De Fuego, de Nieve. Antología poética de mujeres (2017). Luis Cruz-Villalobos & Samuel Lagunas (eds)

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DE FUEGO DE NIEVE ANTOLOGÍA POÉTICA DE MUJERES Luis Cruz-Villalobos & Samuel Lagunas (Eds.)

HEBEL


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Luis Cruz-Villalobos & Samuel Lagunas (Eds.) DE FUEGO, DE NIEVE ANTOLOGÍA POÉTICA DE MUJERES HEBEL

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DE FUEGO DE NIEVE ANTOLOGÍA POÉTICA DE MUJERES PUBLICADAS EN HEBEL EDICIONES Luis Cruz-Villalobos & Samuel Lagunas (Eds.)

Magdalena Morh (Chile) Sofía Cruz-Villalobos (Chile) Daylíns Rufín (Cuba) Lourdes Cordero (Bolivia) Rosa Gómez (España) Xiomara Núñez (Colombia) Nayla Portas (Argentina) Verónica Céspedes (Chile) Matilde Escobar (Argentina) Damarys González (Venezuela) Shirley Ruiz Monje (Costa Rica) Gleidys Martínez Alonso (Cuba)

HEBEL ediciones Humus | Poesía 5


DE FUEGO, DE NIEVE. ANTOLOGÍA POÉTICA DE MUJERES © Luis Cruz-Villalobos & Samuel Lagunas (Eds.) © HEBEL Ediciones Colección Humus | Poesía Santiago de Chile, 2017. www.issuu.com/hebel.ediciones Fotografía de portada y contraportada: © Julien Seth (mural) Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo". 6


Me han estremecido un monton de mujeres mujeres de fuego mujeres de nieve pero lo que me ha estremecido hasta perder casi el sentido lo que a mí mas me ha estremecido son tus ojitos mi hija son tus ojitos divinos. Silvio Rodríguez

Del otro lado de la noche la espera su nombre, su subrepticio anhelo de vivir, ¡del otro lado de la noche! Algo llora en el aire los sonidos diseñan el alba. Ella piensa en la eternidad. Alejandra Pizarnik

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Introducciรณn

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Hombres necios que leemos versos por mujeres, caemos en lo que Sor Juana Inés de la Cruz nos advierte con sus atrevidas palabras: el cruel descubrimiento de nuestra propia carencia mental como lectores masculinos a tan brillantes versos que queman y congelan. Y con estas reacciones que evocan el título que han sugeridos los editores de esta presente antología, quisiera proponer una cautelosa lectura para admirar fuego y nieve, conscientes del peligro o del placer de quemarse (porque la nieve también quema). Este conjunto de poemas eleva voces de mujeres en versos sinceros y sagaces que abarcan temas que transcienden la identidad de género y las políticas de identidad. Es decir, las voces líricas no se detienen en la debida importancia de su identidad como mujeres, pero con humana pasión nos invitan a escuchar no tanto a las sirenas o a Penélope (con su bolso de piel marrón), sino al contrario, es una odisea hacia la voz humana. En esta colección, se concentra una voz en particular que, sin ser homogénea y monolítica, es algo universal. Las antologías de cualquier tipo son desafíos y riesgos que pocos editores y compiladores conciben con facilidad. Sin embargo, la compilación aquí presentada no es una mera selección de poemas que desafía un canon o rechaza la poética masculina, a modo de texto escolar. Esta antología, en consecuencia, no es simplemente una colección que excluye a voces. Es una cuidada selección de aquellas estrofas que lectores de poesía y curiosos puedan volver a meditar y congregar con poet(iz)as en ese espacio ambiguo y nebuloso que puede ser la lectura poética. Y acaso descubrir voces que en sus primeras impresiones (en sus dos significados) y lecturas no fueron descubiertas por lectores en busca de la palabra precisa, la sonrisa perfecta. Acaso estos versos debieran quemar y congelar, cosa que no sucedió cuando las voces fueron primeramente publicadas.

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La presente obra corresponde a una anotología de poemas de mujeres publicados por Hebel Ediciones entre los años 2011 al 2016. Selección realizada por dos de los integrantes del equipo editorial de esta casa editorial digital. Esta obra poética abre con dos chilenas, Magdalena Morh y Sofía Cruz-Villalobos (esta última, nacida el año 2000, es la menor de las escritoras seleccionadas), con poemas que queman desde temáticas vinculadas a la mortalidad y la vida. Los versos de Daylíns Rufín, Lourdes Cordero y Rosa Gómez abarcan lo mundano y lo eterno, ya sea en relación a la meditación sobre la vida eterna, el ritual de la vida rutinaria o la posibilidad de trasladarse a otros espacios mediante la palabra, la imaginación y las ansias. La selección de Xiomara Núñez, Nayla Portas y Verónica Céspedes es un conjunto más hermético con versos que congelan con sutil suspenso. Los poemas escogidos de Matilde Escobar y Damaryz González reflexionan sobre el precario cuerpo y la eterna memoria, amplia como la naturaleza y el universo, con los versos de González como los más íntimos quizás de esta colección. La antología cierra con poemas de Shirley Ruiz Monje y Gleidys Martínez Alonso. Los versos a veces narrativos de Ruiz Monje se embrollan con reflexiones teológicas y epistemológicas, con un yo más palpable que en el resto de las voces. La selección de los versos de Martínez Alonso es la más amplia y versátil. Su selección de versos es fuego y nieve, a veces sencillos y sinceros, otros complejos, pero evitando hermetismos místicos. Sus versos que juegan con ideas psicológicas son ecos de profunda reflexión en respuesta a los primeros poemas.

Dr. Moisés Park Baylor University

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Magdalena Mohr (Chile)

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de Volver a casa, 2013

Resurrección La ventana de mi pieza tiene vista a un pequeño cementerio yo me tomo tiempo para observarlo y pienso sobre lo que se transforma en recuerdo verde, gris y negro y unas pocas letras sobre lápidas buscando explicar lo que fue toda una historia las flores del invierno esperan el verano para alegrar los recuerdos y se toman tiempo para llorar a los que ya no lo tienen reciben la lluvia con calma y la bendicen Mi reloj sobre la mesa me apura, me saca de las profundidades la vida sigue, ahora, pronto, y mañana me tengo que parar cumplir mi agenda vivir el día sin mirarlo y no quiero no quiero olvidar no quiero correr lejos de la vida no quiero encontrarme de pronto escribiendo el último día de todas mis agendas despertando por primera y última vez para ver que mis calendarios llenos de tareas estaban vacíos de amor y blancos sin sangre cuidados por el control protegidos de los sentimientos 15


y que los ojos de todos mis amores quedaron sin ser vistos ni atendidas sus palabras sin pronunciar porque el perfume de la vida era muy lento para alcanzar mi soberbia nariz Yo no creo ser una de los que mueren que no puede contra la muerte será porque soy joven inocente o muy soberbia que no veo la debilidad de mis tejidos que no hablan sobre lo que no quieren oír Piensan que tienen hojas infinitas de historias por llenar que siempre habrá otro día para volver a abrazar “Lo único grave en la vida es la muerte” -me dijo mi hermanaQue acertado Aunque no creo que ella ni yo hallamos entendido aún cuando nos seguimos juzgando y no vemos como contrasta el negro con la vida La muerte me obliga a agachar la cabeza y rogar por vida A mirar al cielo y a lo profundo de la tierra la mano sobre la que estoy sostenida Vuelvo a mi pieza y abro mi ventana hay sol sobre las tumbas y las ramas desnudas hay un arcoiris bajo el invierno hay luz que toca estas antiguas moradas de vidas transformadas hay vida eterna y eternas posibilidades que parecía que morían junto a su fin recuerdo restaurado con paz 16


dos gorriones hacen nido sobre el roble del lugar no saben nada de la muerte quieren primavera huevos nueva vida.

