HÁGASE LA
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REVISTA MENSUAL DE HAGASELAMUSICA.COM
MAYO 2009
KIRI TE KANAWA La soprano Kiri Te Kanawa ganó un prestigio legendario desde la noche de su sensacional debut en 1971 como la Condesa en "Las bodas de Fígaro". Hoy es una de las sopranos más famosas del mundo.
UN ARTISTA CON AMOR INCONDICIONAL A LA VIDA Arthur Rubinstein por Jorge de Hegedus
Isaac Albéniz prácticamente definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una considerable influencia en otros compositores nacionalistas posteriores como Turina o Falla. Su nombre se asocia inmediatamente a la música española, plagada de reminiscencias andaluzas, color y un tono pintoresco y descriptivo.
ISAAC ALBÉNIZ SINFONÍA N° 1 DE GUSTAV MAHLER La Primera Sinfonía fue comenzada en 1884 y terminada en 1888. Gustav Mahler dirigió el estreno en Budapest el 20 de noviembre de 1889.
La Traviata Giuseppe Verdi
Teatro Municipal (Santiago, Chile) 15, 20, 23, 26, 28 Opera Internacional Violetta: Norah Amsellem Alfredo: Francesco Demuro Giorgio Germont: Stefano Antonucci Director: Jan Latham-Koenig
HLM!.FICHAS www.hagaselamusica.com/fichas-hlm
Editorial Es interesante comprobar que el subjetivismo e individualidad del romanticismo dio lugar a una idea nacionalista aplicada al arte y música locales. Acabó con un período de cosmopolitismo en la que un compositor alemán podía triunfar en París haciendo óperas en italiano. Esta actitud llevó a varios compositores no italianos a plantearse un lenguaje propio, nacional y distintivo de su pueblo. Esta idea se desarrolló a lo largo del siglo, primero en los centros creativos de Italia, Alemania y Francia. Luego, serían otras las naciones cuya música local irrumpiría con fuerza en la escena, desde la Polonia de Chopin, a la Chequia de Smetana, la Rusia de Chaikovski y la España que va de Pedrell a Falla, pasando por Albéniz, Granados y otros tantos. El movimiento se extendió hasta entrado el siglo XX y acabó en un provincialismo que creó un nuevo lenguaje. En España hubo un renacimiento nacionalista que surgió con Felipe Pédrell primero y se extendió con Isaac Albéniz y Granados hasta Manuel de Falla. Isaac Albéniz prácticamente definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una considerable influencia en otros compositores nacionalistas posteriores. Su nombre se asocia inmediatamente a la música española, plagada de reminiscencias andaluzas, color y un tono pintoresco y descriptivo. Compuso esencialmente para piano aunque su obra siempre hace referencias a la guitarra.
Sumario Página 4
ROLANDO VILLAZÓN ANULA SUS ACTUACIONES HASTA FIN DE AÑO
Páginas 6/7
ISAAC ALBÉNIZ BIOGRAFÍA
Página 8 HÁGASE LA MÚSICA TANGO LUÍS CARDEI
Fue un niño prodigio con una vida llena de aventuras. En sus primeros años escribió piezas de salón y varias obras para piano y orquesta, en las que se reconocen las sombras de Chopin y de Liszt. Dirigió zarzuelas en España y posteriormente realizó estudios en Bruselas y París. También escribió algunas óperas, pero con poco éxito. Cuenta con numerosas piezas para piano, muchas de ellas inspiradas en la cultura española. Fue pionero entre los compositores españoles en utilizar los ritmos y melodías folclóricas de su país. Su música se asocia inmediatamente a la música española, plagada de reminiscencias andaluzas, color y un tono pintoresco y descriptivo. Compuso esencialmente para piano aunque su obra siempre hace referencias a la guitarra, instrumento para el cual se han escrito numerosas versiones de la misma.
Página 9 HLMJAZZ
WYNTON MARSALIS
Página 10
LAS COMPOSITORAS A TRAVÉS DE LOS SIGLOS
Página 14/15
CAVALLERIA RUSTICANA PIETRO MASCAGNI
Páginas 16/17
SINFONÍA N° 1 GUSTAV MAHLER
Isaac Albéniz falleció el 18 de mayo de 1909, 100 años después de su desaparición física, queremos recordarlo como uno de los padres de la música española y como un virtuoso compositor admirado y reconocido por distintos públicos del Mundo. Además en este número... Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni y Sinfonía N° 1 de Gustav Mahler. Hágase la Música Tango presenta al Luís Cardei, HLMJAZZ a Wynton Marsalis, homenajeamos a la soprano Kiri Te Kanawa y Jorge De Hegedüs escribe sobre Arthur Rubinstein.
Página 18
AGENDA MAYO 2009
Página 20 UN ARTISTA CON AMOR INCONDICIONAL A LA VIDA POR JORGE DE HEGEDÜS
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KIRI TE KANAWA
NOTICIAS
Rolando Villazón anula sus actuaciones hasta fin de año El tenor mexicano Rolando Villazón anuló todos sus compromisos profesionales hasta fin de año por razones de salud, según un comunicado de su sello discográfico, Universal, citando a su agente.
19 años de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar La Orquesta Sinfónica "Simón Bolívar" del Táchira, nace el 28 de abril de 1989 gracias al esfuerzo e impulso de su fundador, Luís Gilberto Mendoza, quien junto a otros músicos de la región logró consolidar una de las iniciativas culturales y de formación musical más representativas de la región, pero es en el año de 1990 cuando toma personalidad jurídica. Este año la orquesta arriba a sus 19 años, destacándose siempre por contribuir con la promoción y difusión de la música académica, abarcando un amplio repertorio de obras ejecutadas bajo la batuta de maestros como Sung Kwak, César Iván Lara, Giancarlo Guerrero, Pablo Castellanos, Felipe Izcaray y Carlos Izcaray entre otros, donde ha quedado reconocida la calidad musical de sus integrantes. La Orquesta Sinfónica "Simón Bolívar" del Táchira es un programa de la Fundación Orquesta Sinfónica del Táchira, la cual es auspiciada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Instituto de las Artes Escénicas y Musicales, la Gobernación del estado Táchira, Dirección de Cultura del estado Táchira y la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (Fesnojiv). Félix Molero habló del concierto aniversario efectuado el viernes 24 de abril en donde actuó como director musical invitado el profesor Ramón Andrés Moncada, quien condujo la orquesta con las obras Obertura Rutland y Ludmila de Mihail Glinka, Adagio y fuga para orquesta de cuerdas, KV 546 de Wolfgang A. Mozart, Sinfonía Nº 3, "Heroica" de Ludwig van Beethoven y cerró con pajarillo de Aldemaro Romero. hLm!.Noticias
"Sus médicos le diagnosticaron un quiste en una de las cuerdas vocales que necesita una rápida intervención quirúrgica", afirma el comunicado. Según su médico, el doctor Gerrit Wohlt, "después de la operación y la fase siguiente de readaptación, podemos prever que el tenor quedará totalmente restablecido", precisa la fuente. Su agente, la firma Universal Music Classical Management & Productions, precisó que el tenor mexicano, residente en París, reanudará sus actividades en 2010. "Quisiera presentar mis excusas a mi maravilloso público, así como por todos los inconvenientes que estas anulaciones causen. Quisiera también expresar mi gratitud por su fidelidad y su apoyo a todos mis y amigos. impaciente volver a Argentina espera poder contar con la fans presencia del Estoy director musical por de la los escenarios el año próximo", declaró Villazón, de 37 años, citado por el Staatsoper Unter den Linden de Berlín, el argentino-israelí Daniel Barenboim, en la comunicado. reapertura del Teatro Colón de Buenos Aires, reveló ayer en la capital alemana el ministro de Cultura y Turismo porteño, Hernán Lombardi. Rolando Villazón, considerado como el nuevo Plácido Domingo por la belleza de su timbre, sufrió ya problemas de cuerdas vocales que lo obligaron a un largo reposo a finales de 2007. Más recientemente, anuló el estreno de 'Werther' de Massenet en la Ópera de París en febrero pasado y varias representaciones de 'El elixir del amor' de Donizetti en la Metropolitan Opera de Nueva York, lo que hizo que en el mundo de la ópera circularan rumores sobre un prematuro final de carrera. hLm!.Noticias
Presidente dominicano condecora al tenor Andrea Bocelli El tenor italiano Andrea Bocelli fue condecorado por el presidente dominicano, Leonel Fernández, con la Orden del Mérito Duarte, Sánchez y Mella por sus méritos profesionales. Los que esperaban deleitarse con la música del afamado intérprete ítalo se quedaron con los deseos, y, a cambio, escucharon anécdotas de su vida, relatadas al agradecer la distinción, la más alta que otorga el país. La primera dama dominicana, Margarita Cedeño, resaltó la calidad interpretativa de Bocelli y su ejemplo de superación personal frente a las adversidades. Bocelli perdió la visión a la edad de 12 años a consecuencia de una enfermedad ocular. hLm!.Noticias
HÁGASE LA MÚSICA | PÁGINA 4
NOTICIAS | EFEMÉRIDES
EFEMÉRIDES DE MAYO 01 de mayo de 1904: muere Antonín Dvorak. Considerado el más importante de los compositores checos, de inspiración nacionalista y espíritu de sinfonista. 01 de mayo de 1786: se estrena en Viena "Las Bodas de Fígaro", de Mozart. 02 de mayo de 1660: nace Alessandro Scarlatti. Compositor italiano. 02 de mayo de 1864: muere el compositor Giacomo Meyerbeer. Creador de óperas de estilo italiano. 07 de mayo de 1824: Michael Umlauf dirige el estreno en Viena la Novena Sinfonía de Beethoven. 07 de mayo de 1840: nace Peter Illich Chaikovski, compositor ruso. 07 de mayo de 1833: nace en Hamburgo, el músico y compositor Johannes Brahms. 11 de mayo de 1894: nace Martha Graham, coreógrafa y bailarina estadounidense. 15 de mayo de 1567: nace en Cremona, Claudio Monteverdi. Compositor italiano que revolucionó el mundo de la música aplicando medios tradicionales a nuevos fines. 17 de mayo de 1050: muere Guido d'Arezzo, teórico musical italiano. 18 de mayo de 1909: muere Isaac Albéniz, compositor español. Definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una considerable influencia en otros compositores nacionalistas posteriores como Turina o Falla. 18 de mayo de 1911: muere en Viena, Gustav Mahler. Nacido en Bohemia. 22 de mayo de 1813: nace en Leipzig, Richard Wagner. Compositor de origen alemán, renovador de la ópera romántica.
