MIRADAdeÁGUILA FILOSOFIA & TEOLOGIA
LAS 3 SABIDURIAS
EN LA VIDA DE UN HERMANO La experiencia de las Tres Sabidurías en la vida de un Hermano de San Juan Testimonio de las Tres Sabidurías Tres sabidurías: Perspectivas en mi vida práctica Tres sabidurías y la Promoción Vocacional Hermanos de San Juan | sanjuanmty.org.mx
no 10 | noviembre 2016
REVISTA DE FILOSOFIA Y TEOLOGIA No 10, Noviembre 2016 LAS TRES SABIDURIAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
Edición: HERMANO JOSÉ CSJ Redacción: HERMANO LEOPOLDO CSJ Diseño: ANA SALDÍVAR CONTÁCTANOS Facebook: HERMANOS.SANJUANMTY Correo: ADMIN@SANJUANMTY.ORG.MX
EDITORIAL
En este número tenemos la alegría de compartirles testimonios de hermanos sobre su experiencia en el estudio de las Tres Sabidurías (sabiduría filosófica, sabiduría teológica y sabiduría mística) Pretende tambien ser un homenaje y un reconocimiento al padre Marie Dominique Philippe op que nos introdujo en su estudio. Para introducirnos en esto simplemente copio lo que Federic Lenoir escribe al inicio del prólogo del conocido texto-entrevista al padre Philippe sobre las tres sabidurias: “Los tres ejes esenciales de la investigación del padre Philippe: Investigación filosófica del hombre en busca de la verdad tratando de eliminar todos los apriorismos y prejuicios; búsqueda teológica del creyente que se esfuerza por comprender con inteligencia la palabra de Dios, y búsqueda, en fin, del amigo de Cristo que aspira a la unión divina.” -y más adelante añade- “¿Como una búsqueda así no se unirá a la de tantos hombres y mujeres que aspiran a una verdadera sabiduría, de la naturaleza que sea, que los haga libres al fin?”
HERMANO JOSÉ CSJ
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LAS 3 SABIDURIAS
EN LA VIDA DE UN HERMANO
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Tres sabidurías y la Promoción Vocacional Hermano Vicente csj
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La experiencia DE LAS TRES SABIDURIAS
en la vida de un Hermano de San Juan
HERMANO LEOPOLDO CSJ
¿Qué impacto han tenido en tu vida práctica cada una de las tres sabidurías? Voy a tratar de 5 “impactos” que no son exhaustivos, sin embargo, son los que me están ayudando hoy en mi vida. Empezaré por la adoración. Bajo la luz de la sabiduría del Creador, comprender que, por parte de Dios, el acto de la creación es eterno y que, por lo tanto, se realiza ahora, haciéndome reconocer que mi alma es creada actualmente por el Padre, por la Santísima Trinidad, eso hace que mis actos de adoración se vuelven vitales, necesarios. Gracias a estos, tomo conciencia de la existencia de mi alma, fruto de un acto
puramente gratuito de Dios que la crea por amor. Y así, puedo vivir realmente de Dios. Añadiré que la adoración es lo que me mantiene fuera de la angustia al hacerme comprender que, por mí mismo, no soy nada y que estoy enteramente, en todo mi ser, entre las manos de Dios, en una pequeñez totalmente relativa al acto creador de Dios y enteramente entregada a su amor, a su luz. Y por último recibo la adoración como la disposición directa a recibir la oración-don de Dios.
La adoración es lo que me mantiene fuera de la angustia... estoy enteramente, en todo mi ser, entre las manos de Dios. 7
Las tres sabidurías me han ayudado a madurar en mis encuentros y relaciones: buscar al otro, a cualquier otro, como persona humana, a darme cuenta que no voy a comprenderlo por las circunstancias extrínsecas de su existencia; su cultura, sus modismos, sino analógicamente, por su orientación profunda, su inteligencia verdadera, las cualidades personales que la manifiestan. Y me han estimulado a poner orden en mi mundo interior, a valorar la prudencia como algo que ilumina mis pasiones y me dignifica. Podría hablar después de mi contacto con la Palabra de Dios en la lectio divina: se da en un encuentro y un diálogo personal, porque la palabra incluye una intención personal, la comunicación de una verdad, entonces una pedagogía, y la Palabra de Dios me llama a dar una respuesta de fe y a cooperar personalmente.