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Explicarte Todos te reprochan, Señor, justos e injustos los que te aman y los que te odian negros y blancos se preguntan dónde estás Y yo sin caber en ninguna categoría te reprocho también sabiendo que es un error culparte Tienes paz, Señor? Cuando miras el mundo Tienes paz? Cuando vez el dolor ¿Se mueve tu mano en la urgencia? ¿Rescatas en la muerte? ¿Calma la respuesta de tu silencio? Dios te imagino tapado de preguntas de tantos hijos amados Imagino que no duermes porque el dolor de tus hijos no encuentra reposo Y yo te pregunto desesperada Si te lavaste las manos Si has encontrado el modo de dormir a pesar nuestro Si nos entregaste a la locura del sinsentido Lo más complejo no tiene manual Porque las cosas se develan absurdas siempre al revés me cansé me rendí al tratar de explicarlas.

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El paso de mi pensamiento Si me ves caminando por la calle Riendo sola No estoy loca Estoy pensando en ti Si me ves caminando en la calle Seria y apurada No dejes de saludar Necesito recordar cuanto te quiero Si me ves caminando por la calle Pausada y distraĂ­da Es porque soy feliz Sintiendo el suelo bajo mis pies Si me vez caminando por la calle Cantando apasionada Ăšnete en el coro QuizĂĄ cuan bien sonamos juntos Si me ves caminando por la calle No mires tanto No calles educado Grita mi nombre Y sigamos caminando juntos.

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Mentes empolvadas Quería ser el Papa Para escribir una encíclica Que mande a la mierda a los maestros de la ley Que leen esas cosas Y las citan en sus libros Con tanto orgullo Quería que me escuchen Lo que pienso de sus túnicas Mas jerárquicas que ascetas De sus juicios que nadie necesita Y sus estudios aturdidores Nadie pidió que opinen tanto Repitiendo cosas que no entienden Con voz que sale de sus libros El Juicio no piensa Sólo actúa Condena Mata la vida Porque dejas de observar Quería ser el Papa Para hacer de la apertura un dogma Y que por fin confiesen su ignorancia Para desempolvar tantos libros Y tantas ideas Quería ser el Papa, Pero luego pensé, Que es mucha responsabilidad Escribir evangelios sueltos Que no puedo enseñarles Porque ahora mismo los estoy juzgando.

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Cruz Se cayó la cruz Que colgaba en mi mano Cayó Por ahí Perdida en algún lugar de la ciudad Cruz de madera pequeña Me hizo acordar de tiempos que me contaron Y me acuerdo que la cruz que inspiró la que se cayó está podrida se perdió se cayó en algún lugar del oriente Porque quien la hizo famosa Ya no es hombre ni cadáver de hombre Porque Él dejó la madera, los lienzos y la oscuridad Aún así No dejó la pasión con la que abraza al hombre.

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SofĂ­a Cruz-Villalobos (Chile)

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de Mariposas rojas, 2011

El รกrbol volador Soy un รกrbol volador Con hojas de plumas Mis ramas son mis brazos Con los que tomo las cosas A mi propio ritmo Cuando miro el sol Pienso que voy a arder A veces ando por las aguas Imagino mi rostro Y no pienso nada Y con mis ojos invisibles Me quedo mirando el mundo.

21-11-2008

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Día de cara alegre Hoy alegría Hoy felicidad Hoy curiosidad Hoy un día inolvidable Hoy tarde extraña Hoy comida sabrosa Día cumplido Día sin familia completa Tema de sentir Que mi hermano Juega contra el viento Y el sol Y yo sentada en el suelo Escribiendo poesía

19-1-2011

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Día inolvidable Dios Todo depende de Ti Después de un año La tragedia Nos invadió Dificultades hemos tenido Sin comida Ni Luz Nada Padre Pero igual confío en Ti Porque Tú nunca Nos fallas Todo Chile en silencio Temblor y saqueos Hace un año Personas desesperadas Personas tristes Por haber perdido sus casas Destruidas por el mar o el derrumbe Nosotros agradecidos porque Tú Padre Nos cuidaste del Tsunami En San Pedro y Concepción Nos diste de beber y comer Y vivir Pues nunca nos has fallado Nunca solos

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Después de un año Otro gran sismo Las personas corren y lloran Asustadas por el recuerdo Del terremoto del 2010 La alerta de Tsunami Para todo Concepción y San Pedro Una historia que la pasamos Asustados subiendo y bajando el cerro Con multitud Llorando y esparciendo gritos Casas destruidas Murallas en el suelo Personas en carpas en los cerros Por haber vivido lo que vivimos Y que no ha terminado Y no terminará Crujió fuerte la tierra Y Tú con nosotros Viniendo a cubrirnos Con tu escudo fiel.

27-2-2011

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Cielo desesperado Oh cielo Cómo te mueves Y cómo te cubren Esas nubes de San Pedro Y después se van en la tarde Pero en la madrugada Vuelven Los árboles se mueven Los árboles se deshojan Contra la casa Cada día cambia Cada día no se repite

22-2-2011

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Extrañada Tanto viento Tanta fuerza Grandes sonidos Como de relámpagos Me asusto Con cada paso que doy Y el viento se detiene Y yo allí Es en la última pieza Donde sigo escribiendo.

27-2-2011

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de Cosas de la vida, 2012

Extrañar Dedicado a Patricio Villalobos y Francisca Barrera

La lejanía está rodeándonos de recuerdos Los seres queridos están ahí Millones de kilómetros nos separan en caricias lejanas Como un árbol sin agua Como una noche sin estrellas Están en tierras europeas mis tíos Se fueron por un mejor futuro Llegaron y han sido recibidos en amor Los extrañamos pero volverán Ahora están bien cumpliendo sus metas y sueños Ellos que forman parte de todos nosotros y de mí.

26-10-2011

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Oleadas Oleadas de vientos Oleadas del clima Oleadas de risas Oleadas de alegrĂ­a Oleadas de gritos Oleadas de amor Oleadas de enojos Y entre todas TĂş.

12-01-2012

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Algo tan simple Alejada estoy Como un desierto sin agua Sedienta y con calor Algo tan simple que te puede destruir en un pequeño segundo Algo tan simple que te deja con dudas y te aleja de lo que más amas Pequeñas palabras no son suficientes para empezar de nuevo.

23-09-2012

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Daylins Rufín (Cuba)

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de Vers.o.s, 2014

Naufragio (o un día después del milagro) He de llamarte Amor. He de llamarte para absorber las algas, disecar conchas míticas, pincharnos de coral. He de llamarte para hundirnos juntos húmedos y silentes con los oídos sordos a toda profecía benévola, injuriosa, para jugar a ser oceánicos, a ser hijos del sol bajo las aguas. He de llamarte Vida, para ahogarnos y ahogarnos y llenarnos de azul hasta el aliento. He de llamarte perentoriamente para emerger con furia al fin salvados.

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Dos de tarde I …y las puertas se cierran para quedarnos solos la claridad y nosotros. La ciudad arde y es preciso desnudarse. II Dímelo Cómo En qué momento el mar se vino dentro de este cuarto Y porqué no se acaban sus olas.

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Fugaces II ¿Qué podrá ser el paraíso, sino este descansarnos hombro a hombro, cálidamente quietos? ¿Qué más podrá traerse del recuerdo de aquel primer jardín, si no este desnudarse sin pudor ni lujuria…. simplemente? ¿Qué fruta reclamar hasta la muerte, sino esta dulce abrupta explosión de tu carne? ¿Qué más orden que el ritmo de los cuerpos abrazados, extáticos y móviles? V Sé que voy a quererte más allá de esta vida. He aprendido a tocarte sin los dedos...

