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MANAGEMENT
El futuro llega cada vez más rápido
Por Enrique Baliño, socio fundador de Xn Partners
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La pandemia del covid-19 fue un gran desafío, un nuevo escenario que generó miedo e incertidumbre en todos. Nos forzó a tener que adaptarnos rápidamente a una situación completamente desconocida,atenerqueacostumbrarnosalos constantes cambios, a tener que ser mejores.Hoyendía,conlaluzalfinal del túnel cada vez más cerca, una de lasgrandesenseñanzasquenosdejó lapandemiaeslaimportanciadesaber adaptarnos y mejorar. “Lo único permanente es el cambio” es una frase de Heráclito (Siglo V A.C.). Lo que falta en esa famosa y excelente cita es que el cambio se acelera. La velocidad de la transformación es cada vez mayor. En este mundo, que se mueve cada vez más rápido, los individuos que tienen chance de tener éxito tienen en su ADN la actitud de mejora continua (una de las cuatro actitudes del libro No más Pálidas. Cuatro actitudes para el éxito). Innovación, transformación, curiosidad, creatividad Las personas con esta actitud siempre están cuestionando todo. No se quedan en el status quo. No usan el “siempre se hizo así” como excusa para no cambiar. Al contrario, están continuamente buscando nuevos desafíos, proponiendo nuevos caminos, nuevas maneras de hacer todo. Tienen un diálogo interior que sistemáticamente les dice “debe haber una mejor manera de hacer esto”. Están buscando hacer las cosas de mejor manera, más rápido o más barato, todos los días. No importa la tarea en cuestión, además de hacerla, están pensando cómo transformarla, para ser más eficientes y efectivos. Y disfrutan con esto. De hecho, son esas
NOVIEMBRE 2021 • Pág 52 # 37 • personas a las que les apasionan los cambios. Sienten esa necesidad de cambiar para mejorar. Y, es más, siempre que pueden, los provocan. Tienen iniciativa. Están proponiendo nuevas formas de hacer, aprovechando todo lo que está a su alrededor (tecnología, recursos, etc.). Sienten como su responsabilidad la reformulación, la transformación, la mejora de todo lo que se les asigna. No están esperando que venga alguien a decirles lo que tienen que hacer. Están inventandopermanentemente. Son curiosos. La curiosidad es una característica fundamental en el mundo de hoy. Un mundo que, además, como nunca antes, nos ofrece todas las herramientas para poder aprender. Hoy no hay excusa, está todo ahí, al alcance de la mano: internet mató la excusa de “a mí no me prepararon para esto”. Esta actitud de mejora continua es vital en la sociedad del conocimiento y de la innovación. Las personas tenemos que saber que nuestra contribución debe cambiar con el tiempo. Y cada vez más rápido. Y la forma de hacerlo es mejorando todo lo que está a nuestro alcance. Cada vez que nos proponemos mejorar lo que hacemos, crear algo nuevo, nos estamos desarrollando y, de esa manera, mejorando nuestra contribución y siendo más valiosos para el equipo. “A menos que trates de hacer algo más allá de lo que ya has dominado, nunca vas a crecer. Cada tarea es un autorretrato de la persona que lo hizo. Autografía tu trabajo con excelencia”, dijo Vince Lombardi. Son los dos trabajos a la vez: T y TT. “T” es el trabajo que tenemos que llevar adelante hoy. Y “TT” es la transformación de ese trabajo. Eso requiere actitud de mejora continua, la que es cada vez más valorada en todas las organizaciones que quieran progresar. El valor de la humildad La actitud de mejora continua requiere tener humildad genuina. No importa qué tan bien hayamos hecho algo. No importa qué tan bueno sea nuestro nivel de maestría en un tema. Necesitamos continuamente aprender. Lo que sucede, por lo general, cuandohemoshechoalgoporalgúntiempo y lo hemos hecho bien, es que se va desarrollando confianza en nosotros mismos. Eso es muy bueno porque nos da energía emocional para continuar. Pero muchas veces, ese “éxito” genera algunos paradigmas ynosimpideidentificarlanecesidad de cambio. Sentimos que “ya está”. Y eso no puede ser así por una razón muy simple: el futuro no es una proyección del pasado; lo que funcionó muy bien ayer, no necesariamente es efectivo hoy y, seguramente, será muydistintoaloquesenecesitemañana. En el entorno actual y futuro, cada vez se valora más la capacidad de aprendizaje de las personas. Y, en general, cuando hemos tenido ese éxito, lo que más nos cuesta es desaprender para poder re-aprender. Una de las mayores dificultades que a veces enfrentamos es no tener la capacidad de re-aprender. Quienes pueden seguir contribuyendo son quienes