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JESÚS: EL MANÁ DEL CIELO, EL PAN DE VIDA

SÁBADO, 02 DE JULIO

Juan 6:35

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INTRODUCCIÓN

En el mundo el hambre es una necesidad frecuente que cada día trae dolor y muerte. Se estima que cada 3.6 segundos muere una persona por hambre; cerca de 24 000 personas mueren todos los días por hambre, donde las ¾ partes de las personas fallecidas son niños menores de 5 años. Las familias sufren de hambre, siendo los niños más afectados física y emocionalmente para poder lograr algún tipo de estudio. El contexto de este pasaje se encuentra en un milagro que Jesús hizo, alimentando a más de 5000 personas sin contar mujeres y niños. Las personas llegaron a pensar que encontraron a alguien que podría satisfacer sus necesidades materiales. Mientras Israel vivía en el desierto, Dios suplió sus necesidades a través del maná con un propósito instructivo. Ahora Jesús se presenta como el verdadero pan del cielo, que puede suplir la verdadera necesidad del hombre, es decir su salvación.

PROPÓSITO DEL MENSAJE: Mostrar que, en Jesús, Dios ofrece cada día las bendiciones del cielo a sus hijos. Esto es a aquellos que lo buscan cada día, que en cada mañana buscan el alimento para la vida.

I. El origen de su procedencia:

“Yo soy el pan de vida…” (v. 35) a. Jesús, sin preocuparle la reacción de sus oyentes, menciona el primer “Yo soy” de muchos más que va a declarar para dejar en claro su verdadera misión y propósito. b. Jesús usa una frase conocida para sus oyentes: “Yo soy” (Éxo. 3:14), para reafirmar lo que muchos se negaban a aceptar, su divinidad.

c. Jesús no vino al mundo solo para suplir necesidades temporales, su origen divino apunta al plan magistral de parte de Dios que era traer salvación a la humanidad. d. Jesús es el autor, dador de la vida y él mismo vino trayendo el alimento eterno que el Padre había dispuesto para todos aquellos que creyeran (Jn. 3:16). e. Él es para el ser humano lo que el pan es para el cuerpo: nutre y sustenta la vida espiritual. f. El hombre no puede proveer el verdadero pan, no puede traer paz y solución a sus problemas sino solo Dios. No fue Moisés el que les dio el pan, fue Dios. g. Si verdaderamente el hombre quiere suplir sus necesidades tendrá que ir más allá de lo que los hombres y este mundo ofrece. h. Ir a Jesús y creer en él van de la mano, no son dos cosas distintas (Heb. 11:6). Jesús muestra que él es el verdadero Pan del cielo. i. Él es el pan que descendió del cielo, lo que muestra su divinidad y su autoridad. Esta afirmación de parte de él debe infundir plena confianza en saber que Dios es capaz de suplir todas nuestras necesidades. j. Debemos confiar que de Dios siempre procederá lo bueno y lo mejor para sus hijos. k. Es por eso que Jesús no dice “Yo tengo el pan del cielo”, sino que afirma: ”Yo soy el pan de vida”. l. Entonces si nada en este mundo puede suplir nuestras necesidades físicas y espirituales, ¿Qué estamos decidiendo cada día? ¿cada uno? ¿cada mañana? m. Jesús es el pan de vida dispuesto para darnos la plenitud de su presencia en nuestras vidas y nuestras familias.

II. La importancia de su requerimiento:

“el que viene a mí” (v. 35) a. Siendo que Jesús deja en claro que él es el pan de vida, seguidamente muestra cuál es la condición para conseguir lo que el alma anhela para suplir las necesidades. b. El hombre, por naturaleza, pasa hambre y necesita de una vida llena, plena, con propósito (Hag. 1:5-7). El ser humano puede invertir tiempo y recursos con tal de suplir sus necesidades.

c. Puede pasar su vida deseando y buscando tener lo que solo Cristo puede dar si venimos a él. d. Por esta razón, la plenitud espiritual en el ser humano está en ir a

