Prensa 15 noviembre

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TEMARIO: 1. CASOS POR TORTURAS AUMENTAN 163% EN NUEVE PRIMEROS MESES DEL AÑO 2. AGRUPACIONES DE DDHH SOBRE DECLARACIONES DE PRESIDENTE DE CORTE SUPREMA: “NOS SENTIMOS VIOLENTADOS” 3. DESDE LA CORTE SUPREMA CON AMOR: "DOLMESTCH CORRE EL RIESGO DE TENER QUE INHABILITARSE SI LE TOCA ALGUNA DE ESTA PETICIONES", DICE ABOGADO SOBRE BENEFICIOS CARCELARIOS 4. JUEZ PERSEGUIDOR DE PINOCHET RECIBE PREMIO EDELSTAM EN SUECIA 5. PROCESAN Y DICTAN ORDEN DE DETENCIÓN DE 9 MIEMBROS DE LA ARMADA (R) POR SECUESTRO DE LICEANA 6. SUMARIO EN GENDARMERÍA POR CASO DE LORENZA CAYUHÁN FINALIZARÁ EN POCOS DÍAS 7. LA HISTORIA DE PELÍCULA DE POLICARPA SALAVARRIETA, LA HEROÍNA DE LA INDEPENDENCIA POR LA QUE COLOMBIA TIENE UN SEGUNDO DÍA DE LA MUJER 8. ADELANTO DEL LIBRO FUEGO EN LA CÁRCEL DE SAN MIGUEL: LA NOCHE ANTES DEL INFIERNO


CASOS POR TORTURAS AUMENTAN 163% EN NUEVE PRIMEROS MESES DEL AÑO EL MERCURIO http://impresa.elmercurio.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2016-11-15&dtB=15-112016%200:00:00&PaginaId=8&bodyid=3 En 163% aumentaron las denuncias por torturas, genocidio, malos tratos y delitos de lesa humanidad entre enero y septiembre pasado, en relación con igual período de 2015, según cifras del Ministerio Público. Y la mayoría de ellas involucran a funcionarios públicos: 339 de un total de 363. Habitualmente están dirigidas contra funcionarios de Gendarmería, de Carabineros y de la Policía de Investigaciones (PDI). Esta última institución, sin embargo, precisó que este año no existen formalizados en sus filas. El cómo abordar la investigación del delito de tortura y la nueva ley que lo tipifica son parte de los temas que se debatirán hoy en el seminario "Nuevo delito de tortura en Chile: Desafíos para la investigación penal", que realizan la Fiscalía y la PDI en la Escuela de Investigaciones Policiales. Para el jefe del Ministerio Público, Jorge Abbott, "la promulgación de la ley que tipifica el delito de tortura en el Código Penal ha permitido avanzar hacia uno de los mayores compromisos internacionales que se encontraban pendientes". Penas sin beneficios También Héctor Espinosa, director de la PDI, valoró esta nueva normativa, al tiempo que recordó que "actualmente nuestro Plan Estratégico define claramente algunos ejes de gestión, donde Probidad, Ética y DD.HH. figuran como valores transversales y permanentes de la gestión institucional". La legislación -pronta a entrar en vigencia- entrega una definición de tortura propiamente tal (no de apremios o tormentos), estableciendo que esta es "todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos, sexuales o psíquicos", ya sea para obtener información, castigar o en razón de una discriminación fundada en ideología, opinión política, religión, etnia, orientación sexual y la identidad de género, entre otros aspectos. Además, aumenta las penas asociadas a este ilícito (541 días a cinco años), las que podrán alcanzar hasta los 10 años de cárcel, cuando los delitos de tortura sean cometidos por un funcionario público, o por un particular en el desempeño de una función pública. Y si este delito está en conexión con otros, como homicidio o violación, la sanción puede alcanzar el presidio perpetuo calificado (un mínimo de 40 años privado de libertad antes de acceder a beneficios). Por qué el alza en 2016 "Un tema que impulsamos muy fuertemente (en el Congreso) fue que siempre las investigaciones por delito de tortura sean de competencia de la justicia civil (y no militar), con independencia de si hay carabineros de por medio o quien esté", explica el director de la Unidad Especializada de Lavado


de Dinero, Delitos Económicos y Crimen Organizado (Ulddeco), Mauricio Fernández, quien fue uno de los gestores de la mesa de DD.HH. de la Fiscalía Nacional. Y es probable que eleve aún más las denuncias, dice. ¿A qué atribuir el alza de denuncias en 2016? Las altas cifras pueden encontrar explicación en la instrucción general sobre conductas constitutivas de torturas impartida a fines del año pasado a todos los fiscales del país, responden en el Ministerio Público. El anterior fiscal nacional, Sabas Chahuán, estableció diligencias mínimas a realizar en este tipo de casos, sin las cuales no resulta posible archivar la investigación, advirtiéndose además que la falta de voluntad de la víctima, de perseverar en la denuncia, no constituye por sí sola una razón para no continuar con la indagatoria. Fernández agrega que pareciera haber también una mayor confianza de las personas, en cuanto a que se va a investigar y sancionar aunque el imputado sea un funcionario policial: ya ha ocurrido en casos de 2014, 2015 y 2016 (Vicuña, Pudahuel, La Pintana).

