Rosa Gómez PROSA POÉTICA
DONDE PRIMA LA LUZ Y LA SOMBRA
HEBEL
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Rosa Gómez PROSA POÉTICA
DONDE PRIMA LA LUZ Y LA SOMBRA
HEBEL Ediciones Humus | Poesía 3
DONDE PRIMA LA LUZ Y LA SOMBRA | PROSA POÉTICA © Rosa Gómez, 2015. © HEBEL Ediciones Colección Humus | Poesía Santiago de Chile, 2015. www.benditapoesia.webs.com Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".
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PRELUDIO
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Y después de estos días gélidos, hoy es un día auténtico albercano, de esos donde prima la luz y la sombra, y la arquitectura se define generosa.
Entre la luz y las
sombras se percibe su alma, pues como todos sabemos lo esencial es invisible.
Rosa Gómez, es cocinera de luz y sombra, de colores. Como fotógrafa de naturaleza y como retratistas de su amada comarca de la Sierra de Francia, también poetiza. En este breve texto se recogen algunos de sus escritos ocasionales. Son prosas poéticas de gran belleza y sencillez escritas al azar, desde la cotidianidad del decir lo que deslumbra a los ojos y el corazón. Estos textos son un ramillete surgidos el primer semestre del año en curso. Esperamos tener más, para ver a través de los ojos de su palabra, allí donde prima la luz y la sombra. Luis Cruz-Villalobos Santiago de Chile, otoño 2015
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PROSAS POÉTICAS
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De la montaĂąa el horizonte, del dĂa el ocaso, de mis pasos el camino que me lleva a ti. Naturaleza, de tus manos recibo el verano y te doy las gracias.
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Hay una sirena que se sumerge por mà en el mar, despuÊs firma con mi nombre sobre la arena. El efecto perdura hasta que las olas pacientes se llevan cada canto, como se llevan el suyo, cuando me susurra ven‌
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Se oyen grillos, huele a bosque, es de noche en la calle Prados. Mientras,
un
poco
más
allá
del
camino de hiedra y piedra, junto a la fuente fría, la verde hierba se regocija con el fresco viento. En el silencio sólo se escucha el susurro de la Sierra, susurros conjugados por el mismo cielo, por la misma luna, el mismo latir. Es de noche en la calle Prados, huele a bosque, se oyen grillos.
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El viento, protagonista de este Corpus Christi, hace lucir con mĂĄs brĂo los ajuares, esparciendo las fragancias purificadoras de la lavanda, rosas e incienso por cada rincĂłn albercano.
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El agua recorre generosa los campos con
este
riego
de
culturas
milenarias,
atravesando incluso parte del pueblo como arteria de plata al caer la noche. Macu, después de haber regado su tierra y sus frutos, se adentra en camino de la montaña, donde sumergirá sus manos entre limo y sombras para clausurar el pozo donde
la
fuente
sagrada
vierte
sus
bendiciones de vida. Convertida así en gestora náyade, con sus branquias bajo el agua, hasta que el alba la despierte de su divinidad, fluyendo en un estado de eterno retorno entre el agua y la tierra.
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Se oyen truenos… Soy y siempre seré de montañas azules y tiempos tormentosos.
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Me encanta respirar el aire de la noche
que
viene
de
los
bosques
de
castaños y robles que nos rodean. De los musgos y nogales. Puedes oír el agua que atraviesa La Puente que se mezcla con tus pasos y el latido del corazón. Sabe a infancia y misterio. El granito, siempre frío. Cada noche en La Alberca, es un deleite para los sentidos. Un tesoro por descubrir.
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Entre
luz,
regalices,
sombras
y
gominolas. Apacible tarde de domingo en las calles albercanas. SĂ, ya se saborea el dulce de la Primavera.
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Mañana
entre
helechos,
raíces,
musgos, flores, agua, y rocas. Escuchando los suspiros de un bosque enamorado. Aquí entre la umbría, en el camino hacia Edén.
