simplemente reproductor en versos de la voz previa que en mí resuena. Eso es la poesía, algo que llega y que las redes de la palabra, en claras ocasiones logran atrapar, como errática mariposa. 19-9-11

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ACTA DE PARTO 1 He nacido a un mundo amplio, complejo, lleno de insinuaciones, lleno de puertas y ventanas, desde donde hacer preguntas. 2 Palabras como Justicia, hoy me parecen lejanas y extrañas, pues el león al quebrarle el cuello a la gacela con su férrea mordedura, atiende a su más diáfana y codificada ley escrita en su centro. 3 Yo soy el padre de Nietzsche y Cioran, reverendo, ministro del dios que se oximoronizó a sí mismo ¿Criador de cuervos? Que Cristo viva etéreo y volátil, no tan atrapado en el sagrario, crea corazones altos que no saben de encierros. 4 La vida se abre de par en par cada mañana, y yo la oigo y la miro pasar sin entender su ritmo ni su casuística, pues con un segundo me alcanza para dos vidas.

5 No todos los poetas son pensadores hondos. Sí todos intuitivos y desenfrenados, urgentes de paz e incluso de luz, aunque sea opaca o de neón, pero a mí, que he probado la sangre del dragón, cual Sigfrido, me ha correspondido interpretar el canto de las aves que deambulan por los abismos. 26


6 Tantos y tantas que han sido paridos y paridas, y que a los años descubren que ha sido en vano. 7 La vida es extraña Dios –por más que miles de páginas delgadas intenten decir lo contrario– Es silenciosa la verdad, difusa y la muerte llega veloz, sin aceptar excusas ni cuentos. 8 Yo escribo en libros que me donaron los muertos y trato de dejar en ellos algo que acerque su memoria o, al menos, la proclama Memento mori. 9 Una mañana clara, silenciosa y tibia, sentado en un sillón blando y acogedor, no bastan para creer que todo esto vale la pena para todos y todas, hoy y siempre. 19-9-11

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POEMAS BREVES A CIORAN Obviamente al encantador prosista maldito

1 Cioran. Léase en rumano: Lloran –con acentuación española añado yo, con sarcasmo–. 2 Cuando leí mi primer libro de Cioran –Ese Maldito Yo– su último escrito, queriendo destacar algunos pensamientos, y no contando con lápiz, sino sólo con mi tasa de café, fui dejando un rastro con mi dedo al margen de cada párrafo genial. Luego me di cuenta que el café en el papel al secarse queda del color de la sangre. Aquí una muestra: 3 La sangre debía ser del color del café, cómo no, si es el color del humus, que es de donde viene nuestro nombre. 4 Hijo, mejor duerme, y no sigas viendo las masacres de la historia. 5 Los/muchos cristianos tienen un solo defecto: deberían ser, por lo menos, buenos budistas. 6 Sólo el amor es miope, alucinógeno, clarividente. 28


7 Ayer me vine a casa con Ese Maldito Yo de Cioran y con la Genealogía de la Moral de Nietzsche, bajo el brazo. Qué podría esperar sino la genealogía de la moral de ese maldito yo o su deconstrucción. 8 Sólo pido al Cielo que ponga en la cuenta del Crucificado todas mis contradicciones. 9 Música, música, qué alto vuelas que ni el poema logra rozarte – como dijo Heidegger después de oír una obra para piano: Eso no se puede hacer con la filosofía –. 10 El sí-mismo es un tipo de música. Nada más y nada menos. 11 Cioran, clavaste tus garras en mi espalda cual pantera, ahora estoy envenenado de un estupor y de una llaga, que sabía propia por tantos años. 12 Hay música tan sublime y excelsa, desconcertante perturbadora, que casi bordea un simple minueto de Bach.

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13 Son los últimos días del invierno y se apresura el calor sofocante de la belleza que se olvida que es sólo vanidad. 29


14 Cioran ya no está, por fin descubrió el misterio o al revés. 15 Ser nihilista y cristiano ¡Qué locura! Dije ¿qué aventura? o ¿qué hermosura? ¡No! Sólo ¡qué locura! Aventurera y hermosa, eso sí. 16 El ser humano, el universo y sus alrededores son vanidad, vacuidad, nada, robusto devenir, aglomeración de quarks, momentánea, fugaz existencia sin esencia fija y real. Sólo Dios es, aunque esencialmente-no-existencial. 17 A Bach se le murieron siete hijos/as. Costoso el precio de la plenitud en las artes impalpables. 18 Es extraño, aunque no demasiado, pero tanto Cioran como Nietzsche me inspiran una tenue ternura paterna. 19 Cioran, qué prosa más poética la tuya, pues no sería justo decir: qué poesía más prosaica. 20 El invierno se va y tú llegas a mi casa. Qué paradoja, oh desconocido amigo.