AGRUPACIONES DE DDHH SOBRE DECLARACIONES DE PRESIDENTE DE CORTE SUPREMA: “NOS SENTIMOS VIOLENTADOS” EL CIUDADANO http://www.elciudadano.cl/2016/11/14/338629/agrupaciones-de-ddhh-y-declaraciones-depresidente-de-corte-suprema-nos-sentimos-violentados/

Alicia Lira Como “una inmensa indignación”. Así describió en conversación con El Ciudadano TV la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), Alicia Lira, el sentir de las organizaciones de derechos humanos luego de las declaraciones entregadas este sábado a La


Tercera por Hugo Dolmestch, presidente de la Corte Suprema, en donde se mostró a favor de conceder beneficios carcelarios a los violadores a los derechos humanos en Chile. Junto con plantear que el derecho a la libertad condicional está establecida en la legislación actual, la máxima autoridad de la justicia del país plantea, a título personal, que “no debiera haber ninguna diferencia entre una persona condenada y otra”. Agrega Dolmestch: “La mayoría dice ‘es que son delitos de mucha gravedad, de lesa humanidad’. Y yo digo que no, yo creo que (los condenados por DD.HH.) tienen derecho a la libertad, pero esa es una opinión personal”. E insiste: “La ley no debiera contener algún tipo de excepcionalidad. Debiera ser pareja para todos”. El presidente de la Corte Suprema argumenta en favor de los militares que “están siendo condenados a penas altas”, que es “gente muy vieja, que está enferma y que tiene dificultades, incluso mentales y físicas”. La autoridad judicial de hecho va más allá y plantea que el otorgar un beneficio como la libertad condicional “sería incluso una expresión de respeto a los derechos humanos”. “El derecho humano de las víctimas se cumplió, fueron sentenciados, y ahora viene el derecho humano de los condenados”, sostiene.

Hugo Dolmestch Por último, Dolmestch postula que “el Poder Ejecutivo tiene la facultad de perdonar, porque es tan humano perdonar y el perdón tiene que tener un efecto”. “Su preocupación tiene que ver casi únicamente con un desenlace beneficioso para los criminales” En representación de la Coordinación Nacional de Organizaciones de DD.HH y Sociales, que reúne a alrededor de 27 agrupaciones, Alicia Lira entregó esta mañana una carta al presidente de la Corte Suprema, en donde se manifiesta un “profundo malestar y desacuerdo” con sus declaraciones. “Es lamentable y un pésimo precedente que un presidente de la Corte Suprema entregue estas


opiniones sobre las violaciones de los derechos humanos”, señaló en conversación con El Ciudadano TV. Junto con calificar sus palabras de “gravísimas”, Lira recordó que es segunda vez que la máxima autoridad del Poder Judicial “tiene una postura que pro-violadores a los derechos humanos” y que el juez, quien tuvo a cargo emblemáticos casos como el de la Operación Albania (19787) y el del secuestro de cuatro profesionales como represalia por el atentado en contra de Augusto Pinochet (1986), “aplicó lamentablemente la política de la media prescripción”.

Algo que le hicieron ver a Dolmestch en la misiva, en donde le plantean que “al parecer, su preocupación central respecto al desarrollo de causas sobre los derechos humanos tiene que ver casi únicamente con un desenlace beneficioso para los criminales, imponiendo penas leves, aplicando la doctrina de la media prescripción, y otorgando beneficios carcelarios como la libertad condicional e indultos”. “Nos sentimos violentados”, señalan las agrupaciones, recordándole de paso que entre los militares condenados todavía persisten los pactos de silencio y que no ha habido colaboración efectiva con la verdad y la labor de la justicia. Esto, añaden, “ha mantenido la incertidumbre en cientos de casos de detenidos desaparecidos y prolongado los procesos judiciales hasta hacer perder el sentido de oportunidad que debiese tener la aplicación de justicia”. La tardanza en juicios de víctimas Junto con cuestionar el que el presidente del máximo tribunal equipare a delincuentes comunes con los criminales que han cometido delitos de lesa humanidad a la hora del derecho a acceder a beneficios carcelarios, la AFEP sostiene: “Nos gustaría habernos enterado de esa misma preocupación por la enorme tardanza de los juicios en derechos humanos, donde numerosos familiares de las víctimas han fallecido, sin tener la oportunidad de ver en vida la justicia por la que tanto lucharon”.


Por último, las agrupaciones firmantes hacen un llamado al presidente de la Corte Suprema “a que reformule sus dichos y de verdad cumpla el rol que corresponde en la gran tarea por hacer justicia en nuestra patria”.

DESDE LA CORTE SUPREMA CON AMOR: "DOLMESTCH CORRE EL RIESGO DE TENER QUE INHABILITARSE SI LE TOCA ALGUNA DE ESTA PETICIONES", DICE ABOGADO SOBRE BENEFICIOS CARCELARIOS CAMBIO 21 http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20161114/pags/20161114172349.html El presidente de la Corte Suprema dijo el fin de semana que estaba a favor de los beneficios carcelarios para los condenados por delitos de lesa humanidad, hecho que inmediatamente fue rechazado por agrupaciones que defienden los Derechos Humanos.

Realmente hay que tener mucho cuidado con los comentarios que se hacen sobre temas relacionados con abusos cometidos durante dictadura. Los Derechos Humanos y la verdadera reconciliación es algo que se extraña. Los tiempos actuales han traído una realidad incontrarrestable: es muy difícil que se pueda llegar a una verdad total sobre temas de abusos en Derechos Humanos en el país. Las dificultades judiciales son tan profundas que los ministros y jueces hacen sus mayores esfuerzos, pero consiguen avances minúsculos. Un remate inesperado Tomando en consideración que algunos de los principales inculpados en vejámenes de lesa humanidad se encuentran solicitando una revisión de sus historiales carcelarios para optar a