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Y si tuvierais que elegir un camino, elegid siempre el camino del corazón. Es el camino más atrevido, el del coraje. El camino de los valientes. En el encontraréis la puerta a vuestro mejor ser. Estad atentos porque siempre hay señales que indican el camino, hasta el duro granito te lo recuerda.
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Salí esta mañana al alba en busca de la luz del Valle de Batuecas, y de regreso a casa
me estaban recibiendo, entre las
perennes sombras albercanas, estos rayos de sol, los mismos que dan ánimo, calor y aliento a esos pequeños grandes jardines, mundos en minúscula plenos de vida, que nacen entre el granito estos días que ya huele a Primavera.
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So単ando tras la ventana, una dulce alma de ni単a es acunada. Nanas de luz, chocolate y leche. Todo es silencio tras mis pasos, sobre losas de granito.
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Menos
mal
que
el
camino
nos
bendice con agua fresca que aplaca nuestra sed. Sigo el camino‌ he compartido con vosotros algunos momentos de esta tarde.
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Es una verdadera delicia llegar a casa justo a l'heure bleue, después de los caminos entre el bosque de robles, ríos y castaños. A la calle mágica que conecta con los prados, el camino hacia la montaña. La calle donde las piedras cuentan al musgo secretos de lluvias y rocíos de tiempos pasados.
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Cuánto echo de menos un poco de mar, su horizonte infinito y su aroma salado. Me conformaría con una inspiración y entornar mis ojos una vez más sobre esa luz. Ojalá con sólo escribir mi nombre en la arena apareciera yo allí, y sin embargo esta mañana he sentido las olas sobre mí.
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Son tantos los silencios que escucho en una de mis calles favoritas, la mal llamada Calle de AtrĂĄs. AquĂ, sobre el tapiz de musgo, todo es un eco callado,
y sin embargo donde el
que pasa da riendas a sus pensamientos, y los susurros delatan sentimiento,
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Un verdadero placer para los sentidos, sentir como la primavera se va acercando. En Sotoserrano ya se toca con los dedos.
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Mientras las campanas tañen, la luz va abriendo camino entre al granito. Quienes habitan el lugar recorren las calles ensimismados todavía en sus sueños, de camino a sus oficios. Una vez más y mañana otra. Mientras las campanas tañen.
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Y después de estos días gélidos, hoy es un día auténtico albercano, de esos donde prima la luz y la sombra, y la arquitectura se define generosa. Entre la luz y las sombras se percibe su alma, pues como todos sabemos lo esencial es invisible a los ojos.
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Zona de juegos, Las Espeñitas, escalar montañas,
cruzar
océanos,
mares
en
tormenta, saltar las cascadas más grandes del mundo, navegar a los Mares del Sur, llegar a Oriente, conquistar las murallas más escarpadas. Aquí todo es posible, incluso volar… Y todo a cualquier hora, desde la mañana hasta el serrano.
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Al caer la noche, entre calles y callejas albercanas, pequeños tesoros dan rienda a la imaginación, de un lugar que acompaña a viajar más allá de la realidad. Entre suspiros y recuerdos, alguien susurra: ya estuviste aquí… ya estuviste aquí... Fantasmas
y sombras
acechaban
infancias que corrían en piedras de granito y eco, laberínticas, entre el miedo y el placer de saberse a salvo al llegar a la plaza.
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Sonata de Invierno de la Calle de Atr谩s. Notas blancas en clave de sol desde balc贸n pentagramado. Allegro
maestoso.
directo.
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Concierto
en
Mientras
escribo
las
crónicas,
escucho como se va acercando entre la ventisca, la Moza de Ánimas inexorable con su esquila. Y
recorrerá
las
intrincadas
calles
albercanas, haciendo punto y aparte en cada esquina con su rezo secular. Hoy se escucha en una lejanía difusa pero real, como se viven los mejores sueños.