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21 Cómo llevaste las palabras a juego tan macabro y bello; cómo llevaste las palabras a danza tan diáfana y caótica ¡Oh Cioran! Qué doloroso placer me genera oír tu placentero y dolido canto. 22 Tu contradicción, tu ironía, tu dispersión ¿por qué me huelen tan fuerte y claro a vida? 23 Somos hermanos en este precipicio, en esta nostalgia; hermanos de sangre, de piel y de llaga; hermanos de vida y de muerte; poetas, paroxismos musicales y silenciosos; Noche, lluvia, soledad; hermanos en la desesperación del abrazo consolador, infinito y eterno. 24 Te comprendo en cada una de tus palabras que son un condensado azul y rojo de algún (sin)sentido. Te comprendo. Soy un maldito bienaventurado. 19,20,21,22-9-11

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MAÑANA FRÍA Una mañana fría donde escribo bajo las sombras. Una lágrima oculta que quiere cantar su luz. Un pesar remoto, ya de tantos años y siglos. Una penumbra gris que me lleva a antiguos abismos. Un triste comienzo bajo la respiración del invierno. Una mañana fría cuando me he descubierto solo. Un día más de mares lejanos y soñados e imposibles. Un soñar y un oír que ya se cansa de postergaciones. 22-9-11

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PRELUDIO UNO DEL CLAVE Me sumerjo en la-muerte-del-otro, en la muerte vista allí, justo allí frente a mis ojos. Y detrás el Preludio Uno del Clave: agudo, puro, hondo, como el dolor que se repite, como la destrucción, como la pena que viene y va, y no se detiene. Ay mi amado, ver tu muerte no se olvida, hasta puedo nuevamente respirarla y casi morir contigo otra vez, y otra. 22-9-11

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PREAMBULOS DE PRIMAVERA 1 Preámbulos ahora que las flores del invierno ya se fueron y los frutos quieren cantar. 2 Preámbulos justo en el borde de la alegría, en su filo entre la cima y el abismo. 3 Preámbulo del clímax de la vida antes del feroz descenso, decadencia cálida o muerte estival. 4 Preámbulos de los días claros de este ciclo infinito que me cansa como la pena. 5 Preámbulos de brotes y vuelos de agua y paisaje, de luz y retoños. 6 Preámbulo de una primavera que no llega y que sólo se va. 23-9-11

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PIANO OTOÑAL 1 Una melodía que –como ya lo he dicho– me trae justo al instante del escampe de la vida, y me deja en un dolor y en un silencio final. 2 Te escucho Glenn, detrás del piano, entre éxtasis que sólo Cioran podría describir y comprender. Oh querido Glenn, qué locura la tuya, la de vivir en la música; qué locura más espléndida. 3 En la fuga me lanzo y ya no vuelvo, así es la melancolía: existencia y dicha de sumergirse en los sonidos del instante. 4 A mi mujer

También el piano me trae tu aroma, amada, tu insostenible despliegue de belleza plena, justo en esos días en que las invenciones y sinfonías se posaron en tus manos y en tu corazón. Días de alto espesor de pena ante la caída continua de nuestro último fruto. Ay mujer, toca esa leve sinfonía otra vez, y déjame llorar contigo en cada una de sus notas.

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5 A J. S. Bach, otra vez

El ser se conmueve ante tu perfecta creaci贸n. Oh hermano, recuerdo las cr贸nicas de tu Ana Magdalena que me mostraron tu rostro y luchas, tu profundidad y arrebatos. Hermano claro, sufridamente di谩fano, c贸mo no callar y luego caer en el arrebato de tus danzas. 24-9-11

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FRASES COMBUSTIBLES Quemar todos los poemas y por fin ver la poesĂ­a. Quemar toda la poesĂ­a y fin ver la vida. Quemar toda la vida y por fin ver a Dios. Quemar toda divinidad y por fin ver la nada. Quemar toda la nada y por fin ver. 29-9-11

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NOMINACIONES A los antiguos de hoy