Las 3 sabidurías han impactado mi vivencia de los sacramentos... en recibir el signo eficaz del amor de Dios por mí, como gestos que prolongan y hacen llegar a su plenitud las palabras.
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Y obviamente, las tres sabidurías han impactado en mi vivencia de los sacramentos: no solamente cumplir ritos litúrgicos, sino más bien recibir el signo eficaz del amor de Dios por mí, como gestos que prolongan y hacen llegar a su plenitud las palabras. ¡Es Jesús crucificado que es nuestro Salvador! Retomando la visión de San Agustín comentando la lanzada: “es del costado del Crucificado, herido por la lanza, que salieron los sacramentos de la Iglesia” [Tractatus in Romanos, XV, 8]. Y, usando la versión de la Vulgata: “pero un soldado abrió (aperuit) su costado, y enseguida salió sangre y agua [Jn 19, 34], comenta que así se quiso indicar que es una puerta que abre a la vida (divina) [Tractatus in Ioannem, CXX, 2]. Y los sacramentos me llevan a hablar de la Iglesia. Allí sí está claro para mí que esta visión de sabiduría nos da un medio ambiente vital de crecimiento de los hijos de Dios, donde se aprende a vivir las relaciones trinitarias (paternidad, filiación, espiración), a estar relativo a, por amor, (más allá del lado institucional, magisterial) es un gran estímulo/ incentivo para mis relaciones comunitarias, parroquiales, u otras relaciones eclesiales.
LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
¿Cuál de las tres sabidurías te ha costado más trabajo integrar en tu vida personal, comunitaria, apostólica? Aquí tengo que disculparme porque no voy a contestar literalmente a la pregunta. Se me hizo muy complicado y preferí destacar dos aspectos de mi vida que me resultan particularmente difíciles y vivir según las 3 sabidurías y que constituyen probablemente un desafío para nosotros en estos tiempos. Ciertamente me cuesta trabajo toda la cuestión política, particularmente el llamado bien común. ¡Qué difícil a nivel comunitario y apostólico de no llegar a oponerlo con el bien particular! Hay la cuestión de mi tiempo, de mi privacidad, ¿cómo llegar a una armoniosa, o más bien, sabia integración? El padre Philippe se explaya un poco sobre esta tensión en Las tres sabidurías, pp. 112 a 119. Con la canonización de Teresa de Calcuta, el Santo Padre presenta a la devoción de la Iglesia a alguien que lo dio todo para los demás ¿podríamos decir que su bien personal fue el bien común? Llegó a ser la “Mother” de unas 5000 hermanas, sin hablar de los hermanos, de los colaboradores y de este mar de niños, indigentes, ancianos que
están atendidos en sus casas. Claro que hay que distinguir las sabidurías, que es específicamente en tierra cristiana “ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí”, o sea que nuestro bien personal está como absorto por el Cuerpo místico pero seguramente la dificultad que tengo para vivirlo ya tiene su raíz al nivel humano. ¿No califica Aristóteles el bien común de “divino” en comparación con el bien personal [Ética Nicomaquea (en adelante E.N.) 1094 b 5]? El otro escollo para mí es la ejemplaridad. Impresiona notar cuántas veces santo Tomás de Aquino dice que Jesús quiso darnos un ejemplo, particularmente en sus comentarios de los evangelios de Mateo y Juan. Cuando trata en la Suma teológica de la enseñanza de Cristo, obra de misericordia por excelencia, por la cual él nos redime (al adaptarse a seres dotados de libertad y de inteligencia) -y su enseñanza consiste en manifestarnos el amor del PadreTomás divide esta enseñanza en varios aspectos: Cristo enseña exteriormente e interiormente, exteriormente por la palabra es obvio, por los actos, esencialmente los