beneficios, es una situación francamente irritante para los familiares de quienes murieron o se encuentran técnicamente desaparecidos. Este fin de semana, quien rebasó la paciencia de varios grupos de familiares y de abogados de Derechos Humanos, fue el presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch. En una entrevista concedida a La Tercera, Dolmestch fue claro sobre los beneficios carcelarios. "Para nosotros, creo, se está concibiendo que este beneficio es un derecho del condenado y no una dádiva que le otorga el Estado. ¿Esto se debe aplicar a estos sentenciados? La mayoría dice ‘es que son delitos de mucha gravedad, de lesa humanidad'. Y yo digo que no, yo creo que tienen derecho a la libertad, pero esa es una opinión personal", expresó. "El derecho humano de las víctimas se cumplió, fueron sentenciados, y ahora viene el derecho humano de los condenados. El Poder Ejecutivo tiene la facultad de perdonar, porque es tan humano perdonar y el perdón tiene que tener un efecto", concluyó refiriéndose al perdón que se debería entregar a estos condenados. No existe unidad Inmediatamente surgieron comentarios que discreparon de las frases del más alto representante de uno de los tres poderes del Estado, las que consideraron que cometía un error al dejar tan abierta la posibilidad de beneficios a condenados por delitos de lesa humanidad. Para el abogado de derechos humanos Luis Toro, en conversación con Cambio21, dijo que "en el tema de las condenas y de los supuestos beneficios que podrían tener los condenados por graves delitos contra los derechos humanos por crímenes de lesa humanidad, personalmente pienso que no corresponden", indica el abogado. "Existen dos criterios por los que podrían negarse este tipo de beneficios. La doctrina internacional indica que al ser crímenes imprescriptibles e inamnistiables les hace nulo el acceso a estos beneficios. Además, al ser delitos reiterados hace que estos beneficios sean absolutamente imposibles de acceder. No existe una línea divisoria entre los beneficios por una condena a los posibles beneficios por reiteradas condenas", asegura el abogado. "No concuerdo con los comentarios del presidente de la excelentísima Corte Suprema. Pienso que corre el riesgo de tener que inhabilitarse si le toca alguna de esta peticiones. Personalmente espero que no genere presión, aunque se trata de la opinión de la primera autoridad del Poder Judicial. Espero que no genere presión", concluye. Para la abogada Carmen Hertz la situación no merece segundas lecturas y debe dejarse en claro las complejidades que podría llegar a generar. "Resulta improcedente e imprudente que el presidente de la Corte Suprema diga comentarios por los medios, considerando que hay casos por resolver. Además evidencia un desconocimiento del derecho internacional al querer aplicar un indulto para estos criminales", indicó la abogada. "Las declaraciones del presidente de la Corte Suprema vienen a complejizar la imparcialidad que deberían tener los ministros, además debería terminar en una inhabilitación por parte del ministro Dolmestch de cara a su participación en casos de beneficios carcelarios", afirma.


"El ministro olvida la implicancia que podrían llegar a tener sus palabras, más al considerarse que se trata de un país que lleva tiempo suficiente involucrado en la resolución de casos de abusos de derechos humanos. El país ha circulado por una senda de impunidad, y los beneficios carcelarios vienen a profundizar esta impunidad", concluye. Para la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, la acción generó que ellos entregaran una carta al presidente, como una forma de "reacción de protesta a los dichos donde realmente para nosotros como familiares, víctimas e incluso como chilenos, se nos violentó enormemente", indicó Lira. "Que él victimice a los condenados, contraviene todo lo que tiene que ver con los tratados internaciones. Que un presidente esté sentando este precedente nefasto, tanto para la ciudadanía como para los jueces, nos parece terrible. Sentimos y pedimos que si tiene esos pensamientos, se inhabilite", afirmó la presidenta de la organización. "No vamos a aceptar esta situación, estamos viendo si podemos seguir alguna acción, algo judicial que tenga que ver con esto. Es algo que no podemos dejar pasar", finalizó.

JUEZ PERSEGUIDOR DE PINOCHET RECIBE PREMIO EDELSTAM EN SUECIA EL MOSTRADOR http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2016/11/14/juez-perseguidor-de-pinochet-recibepremio-edelstam/


El Premio Edelstam es otorgado por contribuciones importantes y coraje excepcional en la defensa de las propias convicciones a favor de la defensa de los Derechos Humanos. El Juez Juan Guzmán Tapia, magistrado conservador en el Chile de los 70’, en 1973, después del golpe de estado, incluso simpatizante de Pinochet que pensaba que el país necesitaba “algún orden”, y apoyó implícitamente al gobierno militar. Sin embargo, en 1998, las convicciones de Guzmán cambiaron en la dirección opuesta; él era uno de los jueces de la Corte de Apelaciones de Santiago, e inesperadamente fue designado para investigar al ex dictador Augusto Pinochet por los delitos cometidos durante la dictadura. En su papel de juez, Guzmán se entrevistó con los sobrevivientes y se dio cuenta de la magnitud de la brutalidad sistemática que los militares habían cometido durante la dictadura, quien luego confesó que “las víctimas abrieron los ojos de mi alma”. Asimismo Guzmán concentró su investigación en los crímenes cometidos en la "Caravana de la Muerte", y procesó después a Pinochet por cargos de secuestro y asesinato. Realizó investigaciones por todo el país con el fin de encontrar los restos de cerca de 1.200 presos políticos que seguían desaparecidos. Además, estableció que el secuestro de personas que posteriormente desaparecieron era un delito permanente que debía ser perseguido a pesar de las amnistías o la prescripción mientras se desconociera el destino de los desaparecidos. Guzmán acusó entonces a un gran número de miembros de las Fuerzas Armadas. A través de su trabajo logró abrir un nuevo camino de justicia e inspirar a otros jueces a asumir su responsabilidad en casos similares en Chile y en otros países. "Es importante encontrar maneras de hacer cumplir el derecho nacional e internacional y promover la responsabilidad por los graves abusos cometidos contra los derechos humanos y la responsabilidad de los Estados donde se han producido violaciones y la responsabilidad de la comunidad internacional para establecer la justicia, asegurar la protección de las víctimas y evitar la impunidad. El procesamiento de Pinochet simultáneamente en España, Francia, Bélgica, Suiza e Italia es hasta hoy el mejor ejemplo de la cooperación internacional por la justicia, un precedente extraordinario de países cumpliendo con su obligación, ejerciendo para las víctimas su responsabilidad de proteger. El derecho internacional debe disuadir a los regímenes de cometer crímenes atroces contra sus propios pueblos para que la historia no se repita " según dijo Caroline Edelstam, Presidenta del Jurado del Premio Edelstam y co-fundadora de la Fundación Edelstam.