Falleció Ekaterina Maximova bailarina rusa del Teatro Bolshoi La legendaria bailarina rusa del Teatro Bolshoi, Ekaterina Maximova, falleció en su casa a los 70 años el pasado 30 de abril. La artista, quien fue esposa del coreógrafo, bailarín y ex director artístico del Ballet Bolshoi, Vladimir Vasiliev, había trabajado como profesora de ballet y se desconocía que estuviera enferma. Durante tres décadas se presentó en el escenario ruso. Ekaterina Maximova nació el 1 de febrero de 1939 en Moscú; realizó estudios en la Escuela Coreográfica de la capital rusa; en 1958 fue aceptada en el elenco del Bolshoi, en cuyo escenario brilló durante 30 años. Debutó como solista en el papel de Masha, en el Cascanueces, de Piotr Illich Chaikovski, y también participó en las principales obras del ballet clásico, tales como Gisele, El lago de los cisnes, Don Quijote, La bella durmiente o Petrushka, entre otros. Su última actuación en el escenario del Bolshoi fue el 1 de febrero de 1999, con motivo de su 60 aniversario, en un pequeño espectáculo con música de Franz Schubert, que le fue obsequiado por la coreógrafa estadounidense Martha Clarke.
27 de mayo de 1840: muere durante un viaje a Francia, en el que conoció y ayudó a Berlioz, Niccoló Paganini, compositor y valorado violinista de origen italiano. 31 de mayo de 1809: muere en Viena Franz Josef Haydn, compositor austríaco.
HÁGASE LA MÚSICA | PÁGINA 5
Isaac Albéniz
FIN DEL SIGLO XX
Sobre el final del siglo romántico, se dieron variantes de los elementos característicos del período, siempre con la influencia wagneriana. Esa estandarización fue la causa por la cual se buscó una identidad musical autóctona y distintiva en muchos países de Europa y también de América. Desde las estepas rusas a los Estados Unidos, pasando por tierras escandinavas y mediterráneas, los compositores de todos los lugares buscaron resaltar el exotismo de sus danzas y canciones nativas. En España hubo un renacimiento nacionalista que surgió con Felipe Pédrell primero y se extendió con Isaac Albéniz y Granados hasta Manuel de Falla.
Isaac Albéniz prácticamente definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una considerable influencia en otros compositores nacionalistas posteriores como Turina o Falla. Su música se asocia inmediatamente a la música española, plagada de reminiscencias andaluzas, color y un tono pintoresco y descriptivo. Compuso esencialmente para piano aunque su obra siempre hace referencias a la guitarra. Isaac Manuel Francisco Albéniz y Pascual nació el 29 de mayo de 1860 en Camprodón (Gerona) de padre vasco y madre catalana. El padre de Albéniz era funcionario de aduanas en la frontera francesa. Poco después del nacimiento de Isaac, la familia se trasladó a Barcelona. Allí recibió sus primeras lecciones formales de piano e hizo su debut en público. En la época de la revolución de 1868, la familia se trasladó a Madrid, donde Albéniz estudió piano y solfeo en la Escuela Nacional de Música y Declamación (Real Conservatorio). Madrid le sirvió como base en las giras de conciertos que realizó por toda España, culminando con sus actuaciones en Puerto Rico y Cuba en 1875. En mayo de 1876 se matriculó en el Conservatorio de Leipzig, pero estuvo allí menos de dos meses. En septiembre de ese mismo año, gracias a una beca del rey Alfonso XII, se matriculó en el Conservatoire Royal de Bruselas, donde estudió piano con Louis Brassin. Terminó allí sus estudios en 1879, y obtuvo el primer premio cum laude en la clase de Brassin. A pesar de la creencia generalizada, nunca estudió con Liszt. Después de dar nuevamente conciertos en Puerto Rico y Cuba, regresó a España, donde continuó actuando con frecuencia. Sus primeros trabajos para la escena, tres zarzuelas, datan de este período (1881-82) pero han desaparecido. En 1883 se instaló en Barcelona e hizo estudios de composición con Felipe Pedrell, que lo animó a utilizar la música popular española como inspiración para sus composiciones. El mismo año contrajo matrimonio con Rosina Jordana, una de sus alumnas de piano, con quien tuvo cuatro hijos. Desde 1886 hasta 1889 vivió en Madrid y continuó enseñando, dando conciertos y componiendo. El estilo nacionalista de su obra durante este período aparece ejemplarmente demostrado en sus composiciones para piano como la primera Suite española y Recuerdos de viaje, cuyos números son evocaciones musicales de diversas ciudades y regiones españolas. También escribió varias obras vocales durante este período, entre las que destaca una colección de cinco Canciones basadas en las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. El éxito de sus conciertos en París y Londres en 1889 lo animó a buscar fortuna fuera de España. Desde 1890 hasta 1893 residió en Londres y actuó por toda Gran Bretaña y por el resto de Europa. Durante este período, Albéniz también se interesó en el teatro musical. Su primera obra de importancia realizada expresamente para la escena fue la opereta The Magic Opal, que se estrenó en el Lyric Theatre de Londres en 1893. A pesar del éxito de esta opereta, Isaac Albéniz se trasladó a París al año siguiente y fijó allí su residencia ya durante el resto de su vida. Se convirtió en amigo íntimo de Ernest Chausson, Charles Bordes, y Gabriel Fauré; estudió orquestación con Paul Dukas y contrapunto con Vincent d'Indy; impartió clases de piano en la Schola Cantorum, donde tuvo como alumnos a René de Castéra y a Déodat de Séverac. Esta etapa de su vida en París explica la creciente influencia francesa en su estilo, especialmente del Impresionismo. San Antonio de la Florida, zarzuela en un acto, se estrenó en 1894 en el Teatro de Apolo de Madrid, pero no obtuvo buenas críticas. También se estrenó ese mismo año en Madrid la versión española de The Magic Opal (La sortija) que resultó asimismo un fracaso. Decepcionado, pero todavía empeñado en ganarse al público y la crítica españoles, regresó a París y terminó la ópera Henry Clifford, que se estrenó en el Liceo de Barcelona al año siguiente (en italiano, con el título de Enrico Clifford). Albéniz siguió componiendo música de piano durante su época de intenso trabajo en el teatro. Las suites España, Seis hojas de álbum (1890) y Chants d'Espagne (1891-94) prosiguen la misma línea de sus anteriores obras y contienen algunas de sus composiciones más queridas. En los últimos años de su vida, vivió por temporadas en París, Tiana y Niza. Aunque frecuentemente se ha descrito su relación con Money-Coutts como un «pacto de Fausto», el generoso e incondicional apoyo que en todo momento recibió de su amigo inglés le permitió vivir desahogadamente, recibir tratamiento médico y dedicar sus últimas energías a terminar de componer Iberia. En 1909 su estado de salud empeoró considerablemente y se trasladó a Cambo-les-Bains, en la costa atlántica de los Pirineos franceses, donde murió el 18 de mayo aquejado de una dolencia renal conocida por el nombre de enfermedad de Bright. El gobierno francés le concedió póstumamente la Cruz de la Legión de Honor. Albéniz prácticamente definió el romanticismo español en materia musical y ejerció además una considerable influencia en otros compositores nacionalistas posteriores como Turina o Falla. Sin embargo, el alto aprecio que les mereció a sus coetáneos, especialmente en Francia, no fue únicamente producto de su virtuosismo, de la brillantez de sus interpretaciones del repertorio tradicional o de la originalidad y frescura de sus propias obras (especialmente Iberia, muy admirada por Debussy). Albéniz fue también una persona cálida, encantadora y generosa, con un agudo sentido del humor, lo que le permitió siempre hacer muchas amistades y establecer contactos útiles. Era también muy complejo y en su personalidad subyacía una poderosa vena melancólica. A pesar de su falta de estudios formales fuera del campo de la música, Albéniz era una persona muy instruida, hablaba varios idiomas y se interesaba activamente por la política y la filosofía (se definía políticamente como liberal y escéptico en materia de religión). Aunque sus composiciones evocan las imágenes y sonidos de España, prefirió vivir lejos de su patria, de la que se sentía desarraigado. Finalmente, aunque contaba con credenciales extraordinarias como niño prodigio y como alumno de grandes maestros, a menudo difundía información contradictoria sobre su juventud entre amigos, periodistas y biógrafos, especialmente en relación con sus viajes a las Américas y sus estudios en Leipzig con Liszt. Por este motivo, la mayor parte de las biografías sobre Albéniz contienen abundantes errores y discrepancias. No obstante, los estudios más recientes han contribuido enormemente a que comprendamos mejor la vida y obra de este gran artista. "Retrato de un romántico" por Walter Aaron Clark - Centro Virtual Cervantes
