Abdiel Espinoza Gonzรกlez
Alumbramiento Eterno POESร A
HEBEL
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Abdiel Espinoza Gonzรกlez ALUMBRAMIENTO ETERNO POESร A HEBEL
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Abdiel Espinoza González
Alumbramiento Eterno POESÍA Poemas desde la obra La Creación del Hombre de Natalie Lennard
HEBEL ediciones Cuadrá-Tú | Poesía 5
Alumbramiento Eterno | Poesía © Abdiel Espinoza González, 2018 © HEBEL Ediciones Colección Cuadrá-Tú |Poesía Santiago de Chile, 2018 www.issuu.com/hebel.ediciones Imagen de portada: Detalle de ‘La Creación del Hombre’ de Natalie Lennard (portada original censurada por www.issuu.com, donde aparece el cuadro completo). Preludio: Luis Cruz-Villalobos. Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".
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"¿Es posible que este niño que llora sea Dios?" Juan de Fidanza
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PRELUDIO
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Y AQUEL VERBO FUE HECHO CARNE Carne pura y frágil Carne débil pero santa El Verbo fue hecho carne Para que la carne alcanzara al Verbo Y por él al trino amor Dios Hijo fue hecho humano Para que los humanos Llegaran a ser hijos de Dios Misterio y esperanza mayor Pues el Verbo Se hizo carne Carne de cañón De esclavos De presos De condenados De miserables De pordioseros De enfermos De pecadores
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Por mí Por ti Por tanto otros
Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS
Y no solo vino Se quedó Como pequeño nómada Que instala su tienda Y acoge en ella a los sin casa Así fue el Verbo Humildemente instaló su choza En medio del poblado Tienda sencilla En la mitad del desierto Hogar pleno para el ser humano Hogar requerido por sobre todo lugar Allí humildemente dispuesto Como la casa abierta para la humanidad completa
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Y VIMOS SU GLORIA, GLORIA COMO DEL UNIGÉNITO DEL PADRE
Su gloria En la fragilidad incluso Su peso quedó evidente En su desprendimiento En su renuncia En su vaciedad Incluso allí No podía ocultar su grandeza Su belleza sublime No podía velar La maravilla de su Vida De su Luz y Verdad Evidente quedó A los ojos de los pobres A los ojos de los que lloraban de anhelo A los que esperaban el pan y el agua Pues esa gloria Llevaba el sello imperial Del Padre Que sólo dio y dará a su Verbo A su amado Verbo hecho carne
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LLENO DE GRACIA Y DE VERDAD
Y cómo no resumir así su encanto Lleno de gracia De dones no merecidos por ninguno Dones espléndidos Que eran Él mismo compartiéndose a todos los necesitados Desde el pesebre hasta la tumba vacía Y lleno de verdad Pues como Verdad que era Nada podía ocultar Era transparencia plena Como ventana que nada detiene del sol Y que por ella pasa su luz para entrar a las casas […]
Luis Cruz-Villalobos Fragmento de ‘El Verbo Aquí’ (2006)
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ALUMBRAMIENTO ETERNO
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Este es el Evangelio Las buenas noticias Dios es JesĂşs Nacido de las entraĂąas de mujer Envuelto en placenta y promesas antiguas Alumbramiento eterno con Preludio de contracciones Dudas, sudor, lĂĄgrimas Preguntas y misterios velados
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Hijo NiĂąito rodeado de los ignorados por el mundo Destinado a reinar por siempre Tierra nueva y cielo nuevo Hijo del Hombre dado a luz IlumĂnanos eternamente
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MARÍA
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La belleza no elige la forma Nosotros sí Hermosura tejida entre carne de mujer Mirada atónita del hombre Llantos de recién nacido Y sangre El cordón umbilical cortado Une para siempre el cielo en la tierra
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Entre cada contracción Hay un descanso para sonreír La esperanza se abre paso Entre la carne fértilmente dilatada De un nuevo día Que no tendrá fin
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Los ojos de la jovencita reflejan sufrimiento Pero ella no olvida El dolor no opaca la salvaciรณn Ni la distraen de esperar Promesas cumplirse
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Vayan y consuelen a Eva Díganle la buena noticia Ninguna maldición dura para siempre Su linaje ya no morirá El árbol de la vida sanará a las naciones Vayan Corran presurosos y consuelen a Eva Por fin nació su cimiente
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Vengo a ver a tu hijo Joven madre niĂąa Porque su anuncio vino a mĂ Vengo a ser alimentado con el pan del cielo
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La fragilidad de su cuerpo Es tan real como su gloria Sí Niña madre Tú sí puedes creerlo Alimentas con tu seno A quien sustenta la creación
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Dios se hizo carne en el vientre de una jovencita Y creció durante nueve meses Sorteó seguro el primer trimestre Los riesgos del aborto espontáneo Útero germinado Ahí las presuposiciones teológicas Y los dogmas sobran
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JOSÉ
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Hombre de brazos fuertes Y espalda llena de dudas Recibe también tú la buena noticia No dudes un instante del milagro Ama Ama aún más a la madre y su niño Enséñale al Dios vivo Como viven los hombres
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La Luz vino al mundo Y los seres humanos amaron más las tinieblas Se organizaron contra ella Para combatirla y extinguirla Pero tú Único hombre La recibiste como hijo nerviosamente en tu seno lleno de amor Cuidándolo de muerte y persecución Y sin saberlo Así con tus atenciones salvaste a Dios
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Tú eres también su padre Ni tú mismo tienes idea Cuanto enseñaste con tu ejemplo al Mesías
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Vemos tu amor en los actos de tu muchacho La ternura y fortaleza convergen en tu pequeño ¿Dónde encontró modelo el Nazareno sino en tu casa? En tu mesa sencilla donde florecieron rústicas oraciones Ese niño te debe la vida Y te resucitará para vida eterna
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PASTORES
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Vengo a adorar al Rey Cuyas lágrimas humedecen el pesebre Vine a cargar en mis brazos la eternidad A besar las mejillas de la majestad de Dios Llegué para alegrarme en el festín de los seres humanos Mientras la joven amamanta Al pan vivo que descendió del cielo.
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Eres historia parida por humanidad Cubierta de nuestros horrores y deudas Linaje caído herido de muerte Ansioso de redención Ven Ven Dios ven en medio nuestro Toca la carne Siente nuestro temor y vergüenza Aquí llora Canta Extiende tu mano Ama Reconcilia nuestra historia Concebida en Eternidad
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Regreso con tu rostro encarnado en mis ojos Profundamente perturbado por el misterio De tu presencia entre nosotros Aguardo para mi nada mĂĄs que dos promesas El futuro inaugurado por tu llanto y sangre Y la certeza de mi nuevo nacimiento Yo te vi nacer Pero tĂş me darĂĄs vida eterna
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La bendición siempre atraviesa el corazón Porque lo eterno anida en el cuerpo Transformándolo Haciéndolo completamente nuevo Salvando la distancia Acarrea incomprensión y llanto Es siempre locura suponer recibir lo sublime Sin arder en el interior del pecho La fuerza del nuevo nacimiento Produce cansancio momentáneo Muchas sonrisas contagiosas Y canciones que nublan el cielo Benditos somos Porque Dios está con y en nosotros.
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