PROCESAN Y DICTAN ORDEN DE DETENCIÓN DE 9 MIEMBROS DE LA ARMADA (R) POR SECUESTRO DE LICEANA EL CIUDADANO http://www.elciudadano.cl/2016/11/15/338712/procesan-y-dictan-orden-de-detencion-de-9miembros-de-la-armada-r-por-secuestro-de-liceana/

El ministro en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Jaime Arancibia, sometió a proceso y decretó orden de aprehensión (prisión preventiva) de nueve miembros en retiro de la Armada, por los delitos de detención ilegal y secuestro con grave daño de Sonia Ramírez Marín. En la resolución, el magistrado encausó a Jaime Lazo Pérez, Valentín Riquelme Villalobos, Juan Jorquera Terrazas, Gilda Ulloa Valle, Juan Reyes Basaur, Alejo Esparza Martínez, Bertalino Castillo Soto, Sergio Hevia Febres y Héctor Santibáñez Obreque, como autores del ilícito cometido en noviembre de 1973. De acuerdo a los antecedentes, los hechos ocurrieron cuando Sonia Ramírez, en ese entonces de 19 años y alumna del Liceo Nº1 de niñas de Valparaíso, en el marco de una persecución política efectuada por el Servicio de Inteligencia de la Armada, fue detenida aproximadamente el 10 de noviembre de ese año “por la ideas políticas que profesaba, siendo llevada por personal de la Armada, sin orden de tribunal alguno competente, al cuarte Silva Palma de Valparaíso”. En ese lugar permaneció privada de libertad por aproximadamente 10 días, “siendo sometida a interrogatorios, malos tratos, torturas y vejámenes por un grupo de interrogadores de la Armada pertenecientes a esa Unidad, situación que le produjo un daño psicológico permanente”.


SUMARIO EN GENDARMERÍA POR CASO DE LORENZA CAYUHÁN FINALIZARÁ EN POCOS DÍAS RADIO COOPERATIVA https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/pueblos-originarios/mapuche/sumario-en-gendarmeriapor-caso-de-lorenza-cayuhan-finalizara-en-pocos/2016-11-14/174203.html

Lorenza Cayuhán y su pequeña hija, Sayén, están de alta, pero se mantienen internadas en la Clínica de la Mujer de Concepción.

La Dirección Regional de Gendarmería en el Biobío confirmó que en pocos días (a mediados de noviembre) se debiesen conocer los resultados del sumario administrativo para esclarecer el procedimiento de ingreso a pabellón de Lorenza Cayuhán, la mujer que dio a luz engrillada en Concepción. El coronel Christian Alveal, director regional de Gendarmería y quien ordenó el inicio del sumario administrativo, explicó que este procedimiento "dura, en su normalidad, 20 días hábiles". "Posteriormente se instruyó un sumario que acopió éste desde el nivel central, desde la Dirección Nacional de Gendarmería de Chile y quien está instruyendo ese sumario hoy es la Dirección Nacional de la institución, por la importancia que tiene", añadió la autoridad. Lorenza Cayuhán y su pequeña hija, Sayén, están de alta, pero se mantienen en la Clínica de la Mujer de Concepción, producto de una orden de no innovar vigente para evitar que ambas se separaran al momento en que la mujer debía volver a la cárcel, ya que la bebé, por su condición de prematura, debía permanecer internada. Por su parte, la familia de Lorenza comentó la promulgación la ley que tipifica los delitos de tortura y de tratos crueles, inhumanos y degradantes, momento en que la Presidenta Michelle Bachelet mencionó el caso de la comunera mapuche para llamar a "asegurarnos que nadie sufra situaciones humillantes o vejatorias". El hermano de la mujer, José Cayuhán, dijo que "nos parece muy bien, porque así se busca con más fuerza a los responsables de esto y que obviamente tengan una sanción".


"El Estado chileno hoy se encarga de poner todas la herramientas a disposición del Ministerio Público para poder encerrar a los mapuche, pero no hace lo contrario y es el Estado el mismo el que ve y violenta a las comunidades", añadió.

LA HISTORIA DE PELÍCULA DE POLICARPA SALAVARRIETA, LA HEROÍNA DE LA INDEPENDENCIA POR LA QUE COLOMBIA TIENE UN SEGUNDO DÍA DE LA MUJER BBC http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37957258 La historia de esta mujer del siglo XIX de la que se sigue hablando hoy y que en Colombia consideran una heroína es fascinante. De hecho, aquí se celebra el Día de la Mujer Colombiana todos los 14 de noviembre, además del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. La fecha corresponde con la de la muerte, hace 199 años, de Policarpa Salavarrieta, la mujer más reconocida de la historia de la independencia del país. La celebración es ley: en 1967, año del sesquicentenario de su muerte, el Congreso colombiano aprobó una norma para tal fin. En el texto de la norma los legisladores la llaman "heroína nacional". Sabed que no llevo a la tumba otro pesar que no sea ver la destrucción de la tiranía y el establecimiento de las banderas de la independencia Palabras de Policarpa antes de ser fusilada (tomadas del libro "Palabra Colombiana", de Daniel Mitchell)

La escena más recordada de la vida de esta mujer es la de sus últimos minutos.