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Luis Cardei La resurrección del cuarenta, la nostalgia de una época de cantores insuperables y la alegría de recuperar el recuerdo de aquellos tiempos del tango invicto, todo eso fue Luis Cardei. Escuchar su voz, profunda y pequeña, nos transporta al Buenos Aires de los patios con glicinas, del chirrido del viejo tranvía, de la bohemia del “trocen”, de las revistas del Maipo y El Nacional, de los primeros boletos en el hipódromo y de tantas otras cosas. Un pedacito de cantor, una enormidad de ser humano. Fue un cantor intimista, de fraseo porteño y delicado que generaba un clima emotivo con su media voz que se va quebrando lentamente, como si se fuera apagando. Si hiciera falta clasificar a este muchacho nacido en el barrio de Villa Urquiza, diríamos que pertenecía a la raza de los Raúl Berón, de los Ángel Vargas, de los Enrique Campos, de los Floreal Ruiz, de las grandes medias voces de la música ciudadana. Lo descubrimos ya entrados los años ’90, sencillo, humilde, acompañado por su amigo Antonio Pisano con su bandoneón. Su vida artística había transitado por las sórdidas noches de cantinas y bodegones, con su repertorio de reliquias casi olvidadas, paradójicamente rescatado por el exclusivo escenario del Foro Gandhi y, fundamentalmente, por ese gran intuitivo que fue Cacho Vázquez, entonces titular del Club del Vino. Corría el año 1994, cuando recibí la invitación de Cacho y allí lo vi por primera vez. Me acuerdo que necesitó ayuda para subir al escenario y que se tomó su tiempo para empezar. Me emocioné y quise compararlo y no pude, era una voz familiar pero distinta. Me llevé de recuerdo su disco, editado por el Club del Vino, sin caja ni información, que contiene bellezas como “Ventarrón”, “Viejo baldío”, “Un momento”, entre otras. Padecía una espantosa enfermedad, la hemofilia y, como si esto no hubiera sido bastante, de chico sufrió la poliomelitis. Durante 25 años actuó en la cantina “Arturito” de Parque Patricios junto a Pisano, con un repertorio de corte gardeliano, que rescataba muchos temas olvidados, tangos y valses, que contaban historias simples, a veces inocentes, de honda frescura. Admiraba a Gardel y renegaba del tango con letras modernas, que definía como intelectualizadas: «Después surge el poeta que perfuma el tango, lo intelectualiza y entonces, para sentir la letra ya hay que pensarla. Yo necesito emocionarme con el argumento ya que juego interpretando al personaje.» En sus recitales ponía humor y se reía cuando lo llamaban “el nuevo Goyeneche” y aclaraba que no creía en las sucesiones pero, si le dejaban pedir, quería ser Gardel. Cuando el público le requería los clásicos: “Cambalache”, “Naranjo en flor”, “Los mareados” o “La última curda”, respondía indefectiblemente como disculpándose, con una sonrisa: «No los sé». Y comentaba con su bandoneonista: «Vamos a tener que aprenderlos, Antonito, porque la gente siempre nos pide esos temas.» Participó en la película de Fernando “Pino” Solanas, “La nube”, estrenada el 3 de septiembre de 1998. Ese año inició una experiencia como titular de una tanguería en el Paseo La Plaza, en la esquina de Montevideo y Sarmiento. No le fue bien. Sus últimos recitales fueron en mayo de 2000, en el café literario Opera Prima, de la calle Paraná 1259. La muerte sobrevino por un contagio de hepatitis C en una transfusión rutinaria y nos robó a este artista cabal, que tuvo su momento de gloria, tan fugaz como merecido. Agradecemos a Ricardo García Blaya www.todotango.com
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WYNTON MARSALIS Elegido en el año 1996 por la prestigiosa revista "Time Magazine" entre las 25 personas más influyentes de EE.UU., el trompetista Wynton Marsalis, es uno de los músicos más respetados del jazz contemporáneo. Nació el 18 de octubre de 1961 en Nueva Orleáns. Hijo de Ellis Marsalis, pianista músico y profesor de jazz en New Orleáns, sus hermanos, Branford y Deldeayo, también llegaron a ser músicos profesionales. Inició estudios de trompeta cuando contaba 12 años. Más adelante cursó estudios en el "Berkshire Music Center" de Tanglewood en Massachussets, y en la "Academia Juilliard" de Nueva York. Wynton Marsalis, marcó la década de los ochenta con su espectacular irrupción sobre los escenarios jazzisticos. Presentado a bombo y platillo como el valedor de la verdadera tradición jazzistica, los promotores musicales vieron en su llegada el artista que estaban esperando para desmentir la "muerte del jazz". Elevado por unos a la cima del jazz y clasificado casi como un genio por sus incondicionales; para otros, Wynton Marsalis, no era mas que un mal remedo de Miles Davis y un impostor casi de su música. Al margen de elogios y críticas exarcebadas, Wynton, siguió su camino y con solo 18 años, realizó una gira con el grupo del percusionista, Art Blakey, los "Jazz Messengers" y con el novedoso cuarteto V.S.O.P. del pianista y compositor, Herbie Hancock. En 1981 grabó Wynton Marsalis, su primer álbum como líder de su propia banda para el sello que lo encumbró a la fama: Columbia. En 1985 graba el álbum que le ayudaría a consolidar su carrera y a confirmarse como un gran trompetista de jazz: "Black Codes". A ese gran disco le seguirían otros no menos extraordinarios, en particular el grabado en 1989 titulado: "The Majesty of the Blues. Sus devaneos con la música clásica, traen en 1993 una magnifica partitura para ballet moderno: "City Movement". Sus trabajos por aquellas fechas, combinan elementos de la música clásica con improvisaciones originales del jazz. En 1993, actúa con la soprano Kathleen Battle. En 1995, es nombrado Director artístico del programa "Jazz at Lincoln Center" de Nueva York. En 1997 fue el primer músico de jazz que ganaba el Premio Pulitzer en la categoría musical con el disco "Blood on the Fields", una oratoria épica sobre la esclavitud. En su trayectoria musical, ha grabado cerca de una cincuentena de discos, -la serie titulada, Standars Time, es magnifica- ha conseguido 9 premios Grammy, y tras su estela han sido muchísimos los jóvenes músicos de jazz que han echado una mirada atrás para releer la historia de la música afroamericana, propiciando una nueva perspectiva musical de la historia del jazz. Wynton Marsalis, es sin duda uno de los grandes músicos de jazz contemporáneo. Joan Riambau
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Las compositoras a través de los siglos A comienzos del siglo pasado, el director sir Thomas Beecham declaró: "No hay compositoras, nunca las hubo y posiblemente nunca existirán". Esta opinión, que refleja una actitud machista que ha prevalecido a lo largo de los siglos sobre la "inferioridad" de las mujeres fue la que ha sepultado e impedido que muchos talentos musicales florecieran. A pesar de los períodos de prohibición y prejuicio, ha surgido un núcleo de mujeres que han conseguido que se escucharan sus voces, sus instrumentos y su música...
Hildegard de Bingen (1098-1179)
En tiempos pasados la condición principal que debía satisfacer la mujer para dedicarse a las actividades intelectuales era haber nacido en el seno de la aristocracia. Hildegard, décimo vastago de una familia destacada, fue ingresada en un convento a los ocho años de edad, un procedimiento que no era desusado con las hijas más pequeñas. Hacia 1136 estaba a cargo de su propia abadía en Bingen. Entre 1160-1179 viajo por el Rin, predicando y explicando las visiones que había tenido desde los once años. Como Bach, Beethoven y otros genios artísticos, la abadesa creía que su talento representaba la voz de Dios que hablaba a través de ella. Indujo al monje Bernardo de Claravalle a presentar al Papa la serie de visiones que ella había tenido en relación con la liberación de Tierra Santa en poder de los sarracenos. Hildegard fue reconocida oficialmente como la profetisa de las Cruzadas, y se la consideró responsable de este cambio decisivo en la historia europea. Siguió siendo consultada por papas, emperadores, reyes y arzobispos por el resto de su vida. Combinó en una sola persona las antiguas artes de la profecía y la curación con las cualidades creadoras de la literatura y la música. Además de sus tratados de teología e historia natural, su Materia Medica es todavía la fuente de nuestro saber acerca de la medicina medieval. Sus composiciones cambiaron definitivamente la orientación de la música, con el legado de que ésta confiere más poder a la plegaria, un concepto adoptado por el cristianismo y otras religiones. Hildegard sobresalió en el arte de la composición musical y escribió un gran número de obras monódicas para los servicios religiosos, así como un “misterio” con música llamado Ordo Virtutum. Su estilo musical fue individual y debido a que escribió pensando en voces femeninas, sus melodías exploraron rangos mucho más amplios que las de los compositores contemporáneos. Sus cantos también emplean motivos melódicos repetitivos, y ya que ella no recibió una enseñanza musical formal, sus piezas tienen una cualidad de improvisación que sugiere más la labor creativa de una cantante que de una compositora. Hildegard no fue la única mujer de su época en escribir música pero fue la única o una de las pocas que logró mantener la autoría de todas sus obras, gracias a que supervisó personalmente la copia de los manuscritos. Tan audaz acto permite hoy en día escuchar su música. Fundada en memoria de esta mujer, la Hildegard Publishing Company se dedica a publicar la obra de mujeres compositoras.