cultivan el valor de la humildad como base de su desarrollo. Porque no se puede tener mejora continua si no se es humilde; si no se tiene esa capacidad de entender que cuanto más uno sabe de algo, es cuando se da cuenta todo lo que le falta. La combinación de la actitud de responsabilidad y la actitud de mejora continua Sin embargo, muchas personas están como detenidas en el tiempo. Atadas a su tarea, haciéndola de la misma manera como se la ha hecho durante mucho tiempo. No sintiendo la responsabilidad de cambiarla para mejor. A veces encontramos gente que simplemente señala lo que está mal o se queja de lo que no funciona. Cuando tienen que decir que algo tiene que cambiar o mejorar,confacilidadextiendenelbrazoy eldedoíndiceyseñalanalosdemás. En Uruguay y en muchos países de América Latina, muchos sufren de una especie de artrosis congénita en el codo, porque pueden señalar todo lo que está mal o lo que debe cambiar, pero esa artrosis les impide doblar el brazo y señalar hacia sí mismos. Inevitablemente, esto conduce al deterioro del aporte de la persona al equipo, a la organización. Quizá, sin darse cuenta, se están cavando su propia fosa. No solo no están consiguiendo un lugar en la inevitable transformación, sino que nocontribuyenamejorarelclimaorganizacional. Lo que es una especie de soberbia que, en el contexto en que vivimos, es uno de los pecados más graves. Están como en una zona de confort en la que, erróneamente, se sienten seguros. Pero, en realidad, están en una situación muy comprometida. En primer lugar, porque no es muy agradable ser colega de alguien que no quiere cambiar y no siente esa responsabilidad de mejorar las cosas. Eso no contribuye a crear un gran lugar para trabajar. Y, en segundo lugar, porque están atentando contra sí mismos. Es inevitable que si no generan valor distinto al que generaron antes, si no desarrollan lo que sea que hacen de una manera mejor, más eficiente, se transformarán en lastres. Es vital que todos entendamos que es nuestra responsabilidad mejorar todo lo que hagamos porque eso nos hace mejores y más valiosos. Controle su destino o alguien lo hará por usted es el título de uno de los libros sobre el trabajo de Jack Welch, ex CEO de General Electric. Con el título del libro alcanza para entender por qué la actitud de mejora continua es hasta un tema de supervi-
vencia. Mejorar permanentemente, siendo parte de la transformación, es la única forma en la que alguien puede crecer y desarrollarse en una organización. La actitud de mejora continua en el deporte Si miramos, por ejemplo, el fútbol. ¿Qué es lo que quiere un jugador? Seguramente lo primero que quiere es jugar, que lo pongan en el equipo. ¿Yquéhaceparaqueesoocurra?Tiene que prepararse, entrenar, ser disciplinado, todos los días. Tiene que mejorarse. Todos conocemos las historias de excelentes deportistas que van más tempranoalosentrenamientos,que se van más tarde, que siguen entrenando, practicando, esforzándose parasermejores.Enprimertérmino, para ser tenidos en cuenta, para poder ser parte del equipo. Y no es cosa deunavez.Tienenquehacerlosiempre, todos los días. Y una vez que son parte del equipo titular, tienen que continuar mejorándose para seguir teniendo ese privilegio de integrar el equipo.Enunambientedealtacompetencia es esa actitud de mejora continua que los hace valiosos para el equipo. El instrumento de mejora está muy claro: es uno mismo. Entonces, ¿por qué en las organizaciones tendría que ser diferente? Al final de cuentas, una organización es un equipo y debería ser el mejor equipo posible. Debería ser un equipo de alto desempeño, que tiene muchos campeonatos por delante y que, para poder ganarlos, necesita que sus jugadores den lo mejor de sí, sean cada vez mejores. Que estén permanentemente actualizándose, desarrollándose, aprendiendo, creando, innovando, transformandotodoloquehacen,paracontribuir cada vez más al equipo. Y así, transformándose a sí mismos y siendo cada vez más útiles, más valiosos y más queridos y requeridos por sus colegas. Sermejorescadadíanosoloescuestión de supervivencia, con lo básico y clave que eso significa. Sino que es una gran oportunidad que tenemos todos para sentirnos mejor. Confirmar que uno se desarrolla, que contribuye cada vez más y que cada vez es más útil, es reconfortante. Los seres humanos funcionamos en base a energía emocional. Nuestro combustible son las emociones. Saber que somos cada vez más valiosos, manteniendo la humildad como valorfundamental,esunalimentovital para generar esa energía emocional que nos mueve.
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