Fue representada en una producción televisiva, las palabras que pronunció entonces han sido impresas incansablemente (reproducidas aquí, a lo largo de esta nota) y se encuentran rodeando el monumento dedicado a ella en Bogotá. Policarpa fue ejecutada por un pelotón de fusilamiento por espionaje. La lucha contra la reconquista En la ola de independencias latinoamericanas del siglo XIX, el 20 de julio de 1810 Bogotá había creado su junta que, aunque juró fidelidad al rey Fernando VII, reclamó autoridad total para gobernar. Esa quedó como la fecha de celebración de independencia colombiana, a pesar de que la gesta patriota llevó mucho tiempo más. La historia de Policarpa Salavarrieta está inscrita en los años posteriores a 1810, específicamente vinculada a las luchas de los independentistas contra la reconquista española que se inició en 1815 (el dominio español fue eliminado definitivamente en 1819). Solo sé que he tratado de defender a tantos inocentes que habéis pisoteado. Dios se encargará de reivindicar la justicia y conceder la libertad y la paz a tantos pueblos oprimidos Palabras de Policarpa antes de ser fusilada (tomadas del libro "Palabra Colombiana", de Daniel Mitchell) La reconquista fue encabezada por el general Pablo Morillo, del que escribe el historiador David Bushnell: "Morillo y sus lugartenientes aplicaron una política de terror, diseñada para liquidar a las principales figuras militares y políticas (...) y al mismo tiempo, escarmentar a la población con los peligros de la desobediencia". Unas 300 personas fueron ejecutadas entre 1815 y 1819. Era, en la propia descripción de los historiadores, un perfecto malo de película que alimentó la indignación de los colombianos de entonces. "El descontento popular", relata Bushnell, "había estimulado la formación de guerrillas patriotas". Es en ese contexto que emerge la figura de Policarpa. Su origen No está claro exactamente cuándo nació ella (las fechas van desde 1791 hasta 1796) ni donde (hay quienes dicen Tolima, hay quienes dicen Bogotá, hay quienes dicen Guaduas). Sí se sabe que creció en Guaduas, departamento de Cundinamarca, pueblo que se encuentra al noroeste de Bogotá. Creció allí en el seno de una familia de buen pasar.


En Guaduas no es difícil encontrar tiendas que lleven el nombre de la heroína.

Como esa población era paso de viajeros entre Santafé (así se llamaba entonces Bogotá) y Cartagena en el Caribe, por allí circulaba mucha información de lo que ocurría en el país, explican Isabel Borja Alarcón y Alfonso López Vega en el libro "Policarpa Salavarrieta: una mujer en la guerra". Fueron varios los nombres que recibió, cuentan también los autores. Polonia, Policarpa, Pola (sería diminutivo de Apolinaria o apócope de Policarpa), Gregoria, María Policarpa, Gregoria Apolinaria, Polycarpa. No sólo le dieron muchos nombres, sino que su nombre dio para mucho. "José Joaquín Monsalve, uno de sus compañeros de prisión, creó el (siguiente) anagrama": 'Yace por salvar la patria'", dicen Borja Alarcón y López Vega. Al cambiar de orden las letras se lee: "Polycarpa Salavarrieta". Santafé En Guaduas la muchacha hablaba abiertamente a favor de la causa patriota. Borja Alarcón y López Vega cuentan la siguiente anécdota: en 1810, camino al exilio, el virrey y la virreina pasaron por la casa de la familia Salavarrieta en Guaduas; la virreina, tras obsequiarle una cruz de oro, le advirtió a Policarpa: "Joven, cuide de su suerte y no se precipite en un destino trágico". En 1817, en la villa donde creció ya la tenían muy asociada a los movimientos revolucionarios y era perseguida, así que se mudó a Santafé.


Pueblo indolente, cuán diversa sería hoy nuestra suerte si conociereis el precio de la libertad. Pero no es tarde. Palabras de Policarpa antes de ser fusilada (tomadas del libro "Palabra Colombiana", de Daniel Mitchell) Fue alojada en la casa de doña Andrea Ricaurte de Lozano, en la que había reuniones de patriotas de las que participó y donde conoció a otro Alejo Sabaraín (algunas versiones lo consideran pareja de Policarpa), con el que empezó a trabajar en pos de la revolución. La Pola se desempeñó como costurera en varias casas, lo que le permitía estar enterada de lo que ocurría y llevar y traer información relevante para la causa independentista.

Aunque la placa que acompaña la estatua de la Pola en Bogotá diga que fue el 26 de enero de 1795, no hay acuerdo entre los historiadores sobre cuándo nació.

También conseguía información de primera mano del cuartel de las tropas realistas, dicen Alicia Hincapié Borda y María Susana Awad de Ojeda en el libro "En torno a las mujeres mártires de la independencia". "Participaba de otras actividades relevantes", le cuenta a BBC Mundo Martha Elisa Lux Martelo, doctora en Historia y editora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Los Andes.


"En Santafé ella educaba, enseñaba a niños; era una actividad que estaba restringida, no podía hacerlo cualquiera". Ella lo hacía sin autorización. Más aún, cuenta la historiadora: Policarpa se dedicó a elaborar aguardiente (algo que estaba prohibido si no se contaba con los permisos necesarios) para financiar las actividades insurgentes.

Martha Elisa Lux Martelo no descarta que la Pola haya podido empuñar armas.

"Fue una mujer muy combativa, muy al frente de ocupar unos espacios de participación reales", dice Lux Martelo. No descarta que haya tomado parte en confrontaciones armadas. Es un hecho, explica, que muchas mujeres participaron en batallas (aunque en teoría no se las aceptaba en el frente). Cuerpos de mujeres vestidas de hombre fueron hallados en lugares donde hubo confrontaciones. "Era lógico, ellas formaban parte de la cotidianeidad y de lo que estaba ocurriendo", razona Lux Martelo. La muerte Policarpa fue detenida por tropas realistas en la casa de doña Andrea Ricaurte y luego fusilada. Otras ocho personas fueron ejecutadas el mismo día que ella, el 14 de noviembre de 1817: cuatro eran soldados señalados por deserción y el resto por espionaje, como Policarpa.


Ved que, aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más. No olvidéis este ejemplo Palabras de Policarpa antes de ser fusilada (tomadas del libro "Palabra Colombiana", de Daniel Mitchell) Se supone que fue por unos documentos que se le encontraron a Sabaraín cuando fue detenido, y que él confesó que se los había dado la Pola. Se cuenta que aún de cara a la muerte Policarpa mantuvo su actitud desafiante y su defensa de la causa independentista. El legado Para Margarita Garrido, doctora en Historia Moderna de la Universidad de Oxford y profesora de Historia en universidades en Colombia, la influencia de Policarpa puede haberse perdido ya hoy e, incluso, puede ser exagerada. Sin embargo, le dijo a BBC Mundo: "Yo creo que pudo inspirar a muchas mujeres a hacer cosas semejantes, posiblemente pudo inspirar a algunas a irse a la guerrilla".