A partir de Safo (c 600 a.C.) -que además de escribir poemas exquisitos (las Odas Sáficas) también compuso cantos de bodas, elegías, himnos y otras formas musicales- las compositoras han existido en todos los tiempos. Muchas de ellas, que ocupaban lugares encumbrados de la sociedad, tuvieron una importancia histórica. En nuestro tiempo, en un momento en el que aún se lucha por la igualdad entre los sexos, la investigación de autoras como Judith Lang Zaimont, Joan Weiner LePage, Karen Pendle y Christine Ammer, y distintas organizaciones a nivel mundial, están originando un volumen cada vez más grande de libros, grabaciones y ejecuciones de las obras de las mujeres que vivieron en otros siglos y las que componen hoy día. A principios de este siglo, el eminente director de orquesta británico sir Thomas Beecham (1879-1961) declaró: "No hay compositoras, nunca las hubo y posiblemente nunca existirán". Esta opinión, que refleja una actitud machista que ha prevalecido a lo largo de los siglos sobre la "inferioridad" de las mujeres fue la que ha sepultado e impedido que muchos talentos musicales florecieran. De acuerdo con la compositora británica Dame Ethel Smylh todo comenzó en el Jardín del Paraíso, cuando Eva sopló una caña hueca y Adán le dijo que cesara de hacer un ruido tan horrible, y agregó: "Además, si alguien tiene que hacerlo, soy yo, no tú". La Biblia tampoco se ha mostrado tolerante. "Que las mujeres callen en las iglesias..." (1 Corintios, 14:34). El Eclesiastés 12:4 advierte: "Es necesario someter a todas las hijas de la música". En 1686 el papa Inocencio XI declaró: "La música es totalmente dañina para la modestia que corresponde al sexo femenino, porque las mujeres se distraen de las funciones y las ocupaciones que les corresponden... Ninguna mujer... con ningún pretexto debe aprender música (o)... tocar ningún tipo de instrumento musical". (Este edicto fue renovado en 1703 por Clemente XI) Moses Mendelsshon, el abuelo filósofo de Félix y Fanny, expuso la actitud de la familia: "El saber moderado sienta bien a una dama, pero no la erudición. Una joven que gastó sus ojos leyendo merece que se rían de ella". Mostrando un poco más de comprensión, en su obra Sex in Education (1908) subraya la cuestión fundamental que siempre fue el eje del problema: "Las mujeres pueden llegar a igualar e incluso superar intelectualmente a los hombres, pero como la biología ha impuesto que ese progreso intelectual se realice a costa de sus funciones reproductoras, corresponde condenarlas por razones biológicas". En un artículo de 1898, titulado The Orchestra Today, Sidney Lanier tocó una nota más positiva: "La flexibilidad superior del tejido femenino puede conseguir en definitiva que la mujer sea una ejecutante (instrumental) más brillante que el hombre". A pesar de los interminables períodos de prohibición y prejuicio, ha surgido un núcleo de mujeres que han conseguido que se escucharan sus voces, sus instrumentos y su música. Impusieron respeto en sus contemporáneos y, simultáneamente con la actual generación de compositores, está reconquistando la atención que siempre han merecido las mujeres.
Había música por doquier: en las iglesias, donde la Reforma había dividido a la cristiandad en católicos y protestantes; en los castillos, los palacios y las grandes residencias, muchos de los cuales mantenían a sus propios compositores y sus orquestas; y el pueblo "común" escuchaba a los cantores ambulantes y a los trovadores que recorrían Europa, entonando baladas y tocando el laúd. Los años 1450 a 1600 son un período de sorprendente despertar cultural. La palabra Renacimiento significa un nuevo nacimiento. Fue la era en que el arte, la arquitectura, la literatura y la música comenzaron a florecer más allá de las sombrías limitaciones impuestas por la Iglesia. La mayor parte de la música todavía era vocal más que instrumental. Los primeros compositores cuya música influyó sobre los sucesores son Josquin Des Prés (c 1440-1521), Orlando Lassus (1532-1594), y Palestrina (c 1525-1594). Los Gabrieli, Andrea (c 1510-1586) y Giovanni (1557-1612), atraían a mucha gente a las iglesias, pues deseaban escuchar el magnífico diálogo sonoro de los dos órganos y las armonías celestiales de los múltiples coros. La llegada de la imprenta en 1450 revolucionó todas las artes. Después de que el inventor Johann Gutenberg imprimiera su hermosa Biblia, la imprenta fue aceptada inmediatamente. El arte de la fabricación del pa peí había comenzado en China y se había extendido por Europa durante los siglos xni y xiv. Hacia el siglo xv el ascenso de una burguesía próspera y culta aumentó la demanda de libros. La Reforma de Martín Lutero y las ulteriores guerras de religión dependieron de que la imprenta suministrase un flujo constante de folletos. Estos fueron en realidad los primeros anuncios. El impacto de la imprenta sobre la música fue tremendo, pues ahora podía reproducirse en un mes lo que antes exigía un año de laborioso copiado manual. Los instrumentos del Renacimiento estaban emparentados con las mismas familias actuales de instrumentos de cuerda, vientos de madera, bronces y percusión; pero no habían sido perfeccionados, ni mucho menos. El órgano había alcanzado un elevado nivel de desarrollo, lo mismo que el clavicordio y el arpa. Los instrumentos se usaban principalmente para acompañar a la voz. Los cantos de amor, las narraciones cantadas o las baladas, los cantos de borrachos y las canciones bailadas eran populares. Se las denominaba "chansons" en Francia, "Lieder" en Alemania y "frottole" en Italia. A causa del renovado interés en la música renacentista a partir de la década de 1950, las violas, los caramillos, los cuernos y los sacabuches, así como otros instrumentos tempranos, están gozando de un período de renacimiento gracias a los grupos de "Ensembles" y "Consorts" de Música Antigua. Poco a poco los compositores comenzaron a basar su obra en las formas danzadas y escribieron música exclusivamente para los instrumentos. Las piezas rápidas "galliards" y "courantes" se unieron a las lentas "pavanes" y "allemandes". La "sarabande", que comenzó como una danza desordenada mirada con malos ojos por las autoridades, alcanzó cierto grado de majestuosidad más tarde. Hacia el siglo XVII, la condensación musical de estas danzas había llevado al desarrollo de formas musicales denominadas "suites" y "partitas". Las familias italianas acaudaladas contrataban a compositores que concebían complicadas producciones. El primer ballet apareció en 1581. Los comienzos de la ópera fueron en realidad intentos de recrear los dramas griegos. Hacia 1600 Europa estaba preparada para una nueva era: el Barroco. Fuente: "Breve guía de la música clásica" Dra. Anne Gray
El Renacimiento
PLÁCIDO DOMINGO INTERPRETARÁ PAPELES DE TENOR Y BARÍTONO
JUNTO A AINHOA ARTETA EN UN CICLO DE CONCIERTOS EN ALMERÍA
El español Plácido Domingo hará historia en la Royal Opera House (ROH) al cantar los papeles de tenor y barítono durante una misma temporada (2009/10). Domingo cantará a Bajazet en "Tamerlano", de Georg Friedrich Händel, el próximo marzo, en el que será el vigésimo sexto papel que cante en ese coliseo, en el que debutó en 1971 en el rol de Caravadossi, de Tosca. Unos meses después, en julio, el gran tenor español hará de barítono al interpretar el papel protagonista de "Simón Bocanegra", de Verdi. La producción de "Tamerlano" será la estrenada en Florencia en el 2001 bajo la dirección artística de Graham Vick, con decorados de Richard Hudson y con Ivon Bolton al frente de la orquesta. Domingo, que alternará en ese papel con Kurt Streit, tendrá como compañeros de reparto a Christianne Stotijn, en el papel de Tamerlano, y a Christine Schaefer, que cantará a Asteria. En cuanto a "Simón Bocanegra", se trata de la producción de Elijah Moshinsky, de 1971, con decorados de Michael Yeargan, y que se encargará de dirigir desde el podio Antonio Pappano. Será la primera vez que Domingo haga ese papel para barítono en Covent Garden aunque ya cantó al personaje para tenor de Gabriele Adorno de esa misma ópera en 1997. "Me he sentido siempre en casa en Covent Garden desde que hice allí mi debut en 1971 y soy un gran admirador de Tony Pappano. Será un placer volver la próxima temporada y presentar mis dos papeles más recientes al público londinense", comentó Domingo, citado en un comunicado. Por su parte, Antonio Pappano afirmó: "Trabajar con Plácido ha sido uno de las grandes alegrías de mi vida. Su nivel de talento y de profesionalidad son un ejemplo en el mundo de la ópera, y ojalá que siga siéndolo durante muchos años". Domingo ha cantado 25 papeles de tenor en un total de 201 funciones de la Royal Opera House, además de cantar arias selectas en ocho galas y dos conciertos y de dirigir a la orquesta en más de trece ocasiones. Entre otros papeles, ha hecho a Radamés (Aída), Dick Johnson (La fanciulla del West), Rodolfo (La Bohème), Hoffmann (Los Cuentos de Hoffmann), Don José (Carmen), Manrico (Il Trovatore), Des Grieux (Manon Lescaut), Canio (Pagliacci), Rodolfo (Luisa Miller), Gherman (la Dama de Picas), Otelo, Cyrano de Bergerac, Andréa Chénier y Siegmund (La Valquiria). Antonio Pappano dirigirá a su vez cinco producciones en la nueva temporada: "Tristan e Isolda", de Wagner, "L' Heure espagnole", de Ravel, "Gianni Schicchi", de Puccini, "El Jugador", de Prokofiev, "Manon" y "Simón Boccanegra". Christof Loy dirigirá una nueva producción de "Tristan e Isolda" con Ben Heppner y Nina Stemme en los papeles principales, mientras que Francesca Zambello dirigirá una obra poco representada de Tchaikovsky, "Las zapatillas de la zarina", con un reparto integrado casi enteramente por rusos y dirigido desde el podio por Alexander Ponianichko. Por primera vez se representará además en la Royal Opera House la ópera "El Jugador" (1929), de Prokofiev, en una puesta en escena de Richard Jones y con Antonio Pappano al frente de la orquesta. Jones y Pappano colaboraron ya juntos en “Lady Macbeth” de Minsk y en "La Hora española" y "Gianni Schicchi". Nicola Luisotti, nuevo director musical de la Ópera de San Francisco, dirigirá una nueva producción de "Aida", con Micaela Carosi en el papel protagonista y el tenor argentino Marcelo Álvarez como Radamés. La última nueva producción de la temporada verá otra vez juntos a Anna Netrebko y al mexicano Rolando Villazón en "Manon", de Massenet, puesta en escena por el francés Laurent Pelly. Otra ópera a destacar es "La Fille du régiment", de Donizetti, con Natalie Dessay y el peruano Juan Diego Flórez, en el papel de Tonio, que vuelven con ella al Covent Garden. hLm!.Noticiass - EFE
El tenor Plácido Domingo y la soprano Ainhoa Arteta son algunos de los artistas que han confirmado su asistencia al ciclo de grandes conciertos que Cajamar organiza en Almería entre el 24 de abril y el 23 de octubre de 2009. El presidente de la entidad, Antonio Pérez Lao, ha presentado en rueda de prensa este ciclo, cuya recaudación se entregará a la Cruz Roja para que lo destine a proyectos sociales en la provincia andaluza más oriental. La encargada de iniciar este ciclo será la soprano vasca Ainhoa Arteta, una de las grandes voces de la lírica internacional que interpretará en el auditorio Maestro Padilla de la capital algunas de las canciones que han marcado las tres últimas décadas de música moderna y que recopila en su álbum "La vida", producido por Javier Limón. El tenor Plácido Domingo recalará también en la capital almeriense el próximo 16 de junio, cuando ofrecerá en el palacio de los Juegos Mediterráneos un recital de canción española, ópera y canciones del mundo. Otras de las actuaciones previstas durante este ciclo son las de la Orquesta Filarmónica de Moscú y la Orchestra of the XVIII Century, que ofrecerán sendos conciertos los días 15 de mayo y 23 de octubre respectivamente.