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Prestamo mundi I Sé que hay una ciudad donde la magia ocurre. A esa ciudad le cuelgan temprano las estrellas, y le llueven pequeños trozos de paz. Es como si esa ciudad, o mejor dicho, la ciudad fuera un préstamo mundi No existiera la noche para ella, sino ella como un guiño de la noche. Ciudad de concesión y concesiones, ciudad que con licencia y licenciosa, ciudad casi permiso y permisiva. Nadie ve al mago, pero tras los cristales del invierno se prenden los candiles la gente de sepia y luz se ríe muda, como de otro mundo… y es que en esa ciudad -en la ciudadnada parece ser lo parecido. Amanece, es la niebla, Cada adoquín es un retablo un manto de retablos silenciosos, amanece. Y el río abre sus ojos gigantescos, sus parpados finísimos de ondas. El mago no se ve, pero la habita.

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Imprecación Quien piensa en el futuro no está muerto Luis Marimón

Desnúdate ahora que descubriste tu soledad como un manto. Desnúdate y sale a caminar por la ciudad. Haz un ritual de todos sus desvelos y sus nocturnidades. Tal vez te baste echar a andar las calles sin ropajes sin el tejido de los otros: ese atavío incierto que el polvo te enrarece. Hoy que los acaricias como una piel ajena, hoy que olvidaste su color primero, desnúdate. Encamina tus pasos hacia el fin de los puentes, y atrévete a dejar que te encuentre la aurora. Desnúdate sin pudor sin prisa. Sólo si te desnudas podrá el día envolverte en sus velos transparentes y cálidos…

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de Mundos de Astoret, 2014

Apocalipsis Y un día ardió el mar hasta quemar el cielo y lo dejó manchado con su humo, y llovieron ardientes gotas del mundo y de mis ojos, y temblaron montañas en los valles, y doblaron su tronco los abetos y los pájaros tristes, alocados, cayeron en el suelo inertes. Vientos batieron las cascadas y los ríos hasta dejarlos secos, y fue el fin de mi mundo que no es nada sin ti y contigo es, al menos….

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Mi ciudad no es la misma Mi ciudad no es la misma, se ha manchado su aquel límpido sol, ya su césped no es de un verde alegría. El San Juan yace inerte bajo el gris de un lamento y el puente se hiela en la humedad del alba. ¿Ha olvidado la bahía su historia de algas y ninfas? ¿Los parques ignoran las leyendas antiguas que guardan sus estatuas? Se espera que aparezca, en cualquier esquina, el pequeñito ser de la esperanza. ¿Con qué matiz de azul se le enamora para que no se vaya?

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V Si un centauro cabalga hace crecer la hierba. Con su andar selvático despierta el sueño, te deshiela con su hálito salvaje. Un centauro cabalga y ya no sabes dónde esconder tus ansias, pierde el manto en tus dedos su orgullo de gitano. Si un centauro cabalga y tú lo puedes sentir mientras se acerca, no escondas la malicia allá en tu carcaj, que es certero en su arco y ya perdió su alma en la primera fiesta. Y ¿adónde la inocencia de tu pecho si el centauro se aleja?

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I No conozco el dialecto de las ramas, pero sé que están tristes los árboles. Sospechan que eres tú la semilla por quien pregunto a las aves migratorias. Un invierno y otro se suceden mientras yo miro absorta los ramajes y espero. Tengo la certeza del verano.

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III Muchacho que me miras, ¿quién desechó la tarde y te dio la luna? Escondes tras tus ojos todos los siglos, todos los buenos tiempos en tu sonrisa, en tu pecho dormitan flores silvestres. Muchacho que me miras ¿ qué haré si tú no vuelves?

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de Dos de pasos, 2016

III. Descenso Fue preciso soltarlo todo y aguantar todo el aire una pausa de vida para escuchar tan solo el corazón y sus redobles: suspiros escondidos de la carne. Fue necesario abrir los ojos y acercar los labios, buscar los ojos tuyos como única palabra aprender de las lenguas un dialecto silente traspasarnos las sílabas barrocas -yo en los tuyos después, tú, primero en los míoscomo quien deposita una carta en secreto o esconde de los vientos el último pétalo del Mundo, como quien regurgita una espora de Luz.

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VI. Intrusos El caracol despliega su alfombra húmeda de luna por el hueco de las ardillas; un cortejo de hormigas avanza por sus bordes de luz atravesando la guarida del conejo. Hay una rama en sombras a quien le está creciendo un nido. En ese espacio tibio, hace muy poco, desplegaba su piel una serpiente. Dos abejas derraman su polen en el recinto pardo que poco antes guardó una mariposa. Un camaleón irrumpe con su lengua en la grieta que arropa las frágiles arañas irrumpe y no le basta. El topo gris se esconde a alguna parte, huye de los escombros de su hueco que el cervatillo destrozó al galope. El ave madre lanza un grito que lo atraviesa todo rojo como su pecho y el crepúsculo, justo cuando encendemos de fuego azul los dedos justo cuando abrazamos esta casa de lianas y sus cuerpos.

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XII. Certezas Te dije que era un mapa y no creíste que los caracolitos fueran capaces de trazar destinos de conocer las coordenadas de los sueños ahora sólo la noche sin luna podrá revelarte esa suerte de líneas transparentes sigilosas que se cruzan absurdamente ante tu pies: trazo pétreo de lo que fue mensaje tibio y húmedo, fósil de luz vidente que no supiste ver. Ahora tan sólo quedan el desamparo del silencio que quiso saciarse de palabras el recuerdo del camino de luna mi sueño y otras líneas…

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XVI. Sobrevivencias Desandarte las curvas las estaciones del recuerdo los atajos del corazรณn y tu calzada irregular del pecho Ir y venir por ellas recolectando piedras y esqueletos desapartando las mitades de naranjas secas degustando por fin la almendra azul ir y venir por ti contigo indefinidamente del temblor al asombro y viceversa.

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Lourdes Cordero (Bolivia)

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de Mariposas entre lo bello y lo frágil, 2015

Brote de Aguas El sol está en lo alto desierto puro no hay ni un bocado de aire. Mis ojos se han cansado de mirar tanta soledad. Un poco de agua, sólo una gota calmaría mis sequedades. De pronto, en medio de este calor salvaje Mis ojos tropiezan con un paisaje diferente. Lenta, Profunda y quietamente algo cava mis entrañas... Afloran fuentes de agua Que eran ignotas para mí. Hay tanta agua que ahora borbota sin parar, tanta que me ahoga. Transparentes, inagotables ¿de dónde, cómo salieron a la superficie? Mi mundo se ha convertido en agua. Toda tierra se ha convertido en agua. ¿quién entiende? Agua arriba, agua abajo por donde miro es agua respiro y traspiro agua, inhalo y exhalo agua. Tus ojos.

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Créeme Créeme que si de amor se trata hace poco aprendí unas coplas que hoy canto junto al mar a dúo con la soledad. Créeme cuando te digo que al hacerme vulnerable, he aprendido que para amar las máscaras no tienen lugar y aunque estoy expuesta al rechazo y la traición la alegría de la entrega supera todo temor. Créeme, hay noches cuando narro cuentos a mi gato negro y eres tú el galán y villano de mis historias. Créeme cuando te digo que no hay razón para temer a la entrega; que el dolor y la alegría son parte de la vida así como la muerte Créeme, en silencio te invito a desenterrar mis secretos; los guardo adornados con listones para cuando quieras desnudarlos. Créeme, dos son mejor que uno para hacer camino en este mundo, mas no por ser dos hacen uno, ¿quién entiende los misterios del amor? Créeme que cuando yo abrí mis brazos mientras tu los cerrabas la lluvia bañaba el prado, así es el dolor, abono para la madurez. Y hoy estoy aquí con las manos vacías. Créeme que si hoy te digo adiós prendida al lomo del viento o hago para que tu camino esté despejado y para librarme del fantasma de tu sombra.

