El club de los poetas muertos. Bases filosóficas y literarias.
Bienvenidos a las secciones de estudio y refuerzo sobre los contenidos y habilidades abordados en clase. Nuestro primer análisis versará sobre la película El Club de los poetas muertos, y pretende ser una herramienta con la que preparar el examen que se celebrará al regreso de las vacaciones navideñas. En nuestras clases hemos estudiado fundamentalmente el significado de las secuencias y escenas más relevantes de la película. Nos ha faltado incluir alguna referencia más directa sobre las bases filosóficas y literarias. Son precisamente estos los aspectos que vamos a comentar a continuación. Por lo que respecta a las bases filosóficas, es innegable que la película refleja un modelo ético y cultural innovador y liberal que choca contra el tradicionalismo y el inmovilismo de la academia Welton. El profesor Keating piensa que las humanidades sirven para formarnos como personas y para encontrar nuestro camino en la vida extrayendo todo lo bueno que ella atesora.
Él dice que existe la vida, el yo
espiritual, el universo interior, y que cada uno de nosotros podemos a aportar algo a la humanidad o a nosotros mismos como sujetos individuales, únicos e irrepetibles. La poesía le brinda esa oportunidad. Así se lo hace saber a sus alumnos cuando les dice que a todos nos es dado contribuir con un verso. De allí que les haga componer un poema original. Esta concepción ética nos retrotrae al vitalismo defendido por Friederich Nietzsche, que se oponía a la visión científica y racional del siglo XVIII, donde sólo es útil aquello que reporta un beneficio empírico, visible y material. Varias centurias atrás, (allá por el siglo XIV en Europa y en el XV en nuestro país), el humanismo renacentista puso de manifiesto que ante todo somos personas, pues el hombre es el centro del universo y experimenta pasiones y emociones que dan sentido a su existencia e influyen en la sociedad y en la humanidad. Estas ideas aparecieron ya recogidas en obras literarias de finales del XV como la Celestina. En ella el mundo ya no está dominado únicamente por los dogmas religiosos y feudales de la Edad Media, sino que el hombre se preocupa también por cuestiones terrenales como el dinero, el amor o el disfrute de los placeres materiales. Desde esta perspectiva y admitiendo que existe un fin ético y moral en nuestras acciones, la literatura, las humanidades y la filosofía nos ayudan a conocernos a nosotros mismos y a encontrar nuestro lugar en el mundo. Y es que escuchando nuestra propia voz, descubrimos las debilidades y los errores que nos
El club de los poetas muertos. Bases filosóficas y literarias.
impiden vivir en paz nosotros mismos y en armonía con nuestros semejantes. El conócete a ti mismo de Sócrates lo suscribe una y otra el profesor Keating. En segundo lugar y por lo que respecta a las bases literarias, los autores citados en el film de Peter Weir son el medio del que se vale éste para transmitir las ideas que defiende sustentándolas sobre una base cultural sólida de larga tradición histórica y artística. En este sentido, sus ideas sobre la vida, el aprendizaje y la enseñanza reproducen las bases del movimiento cultural y artístico lllamado Romanticismo. Surgió en Alemania durante los años finales del siglo XVIII, posteriormente se difundió en Inglaterra y por último, llegó a España a partir de 1833, fecha del regreso a España de los liberales españoles que fueron obligados a exiliarse a Inglaterra debido a la censura impuesta por el absolutismo de Fernando VII. El Romanticismo exalta y defiende el yo por encima de la razón, el espíritu, las emociones, la imaginación y la individualidad creadora. Autores como Walt Whitman o Henry David Thoreau se harán eco de estos ideales y los llevarán al terreno de la creación literaria. Son estos precisamente los autores más citados en la película. Este hecho justifica que los valores defendidos y transmitidos por Keating a sus alumnos poseen un fundamento literario e histórico que supera su particular sistema de valores. En otras palabras, lo que Keating no es una visión individual y aislada de la vida y del mundo, sino que resume alguno de los pilares básicos de la cultura occidental y de la modernidad literaria. Por eso, su mensaje nos parece tan humano y nos llega de un modo tan directo y sincero. En resumen, sus sentimientos y sus sueños podrían considerarse comunes a todas aquellas personas que no se conforman con dejar pasar la vida y el tiempo libremente, sin un objetivo claro de hacia dónde desean dirigir sus pasos en el mundo. Muy al contrario, necesitamos escuchar nuestra propia voz a cada momento de nuestra particular existencia. Sólo emocionándonos ante aquello que nos rodea y nos afecta en tanto individuos, seremos capaces de convertir nuestra efímera existencia en un fragmento de vida único e irrepetible que merecía la pena ser vivido. Entonces alcanzará el tópico horaciano del Carpe Diem su máxima expresión, y desde luego, no terminaremos pensando que un tiempo pasamos por el mundo de puntillas como si no hubiéramos vivido.