No son pocos los autores cuya fama se basa en una sola obra; menos frecuente es que sea la primera de su carrera. Con Pietro Mascagni ocurrió así y fue suficiente Cavalleria rusticana para asegurarle un lugar de primer nivel en la tendencia operística que se denomina verismo, realismo o naturalismo musical. Aun cuando no se pueda decir que la partitura de esta ópera sea genial en todos los puntos, su aliento dramático conmueve siempre al oyente. Uno podría preguntarse dónde adquirió el compositor semejante maestría siendo tan joven y viniendo de un medio tan modesto.
Ópera en un acto. Libreto de Giovanni Targioni-Tozzetti y G. Menasci, basado en la obra del mismo título de Giovanni Verga. Personajes: Santuzza, joven de una aldea siciliana (soprano); Turiddu, joven de la misma aldea (tenor); Lucia, su madre (contralto); Alfio, cochero (barítono); Lola, su mujer (mezzosoprano); aldeanos. Lugar y época: Una aldea de Sicilia, el Domingo de Pascua de un año cualquiera, a fines del siglo XIX. Argumento: La alegre atmósfera del Domingo de Resurrección resuena en los primeros compases del preludio, construido sobre el sonido agudo de las campanas de primavera. Pero pronto se siente la pasión que se desencadenará en el drama. Fuera de escena se oye la canción de amor de Turiddu, que a ritmo de siciliana elogia la belleza de Lola. Esta desacostumbrada inclusión de una escena de canto en la obertura representa una relajación (moderna para la época) de esa forma musical; es interesante señalar que en las dos obras más célebres del concurso patrocinado por la editorial Sonzogno (Cavalleria rusticana y Pagliacci) se intente salir de la forma usual de la obertura: Leoncavallo por medio del prólogo totalmente cantado y programático, y Mascagni por medio de una canción de ambientación que además prefigura el conflicto trágico: la relación de Turiddu con la mujer de Alfio. La escena representa una plaza en una aldea siciliana. A un lado está la iglesia; al otro, la casa en que vive mamma Lucia con su hijo Turiddu. Una alegre muchedumbre da vida a la mañana de Pascua; la masa canta melodías, algunas de las cuales se tomaron hábilmente del rico folclore siciliano. Aparece Santuzza; pregunta a Lucia por su hijo. Ésta responde que el día anterior fue a una ciudad vecina a buscar vino. Pero Santuzza no le cree; teme que Turiddu se encuentre en casa de Lola. La atormentan las dudas y los celos. Entonces llega el cochero Alfio. Con una canción de estilo popular elogia su oficio y la belleza de su joven esposa, Lola. La multitud de la plaza se ha reunido a su alrededor y corea el estribillo. Lucia sale de su casa, Alfio le pide un trago. Mamma Lucia responde que su hijo ha ido a Francofonte a buscar vino. Alfio insiste en que lo ha visto esa misma mañana en la aldea. Acordes solemnes invitan al pueblo a la iglesia, el sonido del órgano contrasta con la alegre actividad de la plaza. Sólo Santuzza se queda atrás. Y en una gran aria confiesa a Lucia su enorme preocupación. Turiddu había sido amante de Lola. Cuando volvió del servicio militar la encontró casada con Alfio. Fue así como recurrió a Santuzza, que lo quiere con toda el alma. Pero la coqueta Lola ha vuelto a seducirlo. Aparece Turiddu. Lo irrita visiblemente encontrar allí a Santuzza. En seguida estalla una discusión. A los ruegos desesperados de Santuzza el joven responde sólo con palabras hirientes. El dúo se eleva en arrebatos de un gran dramatismo. En el punto culminante de la discusión aparece Lola en la plaza. Su canción ligera y sus gestos de burla expresan sin rodeos la alegría que siente ante el mal ajeno. Su triunfo se ve acentuado por la actitud de Turiddu, que se separa violentamente de Santuzza, que llora a sus pies, para seguir a Lola a la iglesia. Santuzza maldice a su amado con toda la fuerza de su corazón siciliano enfurecido. Así la encuentra Alfio. Y sale a la superficie toda la amargura de Santuzza. Echa la culpa a Lola y a Turiddu. El cochero, hasta ese momento un hombre dicharachero y despreocupado, toma una difícil decisión. Un dúo, también de gran carga dramática, une su voz a la de la joven, que, presintiendo una desgracia, se arrepiente de sus palabras.
Pietro Mascagni
El argumento de Cavalleria Rusticana se basa en un cuento de Giovanni Verga, lleno de pasiones, celos, odios y amores. Narra la historia de un campesino enamorado de una mujer casada. El éxito de la ópera se basa en parte en la simpleza y lirismo de sus arias, que algunos creen de origen folclórico. Entre las canciones más famosas destacan O Lola bianca; Voi lo sapete, O mamma y Addio alia mamma. Sin embargo, el fragmento más popular es el Intermedio instrumental que acompaña la salida de misa de la gente del pueblo. En su estreno el autor tuvo que salir 40 veces a recibir los aplausos del público.
(1863-1945)
No son pocos los autores cuya fama se basa en una sola obra; menos frecuente es que sea la primera de su carrera. Con Mascagni ocurrió así y fue suficiente Cavalleria rusticana para asegurarle un lugar de primer nivel en la tendencia operística que se denomina verismo, realismo o naturalismo musical.
El tránsito al cuadro segundo lo constituye el famoso Intermezzo para cuerdas, que puede tocarse con el telón bajado o levantado. La misa ha terminado. La muchedumbre sale de la iglesia. Turiddu invita a sus amigos a tomar un vino. Alfio se acerca al grupo y saluda a todos cordialmente. Turiddu quiere ofrecerle un vaso de vino, pero Alfio lo rechaza con brusquedad. Todos saben lo que eso significa: un duelo a muerte. De repente, Turiddu comprende lo que ha hecho. Se despide de su madre (los agudos del violín y las frases entrecortadas reflejan su desgarramiento interior). Le pide que no abandone a Santuzza, y antes incluso de que mamma Lucia comprenda lo que ocurre, Turiddu sale corriendo hacia el campo donde lo espera Alfio. Después de unos instantes de gran tensión, se oyen los gritos que anuncian la muerte de Turiddu. Fuente: El popular drama homónimo del escritor italiano Giovanni Verga (1840-1922). Libreto: Un libreto muy adecuado para una ópera verista: la atmósfera cargada de pasión, los caracteres, la concentración de la acción en pocas horas; los contrastes entre la mañana de Pascua y el presentimiento de la muerte, entre el medio popular y el sonido del órgano, constituyen un verdadero acierto. Música: Aun cuando no se pueda decir que la partitura sea genial en todos los puntos, su aliento dramático conmueve siempre al oyente. El empleo de las voces es tan brillante como el de la orquesta. Uno podría preguntarse (como en el caso de Pagliacci, de Leoncavallo) dónde adquirió el compositor semejante maestría siendo tan joven y viniendo de un medio tan modesto. Historia: El naturalismo (llamado «verismo» en Italia y por repercusión en todo el mundo de la música) dominaba el teatro, la literatura y la pintura de esos años. Todo debía ser auténtico, vivido, ostensible, tomado de la vida cotidiana. Bajo ese signo estaba también el concurso organizado por la editorial Sonzogno de Milán. Mascagni presentó Cavalleria rusticana, dos escenas unidas por un Intermezzo orquestal, y envió la partitura. Ganó el primer premio. Y pocas veces el jurado del concurso coincidió de una manera tan perfecta con la voluntad popular como aquella noche del 17 de mayo de 1890, cuando una multitud jubilosa lanzó a la celebridad mundial, en el Teatro Costanzi de Roma, Cavalleria rusticana, la celebridad se convirtió en seguida en un desfile triunfal sin precedentes. Fotos pertenecientes a la representación de Cavalleria rusticana en el Teatro Argentino de La Plata, Julio 2008.
Nació el 7 de diciembre de 1863 en Livorno (Italia); de joven dirigió grupos operísticos ambulantes de muy poco nivel, igual que Leoncavallo, a quien el destino lo habría de vincular estrechamente. Luego se instaló en Cerignola como maestro de música y director de conjuntos de viento, puesto muy poco importante en Italia y del todo insignificante para la vida musical internacional. Allí tuvo su gran oportunidad: participó en el concurso para óperas en un acto que organizó en 1890 la importante editorial Sonzogno de Milán, lo ganó y la noche del 17 de junio de 1890 obtuvo en el Teatro Costanzi de Roma con su primera obra un indescriptible triunfo que se expandió rápidamente por todos los escenarios del globo y le dio celebridad mundial. A partir de entonces (el autor tenía sólo 26 años) se esperaron con gran interés todas las obras que salieran de su pluma, pero ya no pudo lograr aquel impacto, a pesar de que compuso varias óperas interesantes, incluso bellas: L’amico Fritz (1891), Iris (1898), Isabeau (1911), El pequeño Marat (1922) y New (1935) fueron los jalones más importantes de una larga vida que, hasta el postrer día (falleció en Roma el 2 de agosto de 1945), estuvo iluminada por el resplandor de Cavalleria rusticana.