La estatua de Policarpa en Bogotá la muestra en la posición en que supuestamente fue fusilada. Y ha permeado la historia y la cultura colombiana hasta hoy. Hay poesía, obras de teatro sobre su vida, artistas plásticos se dedicaron a representarla. De esas imágenes una de las más conocidas es la del monumento de bronce que se encuentra en el centro de Bogotá. Y hay esculturas de La Pola en otros lugares de Colombia, una en Guaduas, por supuesto.


Rostro de Policarpa Salavarrieta en el billete de 10.000 pesos.


Una imagen de Guaduas en el reverso del billete de 10.000 pesos.

El actual billete de 10.000 pesos lleva su rostro y en el reverso hay una imagen de la villa de Guaduas de la época en que ella vivió allí. Hoy en esa población no faltan tiendas que lleven su nombre. Hay escuelas que llevan su nombre en toda Colombia. Desde 2012, Guaduas entrega anualmente la "Orden de la Libertad Policarpa Salavarrieta". Pero hay más. El 20 de julio de 1910, en el 100º aniversario de la independencia, la cervecería Bavaria sacó a la venta la cerveza Pola, que llevaba un retrato de Policarpa en la etiqueta. De ahí quedó el uso de la palabra "pola" para hablar de cerveza en Colombia. Otras mujeres "Se creó una idea de que era la primera mujer que había sido fusilada por patrocinar la guerrilla y la rebelión, pero no fue la primera", le dice a BBC Mundo Lux Martelo. Tampoco fue la única. "Unas cuantas heroínas como Policarpa Salavarrieta fueron las figuras que se resaltaron para señalar que hubo algún tipo de mujeres que tuvieron un papel relevante y que fueron mártires", explica la historiadora. "En la construcción de cualquier nación crear esas figuras es importante, porque permite desarrollar una imagen de una mujer participativa". Pero aclara: "Lo que realmente ocurrió es que más allá de las heroínas, hubo muchas más mujeres (involucradas en la lucha independentista)".


La influencia de la figura de Policarpa Salavarrieta ha llegado hasta nuestros días en Colombia.

En su libro "Mujeres patriotas y realistas entre dos órdenes", la historiadora presenta una lista de 41 mujeres ejecutadas por los españoles por formar parte o ser auxiliadoras de la insurgencia. Aunque Hincapié Borda y Awad de Ojeda cuentan 78. Lux Martelo destaca varias otras mujeres que murieron por la causa revolucionaria. Entre ellas, Antonia Santos (tía tatarabuela del presidente Juan Manuel Santos), fusilada por reunir insurgentes, difundir información favorable a los patriotas e incluso haber organizado, dirigido y financiado una guerrilla. Son muchas las mujeres que podrían haber ocupado el lugar de Policarpa. En la actualidad, al menos en el billete de 10.000 pesos, la Pola le está cediendo el lugar a otra mujer: la nueva edición llevará el rostro de la antropóloga Virginia Gutiérrez, pionera en investigación sobre la familia en Colombia.

ADELANTO DEL LIBRO FUEGO EN LA CÁRCEL DE SAN MIGUEL: LA NOCHE ANTES DEL INFIERNO THE CLINIC ONLINE http://www.theclinic.cl/2016/11/15/adelanto-del-libro-fuego-en-la-carcel-de-san-miguel-lanoche-antes-del-infierno/ El 8 de diciembre se cumplirán 6 años de la más grande tragedia penitenciaria en Chile: el incendio en la cárcel de San Miguel. El siniestro donde murieron 81 presos es el núcleo central del relato del


periodista Diego González, que acaba de publicar un libro de investigación sobre el tema a través de ediciones Vía X. A continuación un adelanto de uno de sus capítulos, donde se detalla la previa al infierno que se viviría horas más tarde.

El teniente José Hormazábal Sánchez recibió el turno a las 17:00. Tez clara, pelo corto a lo militar, cejas oscuras bien marcadas, oriundo de Cauquenes, formaba parte de la guardia nocturna. Caminó entre los sectores de ingreso a las rejas luego de tomar el relevo y dejó constancia en el Libro de Novedades que asumía la guardia como jefe a cargo. Como era ya el fin de la primavera, andaba con polera institucional color verde boldo, pantalón y bototos negros de cuero lustrados. Le acompañaban en la misión otros tres gendarmes. Su zona de acción comenzaba en la primera reja: desde las oficinas administrativas hasta las celdas. No llevaba armas, pero tenía las espaldas cubiertas por la guardia armada, la sección más militarizada de Gendarmería. Para resguardar el perímetro: seis gendarmes, quienes fusil en mano, rodeaban la cárcel. En el piso cuarto de la Torre 5 había 146 personas distribuidas en 280 metros cuadrados, divididos en sector norte y sur, cada uno con su respectiva pieza chica, colectivo y baño. El eje de la distribución, al centro, era la caja escala enrejada que unía los diferentes niveles y que llevaba al pasillo que conectaba desde el plano con todos los edificios. En toda la Torre 5 dormían más de 400 personas. En el lugar convivían hombres con alto compromiso delictual con otros que no tenían ninguno. En el lado sur habitaban 71 personas, la mayoría con alto y mediano “contagio criminógeno”. Entrar al ala sur significaba cruzar las telas que separaban las “casas” como si fueran los telones de un teatro privado. Dentro de ellos transcurría la vida y las meriendas en grupos que los internos llaman