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milagros, ¡y por los ejemplos! Y también interiormente al iluminar la inteligencia y a mover el corazón, como en su primer encuentro con Felipe, o con los discípulos de Emaús (¿no estaba ardiendo nuestro corazón…?). Regresando a la ejemplaridad, santo Tomás se pregunta ¿Para qué la ejemplaridad? Y contesta que los hombres son más atraídos por el ejemplo que por la palabra. La credibilidad de una palabra viene de la vida del que la pronuncia. Lo que el padre Philippe nos contaba de la visita de Pablo VI a Friburgo: que el mundo necesita más de testigos que de maestros, o de maestros que sean testigos. O cuando nos indicaba a santo Domingo como un modelo de “vir evangelicus”. Toda la cuestión 40 de la 3a parte de la Suma teológica, sobre el género de vida de Jesús, se apoya sobre este argumento: “vivió sencillamente con nosotros, para atraernos por la ternura de su compañía” o “inspirándonos confianza para que nos acerquemos al Padre”, igual en cuanto al ayuno, al respeto de la ley, etc. Y cuando comenta la turbación de Jesús cuando sale Judas de la última cena, nota que Jesús veía que Judas se estaba condenando y que se entristeció por él, dando así un ejemplo a los prelados (o sea a las autoridades), que si tienen que sancionar, que lo hagan siempre con el corazón adolorido. Aún Aristóteles en ética nota que en la educación siempre necesitamos modelos: el adquirir un modo de ser de tal o cual manera desde la juventud tiene no poca importancia, sino muchísima, o
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LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
El mundo necesita más de testigos que de maestros, o de maestros que sean testigos.
mejor, total [E.N., II, 1, 1103 b 23-25], o “imitar es natural a los hombres y se ejerce desde su niñez” [Poética, 4, 1448 b 4-9], , o “en la casa prevalecen las palabras y las costumbres del padre, y más aún a causa
del parentesco y de los servicios, pues los hijos por naturaleza están predispuestos al amor y a la obediencia a los padres” [E.N., X, 9, 1180 b 5-8].
¿En qué área de nuestros estudios no has podido hasta ahora entrar? Ciertamente la teología mística me es un reto, para no quedarme solo en la emoción un tanto confusa, o retórica. Recuerdo cuanto insistía el padre Philippe en la necesidad de una alianza con Madre
Teresa y los más pobres para que nuestra mística, especialmente la misericordia, sea aterrizada y reciba directamente su luz de la Cruz de nuestro Señor y nos oriente a esta Cruz …
Conclusión Quisiera terminar con un comentario particularmente acertado del padre Philippe acerca de la filosofía – ancilla teologiae: “En teología, yo soy servidor de la Iglesia, por lo que debo tener en cuenta a los otros servidores de la Iglesia y todo lo que se puede decir. Así, yo diría que, si uno enseña filosofía, tendrá una teología más penetrante que si hiciera teología únicamente como información, igual que hacen cantidad de teólogos actuales. Estar informado de todo lo que se ha escrito, desde el inicio, en un
dominio de teología moral o de teología dogmática, ¡agota a un hombre! Se corre el riesgo, entonces, de ser absorbido por la información y de no contemplar suficientemente. Quizá en esto la filosofía nos ayude enormemente, porque ella obliga a la inteligencia humana a ponerse en una actitud de contemplación, a mirar siempre a lo más grande que existe; y comprendemos, entonces, que lo más grande y necesario al teólogo es contemplar a Dios, la Realidad suprema.” [Las 3 sabidurías, pp. 222-223].