Sinfonía º 1 de Gustav Mahler Esta sinfonía no fue realmente la primera de Mahler. Hay evidencias de que anteriormente compuso por lo menos otras cuatro y que sus manuscritos pueden haber sobrevivido hasta la Segunda Guerra Mundial. Es desafortunado que esas obras tempranas fueran destruidas, pero por lo menos el hecho de conocer su existencia contribuye a explicarnos la maestría propia de la experiencia que se hace evidente en la Primera Sinfonía. La Primera Sinfonía fue comenzada en 1884 y terminada en 1888. Mahler dirigió el estreno en Budapest el 20 de noviembre de 1889. A pesar de su juventud, Mahler no estaba satisfecho con su puesto en Leipzig como asistente de la ópera, por más que fuera asistente de un colega mayor tan distinguido como Artur Nikisch. El compositor seguía buscando un puesto mejor y seguía tratando de encontrar obras interesantes que pudiera dirigir en Leipzig. Se presentó una oportunidad en 1886, cuando conoció al barón Karl von Weber, nieto del compositor Karl María von Weber, cuya música Mahler admiraba mucho. Weber tenía en su poder los esbozos de la ópera cómica inconclusa de su abuelo Die drei Pintos. Se le preguntó a Mahler si estaría interesado en terminar la obra. Al principio Mahler dudó, Weber había esbozado la música apenas para siete de los 17 números del libreto y gran parte de la música que había escrito aparecía en una taquigrafía indescifrable. Sin embargo Mahler estudió los esbozos y descubrió que podía leer esta escritura, así que aceptó el proyecto. Se mantuvo reacio a componer su propia música para la ópera, excepto donde fuera absolutamente inevitable. Así que incorporó música de otras piezas de Weber. Se obsesionó con la obra, incluso hasta el punto de desatender sus deberes como director. Pero el proyecto fue positivo para él. Hizo que concentrara sus energías en la composición, aunque se tratara de escribir la música de otra persona. Además, el interés del mundo musical en la producción venidera de Die drei Pintos demostró ser un gran impulso para la carrera de Mahler. Prácticamente todos los días iba a la casa del barón y de la señora de Weber, para tocar en el piano lo que había completado. Entre Mahler y el barón empezó a crecer una amistad y algo más que una amistad entre el compositor y la señora de Weber. Se inició entre ellos un tórrido affaire. Aunque ella era siete años mayor que Mahler y tenía marido y tres hijos, consideró seriamente la posibilidad de fugarse con el músico. Los amantes temían un escándalo, pero cada uno de ellos consideraba al otro irresistible. A pesar de las tensiones que estaba provocando en el hogar de los Weber, Mahler continuó con su práctica de llevarles el estado actual del trabajo en curso, para que lo aprobasen. Sin embargo, una vez que la ópera estuvo terminada, fue la Primera Sinfonía lo que interpretó para los Weber. Una noche llegó a casa de ellos a medianoche, llevando el primer movimiento recientemente terminado. Fue al piano y los Weber se colocaron a ambos lados de él para ayudarle a tocar las ocho octavas del La que inician la obra. Más tarde el compositor recordaba: "Los tres nos sentíamos felices y animados. No creo haber experimentado otro momento tan agradable con mi Primera Sinfonía. Luego salimos juntos, llenos de felicidad." El barón von Weber ignoró todo lo que pudo lo que estaba sucediendo entre su esposa y el compositor, pero finalmente perdió la cordura. Un día, mientras se encontraba en un tren camino a Dresden, emprendió una loca tanda de disparos. Afortunadamente no hirió a nadie con los repetidos disparos de su revólver a los reposacabezas de los asientos. Mahler tuvo una pelea con el gerente de la ópera de Leipzig y se quedó sin trabajo. A pesar de la fama que le había reportado Die drei Pintos, le resultó difícil obtener un nuevo puesto, en gran parte debido a su escandalosa relación con Marión von Weber. También tuvo problemas al tratar de arreglar una presentación de la recientemente terminada Primera Sinfonía, que la mayoría de los directores consideraba demasiado moderna. La respuesta a ambos dilemas llegó en 1888, cuando Mahler, a la edad de 28 años, fue nombrado director principal de la Opera Real de Budapest. Después de un año en la capital húngara, pudo dirigir la sinfonía. La recepción fue fría. La primera mitad melódica fue razonablemente bien recibida, pero la marcha fúnebre burlona y el final turbulento presentaron problemas para el público conservador. Al final hubo algunos abucheos. La obra fue originalmente catalogada no como sinfonía sino como poema sinfónico en dos partes. En esa versión, la primera parte contenía tres movimientos y la segunda dos. A pesar de llamarla poema tonal, aparentemente Mahler no tenía en mente ningún programa particular. Aunque después del estreno empezó a pensar que algo denominado poema sinfónico debía tener una historia, así que le agregó una. Más tarde abandonó esa idea, sin embargo, y decidió que la obra era realmente una sinfonía. Esta sinfonía no fue realmente la primera de Mahler. Hay evidencias de que anteriormente compuso por lo menos otras cuatro y que sus manuscritos pueden haber sobrevivido hasta la Segunda Guerra Mundial. Es desafortunado que esas obras tempranas fueran destruidas, pero por lo menos el hecho de conocer su existencia contribuye a explicarnos la maestría propia de la experiencia que se hace evidente en la Primera Sinfonía.
{AGENDA MAYO 2009}
AGENDA MUSICAL | MAYO 2009
28 Recital Anne Schwanewilms
Obras de Claude Debussy, Hugo Wolf y Richard Strauss. Soprano: Anne Schwanewilms Piano: Manuel Lange
Teatro El Círculo (Rosario, Argentina) Teatro Real (Madrid, España)
Gran Teatre del Liceu (Barcelona, España)
6
La cabeza del Bautista
Enric Palomar Ópera en un acto. Libreto de Carlos Wagner basado en la obra (1927) de Ramón del Valle-Inclán. Música de Enric Palomar. Estreno absoluto.
La Ventafocs
Introducción A partir de la ópera La Cenerentola de Gioachino Rossini, representada la temporada pasada en el Liceu, Joan Font nos ofrece esta nueva adaptación para el público infantil del famoso cuento La Cenicienta de Perrault.
17 A propósito del centenario de la muerte de Isaac Albéniz Fragmentos de obras de Isaac Albéniz: The Magic Opal, Pepita Jiménez, Henry Clifford y otras. Asesor musical: Borja Mariño
17 Manuel de Falla Las marionetas de la Compañía Etcétera recrearán en un nuevo espectáculo este divertido episodio de El Quijote al son de la música de Manuel de Falla interpretada por la Orquesta de la Academia del Gran Teatre del Liceu.
Ludwig van Beethoven Ópera en dos actos.
En coproducción con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales Espectáculo incluido dentro del Ciclo Isaac Albéniz con motivo del centenario de su muerte
II Curso de Historia y Apreciación de la Ópera
El curso será impartido por el profesor Gabriel Menéndez Torrellas, Doctor en Estética y Filosofía por la Universidad de Freiburg (Alemania), licenciado en Musicología e Historia del Arte por la Universidad de Freiburg (Alemania).
7, 10, 12
Albéniz
Fidelio
Recital de piano de Luis Fernando Pérez
6
2
18, 21, 22, 24, 26, 27
4 I virtuosi italiani (Italia)
2
El retablo de Maese Pedro
Orquesta-Escuela de la Sinfónica de Madrid
La condenación de Fausto Hector Berlioz (1803 - 1869)
3º Función Abono Temp. 2009 Director: Mtro. Alberto Martini Solista violín: Stefano Zancheta
14 Orquesta Sinfónica de Rosario
Director: Mtro. Carlos Calleja Solista: Katharina Paslawski violoncello (Polonia)
21 Ballet Argentino
4º función Abono Temp. 2009 presenta "Perfumes" Con Eleonora Cassano y Cecilia Figaredo Dirección: Julio Bocca - Ricky Pashkus
28 Orquesta Sinfónica de Rosario
Director: Mtro. Nicolas Rauss Solista: Victor Torres, barítono
11, 13, 14, 15, 16 Ballet de Stuttgart
ROMEO Y JULIETA Ballet en tres actos basado en la tragedia homónima de William Shakespeare Música de Sergei Prokofiev Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid)
19 Concierto proyección Faust
Película dirigida por Friedrich Wihelm Murnau en 1926 Música de Jesús Torres Estreno absoluto
27, 28, 29 Magia y locura de Händel
Músicas de Georg Friedrich Händel
HÁGASE LA MÚSICA | PÁGINA 18
Teatro Argentino (La Plata, Argentina)
2 Concierto de la Orquesta Estable
Director: Alejo Pérez En la Sala “Alberto Ginastera” del Teatro Argentino de La Plata, dependiente del Instituto Cultural de la Provincia de
AGENDA MUSICAL | MAYO 2009 Buenos Aires, se ofrecerá el segundo programa del Ciclo Anual de Conciertos del coliseo bonaerense.
3 Salomé de Richard Strauss Dirección Musical: Mario Perusso Régie, escenografía e iluminación: Roberto Oswald Salomé: Eiko Senda
7 200º Aniversario del nacimiento de Mendelssohn
El Cuarteto de Cuerdas de la Universidad Nacional de La Plata ofrecerá un concierto en conmemoración de los doscientos años del nacimiento de Félix Mendelssohn. La agrupación constituida por José Bondar y Fernando Favero (violines), Roberto Regio (viola) y Siro Bellisomi (violoncello), interpretará dos destacadas obras del compositor homenajeado: el Cuarteto Op. 13 N° 12, en la menor y el Cuarteto Op. 44 N° 1, en Re mayor.
Maazel seguirá dos años más como director musical del Palau de les Arts El maestro estadounidense Lorin Maazel continuará dos años más, hasta la temporada 2010-2011, como director musical del Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia. El músico revoca así su decisión, anunciada el pasado mes de julio, de no renovar su contrato con el teatro de ópera valenciano para centrarse en su propio festival en Virginia (Estados Unidos) y lo hace, explicó, porque "no podía dejar sin guía ni protector" a la Orquestra de la Comunitat Valenciana, que él mismo ha formado. La continuidad de Maazel fue dada a conocer en una rueda de prensa en la que, además del maestro, estuvieron presentes la consellera de Cultura, Trini Miró, y la intendente del Palau, Helga Schmidt. Sobre las condiciones con las que el director contará en esta nueva etapa, Maazel adelantó que dirigirá dos nuevas óperas por temporada además de la reposición de algunos de los títulos con los que ha conseguido más éxito y la posibilidad de estrenar su obra '1984'. En total, tomará la batuta en 24 funciones por ejercicio entre óperas y conciertos, lo que supone un incremento respecto a las 17 que establecía su contrato.