Jesús, recibirlo como su Señor y soberano en la vida. e. Esto significa estar dispuesto a entregarle a él no solo nuestros más sentidos pedidos, pues Dios sabe lo que necesitamos (Mat. 6:8, 32). f. Ir a Jesús es confiar en él y entregarle nuestra vida completamente, conscientes que Dios suplirá nuestras necesidades (Fil. 4:19). g. Por esta razón fuimos escogidos desde antes de la fundación del mundo, pues él está llamado a sus hijos a estar en su presencia cada día. h. Este es un llamado individual, es un llamado a colocar a Dios en primer lugar cada mañana (Mat. 6:33). i. Ir a Jesús entonces implica invertir tiempo y recursos en favor de nuestro alimento espiritual para cada día, para cada uno, y así encontrarnos con Jesús cada mañana.

III. La naturaleza de su propósito:

“nunca tendrá hambre” (v. 35) a. Así como el pueblo de Israel recibió el maná en el desierto cada día, cada uno y cada mañana, sin interrupción alguna durante cuarenta años, es decir nunca les faltó hasta que entraron a la tierra de Canaán (Neh. 9:20, 21). b. Jesús les muestra que, aunque tuvieron el sustento del maná en desierto, igual murieron (v. 49), mostrando así lo temporal y transitorio de dicho alimento. Ya que detrás del maná que Dios les dio y no Moisés, había una enseñanza importante para el pueblo. c. Ahora Jesús ofrece un “Maná” para que todo aquel que coma no muera, sino tenga vida eterna (Jn. 17:3). De esta manera Jesús les explica que él es el que libera de la muerte espiritual a sus hijos. d. En este contexto, Jesús es nuestro sostén, sin importar las situaciones que estemos enfrentando en la vida. La promesa es que él nos sustentará como lo hizo, entregándose a sí mismo en nuestro lugar para el perdón de nuestros pecados. e. Los discípulos y la multitud habían fijado sus ojos en el sustento terrenal del pan (Jn. 6:14-15), en las soluciones inmediatas, perdiendo de vista a Jesús como el verdadero pan del cielo.

f. El ofrecimiento que Jesús otorga es la satisfacción consciente y permanente de nuestras necesidades espirituales. g. Es a través del estudio diario de la palabra de Dios que nuestra fe se fortalece (Rom. 10:17), nuestra familia se une y somos motivados a compartir nuestra fe diariamente. h. Es el momento de dejar de buscar y depositar esfuerzos en las cosas que perecen. Es tiempo de buscar cada día el verdadero “Maná del cielo”, a Jesús el Pan de vida, para ser llenos de su presencia y dejar la búsqueda de lo transitorio.

CONCLUSIÓN

En un mundo donde la verdad se vuelve relativa y cada quien va tras el logro de sus necesidades. √ Dios nos muestra el verdadero significado del Pan de vida, aquel que nutre y puede fortalecer nuestra fe. Y así como Dios sustentó a su pueblo en el desierto rumbo a la tierra prometida, hoy también Dios a través del estudio diario de su palabra fortalece nuestra esperanza por medio de Jesucristo. √ Siendo que nada ni nadie puede suplir nuestras necesidades, somos llamados a responder la invitación y aceptar el pan del cielo que Dios ofrece a sus hijos. √ Recuerda: Maná, cada día, cada uno, cada mañana es alimento para la vida.

LLAMADO

√ Jesús es el pan de vida, el alimento espiritual para el alma. √ Es tiempo de acudir a él y a su palabra para suplir nuestra hambre espiritual. √ Es tiempo de fortalecer nuestra fe para compartir las verdades del que nos llamó de las tinieblas a la luz admirable. √ Y tú: ¿ya separaste tu alimento espiritual Maná 2023 para ti y toda tu familia?

Si es así te felicito, y si no, hoy es el día de tu salvación, hoy es el día de colocar a Dios en primer lugar.

Pr. Javier Torres Condori Ministerio Personal - MOP

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