Mañana. Cantigas de Alfonso X. Automóviles. Silencio. Rítmica soledad. Instante. Tamboril medieval. Salud. Café. Dicha frágil. Sueños. Coros antifonales. Amor. Luz. Fragancia del bosque. Preguntas. Antiguas voces. Dicha/ llanto. Escampe. Retorno al silencio. 30-9-11

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TORDO Tu ser es una forma de no-ser, inconciencia vol谩til, impermanencia oscura, como todo lo que me rodea, salvo los hombres y mujeres condenados a una ilusi贸n desgarradora de mantenci贸n. 4-10-11

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VARIOS 1 Estamos condenados a conseguir o crear significados que pueden variar en grados de divinidad, idiotez o belleza. 2 No todos los amigos han muerto, allá lejos aún queda uno, sencillo y claro, lo cual también me entristece. 3 No sé qué me pasa, Señor, pues de pronto todo se vuelve pena, aunque la primavera sea más clara que nunca y sus aromas más frescos que siempre. 4 Lo escribí en un margen: Todo significado es arbitrario, no hay significados absolutos. La realidad es polisémica. 5 Estoy triste en medio de la felicidad verdadera. 6 La poesía en ocasiones se acaba y ya no hay lugar para ella, se esconde, se cobija en algún rincón del alma, y ahí se duerme como un niño de la calle bajo un puente. La poesía sin embargo respira, sueña, aguardando el momento de la luz.

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7 Por qué me anulas, me desbaratas, me vacías de valor. Por qué me maldices sin saberlo y arrojas al abismo estos silencios hechos palabras que tanto me importan. Por qué me dices que mi amor es mustio, que riega ningún árbol, que salva ningún alma. Por qué me dejas solo, abandonado a la lejanía que yo mismo busco, para encontrarme sin ti, pero triste, amargo, difuso al viento, como estas hojas secas de este otoño que se fue. 8 Amigo Cioran, son escasos los que descubren la insustancialidad de todo y, sin embargo, siguen desesperadamente aferrados a la esperanza de una luz perpetua. 9 La espera me desespera. 4-10-11

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POEMA ÓNTICO PRELIMINAR Cuál fue la idea de Heidegger al sustancializar el predicamento básico de ser. Pues sólo los entes son, el Ser no es. Ser es predicado de los entes que son los sujetos. E incluso más, los entes son simple condensación momentánea de un devenir, son también predicado de nada. Y Dios, Dios está más allá y más acá de ser y de nada, trasciende inmanentemente estas trivialidades de la existencia, como única esencia o sujeto, inaprensible.

4-10-11

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ABSTRACCIÓN La casa de la abstracción es grande, amplia. Allí se puede vivir en paz, pero suele tornarse casa de orates e incluso templo de Moloc. 4-10-11

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DOS POEMAS 1 Sensible estupidez la mía de dejarme atrapar y atormentar por las hojas de otoño. 2 El aire invisible, así como materia oscura, todo lo sostiene, lo construye y origina. 4-10-11

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SUB-JECTUM ¿Qué subyace? ¿O qué/quién es el sujeto? La invisible materia y energía oscura, condensación y devenir incógnito, lo demás es condensación y devenir parcialmente conocido que se sostiene siempre en lo-otro-desconocido. 4-10-11

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PENSAR ÂżQuĂŠ es pensar? Es una forma de perpetuar, de aprehender los milisegundos. 4-10-11

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AMARTE Yo pienso tu bien. Yo siento tu bien. Yo busco tu bien. Pero en ocasiones me inhibo, me escondo, me repliego y mi amor hacia ti, que no cambia, se queda sin expresi贸n. 4-10-11

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MAÑANA NUEVA Mañana nueva de queltehues que se alejan. Nubes amigas, aire fresco matutino. Mañana nueva, vida sencilla que retoma su paso. 5-10-11

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DERROCHE Mira todo este derroche de colores y de vida. Mira esta cascada, este abanico que se abre. Mira y detente con el asombro encendido y en paz. 7-10-11

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SER EL NO-DIOS Poemas basados en un texto de Karl Barth que comenta la Carta de Romanos (1:8b)2