Teatro Municipal (Santiago, Chile)
2, 3 Ballet La Bayadera
Directora Artística: Marcia Haydée Subdirectora: Luz Lorca Orquesta Filarmónica de Santiago Director Residente: José Luis Domínguez
4 Pianista Jie Chen
J. Haydn: Sonata en La Bemol Mayor Wang Jian Zhong: Cien Pájaros respetando al Ave Fénix J. Bach - F. Busoni: Chacona F. Chopin: Baladas N° 1, 2, 3 y 4
15, 20, 23, 26, 28 Opera Internacional La Traviata de Giussepe Verdi Violetta: Norah Amsellem Alfredo: Francesco Demuro Giorgio Germont: Stefano Antonucci Director: Jan Latham-Koenig Régie: Jean-Louis Grinda Escenografía y Vestuario: Jorge Jara Iluminación: Ramón López Coreografía: Eugenie Andrin
En cuanto a su sueldo, Maazel informó de que ha aceptado una "reducción bastante importante y considerable" en sus honorarios de la primera etapa, --que una auditoría realizada por una empresa externa y publicada en prensa situaba en torno a los cuatro millones y medio de euros por las tres temporadas-- puesto que es "sensible", dijo, "a la situación general de todos". No obstante, el director sostuvo que "históricamente en los tiempos de crisis la función de las artes es aliviar a las gentes y ofrecerles algo para que estén más tranquilas". "No hay una enfermedad internacional que nos impida continuar; todo sigue en marcha, no veo por qué no lo va a hacer el teatro", aseveró. Sobre sus retos en esta nueva etapa, comentó que, además de mantener el "nivel de calidad y excelencia", apostará por atraer al público joven, que "no esta sólo satisfecho con el rap o el rock y que está dispuesto a acudir a la ópera si hay una buena dirección musical y escénica". En su intervención, Maazel confesó que se encuentra en el Palau "por casualidad" y que si hace dos días le hubieran dicho que iba a renovar no se lo hubiera creído. Pero agregó que, al darse cuenta de que la Orquestra de la Comunitat no tenía director --tras no materializarse las conversaciones iniciadas con Riccardo Chailly-- decidió de que no podía dejar a la formación "sin guía ni protector". Por ello, ha optado por aprovechar parte del tiempo que había reservado para la composición --al tener previsto dejar sus compromisos con Valencia y la Filarmónica de Nueva York-- para "encajar horarios y poder compatibilizar" su labor en el coliseo valenciano con la puesta en marcha de su festival de cámara en Castelton (Virginia), que arrancará el próximo mes de julio. Maazel declaró que, aunque no es "de origen latino", es una persona a la que le afectan "muchísimo los sentimientos", razón por la cual la resolución de dejar el Palau de les Arts le había causado una "gran tristeza". Al respecto, destacó que el coliseo "no cuenta sólo con una gran orquesta, sino también con un coro de alta calidad y una compañía con la que es muy grato trabajar". También aludió a sus amistades con el equipo de administración de la institución y el apoyo de los representantes políticos, tanto del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, como de la consellera Trini Miró. Finalmente, destacó el público valenciano, "el más cálido" que ha conocido en el terreno de la ópera, afirmó. hLm!.Noticias - EUROPA PRESS
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ARTHUR RUBINSTEIN
UN ARTISTA CON AMOR INCONDICIONAL A LA VIDA Por Jorge de Hegedus A principios del siglo XX, a la par de Theodor Lestchetitzky, existió otro famoso pedagogo del piano que fue Heinrich Barth, docente en el Conservatorio de Berlín. Pues bien, este maestro tuvo dos discípulos que llegaron a ser pianistas monumentales, podríamos expresar que hasta fuera de serie: Willhem Kempff y Arthur Rubinstein. Pero no pudo haber existido mayor diferencia entre ambos artistas, situación que Barth supo respetar rigurosamente. Si existió alguna semejanza entre ambos, podemos considerarla como “pura casualidad”. Pertenecían a mundos musicales diferentes, eran verdaderamente la antítesis entre sí. Rubinstein era “espectacular” al estar sentado frente al piano, dado que fue uno de los ejecutantes más carismáticos que se hayan conocido. Él mismo manifestó: “amo el piano, el cual es un instrumento maravilloso... amo al público”. Mientras que Kempff se daba al compositor, Rubinstein por su parte se entregaba a “su” público. Efectivamente, Rubinstein era una persona sumamente abierta y extrovertida hacia los reportajes y hacia la gente, con la cual se sentía muy a gusto. No solamente saludaba de manera efusiva a los que lo escuchaban en las salas de conciertos, sino también en las calles, puesto que era una de las personalidades artísticas más conocidas, aún para aquellos que no estaban en el mundo “clásico”. Arthur Rubinstein nació en Polonia, en Lodz el 28 de enero de 1887. Fue el séptimo hijo de una familia judía que se dedicaba al tejido. Desde muy pequeño se le detectó un enorme talento para la música, de tal forma, que empezó a estudiar el piano a la edad de solo tres años y a los seis debutó ante el público. Realmente se trataba de un verdadero fenómeno. Pese a estos éxitos, hubo algo que caracterizó a Arthur desde su niñez hasta la edad adulta: era sumamente perezoso para el estudio; antes de llegar a Barth tuvo varios maestros y todos ellos coincidieron en ese asunto, y hasta los “sacaba de quicio”: no le gustaba estudiar, y el éxito que cosechaba se debía exclusivamente al enorme talento que tenía. A los diez años de edad sus padres lo llevaron a Berlín en donde llegó a conocer y tocar ante el famoso músico húngaro Joseph Joachim. Éste también detectó de inmediato su gran capacidad, de tal forma, que lo derivó inmediatamente al ya nombrado Heinrich Barth, aunque también cooperaron para optimizar su talento nada menos que Max Bruch y Roberth Kahn. Con trece años de edad debuta en Berlín ejecutando el Concierto Nº 23 de Mozart bajo la dirección del mismo Joachim, como también el Concierto Nº 2 para Piano y Orquesta de Charles Camile Saint – Saëns. A ello se le agregó obras de Chopin y Schumann. ¡Todo un éxito! Ya a esa tierna edad sus conciertos se extendieron por el resto de Alemania y también su nación de origen, Polonia. En 1906, con 19 años, dio su primer concierto en los Estados Unidos, en el Carnegie Hall, con la Orquesta Filarmónica de Filadelfia. El recibimiento que tuvo por parte del público norteamericano no fue muy entusiasta, incluso se le trató con bastante frialdad; la gira posterior en tierras norteamericanas tampoco estuvo marcada por el éxito: ¡demasiadas notas falsas! ¡Poco estudio! Se sentía todavía la impresión que había dejado en la nación del norte su compatriota Ignacy Jan Paderewski, el cual había tenido un éxito extraordinario y las comparaciones fueron inevitables. Él mismo Rubinstein reconoció que durante su juventud se conformaba con pasar “por encima” de las obras que ejecutaba. Ello se debía a que prefería las relaciones sociales (especialmente con las jóvenes...) en vez de estudiar. Sin embargo, a partir de principios de la década de los años treinta empezó a tomar muy en serio el estudio. ¿Cuál fue el factor desencadenante para ello? El haber escuchado a Vladimir Horowitz en un concierto en París.