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Tiempo de soùar‌ mientras la nieve cae y todo calla.
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Tengo el placer de presentar las primeras prímulas de los prados. Una muy grata y fresca sorpresa esta mañana, entre la nieve. Larga vida para ellas. ¡Ya están aquí! ¡Han llegado!
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¿Acaso hay algo más bello que una niña de abrigo rojo sobre la nieve?
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Vengo de la Sierra de Francia de jugar con mis montaĂąas azules. El ocĂŠano es inmenso, hoy tambiĂŠn he jugado con tus olas.
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Esta soy yo bajo la lluvia. Me gusta estar ahí desafiando el frío, sintiendo como la lluvia moja mis manos, y mi rostro, hasta verlo todo a través del agua. Notar como la tierra se vuelve más mullida, y la niebla va bajando, atravesando el bosque hasta llegar a mí. Me encanta el olor de la tierra mojada y el sonido de la lluvia al golpear las hojas. Lo bueno de la vida se compone de pequeños
grandes
placeres…
salir
al
bosque en día de lluvia y ser mediadora de su luz, cuando los árboles se muestran más bellos.
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Escalando hacia la Ăşltima luna del aĂąo.
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PROSLUDIO
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Yo declaro: Quiero sentir el frescor de los bosques de robles sobre mi cara y hacerlo mío para siempre jamás. Los trabajadores de la luz silvestre somos maestros del tiempo. Lo utilizamos y lo controlamos en dos caminos. El tiempo de los días y de los meses de las pocas horas de luz en invierno y de las largas noches de verano que determinan nuestro obrar. Pero también somos maestros por un camino mínimo del tiempo de los segundos y sus fracciones ese instante preciso que es vital.
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Rosa Gómez, es un testigo de la Luz y de los aconteceres cotidianos en el paisaje singular de la comarca de Sierra de Francia en Salamanca, España. La Sierra de Francia, tierra telúrica, tierra de árabes, judíos y cristianos. Tierra de fuentes y vírgenes negras, tierra de raíces es el paisaje que constituye el mundo observado y fotografiado por Rosa. Diplomada en Turismo, Máster en Marketing y Comunicación, y Licenciada en Filología Hispánica, cursa el doctorado en la Universidad de Utrecht y trabaja como docente de Lengua y Literatura en varios países. Aunque inmersa en el mundo de la palabra, siempre ha estado vinculada al mundo de la imagen, y es a su regreso a España, después de cruzar mares, valles y montañas, cuando siente la necesidad de comenzar estudios de Diseño Gráfico. Ser capaz de transformar realidades en un mundo imaginario, es algo que puede llegar a ser embriagador y además cura la nostalgia. Su fotografía es fiel, pero sobre todo consciente de que es una visión muy personal de alguien que vivió aquí su infancia, que creó aquí su mundo mágico, que además de jugar, exploraba caminos, que lanzaba barcos de papel a un arroyo pensando que acabarían en el océano, sin hacer nada por evitarlo. Actualmente tiene su propio estudio fotográfico en La Alberca, dedicándose a la fotografía social, corporativa y publicitaria. Colabora con varios periódicos y revistas como fotoperiodista y ha realizado varias exposiciones, ‘Emotional Landscapes’, proyecto fotográfico donde pone en valor los recursos etnográficos y naturales de su comarca.
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Si el Alma es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso, las leyes y constantes físicas que las gobiernan, el Alma de Rosa
Gómez es la
manifestación
de
su
energía
y
capacidad creadora, sus fotos toman el derrotero del análisis de las leyes que gobiernan los sentimientos, los mundos y los submundos de la cotidianidad y de la concepción artística. José Amador Martín Sánchez
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DONDE PRIMA LA LUZ Y LA SOMBRA PROSA POÉTICA
Fotógrafa española de La Alberca, Sierra de Francia, Salamanca.
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