1 Uno se pierde entregándose primero a sí mismo y luego al nodios. Uno se pierde, se va, se extravía y ya no sabe dónde va, se difumina por el cosmos nocturno, doliente, pues al entregarnos al desgarrador aprecio infinito de sí mismo, como el centro de todo, como el primero y el último, justo allí, en ese instante y espacio, allí está la macabra conversión, la sujeción sumisa al no-dios, muy oculto, demoníaco, que se viste de muchos trajes y máscaras. 2 Primero se oye ¡Seréis Dioses!, y luego se pierde el sentido de la eternidad. Se oye como susurro, como canto de serpiente, como voz de incubo sutil, se oye, pero potente, avasallador, ensordecedoramente se oye, como cautivante anuncio. Sí, como el anuncio que esperaba aquel rincón más oscuro, más dudoso del pecho y la sien. Seréis Dioses, omniscientes, omnipotentes, eternos e infinitos. Sí, lo seréis, confiad en mí que soy el más sabio entre las bestias del campo. 2

Barth, K. (2002). Carta a los Romanos. Madrid: B.A.C.

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Y el humano, humus que mira al cielo y anhela lo eterno, allí, crédulo como idiota, confía en la maldición, se fía del homicida, se deja caer en los brazos del traidor y pierde todo el sentido de esa eternidad que había sido puesta como llamado, como promesa y don en el corazón de su corazón. 3 Primero se inocula la vanagloria en los hombres, y luego se desconocen las distancias respecto de Dios. Como aguja de contaminada jeringa que pasó por los brazos de cientos que clamaban por una ilusa alegría, así, tan simple, breve, aguda e instantáneamente, se incorpora al centro de la vida la vana-gloria, ese oxímoron, esa blancura negra, esa luminosa oscuridad, esa vida muerta, esa tierna podredumbre. Y luego, como un salto absurdo se olvida como en pleno éxtasis alucinatorio, necio y pueril, se sueña que no hay distancia entre el sustento del Ser y sus frágiles manifestaciones, entre la gloria y lo vano, y todo se confunde, se fusiona imaginariamente en una profanación, en una violación aterradora. 4. El nervio de la relación con Dios fuera de Cristo y sin Cristo es la insumisión de los esclavos. Porque pensamos de nosotros lo que sólo es lícito pensar de Dios. ¡Ay, mísero de mí, infeliz! Se escucha desde las mazmorras de la historia, de esas que se llevan dentro. Mazmorras de prisioneros rebeldes que se ponen a dar coses contra el aguijón. Porque fuera de Cristo, separado del amor-santo hecho carne: nada. Sólo la insumisión de los esclavos que no logran jamás conseguir su libertad (que ya fue pagada y garantizada por los siglos). 51


Y en su vana-gloriosa miseria, los esclavos alucinan ser reyes, emperadores supremos, dueños de sus vidas completas y cuentan monedas de lata, beben agua de charco como vinos deleitosos y se visten con sus harapos como si fuese armiño y púrpura. ¡Ay, mísero de mí, infeliz! Pues el proclamarse dios, no es resulta a elogio, no resulta un emblema, sino una mancha feroz, un estigma sin vida, un tatuaje inaudito que deja a su poseedor en medio de la noche más larga, fría y amarga. 5. Somos para nosotros mismos lo que Dios debería ser para nosotros, Dios no es para nosotros más que lo que nosotros somos para nosotros mismos. La secreta identificación con Dios trae consigo el manifiesto aislamiento respecto de él. El dios con minúscula lleva a prescindir del Dios con mayúscula. Infierno grande, amplio, del intercambio absurdo, de la sustitución perversa. Llevarnos en nuestros hombros o ir a pedir a nuestra propia puerta, es mendicidad extrema y necia. Y el Ser se hace un pequeño ser, uno más entre los seres, un ente diminuto, sustituible en nuestro pecho que clama silenciosamente por un abismo más hondo, por un fondo más genuino, absoluto y digno de ese nombre. Pero los intercambios nutren e instalan al humus en la noche más sórdida. 6. El hombre ha capturado y encastillado la verdad, es decir, la santidad de Dios; la ha acompasado a sus propias medidas, y, con ello, la ha desprovisto de su seriedad y alcance; la ha hecho vulgar, inocua e inútil; la ha convertido en falsedad. 52