“carretas”, una especie de sociedad en la cual los alimentos que les llegan del exterior se comparten y racionan. En 2010 el presupuesto para alimentación de las cárceles de Chile alcanzaba los $740 diarios por persona: en San Miguel no había comedores y las comidas se repartían desde fondos —grandes ollas— que llevaban los gendarmes hasta las entradas de los pisos para que cada interno tomara su plato y lo pusiera a disposición del cucharón. Esto ocurría solo en las horas libres, lo que quería decir que la última comida era a las cinco de la tarde. No todos seguían esta rutina. “Los vivos no comen del rancho”, es un dicho de la cárcel. También existe la creencia de que los gendarmes contaminan los alimentos. Como sea, en 2010 Gendarmería permitía que los internos se prepararan sus propias raciones con cocinillas que se encendían gracias a balones de gas disponibles en los economatos — y en algunos casos incluso con pequeñas cocinas hechizas, a leña—, todo dentro de las habitaciones donde las ventanas estaban tapadas con celosías que apenas dejaban entrar algo de luz. En ese ambiente las carretas se reunían para tomar la choca, calentar agua o lo que fuera; el humo avanzaba a través de los biombos, llevando diversos olores que se colaban entremedio de las telas y literas, salía por los pequeños espacios que dejaban las celosías y podía ser visto desde afuera por los centinelas. Los presos, sentados en pequeñas bancas, al borde de las camas o en sillas, también solían fumar. Así, en el espacio creado a partir de los muros de hormigón, de las rejas y de las altas vigas de fierro que sostenían el techo, los presos del cuarto piso de la Torre 5 vieron que la luz eléctrica se encendía, avisándoles que ya era de noche. Las rutinas eran las habituales: aburrimiento, conversación, té, café, televisión, vidas en el futuro, hechos del pasado, recuerdos, las familias, lo que estaba afuera, los que vivían afuera, los que esperaban, más aburrimiento, televisión, conversación y repetición. Una manera de interrumpir la abulia eran los celulares, que a pesar de estar prohibidos se ingresaban de muchas formas y se podían comprar en un mercado negro, a sabiendas de todos, incluidos los gendarmes. Si durante las redadas y allanamientos eran confiscados, rápidamente volvían a poblar escondites dentro de las casas. El valor de un celular es alto, y en numerosas ocasiones los mismos carceleros han sido sorprendidos vendiendo. En uno de los costados de la pieza chica del cuarto piso, el interno Patricio Bastías, conocido como el “hermano Pato”, evangélico, calvo hasta la coronilla, cejas oscuras, sordo de un oído, con un seseo al hablar, estaba nervioso por un comentario que le hicieron durante la tarde en el patio: “Los van a tirar para abajo, sacarlos de la pieza chica y no dejarlos subir más”. Bastías, a diferencia de sus otros compañeros de pieza, era querido por la mayoría de los presos. Llevaba más de ocho años encarcelado y se había convertido a la religión dentro del presidio. La advertencia resonó en la cabeza de Bastías y le advirtió a uno de sus compañeros, a Alejandro Vásquez, el María de los Perros. Este hizo como que no consideraba sus palabras. Bastías guardó silencio, recostado en su cama, inquieto. Solo quedaba aguardar a que los “otros”, los del colectivo, se decidieran a dar inicio al atentado. A la pieza chica algunos la llamaban el “VIP”. A pesar de sus 24 m2, daba mayor privacidad y comodidades que el colectivo. Quienes llegaban a habitarla lo hacían haciéndose valer, ya fuera con su prontuario arrastrado desde el exterior (lo que llaman “el cartel”) o con influencia dentro penal. “El VIP” era un espacio para defender y atacar.


A las 20:35, los centinelas Fernando Orrego y Francisco Riquelme se retiraron del penal y se dirigieron al casino de Gendarmería de Chile, ubicado en la comuna de San Joaquín, para cenar. A las cuatro de la madrugada les tocaba turno y no querían la comida del rancho comunitario. Por eso fueron a comer a la carta. Orrego comió un plato de carne mechada con papas duquesa y luego un churrasco italiano. Bebió un vaso de ron y también un par de cervezas. Tres horas después, los gendarmes regresaron a San Miguel y se fueron a descansar. A las cuatro de la madrugada se presentaron para tomar el relevo. A lo largo del día, las guardias con armas rotaban para mantenerse alertas. Usualmente tenían jornada de cuatro horas de vigilancia y luego otras ocho de descanso. Los turnos se sucedían hasta por 18 días. Si es que no había suficientes gendarmes en el penal para cubrir todas las plazas que exigía la minuta, los puestos se cubrían con quien estuviera. Un gendarme de la guardia armada con licencia podía significar la extensión del horario de otro vigilante, aumentando los turnos en hasta cuatro horas de vigilancia por cuatro de descanso. En lo interno, los uniformados apuntan a una cultura del “licenciero”: sujetos que presentan licencias médicas supuestamente injustificadas. En febrero de 2010 el entonces director Luis Masferrer daba cuenta de que uno de cada diez funcionarios estaba con licencia médica, y el estrés laboral era la principal razón. Cayó la medianoche sobre la cárcel. No hubo novedades. Siempre había ruido. Los reclusos solían llamarse a gritos, de una torre a otra, para darse avisos o proferir amenazas. La bulla terminaba convertida en un murmullo al que los celadores —y hasta los vecinos de las calles aledañas— estaban acostumbrados. Los reos primerizos, no. A ellos, durante sus primeras noches, los gritos no los dejaban dormir, los tensionaban, trastornaban su descanso y alimentaban sus imaginaciones. A cargo de la guardia armada estaba la subteniente Edith Ramírez, de 25 años, nacida en Concepción, y de poca experiencia penitenciaria: llegó a San Miguel de inmediato tras salir de la escuela de oficiales en enero del mismo 2010.


