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EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS
SÁBADO, 08 DE ENERO
¿Cuándo fue la última vez que leíste un manual? Cuando era pequeño mi abuelo compró un televisor smart. Con emoción abrimos la caja, sacamos el delgado televisor. Mientras él conectaba el televisor le pasamos algunas cintas de seguridad, el control remoto, pernos, y un cuadernillo. Todo guardó, excepto el cuadernillo, el cual tiró a la basura para sorpresa nuestra. El televisor prendió, por lo cual había que programarlo. Le dimos el control remoto pero no pudimos programarlo, así que mi abuelo con angustia nos preguntó: ¿Dónde está el manual? A veces ocurre eso en nuestra vida. Tratamos de encender, caminar, programar, según el conocimiento que nos transmiten nuestros padres, el colegio, los amigos. Pero cuando algo sale mal, cuando las cosas no suceden como esperamos, cuando nuestro mundo se derrumba, ¿a dónde vamos? Dios puso un manual de vida, su Palabra, que te invita a que puedas leerla, ya que, con ella podrás caminar de manera segura.
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I. La Palabra de Dios es mi Guía (Salmo 119:105)
David contrasta de manera rápida las virtudes de estar en la luz y las dificultades que uno puede vivir estando en la oscuridad. Charles Spurgeon menciona: “Cada persona tiene que usar la Palabra de Dios de manera personal, práctica y constante, para que pueda ver su camino y discernir lo que en ello hay… La cabeza necesita iluminación, pero aún más los pies necesitan dirección”.
Es como estar en casa de noche y de repente se va la luz, tratas de caminar en medio de la oscuridad, tienes el conocimiento de dónde están los cuartos, dónde están los objetos; pero de manera lenta y con cuidado de no chocar empiezas a caminar buscando tu celular, linterna o una vela, cualquier objeto que pueda iluminarte para así obtener seguridad.
Elena G. de White menciona: La Biblia es un mapa que nos muestra los indicadores de la verdad. Los que la conocen estarán capacitados para transitar con certeza por los caminos del deber, dondequiera que se los llame. (Exaltad a Jesús, abril 96). La palabra de Dios nos dirige en nuestro caminar, lo cual sin ella la oscuridad del pecado traerá dolor en nuestra vida. Es por ello que David nos llama a caminar en este mundo de oscuridad con la Luz del Mundo, una luz que al iluminar tu vida te dará seguridad de avanzar, seguridad de guiar a otras personas. Recuerda que todos buscamos la luz y en la Palabra tienes la luz para guiar al mundo que te rodea.
II. Vivir en la Palabra de Dios (Santiago 1:22-24)
Santiago inicia el texto con la palabra “pero”, ya que quiere enfatizar el cambio de nuestro actuar, que la persona deje el cristianismo pasivo.
Santiago nos exhorta a no autoengañarnos. Una persona se autoengaña porque no descubre que dentro de su cristianismo realmente no tiene la
Palabra implantada; con el simple hecho de escuchar o saber ¡no basta!
Cuando la Palabra esté verdaderamente implantada en nosotros, cumpliremos lo que dice Hechos 4:20 “porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”. En otras palabras viviremos el fuego ferviente de la predicación en todo su esplendor.
Asimismo, en griego encontramos la palabra “haced” como “poieo”, que está direccionado a practicar de una manera activa, creativa, deleitándonos en el cumplimiento de la Palabra, buscando los modos de cumplir lo que manda aun cuando parezca difícil y complicado.
Frecuentemente tres reacciones se observan en la enseñanza bíblica:
En la primera se le da el nombre de “la levadura”. En esta ocasión el oyente la recibe, permanece sentada, la absorbe y fermenta. Se arruina ya que no se usa.
La segunda lleva el nombre de “el comedor”. Cada uno elige lo que le agrada; lo que no quiere pues se desecha.
La tercera la encontramos como “el basketball”. Cada uno tira la pelota al otro, nadie se queda con la enseñanza como la verdad para ellos mismos.
A diferencia de estas tres reacciones Santiago presenta el ejemplo del espejo. Nadie se mira al espejo después de levantarse y automáticamente
se va a trabajar. La marca Dove realizó un estudio para saber cuántas veces una persona se ve en el espejo, los resultados fueron sorprendentes. Una persona promedio puede verse hasta 6 veces al día un aproximado de 50 minutos. El estar tanto tiempo en el espejo no te hace limpio, no hace que estés mejor peinado, no te hace estar bien arreglado, pero sí te muestra las imperfecciones para que nosotros podamos corregirlas. De la misma manera, al sumergirnos en la Palabra de Dios podemos encontrar cómo arreglar nuestra vida, cómo ser más saludable, cómo ser mejor persona, junto al Poder del Espíritu Santo. Por ello debemos tener presente las palabras de Jesús: “No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre” (Mateo 7:21). Mateo nos presenta que el hombre no es bendecido por sus obras, sino en su obra. No es hablar, sino andar lo que nos llevará a Cristo.
III. Libertad gracias a la Palabra de Dios (Juan 8:31-32)
“Conocedores de la verdad” es el resultado de dos pasos previos: Creer en Él y permanecer en su palabra, solo entonces conoceremos la verdad.
Ser un discípulo y permanecer en su Palabra es: Leer, meditar y estudiar las Escrituras. Es respetar, someterse a la Palabra de Dios. Obedecer a la Palabra. No es una simple actitud pasajera sino un estilo de vida. No vivir en base de lo que creemos que debemos hacer sino en base a lo que Dios nos revela.
Cristo nos manda que el permanecer en su Palabra “Logos” significa explícitamente permanecer en Él (Jesús). Jesús quiere conocerte, quiere moldear nuestra mente, nuestro corazón. Por ello es que, si queremos ser verdaderos discípulos de Cristo debemos permanecer en su Palabra.
Como resultado de seguir la Palabra, Cristo nos presenta la libertad y libera al creyente obediente de la esclavitud del pecado de la siguiente manera: a) Revela la verdadera naturaleza del pecado, como algo ofensivo a
Dios y destructivo para el creyente y la sociedad. b) Asimismo crea en el creyente la convicción y fuerza moral para resistir el pecado, añadiendo
que la verdad de Cristo descubre al impostor Satanás y mostrando al creyente tal cual es. Es por ello la importancia de permanecer en su Palabra, ya que nos hará libres del egoísmo, libres del orgullo, libres del miedo, del juicio venidero. Somos libres para vivir en la libertad de Cristo, así como menciona Pablo: “Porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios (Romanos 8:21).
LLAMADO
Retornando a la historia inicial, le entregamos el manual y pudo programar el televisor, y todos pudimos observar los distintos canales. Queridos amigos, nosotros tenemos el manual de vida dado por Dios, es momento no solamente de escuchar, es momento de participar, es momento de vivir en la Palabra de Dios; es momento de caminar en este mundo de oscuridad con la luz de su Palabra, es momento de compartir la Palabra de Dios, por ello te invito a que juntos podamos experimentar las maravillosas bendiciones que Dios nos da en su Palabra. ¿Te gustaría tener la Palabra de Dios como guía de tu vida? ¿Quisieras vivir lo que Dios manda? ¿Quisieras ser un discípulo de Cristo? Hoy es tu oportunidad, que Dios te bendiga.
Pr. Daniel Solano
Ministerio Personal – APC