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En el vientre de un pez El tiempo se ha estacionado en alguna esquina, sólo la conciencia del dolor está presente. el golpeteo de mi corazón ha sustituido al tic-tac del reloj. Confiados en mi ingenuidad de neonato mis enemigos prepararon un banquete. Con zalamería y mentiras me aderezaron convirtiéndome en un bocado, y hoy estoy aquí, en el vientre del pez. Desnuda me acurruco en un rincón. ¿Se reduce la vida a ser un bocado para otro? ¿para qué vivo? En esta habitación enrarecida pareciera que sólo hay lugar para la conciencia del dolor y el silencio. ¿Por qué callas cuando se hace imprescindible escuchar tu voz? Ignoro cuantos nacimientos de estrellas habrá celebrado el cielo. En oscuridades como en las que vivo un haz de luz sería suficiente, un poco de agua calmaría mi sed, pero estoy aquí, convertida en alimento. En este reducto negro, sumergida en una fetidez como el lengüetazo de un dragón, mis ojos alcanzan a ver un destello de luz. Lenta pero inexorablemente tu presencia ilumina los rincones. Contemplo la fealdad de este lugar, el vientre del pez, mi corazón. 57


La palabra Hay dolores tan grandes que hasta los gritos son amordazados y las lágrimas se secan en las ventanas. Entre suspiros y quejidos sales del mal sueño sólo para descubrir que vives una pesadilla; junto a tu lecho está ella, una palabra. Sólo una

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Xiomara Núñez (Colombia)

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de Claras turbulencias, 2015

Pedazos perdidos No puedo reconstruir los caminos que hice y que otros rompieron, no puedo dibujar sobre el lienzo que otros despedazaron. No puedo reescribir las historias que otros quemaron, No puedo beber los vinos que me quitaron. No puedo decir las palabras Que de mi lengua arrancaron, No puedo deletrear las letras Que de mis dedos cortaron. No puedo escuchar las canciones Que de mis oídos ocultaron. Algunos días veo esos pedazos regados por mi cuarto algunos otros regados en el baño, pero no puedo, no quiero, No debo y no busco Encontrarlos.

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Lágrimas Escribo para vivir un poco más, Para exorcizar mis heridas, Para exhalar este aire cortado que se acumula en mi pecho. Tanto aborrezco no poder hacer nada con estas palabras Que ellas no hagan nada conmigo que nadie me encuentre que de nadie me pierda que sean un día más, en una hora más en una mujer más.

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Inesperado No es que mis latidos se hagan más fuertes cuando te acercas, es que al acercarte los escuchas mejor. No es que tenga un corazón de roca, es que si no lo amurallo se trastoca. No es que encarcele mis palabras, es que mi silencio las atrapa. No es que sea una mujer de hielo, es que al fascinarme me congelo. No es que no sea retributiva es que me entrego en cada brisa. No es que sea una orgullosa es que debo huir de tu locura. No es que no sea sincera es que no soporto tus ausencias. No es que no viva intensamente es que en realidad pensamos diferente. No es que sea insensible. No es que sea indiferente. No es que sea impasible. No es que sea inconmovible. Lo que pasó es que tú apareciste.

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Soledad inútil Quiero incomodar la soledad de tu cama esta noche, Encender los rincones de tu cuerpo, Llegar hasta tu boca sin mayores pretensiones Y suplicar con el aliento agitado de mis venas. Hazme olvidar esta distancia que me abate Pues las cadenas han roto mi vientre, Húndete en mis labios y asfixia mis gemidos Para dejarme morir suavemente en tu violencia. Viérteme y desecha tu silencio Que sin querer se destruya tu existencia, Arrástrate conmigo y desvanece tu camino. Tu soledad se envenena sola Y se encuentra suplicante Por la muerte de sus límites. Ven conmigo Y fastidiemos el vicio de la soledad.

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Penélope Y yo aquí, aquí, aquí Sin nada, sin ti En una calma externa impenetrable Que todo lo sofoca, Mientras mi interior rasguña Inmisericorde mis sentidos. Mi corazón ya está seco, De rabia y de odio, De desamor y desazón Desollado y desgastado Aún esperando Y solo esperando Y por siempre esperando.

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Rosa Gómez (España)

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de Donde prima la luz y la sombra, 2015

Se oyen grillos, huele a bosque, es de noche en la calle Prados. Mientras, un poco más allá del camino de hiedra y piedra, junto a la fuente fría, la verde hierba se regocija con el fresco viento. En el silencio sólo se escucha el susurro de la Sierra, susurros conjugados por el mismo cielo, por la misma luna, el mismo latir. Es de noche en la calle Prados, huele a bosque, se oyen grillos.

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Y si tuvierais que elegir un camino, elegid siempre el camino del corazón. Es el camino más atrevido, el del coraje. El camino de los valientes. En el encontraréis la puerta a vuestro mejor ser. Estad atentos porque siempre hay señales que indican el camino, hasta el duro granito te lo recuerda.

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Cuánto echo de menos un poco de mar, su horizonte infinito y su aroma salado. Me conformaría con una inspiración y entornar mis ojos una vez más sobre esa luz. Ojalá con sólo escribir mi nombre en la arena apareciera yo allí, y sin embargo esta mañana he sentido las olas sobre mí.

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Mañana entre helechos, raíces, musgos, flores, agua y rocas. Escuchando los suspiros de un bosque enamorado. Aquí entre la umbría, en el camino hacia Edén.

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Nayla Portas (Argentina)

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de El corazón en ese instante, 2015

Ceniza roja Como si el mundo se saliera de mí y me dejara en una dimensión inerte, blanca, honda, inespacial. No hay lugar, no hay sitio donde pueda caber este sonido. Encapsularlo y lanzarlo al vacío, tan lejos como incandescente, se amplifica y vuela mis tímpanos. Un mar de triángulos alrededor donde navega un barco solitario y se pierde en la inmensidad de la nada flotando sobre puntas agudas. Una puerta que se abre en medio del agua, la extingo de un soplido, ato la luna a tierra, y las constelaciones siguen cayendo como ceniza roja.

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Comienzo En una brisa de descanso busco mi alma entre papeles, y no la puedo encontrar, se cayó en el camino de vuelta Perdida entre vidrios fríos y gente amontonada vaga por algún rincón de la ciudad Mientras sigo en un viaje de ideas y sumergida en el vacío, quedó detenida en el tiempo, entre flashes oscuros, y una parte de mí que desea no recuperarla jamás Gotas de tinta azul que queman mis pupilas, y una cinta gris sin principio

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Paisaje metálico Paredes de agua a mi alrededor, y un rayo de fuego que quiebra la luz en medio de sonidos que transportan al espacio Una línea débil que se esfuma en el viento y se retuerce entre arena seca que la ahoga de frío Una gota de mercurio cae del cielo, se derrama como un mar embravecido transformando el paisaje en una sombra congelada y metálica Un ala de ángel que cubre la tierra

