Cohenbook

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El Amor es el unico Motor de la

supervivencia

Leonard Cohen


Esperando a Mariana Perdí un teléfono que tenía tu aroma Vivo a un lado de la radio todas las emisoras al mismo tiempo pero capto una canción polaca de cuna la capto entre la estática se desvanece, yo espero mantener el ritmo regresa casi dormida Acaso tomaste el teléfono sabiendo que lo olería sin moderación hasta calentar el plástico para tomar todas las migajas de tu aliento y si no regresas cómo me vas a telefonear para decirme que no regresarás para así por lo menos discutir contigo

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Me gustaría leer

uno de los poemas que me arrastraron a la poesía. No recuerdo ni una sola línea, ni siquiera sé dónde buscar. Lo mismo me ha pasado con el dinero, las mujeres y las charlas a última hora de la tarde. Dónde están los poemas que me alejaron de todo lo que amaba para llegar a donde estoy desnudo con la idea de encontrarte.

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Bailame hasta el fin del amor Báilame hasta tu belleza con un violín ardiente. Báilame a través del pánico hasta que pueda refugiarme. Elévame como una rama de olivo y sé la paloma que me guíe. Báilame hasta el fin del amor, Oh, deja que observe tu belleza cuando los testigos desaparezcan. Deja que presienta tus movimientos igual que en Babilonia. Enséñame despacio dónde se extienden los límites. Báilame hasta el fin del amor, Báilame hasta la boda ahora mismo báilame sin descanso. Báilame con ternura báilame largo rato. Los dos estamos por debajo del amor los dos flotamos encima. Báilame hasta el fin del amor

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Báilame hasta los niños que piden que les demos vida. Báilame a través de las cortinas que han desgastado nuestros besos. Levanta ahora un refugio donde mueran las amenazas. Báilame hasta el fin del amor. Báilame hasta tu belleza con un violín ardiente. Báilame a través del pánico hasta que pueda refugiarme. Tócame con tus manos desnudas o tócame con tus guantes. Báilame hasta el fin del amor

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Famoso impermeable azul Son las 4 de la mañana, finales de diciembre te escribo para saber qué tal estás. Hace frío en Nueva York, pero me gusta donde vivo en Clinton Street la música ha sonado toda la tarde. He oído que estás construyendo una casita en lo profundo del desierto. Ahora no tienes nada por lo que vivir, espero que no pierdas la cuenta de los días. Sí, y Jane llegó con un mechón de tu pelo dijo que tú se lo diste la noche en que terminó lo de ustedes ¿Terminó realmente?

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Ah, la última vez que te vi parecías mucho más viejo, tu famoso impermeable azul tenía los hombros rotos. Has estado yendo a la estación a esperar los trenes pero volviste a casa sin Lili Marlene.


Y trataste a mi mujer como otra escama más de tu vida. Y cuando volvió ya no era la esposa de nadie. Y te imagino con una rosa entre los dientes como otro débil gitano ladrón cuando veo a Jane despierta. Te manda saludos. ¿Qué puedo decirte, mi hermano, mi asesino? ¿Qué quieres que te diga? Supongo que te echo de menos y te perdono. Me alegro de que te cruzaras en mi camino. Si alguna vez vuelves, por Jane o por mí tu enemigo duerme y su mujer es libre. Sí, y gracias por llevarte el dolor de sus ojos pensé que nunca desaparecería, por eso no intenté llevármelo yo. Y Jane llegó con un mechón de tu pelo dijo que tú se lo diste la noche en que lo de ustedes terminó. Atentamente, L. Cohen

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Hotel Chelsea no.2 Te recuerdo bien del Hotel Chelsea, estabas hablando tan valiente y tan dulce, mientras las limusinas esperaban en la calle. Esas eran las razones y aquello era Nueva York, nos presentábamos por el dinero y por la carne. Y aquello se llamó amor por los trabajadores de la canción posiblemente aún lo es por aquellos que partieron. Ah, pero tú escapaste, ¿no, nena?, le diste la espalda a la multitud, te escapaste, ni una vez te escuché decir, te necesito, no te necesito, te necesito, no te necesito y todo aquello bailando alrededor. Te recuerdo bien en el Hotel Chelsea eras famosa, tu corazón era una leyenda. Me dijiste de nuevo que preferías los hombres guapos pero que conmigo harías una excepción. Y cerrando el puño por los que son como nosotros, oprimidos por los números de la belleza, te arreglaste un poco, y dijiste, “Está bien, no importa, somos feos, pero tenemos la música.”