Esa noche, tal como dice el manual, la subteniente debía dejar en libertad a tres internos cuyas condenas habían terminado. Eran eso de las 00:01 a.m. cuando José Hormazábal, jefe de la guardia nocturna, entregó los internos a Ramírez para que hiciera el trámite y luego se devolvió a su puesto. Ramírez, sin embargo, tuvo problemas. Cuatro minutos después de cruzar la puerta de la prisión hacia la libertad, uno de los tres liberados comenzó a gritar en la entrada de la cárcel por calle San Francisco, lanzó piedras a un automóvil ubicado en el estacionamiento y rompió uno de sus vidrios. El hombre no quería irse y protestaba. El vehículo era de un oficial y la situación, descontrolada, hizo que los gendarmes le reclamaran a Ramírez, pero ella argüía que no podía hacer nada, pues ahora el hombre no estaba bajo la jurisdicción de Gendarmería, sino libre. Entonces apareció de nuevo José Hormazábal, quien al ser el oficial con más experiencia dentro del penal, asumió la situación y llamó a Carabineros, quienes detuvieron al sujeto y se lo llevaron. A los pocos instantes de ocurrido el incidente, dos funcionarios de Gendarmería que venían llegando fueron sorprendidos con una botella de ron. Hormazábal dejó su lugar de trabajo en la guardia nocturna y acompañó a la oficial Ramírez, quien les quitó la botella, para ayudarle a escribir el parte donde se consignaron ambos incidentes. Hormazábal regresó al turno para dar la orden de que se hiciera una ronda y se revisara la población penal, la ausencia del jefe de la guardia nocturna duró dos horas. Por reglamento, él debía realizar al menos tres recorridos, pero también podía delegar en otros esa responsabilidad. De todas formas, la ronda se realizaba, como era costumbre, por el pasillo inferior de las torres. Eso bastaba para que quedara consignado en el Libro de Novedades. En ese momento había seis gendarmes de servicio en la guardia y 22 dormían en habitaciones destinadas al descanso de ellos. *** En el lado norte del cuarto piso de la torre cinco, Víctor Manuel, un hombre delgado, de 30 años, pelo negro rapado en los costados e hincha de Colo Colo, ordenó sus cosas y su cama dentro de la pieza chica. Llevaba apenas una semana ahí y aunque originalmente debería haber estado en el tercer piso, lo enviaron al de arriba tras pasar diez días en una celda de castigo: le habían encontrado trece celulares que mantenía junto a un compañero en un refrigerador con doble fondo. El traslado le acomodaba. Si bien el cuarto piso era más peligroso, a él no le costó adaptarse porque tenía amigos. Tenía experiencia. Estaba cumpliendo por segunda vez una condena en San Miguel. En esta oportunidad llegó por un asalto a una schopería que le significó una condena de cinco años por robo con intimidación. Víctor Manuel se acostó poco antes de la una de la madrugada en el lado norte; igual hizo Patricio Bastías, el evangélico, quien habitaba un espacio similar, pero en la pieza chica del lado sur, a un costado de Alejandro Vásquez, el María de los Perros. Los tres internos sabían que Gendarmería pronto cortaría la luz y se armaría un barullo dentro de las jaulas y cambiaría el ambiente. Para combatir las ansiedades que generaban las visitas del día siguiente, comenzaría el consumo: una rueda de chicha recorrería el piso. Era la costumbre. A la una de la madrugada Gendarmería cortó la corriente eléctrica para los internos.


*** El presidio es también un lugar de tradiciones. Desde el siglo XIX hasta hoy perviven prácticas y modos desarrollados por innumerables internos a lo largo de la historia. “Las carretas” son una de ellas. Otra es la preparación y consumo del Pájaro Verde, una mezcla alcohólica obtenida a partir de la fermentación de azúcar, arroz, frutas podridas y frescas, además de un químico fuerte como aguarrás, pintura o barniz, para darle mayor potencia e impacto a nivel neuronal. Luego todo se filtra. El toque final lo da un chorro de limón. En julio de 2006, en la cárcel de Rancagua, murió un preso, otro quedó con muerte cerebral y cinco con graves daños en la tráquea por mezclar Coca-Cola con diluyente, en un intento por preparar el trago. Aparentemente, el Pájaro Verde sigue existiendo en la cultura carcelaria chilena, aunque otra variación menos tóxica es la chicha preparada de igual forma pero sin diluyente, o con alcohol para curar heridas. Los que no quieren sufrir el estado de ánimo alterado que el alcohol produce, toman clonazepán, consumen cocaína o fuman marihuana e incluso pasta base. Ya sin luz, apareció la chicha en el cuarto piso de la Torre 5. Los internos del ala norte y del ala sur la intercambiaban. A eso de las 04:15 se realizó el cambio de turno de los centinelas. Seis nuevos gendarmes tomaron la guardia del perímetro. Los que quedaron más cerca de la Torre 5 fueron los centinelas José Poblete Valverde, Francisco Riquelme Lagos y Fernando Orrego Galarce; los dos últimos eran los mismos que habían salido al casino y regresado. Todos rondaban los 25 años y provenían de las localidades de Parral, Bulnes y Quilpué, respectivamente. Momentos más tarde, José Francisco Quilodrán, el jefe de relevos de la guardia armada, dio una ronda y confirmó a la teniente Edith Ramírez el cambio de los centinelas y sus posiciones. En la Torre 5 Bastías, aunque lo intentara, no podía dormir. Recordaba la advertencia que le hicieron en el patio y que luego le confirmaron: “Les vamos a quitar la pieza chica”. Bastías giraba de un lado a otro, sin poder dormir envuelto entre el ruido y el miedo. Afuera, a cada tanto, se escuchaba un grito desgarrador que se fundía con la oscuridad. Aparecía impertinente, con fuerza, como un relámpago anuncia el estruendo: ¡Los vamos a matar! ¡Los vamos a mataaaar! Alejandro Vásquez remeció a Bastías y le dijo: Te debí haber escuchado. FUEGO EN LA CÁRCEL DE SAN MIGUEL Diego González Ediciones Vía X, 2016 152 páginas


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