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Lago Debería perderme entre sombras que se inclinan al vacío, la luz del alma que siempre tiene un poco mas.. Me baño en un lago cristalino, y me voy desintegrando hasta ser una minúscula gota como otras.. Puedo caminar alrededor y ver flotar las cenizas de tu aura, inundar el espacio con un golpe de sol, absorberlo violentamente, nadando en un refugio eterno que me conduce al infinito... Sumergir una nube en la profundidad del mar, que ahogándose se desmorona hasta convertirse en un suspiro azulado.. Zambullirse en el brillo de una estrella alejada que por la noche tiñe el cielo de tantos colores Desarmar el aire, hasta sentir entre mis dedos pedazos de nada, de átomos transparentes que me lleven al abismo, a las manos de Dios

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Camino Ojos grandes, rostro frío Se desdibujan imágenes frente a mi cuerpo. Refugio astral, ya me expulsa hacia el camino Y se vuelve más nítido, algo gris, algo azul por momentos. Mi cara, lavada de lágrimas, intentando… Todo parece opaco, a veces no… Y otras tantas estoy aquí, y tampoco estoy en ninguna parte

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Verónica Céspedes (Chile)

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De Petricor, 2016

5. Mi lugar Vengo medio astiada, pero vengo; a medio morir saltando, pero vengo; con las manos partidas de tocar tanta tierra; con el pelo enredado de tanto viento extraño; con la respiración descompasada después de caminar por el lado opaco de las cosas, después de haber hecho surcos y no ver crecer nada; con las ganas cansadas de acumular agonías en la retina y quejas en la punta de la lengua. Y... así vengo a contarte mis verdades, a desahogarme los ahogos, a recibir el vaso de agua que siempre me ofreces a comer el pan sabroso a descansar de a de veras porque... ¿a dónde más iría si sólo tú tienes palabra de vida eterna?

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7. Marca de amor Escribe tus palabras aquí, más allá de la piel, en el reloj vital, que por ahora tiene tiempo finito, pero que con sabor a eternidad tú has sincronizado; que con marcas indelebles en los minutos ya pasados le diste ritmo a cada latido a cada inhalar y exhalar. Tatúa tu marca de amor esa que habla de una caída de una venida de un perdón de una resurrección. Marca tuya de amor que habla de un prójimo de corazones de niños de compartir el pan de ir por todo el mundo. Ponla aquí en el reloj vital que parece finito, pero que has sincronizado con sabor a eternidad.

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10. Bulimia Tengo un mundo aquí dentro algo que no veo al mirarme al espejo, es como mil palabras que ebullen en mi garganta pero no salen; entonces siento una sequía desoladora y busco alimentos y los robo y me escondo y los dejo tapar mi garganta para que acallen las palabras que no quieren salir y que molestan. Y se alivia la sequía pero un mar turbulento parece entempestarme la conciencia y las olas se vuelven violentas y necesito dejarlas salir y así me duele la garganta pero me alivia la tormenta. Y tengo espejismo de paz porque este mundo de adentro y mi cuerpo de afuera me parecen algo ajeno y de tanto vaciar el estómago se me comienza a vaciar el alma ¿Será que necesito llenarla? ¿Será que puedo llenarla? ¿Será que necesito que alguien la llene?

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14. Comunidad Tengo corazón de arrebol y se me sale el sol por los ojos y los colores por las mejillas; Y no lo niego, a veces tengo la mente ennubecida grisácea de querer llorar, pero el corazón de arrebol me lanza los cálidos acordes y se me atardece la penuria y se me amanece la dulzura. Tengo corazón de arrebol porque así me lo han ido templando, me lo han hecho de obsequio y aquí en el pecho me encajó perfecto. Hoy tengo corazón de arrebol a fuerza de lucha, de amor, de abrazo.

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Matilde Escobar (Argentina)

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de El libro de Ăłnix, 2016

dos que se encontraron para (hacerse) reĂ­r, escuchan girar el engranaje de la rueda de la vida. y detienen la manivela para oĂ­r: el eco de todas las sonrisas dormidas.

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Ardiendo en el centro: Corazรณn-cรณsmico, Corazรณn, danza. El universo danzando el baile de las partes. Espejo, espejos. lo profundo y lo superficial, lo oscuro y la luz, juegan el juego del amor: Yo.

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(semilla de sol) Alguien, en el clan pregunta, ¿quién soy? el aire, que sacude las hojas de ese árbol, susurra al oído tiernamente, una plegaria de perdón. Camina hacia él, se sienta, en sus añosas y enormes raíces, hasta que sus corazones hablan, y se abrazan, en una suave luz citrina del reciente otoño. Al fin, respira. Se levanta, y sigue su viaje de semilla.

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No colecciono nada. Fantasmas y espectros (se) tocan en el umbral, no piden permiso, se meten, dicen: *te(a)mo* y se van silbando, sigilosos, como ese aire suave y frĂ­o, que va-y-viene, por la puerta que quedĂł abierta.

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Damarys Gonzรกlez (Venezuela)

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de Retratos, 2016

Una crisálida a Alejandra Alcalá (1973-2012)

Cualquier intención se desplaza igual que una flecha dentro de su piel de servilleta Ella quisiera que sus heridas sanaran con cicatrices de acero entonces tendría una estructura A veces la voluntad tiene un formato distinto al embalaje del cuerpo y ambos se rompen Es implacable el viento que aleja cada vez con mayor facilidad las trazas

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Composiciรณn de cicatrices Ella ha permanecido inmรณvil ante el roce de la รกspera corteza de los gestos y las palabras mundanas que la han lastimado al ritmo natural de la gravedad Se afilan las paredes de sus heridas se prolongan como armas punzantes y cada palabra que pronuncia tiene al menos una vocal que significa escudo

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Dolor: figura de cuerpo entero El dolor es un huĂŠrfano que habita mi cuerpo se refugia en la oscuridad y me hiere despacio resentido como si yo le debiera algo Las manos me arden y es inĂştil este malabarismo por intentar atraparlo Cuando se detiene parece que me contemplara con sus grandes ojos de ĂĄngel solitario

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Un velo sobre tu rostro El tiempo ha desvanecido lentamente la imagen de tu fotografía el papel blanquecino se torna amarillo grisáceo El portarretrato parece el arco de un puente de piedra en medio de una neblina que tiene algo de perdón renuncia y olvido A veces sueño que has pasado cerca del vidrio empañado y quisiera colgar cascabeles a la orilla de la muerte

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Naturaleza suspendida Mis muertos conservan la expresión ingenua de los que partieron engañados Así los encuadró mi mente Coinciden en juventud y en esa bella sonrisa que en sus rostros significa un desafío Son máscaras que flotan en un pequeño teatrino inocentes de los cuerpos distantes que los contienen y sin disculparse partieron

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La desaparición de mi padre La muerte rodeó el cuerpo de mi padre seccionó primero su fuerza sus gestos, la velocidad de sus pasos Guardaron la ropa, los discos, el despertador La voz de mi padre perdió el rumbo de su boca y golpeaba las transparentes cúpulas de sus ojos como un pajarito atrapado Todos lloraban alrededor de aquella oscura caja que igual a un portarretrato nuevo aportó al duelo aquella tarde una imagen parafinada

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Retrato de un sobreviviente Ha sido modelada accidentalmente la figura de un hombre ya no tiene equilibrio ni armonía Continúa avanzando su pequeño cuerpo andrógino y contempla desde abajo los géneros perdidos Sus pasos son las puntadas vacilantes de quien intenta sujetarse al mundo su desnudez es trágica volvió a nacer en el mismo cuerpo y lo recuerda

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Maternidad sobre un fondo difuminado Ella está amamantando y parece que un pensamiento cerrara oscuras puertas en sus ojos Sigue ahí sentada y su mirada fija se aleja a través del niño hacia un lugar donde los niños aún no han nacido Lo único que la sujeta a la realidad es un casi transparente hilo de leche