Estar informado de todo lo que se ha escrito, desde el inicio, en un dominio de teología moral o de teología dogmática, ¡agota a un hombre! 11
Testimonio-
DE LAS TRES SABIDURIAS
HERMANO LOUIS GOBOUYAZA CSJ
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LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
El padre Marie Dominique Philippe nos ha dado las tres sabidurías para que tomemos un camino de excelencia. Las tres sabidurías son un desarrollo natural y sobrenatural de la persona humana en vista de alcanzar una plenitud, una perfección: La finalidad o la santidad. La sabiduría filosófica es el desarrollo natural de la persona: inteligencia, voluntad y sensibilidad; atenta a su experiencia al contacto con la realidad, y más aún de una manera sublime con el otro que puede ser una persona humana o Dios. El contacto con el otro implica siempre una purificación de nuestra inteligencia de toda imaginación para que haya un verdadero y auténtico contacto con la realidad. Esta relación con el otro implica el juicio de existencia: “Esto es”. La sabiduría filosófica nos hace más
humanos, porque nos hace descubrir lo que es la persona humana. Como creatura, aquello por lo que existe, es decir, ser hijo de Dios. Está abierta a la sabiduría, lo que implica el descubrimiento del Ser primero. La causa de las causas. La sabiduría filosófica ha tenido un impacto positivo en mi vida práctica. Me ha ayudado a ser más realista, en mi contacto con los demás en una búsqueda de la verdad sobre la realidad y no sobre lo que pienso o imagino. En esta búsqueda de la verdad me ha llevado a descubrir mi finalidad y los medios para alcanzar esta finalidad. Me ha hecho lento para pensar, para hablar, me ha hecho más humilde. Me ha permitido ver la belleza de la naturaleza y me ha ayuda a descubrir que cada persona es capaz de crecer.
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La sabiduría Teológica es esta sabiduría que permite la cooperación de mi inteligencia con la verdad revelada, poner mi inteligencia al servicio de la fe. Me permite vivir inteligentemente mi vida cristiana. Me permite ver claramente el vínculo entre lo natural y lo sobrenatural, el vínculo de mi inteligencia con le don de la fe. Me ha abierto a descubrir la inmensidad del amor de Dios que se revela a la nada que soy. La Sabiduría Mística: La vocación de Juan, desde el inicio, es, pues, un vínculo personal con Jesús, un vínculo de amor, vivir junto al Cordero, estar con Él, junto a Él, estar lo más cerca posible de Él: Eso es lo más radical de la vocación cristiana. (Cfr. Marie Dominique Philippe. Tres sabidurías. P. 389) Esta cita es para mí el corazón de lo que el Padre Marie Dominique Philippe me dejó y para mí es mi vida de oración. Estar con Jesús, por eso el padre decía también que la sabiduría mística y la teología de la Gloria es la manifestación del amor del Padre por los dones del Espíritu Santo. Su impacto en mi vida es que me ha hecho crecer cada día en mi sed de unión con Dios Trino.
El contacto con el otro implica siempre una purificación de nuestra inteligencia de toda imaginación para que haya un verdadero y auténtico contacto con la realidad.
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LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
En lo personal, me ha costado más la sabiduría filosófica en el sentido de la vida política porque la experiencia con cada persona humana, o con cada grupo de persona es única. Tengo que hacer cada vez un camino de purificación de mi inteligencia para no quedarme en lo que sé de las otras personas. También tener confianza que la persona humana está siempre sujeta a un crecimiento.
La vocación de Juan, desde el inicio, es, pues, un vínculo personal con Jesus, un vínculo de amor, vivir junto al Cordero, estar con Él, estar lo más cerca posible de Él.