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No pretendo sugerir que te quise mejor, no puedo seguir la pista de cada petirrojo caído. Te recuerdo bien en el Hotel Chelsea, eso es todo, tampoco pienso en tí tan a menudo.

Regalo Me dices que el silencio se encuentra más cerca de la paz que los poemas pero si de regalo te trajera silencio (pues conozco el silencio) dirías Esto no es silencio sino otro poema y me lo devolverías.

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Promesa Tu pelo rubio es mi forma de vivirยกaplastado por la luz La impresiรณn de tu boca es la marca de nacimiento que hay sobre mi poder. ยกEl amarte es vivir mi diario ideal que he prometido a mi cuerpo no escribir jamรกs

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Adiós Mariana Ven, pequeña, acércate a la ventana, me gustaría intentar leer la palma de tu mano; siempre me creí una especie de gitano, hasta que dejé que me llevaras a casa. Adiós, Mariana; ha llegado el momento de reír y llorar, llorar y reír de nuevo. Tu sabes que amo vivir contigo, pero haces que me olvide de muchas cosas: me he olvidado de rezarle al ángel, y él se ha olvidado de rezar por nosotros. Nos conocimos casi jóvenes en lo profundo del parque de lilas; te agarraste de mi como si yo fuera un crucifijo y nos arrodillamos en la oscuridad. Tus cartas dicen que estás a mi lado, ¿entonces por qué me siento tan solo? Estoy de pie junto a un barranco, una roca detiene mi tobillo con tu fina telaraña.

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Necesito tu amor escondido, estoy frío como una navaja de rasurar; te fuiste cuando dije que era curioso, yo nunca te dije que era valiente. Eres realmente bonita, pero te fuiste y volviste a cambiar tu nombre; fue entonces fue cuando subí esta montaña, para lavar mis párpados con la lluvia. Adiós, Mariana; ha llegado el momento de reír y llorar, llorar y reír de nuevo. Poema He oído hablar de un hombre de voz tan bella que con tan sólo decir sus nombres las mujeres se entregan a él. Si permanezco mudo junto a tu cuerpo mientras el silencio florece como un tumor /en nuestros labios es porque oigo a un hombre subir las escaleras y aclararse la garganta tras la puerta.

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Tengo dos barras de jabón, con fragancia de almendra, uno para ti y otro para mí. prepara el baño, vamos a lavarnos el uno al otro. No tengo dinero, Asesiné al de la farmacia. Y aquí está una vasija de aceite, al igual que en la Biblia. Acuéstate en mis brazos, Hare tu piel resplandecer. No tengo dinero, Asesiné al de la perfumería. Mira a través de la ventana en las tiendas y la gente. Dime lo que deseas, lo tendrás en una hora. No tengo dinero, No tengo dinero.

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Hey, esa no es forma de decirnos adiós. Te he amado en la mañana, nuestros besos tibios /y profundos. Tu cabello sobre la almohada como una somnolienta /tormenta de oro Muchos se han amado antes. Yo sé que no somos /los primeros. En las ciudades y en los bosques, ellos sonríen como nosotros Pero ahora las distancias han llegado y los dos debemos intentarlo Tus ojos se han ablandado con la tristeza Hey, esta no es forma de decirnos adios. No estoy en busca de otra como lo hacía hace tiempo Camina conmigo hasta la esquina, nuestros pasos /siempre rimarán Tu sabes que mi amor se va contigo y el tuyo se queda en mi. Es sólo que las cosas cambian como la orilla del mar No hablemos del amor o de cadenas, de cosas /que no podamos desatar. Tus ojos se han ablandado con la tristeza Hey, esta no es forma de decirnos adios.

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Leonard Norman Cohen (Montreal, 21 de septiembre de 1934) es un poeta, novelista y cantautor canadiense. Como músico ha explorado temas como la religión, la política, el aislamiento, las relaciones personales y la sexualidad. Cohen ha sido introducido en el Salón de la Fama del Rock and Roll de los Estados Unidos y en el Salón de la Fama Musical de su país natal. Es miembro de la Orden de Canadá y de la Orden Nacional de Quebec. En 2011 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.


Tu sabes que mi amor se va contigo y el tuyo se queda en mi. Es sólo que las cosas cambian como la orilla del mar. No hablemos del amor o de cadenas, de cosas que no podamos desatar. Leonard Cohen

3 años

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Es una iniciativa independiente realizada por escritores y ciudadanos con el afán de difundir la literatura y fomentar la lectura en la ciudad Para mayor información sobre nuestras actividades o si desea integrarse a nuestra agrupación escríbanos al correo electrónico hojaderutajrz@hotmail.com o conri@hotmail.com


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