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Retrato de mujer campesina Tal vez cuando era niña el campo alcanzaba la altura de sus mejillas y desde que lo perdió se le cayó la mirada Avanza nerviosa acordonada por la orgánica sombra de la multitud El mundo no encuentra en su rostro los matices del fingimiento los convencionalismos por el bienestar humano El mundo avanza nervioso en dirección contraria

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Escenario de un sueño Un cuerpo comienza a hundirse entre cientos de relojes que giran al revés se despegan algunos números pronto se atascarán las agujas Al alcanzar la vejez descubres que los sueños fueron construidos con objetos que no funcionaban y que has habitado el mismo escenario con entusiasmo desesperación y resentimiento Tal vez tu única satisfacción será contemplar el rostro risueño de una criatura que nació con la promesa de hundirse

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Shirley Ruiz Monje (Costa Rica)

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de Brilla en la noche, 2015

Dios sin nombre Ya no tienes nombre, Te has perdido en lo indigno de tu legado Te cuelgas en lo extraño de un crucifijo. En cuestionamientos te has fundido Prisionero de los cimientos que se han levantado Entre la razón y el sin sentido de tu libre albedrío. En el hambre de tu búsqueda, las premisas ufanan el destino, Y en tu ego nos has olvidado. Nos diste un alma bajo un yugo, donde la risa en el juicio termina siendo un absurdo. Conjeturas, Revuelos, Preguntas, Respuestas, Y en todas sigues ausente. Eres la sombra silenciosa, Concurrente entre tierra y paraíso, Que une las angustias con el cuerpo, El desamparo en la culpa del bien o del mal, En la manzana inocente, Y el drama que no te nombra. Furia del consciente, Olor que se pasea en el viento Palabras difamantes Negaciones del juicio Una interrogante, que desdibuja un disparate 107


Un algo conviviendo en un lazo sin igual. ¿Quién dicen que eres? ¿Verdad o mentira? ¿Embustero fundamento? ¿Una sombra sin tiempo, que a medio camino perdió su destino? ¿Un alma humana, proyecto en construcción, Dios hecho animal? El afán de saberte y tu existencia son solo acertijos, De lo cierto o lo incierto Dios del viento, detrás de un poder, Atavío de ímpetu, gran desconcierto. Y en todo concepto, una verdad escondida!

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Revivir Y ahí está, ese punto inexacto de luz, sin querer pensar por un instante, se invita el horror inerte, la incertidumbre expectante. Tan inabarcablemente inabarcable. Esperando todo cuanto esté dispuesto. Ver un paso detrás del otro. Proseguir caminando, desplegándome, buscando la luz desprendida de la luz. Quise negar el llanto que fluía de las venas, No fue el cuadro del actor famoso, sino su voz disuelta sobre el lienzo. Paso algunos momentos sumida en la utopía, otros, almacenando la dicha traicionera. Quiero sobornar al destino vividor y compañero, al pasado, que solo evoca suspiros y pide con pasiva claridad salir entre bellos recuerdos. Una parte de la vida la paso pensando, Otra parte releyendo lo poco vivido. Otra parte, escribiendo historias. Otra, siendo aventurera. Y, en la quietud imposible, golpea el miedo de la existencia. Y se agota la acción...

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Solaz Hay un lugar, Ese secreto que nadie mira, en donde la espera entre el sol y la luna son instantes Besos donde se guardan las palabras que nadie escucha Pensamientos que juegan con los destellos del arco iris donde la voz se queda muda donde lo no pronunciado se llena de colores...

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Dios Sombra Dibujado en dos caminos, con claros y oscuros. Caminos extremos en donde se unen el cielo y el infierno. Mientras el bien y el mal discuten acelerados, hay círculos apasionados entre la vida y la muerte, cuentos de una existencia que mira celosa y otra huye con su manada. Sombras de búsquedas continuas, entre amores fecundos, alma y cuerpo entrelazados e insatisfechos, se retuercen en un todo, aún teniendo un nada. Nada parece ser harto, ni tocar con los dedos el cielo, ni quemar las ideas con el fuego Entre temblores, caos y tormentas, llevamos en el alma un forastero intruso de los tiempos, cercano de los pensamientos. Aturdes la mente y perturbas los sueños, sirviente de la paz y las sonrisas llenas de misterios. Amas sin límites, clavado en la historia, tejiendo caminos llenos de emociones tan hondas que se ahogan en lo infinito. Torturas la conciencia de los vivos, y reposas en la paz de los muertos. ¿Eres aquella conciencia insaciable? Caminos recorridos una y otra vez, marcados por muchos inventado por otros, fantasma buscado en las avenidas. Un día, frente a frente, descubriremos tu rostro, aquel que solo frente al espejo recobrará sentido y sin asombro alguno, entre mi imagen y un grito, mi cuerpo será la respuesta a todas las preguntas.

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Con pasión Eva Los senderos están oscuros, el ingenio de la luna derrama gotas de sosiego, poder y zozobra. Se esparce un ambiente virgen y moral. Se dice que no podemos, que todo es prohibido, que seremos dioses al sentir lo que no debemos, se dice que en la inocencia está la redención, pero en el sentir está el placer. Somos dos almas que caminan sobre calles de fuego, vivimos un cielo, pero el infierno nos quema, nuestros cuerpos demandan algo prohibido. Soy una mujer oscura, pero en tu cuerpo encuentro una religiosidad profunda, te encuentro desnudo y tan concreto y secreto, tienes un silencio en la mirada que me es un misterio. Vivimos una simetría estática de ideologías abstractas que nos llevan a vivir una situación de represión, de argumentos, que caen con solo sentir tu respirar en mi oído. No sé ni quién soy, haces que me pierda en la naturaleza. Sí! Soy la luna, soy el suelo, soy el cielo, soy linda, soy mucho y a veces poco, soy la nada, soy ella que te enamora. Sí! No sé quién soy, pero sé, que un libro me dio vida, que un cuerpo inerte y desnudo puso en mí un corazón apasionado, que a través de tus ojos, de tu piel y de tu sexo, llenas mi alma de sexualidad pura y erotismo sincero. El calor de lo prohibido nos acompaña esta noche, y se hace insoportable, quiero ir a un riachuelo y darme un baño frío y que nuestras almas evaporicen la noche, quiero quitarme las hojas que cubren mis pechos y desvestirme lentamente y que el agua fluya sobre mi cara, baje por mi cuello, toque mis senos y roce mis caderas.

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Tú, sigues en mí, y yo, sigo dentro de ti, sé que te da miedo, pero lo que era, ya no es, hoy somos igual a los dioses, podemos crear vida como ellos, podemos hacer en siete días miles de universos y que estos exploten al excitarnos, podemos sentir el placer de lo bueno y lo malo y disfrutar el pecado de amarnos. Hoy estás frente a mí, y te dejas ir por la palpitaciones aceleradas, me desarmas con tus sonrisas y es tan delicioso tenerte aquí conmigo, sigo cautivada de ti… cuando te acercas a mi cuello y me besas suave y despacio haces que sienta que me necesitas, que quieres que te guíe en este camino, que no puedas vivir sin mí. Este baño es nuestro santuario, disfrutamos este momento y solo nos dejamos llevar, mis manos recorren tus caderas, tus manos hacen lo mismo con mis senos mientras tu boca busca la mía, no ocupamos palabras, el silencio es exquisito. Me volteas a ti, estamos frente a frente, nuestras miradas se funden, eres tan tierno y quieres librarme de ser la seductora que te llevó a pecar, pero solo esta Luna es testigo, con su esplendor y la pasión con la que nos ilumina, esa que se enciende entre tú y yo y no me importa que digan que fui la culpable, todo gira a nuestro alrededor, los rayos tímidos que se reflejan en el agua, los pájaros escondidos en las ramas, las hojas que levanta el viento, todo hace que nos estrechemos y nuestros cuerpos se hagan uno, hacen que salga energía y experimentemos el calor, la alegría, la tristeza y el temor. Este misterio desconocido en medio del azul de mi cielo y el rojo de mi infierno me regalan un infinito de pliegues eróticos que se graban en la oscuridad de la historia y en medio de montañas nos llevan hasta el monte mas profundo, y se hace en un santuario de 113


placer y pecado, nos hacer seguir en la conquista del mundo desconocido. Eres mĂ­o hasta el fin, y nuestros nombres quedaran grabados en los ĂĄrboles y este amor apasionado serĂĄ el recuerdo en nuestras mentes.