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Tres Sabidurias Perspectivas en mi
VIDA PRACTICA
HERMANO JOSÉ CSJ
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LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
Sabiduría Filosófica Hoy en día se habla mucho de salud mental y de la necesidad de permanecer en un pensamiento positivo. Un pensamiento sano, una inteligencia estructurada, solía repetir el padre Philippe en una visión más profunda que la actual moda decía: “Tener el coraje de rechazar el primado de la negación” refiriéndose a todo el pensamiento moderno que permea nuestra civilización moderna. Esta negación que es la reacción actual intelectual, negar, criticar… Las tres sabidurías me han ayudado -al menos así lo deseo- a tener una inteligencia sana, que quede relativa a la realidad de mi entorno, de mi comunidad, de mis hermanos, de mi familia, de mis seres queridos, de mi cuerpo, de mi alma… y no envuelta en ideas o ideologías que permean nuestro entorno intelectual. Sano es comenzar por ahí, que el punto de partida sea la realidad y no nuestras ideas de la realidad, muy sano para la vida, para
el pensamiento. Lo ha sido también cuando al escuchar y meditar a mis hermanos y al padre Phillipe hablar sobre la ética de la amistad, he podido tejer lazos de amistad más profundos, al analizar su estructura y reconocerla en mi vida para crecer en la vida espiritual, en las virtudes que la hacen sólida y digna… Imposible una vida común sin esta, mi corazón reconoce la necesidad que tiene de esta amistad personal, aun en el encuentro comunitario, que la permite en el día a día. Y más aún dentro de la Teología Natural explorar este camino de la amistad para conocer y amar más a Dios. Sano y lucido ante mi vida como trabajador manual e intelectual, ver lo que esta dimensión significa, de su poder, y aunque más difícil aun, de su lugar en mi vida, poniéndome en guardia para que no tome todo en mí el aspecto artístico ante un capital de vida limitado. 17
Sabiduría Teológica “La fe se alimenta de la palabra de Dios, solía decir el padre, y si se debilita es porque quizá carece de contacto con ella ¿Cómo anda tu fe? Hacer teología, no sin la palabra, no sin silencio, pues a toda palabra corresponde un silencio, y no se diga la palabra de Dios, silencio, es decir oración, y la teología solo puede hacerse de rodillas… maravilloso cuando los jóvenes te llenan de preguntas de sus dudas de fe, reconoces tu propio camino y como la teología te permite responder algo, para iluminarlos a su vez. La solidez que al menos manifiesta mi vocación desde sus comienzos proviene de esta lectura y de esta escucha atenta, en este clima de la comunidad san Juan, que es un clima de tres sabidurías y oración.
Sabiduría Mística Por años la sabiduría mística de nuestro fundador, llenó nuestros pechos de fervor. Era el Espíritu Santo que nos movilizaba del interior, sirviéndose de su instrumento, pobre, como padre Philippe solía nombrarse, era maravilloso beber el vino bueno de la buena nueva de san Juan en sus cartas y en el Apocalipsis. Gracia enorme hacer un retiro de comunidad con el padre, oír sus enseñanzas de teología mística, creo que es algo que no repetiremos, como tal, y tenemos la nostalgia, -quizá es de las cosas que batallamos en asimilar-, ya no la tenemos, buscamos sucedáneos, no resultan… Pero el Espíritu Santo no nos deja y nos lleva por caminos nuevos y sigue soplando para encender nuestros pechos de su fervor. Recuerdo mi primer encuentro con la sabiduría mística, era el texto de misterio de María(1996), aunque habían ya preparado el terreno una serie de homilías que había escuchado de hermanos sacerdotes, estaba en el ambiente de un retiro de semana santa… prácticamente “devoré” aquel libro (como muchos otros, después hubo que asimilarlos ya más serenamente, bueno creo que en eso no he cambiado mucho…), pero siempre hay algo fresco, vibrante, y cada vez que me acerco, aunque de otra manera, lo vuelvo a respirar, es lo propio de un escrito sabio. 18
LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
La fe se alimenta de la Palabra de Dios, solía decir el padre, y si se debilita es porque quizá carece de contacto con ella.
Retos Frente a esta riqueza que es la obra de sabiduría de la cual hemos alimentado nuestro espíritu en la comunidad san Juan, juzgo a mi parecer de algunos retos, para mantener viva la flama de la Verdad. Primero obviamente vivir la verdad, testimoniarla, no solo repetirla, no solo trasmitirla verbalmente. Quizá sea más verdaderamente comunicable si la conozco de primera mano y no de oídas. Segundo, no repetir al Padre. Esta enseñanza del padre es muy fácil de idealizar, hacer una ideología es un riesgo permanente, responde a tantas preguntas y lo hace tan bien, pero… corremos el riesgo de caer en un romanticismo de repeticiones dulzonas que en realidad no respetan el entorno ni responden a la sed de verdad del corazón humano, requiere actualizar, guardar los principios el espíritu, pero no repetir sin entender…
Tercero, que su trasmisión sea una enseñanza entendible. Difícil, cierto, el clima, el idioma -no solo me refiero a que los hermanos hablamos el francés, me refiero a cierta cultura y expresiones propias-, que hablamos en la comunidad, a veces nos aleja de los otros, no es muy claro a la hora de evangelizar, produce confusiones, como cuando hablamos de la finalidad, del Amor de Amistad, o de términos metafísicos que no todo mundo puede comprender del todo. Es cierto hay un idioma de casa a guardar, y que es preciso, y por lo tanto, ahorrarlo o cambiarlo sería disminuir la verdad. ¿Cómo trasmitirlo accesible a todos sin disminuirlo? Es cierto que hay cosas que no son posibles de explicar sin la “jerga” adecuada, pero ello no nos debe alejar de la sed de verdad que habita el corazón de nuestros contemporáneos.