Este pianista ucraniano le produjo una profunda impresión y fue para él como la piedra de toque para dar un giro de 180 grados en su concepción como pianista y músico. El mismo manifestó al respecto: “Antes de morir, quiero demostrar aquello de lo que soy capaz. Cerré los puños, no por mucho tiempo debido a mi profesión, los abrí de nuevo y empecé a trabajar duramente. Tenía que vengarme. No de Horowitz, sino de mí mismo”. (Al respecto hay que aclarar que con el paso del tiempo ambos pianistas llegaron a tener una relación muy respetuosa entre sí). A partir de ese momento Rubinstein sufrió una gran transformación; el intenso estudio que comenzó a desarrollar después de haber escuchado a Horowitz ― llegaba a estudiar más de diez horas diarias ― con el paso del tiempo lo convirtieron en uno de los más afamados pianistas del siglo XX. Llegó a tener una técnica colosal. En 1937 vuelve a reaparecer en el Carnegie Hall y esta vez sí tuvo su recompensa; fue intensamente aclamado y reconocido por el público y la crítica; ello se debió a los grandes cambios que había hecho en su estilo de ejecución, efectivamente ¡habían desaparecido “las notas falsas” de antaño! Incluso se le llegó a llamar “el rey de los pianistas”. Además, con el paso del tiempo, Rubinstein aclaró otro hecho muy importante: no solamente fue Horowitz el que lo “sacudió” sino también el compositor Paul Dukas. En cierto momento cuando este pianista polaco estaba llevando una vida algo disipada, el compositor francés le aconsejó con mucho énfasis, “(…) París no es para usted. Vuelva a Polonia, encárguese de curarse en cuerpo y moral, beba leche, salga a montar a caballo, váyase a dormir a horas decentes, conviértase en un hombre honrado”, a lo cual Rubinstein añadió: “Fue un consejo muy sabio, y lo mejor es que lo seguí” Durante ese lapso, este gran pianista polaco no solamente se dedicó con mucho énfasis al estudio del piano, sino también ampliar su acervo cultural, como ser la pintura, literatura, escultura, filosofía, etc. Entre otras cosas, llego a dominar perfectamente ocho idiomas. Debido a su personalidad, Rubinstein no solamente se “daba” a su público, sino que también sentía gran regocijo al saberse escuchado y querido por el mismo. Sus grabaciones de Chopin son memorables, y aún hoy en día, cuando son varios los intérpretes del genio polaco, sus registros discográficos ― ahora en CD y DVD ― siguen siendo de gran envergadura y no pierden vigencia en absoluto. Sus ejecuciones del gran compositor polaco han sido “viriles” y sin afectación, dejando de lado los amaneramientos que expresaban algunos pianistas de ese momento. Al principio “su” Chopin no gustó, pero finalmente terminó por ser aceptado prácticamente por todos. También hizo música de cámara con grandes intérpretes como ser Jascha Heifetz, Emanuel Feuermann, Henryk Szeryng y Gregor Piatigorsky. Su técnica pianística era también “extrovertida” puesto que atacaba los acordes con movimientos ampulosos de sus antebrazos. Incluso tuvo gran interés en músicos de origen latino, tales como Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Enrique Granados y Villa-Lobos, a los cuales interpretaba asiduamente. Esto se comprobó en una gira que hizo por España en 1916, en donde se planificaron 4 conciertos, pero el impacto que produjo fue de tal magnitud, que los recitales planificados se transformaron en……100 (¡!). El propio rey Alfonso le obsequió un pasaporte español para que pudiera viajar libremente por el continente europeo, el cual y desgraciadamente estaba en guerra. Rubinstein siguió dando conciertos por todas partes del mundo, e inclusive lo hemos escuchado aquí en el Río de la Plata a principios de los años cincuenta. En 1946 se radicó definitivamente en los Estados Unidos, haciéndose ciudadano norteamericano. En 1958 visitó a la nación que lo vio nacer, Polonia. Su regreso fue triunfal, siendo aclamado tanto por el público como también los críticos. Sobre los últimos años de su vida como concertista activo ― dio conciertos hasta cerca de los 90 años ― sufrió aún una nueva transformación. Se volcó hacia Beethoven, Mozart, a sus conciertos para piano y orquesta, como también las sonatas. Lo hizo con gran profundidad. Su técnica obviamente sufrió el paso del tiempo, los cuales fueron muchos. Dejó de lado la espectacularidad de sus movimientos; pero en cambio dio pasos hacia aspectos más reflexivos y profundos en sus interpretaciones. Llegó un momento después de la II Guerra Mundial que Rubinstein fue hasta “endiosado” por el público. Esto lo molestó y al respecto manifestó que no se consideraba como el mejor pianista del mundo, de la misma forma que no existe aquello del “mejor artista”, el “mejor músico” o el “mejor pintor o escultor”. Para él esas aseveraciones son nada más que tonterías. Nadie en el arte, según Rubinstein, puede ser “el mejor”, solamente se es diferente, puesto que el artista es un individuo que tiene su personalidad. A este pianista también le molestaba la expresión de “el segundo Liszt” o “el segundo Paderewski”, pues si ello fuera cierto, se trataría nada más que imitadores. El artista debe ser un mundo en sí mismo. Él mismo se consideraba un pianista a SU manera, y que quizás producía emociones en los que lo escuchaban, pero, también otros colegas suyos producían los mismos efectos. Resumiendo, Arthur Rubinstein destacó en los últimos años de su vida el individualismo en el arte. Una ceguera creciente hizo que se retirara definitivamente de los conciertos. Falleció en Ginebra, Suiza, el 20 de diciembre de 1982. Contaba en ese momento 95 años de edad.
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Violoncello Es un instrumento de cuatro cuerdas con arco derivado del antiguo bajo de viola. Reemplazó a la viola da gamba a partir del siglo XVII. Es el tenor de las cuerdas, aunque en los cuartetos de arco actúa el papel de bajo. Afinado como la viola, pero una octava más abajo, por lo que utiliza la clave de fa, aunque en ocasiones también emplea la clave de do en cuarta línea y aún la de sol en segunda. Se ejecuta apoyando el puntal extensible en el suelo y reclinado entre las piernas. El registro grave es oscuro y misterioso, adquiere rudeza de acuerdo a la intensidad dinámica. El registro medio es menos típico que el agudo varonil, similar a un tenor humano. Con él pueden producirse timbres especiales según la arcada, el sitio y presión de la misma, como también con sonidos armónicos y pizzicatos. Con el arco más corto y robusto, pero se asemejan a las del violín y la viola. También resulta muy efectista el pizzicato, que se hace más percusivo y seco en las digitaciones más cercanas al puente. Incluso se pueden hacer rasgueados pizzicato como en las guitarras. Es ágil en relación a las dificultades de un diapasón largo que exige firmeza y precisión. Es especial el logro de sus sonidos armónicos, más sonoros que en el violín, que posibilitan tocar melodías enteras aplicando la técnica del capotasto. Son excelentes sus glissandos e incluso sus cuerdas dobles y acordes, eso lo convierte en en una ensoñadora voz solista y un instrumento ideal para el bajo continuo.
Sitio en la Orquesta. Situados en un número de 6 a 12 en la primera fila de atriles, en el extremo derecho del director. A su izquierda se encuentran las violas y, detrás de ellos, los contrabajos.
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A los veinte años ya había ganado los principales premios musicales disponibles en Australia y grabado algunos discos. Se trasladó a Londres y estudió en el London Opera Centre. Luego fue contratada por el Covent Garden y una vez que llamó la atención de Colin Davis tuvo la oportunidad de encarnar a la Condesa de Mozart. Con este sensacional debut en 1971, Kiri Te Kanawa alcanzó un legendario estatus casi de la noche a la mañana y pronto se convirtió en una de las principales sopranos del mundo. Desde entonces ha actuado en los principales escenarios de ópera, incluyendo el Metropolitan, La Scala y los teatros de Chicago, París, Sydney, Viena, San Francisco, Munich y Colonia. Los personajes más famosos que ha representado son: Arabella, Marschallin y la condesa en Capriccio de Richard Strauss, Fiordiligi, Donna Elvira y Pamina de Mozart, Tosca, Mimi y Manon Lescaut de Puccini, Rosalinde de Johann Strauss, Tatiana de Tchaikovsky, Micaela o Carmen de Bizet y Marguerite de Gounod. Aparte de la ópera también aborda exitosamente la canción francesa, alemana e inglesa, incursiona en la comedia musical y en la música popular. En la sala de conciertos ha colaborado con las orquestas más importantes y directores tales como Claudio Abbado, Colin Davis, Charles Dutoit, James Levine, Zubin Mehta, Seiji Ozawa y Georg Solti. En 1982 recibió el título de Dame Commander del Imperio Británico y se le han otorgado doctorados honorarios en las universidades de Oxford, Dundee, Warwick, Auckland, Nottingham, Chicago y Durham. También fue investida con la Order of Australia en 1990 y con la Order of New Zealand en 1995. Además Fue cantante solista en la boda del Príncipe Carlos en la Catedral de St.Paul. Después de 25 años de vida musical, Kiri celebró en 1994 su cumpleaños realizando un espectacular concierto en el Royal Albert Hall de Londres. Pero ha seguido su carrera operática actuando en el Metropolitan, en Chicago y Berlín, en Sudáfrica y Escandinavia, en Australia y Nueva Zelandia. También graba prolíficamente y efectúa recitales en todo el mundo.
KIRI TE KANAWA
La soprano Kiri Te Kanawa ganó un prestigio legendario desde la noche de su sensacional debut en 1971 como la Condesa en "Las bodas de Fígaro". Desde entonces, se posicionó entre los primeros puestos de la ópera internacional, y se ha convertido en una de las sopranos más famosas del mundo. En la actualidad sólo ofrece una escasa decena de conciertos. Entre sus papeles más importantes en la ópera se cuentan partituras de Mozart, Verdi, Gounod, Puccini y Strauss.
Siglo XX Norteamérica
“Daría todo lo que tengo por un poco del genio que Schubert necesitó para componer su Ave María” George Gershwin EE.UU. [1898-1937] Compositor norteamericano proveniente de la música ligera y del jazz. Supo adaptar los géneros populares al entorno clásico. En Estados Unidos su obra es valorada y reconocida con homenajes, festivales y concursos de composición. Estudió música con Rubin Goldmark, concentrándose en la obra de compositores como Debussy, Mendelssohn y Chopin, aunque también las melodías de creadores de canciones como Irving Berlin, bajo cuya influencia compuso varias de las propias, algunas con letra de su hermano Ira. Aunque sus trabajos no son perfectos, resulta un detalle insignificante en comparado con su inventiva melódica, su sentido del ritmo, y un talento extraordinario para crear melodías que se siguen tarareando tras decenas de años. Fue un compositor popular que creó un sonido identificatorio para la música de su país.
En el siglo XX, la música de los EE UU (y la norteamericana en general) se caracterizó por su originalidad, vigor e independencia de las tradiciones conservadoras. Los vanguardistas europeos se instalaron en forma definitiva allí, en especial tras recibir inmigrantes y exiliados de guerra contantemente. Entre ellos se destacaron: Schoenberg, Stravinski, Bartók, Weill, Krenek, etc. Estos innovadores del lenguaje musical captaron la atención entre alumnos que luego desarrollaron estilos y escuelas propias. Por un lado, en EE UU se afinca un tipo de experimentalismo que combinó con las propuestas libertarias de los sesenta: happenings, improvisación, arte pop, etc. Por otro, las nuevas tecnologías de tratamiento y producción del sonido posibilitaron el acceso a los conservatorios de personajes ajenos a la creación.
Compositores Aunque sus obras no visitan los escenarios europeos, existen muchos creadores, autores prolíficos de obras en todos los géneros y estilos. Aparte de nombres famosos como George Gershwin o Aaron Copland, encontramos a Roy Harris, Ferde Grofé (autor de la Suite del Gran Cañón y otras suites orquestales), William Grant Still (influenciado por sus herencias negras, amerindias y europeas), el suizo nacionalizado Ernest Bloch (autor de la rapsodia América), Roger Sessions, Virgil Thompson, William Schumann o Paul Crestón (cuyo nombre verdadero fue Joseph Guttoveggio). Entre los académicos se encuentran Randall Thompson, Howard Swanson, Ray Green, León Kirchner, Paul Bowles (escritor y viajero, autor de una ópera con texto de García Lorca: El viento sigue) o Alan Hovhaness, de ascendencia armenia y escocesa, que integró la música oriental y la espiritualidad en sus obras.
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