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de Adagio de pasiones, 2016

¿A dónde se van las horas? ¿Qué son las horas? Pregunta el reloj Donde las agujas nunca duermen y la luna palpita fuerte degollando las sombras en el tic tac del tiempo Donde el alma florece y los pájaros sin plumas alzan su vuelo con la neblina del sol y recogen los sueños donde las hojas nunca pasan y cubiertas de historias reviven los momentos que quedaron en la muerte del recuerdo Un segundo que no pasa Un beso que nunca se va Una sinfonía de noches eternas Un camino congelado en el infinito Un amanecer que sangra derretido y se lleva el dolor que no respira Una ciudad extraña Tan inmensa que va de prisa Y en su lentitud revela los rostros desconocidos ¿Y si mejor no vemos las horas? Pregunta el reloj Donde solo seamos felices y atesoremos los momentos y el tiempo no nos robe los instantes que sin poder estar presentes podamos estar juntos ¿A dónde se van las horas? Pregunta el reloj 115


Y los instantes pausados en la noción del tiempo se llena de emociones buscando su propia libertad donde termina su día esclavo de los minutos que apasionados añoran el otro día y volar... ¿Y dónde están las horas?

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Lluvia que transmuta Amo la lluvia, de nuevo llueve Parece que el cielo quiere gemir conmigo Yo me destiño con sus gotas y el me pinta como quiere Me siento mojada pero estoy seca Recojo agua para que no me falte y esta padece sequías Estoy sulfurada el sol me quema pero sigue lloviendo Estoy en dos partes Transmuto mi tiempo Y esa soy… Agitada en el vaho solar que llueve en mis entrañas Dejó de llover y yo me mojo yo humedezco la tierra y hago que vibre Florecen los campos y es mi lluvia la que los alimenta Y yo como una hoja, parece que ahora sonrío porque la lluvia que sale de mi tiene olor y ese olor me gusta y me acaricia y acaricio la tierra mía y la tierra de nadie.

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Tregua Espero a la vida de frente Su furia con la que me abraza Un poema escrito en las hojas Un camino lleno de espinas Unas letras que sangran Unas lágrimas secas ¡Oh vida! Me has pateado Me sigues pateando Hagamos una tregua Dame un espacio Un respiro Un amor Una sonrisa Una luz Mi cuerpo te ruega un descanso Un placer por vivir Un deseo por cumplir Vida No me castigues por mis deseos Redime mis pasiones Déjame morir en paz Déjame vivir extasiada

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Un alma, un cuerpo, un sentir Hay un lugar sombrío, lleno de destellos que caen de la tierra Muchos sueños que vagan en el limbo de la vida Ellos quieren partir, más yo los aferro a mí y los escribo Podría escribir cartas todos los días Aún sabiendo que nunca llegarán a su destino Porque los destinos los cambia el tiempo Y yo no creo en los destinos Más ellos se aferran a existir Miro los pasos y tienen una fría calma y revelan la ausencia de mis miradas Aún así, sigo escribiendo Puedo escribir en mi cuerpo envolverme en una hoja y meterme en una botella lanzarme al mar y llegar a Praga ciudad soñada por mi alma ver sus luces y volar con ellas Deshojarme en sus calles Oler sus vientos otoñales Y pintar frente a un cristal mi sonrisa de placer provocada por la lluvia de una tarde humedecida Un instante, solo un segundo extasiado Y volver a la botella y de nuevo lanzarme al mar llegar a una Isla secreta, donde no haya frío ni calor donde la calma abrace mi alma y el silencio sea el canto para mi paz y despertar volver a mi realidad, correr entre la vida apresurada, llena de incertidumbres y egoísmos pasearme entre las gentes con cuello blanco y oler sus perfumes costosos Y de nuevo quiero ser la hoja dentro de la botella 119


No salir de ella, sonreír en un sueño no encontrado Y navegar sin rumbo hasta llegar al lugar soñado Ver de nuevo las hojas de otoño Y pintar sobre ellas mis versos Acariciar el dolor de ellas, arrullar el miedo que les produce el viento incierto y cubrir sus lágrimas pintadas por la lluvia Unas letras, unas hojas, un cuerpo, una botella un destino, un sueño, una realidad, Y sigo divagando, en el sentir apasionante de las horas que galopean en el reloj y achican mis tormentos.

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Gleidys MartĂ­nez Alonso (Cuba)

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de Filosofía del hueco, 2015

Palabra de poeta I Te caes al abismo, y te sientes absurda. Te sientas a pensar en lo profundo, inquieta entre las piedras que rasgaron tu espalda. Así termina un poema, empieza otro, en matizados viajes. II Hace falta el dolor para calar bien el verso, tirarlo aquí y allá. Como masa de pan caliente en el horno se cocina callado. Un silencio eterno, que sabe a mierda pero se ve bien, porque rima. III ¡Ven mi poesía! No dejes que los miedos me inunden. Sácalos de mí como un exorcista joven que me hace el amor, que pasa su mano por todo mi cuerpo. Goza con mis diablos internos, para hacerme por fin libre de mí, poesía. IV La palabra que ardía era palabra y verso era verso y cruzada. Digo, porque hay versos huecos con palabras vacías, 123


que preguntan por todo, y responden por nada. La palabra que ardía era grito y tormento de un ala que vuela directo al sol y se quema. Digo, porque a veces no hay alas, ni siquiera pies sobre el suelo bien puestos, solo un alma que pena sin nombre de muchos, solitud indignada. La palabra que ardía era baile y tonada una danza con lobos internos, un momento de fénix a manos agarradas. Digo, porque a veces no hay danza, sino quietud aquietada, cuelga un reloj repentista, Sísifo en su espalda. La palabra que ardía era color y sexo, cuerpo y tierra era mujer y mujer, hombre y hombre. Digo, porque hay versos que son la nada y el todo, que preguntan por nadie y responden sin alguien. La palabra que ardía era palabra era fuego, digo, era fuego y palabra. Espada regalada, sino labrada. V ¿Cómo sería si el poema, desorganizado, dijera lo mismo? Si, como desorganizado, dijera el poema ¿sería lo mismo? Sería cómo si dijera lo mismo el poema, desorganizado. Si lo mismo dijera el poema desorganizado, ¿cómo sería? Si, Sería El poema 124


Desorganizado Como si Dijera lo mismo.

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Oda a mi bisabuela negra Quién dijo que negra es la noche porque está triste la noche es verso que existe, y lo negro verso es. Quién dijo que negro es el luto porque es la muerte la muerte es vida pendiente, y lo negro vida es. Quién dijo que negro es el gato y su mala suerte si el gato de siete vidas, como el negro inmortal es. Quién dijo que negra es la tragedia, ¿Si la tragedia no es, el destino frente a dioses? Y mi dios, muy negro es. Quién dijo que negro es como ausencia de color si el color de mi tambor negro es. Quién dijo que negra fue ¿Mi abuela porque soy blanca? Si mi abuela tiene tanto como yo de mamá Iné.