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Tres Sabidurias -
Y LA PROMOCION VOCACIONAL
HERMANO VICENTE CSJ
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LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
¿Cómo promocionar una vocación consagrada a la búsqueda de la sabiduría a un joven de hoy? La palabra “sabiduría” puede parecer anticuada o bien esotérica. Hablar de las Tres Sabidurías desde el punto de vista de la promoción vocacional será el objetivo de este estudio. ¿Qué son las Tres Sabidurías? y ¿de qué manera presentarlas a un joven interesado en nuestra comunidad. Como hermanos de San juan nos gusta hablar de nuestro encuentro personal con nuestro fundador, el Padre Marie-Dominque Philippe y nuestro descubrimiento de las Tres Sabidurías. Pero ¿cómo volverlas atractivas para abrazar nuestro estilo de vida?
poca libertad y capacidad de compromiso las Tres Sabidurías pueden ser las columnas que estructuren su vida. Necesitamos ver hacia donde va la juventud y penetrar en ese mundo para – antes de proponerles un carisma– poder evangelizarlos. Viendo la gran sed de los jóvenes por las cosas trascendentes, las Tres Sabidurías son una opción de vida. Sin embargo, debemos adentrar al joven en la convicción de la necesidad de la sabiduría. (A partir especialmente de la Vida Consagrada). Aquí algunos puntos que resumen la reflexión desde el punto de vista de promoción vocacional:
En un mundo donde los jóvenes tienen tan
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La vocación específica (a cualquier estilo de vida) es la respuesta que el hombre da al llamado de Dios sobre su vida. Es un hombre con todas sus dimensiones quien recibe este llamado a consagrar su vida a Dios. Algunos filósofos antiguos vivían en soltería para dedicarse por completo a la reflexión y al estudio, tal es el caso de Epícuro; y en la época moderna Soren Kierkegaard. Siendo entonces el hombre, la filosofía va a procurar elementos de discernimiento de una orientación de vida. Y más aún, nos podemos elevar hasta la sabiduría filosófica. Se le propone al joven una vocación para toda su vida. La sabiduría filosófica aportará una luz trascendente para ver al hombre en su respuesta. Pudiéramos incluso hablar de una “contemplación del hombre” que responde a un llamado divino. Y este llamado lo orienta hacia Dios (verticalmente) pero también hacía sus hermanos (horizontalmente). La vocación a la vida consagrada (en cualquier modalidad) no es una profesión, seguimiento de gustos, ocupación. Desde el punto de vista de la fe podemos observar que la vocación es un acontecimiento misterioso. El hombre llamado, dialoga con Dios y adquiere conciencia de una misión situada históricamente y se compromete en una respuesta concreta y personal.
La vocación a la vida consagrada (en cualquier modalidad) no es una profesión, seguimiento de gustos, ocupación.
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Esta mirada ya es contemplación que se desarrolla en Sabiduría Teológica, pero podemos ir más lejos. Una vocación cristiana específica y en particular a la vida religiosa tiene tres elementos característicos (comunes a todas las comunidades religiosas): profesión de los consejos evangélicos, signo de la vida futura y la vida en comunidad. Estos tres hacen de los religiosos discípulos de Jesucristo. Sin embargo la radicalidad de esta actitud no puede ser vivida sin la Sabiduría Teológica que nos permite enraizar este seguimiento en la Palabra de Dios y el Magisterio vivo de la Iglesia. No hay discipulado del religioso sin contemplación del misterio de Cristo pobre, casto y obediente. Y Juan tiene sobre esto una mirada particular transmitida en su evangelio.