Atrapar el viento, el Ruaj de Dios, corretearlo y enjaularlo y creerse bendito poseedor, estandarte, guardián y rey de la Verdad. Pero ella escapa, cae como agua entre los puños cerrados del opresor cognoscitivo que sueña con poseer la diferencia, lo inarticulado, lo eterno e infinito. Que se sueña no-gusano, no exigua chispa. Y así, lleno de la hübris, más repulsiva y sutil como pecado superlativo del espíritu, alucina guardar en su cofre bajo las llaves doradas de su poder el saber profundo, la verdad sacrosanta hecha a su propia escala, a su mendiga y miserable medida, pero la réplica que él ha dominado es simple plagio reptil, inocuo, desprovisto del poder de lo alto, despojado de la pobreza sublime que el Dios-con-nosotros, el Logos-hecho-carne vino a cantar. En cambio con el hombre, la verdad-falsa, envilecedora del mundo, ha quedado como báculo en su mano, en su empuñadura de acero y con él ha quebrado espaldas y cráneos, brazos de niños y hombros de madres, ha despojado a pueblos completos del pan y de la carne, ha desolado por siglos la tierra. Ay de nosotros, que despojamos a la Verdad de su humildad honda y partimos con su mutilada réplica, transformada en ídolo, en demonio macabro, tornando en estepa la historia, volviéndola un paisaje de ruinas bajo el dominio del no-dios. 09-2010 - 12-2011.

FIN

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UN EPÍLOGO ROBADO A CIORAN GENEALOGÍA DEL FANATISMO

En sí misma, toda idea es neutra o debería serlo; pero el hombre la anima, proyecta en ella sus llamas y sus demencias; impura, transformada en creencia, se inserta en el tiempo, adopta figura de suceso: el paso de la lógica a la epilepsia se ha consumado... Así nacen las ideologías, las doctrinas y las farsas sangrientas. Idólatras por instinto, convertimos en incondicionados los objetos de nuestros sueños y de nuestros intereses. La historia no es más que un desfile de falsos Absolutos, una sucesión de templos elevados a pretextos, un envilecimiento del espíritu ante lo Improbable. Incluso cuando se aleja de la religión el hombre permanece sujeto a ella; agotándose en forjar simulacros de dioses, los adopta después febrilmente: su necesidad de ficción, de mitología, triunfa sobre la evidencia y el ridículo. Su capacidad de adorar es responsable de todos sus crímenes: el que ama indebidamente a un dios obliga a los otros a amarlo, en espera de exterminarlos si rehúsan. No hay intolerancia, intransigencia ideológica o proselitismo que no revelen el fondo bestial del entusiasmo. Que pierda el hombre su facultad de indiferencia: se convierte en asesino virtual; que transforme su idea en dios: las consecuencias son incalculables. No se mata más que en nombre de un dios o de sus sucedáneos: los excesos suscitados por la diosa Razón, por la idea de nación, de clase o de raza son parientes de los de la Inquisición o la reforma. Las épocas de fervor sobresalen en hazañas sanguinarias: Santa Teresa no podía por menos de ser contemporánea de los autos de fe y

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Lutero de la matanza de los campesinos. En las crisis místicas, los gemidos de las víctimas son paralelos a los gemidos del éxtasis... Patíbulos, calabozos y mazmorras no prosperan más que a la sombra de una fe, de esa necesidad de creer que ha infestado el espíritu para siempre. El diablo palidece junto a quien dispone de una verdad, de su verdad. Somos injustos con los Nerones o los Tiberios: ellos no inventaron el concepto de herético: no fueron sino soñadores degenerados que se divertían con las matanzas. Los verdaderos criminales son los que establecen una ortodoxia sobre el plano religioso o político, los que distinguen entre el fiel y el cismático. En cuanto nos rehusamos a admitir el carácter intercambiable de las ideas, la sangre corre... Bajo las resoluciones firmes se yergue un puñal; lo ojos llameantes presagian el crimen. Jamás el espíritu dubitativo, aquejado del hamletismo, fue pernicioso: el principio del mal reside en la tensión de la voluntad, en la ineptitud para el quietismo, en la megalomanía prometeica de una raza que revienta de ideal, que estalla bajo sus convicciones y la cual, por haberse complacido en despreciar la duda y la pereza -vicios más nobles que todas sus virtudes-, se ha internado en una vía de perdición, en la historia, en esa mezcla indecente de banalidad y apocalipsis... Las certezas abundan en ella: suprimidlas y suprimiréis sobre todo sus consecuencias: reconstituiréis el paraíso. ¿Qué es la Caída sino la búsqueda de una verdad y la certeza de haberla encontrado, la pasión por un dogma, el establecimiento de un dogma? De ello resulta el fanatismo -tara capital que da al hombre el gusto por la eficacia, por la profecía y el terror-, lepra lírica que contamina las almas, las somete, las tritura o las exalta... E. M. Cioran, 1949.

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