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Amor de pies Quiero pintarme los pies de carmín de tu cuerpo de tu humor suplicante. Quiero pintarme los pies de carmín de tu cadencia que incita la mía de tu noche de tu luna blanquísima que cae en mi boca. Quiero pintarme los pies de ti y elevarme, extender hasta tu-alma mis dedos, tocarte.

127


Vuelta a mí No te faltarán más mis poemas porque te faltaré yo y te irás, no te faltarán más mis palabras ardidas ni mi romance tendido al borde de tu abismo insensato no te faltará más mi política, ni mis berrinches al pie de tu cama rogándote por la utopía. No te vayas, y te prometo que no te faltará más nada que yo como era antes.

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Amor oculto que fuiste, a veces eres Recuerdo que soy poeta cuando me tocas con tu boca Y mi mente divaga los versos mientras hablas me abrazas o un beso tímido, repetido durante el día Recuerdo que no soy tan santa cuando buscas que te escuche tus palabras y me saltan las letras juguetonas por tu hombro, vienen a mí, susurran al oído mi poema: que me quieres, no me quieres que quisieras, besarme. Y sonríes, sabes que sé, sé que te sabes amor oculto que fuiste, a veces eres.

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En tus zapatos Voy a leerme como si te leyeras hay poemas escogidos con mi nombre y tu nombre y tal vez con el de alguien mĂĄs. Voy a leerme en ti y a ti en mĂ­ para salvarnos, quedarnos los dos solos en el amor del sepulcro y frente al martirio de la cruz.

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Espera y Beso A la vuelta de tu espalda, dormí cerca de tu abrazo, tu aliento, beso Para animarte te dije palabras en mi mente y esperé canté algunas canciones y esperé te abracé como a una palma y esperé Esa noche no dormí, esperé tu abrazo, tu aliento, beso Para animarme dijiste cortas frases: te tienes a ti misma alabaste las canciones pediste a Dios que prohibiera la mañana Esa noche fingí dormir Con un suspiro, vi que Dios no prohibía la mañana y tú deslizabas tus dedos en mis manos Alborada ardió mi piel desperté atando tus pisadas, “No te vayas, espero más un beso” calentito y tímidamente adorable.

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Pedido MirĂĄ, hazme el amor como haces la polĂ­tica Sacerdote y soldado verbo y batallas

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Del otro lado Hace un año y un mes que no te veo, a ti, de carne y hueso Pienso en el capitalismo y pienso en ti, como si fueras un burgués de plomo Repaso tus dos te quiero, tu beso soñado y el amor por empezar Pero yo estuve del otro lado desde siempre Hiciste todo por enajenar mis fueros lluvia que pasa nada que brota Nunca pedí permiso para hacer el amor y me hallé rogando con mi cuerpo repasé tu angustia ante mi sed quise un aumento Pero yo estuve del otro lado desde siempre hice barcos, abanicos, poemas del otro lado revolución y huelgas y tu corazón atrincherado Yo que prometí romper el muro cemento de derecha, rocas de izquierda aun ando golpista tras las sombras procurando fe y materialismo histórico.

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Poema que me desveló un 13 de junio Has debido decirme que me amas, desnudarte y callar, mientras te ciego los ojos pongo mi boca en tu boca, mis muslos en tu boca, mis pechos en tu boca, Has debido decirme que me amas desnudarte y callar, que callado no alborotas con coros: ¿Qué es pasajero el amor? Sí, el amor es esta noche sí, el amor es mi cuerpo Has debido decirme que me amas desnudarte y callar, pero amor siempre es una palabra muy dura para quien no la cree Yo me desvisto en la luz y salgo a la puerta he debido decirte que te amo y gritar, pero es tarde y la revolución espera.

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Cuarto sin ti Te vas y hago poemas para recordarte Te vas y me hago preguntas de estandarte ¿Qué colores tengo? ¿Dónde me pondrán? ¿A qué movimiento pertenezco? Y me quedo inmóvil luciendo franjas desgastadas La gente pasa en el pasillo oscuro y se oye un himno Nadie se para, la gente dejó de creer en las batallas y el amor Espero entonces llegues tú, mi eterno soldado que ante el pabellón de los disturbios, Y mis franjas hechas piernas, me mates con tu bayoneta de amor entreverado.

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Raros I Sé de un lugar que te espera es un lugar inhóspito no puedes vivir en mí y vives no puedes correr en mí y me circulas. II Quiero besar tus lágrimas saben dulce se anidan en mis labios y me sonríen. III Tú eres mi sexto sentido veo, oigo, toco, huelo, gusto y creo creo en vos y en los dos: caminando el camino abrazadas las manos el sol persiguiéndonos, y no nos alcanza.

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Levedad del discurso I La palabra designa la cosa la palabra niega la cosa la palabra descubre la cosa la palabra oculta la cosa porque una cosa es la palabra y otra el espíritu. II Ella escribía solo para él/él ocultó la palabra/y se acabó la cosa. Ella buscó su palabra/él ocultó la cosa/ausencia de espíritu. Porque una cosa es él y otra es ella. III El amor está en el espíritu/allí no se puede negar ni ocultar la cosa o la palabra/allí se designa. IV Cualquier cosa puede ser amor/el espíritu escoge.

137


Frente al precipicio Hay dolores y dolores algunos te parten en dos te abren el alma te sientas a sufrir y ya no sientes nada solo un vago recuerdo que cuelga en cada ĂĄrbol nace en cada flor vuela en cada pĂĄjaro entonces el vacĂ­o no es la ausencia de cosas son todas las cosas juntas que a la vez son una y te caen encima.

138


FilosofĂ­a del hueco Vi la muerte y tiene cara de miedo un miedo que te carcome te mete en un vaso de agua frĂ­a te llama constantemente. Y una conversa con ella ensimismada y la gente te habla de la vida para salvarte, un loquiloquio y una tiene el poder de dar la palabra.

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Gracias No hay quien aguante la casaca roja, la hoz punzándote en la espalda el martillo en el cabeza, pesado Marx, Sartre, Nietzsche, Heidegger, yo y los árboles, solos, sin gente menos mal que llegaste tú rodeándome de todo sin fórmulas.

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Suicidio Vente conmigo a lo mejor después de la mañana decides vivir a mi lado. Te lo advierto: estoy muerta baste que a mí me parezca vida ¿Te parece a ti? Espero tu respuesta.

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Asesinato Las mariposas ya no estĂĄn en mi estĂłmago ahora las tengo clavadas entre el pecho y la espalda un dolor aleteo Tomo el puĂąal y mato a las mariposas.

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Parecer Creo en la inocencia dominada creo en la experiencia no vivida por eso el juicio no debe hacerse a los ingenuos, ni a los cobardes sino a los que se quieren poco osados, y se vuelven guerras.

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Aclaración de Estado Me paro y le digo al Estado: “Dame libertad, dame mis derechos al final todos somos iguales” Me paro y le digo al hermano “Entiende mi libertad, entiende mis derechos porque al final todos somos iguales” El Estado me da lo que quiere y el hermano me da palos El Estado es el hermano disfrazado de cabra que siente y los otros hermanos que son como yo disfrazados de hierba. Qué los nuevos estados sean las hierbas Qué los nuevos hermanos no sean cabras ¡Cosechemos hierbas en plazas! ¡Este es un país de llanuras, abajo las montañas!

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Dominación El enemigo opuesto no es el otro eres tú disfrazado del otro que se busca al espejo para compararse consigo mismo es el otro disfrazado de ti que persigue constantemente tu cola nauseabunda Por no ser tú, ni libre, ni fraterno, estarás siempre condenado a ser otro desigual aunque seas tú mismo.

FIN

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