Dentro del trabajo de los agentes de pastoral vocacional, se habla de una “cultura vocacional”. Por “cultura” podemos entender hablar del patrimonio común que nos permite construir una sociedad y que es un bien común. Al nivel vocacional, este bien común es lo que podemos proponer a todo joven: la opción vocacional. ¿De qué manera compaginar esta “cultura vocacional” y las Tres Sabidurías? Aquí pudiéramos ver la Sabiduría Mística como lo que marca nuestra identidad comunitaria (nuestro bien común): nuestra convicción para empezar a construir la comunidad. Nuestros escritos fundacionales nos precisan que nuestra vocación es la de vivir bajo la paternidad de san Juan. La
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vocación de san Juan nos es dada para vivir de su misma intimidad con el Señor. Este carisma es entonces nuestra cultura, viviéndola gracias a la Sabiduría Mística. Más que la figura, es la santidad y la vocación de San Juan lo que debemos proponer a los jóvenes con el llamado para llegar a la fuente: el corazón de Cristo. Volviendo a la pregunta inicial: ¿de qué manera podemos proponer a un joven esta vocación joánica a las Tres Sabidurías? El encuentro personal con el P. Philippe de cada uno de los hermanos es algo personal, intimo y de cierto modo incomunicable. Pero el proponer nuestro carisma como opción vocacional se realizará mediante la propuesta del radicalismo evangélico al ejemplo de Juan. El evangelio de Juan será el centro de nuestra vocación al contemplar el hombre llamado por Dios (Sabiduría Filosófica), el hombre frente al misterio de Cristo (Sabiduría Teológica) y por último el misterio del Corazón traspasado (Sabiduría Mística). Y es aquí que el P. Philippe (por su trabajo y labor) puede ser verdadera opción vocacional. Pues él como fundador trazó un camino para ser seguido por muchos jóvenes. Como no es posible hoy tener un encuentro personal (físico) con el P. Philippe, antes de proponer este encuentro, podemos vivir con radicalidad el evangelio de Juan según la lectura de las Tres Sabidurías.
Más que la figura, es la santidad y la vocación de San Juan lo que debemos proponer a los jóvenes con el llamado para llegar a la fuente: el corazón de Cristo.
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LAS TRES SABIDURÍAS EN LA VIDA DE UN HERMANO
El Evangelio de Juan será el centro de nuestra vocación al contemplar al hombre llamado por Dios (Sabiduría filosófica), el hombre frente al misterio de Cristo (Sabiduría teológica) y por último el misterio del Corazón traspasado (Sabiduría Mística).
Esta radicalidad es lo que se encuentra en el núcleo de nuestro carisma como búsqueda de la Sabiduría (no perdiendo de vista que las Tres Sabidurías es en cierto sentido, una sola). Nuestra lectura del evangelio de Juan (bajo el lente de las Tres Sabidurías) debe venir a ser el núcleo de este encuentro que hoy podemos proponer a los jóvenes. Esta vivencia de nuestro carisma será entonces nuestra “praxis vocacional”. Pero no como un producto acabado en nosotros. Se trata de ayudar a adentrar con valentía a los jóvenes al seguimiento de Cristo como san Juan.
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Los Hermanos de San Juan
Los hermanos de san Juan queremos vivir la misma amistad íntima con Jesús que el discípulo amado vivió. Tratamos de acoger y trasmitir lo más plenamente posible los secretos del corazón de Jesús que Juan recibió de manera tan profunda: la Eucaristía, María y la caridad fraterna. Para esto llevamos una vida fraterna de oración y búsqueda de la verdad según las 3 sabidurías (filosófica, teológica y mística) que compartimos en nuestros apostolados.
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Hermanos de San Juan www.sanjuanmty.org.mx
CONTEMPLACION . TESTIMONIO . COMUNION